Re: Odio y posesión (Larry Stylinson) Terminada.

por **JoselynFuckyeah** Miér 25 Sep 2013, 8:37 am

Nueva lectora, me encantaaa y más siendo una novela Larryy ♥

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 10:46 pm

Después de la ducha, nos acostamos en la cama completamente agotados. No mencionó para nada el hecho de que le había dicho que lo amaba y no quise tampoco forzarlo a ello. Sabía que sería más fácil para ambos si nos olvidamos de todo ese asunto.

Desperté solo la noche siguiente, me di cuenta de eso cuando me acerqué buscando su calor y solo encontré su almohada vacía. Me vestí y fui hasta la sala con la esperanza de encontrarlo allí, pero no estaba, lo llamé pero no obtuve respuesta.

Finalmente encontré una nota sobre la mesa de la cocina diciendo que tenía que hacer unas cosas y que regresaría a las nueve. Miré el reloj, tenía solo quince minutos para llegar a The Kiss para aquella sorpresiva reunión. Le escribí una nota en la parte inferior de la misma hoja que él me había dejado, diciéndole que regresaría pronto y corrí hacia la puerta.

El tiempo se había vuelto muy frio y yo olía levemente la nieve en el aire. No caería nieve esta noche, pero pronto habría una fina capa de ésta por todas partes. Sentí el olor limpio y fresco de la ciudad mientras caminaba, no llevaba chaqueta, pero el frío no me molestaba mucho que digamos. Ni siquiera utilizaba suéteres, sino hasta mediados de Diciembre, si la noche pasada había aceptado la chaqueta de Harry fue porque ésta tenía su olor.

Llegue a The Kiss con unos minutos de sobra. Llamé a Lottie y ella se acercó a mí besándome y sonriéndome.

—Es bueno poder tocarte de nuevo. —Dijo.

—Me habrías podido tocar desde hace semanas. —Lo dije con una sonrisa. —Pero decidiste esperar la oportunidad perfecta para comenzar, como sabes que estoy cabreado contigo. Definitivamente lo estás usando para sacar ventaja. Ahora dime, ¿Qué diablos sucede?.

Dejó salir el aire. Y me dio un golpe en la parte posterior de mi cabeza.

—Ow. —Dije fingiendo que me había dolido y ella me guiñó un ojo.

—Me alegra que hayas venido. Habría sido realmente molesto tener que sacarte otra vez de apuros. El rey se reunirá contigo en la oficina. Le dije que podía entrar por la puerta trasera, inclusive puede que ya esté allí.

—Lo dudo. —Le dije suspirando. —A Dess le encanta mantener a la gente esperando.

Di la vuelta y caminé entre la multitud rumbo hacia la oficina que se encontraba en la parte posterior del Pub. Asumí que Lottie le había dicho que nos encontraríamos allí. Nunca la utilizábamos, por lo que pensaba que no debía estar muy limpia que digamos... si tal vez algo polvorienta.

Abrí la puerta y me sorprendí al ver a Dess de pie, en medio de la oficina.

—Su alteza. —Le dije con voz trémula. —Me sorprendió, le pido disculpas no sabía que ya estaba aquí. ¿Ha estado esperando mucho tiempo?.

—No mucho. —Dijo y caminó, sentándose en la silla frente al escritorio.

Esta acción me sorprendió un poco, pensé que iba a sentarse en el sillón detrás del escritorio como muestra de su poder. Pero, bueno, no importa dónde se siente, Dess era el que controlaba todo inclusive a mí mismo.

—¿Se trata de mi petición para poder irme?. —Pensaba que esta podría ser la única razón lógica para que quisiera entrevistarse conmigo, aunque en el pasado solo había recibido una carta diciéndome que no.

—De hecho es sobre eso, Louis. —Dijo él. —Por favor siéntate, así podremos discutirlo con más calma.

Me senté atrás del escritorio, doblando mis manos sobre el papel y tratando de mantenerme calmado, aunque sabía que esto no era posible delante del Rey. Me quedé en silencio mirándolo a la cara, esperando que él empezara, pero él solo se quedó mirándome.

—Así que. —dije. —¿De qué tenemos que hablar?.

—Louis, tengo entendido que recibiste noticias de Jeremy Stiles, acerca del Rey de Chicago.

Abrí mis ojos por la sorpresa. No esperaba empezar esta conversación de esta forma. Yo asentí, incapaz de hablar por el momento.

—He estado en contacto con la Reina Stephanie y ella ha decidido renunciar al trono. Aunque ella jura que no estuvo involucrada con la muerte de tus padres. Esto deja a una ciudad bastante grande sin un gobernante. Stephanie se ha comprometido a permanecer en la ciudad para ser asesora del nuevo rey y para ayudarle el tiempo que éste requiera de sus servicios. Ella ha pedido a alguien en particular de nuestro clan para hacerse cargo de la ciudad.

Por supuesto, había querido decirme en persona, que no necesitaba dejar Anaboris. Si Harry se iba a Chicago para ser el nuevo rey, no tendría ninguna razón para irme. Yo podría quedarme bajo las órdenes de los Styles por toda la eternidad.

—Le he dicho que te concedí el permiso para que puedas ir con ella y tomar el relevo. Ella conservará la corona hasta que el enlace sea roto, momento en el cual eres libre para irte.

—Perdón. —Le dije mirándolo en estado de shock. —¿Está diciendo que la Reina de Chicago me está dejando su ciudad?.

—Tú tienes sangre real y la corona anterior ha deshonrado el nombre de tu familia. La ciudad legítimamente te pertenece.

—Pero no sé nada acerca de los deberes de la realeza. No he sido parte de una familia en el poder desde que era un niño. Estoy horriblemente descalificado para ese cargo. Aprecio su oferta... pero no hay ninguna endemoniada manera para que acepte esto. ¿Por qué no se lo da a Harry?.

—Ella preguntó expresamente por ti. —Dijo esto, encogiendo sus hombros como si ese hecho tuviera todo el sentido del mundo.

Pero no era así, para mi esto no tenía ningún sentido en absoluto.

—Señor, discúlpeme si esto le suena grosero, pero ¿ha perdido completamente la jodida cabeza?.

Él me sonrió, lo cual me impresionó aún más, que si me hubiera atacado de alguna forma. Era solo una pequeña contracción en la comisura de su boca, pero ahí estaba.

—No fuiste grosero. —Lo dijo con evidente humor en su voz. —Pensé lo mismo cuando ella hizo la solicitud. Pero mientras más pensaba en ello, las cosas tomaban aún más sentido para mí. Tú eres un líder nato, Louis Tomlinson. Y ella estará allí para orientarte. Incluso estoy dispuesto a darle permiso a Harry para que deje nuestro clan y te ayude si eso es lo que deseas.

—No. —Le dije rápidamente. —No creo que Harry acepte, de todos modos. Pienso que será más feliz cuando el enlace esté roto y pueda volver a su vida aquí, he de admitir que es mejor que le dé su espacio.

Estaba confundido y asustado, pero aun así estaba excitado con la idea de tener mi propia ciudad. Cuando los Styles se hicieron cargo de Anaboris, la posibilidad de ser gobernante se había ido. Sin embargo aquí estaba el rey Dess, dándome la posibilidad de ser líder en bandeja de plata.

—¿Le ha dicho a Harry?.

—No. —Me interrumpió —Asumí que mantendrías esto en secreto y se lo dirías en el momento adecuado. En todo caso si no deseas hacerlo, hablaré con él cuando el enlace esté roto. Para él será más fácil de asumir cuando la magia no ate sus sentimientos hacia ti.

Sus palabras se clavaron como cuchillos en mi pecho. Él también creía que la magia le había dado esos sentimientos a Harry hacia mí. Esto no era mi imaginación, Harry nunca me amó. Tomé un profundo respiro antes de hablar.

—Acepto el cargo de rey de Chicago, Rey Dess. Le doy las gracias, y me pondré en contacto con la Reina Stephanie antes de que salga para allá la próxima semana.

Dess volvió a sonreír, pero esta vez lo hacía en forma extraña, era una triste sonrisa, era como si estuviera decepcionado de mi. Pero fue solo por un momento y desapareció, haciéndome dudar si me lo habría imaginado.

—Muy bien. Te veré el lunes en el templo para el ritual de desunión... Rey Louis. —Se levantó y salió, cerrando la puerta con un suave clic.

El silencio de la oficina se sentía extrañamente pesado, como si él le hubiera cerrado la puerta a más cosas que solo a mi oficina. Debería sentirme emocionado, pero la verdad me sentía más vacío que nunca. Mi teléfono móvil vibró en ese momento haciéndome saltar.

—Louis, ¿Dónde estás? Solo salí por una hora. ¿A qué hora vas a llegar a casa?. —Harry sonaba desconcertado y un poco desesperado.

—Voy a ir a casa pronto. —Le dije. —He venido a hablar con Lottie acerca de Graham.

Me sentí mal por mentirle, pero no quería arruinar nuestra noche de Halloween. Solo teníamos esta noche y la de mañana para estar juntos. No quería que el peso de mi salida de la ciudad se cerniera sobre nosotros. Me prometí a mi mismo alejar esto de mi mente y simplemente disfrutar de la compañía de Harry, mientras aún pudiera.

—Está bien. —Dijo suavizando su tono. —A qué hora te gustaría ir al centro.

—Bien, el club abre hasta las once, por lo que aún tenemos mucho tiempo para prepararnos. Estaré en casa pronto ¿de acuerdo?. —Colgué el celular suspirando.

Lottie entró, cuando estaba colocando el celular en mi bolsillo. Cerró la puerta y se apoyó en ella con su mano todavía en el pomo.

—¿Recibiste una carta de Jeremy?. —Preguntó Ella.

—Sí, no creí que le enviara una carta a todos. ¿También la abuela recibió una?. Ella sintió, con los ojos llenos de lágrimas.

—¿Por qué haría algo así Graham? Siempre lo consideré como un gran amigo de nuestros padres.

—No, lo sé. —dije, acercándome a ella y dándole un abrazo.

No había visto a Lottie llorar desde hacía mucho tiempo y no me gustaba verla haciéndolo. Ella y la abuela eran las personas más estables sobre el planeta y cuando alguna de ellas sufría, me sentía completamente perdido.

—¿Qué quería el Rey Dess?. —Dijo mientras sorbía en mi hombro.

—Si te digo, tienes que prometerme no decírselo a nadie, especialmente a Harry.

Ella asintió, mientras se limpiaba las lágrimas con la palma de su mano y luego secándosela en sus vaqueros.

—Prometo no decir nada.

—La Reina Stephanie, la esposa de Graham, me pidió que tomara su lugar como rey.

—¿Qué?. —Lottie abrió los ojos y dos lágrimas cayeron por sus mejillas. —¿Te vas a convertir en el rey de Chicago?.

Yo asentí, sonriendo sin ganas cuando ella me abrazó. Tal vez me sentiría feliz más adelante. Supongo.

—Harry no debe enterarse que me voy. Por favor, solo me quedan dos noches para estar con él. No quiero pasarlas peleando con él.

—Te lo prometí y no lo haré Louis, pero vas decírselo ¿verdad?. —Sus ojos ya estaban secos y su mirada era de reproche.

—No podré mantenerlo en secreto para siempre, solo quiero que esta noche y mañana estemos bien. Perdimos estas dos últimas semanas, solo quiero disfrutar el tiempo que me queda con él antes de irme.

—Realmente lo amas, ¿no es así?.

—Sí, realmente es lo que siento. Pero no puedes decirle esto tampoco. De hecho por qué no te mantienes completamente alejada de él hasta el lunes por la noche. Ella rodó sus ojos.

—Tú sabes que él también te ama, ¿verdad?.

Era mi turno de darle una mirada de reproche, ella estaba completamente loca, apenas si conocía a Harry. Era ridículo ¿por qué pensaría eso?, si no sabía nada acerca de él.

—Muy bien, no me creas. No me importa. Solo se trata de la felicidad de mi hermano. ¿Por qué debería importarme una mierda eso?. Muy bien Rey Louis, si no te importa, tengo que trabajar. Felicidades.

Ella se fue dejándome solo en la oficina y aún más confundido de lo que había estado cuando hablé con el Rey Dess. Había sido un extraño Halloween, y la noche apenas estaba comenzando.

* * * * *

—No lo puedo creer, por qué mierda no nos disfrazamos. —Harry lo dijo como por enésima vez desde que habíamos llegado al club.

Cuando regresé a casa, estaba tan preocupado por los acontecimientos de esta noche que había tratado de librarme de venir al club, pero Harry no quiso ni siquiera escucharme. Él finalmente accedió a que fuéramos en ropa normal, sin maquillarnos y sin ropas de cuero. Para él había sido un trato injusto pero al menos consiguió sacarme de casa.

—Por favor, ¿no piensas dejar de hacer eso?. —Le pregunté, gritando para hacerme escuchar en medio de los golpes bajos de los altavoces a todo volumen.

La fiesta estaba en pleno apogeo, los mortales disfrazados estaban bailando y bebiendo y divirtiéndose mientras que Harry y yo estábamos vestidos con vaqueros y camisetas, esperando a que el cantinero nos tomara la orden.

—No entiendo qué es lo que te pasa. —dijo, pasando al otro lado de mi cuando traté de alejarme de él. —No era que amabas tanto el Halloween. ¿Se trata de...

—Mira. —Lo dije en voz alta. —Le acabo de informar a lo que queda de mi familia lo que hizo Graham y no puedo estar en el mejor de los ánimos. ¿De acuerdo?.

El cantinero por fin se acercó a nosotros en el momento justo para evitar que Harrry me respondiera algo más. Ordené un par de cervezas y le di al hombre una enorme propina por haber hecho que Harry me dejara tranquilo.

Encontramos una sucia mesa en un rincón oscuro y nos sentamos uno frente al otro. Nosotros estábamos en silencio. Pero sonreí cuando sentí el pie de Harry recorrer mi pierna. Él sonrió en respuesta, esperaba que pudiéramos pasar la noche sin pelear. Ninguno de los eventos de antes había sido culpa suya. Y tampoco era culpa suya que solamente tuviéramos esta noche y después otra para estar juntos. Yo había sido tan culpable como él por malgastar las últimas dos semanas. No nos haría ningún bien comenzar a reprocharnos mutuamente por eso.

Bebimos nuestras cervezas, escuchando la música y jugando con nuestros pies de vez en cuando debajo de la mesa. Cuando los dos terminamos las cervezas, Harry me ofreció su mano. La tomé y dejé que me sacara a la pista de baile. La música era tan fuerte que las canciones casi no se podían distinguir, pero no importaba. Lo único que necesitaba para bailar era un constante golpeteo bajo y en el club se escuchaba con toda su fuerza. Nos dirigimos hacia el centro de la pista, rodeándonos de hombres y mujeres disfrazados de todas las formas, tanto vestidos como desvestidos. En una noche cualquiera, no se podía saber si estas personas estaban vestidas con un traje o si simplemente vestían de esa manera porque era sábado. Y en Halloween no era diferente.

Los hombres vestidos de cuero negro bailaban junto a mujeres semidesnudas y las infaltables desnudistas vestidas de Blancanieves y Cenicienta. Era una verdadera fiesta, era la oportunidad perfecta para vestir y bailar sin miedo a ser juzgado. El club de la ciudad fue siempre grande para eso. Los golpes del bajo se desaceleraron para la siguiente canción y Harry puso sus brazos sobre mis hombros, tirando de mí para apretarme contra él para moverse conmigo al ritmo de la música. Le abracé y traté de luchar contra los pensamientos de que esta sería nuestra última noche bailando. Que me estaba quedando sin tiempo para poder sostenerlo junto a mí.

Recorrí mis manos a lo largo de su espalda, por encima de su camiseta, sintiendo sus músculos moverse bajo mis dedos. Levanté mi cara y me reí cuando él me besó la nariz. Sabía que esa sonrisa le había parecido triste, probablemente había reflejado cómo en realidad me sentía, pero él no dijo nada. Si Harry estaba preocupado acerca de que el enlace estaba llegando a su fin, esa noche no lo demostró. Nosotros pasamos tres horas bebiendo y bailando.

La música era demasiado fuerte como para tratar de hablar en el club de todos modos. Yo creía que una vez que llegáramos al auto que nos llevaría a casa él estaría más sombrío. Pero realmente sucedió todo lo contrario. Estaba casi mareado. Hablando y riendo y tratando de hacerme sonreír. No volvió a preguntarme qué me pasaba, solo trataba de sacarme de mi estado depresivo con juegos de palabras vulgares y comentarios ingeniosos sobre los mortales que habían estado en el club.

Eran casi las tres de la madrugada cuando llegamos a casa, y él no se había calmado ni un poco. Saltó dentro de la casa y fue directamente hasta el equipo estéreo, sorprendiéndome al poner un Cd de música animada y no uno de su aburrido jazz. Lo puso a todo el volumen que pudo y se me tiró encima para que siguiéramos bailando.

—Harry, ¿Te metiste algo en el club?. —Le pregunté, finalmente riéndome de su ridículo comportamiento.

—No. —Dijo, tomando mi mano y haciéndome girar antes de jalarme y apretarme contra él. —¿No puedo estar de buen humor esta noche?, es Halloween, Louis, se supone que es tu noche favorita y tú has estado un poquito amargado toda la noche.

—Yo, ¿amargado?. —Le dije levantando una ceja.

—Sí. —Me dio un beso en la frente. —Mira, yo no sé en qué has estado pensando, pero preocuparte no te ayudará en nada ¿No podemos simplemente divertirnos? ¿Por favor? ¿Podemos disfrutar de nuestro tiempo juntos esta noche? No todo tiene que ser oscuro y sombrío todo el tiempo.

Suspire, él tenía razón, por supuesto que odiaba eso, pero estaba haciendo exactamente lo que había jurado no hacer. Revolcarme en mi propia cabeza en lugar de estar aprovechando al máximo el tiempo que se me estaba agotando. Supongo que tenía miedo de enamorarme aún más de él antes de que él me dejara. Estaba ya suficientemente herido tal como estaba, no tenía ninguna necesidad de sentir que mi corazón era arrancado de mi pecho cuando él se marchara.

Pero al observarlo haciendo sus exagerados saltos y su penoso baile en frente de mí, no pude evitar sonreír. Dicen que es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado en absoluto. Siempre había creído que era una absoluta mierda, pero en definitiva ya no tenía remedio. Yo lo amaba y lo iba a perder. Tendría que obtener alguna ganancia de todo esto mientras pudiera.

—Ven aquí. —Dije alcanzando su mano.

Él sonrió, el movimiento iluminó su rostro. Tiré de él contra mí, moviendo mis caderas contra la suya y seguimos bailando en la sala. Nosotros nos tambaleamos y tropezamos uno contra el otro, riendo y cantando con las dulces canciones de pop que en realidad no tenían ningún sentido.

—Louis. —Dijo después de que estuviera contra él casi como sumergiéndome en él. —Quiero hacerte el amor, ahora mismo.

Solo asentí, ante esa petición que salió de él como por arte de magia y de la cual yo no estaba seguro de qué otra manera debía reaccionar. Él me llevó al dormitorio, dejando la música sonar por toda la casa como si hubiera una banda sonora tocando para nosotros.

Harry, deslizó sus manos bajo mi camisa, quitándomela y arrojándola por la habitación, se dejó caer de rodillas enfrente de mí, dejando un rastro de besos desde mi pecho hasta la cintura. Pase mis dedos por su cabello mientras me desabrochaba mis vaqueros y los deslizaba hacia abajo a lo largo de mis piernas. Coloqué una mano sobre su hombro utilizándolo para estabilizarme mientras él me los quitaba por completo. Me miró y sonrió.

Estaba completamente desnudo enfrente de él, y esta era la primera vez que me sentía totalmente acomplejado por ello. Pero la sensación fue arrastrada por una ola de placer cuando él tomó mi erección en su boca, chupándome y haciendo que me pusiera duro en cuestión de segundos. Mis uñas se presionaron contra sus hombros mientras veía cómo se deslizaba mi polla entre sus labios, con movimientos rápidos y húmedos, arriba y abajo de mi eje.

—Harry. —Mi voz era suave, pero él puso sus ojos sobre los míos. —Tienes mucha ropa puesta.

Dejó caer mi polla de su boca y se puso de píe para que pudiera quitarle su camisa por encima de la cabeza, mientras se desabrochaba sus vaqueros y de una patada los tirara lejos. Él ya estaba duro y yo quería dejarme caer de rodillas y darle placer como lo había hecho conmigo. Pero sus manos en mis caderas y su boca sobre la mía me mantuvieron en píe donde estaba.

Me probé a mí mismo, mezclado con su saliva en su lengua y gemí en su boca. Su erección se contrajo mientras se presionaba contra mí por el sonido que había hecho. Me impulsó hacia atrás con su cuerpo hasta que toqué el colchón. Me acomodó con tanta gracia como podía mientras él se recostaba sobre mí. Me besó otra vez, entrelazando sus dedos con los míos presionando mis manos contra el colchón. Levanté mis caderas hacia él, frotando mi polla contra la suya hasta que él me soltó una mano y la puso sobre mi quijada.

—Eso es trampa. —Dijo antes de besarme nuevamente. —Dije que quería hacerte el amor y si me haces que me venga, no podré hacerlo. Así que deja de moverte.

—Si señor. —Mi voz estaba ronca, mi cuerpo lo necesitaba tanto que dolía.

Estaba tan temeroso de que él se pasara horas torturándome con sus manos, su boca y su cuerpo. Y yo ya estaba hasta el tope por la necesidad de él. No estaba seguro de si podía manejar un tiempo de juegos previos. Afortunadamente, se movió hacia la mesa de noche y se preparó para mí rápidamente. Volvió a descansar en la parte superior de mi cuerpo y una lenta canción empezó a sonar en el estéreo en la sala de estar. Sus ojos se encontraron con los míos y me dio una pequeña sonrisa antes de erguirse y separar mis piernas.

Dos de sus dedos presionaron gentilmente contra mi culo, entrando en mi dolorosa y lentamente, aflojando mis músculos durante unos minutos. Me relajé sobre el colchón todo lo que pude, esperando que estuviera listo para entrar en mi tanto como yo sentía que siempre estaría listo para él.

Al fin se acercó, levantando mis caderas lo suficiente como para que él pudiera empujar su polla dentro de mí. Yo lo deseaba tanto que casi no había resistencia cuando él se empujó dentro de mí. Empujó cada centímetro de sí mismo tan lento como pudo, tomándose el tiempo necesario para que me estirara completamente y me abriera para él, pasaron varios minutos hasta que su cuerpo se chocó contra el mío.

Se inclinó hacia delante y me encontré con él a mitad de camino, apoyándome sobre mis codos para poder besarlo mientras entraba y salía de mi. Me chupó mi labio inferior con su boca, deslizando su lengua a lo largo de éste y gentilmente lo penetró con sus colmillos. El sabor de la sangre en nuestras bocas, hizo que salieran suaves sonidos desde nuestras gargantas. Rompí el beso, dejándome caer sobre la almohada para poder ver su rostro, mientras él continuaba con sus lentos movimientos dentro y fuera de mi ano. Utilizó una de sus manos para sostenerse, mientras que con la otra arrastró sus dedos por mi garganta, mi pecho antes de dejarla descansar sobre mi cadera.

Su ritmo vaciló mientras sus uñas se clavaban en mi piel. Vi sus ojos llenos de lágrimas y alcé mi mano para limpiar unas pocas que se habían deslizado por su mejilla. Sus ojos se cerraron con fuerza y algunas lágrimas más cayeron cuando él se vino dentro de mí.

Poco a poco se retiró, besando el rastro húmedo que dejaron sus lágrimas sobre la piel de mi pecho. Se movió como si fuese a tomar con su boca mi erección, pero yo lo detuve con una mano en su mandíbula.

—Oye no, ven aquí y dame un beso. Le dije suavemente.

—Pero no has... —Se le fue la voz.

—No te preocupes. Estoy bien. Por favor ven aquí.

Él se volvió a subir sobre mi cuerpo, su rostro estaba seco y ya no tenía más lágrimas en sus ojos. Me besó como se lo había pedido, pero fueron pequeños besos, casi castos. Frotó sus labios contra los míos un par de veces antes de alejarse de mí. Salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él. El estéreo se detuvo unos segundos antes de que escuchara el inicio de la ducha. No sabía si debía unírmele o no, pero pensé que tal vez quería estar solo por un momento.

Girándome de lado y mirando hacia la pared, no podía dejar de preguntarme si algo había cambiado entre nosotros. Sabía que yo no era el motivo por el cual él había llorado y estaba muy seguro de que él no querría hablar conmigo al respecto. Mi mente giraba en torno a miles de posibilidades de lo que podría suceder después. Me quedé dormido alucinando con Harry suplicándome que no rompiera el enlace con él y la promesa de felices para siempre bailando en mi cabeza.

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 11:24 pm

Dimples'sHarold escribió:louis no se puede ir :( y harry si que siente algo

Hola!
Si lose Louis es un idiota, y harry también lo es por no decirle nada.
Saludos linda:)

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 11:26 pm

HarrysBoxer escribió:NOOOOOOOOOO
LOUI QUE NO SE VAYA
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
algo me dice que le daba duro porque queria escuchar lo otro y no lo que dijo :scratch: :scratch: :scratch:
cogida masiva ohsi
AJAJJAJAJAJA
AHORA QUE QUIERE DES?
NO LOCO QUE NO LA CAGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Anne toda buenita :0
Jeremy se arrepintio?
WOU, EL AGUA AHORA ES BENDIT Y HUMANIZA A TODOS
seguilaa cuando puedas
:hug: :hug:

Hola!
jajaja es todo un lió!
Saludos lindaa:)

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 11:28 pm

Debby1D escribió:Son tan idiotas que desperdiciaron 14 dias estando enojados innecesariamente?
Agh, ahora tienen tan poco tiempo para estar juntos :(
Pero bueno, al menos se arreglaron.
Que triste que Harry no le haya dicho nada, pero seguro que escucho ese "te amo" :'(
Seguro que el rey ahora le da el permiso o lo que sea para irse del clan, agh. mierda!
No quiero que se separen :(
Seguila pronto por favor!
Adios

Hola:)
Si pudieron hacer algo productivo con esos días!
Es triste:(
Saludos linda:)

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 11:30 pm

Serena Villar Molina escribió:Querida Liiiiiz ;)
el Haroldo este es imbécil macho...estoy más que segura de que escucho ese te amo y aun asi el hijo de calvin clein no dijo nada!!!!!!!
Gaaaaah que indignación por dios bendito!
Me llega a decir Louis que me ama y hago la puta croqueta saes o no saes?
Maldito embustero canalla de rizos sexys...aun no lo supero estoy muy enfadada con el :muere:
Le voy a meter una patada en los huevos que se va a quedar sin respiración el jodido Haroldo este...nah es broma estoy enfadada pero le amo :ilusion:
Enfin Liz que esta novela es increíble y me encantaría que la siguieras
Bueno cielo me piro   :bye:

Hola serena:)
Si es un odioso e imbécil, pero tienes razón, no se puede odiarlo.
Ya la sigo linda:)
Saludos,
Bye.

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 11:31 pm

JoselynFuckyeah escribió:Nueva lectora, me encantaaa y más siendo una novela Larryy ♥

Hola:) Bienvenida!
Ah gracias linda:)

por Invitado Vie 27 Sep 2013, 11:46 pm

Desperté el domingo en la mañana sintiendo la mano de Harry acariciando mi erección. Su pecho estaba presionando contra mi espalda y su mano la tenía sobre mi cadera, manteniéndome fijo en su fuerte agarre.

—¿Qué estás haciendo?. —Murmuré.

—Compensándote por lo de anoche. —El susurró en mi oído.

No pensaba que él tuviera por qué compensarme. Pero de todos modos tampoco intenté detenerlo. Su mano estaba caliente y seca, pero la fricción hacia arriba y hacia abajo se sentía increíble, corrí mi culo buscando su dura polla y él la apretó contra mi.

—Perdóname, ya me había dormido cuando volviste a la cama.

—No te preocupes. Más bien tú perdóname por no hacerte venir anoche.

Quité su mano, así pude girar y verlo a la cara. Él me besó, creo que él había planeado hacerlo rápido, pero no quería que él se quitara. Lo agarré por el pelo y lo mantuve en mi cara, con mi lengua lo obligué a que abriera sus labios y busqué su lengua.

Me moví aún más y con mi cuerpo lo empujé para que él se acostara sobre su espalda para sí poder subirme encima de él. Mis manos se deslizaron por sus brazos, hasta encontrar sus muñecas y las fijé por encima de su cabeza mientras yo seguía saqueando su boca. Mis colmillos se clavaron en su lengua, pero no se apartó, chupe con fuerza su lengua, obteniendo más de aquél dulce y cobrizo sabor, haciéndolo rodar por nuestras bocas y saboreándolo con la certeza de que ésta podría ser la última vez que lo hiciera.

Era domingo, primero de noviembre y mañana en la noche Harry y yo seguiríamos por caminos separados. Gruñí en respuesta a éste pensamiento que Harry no podía escuchar, besándolo con más fuerza como si con ello lo forzara a irse de mi mente. Sabía que lloraría por siempre su perdida. Pero en este momento tomaría lo que era mío, bueno mientras aún era mío.

Me aparté de su boca, mi cuerpo se consumía por la necesidad de estar dentro de él. Alcancé la mesita de noche, abrí el cajón y a tientas traté de encontrar algunas cosas que teníamos guardadas ahí. Al final tuve que quitarme de encima de Harry para mirar dentro del cajón porque no pude encontrar los condones con solo el toque de mi mano.

Al fin encontré un solo empaque de aluminio en la parte posterior del cajón y esto me causó un poco de gracia. Esto era tan trágico y a la vez tan poético, nosotros usaríamos su último condón, para nuestra última vez juntos. Él me miró de forma extraña mientras yo abría el paquete rasgándolo con mis dientes, negué con mi cabeza mientras enrollaba el condón sobre mi eje. Si fuera necesario hablaríamos sobre esto más tarde, pero pensaba que a él esto no le importaría tanto como a mi si me importaba.

—Date la vuelta. —Le dije con voz ronca.

Él levantó una ceja antes de darme una pequeña sonrisa. Apliqué lubricante sobre mi mano, cubriendo el condón con él, mientras Harry se ponía sobre sus rodillas enfrente de mí. Me moví detrás de él, usando mis dedos para estirar su culo, preparándolo para recibirme. Deslicé mis dedos dentro de él durante unos minutos hasta que sentí cómo sus músculos se relajaban con la intrusión. Saqué mis dedos rápidamente sustituyéndolos con la cabeza de mi polla.

Me empujé dentro de él lentamente. Sentí cómo el anillo de músculos apretaba mi polla fuertemente por unos instantes antes de que me empujara centímetro a centímetro dentro de él. Cuando estuve por completo forrado dentro de su culo, me detuve para disfrutar por unos instantes de la constricción de los músculos alrededor de mí, antes de moverme.

Mis manos se apoyaron en sus caderas, jalándolo y empujándolo para que él fuera el que se moviera en lugar de que yo moviera mis caderas por unos instantes. Cuando él comprendió el ritmo que yo quería, comenzó a moverse para mí y entonces así pude usar mis manos para tocar otras partes de él, una mano la desliaba por su espalda, mientras que con la otra agarré su eje. Acaricié con mi mano hacia arriba y hacia abajo a lo largo de su eje a la misma velocidad con la cual él movía su culo hacia arriba y hacia abajo del mío.

Su respiración se aceleró antes que la mía y pude sentir sus bolas prepararse contra mi mano por unos instantes antes de que él gritara, rociando mis dedos con su caliente orgasmo.

Mis manos tomaron nuevamente sus caderas, tratando de mantenerlo firme, cuando sus hombros colapsaron sobre la cama, mientras su cuerpo era atormentado por violentos jadeos. Incrementé la velocidad, mis uñas se clavaron en la piel que forraba los afilados huesos de sus caderas mientras lo follaba tan duro que pude escuchar el golpeteo de nuestros cuerpos al juntarse.

Sentí la presión dentro mí y supe que no duraría por mucho más tiempo. Coloqué un brazo alrededor de su estomago, acercándolo a mi cuerpo para poder hundir mis colmillos en su hombro y me corrí. Bebí su sangre mientras mi polla palpitaba dentro de su culo vaciando mi caliente y espeso semen en el condón.

Lo solté y él se dejó caer sobre la cama estremeciéndose un poco, esperaba que fuera por el placer dispersándose por todo su cuerpo antes de que se quedara completamente quieto con la cara enterrada en la almohada. Me salí de él, gimiendo un poco al sentir mi propia mano sobre mi sensible pene. Me giré y me acosté sobre mi espalda al lado de él, tratando de recuperar el aliento y le sonreí.

—Buenas tardes, para ti también. —Lo dijo con una risa temblorosa.

Lo besé rápidamente antes de levantarme y disponer del preservativo. Levanté mis vaqueros del piso y me los puse, sin aparatar mis ojos de su hermoso cuerpo desnudo sobre la cama, definitivamente, me hubiera gustado poder mirarlo cada vez que quisiera. Chicago nunca me había parecido tan lejano como lo sentía en este momento.

Harry salió de la cama, colocándose sus mismos jeans de la noche pasada y se sentó de nuevo sobre la cama, se pasó sus dedos entre sus rizos y me dio una pequeña sonrisa.

—Entonces, creo que nosotros tenemos que hablar sobre eso ahora. ¿huh?.

—Supongo que sí. —Le dije, me senté a su lado y coloqué mi cabeza sobre su hombro.

—Sabes, hace un mes nunca me hubiera imaginado que esto sería tan difícil. —Dijo en voz baja.

Quería que él me dijera que no quería que se llevara a cabo el ritual de desunión, que quería quedarse a mi lado para siempre, pero sabía que no lo diría, infernos, él había estado contando los días para esto. ¿Por qué iba a cambiar de opinión?.

—Sé lo que quieres decir. —Miré alrededor de la habitación y me di cuenta que mi ropa se había mezclado con la suya en las semanas que estuve viviendo con él.

Tenía que empacar, pero luego me di cuenta que tendría que empacar después mucho más que solo las cosas que había traído a la casa de Harry. Pensé en decirle, en pedirle que viniera conmigo. Era tan egoísta no decirle. Sabía que callarme mis sentimientos me mantendría a salvo solo a mí. Demonios, esto podría hacerle más fáciles las cosas a Harry, si le dijera que iba a abandonar la ciudad en unos días.

Me enderecé para decirle, pero él me miró con una sonrisa tan triste en su rostro, que no pude hacerlo, no podía hacérselo más difícil, no ahora. Decidí que se lo diría cuando se hiciera el ritual de desunión. O en algún momento antes de que en realidad me fuera de la ciudad. Sabía que era mejor para él que yo mismo se lo dijera y no que lo supiera por otra persona.

—Así que ¿Qué quieres hacer esta noche? ¿Te gustaría follar hasta que el sol salga?

—Eso suena grandioso. —Le dije con nostalgia. —Pero usamos el último condón y probablemente sería mejor empacar todas mis cosas esta noche. Así puedes deshacerte de mí después de... —Mi voz se apagó y no pude decirlo en voz alta.

—Sí, gracias a Dios por eso. —Dijo dándome un suave empujón. —Dios sabe, que te quiero fuera de aquí lo antes posible. —Estaba seguro que él estaba bromeando, pero no quise aclararlo.

— ¿Te vas a quedar aquí o esta fue la última vez que desperté a tu lado?

Suspiré.

—Creo, que lo de mañana será más fácil si me quedo con Lottiw. ¿No lo crees?

—Probamente. —Él suspiró también. —¿Quieres que te ayude a empacar?

—No, creo que es mejor que lo haga solo, pero gracias.

Nosotros estábamos comportándonos tan excesivamente corteses y tan indiferentes que me dieron ganas de gritar, quería llorar, gritar, golpearlo, hacer algo para romper la horrible distancia que estábamos interponiendo entre nosotros con cada una de nuestras palabras.

Cada minuto que pasaba en esa habitación se sintió como si el enlace se estuviera disolviendo por sí solo. Nosotros estábamos colocando barreras entre nosotros, cerrándonos.

Sabía que yo trataba de protegerme, pero no estaba seguro de las razones por las cuales Harry lo hacía. Le había dicho que lo amaba y él lo ignoró completamente.

Si él en realidad me quisiera, me lo habría dicho ya que había tenido la oportunidad para hacerlo, pero no lo hizo. No parecía como si estuviera esperando con impaciencia nuestra separación, pero tampoco se veía como si estuviera matándolo, como si pasaba conmigo. Yo me estaba muriendo por dentro.

—Bien, creo que me voy a quedar con mis padres esta noche. —Dijo.

El sonido de su voz me hizo saltar ya que estaba perdido dentro de mis propios pensamientos.

—¿Si?.

—Sí, regresaré después del... después. Si por casualidad encuentro algo tuyo, te lo dejaré donde Lottie, ¿está bien?

—Sí, eso estaría bien.

Nosotros estábamos hablando sobre mi departamento como si fuese la casa de Lottie. Como si ese ya no fuera mi hogar. No sé por qué pero ya no lo sentía de esa manera.

Mi hogar era la casa de Harry y cuando me fuera para, bueno, ese departamento tampoco sería más mi hogar. Dentro de unos días estaría viviendo a kilómetros de distancia y Harry ya no podría ni siquiera ir de visita. Quería pedirle que se fuera conmigo. Pensé en ello. Casi tenía mi boca abierta, cuando de pronto se volteó y me besó y todos mis pensamientos acerca de ello se borraron.

Fueron arrasados por nuestras lenguas, nuestros labios y nuestros colmillos chocando entre sí. Esto era la despedida. Lo sentía así en lo más profundo de mí, era como si sus colmillos estuvieran traspasando mi corazón. Él estaba besándome para decirme adiós y no había nada que pudiera hacer para cambiarlo. Nuestro tiempo se había acabado y él no me amaba... no lo suficiente como para retenerme.

Él rompió el beso primero, lo cual fue bueno porque yo hubiera continuado besándolo por días.

Se levantó de la cama, deslizó sus pies en un par de zapatos y agarró un suéter de un montón que había sobre el aparador. Lo observé mientras terminaba de vestirse, tratando de alejar la idea de que estaba a punto de dejarme, de acabar con lo nuestro. Se inclinó hacia mí y me besó de nuevo, solo un rápido beso en los labios.

—Te veré mañana en el templo.

Asentí. No confiaba en propia voz para contestarle en voz alta. Sonrió pero no había felicidad en ello. Caminó hacia la puerta y luego sentí el golpe de la puerta al cerrarse y solo en ese momento supe que había desperdiciado la última oportunidad que tenía de pedirle que se quedara.

La depresión se arrastraba silenciosamente por toda la casa, finalmente me puse en píe para empezar a empacar mis cosas. Tiré todas mis cosas dentro de una caja y sin pensar acerca del por qué tomé la chaqueta de cuero de Harry y la lance encima de todo lo demás. Pensé que con el tiempo y después de que me hubiera ido notaría que ya no estaba y se daría cuenta que se la había robado y por ello si Harry quería recuperarla tendría que irme a buscar.

Pensé en recorrer la casa, para recordar todos los buenos momentos que tuvimos allí, pero me di cuenta que sería tan inútil como empujar una cuchara dentro de la órbita de mi ojo. Por lo que solo coloqué mi llave sobre la mesa de la cocina, la cual habíamos comprado juntos después de haber roto la mesa que tenía Harry la primera vez que tuvimos sexo.

Salí por la puerta cargando la caja con mi ropa y mi corazón lleno de dolor. Lottie no estaba en el departamento cuando llegué y me puse contento de estar solo. Realmente no quería soportarla en estos momentos. Sabía que probablemente pronto regresaría, ya que rara vez trabajaba por las noches los domingos, pero era bueno un poco de silencio por un tiempo.

Entré a mi habitación y tiré la caja con mis cosas en el piso, agarré la chaqueta de cuero de Harry y me metí a la cama con ella, respiré profundamente, para oler su colonia y el olor de su piel en el cuero, sintiendo como la necesidad gritar crecía en mi pecho. Esto no era lo que yo había esperado sentir. Harry tuvo razón, cuando el enlace era nuevo todo lo que nosotros queríamos era que se terminara. Era difícil de creer, que en un lapso tan corto de tiempo hubiera llegado a importarme tanto él.

Mientras pensaba en eso, me pregunté si mis sentimientos hacia él eran en realidad tan nuevos. Habíamos llegado hasta el punto que el enlace nos quería, demasiado rápido para dos personas que decían odiarse como Harry y yo lo hacíamos.

Incluso con la magia guiándonos, todo no podría haber sido tan repentino y tan completo, sobre todo para mí de todos modos. No tenía manera de saber cómo se sentía Harry al respecto, hablar nunca fue fácil para ninguno de los dos. Recordé sus lágrimas de la noche pasada y deseé haberlo presionado hasta el punto que me dijera lo que significaban realmente.

Haberle preguntado no habría hecho peor la situación –yo estaba de regreso completamente solo en mi antigua habitación y él estaba en algún lugar afuera sin mí- Si solo hubiera abierto mi boca tal vez esta situación sería diferente. Pero ya era demasiado tarde para pensar así, había dejado pasar el momento y probablemente me pasaría el resto de la eternidad preguntándome qué hubiera pasado si lo hubiera hecho, dándome de patadas a mi mismo por las decisiones mal tomadas y el haber dejado pasar la oportunidad de estar con Harry.

Me alegraba de que pudimos dejar las cosas de forma amistosa. Yo no quería terminar el enlace tal y como lo habíamos comenzado, a patadas y a zarpazos, peleándonos como lo habíamos hecho durante toda nuestra vida. Esto era un pequeño consuelo, me acomodé de lado sin soltar el único pedazo de Harry que pude llevar conmigo.

**********

Desperté cuando Lottie me sacudió suavemente.

—¿Es lunes? —Murmuré tratando de mantener mis ojos abiertos.

—No, todavía es domingo, pero es muy tarde. ¿Puedo hablar contigo por un minuto?-

—Sí.

Me senté, bostecé y miré el reloj. Por fin pude enfocar los números de color rojo brillante después de parpadear varias veces. Eran las tres de la mañana.

—Quería que supieras que renté un coche para el miércoles en la noche, yo puedo ayudarte a empacar si así lo quieres, pero la Reina de Chicago te espera esa misma noche.

—Gracias. —Cierto, Chicago, yo sería el Rey y Harry no vendría conmigo.

La realidad me golpeó tan fuerte que me desperté completamente. Yo era el nuevo Rey de Chicago, no parecía que pudiera ser posible la rapidez con que las cosas habían cambiado para mí.

—¿Cómo estás?.

—Estoy bien —dije —No, en serio. Solo me tomará un tiempo acostumbrarme. Eso es todo. Estaré mejor cuando salga de Anaboris. Cuando no tenga que preocuparme de que Harry esté con otro tipo en las noches.

—Louis, creo que ustedes dos están actuando de forma estúpida acerca de todo esto. Quiero que te des cuenta de eso.

—Bien gracias, hermanita. Esto es exactamente lo que necesito en estos momentos. Mira, él no me quiere y no puedo hacer que venga conmigo a Chicago.

—¿Se lo pediste?.

—No.

Lottie me golpeó tan duro que sentí que me iba a estrellar contra la pared que estaba detrás de mi, pero pude evitarlo. Lottie se puso de pie con sus manos presionando sus caderas observándome.

—Eres un bastardo egoísta. —ella gritó.—Entonces ¿Qué?. ¿Tu solo vas a dejarlo sin siquiera darle la opción de acompañarte?.

—Lottie, por favor mantente al margen de esto. Nada de esto tiene que ver contigo.

—Bien, No. Por supuesto que no. Solo eres mi único hermano y sucede que te amo y quiero lo mejor para ti. Entonces ¿No es mi problema verte sentado ahí mientras arruinas la mejor cosa que te ha podido pasar alguna vez en tu vida?. Pensaba que ustedes dos con el tiempo se darían cuenta de que este enlace era realmente una bendición, pero ninguno de los dos se detuvo a pensar el tiempo suficiente como para darse cuenta de lo que realmente estaba pasando entre los dos. Y ahora todo terminó. Dios ustedes dos son tan... tan.... ¡Imbéciles!.

Ella se fue de la habitación antes de que yo pudiera contestarle. Y como no estaba de humor como para pelear con ella, no fui tras ella. Tal y como lo había hecho con Harry solo dejé que se fuera. Que se alejara de mí sin decirle una palabra.

Me dejé caer sobre la cama, mi mano acarició distraídamente la chaqueta de cuero que aún se encontraba sobre ella, deseando que fuera el cuerpo de Harry el que estuviera tocando. Lottie probablemente tenía razón. Yo era un egoísta y lo había jodido todo. Pero ya era demasiado tarde como para poder cambiar las cosas. Tendría que vivir lamentando mis errores para siempre, ya que esa había sido mi elección. Cerré mis ojos y recé para que pudiera volver a dormir, pero me quedé allí con los ojos cerrados por un largo tiempo antes de que finalmente lo hiciera.

**********

Cuando desperté, sabía que era lunes, mi corazón me dolía tanto que creía que me iba a morir. Luché para salir de la cama, ni siquiera me molesté en cambiarme de ropa y salí a trompicones a la sala de estar. No me molesté en mirar el reloj, pero sabía que ya era tarde porque encontré a mi Abuela y a Lottie sentadas en la mesa tomando té.

— ¿No te vas a cambiar? —Lottie me preguntó, mientras caminaba a la cocina para dejar las tazas de té en el lavabo.

—No, estoy listo. ¿Ya es hora?

La Abuela se acercó a mí y colocó una mano sobre mi mejilla mirándome a los ojos.

—Luces hecho una mierda, Louis.

—¡Caramba!, gracias Abuela. —dije apartándome de su toque. —¿Ya es hora?

—Si —dijo la Abuela mientras suspiraba. —Es hora. Los Styles nos esperaran en el Templo, pero necesito preparar unas cosas para realizar la ceremonia.

Asentí. Me sentía perdido, confundido, como si estuviera viviendo una vida que no era la mía. Es decir, esto no me podía estar pasando, no quería ir al templo para romper el enlace con el único hombre al que realmente había amado. Mi vida se pondría completamente al revés en menos de una hora. No tenía por qué sentir este enorme dolor y saber que era el artífice de mi propia pesadilla. Esto solo le pasaba a los demás no a mí. ¿Acaso no había perdido ya demasiado en mi vida?.

Estas pérdidas eran suficientes para toda la eternidad, en realidad. Ni me di cuenta cómo llegamos al Templo de la Primavera esa misma noche, esto realmente estaba pasando. Iba a dejarlo ir sin pelear. Estaba tan cansado de pelear, además, de que fueron las peleas con Harry Styles las que me metieron en este lio en primer lugar. Sabía que solo me quedaría ahí quieto y vería cómo se esfumaba mi felicidad cuando la Abuela agitara su varita.

Ella diría algunas palabras y quemaría algunas cosas y mi vida en Anaboris habría terminado. Limpia e impecablemente como lo haría una hoja de afeitar a través de la carne. Me senté en la mesa pequeña con Lottie y observé en silencio cómo la Abuela preparaba su altar, empezó por quemar salvia y mirra y encendió velas colocándolas en diferentes posiciones por toda la habitación.

Lottie trató de hablar conmigo algunas veces, pero oía un extraño zumbido en mis oídos y no pude entender sus palabras. Finalmente se rindió y observó a la Abuela también. Aunque ella me tomó de la mano apretándola ocasionalmente, gesto que realmente aprecié. Ambos saltamos cuando las puertas se abrieron de golpe detrás de nosotros. Giré y mi estomago dio un vuelco al ver a Harry caminar por el pasillo hacia nosotros. Si yo me veía como una mierda, Harry parecía un muerto andante. Tenía círculos oscuros bajo sus ojos, era evidente que no había dormido y también tenía la misma ropa de ayer.

Pasó por delante de mi, con sus padres detrás de él y saludaron a la Abuela. El Rey y la Reina hablaron con la Abuela en voz baja, mientras que Harry y yo nos observábamos el uno al otro a través de la habitación. Quería correr hacia él, abrazarlo, besarlo y decirle que no quería dejarlo.

Pero, por supuesto, ni me moví, ni siquiera me puse de píe, no hasta que la Abuela nos dijo suavemente que el momento para comenzar la ceremonia había llegado. Lottie me pateó en el pie, y me levanté con las piernas temblorosas, apoyándome en la mesa hasta que estuve completamente seguro que no me iba a caer. Cuando mi mundo finalmente se estabilizó, caminé hacia Harry y una vez juntos nos giramos para quedar frente a la Abuela.

—Caballeros, esto solo tomará un minuto. Por favor, mírense y tómense de las manos. No voy a hablar alto hasta que les diga que es momento de alejarse el uno del otro. ¿Entendido?

Ambos asentimos, antes de girar y vernos el uno al otro. Le ofrecí mis manos a Harry y él las tomó entre las suyas. Su piel estaba tan fría como el hielo y la piel de mis brazos estallaron en piel de gallina al sentirlo. Me sonrió con una de sus retorcidas sonrisas y, otra vez, tuve que aguantarme las ganas de besarlo.

Era mejor que me fuera. Si me quedaba, sin duda me comportaría como un imbécil cada vez que me lo encontrara. Seguramente me le enfrentaría en la calle y le rogaría que volviera conmigo.

Si, sería un completo desastre si no salía pronto de Anaboris. No podría soportar verlo, sabiendo que nunca podría tenerlo nuevamente. Nosotros nos quedamos mirándonos a los ojos, mientras que la Abuela se movía a nuestro alrededor. El silencio en el Templo era tan abrumador que pude escuchar el ruido de mi sangre recorriendo mis venas.

Las manos de Harry apretaron las mías por un momento y abrí mi boca para detener la ceremonia y cuando lo empecé a hacer la Abuela hablo de nuevo.

—Ustedes se pueden soltar. El enlace está roto.

No nos movimos, nos quedamos mirándonos el uno al otro y permanecimos tomados de las manos, sentía que mi corazón iba a detenerse por la impresión en cualquier momento.

—Dije que se soltaran. —dijo la Abuela nuevamente en voz baja.

Solté las manos, pero Harry

las agarró de nuevo, incluso con más fuerza, jalándome hacia su pecho. Besó rápidamente mi oreja antes de susurrar las palabras que hizo que mi corazón diera un vuelco para luego detenerse por completo.

—Felicidades, por lo de Chicago. Rey Louis Tomlinson.

Me dejó ir y caminó rápidamente por el pasillo hacia la puerta. Quería correr tras él, quería disculparme con él, lanzarme a sus pies y pedirle perdón. La puerta se cerró detrás de él. Se había ido.

Al girarme me di cuenta que la Reina Anne, estaba parada junto a mí, llorando suavemente y limpiándose las lagrimas con un pañuelo de encaje.

—Louis, lo siento mucho, no sabía que no habías hablado con él. Yo nunca habría hecho esto a propósito. Me temo que te he causado más daño en lugar de ayudarte.

Ella agarró mis manos entre las suyas por un momento antes de dejar que su esposo la escoltara hacia la puerta. Ésta se cerró de nuevo con un golpe seco y me giré para ver a mi familia. Lottie se veía horrorizada pero la Abuela tenía su rostro pálido y sin expresión.

—Mierda Louis. —Lottie susurró y ella corrió a abrazarme.

—Lenguaje. —dijo la Abuela, pero su voz era tan baja como para ser realmente un reproche.

Puse mi brazo sobre los hombros de Lottie, sosteniéndola contra mi mientras ella lloraba. Pensé que esto era gracioso, que precisamente ella fuera la que estuviera llorando si había sido yo quien había arruinado mi propia vida. Pero la dejé llorar.

Deseaba tener palabras para poder consolarla... pero no las tenía. Solo había un vació en mi pecho, donde mi corazón había estado antes de que Harry se fuera por esa puerta.

por **Dimples'sHarold** Sáb 28 Sep 2013, 1:38 am

QUE TRISTE TODO SON UNOS IDIOTAS :( :(

por Invitado Sáb 28 Sep 2013, 3:22 am

Te juro que no pare de llorar en todo el capitulo, ni tampoco deje de llorar ahora. Incluso mi novio se despertó para ver que mierda me pasaba, y le dije que me deje en paz con mi dolor. ah
En serio, no puede ser.
Quisiera enojarme con Louis por no haber hablado con el, pero ni eso puedo, porque es tan triste que se hayan separado.
Como puede ser que el enlace se haya roto tan rápido, ni siquiera le dio a tiempo a parar la ceremonia.
Y cuando leí que le había dicho algo al oído ya estaba imaginando que le decía que lo amaba, o algo así, y preparándome para rodar en el suelo de felicidad, pero no. Tuvo que ser eso.
Louis no puede irse sin hablar con Harry, no pueden terminar separados.
Porque tus adaptaciones tienen que ser tan desgarradoras?
para colmo, supongo que queda muy poco no? :(
Seguila pronto por favor!
Adios

por **Serena Villar Molina** Dom 29 Sep 2013, 7:40 am

Hola querida Liz ;)

Este capitulo me ha roto el corazón :sad:
Joder con el Louis de los cojones!Pero le amo...
Harry le ama y en el fondo no quiere que Lou se vaya ni Lou quiere irse pero ninguno va ha admitirlo y es una mierda.
Quiero bueno más bien EXIGO que vuelvan a estar juntos porque sino sería la muerte para mi.
Bueno cielo síguela porfavor :bye:

por **JessikA.** Dom 29 Sep 2013, 7:59 pm

ay, este ... ay :c
par de idiotas! si se aman como no lo ven :c
ahora que sigue? ay no quiero que se separen por sus mensadas D: SIGUELA PRONTO! Que me esta dando el acabamiento. ME ENCANTA!

por Invitado Mar 01 Oct 2013, 3:15 pm

Dimples'sHarold escribió:QUE TRISTE TODO SON UNOS IDIOTAS :( :(

Hola!
Oh lose siempre lo eh dicho son un par de idiotas, pero se aman.

por Invitado Mar 01 Oct 2013, 3:19 pm

Debby1D escribió:Te juro que no pare de llorar en todo el capitulo, ni tampoco deje de llorar ahora. Incluso mi novio se despertó para ver que mierda me pasaba, y le dije que me deje en paz con mi dolor. ah
En serio, no puede ser.
Quisiera enojarme con Louis por no haber hablado con el, pero ni eso puedo, porque es tan triste que se hayan separado.
Como puede ser que el enlace se haya roto tan rápido, ni siquiera le dio a tiempo a parar la ceremonia.
Y cuando leí que le había dicho algo al oído ya estaba imaginando que le decía que lo amaba, o algo así, y preparándome para rodar en el suelo de felicidad, pero no. Tuvo que ser eso.
Louis no puede irse sin hablar con Harry, no pueden terminar separados.
Porque tus adaptaciones tienen que ser tan desgarradoras?
para colmo, supongo que queda muy poco no? :(
Seguila pronto por favor!
Adios

Hola.
No, ¿en serio? u.u lo siento.
Si, saca de onda, lose.
Oh si eso es matador, estar esperando un "Te amo" o algo así, y te salgan con eso.
No lose, ¿sera que me gusta sufrir a mi también? Bueno de echo, para mi toma mas sentido, cuando hay dolor, y no todo es felicidad.
Oh si solo quedan pocos. (Dos)
Saludos:)
Bye.

por Invitado Mar 01 Oct 2013, 3:21 pm

Serena Villar Molina escribió:Hola querida Liz ;)

Este capitulo me ha roto el corazón :sad:
Joder con el Louis de los cojones!Pero le amo...
Harry le ama y en el fondo no quiere que Lou se vaya ni Lou quiere irse pero ninguno va ha admitirlo y es una mierda.
Quiero bueno más bien EXIGO que vuelvan a estar juntos porque sino sería la muerte para mi.
Bueno cielo síguela porfavor :bye:

Hola nena:)

Oh lo siento.
Oh tranquila no hay mal, que por bien no venga. Oh bueno eso dicen.
Saludos linda:)
Bye

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Odio y posesión (Larry Stylinson) Terminada.