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No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
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Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
Pushi. escribió:O eme ge xd Muchisimas gracias por aceptarme , casi grito de la emoción cuando vi que me habías aceptado! :D Y si , me comprometo totalmente. De hecho , me di cuenta cuando escribía en word , que me corregían eso y revisé y si , estaba mal lo de los puntos y las comas. En mis últimos escritos lo he corregido , asi que tranquila , no voy a cometer el mismo error :) De nuevo muchisimas gracias linda , estoy super ansiosa :D
Ijoijeoifjre, de nada, no tienes nada que agradecer. Tomalo como una crítica constructiva, solo es algo que mejora tu forma de escribir. Me parece bien, y yo tmb ya quiero comenzar
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
Hava. escribió:Vir, te digo que quiero usar en esta nc mi ship de Jacob Artist y Jessica Sula :c eso.
ily+.
Considérelos de su propiedad, señorita. Ahque.
ily+.ily+.ily+.
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
»Boo. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Vir, me encanto :c osea, fue como ksbkjfkh :3 es que, te cuento, estaba buscando el tema de gossip girl de Lau, cuando de repente veo No love in Seattle, y yo como .__. y entonces, me fijo en quien lo ha publicado y eres tu yo: y eso. e.é jsdvhkhds no sé como empezar, así que daré por finalizado mi comentario raro(?). Edito para subir mi capítulo en un rato (:
- de mi fic :
Vanessa abrió los ojos con desilusión y reprimió un suspiro de rabia. La meditación no estaba funcionando. Pese a que creía estar concentrada y lo más en calma que podría estar en un momento como ése, era más que evidente que, lejos de tranquilizarse y pensar con objetividad, sólo estaba enardeciendo sus emociones; se sentía más inestable que antes, fruto lógico de estar dándole vueltas al asunto durante su meditación. Tocó el piso con los pies —pues estaba sobre uno de los muebles de su ventana— y trató de decidir qué hacer a continuación.
¿Por qué siempre tengo que pelearme con él por estupideces?, se preguntó la morena con frustración. Era algo que no entendía. ¿Por qué simplemente no quedarse callada e ignorarla? ¿Por qué siempre esa suerte de necesidad de contestarle, como si fuera un modo de defenderse de sus reproches? Porque eso habían sido sus palabras, reproches, sólo reproches contra lo que era, lo que hacía y lo que decía. Vanessa admitió que también había caído en el juego y le había contestado del mismo mal modo, pero creía no tener la culpa de lo sucedido.
¿O la tenía? Negó con la cabeza y, en vista del fracaso de la meditación, Vanessa se dispuso a utilizar el último recurso de relajación e introspección con que contaba: escribir. No le había contado nunca a ninguno de sus amigos esa particular afición, ya que la consideraba su último refugio personal, pero era posible que lo dedujeran de sus hábitos de lectura. La morena dirigió sus ojos a una estantería de su habitación, de la cual sacó un cuaderno gris, sencillo, sin ninguna rotulación y, sentándose cómodamente en su cama a la vez que sacaba un bolígrafo de su velador, se dispuso a escribir.
No era un tipo de escritura autorreferente, en donde simplemente se dirigiera a un destinatario invisible y le contara sus problemas. No era su estilo. Prefería simplemente armar una breve historia, donde los eventuales personajes sintieran lo mismo que ella sentía y, mediante la resolución del conflicto, lograra una especie de liberación. Siempre lo había hecho del mismo modo y se había convertido en un modo seguro de desplegar aquellas emociones que se arrastraban en su interior, sin correr el riesgo de liberarlas en el proceso. Porque en eso residía la magia del método: al hacer que sus propios tormentos los sufrieran personajes ficticios, los problemas se volvían menos reales al mismo tiempo, como si pertenecieran a un mundo de ficción, donde ella podía hacerlos desaparecer o manipularlos a su antojo. Y así el dolor de su alma se aplacaba o, como en aquellos momentos, la ira iba aflojando su corazón, poco a poco.
Lo único lamentable era que en el momento mismo en que apoyaba el lápiz en la hoja limpia de papel, los recuerdos la azotaban y durante un instante, la dejaban sin aliento, amenazando su frágil y perseverante control. Y, tal como siempre, aquella vez no fue la excepción.
— Siempre crees que eres la que más sufre, ese es tu problema. ¡Pues te doy una noticia! ¡Todos tenemos nuestros asuntos! ¡Todos tenemos nuestros problemas y penas! ¡Y no nos enterramos en la depresión y la oscuridad! Seguimos con nuestra vida, reímos, vivimos.
— Sabes perfectamente que yo no puedo hacer eso —musitó Vanessa, sintiendo que la ira estaba siendo desplazada por el dolor—. Sabes que yo no soy capaz de nada de eso. Eres una irreverente y una desconsiderada. Sabes que no puedo.
— Sí puedes, sólo no quieres. Disfruta el presente alguna vez y deja de pensar en todo lo que no puedes hacer.
— ¡¿Crees que si pudiera no lo haría?! No tienes idea de lo que estás hablando —repitió—. Sólo eres una niña que habla sin pensar.
— Al menos yo estoy viva —replicó ella con la mirada dura—. Y creo que es más de lo que puedo decir de ti.
— Idiota.
— Amargada.
Vanessa dejó el bolígrafo a un lado de la cama con una sonrisa irónica en su rostro. No había escrito ni dos páginas, pero ya estaba segura de que era suficiente. Por eso era que no se preocupaba a la hora de escribir, porque sabía que nunca acababa los escritos en medio de una tormenta emocional. Sólo le servía para relajarse, pues toda la ira, la tristeza o la decepción que pudiera sentir era absorbida por las palabras, pese a que la historia —una batahola literaria irrelevante sobre una chica llamada Mercedes y un joven de nombre Max— estaba apenas comenzando. Sólo era una forma de meditación.
Nessa suspiró. Se sentía cansada. Por muy ilógico que pareciera, esas continuas introspecciones y análisis la dejaban bastante agotada, ya que no sólo requerían de una excepcional concentración, sino también de la evocación de muchos recuerdos, en ocasiones, desagradables, lo que la extenuaba emocionalmente.
Magali era risa y ruido. Su vida se definía en bromas, juegos, peleas y comida china. Era una verdadera héroe, con su propio modo de enfrentar el mundo. Y ella lo admiraba por eso, pero no compartía su modo de vida. La tolerancia era el primer peldaño a la paz, sin embargo. Si quería convivir tranquila con su hermana y con el resto de sus amigos, debería aprender a respetar y a comprender. Comprender profunda y sinceramente que cada uno tenía un modo distinto de pensar y que ese modo, mientras no afectara negativamente o atentara contra otros, estaba bien y merecía respeto. Hasta ese entonces, Vanessa había soportado los estilos de sus amigos, pero nunca los había comprendido. Y también ése era el error de todos, no solamente el de ella. Nessa sabía que era algo particularmente difícil; para la morena, era doblemente duro, ya que su orgullo y su herencia demoníaca obstaculizaban sus deseos de solidarizar con sus amigos.
Vanessa se levantó de la cama, más decidida que nunca a hacer de la convivencia en la casa algo más placentero que de costumbre. Ya libre del tormento de su cumpleaños y, asombrosamente, aún con vida, no iba a desperdiciar la oportunidad que se le había regalado. Dirigió una pequeña sonrisa a la historia inconclusa de Mercedes y Maximilian, la que había logrado calmar su mente, y se prometió a sí misma que la acabaría. Le alegraba que esta vez su escritura y meditación la hubiesen llevado a un resultado concreto, ya que muchas veces sólo la hacían filosofar.
Se disculparía con Magali, algo que nunca había hecho antes. Un ligero nerviosismo la poseía, pero estaba dispuesta a llegar hasta el final. Paz, tolerancia, amistad, hermandad, respeto, cariño… ¿todas esas cosas, en conjunto, no eran más fuerte que la soberbia?
Encontró a la castaña jugando videojuegos en la sala principal. Vanessa elevó sus cejas al máximo; Su hermana seguía molesta y algo sentida, si bien lo controlaba con su propia terapia y a su modo.
— ¡Toma eso, babosa asquerosa! —gritaba, petrificada en la pantalla de la televisión—. ¡Marilyn se merece el premio novel, no tu!
Vanessa insinuó una sonrisa. Televisión v/s escritura. Cada una tenía sus métodos, sin duda. Le satisfizo comprobar que sus emociones estaban tranquilas y receptivas, que se sentía bien. La morena se situó junto a la castaña, que al notarla la miró entre curioso e incómodo.
— Tenemos que hablar —dijo ella, quizás más bruscamente de lo que había pretendido.
— Mira, Vanessa, nosotras… —La voz tajante de la castaña la hizo probar de nuevo.
— Tenemos que hablar —repitió—. Por favor…
Esa última palabra fue lo que la hizo considerar la conversación. Lo cortés no quita lo valiente, pensó la joven. Vanessa se sentó a su lado y se armó de valor para, al fin, doblegar su terco y estúpido orgullo.
— Quería disculparme contigo, Magali —susurró mirándola a sus brillantes y sorprendidos ojos azules—. Te traté injustamente cuando tú sólo deseabas compartir un momento conmigo. Tú no tenías por qué saber que estaba algo susceptible y de poco ánimo y yo no debí decirte todo lo que te dije. Lo siento.
— Vaya —Parpadeó, aturdida—. Nunca creí que viviría lo suficiente para escucharte disculpándote sobre algo.
— No es algo particularmente fácil, Maggie. —Suspiró con fastidio—. Te agradecería si me ayudaras.
— ¡Esta bien! —sonrió con nerviosismo— Tu también perdóname, Nessa. Estabas en un momento de meditación, y siempre nos estas diciendo que no te molestemos cuando estas leyendo.
— No tienes porque, Maggie. Últimamente me eh comportado como no debería contigo, eres mi hermana menor... —suspiro cansadamente— No soy una buena hermana, ¿verdad?
— De hecho, no, no lo eres —Vanessa bajo la cabeza— Pero te quiero con defectos y todo, ademas, eres mi hermana, Vanessa. Te quiero tal y como eres, y lo sabes.
Hay cosas que no cambiarían, definitivamente, pero era parte de la vida, de esta vida llena de horizontes y esperanzas que ahora tenía en sus manos, aceptar estas locuras. ¿Qué seria de la vida sin una mínima gota de locura? Lo mismo que una vida sin un suspiro de prudencia. Porque ambas son necesarias, porque ambas son distintas. Mezcla a tu prudencia un grano de locura, dijo Horacio. Y tenía razón. Era sólo cuestión de compatibilizar, ser flexible y respetar al otro. Porque Vanessa era más prudencia que locura y Magali más locura que prudencia, pero eran hermanas. Y en el opuesto está la verdad.
omg, no era necesario el escrito, ya se como escribis bc mi hermana me lo dice:c. Estas adentro c:::
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
Lau. escribió:estoy bajando música y duraré como 20 mil horas porque a mi me gust todo y bajo todas las canciones y eso, ya, ni les importará, jí.
omg, odio que me pase eso. No digas eso!!! A mi si me importa:cc.
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
JAJAJAJAJA, veronica, bai..Cami. escribió:
- Spoiler:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Hola, vos :c alksdjfg me encantó la idea. Idk, dije no más colectivas, pero amo a todas las de acá con vos y no se, tengo una adicción a esto(? alksdfjg
ahora busco el cap de TIM que escribí y te lo paso askdjfg[color=#ffffff]
Hola, vos. kljeiojreifjrelof aw, yo tmb amo todas las que estoy con vos<3<3 idk, yo les tenia miedo, ahora no(?)
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
.Cami. escribió:
- holi:
capitulo 02 →Sophie Bouvier.— Deseo encontrar al hombre ideal —Le susurré a, literalmente, la nada. Mis ojos picaban, deseando dejar caer una infinita cantidad de lágrimas. Ya cansada de Steven, decidí usar la última oportunidad que tenía para ser feliz. Una idea tonta, si, pero era lo único que me quedaba. Cerré mis ojos fuertemente intentando dormir, pero el ruido del agua caer me hacía mantenerme despierta. En cuanto sentí que la ducha se apagó, mi cuerpo se tensó. La puerta del baño se abrió dejando al descubierto a mi novio sonriendo egocéntricamente, mientras desataba la toalla enredada en su cintura. Me di la vuelta ignorándolo y haciéndole entender que nada pasaría esta noche, ni hoy ni nunca más. No después de lo de hace horas. Bufó frustrado, soy la única que sabe su punto débil; su orgullo.— Sophie, encantada.
— Podrías hablarme al menos—Refunfuñó, yo solo me moví incómoda en la cama, deseando poder salir de ahí. Se metió entre las sábanas y se acercó a mí, acariciando mi brazo—. ¿Por qué estás tan enojada, Soph? ¿Tan mal lo hago?
— Todo lo haces mal, Steven.
— ¿Y qué es lo que debo hacer? Ya no hay nada que te complazca, Sophie—Se quejó. Suspiré pesadamente y me rendí, no podría dormir en ese lugar y mucho menos con el molestando. Tomé mis cosas, un abrigo, las llaves, llamé al perro, y me largué. Ni siquiera me importaba que fuesen las dos de la mañana.
Una hora había pasado desde que comencé a caminar por el parque cercano a casa, Tom había estado olfateando cada cosa que cruzábamos por lo que se había hecho un tanto lento, pero por lo menos pude distraerme un poco y no pensar en el idiota que estaba esperándome en mi supuesto hogar. Ir a casa no sería una buena opción, mi madre me reprocharía por todos mis actos, no podría dejar ir a un hombre de dinero. Su opinión me valía un comino, pero era callarme, vivir en la calle, o con Steven. Consideré la última oferta como un regalo en cuanto me lo propuso, pero en este momento no podía estar más arrepentida.
El clima estaba cálido para ser de madrugada, sin embargo, tenía constantes escalofríos. Jugaba con mi perro entretenida cuando mi teléfono sonó. Atendí y a los dos segundos de oir la voz al otro lado, rodé los ojos y me arrepentí de haberlo hecho.
— ¿Dónde diablos estás? Estás exagerando Sophie. ¿Sabes todo lo que ocurre en las calles y tú te vas así de la nada? ¡Vuelve a casa, idiota! —Mordí mi labio, tragué mis lágrimas, y simplemente contesté;— No lo haré, ya no tienes poder sobre mí, Steven.
— ¿Estás terminando conmigo? —Tartamudeó— No. Claro que no. Este es solo uno de tus estúpidos impulsos y mañana cambiarás de opinión y vendrás rogándome un perdón.
— ¿Desde cuando intercambiamos papeles?—Pregunté irónicamente, no tenía absolutamente nada para reprocharme—. No se si lo entiendes, pero esto se acabó y esta vez no te dejaré volver.
— ¿Vas a reclamarme cosas, también? ¿Piensas dejarme en la calle? —Sonreí orgullosa, todo lo que habíamos construido había sido por mí, pero el siempre quiso meter sus grandes cantidades de dinero en medio— No voy a permitirte esto, ¿Sabías? Contrataré un abogado.
— Puedes sacarme todo lo que tengo, incluso te regalo a mi familia—Reí entre lágrimas—, pero no habrá sentimiento mejor que el saber que ya no estoy atada a un idiota niñito de mamá—Escuché comenzar una respuesta de su parte, pero simplemente terminé la llamada.
— ¿Fuerte pelea?—Dijo alguien detrás de mi, haciendo que saltara. Era un chico rubio, con unos impresionantes ojos celestes y de mi altura. Me sonreía cálidamente y con sus manos en los bolsillos de sus pantalones. Y no tenía ni la más mínima idea de dónde había salido—. Perdón por entrometerme, pero pasé por esa situación ayer y me hubiese gustado tener la valentía que tuviste tú para decir todo eso—Me reí suavemente por su comentario, si supiera que estuve esperando tres años para decirlo, y que no había sentimientos de por medio diciendo, "No lo hieras si lo amas".
— Honestamente, creo que es lo mejor que he dicho y hecho para esta relación.
— Entonces creo que deberías estar orgullosa —Me sonrió—. ¿Quieres ir a tomar algo? Tengo el auto a unas calles.→Niall Horan
Aceptó mi propuesta sonriente, lo que más necesitábamos ambos en este momento era una distracción, y nada mejor que el bar de mi tío para eso. No la emborracharía, claro, pero quizás un par de copas no vendrían mal para ahogar penas, ¿no?
— ¿Debo confiar en que solo eres un lindo chico pasando por lo mismo que yo, no es cierto? No quiero creer que serás un secuestrador o algo por el estilo—Bromeó.
— No lo se, depende—Contesté. Ella encarnó sus cejas exageradamente mientras me miraba. Sostuve nuestras miradas por unos segundos y luego estallamos los dos en carcajadas. Quién diría que de esta escalofriante noche ganaría una amiga.
Nos subimos a mi auto y emprendimos viaje. Platicábamos de lo primero que se nos venía a la mente y nos contábamos sobre nuestras vidas. En cuanto estacioné el coche, ambos bajamos y ella sonrió emocionada. Le devolví la sonrisa, conmovido por su acto de inmadurez. Tomé su mano firmemente y entrelacé nuestros dedos, la llevé hasta la puerta, ganándonos unos cuantos insultos por parte de los que habían hecho fila hace horas, pero no me importaba. En cuanto entramos, comenzó a mirar todo como si fuese una niña pequeña en su nueva casa. Sí, era un bar, pero de noche. A la madrugada se convertía en el boliche más codiciado de la ciudad. Mi tío tenía unos cuantos contactos y pudo construir y abrir esta maravilla.
— Con que un bar, ¿eh?
— Un poco más movido de lo normal, pero según el letrero de la entrada, sí —Tironeé de su brazo y nos llevé a la pista de baile.
Una hora después yacíamos, literalmente, sobre la barra y sin aliento. Pedimos una bebida para saciar nuestra sed, y en cuanto nuestras miradas se cruzaron, volvimos a estallar en risas. Miré mi reloj y, con dificultad y luego de fijar mi vista por unos segundos para intentar de ver lo menos doble posible, vi que eran las 5:17.
—¿Deberíamos ir a casa?—Me preguntó.
— Sip —Respondí—. Pero antes—Dije. Tomé su cara entre mis manos e hice lo que estuve esperando toda la noche. Junté desesperadamente nuestros labios, sintiendo como se mezclaban nuestros alientos con alcohol. Me correspondió luego de unos segundos posando sus brazos detrás de mi cuello, y yo apreté tu cintura para acercarla a mi. Fue un beso corto, sí, pero debo admitir que lo disfruté más de lo normal. En cuanto nos separamos, se rió levemente mordiendo su labio, mientras yo me quedaba embobado viéndola.
— No puedo volver ahora.
— ¿Por qué?
— ¿Qué le digo que hice a mis padres volviendo a las cinco y treinta a casa y en este estado?
— ¿Cuándo saldrán de ahí?
— A las siete salen todos juntos a sus trabajos—Respondió. Apreté mis labios y pensé en una rápida solución. Ensanché mi sonrisa en cuanto vi que seguía llegando gente, hasta las seis o seis y media la fiesta no terminaba.
— Creo que ahora si es tiempo—Dijo entre besos, una hora después de estar encerrados en ese pequeño baño.
— No lo creo—Respondí y tomé la botella de vodka de su mano. Me terminé lo que quedaba de un trago y la a algún lugar por allí. Continué besándola por un tiempo más, hasta que interrumpió de repente.
— ¿No olvidamos algo? —Sonrió traviesamente. Fruncí el ceño, pensando en algo que no fuera el mareo que tenía en ese momento o besarla—. Aún no se tu nombre—Me reí un poco más relajado. Apoyé nuestras frentes y continué sonriendo como un idiota, sin saber si era a causa de la gran cantidad de alcohol que habíamos consumido o porque por primera vez en un largo tiempo me sentía realmente lleno. Quise probar algo nuevo, intentando descubrir si hacía esto por placer o la simple necesidad de hacerlo. Tomé su cuello y toqué sus labios con los míos lentamente, acelerando la velocidad de los movimientos a medida que pasaba el tiempo. Recordé su comentario hace unos minutos y respondí;— Niall, un gusto —Sonrió entre beso y beso y, en cuanto le di un poco de espacio, tomó aire y contestó.
con código y todo askjdfhg
besiño pa voce<3(?
No te deniego porque me da pena :meh: Ahque.
Nah, te estoy jodiendo!!!!!! No se ni para que me mandaste la audicion, te deberias haber considerado dentro :meh: ah.
Bueno, ia tu sabes, estas dentro
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
Vir, ya leí todo y omg, me encantó enseeeerio *-* si ya quiero participar, ¿te envío algo?
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
peralta.
---------
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
Alouette. escribió:Vir, ya leí todo y omg, me encantó enseeeerio *-* si ya quiero participar, ¿te envío algo?[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
omg, no te preocupes Steph, estas dentro
irwin.
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
fuiste a la escuela? o:Valelu. escribió::{
peralta.
---------
Re: No love in Seattle |nc| Audiciones cerradas.
VIRRRRRRR<3[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Yo quiero participar:c asdfghjkl amonese gif:c te tengo que dejar el cap? Estoy ocupando una firma tuya asdfghjkl
taeyong.
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