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Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
O W N :: Archivos :: Canceladas
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Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
Tengo don para pasar de página, ahque xd
Coonie :)
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
jajajaja xDCoonie :) escribió:Tengo don para pasar de página, ahque xd
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
Aloha
Me Encantaron los caps, sabes, tiene razón Ali, tu nove como que tiene mas creatividad, no es que los otros sean aburridos, pero este es diferente, y mas si es de tu social.
Tienes que Seguirla, vale MIL esta Nove. Siguelaaa, quiero leer mas :)
Me Encantaron los caps, sabes, tiene razón Ali, tu nove como que tiene mas creatividad, no es que los otros sean aburridos, pero este es diferente, y mas si es de tu social.
Tienes que Seguirla, vale MIL esta Nove. Siguelaaa, quiero leer mas :)
loveJB
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
Muchisimas gracias! :DloveJB escribió:Aloha
Me Encantaron los caps, sabes, tiene razón Ali, tu nove como que tiene mas creatividad, no es que los otros sean aburridos, pero este es diferente, y mas si es de tu social.
Tienes que Seguirla, vale MIL esta Nove. Siguelaaa, quiero leer mas :)
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
CAPÍTULO 4
Después de quitarnos el chándal y ponernos algo limpio nos quedamos viendo la tele, aunque más que mirar la tele mirábamos el reloj. Por fin llegaron las 16:45.
Tú: Deberíamos ir a buscar a Lucía.
Bianca: Está bien.
Tú: Mamá nos vamos.
Tu Madre: ¿Y eso?
Tú: Vamos a dar una vuelta con unos chicos que conocimos esta mañana.
Tu Madre (riendo): Ah genial, ¡qué os vaya bien!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Picamos al telefonillo del bloque de Lucía.
Lucía: ¿Sí?
Bianca y tú: ¡Baja!
Lucía: Voy.
Bajó Lucía y nos dirigimos al lugar dónde nos habían dicho.
Lucía: Dios mío, ahí están.
Bianca: Que guapos son, pero resalta uno más que los demás eh.
Lucía y tú: ¿Carlos?
Bianca: Es muy mono, no digáis que no.
Estaba tranquila, Alex no estaba.
Carlos: ¡Hola! Me alegro de que hayáis venido.
Bianca: ¿Y Alex?
Le pegué un codazo a Bianca, ¿por qué tuvo que preguntar por él? Los demás pensarían que fui yo quien le dijo que preguntara.
Raúl: Ha ido a dejar a su hermana a casa, que acaba de salir del colegio.
¿Alex tenía una hermana? ¿Y se encargaba de ella? No podía imaginármelo.
Iñigo: Nos ha dicho que vayamos a las pistas de atletismo, que él irá directamente para allí.
Tú: ¿Y por qué no se viene con nosotros en vez de irse solo?
Raúl: ¿Quién ha dicho que se ha ido solo? Ha ido con unas amigas suyas.
Cómo no, seguramente ahora mismo se estará liando con alguna de ellas.
Iñigo: ¿Vamos?
Nos pusimos en camino hacia las pistas, tal y como había dicho Alex. Se me acercó Iñigo y empezamos a hablar.
Iñigo: Parece mentira la cantidad de amigas que tiene Alex.
Tú: ¿Cómo es que tiene tantas?
Iñigo: Le gusta mucho salir de fiesta y eso, y como es guapo pues liga muchísimo. ¿A ti no te parece guapo?
¿Qué iba a decir yo ahora?
Tú: La verdad es que sí, pero tú no digas que yo he dicho esto eh.
Iñigo (riendo): ¡Claro que no! Puedes confiar en mí (tn).
Las palabras de Iñigo me tranquilizaron, aunque ya se veía que era una persona de confianza.
Iñigo: Te diré una cosa, Alex parece muy cabrón al principio, pero cuando le conoces es una gran persona.
En ese momento vi a Alex de lejos, con tres chicas y un chico, estaban sentados en un banco. Se dio cuenta de que veníamos y se levantó. Me miró y no pude evitar ponerme nerviosa.
Alex: ¿Pero qué belleza veo venir?
Pasé de él, lo mejor era no contestarle, no vaya a ser que empiece a tartamudear otra vez.
Miré a las chicas, una de ellas me sonaba mucho, ¡era Angela! Angela era una compañera de clase.
Angela: ¡Hola chicas!
Bianca, Lucía y tú:¡Hola! ¿Qué haces tú por aquí?
Angela Pues que estoy saliendo con David.
Tú: Es el que conociste esta mañana, ¿verdad?
Angela: Sí.
Tú: ¡Pero si os conocéis desde hace 6 horas!
Angela era muy maja, pero tenía una obsesión por las relaciones hiper mega cortas y ultra rápidas.
Angela: Ya lo sé, pero me he enamorado. Es que no puedo estar lejos de él ni un segundo. Cuando tú te enamores lo entenderás.
Alex: Claro, cuando te enamores de mí la entenderás.
Tú: Lo llevas claro chaval.
Alex: ¿Que te apuestas?
Tú: ¡Nada! ¡Porque no va a pasar!
Alex: Ya verás… Si pasa, me dejaras llevarte un día a donde yo quiera.
Tú: Pues vale, total, vas a perder. Si gano yo te tiras de un puente, ¿vale?
Alex: Que mala eres.
Tú: Esto solo es el principio.
Lucía: Que haya paz.
Bianca (susurrando a Carlos): Yo creo que acabaran juntos.
Carlos (susurrando a Bianca): Yo también lo creo.
Alex: ¿Ves? Hasta ella lo dice.
Hice como si no oyera nada, ¿cómo podía ser que pensaran que acabaríamos juntos? ¡Era imposible! Él es un mujeriego, cuando se canse de mí iría a por otra.
Carlos: ¿Vamos al parque ese que hay tantos columpios y mucha zona verde? ¿Sabéis cual os digo?
Ese parque era mi favorito. Aparte de haber mucha zona verde y muchos columpios, había como un pequeño estanque con peces naranjas y renacuajos, tenía un mini puente encima con enredaderas por las barras de metal rojas, y el suelo del puente era de madera antigua. Ese parque era el mejor sitio para ver la puesta de sol, era increíble.
Tú: ¡Claro!
Cuando llegamos al parque, nos pusimos en un trozo de hierba apartados de los demás, ya y que los chicos iban a jugar con una pelota y no queríamos darle un pelotazo a ningún niño que pasara por allí.
Estábamos todos juntos, pero a la vez separados. Mientras Iñigo y Raúl hacían unos pases con la pelota, Carlos y Bianca estaban hablando, hacían buena pareja. Lucía, Jordi y yo estábamos comentando el primer juego de la PlayStation que hubo. De pronto noté una presencia a mi lado derecho, era Alex.
Alex: Oye (tn), ya y que parece ser que nos veremos bastante ahora, quería zanjar el tema de esta mañana.
Tú: ¿Qué tema?
Alex: Lo de entrarte así esta mañana, besarte.
Tú: ¿Haces eso muy a menudo?
Alex: ¡Qué va! Solo a veces.
Tú: Ya, claro…
Alex: Mira te explico…
Tú (cortándole): No hace falta que me expliques nada.
Alex (mirándome seriamente): Bueno pero yo quiero, así que te callas y escuchas, ¿o tienes algo mejor que hacer?
Tú: Vale, he sido un poco borde, lo siento… Pero lo tuyo es peor eh.
Alex: ¡Pero que me dejes explicártelo!
Acabamos los dos riéndonos. Su sonrisa era bonita, enamoraba. Bueno, enamoraría a alguien que creyera en el amor de verdad.
Al final no me explicó nada, ya y que cuando estaba a punto de explicármelo, Carlos le llamó para empezar a jugar todos a la pelota. Nosotras nos quedamos en los columpios, que por casualidad habían tres libres. Nos pusimos de cara a ellos para poder verlos jugar.
Bianca: Os tengo que decir algo.
Lucía: ¿Te mola mucho Carlos?
Bianca: Creo que sí.
Lucía: A mí me está empezando a gustar un poco Jordi, me entiende.
Tú: ¿Con videojuegos?
Lucía (riendo): Sí, ¿vale?
Después de unas risas, vino la pregunta que estaba esperando.
Lucía: A ti te gusta Alex ¿verdad?
Mi corazón empezó a latir más deprisa, esa pregunta me puso nerviosa.
Bianca: Claro, ¿no ves como está cada vez que alguien habla de él?
Tú: No me gusta.
Bianca: Poco te falta.
Después de quitarnos el chándal y ponernos algo limpio nos quedamos viendo la tele, aunque más que mirar la tele mirábamos el reloj. Por fin llegaron las 16:45.
Tú: Deberíamos ir a buscar a Lucía.
Bianca: Está bien.
Tú: Mamá nos vamos.
Tu Madre: ¿Y eso?
Tú: Vamos a dar una vuelta con unos chicos que conocimos esta mañana.
Tu Madre (riendo): Ah genial, ¡qué os vaya bien!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Picamos al telefonillo del bloque de Lucía.
Lucía: ¿Sí?
Bianca y tú: ¡Baja!
Lucía: Voy.
Bajó Lucía y nos dirigimos al lugar dónde nos habían dicho.
Lucía: Dios mío, ahí están.
Bianca: Que guapos son, pero resalta uno más que los demás eh.
Lucía y tú: ¿Carlos?
Bianca: Es muy mono, no digáis que no.
Estaba tranquila, Alex no estaba.
Carlos: ¡Hola! Me alegro de que hayáis venido.
Bianca: ¿Y Alex?
Le pegué un codazo a Bianca, ¿por qué tuvo que preguntar por él? Los demás pensarían que fui yo quien le dijo que preguntara.
Raúl: Ha ido a dejar a su hermana a casa, que acaba de salir del colegio.
¿Alex tenía una hermana? ¿Y se encargaba de ella? No podía imaginármelo.
Iñigo: Nos ha dicho que vayamos a las pistas de atletismo, que él irá directamente para allí.
Tú: ¿Y por qué no se viene con nosotros en vez de irse solo?
Raúl: ¿Quién ha dicho que se ha ido solo? Ha ido con unas amigas suyas.
Cómo no, seguramente ahora mismo se estará liando con alguna de ellas.
Iñigo: ¿Vamos?
Nos pusimos en camino hacia las pistas, tal y como había dicho Alex. Se me acercó Iñigo y empezamos a hablar.
Iñigo: Parece mentira la cantidad de amigas que tiene Alex.
Tú: ¿Cómo es que tiene tantas?
Iñigo: Le gusta mucho salir de fiesta y eso, y como es guapo pues liga muchísimo. ¿A ti no te parece guapo?
¿Qué iba a decir yo ahora?
Tú: La verdad es que sí, pero tú no digas que yo he dicho esto eh.
Iñigo (riendo): ¡Claro que no! Puedes confiar en mí (tn).
Las palabras de Iñigo me tranquilizaron, aunque ya se veía que era una persona de confianza.
Iñigo: Te diré una cosa, Alex parece muy cabrón al principio, pero cuando le conoces es una gran persona.
En ese momento vi a Alex de lejos, con tres chicas y un chico, estaban sentados en un banco. Se dio cuenta de que veníamos y se levantó. Me miró y no pude evitar ponerme nerviosa.
Alex: ¿Pero qué belleza veo venir?
Pasé de él, lo mejor era no contestarle, no vaya a ser que empiece a tartamudear otra vez.
Miré a las chicas, una de ellas me sonaba mucho, ¡era Angela! Angela era una compañera de clase.
Angela: ¡Hola chicas!
Bianca, Lucía y tú:¡Hola! ¿Qué haces tú por aquí?
Angela Pues que estoy saliendo con David.
Tú: Es el que conociste esta mañana, ¿verdad?
Angela: Sí.
Tú: ¡Pero si os conocéis desde hace 6 horas!
Angela era muy maja, pero tenía una obsesión por las relaciones hiper mega cortas y ultra rápidas.
Angela: Ya lo sé, pero me he enamorado. Es que no puedo estar lejos de él ni un segundo. Cuando tú te enamores lo entenderás.
Alex: Claro, cuando te enamores de mí la entenderás.
Tú: Lo llevas claro chaval.
Alex: ¿Que te apuestas?
Tú: ¡Nada! ¡Porque no va a pasar!
Alex: Ya verás… Si pasa, me dejaras llevarte un día a donde yo quiera.
Tú: Pues vale, total, vas a perder. Si gano yo te tiras de un puente, ¿vale?
Alex: Que mala eres.
Tú: Esto solo es el principio.
Lucía: Que haya paz.
Bianca (susurrando a Carlos): Yo creo que acabaran juntos.
Carlos (susurrando a Bianca): Yo también lo creo.
Alex: ¿Ves? Hasta ella lo dice.
Hice como si no oyera nada, ¿cómo podía ser que pensaran que acabaríamos juntos? ¡Era imposible! Él es un mujeriego, cuando se canse de mí iría a por otra.
Carlos: ¿Vamos al parque ese que hay tantos columpios y mucha zona verde? ¿Sabéis cual os digo?
Ese parque era mi favorito. Aparte de haber mucha zona verde y muchos columpios, había como un pequeño estanque con peces naranjas y renacuajos, tenía un mini puente encima con enredaderas por las barras de metal rojas, y el suelo del puente era de madera antigua. Ese parque era el mejor sitio para ver la puesta de sol, era increíble.
Tú: ¡Claro!
Cuando llegamos al parque, nos pusimos en un trozo de hierba apartados de los demás, ya y que los chicos iban a jugar con una pelota y no queríamos darle un pelotazo a ningún niño que pasara por allí.
Estábamos todos juntos, pero a la vez separados. Mientras Iñigo y Raúl hacían unos pases con la pelota, Carlos y Bianca estaban hablando, hacían buena pareja. Lucía, Jordi y yo estábamos comentando el primer juego de la PlayStation que hubo. De pronto noté una presencia a mi lado derecho, era Alex.
Alex: Oye (tn), ya y que parece ser que nos veremos bastante ahora, quería zanjar el tema de esta mañana.
Tú: ¿Qué tema?
Alex: Lo de entrarte así esta mañana, besarte.
Tú: ¿Haces eso muy a menudo?
Alex: ¡Qué va! Solo a veces.
Tú: Ya, claro…
Alex: Mira te explico…
Tú (cortándole): No hace falta que me expliques nada.
Alex (mirándome seriamente): Bueno pero yo quiero, así que te callas y escuchas, ¿o tienes algo mejor que hacer?
Tú: Vale, he sido un poco borde, lo siento… Pero lo tuyo es peor eh.
Alex: ¡Pero que me dejes explicártelo!
Acabamos los dos riéndonos. Su sonrisa era bonita, enamoraba. Bueno, enamoraría a alguien que creyera en el amor de verdad.
Al final no me explicó nada, ya y que cuando estaba a punto de explicármelo, Carlos le llamó para empezar a jugar todos a la pelota. Nosotras nos quedamos en los columpios, que por casualidad habían tres libres. Nos pusimos de cara a ellos para poder verlos jugar.
Bianca: Os tengo que decir algo.
Lucía: ¿Te mola mucho Carlos?
Bianca: Creo que sí.
Lucía: A mí me está empezando a gustar un poco Jordi, me entiende.
Tú: ¿Con videojuegos?
Lucía (riendo): Sí, ¿vale?
Después de unas risas, vino la pregunta que estaba esperando.
Lucía: A ti te gusta Alex ¿verdad?
Mi corazón empezó a latir más deprisa, esa pregunta me puso nerviosa.
Bianca: Claro, ¿no ves como está cada vez que alguien habla de él?
Tú: No me gusta.
Bianca: Poco te falta.
Última edición por DreamerForever el Lun 15 Jul 2013, 2:54 pm, editado 1 vez
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
Pues yo no he notado la diferencia. Y sube ya el 5º capitulo! :P
kaiser2
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
kaiser2 escribió:Pues yo no he notado la diferencia. Y sube ya el 5º capitulo! :P
La diferencia está en que en los primeros capítulos había un espacio entre todas las frases, en cambio en los dos últimos solo dejé espacio entre el dialogo y los pensamientos, para diferenciarlos. Aunque bueno, da igual xD
Subiré 1 capítulo por día ya y que son bastante larguitos, menos cuando cuelgue alguno corto, que entonces colgaré otro por la tarde ^^
En teoria será así, pero posiblemente algun día esté más aburrida de lo normal y me dedicaré a poner otro de más xD
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
no no no no no no
mejor 2 por diaaaa!!! :fuckya:
:xd:
mejor 2 por diaaaa!!! :fuckya:
:xd:
kaiser2
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
jajajajaja me encanta la ranita :3kaiser2 escribió: no no no no no no
mejor 2 por diaaaa!!! :fuckya:
:xd:
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
CAPÍTULO 5
Bianca: Chicos, mi padre vendrá a buscarme dentro de media hora, y tengo que ir a casa de (tn) a buscar la mochila. ¿Nos veremos mañana?
A Carlos le cambió la cara totalmente.
Carlos: ¿Ya te vas?
Bianca: Sí…
Carlos (mirando a los chicos): ¿Las acompañamos? No podemos dejar que tres chicas tan guapas vayan solas por la calle cuando casi es de noche.
Alex: Por supuesto.
Jordi (mirándonos): ¿Os importa que os acompañemos?
Lucía (sonrojada): Claro que no.
El camino hasta casa fue muy divertido, no parábamos de hacer tonterías por la calle y de reír hasta llorar. Hasta que Alex se puso a hablar con una chica.
¿??: ¿Alex?
A Alex se le cambió la cara.
Alex (secamente): Hola Elena.
Elena: Cuanto tiempo sin verte, ¿cómo estás?
Alex: Bien. Me tengo que ir, adiós.
Alex se dirigió hacia nosotros, pero se dio la vuelta cuando esa chica le volvió a hablar.
Elena: ¡Espera Alex!
Alex (girándose): ¿Qué quieres?
Elena: Me gustaría que un día quedáramos, para poder explicarte lo que pasó.
Alex: No hace falta que me expliques nada. Ya lo sé todo.
Alex dejó con la palabra en la boca a Elena, le dio la espalda y se dirigió hacia Raúl.
Raúl: Tío, ¿cómo estás?
Alex: Bien, ¿nos vamos?
Llegamos a casa de Lucía, nos despedimos de ella y nos pusimos de camino a mi casa.
Iñigo: Con que es aquí donde vives ¿eh? Ya te vendré a secuestrar algún día para irnos de tiendas.
Tú (riendo): ¡Cuándo quieras!
Bianca: Eh secuéstrame a mí, ¡yo también quiero!
Alex tenía la mirada perdida. Le iba a preguntar si le pasaba algo, pero seguramente no querría hablar de sus sentimientos conmigo, sólo me conocía de un día.
Bianca: Gracias por acompañarnos.
Carlos: No hay de qué.
Tú: ¡Hasta mañana!
Bianca cogió la mochila y se marchó, yo me fui a la ducha, cené y me fui a mi habitación. Me estiré en la cama, con la radio encendida y se me vino a la mente la imagen de Alex con aquella chica, ¿quién sería esa tal Elena?
. . . . . .
Me despertó la alarma del móvil. Genial, era martes. Odio los martes, más que nada porque no me gustan las clases que hay que hacer ese día, se me hacen pesadas y están muy mal organizadas. Pero esta vez sería diferente, ya y que tocaban otra vez Jornadas Deportivas. Me puse el chándal de pantalones largos ya y que hacía muy mal día, a pesar de ser temprano ya se veía que el día estaría totalmente nublado.
. . . . . .
Esta vez el conserje no tenía una sonrisa en la boca. ¿Qué le pasaría? Si hoy también íbamos al polideportivo, es decir, no habrían clases y él no tendría que trabajar gritando a los chavales que no corrieran por los pasillos, que el patio se había acabado, y esas mil y una frases que siempre tienen los conserjes en la boca.
Cuando todos estábamos sentados en nuestro sitio, la profesora empezó a hablar.
Mari Carmen: Chicos, hoy no hay Jornadas Deportivas.
Toda la clase: ¿¡Qué?!
Mari Carmen: Dicen que hoy va a llover, y hemos quedado con los demás institutos en que el último día de Jornadas Deportivas que se supone que deberíamos hacer hoy, lo haremos el martes de la semana que viene.
Lucía, Bianca y yo compartimos una mirada preocupada.
Mari Carmen: Por lo tanto, hoy será un día de clase normal, aunque no llevéis los libros, haremos una clase un poco distinta pero hoy será un día normal.
Las dos horas estuvieron bien, en Música solamente vimos videoclips antiguos y en Biología vimos un documental de comida sana.
En la hora del patio nos bombardearon a mensajes a través del grupo que habíamos formado Raúl, Carlos, Iñigo, Jordi, Bianca, Lucía y yo.
Conversación de Whatsapp:
-------------------------------------------------
Carlos (11:02): ¡Hoy no hay Jornadas Deportivas!
Bianca (11:02): ¡Ya! ¿Qué haremos?
Jordi (11:02): Quedaremos ¿no?
Iñigo (11:03): ¡Se os echa de menos preciosidades!
Raúl (11:04): ¿Quedamos esta tarde? ¿Mismo sitio y hora que ayer?
Tú (11:04): No podemos, tenemos que acabar un trabajo de Sociales.
Raúl (11:04): Pues vaya…
--------------------------------------------------
Se acabó el martes, bueno las clases del martes y nos fuimos a casa de Bianca.
Bianca: Este trabajo es muy fácil, seguro que lo acabamos en media hora y nos podemos ir con ellos.
Tú: No tengas tanta prisa, por un día que no les veamos no te vas a morir, sólo los conoces desde ayer.
Lucía: Ya, pero se esta tan bien con ellos…
Lo que dijo Lucía era verdad, no sé cómo explicarlo, pero con ellos nos volvimos a sentir vivas.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tal y como dijo Bianca, acabamos en media hora y el trabajo fue bastante fácil de hacer. Aún así en vez de ir con ellos, nos quedamos en casa viendo una película tiradas en el sofá.
Lucía: ¿Una peli romántica?
Bianca (riendo): Claro para que cojas ideas.
De repente me llegó un WhatsApp, de un número desconocido.
Tú: ¿Conocéis este número?
Lucía y Bianca se acercaron a mi móvil, lo miraron con cara extrañada y contestaron que no.
Conversación por WhatsApp:
--------------------------------------------------
¿?? (18:00): Hola guapa.
Tú (18:00): ¿Quién eres?
¿?? (18:01): ¿Ya me has olvidado?
Tú (18:01): ¿Alex?
Alex (18:02): Ese soy yo.
Tú (18:03): ¿Cómo has conseguido mi número?
Alex (18:04): Tengo contactos ¿sabes?
---------------------------------------------------
Me consiguió sacar una sonrisa.
Estuvimos toda la tarde hablando, a mensajes cada 5 minutos o así. En verdad sí que era majo cuando le conocías mejor. Si lo comparaba con cómo era cuando le conocí y como hablábamos ahora, parecían personas diferentes.
Bianca: Chicos, mi padre vendrá a buscarme dentro de media hora, y tengo que ir a casa de (tn) a buscar la mochila. ¿Nos veremos mañana?
A Carlos le cambió la cara totalmente.
Carlos: ¿Ya te vas?
Bianca: Sí…
Carlos (mirando a los chicos): ¿Las acompañamos? No podemos dejar que tres chicas tan guapas vayan solas por la calle cuando casi es de noche.
Alex: Por supuesto.
Jordi (mirándonos): ¿Os importa que os acompañemos?
Lucía (sonrojada): Claro que no.
El camino hasta casa fue muy divertido, no parábamos de hacer tonterías por la calle y de reír hasta llorar. Hasta que Alex se puso a hablar con una chica.
¿??: ¿Alex?
A Alex se le cambió la cara.
Alex (secamente): Hola Elena.
Elena: Cuanto tiempo sin verte, ¿cómo estás?
Alex: Bien. Me tengo que ir, adiós.
Alex se dirigió hacia nosotros, pero se dio la vuelta cuando esa chica le volvió a hablar.
Elena: ¡Espera Alex!
Alex (girándose): ¿Qué quieres?
Elena: Me gustaría que un día quedáramos, para poder explicarte lo que pasó.
Alex: No hace falta que me expliques nada. Ya lo sé todo.
Alex dejó con la palabra en la boca a Elena, le dio la espalda y se dirigió hacia Raúl.
Raúl: Tío, ¿cómo estás?
Alex: Bien, ¿nos vamos?
Llegamos a casa de Lucía, nos despedimos de ella y nos pusimos de camino a mi casa.
Iñigo: Con que es aquí donde vives ¿eh? Ya te vendré a secuestrar algún día para irnos de tiendas.
Tú (riendo): ¡Cuándo quieras!
Bianca: Eh secuéstrame a mí, ¡yo también quiero!
Alex tenía la mirada perdida. Le iba a preguntar si le pasaba algo, pero seguramente no querría hablar de sus sentimientos conmigo, sólo me conocía de un día.
Bianca: Gracias por acompañarnos.
Carlos: No hay de qué.
Tú: ¡Hasta mañana!
Bianca cogió la mochila y se marchó, yo me fui a la ducha, cené y me fui a mi habitación. Me estiré en la cama, con la radio encendida y se me vino a la mente la imagen de Alex con aquella chica, ¿quién sería esa tal Elena?
. . . . . .
Me despertó la alarma del móvil. Genial, era martes. Odio los martes, más que nada porque no me gustan las clases que hay que hacer ese día, se me hacen pesadas y están muy mal organizadas. Pero esta vez sería diferente, ya y que tocaban otra vez Jornadas Deportivas. Me puse el chándal de pantalones largos ya y que hacía muy mal día, a pesar de ser temprano ya se veía que el día estaría totalmente nublado.
. . . . . .
Esta vez el conserje no tenía una sonrisa en la boca. ¿Qué le pasaría? Si hoy también íbamos al polideportivo, es decir, no habrían clases y él no tendría que trabajar gritando a los chavales que no corrieran por los pasillos, que el patio se había acabado, y esas mil y una frases que siempre tienen los conserjes en la boca.
Cuando todos estábamos sentados en nuestro sitio, la profesora empezó a hablar.
Mari Carmen: Chicos, hoy no hay Jornadas Deportivas.
Toda la clase: ¿¡Qué?!
Mari Carmen: Dicen que hoy va a llover, y hemos quedado con los demás institutos en que el último día de Jornadas Deportivas que se supone que deberíamos hacer hoy, lo haremos el martes de la semana que viene.
Lucía, Bianca y yo compartimos una mirada preocupada.
Mari Carmen: Por lo tanto, hoy será un día de clase normal, aunque no llevéis los libros, haremos una clase un poco distinta pero hoy será un día normal.
Las dos horas estuvieron bien, en Música solamente vimos videoclips antiguos y en Biología vimos un documental de comida sana.
En la hora del patio nos bombardearon a mensajes a través del grupo que habíamos formado Raúl, Carlos, Iñigo, Jordi, Bianca, Lucía y yo.
Conversación de Whatsapp:
-------------------------------------------------
Carlos (11:02): ¡Hoy no hay Jornadas Deportivas!
Bianca (11:02): ¡Ya! ¿Qué haremos?
Jordi (11:02): Quedaremos ¿no?
Iñigo (11:03): ¡Se os echa de menos preciosidades!
Raúl (11:04): ¿Quedamos esta tarde? ¿Mismo sitio y hora que ayer?
Tú (11:04): No podemos, tenemos que acabar un trabajo de Sociales.
Raúl (11:04): Pues vaya…
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Se acabó el martes, bueno las clases del martes y nos fuimos a casa de Bianca.
Bianca: Este trabajo es muy fácil, seguro que lo acabamos en media hora y nos podemos ir con ellos.
Tú: No tengas tanta prisa, por un día que no les veamos no te vas a morir, sólo los conoces desde ayer.
Lucía: Ya, pero se esta tan bien con ellos…
Lo que dijo Lucía era verdad, no sé cómo explicarlo, pero con ellos nos volvimos a sentir vivas.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tal y como dijo Bianca, acabamos en media hora y el trabajo fue bastante fácil de hacer. Aún así en vez de ir con ellos, nos quedamos en casa viendo una película tiradas en el sofá.
Lucía: ¿Una peli romántica?
Bianca (riendo): Claro para que cojas ideas.
De repente me llegó un WhatsApp, de un número desconocido.
Tú: ¿Conocéis este número?
Lucía y Bianca se acercaron a mi móvil, lo miraron con cara extrañada y contestaron que no.
Conversación por WhatsApp:
--------------------------------------------------
¿?? (18:00): Hola guapa.
Tú (18:00): ¿Quién eres?
¿?? (18:01): ¿Ya me has olvidado?
Tú (18:01): ¿Alex?
Alex (18:02): Ese soy yo.
Tú (18:03): ¿Cómo has conseguido mi número?
Alex (18:04): Tengo contactos ¿sabes?
---------------------------------------------------
Me consiguió sacar una sonrisa.
Estuvimos toda la tarde hablando, a mensajes cada 5 minutos o así. En verdad sí que era majo cuando le conocías mejor. Si lo comparaba con cómo era cuando le conocí y como hablábamos ahora, parecían personas diferentes.
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
CAPÍTULO 6
Eran las 20:30 y decidí irme a mi casa, estaba muy cansada.
Tu madre: ¿Ya habéis acabado el trabajo?
Tú: Sí.
Mi madre me miró con una cara extraña.
Tu madre: ¿Te pasa algo?
Tú: Nada, solo estoy cansada.
Tu madre: Date una ducha y estarás mejor.
Tal y como dijo, me fui a la ducha y estaba muchísimo mejor. De repente me suena un WhatsApp, lo cogí y vi que era Alex.
------------------------------------------------
Alex (20:42): ¿Qué haces preciosa?
Tú (20:44): Estoy en la ducha, hablamos después, ¿vale?
Alex (20:45): Con que estas en la ducha… ¿puedo ir?
Tú (20:45): ¿Hace falta que te responda?
-------------------------------------------------
Llegó el miércoles, después el jueves y por fin el viernes. No pasó nada especial ese día, hasta que salí de la última clase del día. Era como tener una condicional en la cárcel, puedes salir pero tienes que volver, eso lo conocía la gente como “fin de semana”.
Recogí mis libros, me colgué la mochila al hombro y esperé a que Bianca y Lucía hicieran lo mismo para irnos juntas. Fui la primera en salir de la clase y me quedé atónita cuando vi a Alex apoyado en una pared y mirándome fijamente.
Alex: Sé que soy guapo, pero no hace falta que te quedes mirándome tanto rato.
Tú: ¿Se puede saber que haces aquí?
Alex: ¿A qué quieres que venga? ¡Pues a verte! Hace mucho que no te veo.
Pasé de largo y Alex camino hacia mí para ponerse con Bianca, Lucía y conmigo.
Bianca y Lucía: ¡Hola!
Alex: Hola guapas.
Tú: ¿Se puede saber cómo has entrado?
Alex: Es secreto. Pero si me das un beso te lo cuento.
Tú: Sigue soñando.
Alex: Algún día me lo pedirás.
Tú (riéndote con sarcasmo): Claro que sí Alex.
Alex: A parte de venir a verte también he venido para deciros que queremos dar una vuelta con vosotras esta tarde, ¿podéis?
Bianca: ¡Sí!
Alex: Genial, mismo sitio y misma hora, ¿vale?
Lucía: Vale
Acto seguido, desapareció entre las masas de gente que salían de sus clases.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Estábamos en casa de Lucía, ya eran casi las 5.
Lucía: Me duele mucho la cabeza…
Tú: A ti siempre te duele algo.
Bianca: Me ha llegado un WhatsApp de Carlos diciendo que están abajo esperándonos.
Lucía: ¿Puedes ir y decirles que tardaremos un poquito? Me voy a tumbar en la cama un momento a que se me pase.
Tú: Está bien.
Cogí el móvil y me puse los auriculares con la música a todo volumen. Bajé por las escaleras casi saltando. Salí por la puerta y no vi a nadie. Sentí una mano en mi hombro y me giré.
Tú: ¡Alex! Me has asustado.
Alex: Si te quitaras los auriculares…
Tú (quitándotelos): Oye ¿y los demás?
Alex: Dicen que tardarán un poco.
Tú: Pues genial, a Lucía le duele la cabeza y me ha dicho que bajara para deciros que tardaría un poco.
Alex: Oye, ¿y si vamos a dar una vuelta mientras?
Tú: Bueno, espera que las aviso.
Llamada telefónica:
---------------------------------------------------------
Tú: Bianca, aquí solo esta Alex, nos vamos a dar una vuelta por aquí cerca mientras a Lucía se le pasa el dolor de cabeza y llegan los demás ¿vale?
Bianca: Sí, sí, tranquila no tengas prisa que parece ser que a Lucía cada vez le duele más.
Tú: Pobrecita… Si pasa algo me llamáis.
Bianca: Vale.
Tú: Hasta luego.
----------------------------------------------------------
Lucía: ¿Se lo ha tragado?
Bianca: Enterito.
Lucía (riendo): Alex nos debe un favor muy grande…
Eran las 20:30 y decidí irme a mi casa, estaba muy cansada.
Tu madre: ¿Ya habéis acabado el trabajo?
Tú: Sí.
Mi madre me miró con una cara extraña.
Tu madre: ¿Te pasa algo?
Tú: Nada, solo estoy cansada.
Tu madre: Date una ducha y estarás mejor.
Tal y como dijo, me fui a la ducha y estaba muchísimo mejor. De repente me suena un WhatsApp, lo cogí y vi que era Alex.
------------------------------------------------
Alex (20:42): ¿Qué haces preciosa?
Tú (20:44): Estoy en la ducha, hablamos después, ¿vale?
Alex (20:45): Con que estas en la ducha… ¿puedo ir?
Tú (20:45): ¿Hace falta que te responda?
-------------------------------------------------
Llegó el miércoles, después el jueves y por fin el viernes. No pasó nada especial ese día, hasta que salí de la última clase del día. Era como tener una condicional en la cárcel, puedes salir pero tienes que volver, eso lo conocía la gente como “fin de semana”.
Recogí mis libros, me colgué la mochila al hombro y esperé a que Bianca y Lucía hicieran lo mismo para irnos juntas. Fui la primera en salir de la clase y me quedé atónita cuando vi a Alex apoyado en una pared y mirándome fijamente.
Alex: Sé que soy guapo, pero no hace falta que te quedes mirándome tanto rato.
Tú: ¿Se puede saber que haces aquí?
Alex: ¿A qué quieres que venga? ¡Pues a verte! Hace mucho que no te veo.
Pasé de largo y Alex camino hacia mí para ponerse con Bianca, Lucía y conmigo.
Bianca y Lucía: ¡Hola!
Alex: Hola guapas.
Tú: ¿Se puede saber cómo has entrado?
Alex: Es secreto. Pero si me das un beso te lo cuento.
Tú: Sigue soñando.
Alex: Algún día me lo pedirás.
Tú (riéndote con sarcasmo): Claro que sí Alex.
Alex: A parte de venir a verte también he venido para deciros que queremos dar una vuelta con vosotras esta tarde, ¿podéis?
Bianca: ¡Sí!
Alex: Genial, mismo sitio y misma hora, ¿vale?
Lucía: Vale
Acto seguido, desapareció entre las masas de gente que salían de sus clases.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Estábamos en casa de Lucía, ya eran casi las 5.
Lucía: Me duele mucho la cabeza…
Tú: A ti siempre te duele algo.
Bianca: Me ha llegado un WhatsApp de Carlos diciendo que están abajo esperándonos.
Lucía: ¿Puedes ir y decirles que tardaremos un poquito? Me voy a tumbar en la cama un momento a que se me pase.
Tú: Está bien.
Cogí el móvil y me puse los auriculares con la música a todo volumen. Bajé por las escaleras casi saltando. Salí por la puerta y no vi a nadie. Sentí una mano en mi hombro y me giré.
Tú: ¡Alex! Me has asustado.
Alex: Si te quitaras los auriculares…
Tú (quitándotelos): Oye ¿y los demás?
Alex: Dicen que tardarán un poco.
Tú: Pues genial, a Lucía le duele la cabeza y me ha dicho que bajara para deciros que tardaría un poco.
Alex: Oye, ¿y si vamos a dar una vuelta mientras?
Tú: Bueno, espera que las aviso.
Llamada telefónica:
---------------------------------------------------------
Tú: Bianca, aquí solo esta Alex, nos vamos a dar una vuelta por aquí cerca mientras a Lucía se le pasa el dolor de cabeza y llegan los demás ¿vale?
Bianca: Sí, sí, tranquila no tengas prisa que parece ser que a Lucía cada vez le duele más.
Tú: Pobrecita… Si pasa algo me llamáis.
Bianca: Vale.
Tú: Hasta luego.
----------------------------------------------------------
Lucía: ¿Se lo ha tragado?
Bianca: Enterito.
Lucía (riendo): Alex nos debe un favor muy grande…
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
CAPÍTULO 7
Tú (mirando debajo del brazo de Alex): Eres skater?
Alex: Sí.
Tú: ¿Desde cuándo?
Alex (con cara de pensativo): Pues desde que tenía 14.
Tú: ¿Y cuántos años tienes?
Alex: 15, casi 16 ¿y tú preciosa?
Tú: 14, dentro de 5 meses haré 15.
Alex: Que enana.
Tú: Si casi soy más alta que tú.
Alex (retándome con la mirada): ¿Eso crees?
Se puso delante de mí, obviamente tuve que parar de andar, y se me fue acercando hasta quedar a 10 centímetros de mi nariz.
Alex: ¿Sigues pensando que eres más alta que yo?
No se movió, se quedó ahí delante de mí, mirándome fijamente a los ojos con esa sonrisa…
Tú (pegándole un empujón): He dicho casi.
Alex (riendo): ¡Si casi te saco una cabeza!
Acto seguido, cogí el skate de Alex y me subí encima de él.
Tú: ¿Ahora qué?
Alex: ¿Sabes que estás muy sexy así?
Me empecé a reír y perdí el equilibrio. Me balanceé hacía delante y Alex paró mi caída. ¿Resultado? Otra vez tenerle a 10 centímetros o menos de mí.
Tú: Lo siento.
Alex: Haber si te vas a caer y te harás daño en esa preciosa cara.
Sentí que mi cara y mis orejas se iban poniendo rojas.
Alex: Ah por cierto, ni aún así me has superado en altura eh.
Llegamos hasta un parque, con cosas para los skaters.
Alex: Te voy a enseñar a ir en skate.
Tú: ¿Para qué?
Alex: Pues para que cuando intentes pasarme subiéndote en el skate no te caigas.
Tú (riendo): Está bien.
Alex (cogiéndome de la mano): Mira pones este pie aquí y el otro detrás.
Tú: No puedo, me da miedo caerme.
Alex: Tranquila no te pasará nada a mi lado, yo te cojo.
Esa frase me traspasó.
Intenté ponerme de pie en el skate pero me temblaban las rodillas, no sé si era por subirme al skate o por el hecho de tener a Alex detrás de mí cogiéndome de la cintura para no caerme.
Tú: A ver, suéltame.
Alex: ¿Segura?
Tú: No te tendré siempre al lado para que me sujetes, ¿no?
Alex se quedo pensando. ¿Qué estaría pasando por su mente?
Tú: ¡Mira Alex!
Alex (alzando la vista): Bien, ahora coge carrerilla.
Conseguí ponerme de pie encima del skate y cogí carrerilla, comencé a ir cada vez más rápido pero había un problema… ¡No sabía cómo parar! Intenté poner el pie en el suelo pero iba demasiado rápido y me caería, era eso o pegarme contra la pared, y lógicamente puse el pie y me caí.
Alex (corriendo hacia mí): ¡(tn)! ¿Estás bien?
Estaba estirada en el suelo, con un dolor tremendo en la pierna y me sangraba el codo.
Tú: La verdad… no.
Alex (mirándome serio): Vamos a mi casa.
Tú: ¿Qué?
Alex: No voy a dejar que vuelvas a casa así.
Tú: Pero que no me pasa nada, solo me sangra el codo estoy bien, mira.
Intenté levantarme pero el tobillo me falló y otra vez me caí encima de Alex.
Alex: Te gusta mucho caerte encima de mí eh princesa.
Tú: Ya has vuelto a ser tú.
Alex (riendo): Anda ven, al menos déjame llevarte hasta casa.
Me cogió en brazos y me llevó así hasta que dejamos el parque atrás y empezábamos a ver la carretera.
Alex: Princesita, ¿alguna vez has subido en moto?
Me quedé con una cara de “¿qué dice este ahora?”
Me dejó en el suelo y se acercó hacia una moto que había aparcada en un lado de la carretera. Era preciosa, negra con detalles plateados.
Alex: Te presento a mi otra princesa.
Tú: No me pienso subir en eso.
Alex: ¿Tienes miedo?
Tú: Un poco.
Alex (riendo): Tranquila, estás conmigo.
Tú: Eso me asusta aún más.
Alex: Venga va sube.
Tú: Que no, que no me pienso subir en eso, ya me iré andando.
Alex: (tn), ¿sabes dónde estamos?
Tú: En el pueblo.
Alex: Estamos lejos de tu casa, no puedes irte así.
Tú (acercándote a la carretera para ver si hay algún coche conocido): A lo mejor pasa algún amigo por aquí en coche.
Acto seguido, pasó un coche y se paró enfrente de mí.
¿?? (mirándome de arriba abajo): ¿Quieres que te lleve a algún sitio guapa?
Era un hombre de unos 35 años y tenía una cara de pervertido que se notaba a mil quilómetros, le iba a responder que se fuera a la mierda, pero Alex le contestó antes que yo.
Alex (acercándose a la ventanilla del coche): ¿Quieres sentir mi puño en tu estómago? ¿No verdad? Pues tira.
El hombre que había en el coche en cuanto le oyó se fue lo más rápido que pudo.
Tú: ¿Qué haces?
Alex: ¿Pensabas subir en ese coche? ¿Tú has visto la cara de pervertido que tenía ese tío?
Tú: Alex, no pensaba subirme en ese coche.
Alex: Pero has dicho…
Tú (cortándole): He dicho que me subiría en el coche de un amigo, no de un desconocido. ¿Te crees que voy a hacer autostop?
Alex: Pensaba que lo harías.
Tú: No soy así.
Alex se me quedó mirando con una cara extraña, como si le hubiera sorprendido mi reacción.
Tú: ¿Qué pasa?
Alex: Nada. ¿Subes?
De repente, me acordé de una cosa.
Tú: Oye, ¿qué hora es?
Alex: Las 20:15, ¿por?
Tú: Mierda… tengo que estar en casa a las 20:30.
Alex: Con más razón para que me dejes llevarte.
Alex se acercó a mí, me cogió por la cintura acercándome a él y me susurró en el oído.
Alex (susurrando): Vamos princesita, que Cenicienta tiene su hora de llegar a casa.
Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Nunca nadie me había hecho eso y la verdad, molaba bastante.
Después de esa frase, me quedé medio atontada y él aprovechó para cogerme de la mano y llevarme hacia la moto. Alex subió primero. La verdad es que era muy sexy verle encima de la moto con su chaqueta de cuero negro.
Alex: ¿A qué esperas?
Me subí, mientras él me sujetaba la mano para no caerme.
Alex: Si no quieres caerte tendrás que cogerme.
Cuando ya estuve sentada, le rodeé con los brazos y me acerqué a su espalda para apoyar la cabeza, no quería ver nada.
Alex: ¿Sabes? No todos los días una chica tan guapa me abraza mientras la llevo en moto.
Tú: Ahora me dirás que soy la primera chica que se sube.
Alex (riendo): Anda preciosa, sujétate fuerte.
Alex encendió el motor de la moto y oí un fuerte ruido que me asustó mucho.
Tú: ¿Y si nos caemos?
Alex: Tranquila, no iré rápido.
La moto se deslizaba por encima del asfalto, la brisa con olor a entrada del verano me rozaba la cara, podía ver todo el pueblo lleno de luces con el cielo casi anocheciendo y el olor del perfume de Alex me invadía. Me sentía extremadamente bien, tenía una sensación de libertad.
Alex: Preciosa, ¿estás bien?
Tú: Muy bien.
Alex: Te gusta eh.
Tú: Bastante.
Alex: Pues ya sabes, cuando quieras me llamas y te llevo a dar una vuelta.
. . . .
Llegamos a mi casa, me bajé y Alex se quedó sentado en la moto.
Alex: Ponte delante de mí.
Tú: ¿Para qué?
Alex: Acércate.
Tú (acercándote): ¿Qué pasa? ¿Tengo un bicho en el pelo?
Alex (riéndose): No princesa.
Después de decir eso, se levantó de golpe y acercó su cabeza para besarme. Le puse la mano en el pecho y le aparté.
Tú: No te confundas.
Alex: Sigues igual eh.
Tú: Lo siento.
Me giré, subí el escalón que hay entre la carretera y la acera y me volví para mirarle.
Tú (sonriendo): Ah por cierto, gracias.
Alex: De nada guapa, parece ser que ya no te duele la pierna.
Tú: Es verdad.
Alex: Es que yo hago milagros, ¿sabes? Seguro que si me hubieras dejado besarte se te habrían quitado todos los males.
Me reí y seguí caminando hacia el portal de mi casa. Notaba que Alex seguía mirándome mientras caminaba. Saqué las llaves, abrí la puerta y miré hacia donde estaba Alex. Aún miraba. Le hice un gesto de despedida con la mano, me lo devolvió y entré.
Tú (mirando debajo del brazo de Alex): Eres skater?
Alex: Sí.
Tú: ¿Desde cuándo?
Alex (con cara de pensativo): Pues desde que tenía 14.
Tú: ¿Y cuántos años tienes?
Alex: 15, casi 16 ¿y tú preciosa?
Tú: 14, dentro de 5 meses haré 15.
Alex: Que enana.
Tú: Si casi soy más alta que tú.
Alex (retándome con la mirada): ¿Eso crees?
Se puso delante de mí, obviamente tuve que parar de andar, y se me fue acercando hasta quedar a 10 centímetros de mi nariz.
Alex: ¿Sigues pensando que eres más alta que yo?
No se movió, se quedó ahí delante de mí, mirándome fijamente a los ojos con esa sonrisa…
Tú (pegándole un empujón): He dicho casi.
Alex (riendo): ¡Si casi te saco una cabeza!
Acto seguido, cogí el skate de Alex y me subí encima de él.
Tú: ¿Ahora qué?
Alex: ¿Sabes que estás muy sexy así?
Me empecé a reír y perdí el equilibrio. Me balanceé hacía delante y Alex paró mi caída. ¿Resultado? Otra vez tenerle a 10 centímetros o menos de mí.
Tú: Lo siento.
Alex: Haber si te vas a caer y te harás daño en esa preciosa cara.
Sentí que mi cara y mis orejas se iban poniendo rojas.
Alex: Ah por cierto, ni aún así me has superado en altura eh.
Llegamos hasta un parque, con cosas para los skaters.
Alex: Te voy a enseñar a ir en skate.
Tú: ¿Para qué?
Alex: Pues para que cuando intentes pasarme subiéndote en el skate no te caigas.
Tú (riendo): Está bien.
Alex (cogiéndome de la mano): Mira pones este pie aquí y el otro detrás.
Tú: No puedo, me da miedo caerme.
Alex: Tranquila no te pasará nada a mi lado, yo te cojo.
Esa frase me traspasó.
Intenté ponerme de pie en el skate pero me temblaban las rodillas, no sé si era por subirme al skate o por el hecho de tener a Alex detrás de mí cogiéndome de la cintura para no caerme.
Tú: A ver, suéltame.
Alex: ¿Segura?
Tú: No te tendré siempre al lado para que me sujetes, ¿no?
Alex se quedo pensando. ¿Qué estaría pasando por su mente?
Tú: ¡Mira Alex!
Alex (alzando la vista): Bien, ahora coge carrerilla.
Conseguí ponerme de pie encima del skate y cogí carrerilla, comencé a ir cada vez más rápido pero había un problema… ¡No sabía cómo parar! Intenté poner el pie en el suelo pero iba demasiado rápido y me caería, era eso o pegarme contra la pared, y lógicamente puse el pie y me caí.
Alex (corriendo hacia mí): ¡(tn)! ¿Estás bien?
Estaba estirada en el suelo, con un dolor tremendo en la pierna y me sangraba el codo.
Tú: La verdad… no.
Alex (mirándome serio): Vamos a mi casa.
Tú: ¿Qué?
Alex: No voy a dejar que vuelvas a casa así.
Tú: Pero que no me pasa nada, solo me sangra el codo estoy bien, mira.
Intenté levantarme pero el tobillo me falló y otra vez me caí encima de Alex.
Alex: Te gusta mucho caerte encima de mí eh princesa.
Tú: Ya has vuelto a ser tú.
Alex (riendo): Anda ven, al menos déjame llevarte hasta casa.
Me cogió en brazos y me llevó así hasta que dejamos el parque atrás y empezábamos a ver la carretera.
Alex: Princesita, ¿alguna vez has subido en moto?
Me quedé con una cara de “¿qué dice este ahora?”
Me dejó en el suelo y se acercó hacia una moto que había aparcada en un lado de la carretera. Era preciosa, negra con detalles plateados.
Alex: Te presento a mi otra princesa.
Tú: No me pienso subir en eso.
Alex: ¿Tienes miedo?
Tú: Un poco.
Alex (riendo): Tranquila, estás conmigo.
Tú: Eso me asusta aún más.
Alex: Venga va sube.
Tú: Que no, que no me pienso subir en eso, ya me iré andando.
Alex: (tn), ¿sabes dónde estamos?
Tú: En el pueblo.
Alex: Estamos lejos de tu casa, no puedes irte así.
Tú (acercándote a la carretera para ver si hay algún coche conocido): A lo mejor pasa algún amigo por aquí en coche.
Acto seguido, pasó un coche y se paró enfrente de mí.
¿?? (mirándome de arriba abajo): ¿Quieres que te lleve a algún sitio guapa?
Era un hombre de unos 35 años y tenía una cara de pervertido que se notaba a mil quilómetros, le iba a responder que se fuera a la mierda, pero Alex le contestó antes que yo.
Alex (acercándose a la ventanilla del coche): ¿Quieres sentir mi puño en tu estómago? ¿No verdad? Pues tira.
El hombre que había en el coche en cuanto le oyó se fue lo más rápido que pudo.
Tú: ¿Qué haces?
Alex: ¿Pensabas subir en ese coche? ¿Tú has visto la cara de pervertido que tenía ese tío?
Tú: Alex, no pensaba subirme en ese coche.
Alex: Pero has dicho…
Tú (cortándole): He dicho que me subiría en el coche de un amigo, no de un desconocido. ¿Te crees que voy a hacer autostop?
Alex: Pensaba que lo harías.
Tú: No soy así.
Alex se me quedó mirando con una cara extraña, como si le hubiera sorprendido mi reacción.
Tú: ¿Qué pasa?
Alex: Nada. ¿Subes?
De repente, me acordé de una cosa.
Tú: Oye, ¿qué hora es?
Alex: Las 20:15, ¿por?
Tú: Mierda… tengo que estar en casa a las 20:30.
Alex: Con más razón para que me dejes llevarte.
Alex se acercó a mí, me cogió por la cintura acercándome a él y me susurró en el oído.
Alex (susurrando): Vamos princesita, que Cenicienta tiene su hora de llegar a casa.
Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Nunca nadie me había hecho eso y la verdad, molaba bastante.
Después de esa frase, me quedé medio atontada y él aprovechó para cogerme de la mano y llevarme hacia la moto. Alex subió primero. La verdad es que era muy sexy verle encima de la moto con su chaqueta de cuero negro.
Alex: ¿A qué esperas?
Me subí, mientras él me sujetaba la mano para no caerme.
Alex: Si no quieres caerte tendrás que cogerme.
Cuando ya estuve sentada, le rodeé con los brazos y me acerqué a su espalda para apoyar la cabeza, no quería ver nada.
Alex: ¿Sabes? No todos los días una chica tan guapa me abraza mientras la llevo en moto.
Tú: Ahora me dirás que soy la primera chica que se sube.
Alex (riendo): Anda preciosa, sujétate fuerte.
Alex encendió el motor de la moto y oí un fuerte ruido que me asustó mucho.
Tú: ¿Y si nos caemos?
Alex: Tranquila, no iré rápido.
La moto se deslizaba por encima del asfalto, la brisa con olor a entrada del verano me rozaba la cara, podía ver todo el pueblo lleno de luces con el cielo casi anocheciendo y el olor del perfume de Alex me invadía. Me sentía extremadamente bien, tenía una sensación de libertad.
Alex: Preciosa, ¿estás bien?
Tú: Muy bien.
Alex: Te gusta eh.
Tú: Bastante.
Alex: Pues ya sabes, cuando quieras me llamas y te llevo a dar una vuelta.
. . . .
Llegamos a mi casa, me bajé y Alex se quedó sentado en la moto.
Alex: Ponte delante de mí.
Tú: ¿Para qué?
Alex: Acércate.
Tú (acercándote): ¿Qué pasa? ¿Tengo un bicho en el pelo?
Alex (riéndose): No princesa.
Después de decir eso, se levantó de golpe y acercó su cabeza para besarme. Le puse la mano en el pecho y le aparté.
Tú: No te confundas.
Alex: Sigues igual eh.
Tú: Lo siento.
Me giré, subí el escalón que hay entre la carretera y la acera y me volví para mirarle.
Tú (sonriendo): Ah por cierto, gracias.
Alex: De nada guapa, parece ser que ya no te duele la pierna.
Tú: Es verdad.
Alex: Es que yo hago milagros, ¿sabes? Seguro que si me hubieras dejado besarte se te habrían quitado todos los males.
Me reí y seguí caminando hacia el portal de mi casa. Notaba que Alex seguía mirándome mientras caminaba. Saqué las llaves, abrí la puerta y miré hacia donde estaba Alex. Aún miraba. Le hice un gesto de despedida con la mano, me lo devolvió y entré.
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
CAPÍTULO 8
Tú: Ya estoy aquí.
Tu madre: (tn) mañana por la tarde tenemos que ir a comprar, ¿te vienes o te quedas en casa?
Tú: ¿Puedo quedar con mis amigos?
Tu madre: Está bien, pero primero haces los deberes.
Tú (yéndome hacia mi habitación y suspirando): Sí mamá.
Estaba tranquilamente en mi habitación abriendo la agenda para ver los deberes cuando mi padre entró.
Tu padre: (tn), Bianca al teléfono.
Tú (cogiéndolo): ¡Vale!
Conversación telefónica:
---------------------------------------------------------------
Bianca: ¿Se puede saber dónde has estado?
Tú: ¡Lo siento! Es que estaba con Alex, y se me pasó el tiempo y…
Bianca (interrumpiéndome): ¡Tranquila tonta! ¿Sabías que todo esto ya lo habíamos planeado?
Tú: ¿Qué?
Bianca: Alex nos dijo si podíamos hacer algo para que quedarais a solas, y nos inventamos que a Lucía le dolía la cabeza y que estaban todos a bajo esperándonos para que quedaras con él.
Tú: Eres una cabrona.
Bianca: Lucía se pone en la conversación.
Lucía: ¡Hey! ¿Cómo ha ido?
Tú: ¿Pero cómo me habéis hecho esto cabronas?
Lucía (riéndose): Anda déjate de tonterías y cuéntanos que ha pasado.
Tú (suspirando): Me he caído, me he hecho una herida en el codo que me ha sangrado y casi me tuerzo el tobillo.
Bianca: ¿Y todo esto delante de Alex?
Lucía (riendo a carcajadas): Que penoso.
Bianca: De penoso nada, seguro que la habrá cogido y la habrá cuidado, ¿a que sí (tn)?
Tú: Exacto, además me ha enseñado a ir en skate, que así fue como me caí, y me ha llevado en moto a casa…
Bianca y Lucía (casi gritando): ¡¿Qué?!
Tú: Sí…
Les conté toda la historia con todos los detalles.
Bianca: Aquí hay tema pero vamos…
Lucía: Ya ves.
Tú: Me voy a dormir, ya hablaremos mañana.
Bianca: ¡Que sueñes con tu príncipe!
Tú: ¡Vete a la mierda Bianca!
Lucía (riéndose): Seguro que el lunes te viene a buscar.
Tú: ¡Buenas noches!
---------------------------------------------
Al día siguiente mi madre me vino a despertar.
Tu madre (dándote golpecitos en el brazo): (tn), ya casi es hora de comer, despierta.
Tú (medio dormida): ¿Qué hora es?
Tu madre: Las 13:45.
Tú (abriendo mucho los ojos de golpe): ¿Qué? ¡Mamá, te he dicho mil veces que no me gusta despertarme para comer, que me despiertes antes!
Tu madre: Es que ayer estabas muy cansada, y te merecías descansar ¡qué has sacado muy buenas notas! Y por eso, hoy te dejaré salir hasta las 9:30 ¿vale?
Tú: Oh guay.
Cogí el móvil que estaba encima de la mesita que hay al lado de mi cama mientras mi madre subía la persiana. Hacía muy buen día.
Conversación del WhatsApp del grupo de Bianca, Lucía y mío:
---------------------------
Bianca (10:40): ¡Despertaos dormilonas!
Lucía (11:15): ¡Buenos días! ¿Queréis quedar hoy? Hoy no tengo que ir al camping.
Bianca (11:17): ¡Okay! ¿A qué hora?
Lucía (11:18): Ya he hablado con Jordi y los demás y dicen que ellos también quedan esta tarde, que tienen que entrenar para un partido muy importante e irán a un parque. Y quieren que vayamos. Quedamos sobre las 17:00 en mi casa.
Bianca (11:20): ¡Vale! ¡(tn) despierta ya!
Lucía (11:25): Déjala, estará muy cansada de lo que hizo ayer.
Bianca (11:30): Jajajaja.
Tú (13:47): Sois unas mal pensadas. ¿Me vendréis a buscar a casa?
Bianca (13:50): ¡Vale! ¡Ponte guapa que viene Alex!
Tú (13:51): Me pondré normalita eh.
--------------------------------------------------------------------------
Abrí el armario. ¿Qué me iba a poner? Quería ir normal pero especial, ya y que era fin de semana. ¿Vestido? No. ¿Falda? No. ¿Pantalones cortos? Tampoco, aun hacía frío. Como ya era de esperar, acabé con una camiseta de tirantes, encima una sudadera, unos tejanos y bambas. Típico.
Justo a las 5 me picaron al telefonillo. Bajé y no solo me encontré a Lucía y Bianca, si no a todos.
Tú: ¿Qué hacéis todos aquí?
Iñigo: ¡Sorpresa! ¿Cómo está tu pierna, tobillo y codo?
Tú: ¿Cómo te has enterado?
Entonces Alex apareció por la puerta, con la luz de la calle de fondo y su silueta se veía de color negro y se podía ver que llevaba las gafas de sol en la cabeza. Parecía que todo pasará a cámara lenta.
Alex: Se lo dije yo, para que no te machacaran mucho esta tarde.
Tú: ¿Machacarme cómo?
Alex: Pues jugando al futbol.
Lucía: Aquí hay un error, nosotras no vamos a jugar.
Bianca: Que pereza me ha venido de golpe…
Carlos: Pues te mataré a cosquillas hasta que juegues.
Bianca: No lo conseguirás.
Carlos: Eso hay que verlo.
. . . . . .
Empezamos la caminata. Ir con ellos molaba mucho porque estábamos todos con todos hablando sobre un tema.
Nos salimos de la acera y nos metimos por unos caminos. Después de 10 minutos andando por caminos rodeados de hierba y plantaciones de arroz, llegamos a una valla.
Bianca: Aquí no se puede entrar.
Carlos: Claro que se puede.
Carlos le dio una patada a la valla y entramos.
Bianca: Que fuerte estas ¿no?
Carlos: ¿A caso lo dudabas?
Bianca se puso roja de golpe.
Era un espacio grande, con montañas a un lado y el pueblo a lo lejos al otro lado. Dentro del recinto vallado habían muchos árboles, todo el suelo estaba lleno de hierba verde que daban unas ganas inmensas de tirarse, y había un trozo de cemento con dos porterías oxidadas, que debía de ser la pista.
Raúl, Carlos, Jordi y Alex se quitaron la camiseta y se pusieron a jugar.
Tú: ¿Hace falta quitarse la camiseta para jugar?
Alex: Claro. Ya sabes, si quieres jugar con nosotros, camiseta fuera.
Tú: Ni lo sueñes.
Carlos (riendo): Es que aquí cuando llevas un rato pica mucho el sol, y así nos ponemos morenos.
Bianca, Lucía, Iñigo y yo nos pusimos estirados en el suelo, con las cabezas juntas, formando como una estrella.
Tenía los ojos cerrados y noté como la luz del sol se tapaba, pero la sentía en las piernas, es decir, alguien se había puesto delante de mi cara. Abrí los ojos y vi la cara de Alex a 5 centímetros.
Tú (empujándole y haciéndole caer al suelo): ¿Pero qué haces?
Bianca, Lucía e Iñigo se estaban tronchando de risa.
Alex: ¿Aún sigues así? Pensé que después de lo de ayer…
Tú (cortándole): No Alex no, no va a pasar ¿vale?
Entonces sentí una voz que venía del campo de futbol y me giré.
Raúl: ¡(tn) ven a jugar!
Miré a Alex que se estaba colocando las gafas de sol, me levanté y me fui a jugar con ellos. Por cierto, las gafas le quedaban muy bien.
Mientras nosotros estábamos jugando, mis amigas, Iñigo y Alex estaban sentados en el césped.
Bianca: Te lo vas a tener que currar.
Alex: Si ya la tengo loquita, aunque lo niegue.
Iñigo: Alex, deberías saber que no todas son iguales.
Lucía: (tn) es un caso muy diferente, tienes que conocerla, le gusta ir a lo contrario de todo.
Bianca (riendo): Ya ves.
Entonces oyeron unos gritos que venían de la pista y nos miraron.
. . . . .
Carlos: ¡Vamos (tn) que te la paso!
Recibí la pelota, chuté y fue a parar justo al medio de la portería.
Carlos me vino a abrazar y Raúl también.
Raúl: ¡Bien (tn)!
Alex se acercó.
Alex: Eh yo también quiero.
Y me vino a abrazar.
Alex: Lo has hecho muy bien.
Tú (sonriendo): Gracias.
Tú: Ya estoy aquí.
Tu madre: (tn) mañana por la tarde tenemos que ir a comprar, ¿te vienes o te quedas en casa?
Tú: ¿Puedo quedar con mis amigos?
Tu madre: Está bien, pero primero haces los deberes.
Tú (yéndome hacia mi habitación y suspirando): Sí mamá.
Estaba tranquilamente en mi habitación abriendo la agenda para ver los deberes cuando mi padre entró.
Tu padre: (tn), Bianca al teléfono.
Tú (cogiéndolo): ¡Vale!
Conversación telefónica:
---------------------------------------------------------------
Bianca: ¿Se puede saber dónde has estado?
Tú: ¡Lo siento! Es que estaba con Alex, y se me pasó el tiempo y…
Bianca (interrumpiéndome): ¡Tranquila tonta! ¿Sabías que todo esto ya lo habíamos planeado?
Tú: ¿Qué?
Bianca: Alex nos dijo si podíamos hacer algo para que quedarais a solas, y nos inventamos que a Lucía le dolía la cabeza y que estaban todos a bajo esperándonos para que quedaras con él.
Tú: Eres una cabrona.
Bianca: Lucía se pone en la conversación.
Lucía: ¡Hey! ¿Cómo ha ido?
Tú: ¿Pero cómo me habéis hecho esto cabronas?
Lucía (riéndose): Anda déjate de tonterías y cuéntanos que ha pasado.
Tú (suspirando): Me he caído, me he hecho una herida en el codo que me ha sangrado y casi me tuerzo el tobillo.
Bianca: ¿Y todo esto delante de Alex?
Lucía (riendo a carcajadas): Que penoso.
Bianca: De penoso nada, seguro que la habrá cogido y la habrá cuidado, ¿a que sí (tn)?
Tú: Exacto, además me ha enseñado a ir en skate, que así fue como me caí, y me ha llevado en moto a casa…
Bianca y Lucía (casi gritando): ¡¿Qué?!
Tú: Sí…
Les conté toda la historia con todos los detalles.
Bianca: Aquí hay tema pero vamos…
Lucía: Ya ves.
Tú: Me voy a dormir, ya hablaremos mañana.
Bianca: ¡Que sueñes con tu príncipe!
Tú: ¡Vete a la mierda Bianca!
Lucía (riéndose): Seguro que el lunes te viene a buscar.
Tú: ¡Buenas noches!
---------------------------------------------
Al día siguiente mi madre me vino a despertar.
Tu madre (dándote golpecitos en el brazo): (tn), ya casi es hora de comer, despierta.
Tú (medio dormida): ¿Qué hora es?
Tu madre: Las 13:45.
Tú (abriendo mucho los ojos de golpe): ¿Qué? ¡Mamá, te he dicho mil veces que no me gusta despertarme para comer, que me despiertes antes!
Tu madre: Es que ayer estabas muy cansada, y te merecías descansar ¡qué has sacado muy buenas notas! Y por eso, hoy te dejaré salir hasta las 9:30 ¿vale?
Tú: Oh guay.
Cogí el móvil que estaba encima de la mesita que hay al lado de mi cama mientras mi madre subía la persiana. Hacía muy buen día.
Conversación del WhatsApp del grupo de Bianca, Lucía y mío:
---------------------------
Bianca (10:40): ¡Despertaos dormilonas!
Lucía (11:15): ¡Buenos días! ¿Queréis quedar hoy? Hoy no tengo que ir al camping.
Bianca (11:17): ¡Okay! ¿A qué hora?
Lucía (11:18): Ya he hablado con Jordi y los demás y dicen que ellos también quedan esta tarde, que tienen que entrenar para un partido muy importante e irán a un parque. Y quieren que vayamos. Quedamos sobre las 17:00 en mi casa.
Bianca (11:20): ¡Vale! ¡(tn) despierta ya!
Lucía (11:25): Déjala, estará muy cansada de lo que hizo ayer.
Bianca (11:30): Jajajaja.
Tú (13:47): Sois unas mal pensadas. ¿Me vendréis a buscar a casa?
Bianca (13:50): ¡Vale! ¡Ponte guapa que viene Alex!
Tú (13:51): Me pondré normalita eh.
--------------------------------------------------------------------------
Abrí el armario. ¿Qué me iba a poner? Quería ir normal pero especial, ya y que era fin de semana. ¿Vestido? No. ¿Falda? No. ¿Pantalones cortos? Tampoco, aun hacía frío. Como ya era de esperar, acabé con una camiseta de tirantes, encima una sudadera, unos tejanos y bambas. Típico.
Justo a las 5 me picaron al telefonillo. Bajé y no solo me encontré a Lucía y Bianca, si no a todos.
Tú: ¿Qué hacéis todos aquí?
Iñigo: ¡Sorpresa! ¿Cómo está tu pierna, tobillo y codo?
Tú: ¿Cómo te has enterado?
Entonces Alex apareció por la puerta, con la luz de la calle de fondo y su silueta se veía de color negro y se podía ver que llevaba las gafas de sol en la cabeza. Parecía que todo pasará a cámara lenta.
Alex: Se lo dije yo, para que no te machacaran mucho esta tarde.
Tú: ¿Machacarme cómo?
Alex: Pues jugando al futbol.
Lucía: Aquí hay un error, nosotras no vamos a jugar.
Bianca: Que pereza me ha venido de golpe…
Carlos: Pues te mataré a cosquillas hasta que juegues.
Bianca: No lo conseguirás.
Carlos: Eso hay que verlo.
. . . . . .
Empezamos la caminata. Ir con ellos molaba mucho porque estábamos todos con todos hablando sobre un tema.
Nos salimos de la acera y nos metimos por unos caminos. Después de 10 minutos andando por caminos rodeados de hierba y plantaciones de arroz, llegamos a una valla.
Bianca: Aquí no se puede entrar.
Carlos: Claro que se puede.
Carlos le dio una patada a la valla y entramos.
Bianca: Que fuerte estas ¿no?
Carlos: ¿A caso lo dudabas?
Bianca se puso roja de golpe.
Era un espacio grande, con montañas a un lado y el pueblo a lo lejos al otro lado. Dentro del recinto vallado habían muchos árboles, todo el suelo estaba lleno de hierba verde que daban unas ganas inmensas de tirarse, y había un trozo de cemento con dos porterías oxidadas, que debía de ser la pista.
Raúl, Carlos, Jordi y Alex se quitaron la camiseta y se pusieron a jugar.
Tú: ¿Hace falta quitarse la camiseta para jugar?
Alex: Claro. Ya sabes, si quieres jugar con nosotros, camiseta fuera.
Tú: Ni lo sueñes.
Carlos (riendo): Es que aquí cuando llevas un rato pica mucho el sol, y así nos ponemos morenos.
Bianca, Lucía, Iñigo y yo nos pusimos estirados en el suelo, con las cabezas juntas, formando como una estrella.
Tenía los ojos cerrados y noté como la luz del sol se tapaba, pero la sentía en las piernas, es decir, alguien se había puesto delante de mi cara. Abrí los ojos y vi la cara de Alex a 5 centímetros.
Tú (empujándole y haciéndole caer al suelo): ¿Pero qué haces?
Bianca, Lucía e Iñigo se estaban tronchando de risa.
Alex: ¿Aún sigues así? Pensé que después de lo de ayer…
Tú (cortándole): No Alex no, no va a pasar ¿vale?
Entonces sentí una voz que venía del campo de futbol y me giré.
Raúl: ¡(tn) ven a jugar!
Miré a Alex que se estaba colocando las gafas de sol, me levanté y me fui a jugar con ellos. Por cierto, las gafas le quedaban muy bien.
Mientras nosotros estábamos jugando, mis amigas, Iñigo y Alex estaban sentados en el césped.
Bianca: Te lo vas a tener que currar.
Alex: Si ya la tengo loquita, aunque lo niegue.
Iñigo: Alex, deberías saber que no todas son iguales.
Lucía: (tn) es un caso muy diferente, tienes que conocerla, le gusta ir a lo contrario de todo.
Bianca (riendo): Ya ves.
Entonces oyeron unos gritos que venían de la pista y nos miraron.
. . . . .
Carlos: ¡Vamos (tn) que te la paso!
Recibí la pelota, chuté y fue a parar justo al medio de la portería.
Carlos me vino a abrazar y Raúl también.
Raúl: ¡Bien (tn)!
Alex se acercó.
Alex: Eh yo también quiero.
Y me vino a abrazar.
Alex: Lo has hecho muy bien.
Tú (sonriendo): Gracias.
DreamerForever
Re: Un cuento a mi manera hecho realidad (Original, Romance, Terminada)
CAPÍTULO 9
Nos quedamos ahí hasta que fueron las 8:00p.m y nos volvimos al pueblo, donde nos quedamos una hora dando vueltas por la rambla y nos sentamos en una terraza a tomar un helado.
Iñigo: Vaya helado más grande, ¿no os da miedo engordar?
Tú: Bah qué más da, después en invierno me arrepentiré de no haberme hinchado a helados.
Raúl: Hasta gorda estarías guapa.
Tú (riendo): ¡Lo tomaré como un cumplido!
Alex (riendo): ¿Es que no puedes comer otra cosa que no lleve chocolate?
Tú: Jamás.
Bianca: Después lo quemaremos en la piscina.
Lucía: O haciendo zapping con el mando.
Jordi (riendo): Eres una vaga.
Lucía: Lo sé.
Jordi: Me gusta.
Lucía se puso colorada como un tomate.
Después seguimos dando vueltas por el centro del pueblo, esta vez por parejitas. Lucía con Jordi, Bianca con Carlos, y yo como no tenía pareja me quedé hablando sobre el chocolate con Raúl, Iñigo y Alex.
Iñigo: A mí me gusta más el chocolate negro.
Raúl: El que tiene naranja está mejor.
Alex: ¡Qué va! Mejor el de almendras.
Tú: A mí también me gusta el de almendras.
Alex: A mí también me gustas tú, ¿te puedo comer?
Tú (riendo): ¡Alex!
El grupo cada vez se iba haciendo más pequeño ya y que íbamos haciendo paradas a lo largo del camino para dejar a la gente, primero se fue Jordi, después Carlos, Bianca, Raúl y Lucía. Nos quedamos Alex, Iñigo y yo.
Iñigo: Bueno chicos, yo me voy ya, que he quedado con unos amigos para cenar.
Alex: ¡No ligues mucho!
Tú (riéndote): Pásatelo bien. ¡Ya me contaras si pasa algo interesante eh!
Iñigo: ¡Claro (tn)! ¡Adiós!
Me quedé a solas con Alex.
Tu: Oye... ¿y tú dónde vives?
Alex: ¿Quieres venir a mi casa?
Tú: Sólo lo preguntaba para que no tuvieras que venir hasta mi casa, por si está lejos de la tuya.
Alex: En verdad ya la hemos pasado, pero da igual.
Tú: No hombre, que tendrás que volver.
Alex: No quiero dejarte sola de noche.
Tú: Mira me acompañas hasta la plaza del colegio y ya está ¿vale? Y no me vale un no por respuesta.
Alex: Eres muy cabezota.
Tú: Tendrás que acostumbrarte.
Llegamos al colegio.
Tú: Gracias por acompañarme, adiós.
Alex: Adiós preciosa.
Me puse los auriculares y seguí caminando, hasta que sentí una rama romperse y me los quité.
Tú (pensando): ¿Habrá alguien?
Me di la vuelta y vi una sombra. Aceleré el paso, cogí el móvil y marqué el número de emergencia por si acaso, pero sin darle a llamar.
Me metí por una calle poco transitada, era tonta. Tenía que irme por la calle principal, quedaban unos 50 metros. Me giré y ya no vi la sombra, volví a mirar hacia delante y vi dos hombres borrachos.
Borracho 1: ¿Hola guapa que haces solita por aquí?
Borracho 2: No deberíamos dejarla aquí sola, le podrían hacer daño.
Tú (con voz cortada): No gracias, estoy bien.
Seguí acelerando pero uno de los hombres me cogió de la mano.
Borracho 2: Guapa ¿dónde vas tan rápido? Quédate en la fiesta la animarás.
Borracho 2 (tocándome la pierna): Que pantalones más ajustados ¿no? Parecen incómodos, deberías quitártelos.
Lo único que se me ocurrió fue gritar, pero uno me puso la mano en la boca. Estaba temblando, llorando y pegando patadas. Sólo quería que lo que tuviera que pasar, pasara rápido.
Nos quedamos ahí hasta que fueron las 8:00p.m y nos volvimos al pueblo, donde nos quedamos una hora dando vueltas por la rambla y nos sentamos en una terraza a tomar un helado.
Iñigo: Vaya helado más grande, ¿no os da miedo engordar?
Tú: Bah qué más da, después en invierno me arrepentiré de no haberme hinchado a helados.
Raúl: Hasta gorda estarías guapa.
Tú (riendo): ¡Lo tomaré como un cumplido!
Alex (riendo): ¿Es que no puedes comer otra cosa que no lleve chocolate?
Tú: Jamás.
Bianca: Después lo quemaremos en la piscina.
Lucía: O haciendo zapping con el mando.
Jordi (riendo): Eres una vaga.
Lucía: Lo sé.
Jordi: Me gusta.
Lucía se puso colorada como un tomate.
Después seguimos dando vueltas por el centro del pueblo, esta vez por parejitas. Lucía con Jordi, Bianca con Carlos, y yo como no tenía pareja me quedé hablando sobre el chocolate con Raúl, Iñigo y Alex.
Iñigo: A mí me gusta más el chocolate negro.
Raúl: El que tiene naranja está mejor.
Alex: ¡Qué va! Mejor el de almendras.
Tú: A mí también me gusta el de almendras.
Alex: A mí también me gustas tú, ¿te puedo comer?
Tú (riendo): ¡Alex!
El grupo cada vez se iba haciendo más pequeño ya y que íbamos haciendo paradas a lo largo del camino para dejar a la gente, primero se fue Jordi, después Carlos, Bianca, Raúl y Lucía. Nos quedamos Alex, Iñigo y yo.
Iñigo: Bueno chicos, yo me voy ya, que he quedado con unos amigos para cenar.
Alex: ¡No ligues mucho!
Tú (riéndote): Pásatelo bien. ¡Ya me contaras si pasa algo interesante eh!
Iñigo: ¡Claro (tn)! ¡Adiós!
Me quedé a solas con Alex.
Tu: Oye... ¿y tú dónde vives?
Alex: ¿Quieres venir a mi casa?
Tú: Sólo lo preguntaba para que no tuvieras que venir hasta mi casa, por si está lejos de la tuya.
Alex: En verdad ya la hemos pasado, pero da igual.
Tú: No hombre, que tendrás que volver.
Alex: No quiero dejarte sola de noche.
Tú: Mira me acompañas hasta la plaza del colegio y ya está ¿vale? Y no me vale un no por respuesta.
Alex: Eres muy cabezota.
Tú: Tendrás que acostumbrarte.
Llegamos al colegio.
Tú: Gracias por acompañarme, adiós.
Alex: Adiós preciosa.
Me puse los auriculares y seguí caminando, hasta que sentí una rama romperse y me los quité.
Tú (pensando): ¿Habrá alguien?
Me di la vuelta y vi una sombra. Aceleré el paso, cogí el móvil y marqué el número de emergencia por si acaso, pero sin darle a llamar.
Me metí por una calle poco transitada, era tonta. Tenía que irme por la calle principal, quedaban unos 50 metros. Me giré y ya no vi la sombra, volví a mirar hacia delante y vi dos hombres borrachos.
Borracho 1: ¿Hola guapa que haces solita por aquí?
Borracho 2: No deberíamos dejarla aquí sola, le podrían hacer daño.
Tú (con voz cortada): No gracias, estoy bien.
Seguí acelerando pero uno de los hombres me cogió de la mano.
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Lo único que se me ocurrió fue gritar, pero uno me puso la mano en la boca. Estaba temblando, llorando y pegando patadas. Sólo quería que lo que tuviera que pasar, pasara rápido.
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