Re: The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D

por Invitado Jue 18 Jul 2013, 3:49 am

Agh, esa pendeja es una imbecil.
Sabe muy bien que Louis tenia antecedentes, y para colmo le hace eso.
El no tiene la culpa de que Zayn sea un idiota que lo busca constantemente.
Que estupida :S
Seguila pronto por favor!
Adios ♥

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 1:29 am

Debby1D escribió:
Agh, esa pendeja es una imbecil.
Sabe muy bien que Louis tenia antecedentes, y para colmo le hace eso.
El no tiene la culpa de que Zayn sea un idiota que lo busca constantemente.
Que estupida :S
Seguila pronto por favor!
Adios

Jajaja créeme que no eres la primera que suelta insultos hacia Blaze, pero verán más adelante demasiadas cosas que las dejarán más impactadas que esto.
Te mando un enorme abrazo.
Ahora mismo sigo. :hug:

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 1:40 am

Anne: Quiero hacerles una atenta invitación a leer mi novela "Una Pequeña Esperanza". A mi parecer es de lo mejor que eh escrito y si en ocasiones me han odiado por hacerlas llorar, con esta me odiarán más. Quiero saber sus opiniones así que les dejo el link: https://onlywn.activoforo.com/t28488-finalizada-una-pequena-esperanza-larry-stylinson

Mark.

The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 9 Igpz

Después de comprar los materiales que necesitaba, básicamente tablones de cinco centímetros de grueso por diez de ancho y planchas de madera contrachapada, Mark y Charlotte se pasaron la mañana levantando un tabique en medio de la salita. No había quedado muy bonito (si su padre hubiera levantado la cabeza y visto aquella cosa, seguramente le habría dado un infarto), pero Mark pensó que no estaba mal del todo. Sabía que tarde o temprano derribarían la casa, puesto que el terreno seguramente subiría de valor sin aquella construcción tan deteriorada. El bungaló se hallaba flanqueado por unas mansiones de tres pisos, y Mak estaba seguro de que aquellos vecinos consideraban que la casita rústica era antiestética y que desmerecía el valor de sus propiedades.

Mark puso un clavo, colgó la fotografía de Louis y Charlotte que había sacado de la salita, y retrocedió un paso para examinar el resultado.

- ¿Qué te parece? – le preguntó a Charlotte.

Charlotte arrugó la nariz.

- Parece como si hubiéramos levantado una fea pared de madera para esconder la salita y luego hubiéramos colgado una foto para disimular. Además, ya no podrás tocar el piano.

- Lo sé.

Charlotte ladeó la cabeza.

- Me parece que la pared está torcida. Sí, los tablones no están rectos.

- Pues yo no lo veo.

- Necesitas lentes, papá. Y todavía no entiendo por qué has querido levantar esa pared.

- Louis dijo que no quería ver el piano.

- ¿Y?

- No hay ningún lugar para esconder el piano, así que lo he tapizado. Ahora ya no lo verá.

- Ah – dijo Charlotte con aire pensativo -. ¿Sabes?, la verdad es que a mí no me gusta tener que hacer las tareas de la escuela. De hecho, no me gusta verlos amontonados en mi mesa.

- Es verano. No tienes que hacer tareas.

- Me refería a que quizá debería construir una pared alrededor de la mesa en mi habitación, para no verla.

Mark se contuvo para no reírse.

- Pues tendrás que comentárselo a tu madre, a ver qué opina.

- O podrías hacerlo tú.

Mark soltó una carcajada.

- ¿Todavía no tienes hambre?

- Dijiste que iríamos a hacer volar la cometa.

- Y lo haremos. Sólo quería saber si querías comer algo antes.

- Prefiero tomarme un helado.

- No creo que sea buena idea.

- ¿Unas galletas? – Charlotte parecía esperanzada.

- ¿Qué te parece un bocadillo con mantequilla de maní y gelatina?

- De acuerdo. Pero después iremos a hacer volar la cometa, ¿eh?

- Sí.

- ¿Toda la tarde?

- Todo el tiempo que quieras.

- De acuerdo. Me comeré el bocadillo. Pero sólo si tú te comes otro.

Mark sonrió, pasando el brazo alrededor del hombro de Charlotte.

- Trato hecho.

Se dirigieron a la cocina.

- ¿Sabes?, el comedor ahora ha quedado mucho más pequeño – observó Charlotte.

- Lo sé.

- Y la pared está torcida.

- Lo sé.

- Y no hace juego con las otras paredes.

- ¿A dónde quieres ir a parar?

Charlotte lo miró con el semblante muy serio.

- Sólo quiero confirmar que no te estás volviendo loco.

…

El día era perfecto para hacer volar cometas. Mark se sentó en una duna dos casas más debajo de la suya, mirando como la cometa describía figuras en el cielo. Charlotte, llena de energía como de costumbre, corría playa arriba y playa abajo. Mark la observó orgulloso, sorprendido al pensar que cuando él había hecho lo mismo de niño, ni su padre ni su madre habían estado a su lado.

No eran malas personas. Lo sabía. Jamás le habían puesto la mano encima, nunca había pasado hambre, nunca habían peleado en su presencia. Lo llevaban a las revisiones del dentista y del pediatra una o dos veces al año, en casa siempre había mucha comida, y siempre había tenido una chaqueta para soportar las crudas mañanas de invierno y una moneda de cinco centavos en el bolsillo para que se comprara leche en la escuela. Pero si su padre tenía un comportamiento estoico, el de su madre no era muy diferente; quizás esa había sido la razón por la que habían estado casados tantos años. Ella era de Rumania. Su padre la conoció cuando estuvo destinado a Alemania. Su madre apenas hablaba inglés cuando se casaron y nunca cuestionó la cultura en la que se vio inmersa. Cocinaba, limpiaba la casa y lavaba la ropa; por las tardes, trabajaba media jornada como costurera. Al final de su vida, había aprendido a defenderse con su inglés básico, el necesario para arreglárselas en el banco y en la tienda de comestibles, pero incluso entonces su acento seguía siendo tan marcado que a veces tenía dificultades para hacerse entender.

También era una católica devota, algo sinceramente inusual en Wilmington en aquella época. Iba a misa cada día y rezaba el rosario todas las noches, y a pesar de que Mark apreciaba la tradición y la ceremonia de la misa los domingos, el cura siempre le pareció un hombre frío y arrogante, más interesado en las normas de la iglesia que en lo que realmente más le convenía a su rebaño. A veces (muchas veces) Mark se preguntaba cómo habría sido su vida sí, a los ocho años, no hubiera oído la música que salía de la primera iglesia bautista.

Cuarenta años más tarde, los detalles le parecían difusos. Apenas recordaba cómo había entrado una tarde y había oído al reverendo Harris tocar el piano. Sabía que el reverendo había intentado que se sintiera a gusto, y obviamente lo consiguió, puesto que regresó al otro día para oírlo de nuevo, hasta que el reverendo Harris se convirtió en su primer maestro de piano. Con el tiempo empezó a ir (para más tarde desertar) a la catequesis que la iglesia ofrecía. En muchos sentidos; la iglesia bautista acabó por convertirse en su segunda casa, y el reverendo Harris, en su segundo padre.

Recordó que a su madre no le gustaba aquella relación. Cuando se angustiaba, murmuraba en rumano, y durante años, cuando él iba a la iglesia bautista, la escuchaba decir palabras y frases inentendibles mientras se santiguaba y lo obligaba a llevar un escapulario. Para ella, que un reverendo protestante le enseñara a tocar el piano a su hijo era lo mismo que jugar a la reina mora con el diablo.

Pero nunca le prohibió ir, y con eso Mark tenía suficiente. No le importaba que su madre no asistiera a las reuniones escolares con sus profesores, ni que nunca le leyera un cuento, ni que nadie en el vecindario invitara a su familia a una fiesta o a disfrutar de una barbacoa. Lo importante era ella le permitió no sólo descubrir su pasión, sino ir a clases de piano, a pesar de que desconfiara del reverendo. Y de algún modo, su madre consiguió que su padre, al que la idea de ganarse la vida a partir de la música le parecía ridícula, no lo detuviera. Sólo por eso, siempre le estaría agradecido.

Charlotte continuaba correteando arriba y abajo, aunque la cometa no precisaba tantos metros. Mark sabía que la brisa era lo bastante fuerte como para mantenerla suspendida en el aire sin que ésta cayera. Podía ver el contorno del símbolo de Batman perfilado entre los dos oscuros cúmulos, la clase de nubes que presagiaban lluvia. Aunque las tormentas de verano no solían durar mucho (una hora y luego el cielo se despejaba), se levantó para decirle a su hija que tal vez sería una buena idea regresar a casa. Sólo había dado un par de pasos cuando se fijó en una serie de trazos borrosos en la arena y que iban a morir en la duna que había justo detrás de su casa, unas marcas que había visto en más de una docena de ocasiones cuando era pequeño. Sonrió.

- ¡Charlotte! – le llamó, siguiendo las marcas -. ¡Ven! ¡Hay algo que quiero enseñarte!

La niña corrió hacia él, con la cometa enredada en el brazo.

- ¿Qué pasa?

Mark descendió por la duna hasta llegar a un punto donde la arena se fundía con la playa. Únicamente eran visibles unos pocos huevos a escasos centímetros bajo la superficie cuando Charlotte llegó a su lado.

- ¿Qué encontraste? – quiso saber Charlotte.

- Es un nido de tortugas bobas – le explicó Mark -. Pero no te acerques demasiado. Y no los toques. Podrías romperlos.

Charlotte se inclinó para verlos más de cerca, todavía con la cometa en la mano.

- ¿Qué es una tortuga boba? – preguntó, intentando controlar la cometa.

Mark tomó una pieza de madera que había en la playa y empezó a trazar un gran círculo alrededor.

- Es una tortuga marina que está en peligro de extinción. Salen por la noche a la playa para poner los huevos.

- ¿Detrás de nuestra casa?

- Este es uno de los lugares donde las tortugas bobas ponen sus huevos. Pero lo más importante que quiero que sepas es que están en peligro de extinción. ¿Sabes lo que significa eso?

- Significa que se están muriendo – contestó Charlotte -. Veo el canal Animal Planet, ¿sabes?

Mark completó el círculo y lanzó al mar el trozo de madera. Mientras se ponía de pie, notó una punzada de dolor, pero la ignoró.

- No exactamente. Significa que si no tratamos de ayudarlas y no tenemos cuidado, esta especie puede llegar a desaparecer.

- ¿Cómo los dinosaurios?

Mark iba a contestar cuando oyó el teléfono en la cocina. Había dejado la puerta de atrás abierta para ventilar la casa; caminó y corrió por la arena hasta que llegó al porche. Respiraba con dificultad cuando contestó al teléfono.

- ¿Papá? – dijo una voz al otro lado de la línea telefónica.

- ¿Louis?

- Necesito que vengas a buscarme. Estoy en la comisaría.

Mark se llevó los dedos pulgar e índice impulsivamente al puente de la nariz para frotárselo.

- De acuerdo – contestó -. Ahora voy.

…

El agente Johnson le contó lo sucedido, pero él sabía que Louis no estaba listo para hablar sobre el tema. A Charlotte, sin embargo, no parecía importarle.

- Mamá se pondrá furiosa – remarcó Charlotte.

Mark vio que a Louis se le tensaba la mandíbula inferior.

- Yo no fui – empezó a decir.

- Entonces, ¿Quién fue?

- No quiero hablar de eso – respondió. Se cruzó de brazos y se apoyó en la puerta del coche.

- A mamá no le hará ni pizca de gracia.

- ¡No fui yo! – repitió Louis, fulminando a Charlotte con una mirada de resentimiento -. Y no quiero que le digas lo que hice. – Se aseguró de que su hermana viera que hablaba en serio antes de girarse hacia su padre -. No fui yo, papá –repitió -. Lo juro por Dios, no fui yo. Tienes que creerme.

Mark detectó desesperación en su tono, pero no pudo evitar acordarse de la angustia de Jay cuando hablaron sobre el incidente de Louis. Pensó en la forma en que su hijo se había comportado desde que había llegado y consideró la clase de amistades que había elegido.

Suspirando, notó que la poca energía que quedaba lo abandonaba. Delante de él, el sol se erigía como una bola naranja, abrazadora y furiosa, y por encima de todo, sabía que su hijo necesitaba apoyo.

- Te creo – le dijo.

…

Cuando llegaron a casa, ya empezaba a anochecer. Mark salió fuera para echar un vistazo al nido de tortugas. Era uno de esos hermosos atardeceres típicos de Carolina del Norte y de Carolina del Sur: una suave brisa, el cielo como un manto de mil colores distintos. A cierta distancia de la orilla, una manada de delfines jugaba sobre las crestas rizadas de las olas. Pasaban por delante de su casa dos veces al día, y recordó que le había dicho a Charlotte que estuviera atenta. No le parecía extraño que su hija quisiera meterse en el agua para ver si podía nadar hasta ellos y acariciarlos; Mark había intentado hacer lo mismo muchas veces, de niño, pero nunca lo consiguió.

No tenía ganas de llamar a Jay para contarle lo que había sucedido. Tras decidir que lo haría más tarde, tomó asiento en la duna al lado del nido y clavó la vista en lo que quedaba de las marcas que la tortuga había dejado en la arena. Aparte de una pequeña huella más profunda en el lugar donde la duna convergía con la playa, el nido era prácticamente invisible, y el único par de huevos que sobresalían parecían piedras pálidas y lisas.

Un trozo de madera contrachapada había volado hasta la arena. Mientras se inclinaba a recogerla, miró a Louis, que se acercaba. Caminaba despacio, con los brazos cruzados y cabizbajo, con el cabello cubriéndole parte de la cara. Se detuvo a escasos pasos de él.

- ¿Estás enfadado conmigo? – le preguntó.

Era la primera vez desde que él había llegado que le dirigía la palabra sin una gota de rabia o resentimiento.

- No, claro que no – contestó él.

- Entonces, ¿qué haces aquí fuera?

Mark señaló hacia el nido.

- Una tortuga boba puso los huevos aquí anoche. ¿Has visto alguna vez una tortuga de esa especie?

Louis sacudió la cabeza.

- Son criaturas preciosas. Tienen un caparazón entre rojizo y marrón, y pueden llegar a pesar hasta más de trescientos sesenta kilos. California del Norte es uno de los pocos lugares donde ponen los huevos. Pero el problema es que están en peligro de extinción. Creo que sólo una de cada mil llega a alcanzar la madurez, y no quiero que los mapaches se coman los huevos antes de que nazcan las tortugas.

- ¿Y cómo sabrán los mapaches que aquí hay un nido?

- Cuando una tortuga boba pone los huevos, orina. Los mapaches pueden olerlo, y si pueden se comen todos los huevos, sin dejar ni uno. Cuando yo era pequeño, encontré un nido al otro lado del muelle. Un día todo era normal, pero al día siguiente sólo quedaban los cascarones rotos. Fue muy triste.

- Pues ayer vi un mapache en nuestro porche.

- Lo sé. Es por la basura, que los atrae. Tan pronto como pueda, se lo diré a los del acuario. Con un poco de suerte, enviarán a alguien mañana con una jaula especial que mantendrá a esos animales alejados.

- ¿Y qué pasará esta noche?

- Supongo que tendremos que tener fe.

Louis se revolvió su cabello rebelde.

- Papá, ¿puedo preguntarte una cosa?

- Lo que quieras.

- ¿Por qué dijiste que me creías?

De perfil, Mark podía ver tanto al joven en el que Louis se estaba convirtiendo como al niño pequeño que recordaba.

- Porque confío en ti.

- ¿Por eso has levantado la pared para esconder el piano? – Él no se atrevía a mirarlo directamente a la cara -. Al entrar lo eh visto enseguida; no pasa desapercibida.

Mark sacudió la cabeza.

- No. Lo he hecho porque te quiero.

Louis esbozó una leve sonrisa, vacilando antes de tomar asiento a su lado. Contemplaron el oleaje que se estrellaba suavemente contra la orilla. La marea subiría muy pronto, y la playa había desaparecido parcialmente.

- ¿Qué me pasará? – preguntó Louis.

- Pete hablará con el dueño, pero no lo sé. Un par de esos discos eran piezas de coleccionista. Valen mucho dinero.

Louis sentía una terrible opresión en el pecho.

- ¿Se lo has dicho a mamá?

- No.

- ¿Y piensas hacerlo?

- Probablemente sí.

Ninguno de los dos dijo nada durante un rato. Un grupo de surfistas pasó caminando por la orilla, sosteniendo sus tablas. En la distancia, la superficie empezaba a rizarse y formaba unas olas que parecían romperse antes de volver a formarse inmediatamente.

- ¿Cuándo piensas llamar al acuario?

- Ahora, cuando vuelva a casa. Estoy seguro de que Charlotte estará hambrienta. Será mejor que empiece a preparar la cena.

Louis miró fijamente el nido. Con el estómago agarrotado por culpa de los nervios, no podía imaginar probar bocado.

- No quiero que les pase nada a los huevos de las tortugas esta noche.

Mark se giró hacia él.

- Entonces, ¿Qué piensas hacer?

…

Unas horas más tarde, después de cubrir a Charlotte con el edredón en la cama, Mark salió fuera por el porche trasero para ver cómo estaba Louis. Un poco antes, había dejado un mensaje en el contestador del acuario, había ido a la tienda para comprar lo que creía que necesitaba: un saco de dormir fino, una linterna, una almohada barata y repelente de mosquitos.

No estaba muy tranquilo con la idea de que Louis durmiera a la intemperie, pero él parecía absolutamente decidido; debía reconocer que admiraba su impulso por proteger el nido. Había insistido en que estaría bien; en cierto modo, Mark sabía que eso era cierto. Al igual que la mayoría de la gente que se había criado en Manhattan, Louis había aprendido a ir con cuidado y había visto y experimentado bastantes cosas como para saber que a veces el mundo podía ser un lugar peligroso. Y lo más importante, el nido estaba a tan solo unos quince metros de la ventana de su habitación (que él pensaba tener toda la noche abierta), por lo que confiaba en que si le pasaba algo a Louis, lo oiría inmediatamente. A causa de la forma de la duna modelada por el viento y la ubicación del nido, era poco probable que nadie que pasara andando por la playa llegase a enterarse de que él estaba allí.

Sin embargo, Louis sólo tenía diecisiete años, y él era su padre, lo cual significaba que probablemente acabaría por salir para confirmar que estaba bien varias veces aquella noche. Estaba seguro de que no conseguiría dormir seguido hasta el amanecer.

La luna era sólo una fina rendija, pero el cielo estaba despejado; mientras avanzaba entre las sombras, se acordó de la conversación que habían mantenido. Se preguntó cómo se había sentido Louis al ver que él había escondido el piano. ¿Se levantaría a la mañana siguiente con la misma actitud desafiante que había tenido desde que había llegado? No sabía. Mientras se acercaba lo suficiente como para distinguir la silueta de Louis durmiendo, pensó que el juego de luces y sombras le otorgaban un aspecto más joven y a la vez más mayor de lo que realmente era. Mark pensó de nuevo en los años que no había estado con él, viéndolo crecer, unos años perdidos que ya nunca recuperaría.

Se quedó de pie bastante rato, examinando la playa de arriba abajo. No vio a nadie, así que se dio la vuelta y entró en casa. Se sentó en el sofá y encendió el televisor; después de pasar de un canal a otro, acabó por apagarlo. Finalmente, se fue a su cuarto y arrastró los pies hasta la cama.

Se quedó dormido casi inmediatamente, pero se despertó una hora más tarde. Salió de puntillas al exterior para ver cómo estaba su hijo, a quien quería más que a su propia vida.

por **Dimples'sHarold** Sáb 20 Jul 2013, 3:02 am

las tortuguitas!!! :') lou el superman de las tortugas

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 7:29 am

Dimples'sHarold escribió:las tortuguitas!!! :') lou el superman de las tortugas

Lo sé, y lo mejor de todo es que esto sólo indica la pronta aparición de Harry en la historia.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **•Luciana•unicornia•** Sáb 20 Jul 2013, 8:20 am

Oooo me perdí dos capitulao
Pero ame los dos
Sabía que eso pasaría!!! Sabía qe blaze haría que lo arresten ( vi la película ) haha
Todo por zayn gggg amo a zayn
Pero en esta novela se esta ganando mi
Odio :(
Ame los capítulos
Síguela ;)

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 8:24 am

•Luciana•unicornia• escribió:Oooo me perdí dos capitulao
Pero ame los dos
Sabía que eso pasaría!!! Sabía qe blaze haría que lo arresten ( vi la película ) haha
Todo por zayn gggg amo a zayn
Pero en esta novela se esta ganando mi
Odio :(
Ame los capítulos
Síguela ;)

Jajaja sabía que no podían adivinar el futuro, tenían que ver la pelicula, ¡Rayos!
Seguiré pronto.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **diana perez tellez** Sáb 20 Jul 2013, 9:42 am

hola!!!! mi nombre es diana tengo 17 años.
y amo con loca pasión tu novela!!!! :(L): :(L): es hermosa!!!
ya quiero Larry!!!!!
Larry Larry Larry Larry Larry.
blaze es una grosera.

por **MajooSancheezz** Sáb 20 Jul 2013, 10:05 am

HAY HAY HARRY SE ACERCA! LO SÉ! MARK ES TAN TIERNO! :) COMO EN LA PELICULA, PERO NO VIMOS SU HISTORIA ASI QUE ME ENCANTA ESTO. SIGUELA! <3 The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 9 Frans185

The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 9 Frans185

The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 9 Pluginta

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 10:32 am

diana perez tellez escribió:hola!!!! mi nombre es diana tengo 17 años.
y amo con loca pasión tu novela!!!! :(L): :(L): es hermosa!!!
ya quiero Larry!!!!!
Larry Larry Larry Larry Larry.
blaze es una grosera.

¡Bienvenida Diana!
Bueno, en sí la novela no es mía, es de un autor llamado Nicholas Sparks, yo sólo la adapto.
Te mando un enorme abrazo.
Pronto habrá Larry. :hug:

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 10:33 am

MajooSancheezz escribió:HAY HAY HARRY SE ACERCA! LO SÉ! MARK ES TAN TIERNO! :) COMO EN LA PELICULA, PERO NO VIMOS SU HISTORIA ASI QUE ME ENCANTA ESTO. SIGUELA! <3

Mark es un padre ejemplar!.
Te mando un enorme abrazo.
Sigo mañana. :hug:

por Invitado Sáb 20 Jul 2013, 2:23 pm

Cuanto mas se sabe sobre la historia de Mark, mas deprimente se pone.
Pobre hombre.
Por suerte despues de esto Louis parece empezar a cambiar de actitud.
seguila pronto por favor!
Adios ♥

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 3:00 pm

Debby1D escribió:Cuanto mas se sabe sobre la historia de Mark, mas deprimente se pone.
Pobre hombre.
Por suerte despues de esto Louis parece empezar a cambiar de actitud.
seguila pronto por favor!
Adios

Lo sé, es demasiado triste el hecho de que haya tenido poco cariño durante su infancia.
Te mando un enorme abrazo.
Seguiré mañana. :hug:

por **TomlinsonLover** Sáb 20 Jul 2013, 6:16 pm

ya llegaron las tortugaaaas! yeiiiiii
ya falta poquito para que aparezca nuevamente harry!!
Mark es absolutamente increible
en cada accion que realiza me nota el amor infinito que
tiene por sus hijos.
y ahora tambien comienza de a poquito el cambio de relacion
padre-hijo awwww
Charlotte me encantaaa ♥

seguila pronto!!
un beso :)

por **anne_mir** Sáb 20 Jul 2013, 6:30 pm

TomlinsonLover escribió:
ya llegaron las tortugaaaas! yeiiiiii
ya falta poquito para que aparezca nuevamente harry!!
Mark es absolutamente increible
en cada accion que realiza me nota el amor infinito que
tiene por sus hijos.
y ahora tambien comienza de a poquito el cambio de relacion
padre-hijo awwww
Charlotte me encantaaa

seguila pronto!!
un beso :)

Charlotte es totalmente adorable!
Te mando un enorme abrazo.
Mañana mismo continúo. :hug:

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