Re: The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D

por **MajooSancheezz** Mar 16 Jul 2013, 5:24 pm

Me hace tan mal lo que le paso a Mark, me gusto su historia pero a la vez me causa tanta lastima. Ame que pongas esto :) Siguela The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 8 Frans185

The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 8 Frans185

The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 8 Pluginta

por **anne_mir** Mar 16 Jul 2013, 6:03 pm

MajooSancheezz escribió:Me hace tan mal lo que le paso a Mark, me gusto su historia pero a la vez me causa tanta lastima. Ame que pongas esto :) Siguela

Más que nada creo que su historia deja demasiadas enseñanzas y plaga el alma de ternura. Quien no se conmueva con él es porque simplemente no tiene corazón.
Te mando un enorme abrazo.
:hug:

por **•Luciana•unicornia•** Mar 16 Jul 2013, 6:32 pm

Aaaaa no me imaginaba eso el papa de louis es una persona muy fuerte con todo lo que a tenido que librar
Ame el capítulo
Síguela ;)

por **anne_mir** Mar 16 Jul 2013, 7:51 pm

•Luciana•unicornia• escribió:Aaaaa no me imaginaba eso el papa de louis es una persona muy fuerte con todo lo que a tenido que librar
Ame el capítulo
Síguela ;)

A mi parecer, es una persona absolutamente admirable.
Te mando un enorme abrazo.
:hug:

por **TomlinsonLover** Mar 16 Jul 2013, 8:37 pm

ahiiii esa historia, que triste y hermosa :(
que hombre increible!
que bueno que uno de sus hijos por lo menos lo aprovecha
si yo tuviera un papa asi... esta historia a mi tambien
me hace pensar en mi familia, no exacto en un padre
(porque no lo tengo) pero ya la pelicula me habia hecho
pensar distinto, ahora leer tan perfecto la historia de ese padre
mas todavia, te deja pensando...

increible cap,
seguila pronto! :)

por **anne_mir** Mar 16 Jul 2013, 11:15 pm

TomlinsonLover escribió:
ahiiii esa historia, que triste y hermosa :(
que hombre increible!
que bueno que uno de sus hijos por lo menos lo aprovecha
si yo tuviera un papa asi... esta historia a mi tambien
me hace pensar en mi familia, no exacto en un padre
(porque no lo tengo) pero ya la pelicula me habia hecho
pensar distinto, ahora leer tan perfecto la historia de ese padre
mas todavia, te deja pensando...

increible cap,
seguila pronto! :)

Lo sé, es totalmente hermosa, triste, perfecta, tan llena de sentimientos.
Te mando un enorme abrazo.
:hug:

por Invitado Miér 17 Jul 2013, 1:49 am

Posiblemente la clave de porque Mark es tan tolerante y permisivo con Louis, se deba a que su padre fue todo lo contrario.
Que tipo repugnante, no pudo demostrar afecto a su hijo ni cuando estaba a punto de morir :S
Ojala Louis cambie de actitud con el :/
Seguila pronto por favor!
Adios ♥

por **anne_mir** Miér 17 Jul 2013, 10:48 am

Debby1D escribió:Posiblemente la clave de porque Mark es tan tolerante y permisivo con Louis, se deba a que su padre fue todo lo contrario.
Que tipo repugnante, no pudo demostrar afecto a su hijo ni cuando estaba a punto de morir :S
Ojala Louis cambie de actitud con el :/
Seguila pronto por favor!
Adios

Probablemente sea eso, pero iremos dándonos cuenta en el correr de los capítulos.
Sé que es un poco dura la historia del padre de Louis, pero creo que deja demasiadas cosas en las cuales pensar seriamente.
Te mando un abrazo.
Ahora sigo. :hug:

por **anne_mir** Miér 17 Jul 2013, 10:52 am

Anne: Hoy subiré el primer capítulo de "Airport", estén pendientes. Un abrazo. :hug:

Louis.

The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 8 1om

Durante un rato, un numeroso grupo de jóvenes se congregó en el Bower’s Point, pero uno a uno se fueron marchando hasta que al final sólo quedaron los cinco de siempre. Algunos no estaban mal, incluso había dos que le habían resultado interesantes, pero entonces empezó a correr el licor y la cerveza, y todos excepto Louis empezaron a pensar que eran más divertidos de lo que eran en realidad. Después de un rato, la fiesta le pareció tediosa, como de costumbre.

Se hallaba de pie, solo, en la orilla. A su espalda, cerca de la fogata, Teddy y Lance estaban fumando, bebiendo, y de vez en cuando se lanzaban bolas de fuego el uno al otro; Blaze, pegada a Zayn, ya no era capaz de articular las palabras correctamente. Además, se estaba haciendo tarde. Quizá no según los hábitos de su vida nocturna en Nueva York (en su ciudad, Louis no empezaba la ronda por las discotecas hasta después de la medianoche), pero teniendo en cuenta la hora a la que se había levantado… había sido un día muy largo. Estaba cansado.

Pensaba pasarse todo el día siguiente durmiendo. Cuando llegara a casa, colgaría toallas o una manta en la barra de las cortinas (por Dios, la clavaría en la pared, si era necesario). No pensaba pasarse el resto del verano despertándose a la misma hora que los granjeros, ni siquiera aunque planeara pasar el día en la playa con Blaze. Esa chica lo había sorprendido con aquella sugerencia, y la verdad era que le había parecido una buena idea. Además, tampoco era que tuviera mucho más que hacer. Unas horas antes, después de marcharse de la cafetería, Blaze y él habían paseado por casi todas las tiendas cercanas (incluida la tienda de discos, muy sorprendente, por cierto) y después habían acabado en casa de Blaze viendo “El club de los cinco” en la tele mientras su madre estaba en el trabajo. A pesar de que era una película de los años ochenta, a Louis le seguía gustando, la había visto por lo menos una docena de veces. Aunque estuviera pasada de moda, le parecía sorprendentemente real. Más real que lo que estaba pasando aquella noche, especialmente porque cuanto más bebía Blaze, más ignoraba a Louis y más se pegaba a Zayn.

Louis ya había llegado a la conclusión de que ni le gustaba ni confiaba en ese chico. Su radar funcionaba muy bien en lo que concernía a chicos, y enseguida había detectado algo “feo, muy feo” en ese chico. Lo veía en sus ojos, cuando hablaba con él. Decía cosas que tenían sentido (por lo menos no había vuelto a mencionar la majadería de marcharse a Florida juntos, ¡vaya tontería!), pero cuanto más tiempo pasaba con él, más molestia le provocaba. Tampoco le gustaban ni Teddy ni Lance, pero Zayn… Tenía la impresión de que se comportaba de un modo normal simplemente como juego, para manipular a los demás.

Y Blaze…

Qué extraño le había parecido estar en su casa unas horas antes, porque allí todo parecía normal. La casa estaba en un callejón sin salida y tenía unas contraventanas de un color azul intenso; una bandera norteamericana ondeaba en el porche. En su interior, las paredes estaban pintadas de colores alegres, y en el centro de la mesa del comedor destacaba un jarrón con flores naturales. Todo estaba limpio, aunque no de un modo que denotara que la madre de Blaze fuera una neurótica del orden. En la cocina, sobre la mesa, había dinero junto con una nota para Blaze. Cuando Louis encontró a Blaze guardándose disimuladamente unos cuantos billetes en el bolsillo y leyendo la nota, Blaze mencionó que su madre siempre le dejaba dinero. Era una forma de saber que Blaze estaba bien cuando no regresaba a casa.

Qué extraño.

Lo que realmente quería hablar con Blaze era acerca de Zayn, aunque sabía que no resultaría fácil. Había aprendido la lección con Eleanor (Eleanor vivía en una negación constante), pero a pesar de ello, tenía que hacerlo. Zayn era una persona conflictiva, y Blaze estaría mucho mejor sin él, de eso no le cabía la menor duda. Se preguntó cómo era posible que esa chica no se diera cuenta. Quizá se decidiera a hablar con ella a la mañana siguiente, en la playa.

- ¿Te aburres con nosotros?

Al darse vuelta, vio a Zayn de pie, detrás de él. Sostenía una bola de fuego; se la pasaba por el dorso de la mano.

- Sólo quería acercarme un poco a la orilla.

- ¿Quieres que te traiga una cerveza?

Por la forma en que se le ofreció, era obvio que sabía lo que él iba a responder.

- No bebo

- ¿Por qué?

“Porque el alcohol hace que la gente se comporte de un modo estúpido”, podría haber contestado. Pero no lo hizo. Sabía que cualquier explicación que ofreciera únicamente prolongaría la conversación.

- Porque no.

- ¿Sólo porque no? – lo provocó Zayn.

- Exactamente. Porque no.

En la oscuridad, Zayn esbozó una leve sonrisa, pero sus ojos brillaron como dos tenebrosos hoyos.

- ¿Te crees mejor que nosotros?

- No.

- Pues entonces ven a sentarte con nosotros. – Señaló hacia la fogata.

- Estoy bien aquí.

Zayn giró levemente la cabeza para echar un vistazo encima de su hombro. Detrás de él, Louis podía ver a Blaze hurgando en la nevera portátil en busca de otra cerveza, lo cual era precisamente lo último que necesitaba. Ya no se sostenía de pie sin tambalearse.

Sin previo aviso, Zayn dio un paso hacia él y lo agarró de la cintura, estrechándolo con un brazo para atraerlo hacia su cuerpo.

- ¿Qué tal si damos un paseo por la playa?

- No, no tengo ganas. Y quítame las manos de encima – contestó con un tono exasperado, apretando los dientes.

Él no se alejó. Louis sabía que Zayn estaba disfrutando.

- ¿Es por Blaze?

- No, simplemente es porque no quiero irme contigo, ¿de acuerdo?

- A Blaze no le importará.

Louis retrocedió un paso, incrementando la distancia entre ellos.

- Pues a mí sí me importa. Además, tengo que irme.

Zayn continuó mirándolo fijamente.

- Bien, de acuerdo. – Entonces, después de una pausa, alzó la voz para que los otros pudieran oírlo -: No, gracias, prefiero quedarme aquí. Pero gracias de todos modos por pedirme que te acompañe.

Louis se quedó demasiado pasmado como para articular respuesta. En vez de eso, se limitó a alejarse playa abajo, consciente de que Blaze lo estaba mirando. Con una desagradable opresión en el pecho, deseó que se lo tragara la tierra.

…

En casa, su padre estaba tocando el piano. Tan pronto como Louis entró, él miró el reloj de reojo. Después de lo que le acababa de pasar, no estaba de humor para hablar con él, así que se dirigió al pasillo sin decir palabra. Sin embargo, él debió de haber notado algo en su expresión, porque lo llamó.

- ¿Estás bien?

Louis vaciló unos instantes.

- Sí, estoy bien – contestó.

- ¿Seguro?

- No quiero hablar de ello.

Mark lo estudió antes de contestar.

- De acuerdo.

- ¿Hay algo que quieras decirme?

- Son casi las dos de la madrugada – señaló él.

- ¿Y?

Mark se inclinó sobre el teclado.

- Queda un poco de pasta en la nevera, por si tienes hambre.

Louis tuvo que admitir que lo había sorprendido con aquella respuesta. Ningún sermón, ninguna orden, ninguna mención de las normas. Justo lo opuesto a lo que hubiera hecho su madre. Sacudió la cabeza y se fue a la habitación, preguntándose si alguien o algo era normal en aquella localidad.

…

Olvidó colgar la manta sobre la ventana, y el inclemente sol penetró en la habitación, despertándolo después de haber dormido apenas seis horas.

Refunfuñando, dio varias vueltas en la cama y se cubrió la cabeza con la almohada antes de recordar lo que había sucedido en la playa la noche anterior. Entonces se sentó, con la certeza de que ya no conseguiría dormirse de nuevo.

Realmente, Zayn le provocaba una intensa aprensión.

Lo primero que pensó fue que debería haber dicho algo la noche anterior, cuando él lo dejó en ridículo delante del resto. Algo como: “¿Se puede saber qué rayos te estás inventando?”, o: “¡Si crees que me iría a algún lugar contigo, es que no estás bien de la cabeza!”. Pero no lo había hecho y sospechaba que marcharse sin replicar era lo peor que había podido hacer.

Tenía que hablar con Blaze. Necesitaba hacerlo.

Con un suspiro, se levantó penosamente de la cama y arrastró los pies hasta el cuarto de baño. Se duchó rápidamente, metió el traje de baño, una toalla y un tubo de crema de protección solar en una bolsa bandolera. Cuando finalmente estuvo listo, oyó nuevamente a su padre, que estaba tocando el piano. Otra vez. Ni en el piso de Nueva York recordaba que su padre tocara tanto. Escuchó la música y reconoció una de las piezas que él había tocado en el Carnegie Hall, la misma del CD que su madre había puesto en el coche.

¡Como si no tuviera suficientes dolores de cabeza!

Necesitaba encontrar a Blaze para explicarle exactamente lo que había sucedido. Por supuesto, el problema iba a ser hacerlo sin dejar a Zayn como un vil mentiroso. Blaze querría creer a Zayn, y quien sabía lo que ese bandido le había contado después, cuando él se marchó. Pero ya lidiaría con esa cuestión cuando llegase el momento; con un poco de suerte, el hecho de estar tumbados bajo el sol suavizaría la incómoda situación y podría sacar el tema a la luz con toda la naturalidad del mundo.

Louis salió de su cuarto y recorrió el pasillo justo cuando la música del comedor tocaba a su fin; a continuación sonó la segunda pieza que él había interpretado en el Carnegie Hall.

Se detuvo un instante para ajustarse la bandolera al hombro. Muy propio de su padre. Claro, lo había oído que se estaba duchando, así que sabía que estaba despierto. Era evidente que intentaba atraerlo hacia un espacio neutral.

Pues no lo conseguiría. No aquel día. “Lo siento, papá”. Tenía cosas que hacer. Realmente no estaba de humor para soportar quedarse allí, con su padre.

Estaba a punto de salir rápidamente por la puerta cuando Charlotte apareció en la puerta de la cocina.

- ¿No te dije que desayunaras algo saludable? – le dijo su padre.

- Y eso es lo que hago. Me he preparado un bollo dulce relleno de chocolate.

- Yo me refería a cereales o algo así.

- Esto tiene azúcar. – La expresión de Charlotte era totalmente sincera -. Necesito energía, papá.

Louis avanzó rápidamente hacia el comedor, con la esperanza de alcanzar la puerta antes de que su padre intentase hablar con él.

Charlotte sonrió.

- ¡Ah! ¡Hola, Louis! – lo saludó.

- Hola, Charlotte. Adiós, Charlotte. – Tomó el pomo de la puerta.

- ¿Lou? – Oyó que su padre lo llamaba. Dejó de tocar -. ¿Podemos hablar sobre lo de anoche?

- Ahora no tengo tiempo – contestó, ajustándose la bandolera.

- Sólo quiero saber dónde estuviste todo el día.

- Por ahí. No es importante.

- Sí que es importante.

- No, papá – replicó él, con la voz firme -. Y tengo cosas que hacer, ¿de acuerdo?

Charlotte se acercó a la puerta con su bollo dulce relleno de chocolate.

- ¿Qué cosas? ¿A dónde vas ahora?

Aquella era precisamente la conversación que había querido evitar.

- No te importa.

- ¿Y cuándo volverás?

- No lo sé.

- ¿Volverás a la hora de comer... o de cenar?

- No lo sé – soltó un bufido de exasperación -. Me marcho.

Su padre empezó a tocar el piano de nuevo. La tercera pieza del Carnegie Hall. Probablemente pensaba tocar todo el CD que su madre había puesto en el coche.

- Más tarde iremos a hacer volar una cometa. Papá y yo, quiero decir.

Louis no pareció oírla. En lugar de eso, se dirigió directamente hacia su padre.

- ¿Quieres dejar de tocar eso?

Mark dejó de tocar abruptamente.

- ¿Qué?

- ¡La música que estás tocando! ¿Crees que no reconozco esas melodías? Sé lo que pretendes, y ya te he dicho que no pienso volver a tocar.

- Te creo – asintió él.

- Entonces, ¿por qué continúas provocándome? ¿Por qué cada vez que lo veo estás ahí, sentado, golpeando el piano?

Mark parecía genuinamente confuso.

- No lo hago por ti – explicó -. Simplemente es que… hace que me sienta mejor.

- Pues a mí me irrita. ¿No lo entiendes? ¡Odio el piano! ¡Odio recordar cuando tenía que tocar cada día! ¡Y odio tener que ver ese objeto cada día!

Antes de que su padre pudiera articular palabra, se dio la vuelta, le arrebató a Charlotte el bollo dulce con semblante molesto y se encaminó hacia la puerta con paso furioso.

…

Después de dos horas buscándola, Louis encontró a Blaze en la misma tienda de discos en la que habían estado el día anterior, a un par de manzanas del muelle. No sabía que esperar la primera vez que entró a aquella tienda (parecía un poco anticuada en aquellos días de la era de los iPod y de las descargas por internet), pero Blaze le había asegurado que la visita valdría la pena, y había acertado.

Además de los CD, tenían discos de vinilo (miles de ellos, algunos parecían objetos de coleccionista, incluida una copia todavía sin abrir de Abbey Road) y un montón de viejos discos de 45 revoluciones colgados en la pared con firmas de gente como Elvis Presley, Bob Marley y Ritchie Valens. A Louis le sorprendió que no los tuvieran vigilados bajo llave. Tenían que ser valiosos, pero el individuo que atendía la tienda parecía como si estuviera anclado en la época de los sesenta y por lo visto conocía a todo el mundo. Tenía el pelo gris y largo, hasta la cintura, atado en una cola de caballo, y sus gafas eran como el modelo favorito de John Lennon. Llevaba sandalias y una camisa hawaiana, y a pesar de que por edad podría haber sido el abuelo de Louis, sabía más de música que ninguna otra persona que él hubiera conocido antes, incluso sobre música underground que él ni siquiera había escuchado en Nueva York. A lo largo de la pared había una fila e auriculares para que los clientes pudieran escuchar los álbumes y los CD o bajarse la música al iPod. Desde el exterior, por la ventana, miró a Blaze de pie, sosteniendo con una mano el auricular en la oreja, y con la otra mano dando golpecitos sobre la mesa al ritmo de la música que estaba escuchando.

Era más que obvio que no pensaba pasar el día en la playa.

Louis aspiró hondo y entró a la tienda. Por muy mal que sonara, esperó que Blaze hubiera estado tan ebria como para no acordarse de nada de lo que había sucedido. O incluso mejor, que hubiera estado lo bastante sobria como para saber que Louis no estaba interesado en Zayn, en absoluto.

Tan pronto como empezó a descender por el pasillo de los CD, tuvo la impresión de que Blaze lo esperaba. Bajó el volumen de los auriculares, aunque no se los apartó de las orejas, y le dio la espalda. Louis todavía podía oír la música, una melodía estridente y enloquecedora que no reconoció. Blaze recogió varios CD.

- Pensé que éramos amigos – le echó en cara.

- Y lo somos – insistió Louis -. Llevo toda la mañana buscándote porque no quería que te llevaras una idea errónea de lo que pasó ayer.

La expresión de Blaze era seria.

- ¿Te refieres a pedirle a Zayn que se marchara contigo?

- Eso no fue lo que pasó – se defendió Louis -. Yo no se lo pedí. No entiendo a qué juega…

- ¿A qué juega? ¿Él? – Blaze se quitó los auriculares de mala gana -. ¡Vi como lo devorabas con los ojos! ¡Oí lo que le decías!

- ¡Pero si no se lo dije! Yo no le pedí que nos fuéramos juntos a…

- ¡Intentaste besarlo!

- ¿Qué dices? Yo no intenté besarlo.

Blaze avanzó un paso.

- ¡Zayn me lo dijo!

- ¡Entonces Zayn miente! – respondió Louis, plantándole la cara -. Realmente hay algo feo, muy feo en ese chico.

- No… no… ni se te ocurra criticarlo…

- Te ha mentido. Ni loco lo besaría. No me gusta, en absoluto. La única razón por la que acepté ir a esa fiesta fue porque tú me lo pediste.

Blaze no dijo nada, y Louis se preguntó si finalmente le estaba abriendo los ojos.

- Me da igual – refunfuñó Blaze finalmente. Su tono no dejaba lugar a dudas de que realmente sentía lo que decía.

Blaze caminó hacia la puerta y al pasar por su lado le dio un empujón. Louis la siguió con la mirada, sin estar seguro de si se sentía ofendido. A través de la ventana, vio salir a Blaze con paso impetuoso.

Lamentablemente no había conseguido aclarar la situación.

Louis no estaba seguro de qué hacer a continuación: no quería ir a la playa, pero tampoco quería regresar a casa. No tenía ningún coche a su disposición y no conocía a nadie. Aquello significaba… ¿Qué? Quizás acabaría pasando el verano en algún banco dando de comer a las palomas como algunos de aquellos personajes tan estrambóticos que había visto en Central Park. Quizás acabaría por reconocer a cada una de las palomas…

Al salir de la tienda, sus pensamientos se vieron bloqueados por el repentino pitido de una alarma, y echó un vistazo por encima del hombro, primero con curiosidad y después confundido, mientras se daba cuenta de lo que sucedía. Sólo había una puerta para entrar y salir de la tienda.

Cuando quiso darse cuenta, el individuo de la coleta corría hacia él.

Louis no intentó escapar porque sabía que no había hecho nada malo; cuando el hombre de la coleta le pidió su bolso, no vio ninguna razón para no dárselo. Obviamente, se trataba de un error. Cuando el hombre sacó dos CD y media docena de discos de cuarenta revoluciones firmados de su bandolera comprendió que no se había equivocado cuando había tenido la impresión de que Blaze parecía estar esperándolo. Los CD eran los que Blaze tenía en las manos, y había tomado los discos de 45 revoluciones de la pared. Aturdido, empezó a comprender que lo había planeado todo minuciosamente.

Louis empezó a sentirse mareado. Apenas oyó al encargado de la tienda cuando le dijo que la Policía ya estaba en camino.

por **Dimples'sHarold** Miér 17 Jul 2013, 12:32 pm

cabrona que es !!!!

por **anne_mir** Miér 17 Jul 2013, 12:40 pm

Dimples'sHarold escribió:cabrona que es !!!!

Jajajaja corto, pero explícito.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **MajooSancheezz** Miér 17 Jul 2013, 12:49 pm

SIGUELA! ME ACUERDO DE ESO EN LA PELICULA! HAHA XD TAN CIEGA QUE ES BLAZE. ZAYN TONTO. ME ENCANTA! The Last Song [Larry Stylinson] (Adaptación). Capítulo 15 Publicado :D - Página 8 Frans185

por **anne_mir** Miér 17 Jul 2013, 12:54 pm

MajooSancheezz escribió:SIGUELA! ME ACUERDO DE ESO EN LA PELICULA! HAHA XD TAN CIEGA QUE ES BLAZE. ZAYN TONTO. ME ENCANTA!

Creo que es una de las mejores partes de la película.
Te mando un enorme abrazo. :hug:

por **TomlinsonLover** Miér 17 Jul 2013, 6:37 pm

asssssh odio a zayn y blaze!
tonta, tonta ella!
cuando se de cuenta sera demasiado tarde, pero bue..
ella se pierde la verdadera amistad de lou.
sigue siendo igual de triste lo de mark y louis :(
ya falta poco para que empiece lo bueno bueno jaja

seguila pronto! (:
un beso

por **anne_mir** Miér 17 Jul 2013, 6:39 pm

TomlinsonLover escribió:
asssssh odio a zayn y blaze!
tonta, tonta ella!
cuando se de cuenta sera demasiado tarde, pero bue..
ella se pierde la verdadera amistad de lou.
sigue siendo igual de triste lo de mark y louis :(
ya falta poco para que empiece lo bueno bueno jaja

seguila pronto! (:
un beso

¡Ya falta menos!
Te mando un enorme abrazo.
:hug:

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