Fly Me To The Top [HS]

SIII ya vamos por el 26 :D me encanta que te encante, te quiero! xx

SIIII George Shelley baby! En lo personal me gusta más Josh Cuthbert pero hay algo sobre George que awww alshñaoussg la seguiré pronto, hoy se estrena nuevo cap! Espero que tú tengas la suerte suficiente para escabullirte y poder usar esa compu a escondidas, y si no, velo por este lado: para cuando la uses tendrás más capítulos por leer! Lista para un nuevo cap?
xx

Capítulo 26

Alison volvió al departamento y contestó el mensaje de Jay. Se verían a las 9 en un bar cerca de ahí. Al entrar al departamento estábamos Lenna, Tatiana y yo.

—Hola chicas, ya volví —nos saludó.

—Hola —le dijimos todas.

—Eh, Ali ¡ya te vimos de coqueta! —le dije. Yo estaba en la cocina y las demás chicas en la sala.

—Luego te cuento a detalle, saldré con él en un rato —me dijo con una sonrisa que apenas le cabía en el rostro.

—De acuerdo, ¡espero la exclusiva! —le dije y ella se metió a su cuarto sin hacer mas plática.

—Chicas, ¿quieren spaghetti o mejor lasagna? —les pregunté. Ese día me tocaba a mí cocinar y aprovechando que Tatiana estaba de visita, quise sorprenderlas con algo italiano.

—¡Lasagna! —gritó Alison desde el cuarto. En eso sonó el timbre.

—¡Voy! —sacudí mis manos en el delantal que llevaba y caminé hacia la puerta. Me asomé por el ojo de la puerta. Era un joven, pero no alcancé a ver su cara, así que abrí.

—¿Sí? —le dije.

—Disculpa aquí vive... —su mirada pasó a tener un tono de confusión —¿Alex?

—¡Niall! ¿Qué haces por aquí?

—Oye, lo siento, me equivoqué de edificio, creo... —me decía confundido.

—¿A quién buscas? Tal vez te pueda ayudar…

—Es que, bueno, el día de la fiesta traje a una muchacha. Estoy casi seguro de que era este departamento, pero tú vives aquí, así que no creo que sea el mismo.

—¿Cómo se llama? Porque mis amigas también viven aquí…

—Sophia…

—¿Sophia? —le repetí sorprendida, según yo él había estado con Camila esa noche.

—Sí, Sophia. ¿La conoces? —empujé a Niall, y cerré la puerta, ambos nos quedamos fuera del departamento.

—¿Qué te pasa? —me dijo con un tono indignado.

—Sí, Sophia es mi amiga, vive en Manchester, y sí, vino el día de la fiesta, pero creí que tu saldrías con Camila…

—¿Camila?

—Sí, una chica de vestido rojo… ¿Te suena? —pregunté alzando una ceja.

—¡Cierto! ¡Camila! Pero bueno, ella fue el enredo de Zayn, yo ni siquiera la llamé...

—¿La llamaron? —interrumpí.

—No lo sé. Zayn tuvo la culpa. Como sea, dime, Sophia, ¿volverá?

—¿Zayn la llamó? ¿Zayn no estaba con Linda?

—Sí, toda la noche estuvieron juntos, pero dime, ¿volverá?

—Sí, pero no sé cuando, no sé cuando le toque Londres.

—Uhm, entonces creo que tendremos que hacer gira a Manchester.

—Si quieres te doy su número —ofrecí.

—¡Claro! ¿Cómo no se me ocurrió antes?

—Espera, voy por mi celular —entré al departamento, sin hacer mucho ruido para que las chicas no me escucharan y salí de nuevo —Aquí está… —Niall lo anotó, se despidió de mí y se fue. Yo entré de nuevo al departamento, a seguir cocinando.


—Chicos, ¿alguien sabe dónde esta Niall? —preguntó Harry.

—No, lo vi salir, pero no dijo a dónde… —contestó Liam.

—Tal vez se fue a embriagar, como lo ha hecho estos últimos días… —añadió Zayn.

—Cállate, no sabes lo que dices —dijo Harry molesto por el comentario.

—Cierto, lo he visto ebrio estos días, ¿saben por qué? —dijo Liam.

—Por idiota —dijo Zayn.

—Cállate —le dio un golpe en la cabeza —Niall anda algo raro, pero no se pone ebrio. Yo lo he visto llegar. Llega tarde, sí, pero no llega ebrio, ni siquiera se le nota que haya tomado, se ve algo triste…

—Pues no sé. Tal vez anda en sus días —bromeó Zayn.

—Pues ya que venga intentaré hablar con él —dijo Liam.

—Mejor lo hago yo —dijo Harry.


—De acuerdo, me voy. Deséenme suerte —dijo Alison, terminando de ponerse el labial.

—¡Suerte chica! —le dije.

—Me saludas a George —le dijo Lenna.

—¿A quién?

—Shelley.

—¿Quién es Shelley? —preguntó Alison

—¡Jay! —interrumpí yo

—Ah, Jay. De acuerdo, Shelley, se oye raro. Parece como de mujer.

Tatiana y Alison se empezaron a reír.

—Sí, se oye raro —le dije, y la acompañé a la salida.

Un rato después, Tatiana se regresó a su departamento, y Lenna salió con Liam. Me quedé sola en casa, viendo televisión. La programación apestaba: 300 canales, y nada bueno para ver, así que decidí irme a dormir.

Capítulo 27

Las doce de la noche marcaba el reloj, y yo aún sin poder conciliar el sueño. Creo que la cena de ese día me había caído mal, había comido demasiado tal vez, o sería que el vuelo de Roma me afecto el reloj. No lo sé, pero mientras contaba en mi mente.

—12428 ovejas, 12429 ovejas, 12430 ovejas…

Sonó mi celular…

—¿Bueno?

—Hola, ¿te desperté?

—Ah, Harry. No, de hecho no puedo dormir, ¿qué pasa?

—Ah, nada realmente, solo quería hablar contigo.

—¿Sí? ¿Sobre qué?

—Pues, hace mucho que no te veo. Bueno, que no nos vemos. Extrañaba hablar contigo, no sé, tú me entiendes, sé que suena tonto, pero aún sigo pensando en Emma...

—Ah, Emma. Es eso…

—Sí, es tonto ¿verdad?

—No, yo también pienso en ella…

—Pero tú la conociste, yo la soñé. La extraño, y no sé qué hacer…

—Mira, yo la conocí bien, pregúntame algo que quieras saber sobre ella, así tal vez te calmes…

—De acuerdo...

Y el interrogatorio comenzó… Dos horas de hablar sobre Emma, creo que le dije la biografía completa. Cosas que tal vez le inventé porque nunca se me ocurrieron preguntarle a Emma, y cosas que creí que ya había olvidado. Harry parecía disfrutar la conversación mientras yo moría de sueño, oír su voz me parecía increíble, pero escuchar lo que me decía me deprimía un poco.

—Gracias, Alex.

—No hay de que, Harry.

—Oye, y dime, ¿qué ha sido de ti? Perdón por no preguntar antes pero, ¿qué tal Roma?

—Pues…

Y aquí empezó lo interesante de la llamada. Otras dos horas de terapia personal, conocernos más, dejando de lado a Emma, aunque su fantasma siempre estuviera presente entre los dos. Ahora sí éramos él y yo, platicando de todo y de nada, riendo y bromeando como si nos conociéramos de siempre. Podría llegar a decir que fue la mejor plática que tuve con un chico, si no fuera por el final…

—Oye, ¿crees que algún día pueda llegar a ir a visitar la tumba de Emma?

Ahí estábamos, hablando de ella de nuevo.

—Sí, algún día te llevaré.

—Gracias, Alex, descansa. Tengo que colgar ya, es tarde, ya casi amanece y mañana será un día agitado.

Mientras se despedía de mí, oí como si se bajara de un carro, unos segundos después escuché que abrió una puerta de casa, la cerró y bajó más la voz.

—Buenos días… —y me colgó.

Volteé a ver el reloj de mi buró. 4:25 am, todo daba vueltas en mi cabeza. Qué lástima me daba, el chico perfecto enamorado de un fantasma, que de paso era mi mejor amiga. ¿Qué hacer? ¿Llorar? ¿Para qué? Eso no lo haría olvidarla. Resignarme parecía la mejor opción. De hecho, era mi única opción.

Capítulo 28

Horas después, desperté de nuevo, ahora el reloj marcaba las 7:34 am. El sol entraba por mi ventana y ese rayito de sol que pegaba justo en mis ojos me hizo despertar. Me senté en mi cama, volteé al piso y mis pantuflas no estaban en su lugar. “Solo una persona pudo haber hecho esto” pensé. Salí del cuarto en busca de la roba-pantuflas y tal como lo sospeché.

—Camila Barlow, ¡devuélveme mis pantuflas! —salí gritando de mi habitación con un tono amenazante.

—¡Ya, ya! ¡Me cachaste! ¡Lo siento! —me contestó mientras comía un poco del flan que Tatiana había llevado para la cena de la noche anterior.

La verdad no era raro que Camila estuviese en nuestro departamento a esa hora, siempre llegaba a robar comida, y mis pantuflas, antes de irse a trabajar.

—Hoy tengo una sesión en Cardiff, pero venía a darles un mensaje de mi madre.

—¿Qué pasa?

—Pues algo pasó con sus teléfonos que no les puede marcar, pero el caso es que creo que les va a adelantar la residencia.

—¿Cómo?

—Sí, algo dijo pero no le entendí muy bien, mejor llámala tú.

—De acuerdo, la llamaré al rato… ¡Suerte con tu sesión!

—Gracias. Bueno me voy, solo venía a pasar el recado, toma tus pantuflas —y dicho esto se las quitó y las puso frente a mis pies.

—Gracias.

—Te quiero, me saludas a los osos que tienes por amigas.

—Con gusto, Barlow —dije riendo.

—Adiós —Camila salió del departamento, yo aproveche para meterme a bañar; pensaba ir a visitar a la señora Barlow. Después del baño, me arreglé y sin despertar ni a Lenna ni a Ali, salí rumbo a la aerolínea. La señora Barlow estaba desayunando, y me pidió que la acompañara.

—Alex, yo se que ustedes están muy bien en Londres. De hecho, me han servido mucho ahí, pero necesito que me hagan un favor.

—¿Qué pasa señora?

—Necesito que se me vayan una temporada a Irlanda…

—¿Irlanda?

—Sí, estamos inaugurando la ruta, y necesito sobrecargos allá.

—Claro. ¿Quiénes nos iríamos?

—Lenna, Alison, tú y creo que llamaré a alguna de París.

—Bien, yo les avisaré. ¿Cuándo nos iríamos?

—Mañana mismo. Los aviones serán transportados mañana, quiero que se vayan para allá, aunque las rutas empiezan a funcionar en cuatro días más.

—Está bien, yo me encargo de las chicas.

—Gracias, Alex. En verdad necesito este favor, y dentro de poco podrán escoger ya su residencia.

—Nos falta más de medio año.

—De hecho no. Cuando acabe el curso de nuevos elementos, en 3 meses, ustedes elegirán ya.

—Gracias señora.

—De nada.

Me terminé la taza de café con la señora y regresé al departamento a avisarles a las chicas. Al entrar al departamento, Liam estaba ahí con Lenna. Liam preparaba el desayuno, mientras Alison seguía dormida.

—Buenos días —saludé.

—¡Alex, hola! —me dijo Liam.

—¿Y tú qué andabas haciendo en la calle tan temprano? —me dijo Lenna.

—Lenna, tengo que hablar con ustedes… —Liam volteó a verme, sugiriendo su partida —No, Liam quédate, de todas maneras te enterarás…

—Alex, me preocupas. ¿Qué pasa?

—Espera, iré por Alison —me fui a su recámara y la desperté. Salió a la sala y sentados todos comencé a platicarles sobre los planes de la señora Barlow.

—¡Tres meses! —reclamó Alison.

—¿Irlanda? —preguntó Lenna.

—Sí, es mucho, pero nos servirá para mudarnos más rápido aquí.

—Amor, pero no te veré en tres meses —dijo Lenna abrazándolo y con un puchero.

—“Don't ever say you're lonely, just lay your problems on me and I'll be waiting here for you” —le dijo Liam, abrazándola más.

—Union J —dijo Lenna sonriendo al oír que Liam citaba una de sus canciones.

—¡Cierto, Jay! Tengo que avisarle —recordó Alison y se metió a su recámara a hablar por teléfono.

—¿Tú no le avisarás a Harry? —me preguntó Liam.

—No, bueno, creo que se enterará solo, ¿no? —obvié a Liam.

—Liam ¿qué te parece si salimos? Quiero decirle adiós a mi ciudad, no la veré por tres meses. No sé si sobreviviré.

Lenna y Liam salieron del departamento y a los minutos salió Alison. Yo no quería quedarme sola así que me fui de compras.

Capítulo 29

—Niall, ¿puedo hablar contigo? —le preguntó Harry entrando a su cuarto.

—Pasa, ¿qué quieres?

—Necesito un favor…

—¿Qué?

—Mira, las últimas noches, he estado saliendo a pasear por la cuidad. Me siento muy mal, estoy triste, no te burles, pero aún sigo con mi sueño. Aún la sueño, pero ahora no es igual. Ella me quiere decir algo, pero luego llega alguien y ahí termina.

—¿Y? ¿Cuál es el favor?

—Mira, he estado saliendo, pero me pongo tu ropa, uso tus gorras, no sé si lo has notado...

—¿En verdad? ¡Estás peor de lo que imaginé!

—No, Niall, escucha. Si les digo a Liam y Zayn que soy yo el que sale, me tomarán a loco, tú sabes que no entienden nada de sueños, no entienden y solo me harán sentir peor, porque yo no puedo olvidar.

—Y se supone que tengo que decir que el que sale soy yo, ¿no?

—Exacto, diles que te vas de fiesta, ellos no te dirán nada.

—Harry, solo porque te estimo demasiado, eres como mi hermano mayor, te seguiré la mentira. Pero hazte un favor: busca ayuda.

—Te lo prometo, y gracias por no decir nada —Harry salió del cuarto y se fue al cuarto de ensayos, a despejar un poco su mente.

Mientras tanto en París:

—Gracias por volar en aerolíneas Barlow, que tenga un buen día —despedía Lin al último pasajero del vuelo Lyon - París. Linda terminó su turno y se regresó a su departamento con Paola, pero al salir de su auto para entrar al edificio, sintió que su celular sonó.

Lin estaba confundida, el número que traía en su celular era el de Londres y regularmente sus mensajes llegaban al número de París. Abrió el mensaje, era de un número desconocido.

De: Número desconocido
Hi Princess
How ya doing?
I miss you like hell!
Hope you get a Paris - London flight soon
Love you!
xx Zayn

Linda comenzó a gritar cuando vio el mensaje, corrió hasta el apartamento y siguió gritando. Paola salió asustada.

—Pao, ¡mira lo que me mandó Zayn!

—¿Qué? —Linda le dio el celular.

—Creí que ya tenías el número de Zayn.

—Sí, pero no importa, me lo envió de otro. ¿No es un amor? —decía Linda ilusionada.

—Lin, cálmate, no es la gran cosa. Sería mejor si viniera, ¿no crees?

—Ugh, alguien necesita un poco de azúcar... Solo porque Louis no te manda mensajes crees que los demás nos tenemos que amargar como tu.

—Hey, ¿qué te pasa? —Paola se ponía a la defensiva.

—Es la verdad… ¿O me vas a decir que sí te manda?

—Pues... Louis no, pero Jack sí.

—¿Jack?

—Sí. Louis me envió uno hace mucho, pero ya no he sabido nada de él.

—Qué raro, pero bueno. Cuéntame qué pasa con Jack —Linda mostraba interés.

—Pues vendrá —Paola hacía cuentas mentales —creo que para el otro mes, vendrá a París de vacaciones.

—¿Vacaciones? ¿A Pao-landia?

—Tonta —comenzó a reír —Sí, creo que sí.