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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Capítulo 5
Si estuviera en mi sano juicio, me hubiera marchado en ese justo momento. Pero estaba congelada. Estábamos en una gran habitación, probablemente del tamaño de dos salones de clase juntos, y ahí estaban cerca de cincuenta estudiantes de último año de Clarence mirándome fijamente. Todos ellos estaban a nivel de Rodeo Drive, trajes elegantes y mesas redondas cubiertas — honestamente— con manteles blancos. En la parte delantera de la habitación, una pantalla gigante estaba suspendida del techo y proyectaba lo que parecía ser su graduación. Un hombre mayor estaba de pie detrás de un podio, su puntero laser señalaba algo en la pantalla mientras él, también, me miraba fijamente.
Hice una mueca, agaché mi cabeza, y tiré de Harry hacia la mesa más cercana. Mientras me movía hacia una silla para sentarme, él golpeó su pierna contra el asiento junto a mi lado. Quitó su mano de mi cadera y, discretamente tocando el largo de la silla, logró sentarse. En el frente de la habitación, el hombre aclaró su garganta, reclamando la atención de todos, y explicó: —Ahora, como estaba diciendo antes que el Sr. Styles, decidiera honrarnos a todos con su presencia,
siéntense por orden alfabético. Vamos a comenzar…
Estaba distraída por el susurro de los otros estudiantes. Al principio, podía únicamente escuchar trozos y piezas. Entonces, claramente oí la voz de una chica.
Me giré para ver a Kristy, sentada en una mesa cercana con otras cuatro chicas.
Una estaba susurrando: —Así que, estuve hablándole a esa chica que salió con Harry cuando él era estudiante de segundo año…
—De verdad, ¿Quien no salió con él? —Preguntó otra.
—Tú lo hiciste, Kristy. —Dijo la tercera.
Kristy disparó: —Sí, pero eso fue primer año, cuando estaba caliente. Ahora mira hacia él —todas las chicas se giraron y apresuradamente volví la cabeza hacia la pantalla—. Él está usando lentes de sol aquí adentro. No solía tener que esforzarse tanto para ser genial.
-¡Hey, no creo que él se miré tan mal! No es que me este preguntando cómo se miraría
sin lentes.
—¿Crees que ―está‖ ciego? —Preguntó la cuarta chica.
La primera chica dijo impacientemente: —Como te dije, estaba hablando de esta chica que salió con Harry y ―ella‖ dijo que él quería dedicar todo su tiempo a montar en su caballo. ¿Puedes creerlo?
—Vamos —casi puede ver a Kristy rodar sus ojos—. Harry y yo estuvimos siempre tonteando.
—Pero no creo que él tuviera una cita este año —susurró otra—. Tú sabes, ―antes‖
de desaparecer.
Mordí mi mejilla y mantuve mi cabeza mirando hacia el frente. Ellas estaban sólo
rumoreando. Sólo rumores. ¿A quién le importa su historial de citas, de todas maneras?
Traté de concentrarme en el Señor que estaba diciendo monótonamente: —Ahora,
denle la bienvenida a nuestro Valedictorian, Zayn Malik. Él dirá su discurso y sin
dudas serán bienvenidas todas las críticas constructivas que puedan ofrecer.
Después de todo, los discursos de Clarence tienen una historia de… —Blah. Blah.
Incapaz de resistir por más tiempo, me acerqué a Harry y susurré: —Entonces,
exactamente ¿cuántas de las… —eché una mirada alrededor de la habitación—,
treinta chicas en tu clase han salido contigo?
—Sólo una era de último año, pero tuve citas con trece chicas de Clarence —
respondió con facilidad—. Pero he tenido más citas, si me lo preguntas.
Murmuré: —Qué humilde, Romeo.
Respirando superficialmente, traté de no pensar en porqué me molestaba que él
hubiera salido con tantas chicas. Porque eso no era de mi incumbencia, ¡No lo es! Yo
he tenido citas antes, aunque ni de cerca son muchos chicos… como sea.
Vagamente escuché aplausos mientras el Valedictorian, o cualquiera que sea su
nombre, terminó de hablar. El hombre mayor, quien supongo era el director, reclamó su podio.
—Gracias, Zayn. Espero con interés tu discurso de mañana. Ahora, tendremos un breve descanso. Si tienen sed, la APM los proveerá de refrescos. En diez minutos escucharemos a las notas del Salutatorian por Sarah Tyson y luego el Cuerpo Estudiantil nos dirán sus planes para el baile después de la graduación.
Las conversaciones que había escuchado en susurros crecieron a decibeles más
fuertes. Empujé mi silla de la mesa y le pregunté con forzada amabilidad: —
¿Quieres algo?
Pareciendo incómodo, Harry cruzó sus brazos y dijo: —No lo sé, ¿Una coca-cola?
—De acuerdo —caminé hacia el lado de la habitación donde una mesa tenía latas
de refrescos y platos con galletas. Estaba mirando los numerosos tipos de
bocadillos, preguntándome cual escogería para mí, cuando sentí a alguien
acercándoseme. Me giré y salté, mirando a Kristy viéndome fijamente a apenas
unos centímetros. Plasme una sonrisa en mi rostro—. ¡Oh, hola!
—Hola. ___, ¿verdad? —ella tranquilamente extendió una mano y tomó una
galleta de azúcar—. Así que, ¿eres la cita de Harry?
—¿Qué? —estaba sorprendida por el atrevimiento de su pregunta—. Uh, no. Soy
su… asistente.
—Oh, ¿Asistente? —Kristy se inclinó más hacia mi espacio personal—. ¿Así que
Harry de verdad es‖ ciego? ¿O está fingiendo porque no quiere volver a la
escuela?
—No lo creo —miré hacia Harry, quien parecía estar mirando hacia el espacio
mientras que la habitación zumbaba a su alrededor. ¿Este era un elaborado plan para
no ir a la escuela? No lo había pensado antes. Dije tentativamente—: Una vez, lo
miré tropezar…
Kristy asintió, pero continuó hablando sobre mí. —Si yo fuera tú, me gustaría estar
segura de eso. Él podría sólo querer saltarse la escuela porque quiera evitar… a
alguien —ella apartó la mirada por un segundo y sabía que se refería a sí misma—.
Y él odia la cerveza de raíz. No hay manera de que él la beba, si pudiera ver la
bebida.
Dudé, mi mano se alejó de la lata de coca-cola hacia la invitante lata de cerveza de
raíz en la mesa. Él no podría estar engañándome, entonces ¿Por qué quería descubrir
su mentira? Incluso su hermano había dicho que pensaba que él no volvería a… Mis
dedos se cerraron alrededor de la cerveza de raíz y caminé de regreso hacia la mesa.
Abriendo la lata, la empujé hacia su mano. Mi estomago se contrajo de
anticipación mientras dije—: Aquí tienes.
La habitación se quedó en silencio, —quizás porque el Salutatorian estaba parado en
el podio— cuando Harry llevó la lata a sus labios. El mundo parecía ir en cámara
lenta. Miré como él tomaba un gran trago y hacia una mueca inmediatamente.
Golpeó la lata con la mesa y siseó: —¡Esto apesta! ¿Crees que fue divertido? —
empujó la silla hacia atrás y se levantó—. ¡La conseguiré por mi mismo!
La habitación estaba ahora con toda seguridad, completa y totalmente en silencio.
Podía sentir cien ojos mirando fijamente en nuestra dirección y luego las risas
comenzaron. Era horrible, fuertes carcajadas. Lo peor de todo, fue que pude ver
como el ruido se reflejaba en el horrorizado rostro de Harry cuando notó que la
escena la causamos nosotros. Él dio un paso hacia adelante, con la intención de
huir, pero mi silla estaba en su camino y, en un desastroso movimiento, él cayó
sobre sus rodillas.
Las suaves risas se replicaban y viajaban como ondas a través de los malvados
susurros mientras me ponía a su lado. Hablé en voz baja: —Oh, no, oh no.
Sobre los susurros, escuché a Kristy jadear: —Realmente es ciego.
Sintiendo mi toque, Harry alejó mi mano y gruñó: — ¡Aléjate de mí!
Vaya, me obligué a dar unos pasos hacia atrás para volver comenzar. Espera un
minuto… ¡Yo no voy a comenzar otra vez desde cero! Sé que cometí un gran, grave error,
pero no podía correr lejos y dejarlo abatido. Con un ánimo renovado, envolví mi
brazo alrededor de su cintura y lo ayudé a levantarse sobre sus pies. —Vamos.
Tenemos que salir de aquí. Esta vez, él no se resistió.
Salimos hacia el exterior, donde una ligera lluvia seguía cayendo del cielo. No sabía que decir, sin palabras lo guié hacia la puerta de pasajeros. Mientras me dirigía hacia el lado del conductor, lo escuché declarar en voz baja: —Me voy a casa.
Esta vez, no tenía otra elección que seguir sus palabras.
* * *
El viaje de regreso hacia la casa Styles fue un borrón de tenebrosa oscuridad y
lluvia. Sentía como si estuviera hundiéndome en mí misma, dentro de un solitario
oscuro lugar y me pregunté si era así como se sentía Harry sin su visión. Aturdida,
estacioné mi auto cerca de las escaleras y él quería salir por cuenta propia, pero se
detuvo con su mano en la manija de la puerta. Dijo en una voz baja: —Mañana, tengo que estar ahí a las siete. No llegues tarde esta vez. Con eso, salió y cerró la puerta de golpe. Me estremecí con la ráfaga de frío que entro en mi auto. Lo miré hasta que hizo su camino dentro de la casa; sabía, que esta noche, no querría nada más de mi ayuda. Tan pronto como vi la puerta
cerrarse, me alejé de la calzada. En un movimiento en contra de la seguridad del
conductor, extendí mi mano y busqué entre mi bolso mi teléfono celular. Hice la marcación rápida, y lo presione contra mi oído.
El teléfono sonó por un segundo y luego una voz familiar preguntó: —¿Hola?
—Hola, Ahna.
—¿___? —ella sonaba como si pensara que estuviera muriendo—. Oh mi Dios,
¿Qué va mal?
Reí temblorosamente por su tono. —Nada. Sólo arruine mi vida, eso es todo.
—¿Estás llorando?
—¿Qué? —toqué mi mejilla y me sorprendí al encontrar que estuviera mojada—.
Uh, sí.
Podía sentir como Ahna entraba en modo serio porque estaba llorando. Bueno,
quizás veía muchas películas Disney, pero eso pasaba. —Dime que ocurrió.
Encendí el limpiaparabrisas de mi auto, pero no hizo nada para evitar mi visión
borrosa. Con un suspiro, estacioné al lado del camino. —Bueno, trate de apresurar
la cena como lo planeamos, pero no funcionó y tuve que irme…
—¿Irte de una cena de Charlie? —sólo Ahna podía entender la importancia de una
cosa tan aparentemente pequeña—. ¡Tu mamá debió ponerse loca!
—¡Pero eso no es lo peor! —gemí—. Llevé a Harry a esa cosa del ensayo y la
mayoría de los Clarencienses no sabían incluso que era ciego. Él puso su brazo
alrededor de mí…
—Oooh. —Ella canturreó.
—Creo que él quería que ellos pensaran, no sé, que yo era la razón por la cual se
fue o algo, quiero decir, ¿Por qué aparecería de la nada con una chica, verdad?
Ahna se apresuró a salir en mi defensa. —Así qué, ¿Te estaba usando como un
accesorio? ¡Qué patán!
—Bueno, los Clarencienses de verdad lo creyeron y… —Mi voz se desvaneció.
—Y, ¿Qué? —Demandó.
Ruborizada, admití: —Le di una bebida diferente para ver si estaba fingiendo ser
ciego.
—___, de verdad, ¿Quién fingiría algo como eso?
Cubrí mis ojos con mi mano y traté de explicarlo: —No lo sé, pero ahí estaba una
chica y estaban hablando sobre que él salió con todas esas personas y… luego él se
cayó.
Hubo un momento de silencio y entonces gritó tan fuerte que tuve que alejar el
teléfono de mi cabeza. —¿Le tendiste una trampa otra vez?
—Uh, mi silla estaba… —me sequé las lagrimas que quedaban en mis mejillas—.
Lo sé: Soy estúpida.
—¡Mi Dios, ___! ¿No quieres seguir teniendo el trabajo mejor pagado en Grayfield? Por no mencionar el hecho de que él te gusta…
—¡No!
Podía sentir a Ahna rodando sus ojos. —Sí, como sea. Pero, tú no deberías dejar
que los Clarencienses te afecten. Eres mejor que eso, ___. Te conozco. ¿Recuerdas
cuando estábamos en séptimo grado y tú vestías camisas hechas de saco porque tu
mamá dijo que lo hacían niños en fábricas ilegales? Tú tomas el camino largo, aunque sea difícil.
—Ja, ja. Muy divertido.
—¡Lo digo en serio! —Se quejó.
—Tienes razón. ¡No sé que estaba mal conmigo! —metí un mechón de cabello detrás de mi oreja y susurré—: ¿Crees que él todavía esté demente?
Bufó: —¿Cómo diablos voy a saberlo? Pero ponlo de esta manera: Si yo no estuviera ciega, no estaría pidiendo que me consigan una bebida.
—Gracias, Ahna —mi corazón dolió—. Eres una gran ayuda.
—Está bien, tú necesitas un cambio de look sexy.
—Ahna, ¡Él es ciego!
—Oye, esto va a hacer que te sientas más confiada. Confía en mí —sus hermanas comenzaron a gritar desde lejos—. Escucha, tengo que colgar. ¿Por qué no voy a verte mañana y te daré una mano?
—¡Sí! ¡Por favor! —Rogué. Ahna no era mucho mejor con la moda de lo que era yo, pero viviendo con tantas hermanas había aprendido algunas cosas. Sin su ayuda, creo que podría ir al baile sola.
Los gritos hacia Ahna porque acaparaba el teléfono se hicieron más fuertes. —Sólo un minuto —siseó y luego me dijo—: Él estará babeando tus pies my pronto.
—No es exactamente lo que tengo en mente.
—Correcto. —Rió.
—Buenas noches, ___.
—Buenas noches.
Apagué mi teléfono y lo arrojé de regreso dentro de mi bolsa. Ahna estaba
equivocada. No quería que Harry gustara‖, gustara de mí, sólo como él me
gusta. Hasta cierto nivel. Platónico. Cualquier cosa más seria podría ser… Bueno,
eso no ocurriría. Hice una pausa, cerrando mis ojos y escuchando el silencio.
Entonces encendí nuevamente el auto y lo regresé hacia el camino oscurecido y
puse música de Queen.
Estaba cantando para mí misma en el momento que llegué a mi vecindario. Salí de mi auto, cruzando mis brazos contra el frío y noté que las luces del pórtico estaban encendidas. A través de las ventanas, la casa parecía oscura, a pesar de que no era tarde. Abrí la puerta principal y me deslicé dentro, tocando mi mano contra la pared para guiarme. Mientras entraba en la cocina, las luces se encendieron y parpadeé sorprendida.
Papá se sentó en una de las sillas de la cocina. Él parecía más cansado de lo que sus cincuenta años le exigían. Me preocupé por lo que iba a decirme, pero me sonrió. Tomé asiento y él hizo un además mientras me preguntó: —¿Cómo te fue esta noche? -Suspiré. —Oh, todo bien. Asintió y frotó la línea de su frente. —Tú mamá y yo tuvimos una larga conversación esta noche. Notamos que estamos poniendo mucha presión sobre ti, todos estos años, sobre las cenas. No vamos a traer de regreso a Charlie y no esperaremos a que vivas tu vida alrededor de ellas. Después de todo, el siguiente año iras a la universidad de Illinois…
Hice una mueca cuando recordé que no le había hablado sobre Evanston. Me incliné hacia adelante y dije: —No te preocupes, papá.
Sus ojos azules brillaron con certeza. —No, ___, ¡Hablo en serio! Aquí no vas a ser nadie especial… ¿Cómo lo llaman tú y Ahna? ―Cenas de Charlie‖ —me sonrojé; nosotras siempre pensamos que mis padres no sabían acerca de nuestro apodo—. Así que, si tú quieres hacer cualquier plan para mañana en la noche, puedes ir a hacerlo.
—Hablando de eso… en realidad, se supone que debo hacer algo mañana por la noche a las siete.
—Está bien.
Me levanté y lo besé en la frente. —Te quiero papá.
Él me dio unas palmaditas en la mejilla. —Yo también te quiero.
Caminé hacia mi habitación y, con un suspiro, me lancé sobre mi cama. Saqué la carta hacia Charlie que había comenzado y suavicé las arrugas con mi mano. Me detuve, mordiendo la pluma en mi boca mientras consideraba, antes de añadir en el borde la página:
P.D. No te preocupes por venir esta noche. No es como si pudieras llegar a tiempo, de todos modos. Acabo de hablar con papá y supongo que ellos van a relajarse en las cenas.
Finalmente. Es difícil de creerlo. No es que no te quiera, por supuesto que sí, pero creo que
todos nosotros sabemos qué prefieres caer muerto que regresar aquí. ¡Espero que disfrutes Cali!
¡En nuestra siguiente carta, asegúrate de realmente decirme lo que estás haciendo!
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Capítulo 6.
-Qué hay de éste? —Levanté un vestido negro con una faja de color rosa fuerte, pero Ahna frunció el ceño.
—¿Negro en una graduación? ¡No sé!
Arrojé mis manos al aire. —Tú busca. Tomé el puesto de Ahna en mi cama y ella saltó hacia el armario. Explicó: —Necesitas algo que te haga destacar —sacudió su pelo y sacó un vestido—Algo de color rojo.
Me puse de pie y tomé la percha. Examiné el vestido: tenía un patrón de flores de encaje sobre la tela satinada, con la parte de arriba acanalada y con tirantes. Me acordé del "Baile de Regreso a casa de mi año Junior."
—Mi segunda cita con Lyle. —Dijo Ahna con nostalgia.
—Mi única cita con… —arrugué el rostro ante el recuerdo—, Scott Lancaster.
—¿No te agarro el trasero?
—¡Sí! en cada‖ baile, ¡rápido o lento! —Me quejé.
Ahna sonrió. —Bueno, tendrás mejor suerte esta noche. Póntelo y yo voy a ir a
buscar tu maquillaje.
Me reí mientras se dirigía al baño, ella me conocía demasiado bien. Excepto en ocasiones especiales, nunca usaba maquillaje, gracias a la influencia de mi madre, entonces, por lo general, terminaba enterrado en el fondo de un cajón en el baño.
La Preparación para un baile no estaba completa sin Ahna pasando quince minutos
refunfuñando mientras cavaba en los cajones en busca de mi, único tubo de lápiz
labial. Pero para eso están las amigas.
Me quité la camiseta y los pantalones vaqueros y me deslicé en el vestido. La tela se sentía suave contra mi piel mientras me miraba en el espejo. El vestido me llegaba a las rodillas con un pequeño volante. No pude dejar pasar la oportunidad de girar en un círculo y tararear La Dama de Rojo. Sabía que no estaba destinada a un contrato de modelaje, pero había algo en estar vestida de rojo que me hacía sentir hermosa.
Ahna estaba en lo cierto, este era.
Cuando me puse un par de zapatos de tacón rojo, alguien llamó a la puerta de mi dormitorio. Ahna entró empujándola con el pie. Ella estaba armada con un rizador en una mano y un lápiz delineador de ojos en la otra. Manteniéndolos en el aire proclamó: —Cuando termine contigo, Harry no será capaz de quitar sus oj… er, su mente de ti.
* * *
Mientras conducía hasta la puerta de los Styles, vi que estaba abierta. El déjà vu dio a mi estómago con náuseas un toque nervioso. Empujé una hebra de pelo suelta detrás de mi oreja, me pare en la entrada. De inmediato tuve que desviarme cuando una mujer paso llevando un plato de servir delante de mi coche. Apretando los frenos, me di cuenta de que el estacionamiento estaba repleto de camionetas blancas que decían Platinum Catering a sus lados. Avancé en mi Camry, estacionándolo lo más cercano a la entrada como era posible, doblando junto a una de las camionetas.
Salí de mi coche, trastabillando cuando uno de mis tacones se atoró en el empedrado. Genial. Me agaché, poco a poco trabajando mi zapato, y escuché un silbido. Sacudí la cabeza para ver a Chris de pie en la parte superior de la escalera junto a Harry. Pequeño niño pervertido. Se inclinó hacia su hermano, murmurando en voz alta: —Harry, ¡ella se ve muy bonita!
Mis mejillas quemaron y Harry le dio a su hermano un golpe en la parte posterior
de la cabeza. —¡Cállate! ¡Ella puede oírte!
—Oh. —Chris miró a sus pies, mientras se frotaba la cabeza.
Le di a mi pie un tirón fuerte y mi zapato salió libre. Hice clic con mis tacones en
mi camino por las escaleras y me detuve junto a Harry.
—Hola. ¿Qué es todo esto?
Harry estaba vestido con una camisa blanca, corbata negra, y pantalones. Todo cubierto con un manto negro tradicional. Completado con sus gafas de sol oscuras, parecía que había salido de una sesión de fotos. Con una mano agarró su birrete de graduación y con la otra rozó su pelo.
—Mi Madre está lanzando una fiesta post-graduación —volvió su cabeza hacia mí—. Para los miembros del concejo escolar.
Oh. La gente a quienes les había pagado. Torpemente me rasque la nuca. —Bueno, bueno, será mejor que nos pongamos en marcha… No quiero llegar tarde.
Dio una breve carcajada. —No. ―eso‖ no puede llevar a nada bueno.
Mientras guiaba a Harry a mi coche, Chris dijo con una voz cantarina: —¡Que se diviertan! —Puse los ojos y me metí en el lado del conductor.
—Sí, ¡nos vemos, niño!
—Esto va a ser bueno. —Dijo Harry sarcásticamente mientras abría la puerta del coche.
—Supongo que no estás emocionado —miré para verlo tirar de su corbata—. La graduación es una de esas grandes cosas en la vida que se supone que recordarás para siempre.
—Pensé que los nacimientos, bodas y funerales lo cubrían casi todo.
Después de maniobrar cuidadosamente alrededor de las camionetas de catering, salí sana y salva a la carretera y pisé el acelerador. Le pregunté: —¿Estás hablando por experiencia personal?
—Bueno, vi a Chris y a Marly inmediatamente después de su nacimiento: Hecho.
Fui padrino en la segunda boda de mi tío: Hecho. Y el funeral… —hizo una pausa y su voz perdió parte de su sarcasmo—, lo viví muy de cerca. Quiero decir, enterrar a tu padre... no es algo que puedas olvidar.
Me lamí los labios secos y dije en voz baja: —Eso debe haber sido terrible.
Harry se removió en su asiento. —He tenido días mejores.
Levanté las cejas con sorpresa. Harry tenía un Don para el uso de su sarcasmo para evitar hablar de cosas difíciles. Pero, de nuevo, yo también lo hacía, así que no estaba en condiciones de reclamarle. En silencio llegamos al estacionamiento de Clarence diez minutos antes del tiempo. El estacionamiento estaba lleno de vehículos caros, pulidos. Por suerte, me encontré con un pequeño espacio cerca de la acera donde una Hummer y un Suburban no podían ni soñar encajar, mientras que mi Camry lo hacía muy bien.
Caminé alrededor de mi coche, mientras que Harry salía de su lado. Cuando él me
tomó del brazo, le pregunté tímidamente: —Entonces, ¿no más brazo alrededor de la cintura?
Frunció el ceño y dijo: —Yo no creo que nadie vaya a cuestionar por qué estamos juntos, nunca más.
Ouch. Tenía un punto.
Seguí la línea de las familias que estaban formalmente vestidas para la presentación desde el estacionamiento hasta el edificio. Entramos, por un pasillo, y a un gran gimnasio con piso de madera. Había filas y filas de asientos de cuero acolchados que ponían en vergüenza a las sillas plegables oxidadas que sabía que iba a encontrar en mi graduación. Elegantes banderas que contenían feroces panteras colgaban del techo. En el otro extremo de la habitación había un pequeño escenario en el que varias mujeres y hombres mayores, incluido el Director, estaban sentados.
Muchos de los compañeros de Harry ya estaban en sus asientos y se volvieron a vernos caminar por el pasillo. Mantuve la cabeza hacia delante y corrí a la primera fila donde dos asientos estaban esperando, supuse que su madre había preparado esto, también. Después que nos sentamos, la mano de Harry quedó envuelta firmemente alrededor de mi brazo. Le di unas palmaditas en su mano para reconfortarle. ¡Su piel estaba como el hielo!
Le susurre: —¿Nervioso?
Su rostro se puso rígido, Harry rápidamente mintió: —No —se encogió de hombros. Él no tenía que decirme. Un momento después, se inclinó hacia mí —¿Lo puedes sentir?
De hecho, podía. Tener a un centenar de personas mirándote es difícil de ignorar. Le apreté la mano y en voz baja dije: —Vas a estar bien.
Las luces de la sala se apagaron y el Valedictorian y el Salutatorian se turnaron en el podio dando sus discursos del futuro y de las grandes posibilidades para nuestra generación y lo que sea. Ambos eran lentos y monótonos, lo suficiente para perderme después de treinta segundos. Los aplausos de la multitud y el brillo de las luces del gimnasio me sacudieron de nuevo a la realidad.
Desde detrás del escenario, la orquesta comenzó a tocar Pomp and Circumstance y el nombre de Michelle Anderson retumbó en la sala. Michelle, apenas estaba a cinco sillas de distancia, se levantó y comenzó su ascenso al escenario. Fue seguido por, Kelly Brighton, Peter Darmon, y Nicole Dunne. Después de que cada nombre fuera leído, el público aplaudía salvajemente. Zayn Malik, desde la última silla a la izquierda de Harry, hubo un obvio silbido. Me divertía con la visión del silbador ofendido al ser arrastrado por la policía secreta Clarenciense antes de darme cuenta
que era... ¡nuestro turno!
—Harry Styles.
Con un trago, me levanté y Harry tiró a sus pies. Llegamos a la parte superior de la plataforma antes de que me diera cuenta de que el aplauso era patéticamente tranquilo, a excepción de la parte posterior de la sala, donde Chris se encontraba parado sobre su asiento, dando palmadas un poco más ruidosas, junto con la Señora Styles. Tal vez era el rojo de mi vestido, pero yo estaba enojada. Giré sobre mis talones, mirando a la multitud, y empecé a aplaudir tan fuerte como
pude. Bombeando mis puños en el aire, grite: —¡Woohoo!
Harry me apretó el brazo y se acercó a mi oído. -___, está bien.
Él había dicho mi nombre. Mi mente quedó en blanco. La risa retumbó a través del gimnasio y los aplausos en la sección de las familias se hicieron más fuertes, extendiéndose a la sección de estudiantes. Algunos de los Clarencienses me dieron miradas molestas, cruzando los brazos, y se negaron a aplaudir, apuesto a que sabían de los sobornos de su madre y no estaban demasiado felices de que había perdido un semestre y aún se estaba graduando. Sentía que estaban tratando de usar su mente para hacerme estallar, pero no pasó nada. Al parecer, los Clarencienses no eran buenos en todo, después de todo.
* * *
En el momento en que la ceremonia terminó, el gimnasio se hizo eco en una charla. Los estudiantes fueron llevados de aquí para allá para posar en fotos con la tía Fulana de tal, el abuelo y etc. Vi a la Señora Styles, con Chris y Marly irrumpiendo entre la multitud. La Sra. Styles estaba lloriqueando y ella echó los brazos alrededor de Harry, mientras que por encima del hombro dijo: —¡Lo que hiciste fue maravilloso, __!
Me ruboricé cuando la Señora Styles dejó a Harry y rápidamente me abrazó.
Chris se quejó: —Debimos de golpear a quien no aplaudiera.
—Christopher John, no hablamos de golpear a la gente. —Ella reprendió con suavidad.
Le devolví el abrazo con torpeza a la Señora Styles. Me sentí extraña al recibir cumplidos en la graduación de Harry. Una vez que me soltó, le hice un gesto hacia Harry con la cabeza. Ella frunció el ceño ante mí, como si se preguntara si estaba desarrollando algún tipo de contracción. Entonces, finalmente, vio la luz y dijo: - Harry, ¡tu padre habría estado tan orgulloso de ti!
Harry cambió su peso y respondió con sarcasmo: —Sí, yo soy este hombre muy valiente que no puede caminar por su cuenta o decir lo que está a punto de beber.
Así que supongo que él no había olvidado la cosa del ensayo. Me metí un mechón de pelo detrás de la oreja y suspire. La Sra.Styles y Chris se encontraban en un incómodo silencio. De repente, Marly, que obviamente no estaba muy clara en lo que estaba sucediendo, exclamó: —Te quiero, Harry. —Y le echó los brazos alrededor de sus piernas. Miré hacia arriba a tiempo para atrapar la sonrisa sorprendida de Harry.
Él le acarició la cabeza y dijo: —Gracias, Marly.
—Bueno, probablemente deberían ponerse en marcha —la señora Styles dijo— La fiesta no va a darse sola y estos dos tienen que ir a la cama.
—Aww, mamá. —Gimió Chris.
—¿Si van a ir al baile? —Preguntó.
Harry no sonaba exactamente como si estuviera en un estado de ánimo de fiesta.
Empecé: —Bueno…
—Sí, vamos. —Terció él.
¿Qué? —¿Qué? —su brazo deformó sutilmente mi mano contra su lado. Me
atraganté—: Oh, sí.
La Sra. Styles sonrió, diciendo: —Muy bien. ___, ¿puedes llevar a Harry a
casa luego? Asentí con la cabeza y la familia se dirigió hacia la salida. Chris se quedó atrás y, una vez que su madre estaba fuera del alcance del oído, dijo: —¿Solo van a ir a besarse?, ¿eh?
—¡No! ¡Fuera de aquí! —Harry dio un manotazo en el aire y estuvo a punto de golpear la nariz de Chris. El niño sonrió maliciosamente y corrió fuera de la multitud.
Yo lo mire con incredulidad. —¿Quieres ir a un baile?
—Porque la fiesta de mi madre suena muy divertida. —Se burló él.
Correcto, eso probablemente no habría sido una cosa buena. Me volví y, con la mano firmemente entrelazada alrededor de su brazo, tejí nuestro camino a través de los grupos restantes de familias. Algunos de los padres levantaron la mirada y asintieron con la cabeza hacia mí mientras pasaba. Traté de devolverles la sonrisa, mientras mis mejillas se volvían más calientes. Detecté a un grupo de estudiantes que abandonaban el gimnasio, empecé a seguirlos en la distancia.
Los seguí por dos pasillos alineados hacia una cafetería. En verdad, casi no podía decir que era una cafetería. Grandes ramos de globos con los colores de la escuela, azul marino y granate, coronaban la entrada. Los pisos de madera de cerezo brillaron en los arroyos de pequeñas luces blancas que colgaban del techo. La habitación estaba en penumbra, con un toque de niebla para la escena. A mi izquierda había mesas cubiertas de tela y, a mi derecha estaba la pista de baile, donde la mayoría de las chicas Senior y algunos de los chicos estaban apiñados, mientras que Fall Out Boy sonaba.
Me pareció oír un ruido, por lo que recurrí a Harry y grite por encima del sonido:
—¿Qué?
—¿Podemos ir a sentarnos? —Gritó de nuevo.
—¡Claro!
Lo llevé a una de las mesas. Harry se sentó rígidamente a mi lado. Habló en voz baja, como para sí mismo, y tuve que hacer un esfuerzo para oír: —Esta debe ser la cafetería...
Hice una mueca, apenas capaz de imaginar lo que sería no saber dónde estaba. Mi voz traicionó mis pensamientos, y dije con voz temblorosa: —Sí, es cierto.
La cabeza de Harry se sacudió bruscamente. —Ya sabía, te lo estaba diciendo...
—él suspiró y se levantó—. Voy al baño.
Un chico alto, pelirrojo, con una morena sonriente en su brazo apareció detrás de
Harry. Él dio una palmada en la espalda. —Oye, amigo, ¡felicidades! Siento que no hayamos salido en un tiempo.
Una sonrisa falsa se propago por el rostro de Harry. —Gracias, Nick.
La muchacha negó con la cabeza. —Harry, es realmente una lástima.
Nick le dio un codazo, mientras siseaba: —Melissa.
—¡Quise decir acerca de no salir con él! —Siseó ella de vuelta.
Con un rápido movimiento de su cabeza, Harry dio un paso adelante. —En realidad, estaba a punto de ir al baño.
—Claro, hombre, está justo allí —señaló Nick inútilmente y le dio a Harry un empujón en la dirección general del cuarto de baño, que estaba en la esquina de la cafetería. Gritó a sus espaldas—: ¡Tal vez voy a darte una llamada cuando tenga otra fiesta! ¡Tal vez en el lago! —miró hacia mí—. ¿Vas al lago?
Fruncí el ceño. —¿Qué lago?
—Wind song. Es en Wisconsin —explicó—. Si estás con Harry, estoy seguro de que
te quedarás en la cabaña de los Styles.
—Nick, ella es su asistente.
—Oh —él se encogió de hombros—. Bueno, lo que sea. Nos vemos.
—Chao. —Dije rodando mis ojos cuando la pareja regresaba a la pista de baile.
Mirando alrededor de la sala, me di cuenta —para decirlo sin rodeos— que Clarence
tenía pocos chicos atractivos. No es de extrañar que muchas chicas hayan querido
salir con Harry. En primer lugar, sólo había unos veinticinco hombres en toda la clase y, en segundo lugar, bueno, en realidad no había un segundo lugar, pero probablemente eran ricos, eso ayudaba. De hecho, uno de los pocos chicos guapos estaba caminando hacia mí. Yo me reí de mí misma. Probablemente no estaba caminando hacia mí, probablemente caminaba hacia la soda italiana importada en la mesa detrás de mí.
—Hola. ___ Turner, ¿correcto?
O no. Me atraganté —Hola. —Y aturdida le estreché la mano.
Era alto, de cabello negro y espeso y unos ojos marrones sin fin. Todos sus rasgos
eran oscuros y muy mediterráneos, muy agradable. No es que me diera cuenta. Él
sonrió con una sonrisa inmaculadamente blanca, diciendo: —Zayn Malik. Es un placer conocerte.
Zayn Malik, Zayn Malik, ¿por qué ese nombre me sonaba familiar? Oh, sí.
—Felicidades por ser Valedictorian. Gran discurso, por cierto.
Zayn bajó la cabeza y dijo formalmente: —Gracias. Y me gustó tú... demostración. Harry merecía graduarse, sin importar las circunstancias.
Por lo tanto, yo tenía razón, los Clarencienses se habían negado a aplaudir a causa de la corrupción. Asentí con la cabeza.
De repente, me ofreció su mano y preguntó: —¿Te gustaría bailar?
Miré con incertidumbre hacia la puerta del baño. Bueno, un baile. Yo sonreí y le tomé la mano.
—Sí, claro.
Él me llevó a la pista cuando la música cambiaba a una canción lenta, no sólo una canción lenta, una cursi canción lenta. Honestamente. Las canciones clichés y con tenores tratando de ser impresionantes, con sus vibratos me enfermaban. Sosteniendo mi mano, Zayn sonrió y dio un paso hacia mí. Puse mi otra mano en su hombro a medida que empezábamos a girar lentamente en un círculo. Me sorprendí cuando habló en mi oído: —Puedes apoyar la cabeza, si lo deseas.
Sí, yo estaba al tanto de la opción, pero estaba viendo en ese momento a la puerta del cuarto de baño de hombres, en busca de Harry. Tenía que cambiar continuamente mi cabeza mientras nos trasladábamos para mantenerla en mi vista.
En el momento en que Harry salió del baño, Kristy se le acercó. Él negó con la cabeza cuando ella le habló y le permitió que le llevara de nuevo a la mesa. Me imaginé que él le preguntaba dónde estaba yo, porque apuntó hacia la pista de baile, mientras ella hablaba. Zayn me volvió a girar y tuve que prácticamente girar completamente alrededor de mi cabeza para ver. Por el lenguaje corporal de Harry, me di cuenta que él sabía dónde estaba yo. Y, de improviso, la realización era como una herida de cuchillo en el estómago.
Esto no estaba bien, yo no podía abandonarlo. Me aparté del Valedictorian, disculpándome por encima de mi hombro: —Lo siento. Tengo que irme. —Mientras me precipitaba hacia la mesa. Cuando llegué a Harry, Kristy hablaba en su asiento junto a él.
Dije sin aliento: —Hola. —Él volvió la cabeza hacia un lado interrogante.
—La canción no ha terminado.
—Lo sé.
Una sonrisa cruzó la cara de Harry y miró a Kristy. Ella dijo: —Tú no eres de mucha ayuda para él en la pista de baile, ¿verdad?
Introduje un mechón de pelo detrás de mi oreja y dije: —Tienes razón, debería
haber estado…
—Bailando conmigo —concluyó Harry, sorprendiéndonos tanto a mí como a Kristy, por la expresión de su rostro. Él se puso de pie y se me retorció el estómago—. ¿___?
Kristy se levantó de un salto, tirando del dobladillo de su vestido corto, y buscando a tientas las palabras: —¿Estas... estás seguro de que puedes bailar?
Harry mantuvo la cabeza enfocada hacia mí y le dijo con desdén: —Tuve tres años de formación formal, mientras estaba en la escuela primaria. No he tenido que mirar mis pies desde que tenía seis años. Creo que puedo manejarlo.
Me tomó del brazo y nos movimos a la pista de baile, lejos de una Kristy boca abierta. Oh, sí, muchas cabezas se volvieron en nuestra dirección. Junté las manos alrededor de su cuello y sus manos se encontraron la parte baja de mi espalda. La música había cambiado a otra canción lenta, una de Josh Groban que siempre hacia a Ahna llorar, aunque nunca lo admitiría. Fiel a su palabra, Harry no me pisó los pies. De hecho, me di cuenta de que estábamos bailando casi a un pie de distancia.
¡Esto no era la secundaria!
Sólo sabía que Harry seguía pensando en cómo lo había traicionado en el ensayo.
Con mucho cuidado me incline hacia su oído y le susurre: —Siento, lo de ayer.
Siempre tan sutil, lo sentí relajarse. Él respondió: —Tú no tenías que hacer eso en el podio.
—Sí, tenía.
La mano de Harry se presionó contra mi espalda y me sentí acercarme hasta que mi cabeza estaba apoyada en su pecho caliente. Cerré mis ojos y sentí su constante ascenso y descenso. Respiré profundamente y mis brazos se posaron con más seguridad alrededor de su cuello. El mundo de repente era simplemente de canela y sándalo. Yo no recordaba haberme sentido tan contenta. Demasiado pronto, la canción terminó. Casi gemí cuando Harry dio un paso atrás y me agarro del
brazo. —Tal vez deberíamos salir. —Tal vez la gente no debería moverse cuando otra persona se siente... Oh, lo que sea.
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Hola soy nueva lectora me encanto tu novela :aah: :(L): síguela en cuanto puedas
SCARLATA
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Gisse escribió:cristinasamaniego escribió:Gisse escribió:cristinasamaniego escribió:Hola Gisse! Soy Chris, me encantó el comienzo de tu novela. Voy a ser fiel lectora! Necesitas chica para Niall?? Avísame! Chris:)
Hola Chris! gracias por comentar :)) eh hasta el momento no necesito chicas, pero ten por seguro que avisaré cuando si. un beso! la sigo ahora c:
OK! Sorry que no haya comentado antes es que estaba en la casa de una amiga tocando guitarra. Chris:)
;O tocas guitarra? yo igual! ajjaja de que pais eres?
Hola! Sorry por no comentar es que me mandaron millones de lecciones y ayer fue el día del padre y hoy es el cumpleaños de Tommy (mi hermano) y pasado mañana me voy de viaje por mi colegio y ah!!! todo es un relajo! Si no comento es porque estoy de viaje pero regreso la próxima semana así que no dejes de subir caps! Chris:) ah, y soy de Ecuador!
cristinasamaniego
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Soy un gato *Miaauuu* escribió:Aww que linda es la rayis!
Siguelaaaaaa!
sii es re grosa! sñdaklfhañslk se me pega lo argentino a veces...ella es como super relajada... me encanta jijijpronto la sigo :)) :corre:
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
SCARLATA escribió:Hola soy nueva lectora me encanto tu novela :aah: :(L): síguela en cuanto puedashola! bienvenida y gracias por comentar jijij la sigo enseguida linda :) besos! :amor:
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
cristinasamaniego escribió:Gisse escribió:cristinasamaniego escribió:Gisse escribió:cristinasamaniego escribió:Hola Gisse! Soy Chris, me encantó el comienzo de tu novela. Voy a ser fiel lectora! Necesitas chica para Niall?? Avísame! Chris:)
Hola Chris! gracias por comentar :)) eh hasta el momento no necesito chicas, pero ten por seguro que avisaré cuando si. un beso! la sigo ahora c:
OK! Sorry que no haya comentado antes es que estaba en la casa de una amiga tocando guitarra. Chris:)
;O tocas guitarra? yo igual! ajjaja de que pais eres?
Hola! Sorry por no comentar es que me mandaron millones de lecciones y ayer fue el día del padre y hoy es el cumpleaños de Tommy (mi hermano) y pasado mañana me voy de viaje por mi colegio y ah!!! todo es un relajo! Si no comento es porque estoy de viaje pero regreso la próxima semana así que no dejes de subir caps! Chris:) ah, y soy de Ecuador!
OOH espero que la pases muuuy bien! cuidate hartos! cuando vuelvas lo mas probable es que halla subido hartos caps pero take it easy, seran sorpresas! besotes! :(L):
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Capítulo 7.
El trayecto a través de la noche fue pacífico, pero cuando apagué el motor del auto, se extendió de nuevo un silencio incómodo. Me quedé sentada, sintiéndome extrañamente nerviosa, preguntándome por qué él no se bajaba y preguntándome si se suponía que yo dijera algo y preguntándome todas esas cosas que te preguntas al final de una cita —¡no que fuera una cita! De repente, Harry rompió el silencio. —Quiero que entres, pero tengo que advertirte acerca de mi madre. En este tipo de cosas, suele ponerse... achispada.
Honestamente, ¿qué tan borracha podía estar? Ella se había ido, quizás, una hora antes. Me encogí de hombros. —Hey, mi mamá ha estado de picnic la mayor parte de mi vida.
Él frunció el ceño como si no entendiera y luego abrió la puerta. —Está bien.
Me deslicé fuera del auto y luego hice una pausa. Espera, ¿por qué me estaba invitando a entrar? Esto era parte del trabajo, ¿no es cierto? Yo no podía, nosotros no podíamos... salir. Ignorando a mi cerebro, caminé con él hasta la puerta. Él preguntó: —¿Estás lista? —Y presionó el timbre. Desde adentro, pude oír el sonido de charla y de música clásica. Hubo un estruendo, seguido de risa, y entonces la puerta se abrió de repente.
La Señora Styles estaba parada en la entrada, su pelo ligeramente despeinado y sus ojos brillando. En el vestíbulo detrás de ella pude ver a un mesero de rodillas, limpiando fragmentos de un vaso roto. Un joven camarero presionó una copa de champagne en la mano de la anfitriona, mientras ella en gran medida nos sonreía.
Ella rezumó: —Oh, que encantadores lucen ambos —y yo intenté devolverle la sonrisa. Ella volvió su cabeza, presumiblemente hacia el camarero que se alejaba, y continuó articulando mal—. Esa es la niñera de mi hijo.
Bien, definitivamente había estado tomando. Varios de los administradores, que reconocí de la graduación, estaban parados en grupos alrededor del estudio y se volvieron en nuestra dirección. Sintiéndome avergonzada por Harry, intenté moverme hacia las escaleras.
—Todo luce maravilloso, Señora Style.
—Gracias, querida. Es todo obra del proveedor ¡ups! —la copa cayó de sus dedos y
se hizo pedazos contra las baldosas. Ella frunció el ceño—. Oh, esas cosas son tan
resbaladizas —elevó una mano e intentó susurrarme—. Me pongo nerviosa cuando
soy anfitriona.
—No se preocupe —dije mientras comenzábamos a subir las escaleras—. ¿Quizás si
prueba un poco de café?
Cuando llegamos al segundo piso, Harry suspiró. —¿No fue divertido?
Apreté su brazo. —Hey, está bien. Cuando tenía cuatro años, mi mamá decidió que debíamos intentar liberar a todos los animales del zoológico. Yo fui la chica más joven en pasar tiempo en la cárcel de Grayfield. Papá estaba furioso.
Harry se rió. —Parece que realmente tienes una familia.
Entramos en su habitación y cerré la puerta para mantener fuera al ruido. Me dejé caer sobre el borde de la cama junto a él y alisé mi vestido. Harry se sacó la corbata y sacudió la cabeza. —Qué noche.
Mis mejillas se entibiaron cuando recordé el baile. —Sí.
Estaba tan ocupada recordando, que casi pierdo sus siguientes palabras. —Quiero
verte.
—¿Qué? —Jadeé, el latido de mi corazón disparándose como un cohete.
—Quiero conocerte, cómo luces. —Dijo quedamente y estiró su mano.
Yo respiré: —Oh —y guié su mano a mi rostro. Las puntas de sus dedos descansaron delicadamente contra la piel de mi frente y lentamente rozó la línea de mi cabello. No pude reprimir el escalofrío que corrió por mi columna. Cerré los ojos y sentí sus dedos sintiendo su camino hacia abajo, trazando los arcos de mis cejas. Suavemente, se movieron sobre mi nariz hacia los huesos de las mejillas. Difícilmente podía respirar, pero una pregunta fastidiaba en un rincón de mi mente. Murmuré—: ¿Por qué saliste con todas esas chicas?
—Algunas veces, solo estoy buscando algo adecuado.
Oh, era una frase. Es tan poco una frase. Pero que frase.
Por un momento, su mano se ahuecó contra mi mejilla. Estaba hundiéndome en su contacto, anticipando su siguiente movimiento mientras él... me descubría. En la oscuridad detrás de mis párpados, estaba intensamente consciente de cada ruido, el sonido de sus parejas exhalaciones. En su mayor parte, mientras su pulgar acariciaba mis labios, yo estaba invadida por el deseo de saber todo sobre él. Si tan sólo pudiera verlo sin sus lentes. Si tan sólo... su respiración era tibia en mi piel y su mano se había ubicado contra mi cuello. Quería mirar, pero…
—¡Ahh!
Con mis sentidos aumentados, el sonido del picaporte girando me causó pánico.
Me alejé de Harry de un salto justo cuando la puerta se abrió. Chris se paró allí con sus brazos cruzados. Vestía su pijama, aunque estaba bien despierto. Frunció el ceño mientras miraba- y yo probablemente estaba blanca como un fantasma- a Harry. Su voz era sospechosa. —¿Qué están haciendo ustedes aquí?
Harry frunció el ceño. —Nada. Deberías estar en la cama.
—Papá siempre te dijo que mantengas la puerta abierta.
—Bueno, Papá no está aquí ahora, ¿no es cierto? —Contestó bruscamente.
—Los ojos del chico de abrieron y su boca formó una línea dura—Escucha, yo... —Harry suspiró y explicó—. Lo lamento. No sabía que estaba cerrada.
Chris miró la alfombra. —Está bien... Mamá sólo... es algo ruidoso.
—Ella se puede poner bastante... entusiasmada en las fiestas, ¿sabes? —Harry se
encogió de hombros—. A veces los grandes juegan ruidosamente.
El rostro de su hermano se iluminó. —¿Tú quieres jugar un juego?
La risa de Harry fue amarga. —No sé si soy mucha competencia estos días.
—Podemos jugar juntos —dije yo rápidamente—. ¿Cómo suena eso?
Chris asintió ávidamente y corrió fuera del cuarto a buscar un juego. Respiré profundamente para calmarme; estaba temblando por todos lados. Si él no hubiera entrado antes, ¿nos hubiéramos besado? Traté de no pensar en eso. Estaba aquí trabajando para conseguir dinero para la universidad. No me estaba enamorando – no. Tragué fuerte y miré a Harry, quien parecía estar perdido en sus pensamientos. No había razón para mis temblores. Ninguna.
Chris entró corriendo al cuarto con una caja en las manos. Se deslizó en sus rodillas
al pie de la cama y orgullosamente armó el juego en el suelo. Me sonrió burlón,
desafiante y proclamó. —Batalla naval.
—Estoy lista si tú lo estás, niño —pellizqué la rodilla de Harry mientras me sentaba en el piso—. Y estoy contando contigo para destruir todos sus barcos.
Harry sonrió y se volvió hacia Chris. —La oíste. Tus días navales están contados.
-A4.
El sábado por la mañana el cielo estaba nublado. Estiré mis brazos mientras me dirigía al portón de los Styles, que estaba cerrado. La noche anterior, me había ido directo a la cama después de tres horas de Batalla Naval y después había estado ahí una eternidad mientras intentaba procesar todo lo que había pasado. La ceremonia, el baile, la... visión.
Quería que se me ocurriera algo divertido para que lo hiciéramos, Harry y yo –algo que ambos pudiéramos disfrutar, algo especial. Sin embargo, mi lista de cosas que sabía que él disfrutaría y cosas que serían riesgosas eran una sola: montar caballos. El problema era que yo sólo había montado a caballo dos veces en mi vida, con poco éxito, y, bueno, él era ciego. Pero no podía pensar otra cosa.
Inclinándome fuera de la ventana de mi auto, presioné el botón de llamada. Un minuto pasó y entonces la voz conocida de un chico crujió a través del parlante. —¿Qué?
—Chris, ¡soy yo! ¡Abre!
Hubo una pausa y luego él respondió: —Así que, ¿qué hiciste anoche?
—Vencí a un pequeño tramposo en la Batalla Naval. —Lo provoqué.
—¡No lo hiciste!
—¡Sí lo hice!
—¡Ustedes ganaron una sola vez! ¡Yo gané el resto! —El chico se ofendió.
—¡Sólo porque tú nos decías que no habíamos tocado tus naves, cuando las
habíamos golpeado a todas!
Mi comentario fue encontrado con un silencio indignado.
—¡Vamos, Chris!
Hubo un zumbido y el portón se abrió. Para el momento en que yo estacioné en la entrada, que ahora estaba vacía de todos los vehículos del catering, él me estaba esperando en la puerta con una pequeña sonrisa malvada untada en su rostro. Me pellizqué rápidamente en el brazo antes de dejar mi auto, sólo en caso de que me hubiera deslizado en una pesadilla con tema de Stephen King. Salté los escalones y traté de pasar a su lado, pero él me bloqueó el camino.
—Así que, antes que entrara, ¿qué estaban haciendo tú y Harry? —Preguntó tímidamente.
—Nada. ¿Qué estabas haciendo tú fisgoneando fuera de su cuarto?
Chris elevó sus cejas. —Escuchándote gritar bastante fuerte —lo miré con el ceño
fruncido y él despreocupadamente pateó el suelo—. Así que, ¿tú y Harry son
amigos ahora?
Me encogí de hombros y peleé la urgencia de pellizcar sus pequeñas mejillas
sonrientes. —Supongo.
Me bloqueó cuando hice otro movimiento para entrar.
—¿Qué van a hacer hoy?
Le di una mirada feroz. —Algo, ¿está bien? —Lo atrapé del hombro y lo empujé a un lado.
—¿Vas a intentar que él monte a Aeris, uh?
Me detuve dentro del vestíbulo y me di vuelta. La puerta se movió con la brisa, pero Chris se había ido. Chico espeluznante. Me volví de nuevo y salté. Harry estaba parado frente a mí, en la base de las escaleras. Solté un pequeño chillido y su rostro se iluminó en una sonrisa que entumecía la mente. —Qué bueno verte a ti también.
—Lo lamento. Era sólo tu hermano... —suspiré—. No importa —caminé hacia adelante y tomé su brazo—. Vamos.
Harry caminó conmigo, pero preguntó: —¿A dónde estamos yendo?
—Uh, a manejar. —Dije evasivamente.
Volvió su cabeza hacia mí, escéptico. —¿En serio, ___?
—Es una sorpresa —dije con una sonrisa y cerré la puerta detrás de nosotros. Me volví para ver a Chris sentado en los escalones del frente. Saltó cuando nos vio y, sonriéndome burlonamente, dijo—: ¡Yo sé a dónde van!
Le di un golpe suave en la cabeza, pero me esquivó. Lo miré. —Acércate, niño. Te
reto. Él se rió y se deslizó de nuevo dentro de la casa.
—¿Qué fue eso? —Preguntó Harry mientras entraba al Camry.
—Oh, nada.
Cuando comencé a conducir, descubrí que había olvidado agarrar la cinta. Empujé mi cabello detrás de mis orejas, meditando encender la radio, y entonces me di cuenta que el silencio entre nosotros era en realidad cómodo. Una sonrisa rozó mis labios cuando me volví para mirar la silueta perfecta de Harry contra el cielo azul gris. Me encontré preguntando: —¿En qué estás pensando?
Él inclinó su cabeza hacia mí y yo esperé por su respuesta. Finalmente, dijo: —Sólo sorprendido de que este auto aun funciona.
—¿Qué? —Dije con falsa ira y juguetonamente lo golpeé en el hombro. El se rió.
—¡Harry, lo digo en serio!
—¿Recuerdas la música que tenías la primera vez que estuve en tu auto?
Asentí. —Sí, Sting – The Police.
—Eso era horrible. —Dijo con el rostro inexpresivo.
—Claro —puse mis ojos en blanco—. ¿Siquiera escuchas música?
—Por supuesto que lo hago.
Elevé mis cejas. —¿Sí? ¿Cuál es tu banda favorita?
—Coldplay.
—¿Qué? —exclamé—. ¿En serio? ¡Los amo!
Harry rió. —No pensé que te gustaran bandas de esta década.
—Honestamente —detuve el Camry en un lugar de estacionamiento—. Sting es un
clásico.
Apagué el motor. —Estamos aquí.
—¿Y la sorpresa es...?
Dije con entusiasmo: —¡Estamos en los establos para visitar a Aeris!
—Oh —su rostro se oscureció—. ¿Qué te hace pensar que quiero montar?
—Porque solías amar hacerlo —caminé alrededor de mi auto hacia el lado del pasajero y abrí su puerta—. Oye, esto no es por mí. El último caballo que monté era de cuatro pies de alto y sólo podía caminar en círculos. Tenía tres años; caí en su excremento; hubo lágrimas. Desde entonces, los caballos y yo – nada bueno.
Él contestó bruscamente: -___, hay una razón por la que no he estado montando a Aeris. —Y golpeó significativamente el borde de sus lentes.
Suspiré y tiré de su brazo. —Oh, vamos. Seré tus ojos.
—Eso es bien reconfortante, luego de tu historia. —Dijo sarcásticamente y salió de mi auto.
Sonreí y deslicé mi mano dentro de la suya. Los dedos de Harry se apretaron
alrededor de los míos y sentí mis mejillas entibiarse. ¡Tenía que sostenerme... a mí
misma! ¡No a él! Honestamente.
Entramos en los establos. Eran hermosos y brillantes, con un techo de vigas altas.
Había dos filas de compartimentos a ambos lados del edificio. Cascos, sillas, bridas
y otro equipamiento que no podía nombrar colgaba de clavijas fuera de los
compartimentos. A través de las puertas, pude ver los rostros brillantes de los caballos pura sangre. Miré a Harry y pregunté: —¿Dónde está Aeris?
Él frunció el ceño mientras pensaba. —Uh, a la izquierda... en la mitad de la fila. Es negro.
Caminamos un poco más y entonces vi un intenso ojo ónix mirándome. Me detuve y me admiré del apuesto animal. Su cobertor era un color negro intenso que daba pequeños destello de luz. Sus orejas estaban vueltas hacia adelante mientras me observaba. Entonces soltó aire despectivamente por su nariz y, volviéndose hacia Harry, apretó las orejas hacia atrás.
Harry dejó ir mi mano y tomó un paso hacia el establo. —¿Aeris? —el caballo lo
miró cuando extendió su mano—. Ha pasado tiempo, ¿no cierto? Debería haber venido —Aeris miró por otro momento y entonces frotó su cabeza contra la mano de su dueño. Él palmeó el cuello del caballo y se volvió hacia mí—. Bueno, ¿aun quieres hacerlo?
—Por supuesto.
Harry asintió. —Tendrás que ensillarlo. Yo no puedo.
Miré la silla que colgaba junto a la puerta del establo. —No creo que pueda poner bien la silla.
—Bueno, probablemente sea mejor así —respondió—. Ambos no entraríamos.
Espera - ¿qué estaba diciendo? ¿Ir sin silla? ¿Mi historia acerca del pony había sido para nada? Jadeé: —¿Qué quieres decir?
—Vamos a montarlo así —dijo con una sonrisa malvada—. Sólo necesitaremos la
brida.
—Claro.
Cautelosamente levanté la brida de cuero de su gancho. Las largas riendas colgaban del bocado. Me moví hacia Aeris, cuyas orejas estaban vueltas hacia atrás. Harry mantuvo una firme mano contra el cuello del caballo mientras yo deslizaba la brida sobre la cabeza del animal. Él me sintió deslizar la brida y luego me indicó: —Esta bien, ahora aprieta las tiras. ¿El bocado está en su boca?
Tiré de las tiras. —Sí.
—Está bien —él sostuvo las riendas—. Abre la puerta.
Abrí el pasador y Harry retrocedió, sacando a Aeris de su establo. Él tanteó con su mano libre por el cuello del caballo hacia la espalda. Sostuvo las riendas hacia afuera y yo las tomé. Miré, mi boca abriéndose ligeramente mientras él subía al lomo de Aeris con muy poca dificultad. Él extendió su mano y yo le pasé las riendas. Se rió, dejando las riendas caer contra el cuello del caballo, y dijo:
-No, tú.
—Oh.
Tomé su mano y me sorprendí cuando él me levantó del suelo... hasta que entré en pánico. ¡¿Cómo se suponía que iba a hacer el resto del trayecto hacia arriba?! Comencé a agitarme, pero él me atrapó alrededor de la cintura con su otro brazo y me subió. Incómodamente mecí mi pierna sobre el lado del caballo y, suspirando, me incliné contra el pecho de Harry. Me quedé allí, recuperando la respiración, hasta que oí a Harry aclarar su garganta. Rápidamente me senté derecha, mis mejillas de un rojo brillante.
Harry extendió sus manos alrededor mío para tomar las riendas. —Está bien, dime a dónde ir.
Guié a Harry fuera de los establos y hacia los campos. Nos movimos a través del césped a un medio galope gentil. Aun cuando rebotaba bruscamente con cada paso, encontré el paseo agradable. El aire volaba a través de mi cabello y yo respiré el aire fresco. Relajándome, cerré los ojos. Unos pocos momentos más tarde, oí a Harry susurrar en mi oído: —¿Nos estamos acercando a la cerca? Me encogí de hombros y perezosamente abrí los ojos. Mi corazón se saltó un
latido. La cerca estaba apenas a cinco yardas. Grité: —¡Dobla!
—¿Qué tan cerca estamos? —Preguntó él calmadamente.
—¡Está justo ahí! —Grité y volví mi cabeza, como si estuviera a punto de estar en un accidente de auto. Cuando comenzamos a levantarnos del suelo, sentí a Harry presionar su pecho contra mi espalda hasta que yo estuve inclinada sobre el cuello
del caballo. Con una risa casi histérica, sentí que volaba como en una montaña rusa
mientras nos elevábamos a través del aire. El momento fue breve y las patas
delanteras del caballo rápidamente tocaron el suelo.
Harry me levantó y pude oír su sonrisa mientras me retaba: —____, ¿están tus
ojos abiertos ahora?
Primero, todo lo que pude hacer fue reír. Cuando Harry detuvo a Aeris, me las arreglé para chisporrotear. —Lo-lo lamento. ¡Eso fue increíble! ¿Supongo que lo has hecho antes?
Él rozó una mano contra el hombro de Aeris y dijo en una voz oscura que me hizo olvidar mi risa: —Solía saltar a caballo. Estaba en una competición cuando,
--bueno... —Su voz se apagó lentamente.
—Lo siento. —Contesté suavemente.
—Hey, no tienes la culpa de la debilidad retinal genética.
—Lo sé... —Estaba abrumada de emoción y no podía decir por qué. Sólo lo lamente por él y por las cosas que él extrañaría ver. Me volví y arroje mis brazos alrededor de su cuello. Harry soltó las riendas y de repente estábamos abrazándonos con una clase de fiereza, como si nunca quisiéramos dejar ir al otro.
Me pregunté si él sabía por qué, porque mi mente se devanaba para pensar en eso.
La sangre golpeando en mis oídos sirvió de una muy agradable distracción.
Cuando nos separamos, él preguntó: —¿Has tenido suficiente de montar a caballo
por hoy?
Miré su rostro, preguntándome qué estaba pensando. De repente deseé poder verlo
sin sus lentes pero, aun más, quise verlo feliz. Ofrecí: —Del camino, vi un sendero
que podríamos tomar.
Harry hizo una pausa por un momento y después una mareantemente brillante
sonrisa llenó su rostro. —Sí, seguro.
Sintiéndome tibia, me volví a acomodar. Tiré de las riendas de Aeris, así que él
comenzó a caminar a medio galope en la dirección del sendero. —Así que, Fan de
la Música en Secreto...
—Nunca dije que no me gustara la música. —Dijo él de pronto.
—Verdad —concedí—. ¿Tienes un libro favorito también?
—El Guardián en el Centeno.
—Yendo por lo clásico —sonreí—. Eres más profundo de lo que pareces. —
Inmediatamente me mordí la lengua. ¿Qué estaba diciendo? Sólo porque él lucía como un
modelo…
—Mucha gente en Clarence probablemente estaría en desacuerdo contigo. —Dijo
amargamente.
—Aliviada de que no estaba ofendido, agregué demasiado rápidamente. —Pero
eres diferente a lo que eras. ¿No es cierto?
—Sí, lo creo. Antes, pensaba que era feliz viviendo de fiesta en fiesta, pero no lo
era.
—¿Cómo te sientes ahora?
Estuvo en silencio por un momento, antes de responder quedamente: —Quedarme
ciego no fue algo que yo planeé... todavía estoy intentando entender ciertas cosas.
—¿Como el futuro? —Ofrecí.
—Sí —suspiró—. Sabes, puedes apoyarte si quieres.
Me ruboricé mientras me relajaba contra él. —Gracias.
Aeris bajó la velocidad hasta un paseo cómodo mientras seguíamos el suave
sendero. Harry y yo estábamos en silencio, pacíficamente en silencio. Sentía el
lento subir y bajar de su pecho, justo como nuestro baile. Observé el paisaje
fluyendo alrededor nuestro y finalmente me sentí tan relajada, que hice la pregunta
que tenía en mente. —¿Crees que alguna vez competirás de nuevo?
Sentí el corazón de Harry comenzar a golpear con la idea. —No lo sé. No-no creo
que nadie ciego haya hecho un salto alguna vez...— esperé mientras él consideraba la idea. —Sería casi imposible.
—¡Pero piénsalo! ¡Serían tú y Aeris! ¡Ya tienen un vínculo! —Me entusiasmé.
Reboté contra el pecho de Harry cuando él rió. —___, estás loca.
—Está bien —gruñí—. Pero tengo una sugerencia más.
—¿Cuál es? —Preguntó en broma.
—Deberíamos ir por un helado.
—Eso lo puedo manejar.
***Con mi cuchara plástica, tracé el diseño de la parte alta de mi tazón de Nuez de Arce. Para mí, el Mundo del Helado era una de las mejores características de Grayfield. Era retro, pero no al punto de ser molesto. Seguro, afuera había toldos rojos y blancos y adentro los muros estaban alineados con estantes sosteniendo salsas y agregados en jarros de vidrio. El punto era que ellos dejaban a sus empleados vestir jeans y camisas con sólo logos del Mundo del Helado. Eso es un
progreso.
Miré a Harry mientras él escarbaba en su helado de menta con chispas de chocolate. —¿Cuánto dijiste que hace desde que viniste aquí? Él se encogió de hombros. —¿Diez años?
—¡Ugh! —hice un gesto con mi cuchara—. ¡Tú estás loco! ¡Un verano no está completo sin helado del Mundo del Helado!
Intenté no quedarme mirándolo cuando Harry lamió una gota de helado de sus
labios. —Estaba ocupado haciendo otras cosas.
—Nada es tan sabroso.
—Es Verdad. —Se rió.
Esculpí una cucharada de Nuez de Arce antes de preguntar. —Así que, ¿cuánto has montado a caballo?
—Desde que tenía seis años —Harry tragó y su cara se quedó quieta mientras
recordaba—. Mi padre comenzó haciéndome montar ponis y estaba saltando cuando tenía alrededor de nueve. Para cuando cumplí once, estaba aburrido de saltar con ponis, así que mi padre me compró a Aeris. Una vez que estuve entrenado para saltos equinos, realmente comencé a competir.
Llevé mi cabello detrás de la oreja y pregunté cuidadosamente_ —¿Tu papá también montaba?
Harry bajó su cabeza y aguijoneó su helado. Dijo lentamente: —Cuando yo era más chico, pero después estaba demasiado ocupado —hizo una pausa por un momento, perdido en sus pensamientos—. Mi padre era un neurocirujano – uno de los mejores en el país. Siempre estaba yendo a Chicago para consultas o volando para hablar en conferencias.
—¿Les daba algo de tiempo?
—Suficiente —Harry dijo brevemente y su boca formó una línea dura. Por varios minutos, él estuvo en silencio y lentamente comió su helado. Salté cuando inesperadamente habló—. ¿Qué hay de ti…cuál es tu pasión?
—¿Mi pasión? —me reí—. La música. ¡La amo! Mi trabajo ideal es ser periodista de Rolling Stones. No sé cuáles son las posibilidades de que eso pase...
—Lo harás. —Me dijo, sonriendo, y una vez más me tomó por sorpresa.
—¿Por qué lo dices?
Su respuesta fue suave. —Porque sabes lo que tienes que hacer; sabes lo que es importante.
Me sonrojé, sorprendida de que me dijera semejante cosa. Chillé un: —Gracias.
Harry tomó otra poco de helado. —¿Qué sigue? ¿La Universidad?
Lamí mi cuchara e intenté calmarme lo mejor que pude. —Sí, pero no es tan simple como suena... Rolling Stones sólo toma doce practicantes al año, así que realmente necesito sorprenderlos. Estoy segura que aprendería cosas si fuera a la Universidad de Illinois. Pero si fuera a Evanston, estaría lista.
Él frunció el ceño, luciendo confundido. —Así que, ¿dónde irás? ¿Evanston?
—¡No lo sé! —exclamé—. ¡Ese es el problema! He sido aceptada en ambas escuelas, pero Evanston es tan cara…
—Y es por eso que estás trabajando para mi madre. —Harry dejó su cuchara. Mordí mi labio y asentí. —Sí.
Volvió su cabeza hacia mí. —El trabajo. Casi lo olvido.
—Yo también —murmuré y miré hacia abajo a mi tazón de helado vacío— ¿Quieres volver?
—No. No aun.
Miré hacia arriba, pestañeando estúpidamente. ¿Él quería pasar más tiempo conmigo?
Me moví torpemente. —¡Oh! Bueno... hay una disquería a la vuelta de la esquina. Si te gusta Coldplay, deberías escuchar a Jon Buckley. Fue popular en los 90s, pero creo que te gustará.
La sonrisa de Harry relampagueó. —Suena bien. —Y yo me derretí.
Última edición por Gisse el Mar 18 Jun 2013, 5:51 pm, editado 1 vez
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Capítulo 8.
Conduciendo a casa esa tarde, estaba mareada. Tuvimos un tiempo fabuloso, saliendo como… amigos. Y a él le gustó tanto Jon Buckley que escuchamos casi el CD completo en la tienda antes de que el encargado nos dijera que mejor comprábamos algo o nos fuéramos. Así que, se lo compré. Sólo era un regalo, un regalo amistoso. Quería que él fuera capaz de escucharlo cada vez que quisiera… y que quizás pensara en mi cuando lo hiciera. ¿Estaba eso mal? No quería
saberlo.
Aún estaba sonriendo cuando estacioné en mi entrada. Noté un auto diferente frente a mi casa, pero no pensé mucho en eso mientras caminaba hacia dentro. Un hombre estaba parado en la cocina con mis padres. Él estaba usando una camisa polo, caquis, y un anillo de bodas; lo vincule como uno de los clientes de mi papá que estaba dejando material de trabajo. Deje que la puerta oscilara cerrándose tras de mí, justo cuando él se dio la vuelta para mirarme.
Tenía ojos jade —los ojos de mi mamá— y ¡su cara! ¡Era Charlie! Ya no era el adolescente delgado de mis recuerdos, sino un adulto de 30 años. Inmediatamente corrí y tiré mis brazos alrededor de su cuello. —¡Oh mi Dios! —Sonreí por sobre su hombro y vi los ojos de mi papá: ojos enojados, preocupados.
—¿Dónde estabas? —Mi papá hizo la obvia pregunta con trucos.
Deje ir a mi hermano y le dije la verdad —Cuidando a Harry.
—Creí que habías dicho que estabas saliendo con él. Charlie dijo que los había visto a los dos caminando, brazo con brazo, hacia El Mundo de los Helados.
Eso no significa nada. Me encogí de hombros, pero mis mejillas sonrosadas me delataban. —No estamos saliendo.
—Bueno, tengo que conocer a este chico-dijo mi hermano firmemente.
—¿Qué? —Lo miré boquiabierta.
—Charlie tiene razón. No sé si me gusta la idea de que te paguen por pasar tiempo con un chico con el que tienes un romance. —Añadió papá con un tono de terminar.
—Si quieres conservar este trabajo, tenemos que conocerlo.
Resoplé. —No entiendes. Estoy ganando buen dinero, bastante como para pagar Evanston.
No me di cuenta de lo que había dicho hasta que vi el brillo en los ojos de papá.
—¡¿Qué?! ¿La universidad Evanston?
—Hey, ¿no deberíamos estar hablando acerca de Charlie? —Me estanqué, rascando la parte trasera de mi cuello, incomoda.
—Hey, yo estoy bien, hermana. —Dijo Charlie con una sonrisa rápida.
Con una pequeña opción, espeté, —Fui aceptada en la Universidad Evanston. Realmente quiero ir ahí…es una Universidad increíble, pero sé que es demasiado cara. Así que, envié el dinero para asegurar mi lugar y luego, cuando obtuve este trabajo, me di cuenta de que había una posibilidad.
Papá frunció el ceño.
—¿Qué dinero?
—Mis ahorros. —Respondí tímidamente.
—¿Tus ahorros? —papá sacudió su cabeza, camino lentamente hasta una silla de la cocina, y se sentó en ella—. No puedo creer que no nos dijeras.
Viendo la mirada de dolor en su cara, un nauseabundo sentimiento de culpa me golpeó. Dije silenciosamente: —Lo siento.
Papá pasó sus manos por su cara y luego me miró. —Sabes, ___, tu madre y yo queremos que seas feliz. Pero, ¿has pensando realmente en esto? Estoy seguro de que Evanston es una gran Universidad, pero para el tiempo en que te gradúes, tendrás al menos $120.000 dólares en deudas —sin importar dónde trabajes en el verano.
Tragué fuerte- Lo sé.
Charlie puso una mano en mi hombro- Vamos, papá, ella se merece ir acualquier Universidad que quiera. No aplastes sus sueños.
—No lo hago —se levantó y, buscando la cara de mi madre para una aprobación, dijo— ___, si quieres ir a Evanston, puedes ir. Es tu elección.
—¿De verdad? —Sonreí temblorosamente, sobrepasada con alivio.
—Por supuesto —dijo mi mamá—. Sólo me hubiese gustado que nos lo dijeras
antes.
Corrí, abrazándolos a cada uno de ellos. Luego, me separé, me fijé en Charlie; no habían excusas para el hecho de que no había tenido cartas de él en semanas. —Así que, ¿En qué has estado?
Los ojos de Charlie, que estaban en la ventana, se volvieron hacia los míos. — Algunas cosas.
Levanté mis cejas. —Sí, estoy segura.
Papá se puso entre nosotros. —Vamos. Vamos a un lugar más cómodo.
Nos guió hasta la sala y me dejé caer en un gran almohadón morado. Mi mamá prefirió sentarse en el suelo —por la ausencia de un sofá— y probablemente deberíamos cenar en el suelo, también, sino fuera por papá. Docenas de almohadones de todos los tamaños, formas y colores llenaban el cuarto.
Charlie murmuró: —Nada ha cambiado. —Antes de tomar asiento.
Mamá, que se veía traumatizada, se sentó en la esquina y puso sus brazos alrededor de su cojín favorito. Sus ojos fijos en Charlie mientras preguntaba: —¿Por qué te fuiste?
Mi hermano comenzó a retorcer sus brazos: —No quería ser mas parte del ciclo de Grayfield. Esos Clarencienses creciendo en sus casas de un millón de dólares, aprendiendo a conducir en autos, yendo a Princeton. Y nosotros nunca hacíamos más de $30.000 dólares al año, viviendo en una casa de 50 años, ¡conduciendo Buicks usados! Es molesto —se giró hacia mí—. ___, ¿por qué querrías salir con alguien de ahí?
—¡No estoy saliendo con él! —Gruñí.
—Está bien, Está bien —gritó papá—. Charlie, no puedes odiar a alguien por ser rico y lo sabes; así no es como te criamos.
—Claro, criarme —espetó Charlie— con Mis Hijo de las Flores viviendo siempre fuera en esa jungla.
Los ojos de papá quemaron: —¡No hablarás de tu madre de esa manera!
—Esto es porque no volví antes. —Charlie se levantó, pero papá lo bloqueó.
—¡No hemos terminado!
Mi papá y mi hermano se enfrentaron por un tenso minuto y luego Charlie volvió reticente a su asiento. Papá tomo un profundo respiro y asintió- Está bien. No podemos cambiar lo que pasó en el pasado, pero podemos hacer algo respecto al futuro. No quiero descubrir un día que tengo un nieto de 10 años del que no tengo idea.
Charlie miró el piso. —La verdad… —el cuarto se sintió inquietantemente silencioso—. Tendrás uno en Agosto —levantó la vista y levantó su mano izquierda— Me casé hace un par de meses. Su nombre es Sandy. Vivimos en la granja de sus padres en California. Trabajo ahí. Fue idea de Sandy que volviera…Encontró una de las cartas de ___.
Hice una mueca cuando mi mamá dijo—¿Qué?
—¿Hace cuánto tiempo que pasa esto? —Papá preguntó severamente.
Pareciendo sorprendido, Charlie dijo—Desde que me fui.
Mamá se giró hacia mí, lagrimas rodando por sus mejillas. Seguro, ellos no estaban sorprendidos de que él se casara con una chica sin decir nada, pero ¿yo era mala?
Ella farfulló —¿Cómo pudiste no decirnos? ¿Qué más has estado escondiendo?
—¡Esto es todo! ¡Lo juro! —miré a mi hermano—. Él no quería que les dijera.
Charlie se encogió de hombros.
—Pero eras sólo una niña. Pensé que lo harías.
—Bueno, no lo hice, ¿está bien?
—Está bien —mi papá suspiró—. De nuevo, lo que está hecho, está hecho. Verdad, ¿Lucy? —miró a mi mamá, quien asintió lentamente—. Ahora, creo que es mejor si tu madre y yo hablamos con Charlie a solas. ¿No tienes finales para los que tienes que estudiar?
Fruncí el ceño, odiando que me dejaran fuera del lazo. —Son el lunes, pero no son la gran cosa.
Papá levantó sus cejas. —¿Graduarse no es la gran cosa?
Giré mis ojos. —No quise decir eso…
—Asegúrate de decirle a tu novio que tienes que estudiar mañana —dijo mi mamá con voz chirriante—, pero puede venir a comer.
Levanté mis manos en el aire. —¡No es mi novio! ¿Y de verdad quieres que lo invite a comer? .
Tres caras se quedaron mirándome como si estuviese loca. Sacudí
mi cabeza—. Está bien.
Pisoteé todo el camino hacia mi cuarto. Odiaba sentir que me trataban como una niña. Levanté el teléfono y marque toscamente los números en el aparato. El teléfono sonó y luego escuché la voz de la Sra. Styles. —¿Hola?
—Hola, soy __.
—¡___! —lloró—. Oh, estoy tan avergonzada por la otra noche.
—No se preocupe —hice una mueca ante el recuerdo de ella llamándome la niñera de Harry
—Escuche, sólo quería decirle que no voy a estar disponible por un par de días, porque tengo finales el lunes.
—¡Oh, tú te gradúas, también! Por supuesto. ¡Es maravilloso!
—Gracias. Si, ¡el martes es el gran día! —Dije con un falso chillido.
—Bueno, en ese caso, ¿Por qué no te tomas libre el miércoles también antes de que comiences a tiempo completo? —Ofreció.
Tragué saliva. Casi había olvidado que iba a estar trabajando a tiempo completo. 40 horas a la semana, sola con Harry… Mi menté comenzó a ir a la deriva, cuando la oí preguntar —¿Suena eso bien, querida?
—Sí, grandioso. —Dije soñando.
—Está bien —casi podía oírla sonriendo—. Le diré a Harry que te espere el jueves.
Rápidamente dije: —Oh, uh, ¿puedo hablar con él?
Ella hizo una pausa y luego dijo—Seguro —el teléfono quedo en silencio, imaginé, ella le llevaba el teléfono a su cuarto. Ahora había algo de interferencia mientras ella cubría el auricular, luego oí su voz—. ¿___?
—Sí, Hola —sentí que me sonrojaba. No podía preguntarle, ¡no podía!—. ¿Cómo estás?
—Bien —dijo, sonando confundido—. Recuerdas, ¿estabas conmigo hace una hora?
Oh, no. ¡Él creería que yo era una acosadora! Puse un mechón de mi pelo tras de mi oreja y traté de reírme. —Sí, ya lo sé. Verás, mis padres saben que estoy, uh, ayudándote…
—¿Está bien? —Dijo.
Suspiré y dije apurada—Así que, ellos quieren que vengas a comer mañana.
Había total y completo silencio al otro lado del teléfono; ni siquiera podía oírlo respirar.
Finalmente, él dijo: —Y si no recuerdo mal, ¿tu mamá está loca?
Mascullé: —Bueno, algo así…
Se rió. —Hey, no te preocupes por eso. Iré. No es como si tuviera algo más que hacer. Mamá estará orgullosa de mis avances.
—Gracias, Harry. Mi dirección está en el curriculum que envié. ¿Puedes venir alrededor de las 6?
—Sí, te veré entonces.
—¡Perfecto! ¡Adiós! —Colgué el teléfono y trate de no pensar en cómo Harry era perfecto como material de novio porque no importaba. ¿Verdad?
***
Para mí, el día siguiente pasó terriblemente lento. Mi papá seguía diciéndome que tenía que estar estudiando, pero apenas veía el punto de eso porque lo único que tenía que hacer era ir y tratar de graduarme. Y, por supuesto, estaba todo el asunto de Charlie. Las cosas aun estaban tensas entre él y mis padres y, cuando él entraba a un cuarto conmigo, terminábamos teniendo una pequeña conversación. ¿Qué podía decir si no lo veía desde que la edad en que creía que los Power Rangers eran geniales?Me senté en la mesa de la cocina, inclinada sobre mi libro de Biología. Miré en blanco la fotografía de una flor diseccionada mientras mi mente derivó en yemas de los dedos explorando. Salté de sorpresa cuando Charlie sacó una silla y se sentó.
Sonrío ante mi reacción: —¿Duro trabajo?
—Oh sí. —Me enderecé y quité el pelo de mi cara.
—¿Esperando para ver a tu novio?
—No —mentí—. Y él no es mi novio.
—Pensé que podíamos intentar un cara a cara por una vez, en vez de las cartas.
Pestañeé. —Las cartas no funcionan cuando dejas detalles importantes fuera.
—Acerca de eso —Charlie rascó la parte trasera de su cuello—. ¿Dije que lo siento?
—No.
—Bueno, lo siento —dijo—. No te perdiste mucho; sólo fuimos a un ministro de Paz.
Dije frunciendo el ceño: —Si voy a perdonarte, no va a ser por las excusas.
Charlie sacudió su cabeza. —Wow, hermana, ¿Cuándo envejeciste tanto?
—¿Yo? —sin quererlo, reí—. ¡Sr. Camisa de Polo tu deberías estar hablando!
Tomó su camisa. —Hey, ¡Voy a ser papá!
—Ese pobre niño —doblé mis brazos—. Así que, ¿cómo es ella?
—¿Quién?
—¡Tu esposa!
Charlie se encogió de hombros. —Ella… no lo sé. Es genial. Hace el mejor panqueque de arándanos que has comido.
—Y ella logró que vinieras aquí, es increíble. —Añadí.
—Una vez que Sandy tenga el bebé, quiere venir a conocerte.
—Por supuesto —sacudí mi cabeza hacia él—. Tú, un papá, aún no puedo creerlo.
—Bueno —Charlie se levantó—.Probablemente debería dejar que vuelvas al trabajo.
—Supongo. Hey… vas a ser agradable esta noche, ¿verdad?
La cara de mi hermano brilló con fingida inocencia. —Por supuesto, ___. No te preocupes.
Traté de sonreír, pero cuando llego el momento de la cena, estaba nerviosa. Mi mamá había estado corriendo entre la cocina y su jardín durante la última hora.
Dijo que estaba creando algo …especial‖, lo cual no estaba segura que fuera algo bueno. Una de sus últimas comidas …especiales‖ había requerido la visita del departamento de bomberos de Grayfield. Mantuve mis dedos cruzados mientras pretendía que miraba mis notas.
Diez para las 6, el timbre sonó. Mi estómago dio una sacudida cuando abrí la puerta. Harry estaba parado en la entrada mientras la Sra. Styles saludaba mientras caminaba hacia su BMW. Tomé su brazo para conducirlo adentro y lograr decirle un—Gracias por Venir-Antes de que Charlie nos encontrara. Mi hermano bloqueo nuestro camino y se irguió en toda su estatura, no que Harry
pudiera notar la diferencia.
—Así que, ¿eres Harry?
—Si —Harry cambio su peso inciertamente—. ¿Sr. Turner?
—La verdad, este es mi hermano mayor, Charlie. —Expliqué
—¿El que se fue? —Preguntó Harry, inclinando su cabeza hacia la mía.
—Dios, él lo hace sonar como si fuera un niño pequeño —dijo Charlie, mientras movía una mano frente a la cara de Harry. Lo alcancé y lo pateé—. ¡Ouch!
Harry frunció el ceño. —¿Qué pasa?
—Nada —repliqué, mientras miraba a mi hermano—. Creo que la cena esta lista.
Caminamos dentro de la casa y nos sentamos en la mesa de la cocina. Mamá apareció con los primeros platos de comida. Mis ojos se ampliaron cuando mire mi plato. Era una comida orgánica, bien; preparó flores.
Más específicamente, ella había preparado una ensalada de pastas con una vinagreta de dientes de león y pétalos de claveles, ancianos y rosas.
Papá apareció con los otros platos.
—Hola Harry.
—Hola. —Harry asintió en su dirección.
Charlie miró hacia abajo a su plato. Con un tono sarcástico, dijo: —Te has superado a ti misma, madre.
—¿De verdad? —Mi mamá se veía esperanzada mientras tomaba asiento.
Papá palmeo su mano: —Si, se ve hermoso.
Estaba sentada cerca de Harry y se acercó, susurrando. —Uh, ¿qué es esto?
—Bueno… —mi hermano, que había oído, miraba divertido—. Es una ensalada de pastas.
Charlie levanto sus cejas y escupió: —¡Con Flores!
—¡Cállate! —escupí de vuelta—. No ofendas a mamá.
Hubo un estrépito de cubiertos cuando todos comenzaron a comer. Vi como Harry alargaba su mano a la mesa, hasta que encontró su tenedor. El primer bocado de ensalada que puso en su tenedor llevaba un gran, brillante pétalo de rosa.
Sostuve el aliento mientras el tenedor viajaba a su boca. Justo cuando estaba a punto de tomar el bocado, Charlie dijo: —Harry, ¿hace cuánto conoces a mi hermana?
El tenedor volvió a su plato, aun con el pétalo en él. Miré a mi hermano, mientras
Harry respondía. —Uh, un poco más de una semana.
Charlie levantó sus cejas. —¿Eso es todo? Parecían bastante cercanos, cuando los vi.
Harry frunció el ceño. —¿Cuándo nos viste?
—Charlie los vio a los dos en el centro. —Explicó papá.
—Oh —Harry levanto nuevamente el tenedor hacia su boca—. Sí, pasamos bastante tiempo juntos.
—___ dijo que te graduaste de Clarence. Debe haber sido un buen lugar para ir a
estudiar. —Dijo mamá.
El tenedor paró.
—La verdad, no he ido estos últimos meses.
Las cejas de Charlie se dispararon. — ¿Y aun así te graduaste? Es interesante lo que el dinero puede hacer…
Comencé. —Charlie —Harry se puso rígido—. Lo siento, ¿Tú te graduaste?
Charlie tiró su tenedor en su plato. — ¿Tienes un problema con GED ?
— ¡Es suficiente! —Dijo papá en voz alta.
Harry tomó el bocado de su tenedor. Comenzó a masticar y, de pronto, paró. Su mano se deslizó discretamente hacia su boca. Me incliné hacia su oído y susurré
—Es un pétalo de flor.
Él asintió mientras removía el pétalo con su servilleta.
— ¿Tienes planes Harry? ¿Universidad? —Preguntó mi papá.
La cara de Harry se volvió negra. —No lo creo, ahora.
—Si aprendes Braille, estoy segura que puedes ir. —Sugerí con entusiasmo.
Él se encogió de hombros. —Estoy tomándome un día a la vez.
Mamá dijo —¿Sabes que __ se gradúa el martes en la noche?
—Sólo estas contenta de que alguien pase por esa ceremonia. —Escupió Charlie.
Ella le dio una mirada dolida. —No quise decir eso.
La mesa cayó abruptamente en un frío silencio que permaneció durante el resto de la cena. Deseé desesperadamente que el suelo me tragara y llevarme a Harry conmigo. Tan pronto como terminamos de comer, llevé a Harry hacia la salida, para alejarlo de mi familia. Nos sentamos en el escalón y, después de un momento de silencio, dije —Lo siento por eso.
—Así que, los dos tenemos que disculparnos por nuestras familias —dio una corta risa—. ¿Qué clase de flor casi me como ahí dentro?
Sonreí y empujé juguetonamente su hombro. —Una rosa.
— ¿De verdad? —Levantó sus cejas—. Chris no podrá creerlo.
—Al menos algo bueno salió de esto —vi luces acercarse por mi calle. Dudé y
Luego le di a Harry un rápido beso en su mejilla—. Gracias, de nuevo.
Su sonrisa hizo que mis mejillas se pusieran calientes. —Un placer.
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
Capítulo 9.
El martes, me encontraba en medio de la cocina, golpeando con impaciencia mi gorro de graduación contra mi pierna.
Debido a que el gimnasio de mi escuela de secundaria se calentaba cada año durante la ceremonia, llevaba una túnica de algodón y unos vaqueros piratas debajo de mi túnica azul. Mi padre, vestido como si fuera a trabajar, me miró y se encogió de hombros. Los dos estábamos esperando a mamá y a mi hermano.
Charlie seguía empacando para su vuelo, que estaba programado para salir esta noche, y mamá pensó que tenía suficiente tiempo para bordar una nueva rosa en su par favorito de vaqueros, en mi honor.
—¡Ya sé que T no es la primera letra del abecedario, pero me seguiría gustando
llegar pronto! —Grité.
—Ya voy —rió Charlie y subió las escaleras del sótano con su abultada bolsa de lona. La levantó y dijo—No puedo creer que hayan guardado mis cosas. Incluso todas mis viejas cintas de casete estaban allí —él me miró—. Bueno, casi todas.
Puse los ojos en blanco. —Muy bien, así que tal vez tome prestadas algunas en la última década.
Charlie hizo una mueca. —Te gusta hacerme sentir viejo, ¿no?
—Bueno…
Papá negó con la cabeza hacia nosotros. —Charlie, si no te importa tú llevarás ahora a ___, mamá y yo nos encontraremos con ustedes allí con el coche de alquiler.
—No hoy problema —Charlie caminó hacia la puerta delantera y la mantuvo abierta para mí—. ¿Seguro que tienes la edad de conducir? Recuerdo que tenías un pequeño problema controlando los carros chocones.
Yo sonreí. —Ahora soy lo suficientemente alta para ver por encima de la rueda, así que eso ayuda.
Charlie me siguió fuera y se metió en el lado del pasajero de mi Camry. Puso su bolsa de lona en sus pies, y se abrochó rápidamente el cinturón de seguridad mientras salía a la calzada. Él respiró hondo y trató de fingir que en realidad no estaba pensando que tenía miedo de que su hermana pequeña tuviera carnet de conducir. Podía ver sus ojos girando como dardos mirando por los espejos de mi coche. Se aclaró la garganta cuando aceleré. —Papá me dijo… quiero decir, creo
que pude haberme pasado un poco de la raya en la cena de anoche. Estoy orgulloso de que te gradúes, ___.
—¿Sí? —le ofrecí una sonrisa—. Gracias.
—Supongo que esperaba que estuvieran más locos por irme tanto tiempo, yo casi quería que estuvieran locos. Al ver lo bien que lo llevaban… Creo que me puse celoso —él se encogió de hombros—. ¿Te acuerdas de todas las peleas que solía tener con ellos?
—¡Claro que me acuerdo! Sacudiste la casa gritando tan fuerte —disminuí la velocidad en la señal de ―Alto‖, me giré y lo miré—. Ya sabes, que qué mamá y papá no estén locos, no quiere decir que se olvidaran de ti. Te escribí sobre las cenas, ¿te mostró mamá el mural?
Charlie asintió con la cabeza. —Me lo enseñó esta mañana y tuvimos una buena charla. Sin embargo, todavía quiero que sepas que creo que es genial lo que estás haciendo: Ir a Evanston, rompiendo con el sistema de castas.
Suspiré y seguí conduciendo. —Bueno, no estoy segura de que vaya a ir a Evanston. Papá tiene razón cuando dice que cuesta mucho. Lo que gane este verano apenas pagará por mi cuarto, y mucho menos el resto de la matricula. Y no hay muchas becas para mi promedio, chicas de clase media.
—Tú no eres común. —Se burló Charlie.
—Uh, ¿gracias?
—Quiero decir, ¿no dices que quieres escribir para los Rolling Stones? ¡Y estás ayudando a un chico ciego! ¿Quién hace eso? —Preguntó con tono audaz para demostrarme que estaba equivocada.
—Está bien. No soy normal —levanté una de mis manos, rindiéndome—. Por lo tanto, cuando encuentres las becas anormales, para aspirantes a periodistas, asegúrate de que me la asignen.
Charlie sonrió. —Lo conseguirás, hermanita.
***Como yo esperaba, mi ceremonia de graduación fue casi tan emocionante como escuchar NPR en una sauna. Mientras el sudor se agrupaba en mi nuca, busqué a mi familia a través de la selva de personas que empujaban por escapar del sofocante gimnasio. Yo estaba tan feliz de encontrarlos que pensé que mi cara se partiría por mi sonrisa. Papá sonrió mientras mamá tomó fotos con una cámara Instamatic antigua.
—Ahora, ___, tú y Charlie necesitan ponerse juntos. —Indicó ella.
Suspiré, ansiosa por terminar, y plantándome rígidamente junto a Charlie. Él se dio cuenta de mi expresión agria, y justo antes de que el flash saltara, me envolvió en un abrazo de oso. Grité sorprendida, no había sido atacada por él desde hacía mucho tiempo. Riendo dijo—Felicidades, ___.
—Gracias —lo miré a la cara—. Me alegro de que hayas venido. Deberías hacerlo alguna vez.
—Lo haré —miró hacia nuestros padres—. Una vez que Sandy tenga el bebé, te lo prometo. Diez años es mucho tiempo… no debí haberles hecho esto.
—Nunca perdimos la esperanza de que volvieras. —Dijo papá y mamá asintió con la cabeza, con los ojos brillantes.
Charlie miró a papá un buen rato. Luego tosió y miró su reloj.
—Probablemente deberíamos ponernos en marcha. Mi vuelo sale en dos horas —él me golpeó el hombro con suavidad—. Te escribiré pronto. Tú sigue escribiéndome.
—Tú sigue adulto.
Él frunció el ceño. —¡No hay necesidad de la palabra con A! ¡Todavía soy joven!
—¡Hasta luego, cariño! —Dijo mamá mientras se dirigían al exterior.
—¡Adiós!
Suspiré, mientras los veía irse y luego me quité el gorro. Recorrí la habitación buscando a Ahna, lo que era difícil teniendo en cuenta que la sala estaba llena con familiares y amigos de mis trescientos compañeros de clase, muchos de los cuales estaban sudando o con el ceño fruncido en las rondas de fotografías.
Por suerte, el cabello rojo de Ahna permitía identificarla y lo vi a través de la multitud. Me coloqué cerca de las puertas de salida y la esperé.
Ahna surgió tirando abrumadoramente de la mano de Lyle. Su rostro esbozó una sonrisa cuando me vio y me dio un fuerte abrazo. Dio un paso atrás, gritando por encima del estruendo:
—¿Estás lista para irnos?
Asentí con la cabeza. —¡Sí!
Afuera, el aire de la noche era fresco y confortable feliz en comparación con el gimnasio. Más allá de la luz amarilla de las farolas, vi una brillante luna llena que se cernía sobre el campo de futbol vacío. Cuando salí a la acera, cerré los ojos y aspiré el olor a verano fresco.
Habría seguido caminando, sabiendo que Ahna y Lyle venían de la mano, pero la oí preguntar: —¿___? ¿Ese es…?
Me volví para ver a Ahna de pie, unos pasos detrás de mí y apuntando hacia el gimnasio. Miré y, al principio, sólo vi la corriente de gente que salía. Entonces, me di cuenta de una figura de pie a un lado de las puertas. Parecía tenso y fuera de lugar con sus gafas de sol oscuras y las manos metidas profundamente en los bolsillos. En un instante, estaba a su lado. Lo toqué en el brazo y él dio un salto sorprendido por mi toque.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Le pregunté.
—___ —él destelló una sonrisa y sentí que mi estómago se taponaba—. Estoy aquí para verte.
Mi cara enrojeció; ¡estaba sucediendo! Se echó a reír como si pudiera sentir mi vergüenza y continuó.
—Pensé que era justo, desde que fuiste a mi gradación. Chris llamó a un taxi.
No pude evitar sonreír. El pequeño bribón. Aparté el brazo de Harry. —Bueno, gracias por venir.
—___, ¿Quién es?
Me volví para ver a Ahna sonriendo tímidamente. La fulminé con la mirada.
—Ahna, este es Harry. Harry, esta es mi mejor amiga, Ahna, y su novio, Lyle.
—Mucho gusto. —Dijo Lyle. Él ofreció una mano temblorosa hacia Harry y Ahna le golpeó las costillas.
Ajeno, Harry asintió con la cabeza en su dirección. —Sí, un placer conocerte.
—Olvidé que me dijiste que era ciego. —Se quejó Lyle a Ahna mientras se frotaba
el costado.
Harry levantó las cejas. —¿Están hablado de mi?
—¡No! —Dijimos Ahna y yo con aire de culpabilidad.
Lyle murmuró —Supongo que puede oír bien —y Ahna suspiró y sacudió la cabeza con exasperación—. Por lo tanto, ¿él viene a los bolos con nosotros? Harry se volvió hacia mí. —¿Tú vas a los bolos?
—No —dije rápidamente—. Podemos hacer otra cosa. ¿Vale, Ahna?
—¡Claro! —ella me guiñó un ojo y empezó a arrastrar a Lyle hacia el lado de la calle de la bolera—. ¡Que se diviertan, muchachos!
Deslicé mi mano en la suya. —¿Por qué no vamos a sentarnos? Es una noche bonita para estar fuera.
Llevé a Harry por el campo de futbol. La hierba estaba alta y muy densa, de haber sido abandonada después de terminar la temporada. Las grandes gradas de metal estaban vacías. Estábamos completamente solos, hasta los últimos rezagados habían dejado el gimnasio.
La noche se sentía tranquila iluminada por la luz blanca de la luna. Me dejé caer sobre la hierba fresca y miré hacia las estrellas.
Harry estaba a mi lado y, después de un momento, dijo en voz alta: —No eres como cualquiera de las chicas con las que he salido.
Empujé un mechón de pelo detrás de mi oreja. —¿Qué quieres decir?
—Piensas y usas antigüedades, como un par de rojas Chucks —él sonrió—. Chris me lo dijo.
Yo me reí. —Sí, lo supuse.
—Y te preocupas por otras personas, no sólo de ti misma.
Me di la vuelta de lado y miré las estrellas reflejadas en sus gafas oscuras. Esas gafas escondían mucho de él para mí, tanto que no podía soportar que lo ocultara más. Me senté con la pierna doblada debajo de mi cuerpo. Abracé mi rodilla y dejé que las palabras se deslizaran por mis labios.
—Quiero ver tus ojos.
Harry se apoyó en los codos. —¿Qué?
—Tus ojos. —Dije.
Se pasó una mano por el pelo. —¿No está oscuro?
—Hay luna llena. Por favor.
Exhaló despacio y asintió con la cabeza.
Me mordí el labio y me incliné hacia adelante. Acerqué mis dedos temblorosos, deslizando suavemente las gafas de su rostro. Miré hacia abajo mientras las apoyaba en su pecho, entonces dudé. Tomando una respiración me estabilicé y levanté mis ojos para ver… sus parpados cerrados. Sonreí con sorpresa y, de repente, sus ojos se abrieron de golpe.
Mi corazón dio un salto y sentí que se escapaba el aire de mis pulmones. Sus ojos eran sorprendentes. La más brillante llama Verde azulado claro intenso. Pero incluso mientras me deleitaba viéndolo, pude ver la vacante en sus pupilas, ya que miró más allá de mi hombro.
Me encontré con mi mano acariciando su sien.
No había ningún pensamiento, ninguna palabra, ya que simplemente cerré mis ojos, mis labios se encontraron con los suyos y los suyos con los míos.
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras su mano se abrió paso entre mi pelo. Yo le estaba besando con cada gota de emoción que había agrupado dentro de mí, ya que, ¡ni siquiera podía recordar desde cuando!
Envolví mis brazos alrededor de su cuello y él me llevó más cerca de él. Yo, no, nosotros no estábamos en…
—¡___! ¿Dónde estás? —la inoportuna llamada atravesó la noche—. ¡Decidimos que sería divertido si fuéramos todos a comer pizza!
—¡Sí, él puede comer pizza! —Gritó Lyle.
Me hice hacia atrás y me encontré respirando pesadamente. Después de aspirar aire, le dije de vuelta:
—¡Ya vamos, Ahna!
Harry me ayudó a ponerme de pie y pude ver que estaba sonriendo. Él dijo poco a poco.
—Eso fue muy… —se puso sus gafas de nuevo—. Sí.
—¿Fue…sí‖? —me reí y le golpeé juguetonamente un costado—. Sí, para mí también.
Limpié las sobras de mi plato de mi último parmesano con un dedo. Acabábamos de terminar una comida, que consistía en una conversación incómoda. Con un silencio, un poco violento con Ahna, Lyle se había ofrecido a ir con Harry al baño. Ahora Ahna sorbía el último de sus pop, mirándome intensamente. Ella sabía que algo estaba pasando, tal vez porque yo no podía dejar de sonreír.
—¿Qué pasó? —Preguntó ella, con los ojos brillante de la curiosidad.
Mis ojos se levantaron hasta ella y sonreí aún más. —Nos besamos.
—Espera, ¿qué? —se quedó sin aliento—. ¿Quién besó a quien?
Me reí de su expresión. —No sé, ¡nos besamos el uno al otro!
—¿En serio? ¡___, es impresionante! —sus ojos se volvieron soñadores—. No sé si he tenido alguna vez un beso simultáneo… es tan romántico.
—¡Hey! —Dijo Lyle de mal humor. Estaba de pie junto a la mesa con Harry. Me
sonrojé, esperando que no hubiera oído demasiado.
—Me refiero, a que lo he tenido.
Ahna tomo el brazo de un novio, mientras me guiñaba un ojo.
—Bueno, creo que nos vamos a ir —dije, poniéndome de pie—. Mi coche está detrás de la escuela.
—Sí, el mío también. —Dijo Ahna.
Agarré la mano de Harry saliendo primero. Ahna y Lyle fueron caminando un poco delante de nosotros, así que le pregunté en voz baja.
—¿Lo pasaste bien?
Él sonrió. —Bueno, ya sabes, Lyle disparó la envoltura de la pajita en mi cara…
Ah, y me preguntó si me gustaba ser ciego. Esa es una gran pregunta.
Le apreté la mano. —Tengo la imagen.
Se echó a reír, volviendo su cabeza hacia la mía. —Estuvo bien.
—Bien.
Después de decirles buenas noches a Ahna y Lyle, subimos a mi Camry. El estacionamiento de la playa estaba vacío, el silencio en mi coche invitaba a mi cabeza a hacer preguntas. Cuando nos besamos, ¿Harry sintió algo también? ¿Significaba eso que éramos novios? Todos mis novios habían sido evidentes: Nos fuimos a cenar, al cine, e increíblemente, nosotros estábamos saliendo.
¿Besar a un ciego… chico, amigo, jefe? No era simple de entender.
Pero ¿qué importa? ¡Nos habíamos besado! Sonreí.
Un poco más tarde, llegue a casa de los Styles. Apague mi coche y me giré vacilante hacia Harry. Él me rozó la mejilla con la mano antes de llegar hasta desabrochar mi cinturón de seguridad. —Tú eres realmente algo, ___ Turner.
-__ ___ Turner —dije—. Mamá quiere que lo recuerdes.
—¿Tu madre hippie loca? ¿La que trató de hacerme comer flores? —Preguntó burlonamente, al abrir la puerta del coche.
—¡Cállate! —me reí empujándolo fuera de mi coche—. Te veré el jueves. Tu madre me dio el día libre mañana.
La cara de Harry se ensombreció. —Correcto. El trabajo.
Sintiéndome incómoda, bromeé. —Supongo que hay peores puestos de trabajo que salir contigo.
—Sí —él atrapó el borde de la puerta y su rostro se puso más serio— ___, tal vez no deberíamos de contarle a nadie lo de nosotros.
—¿Qué quieres decir?
—Yo sólo… —Harry hizo una mueca—. Necesitas el dinero y no creo que mi madre estuviera dispuesta a pagarte si estás saliendo conmigo.
—Oh —mi felicidad se desinfló, tragué y asentí con la cabeza—. Bien.
—Creo que me has entendido. —Harry se deslizó de nuevo en mi coche y alzó una mano hacia adelante, hacia mi cabeza. Dudé, sin saber lo que quería decir, y luego me incliné hacia adelante.
Su mano se curvó en la parte posterior de mi cuello. Guió mi cara buscando la suya y me dio un perfecto beso suave que hizo que se rizaran los dedos de mis pies.
—Vamos a hacer que esto funcione, ___ ___.
Sonriendo, tomé su mano y la apreté entre las mías. —Está bien.
—Buenas noches. —Harry salió de mi coche y abrió la puerta cerrada. Lo miré hasta que estuvo dentro de su casa y luego suspiré. Esto no era algo que yo esperara, nunca había besado así antes. Y mantenerlo oculto, especialmente de todos los curiosos hermanos pequeños, no iba a ser fácil.
Sin embargo, el excitado temblor en mi corazón me decía que Harry merecía la pena.
—Que noche. —Le susurré a mi Camry y regresé a casa
Notita: AME EL BESO ENTRE RAYIS Y HARRY *000* lkhsadf{lkashd las amo lectoras fieles! fantasmas plz comenten! besos
Última edición por Gisse el Mar 18 Jun 2013, 5:51 pm, editado 1 vez
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
New reader here!
Hoooola!! Mi nombre es Mikaela, y soy de Uruguay. Síguela pronto ¿sí?, me tendrás comentando en tu novela por mucho tiempo:3
Adióssss<3
PD: Amo la novela es tan adhsjajs<3 :enamorado:
Hoooola!! Mi nombre es Mikaela, y soy de Uruguay. Síguela pronto ¿sí?, me tendrás comentando en tu novela por mucho tiempo:3
Adióssss<3
PD: Amo la novela es tan adhsjajs<3 :enamorado:
PerseusPotter
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
PerseusPotter escribió:New reader here!
Hoooola!! Mi nombre es Mikaela, y soy de Uruguay. Síguela pronto ¿sí?, me tendrás comentando en tu novela por mucho tiempo:3
Adióssss<3
PD: Amo la novela es tan adhsjajs<3 :enamorado:HOLAAA! Y BIENVENIDA CHICA! La sigo pronto pronto jijij aww gracias! :)) yo igual amo esta novela sadfsadgads
Gisse
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
como siempre tu novela me deja sin palabras :aah::aah:, seré tu fiel lectora siempre , síguela en cuanto puedas :D
SCARLATA
Re: His Eyes- Harry Styles y Tú TERMINADA
SCARLATA escribió:como siempre tu novela me deja sin palabras :aah::aah:, seré tu fiel lectora siempre , síguela en cuanto puedas :D
La seguiré ahora1313 jijij:P
Gisse
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