Re: You make me happy (Harry Styles)

por **Buttercup.** Lun 08 Jul 2013, 4:56 pm

Aquí {♥}:

Capítulo 4

— ¡Aléjate de mí! —Susurro bastante fuerte. No sé si el miedo de despertar a mi familia es más grande que ser asesinada por ese chico loco. — ¡Déjame en paz!

Es como si no me entendiera porque no tiene expresión alguna en el rostro y sube las escaleras poco a poco sin obedecerme.

— ¡Que te vayas! —No importa cuánto se lo diga, él muy probablemente está dispuesto a matarme ahora mismo. Recojo las llaves del suelo como alma que lleva el diablo y abro la puerta de entrada tan rápido como puedo. Azoto la puerta y subo corriendo las escaleras para encerrarme en mi habitación sin intención alguna de volver a salir.

Estoy tan desesperada que quiero llamar a Bree de inmediato. Busco mi teléfono celular en mis bolsillos pero no lo encuentro. ¡No está!

—Mierda, lo perdí en el callejón.

Ya es tarde para llamar a su casa, y de hecho ni siquiera creo que ya esté allí tan rápido. Tendría que conformarme con pasar una mala noche.

{…}

—Pero qué cara… —Mamá coloca un plato con hotcakes frente a mí. — ¿No dormiste bien anoche, cariño?

—Insomnio.

—Tu abuela ha dejado unas pastillas buenísimas para conciliar el sueño en la noche. Si sigues con la molestia te tomas una.

—Lo tendré en cuenta. —Bostezo largamente y luego comienzo a comer. Papá ya ha encendido el televisor y aprovecha a tomar su desayuno tranquilamente mirando uno de sus canales favoritos porque Kayley no ha bajado a reclamar sus caricaturas. El gusto no le dura tanto porque después de un rato Liam baja con ella en brazos enredada como la monita que es.

—Buenos días.

—La próxima vez que Niall venga a la casa, procura que nos deje comida, Liam. Te lo agradeceríamos mucho. —Mamá está reclamando como siempre, pero mientras ella está distraída y papá sigue mirando sus últimos minutos de televisión, yo agradezco a Liam por mentir y encubrir lo que sospechaba.

—Perdón, mamá. —Mi hermano me sonríe cómplice pero segundos después mueve la cabeza hacia un lado indicándome que lo siga.

— ¿Qué? —Le pregunto a punto de dar un sorbo a mi vaso con leche y mirando sobre mi hombro por si a alguien se le ocurre salir de la cocina para seguir nuestra conversación.

—Ahora sí dime por qué tuve que mentirle a mamá.

—Yo no te dije que le mintieras, te dije que guardaras silencio nada más.

— ¿Ah, sí? ¿Y llevarme toda la culpa yo sólo porque nuestra alacena quedó vacía?

—Liam, culpaste a tu amigo, la culpa sigue siendo tuya después de todo.

—Si no piensas decírmelo estoy dispuesto a hablar con mamá y acusarte de que sabes algo. ¿Le vendiste a Bree algunas cosas para Mickey’s, cierto?

—Estás loco. —Solté una risita. —No fue eso.

—Entonces, ¿qué?

Mi hermano podría ser todo menos una tumba para guardar un secreto. No estaba dispuesta a decir nada a menos que los hechos antepasados se hicieran más sólidos y me llevaran al verdadero objetivo. Pero como anoche todo se resolvió —no de una manera muy grata pero al fin y al cabo lo que necesitaba para poder hablar— pude decirle a Liam sobre lo de la reciente situación. Al principio se puso histérico y tuve que encerrarlo en el baño y mojarlo en la regadera para poder calmarlo y así obligarlo a que se callara hasta que tuviera el suficiente valor como para yo misma decírselo a mamá. Un valor que conllevaba estar preparada a cambiar de casa cuando mucho.

—Al principio creía que no era una mala persona, te lo aseguro.

—Que buena noticia. —Liam estaba sentado encima del retrete con los codos sobre las rodillas observando las gotitas de agua caer de su cabello empapado. —Eso me recuerda que tengo que ir a la policía a avisarle a alguien que un maldito loco acosa a mi hermana y para colmo entra a mi casa a robarse pertenencias.

— ¿Tu también? Ya les dije que no es necesario.

—Tú misma me acabas de decir que ese sujeto te asustó anoche, ¿no? Tienes problemas, Lana, resuélvelos antes de que te suceda algo, ¿quieres?

—No lo conoces.

— ¿Y tú sí? —Resopló apesadumbrado. —De verdad que no entiendo tu silencio.

La realidad era que nadie lo iba a hacer, nadie iba a concebir que tras ese miedo que albergaba; se escondía una verdadera razón para no abrir la boca. Y eso consistía en que había algo que me decía que ese chico no era un asesino psicópata, ni siquiera alguien que pudiera hacer daño alguno.

El timbre resonó por toda la casa y con ello los gritos de Kayley queriendo abrir la puerta. Si tan sólo su tamaño se lo permitiera y ese gusto le durara toda la vida, sería más que feliz de que lo hiciera.

— ¡Lana! ¡Alguien viene a buscarte! —Sentía pena por quien quiera que fuera la persona que estuviera cerca de mamá justo cuando gritaba.

—Si es el loco iré a…

—Tú siéntate. —Volví a colocar a mi hermano sobre el retrete. —Y date un baño que falta te hace. Esta conversación no ha terminado.

—Ya lo creo. —Liam bufa y se da la vuelta desprendiéndose de su camisa, el momento justo para salir inmediatamente del baño y recibir a mi visita.

—Date prisa, Lana.

— ¿Quién es? —Encuentro a mamá por el pasillo batiendo un cubo con algo chocolatoso dentro.

—Un chico. —Me sonríe con malicia y luego me da un empujoncito con su cadera siguiendo su camino.

Un chico. Mierda.

—Seré una buena hija de ahora en adelante, Dios mío, pero que por favor no sea él. No estoy preparada justo ahora. —Seguía rezando porque un alma se apiadara de mí. Mis pensamientos eran un arma de dos filos, tal vez pensara que esa persona no era alguien malo ni dispuesto a hacer daño, pero sólo el hecho de saber que me acosaba tampoco podía sentirme tan tranquila y esperar a recibirlo así como así. Antes de eso necesitaba una larga charla con Bree. ¿Y si sacaba a mi hermano de la ducha para acudir a mi rescate? Demasiado tarde.

—Hey. —Sin embargo quien venía a buscarme era la persona que menos me esperaba de momento. Una nube de humo con horrible olor a tabaco me bañó la cara y me obligó a toser como enferma terminal de tuberculosis.

— ¿Qué… haces… aquí? —Ni siquiera podía hablar, estaba bastante entretenida tratando de salvar a mis pulmones sacando todo el aire contaminado posible que aspiré.

—Qué manera tan cordial de recibirme. —Amplía una enorme sonrisa colocándose el cigarrillo sobre los dientes y pasándose una mano por el cabello engominado y despeinado. ¡Diablos! Era demasiado atractivo como para tratar de negarlo.

—Mírate nada más, te va muy bien ese nuevo peinado. Te ha crecido el cabello y la barba también por lo que veo. Eres todo un hombrecito, Zayn.

—Eso está mucho mejor —su voz se distorsiona un poco porque aún sostiene el cigarrillo. Extiende los brazos esperando a que me acerque, luego alza una ceja ante mi duda momentánea. Más acepto. Gracias a su relación con Bree creció una amistad entre nosotros dos y la verdad es que había sido gran amigo a pesar de todo. Con su noviazgo yéndose por el caño fui obligada a cortar cualquier lazo con él, y no tuve más alternativa que obedecer. Seguía frecuentándome con Zayn pero todo ya era muy diferente y bastante difícil, Bree jamás ha tolerado que sigamos hablando. Era casi un pecado capital para ella hacerlo.

Cuando Zayn me soltó del abrazo sentí una enorme nostalgia, de verdad que lo extrañaba.

—Bueno y dime, ¿a qué se debe tu cordial visita? —Me hago aún lado dejándole espacio para que pase dentro.

—Estaba algo preocupado.

— ¿Preocupado? —Frunzo el ceño confundida, y me quedo de pie mientras Zayn toma asiento en el sillón y observa la televisión en un canal de niños.

—Me llamaste anoche, tenía una llamada perdida tuya. Traté de devolverla pero tu teléfono sonaba apagado.

—Oh… es que lo perdí. —Si Bree llega a enterarse de esto seguro que me mata. —Pero descuida, pronto tendré uno nuevo.

— ¿Se puede saber para qué me necesitabas?

—Bueno… —Jesucristo, Bree será muy mejor amiga mía pero no podía dejar de mirar a su ex novio. No lo recordaba tan jodidamente guapo, de hecho la edad le favorecía y eso no era bueno porque no podía apartar la mirada de él. La chaqueta negra le sentaba de maravilla, pero lo peor era que no podía acostumbrarme a su colonia, olía delicioso, casi como un chocolate a punto de…

—Lana.

— ¡Ay! —Doy un bote y abro mucho los ojos. Zayn me observa curioso y se está mordiendo un labio. ¡¿Por qué?! De seguro ya se dio cuenta de que estoy babeando por su belleza y se está riendo de mí internamente. —Lo lamento, es que he tenido tantas cosas en la cabeza últimamente.

—Descuida. —Sonríe radiante y yo entrecierro los ojos, es demasiado para mí. Sigue teniendo el mismo porte de chico malo, pero ha cambiado tanto. —Pero no me has dicho nada todavía.

—Es que… — ¿Qué le digo? No puedo decirle del chico vagabundo. —Bree quiere hablar contigo.

Bien, quisiera agradecer a mi madre y a mi padre por darme la vida. A esas personas maravillosas que han estado conmigo estos últimos 18 años, que me han brindado su apoyo incondicional y que sobre todas las cosas me han querido. A mi hermano y a mi sobrina por las alegrías que hemos compartido, muchas gracias por haber estado allí para mí. Gracias Dios por darme todo esto sin merecerlo. Digo estas últimas palabras porque muy pronto dejaré esta vida siendo asesinada bajo las manos de mi mismísima mejor amiga.

— ¿Bree? ¿Hablar conmigo? —Se pone de pie de inmediato y se acerca a mi lado, está tan anonadado como yo.

—Ehh, sí.

—Wow. —Sonríe. ¡Deja de sonreír! —Eso sí que es nuevo. ¿Y no sabes de qué quiere hablar?

—La verdad es que no. Pregúntaselo tu mismo.

—Lo haré justo ahora. —Busca su teléfono celular y cuando lo tiene en sus manos tengo la misma reacción que Bree cuando traté de llamarlo.

— ¡NO!

— ¿No, qué? —Pero él esquiva mi arrebato y lo aleja de mí lo bastante como para no alcanzarlo.

—No la llames ahora, se supone que te lo diría hasta después.

— ¿Entonces por qué llamaste ayer?

—Pues porque… — ¿Por qué tengo que ser tan torpe, Dios mío? —Quería invitarte a cenar.

Su cara ha cambiado de un desconcierto a una sorpresa divertida. Se relaja y vuelve a esconder su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón.

—Tampoco eso me lo esperaba.

—Como los viejos tiempos, ¡yaay! —Alzo los pulgares y sonrío tanto como puedo.

—Pues te tomo la palabra, querida Lana. —Pasa un brazo sobre mis hombros y recarga su peso en ellos. — ¿Qué has preparado para mí?

—Macarrones.

El sonido es tan suave que me veo en la necesidad de sacudir la cabeza y parpadear un par de veces. La probabilidad de estar volviéndome loca no era una idea tan remota. Miro sobre el brazo de Zayn y allí está Él de pie en la entrada de mi casa.

—Oh, no. —Zayn se da cuenta de mi reacción y mira en la misma dirección que yo. Se sobresalta y comienza a caminar amenazante, decidido a golpearlo, pero mamá entra en acción heroica y me cuestiona casi a gritos. Zayn se detiene.

— ¿Quién es él, Lana? —Mira al chico con la cobija y el rostro mugrosos con una preocupación casi absurda y se acerca haciendo aún lado bruscamente a Zayn. — ¿Quién eres tú?

—Mamá, por favor aléjate de él.

—Hola. —El chico vagabundo suelta con una voz tan clara, como el pronunciar la palabra “Macarrones” en mi cabeza constantemente. —Buenas noches, respetable dama. Permítame presentarme, mi hombre es Happy y disculpe que los moleste o los haya asustado, pero esta bella joven hace un par de días dejó en mis manos una canasta con un poco de alimento el cual me sirvió de cena y estoy agradecido con ella. Estoy aquí para darle las gracias personalmente.

Esto no pintaba bien… nada bien.

por **Buttercup.** Jue 18 Jul 2013, 7:46 pm

Aquí {♥}:

Capítulo 5

♥

¿Acaso era la única que se había quedado sin habla? Porque de no ser así mi ridícula parálisis repentina me estaba diciendo muchas cosas.

—Oh por Dios, pero qué joven tan educado. —Mamá tiene la boca tan abierta que temo que una mosca que vaga sobre la cabeza del chico vagabundo se vaya directo a su boca. — ¿Pero qué son esas pintas, muchacho? ¿Vives en la calle o qué?

—Lamento decirle que está usted en lo correcto, mi estimada.

En cualquier momento iba a vomitar. Tanta cortesía acumulada en un pedazo de vagabundo adolescente era deplorable, ¿qué eran esas frases y halagos tan anticuadamente elegantes?

—Anda, vamos. ¡Entra, entra! Cenarás con nosotros esta noche. Es muy amable de tu parte venir a dar las gracias personalmente… ¿cómo dices que te llamas?

—Happy, a su servicio. —Hizo una reverencia sosteniendo su sucia cobija como si de una capa con valor de un millón de libras se tratara.

—Bien, Happy. Ella es Lana —Mamá acerca al chico colocando su mano sobre su espalda. Iug. —Tal vez ya han charlado después de lo que nos acabas de contar.

—No he tenido ni de cerca el maravilloso gusto de hacerlo. Es un placer poder conocer a la amable persona que obsequió su cena a un sucio vagabundo con todas las buenas intenciones posibles. De verdad se lo agradezco muchísimo, señorita Lana. Ha sido…

—Oye, oye. —Lo interrumpo y Zayn suelta una risita. —Basta de tanto alardeo, ¿quieres? Sólo tenías que decir gracias y es todo. Y no fue nada.

— ¡Lana! —Mamá se lleva una mano al pecho y opta una posición sobreprotectora con el vagabundo. —Discúlpate con Happy.

— ¿Hablas enserio?

—Muy enserio, señorita, el joven sólo ha venido a agradecer lo que has hecho por él, ¿y así es como le respondes?

Sí, claro. Si tan sólo supiera que el verdadero ladrón de nuestra comida está justo detrás de ella cerrara la boca y no estaría gritándome como la loca cotorra que es.

—Oh, Happy… discúlpala por favor. No sabe lo que dice, en realidad está gustosa de que hayas venido. ¿Pero cómo has dado con mi hija? ¿Debo preocuparme por ello? — ¡Bien, mamá!

—En absoluto. Su hija había dejado en claro que su cena la había adquirido en el restaurante Mickey’s si no mal recuerdo. Fui directo allí a la mañana siguiente muy temprano y un anciano bastante amable me dio la información. Espero no haya sido un inconveniente ni una imprudencia de mi parte, si así lo piensan ustedes por favor yo soy el único a quien tienen que culpar. El atento señor dueño del restaurante sólo quería ayudarme.

Me iba a matar con tanta palabrería.

—Estoy tan maravillada, querido Happy. —Mamá junta sus manos y hace una expresión de asombro que ni yo me la creo. —Nadie se atrevería a culparte de nada, descuida.

—Muchísimas gracias. —El chico hace una vez más una reverencia. Está tan sucio que la acumulación de mugre sobre su piel hace dudoso su verdadero color. —Creo que aquí mi deber ha terminado, con su permiso es hora de retirarme.

— ¡Claro que no! Oh, no, no, no, Happy. Te hemos invitado a cenar y tienes que quedarte. Eres nuestro invitado esta noche.

—Mamá… Zayn es NUESTRO invitado esta noche. —Lo tomo por el brazo y lo acerco a mí. Como si con eso le diera a entender una situación que tanto se olía.

—No creo que a Zayn le importe que tengamos un invitado más, ¿cierto, querido?

—Para nada, señora Payne. —Le doy un codazo en la costilla y luego lo amenazo con la mirada. De pronto acerca su boca a mi oreja y me susurra: —Esto no me lo pierdo ni loco.

—Adelante, Happy. Estás en tu casa.

—Se lo agradezco.

—Pero antes que nada, esos harapos a la basura. Te darás una ducha y te colocarás ropa limpia. Te irán bien unos pantalones y una camisa de Liam.

—De nuevo, agradezco su atención señora Payne.

—Por favor, llámame Karen.

A continuación el resto de la familia se acerca a saludar a nuestro nuevo invitado. Papá no tiene nada que decir si no quiere una riña de medianoche con mamá, sólo guarda silencio y acepta las locuras de su atolondrada esposa. Pero tan pronto como escucha hablar al vagabundo queda encantado incluso más que mamá. A Kayley al principio le asusta, aunque fue muchísimo más fácil hacerla caer sobre sus pies con tan sólo un sucio truco de magia. Tan sucio como él mismo. En tanto a Liam, hice cualquier señal posible porque no dijera nada. Ya había descubierto de quién se trataba la persona que asaltó nuestra casa y seguía dudoso, más bajo mis expresiones no abrió el pico más de lo debido.

—Mamá está loca. —En medio de Liam y Zayn comencé a sacar mis frustraciones, y no tuve más remedio que hacerle saber a mi amigo lo que ocurría.

—Me pareció muy amable con el chico, digo… ¿quién hospeda a un vagabundo en su casa así porque sí?

— ¿No escuchaste que entró a la casa a robarse cosas? —Liam miraba a Zayn con un desprecio indescriptible.

—Bueno, pero tal vez sus razones habrá tenido.

—No hay razón válida para que alguien… —Había quedado sin palabras.

— ¿Qué?

Terminaría castigada de tanto invocar a Dios pero… ¡Oh por Dios! Cuanto cambia la gente una vez se toma el tiempo de darse una buena ducha, ¿no? El vagabundo estaba increíblemente irreconocible. Los jeans azul oscuro y esa camisa abotonada a cuadros de mi hermano le quedaban muy bien. Su cabello ya no era una maraña mugrosa, tenía una cabeza repleta de rizos grandes castaños. Su piel resplandecía bajo la luz del pasillo, ya no había rastro de mugre, el chico poseía un color de piel extraordinariamente claro.

—Querido, mira nada más qué guapo quedaste. —Mamá le toma por la cara y lo hace sonreír. Mierda, mierda, mierda, mierda. Tiene… ¡tiene una sonrisa preciosa! Eso… eso… ¿esos son hoyuelos en sus mejillas? ¡Caray! —Toma asiento por favor, Happy. La cena está a punto de ser servida.

—Si me permite, con gusto ayudo con su cena, Karen.

—De eso nada, tú eres el invitado. Sólo toma asiento. —Jamás había visto a mamá tan sonriente, parece que el vagabundo de veras le agrada.

— ¡Hey! —Liam me pasa una mano por la cabeza y me despeina. — ¿Ya te hipnotizó a ti también? —Zayn se une a su risa y yo trato de esconder mi sonrojo como puedo.

—Cállate.

La cena estaba servida y todos nos encontrábamos comiendo de lo más tranquilo, hasta que el vagabundo inclinó la cabeza y le dio gracias a Dios por la comida. No me molestaba que lo hiciera, yo alguna veces lo hacía antes de dormir porque mis padres nos enseñaron a hacerlo, pero jamás en voz tan alta casi desgarrándonos la garganta y a punto de llorar.

—Tu oración fue preciosa, Happy. Gracias por bendecir a nuestra familia. —Papá también estaba a punto de llorar. Era como si el chico fuera una versión de Liam que jamás tuvo y eso me hacía enojar más. Nadie iba a reemplazar a mi hermano, por más idiota que sea.

—Happy, platícanos más sobre ti. ¿De dónde vienes? ¿Tu verdadero nombre quizá? ¿Dónde vives por ahora? —Intercepta mamá colocando otra cucharada de puré de papa sobre el plato del chico.

—Mi pasado es bastante incierto. En realidad he vivido los últimos dos años en completa oscuridad tanto no literal como literal, pero espiritual jamás. No recuerdo nada de mi vida pasada excepto dos años atrás. No tengo familia carnal pero sí una gran familia de amigos. Todos vivimos de la calle desafortunadamente pero somos realmente felices todos juntos. Está Jim, el más viejo de todos nosotros y sin embargo el más competente de todo el grupo. También Lisa, su esposa y sus dos pequeños de cinco años, Yuli y Guilbert. Jenny y su sobrino de 35 años con una enfermedad crítica en el cerebro que lo incapacita de hacer muchas. Su discapacidad nos fortalece a todos, porque a pesar de vivir una vida tan injusta Jason es feliz. Por último estoy yo. El día en que estas personas me acogieron era prácticamente como un bebé, no recordaba nada y no tenía nombre. Me llamo Harry y tengo 19 años, es lo único que recuerdo. Estas personas me apodan Happy a razón de que siempre sonrío ante todo y que esa es mi mayor fortaleza. Todos tenemos una de hecho, cada uno de nosotros. Somos pobres y vivimos de lo que la gente nos ofrece y encontramos, pero créanme cuando les digo que no cambiaría aquello si no tuviera a esa familia que hizo un espacio para mí.

Papá ha llegado al lado de mamá para abrazarla y consolarla de su llanto, Liam ha dejado de comer y Kayley parece no entender mucho pero mira al chico como si en verdad pudiera sacar sus propias conclusiones y con eso lograr ayudarlo o por lo menos confortarlo. Zayn juega con su comida, como si de repente hubiera perdido el apetito y ya no sonríe socarrón ni con burla, está más serio que nunca.

—No tengo palabras para poder expresar cuanto lo siento, cariño. —Mamá se seca las lágrimas con un pañuelo y se levanta de la mesa a abrazar al vagabundo.

—Soy feliz con lo que tengo, Karen. Las pequeñas cosas me hacen muy feliz, y en este momento estoy disfrutando gratamente de una. Aunque Dios me ha recompensado con una no tan pequeña, ésta es una grande. Su acogida es lo más hermoso que mi memoria puede recordar, estoy agradecido con cada uno de ustedes.

— ¿No es lindo? —Si se mordía más el labio terminaría por rompérselo. Mi madre era tan exagerada algunas veces.

La conversación sobre “Happy” no tenía fin, era como si lo sobrecargaran con cada pregunta que le hacían y eso ya me estaba cansando. Kayley misma escuchaba atenta y no hablaba excepto para reírse cuando el chico hacía un gesto gracioso hacía ella o colocaba unos palillos de pan dentro de su boca simulando colmillos. Liam en tanto ya no parecía tan irritado, comenzaba a creer que mi hermano había sido atrapado por el intruso.

—Liam, tengo que decir que me parece increíble todo lo que haces. Además de cuidar y amar a tu hija, lo cual es una gran responsabilidad, estudias y además trabajas. Fabuloso, tienes todo mi respeto.

Por su puesto, llega un desconocido a mi casa y mis padres ya cuentan toda la historia familiar.

—Oye, no te olvides de las divertidas chicas lindas. —Liam guiña un ojo y sigue masticando con una enorme estúpida sonrisa de campeón. Claro, claro, además de mujeres con falta de intelecto y sobre todo cerebro, un buen halago con sentido le hacía falta y quién mejor que el sabio vagabundo para dárselo. Se estaba llevando en el bolsillo a toda mi familia, no iba a permitir que lo mismo pasara conmigo. ¡No, señor!

— ¿Te refieres a Kayley y sus muñecas, cierto? Esas sí que son chicas lindas. Sin duda Kayley es la princesa más hermosa de todas ellas. —No hacía otra cosa más que sonreír con cada frase que terminaba, no me extraña semejante nombre que se inventaron. Lo describe mejor que nada.

—Si yo soy la princesa, ¿entonces quién es la Reina, Happy? —Kayley se estaba volviendo curiosa, una característica arraigada en ella.

Paso a ignorar todo lo que a mí alrededor sucede y me concentro en mi trozo de carne masticando despacio y evitando las caras de todos en la mesa. Zayn, que está a mi lado, está molestando y mueve su codo en torno a mi brazo para llamar mi atención. Alzo la mirada y cuando lo hago me percato de que todo mundo me observa sin decir una palabra. ¿Por qué?

Happy está totalmente absorto en mí y no tengo la menor idea de por qué. No pregunto nada ni él dice nada, y entonces su mirada puede más que la mía y desvío mis ojos a mi vaso con jugo de naranja y bebo. No hay ninguna razón para estar nerviosa, ¿cierto? Sólo debo ignorar el hecho de que toda mi familia está mirándome como esperando una respuesta de la que no sé —para empezar— su pregunta, y que el individuo invitado de esta noche hace algo muy parecido al acoso descarado.

—Lana podría serlo.

¿Yo podría ser qué cosa?

— ¿La tía Lana podría ser la Reina? Pero ella no es tan bonita como para ser la Reina, Happy.

—Claro que lo es. Es perfecta.

por **camillep07** Vie 19 Jul 2013, 7:11 am

AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELAAAAAAAA
ME ENCATA
:canto:
Esta tan asdflksjfnagnadghad
AMO TU NOVELA!!!!!!!!!!
:enamorado:
RIENES QUE SEGUIRLA

P
R
O
N
T
O
!
!
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O morire
:imdead:
S
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U
E
L
A
!
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!

ME FASCINA
:ilusion:

PD: SIGUELAAAAAAAAAAA
PD2: PRONTO!!!!!!!
PD3: es enserio
PD4: lamento no haberme pasado antes :(
PD5: tu sabes, problemas y mas problemas
PD6: espero que entiendas
PD7: :bye:

por **#Lucky#** Vie 19 Jul 2013, 10:45 am

HOSTIA PUÑETERA
Te juro que no suelo comentar, más bien suelo ser lectora fantasma u.u
Pero me encantó. Me encantó.
No suelo encontrar novelas que me enganchen desde el primer momento, pero de verdad, el tema, cómo lo redactas... Perfecto. No hay otra palabra.
Te has ganado una lectora fiel, que aunque se pierda alguna vez siempre te leerá.
Me llamo Lucy y ahora mismo te estoy adorando. Por favor, síguela, ¿sí?
Muchos besos virtuales y esperaré con ansias el nuevo capítulo. En marcadores y favoritos se encuentra ya la fic :)

por **Buttercup.** Vie 19 Jul 2013, 5:05 pm

camillep07 escribió:
AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELAAAAAAAA
ME ENCATA
:canto:
Esta tan asdflksjfnagnadghad
AMO TU NOVELA!!!!!!!!!!
:enamorado:
RIENES QUE SEGUIRLA

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ME FASCINA
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PD: SIGUELAAAAAAAAAAA
PD2: PRONTO!!!!!!!
PD3: es enserio
PD4: lamento no haberme pasado antes :(
PD5: tu sabes, problemas y mas problemas
PD6: espero que entiendas
PD7: :bye:

No te preocupes, Camille, entiendo perfectamente yo también tengo algunos problemillas tanto en casa como con la pc, pero aquí estoy y aquí estás de nuevo ¡Yeeei : D! Bienvenida de vuelta, y muchas gracias por pasar : ) te lo agradezco de corazón

y prometo subir capítulo muy prontito.

por **Buttercup.** Vie 19 Jul 2013, 5:07 pm

#Lucky# escribió:HOSTIA PUÑETERA
Te juro que no suelo comentar, más bien suelo ser lectora fantasma u.u
Pero me encantó. Me encantó.
No suelo encontrar novelas que me enganchen desde el primer momento, pero de verdad, el tema, cómo lo redactas... Perfecto. No hay otra palabra.
Te has ganado una lectora fiel, que aunque se pierda alguna vez siempre te leerá.
Me llamo Lucy y ahora mismo te estoy adorando. Por favor, síguela, ¿sí?
Muchos besos virtuales y esperaré con ansias el nuevo capítulo. En marcadores y favoritos se encuentra ya la fic :)

¡Hola, hola! Wow... de verdad que tu comentario me puso muy feliz el día de hoy :') te agradezco todo lo que dijiste, es un mensaje muy bonito, sinceramente no me lo esperaba. Prometo seguirla muy pronto, ya tengo un par de capítulos listos y eso me facilita más las cosas. Muchísimas gracias, ¡Bienvenida Lucy! ♥

por **camillep07** Vie 19 Jul 2013, 5:27 pm

Melly Rainbow. escribió:
camillep07 escribió:
AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH
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ME ENCATA
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AMO TU NOVELA!!!!!!!!!!
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RIENES QUE SEGUIRLA

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PD3: es enserio
PD4: lamento no haberme pasado antes :(
PD5: tu sabes, problemas y mas problemas
PD6: espero que entiendas
PD7: :bye:

No te preocupes, Camille, entiendo perfectamente yo también tengo algunos problemillas tanto en casa como con la pc, pero aquí estoy y aquí estás de nuevo ¡Yeeei : D! Bienvenida de vuelta, y muchas gracias por pasar : ) te lo agradezco de corazón y prometo subir capítulo muy prontito.

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
QUIERO CAP QUIERO CAP QUIERO CAP QUIERO CAP QUIERO CAP
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PD: SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
PD2: cuando puedas :P
PD3: :bye:

por **Buttercup.** Mar 23 Jul 2013, 7:10 pm

Aquí {♥}:

Capítulo 6

♥

— ¿Les digo algo? —Me levanto de la mesa bruscamente moviendo el mantel y por tanto todos los trastes que están usando para comer. Los líquidos se derraman y la comida está a punto de caer al suelo, pero estoy tan molesta que es la reacción menos violenta que tomo. —Todos ustedes están locos. ¡Todos! Que llegue alguien totalmente desconocido, invitarlo a cenar, prestarle ropa de mi hermano, hacerle saber nuestro historial familiar y tratarlo como si fuera de la familia, ¿están locos o sólo quieren que los llame por ese nombre?

No tengo el tiempo suficiente para escuchar el reclamo de mamá, simplemente tomo a Zayn por el cuello de la chaqueta y lo levanto de su silla. Él me sigue a paso rápido hasta mi habitación y nos encerramos. Me tiro sobre la cama y abrazo mi almohada escupiendo la ira como nunca.

—Puedes platicar conmigo al respecto si tú quieres. —Zayn me acaricia la espalda de manera confortadora, y en su momento se lo agradecería pero por ahora no. Sólo quiero su silencio y se lo demuestro no respondiendo nada.

Después de unos minutos me incomoda tanto silencio en la habitación, y por lo tanto creo que a Zayn también. Me incorporo y me siento a su lado, está entretenido jugando en su celular.

—Tomé algunas fotos mientras estabas dormida, espero no te moleste.

—Si salgo yo en ellas claro que va a molestarme. —Frunzo el ceño pero después sonrío. Zayn podía parecer un criminal a simple vista pero era un chico tan agradable y dulce que no me sorprendía ni un poquito que la brutalidad de Bree hubiera logrado separarlos.

— ¿Sigues molesta? —Me encojo de hombros. — ¿Por qué no obligas a tu familia a correr al chico y ya? Es tan sencillo, Lana.

—Lo parece pero no lo es. Zayn, mi familia es demasiado complicada, en especial mi mamá. Cuando una idea se le viene a la cabeza es imposible quitársela. Sólo espero que la noche termine rápido, nada más iba a quedarse a cenar.

— ¿Tienes idea de lo peligroso que puede ser? Quiero decir, parece un tipo simpático y honesto, ¿pero qué tal si no lo es? —Tiene razón, ¿Qué tal si sólo se está haciendo el listo delante de mis padres y Liam y en realidad tiene un plan maléfico bien elaborado? Ya no estoy presente, la persona únicamente inteligente en esta casa.

—Lo sé. —Niego con la cabeza y después pongo mis manos sobre las rodillas descansando mis mejillas sobre ellas. —Investigaré su paradero, si es que realmente es la persona que dice ser.

—Puedo ayudarte si quieres.

—Gracias. —Le sonrío sinceramente. ¡¿Ven?! Es demasiado lindo como para que alguien como Bree lo merezca. Lo siento por ella, pero es la verdad.

Eran casi las 12 de la noche y ningún ruido se escuchaba en el primer piso, lo cual indicaba que el vagabundo ya se había largado y que mi familia ya estaba en sus respectivas recámaras probablemente durmiendo. Acompaño a Zayn hasta la entrada y me despido de él.

—Ve con cuidado, es tarde.

—Claro. —Se monta sobre su motocicleta, la cual había dejado aparcada en el jardín y ni siquiera me había dado cuenta. —Buenas noches.

—Descansa. —Sacudo mi mano y doy media vuelta para entrar de nuevo a la casa, pero Zayn vuelve a llamarme:

— ¡Lana!

— ¿Si?

—Lo olvidaba, ¿qué día he quedado con Bree? — ¡Mierda! Ya lo había olvidado, ¡Bree!

—Ehmm, no lo sé. ¿Te parece la próxima semana?

—La próxima semana será. —Asiente con la cabeza sonriente y después arranca su motocicleta y se marcha.

La vida se me complica en cuestión de segundos y ya estaba algo cansada de eso. Los problemas en casa eran más que suficientes como para tener que lidiar con cosas extras como estas. ¿Ahora qué iba a decirle a Bree? Seguro que me mataba y una simple cena como disculpa no iba a bastar. Aseguro la puerta de nuevo y me dirijo a la cocina para tomar un vaso de leche. Estaba tan disgustada con todo el mundo que la probabilidad de conciliar el sueño iba a ser llanamente imposible. Enciendo la luz de la cocina y pego un bote.

— ¡Carajo, me asustaste! —Tengo una mano a la altura del corazón y la otra sobre mi frente. El susto ha sido tan repentino que dejé salir gran parte de mi oxígeno.

¡El vagabundo sigue aquí! Pero que… agh. De seguro robó más comida, maldito ladrón.

—Mil disculpas.

— ¿Qué demonios sigues haciendo aquí?

—Tu familia se ha ofrecido a hospedarme esta noche. Descuida, venía a buscar una salida porque está claro que mi presencia no es de tu total agrado. Me disculpo por eso.

— ¿Una salida? ¿De qué hablas?

—Tú no quieres que yo esté aquí, y yo no quiero que tú no quieras algo. Si quieres que me vaya, entonces querré irme. —Parecía haber salido de una obra de Shakespeare, siempre con una respuesta buena en la boca.

Zayn había dicho que personas como él normalmente actuaban para aparentar ser alguien amable y lleno de humildad. Quizá este chico también estaba actuando para ganarse algo además de mi familia. Tampoco iba a ponérselo en una charola de plata, eso sí que no. Pero no iba a descubrirlo tan fácil, primero lo pondría a prueba. Los miembros de esta casa podrán ser unos inútiles, pero cuentan con la fortuna de tenerme a mí para resolver todo. Bien, ¿listos? Cámara, ¡acción!

—Es que… bueno, no todos los días llega alguien de la calle a cenar ni a dormir a mi casa.

—Entiendo.

—Quédate. —Me encojo de hombros. —Mamá te ha invitado, si sabe en la mañana que te fuiste sin decir nada te buscará hasta el fin del mundo para reclamarte.

—Tu madre parece una gran mujer. —Está sonriendo al suelo y sus manos están escondidas en los bolsillos delanteros de los jeans. Un porte como si supiera exactamente como poner nervioso a alguien, como si siempre hubiera usado ese atuendo y no ropa vieja, sucia y rota. Cualquiera que lo viera pensaría que nada de lo que hace ni dice está previamente pensando, lo hacía muy natural y bastante bien tengo que reconocer.

— ¿Te lo parece?

—Por supuesto. —Estoy un poco distraída buscando saber por qué es así, me intriga de una manera tan enferma que me asalta el miedo de que en algún momento de debilidad pueda hacérselo ver. Que me dijera las cosas por él mismo fuera más que perfecto, así lo descubriría más fácil.

—No tengo sueño, ¿quieres una taza de leche caliente? Voy a prepararme una.

—Claro, gracias.

— ¿Podrías dejar de decir gracias y que lo lamentas todo el tiempo? Me perturba, y voy a terminar por odiar las palabras.

—Lo siento. —Él toma asiento en uno de los taburetes de la cocina y juega con sus dedos inspeccionando todo a su alrededor, luego se percata de lo que ha dicho y me mira apenado, a punto de seguramente disculparse de nuevo pero alzo una ceja de forma reprobatoria y cierra la boca.

Sigo con mi propósito de colocar leche sobre un pequeño traste y la pongo a calentar unos minutos. Mientras espero me siento frente a Happy. Está justo delante de mí, a poca distancia y es ahora cuando sus ojos por primera vez me llaman la atención. Son de un color verde precioso, y me temo que nuestro invitado muy pronto sabrá cuanta cualidad física posee. No lo digo por mí, lo digo por Kayley.

Estoy embelesada por esos ojos esmeraldas, son tan bonitos, como su sonrisa. Él… me detengo a observarlo mejor. Está sonriendo de lado y su hoyuelo derecho se remarca muchísimo. Sonrío de vuelta pero no dejo de mirarlo. Es… encantador. Es lindo.

— ¿Hay algo malo conmigo? —Pestañeo repetidamente y niego con la cabeza después de eso.

“No, es sólo que tienes unos ojos muy bonitos”.

—Más o menos. ¿No te dieron ropa para dormir? —Respondo rápidamente.

—Oh, sí. Pero es que encuentro bastante cómodo este conjunto. Tu hermano parece tener un exquisito gusto en su vestimenta.

— ¿Exquisito gusto? Pff. —Cierro los ojos y comienzo a reír, es que era tan propio con sus palabras y aún más ridículo porque ni siquiera poseía un apellido. ¡Es alguien de la calle! No quieras pasarte de la raya, chico listo.

— ¿Dije algo gracioso? —Encuadra los hombros y toma una postura recta, con ojos entornados y una expresión de asombro. ¿Qué? ¿Nadie se burlaba de él alguna vez?

—Liam no tiene nada de eso. Sólo compra lo que le gusta y listo, aunque mamá también coopera con eso, siempre llega con algo nuevo para él.

— ¿Y para ti no? —Sigue la conversación al hilo, y cada segundo más me pregunto si este muchacho está bien de la cabeza. No parece estar fingiendo interés, de hecho creo que en verdad le importa saber por qué mamá no me consiente.

—A veces. Es que Liam por ahora tiene muchos problemas, con su hija, la escuela, una jefa que se lo quiere tirar a cada segundo y que por si fuera poco le ofrece dinero para que se baje los pantalones. Si la mujer fuera unos 30 años más joven seguro que lo haría gratis. En cambio yo soy otra cosa, ni única responsabilidad es estudiar y preocuparme por escoger una buena universidad.

—No suena tan sencillo. Escoger lo que se quiere estudiar para después tener un empleo y ejercerlo es complicado.

¿Qué sabía él de lo difícil que es escoger una carrera universitaria?

—Tengo muchas preguntas para ti, pero por ahora sólo te haré una, ¿puedo?

—Claro que sí.

— ¿Por qué siempre el habla tan apropiada? Quiero decir… tienes 19, ningún chico de tu edad y creo que ni diez años mayor que tú todavía consigue armar una frase como las tuyas. Eres demasiado elegante hasta para pedir agua. ¿A qué se debe? —Había dado en el blanco, por primera vez no encuentra una respuesta rápida ni precisa, es como si navegara en una laguna mental pero sin encontrar la verdadera fuente de sus dudas.

—No… sé. —Es lo único que responde. Se remueve incómodo y yo ruedo los ojos pues parece que será lo único que sabré por esta noche, tampoco es que vaya a ponerle un cuchillo en el cuello para sacarle información, mamá ya hacía ese trabajo aunque puede que después de terminar siendo saboteada por completo me arrepienta de no haberlo hecho.

Salto de mi asiento y me dirijo a la leche que ya está hirviendo bajo el fuego. Coloco en dos tazas la cantidad suficiente y le entrego una al chico vagabundo.

—Perdona si te incomodé con la pregunta, no es de mi incumbencia. —Soplo de mi taza y doy un pequeño sorbo. —Está caliente.

Con sus dos manos toma la taza y olisquea cerrando los ojos. Despacio acerca los labios y sorbe lentamente, suelta un gemido de gusto y me incomoda escucharlo. Lo hace constantemente a medida que toma su leche, va subiendo el volumen y me veo en la necesidad de callarlo.

— ¡Oye! —Dios, este tipo es tan extraño. —Allá arriba están durmiendo.

Era como estar escuchando una película porno con tanto ruido placentero.

—Perdón. —Se separa de su taza y una franja color blanco aparenta ser un bigote.

—Ten. —Le tiendo una servilleta y cuando la toma se la pasa por toda la cara.

—Lana.

— ¿Qué? —Respondo mirándole a los ojos.

—Tengo miedo.

Miedo. ¿A qué podría tenerle miedo una persona que ya se ha atrevido a hurtar cosas ajenas? Su respuesta era la cosa que menos me esperaba. Si algo debía admitir era que entre las muchas de sus características que tenía oscilaban solamente 3 probabilidades de su extraño comportamiento. 1) Era un ladrón fingiendo ser una buena persona 2) Tenía razón en todo lo que decía y solamente se trataba de un vagabundo que había perdido la memoria 3) Era un enfermo mental.

— ¿Miedo? ¿Miedo de qué?

—No me gusta estar sólo… —se levanta de su silla y da la vuelta a la mesita bar que nos separa y se coloca rápidamente a mi lado. Me toma por los hombros y me obliga a mirarlo a los ojos. — ¿Puedo dormir contigo?

por **#Lucky#** Miér 24 Jul 2013, 3:57 am

JAJAJAJAJAJA Alaaaa! Ni previos ni nada, del tirón a la cama JAJAJAJA
Lana lo mandará a la mierda y gritará, lo estoy viendo xd
Síguela, te quedó muy bien el capítulo y me quedé con la intriga :)
Por casualidad Harry no será un heredero y por eso habla así de finolis? Sería la caña e.e
Acabo de caer en algo... LA DAMA Y EL VAGABUNDO! JAJAJA
También comerán espaguetis?xd
Bueno, te dejo ya de tanta pregunta. Síguela!(:

por **Buttercup.** Miér 24 Jul 2013, 5:51 pm

#Lucky# escribió:JAJAJAJAJAJA Alaaaa! Ni previos ni nada, del tirón a la cama JAJAJAJA
Lana lo mandará a la mierda y gritará, lo estoy viendo xd
Síguela, te quedó muy bien el capítulo y me quedé con la intriga :)
Por casualidad Harry no será un heredero y por eso habla así de finolis? Sería la caña e.e
Acabo de caer en algo... LA DAMA Y EL VAGABUNDO! JAJAJA
También comerán espaguetis?xd
Bueno, te dejo ya de tanta pregunta. Síguela!(:

HAHAHA muy buena esa de La dama y el vagabundo xD, no lo había pensado e.e consideraré lo de las espaguetis. Muchas gracias Lucyyyyyyyyy :) ♥

por **camillep07** Miér 24 Jul 2013, 6:36 pm

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!!!!!!
SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA
SIGUELA
S
I
G
U
E
L
A
!
!
!
me encanto el cap

:ilusion:
estuvo tan.... tan... como...mmm...
asi tan AJKBFASDRMFGBSDGLKJDNGSD
AMO TU NOVELA
:enamorado:
tienes que SEGUIRLA PRONTO!!!!
:P :P :P :P :P :P :P :P :P :P
:bye:

por **Buttercup.** Miér 24 Jul 2013, 10:05 pm

camillep07 escribió:
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!!!!!!
SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA
SIGUELA
S
I
G
U
E
L
A
!
!
!
me encanto el cap
:ilusion:
estuvo tan.... tan... como...mmm...
asi tan AJKBFASDRMFGBSDGLKJDNGSD
AMO TU NOVELA
:enamorado:
tienes que SEGUIRLA PRONTO!!!!
:P :P :P :P :P :P :P :P :P :P
:bye:

Gracias Camille c:

por **Buttercup.** Miér 31 Jul 2013, 4:35 pm

Aquí {♥}:

Capítulo 7

♥

Mi vista está únicamente fija hacia sus manos que se aferran a mis hombros como si fueran el último pedazo de pan en este mundo. No tendrá las manos sucias ni las uñas llenas de mugre ya pero las sigo viendo con la misma e incluso creo que con más repulsión todavía.

—Debes estar bromeando.

—Por supuesto que no. Lo digo muy enserio, yo…

—Mira, sólo te lo diré una vez. Si lo repito puede que no lo vuelas a escuchar porque estarás inconsciente, pero si no quitas tus manos de mí en este momento voy a partir esta taza en tu cara, ¿oíste? —Me suelta de inmediato y retrocede unos cuantos pasos con cara asustada.

—Lo siento, yo… no pensé que fuera a molestarte. Mi familia siempre duerme conmigo, no estoy acostumbrado a un cuarto oscuro y solitario. Lana…

—Cierra la boca. —Niego con la cabeza disgustada y me levanto de la silla dispuesta a largarme a mi habitación. Lo hago rápido vigilando que el maldito loco no me siga.

No hay que pensarlo dos veces, la puerta se queda asegurada toda la noche hasta la mañana, no importa que mamá trate de derribarla para despertarme, era preferible oír sus gritos que terminar por ser asesinada en manos de ese lunático.

{…}

—Por Dios, ¿dormir conmigo? Qué tipo tan desagradable. —La punta de mi lápiz se rompe y yo gruño no sólo por ese accidente, sino porque mi vida entera de un momento a otro se había convertido en uno catastrófico.

— ¿Y dices que tu mamá aceptó dejarlo vivir en tu casa?

— ¡No! Cielos, no. Vivir en casa, no, Bree. Eso sería… horrible, sólo lo invitó a cenar y a pasar la noche. Nada más.

—Bueno… yo sólo preguntaba. —Bree suspira y busca en su mochila el libro de biología, que es la próxima clase que nos toca juntas. —Mira, Lana, la verdad es que no estoy para nada de acuerdo con lo que estás haciendo.

— ¿Haciendo? ¿Yo? Pero si yo no fui la que lo invitó a casa.

—No, y por lo mismo no haces nada por evitar sacarlo a patadas de allí. No es para nada sano convivir bajo el mismo techo que la persona que te ha estado acosando los últimos días.

—Ya te dije que primero tengo que investigar algunas cosas. Estaré muy al pendiente de lo que haga. —Coloco el lápiz detrás de mi oreja y respiro profundamente. —Averiguaré donde es que vive cuando se vaya de mi casa.

En mi cabeza no cabía otra cosa más que el examen de álgebra que tendría el siguiente día y ese maldito resumen científico para biología. El resto de la mañana lo usé para pensar en acomodar mi tiempo y lograr terminar esas dos cosas a tiempo sin quedarme dormida sobre mi computadora. Estudiar era lo más difícil dado que esa tarde era mi turno de cuidar a Kayley, mis padres saldrían a cenar a unos amigos que recién habían llegado de Kansas y Liam llegaría tarde a casa porque tenía una cita con una trabajadora de la pastelería de la esquina de casa. Sólo se lo iba a permitir porque habíamos intercambiado favores la semana pasada, mientras que él me cubrió para ir a una fiesta a la que Bree y unos compañeros de escuela me habían invitado y a la cual no podía asistir dado que estaba castigada por responder de más a mi madre, ahora tenía que regresarle el favor de aceptar cuidar a su hija este día.

—No tienes qué acompañarme a casa, Bree.

—Mhmm, de acuerdo. Es sólo que me preocupas, lo que me acabas de platicar no es bueno.

—Tengo la solución y ya la sabes. Deja de preocuparte que pareces una anciana. —Me cuelgo la mochila al hombro y empiezo a caminar en dirección opuesta a mi amiga. Esa noche nos veríamos, Bree cuidaría a Kayley junto conmigo después de cerrar Mickey’s. —No olvides ir a casa.

— ¡No lo haré!

De camino a casa iba organizando mi tiempo para hacer la tarea, no sin antes planear un truco para hacer que Kayley tuviera una larga siesta y me dejara hacer mis cosas en tanto no se despertara. Paso por el puesto de golosinas de Señor Gold y compró unos jellybeans para comer más tarde después del almuerzo.

Cuando llego a casa subo las escaleras del pórtico y un ruido de algo filoso friccionándose me llama la atención. Doy dos paso hacia atrás con la vista fija en el jardín y frunzo el ceño en cuanto me doy cuenta que hay alguien todavía presente cuando ya debería de haberse ido desde hace mucho.

— ¿Por qué estás aquí todavía?

—Hazte aún lado, Lana querida. —Mamá sale por la puerta principal con una jarra hasta el tope de limonada y un vaso. —Aquí tienes, Happy.

—Muchas gracias, Karen.

—Mamá, ¿qué hace él aquí? —Lo señalo con acusación y elevo una ceja en espera de una respuesta que pueda convencerme de no correrlo en ese preciso momento.

— ¿Acaso no ves? Está ayudando con la jardinería, Lana. No es un trabajo para nada ligero, ¿no es cierto, Happy?

—Lo hago gustoso, no se preocupe. —El vagabundo sonríe y se lleva una mano a la frente para limpiarse el sudor. Trae ropa diferente, unos jeans claros y una camisa blanca con marcas de tierra y trozos de césped recién cortado.

—Recuerda que nada de lo que haces será gratis, te daremos dinero a cambio.

—Eso no me preocupa. —En un instante su mirada se vuelve hacia mí. Gracias a Dios mi madre está distraída con la limonada.

—Aghh. —Entro directo a la casa y arrojo mis cosas a uno de los sillones y me dirijo a la cocina por algo de agua.

— ¡Hola, Lana!

—Hola, enana. —Kayley está comiendo en la cocina y está embadurnada de salsa de tomate desde la frente hasta el ombligo. — ¿Nadie te dio una servilleta?

—Síp, pero se me cayó. Allá está abajo.

—No importa, de todas maneras ya te ensuciaste.

—Lana… ¿a papá le duele algo?

—No lo sé, ¿por qué? —Sigo con lo mío de buscar algo de tomar en lo que escucho la conversación de Kayley.

—Porque anoche se quejaba mucho.

— ¿Se quejaba? Ahmm, no lo sé, Kayley. Quizá estaba soñando.

—Estaba despierto. A lo mejor su amiga lo golpeó y le dolió.

Casi escupo el agua que acababa de tomar y la trago rápido.

— ¡¿Qué amiga?!

—Cuando te fuiste a dormir papá trajo a una amiguita con un bikini transparente. Papá me regañó porque le dije que era bonito pero que se le veía todo y después me dijo que fuera a dormir con mis abuelitos esa noche.

—Dios de mi vida…

—Pero no me fui. Me quedé afuerita de la puerta a esperar que terminaran su jueguito papá y su amiga con bikini transparente, pero me cansé de escucharlo quejarse y me fui a dormir.

—Kayley…

—Tengo miedo de que papi tenga algo, Lana. Su amiga no es buena, le hizo algo malo anoche.

—Tu papá no tiene nada —suspiro con fuerza y retengo las ganas de reírme —te lo aseguro.

— ¿Enserio?

—Sí, enana. Ahora termina tu comida.

Apenas podía creer que Liam se hubiera atrevido a traer a una mujer a casa medio desnuda exponiéndola ante los ojos de su hija… bueno no, en realidad no me sorprendía tanto. Mi hermano era capaz de hacer eso y muchas otras cosas más que implicaban exponer no sólo su propia dignidad si no la de la familia Payne entera.

Cuando Kayley ha terminado con su comida sale corriendo hacia la sala de estar para mirar sus caricaturas. Yo me sirvo un plato con comida con toda la intención de llevármelo a mi cuarto y tomarlo en la comodidad de mi cama, pero para eso mamá llega con la jarra de limonada anterior vacía y el vagabundo detrás de ella con el vaso en la mano y completamente sucio, no sólo el vaso, también él.

— ¿A dónde vas? —Me pregunta ella con una cara de impresión casi como si le hubiera lanzado una grosería.

—A comer. Comida. Lo que tú preparaste.

— ¿Pero a dónde llevas el plato, Lana? Bien sabes que la comida se come en la mesa del comedor, no en otro lado.

—Mamá… estoy cansada, quiero comer en mi habitación, ¿podrías permitirme tan sólo eso? —Finjo lo más que puedo una cara de depresión que casi se lo cree, pero aún así niega con la cabeza y continúa diciendo:

—Después de comer puedes irte a descansar y dormir todo lo que tú quieras en tanto nos vamos para que cuides de Kayley.

—Tengo tarea qué hacer, no puedo dormir. —Mamá me ignora olímpicamente y se dirige al vagabundo invitándolo a tomar asiento para que almuerce.

— ¿Te gustan los vegetales hervidos, cierto Happy?

—Cualquier alimento que usted prepare es de mi agrado, Karen. Gracias. —Él responde mirando a todos lados, e incluso tiene toda la atención puesta en una pequeña pelusa que cae del techo. Mira todo excepto a mí. Bien, perfecto.

— ¿Me harás comer aquí sólo porque él también lo hará? —Pregunto enfurecida. Desde que ese chico ladrón había llegado a casa las cosas no se hacían a mi manera, y no es que siempre mi familia obedeciera mi santa voluntad, pero por lo menos tenía libertad de hacer lo que a mí me gustaba. Y qué casualidad que cuando esta persona llega hasta comer en mi habitación tengo restringido sólo por hacerle una compañía que ni necesita y que evidentemente tampoco quiere a falta de contacto visual. Un sentimiento verdaderamente mutuo hasta ahora, debo añadir.

El vagabundo seguía con su actitud arisca, como si yo no estuviera allí, como si no me hubiera escuchado y como si nunca me hubiera visto entrar a casa cuando llegué de la escuela. Nada. En cambio mamá parecía que el apocalipsis estaba cerca, su cara se había desfigurado en una mueca de disgusto y eso sólo significaba que tenía problemas por abrir mi boca.

Para no hacerla enfadar más respiro profundo y termino por sentarme en una de las sillas del comedor, justo al lado del vagabundo. Hubiera elegido cualquier otro sitio donde sentarme, pero mi presencia parecía molestarte de momento y quería hacerlo enojar, sólo para ver su reacción y con ello hacerle ver de una vez por todas a mi familia quién realmente era este desconocido y correrlo para siempre.

Sin embargo parecía pasar de mí completamente, oró cuando su plato de comida estuvo servido frente a él y comenzó a comer sin ninguna incomodidad. En tanto yo le echaba miradas furtivas esperando cualquier reacción contra mí, pero nada de eso sucedía. Era todo muy raro.

Mamá había dejado la cocina y nos dejó en paz para comer. Quizá creyera que con eso él y yo haríamos las paces y nos convertiríamos en los mejores amigos. Cuánto se equivocaba.

Ya me había cansado de su actitud aprensiva y lo encaré por completo. No era justo para mí porque tampoco la estaba pasando muy bien, pero es que no podía quitármelo de la cabeza. Se le veía tan cómodo y eso me molestaba, porque yo no lo estaba.

— ¡Bien! —Doy un golpe en la mesa, pero él ni siquiera se sobresalta. Sigue con los ojos puestos en el plato. — ¿Qué quieres demostrar con esto? ¿Que ignorarme te hará ganar más a mi familia? ¿Que vas a conseguir lo que tú quieres más rápido?

Deja caer con delicadeza el tenedor y se lleva la servilleta a los labios que a continuación limpia. Sostiene el vaso con jugo de naranja con sus dos manos y después de dar un sorbo observa fijamente el horizonte limitante a la estufa.

—Eres alguien bastante fastidioso. ¿Y sabes qué? Comienzo a odiarte. —Me levanto de la silla. No había probado casi bocado pero el hambre ya no persistía, de hecho había perdido el apetito.

por **#Lucky#** Miér 31 Jul 2013, 8:00 pm

¿Pero qué le pasa al sexy jardinerín?¿¡Qué le pasa!?
A Lana no le gusta que la eviten, no no no e.e
Ahora es cuando Happy con su super sonrisita se gira, voltea a Lana y le da un beso de infarto(...) Okno(? JAJAJA Pero apúntatelo e.é JAJAJA
Sube capi pronto, está muy buena la fic, ya quiero saber quién es realmente y qué paso, mis entrañas son devoradas *-*

por **Buttercup.** Jue 01 Ago 2013, 12:13 am

#Lucky# escribió:¿Pero qué le pasa al sexy jardinerín?¿¡Qué le pasa!?
A Lana no le gusta que la eviten, no no no e.e
Ahora es cuando Happy con su super sonrisita se gira, voltea a Lana y le da un beso de infarto(...) Okno(? JAJAJA Pero apúntatelo e.é JAJAJA
Sube capi pronto, está muy buena la fic, ya quiero saber quién es realmente y qué paso, mis entrañas son devoradas *-*

HAHAHAHAHA omg, te aseguro que anoto todo lo que me dices Lucy xD espero darte una buena sopresa muy pronto(8 gracias, graciaaaaaaas <3 no sé qué haría sin tí y tus maravillosos comentarios!

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