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Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 19 de 21. • 1 ... 11 ... 18, 19, 20, 21
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
Faltan unos capitulos y termina
NaiirAJ
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
GRACIASSSS NAIRRRR GRACIAS POR SUBIR Y NO CANCELARLA, AMO TU NOVELA SOS UNA DE LAS MEJORES ESCRITORAS, SEGUILAAAA
JMLS
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
Gracias por no cancelarla!!// esta embarazada!!!
Ara-Styles
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
Omg omg que hermosooooo nair siguelaaaa linda :'$
miss:horan<3
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
ameeeeeee los caaaaaaaps
no te puedo escribir mas poruq eya me mandarlo a hacer cosas en la casa :c
no te puedo escribir mas poruq eya me mandarlo a hacer cosas en la casa :c
Invitado
Invitado
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
no quiero que termineeee :_____ :lloro: :lloro: :lloro: :imdead:NaiirAJ escribió:Faltan unos capitulos y termina
JMLS
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
JMLS escribió:no quiero que termineeee :_____ :lloro: :lloro: :lloro: :imdead:NaiirAJ escribió:Faltan unos capitulos y termina
Todo lo bueno termina
NaiirAJ
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
Capítulo 85:
─¡Que no quiero! ─gruño
─¿Por qué no? ─susurra Harry en mi oído. Tiene su mano en mi enorme vientre y planta delicados besos en mi cuello.
─Porque no, ¡y ya! ─resoplo.
─No seas tan maldita, dale el puto beso ─dice mi madre desesperada.
─____TN, déjalos ─mi padre acaricia las mejillas de mi mamá. Ella está sentada sobre sus piernas.
─¿Por qué tú no me cargas como mi papá? ─le reclamo a Harry.
─No es por nada, mi amor, pero estás un poco pesadita ─bromea.
─¡A la mierda!¡Me largo! ─me levanto. Harry me toma de la mano y me hala hacia él, me sienta en sus piernas.
─¿Sabes lo hermosa que te ves cuando estás enojada? ─me besa.
─Pues, ahorita he de estar preciosa ─ruedo mis ojos.
─¿Van a dejar ver la maldita película en paz? ─gruñe mi madre.
─____TN, tranquilízate ─le susurra mi papá.
─Es que te juro que embarazada más quisquillosa que esta no existe, una más y te corro de la casa ─resopla.
─¿Ves lo que haces? Por tu culpa mi mamá me regaña.
─Hola, familia ─llega Edward con Danielle─. Dani y yo iremos a ver una película lejos de ustedes ─pasa su brazo sobre los hombros de Danielle.
─Ahora hasta mi hermano huye de mi por tu culpa ─mascullo entre dientes.
─Ehh, sí. Definitivamente nos vamos ─toma la mano de Danielle y cámina hacia la puerta. Se detiene antes de atravesarla─. Y una cosa más ─se voltea hacia nosotros y me mira─, deberían buscar un médico, creo que algo que comieron les cayó mal ─se burla en carcajadas.
─¡Edward, que grosero! ─lo regaña Danielle─. Si yo estuviera así, no te gustaría que se burlaran de mí.
─El punto es que tú pasarás por un altar antes de que llegues a eso, y al menos esperaremos cinco años ─pasa las manos por la cintura de Dani─. Estas mujeres desesperadas ─susurra y salen.
─Idiota ─murmuro.
─¡Ay! ─grita mi madre.
Los tres la quedamos viendo. Ella tiene los ojos exaltados.
─¿Qué te pasó? ─le pregunta mi padre.
─¡¡Ayy!! ─grita más fuerte.
─¡Por Dios! ¡Mamá, no! ─jadeo.
──Oh, sí. Marco ya viene ─anuncia.
─Ay no, ay no ─mi padre la deja caer sobre el sofá y se levanta con sus piernas temblorosas.
─Tranquilo, Styles, ya viviste esto una vez, no me digas que te pondrás nervioso ahora ─bufo.
─Jane, no entiendes, ella tiene ocho meses, no es momento para que nazca ─su voz tiembla.
─Él es quien decide esto ─señala su barriga─, no tú.
─Hay que llevarla a un hospital ahora ─Harry se levanta y toma las llaves del auto.
─Oh, ni lo sueñes Lí. Mi bebé, mi auto, yo conduzco ─le arrebata las llaves.
Harry toma de los brazos a mi madre y la guía hasta la salida; yo camino detrás de ellos.
─Claro, la del embarazo normal no importa, salvemos a la prematura ─me quejo.
Salimos de la casa. Mi padre conduce nervioso, mi madre está a su lado gritando y yo voy con Harry atrás. No sé qué me matará primero, si de nuevo un accidente por la conducción insegura de mi padre, o los gritos de mi madre.
─Tranquilízate, ya vamos a llegar ─dice mi padre, aunque creo que se lo dice a sí mismo.
Mi madre jadea y respira exageradamente. Veo que Harry está hablando por teléfono.
─¿Quién es? ─pregunto.
─Le estoy notificando a Edward.
Llegamos al hospital, sanos y salvos por suerte.
─Hola, ¿cómo están? ─dice la enfermera de la entrada.
─Mi mujer está por dar a luz ─informa mi padre.
La enfermera mira a mi madre y a mí.
─¿Cuál de las dos? ─ríe.
Mi padre se pone azul y sé que se está enojando.
─Tal vez la que está gritando y retorciéndose del dolor ─murmuro.
─¿Nombre? ─solicita.
─_____TN Styles ─responde mi padre.
─Tome ─le da una hoja─ por el pasillo a la izquierda. Donde escuche gritos iguales, ahí es.
─No sea estúpida, traiga una camilla ─le reclamo.
─Tranquila, gordita. Es un embarazo no peritonitis.
─¡Llévenme de una vez! ─grita mi madre, su voz se rasga y creo que otras partes de su cuerpo también.
Mi padre arrastra a mi mamá por el pasillo hasta llegar a la sala y la meten al quirófano de inmediato.
Mi padre da vueltas en la sala de espera como león enjaulado. Apenas llevamos media hora aquí y le informan que ya está a punto de dar a luz. Edward ya llegó con Danielle.
─Es increíble, fue tan rápido ─susurra mi padre─. Con ustedes tardó un poco más...bueno, mucho más.
─¿No tienes alguna ex loca por ahí que lo rapte? ─hago una broma tonta. Harry me fulmina con la mirada.
─Apenas tiene ocho meses, no tiene porqué dar a luz ahora, ¿qué pasa con ése niño? ─reniega.
─Papá, es hijo de mi mamá; no hay razón para que sea normal ─bromeo. Harry me lanza otra mirada fulminante.
La puerta se abre y sale un doctor quitándose los guantes.
─¿Quién es el padre? ─pregunta.
─¡Yo yo yo yo! ─dice mi papá emocionado, da un poco de risa.
─Le tengo un par de noticias ─hace un gesto.
Me levanto de inmediato y me acerco, Harry me sigue.
─¿Qué pasa? ¿Cómo está ___TN? ─pregunta mi papá preocupado.
─Ella está muy bien, pero el bebé... bueno, venga y lo verá ─gira sobre sus talones y entra.
Los tres lo seguimos rápidamente. Dentro está mi mamá con el bebé en brazos, este esta cubirto por una manta color cielo.
─Es niño, ¿si, verdad? ─dice mi padre sin aliento.
─Sí, lo es ─responde el doc.
─Agh, yo lo quería hermafrodita ─bromeo. Harry no se aguanta más y me da un pellizco en el codo─. Sólo estoy jugando.
─Hola ─le susurra mi padre.
Edward me mira y veo que tambien está nervioso.
─Acércate a ver ─le pide mi madre.
Mi padre duda y da un paso hacia atrás, pero luego suspira y camina hacia ella. Se asoma y mira al bebé, sus ojos se abren como platos y mira a mi madre asombrado. Mi mamá le sonríe. Mi padre corre su mirada hasta el doctor y este le asiente. ¿Qué carajos está pasando?
─Jane, Edward; vengan ─nos llama mi padre.
Edward me extiende la mano y yo se la tomo, caminamos hacia mi padre y nos asomamos hacia el bebé.
Mi Dios. ¡Mamá, este bebé es de Niall!, grito en mis adentros. No, no puede ser, tiene las facciones de mi padre, pero...
─Tiene los ojos abiertos ─susurro.
─...Y grises ─agrega Edward.
Ambos miramos a mi madre y ella abre sus ojos.
─¡Yo no tengo culpa! Mi padre los tiene así ─gruñe.
─El niño se desarrolló bastante rápido, al punto de que a los ocho meses ya estuvo listo para nacer, además tiene los ojos abiertos, las uñas largas y todos los órganos perfectos ─informa el doctor─. Este niño será grande en la vida ─sonríe─, su cerebro está perfectamente desarrollado. Hará cosas grandes ─suspira.
─Increíble, ¿puedo cargarlo? ─solicita mi padre.
Mi madre doposita al bebé en los brazos de mi padre y Danielle se pega a él.
─Es precioso ─dice Danielle con ojos llorosos.
─¿Su nombre? ─solicita el doctor con una libreta.
─Marco ─dice mi madre rápidamente─. Marco James Styles.
─¡Mamá! ─grito sin pensar─. Jared también se llamara James.
─¿Y qué? Tu tendrás un hijo con un hombre llamado como mi esposo y yo no te reclamo nada.
─Al menos no lo llamaron Harry ─bromea Edward.
Lí y Styles lo miran con mala cara.
─Sólo digo ─levanta sus manos.
─¿Cuándo podrá salir? ─pregunta mi padre perdido en el rostro de su hijo; mi hermano.
─Ya mismo.
______________________________________________________
Marco es tan hermoso, ya tiene dos meses: no es muy risueño, pero tiene una mirada muy intensa. Harry adora tenerlo en brazos, él y mi padre pelean por cargarlo, a mi me gusta hacerlo pero no puedo con una barriga que no me deja ni ver los pies.
El cabello de marco no es rizado como el de mi padre, es más parecido al de Edward. Tiene la sonrisa y los hoyuelos de mi papá, pero la forma de los ojos de mi mamá, osea igual a los míos. Su piel es más clara que la de mi padre, y sus ojos grises intensos son tan cristalinos.
Harry está cargando a Marco, él duerme en sus brazos. Mi madre está descansando y mi papá está limpiando la cocina. Edward y Danielle están en la universidad de Londres, y yo miro lo hermoso que se mira Harry acunando a un bebé.
─¿Cómo te sientes? ─Harry acaricia mi pierna.
─Embarazada ─suspiro.
─Sabes que ya sobrepasaste los nueve meses, ¿verdad?
Asiento con la cabeza, me siento exhausta. Cierro mis ojos y me quedo dormida.
Esa noche, Harry y yo fuimos al hospital para ver porqué Jared aún no había nacido.
─Simplemente no quiere salir ─dice el doctor.
─¿Por qué no? ¿Tiene algo de malo? ─pregunta Harry con preocupación.
─No, ya está listo, pero les repito; él no quiere salir.
─¿Y cómo lo convencemos? No se quedará ahí toda la vida ─bufo.
─Podemos inducirlo ─aconseja.
─¿Cuándo?
─Ya mismo, si así lo desean.
Harry y yo nos quedamos viendo, dudo un poco, tal vez no esté lista para tener a este niño ahora.
─Entre más tiempo pase, el niño correrá peligro. Puede tragar líquido, o asfixiarse.
Fue suficiente que dijera eso para que me preocupara. Acepto el parto inducido y me ponen suero abortivo para que las contracciones comiencen a llegar.
─Ya hablé con tu padre, vendrá cuando Edward y Danielle lleguen para cuidar a Marco ─me informa Harry.
─Está bien ─siento un pequeño halón en mi ingle. Jadeo y abro mis ojos.
Harry me mira como si hubiera visto un fantasma.
─¡Un doctor! ─grita.
─Cálmate, sólo es una contracción ─lo aquieto.
─¿Cómo sabes eso tú? ─frunce el ceño.
─¡Yo qué sé! ─gruño. Los halones se hacen cada vez más fuertes.
Odio esto, tengo las piernas separadas y al aire. Hay dos mujeres, un hombre y Harry llevándose el espectáculo de mi entrepierna abriéndose.
─¡¡Ahhh!! ─me quejo.
─Respira, Jane, respira, ya lo veo venir ─dice una de las mujeres.
─¡¿Qué espera para salir?! ─grito.
─No lo sé, déjame preguntárselo ─bromea la mujer, la otra ríe con ella.
Nisiquiera veo a Harry, me da igual. Sólo quiero que este escuincle salga de una vez.
─Ya está, Jane, vamos ¡puja! ─dice el doctor.
─¿Y qué cree que estoy haciendo? ¿Tomando una taza de té?
─¡Más fuerte!
─¡Yo me voy! ─Harry sale de la habitación.
─¡No huyas, Lí! ¡Maldita sea, ven y sufre esto conmigo desgraciado!
Harry se asoma por el pequeño recuadro de cristal de la puerta.
─¡Cállate y puja! ─me ordena la enfermera.
Pujo lo más que puedo y siento que los oídos me zumban.
─¡Vamos! ¡Más duro!
─¡Por Dios! ¡Eso le gritaba yo a Harry cuando creamos este bebé! ─pujo.
Harry suelta una sonrisa nerviosa.
─¡No te rías, desgraciado! ¡Ven y saca este bebé! ─lo apunto.
Las enfermeras lo quedan viendo y él está a punto de desmayarse. Una de las mujeres abre la puerta.
─Entra, maricón ─le ordeno.
─¡No no no! Yo no puedo ver eso ─lloriquea.
De repente siento mucha presión en la entrepierna, cada vez más, hasta que cesa y siento que el dolor se apacigua.
─Bienvenido, bebé ─susurra una mujer.
Harry entra y mira al bebé.
─No se lo enseñes ─le ordeno a la mujer─. No sólo son las cerezas del pastel, Lí.
Harry le sonríe al bebé. La mujer lo pone sobre una balanza y lo seca.
─Tres mil doscientos gramos ─anuncia la enfermera─. Es hermoso y está sano.
La mujer envuelve al bebé y lo trae hacia mí. Lo coloca sobre mi pecho y siento su débil y tibio cuerpecito sobre mí. Harry se acerca y se agacha a mi lado.
─Perdóname, soy un cobarde ─me besa Harry─. Hola, hijo ─lo acaricia sobre la manta─. Es hermoso.
─Es nuestro ─miro a Harry, él planta un beso en mis labios y nos quedamos embelezados viendo a Jared.
El bebé tiene los ojos cerrados y la piel colorada. Es un recién nacido normal.
─El nombre ─solicita la mujer.
─Jared James Lí ─responde Harry.
─Felicitaciones ─sonríe la enfermera y sale.
─Disculpe, ¿nos puede tomar una foto? ─le pide Harry a la otra enfermera.
─Claro.
Harry saca su teléfono y se lo da a la mujer. Él se pone en cuclillas a mi lado y pasa su brazo sobre el bebé. La mujer toma la foto y le devuelve el celular. Ella y el doctor salen.
─Es increíble lo perfecto que es ─susurro.
─Jane, quiero decirte algo aquí, en la presencia de nuestro hijo ─me mira─. Quiero hacer lo mejor para el bebé, que estemos juntos y lo criemos y quiero con toda mi alma pedirte un favor.
─¿Qué pasa?
Harry suelta un suspiro y cierra sus ojos.
─No quiero que él... me refiero a que...
─No quieres que tenga mi forma de pensar ─concluyo su frase.
─A-a-algo así.
─No quiero que mi hijo tenga mis mismos hábitos, ni mis errores, te prometo que lo criaremos de la mejor manera, enseñándole lo bueno y lo malo, y educándolo para que opte por lo correcto.
─Gracias ─dice aliviado.
Mi padre y Danielle entran, y nos felicitan.
________________________________________
(OCHO MESES DESPUES)
Hoy Jared cumple ocho meses meses. Estamos en Mánchester, y Harry ha invitado a toda su familia para que conozcan a Jared. La idea no era de mi total agrado, pero no tenía opción, total, ahora son familia de mi hijo también. Mi mamá está aquí con mi padre, mi hermano y Danielle. Claro, Marco tambien, no tiene ni once meses y camina como en pasarela, es un niño muy desarrollado, autosuficiente e inteligente. No le gusta jugar mucho con Jared, además los gustos de Marco son más maduros, como un niño de dos años, mientras que Jared crece a su paso natural.
Samantha se pone loca con Jared, Delfina decidió no venir, y por mí muche mejor.
Louis juega con Marco en el salón, bueno, lo intenta, Marco no simpatiza ni congenia con ningún ser humano. Pero, es imposible no envolverse en su hipnotizantes ojos grises, es como amarlo de inmediato. Además, no se mete mucho conmigo, Edward debería aprender de él.
Estoy con Harry en el habitación besándonos con más pasión de la debida en la cama.
─Debemos ir a ver a Jared ─me despego de sus labios.
─Está con Edward y Samantha ─vuelve a besarme.
─Harry, no quiero más niños por ahora ─me levanto.
─Pero si traemos puesta la ropa ─ríe.
─Pues, quitárnosla nunca ha sido un problema para nosotros ─me miro frente al espejo y peino mi cabello. Hace unos meses que lo corté; lo traigo lacio, y un poco por debajo de los hombros. Desde que tuve a Jared, no me da tiempo de alaciárme el cabelleo largo, asçi que decidí cortarlo.
Harry y yo bajamos de las escaleras y entramos a la cocina. Una imagen hace que mi estómago se retuerza y tenga sed de sangre.
Berlín tiene a MI hijo en sus piernas, le sonríe y le balbucea cosas cariñosas. Perra. Palpo detrás de mi espalda la mesa, tomo un cuchillo a ciegas.
─Dame eso ─me lo arrebata Harry antes de poder tomarlo.
─¿Qué hacer aquí? ─gruño.
─Conociendo a mi primito ─se levanta.
─No lo toques, dámelo ─me acerco a ella.
─No seas así, Jane. Déjame cargarlo ─suplica.
─No. Dame a a mi hijo ─le estiro los brazos a Jared y él sonríe y me los estira de regreso.
Tomo a mi bebé y doy media vuelta. Entramos al salón y ahí se encuentra toda la plebe.
Toda la familia de Harry sonríe y murmura hacia Jared. Los abuelos de Harry me lo piden y los dejo cargarlo. Louis está con Eleanor viendo por la ventana. Edward está con Danielle, le lanzo una mirada asesina en modo de desaprobación por haberle dejado a Jared a Berlín. Mi madre habla con una tía de Harry y mi papá trata de convencer a Marco que deje de morder los zapatos diminutos de Jared.
Suspiro y al mirar la escena me vuelvo una idiota. Como pude posponer todo esto hasta ahora. Le agradezco a la vida que Jared está conmigo, gracias a él pude volver a tener una familia, y recuperar la mía. Pienso en todas las veces que metí la pata, me doy cuenta de lo hermoso que es el mundo en compromisos y tomando las desiciones correctas, o al menos enderezando tu camino cuando aún es posible. Porque nunca es tarde para comenzar a hacer las cosas bien, y apartir de ahora, veo un futuro prometedor, junto a Harry, mis hermanos, mi mejor amiga, mi padre, mi madre y mi hijo.
─¡Que no quiero! ─gruño
─¿Por qué no? ─susurra Harry en mi oído. Tiene su mano en mi enorme vientre y planta delicados besos en mi cuello.
─Porque no, ¡y ya! ─resoplo.
─No seas tan maldita, dale el puto beso ─dice mi madre desesperada.
─____TN, déjalos ─mi padre acaricia las mejillas de mi mamá. Ella está sentada sobre sus piernas.
─¿Por qué tú no me cargas como mi papá? ─le reclamo a Harry.
─No es por nada, mi amor, pero estás un poco pesadita ─bromea.
─¡A la mierda!¡Me largo! ─me levanto. Harry me toma de la mano y me hala hacia él, me sienta en sus piernas.
─¿Sabes lo hermosa que te ves cuando estás enojada? ─me besa.
─Pues, ahorita he de estar preciosa ─ruedo mis ojos.
─¿Van a dejar ver la maldita película en paz? ─gruñe mi madre.
─____TN, tranquilízate ─le susurra mi papá.
─Es que te juro que embarazada más quisquillosa que esta no existe, una más y te corro de la casa ─resopla.
─¿Ves lo que haces? Por tu culpa mi mamá me regaña.
─Hola, familia ─llega Edward con Danielle─. Dani y yo iremos a ver una película lejos de ustedes ─pasa su brazo sobre los hombros de Danielle.
─Ahora hasta mi hermano huye de mi por tu culpa ─mascullo entre dientes.
─Ehh, sí. Definitivamente nos vamos ─toma la mano de Danielle y cámina hacia la puerta. Se detiene antes de atravesarla─. Y una cosa más ─se voltea hacia nosotros y me mira─, deberían buscar un médico, creo que algo que comieron les cayó mal ─se burla en carcajadas.
─¡Edward, que grosero! ─lo regaña Danielle─. Si yo estuviera así, no te gustaría que se burlaran de mí.
─El punto es que tú pasarás por un altar antes de que llegues a eso, y al menos esperaremos cinco años ─pasa las manos por la cintura de Dani─. Estas mujeres desesperadas ─susurra y salen.
─Idiota ─murmuro.
─¡Ay! ─grita mi madre.
Los tres la quedamos viendo. Ella tiene los ojos exaltados.
─¿Qué te pasó? ─le pregunta mi padre.
─¡¡Ayy!! ─grita más fuerte.
─¡Por Dios! ¡Mamá, no! ─jadeo.
──Oh, sí. Marco ya viene ─anuncia.
─Ay no, ay no ─mi padre la deja caer sobre el sofá y se levanta con sus piernas temblorosas.
─Tranquilo, Styles, ya viviste esto una vez, no me digas que te pondrás nervioso ahora ─bufo.
─Jane, no entiendes, ella tiene ocho meses, no es momento para que nazca ─su voz tiembla.
─Él es quien decide esto ─señala su barriga─, no tú.
─Hay que llevarla a un hospital ahora ─Harry se levanta y toma las llaves del auto.
─Oh, ni lo sueñes Lí. Mi bebé, mi auto, yo conduzco ─le arrebata las llaves.
Harry toma de los brazos a mi madre y la guía hasta la salida; yo camino detrás de ellos.
─Claro, la del embarazo normal no importa, salvemos a la prematura ─me quejo.
Salimos de la casa. Mi padre conduce nervioso, mi madre está a su lado gritando y yo voy con Harry atrás. No sé qué me matará primero, si de nuevo un accidente por la conducción insegura de mi padre, o los gritos de mi madre.
─Tranquilízate, ya vamos a llegar ─dice mi padre, aunque creo que se lo dice a sí mismo.
Mi madre jadea y respira exageradamente. Veo que Harry está hablando por teléfono.
─¿Quién es? ─pregunto.
─Le estoy notificando a Edward.
Llegamos al hospital, sanos y salvos por suerte.
─Hola, ¿cómo están? ─dice la enfermera de la entrada.
─Mi mujer está por dar a luz ─informa mi padre.
La enfermera mira a mi madre y a mí.
─¿Cuál de las dos? ─ríe.
Mi padre se pone azul y sé que se está enojando.
─Tal vez la que está gritando y retorciéndose del dolor ─murmuro.
─¿Nombre? ─solicita.
─_____TN Styles ─responde mi padre.
─Tome ─le da una hoja─ por el pasillo a la izquierda. Donde escuche gritos iguales, ahí es.
─No sea estúpida, traiga una camilla ─le reclamo.
─Tranquila, gordita. Es un embarazo no peritonitis.
─¡Llévenme de una vez! ─grita mi madre, su voz se rasga y creo que otras partes de su cuerpo también.
Mi padre arrastra a mi mamá por el pasillo hasta llegar a la sala y la meten al quirófano de inmediato.
Mi padre da vueltas en la sala de espera como león enjaulado. Apenas llevamos media hora aquí y le informan que ya está a punto de dar a luz. Edward ya llegó con Danielle.
─Es increíble, fue tan rápido ─susurra mi padre─. Con ustedes tardó un poco más...bueno, mucho más.
─¿No tienes alguna ex loca por ahí que lo rapte? ─hago una broma tonta. Harry me fulmina con la mirada.
─Apenas tiene ocho meses, no tiene porqué dar a luz ahora, ¿qué pasa con ése niño? ─reniega.
─Papá, es hijo de mi mamá; no hay razón para que sea normal ─bromeo. Harry me lanza otra mirada fulminante.
La puerta se abre y sale un doctor quitándose los guantes.
─¿Quién es el padre? ─pregunta.
─¡Yo yo yo yo! ─dice mi papá emocionado, da un poco de risa.
─Le tengo un par de noticias ─hace un gesto.
Me levanto de inmediato y me acerco, Harry me sigue.
─¿Qué pasa? ¿Cómo está ___TN? ─pregunta mi papá preocupado.
─Ella está muy bien, pero el bebé... bueno, venga y lo verá ─gira sobre sus talones y entra.
Los tres lo seguimos rápidamente. Dentro está mi mamá con el bebé en brazos, este esta cubirto por una manta color cielo.
─Es niño, ¿si, verdad? ─dice mi padre sin aliento.
─Sí, lo es ─responde el doc.
─Agh, yo lo quería hermafrodita ─bromeo. Harry no se aguanta más y me da un pellizco en el codo─. Sólo estoy jugando.
─Hola ─le susurra mi padre.
Edward me mira y veo que tambien está nervioso.
─Acércate a ver ─le pide mi madre.
Mi padre duda y da un paso hacia atrás, pero luego suspira y camina hacia ella. Se asoma y mira al bebé, sus ojos se abren como platos y mira a mi madre asombrado. Mi mamá le sonríe. Mi padre corre su mirada hasta el doctor y este le asiente. ¿Qué carajos está pasando?
─Jane, Edward; vengan ─nos llama mi padre.
Edward me extiende la mano y yo se la tomo, caminamos hacia mi padre y nos asomamos hacia el bebé.
Mi Dios. ¡Mamá, este bebé es de Niall!, grito en mis adentros. No, no puede ser, tiene las facciones de mi padre, pero...
─Tiene los ojos abiertos ─susurro.
─...Y grises ─agrega Edward.
Ambos miramos a mi madre y ella abre sus ojos.
─¡Yo no tengo culpa! Mi padre los tiene así ─gruñe.
─El niño se desarrolló bastante rápido, al punto de que a los ocho meses ya estuvo listo para nacer, además tiene los ojos abiertos, las uñas largas y todos los órganos perfectos ─informa el doctor─. Este niño será grande en la vida ─sonríe─, su cerebro está perfectamente desarrollado. Hará cosas grandes ─suspira.
─Increíble, ¿puedo cargarlo? ─solicita mi padre.
Mi madre doposita al bebé en los brazos de mi padre y Danielle se pega a él.
─Es precioso ─dice Danielle con ojos llorosos.
─¿Su nombre? ─solicita el doctor con una libreta.
─Marco ─dice mi madre rápidamente─. Marco James Styles.
─¡Mamá! ─grito sin pensar─. Jared también se llamara James.
─¿Y qué? Tu tendrás un hijo con un hombre llamado como mi esposo y yo no te reclamo nada.
─Al menos no lo llamaron Harry ─bromea Edward.
Lí y Styles lo miran con mala cara.
─Sólo digo ─levanta sus manos.
─¿Cuándo podrá salir? ─pregunta mi padre perdido en el rostro de su hijo; mi hermano.
─Ya mismo.
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Marco es tan hermoso, ya tiene dos meses: no es muy risueño, pero tiene una mirada muy intensa. Harry adora tenerlo en brazos, él y mi padre pelean por cargarlo, a mi me gusta hacerlo pero no puedo con una barriga que no me deja ni ver los pies.
El cabello de marco no es rizado como el de mi padre, es más parecido al de Edward. Tiene la sonrisa y los hoyuelos de mi papá, pero la forma de los ojos de mi mamá, osea igual a los míos. Su piel es más clara que la de mi padre, y sus ojos grises intensos son tan cristalinos.
Harry está cargando a Marco, él duerme en sus brazos. Mi madre está descansando y mi papá está limpiando la cocina. Edward y Danielle están en la universidad de Londres, y yo miro lo hermoso que se mira Harry acunando a un bebé.
─¿Cómo te sientes? ─Harry acaricia mi pierna.
─Embarazada ─suspiro.
─Sabes que ya sobrepasaste los nueve meses, ¿verdad?
Asiento con la cabeza, me siento exhausta. Cierro mis ojos y me quedo dormida.
Esa noche, Harry y yo fuimos al hospital para ver porqué Jared aún no había nacido.
─Simplemente no quiere salir ─dice el doctor.
─¿Por qué no? ¿Tiene algo de malo? ─pregunta Harry con preocupación.
─No, ya está listo, pero les repito; él no quiere salir.
─¿Y cómo lo convencemos? No se quedará ahí toda la vida ─bufo.
─Podemos inducirlo ─aconseja.
─¿Cuándo?
─Ya mismo, si así lo desean.
Harry y yo nos quedamos viendo, dudo un poco, tal vez no esté lista para tener a este niño ahora.
─Entre más tiempo pase, el niño correrá peligro. Puede tragar líquido, o asfixiarse.
Fue suficiente que dijera eso para que me preocupara. Acepto el parto inducido y me ponen suero abortivo para que las contracciones comiencen a llegar.
─Ya hablé con tu padre, vendrá cuando Edward y Danielle lleguen para cuidar a Marco ─me informa Harry.
─Está bien ─siento un pequeño halón en mi ingle. Jadeo y abro mis ojos.
Harry me mira como si hubiera visto un fantasma.
─¡Un doctor! ─grita.
─Cálmate, sólo es una contracción ─lo aquieto.
─¿Cómo sabes eso tú? ─frunce el ceño.
─¡Yo qué sé! ─gruño. Los halones se hacen cada vez más fuertes.
Odio esto, tengo las piernas separadas y al aire. Hay dos mujeres, un hombre y Harry llevándose el espectáculo de mi entrepierna abriéndose.
─¡¡Ahhh!! ─me quejo.
─Respira, Jane, respira, ya lo veo venir ─dice una de las mujeres.
─¡¿Qué espera para salir?! ─grito.
─No lo sé, déjame preguntárselo ─bromea la mujer, la otra ríe con ella.
Nisiquiera veo a Harry, me da igual. Sólo quiero que este escuincle salga de una vez.
─Ya está, Jane, vamos ¡puja! ─dice el doctor.
─¿Y qué cree que estoy haciendo? ¿Tomando una taza de té?
─¡Más fuerte!
─¡Yo me voy! ─Harry sale de la habitación.
─¡No huyas, Lí! ¡Maldita sea, ven y sufre esto conmigo desgraciado!
Harry se asoma por el pequeño recuadro de cristal de la puerta.
─¡Cállate y puja! ─me ordena la enfermera.
Pujo lo más que puedo y siento que los oídos me zumban.
─¡Vamos! ¡Más duro!
─¡Por Dios! ¡Eso le gritaba yo a Harry cuando creamos este bebé! ─pujo.
Harry suelta una sonrisa nerviosa.
─¡No te rías, desgraciado! ¡Ven y saca este bebé! ─lo apunto.
Las enfermeras lo quedan viendo y él está a punto de desmayarse. Una de las mujeres abre la puerta.
─Entra, maricón ─le ordeno.
─¡No no no! Yo no puedo ver eso ─lloriquea.
De repente siento mucha presión en la entrepierna, cada vez más, hasta que cesa y siento que el dolor se apacigua.
─Bienvenido, bebé ─susurra una mujer.
Harry entra y mira al bebé.
─No se lo enseñes ─le ordeno a la mujer─. No sólo son las cerezas del pastel, Lí.
Harry le sonríe al bebé. La mujer lo pone sobre una balanza y lo seca.
─Tres mil doscientos gramos ─anuncia la enfermera─. Es hermoso y está sano.
La mujer envuelve al bebé y lo trae hacia mí. Lo coloca sobre mi pecho y siento su débil y tibio cuerpecito sobre mí. Harry se acerca y se agacha a mi lado.
─Perdóname, soy un cobarde ─me besa Harry─. Hola, hijo ─lo acaricia sobre la manta─. Es hermoso.
─Es nuestro ─miro a Harry, él planta un beso en mis labios y nos quedamos embelezados viendo a Jared.
El bebé tiene los ojos cerrados y la piel colorada. Es un recién nacido normal.
─El nombre ─solicita la mujer.
─Jared James Lí ─responde Harry.
─Felicitaciones ─sonríe la enfermera y sale.
─Disculpe, ¿nos puede tomar una foto? ─le pide Harry a la otra enfermera.
─Claro.
Harry saca su teléfono y se lo da a la mujer. Él se pone en cuclillas a mi lado y pasa su brazo sobre el bebé. La mujer toma la foto y le devuelve el celular. Ella y el doctor salen.
─Es increíble lo perfecto que es ─susurro.
─Jane, quiero decirte algo aquí, en la presencia de nuestro hijo ─me mira─. Quiero hacer lo mejor para el bebé, que estemos juntos y lo criemos y quiero con toda mi alma pedirte un favor.
─¿Qué pasa?
Harry suelta un suspiro y cierra sus ojos.
─No quiero que él... me refiero a que...
─No quieres que tenga mi forma de pensar ─concluyo su frase.
─A-a-algo así.
─No quiero que mi hijo tenga mis mismos hábitos, ni mis errores, te prometo que lo criaremos de la mejor manera, enseñándole lo bueno y lo malo, y educándolo para que opte por lo correcto.
─Gracias ─dice aliviado.
Mi padre y Danielle entran, y nos felicitan.
________________________________________
(OCHO MESES DESPUES)
Hoy Jared cumple ocho meses meses. Estamos en Mánchester, y Harry ha invitado a toda su familia para que conozcan a Jared. La idea no era de mi total agrado, pero no tenía opción, total, ahora son familia de mi hijo también. Mi mamá está aquí con mi padre, mi hermano y Danielle. Claro, Marco tambien, no tiene ni once meses y camina como en pasarela, es un niño muy desarrollado, autosuficiente e inteligente. No le gusta jugar mucho con Jared, además los gustos de Marco son más maduros, como un niño de dos años, mientras que Jared crece a su paso natural.
Samantha se pone loca con Jared, Delfina decidió no venir, y por mí muche mejor.
Louis juega con Marco en el salón, bueno, lo intenta, Marco no simpatiza ni congenia con ningún ser humano. Pero, es imposible no envolverse en su hipnotizantes ojos grises, es como amarlo de inmediato. Además, no se mete mucho conmigo, Edward debería aprender de él.
Estoy con Harry en el habitación besándonos con más pasión de la debida en la cama.
─Debemos ir a ver a Jared ─me despego de sus labios.
─Está con Edward y Samantha ─vuelve a besarme.
─Harry, no quiero más niños por ahora ─me levanto.
─Pero si traemos puesta la ropa ─ríe.
─Pues, quitárnosla nunca ha sido un problema para nosotros ─me miro frente al espejo y peino mi cabello. Hace unos meses que lo corté; lo traigo lacio, y un poco por debajo de los hombros. Desde que tuve a Jared, no me da tiempo de alaciárme el cabelleo largo, asçi que decidí cortarlo.
Harry y yo bajamos de las escaleras y entramos a la cocina. Una imagen hace que mi estómago se retuerza y tenga sed de sangre.
Berlín tiene a MI hijo en sus piernas, le sonríe y le balbucea cosas cariñosas. Perra. Palpo detrás de mi espalda la mesa, tomo un cuchillo a ciegas.
─Dame eso ─me lo arrebata Harry antes de poder tomarlo.
─¿Qué hacer aquí? ─gruño.
─Conociendo a mi primito ─se levanta.
─No lo toques, dámelo ─me acerco a ella.
─No seas así, Jane. Déjame cargarlo ─suplica.
─No. Dame a a mi hijo ─le estiro los brazos a Jared y él sonríe y me los estira de regreso.
Tomo a mi bebé y doy media vuelta. Entramos al salón y ahí se encuentra toda la plebe.
Toda la familia de Harry sonríe y murmura hacia Jared. Los abuelos de Harry me lo piden y los dejo cargarlo. Louis está con Eleanor viendo por la ventana. Edward está con Danielle, le lanzo una mirada asesina en modo de desaprobación por haberle dejado a Jared a Berlín. Mi madre habla con una tía de Harry y mi papá trata de convencer a Marco que deje de morder los zapatos diminutos de Jared.
Suspiro y al mirar la escena me vuelvo una idiota. Como pude posponer todo esto hasta ahora. Le agradezco a la vida que Jared está conmigo, gracias a él pude volver a tener una familia, y recuperar la mía. Pienso en todas las veces que metí la pata, me doy cuenta de lo hermoso que es el mundo en compromisos y tomando las desiciones correctas, o al menos enderezando tu camino cuando aún es posible. Porque nunca es tarde para comenzar a hacer las cosas bien, y apartir de ahora, veo un futuro prometedor, junto a Harry, mis hermanos, mi mejor amiga, mi padre, mi madre y mi hijo.
NaiirAJ
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
PENULTIMO CAPITULO
NARRA____TN:
Han pasado dos años desde que Jane decidió venir a vivir a Londres con mi (increíblemente) nieto. La casa ahora es más grande, y la de Jane y Lí quedan justo entre la de Perrie y Zayn y la de Harry y yo. Jane ha dejado su vida libertina por dedicarse a su hijo. Ya casi cumple los veintiún años. Danielle aún vive con sus padre y Edward conmigo. Están planeando casarse a finales de este año. Danielle quiere tener un bebé, pero Edward dice que deben esperar que se gradúen de la universidad. Jane volvio a retormar la universidad y Lí encontró trabajo aquí en Londres. Un amigo de Jane; Zachary, los visita muy seguido, aunque a Lí no le agrada mucho sus visitas, a mi me parece un chico o chica espectacular.
Estamos en la piscina que une a nuestras tres casas. Jane está dentro de la piscina con Jared y Lí. Jared es un niño muy tierno, alegre y cariñoso. Sus padres están intentando enseñarle a nadar, pero él se cuelga del cuello de Lí temeroso. Jane está muy feliz y ni que decir de su prometido. Bueno, me bastante emocionante que mis dos hijos se casen el mismo día.
Danielle y Edward toman el sola a la orilla de la piscina, pero Jane no tarda en lanzarles agua.
Yo estoy con Zayn tomando un poco de whisky. Perrie y Harry hablan sobre las noticias de Inglaterra.
Mmmm...me falta alguien...me falta...
-¡Marco! -grito exaltada.
Todos se detienen de sus actividades y me miran. Miran a su alrededor buscando a Marco, no está en ninguna parte. Jane y Lí salen de la piscina y todos nos ponemos a buscarlos. Pasan diez minutos y Marco no aparece, estoy a punto de derrumbarme.
-¡Aqui está! -grita Jared con su voz aguda.
-Cállate - lo regaña la menos aguda voz de Marco.
Corremos hacia Jared y encontramos a Marco en un rincón escribiendo en el suelo...¿Escribiendo?
-¡Marco! ¿Qié haces aquí? -lo levanto el el aire.
-Quería estar solito -masculla.
Miro al suelo y ha escrito en el suelo su nombre, con una caligrafía bastante dificil. Me impresiona.
Jane toma en sus brazos a Jared y nos regresamos a la piscina. Todos retomamos nuestras actividades.
Marco se sienta al aldo de la piscina y mete sus pies en el agua, nisiquiera juega con ellos, sólo se queda mirando su reflejo en el agua. Se quita la camisa y se lanza de cabeza en el agua. Harry se suspende en el aire con un jadeo y corre hacia la piscina para sacar a Marco cuando él sale de la superficie y nada en dirección contraria artísticamente. Todos nos quedamos boquiabiertos al ver al niño inexperimentado nadar como un profesional.
-¡Marco está nadando! -grita Jared señalando a su increíblemente tío.
Jared papalotea en el agua riendo. Sus rizos están húmedos. Jared y su cabello exacto al de su padre. Pero, sus ojos son cafés claros, como los míos. Es tan raro, Marco tiene el cabello lacio y castaño oscuro como el mío y los ojos grises, pero con las facciones de Harry. Y Jared tiene los ojos cafés claros, casi ambar como los míos y el cabello rizado como el de su papá y las facciones de su madre, es todo tan llamativo.
Todos aplaudimos ante el suceso que presenciamos, pero Marco no sonríe. Por el contrario, se sumerge en el agua y sale a la superficie unos metros más adelante.
Harry me toma de la mano y me sonríe.
-Vamos, quiero mostrarte algo- susurra.
Me levanto y lo sigo, caminamos hasta el final de las tierras, muy lejos de los internados y las casas. Ya está anocheciendo. Harry me abraza por la cintura y besa mi oído. Nos quedamos mirando la puesta de sol.
-____TN, hay algo que debo decirte -susurra en mi oído-. Eres la mujer más maravillosa del mundo. Perdóname por haberte dejado sola mientras tuve la amnesia. No quiero volver a dejarte nunca. Gracias por darme los hijos que tenemos. Te amo -me voltea de mi cintura y une sus labios a los míos.
-No lo hemos hecho tan mal, Harry -acaricio su mejilla.
-Toma -saca un anillo con una piedra dorada-. No sé si lo recuerdes, pero hoy... cumplimos veinte años de casados.
Me lanzo sobre él y lo abrazo. No puedo contener mis lágrimas y las dejo fluír. He pasado veinte años casada con el hombre más increíble del mundo.
______________________________________________
Son las diez de la noche, todos estamos en una fogata afuera de la casa. Jared ya está dormido, pero Marco permanece sentado con la vista plantada en el suelo.
-Felicidades, mamá -me abraza Jane y luego Edward.
-¡Ay! -grita Perrie.
Todos volteamos hacia ella. Mis ojos casi se salen de mi cara cuando miro a Marco con un tizón en la mano y las piernas de Perrie quemadas.
-¡Marco, ¿qué has hecho?! -grito espantada.
-Quemé a tía Perrie -dice. Por primera vez veo una sonrisa en el rostro de Marco.
-¡Marco, eso no se hace! -lo regaño.
Todos me quedan viendo espantados, no entiendo porqué.
-Oh oh -dice Jane.
-¿Qué? -pregunto en incertidumbre.
-Rest In Peace -dice Jane haciendo seña de cruz frente a mí.
-¿Por qué? ¿Harry tiene sida y me lo pasó? -jadeo.
Harry se acerca a mi oído y susurra:
-Creo que tienes un nuevo problemita mal.
-¿Qué? -miro a Marco-. No. No. No. Estás equivocado si crees que serás un niño mal, Marco. ¡Ni loca! ¡Esto no es justo! ¡Es Jane quien debe tener hijo mal! Yo ya tuve una, ahora es su turno de recibir dolores de cabeza. Con una hija loca me basta -suspiro.
-Tranquilízate, podemos arreglarlo -Harry se acerca a Marco-. Dime, Marco, ¿por qué le has hecho eso a tía Perrie?
-Ella no me gusta -le responde.
-¿Por qué no? -frunce el ceño.
-Porque es una chica -se cruza de brazos.
-Pero tu mamá y tu hermana tambien son chicas -Harry intenta razonar con él.
-¿Tambien tengo que quemarlas?
-¡No! ¡Jamás! Marco, baja eso y ven por un malvavisco.
-No me gustan los malvaviscos -masculla Marco entre dientes.
-¿Y qué te gusta? -pregunta Jane.
-Tú tampoco me gustas -le dice Marco.
-¿Y yo? -pregunta Edward.
-No -scude su cabeza-. Ni Jared.
-¿Y quién te gusta? -masculla Harry impacientado.
Marco estira su dedito hacia mi.
-Marco, no debes quemar a las personas, eso es muy grosero -me arrodillo frente a él. Tomo el tizón de su mano y lo uno a la fogata-. Y debes querer a Jane y a Edward, son tus hermanos.
-Jane tiene un bebé que no me gusta -refunfuña.
-Mira, escuincle... -se levanta Jane.
-Jane, cálmate -Lí la toma de las manos.
-Es muy feo, no tiene ojos grises como yo, y nadie lo quiere -saca la lengua-, por eso lo maté -sonríe.
Todos nos quedamos boquiabiertos.
-¡¡¿Cómo que lo mataste?!! -grita Jane espantada.
-Ustedes creen que está durmiendo, pero está muerto -da una carcajada con su vocecita de niño.
Todos nos levantamos y salimos corriendo hacia la casa desesperados. Subimos a la habitación de Jared y lo encontramos acostado en su cuna. Jane lo levanta y Lí lo revisa.
-Jared, mi amor, despierta, ¿Estás bien? -Jane lo sacude.
-Mami -dice Jared con voz ronca.
Jane suspira y cierra sus ojos aliviada. Escuchamos la risa burlona y divertida de Marco detrás de nosotros. Lo miramos y está en la puerta. Marco cierra de un portazo y enllava por fuera.
-¡Marco! ¡Abre la puerta! -grito golpeando la puerta.
-¡Es increíble! Ese niño es un demonio -gruñe Jane.
-Marco James Styles, abre la puerta ahora mismo -le ordena Styles.
-No. Ustedes quieren a Jared, ahi lo tienen - escuchamos los pasitos desapareciendo.
-¡Marco, abre! -grita Harry.
-La casa tendrá fuego como la fogata- ríe Marco.
-¡Marco, no! -Harry golpea la puerta-. Todos hacia atrás, voy a botar la puerta.
Todos retrocedimos y Harry botó la puerta de una embestida.
Cuando bajamos encontramos a Marco sentado en el sofá viendo tele.
-Hola, papi, ¿Dónde estabas? -sonríe.
-Marco, estás castigado -dice Harry furioso.
Marco se levanta, apaga la televisión y camina enojado hasta la cocina. Lo seguimos, me daba curiosidad saber qué iba a hacer. Escuincle rebelde.
-¿Qué? -pregunta al ver que todos lo perseguimos.
-¿Qué tramas? -le pregunto.
-Y no te vuelvas a acercar a mi hijo, ¿me entendiste? -lo amenaza Jane.
-Es mejor que nos váyamos -digo. Tomo a Marcfo en brazos y me dirijo a la casa con Harry y Edward.
-Adiós, Jared... tu papá Liam vendrá a verte pronto -se esconde en msi brazos.
¿Pero qué? ¿Quién le contó que...?
-¡¡Aggghh!! -grita Jane.
-Déjalo -la toma Lí.
Harry y yo entramos a la casa y dejo a Marco en su cama. Harry se sienta al lado de su cama y lo fulmina con la mirada.
-Marco Styles, dime ¿por qué te has portado tan mal esta noche?
-Jared no me gusta -le da la espalda y se acurruca.
-Mañana hablaremos, Marco -Harry se levanta y cierra la puerta.
Me recuesto con Harry en la cama y me acuna con sus brazos.
-Debemos parar a Marco desde ahora, no podemos dejarlo llegar más lejos -susurro.
-Eso ya lo hablaremos mañana -me calla poniendo sus labios sobre los míos y lo que viene a continuación es restringido para menores de edad.
NARRA____TN:
Han pasado dos años desde que Jane decidió venir a vivir a Londres con mi (increíblemente) nieto. La casa ahora es más grande, y la de Jane y Lí quedan justo entre la de Perrie y Zayn y la de Harry y yo. Jane ha dejado su vida libertina por dedicarse a su hijo. Ya casi cumple los veintiún años. Danielle aún vive con sus padre y Edward conmigo. Están planeando casarse a finales de este año. Danielle quiere tener un bebé, pero Edward dice que deben esperar que se gradúen de la universidad. Jane volvio a retormar la universidad y Lí encontró trabajo aquí en Londres. Un amigo de Jane; Zachary, los visita muy seguido, aunque a Lí no le agrada mucho sus visitas, a mi me parece un chico o chica espectacular.
Estamos en la piscina que une a nuestras tres casas. Jane está dentro de la piscina con Jared y Lí. Jared es un niño muy tierno, alegre y cariñoso. Sus padres están intentando enseñarle a nadar, pero él se cuelga del cuello de Lí temeroso. Jane está muy feliz y ni que decir de su prometido. Bueno, me bastante emocionante que mis dos hijos se casen el mismo día.
Danielle y Edward toman el sola a la orilla de la piscina, pero Jane no tarda en lanzarles agua.
Yo estoy con Zayn tomando un poco de whisky. Perrie y Harry hablan sobre las noticias de Inglaterra.
Mmmm...me falta alguien...me falta...
-¡Marco! -grito exaltada.
Todos se detienen de sus actividades y me miran. Miran a su alrededor buscando a Marco, no está en ninguna parte. Jane y Lí salen de la piscina y todos nos ponemos a buscarlos. Pasan diez minutos y Marco no aparece, estoy a punto de derrumbarme.
-¡Aqui está! -grita Jared con su voz aguda.
-Cállate - lo regaña la menos aguda voz de Marco.
Corremos hacia Jared y encontramos a Marco en un rincón escribiendo en el suelo...¿Escribiendo?
-¡Marco! ¿Qié haces aquí? -lo levanto el el aire.
-Quería estar solito -masculla.
Miro al suelo y ha escrito en el suelo su nombre, con una caligrafía bastante dificil. Me impresiona.
Jane toma en sus brazos a Jared y nos regresamos a la piscina. Todos retomamos nuestras actividades.
Marco se sienta al aldo de la piscina y mete sus pies en el agua, nisiquiera juega con ellos, sólo se queda mirando su reflejo en el agua. Se quita la camisa y se lanza de cabeza en el agua. Harry se suspende en el aire con un jadeo y corre hacia la piscina para sacar a Marco cuando él sale de la superficie y nada en dirección contraria artísticamente. Todos nos quedamos boquiabiertos al ver al niño inexperimentado nadar como un profesional.
-¡Marco está nadando! -grita Jared señalando a su increíblemente tío.
Jared papalotea en el agua riendo. Sus rizos están húmedos. Jared y su cabello exacto al de su padre. Pero, sus ojos son cafés claros, como los míos. Es tan raro, Marco tiene el cabello lacio y castaño oscuro como el mío y los ojos grises, pero con las facciones de Harry. Y Jared tiene los ojos cafés claros, casi ambar como los míos y el cabello rizado como el de su papá y las facciones de su madre, es todo tan llamativo.
Todos aplaudimos ante el suceso que presenciamos, pero Marco no sonríe. Por el contrario, se sumerge en el agua y sale a la superficie unos metros más adelante.
Harry me toma de la mano y me sonríe.
-Vamos, quiero mostrarte algo- susurra.
Me levanto y lo sigo, caminamos hasta el final de las tierras, muy lejos de los internados y las casas. Ya está anocheciendo. Harry me abraza por la cintura y besa mi oído. Nos quedamos mirando la puesta de sol.
-____TN, hay algo que debo decirte -susurra en mi oído-. Eres la mujer más maravillosa del mundo. Perdóname por haberte dejado sola mientras tuve la amnesia. No quiero volver a dejarte nunca. Gracias por darme los hijos que tenemos. Te amo -me voltea de mi cintura y une sus labios a los míos.
-No lo hemos hecho tan mal, Harry -acaricio su mejilla.
-Toma -saca un anillo con una piedra dorada-. No sé si lo recuerdes, pero hoy... cumplimos veinte años de casados.
Me lanzo sobre él y lo abrazo. No puedo contener mis lágrimas y las dejo fluír. He pasado veinte años casada con el hombre más increíble del mundo.
______________________________________________
Son las diez de la noche, todos estamos en una fogata afuera de la casa. Jared ya está dormido, pero Marco permanece sentado con la vista plantada en el suelo.
-Felicidades, mamá -me abraza Jane y luego Edward.
-¡Ay! -grita Perrie.
Todos volteamos hacia ella. Mis ojos casi se salen de mi cara cuando miro a Marco con un tizón en la mano y las piernas de Perrie quemadas.
-¡Marco, ¿qué has hecho?! -grito espantada.
-Quemé a tía Perrie -dice. Por primera vez veo una sonrisa en el rostro de Marco.
-¡Marco, eso no se hace! -lo regaño.
Todos me quedan viendo espantados, no entiendo porqué.
-Oh oh -dice Jane.
-¿Qué? -pregunto en incertidumbre.
-Rest In Peace -dice Jane haciendo seña de cruz frente a mí.
-¿Por qué? ¿Harry tiene sida y me lo pasó? -jadeo.
Harry se acerca a mi oído y susurra:
-Creo que tienes un nuevo problemita mal.
-¿Qué? -miro a Marco-. No. No. No. Estás equivocado si crees que serás un niño mal, Marco. ¡Ni loca! ¡Esto no es justo! ¡Es Jane quien debe tener hijo mal! Yo ya tuve una, ahora es su turno de recibir dolores de cabeza. Con una hija loca me basta -suspiro.
-Tranquilízate, podemos arreglarlo -Harry se acerca a Marco-. Dime, Marco, ¿por qué le has hecho eso a tía Perrie?
-Ella no me gusta -le responde.
-¿Por qué no? -frunce el ceño.
-Porque es una chica -se cruza de brazos.
-Pero tu mamá y tu hermana tambien son chicas -Harry intenta razonar con él.
-¿Tambien tengo que quemarlas?
-¡No! ¡Jamás! Marco, baja eso y ven por un malvavisco.
-No me gustan los malvaviscos -masculla Marco entre dientes.
-¿Y qué te gusta? -pregunta Jane.
-Tú tampoco me gustas -le dice Marco.
-¿Y yo? -pregunta Edward.
-No -scude su cabeza-. Ni Jared.
-¿Y quién te gusta? -masculla Harry impacientado.
Marco estira su dedito hacia mi.
-Marco, no debes quemar a las personas, eso es muy grosero -me arrodillo frente a él. Tomo el tizón de su mano y lo uno a la fogata-. Y debes querer a Jane y a Edward, son tus hermanos.
-Jane tiene un bebé que no me gusta -refunfuña.
-Mira, escuincle... -se levanta Jane.
-Jane, cálmate -Lí la toma de las manos.
-Es muy feo, no tiene ojos grises como yo, y nadie lo quiere -saca la lengua-, por eso lo maté -sonríe.
Todos nos quedamos boquiabiertos.
-¡¡¿Cómo que lo mataste?!! -grita Jane espantada.
-Ustedes creen que está durmiendo, pero está muerto -da una carcajada con su vocecita de niño.
Todos nos levantamos y salimos corriendo hacia la casa desesperados. Subimos a la habitación de Jared y lo encontramos acostado en su cuna. Jane lo levanta y Lí lo revisa.
-Jared, mi amor, despierta, ¿Estás bien? -Jane lo sacude.
-Mami -dice Jared con voz ronca.
Jane suspira y cierra sus ojos aliviada. Escuchamos la risa burlona y divertida de Marco detrás de nosotros. Lo miramos y está en la puerta. Marco cierra de un portazo y enllava por fuera.
-¡Marco! ¡Abre la puerta! -grito golpeando la puerta.
-¡Es increíble! Ese niño es un demonio -gruñe Jane.
-Marco James Styles, abre la puerta ahora mismo -le ordena Styles.
-No. Ustedes quieren a Jared, ahi lo tienen - escuchamos los pasitos desapareciendo.
-¡Marco, abre! -grita Harry.
-La casa tendrá fuego como la fogata- ríe Marco.
-¡Marco, no! -Harry golpea la puerta-. Todos hacia atrás, voy a botar la puerta.
Todos retrocedimos y Harry botó la puerta de una embestida.
Cuando bajamos encontramos a Marco sentado en el sofá viendo tele.
-Hola, papi, ¿Dónde estabas? -sonríe.
-Marco, estás castigado -dice Harry furioso.
Marco se levanta, apaga la televisión y camina enojado hasta la cocina. Lo seguimos, me daba curiosidad saber qué iba a hacer. Escuincle rebelde.
-¿Qué? -pregunta al ver que todos lo perseguimos.
-¿Qué tramas? -le pregunto.
-Y no te vuelvas a acercar a mi hijo, ¿me entendiste? -lo amenaza Jane.
-Es mejor que nos váyamos -digo. Tomo a Marcfo en brazos y me dirijo a la casa con Harry y Edward.
-Adiós, Jared... tu papá Liam vendrá a verte pronto -se esconde en msi brazos.
¿Pero qué? ¿Quién le contó que...?
-¡¡Aggghh!! -grita Jane.
-Déjalo -la toma Lí.
Harry y yo entramos a la casa y dejo a Marco en su cama. Harry se sienta al lado de su cama y lo fulmina con la mirada.
-Marco Styles, dime ¿por qué te has portado tan mal esta noche?
-Jared no me gusta -le da la espalda y se acurruca.
-Mañana hablaremos, Marco -Harry se levanta y cierra la puerta.
Me recuesto con Harry en la cama y me acuna con sus brazos.
-Debemos parar a Marco desde ahora, no podemos dejarlo llegar más lejos -susurro.
-Eso ya lo hablaremos mañana -me calla poniendo sus labios sobre los míos y lo que viene a continuación es restringido para menores de edad.
NaiirAJ
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
FINAL
(DIECISIETE AÑOS DESPUES) (El tiempo vuela)
Narra Jane:
─Jared, deja eso ya. Ve a dormir ─bostezo.
─Ya voy, mamá. Sólo termino esta ─responde mi hijo centrado en la mesa.
Jared pone la última pieza en la cumbre de la torre Eiffel de Lego's que tiene frente a él.
─Ya está ─suspiro.
Sonrío y se me viene una idea malévola a la mente. Rodeo la mesa apreciando la obra en la que mi hijo ha estado trabajando las última cinco horas. Me parece un poco desperdicio que mañana lo deshaga para crear otra maravilla del mundo.
Jared mira su creación satisfecho y saca su teléfono, toma una foto y sonríe.
─¿Y qué pasa si yo hago... esto? ─acerco mi mano a la base de la torre.
─¡No! ─grita.
Me detengo antes de golpearla, no soy tan malvada.
─Ve a dormirte ─le ordeno.
Jared se levanta y sube las escaleras, sé que no irá a dormir. Luego de tomarme una taza de té, subo silenciosamente por las escaleras y escucho por su puerta. Él está riendoa carcajadas y hablando, seguro está al teléfono. Es el chico más sociable y extrovertido que conozco.
─Jared, hijo del amor apasionado, cuelga ese teléfono y duérmete ─doy un golpe suave en su puerta y entro a mi habitación.
Harry está dormido, últimamente ha decidido que no usará ropa para dormir. Me recuesto a su lado y cierro mis ojos, ha sido un día cansado, y mañana lo será también.
Amanece y me levanto a preparar el desayuno, Harry se está bañando ya, y seguramente Jared tambien. Les preparo el desayuno y los espero en la mesa. Ambos bajan de las escaleras hablando.
─Buenos días ─Harry me da un beso suave en los labios.
─Hola, má ─Jared me suena un beso en el oído.
─Pancakes para Jared y cereal para Harry ─anuncio.
Harry y Jared quedan viendo la comida con mala cara. Jared y Harry toman su plato y lo intercambiam.
─Juro que mañana no me equivocaré ─prometo.
─Eso dijiste ayer ─murmura Harry con la boca llena.
─Pues, si no te gusta lo que te hago, usa tus manitos en la cocina como las usas en la cama ─refunfuño.
─Eso no quería escucharlo ─Jared presiona sus ojos.
─¿Qué día es hoy? ─pregunto.
─Jueves ─contesta Harry.
─¿Qué toca? ─les pregunto a ambos.
─Yo lo de todos los días en la universidad ─responde Harry.
─Fútbol despues de clases, tutorearé matemáticas a un chico luego de eso, y en la noche tengo una cita ─sonríe sonrojado.
─Dime que es la misma de el fin de semana ─suplico.
─Nop ─ríe.
─¡Ese es mi muchacho! ─Harry palmea su hombro.
Fulmino a Harry con la mirada y este retoma la compostura.
─¿Y qué pasó con Donna?
─Ah, estaba loca.
─¿Quién es la chica de hoy? ─suspiro.
─Es Evelyn, y tiene unos se... ─me mira─. Perdón.
─¿Tú qué harás hoy? ─me pregunta Harry incubriendo a su hijo.
─Trabajaré en el mismo caso, un asesinato bastante curioso.
─Lindo ─bromea Jared.
─Jared, quiero pedirte un favor ─hago un puchero.
─Si tiene que ver con Marco, olvídalo ─bufa.
─Óyeme, no le hables así a tu madre ─le regaña Harry.
Jared ruedo sus ojos y suelta la cuchara.
─Dime, mamá ─masculla de mala gana.
Doy un suspiro enorme.
─Mi madre llamó, quiere que lleves a Marco a ver una de tus prácticas del fútbol ─cruzo mis dedos.
─¿Para qué? A Marco no le gusta el fútbol; a Marco no le gusta nada ─masculla entre dientes.
─Es el punto. Mi madre está preocupada por su integración social. Sabes de sus vicios. Tal vez viéndote haciendo algo bueno, le den ganas de hacerlo tambien. Inyéctale un poco de tu energía ─finjo una sonrisa. Dudo que acepte, pero debía intentarlo.
─¿Y seré yo quien lo convenza? Marco me odia.
─Jared, no digas eso. Marco no te odia. Se llevarían bien si le dieras una oportunidad.
─Le he dado muchas. Él simplemente es un antisocial perdido. No quiero seguir hablando de esto; me voy a clases ─se levanta de la mesa.
─Piénsalo un poco, por favor.
Jared camina hacia mí y planta un beso en mi mejilla.
─Ni soñando ─susurra. Camina hacia la salida silbando y jugueteando con las llaves en su mano y se va.
─¿Crees que Marco sea lo que Jared dice? ─le pregunto a Harry. Él está hipnotizado letyendo el periódico.
─Ah, sí. Seguro ─encoge sus hombros.
─¡Harry! Es de mi hermano de quien hablamos ─golpeo la mesa.
─Lo siento, Jane, pero son realidades. Tu adorado hermano adolescente es raro. Y no, no raro como tú o como tu madre, él es como... místico y a veces me da miedo. ¿Pertenecerá a una secta? ─jadea abriendo los ojos.
─¡No seas imbécil! ─me levanto de la mesa.
Tomo mi bolso y salgo de la casa. Subo a mi auto, mi nuevo auto: negro con líneas rosas y tiene escrito Jane en chino en la parte del motor.
Comienzo un pesado día de trabajo.
_______________________________
Luego del trabajo paso por la casa de mi mamá. Ya casi son las ocho de la noche, espero poder hallar palabras para decirle que Jared no quiere pasar tiempo con Marco. Pero, ¿qué puedo hacer? No lo voy a obligar. Además, tal vez Jared tenga un poco de razón. Marco es bastante... cerrado y místico. Pero, no deja de ser familia nuestra y debemos apoyarnos. Tal vez Zayn pueda ayudarle un poco.
─Jane, vienes a visitarme, ¿cuándo será el día que podré deshacerme de tí? ─bromea mi madre.
Los años no han pasado por ella, sigue siendo tan alegre y directa como siempre, y al lado de mi papá, como siempre.
─Mamá, quiero hablar contigo ─me siento en una silla de comedor.
─Es de mí, ¿cierto? ─aparece Marco de la nada─. Hola, Jane. A mí nunca me vienes a visitar, y cuando vienes a ver a mi mamá, sólo te empeñas en difamarme ─cruza sus brazos.
Sus intensos ojos plomos me atraviezan por completo. Mantiene su cabello relativamente largo, oscuro y lacio. Me recuerda un poco al peinado que usaba Leon en la universidad de Mánchester, pero el cabello de Marco es más largo, casi entra en sus ojos.
─Marco, queremos lo mejor para tí... ─comienzo.
─Sí, claro ─rueda sus ojos.
─Sí, ven a cenar con nosotros a mi casa. Siempre estás encerrado aquí ─miro hacia los lados.
─Me gusta estar aquí, no me voy de casa a los diecisiete como tú. Yo ya tengo diecinueve y no he abandonado a mamá ─me golpea bajo. Entrecierra sus ojos y el gris oscuro de sus ojos se bate entre sus espesas y largas pestañas oscuras.
─Hay muchos tipos de errores, Marco. Tú estás aquí físicamente, pero no mental. No entiendo porqué te aislas en un mundo aparte para tí solo. Habemos gente alrededor que queremos pasar tiempo contigo ─dejo caer mis hombros.
Él permanece con sus brazos cruzados bajo su camisa negra mangas cortas, veo que a su edad ya tiene el cuerpo muy bien esculpido.
─Lo que quieres es hacerme un clon de tu hijo ─masculla entre dientes.
──¡No! Marco, todos somos únicos. Tú tendrás tus gustos diferentes y están bien, pero queremos conocerlos, y que los practiques libremente. A Jared le gusta el fútbul, a mí mamá las fiestas, a mi el faje; las tres cosas están bien. Dime, ¿qué te gusta a tí? ─sonrío. Me acerco un poco hacia él, pero siento la tensión del ambiente.
─Me gustaría que te largaras y me dejaras en paz ─presiona su mandíbula.
─Marco, queremos compartir nuestras vidas contigo, y que tú compartas la tuya con nosotros. Jared quiere pasar tiempo contigo y...
Marco bufa al escuchar la última frase, pero decido continuar.
─.... ¿Tienes algún hobbie, pasatiempo, deporte? No lo sé, tú dime.
─¿Quieres saber lo que paso haciendo todo el día? ─su cara se anima ligeramente, pero sé que sólo es una máscara.
─Sí ─digo temerosa, no creí que cediera.
─Me paso masturbando y deseando cuanto quisiera que tú, tu hijo y toda esta familia desapareciera. Pero como ya ves, los sueños no se hacen realidad.
─¿Qué has dicho? ─entra mi padre.
El rostro de Marco se tensa y se pone verde. Presiona sus ojos y maldice en silencio.
─Dime, Marco, ¿qué es lo que acabas de decirle a tu madre y a tu hermana? ─mi padre alza una ceja.
─Nada, papá ─susurra.
─¿Nada? ─gruñe.
Marco niega con la cabeza y la vista en el suelo.
─Que sea la última vez que te escucho irrespetando a tu madre y a tu hermana, ¿me entendiste? ─lo amenaza.
─Sí, papá ─masculla entre dientes.
─Y te irás con Jane a cenar a su casa, es hora que salgas de tu maldito caparazón ─le ordena. Marco no contesta.
Asiente a regañadientes y sube por las escaleras.
─Hola, hija ─me abraza.
─Hola, papá, ¿cómo les va?
─¿Con Marco? ─suspira─. No quiere nada. No tiene amigos, ni novia, no mira televisión, ni nada. Pasa en su habitación todo el día, lo único que puedo ver que hace es leer, tambien nada de vez en cuando, pero me preocupa que todo quiera hacerlo tan solitario; no es normal.
─Tal vez sólo es una etapa, ¿han hablado con Zayn?
─Sí, pero Marco ha sido así desde siempre, no creo que su personalidad tan negativa se vaya así por así ─comenta mi madre.
─Pues, hay que intentarlo ─salgo de la cocina y llamo a Marco.
A los minutos él baja y me hace mala cara.
─¡Qué lindo te ves hermanito! ─lo abrazo y le lleno la cara de besos en broma.
─¡Jane! ─me aparta.
─Vamos, amargado, por tu culpa mi sicópata interna regresará.
Mi padre nos abre la puerta y salimos en mi coche.
Cuando llegamos a la casa Harry logra sacarle unas cuantas palabras a Marco y lo convence de jugar ajedrez, tal vez Harry sepa como tratarlo.
Marco le gana a Harry cinco de cinco partidas, no es que Harry sea un asco, es que Marco se las sabe todas.
Cuando termino de hacer la cena, Jared llega a la casa silbando una canción y entra a la cocina, rápidamente su silbido disminuye cuando mira a Marco.
─Nos vemos en la próxima ─da media vuelta.
─¡Jared! Ven aquí ─le ordeno.
Veo que se asoma de nuevo por la puerta.
─Marco ha venido a cenar con nosotros, saluda ─mascullo.
─Eh, hola, Marco ─dice de mala gana, pero con un poco de esfuerzo le obsequia una sonrisa, a la que Marco responde con su cara de amargado.
No puedo obligar a Marco a nada, él es mi hermano, no mi hijo, además, iré poco a poco con él, para que le sea más fácil adaptarse. Me aclaro la garganta, Jared rueda sus ojos pero entra y se sienta en el comedor con una sonrisa.
─¿Cómo va el juego? ─intenta animar el ambiente.
─Mal, Marco me ha dado una buena paliza esta noche ─bromea Harry.
─Culpa a tu falta de concentración y orientación ─masculla Marco.
─¿Cómo estuvo la cita? ─pregunto tratando de disipar el mal caracter de mi hermano.
─Bien, Evelyn quiere una segunda cita, y yo quiero unas cuantas cositas de ella tambien ─sonríe pícaro.
Evito cortar la esencia de la buena vibra y el intento de alegrar el ambiente e ignoro los comentarios hormonales de mi hijo.
─¿Qué tal tú, Marco? ¿Hay alguna chica que llame tu atención? ─pongo los platos sobre la mesa.
Harry mueve el tablero y la mesa queda libre. Comenzamos a cenar.
─No. No tengo el propósito que embarazar adolescentes por el momento ─tira una piedra hacia Jared.
─Bueno, un par de citas no embarazan a nadie ─balbuceo.
─No ha llegado la mujer que pueda convencerme de eso ─mete un bocado en su boca.
Marco no comenta mucho durante la cena y al final Harry se ofrece a llevarlo a casa, aunque sólo sea a trescientos metros de aquí. Marco está a punto de salir, cuando mira la torre de Jared y la patea desde la base. Jared se pone azul, morado y todo los colores del arco iris irlandés y el humo sal epor sus oído.
─París, es para maricones ─tuerce una sonrisa y sale de la casa.
Detengo a Jared antes que llegue a Marco y este resopla. Logro tanquilizarlo y nos sentamos en el sofá a ver una película.
─¿Cómo está Danielle y Edward? ─dice con su cabeza sobre mis piernas.
─Bien, cuidando de Rosalie.
─Me encanta esa niña. Once años y ya está en segundo de secundaria.
Harry entra.
─¡Ese chico es raro! ─dice con la respiración agitada.
─¿Qué te dijo?
─Entro por la ventana ─bufa.
─Déjalo. Hora de dormir ─me levanto y apago la televisón.
─¡Nooo! ─Jared se levanta.
________________________________
Estoy en la cama con Harry, estoy recostada en su pecho y escucho su intensa respiración. Él acaricia mi cabello y besa mi coronilla.
─Gracias por aparecer desnuda en mi cama el día que nos conocimos ─susurra.
─Gracias por llevarme a la estación de policía el día que casi incendié la discoteca.
─Gracias por darme un hijo.
─Gracias por... todo ─levanto la cabeza y lo beso.
─A pesar de todo, estamos aquí juntos, y quiero que lo estemos tanto como duren nuestras vidas.
─Te juré frente a un altar que lo haría... Harry, tengo algo que decirte ─suspiro.
─Jane, ¿qué pasa? ─me mira.
─Harry yo...estoy embarazada de nuevo.
No me contesta, se queda boquiabierto.
─¿Cuándo...? ¿Cómo...?
─Tengo dos meses, y lo que pasó es que me das a guardar demasiadas culebritas.
─Increíble. Es la mejor de las noticias ─me estrecha entre sus brazos─. Y, tengo otra noticia que darte yo... sobre Marco.
─¿Qué le pasó?
─¿Recuerdas lo que dijo en la cena? Lo de que su propósito no era embarazar adolescentes.
─Sí.
Harry suelta un suspiro interminable.
─Lo dijo de burla por algo que yo sé... ─cierra sus ojos.
─¿De qué hablas? ─pregunto desorientada.
─Marco ha embarazado a una chica.
(DIECISIETE AÑOS DESPUES) (El tiempo vuela)
Narra Jane:
─Jared, deja eso ya. Ve a dormir ─bostezo.
─Ya voy, mamá. Sólo termino esta ─responde mi hijo centrado en la mesa.
Jared pone la última pieza en la cumbre de la torre Eiffel de Lego's que tiene frente a él.
─Ya está ─suspiro.
Sonrío y se me viene una idea malévola a la mente. Rodeo la mesa apreciando la obra en la que mi hijo ha estado trabajando las última cinco horas. Me parece un poco desperdicio que mañana lo deshaga para crear otra maravilla del mundo.
Jared mira su creación satisfecho y saca su teléfono, toma una foto y sonríe.
─¿Y qué pasa si yo hago... esto? ─acerco mi mano a la base de la torre.
─¡No! ─grita.
Me detengo antes de golpearla, no soy tan malvada.
─Ve a dormirte ─le ordeno.
Jared se levanta y sube las escaleras, sé que no irá a dormir. Luego de tomarme una taza de té, subo silenciosamente por las escaleras y escucho por su puerta. Él está riendoa carcajadas y hablando, seguro está al teléfono. Es el chico más sociable y extrovertido que conozco.
─Jared, hijo del amor apasionado, cuelga ese teléfono y duérmete ─doy un golpe suave en su puerta y entro a mi habitación.
Harry está dormido, últimamente ha decidido que no usará ropa para dormir. Me recuesto a su lado y cierro mis ojos, ha sido un día cansado, y mañana lo será también.
Amanece y me levanto a preparar el desayuno, Harry se está bañando ya, y seguramente Jared tambien. Les preparo el desayuno y los espero en la mesa. Ambos bajan de las escaleras hablando.
─Buenos días ─Harry me da un beso suave en los labios.
─Hola, má ─Jared me suena un beso en el oído.
─Pancakes para Jared y cereal para Harry ─anuncio.
Harry y Jared quedan viendo la comida con mala cara. Jared y Harry toman su plato y lo intercambiam.
─Juro que mañana no me equivocaré ─prometo.
─Eso dijiste ayer ─murmura Harry con la boca llena.
─Pues, si no te gusta lo que te hago, usa tus manitos en la cocina como las usas en la cama ─refunfuño.
─Eso no quería escucharlo ─Jared presiona sus ojos.
─¿Qué día es hoy? ─pregunto.
─Jueves ─contesta Harry.
─¿Qué toca? ─les pregunto a ambos.
─Yo lo de todos los días en la universidad ─responde Harry.
─Fútbol despues de clases, tutorearé matemáticas a un chico luego de eso, y en la noche tengo una cita ─sonríe sonrojado.
─Dime que es la misma de el fin de semana ─suplico.
─Nop ─ríe.
─¡Ese es mi muchacho! ─Harry palmea su hombro.
Fulmino a Harry con la mirada y este retoma la compostura.
─¿Y qué pasó con Donna?
─Ah, estaba loca.
─¿Quién es la chica de hoy? ─suspiro.
─Es Evelyn, y tiene unos se... ─me mira─. Perdón.
─¿Tú qué harás hoy? ─me pregunta Harry incubriendo a su hijo.
─Trabajaré en el mismo caso, un asesinato bastante curioso.
─Lindo ─bromea Jared.
─Jared, quiero pedirte un favor ─hago un puchero.
─Si tiene que ver con Marco, olvídalo ─bufa.
─Óyeme, no le hables así a tu madre ─le regaña Harry.
Jared ruedo sus ojos y suelta la cuchara.
─Dime, mamá ─masculla de mala gana.
Doy un suspiro enorme.
─Mi madre llamó, quiere que lleves a Marco a ver una de tus prácticas del fútbol ─cruzo mis dedos.
─¿Para qué? A Marco no le gusta el fútbol; a Marco no le gusta nada ─masculla entre dientes.
─Es el punto. Mi madre está preocupada por su integración social. Sabes de sus vicios. Tal vez viéndote haciendo algo bueno, le den ganas de hacerlo tambien. Inyéctale un poco de tu energía ─finjo una sonrisa. Dudo que acepte, pero debía intentarlo.
─¿Y seré yo quien lo convenza? Marco me odia.
─Jared, no digas eso. Marco no te odia. Se llevarían bien si le dieras una oportunidad.
─Le he dado muchas. Él simplemente es un antisocial perdido. No quiero seguir hablando de esto; me voy a clases ─se levanta de la mesa.
─Piénsalo un poco, por favor.
Jared camina hacia mí y planta un beso en mi mejilla.
─Ni soñando ─susurra. Camina hacia la salida silbando y jugueteando con las llaves en su mano y se va.
─¿Crees que Marco sea lo que Jared dice? ─le pregunto a Harry. Él está hipnotizado letyendo el periódico.
─Ah, sí. Seguro ─encoge sus hombros.
─¡Harry! Es de mi hermano de quien hablamos ─golpeo la mesa.
─Lo siento, Jane, pero son realidades. Tu adorado hermano adolescente es raro. Y no, no raro como tú o como tu madre, él es como... místico y a veces me da miedo. ¿Pertenecerá a una secta? ─jadea abriendo los ojos.
─¡No seas imbécil! ─me levanto de la mesa.
Tomo mi bolso y salgo de la casa. Subo a mi auto, mi nuevo auto: negro con líneas rosas y tiene escrito Jane en chino en la parte del motor.
Comienzo un pesado día de trabajo.
_______________________________
Luego del trabajo paso por la casa de mi mamá. Ya casi son las ocho de la noche, espero poder hallar palabras para decirle que Jared no quiere pasar tiempo con Marco. Pero, ¿qué puedo hacer? No lo voy a obligar. Además, tal vez Jared tenga un poco de razón. Marco es bastante... cerrado y místico. Pero, no deja de ser familia nuestra y debemos apoyarnos. Tal vez Zayn pueda ayudarle un poco.
─Jane, vienes a visitarme, ¿cuándo será el día que podré deshacerme de tí? ─bromea mi madre.
Los años no han pasado por ella, sigue siendo tan alegre y directa como siempre, y al lado de mi papá, como siempre.
─Mamá, quiero hablar contigo ─me siento en una silla de comedor.
─Es de mí, ¿cierto? ─aparece Marco de la nada─. Hola, Jane. A mí nunca me vienes a visitar, y cuando vienes a ver a mi mamá, sólo te empeñas en difamarme ─cruza sus brazos.
Sus intensos ojos plomos me atraviezan por completo. Mantiene su cabello relativamente largo, oscuro y lacio. Me recuerda un poco al peinado que usaba Leon en la universidad de Mánchester, pero el cabello de Marco es más largo, casi entra en sus ojos.
─Marco, queremos lo mejor para tí... ─comienzo.
─Sí, claro ─rueda sus ojos.
─Sí, ven a cenar con nosotros a mi casa. Siempre estás encerrado aquí ─miro hacia los lados.
─Me gusta estar aquí, no me voy de casa a los diecisiete como tú. Yo ya tengo diecinueve y no he abandonado a mamá ─me golpea bajo. Entrecierra sus ojos y el gris oscuro de sus ojos se bate entre sus espesas y largas pestañas oscuras.
─Hay muchos tipos de errores, Marco. Tú estás aquí físicamente, pero no mental. No entiendo porqué te aislas en un mundo aparte para tí solo. Habemos gente alrededor que queremos pasar tiempo contigo ─dejo caer mis hombros.
Él permanece con sus brazos cruzados bajo su camisa negra mangas cortas, veo que a su edad ya tiene el cuerpo muy bien esculpido.
─Lo que quieres es hacerme un clon de tu hijo ─masculla entre dientes.
──¡No! Marco, todos somos únicos. Tú tendrás tus gustos diferentes y están bien, pero queremos conocerlos, y que los practiques libremente. A Jared le gusta el fútbul, a mí mamá las fiestas, a mi el faje; las tres cosas están bien. Dime, ¿qué te gusta a tí? ─sonrío. Me acerco un poco hacia él, pero siento la tensión del ambiente.
─Me gustaría que te largaras y me dejaras en paz ─presiona su mandíbula.
─Marco, queremos compartir nuestras vidas contigo, y que tú compartas la tuya con nosotros. Jared quiere pasar tiempo contigo y...
Marco bufa al escuchar la última frase, pero decido continuar.
─.... ¿Tienes algún hobbie, pasatiempo, deporte? No lo sé, tú dime.
─¿Quieres saber lo que paso haciendo todo el día? ─su cara se anima ligeramente, pero sé que sólo es una máscara.
─Sí ─digo temerosa, no creí que cediera.
─Me paso masturbando y deseando cuanto quisiera que tú, tu hijo y toda esta familia desapareciera. Pero como ya ves, los sueños no se hacen realidad.
─¿Qué has dicho? ─entra mi padre.
El rostro de Marco se tensa y se pone verde. Presiona sus ojos y maldice en silencio.
─Dime, Marco, ¿qué es lo que acabas de decirle a tu madre y a tu hermana? ─mi padre alza una ceja.
─Nada, papá ─susurra.
─¿Nada? ─gruñe.
Marco niega con la cabeza y la vista en el suelo.
─Que sea la última vez que te escucho irrespetando a tu madre y a tu hermana, ¿me entendiste? ─lo amenaza.
─Sí, papá ─masculla entre dientes.
─Y te irás con Jane a cenar a su casa, es hora que salgas de tu maldito caparazón ─le ordena. Marco no contesta.
Asiente a regañadientes y sube por las escaleras.
─Hola, hija ─me abraza.
─Hola, papá, ¿cómo les va?
─¿Con Marco? ─suspira─. No quiere nada. No tiene amigos, ni novia, no mira televisión, ni nada. Pasa en su habitación todo el día, lo único que puedo ver que hace es leer, tambien nada de vez en cuando, pero me preocupa que todo quiera hacerlo tan solitario; no es normal.
─Tal vez sólo es una etapa, ¿han hablado con Zayn?
─Sí, pero Marco ha sido así desde siempre, no creo que su personalidad tan negativa se vaya así por así ─comenta mi madre.
─Pues, hay que intentarlo ─salgo de la cocina y llamo a Marco.
A los minutos él baja y me hace mala cara.
─¡Qué lindo te ves hermanito! ─lo abrazo y le lleno la cara de besos en broma.
─¡Jane! ─me aparta.
─Vamos, amargado, por tu culpa mi sicópata interna regresará.
Mi padre nos abre la puerta y salimos en mi coche.
Cuando llegamos a la casa Harry logra sacarle unas cuantas palabras a Marco y lo convence de jugar ajedrez, tal vez Harry sepa como tratarlo.
Marco le gana a Harry cinco de cinco partidas, no es que Harry sea un asco, es que Marco se las sabe todas.
Cuando termino de hacer la cena, Jared llega a la casa silbando una canción y entra a la cocina, rápidamente su silbido disminuye cuando mira a Marco.
─Nos vemos en la próxima ─da media vuelta.
─¡Jared! Ven aquí ─le ordeno.
Veo que se asoma de nuevo por la puerta.
─Marco ha venido a cenar con nosotros, saluda ─mascullo.
─Eh, hola, Marco ─dice de mala gana, pero con un poco de esfuerzo le obsequia una sonrisa, a la que Marco responde con su cara de amargado.
No puedo obligar a Marco a nada, él es mi hermano, no mi hijo, además, iré poco a poco con él, para que le sea más fácil adaptarse. Me aclaro la garganta, Jared rueda sus ojos pero entra y se sienta en el comedor con una sonrisa.
─¿Cómo va el juego? ─intenta animar el ambiente.
─Mal, Marco me ha dado una buena paliza esta noche ─bromea Harry.
─Culpa a tu falta de concentración y orientación ─masculla Marco.
─¿Cómo estuvo la cita? ─pregunto tratando de disipar el mal caracter de mi hermano.
─Bien, Evelyn quiere una segunda cita, y yo quiero unas cuantas cositas de ella tambien ─sonríe pícaro.
Evito cortar la esencia de la buena vibra y el intento de alegrar el ambiente e ignoro los comentarios hormonales de mi hijo.
─¿Qué tal tú, Marco? ¿Hay alguna chica que llame tu atención? ─pongo los platos sobre la mesa.
Harry mueve el tablero y la mesa queda libre. Comenzamos a cenar.
─No. No tengo el propósito que embarazar adolescentes por el momento ─tira una piedra hacia Jared.
─Bueno, un par de citas no embarazan a nadie ─balbuceo.
─No ha llegado la mujer que pueda convencerme de eso ─mete un bocado en su boca.
Marco no comenta mucho durante la cena y al final Harry se ofrece a llevarlo a casa, aunque sólo sea a trescientos metros de aquí. Marco está a punto de salir, cuando mira la torre de Jared y la patea desde la base. Jared se pone azul, morado y todo los colores del arco iris irlandés y el humo sal epor sus oído.
─París, es para maricones ─tuerce una sonrisa y sale de la casa.
Detengo a Jared antes que llegue a Marco y este resopla. Logro tanquilizarlo y nos sentamos en el sofá a ver una película.
─¿Cómo está Danielle y Edward? ─dice con su cabeza sobre mis piernas.
─Bien, cuidando de Rosalie.
─Me encanta esa niña. Once años y ya está en segundo de secundaria.
Harry entra.
─¡Ese chico es raro! ─dice con la respiración agitada.
─¿Qué te dijo?
─Entro por la ventana ─bufa.
─Déjalo. Hora de dormir ─me levanto y apago la televisón.
─¡Nooo! ─Jared se levanta.
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Estoy en la cama con Harry, estoy recostada en su pecho y escucho su intensa respiración. Él acaricia mi cabello y besa mi coronilla.
─Gracias por aparecer desnuda en mi cama el día que nos conocimos ─susurra.
─Gracias por llevarme a la estación de policía el día que casi incendié la discoteca.
─Gracias por darme un hijo.
─Gracias por... todo ─levanto la cabeza y lo beso.
─A pesar de todo, estamos aquí juntos, y quiero que lo estemos tanto como duren nuestras vidas.
─Te juré frente a un altar que lo haría... Harry, tengo algo que decirte ─suspiro.
─Jane, ¿qué pasa? ─me mira.
─Harry yo...estoy embarazada de nuevo.
No me contesta, se queda boquiabierto.
─¿Cuándo...? ¿Cómo...?
─Tengo dos meses, y lo que pasó es que me das a guardar demasiadas culebritas.
─Increíble. Es la mejor de las noticias ─me estrecha entre sus brazos─. Y, tengo otra noticia que darte yo... sobre Marco.
─¿Qué le pasó?
─¿Recuerdas lo que dijo en la cena? Lo de que su propósito no era embarazar adolescentes.
─Sí.
Harry suelta un suspiro interminable.
─Lo dijo de burla por algo que yo sé... ─cierra sus ojos.
─¿De qué hablas? ─pregunto desorientada.
─Marco ha embarazado a una chica.
NaiirAJ
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
Oh my good nair siguela dios esto esta tan hermosoooo enseriooo que es hermosoooo siguelaaaa piedad
miss:horan<3
Re: Diva Adolescente 2 La maldad tiene otro nombre {Parte IV} (SEMI HOT) ¡Terminda!
NaiirAJ escribió:MALAS DECISIONES:
https://onlywn.activoforo.com/t48806-malas-decisiones-parte-v-de-diva-adolescente#2523298
Parte 5, te amo, sos mi dios, gracias por existir Nair
JMLS
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