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~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
HuayRicci escribió:BIENVENIDA pato XD!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Gracias, que bueno que te guste :D (amé tu shot)
Chicas, gracias a todas por comentar las amo muchisimo!
Estoy terminando de escribir el capitulo, capás que más tarde lo subo. Si no es hoy mañana SEGURO. :D
gracias ^^ que bueno que a varias les gusto. estare esperando cap! :face:
Patu
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
Perdón, perdón, perdón... tardé más de lo que pensaba en escribirlo. Espero que les guste el Cap. :D
-¿Todo listo?
-Sí Sophie, está todo listo. ¿Estás segura de que no preferís que deje a Maia en casa de mi mamá?
-Completamente – ella sonrió dejando ver su incontenible emoción recordándome de nuevo a esa niña pequeña encerrada en el cuerpo de adulta de Sophie
-Gracias por todo amiga. ¿Segura de que Kevin no tiene problema?
-______ ya lo dije por lo menos unas cien veces. Kevin está encantado con la idea y en cualquier otro caso también es mía
-Bueno, decile que le agradezco mucho – suspiré algo nerviosa – No se me da muy bien esto de manejar tan temprano
-Yo sigo pensando que tendrías que llamar un taxi
-Son apenas unos veinte kilómetros – bostecé exageradamente y me dirigí a la puerta de mi casa – Maia entra a las ocho en punto a la escuela, su uniforme está en el tercer estante de la puerta de la izquierda de su closet, hay cualquier cosa para que le des de desayunar pero si no querés cocinar a ella le encantan los cereales Trix que están en la primer puerta de la alacena, su almuerzo está en la heladera en un taper rojo y ella sabe dónde está la lonchera, no olvides decirle que la amo y desearle suerte – mis instrucciones fueron casi esquizofrénicas. Nunca había dejado a Maia a mitad de la noche y en este último tiempo había desarrollado un vínculo de tanta necesidad con ella que realmente me costaba mucho dejarla sola
-Tranquila, estuviste repitiendo esto toda la noche. Sé tus instrucciones de memoria. Maia va a estar muy bien y ni siquiera va a llegar a extrañarte. Te espero a la noche – me abrió la puerta en un gesto evidente de que me fuera ya así que di un paso vacilante en dirección al auto
-Es lo más probable que vuelva tarde así que no dejes que se quede dormida hasta después de las diez
-Lo sé, lo sé – repitió poniendo los ojos en blanco – Ahora vete antes de que tu día se pase debajo del marco de la puerta – me abrazó dándome silenciosamente toda la confianza que necesitaba
-Nos vemos. Gracias por todo Sophie – besé su mejilla y me encaminé al auto. Realmente su idea había sido totalmente desquiciada pero demasiado buena para negase
Arranqué el auto y la casa se quedó atrás rápidamente atrás. Conduje tranquilamente hasta el lago y luego de caminar dos kilómetros en el perímetro del gran espejo de agua me topé con la casita, tan hermosa como me imaginaba la de los enanos de balncanieves pero a una mayor escala. Era perfecta…
Cuando entré en la casita eran las cinco de la mañana y tardé exactamente dos horas en llenar todo de pétalos de rosa y velas perfumadas. Todo era más que perfecto y me sentí satisfecha con mi trabajo aunque estaba sumamente exhausta. Decidí esperar la hora restante descansando en el sillón pero la ansiedad pudo conmigo y revisé que todas las velas estuvieran prendidas por lo menos unas cinco veces para luego comprobar que todo estaba en su debido lugar.
Todo olía a rozas y había poca luz, di vueltas por todos lados varias veces hasta que terminé quedándome parada a medio metro de la puerta. Me debatía sobre apoyar o no el oído sobre la puerta y justo cuando me incliné para hacerlo sentí que sonaban tres suaves golpes.
Mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte mientras sentía que comenzaba a hiperventilar. Estaba tan nerviosa como si estuviera a punto de subir al escenario de un teatro sin saber mis líneas.
¡Estúpida! Me decía a mí misma Es solo Joe… el mismo de siempre. Suspiré intentando acompasar mi respiración a un ritmo normal y abrí la puerta.
Él estaba ahí, bellísimo, hermoso, insoportablemente perfecto. Una hermosa sonrisa estaba pintada en su rostro y yo casi podía ver como irradiaba luz propia. Era hermoso, decir hermoso era muy poco. Era… indescriptible.
-Viniste – casi grité besándolo mientras esbozaba una sonrisa sobre sus labios
-Nunca faltaría – acarició mi mejilla tiernamente mientras yo me perdía en sus ojos
-Vení – tiré de su mano – Cerrá los ojos
-¿Rosas? – preguntó apenas lo guié dentro de la pequeña cabaña aun con los ojos cerrados
-Sorpresa – sonreí como una niña en navidad mientras miraba embelesada como él examinaba todo a su alrededor
-Es perfecto – me volvió a besar y unos segundos después sentí como mis pies le elevaban del suelo y me hacía girar algunas veces – Te amo
-También yo – cerré los ojos embriagándome de su aliento con gusto a caramelo - ¿Sabés qué día es hoy?
-¿Lunes?
-Tonto – reí – Es 5 de abril. Hoy hace exactamente 10 años que nos pusimos de novios. Feliz aniversario
Él no dijo nada y me besó haciéndome volar en el tiempo hasta revivir los tres años que estuvimos juntos. Todos y cada uno de aquellos momentos habían sido tan perfectos que casi podía sentirlos, se habían grabado a fuego en mi piel y mi corazón persiguiéndome por casi siete años y recordándome los mejores tiempos de mi vida.
-Feliz aniversario mi amor – dijo al fin para luego volver a besarnos
-Te… amo… - susurré entre besos
Torpemente fuimos caminando hacia atrás sin darnos cuenta y terminamos cayéndonos en el sillón. Apenas nos separábamos para respirar y no tardábamos en volver a besarnos. Su piel… sus labios, sus ojos, todo de él me volvía loca. Estaba ahí, tan cerca, tan perfecto, tan hermoso…
-Vení – dije intentando acompasar mi respiración a una velocidad normal y tiré de su mano. Atravesamos la cabaña impregnada de pétalos de rosas y velas hasta llegar al dormitorio a dónde se encontraba la enorme cama con aun más pétalos.
La sensación de sus manos acariciándome y de su piel contra la mía era casi tan suave como los pétalos de rosas en la cama. Nuestra ropa no tardó mucho en terminar regada por el piso mientras el calor que irradiaban nuestros cuerpos comenzaba a esparcirse por la habitación mezclándose con el aroma de las rosas.
Acarició, besó y se apropió de cada parte de mí transportándonos a otro mundo en donde solo estábamos nosotros dos. Nunca me había sentido tan querida como con él. Joseph era mi sueño, mi vida, el aire de mis pulmones, la luz de mi vida, mi único amor, mi todo…
Entre suspiros y besos se mezclaron los “te amo”. Aquella pequeña cabaña en esa mañana de primavera fue testigo de cómo nos amábamos y necesitábamos uno al otro... Todo lo que puedo decir de esa mañana es que fue perfecta.
Terminamos abrazados entre los cientos de pétalos de rosas que ahora se regaban por nuestra piel al igual que por las sábanas. Cuando mi respiración alcanzó un ritmo normal al igual que los latidos de mi corazón comencé a sentir los párpados pesados. Levantarme a las cuatro de la mañana no había sido una buena idea…
-Estás cansada – me sonrió acariciando mi cabello – Dormí un ratito amor
-No… - suspiré intentando abrir mis ojos – No tengo sueño… - un bostezo me traicionó al final de la frase y Joe soltó una pequeña risita
-No voy a irme… Descansa unos minutos
Él comenzó a acariciar mi cabello y fue lo último que sentí. Dejé que mis ojos se cerraran y me sumergí en un hermoso sueño sin pesadillas.
Desperté sintiendo sus caricias despreocupadas en mi espalda. Todo era tan calmo y hermoso que me costaba creer que era realidad. No quise abrir los ojos por miedo a que realmente estuviera soñando así que esperé unos minutos disfrutando de la perfecta melodía de los latidos de Joe pegados a mi oído. Todo era tan increíble.
Tomé un gran trago de aire y levanté la cabeza para encontrarme con su perfecta mirada, al instante me dedicó una enorme sonrisa centellante.
-Buen día bella durmiente
-Te dije que no me dejaras dormir ¿Es muy tarde?
-Solo fueron dos horas sabes que me encanta verte dormir – acarició mi cabello con cuidado y luego se inclinó para darme un suave beso
-Te amo – susurré sobre sus labios y volví a besarlo
Pasamos toda la mañana juntos. Casi no podía creer que la vida me sonriera otra vez, él era perfecto y llenaba mi vida de amor y felicidad. Era todo lo que yo podía soñar y muchísimo más…
Cuando llegó el mediodía fuimos a caminar por el lago tomados de la mano como dos jóvenes enamorados. Había una cálida brisa que hacía volar mis cabellos y generaba pequeñas corrientes en el agua. Era todo tan irreal estando juntos
-¿En qué pensás? – pregunté mirando fijamente a sus ojos perdidos en el lago
-Me acuerdo del baile de primavera, cuando bailamos juntos por primera vez – sonrió mirando un punto inexistente – Sentí que me rompía en miles de pequeñas partes cuando te vi llorando en el jardín
-Nunca hubo un dolor tan bueno en mi vida. Desde ahí estuvimos juntos… creo que le debo mi felicidad a Thomas y Victoria por eso – reí mirándolo a los ojos
-Estabas tan hermosa… - volvió la mirada hacia mí y acarició mi mejilla con ternura. Al instante yo cerré los ojos – Tan, tan hermosa…
-Ahora miro para atrás y no puedo creer que una tontería como esa me haya hecho pasar semejante tristeza… Hay tantas cosas más… duras en la vida
-Eras una nena. Todos éramos muy chicos… Además si no te lo tomabas tan mal nunca nos hubiéramos encontrado
-Yo todavía creo en el destino – le recordé intentando sonreír – Si no nos encontrábamos así nos íbamos a encontrar de otra forma
-Seguro pero uno de los mejores recuerdos de mi vida es esa noche cuando bailamos
Me perdí en mis recuerdos por un momento mientras miraba la perfección que, a pesar de todo pronóstico aun estaba conmigo…
-¿Y Tom? – pregunté sonriente después de volver de buscar ponche
-_____, creo que tendrías que ver esto… - Sophie me tomó la mano y tiró de mí hasta que me llevó a un costado de la pista. Vi de lejos a Thomas junto con Victoria, la novia de Nick, tomados de la mano. Se me llenaron los ojos de lágrimas y a los pocos minutos se besaron haciendo pedazos todo lo que quedaba de mí
-Decile… decile a Nick – susurré intentado secar mis lágrimas y salí corriendo al jardín
Tiré los vasos de ponche al suelo y corrí por el medio de la pista llorando como una estúpida. Me aovillé contra la fuente y enterré mi cara entre mis rodillas para dejar las lágrimas salir. Thomas, el chico con el que había soñado desde que entré al secundario me había traicionado…
-¿Estás bien? – preguntó una voz preocupada que me era bastante familiar
-No… - susurré entre sollozos – Quiero estar sola Joe
-No, no querés estar sola… - escuché como se sentaba junto a mí al lado de la fuente - ¿Al final te pusiste de novia con ese idiota?
-Ya no… - me quité las manos de la cara intentando secar mis lágrimas – Tenés razón, no quiero estar sola… ¿Puedo abrazarte? – pregunté casi en un susurro. Él sonrió tiernamente y me abrazó con cuidado dejando que mis lágrimas cayeran por su camisa
-No llores… Sos muy bonita para llorar así – acarició mi mejilla con cuidado y me despegó de su pecho secando algunas lágrimas – Si aceptás una opinión para mí Thomas es un idiota
-¿Cómo sabés?
-Lo conozco
-Gracias… gracias por ayudarme – esbocé una pequeña sonrisa
-Siempre que quieras
Nos quedamos en silencio por varios minutos disfrutando de la tranquilidad del jardín alejado del baile. En un momento la música empezó a cambiar hasta llegar a los lentos románticos en donde las estúpidas parejas se abrazaban y se balanceaban al ritmo de la música.
De repente se escuchó mi canción favorita “Right Here Waiting”. Me sentía demasiado estúpida. Yo llorando en el piso con “el mejor amigo del hermano de mi mejor amiga” mientras mi supuesto novio seguramente bailaba abrazado a mi “cuñada”, la hueca novia de mi hermano…
Casi inconscientemente comencé a tararear la canción entre dientes. Dejando salir de nuevo algunas lágrimas
-Seguramente el idiota debe estar bailando con la otra… - suspiré triste y volví a escuchar la canción… ¿La estaban repitiendo a propósito? – Wherever you go… Whatever you do Whatever it takes… Or how my heart breaks… I will be right here waiting for you.
-¿Bailás? – dijo con una sonrisa parándose y tendiéndome la mano
-Bueno – sonreí sinceramente y me levanté con la ayuda de su mano
Bailamos el resto de la noche y él terminó llevándome a casa en su auto. Al final, mi noche perfecta terminó haciéndose añicos y después se terminó siendo más perfecta de lo que pensé. Esa noche, a la vuelta del baile de primavera, empezamos a escribir nuestra historia…
Las amo muchisimo! Gracias a todas por leer y por estar siempre
Espero que les guste :D
Huay
Capitulo 6: “Right Here Waiting”
-¿Todo listo?
-Sí Sophie, está todo listo. ¿Estás segura de que no preferís que deje a Maia en casa de mi mamá?
-Completamente – ella sonrió dejando ver su incontenible emoción recordándome de nuevo a esa niña pequeña encerrada en el cuerpo de adulta de Sophie
-Gracias por todo amiga. ¿Segura de que Kevin no tiene problema?
-______ ya lo dije por lo menos unas cien veces. Kevin está encantado con la idea y en cualquier otro caso también es mía
-Bueno, decile que le agradezco mucho – suspiré algo nerviosa – No se me da muy bien esto de manejar tan temprano
-Yo sigo pensando que tendrías que llamar un taxi
-Son apenas unos veinte kilómetros – bostecé exageradamente y me dirigí a la puerta de mi casa – Maia entra a las ocho en punto a la escuela, su uniforme está en el tercer estante de la puerta de la izquierda de su closet, hay cualquier cosa para que le des de desayunar pero si no querés cocinar a ella le encantan los cereales Trix que están en la primer puerta de la alacena, su almuerzo está en la heladera en un taper rojo y ella sabe dónde está la lonchera, no olvides decirle que la amo y desearle suerte – mis instrucciones fueron casi esquizofrénicas. Nunca había dejado a Maia a mitad de la noche y en este último tiempo había desarrollado un vínculo de tanta necesidad con ella que realmente me costaba mucho dejarla sola
-Tranquila, estuviste repitiendo esto toda la noche. Sé tus instrucciones de memoria. Maia va a estar muy bien y ni siquiera va a llegar a extrañarte. Te espero a la noche – me abrió la puerta en un gesto evidente de que me fuera ya así que di un paso vacilante en dirección al auto
-Es lo más probable que vuelva tarde así que no dejes que se quede dormida hasta después de las diez
-Lo sé, lo sé – repitió poniendo los ojos en blanco – Ahora vete antes de que tu día se pase debajo del marco de la puerta – me abrazó dándome silenciosamente toda la confianza que necesitaba
-Nos vemos. Gracias por todo Sophie – besé su mejilla y me encaminé al auto. Realmente su idea había sido totalmente desquiciada pero demasiado buena para negase
Arranqué el auto y la casa se quedó atrás rápidamente atrás. Conduje tranquilamente hasta el lago y luego de caminar dos kilómetros en el perímetro del gran espejo de agua me topé con la casita, tan hermosa como me imaginaba la de los enanos de balncanieves pero a una mayor escala. Era perfecta…
Cuando entré en la casita eran las cinco de la mañana y tardé exactamente dos horas en llenar todo de pétalos de rosa y velas perfumadas. Todo era más que perfecto y me sentí satisfecha con mi trabajo aunque estaba sumamente exhausta. Decidí esperar la hora restante descansando en el sillón pero la ansiedad pudo conmigo y revisé que todas las velas estuvieran prendidas por lo menos unas cinco veces para luego comprobar que todo estaba en su debido lugar.
Todo olía a rozas y había poca luz, di vueltas por todos lados varias veces hasta que terminé quedándome parada a medio metro de la puerta. Me debatía sobre apoyar o no el oído sobre la puerta y justo cuando me incliné para hacerlo sentí que sonaban tres suaves golpes.
Mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte mientras sentía que comenzaba a hiperventilar. Estaba tan nerviosa como si estuviera a punto de subir al escenario de un teatro sin saber mis líneas.
¡Estúpida! Me decía a mí misma Es solo Joe… el mismo de siempre. Suspiré intentando acompasar mi respiración a un ritmo normal y abrí la puerta.
Él estaba ahí, bellísimo, hermoso, insoportablemente perfecto. Una hermosa sonrisa estaba pintada en su rostro y yo casi podía ver como irradiaba luz propia. Era hermoso, decir hermoso era muy poco. Era… indescriptible.
-Viniste – casi grité besándolo mientras esbozaba una sonrisa sobre sus labios
-Nunca faltaría – acarició mi mejilla tiernamente mientras yo me perdía en sus ojos
-Vení – tiré de su mano – Cerrá los ojos
-¿Rosas? – preguntó apenas lo guié dentro de la pequeña cabaña aun con los ojos cerrados
-Sorpresa – sonreí como una niña en navidad mientras miraba embelesada como él examinaba todo a su alrededor
-Es perfecto – me volvió a besar y unos segundos después sentí como mis pies le elevaban del suelo y me hacía girar algunas veces – Te amo
-También yo – cerré los ojos embriagándome de su aliento con gusto a caramelo - ¿Sabés qué día es hoy?
-¿Lunes?
-Tonto – reí – Es 5 de abril. Hoy hace exactamente 10 años que nos pusimos de novios. Feliz aniversario
Él no dijo nada y me besó haciéndome volar en el tiempo hasta revivir los tres años que estuvimos juntos. Todos y cada uno de aquellos momentos habían sido tan perfectos que casi podía sentirlos, se habían grabado a fuego en mi piel y mi corazón persiguiéndome por casi siete años y recordándome los mejores tiempos de mi vida.
-Feliz aniversario mi amor – dijo al fin para luego volver a besarnos
-Te… amo… - susurré entre besos
Torpemente fuimos caminando hacia atrás sin darnos cuenta y terminamos cayéndonos en el sillón. Apenas nos separábamos para respirar y no tardábamos en volver a besarnos. Su piel… sus labios, sus ojos, todo de él me volvía loca. Estaba ahí, tan cerca, tan perfecto, tan hermoso…
-Vení – dije intentando acompasar mi respiración a una velocidad normal y tiré de su mano. Atravesamos la cabaña impregnada de pétalos de rosas y velas hasta llegar al dormitorio a dónde se encontraba la enorme cama con aun más pétalos.
La sensación de sus manos acariciándome y de su piel contra la mía era casi tan suave como los pétalos de rosas en la cama. Nuestra ropa no tardó mucho en terminar regada por el piso mientras el calor que irradiaban nuestros cuerpos comenzaba a esparcirse por la habitación mezclándose con el aroma de las rosas.
Acarició, besó y se apropió de cada parte de mí transportándonos a otro mundo en donde solo estábamos nosotros dos. Nunca me había sentido tan querida como con él. Joseph era mi sueño, mi vida, el aire de mis pulmones, la luz de mi vida, mi único amor, mi todo…
Entre suspiros y besos se mezclaron los “te amo”. Aquella pequeña cabaña en esa mañana de primavera fue testigo de cómo nos amábamos y necesitábamos uno al otro... Todo lo que puedo decir de esa mañana es que fue perfecta.
Terminamos abrazados entre los cientos de pétalos de rosas que ahora se regaban por nuestra piel al igual que por las sábanas. Cuando mi respiración alcanzó un ritmo normal al igual que los latidos de mi corazón comencé a sentir los párpados pesados. Levantarme a las cuatro de la mañana no había sido una buena idea…
-Estás cansada – me sonrió acariciando mi cabello – Dormí un ratito amor
-No… - suspiré intentando abrir mis ojos – No tengo sueño… - un bostezo me traicionó al final de la frase y Joe soltó una pequeña risita
-No voy a irme… Descansa unos minutos
Él comenzó a acariciar mi cabello y fue lo último que sentí. Dejé que mis ojos se cerraran y me sumergí en un hermoso sueño sin pesadillas.
Desperté sintiendo sus caricias despreocupadas en mi espalda. Todo era tan calmo y hermoso que me costaba creer que era realidad. No quise abrir los ojos por miedo a que realmente estuviera soñando así que esperé unos minutos disfrutando de la perfecta melodía de los latidos de Joe pegados a mi oído. Todo era tan increíble.
Tomé un gran trago de aire y levanté la cabeza para encontrarme con su perfecta mirada, al instante me dedicó una enorme sonrisa centellante.
-Buen día bella durmiente
-Te dije que no me dejaras dormir ¿Es muy tarde?
-Solo fueron dos horas sabes que me encanta verte dormir – acarició mi cabello con cuidado y luego se inclinó para darme un suave beso
-Te amo – susurré sobre sus labios y volví a besarlo
Pasamos toda la mañana juntos. Casi no podía creer que la vida me sonriera otra vez, él era perfecto y llenaba mi vida de amor y felicidad. Era todo lo que yo podía soñar y muchísimo más…
Cuando llegó el mediodía fuimos a caminar por el lago tomados de la mano como dos jóvenes enamorados. Había una cálida brisa que hacía volar mis cabellos y generaba pequeñas corrientes en el agua. Era todo tan irreal estando juntos
-¿En qué pensás? – pregunté mirando fijamente a sus ojos perdidos en el lago
-Me acuerdo del baile de primavera, cuando bailamos juntos por primera vez – sonrió mirando un punto inexistente – Sentí que me rompía en miles de pequeñas partes cuando te vi llorando en el jardín
-Nunca hubo un dolor tan bueno en mi vida. Desde ahí estuvimos juntos… creo que le debo mi felicidad a Thomas y Victoria por eso – reí mirándolo a los ojos
-Estabas tan hermosa… - volvió la mirada hacia mí y acarició mi mejilla con ternura. Al instante yo cerré los ojos – Tan, tan hermosa…
-Ahora miro para atrás y no puedo creer que una tontería como esa me haya hecho pasar semejante tristeza… Hay tantas cosas más… duras en la vida
-Eras una nena. Todos éramos muy chicos… Además si no te lo tomabas tan mal nunca nos hubiéramos encontrado
-Yo todavía creo en el destino – le recordé intentando sonreír – Si no nos encontrábamos así nos íbamos a encontrar de otra forma
-Seguro pero uno de los mejores recuerdos de mi vida es esa noche cuando bailamos
Me perdí en mis recuerdos por un momento mientras miraba la perfección que, a pesar de todo pronóstico aun estaba conmigo…
-¿Y Tom? – pregunté sonriente después de volver de buscar ponche
-_____, creo que tendrías que ver esto… - Sophie me tomó la mano y tiró de mí hasta que me llevó a un costado de la pista. Vi de lejos a Thomas junto con Victoria, la novia de Nick, tomados de la mano. Se me llenaron los ojos de lágrimas y a los pocos minutos se besaron haciendo pedazos todo lo que quedaba de mí
-Decile… decile a Nick – susurré intentado secar mis lágrimas y salí corriendo al jardín
Tiré los vasos de ponche al suelo y corrí por el medio de la pista llorando como una estúpida. Me aovillé contra la fuente y enterré mi cara entre mis rodillas para dejar las lágrimas salir. Thomas, el chico con el que había soñado desde que entré al secundario me había traicionado…
-¿Estás bien? – preguntó una voz preocupada que me era bastante familiar
-No… - susurré entre sollozos – Quiero estar sola Joe
-No, no querés estar sola… - escuché como se sentaba junto a mí al lado de la fuente - ¿Al final te pusiste de novia con ese idiota?
-Ya no… - me quité las manos de la cara intentando secar mis lágrimas – Tenés razón, no quiero estar sola… ¿Puedo abrazarte? – pregunté casi en un susurro. Él sonrió tiernamente y me abrazó con cuidado dejando que mis lágrimas cayeran por su camisa
-No llores… Sos muy bonita para llorar así – acarició mi mejilla con cuidado y me despegó de su pecho secando algunas lágrimas – Si aceptás una opinión para mí Thomas es un idiota
-¿Cómo sabés?
-Lo conozco
-Gracias… gracias por ayudarme – esbocé una pequeña sonrisa
-Siempre que quieras
Nos quedamos en silencio por varios minutos disfrutando de la tranquilidad del jardín alejado del baile. En un momento la música empezó a cambiar hasta llegar a los lentos románticos en donde las estúpidas parejas se abrazaban y se balanceaban al ritmo de la música.
De repente se escuchó mi canción favorita “Right Here Waiting”. Me sentía demasiado estúpida. Yo llorando en el piso con “el mejor amigo del hermano de mi mejor amiga” mientras mi supuesto novio seguramente bailaba abrazado a mi “cuñada”, la hueca novia de mi hermano…
Casi inconscientemente comencé a tararear la canción entre dientes. Dejando salir de nuevo algunas lágrimas
-Seguramente el idiota debe estar bailando con la otra… - suspiré triste y volví a escuchar la canción… ¿La estaban repitiendo a propósito? – Wherever you go… Whatever you do Whatever it takes… Or how my heart breaks… I will be right here waiting for you.
-¿Bailás? – dijo con una sonrisa parándose y tendiéndome la mano
-Bueno – sonreí sinceramente y me levanté con la ayuda de su mano
Bailamos el resto de la noche y él terminó llevándome a casa en su auto. Al final, mi noche perfecta terminó haciéndose añicos y después se terminó siendo más perfecta de lo que pensé. Esa noche, a la vuelta del baile de primavera, empezamos a escribir nuestra historia…
Las amo muchisimo! Gracias a todas por leer y por estar siempre
Espero que les guste :D
Huay
Invitado
Invitado
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
Awww Huay LOO AMEE AL CAP!!!!!
Perdona x no pasar antes esqe el martes me vy de vacas y estoy preparando todo!! :/
Siiigue! :D
Perdona x no pasar antes esqe el martes me vy de vacas y estoy preparando todo!! :/
Siiigue! :D
Invitado
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Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
que romantico :L: me gusta mucho, tienes que seguirla ñ.ñ
Patu
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
ohhh k lindo tan romantico
porque la vida tiene k ser tan compkicada
xk no puede quedarse en un momento feliz por siempre
porque la vida tiene k ser tan compkicada
xk no puede quedarse en un momento feliz por siempre
joenatik
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
ola...soi nueva lectora..oye tengo una dudita que paso con joe en el pasado?? porque se sepaararon??
andreita
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
nobodyisperfect! escribió:ola...soi nueva lectora..oye tengo una dudita que paso con joe en el pasado?? porque se sepaararon??
Bienvenida!!!
Bueno se supone que ellos estaban de novios durante los últimos años de la secundaria pero cuando la terminaron se pelaron y cuando ________ lo quiere volver a buscar no lo encuentra (en ese momento es cuando Joe tuvo el accidente del que habló Sophie al principio). Espero haber aclarado tus dudas :D
Chicas muchisimas gracias por los comentarios! Ahora voy a tratar de terminar un capitulo para subirlo pero tengo la compu rota así que depende de que mi internet me deje entrar o no :|
Si no puedo entrar hoy les preparo un mini maratón para esta semana :D
Besos!
Huay
Invitado
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Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
HuayRicci escribió:nobodyisperfect! escribió:ola...soi nueva lectora..oye tengo una dudita que paso con joe en el pasado?? porque se sepaararon??
Bienvenida!!!
Bueno se supone que ellos estaban de novios durante los últimos años de la secundaria pero cuando la terminaron se pelaron y cuando ________ lo quiere volver a buscar no lo encuentra (en ese momento es cuando Joe tuvo el accidente del que habló Sophie al principio). Espero haber aclarado tus dudas :D
Chicas muchisimas gracias por los comentarios! Ahora voy a tratar de terminar un capitulo para subirlo pero tengo la compu rota así que depende de que mi internet me deje entrar o no :|
Si no puedo entrar hoy les preparo un mini maratón para esta semana :D
Besos!
Huay
maraton yeah!!!!!! :afro:
Patu
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
Hola Hermosas mías :D Bueno, perdón por no subir el cap ayer pero mi internet no me dejó entrar al foro así que me puse a escribir más. Acá les dejo un cap y apenas termine de retocar el resto subo más. LAS AMO HASTA EL CIELO EN UN AUTITO A VAPOR :D
Es un capítulo feo pero bueno... :S Después vienen mejores
Ese era el día más perfecto que podría pedir. Él, tan hermoso y perfecto como siempre, estaba ahí. Estábamos juntos, como siempre deberíamos haber estado. Era como estar en nuestro propio mundo, alejados de todo y de todos.
-Me siento como Cenicienta – reí mirando el atardecer
-¿Por qué?
-Porque la magia se va a terminar en algún momento – suspiré triste, eso no era más que la verdad
-¿Por qué tendría que acabarse?
-No podemos vivir así toda la vida, Joe
-Entonces no lo hagamos, empecemos de nuevo. Hagamos nuestra vida
-¿Me lo estás diciendo en serio? – levanté la cabeza y lo miré a los ojos
-______, tenemos que darnos una oportunidad para ser felices
-Ya no tenemos diecisiete años, Joe. Las cosas son diferentes
-No tiene nada que ver que hayan pasado los años. Todos se merecen una oportunidad para ser felices – acarició mi mejilla con cuidado – Nosotros también, ______
-Estás loco… - negué con la cabeza varias veces – Y yo estoy más loca por decir que tenés razón
-Locos pero felices
-Siempre. Te amo – sonreí y besé sus labios suavemente
-Mirá allá – señaló la puesta de sol – La última vez que nos vimos antes de… que me fuera te prometí que iba a volver, no importaba si vos no querías, yo iba a volver igual. No importa lo que hagas o cuanto te tenga que esperar o a dónde vallas, lo que sea. Siempre voy a esperarte… Siempre voy a estar con vos, no importa nada
-¿Me lo prometés?
-Lo prometo – sonrió y luego besó mis labios
Después de que el sol se ocultó del todo en el horizonte nos quedamos mirando las estrellas por varias horas. No quería volver pero mi hija me necesitaba de vuelta en casa así que bastante tarde en la noche volvimos a casa. Otra vez la historia de Cenicienta…
Cuando llegué Sophie y Maia dormían sentadas en el sofá, supuse que se habían cansado de esperarme. Tratando de no despertarla alcé a Maia y la llevé a su cama, estaba tan cansada que ni siquiera se dio cuenta de que la moví.
-Sophie… Sophie ya llegué – moví su hombro con cuidado – ¡Sophie!
-¿_____? ¿Volviste? ¿Y Maia?
-Maia está en su cama, tranquila. Está preparado el cuarto de huéspedes, quedate a dormir es tarde.
-No, no. Me voy a casa – se levantó y comenzó a acomodar su ropa
-Sophie no seas ridícula. Acostate arriba Robert no vuelve hasta mañana.
-Mañana tenemos que trabajar
-Sí por eso, dormí un rato en la habitación de huéspedes yo me acuesto en la mía. ¿Te despierto a las 7:30?
-Sí 7:30. Mañana me contás bien cómo te fue
-Seguro
En menos de quince minutos todas estábamos dormidas. Estaba tan cansada que cuando sonó mi despertador sentí que había dormido solo unos minutos. Intenté quitarme un poco el sueño con una ducha pero a pesar de estar cansadísima estaba demasiado feliz para quejarme.
Preparé el desayuno y a las 7:30 desperté a Sophie y Maia. Lamentablemente Robert llegaría esa tarde…
-¿Mami a dónde fuiste?
-Ehh…. – miré a Sophie nerviosa y ví que ella estaba igual que yo. No teníamos una explicación – Fui a ver a tu tío
-¿Cómo está la tía Vicky? ¿Estaba?
-No mi amor, no estaba
-Ohh… - suspiró y volvió a su desayuno - ¿Mami tengo que ir a la escuela?
-Sí Mai, yo tengo que trabajar
-Pero me quiero quedar… ¿Tía no te quedás conmigo?
-Yo también trabajo Maia pero si querés mañana a la tarde salimos al parque
-¡SIIIIIII! ¿Puedo mami? ¿Puedo?
-Si mi amor – sonreí – Todo lo que quieras
La conversación siguió igual y el resto del día no fue digno de contarse. Simplemente otro día en el trabajo.
Cuando Maia y yo volvimos a casa Robert ya había llegado y algo me decía que las cosas no estaban bien y si lo estaban no iban a estarlo más tarde. Preparé la cena preocupada por lo que sea que haya hecho enojar a Robert, odiaba terminar teniendo que aguantar su mal humor…
-Hola mami – sonrió Maia acercándose a abrazarme – Huele rico
-Hola amor. Sentate, está recién hecho
-¡Esta riquísimo!
-Qué bueno que te guste – sonreí comiendo con ella
-Hola – dijo Robert de mala gana bajando por las escaleras - ¿Qué cenamos?
-La comida está en la mesa – dije señalándola con un tono quizás demasiado molesto en la voz
-Mami ¿Por qué estás enojada con él? – Maia era muy inteligente. Nunca dejaba escapar ningún detalle. Si no me hubiera preocupado pensando en que contestarle me hubiera sentido demasiado feliz por el hecho de que ella no lo había llamado “papá” sino “él”
-No es un tema tuyo Mai
-Pero yo quiero saber- insistió
-Comé Maia
-¡QUIERO SABER MAMI!
-No Maia – esta vez fui más severa y casi se me parte el alma al ver sus ojos empañados en lágrimas. Sí, ella era casi tan sensible como yo
-Mala… - dijo en un débil susurro dejando caer una lágrima. No solo era muy sensible, era muy sincera y el hecho de saber que ella estaba triste por mi culpa era todo, menos agradable
-Basta Mai… No llores. Son problemas entre nosotros
-¿Ustedes se aman cierto? – esa pregunta me perforó el alma, no quería herirla pero tampoco quería darle falsas esperanzas. De repente Robert me miró expectante como queriendo saber también la respuesta
-Terminá de comer Maia – dije casi en una súplica que a la vez sonaba demasiado fría y severa. Me sentía realmente mala hablándole mal a Maia – Cuando termines vamos a pintar ¿Sí?
-No, me enojé – dejó su tenedor y subió las escaleras corriendo a encerrarse en su habitación. Yo golpeé la mesa con impotencia
-¿Por qué no lo dijiste? – dijo Robert acercándose, de repente sus ojos se oscurecieron y los míos se nublaron de miedo
-No quiero mentirle a mi hija – aseguré a pesar del indescriptible miedo que corría por mis venas. Sabía que ese comentario no iba a caerle bien pero no me iba a dejar pasar por encima, no iba a dejar que me hiciera aceptar y pensar cosas con las que yo no estaba de acuerdo.
-¡Yo soy tu esposo! ¡Yo te amo y vos me amás a mí! – de repente en su mirada había fuego y en la mía lágrimas. Tenía ganas de salir corriendo y gritando, de agarrar a Maia y escaparme corriendo – ¡Decime algo!
-No voy a creer en tus mentiras – dije con miedo y saqué mi celular disimuladamente apretando el numero de marcado rápido de Sophie – Vos no me amás, estás enfermo
-¡Vos estás enferma! – gritó casi fuera de sí
-Dejá de gritar que está Maia arriba – susurré tratando de mantenerme tranquila
-¡No me importa! ¡Tenés que aprender a respetarme! – de repente de mis ojos empezaron a llover lágrimas y traté de salir de ahí pero él fue más rápido agarrándome del brazo de nuevo - ¿Querés hablar de nuevo de lo de Maia? – me amenazó
-Vos no tenés la tenencia de mi hija – le espeté con odio – Ella es mía y vos no la podés alejar de mí
-¿Crees que no puedo?
-No, no creo que no puedas. Sé que no vas a poder – en ese momento apretó más fuerte mi brazo y me empujó contra la mesada - Te odio… - susurré con miedo mientras las lágrimas resbalaban como cascadas en mis mejillas
-¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¡NUNCA MÁS VAS A SALIR DE ESTA CASA! ¡MAÑANA MISMO ME LLEVO A MAIA DE ACÁ!
-¡NO! – grité en un sollozo ahogado
-¡MAMI! – el grito de Maia sonó como un vidrio roto. Podía sentir el miedo y la angustia saltando a través de la habitación en aquel grito histérico
-¡Maia andate! – supliqué mirándola a los ojos – ¡Mai por favor andate!
-No… mami… mami vení
-¡Dejame! ¡Soltame tengo que ir con mi hija! – grité desesperada removiéndome e intentando (en vano) deshacerme de su agarre
-Mami… - dijo Maia llorando mientras empezaba a bajar las escaleras
-¡NO MAIA! – grité con miedo – Maia subí a tu habitación – traté de secar mis lágrimas – Estoy bien – mentí – Mai, ya voy
-Vení rápido mami – dijo intentando cubrir su cara para tapar las lágrimas. Cuando escuché que cerró la puerta de su habitación sentí un alivio interno impresionante… Por lo menos Robert no podría hacerle daño… por ahora
-¡DECIME QUE ME AMÁS! – gritó Robert dejándome caer bruscamente al piso - ¡DECIMELO!
-¡No pienso seguirte el juego! ¡Estás enfermo! ¡Estás loco!
-¡Basta! – gritó tirando un vaso de agua. Lo único que yo podía pensar era que Sophie escuchara todo eso en el teléfono e hiciera algo para ayudarnos
-Dejame irme con Maia – casi supliqué entre sollozos – Pará con esta locura. Hacelo por tu hija
-¡MAIA NO ES MI HIJA! – gritó desesperado para luego tirar esta vez un plato contra el piso
-¡No seas ridículo!
-¡Maia no es mi hija maldita sea! Cuando estuviste conmigo ya estabas embarazada – en ese momento una pieza cayó en mi cerebro. Saqué cuentas mentales y me di cuenta de que hablaba en serio… ella no era su hija. De repente sentí un enorme alivio pero después la rabia me invadió por completo. Si Maia no era hija de Robert… no había otra opción… ella… ella era hija de Joseph.
-¡ARRUINASTE MI VIDA! – grité con desprecio intentando levantarme sin cortarme con los vidrios que estaban dispersos por el piso - ¡¿Tenés idea de lo que sufrí por tu culpa?! ARRUINASTE MI VIDA Y LO HICISTE CONSIENTE
-NO ARRUINE TU VIDA ¡TE SALVÉ DE ESTAR CON ESE IMBECIL!
-¡No metas a Joseph en esto! – grité llorando más - ¡Te odio!
-¡BASTA! – volvió a gritar y me pegó una cachetada que me dejó la mejilla ardiendo. Me tambaleé nerviosa y terminé cayendo sobre los cristales rotos del suelo
CHAN CHAN CHAN.... (?
Es un capítulo feo pero bueno... :S Después vienen mejores
Capitulo 7: “Hemos estado viviendo una mentira”
Ese era el día más perfecto que podría pedir. Él, tan hermoso y perfecto como siempre, estaba ahí. Estábamos juntos, como siempre deberíamos haber estado. Era como estar en nuestro propio mundo, alejados de todo y de todos.
-Me siento como Cenicienta – reí mirando el atardecer
-¿Por qué?
-Porque la magia se va a terminar en algún momento – suspiré triste, eso no era más que la verdad
-¿Por qué tendría que acabarse?
-No podemos vivir así toda la vida, Joe
-Entonces no lo hagamos, empecemos de nuevo. Hagamos nuestra vida
-¿Me lo estás diciendo en serio? – levanté la cabeza y lo miré a los ojos
-______, tenemos que darnos una oportunidad para ser felices
-Ya no tenemos diecisiete años, Joe. Las cosas son diferentes
-No tiene nada que ver que hayan pasado los años. Todos se merecen una oportunidad para ser felices – acarició mi mejilla con cuidado – Nosotros también, ______
-Estás loco… - negué con la cabeza varias veces – Y yo estoy más loca por decir que tenés razón
-Locos pero felices
-Siempre. Te amo – sonreí y besé sus labios suavemente
-Mirá allá – señaló la puesta de sol – La última vez que nos vimos antes de… que me fuera te prometí que iba a volver, no importaba si vos no querías, yo iba a volver igual. No importa lo que hagas o cuanto te tenga que esperar o a dónde vallas, lo que sea. Siempre voy a esperarte… Siempre voy a estar con vos, no importa nada
-¿Me lo prometés?
-Lo prometo – sonrió y luego besó mis labios
Después de que el sol se ocultó del todo en el horizonte nos quedamos mirando las estrellas por varias horas. No quería volver pero mi hija me necesitaba de vuelta en casa así que bastante tarde en la noche volvimos a casa. Otra vez la historia de Cenicienta…
Cuando llegué Sophie y Maia dormían sentadas en el sofá, supuse que se habían cansado de esperarme. Tratando de no despertarla alcé a Maia y la llevé a su cama, estaba tan cansada que ni siquiera se dio cuenta de que la moví.
-Sophie… Sophie ya llegué – moví su hombro con cuidado – ¡Sophie!
-¿_____? ¿Volviste? ¿Y Maia?
-Maia está en su cama, tranquila. Está preparado el cuarto de huéspedes, quedate a dormir es tarde.
-No, no. Me voy a casa – se levantó y comenzó a acomodar su ropa
-Sophie no seas ridícula. Acostate arriba Robert no vuelve hasta mañana.
-Mañana tenemos que trabajar
-Sí por eso, dormí un rato en la habitación de huéspedes yo me acuesto en la mía. ¿Te despierto a las 7:30?
-Sí 7:30. Mañana me contás bien cómo te fue
-Seguro
En menos de quince minutos todas estábamos dormidas. Estaba tan cansada que cuando sonó mi despertador sentí que había dormido solo unos minutos. Intenté quitarme un poco el sueño con una ducha pero a pesar de estar cansadísima estaba demasiado feliz para quejarme.
Preparé el desayuno y a las 7:30 desperté a Sophie y Maia. Lamentablemente Robert llegaría esa tarde…
-¿Mami a dónde fuiste?
-Ehh…. – miré a Sophie nerviosa y ví que ella estaba igual que yo. No teníamos una explicación – Fui a ver a tu tío
-¿Cómo está la tía Vicky? ¿Estaba?
-No mi amor, no estaba
-Ohh… - suspiró y volvió a su desayuno - ¿Mami tengo que ir a la escuela?
-Sí Mai, yo tengo que trabajar
-Pero me quiero quedar… ¿Tía no te quedás conmigo?
-Yo también trabajo Maia pero si querés mañana a la tarde salimos al parque
-¡SIIIIIII! ¿Puedo mami? ¿Puedo?
-Si mi amor – sonreí – Todo lo que quieras
La conversación siguió igual y el resto del día no fue digno de contarse. Simplemente otro día en el trabajo.
Cuando Maia y yo volvimos a casa Robert ya había llegado y algo me decía que las cosas no estaban bien y si lo estaban no iban a estarlo más tarde. Preparé la cena preocupada por lo que sea que haya hecho enojar a Robert, odiaba terminar teniendo que aguantar su mal humor…
-Hola mami – sonrió Maia acercándose a abrazarme – Huele rico
-Hola amor. Sentate, está recién hecho
-¡Esta riquísimo!
-Qué bueno que te guste – sonreí comiendo con ella
-Hola – dijo Robert de mala gana bajando por las escaleras - ¿Qué cenamos?
-La comida está en la mesa – dije señalándola con un tono quizás demasiado molesto en la voz
-Mami ¿Por qué estás enojada con él? – Maia era muy inteligente. Nunca dejaba escapar ningún detalle. Si no me hubiera preocupado pensando en que contestarle me hubiera sentido demasiado feliz por el hecho de que ella no lo había llamado “papá” sino “él”
-No es un tema tuyo Mai
-Pero yo quiero saber- insistió
-Comé Maia
-¡QUIERO SABER MAMI!
-No Maia – esta vez fui más severa y casi se me parte el alma al ver sus ojos empañados en lágrimas. Sí, ella era casi tan sensible como yo
-Mala… - dijo en un débil susurro dejando caer una lágrima. No solo era muy sensible, era muy sincera y el hecho de saber que ella estaba triste por mi culpa era todo, menos agradable
-Basta Mai… No llores. Son problemas entre nosotros
-¿Ustedes se aman cierto? – esa pregunta me perforó el alma, no quería herirla pero tampoco quería darle falsas esperanzas. De repente Robert me miró expectante como queriendo saber también la respuesta
-Terminá de comer Maia – dije casi en una súplica que a la vez sonaba demasiado fría y severa. Me sentía realmente mala hablándole mal a Maia – Cuando termines vamos a pintar ¿Sí?
-No, me enojé – dejó su tenedor y subió las escaleras corriendo a encerrarse en su habitación. Yo golpeé la mesa con impotencia
-¿Por qué no lo dijiste? – dijo Robert acercándose, de repente sus ojos se oscurecieron y los míos se nublaron de miedo
-No quiero mentirle a mi hija – aseguré a pesar del indescriptible miedo que corría por mis venas. Sabía que ese comentario no iba a caerle bien pero no me iba a dejar pasar por encima, no iba a dejar que me hiciera aceptar y pensar cosas con las que yo no estaba de acuerdo.
-¡Yo soy tu esposo! ¡Yo te amo y vos me amás a mí! – de repente en su mirada había fuego y en la mía lágrimas. Tenía ganas de salir corriendo y gritando, de agarrar a Maia y escaparme corriendo – ¡Decime algo!
-No voy a creer en tus mentiras – dije con miedo y saqué mi celular disimuladamente apretando el numero de marcado rápido de Sophie – Vos no me amás, estás enfermo
-¡Vos estás enferma! – gritó casi fuera de sí
-Dejá de gritar que está Maia arriba – susurré tratando de mantenerme tranquila
-¡No me importa! ¡Tenés que aprender a respetarme! – de repente de mis ojos empezaron a llover lágrimas y traté de salir de ahí pero él fue más rápido agarrándome del brazo de nuevo - ¿Querés hablar de nuevo de lo de Maia? – me amenazó
-Vos no tenés la tenencia de mi hija – le espeté con odio – Ella es mía y vos no la podés alejar de mí
-¿Crees que no puedo?
-No, no creo que no puedas. Sé que no vas a poder – en ese momento apretó más fuerte mi brazo y me empujó contra la mesada - Te odio… - susurré con miedo mientras las lágrimas resbalaban como cascadas en mis mejillas
-¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¡NUNCA MÁS VAS A SALIR DE ESTA CASA! ¡MAÑANA MISMO ME LLEVO A MAIA DE ACÁ!
-¡NO! – grité en un sollozo ahogado
-¡MAMI! – el grito de Maia sonó como un vidrio roto. Podía sentir el miedo y la angustia saltando a través de la habitación en aquel grito histérico
-¡Maia andate! – supliqué mirándola a los ojos – ¡Mai por favor andate!
-No… mami… mami vení
-¡Dejame! ¡Soltame tengo que ir con mi hija! – grité desesperada removiéndome e intentando (en vano) deshacerme de su agarre
-Mami… - dijo Maia llorando mientras empezaba a bajar las escaleras
-¡NO MAIA! – grité con miedo – Maia subí a tu habitación – traté de secar mis lágrimas – Estoy bien – mentí – Mai, ya voy
-Vení rápido mami – dijo intentando cubrir su cara para tapar las lágrimas. Cuando escuché que cerró la puerta de su habitación sentí un alivio interno impresionante… Por lo menos Robert no podría hacerle daño… por ahora
-¡DECIME QUE ME AMÁS! – gritó Robert dejándome caer bruscamente al piso - ¡DECIMELO!
-¡No pienso seguirte el juego! ¡Estás enfermo! ¡Estás loco!
-¡Basta! – gritó tirando un vaso de agua. Lo único que yo podía pensar era que Sophie escuchara todo eso en el teléfono e hiciera algo para ayudarnos
-Dejame irme con Maia – casi supliqué entre sollozos – Pará con esta locura. Hacelo por tu hija
-¡MAIA NO ES MI HIJA! – gritó desesperado para luego tirar esta vez un plato contra el piso
-¡No seas ridículo!
-¡Maia no es mi hija maldita sea! Cuando estuviste conmigo ya estabas embarazada – en ese momento una pieza cayó en mi cerebro. Saqué cuentas mentales y me di cuenta de que hablaba en serio… ella no era su hija. De repente sentí un enorme alivio pero después la rabia me invadió por completo. Si Maia no era hija de Robert… no había otra opción… ella… ella era hija de Joseph.
-¡ARRUINASTE MI VIDA! – grité con desprecio intentando levantarme sin cortarme con los vidrios que estaban dispersos por el piso - ¡¿Tenés idea de lo que sufrí por tu culpa?! ARRUINASTE MI VIDA Y LO HICISTE CONSIENTE
-NO ARRUINE TU VIDA ¡TE SALVÉ DE ESTAR CON ESE IMBECIL!
-¡No metas a Joseph en esto! – grité llorando más - ¡Te odio!
-¡BASTA! – volvió a gritar y me pegó una cachetada que me dejó la mejilla ardiendo. Me tambaleé nerviosa y terminé cayendo sobre los cristales rotos del suelo
CHAN CHAN CHAN.... (?
Invitado
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Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
:O nena estas loca? como vas a decir que el capitulo es feo? y como la vas a dejar asi? :enfadado: no se porque pero ya sospechaba que joe es padre de Maia.
Robert hdp :caliente2:
Robert hdp :caliente2:
Patu
Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-
Capitulo 8: “Sálvame de la oscuridad”
Odio, angustia, impotencia, rabia. Odio por sobre todas las emociones. Preocupación por Maia y sus crecientes sollozos que se escuchaban detrás de su puerta… no podía procesar la información de esos pocos minutos mientras el ardor aumentaba en mi mejilla. El golpe fue tan fuerte que, sumado a mi inestabilidad, terminó tirándome sobre los vidrios rotos junto a la puerta.
-Te odio… - susurré ahogada en lágrimas y con un nudo en la garganta tan grande que no me dejaba respirar
-¡¿No estendés que te amo?! MIRÁ LO QUE ME HACÉS HACER ¡ME VOLVÉS LOCO ______! – gritó golpeando fuertemente la mesa. Me volví a levantar del piso intentando salir de ahí pero Robert me volvió a agarrar del brazo clavando más profundamente un vidrio cerca de mi codo, lo que hiso que soltara un grito ahogado mezclado con dolor y angustia
-¡DEJAME!
-¡No te voy a dejar! Nunca te voy a dejar ¡SOS MÍA!
-¡NO! No soy tuya ni de nadie – grité tratando de soltarme sin lastimar mi brazo más - ¡DEJAME! No voy a estar más con vos ¡QUIERO EL DIVORCIO! - grité desesperada intentando soltarme – ¡Nunca tendría que haber caído en tu juego!
-¡______! – el grito ahogado de Sophie parecía sacado de una película de miedo. Robert me soltó apenas la escuchó haciendo que volviera a caer sobre los vidrios rotos
-¡Andate de acá Sophia! – gritó Robert
-¡ENFERMO! – gritó una voz demasiado familiar en ese momento volteé y vi como él corría hacia Robert y de repente le pegó en la nariz haciendo que el último se cayera sobre los vidrios
-¡NICHOLAS! – grité con miedo intentando levantarme de nuevo
-¡Te dije que no le tocaras un pelo a mi hermana! – volvió a gritar Nick. Desvié la mirada con miedo hacia el piso que estaba lleno de sangre y vidrios. En ese momento sentí las manos de Sophie que me levantaba del piso mientras escuchaba a lo lejos los gritos de Nick, Robert y otra voz que no llegaba a reconocer
-¡Robert dejalo! – grité desesperada. No podía soportar la idea de que alguien hiriera a mi hermano y mucho menos por mi culpa – Maia… - sollocé mirando a Sophie casi en una súplica
-Tranquila… - susurró Sophie levantándome del piso – Ella está bien
-¡NICK! – grité asustada cuando Robert le pegó cerca de la boca haciendo que sangrara. Ahí me di cuenta de que Kevin estaba con Nick – Que Nick se quite del medio… - repetí tres veces
-¡Nicholas, Kevin basta! – gritó Sophie al ver que Nick seguía golpeando a Robert que estaba inconsciente en el suelo
-¡Nick! ¡Nick! ¡Nick! – grité corriendo a los brazos de mi hermano y me derrumbé en llanto en su pecho
-Tranquila _____ ¿Qué pasó? – dijo Kevin intentando tranquilizarme
-Por favor no te vayas – pedí aferrándome fuertemente a Nick
-Tranquila hermanita… estoy acá – susurró en mi oído
-Maia… Maia… - repetí varias veces sin poder acompasar mi respiración a una velocidad normal
-Kevin llamá a la policía – dijo Sophie asustada. Podía sentir su voz quebrada y ver sus ojos brillosos. Necesitaba que alguien me alejara de Robert en ese mismo instante
-Ahora llamo – Kev se fue un poco más lejos y habló rápidamente por teléfono mientras yo aun temblaba con la cara, los brazos y las piernas ensangrentados por los cortes en brazos de Nick
-Ya está ______, ya pasó todo
-Me pegó Nick… - confesé asustada aun inmersa en los recientes recuerdos
-Ya lo sé pequeña – podía sentir como estaba esforzándose por no salir corriendo y matar a Robert. Pero no, él sabía que lo necesitaba y se quedó a mi lado
-Tranquila ______ ya no llores – susurró Sophie acariciando mi cabello
-Robert… Maia… - no me salían las palabras de la boca ya que eran interrumpidas por fuertes sollozos
-______ Maia está bien. Robert no le hiso nada
-Vienen en unos minutos – avisó Kevin interrumpiéndonos - ¿Estás bien _____? – yo simplemente negué con la cabeza e intenté secar algunas lágrimas
-Tranquila
-Joe… - dije mirándolo con una súplica impresa en mi cara
-No es una buena idea que venga ahora, ______ se va a volver loco si ve esto – me advirtió Sophie. A los pocos segundos sentí que Robert comenzaba a intentar hablar y me hice un ovillo en los brazos de Nick
-Ah… - se quejó tocando su cabeza - ¡Soltala! – en un segundo estuvo de nuevo parado e intentaba caminar hasta nosotros Nick me soltó y se volteó quedando frente a él lanzándole una mirada fulminante
-¡Te dije que no ibas A salir de acá! ¡SOS MÍA ______!
-¡Basta! ¡Basta por favor Robert! – supliqué intentando dejar de llorar
-Alejate de ellos – me gritó. Entre sollozos y lágrimas me puse frente a Nick… no iba a dejar que lastimara a mi hermano
-______ salí del medio – me susurró Nicholas tomándome por los hombros. De repente la puerta se abrió y Robert se puso pálido al ver a un policía en la puerta
-¡Espósenlos! – dijo el policía señalando a Robert y a Nick
-¡NO! – grité – Él no hiso nada
-Señorita necesito su versión de los hechos y los cargos que va a presentar
-Él… él me pegó… - señalé a Robert – Me mintió…
-Por favor señorita tranquilícese. Necesitamos que haga las denuncias correspondientes
-Ellos no hicieron nada – señalé a Sophie, Nick y Kevin tratando de tranquilizar mi respiración y acabar con mis lágrimas – Son mi hermano y mis mejores amigos. Por favor libérenlo – sollocé. El policía asintió y otro le sacó las esposas a Nick
-Continúe
-Él es mi esposo – dije con asco de mi misma. Las lágrimas aun bajaban por mis mejillas – Me amenazó con quitarme a mi hija pero… él no es su padre. Me mintió – miré a Robert con odio mientras las lágrimas se hacían más pesadas. Nick, Sophie y Kevin me miraron con los ojos desorbitados y las mandíbulas casi en el suelo – Me pegó y me tiró al piso, él antes había tirado un vaso… por… por eso me corté
-¿No desea presentar cargos por aquel joven?
-¡NO! – grité angustiada ante la idea de que le hicieran algo a Nick
-¡NO TE VA A SER TAN FACIL ____ITA! Sos solamente mía
-Cállese señor – intervino el policía que tenía esposado a Robert
-Lléveselo y haga algo para que no vuelva – supliqué nerviosa – ¡Sáquelo de acá!
-Kevin hacé algo – pidió Sophie alterada.
Kevin terminó de hablar con los policías mientras yo agotaba mis lágrimas de nuevo en los brazos de Nick. Sophie se había quedado inmóvil pensando en lo que había pasado… parecía simplemente un mal sueño pero lamentablemente era la cruda realidad
-Tranquila ____ ya se lo llevaron – dijo Kevin cerrando la puerta
-¿Cómo que Maia no es hija de Robert?
-Sophie, necesita descansar… hay que limpiarle la sangre y levantar este desastre
-No… yo… estoy bien – susurré
-¿Kevin te molestaría limpiarle las heridas? – dijo Nick sentándose en una silla conmigo encima
Su conversación me pareció demasiado lejana. Kevin, que estaba a dos meses de recibirse de médico, me limpió las heridas del brazo, piernas y mi cara. Me quejé cuando sentí dolor, asentí cuando me preguntaban algo, dejé que las lágrimas resbalaran cuando recordaba los sollozos de Maia, abracé a Nick cuando Kevin terminó… todo me parecía tan lejano que ni siquiera podía pensar.
-Voy… voy a limpiar esto – dijo Sophie comenzando a recoger vidrios
-Yo lo hago – susurré
-_____ vos tenés que dormir. Necesitas descansar
-Maia me necesita, Nick – dije en un susurro – Ella… ella vio y escuchó todo
-Maia se durmió – aseguró Sophie – Acabo de ir a verla. Estaba llorando, tiró varias cosas de su habitación y se durmió… es mejor que te des una ducha y descanses, _____
-No, es muy temprano. Necesito hablar con Joe
-______ no seas terca por lo menos date una ducha
-Me… me… me da miedo estar sola – admití con la voz temblorosa
-Vos bañate y yo me quedo a hacerte compañía ¿Querés?
Me bañé intentando quitar junto con los restos de sangre aquellos recuerdos. Lo que más me dolía era la imagen de Maia llorando y mi sentimiento de impotencia mientras Robert me agarraba del brazo. Toda la ilusión de “familia” que había creado para Maia se desvaneció en ese instante. Nunca me sentí tan mal… cuando volví a bajar todo estaba limpio y Kevin y Nick me esperaban con algo para comer en la mesa del comedor… necesitaba que Maia despertara y saber que estaba bien así que me quedé en la puerta de su habitación con Sophie, no quería interrumpir su sueño.
-_____, Maia está bien. Tenés que comer algo – suplicó Nick por enésima vez
-No quiero nada Nick. Dame mi celular, necesito a Joe
-Ya hablamos de esto. Vamos a llamarlo después primero necesitas calmarte
-¡LO NECESITO A Él NICHOLAS! – grité de repente y las lágrimas volvieron a inundar mis mejillas. Nick miró a Sophie y ella asintió
-Voy a llamarlo más tarde – suspiró – Maia se debe haber despertado… por favor tranquilizate, ______ - yo simplemente asentí y Nick volvió a desaparecer por las escaleras
-¿Querés que te acompañe a ver a Maia?
-Sí…
Sophie me acompañó en silencio y entramos sin hacer ruido a la habitación en donde Maia escondía sus sollozos en la almohada. La habitación era un desastre. Todos los dibujos estaban rotos y esparcidos en el piso mientras que algunos juguetes habían sido arrojados contra la pared. Se me achicó el corazón al pensar lo mal que debía sentirse… el miedo que había pasado. Su dolor se sumó al mío instantáneamente convirtiéndome en alguien aun más desdichada. Tenía mi dolor, su dolor y el que me producía ver así a Maia… ¿Algo más?
-Hola bebé – susurré acariciando la espada de Maia
-¡Mami! – levantó la cara y me abrazó haciendo que al instante yo soltara algunas quejas por los cotes en mis brazos. Eso no me importó y la abracé con más fuerza – Tengo miedo…
-Tranquila… estamos bien, Robert se fue de nuestras vidas – le aseguré. Me partía el corazón verla así y me sentí como si yo fuera la niñita asustada cuando sentí las lágrimas en mi cuello. Maia era la niña más buena y tierna del mundo y me hacía muy mal verla así… acaricie su cabello tarareando en su oído la canción de cuna que solía cantarle de pequeña. De a poco sus sollozos se calmaron y se reincorporó mientras yo trataba de secar todas sus lágrimas
-¿Mejor? – pregunté sonriéndole, ella simplemente asintió con los ojitos tristes
-Mami no me dejes nunca – dijo en un susurro con los labios temblando. Simplemente la abracé acariciando su cabello hasta que pude sentir que su respiración se relajaba
-Siempre, siempre voy a estar con vos Mai. No importa nada ni nadie más, yo nunca te voy a dejar y no voy a dejar que nadie te haga daño ¿Sí? – ella volvió a asentir – Te amo princesa. Te amo muchísimo. No tengas miedo
-Igual tengo miedo… - sollozó volviendo a esconderse en mi cuello
-Tranquila… nada malo va a pasar. Siempre te voy a proteger mi cielo
Maia era un capullo de inocencia, siempre tranquila y hermosa, siempre sonriente e ingenua. Cada vez que la veía llorar sentía que algo dentro de mí se quebraba dolorosamente… desde que Joe se había ido el único propósito de mi vida había sido que nada pudiera lastimar a Maia y ahora todo estaba desperdiciado. Años de infelicidad para terminar así…
-______... - dijo Nick entrando en la habitación
-¡TÍO! – gritó Maia despegándose de mí y salió corriendo a los brazos de Nick donde volvió a derrumbarse en llanto
-Shh… ya no llores más Maia… todo estará bien – Nick cerró los ojos con fuerza, supuse que estaría tratando de contener algo, y después acaricio la cabeza de Maia hasta que sus sollozos cesaron. Yo simplemente me quedé en mi cama tomando la mano de Sophie mientras lloraba en silencio. Ella me conocía muy bien y sabía cuando era momento de hablar y cuando de callar. Ese, era un momento de callar, su silencio y su compañía me daban el aliento que necesitaba.
-¿Mami está bien? – le preguntó Maia a Nick sin despegarse de su pecho
-Sí preciosa. Ella está bien – dio un largo suspiro - ¿Vos estás bien Maia?
-No… - de nuevo su voz sonó como aquel cristal roto pero esta vez mucho más triste y bajo que la vez anterior – Tengo miedo
-Todo terminó Maia – le aseguró Sophie hablando por primera vez - ¿Querés venir abajo así ves que está todo bien? Yo te llevo
-No. Quiero ir con mi tío Nick – Maia apenas se despegó del pecho de mi hermano – Vamos mami
Los cuatro bajamos en silencio y Maia saludó a Kevin. Haber visto la concina limpia y normal la ayudó mucho a darse cuenta que lo peor había pasado y que tenía a mucha gente cuidándola y queriéndola. Yo solo me concentré en las expresiones de Maia y vi como de a poco ella comenzaba a tranquilizarse
Durante algunas horas me dediqué a quién más me necesitaba, Maia, de a poco ella iba tranquilizándose un poco lo cual me hacía sentir muchísimo mejor… en cuanto a mí, era otra historia. El odio y la angustia aun dominaban cada cosa que hacía. Cerca de las tres de la mañana Maia terminó dormida en el sillón y ahí fue cuando me comencé a preocupar por mí misma y por el nuevo gran dilema… Joe, él amor de mi vida, mi gran debilidad, mi vida, mi razón de ser, mi todo… el padre de Maia…
-¿Querés que la lleve a su cama? – susurró Nick señalando a Maia que dormía con el seño fruncido sobre el sillón
-Mejor no… - me acerqué a la mesa donde estaban Sophie y Kevin y me serví una taza de café - ¿Querés?
-No, gracias
-Nick… ¿Vos no estabas en San Francisco? – pregunté extrañada
-Sí, me encontré a Sophie y Kev en el camino así que vine con ellos… Perdón que no pude venir para tu cumpleaños ______
-No hay problema. Viniste ahora que es cuando yo más te necesito – él no dijo nada y me abrazó. No había lugar en la tierra en donde me sintiera más segura que en los brazos de Nick
-______ tenés que cambiarte la venda del brazo. Ya pasaron varias horas
-Sí Kev. ¿Me ayudás?
Kevin me cambió la venda que cubría un profundo corte en mi brazo mientras yo miraba la carita de Maia. Saqué mi celular y vi la hora, 3:35 am. Cuando Kevin terminó con mi brazo y tiró todas las vendas viejas volví a la mesa a terminar mi café. No podía esperar para llamar a Joe…
-Sí querés nosotros nos vamos – sugirió Sophie
-¡No! Por favor quédense… - supliqué
-Está bien – sonrió – Nos quedamos hasta que vos quieras
-Mami… - susurró Maia ella en sueños cerrando fuertemente sus ojos
-Shh… todo está bien Mai… - susurré en su oído dejando caer algunas lágrimas. Kevin aun hablaba por teléfono mientras Sophie hacía algo en la cocina. Yo no le presté atención a nadie, solo me concentré en el rostro de Maia
-Tomá esto, te va a hacer bien algo caliente… - dijo Sophie sentándose junto a mí y me extendió una taza con chocolate caliente
-Gracias – suspiré y tomé un sorbo – Gracias por salvarme, no sé qué hubiera pasado si…
-El hubiera no existe, ______ - me interrumpió – Sabés que haría cualquier cosa por vos
-Gracias… - dejé el chocolate en la mesa frente a mí y abracé a mi amiga dejando que algunas lágrimas silenciosas cayeran
-Ya no tengas miedo. Van a estar bien
-No puedo creer que me mintiera así – dije tomando otro sorbo del chocolate – Lo hiso consciente… Él sabía que yo estaba embarazada cuando estuvo conmigo… se aprovechó de que yo estaba muy mal y no me iba a dar cuenta. Si solo…
-Tampoco puedo creerlo pero ya está… es pasado ahora tenés que luchar por tener un futuro mejor ¿Sí? – yo simplemente asentí con la cabeza – Todo va a estar bien
Bueno, ahí dejo otra parte. Veo si puedo terminar lo que sigue para subirlo hoy y sino mañana LAS AMO!
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