Re: ~Bring Me To Life~ (Joe & Tu) -TERMINADA-

por Invitado Vie 21 Ene 2011, 2:35 pm

Aldi Danitah Jonas Miller escribió:
HuayRicci escribió:
Aldi Danitah Jonas Miller escribió:Haay Noo LO AME!!!!

JOE APARECIO Y SIGUE AMANDO A ______!! Q TIIERNOO!!!!

MUJER SIGUELA!!!!!! O SI NO! (NO SE :P ) Jajajajaja

Beesooos y abrazoos :hug:

Tee qiieroo muuchoo amigaa

Aldii

Jajajaja, me voy a poner a escribir porque me da miedo ese nose (? jajajaja

También ye quiero mucho amiga :D

Sii Quee Tee Dee Miiedo Xq Aun No He Pensado En Nada Pra Cmbiiar Ese No Se... Me Parece Que Voy A Armar Un EJERCITODECHANCHITOSTIERNOSASECINOS :pig: Jajajajaja Auun Loo Estoy Pensandoo :P

Ok, esta ves si que me dio miedo... :| Yo voy a armar un ejercito de monitos asesinos de chanchitos (?

Jajajajajaja! :risa:

por Invitado Vie 21 Ene 2011, 2:54 pm

Capitulo 3: “¿Cómo puedes ver a través de mis ojos como si fueran puertas abiertas?”

Desperté temprano como siempre y luego desperté a Maia. Ese día por primera vez mi vida no parecía tan miserable como siempre. Desayunamos hablando de los “problemas” de Maia en el colegio y sin hablar con Robert salimos de nuevo hasta su escuela. Había acomodado mis horarios para llegar a dejar a Maia a la hora justa y me dirigí en mi auto directo a mi trabajo

-Buen día Kim – sonreí acercándome al escritorio
-Demasiado buenos por lo que veo – rió – Acá están tus horarios – me extendió un papel recién impreso
-Uff… un día agitado – dije al leer los horarios
-Suerte entonces – me sonrío – Nos vemos más tarde
-Igualmente. Gracias por todo Kim - tomé mis horarios y me dirigí a mi consultorio
-Lo siento – dijo Sophie luego de que sin querer chocáramos – Oh no… - susurró al ver mi cara
-Si – sonreí exageradamente
-Creo que no vi esa mirada desde tus dieciocho – me miró más profundamente - ¿Te lo encontraste?
-¿Crees en el destino? – reí
-Sí, sí creo – me sonrió – Cuidado con Robert y… estoy feliz de que estés bien
-Gracias Sophie – miré mi horario – Lo siento pero tengo un paciente en quince minutos y necesito parecer una adulta seria en lugar de una adolecente feliz
-Sí, realmente lo necesitas – rió – Suerte

Ese fue un día muy largo. Había tenido cinco pacientes y aun quedaban tres más. Analicé las notas que había tomado en la última sesión con una de mis pacientes. Megan Hamilton, una adolecente con típicos problemas que tienen que ver con el colegio y peleas con su madre pero en la última sesión me había confesado entre llantos que tenía casi completa seguridad de estar embarazada y me contó la historia del padre del bebé. ¿Quién dijo que los adolecentes no sufren problemas reales?

-Buen día Meg – dije cariñosamente
-Buen día – se sentó y pude notar marcas de llanto en su cara

Megan realmente estaba mal ese día porque su padre se había enterado y en un arranque de rabia había golpeado a su novio hasta que este terminó en el hospital. Sentí que mi celular vibraba en mi bolsillo y casi lo atiendo desesperada ya que nadie me llamaba en mi horario de trabajo exceptuando que probablemente Joe lo haría pero miré a Megan y me sentí hipócrita manteniendo una conversación tan agradable en frente de ella. Si atendía estaría prácticamente refregándole mi felicidad en la cara. El resto de esa hora el celular no dejó de atormentarme sonando en mi bolsillo hasta que el reloj se movió a mi favor y Megan se despidió agradecida de nuevo rumbo al hospital. Suerte era lo único que podría esperar darle aunque quizás yo no era demasiado afortunada. Cuando mi celular volvió a sonar en mi bolsillo mi pensamiento cambio en menos de dos segundos. Si, era muy afortunada…

-Hola – dije atendiendo el teléfono antes de permitirle sonar por segunda vez – Lo lamento mucho, estaba con un paciente
-Hola princesa – su voz melodiosa detrás del auricular del teléfono me hizo latir el corazón más rápido. La diminuta niña de dieciséis años dentro de mí comenzó a saltar de gozo al sentirse parte del comentario. Princesa era su forma de llamarme cuando esa diminuta niña era todo lo que había de mí.- ¿Cómo estás?
-Mucho mejor que antes de ayer – dije sinceramente “te amo, te amo, te amo” gritaba desaforadamente la niñita en mi corazón – Te amo – dejé escapar por mis labios dándole el gusto a esa pequeña criaturita imaginaria su risa perfecta y melodiosa no tardó en hacerse presente del otro lado del celular
-También te amo – nuevamente sentí regocijarse y saltar de gusto a la niñita cuando lo escuché decir esas palabras – ¿Tomamos un café hoy?
-Lo siento pero tengo un día demasiado largo y después tengo que recoger a Maia y regresar a mi pequeño infierno… lo siento, a mi casa – corregí y sentí como él reía del otro lado
-¿Nunca cambias no?
-Te aseguro que había cambiado pero… llegaste y diste vuelta mi vida – suspiré
-¡______! – gritó mi amiga Sophie entrando en mi consultorio – Necesito que hablemos
-Lo siento, es Sophie – me disculpé hacia la voz en el teléfono
-¿Sophie? ¿Sophia Hisman?
-La misma – reí – Tengo que cortar, faltan quince minutos para mi próximo paciente – dije al ver mi horario y a Sophie parada junto a la puerta cerrada
-Aun me debes ese café – reclamó
-Pide el deseo a una moneda – reí suavemente – Te amo. Hablamos más tarde
-También te amo – la niña aun no superaba la sensación de plenitud y felicidad cuando escuchaba su voz decir esas perfectas palabras y, en cierto punto, yo sentía lo mismo que ella. Reí suavemente sin ocultar mi felicidad
-Hasta pronto – corté la llamada y solté un suspiro enamorado. Poco a poco la niña se apoderaba de mí convirtiéndome en la misma de hacía diez años. - ¿De qué tenemos que hablar? – dije bajando un poco a la realidad
-Antes que nada, Kimberley te mandó esta nota – dijo poniendo un papel sobre mi escritorio – Ahora, necesito que me cuentes toda la historia de tu nueva vieja ______ - reí ante su comentario
-No hay mucho que contar… aquella niña enamorada se apoderó de mí apenas lo vi
-¿Dónde?
-En la fuente de la plaza. Pedí ridículo deseo con una moneda y él apareció detrás de mí – sonreí ante el recuerdo – Me preguntó si seguía creyendo en la magia y después me dijo que me extrañó mucho y volvió a decirme princesa, como siempre lo hacía – suspiré – Eso fue suficiente
-Realmente estoy muy contenta de que estés tan feliz amiga… pero, cuidado con Robert
-Estoy trabajando en eliminar esa palabra de mi vocabulario – bromeé – Odio los peros
-Es una gran decisión – rió conmigo – Tengo que irme, hay pacientes esperando – dijo acercándose de nuevo a la puerta – Necesito urgente un cigarrillo – se quejó
-Vas a tener que esperar a salir – me burlé de ella y luego miré el reloj, faltaban diez minutos para mi paciente – Suerte – tomé la nota de Kimberley y luego de que Sophie se fue la abrí haciendo que el papel crujiera

“Estimada ______ ______, debido a su gran desempeño y las mejoras registradas de sus pacientes le entregamos este viernes y el lunes siguiente como días libres de descanso.
Felicitaciones. Administración”

Sonreí muy contenta, la nota era fría y concisa pero alcanzó para hacerme saber que podría ver a Joe es viernes y quizás también el lunes… y así terminó mi día. Luego busqué a Maia del colegio y la llevé al cine a ver una nueva película. Ella estaba más que feliz. Cuando llegó la noche las dos comimos en un Mc Donald’s y al llegar a casa ella estaba dormida en el asiento trasero del auto así que entré a la casa con Maia en brazos

-Se puede saber ¿Dónde estabas? – dijo Robert apenas crucé la puerta
-Llevé a Maia al cine y después comimos en Mc Donald’s – dije sin darle importancia y fui a llevar a Maia a su habitación
-Te dije que no te quería cerca de él – dijo casi en un gritó y la niñita dentro de mí se encogió de miedo
-Repito, estuve en el cine y en Mc Donald’s con Maia – dejé a mi hija en su cama y caminé de nuevo hasta la sala, rebusqué en mi bolso y saqué las entradas usadas de cine y la factura de Mc Donald’s tirándolas sobre la mesa. - ¿Necesitas también una fotografía? – pregunté irónica y él, enojado, bajó un poco la guardia
-No te quiero ver cerca de él
-Nunca lo volví a ver desde que nos casamos – si había algo que se me daba bien era mentir, exceptuando por supuesto a Joe, a quien me era imposible decirle una mentira. La niñita encerrada gritaba insultos casi inentendibles hacia Robert y yo me esforzaba por no dejarlos escapar de mi boca…
-Me voy a dormir a la habitación de Maia – avisé yéndome

Me acosté y luego de dos horas sin poder dormir me levanté a comprobar que Robert estuviera dormido. Toqué suavemente su hombro y cuando no se movió regresé sigilosamente a la habitación de Maia, me encerré en su baño y saqué mi celular de un bolsillo marcando el número de Joe

-¿Hola? – dijo extrañado del otro lado del teléfono
-Hola – reí suavemente – Sé que es tarde pero… no podía dormir y… quería que supieras que te amo – escuché una pequeña risa
-También yo
-Tengo una buena noticia – dije recordando la nota de Kimberley
-¿Cuál?
-Mañana tengo el día libre – conté completamente feliz – Desde las ocho de la mañana hasta la tarde. Quizás hablo con Sophie para que cuide a Maia por unas horas. ¿Sigue en pie lo del café?
-Absolutamente – pensó por un rato – Te espero junto a la fuente del parque a las ocho quince ¿Si?
-Perfecto – dije mientras la diminuta niña se retorcía de felicidad dentro de mí – Te espero a las ocho quince
-Buenas noches princesa – suspiré feliz al escuchar su voz desearme buenas noches después de tanto tiempo – Te amo
-También yo. Mucho – aseguré – Nos vemos mañana
-Que duermas bien

Regresé a la cama de una plaza y media en donde Maia aun dormía y como si fueran esas palabras justo lo que necesitaba para conciliar el sueño apenas me apoyé en la almohada caí en un profundo sueño que, después de varias horas fue interrumpido por el despertador que me indicaba que era hora de despertar a Maia para llevarla a la escuela.
Bajé a preparar el desayuno para darle unos minutos más de sueño a Maia y miles de mariposas comenzaron a revolotear en mi estómago al pensar en que en solo una hora estaría de nuevo con él… Ese extraño sentimiento me recordó a nuestra primera cita, la emoción, la alegría… esa inexplicable sensación que se mezclaba con los nervios y la felicidad completa que había sentido las horas anteriores al momento en el que él me busco por mi casa para llevarme a aquella primera cita… cuando el olor a huevos y tocino completamente cocidos acaricio mi cara bajé a la realidad y luego de servirle el desayuno en un plato a Maia subí las escaleras para despertarla. Al verla me pareció (como todas las mañanas) que nadie podría merecer, sin importar todo lo bueno que pudiese haber hecho en su vida, a un ángel tan bueno y hermoso como era mi hija. Realmente la amaba demasiado…

-Arriba Mai… - dije moviendo delicadamente su hombro – Maia es hora de levantarse mi amor
-No mami… - susurró casi en un suspiro – No quiero
-Vamos, es viernes. Mañana no hay escuela además quizás esta tarde te busque tía Sophie por el colegio
-¿Por qué? – dijo de repente sentándose en la cama
-Jajaja, ya la voy a llamar para preguntarle si puede. Arriba. Vamos cámbiate que se enfría tu desayuno
-Está bien – se levantó perezosamente de la cama y bostezó - ¿Cuánto falta para las vacaciones Mami?
-Jajaja, faltan algunos meses – reí ante su pregunta que casi suplicaba por un descanso
-¡Ufa! – refunfuñó caminando hasta al baño para lavarse los dientes – Ahora voy a desayunar
-Te espero abajo

Luego de asegurarme que ya no volvería a dormirse llamé a Sophie y ella aceptó encantada cuidarla hasta las siete de la tarde. Ahora solo necesitaba una excusa para que Robert no se diera cuenta. Al instante vino a mi mente, yo quería hacer un curso de algunos meses para aprender italiano y decirle que iba a inscribirme y que por eso Sophie cuidaría a Maia me parecía una estupenda idea. Como sabía que Robert no iba a levantarse garabateé en una nota la rozón por la cual llegaría tarde y le dejé un plato de huevos y tocino junto a la nota. Cuando terminé con eso Maia bajó las escaleras.

-Hola mami – sonrió con su cabello desarreglado y su uniforme del colegio – Huele rico
-Y creo que también sabe así – besé su frente y ella se sentó frente a mí
-Sí, está riquísimo – dijo eufórica luego de morder el primer bocado – ¿No desayunas?
-No tengo hambre. Voy a tomar un café
-Ok

Espero que les guste. :D

Las amo hasta la luna en ponny azul :P

Gracias por leer :)

por **SkaterGirl.** Vie 21 Ene 2011, 9:12 pm

sigueeeeeeeeeeeeeeee

por **joenatik** Vie 21 Ene 2011, 9:51 pm

hola soy nueva lectora
mi nombre es DIANA
t juro k llore con el video y ni hablar de los caps
SIGUELA :P

por Invitado Vie 21 Ene 2011, 11:54 pm

BUUUAAAAH!
ME ENCANTAAAA
Jajaja soy nueva lectora y me llamo Naiara
jajaja y espero que la sigas y PORNTITO!
P.D:Awwww esta novela me recuerda a la canción de "La Berlla y la Bestia" de Porta jajajaj(L)

por Invitado Sáb 22 Ene 2011, 9:50 am

BIENVENIDAS DIANA Y NAIARA!!!!!!!

Que bueno que les guste chicas! Gracias por leer :)

A la tarde pongo un nuevo cap que seguro les va a encantar :D (es mi favorito :P )

Gracias a todas por dejarme compartir esto con ustedes!

LAS AMO!

Huay :love:

por Invitado Sáb 22 Ene 2011, 12:46 pm

Ok Amee El Capp Estuvo Buenisimoo!! Xq La Dejas Asi Mira Que Llamo al ejercitodechanchitostiernosacesinos

(creo que era asi o nuu se bue :P)

Siiguelaa!

por Invitado Sáb 22 Ene 2011, 5:05 pm

Capitulo 4: “No puedo creer que no vi toda esta vista escondida en la oscuridad…”
Parte 1

Después de desayunar con Maia y peinarla para la escuela salimos hacía allí en taxi y avisé que a la salida Sophie la buscaría. Cuando volví a subir al taxi que me llevaría al parque me sentí realmente ansiosa. Miré el reloj, 8:04 am. Faltaban once minutos para la hora que habíamos acordado y luego de tres minutos más de viaje llegué al parque, pagué, bajé del taxi y me dirigí rápidamente hacia la fuente. Me senté en el borde a ver pasar las pocas personas que a esa hora pasaban por el parque. De repente sentí unas suaves manos sobre mis ojos… las reconocería en cualquier parte. Puse mis manos sobre las de él y suspiré, ya podía sentir como el exquisito perfume de sus manos se impregnaba en mi nariz

-¿Quién será? – dije aun sin sacar mis manos de las suyas y con cuidado me paré de donde estaba sentada.
-Un extraño – esa frase me trajo miles de recuerdos… nosotros apenas nos conocimos nos llevábamos bastante mal (nunca supe porque) y en la primera discusión que tuvimos lo llamé extraño. Luego de dos frases más de discusión nos besamos y desde ahí la chica se enamoró del extraño, según Sophie
-Recuerdo a un extraño… - dije recargando mi cuerpo de espaldas sobre el suyo – Era un ladrón – sonreí
-¿Cometió crímenes muy graves?
-Robó mi corazón y huyó sin dejar rastros – quité mis manos de las suyas y volteé mirándolo directamente a los ojos – Hola extraño – sonreí como una niña y sin decir una palabra más él me besó con tanta ternura y amor como la primera vez
-Te amo – dijo acariciando mi cabello
-También yo – él tomó mi mano y sentí como algo más frío que su mano se apoyaba sobre mi palma. Cuando bajé la mirada vi una moneda sobre mi mano y reí suavemente
-Juntos, sin importar nada – dijo para luego tirar la moneda de mi mano y besarme de nuevo
-Para siempre – afirmé con seguridad luego de que nos separáramos
-¿Desayunaste? – me preguntó Joe casualmente
-No, solo tomé un café
-Genial, vamos – tiró de mi mano suavemente y fuimos caminando hasta su auto, al llegar él abrió la puerta para que yo subiera
-Gracias – sonreí para luego acomodarme en el asiento y ponerme el cinturón, él caminó hasta el otro lado del auto y subió en su asiento - ¿A dónde vamos?
-Sorpresa – sentí como el motor se encendía y a los pocos segundos comenzamos a movernos
-No quiero sorpresas… quiero saber a dónde vamos. ¿Es lejos?
-No mucho – en su cara se reflejó una hermosa sonrisa de júbilo mientras se concentraba en el camino. Decidí no preguntar nada más porque sabía que no iba a obtener nada.
-¿Te rendís? – dijo después de unos segundos arqueando sus cejas
-¿Vas a decírmelo? – imité su expresión
-No
-Entonces no voy a insistir más
-Siempre lo hacías
-Maduré – reí ante la contestación estúpida – Bueno en realidad no tanto. Jajajaja
-¿Qué hiciste además de estudiar? – al igual que el auto la conversación giró noventa grados. No sería demasiado agradable hablar de los años en los que lo único que me mantenía viva era mi hija…
-Estudié mucho más de lo que pensás – aseguré – Maia era demasiado buena y tranquila así que estudié sin necesidad de dejarla en ningún lado
-Parece adorable
-Lo es – sonreí
-Quiero saber de ella… ¿Cómo es?
-Maia es… todo lo que soné desde siempre. Tiene un hermoso cabello castaño, igual que el mío. Tiene ojos avellana y unos rasgos muy armoniosos. Realmente tiene cara de muñeca
-Pero… ¿Cómo es ella? – volvió a preguntar. Realmente parecía muy interesado – Ella como persona – aclaró
-Es tierna y… comprensiva, respetuosa. Es muy compresiva. Siempre entiende lo que yo le digo. Le gusta la música. Un día descubrió mi guitarra escondida en mi armario y me pidió que le enseñara a tocar
-¿Tu guitarra escondida? – yo bajé la mirada ante su comentario
-Prometí renunciar a mi parte de artista así como renuncié a lo nuestro – admití – Mandé a Maia a clases de música porque ella insistía y realmente es fantástica
-Fue una decisión muy estúpida
-Lo sé – dije para mí misma – No sé por qué lo hice. Mai es muy alegre y aventurera, es sincera, muy espontanea y cariñosa… No sé que más decirte… para mí es perfecta
-Siempre soñaste con una hija
-Maia es todo lo que soñé y quizás un poco más
-Llegamos – de repente el auto frenó. Me había perdido hablando de Maia y ni me di cuenta de que ya no estábamos sobre una calle de asfalto. Estábamos a unos pocos metros de un bosque que realmente nunca había visto. Si no hubiera sido porque habíamos viajado muy poco tiempo podría haber asegurado que estábamos fuera de California
-¡Wow! Nunca creí encontrar un lugar tan… natural en California – dije mirando por la ventanilla
-Vamos, si caminamos un poco se pone mejor – abrió la puerta y yo repetí su movimiento. Unos segundos después estábamos los dos junto al auto cerrado
-¿Estás seguro de que no va a ser como la vez que nos perdimos en Redwood? – pregunté arqueando una ceja. Nunca había estado tan nerviosa como esa vez… era de noche, estábamos en el medio de la nada era… era casi aterrador
-Admite que fue divertido – rió tomando mi mano – Mucho más cuando esa cerveza empezó a hacer efecto
-¿Estas insinuando que me diste cerveza para aprovecharte de mí? – escandalicé riendo
-No, estabas lo suficientemente consiente como para decir que no sin embargo no lo hiciste
-Está bien… - me rendí – Esta vez y solo esta vez ganaste
-¿Vamos?
-Espera, no respondiste mi pregunta. ¿Estás seguro?
-Sí, estoy seguro

Pasamos un buen rato caminando al final decidió contarme a donde estábamos. Estábamos camino a una playa muy cerca de la reserva natural Point Lobos, al parecer nadie la frecuentaba mucho y eso era evidente ya que la naturaleza parecía casi intacta… ahora, no podía entender cómo habíamos llegado a Camel Highlands en tan poco tiempo. Caminamos algunos metros más y casi caigo rendida ante la belleza de aquel lugar. Era lo más hermoso que había visto jamás, corrijo, lo tercero más hermoso luego de Maia y Joseph (ninguno en primer puesto, ninguno en segundo puesto).

-¿Hermoso no?
-Es… es… increíble… - admití aun sin caer en la cuenta del hermoso lugar que estaba viendo
-Sabía que te gustaría
-Nunca vi nada igual – volví a tomar su mano y una sonrisa recorrió mis pensamientos. Tiré de su mano comenzando a correr hacia el agua - ¡Corre!

Corrimos tomados de la mano los metros que quedaban hasta el agua como si aun fuéramos dos niños yendo por primera vez el mar… Mis pies se enterraban en la arena, el aire salino hacía bailar mi cabello, la dulce música de las olas y nuestras risas llenaba mis oídos y su mano aun sostenía la mía de “esa manera”… esa manera que me hacía amarlo cada día más. Por primera vez en mi vida después de todos esos años estaba en el lugar correcto, con la persona correcta en el momento perfecto. Estaba viva de nuevo…
Cuando llegamos a donde podíamos mojar nuestros pies con el agua espumosa Joe me tomó en brazos y me hizo dar vueltas en el aire dejando que toda esa felicidad escapara de mi convertida en carcajadas suaves

-Te amo – susurró en mi oído unos segundos antes de apoyar mis pies delicadamente sobre la arena
-Te amo – repetí sonriendo y tomé su cuello casi desesperadamente para besarlo

Eso fue suficiente para que nos besáramos como si hubiese sido la primera vez. Había pasión, necesidad, deseo en ese beso pero más que nada había amor… no había nada más grande y fuerte en la tierra que ese amor que podía arrasar con la cordillera de los andes que de a poco nos empujaba a caer en aquella dulce locura de amarnos y tenernos como tanto habíamos necesitado en todo ese tiempo

-Pará… - dije casi sin aliento cuando nos separamos por solo un segundo – Nos vamos…… a caer
-No importa – siguió besándome con esa intensidad que me hacía estar al borde de aquella línea que dividía la locura del sentido común. Había una pequeña voz que decía que me detuviera. Esto no estaba bien yo tenía una hija, un trabajo, mi… todos esos pensamientos coherentes se esfumaron como humo arrastrado por el viento cuando delicadamente empezó a besar mi cuello. Instintivamente me aferre con más fuerza a su nuca deseando que jamás me soltara. Nunca.
-Te amo… - dije con la respiración entrecortada.

CONTINUARÁ........ (? Qué pasará entre Joe y _______ en esa playa solitaria?......... :¬w¬:

Espero que les guste, a mi personalmente me encanta este cap. :D

Las amo muchisimo!

PD: Espero que a Aldii y a sus chanchitos asesinos les guste el cap porque sino me van a terminar matando los chanchitos (?

PD2: LAS AMO HASTA LA LUNA EN UN BARQUITO DE PAPEL DE REGALO (? :drunken:
PD3: No me odien por dejarla ahí :face:

por Invitado Sáb 22 Ene 2011, 7:23 pm

A mi y A Miis Chanchiitos

Noo Noos Gusto El Cap!... NOOS ENCANTOO!! :D Como Lo Dejas Ahii Mis Chanchitos See Estan Enojandoo!!

Yoo Solo Digo!! Jajajajajjaja

Seguila!!!!!

See Tee Quiere MUCHO! y Besoos

Aldii

por Invitado Dom 23 Ene 2011, 1:42 pm

SIGUELA!
ME ENNCANTA!

por **Julieta♥** Dom 23 Ene 2011, 4:34 pm

me encantaaaaaaaaaaaaa
ya quiero saber qu epasa en la plya jijiji
siguelaaaaaaaaaaa y pronto si no le digo a aldi que te meande los chanchitos jajajaja
besossssssssss

por Invitado Dom 23 Ene 2011, 4:46 pm

sigue!

por Invitado Dom 23 Ene 2011, 9:11 pm

Capitulo 4: “No puedo creer que no vi toda esta vista escondida en la oscuridad…”
Parte 2

Dejé que mis manos pasearan despreocupadas por debajo de su camisa y terminaran perdiéndose en su perfecta espalda mientras él, aun besándome, comenzaba a levantar delicadamente mi remera. No me había dado cuenta de que ya no estábamos en el agua hasta que sentí como mi espalda se apoyaba sobre la arena húmeda que el mar apenas alcanzaba a acariciar con algunas olas. Después de varios minutos de dulces caricias y besos nuestra ropa terminó decorando aquella arena virgen que nos rodeaba mientras nos seguíamos acariciando con una mezcla de amor y desesperación. No hacían falta palabras, cada vez que nos mirábamos a los ojos era como si pudiéramos estar compartiendo todo lo que sentíamos. Sin ningún tipo de apuro pero aun con la característica desesperación que sentíamos por tenernos después de todos esos años terminamos los dos desnudos sobre aquella arena mientras de vez en cuando la espuma de mar alcanzaba a mojarnos solo un poco. Seguimos acariciándonos con frenesí mientras disfrutábamos de las hermosas sensaciones que sentíamos estando juntos. Me sentía realmente viva. Como si mis problemas no existieran, como si estuviéramos solos en el mundo, como si pudiera volver en el tiempo y evitarme a mi misma perderlo… como si nunca lo hubiera perdido.
Esa mañana aquella playa solitaria de California fue testigo de cómo después de casi ocho años volvíamos a entregarnos el uno al otro dejándonos llevar por aquella indescriptible mezcla dulce de amor, pasión y locura. No recuerdo otro momento tan perfecto como aquel en toda mi vida.

-Te amo… - susurré aun recostada sobre su pecho – Gracias por dejarme ser parte de tu vida
-También te amo – dijo mientras acariciaba mi cabello – Sos perfecta
-No lo soy – cuestioné levantándome solo un poco para mirarlo a los ojos y acaricié suavemente su mejilla
-Para mí si lo sos
-Amo esto – cerré los ojos sintiendo como una ola nos mojaba un poco y luego se retiraba de nuevo – Me quedaría así para siempre
-¿Qué te detiene?
-No quiero pensar en eso ahora. Quiero que disfrutemos de nuestra mañana juntos ¿sí?
-Lo que quieras hermosa
-Nunca me hubiera esperado esto – admití volviendo a recostar mi cabeza en su pecho desnudo pudiendo sentir aquella hermosa melodía que producían los latidos de su corazón - ¿Cómo se te ocurrió traerme a un lugar así?
-Sabía que te iba a gustar más conocer un lugar hermoso en donde estuviéramos completamente solos que ir a desayunar a algún lugar en Los Ángeles – comenzó a dibujar pequeños círculos con sus dedos en mi espalda acariciándome tiernamente
-Al parecer no has cambiado mucho… Sigues sabiendo cómo hacer para que cada día te ame más – cerré los ojos disfrutando de la felicidad que me producía la situación
-Soy feliz al lado tuyo. Me gusta hacer todo lo posible para que estés bien, para que te sientas así como ahora – sus palabras me erizaron la piel y volví a levantar mi cabeza para mirarlo a los ojos
-También soy feliz al lado tuyo – sonreí para luego besar sus labios – Muy, muy feliz
-A veces, cuando me mirás con esos ojitos brillantes y las mejillas rosadas me olvido de que pasaron siete años y siento que seguimos juntos como antes. Como si nunca nos hubiéramos perdido
-Nunca me perdiste – dije sinceramente – Siempre te amé y te voy a amar el resto de mi vida. Lo prometí y no pienso hacer algo diferente a eso
-Lamento mucho haber cometido tantos errores
-Volviste y eso es lo único que importa, el resto es pasado y allí se tiene que quedar. Me salvaste de la locura que estaba viviendo. Me convertiste en una persona feliz de nuevo – besé sus labios de nuevo embriagándome de su dulce gusto a caramelo

Pasamos algunos minutos más así, abrazados recostados en la arena y después nos levantamos y vestimos para ir a caminar un poco. El lugar me sorprendía cada vez más con su imponente belleza y cuando comenzamos a tener hambre Joe me dijo que lo esperara mientras iba a su auto a buscar el almuerzo. Me senté junto al mar llevando mis rodillas hasta mi pecho mientras sentía la dulce briza salina… de repente el ruido de mi celular rompió mi tranquilidad y lo saqué de mi cartera para atender, era Sophie

-Hola Sophie – sonreí atendiendo el celular
-¡_____! – casi gritó aliviada – ¡No me contestabas! ¿Qué pasó? ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Con quién estás?
-¡Tranquila nena! No pasó nada, no escuché que sonaba el celular estaba lejos. Estoy bien. Estoy en la playa con Joe. Creo que eso contesta todas tus preguntas
-¿En la playa? ¿En qué playa?
-Estoy casi en Point Lobos. Me siento en el medio de la nada – reí – No hay nadie
-¡Ah! Ya sé porque me escuchaste entonces… - rió comprendiendo exactamente por qué no le contestaba – Bueno, te quería preguntar cómo hago con Mai
-Pasala a buscar por la escuela a las cuatro y llevala a algún lado o a tu casa no sé yo en un rato te aviso cuando vuelvo
-Bueno, ¿Ella sabe?
-Sí, le avisé esta mañana y a Robert también
-Ok, tratá de no perderte y avisame cuando volvés. Después me contás TODO – rió
-Sí ¡Muchas gracias amiga! ¡Sos la mejor!
-Sí, sí, soy la mejor… Te dejo tranquila con tu querido extraño. Mandale saludos
-Ok, te amo amiga un beso
-Bye te quiero
-Yo más – después de decir eso corté el teléfono y lo guardé en mi cartera de nuevo y seguí esperando. Cinco minutos después sentí sus manos en mi cintura y un pequeño beso en mi hombro
-Volví – sentí como sonreía sobre mi piel
-Te extrañé – reí y volteé para besar sus labios
-¿Me parece a mí o estás muy cariñosa hoy? – sonrió acariciando mi espalda
-No sé, pero extrañé mucho que estuviéramos juntos
-¿A qué hora tenés que volver? – mi felicidad de esfumó de repente. Claro, la parte mala del cuento era que tenía que volver a casa
-No sé… Maia sale del colegio a las cuatro y… Sophie la va a llevar a algún lado. Me dijo que después le avisara a qué hora iba a volver
-Son las once. Todavía tenemos tiempo. ¿Querés que comamos antes de seguir? – preguntó poniendo frente a mí una canasta que al parecer tenía comida
-Sí, comamos pero ¿Seguir? ¿Qué vamos a hacer después?
-No sé, caminar, ir al mar… - se encogió de hombros y abrió la canasta para almorzar

Almorzamos juntos entre risas y caricias y luego seguimos caminando por la playa hasta pasado el medio día. Pasamos el resto del día caminando y mojándonos un poco con el mar hasta que en un momento el juego perdió su inocencia y terminamos estando juntos de nuevo sobre aquella arena húmeda. Fue el mejor día de mi vida, pero cuando se hicieron las cinco y media de la tarde tuvimos que acabar con aquel sueño y volver a casa…

-Voy a llamar a Sophie para avisarle que ya vamos – dije apenas me senté en el auto y saqué mi celular
-______, ¿Estás bien? – lo miré y negué con la cabeza
-Todo estaba tan bien y… me pone mal que tengamos que volver
-¡Hey! – me levantó suavemente la cara – Esto se va a repetir ¿Si? Vamos a seguir juntos sin importar nada… mirame – lo miré a los ojos – Te amo y no importa nada vamos a seguir estando juntos como siempre. Dale, sonreí un poquito y dame un beso ¿Querés?
-Sí – sonreí y me acerqué a él para besar tiernamente sus labios – Voy a avisar que ya vamos
-¿_____? – dijo Sophie del otro lado de la línea después de que sonara dos veces
-Hola Sophie, estamos saliendo para allá ¿Cómo está Mai?
-Está todo bien. Nosotras estamos en casa haciendo una torta así que los esperamos con una rica torta de chocolate calentita – rió ella y pude escuchar las risitas de Maia en el teléfono
-Me encantaría pero no creo que sea lo mejor que Maia esté con Joe – dije algo triste
-¿Por Robert?
-Sí – suspiré triste – Por eso… Bueno, espérenme que yo en un rato estoy ahí. Te quiero mucho Sophie, gracias por todo
-De nada, cualquier cosa llamame
-Sí, gracias Sophie, bye – corté el celular y lo guardé pensando en la extraña situación. Como me hubiera gustado que llegáramos a la casa de Sophie y merendáramos como si fuéramos una familia… como si Robert nunca hubiera aparecido y Maia fuera la hija de Joe… todo estaría tan bien…
-¿Qué te dijo? – preguntó Joe mirando el camino de vuelta a casa
-Están haciendo una torta en la casa de Sophie
-Te dijo algo que te hiso poner mal – esa no fue una pregunta. Me conocía demasiado
-Me preguntó si queríamos ir los dos a comer esa torta a su casa con Mai – me rendí – No creo que sea bueno que estés con Maia. Seguro le vas a caer bien y ella es muy charlatana así que apenas lleguemos a casa le va a decir algo a Robert y se me va a armar un desastre
-Bueno, no estés mal… las cosas van a cambiar ya vas a ver. Va a estar todo bien
-Sí, va a estar todo bien – sonreí – Te amo
-Yo también princesa, yo también

El resto del camino me concentré en la ruta tratando de memorizar el camino de vuelta a casa y en cuarenta minutos estuvimos en la puerta de la casa de Sophie. Había llegado ese momento que no quería que llegara… teníamos que despedirnos

-Tengo el lunes libre. Veámonos, hagamos algo como hoy ¿Querés?
-Te llamo el domingo ¿Sí?
-Ok. Te amo… gracias por todo, fue fantástico – besé suavemente sus labios
-Te amo princesa, no me agradezcas nada
-Bueno… nos vemos – quité el seguro de la puerta y antes de salir volví a besarlo

Bueno, es tarde pero ahí está la segunda parte. Que bueno que les haya gustado la anterior y espero que esta también les guste!

Las amo hasta el cielo en una nubecita lila (? SON LAS MEJORES!

Gracias por leer!

Huay (:

por Invitado Lun 24 Ene 2011, 7:18 am

siguiente..!

por **SkaterGirl.** Mar 25 Ene 2011, 6:13 am

sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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