Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.

por **SCARLET.** Lun 17 Jun 2013, 12:56 pm

Capítulo 3

Ese día llegue más temprano de lo normal, no había llegado nadie del salón en donde estudiaba salvo por Zayn que estaba sentado en unos bancos que quedaban cerca de la entrada del instituto. Me despedí de mi papá con la mano y hasta que no entré por completo no se fue.
Ayer en la noche me dijo que de ahora en adelante no iba a buscarme, tuvimos una breve discusión por eso, no quería tener la necesidad de pedirle la cola a Niall o ir en camioneta, ya estaba acostumbrada a el carro de mi papá y lo de ayer fue solo la salvación de no quedarme varada en medio de Bradford.

Me acerqué a él de manera amistosa y noté como su cabeza se movía lentamente, fue cuando mis ojos notaron que tenía los auriculares puestos, para ser divertida se los quité. Sabía que iba a protestar por eso, pero en cuanto me vio dio a relucir sus dientes en una sonrisa traviesa.

–¡Hey! ¿Cómo estás?

–Muy bien, gracias de nuevo, no sé que hubiera hecho sin tu ayuda.

–No es nada, se llama ser amable.

Le regalé una sonrisa y aparté mi mirada de la suya, era necesario aprender a no mirarlo tan seguida, porque sino caía en la desconcentración para hipnotizarme ante sus ojos, era extraño aquella sensación que se producía dentro de mí, pero por alguna indiscutible razón me gustaba y eso me molestaba, no quería que él pensara que era débil ante él.

Sin embargo era imposible no mirarlo, tarde o temprano volvía a caer, levanté mi mirada y al voltear lo vi observando hacia al frente, sonreí por la manera seria en la que se veía, luego giró su cabeza hacia mí y allí nos quedamos escasos 5 segundos mirándonos que para mí fueron como una eternidad.

–Creo que deberíamos conocernos más –rompió el silencio incómodo que predominaba en el lugar.

–¿Quieres comenzar las preguntas?

–Como quieras.

–Comienza tú –reí por debajito.

–¿Edad?

–14 ¿y tú?

–16 –mis ojos se pusieron en blanco y el prosiguió–: Mis padres me inscribieron tarde en la escuela y repetí el primer año de preparatoria.

–Ya me parecía extraño verte en moto, aunque… igual eres pequeño –una breve confusión se alojó en mi mente.

–¿Para qué existe el dinero? –Al primer momento no lo había captado, pero luego comprendí que se trataba de manipulación, de su bolso sacó un carnet de identificación, que al tenerlo en mis manos me percaté de que era falso, entonces comprendí como era que él manejaba las cosas.

–Eres muy listo a decir verdad.

Mi amiga Aída llegó junto a Cheryl, me extrañó que Niall no estuviera con ellas, se acercaron a mí y me saludaron. Para no parecer descortés les presenté a Zayn, la primera en saludarlo fue Aída que amablemente estrechó su mano, por parte de Cheryl solo se escapó un simple ‘hola’ de clara molestia. Me sentí muy incómoda por lo sucedido, porque con el poco tiempo que se suponía que conocía a Zayn, podría casi jurar que su actitud le había irritado.

El silencio volvió a ser incómodo y decidí levantarme del sillón, me despedí del moreno mientras subía al salón con mis amigas. Cuando ya íbamos por el ascensor agarré a Cheryl del brazo.

–¿Por qué eres tan grosera?

–No me cae bien –dijo secamente mientras gruñía por dentro, Aída nos miró a ambas con cara de sorpresa y las puertas del ascensor se cerraron. No quise pelear al respeto, ya que con ella era caso perdido, nunca me daría la razón y ya estaba en cierta parte acostumbrada.

Llegamos a nuestro destino y al entrar el salón estaba solo de alguna manera, ya que tan solo dos chicas y un chico se encontraban, no eran del grupito de Zayn, eran otros que se las pasaban apartados de los demás.

Eso me hizo sentirme mal porque ya era el 3er día de clases y apenas había podido tener una especie de relación conocido-amigo con Zayn. Cuando me senté en el pupitre –esta vez en la primera fila– y me volteé hacia mis amigas que se habían sentado tras de mí quise decirles lo que me preocupaba.

–Creo que deberíamos interactuar con los demás.

–Yo no –replicó Cheryl–, esta gente no es de mi tipo.

–¿Y cómo es tu tipo? –Aída levantó los brazos burlándose de Cheryl y yo solo pude soltar una risa.

–No me agradan por los momentos y punto.

– Si se llamaran Liam –digo e instantáneamente su mano se poso sobre la comisura de mis labios apretándolos fuertemente, con su mirada me decía que iba a matarme por haber nombrado al castaño. La mirada de una de las chicas que estaba en el salón se clavó fijamente sobre mí.

–Luego hablamos sobre esto –me miró molesta y el sentimiento de culpabilidad invadió mi mente.

El bullicio se sentía cada vez más cerca, desconcentrándome del dibujo que recién empezaba a plasmar en la última hoja de mi cuaderno. Era el gran grupo del salón riéndose y saltando de un lado al otro y como era de suponerse, allí estaba él. Me hice la desinteresada y continué dibujando, pero de soslayo lo miraba, podía casi percibir que estaba sonriendo. Por inercia sonreí yo también.

Ese día lo pasé bien, fue diferente, las clases fueron variadas y ya comenzaron a mandar tareas, por los momentos todo era fácil, claro.

Al llegar a casa me conecté a la laptop y vi si tenía nuevas notificaciones en Facebook, al ver que no había nada la pagué aburrida, me fui a mi cuarto para descansar un rato, ya se podía decir que llevaba un mejor trato con el chico de la moto, luego de que culminara el receso me presentó a todos sus amigos del grupo y se podrían decir que eran agradables, me reí varias veces con ellos y de vez en cuanto mi mirada se perdía junto a la de él. Mi amiga Cheryl estuvo totalmente apartada del grupo y Aída no entró a la clase ya que tenía que resolver un problema con Niall, cosas de novios, o mejor dicho, cosas de ellos.

Aunque no quería tuve que aceptar venirme con ellos, no podía tener la confianza de pedirle a Zayn que me trajera de nuevo, además apenas y lo conocía.

Miré fijamente hacia el techo preguntándome si era cosa del destino haber quedado en ese instituto, la gente no era tan seria como pensaba al principio y eso me agradaba, quizás al final del curso, cuando todos nos graduemos estaremos unidos como una familia, o algo parecido, tal vez Cheryl sea novia de Liam y en esos momentos esté integrada al grupo, tarde o temprano va a terminar por hablarles, ella es una chica social, a pesar de ser odiosa, siempre sabe como interactuar de la manera adecuada ante los demás.

Mis ojos se fueron cerrando lentamente sumergiéndome en mis pensamientos.

Realmente no sabía el lugar exacto en el que me encontraba, lo único que lograba comprender es que era totalmente desconocido, por los momentos era oscuro y poco a poco se fue aclarando formándose el paisaje, había arbustos de color verdes intensos y un gran parque de flores al fondo, mis pies se dirigieron hacia dicho lugar y el sol hizo efecto en mis mejillas, calentándolas extremadamente.

Mi oídos agudos hicieron que girara mi cabeza, al pie de un árbol estaba un chico con una guitarra y un sombrero, no podía distinguir bien su cara, pero por curiosidad de saber de quién se trataba me acerqué hacia él y cada vez que estaba más cerca distinguía su voz, no me parecía familiar, en lo absoluto.

Dejó de tocar la guitarra y me miró, una sonrisa se formó en su rostro y me invitó a que me sentara junto a él, asentí tímida y continuó con su toque de guitara mientras yo jugaba con mi cabello, fue cuando me di cuenta de que tenía un vestido floreado y cuando mire mis brazos noté que eran pequeños, como los de una niña. Volteo de nuevo hacia él y también era un niño, ya no quedaba rastro del chico que estaba hace unos instantes allí. Me preguntó si quería jugar conmigo y acepté, tenía los ojos de color ámbar, eran muy hermosos y su sonrisa era una agradable vista para mis ojos.

De repente ya no tenía la guitarra y me tomó de la mano para correr por toda la extensa pradera, me pidió que fuera contando mientras él se escondía y yo me puse junto a un árbol a hacer lo que me pedía, mi cabeza se apoyó en mi hombro y empecé con el conteo. Me sorprendió dame cuenta que al voltear no había ningún rastro de él, vaya que era rápido en este juego.

Grité diciendo que iba a encontrarlo cuando escuché de fondo la voz de mi padre. Esa voz se fue haciendo cada vez más dura y sus brazos sujetaron mis hombros, gritándome.
Estaba asustada y el no dejaba de moverme.

¡Vamos Emma! ¡Despierta!

Abrí los ojos y me paré rápidamente de la cama, me fui al baño y me metí en la ducha, el agua estaba fría pero no me importaba, me había quedado por completo dormida e iba llegar tarde al instituto si no me apuraba, por eso mi papá me estaba gritando, porque de seguro tenía prisa por llevarme.
¿Cómo pude haberme quedado dormida por completo? Seguí de largo como si nada, como si jamás hubiese dormido en mi vida.

Lo que más me extrañaba era aquél sueño, los rasgos de aquél chico eran como los de… mi compañero, pero entonces si mis dudas eran ciertas, quería decir que había tenido mi primer sueño con él, ya va ¿primero? ¿Es que habría más? Eso no lo sabía, por los momentos mi cabeza era un mar de confusiones por la extraña razón de que aquél chico y yo de igual manera, cambiáramos el aspecto a unos niños y luego la interrupción de mi papá que no me ayudó para nada a saber cómo continuaría aquel raro sueño.

Luego que salí de la ducha abrí medianamente la puerta y me asomé a ver si mi padre seguía allí. Al ver que ya no estaba me apresuré en salir y cogí una ropa del armario. Me maquillé y salí a la sala.

Quedé estática cuando vi a Josefa sentada en el comedor.

–¿Y esa pinta? ¿Para dónde vas tan bonita? ¿O pensabas que te iba llevar hacia algún lado? –Miro el relój que estaba colgado en la pared y me quedé sorprendida por la hora, eran los ocho, fruncí el ceño y mi mamá soltó una carcajada, no me había quedado dormida de largo, era de noche y yo pensaba que era de día.

Menos mal que mi instituto no tenía un uniforme, sino fuera hecho más el ridículo ante mi familia y mi amiga, que era casi una de ellas.

–Qué tonta –exclamé y me pegué en la frente.

–Yo me imaginé que habías supuesto eso…

Intervino mi padre pero me precipité a replicar. –¿Entonces por qué no me dijiste?

–No me diste tiempo Emma, saliste corriendo al baño –todos se rieron y no me tocó más remedio que reírme también.

–¿Quieres subir al cuarto? –Le pregunté a Josefa.

–Tus padres me invitaron a comer –dijo risueña.

La cena transcurrió lenta mientras todos hablábamos, mi hermana fue la primera en devorarse su plato y por último –algo que no era de extrañarse– Josefa, siempre se quejaba porque todos comían muy rápido. Cuando decía esto yo simplemente le contestaba que era ella la que comía excesivamente lento, fregamos los platos y subimos a mi cuarto.

Estábamos planeando para ver qué hacíamos el fin de semana, me contó que su novio quería ir un antro pero entonces le recordé que éramos menores de edad ya que a diferencia de su novio no éramos unas viejas, se rió mientras me daba un leve golpe por mi comentario.

Comprendió lo que decía, pero no se le quitaban las ganas de ir a aquel lugar.

–¿Y dónde queda el antro? –Pregunté.

–En Bradford.

La miré por un instante y luego mis palabras analizaron aquel nombre. Bradford, sonreí y recordé cuando me monté en su moto y amablemente me había traído hasta mi casa.

–¿En qué piensas?

–¿Ah?

–Vamos, no puedes engañarme, sé que piensas en algo.

–Hablamos después –me fui de la casa insegura, no sé por qué mi actitud, pero en esos momentos no quería hablar de nada.

Cuando llegué a mi cuarto me aplasté en la cama, lo malo era que por más que intentaba coger el sueño no podía, era como si quisieran que me quedara despierta para tener mi mente pensando en algo que evidentemente no quería.

Me movía de un lado al otro y creo que la última opción que me quedó fue agarrar las auriculares que todavía se encontraban dentro del bolso y puse mis baladas a todo volumen, así despejaría un poco la mente y podría relajarme.

Miré la hora y me di cuenta que eran casi las 9 de la noche, a esta hora ya tenía que estar durmiéndome para al siguiente día poder levantarme temprano, no era de las que se quedaba dormida y no iba a clases, sino que iba a descansar poquito y ni quería tener mal aspecto cuando fuera al instituto.

Poco a poco mis ojos se fueron cerrando mientras con el ipod en la mano me fui quedando dormida y de ahí no supe más…

Las horas pasaban y ya quería irme de clases, ese día había sido aburrido y sin gracia, interactué más con los del grupito –así les puse– y mis amigas se unieron a nosotros, pero no fue nada interesante solo breve charlas y la verdad, yo sabía por qué me sentía así. Fue raro ese día haber llegado temprano y no encontrarlo en el banco de la entrada con sus auriculares puestos y moviendo el cuerpo al son de lo que estuviera escuchando, fue raro entrar a clases y que no estuviera haciendo chistes con todos los demás, fue incluso hasta raro que cuando sonó el timbre de salida y me fui con Niall y Aída no lo vi montado en su moto, como siempre.

Estaba algo aburrida y se me notaba en el rostro, Aída me preguntó qué me pasaba y yo solo negué con la cabeza y me acosté en el asiento del carro, ella estaba haciendo de copiloto, por tal razón tenía toda la parte de atrás para mí sola. Quise despejar toda la mente pero no podía, me acostaba admitir que el día no había sido lo mismo sin su presencia.

Al día siguiente, un viernes, fue de igual manera, no asistió a clases y eso me preocupó ¿será que se había retirado? ¿Y si estaba enfermo? ¿Y si solo era un vago que le daba flojera ir a clases los jueves y viernes? No lo sabía, aunque podía asegurar que todos los del grupito no se divertían tanto como cuando estaba él, los chistes de ellos no eran nada comparados con los de él.

De alguna manera u otra extrañaba su sonrisa cuando yo decía algo estúpido o la manera en la que a veces nuestras miradas se encontraban haciendo que yo me intimidara por completo, era raro que extrañara lo último, ya que cuando pasaba eso solo quería que me tragara la tierra y a la vez que no me dejara de mirar.

Odiaba esa sensación.

Esa vez a la salida Cheryl quiso irse con nosotras, no hacía otra cosa que hablar de Liam y yo la veía satisfecha, mientras Aída también compartía los momentos compartidos con Niall, este sonreía sin aparatar la mirada de la vía. Me sentía feliz por ellas, aunque por dentro no estaba tan interesada en la conversación, ya que mi mente se definía en qué le habría pasado a Zayn, realmente eso me tenía distraída.
Cheryl se había dado cuenta de que algo no estaba bien en mí y me dirigió una mirada despectiva, yo sabía que ella no le caía para nada Zayn y con esa mirada me confirmó que se había dado cuenta que estaba tan afligida por su falta al instituto.

Llegamos primero a mi casa como era de costumbre y salí del auto, iba caminando a la puerta del edificio cuando me di la vuelta para decirle algo a las chicas, por suerte Niall no había arrancado. Caminé de nuevo en dirección hacía a ellas y les comenté lo que me contó Josefa del fin de semana, Cheryl no puso peros en aceptar y Aída le dirigió una mirada a Niall para ver si este aceptaba, era muy controlador, bueno ambos, y lo más probable es que fueran juntos, pero Niall tenía que hacer algo ese día. Es por eso que Aída lo miraba como si le estuviera pidiendo permiso, bueno, realmente eso era lo que estaba haciendo.

Con un quejido aceptó dejar ir a su novia sola y yo les sonreí. La verdad yo no sabía que les iba a decir a mis padres, no sé por qué las invité si ni siquiera estaba segura de que a mí me iban a dejar.

Pasé al edificio y luego entra a mi casa, no había nadie y eso me gustó. Prendí la tv y me quedé viéndola un rato.

No me percaté lo dormida que había quedado cuando desperté en mi cama, supongo que mi padre me llevó. Era ya de noche y lograba conciliar sueño, así que bajé para comer algo, quedaron patatas fritas, las calenté y luego las serví en un plato, me llevé la salsa de tomate y regresé a mi cuarto. Prendí la pc mientras me llevaba una papita a la boca, no estaban tan duras pero eran ricas y saladas como me gustaban.

Revisé mi Facebook de arriba abajo y tenía una notificación, era de Rachell, sentí una leve tristeza porque ella se fue sola a otro instituto y todo porque sus padres no quisieron que estudiara más conmigo y las demás, eso me molestaba.

Cuando abrí la notificación me llegó una nostalgia terrible, había subido una foto de mi anterior colegio y salíamos todos los que estudiábamos abrazados, ese día había sido el mejor todo el año escolar, fue en segundo año, lo recuerdo exactamente. Estaba abrazada a Aída, mientras está hacía una cara loca, las de atrás sacaban la lengua, otra solo sonreían al igual que algunos chicos, y otros estaban más serios. Pero al fin y al cabo era uno foto en donde salíamos todos.

“Primera semana de clases y ya lo extraño, desearía haber podido graduarme con ustedes”

Una lágrima solitaria se escapó hasta rodar por mi mejilla y con la mano la sequé al instante. Al igual que ella yo también quería graduarme con ellos.
Seguí comiendo un rato más y luego llevé los platos, me quedé como media hora fregando más y me decidí llamar a mi amiga Rachell, me pregunté qué horas serían para que mis padres y mi hermanita no estuvieran en la sala.

Me asomé al comedor y el reloj de pared marcaba las diez de la noche, abrí los ojos sorprendida ¿qué tanto podía dormir yo? Eso había sido demasiado, mi record. Lo que me extraña es que mi padre no me haya querido levantar, quizás porque es viernes y quiso que descansara todo lo de la semana.

Deberían comprenderme, no estaba acostumbrada a estudiar tan lejos y sumándole al tráfico que a veces se formaba que te daba un dolor de cabeza terrible, además no me gustaba mucho la comida del instituto, era como sin sabor. De igual manera mis padres decían que yo era mi maniática con la sal, pero cualquier persona que probara esa comida apoyaría mi opinión.

La única manera que me comiera los pastelitos de carne era echándoles salsa algo picante y así tenían por lo menos algo de sabor, así me picara la boca. Para eso tenía el agua que me calmaba.

Cogí el teléfono de la sala que estaba junto al mueble y me senté, me sentía satisfecha por el simple hecho de que era inalámbrico ya que así podría trasladarme a todos lados con él y hasta poder estar acostada hablando.

Mientras esperaba a que me contestara miré mis uñas, estas necesitaban un color, creo que era mejor que le pidiera a mi mamá que me comprara una pintura de uñas, lo necesitaba. Cuando esta me contestó le dije sobre la foto que había subido, nos quedamos un rato hablando y riendo acordándonos de todos los buenos momentos que habíamos pasado como salón, dijo que al final de este año escolar teníamos que hacer un reencuentro a juro y yo asentí, me hacía feliz el saber lo unido que somos, o que éramos.

En el nuevo salón es diferente, no tenemos esa confianza todavía, pero a lo mejor es porque nos estamos conociendo, aunque nada se va a comparar la confianza que se agarra cuando has estudiado con esa persona desde que eran pequeños, nada. Creces con ellos y te acostumbras a sus mañas.

Duramos como una hora hablando de lo mismo hasta que al final terminé mencionándole lo del antro, al igual que las demás aceptó, ahora tocaba saber qué excusa le inventaría a mis padres. Rachell me ayudó y me dijo que era mejor que le avisara que habría pijamada donde Aída, la mamá de esta era muy agradable y podría cubrirnos, me gustó la idea pero obvié lo de la mamá de Aída, no quería meterla en problemas si ocurría un problema con mi papá.

La conversación estuvo larga y ya no sabía qué hacer para matar el tiempo, ir a mi cuarto y dormir, supongo…

Me desperté con el primer rayo de luz solar que se asomó por la ventana, fui parpadeando lentamente mientras lograba enfocar la vista, todo el cuerpo me dolía y supuse de lo mucho que había dormido, creo que fue demasiado para un solo día. Pero eso era bueno. Cuando fuera al antro hoy en la noche tendría las fuerzas suficientes para amanecer tranquilamente junto a mis amigas.

Me paré para ir al baño a realizar mis necesidades básicas, me sentía completamente destrozada como si fuese dormido toda mi vida, cuando me levanté de la cama sentí como los huesos de la mano me tronaron al estirarlos forzadamente, bostecé y me restregué los ojos para activar mis energías.

Una vez que hube terminado de utilizar el baño me fui a la sala y solo me encontré con mi madre preparando todo para irse al trabajo, los únicos días que tenían libres eran los Domingos, es decir, mañana mismo. La saludé con un beso en la mejilla mientras le daba el ‘Buenos Días’, estaba muy contenta y eso me hizo sentir satisfecha.

Mi hermana pequeña, Arianna, estaba plácidamente comiendo y yo me uní a ella cogiendo lo que mi mamá me había dejado en la cocina.
No pasaron ni tres minutos cuando mi mamá ya estaba abriendo la puerta para irse al trabajo, antes de que se fuera le pregunté si mi padre iba llegar temprano, entonces ahí enfrentarme con la mentira no tan mentira. Respiré profundamente para lo que iba decir con cuidado de no dejar ninguna sospecha.

– Estaré con Aída esta noche, bueno si me dejas, tenemos tarea –quise añadir algo más a lo que tenía pensado decir–: y lo más probable es que se nos haga tarde…

– ¿Me estás pidiendo que te deje quedarte en su casa? ¿O me equivoco? –Me interrumpió alzando las cejas levemente esperando una respuesta de mi parte, que ella conocía perfectamente, solo asentí con un leve movimiento de cabeza.

Examiné su rostro por varios segundos, me mordía los labios, nerviosa, no es que ansiaba con ir a ese antro, pero es que ya había invitado a Aída, Rachel y Cheryl… Cheryl ¿qué haría Cheryl si cambiara los planes a último momento, si le dijera que mi mamá no me dejó ir y ella tendría que quedarse con las ganas? Sabía que no iba a reaccionar de la mejor manera, ella odiaba más que nada que la dejaran embarcada, aunque también existía la posibilidad de que fuera tranquilamente con Aída y Rachel sin mi presencia, pero no trataba muy bien a Josefa –de hecho, mi vecina ni la tragaba– y ella era la principal de todo esto.

Todavía seguía mirando a mi madre que con un gran suspiro movió la cabeza afirmativamente, sonreí de oreja a oreja a la vez que el corazón me daba un vuelco de felicidad, pero no quise demostrarla mucho porque… ¿quién se emocionaría tanto por hacer tarea? Exacto, nadie. Salvo alguien que tuviera ciertos problemas.

Se despidió de ambas y trancó la puerta, mi hermana me miró con complicidad, como si me estuviera rogando con aquellos pequeños ojos que hiciera algo por ella, algo que quería, pero que a mi mamá no le iba a gustar para nada. Seguí comiendo tratando de ignorar aquella cara que cada vez se hizo más inocente hasta tal punto que no soporté y dije entre dientes:

– ¿Qué quieres?

– Es que tengo pensado en regalarle algo a mis padres, un detalle bonito, me quedé hablando hasta tarde con mi mamá ayer porque no podía dormir, tenías que verme Emma, estaba muy asustada. Tuve una pesadilla de lo más horrorosa…

– Ve al punto –repliqué impaciente. Mi revoltosa hermana prosiguió con su plan.

– Me contó que la otra semana cumplía otro año de casada junto a mi papá y nunca nos preocupamos por ellos Emma, quiero darles un lindo detalle.

Arianna sabía más que nadie que no solía ser muy expresiva, pero cuando se trataba de darle un pequeño detalle a mis padres apoyaba en lo que fuera, además se lo merecían por todo, ellos iban a pensar que hoy estaría en casa de mi amiga Aída cuando en realidad estaría en un antro, siendo menor de edad, demasiado diría yo, y en un lugar muy lejos a donde vivía, pero muy cerca de donde estudiaba.

– ¿Qué opinas Emma? –Me preguntó al darse cuenta que me había dejado sumir por mis extensos pensamientos, carraspeé un poco antes de hablar ya que sentía que todavía tenía un pedazo de lo que comía en la garganta.

– Está bien –dije sin más y continué comiendo.

Sin pensarlo ya era de noche y mi papá llegó antes de lo que yo pensaba, el trabajo de taxista lo agotaba mucho, casi siempre llegaba muerto de cansancio a la casa. Tuve que hacerle la cena a todos y acostar a mi hermana en su cama, acompañándola hasta que se quedara dormida, tenía apenas unos 7 años, me encantaba lo angelical que se veía respirando, su pecho se hundía y se elevaba lentamente, como si estuviera en un estado completo de serenidad. Sus ojos cerrados y su cabeza a un lado me causaban ternura, entonces me di cuenta lo mucho que la amaba a pesar de las peleas constantes. Supongo que era la diferencia de edad.

Aunque había una verdad clara y absoluta, todos los hermanos pelean y esa es la ley más cumplida.

– Te quiero –susurré en su frente y apreté fuertemente mis labios para dejarlo un cálido beso. Luego salí.

Estaba pasándome por última vez el labial y me miré en el espejo antes de salir. Me despedí de mi mamá y me fui en la camioneta, eran apenas las 8 de la noche y tomé una camioneta para que mi mamá me viera.

Cuando estuve a cinco cuadras de mi casa me bajé, pude ver a mi amiga Josefa montada en el carro de su novio, los saludé con la mano y me acerqué a ellos. Supe que Rachel iría aparte con Aída y Cheryl.

Me monté en el carro, tenía tiempo que no veía a Harry, como un mes… quizás. Lo saludé con una gran sonrisa y él hizo lo mismo. Se veía bastante entusiasmado al igual que mi amiga y eso me alegraba.

– Estás bonita –dijo Josefa luego de unos breves minutos.

– Tú igual.

Y no estaba mintiendo por devolverle el cumplido, era la verdad, su gran cabello liso le brillaba más que nunca y como estaba vestida de un vestido azul intenso le lucía, arriba de este vestido tenía una chaqueta negra, una perfecta combinación.

Yo por mi parte, estaba vestida sencilla, no quise acicalarme mucho para que así mi madre no se diera cuenta del total engaño.

Le agradecía a Dios que ella no era de aquellas madres que llamaban a la casa de donde se quedaban sus hijas porque si no estaría frita.

El bullicio era gigante, había gente por montones haciendo la cola para entrar al antro, muchos se quejaban por no conseguir el pase y yo me puse nerviosa.

Harry se acercó al hombre que estaba parado en la puerta de entrada y le susurró al oído, le mostró una gran paca de dinero y este nos hizo señas con la mano para que pasáramos. Miré a mi amiga confundida.

– Vengan, entren –nos llamó Harry y ambas entramos.

Iba a acercarme a él para preguntarle lo que hizo para que nos dejaran pasar cuando mis ojos divisaron al fondo a un chico que conocía perfectamente, pero no me alegré como debía hacerlo. Al contrario. Me sentía peor que nunca, como si una estaca me fuera llegado directamente al corazón.

por **SCARLET.** Lun 17 Jun 2013, 1:10 pm

Capítulo 4

Era él y no estaba solo, estaba con una pelirroja sentado al lado y entablando un gran tema de conversación, supe que hablaban de algo interesante por la forma en la que el moreno le sonreía inevitablemente mientras le daba caricias en su cabello.

– Se me había olvidado decirte que mi novio es gran amigo de ese señor y le ofreció un poco más de dinero para poder entrar.

En ese momento las palabras de mi amiga me resbalaron, solo estaba concentrada en aquella escena que me parecía totalmente perturbadora. De momento, toda la preocupación que cargaba encima por el saber de su paradero se esfumó con aquellos gestos de felicidad que se marcaban absolutamente en su cara al ver a aquella chica.

Estaba más que claro que faltó esos dos días a clases por vago, porque no existía otra palabra para describirlo mejor, no entiendo cómo se me pudo pasar por la cabeza el hecho de que a lo mejor le pasó algo grave, era obvio que una persona con su carácter no iba a faltar clases por eso, su vagabundería era impresionante.

Pero… ¿era eso realmente lo que me importaba o el hecho de que estaba con la chica? O mejor dicho: el hecho de que estaba sonriendo a causa de la chica.

Volví la cara para no seguir mirando aquella imagen y fue cuando me di cuenta de que mi amiga me hablaba.

–        Dime que estás aquí Emma, me preocupas –su novio me miraba extremadamente confundido y ella preocupaba, como sabía que más que nadie, excepto mi madre, me conocía perfectamente, sospechaba que estaba mal, o mejor dicho, me sentía mal. Y no era un simple dolor de muelas o vientre.

Era el peor sentimiento de todos.

Celos.

–        Claro que estoy aquí –contesté distraída mientras sentía que necesitaba algo de aire, quería salir corriendo de ahí pero no podía. Respiré profundamente–. ¿Dónde más iba a estar?

–        Como sea, vamos por la bebida –me agarró de la mano y mi vista se alzó.

Sin poder evitarlo volví a mirar al lugar donde se encontraba aquella pelirroja y él, pero lo que me sorprendió fue sin lugar a dudas es que ya no estaban, ¿cómo podía pasar eso?

Mi corazón ahora no estaba triste, estaba asustado, porque hace rato sentía que mis ojos veían lo real y ahora no había nadie, como si se fuese ido como la espuma y solo tenía una razón lógica para esto y eso era lo que me asustaba.

Porque lo único que daría una buena explicación sería que lo fuese imaginado por completo y no quería saber que me estaba volviendo loca a causa de su ausencia a clases por estos dos últimos días.

Mi mente se volvió a ir del espacio en el que estábamos y mi amiga volvió a hablarme, en serio estaba preocupada por mí. Nos sentamos en el taburete frente al bar y el novio de ella pidió cocteles suaves para las dos y unas cervezas para él. Me dio más miedo el saber que yo estaba sentada donde él anteriormente, o donde estaba sentado según mi imaginación.

No debería estar tomando, ni siquiera aunque sean suaves, aunque en este momento lo necesitaba. Pero si estaba sobria y me imaginé que Zayn estaba sentado donde yo lo estaba ahorita, conversando de lo más feliz con una pelirroja ¿qué cosas vería si estaba borracha? De solo pensar eso me estremecí.

– Te ves algo tensa –hablo Harry esta vez–. Ten –me dio una copa donde estaba servida el coctel–. Como con preocupación.

Harry parecía como nuestro padre, pero ese era su deber con nosotras, era el mayor después de todo.

Probé un poco del trago y estaba sabroso, eso tenía que admitirlo. Mi amiga me lanzó una sonrisa y al rato pude ver a Cheryl junto a Aída entrando al bar, lo que me extrañó fue ver a Niall ¿será que estaba alucinando otra vez? Efectivamente no, lo pude comprobar al escuchar su escandalosa risa, a pesar del gran volumen de la música se escuchó.

Los saludé mientras ellos se iban acercando, Josefa me dijo que volvía dentro de un rato, ya que iría a bailar con Harry. La empujé y mis amigas recién llegadas se sentaron en los asientos de los que se acababan de ir.

Niall dio un gran saludo. Me pareció raro que cambiara de planes, pero supongo que todo por no dejar a su novia sola en manos de cualquier chico desconocido que tenga intenciones no muy buenas con ella.

Sonreír y negué con la cabeza al imaginármelo paranoico. Él captó velozmente lo que pensaba.

–        Ocurrieron cosas… No pensarás que vine para controlar a tu amiga.

–        Te creo –mentí y continué riéndome por debajito.

No pasaron ni dos minutos cuando Cheryl pidió bebidas para ellos tres.

–        Vamos a bailar –gritó Aída por el exceso volumen de la música y se apartó de nosotras, nos quedamos un rato en silencio hasta que ella lo rompió.

– Perfecto, pensé que iba a venir solo.

– ¿Quién? –Pregunté confundida.

– Shh –con el ceño fruncido la miraba fijamente y traté de localizar a lo que veía.

Me quedé paralizada al tener a Zayn al frente a mí.

Con mi mano libre –ya que lo otra estaba ocupada por la copa– me pellizqué la pierna y ahogué un gemido de dolor. Esto me comprobó que no lo estaba imaginado, era real y no creía la posibilidad de que estuviera ya borracha.

Sonreí porque eso comprobaba que no estaba loca, pero inmediatamente se me borró esa sonrisa al recordar lo satisfecho que estaba él hace rato con la otra chica. Los celos que ahora admitía me estaban invadiendo de nuevo, pero qué horrible era esta sensación.

Él se dio cuenta del cambio de mi cara y su puso serio, ni siquiera me di cuenta que Cheryl se había ido y me pregunté el por qué lo habría hecho, por qué me había dejado sola. Yo sé que Zayn no le caía muy bien, pero creo que llegar al punto de irse con su presencia era algo exagerado. Aunque de su actitud no hay que esperar nada.

Giré mi silla y le di la espalda tratando de concentrarme en otra cosa.

¿Qué estupidez acababa de hacer? ¿Tenía algún tipo de problema o algo? Cuando me volteara para remediarlo lo más seguro es que sus ojos estuvieran prendidos en llamas de la rabia por mi actitud, lo que me dijo el otro día me dio a entender que no le caía bien las chicas odiosas. Un ejemplo mejor: Cheryl.

Para mi sorpresa lo vi de reojo en el taburete de al lado, pidió al bartender una cerveza y se concentró en mirarme.

– Qué bonita.

Los latidos de mi corazón estallaron y sentí en la cabeza una presión como si me estuvieran sumergiendo en lo más fondo del mar. Traté de que estos cambios emocionales en el interior de mi cuerpo no se notaran en el exterior.

¿Estaba loco o qué? Pensé que odiaba que lo ignoraran y eso era lo que acaba de hacer ahora, como es posible que me dijera semejante cumplido cuando hace uno instantes lo había tratado de la manera en la que él más odiaba.

¿Y si no sabe que soy yo?

No seas estúpida, claro que sabes que eres tú

Decía la voz en mi interior y yo quería negarlo para darle razón a su cumplido. En clases él solía tratarme como lo que era, una compañera más que estaba convirtiéndose en una amiga.

Esto no podía ser verdad, si pensara que fuera otra chica de igual manera se molestara si me comportara odioso con él ¿o solo pasaba eso con las chicas que veía como ‘amiga’? No lo sabía. Preferiría pensar que estaba algo tocado, como diría yo, porque la manera en la que se estaba comportando era absolutamente extraña.

– ¿No dirás nada? ¿Volveremos a lo mismo? –Preguntó y lo miré directamente, aquí vamos de nuevo.

Sus ojos impactaron contra mí descargando fuertes emociones en mi ser. Volteé la mirada. Su cara esta vez fue más seria que la que tenía cuando se sentó a mi lado. Sin dudas, ya volvió a su estado natural, o a lo mejor el acto de girarme en el taburete dándole la espalda no lo vio tan grosero como quedarme callada ante su cumplido.

¿Y si era el tipo de chicos que amaban que las chicas cayeran a sus pies más que rendidas? Eso sí que no lo podía permitir, así que para que él no notara lo débil que me sentía ante él, ante su intensa mirada, tendría que evitar que mis ojos miraran los suyos.

– No sabía que me hablabas a mí –fue lo único que se me ocurrió decir, aunque sabía que yo era la única persona a la que él podía decirle lo anterior.

– Sí claro, entonces se lo decía al bartender –el hombre calvo de baja estatura que atendía el bar nos miró fijamente, extrañado.

– Eres pedante cuando te lo propones ¿verdad?

Por un momento me olvidé de lo molesta que estaba con él al escuchar su risa, aquella risa que era música para mis oídos y que me relajaba, me hacía sentir segura y saber que yo había sido ese motivo para que sonriera me emocionaba aún más.

– No me respondiste el cumplido –habló mientras agarraba mi cabello delicadamente y le dejaba suave masajes obligándome con ese detalle a voltear mi cara para poder mirarlo, pero me había dicho a mí misma que no lo hiciera, que no cayera ante él

Mi mente captó rápidamente todo esto y recordé que era exactamente lo mismo que hizo anteriormente con la otra chica. ¿Es qué acaso hacía eso con todas las chicas que quería conquistar? Cuando me formulé esta pregunta de inmediato me vino otra: ¿eso quería decir que yo también era una de sus conquistas?

Me alegraba ser tomada en cuenta, pero odiaba ser una más del montón. Me emocionaba tener la atención de Zayn, pero me entristecía el imaginar que fuera así con todas, que a cada chica que pasara le dedicara miradas intensas, sonrisas enigmáticas y cumplidos enternecedores.

¡No! –negué con la cabeza por mis horribles pensamientos–, definitivamente él no era así con todas. Puedo comprobarlo por cómo trata a las demás chicas que estudian conmigo. En ese momento me di cuenta de lo diferente que me trataba.

Mi mente entró en un estado de confusión, porque él había hecho el mismo gesto cariñoso que hizo con la pelirroja y eso me hacía sentirme humillada, mentida, herida.

Con un movimiento brusco aparté mi cabeza de sus manos para que pudiera soltar mis cabellos, ese gesto le molestó como le suponía.

– Veo que los lugares públicos te cambian, veo que se te olvidó cuando te llevé a casa –el bartender no dejaba de mirarnos y él comenzó a moverse del asiento para pararse.

– ¿Qué tiene que ver eso? –Lo agarré del brazo para que no se fuera. Estaba confundida y por muy molesta que estuviera con él, quería que estuviera al lado mío, junto a mí, así no habláramos, pero que estuviéramos juntos, sentir su presencia y saber que no se fue porque estos dos días sin él fueron patéticamente horribles.

– Que no importa lo amable que me comporte contigo, al fin y al cabo eres como tus amigas.

– ¡Mis amigas no son as…!

– ¡Regresamos! –Escuché la voz cantarina de mi amiga Josefa llegando a nuestro lado. La miré y pude darme cuenta que en sus ojos tenía una interrogante por saber quién era el chico que se encontraba conmigo.

Podía adivinar, no, podía estar segura de que nos vio desde la pista de baile y quiso venir para que se lo presentara. Así que hice lo que sus ojos me pedían.

– Josefa, él es Zayn. Zayn ella es Josefa.

– Es un placer –dijo Josefa sonriente y al rato se unió Harry, también los presenté.

– Creo que debería irme, disfruten su estancia en Bradford, sé que no son de por aquí a diferencia de yo, puedo asegurar que son vecinos de Emma. Ah y tienes razón –esta vez me miró a mí–, no todas tus amigas son así.

– Solo yo –contestó mi amiga ignorando lo último que dijo Zayn–, mi novio vive algo más lejos. –Se quedó un rato callada, luego habló y deseé gratamente que no lo hubiera hecho–.Ya veo porque mi amiga se quedó pensativa cuando le dije que iríamos a Bradford, como sabe que vives aquí a lo mejor tenía la esperanza de verte, se veía feliz mientras pensaba.

Conté hasta tres y quise que por obra de un milagro existiera una máquina del tiempo y borrar el minuto en el que había arruinado mi existencia al decir eso, mis mejillas se sonrojaron, lo que fue peor para la situación. Si quería mostrarme fuerte, ya no iba a poder hacerlo, porque todo esto más mi timidez daba a relucir lo mucho que me gustaba Zayn, aunque nunca lo hubiera admitido, en esta noche, en este momento podía hacerlo. Y lo comprobé por lo horrible que lo pasé en el instituto por su ausencia, en el instante que lo vi con otra chica feliz y en lo sonrojada que estaba ahora con el comentario que recién había dicho mi amiga.

¿Amiga? No, no debería llamarla así. Según mi propio diccionario el significado de esa palabra valía a no cometer ninguna estupidez, ni hablar de más. Y ella ya había dicho lo suficiente y por los momentos no quería considerarla mi amiga, aunque luego quizás termináramos hablándonos como siempre, pero por los momentos eso no era lo que quería.

Lo que quería sin lugar a dudas es que el plateado suelo del antro se abriera y me tragara solo a mí para no tener que estar más en este lugar incómodo.

Levanté mi mirada y su sonrisa socarrona fue lo que hizo sentirme peor.

Perfecto, había perdido la batalla contra no mostrarme débil ante él. Perdí y de la manera más estúpida posible.

Por culpa de Josefa.

– Veo que gracias a la información que acabas de suministrarme puedo comprobar que tu amiga Emma me ha devuelto el cumplido –habló con una inevitable sonrisa estúpida en sus labios, que aunque me negaba rotundamente admitir, se veía extremadamente sexy. Y odiaba eso.

– Quieres dártela de intelectual y no lo eres, vago –escupí con rabia admitiendo mi derrota, Harry y Josefa me miraron interrogativamente, si tan solo mi vecina supiera las ganas que tenía de estrangularla en estos momentos, no tendría ganas de si quiera estar a cinco metros de mí.

– Esta conversación se ha terminado, adiós –dijo el moreno con fuerza sin quitar la mirada de mí hasta que cruzó la puerta para salir del antro.

Respiré con fuerza para lo que tocaba atenerme.

– ¿Qué es lo que acaba de pasar? –Preguntó Josefa y yo volví mi cara para mirarla fijamente derrochando furia, aunque mis ojos podían demostrarlo claramente, estaba hecha un saco de ira.

Mi amiga comprendió que no debía haber dicho lo anterior y bajo la cabeza, sintiéndose culpable, era sensible y no quería hacerla sentir así, pero no tenía momento para pensar en eso, solo sabía que estaba molesta y nada podía remediarlo en estos momentos. Ni la persona más graciosa del mundo, ni las mejores baladas. Nada.

Llevaba aproximadamente media hora cruzada de brazos, mirando hacia la nada, veía entrar y salir gente del antro, algunas borrachos, otros molestos, otros alegres, otros llorando y la mayoría con su pareja.

Como si no tuviera suficiente pareciera que quisieran restregarme lo felices que eran al lado de la persona con quién estaban.

Estaba sola, de alguna manera, porque mis amigas seguían bailando. Aída se había dado cuenta de mi estado de ánimo y me preguntó por qué lo tenía, solo le respondí que quería estar sola y se fue de nuevo, algo afligida. A Josefa no tuve que decirle algo, creo que comprendió exactamente lo que quise decirle con mi mirada.

Y Cheryl no dio señal de su existencia.

Hasta había dejado la bebida a un lado. No quise seguir bebiendo, estaba molesta.

De todas maneras, desde un principio no quise venir para acá, algo presentía, pero tampoco iba a irme ahorita y los iba a dejar solos, además, aunque quisiera ¿cómo me iba a ir? No tenía cómo y eran las 2 de la madrugada, lo suficiente para saber lo peligroso que sería caminar a estas horas por ahí.

El sueño ya estaba invadiendo mi cuerpo y era porque no hacía nada, porque si estuviese bailando no tuviese sueño en lo absoluto.

Mi corazón se aceleró al escuchar el grito de una mujer entrando al antro, mis ojos se pusieron en blanco al ver a la tipa manchada de sangre por toda la cabeza, instintivamente llevé mis manos hacia atrás y las aferré al mesón.

Un guardia la agarraba y le preguntaba varias cosas, en ese momento un hombre alto y robusto entró y se acercó a ellos, arremetió contra el guardia lo que ocasionó que este disparara hacia el techo del sitio. Todos nos cubrimos la cabeza instantáneamente. Estaba muy asustada. Miré para todos lados, pero no pude ver a nadie. Maldije por dentro por haber venido, estaba más que claro que este era el presentimiento, no lo que pensaba anteriormente.

Estaba agitada por el impacto, como todo el mundo, no caía en cuenta de lo que ocurría, cuando levanté la mirada vi a otro guardia sacando al hombre y la mujer seguía llorando desconsoladamente.

La música se apagó, el tipo que recién sacaron gritaba en la calle, me paré del taburete para buscar a mi amiga, la multitud estaba inquieta y mi desesperación era notoria, la frente me sudaba, no sabía a dónde ver ni a dónde ir. El pánico me invadió.

Una mano me agarró y grité involuntariamente, cuando volteé pudo ver a Zayn. No quise ni preguntarle por qué estaba a mi lado, por qué me agarraba y por qué se veía preocupado por mi miedo.

Sin pensarlo dos veces me aferré a él, mis manos rodearon su cintura y mi cabeza se clavó en su pecho, por la diferencia de estatura quedábamos así, comencé a llorar al escuchar los gritos del hombre y a el guardia gritando también, estaban peleando y de pronto se escuchó como una botella se quebró.

El otro guardia salió dejando a la mujer sola, con varios hombres que hacían todo lo posible por impedir que el agresor entrara súbitamente por aquella puerta, fundí mi cabeza en el pecho de Zayn asustada.

Me apretó y comenzó dejarme suaves caricias en el cabello para tranquilizarme. Estar con él me hacía sentirme segura pero ¿y mis amigos?

Josefa debía estar en manos de Harry, él mejor que nadie podía cuidarla. Aída estaba con Niall. ¿Y Cheryl? Podía estar cien por ciento segura que ella estaba con alguien que la mantendría a salvo.

Entonces me di cuenta de que Rachel nunca había llegado al antro, quizás no le dieron permiso.

La multitud se alborotaba y un hombre nos dijo a mí y a Zayn que saliéramos por la puerta trasera, ya que la situación se estaba volviendo complicada y que dentro de poco vendría la policía. Supongo que nos dijo eso porque era más que obvio que yo era menor de edad y si la policía me pillaba aquí me vería en grandes problemas.

Recordé que mis amigas también eran menores y mi preocupación aumentó.

– Tenemos que irnos de aquí –me susurró. Lo miré y un frío me recorrió a las mejillas, pasó su mano por mi rostro y me di cuenta de que yo estaba llorando.

– No puedo irme sin mis amigos.

– Llámalos –asentí y me di cuenta que había sido estúpida por no haberlo pensado antes, de los nervios supongo, pero antes de que me dignara a marcar un número tenía una llamada entrante de Harry.

– ¿Aló? –Contesté todavía nerviosa, mis manos temblaban, lo que impedían el buen agarre del teléfono.

– ¿Dónde estás? –Sonó fue la voz de mi amiga, preocupada al igual que yo.

– No sé, yo… –El moreno me arrebató el teléfono.

– Voy a llevarla a casa, soy su amigo, no se preocupen por ella –y luego le trancó.

Todo lo que sabía es que me encontraba saliendo del bar junto a otras personas, eran bastantes a decir verdad, no me había dado cuenta de que eran menores como yo, Zayn susurró en mi oído que era el único antro de la ciudad que permitía eso, y por eso tenía varias puertas para escapar por si acaso llegaba la policía. Cuando ya llegamos a su moto y fuimos andando, aunque no sé exactamente a dónde íbamos, me explicó que solo una vez la policía logró descubrirlos.

– …y por eso es la zona más peligrosa de Bradford, me había molestado contigo pero no quise irme a mi casa porque tenía miedo de dejarte sola y… y que te pasara algo.

No sé por qué sonreí con lo que dijo cuando más bien debía estar preocupada porque no sabía a dónde me llevaba y por lo que recién acababa de pasar. ¿Y si la policía llegaba más rápido de lo pensado? ¿Y si mis amigos no lograron escapar? ¿Qué pasarían si los padres llamaran a la mamá de Aída y esta llamara a mis padres? Había muchas preguntas pero pocas respuestas, respuestas que necesitaban ser escuchadas con urgencia.

Estaba asustada.

Pero no por mí, por mis amigos. Ahora yo me sentía más que segura a su lado, con mis brazos bajo su chaqueta y alrededor de su cintura, viajando por la ciudad con el frío que emanaba cada ventisca.

Zayn se paró frente una casa y lo miré con duda.

– Es mi casa, pensé que no querrías llegar a la tuya a esta hora. Supongo que les dijiste a tus padres que te quedarías en casa de una amiga ¿o me equivoco?

A pesar de que todo estaba oscuro pude ver perfectamente su sonrisa.

– No te equivocas.

Pasamos con cuidado a la casa y me dijo que no hiciéramos ruido porque sus padres estaban durmiendo, asentí levemente y me llevó hacia el mueble.

– Espérame aquí –me susurró y se perdió por un pasillo. Me quedé atenta y vi muchos cuadros en la pared. Curiosa me levanté y me acerqué a ellos, hasta ahora no veía ninguno donde estuviera él. Hasta que uno captó mi atención era un bebé moreno junto a un señor sonriendo mientras este le hacía cosquillas.

– ¿Verdad que era lindo desde pequeño? –Su voz me sobresaltó pero no pude evitar reírme ante su comentario.

– Así que ese eras tú –lo miré divertida.

– Efectivamente –se mordió los labios ansiosos y me quedé mirando su expresión. Debería estar nerviosa al estar en una casa completamente desconocida, en una ciudad que de igual manera nada sabía y junto a un chico que apenas y acababa de conocer. ¿Y sí era alguien malo? ¿Y si no había nadie en casa y tenía otras intenciones? Pero no podía pensar en eso, porque sabía que todo era mentira. No me podía sentir más segura a su lado y eso no era lo correcto, porque apenas esta era la cuarta vez que lo veía, porque eliminaba los días que faltó–. Tenía pensado… -se rascó el cabello, supuse que estaba nervioso– que tal vez pudieras dormir en el mueble y yo sacaba una colchoneta.

– De ninguna manera –respondí–, la que debería dormir en la colchoneta soy yo –respondí sonriente, no era justo que después de todo lo que había hecho por mí yo era la que tenía que dormir más cómoda, esta era su casa y no quería invadirla.

– No me importa si te sientes mal por eso, no deberías, en serio quiero que duermas bien. Sé que no estás acostumbrada a este tipo de cosas y quiero que te sientas cómoda –su mirada era de preocupación.

– ¿Y si no acepto dormir?

– Entonces supongo que tendré que acompañarte en tu desvelo.

No me acuerdo cuando tiempo estuvimos discutiendo por lo mismo, solo sé que ahora estábamos en el mueble hablando y me sentía bien. De alguna manera u otra se me habían olvidado todos los problemas, a su lado sentía como si no existiera nadie, me recordó mi actitud en el antro y no pude contenerme, no quería decirle lo que pasó pero me fue inevitable, tenía todas las palabras en la punta de la lengua.

– ¿Quién era la chica con quién estabas al principio? –Listo, le dije. Sé que se daría cuenta que mi comportamiento era por los celos pero no pude controlarme más.

Se puso tenso y se quedó callado por un largo tiempo, supuse la verdad.

– Una conquista –dijo sin preámbulos y la verdad fue aún más dolorosa, porque era salida de sus labios.

Me cohibí.

– Eso que dijo tu amiga… ¿era verdad? –Lo miré insegura.

– Sí –admití–, me caes muy bien y deseaba encontrarte en ese bar.

– Pues si lo hiciste –se río, estaba con las piernas sobre el pecho, mientras yo tenía posición de indio–. Lo que no entiendo, es que si querías verme ¿por qué me trataste así? ¿Por qué me esquivabas? ¿Fue por qué te dije que estabas bonita? Aunque antes que te dijera eso ya me habías dado la espalda –¿Es que acaso no lo comprendía? ¿No había sido lo suficientemente clara cómo para que se diera cuenta que era por celos de aquella mujer?

No respondí nada.

– Disculpa por el cumplido, fue un abuso de mi parte cuando tú apenas me estás conociendo, es que suelo ser cariñoso con mis amigas.

¿Con sus amigas? ¿O sea que él solo me ve como su amiga?

Mi corazón se sentía peor de lo que estaba. No, yo no era otra más del montón. Simplemente ella era su conquista y yo la amiga, la amiga estúpida que se había fijado en él. En un chico que nunca se fijaría en mí, así que lo de bonita fue por el cariño ‘amistoso’. Tenía un nudo en la garganta.

– Eres una persona amable –no quise seguir hablando antes de que se me quebrara la voz.

– ¿En serio no quieres dormir? –Preguntó sin atender a lo que le había dicho.

– Tal vez –entonces bostecé y luego me recosté del mueble aún medio sentada y cerré los ojos.

Desperté desorientada ante una casa completamente desconocida, traté de recordar todo y me di cuenta de que no había sido un sueño. Había ido a aquél antro y había dormido en casa de Zayn. Es decir que… me veía como su amiga. No recuerdo muy bien que había soñado pero supe que no fue agradable por el dolor de cabeza con que desperté.

No sabía en qué momento Zayn se había despertado, pero cuando me siento para estirarme pude verlo en el piso sobre la colchoneta, de seguro cuando me quedé dormida me acostó mejor en el mueble y él se pasó para su colchoneta. Fue algo muy atento de su parte. Pero no podía emocionarme, como muy bien dijo, suele ser cariñoso con sus amigas.

Se veía muy tierno dormido y ante esa imagen me fue imposible no sonreír. Ahora lo admitía, ahora podía decirlo en mi mente. Zayn me atraía, Zayn me gustaba y mucho más de lo que creía.

_______________________________________________________________________________________________

Gracias por la espera, espero que les guste ♥

por *GinaAgredo Lun 17 Jun 2013, 4:49 pm

Estuvieron geniales los capítulos :'D Gracias por subir baba

Síguela pronto, linda. Cuídate babeee! Un beso <3

por **Juli Malik... My bad boii** Lun 17 Jun 2013, 5:57 pm

meeee encantoooooooooooooooo!!!
awww Emma esta enamorada de Zaynn!!!

por **{Maru.}** Lun 17 Jun 2013, 6:50 pm

Me encantaron los caps ay Dios Zayn es
muy cambiante pero amo como protege a Emma
es tan hermoso! aunque no debio decirle que la quiere
como amiga la desilusiono seguila pronto besos!

por **Franny** Lun 17 Jun 2013, 7:40 pm

Niall controlador hjasfaks se me hace difícil verlo en esa faceta.
Zayn le gusta :(Y ella lo acepta :( Y él es un estúpido :( Pero a la vez es tierno :( Pero la puso en la friendzone que es lo peor.
Me encantaron los dos capítulos, full drama jaja
Al principio cuando leí que entró una mujer con la cabeza ensangrentada, me asusté omg creí que de drama pasó a suspenso terror horror y mil weas más -me puse ordinaria xd-
Jáaaaaaaaaa, yo lo sabía, tarde o temprano explicarías cómo Zayn maneja una fucking moto siendo tan joven asjfd
Whatever, sigue cuando puedas. xx

por **Jaeger.** Miér 19 Jun 2013, 6:44 am

Scarlett <3 Nena, ame los dos capitulos c: Casi asesino a Zayn y a esa pelirroja D: ¿que carajo hacian? ¬¬ Mas le vale a esa no volver a aparecer o sentira el dolor de mi puño(? Y dios D: pobre mujer que fue golpeada por ese animal! pobrecilla de verdad :c

JAJAJAJAJA También pobre Josefa, ella solo fue inocente al revelar que Emma pensaba en Zayn xd
Ya aparecio Harry Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley. - Página 8 2841648573

Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley. - Página 8 2841648573

Ahora solo falta Lou, pero quisiera saber que tipo de papel va a desempeñar en la historia *-*
¿Es cariñoso con sus amigas? No :c cago todo porque dijo algo que no tenia que decir: "amigos". D:
Al menos Emma ya ha confesado a si misma quele gusta Zayn y es un paso c:
Seguila cuando puedas bebe :3

por **Pepaa** Jue 20 Jun 2013, 9:22 pm

Aaaaaay my love!
Ame ambos capitulos, fueron de lo mejor!
Ame esa ultima parte cuando esta con Zayn *-*
fue tan wuajskajsa aunque despues lo arruinara diciendole "amiga" por dios que duele cuando dicen eso :G!
Josefa Josefa, la metedora de patas jajajajajaja!
Tienes que seguirla babe, amo tu novela!
Loveeeeeeeeeee you!

por **SCARLET.** Sáb 22 Jun 2013, 12:35 am

*GinaAgredo escribió:Estuvieron geniales los capítulos :'D Gracias por subir Síguela pronto, linda. Cuídate babeee! Un beso <3

De naaada linda, subo la próxima semana :D

por **SCARLET.** Sáb 22 Jun 2013, 12:37 am

Juli Malik... My bad boii escribió:meeee encantoooooooooooooooo!!!
awww Emma esta enamorada de Zaynn!!!

Quién no se enamoraría de él sjkagd.
La sigo la próxima semana.

por **JacqueCarriyo** Sáb 22 Jun 2013, 12:39 am

#NUEVALECTORA (: Soy Jacque :D ME ENCANTA TU NOVELAA!!! DIOSS! SIGUELAA!!

por **SCARLET.** Sáb 22 Jun 2013, 12:40 am

Frannnny escribió:
Niall controlador hjasfaks se me hace difícil verlo en esa faceta.
Zayn le gusta :(Y ella lo acepta :( Y él es un estúpido :( Pero a la vez es tierno :( Pero la puso en la friendzone que es lo peor.
Me encantaron los dos capítulos, full drama jaja
Al principio cuando leí que entró una mujer con la cabeza ensangrentada, me asusté omg creí que de drama pasó a suspenso terror horror y mil weas más -me puse ordinaria xd-
Jáaaaaaaaaa, yo lo sabía, tarde o temprano explicarías cómo Zayn maneja una fucking moto siendo tan joven asjfd
Whatever, sigue cuando puedas. xx

Pues imagínatelo.
No hay nada peor que andar en la friendzone, no lo sé, pero debe ser lo peor del mundo ahdg.
Y claro que iba a comentar lo de Zayn pero tú te adelantaste a los hechos, ah.
Drama, ahora es que vienen dramas jskaghd. Me gusta escribir drama xd.
La sigo la próxima semana ♡

por **SCARLET.** Sáb 22 Jun 2013, 12:43 am

Kande escribió:Scarlett <3 Nena, ame los dos capitulos c: Casi asesino a Zayn y a esa pelirroja D: ¿que carajo hacian? ¬¬ Mas le vale a esa no volver a aparecer o sentira el dolor de mi puño(? Y dios D: pobre mujer que fue golpeada por ese animal! pobrecilla de verdad :c

JAJAJAJAJA También pobre Josefa, ella solo fue inocente al revelar que Emma pensaba en Zayn xd
Ya aparecio Harry Ahora solo falta Lou, pero quisiera saber que tipo de papel va a desempeñar en la historia *-*
¿Es cariñoso con sus amigas? No :c cago todo porque dijo algo que no tenia que decir: "amigos". D:
Al menos Emma ya ha confesado a si misma quele gusta Zayn y es un paso c:
Seguila cuando puedas bebe :3

Fuiste el único comentario que quiso matar a la tipa. Es una puta, Zayn es solo de Emma y viceversa, ah.
pobre Josefa, pero esas no van a estar poder peleadas por mucho tiempo xdxd.
Louis, louis, louis *suspira* si supieras quién será louis jajaja.
La sigo la próxima semana, promise ♡

por **SCARLET.** Sáb 22 Jun 2013, 12:45 am

Pepaa escribió:Aaaaaay my love!
Ame ambos capitulos, fueron de lo mejor!
Ame esa ultima parte cuando esta con Zayn *-*
fue tan wuajskajsa aunque despues lo arruinara diciendole "amiga" por dios que duele cuando dicen eso :G!
Josefa Josefa, la metedora de patas jajajajajaja!
Tienes que seguirla babe, amo tu novela!
Loveeeeeeeeeee you!

Friendzone everywhere.
Sí vale, esa Josefa siempre mete la pata jajajajajajaja.
La sigo la próxima semana babe. Love youu mooooooooore ♡

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