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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Como que Joe tiene buen instinto?
que hara Risk!? mujer no puedes dejarla asi! siguela!
que hara Risk!? mujer no puedes dejarla asi! siguela!
#Cassie Jonas Horan
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
si ase algo risk creo q a nick le dara un ataque y eso le dara ganas de peliar , siguela pronto , :hi:
Dorin
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
OMJ! Que le va a pasar a Nick!? :(
esos presentimientos mios no me gustan xD
Por su bien espero que risk no haga nada ¬¬
Siguela! :D
esos presentimientos mios no me gustan xD
Por su bien espero que risk no haga nada ¬¬
Siguela! :D
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Dios se lo que pasara desde q risk le dijo
A nock q Kevin estaba vivo! Maldito legare
Siguela plis
A nock q Kevin estaba vivo! Maldito legare
Siguela plis
#Fire Rouge..*
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Hola chicas! :) Espero esten bien, ya vengo a subirles cap. Solo queria decirles que talvez me ausente unos dias, asi que les dejare maraton si? :D & asi cuando vuelva, les subo mas, ok? espero les guste & ya veran que es lo que hare Risk. Las quiero Gracias por leer! :)
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Maraton! 1/5
Capitulo 12 (parte 2)
Capitulo 12 (parte 2)
El bote en que iba Kevin se aproximó a la orilla y Joe se metió en el agua hasta que le llegó a las rodillas. Ignorando la advertencia del tipo que llevaba el remo, Joe se inclinó sobre el bote y sacó a su hijo en volandas. El bote se inclinó violentamente y las piernas de Kevin impactaron contra el agua helada. Tras llevarlo hasta la orilla, Joe le sacó la mordaza mientras Alexandre cortaba la cuerda que ataba sus manos. Jadeando, Kevin miró a su padre con desconcertados ojos.
Sólo aquellos ojos azules le resultaron reconocibles a Joe. Cualquier otro rasgo que le recordase a su elegante e impecable hijo quedaba desdibujado por la larga cabellera y la barba, así como por unas maltrechas y sucias ropas que Joe no habría tolerado ni en un esclavo. Sus pómulos sobresalían y su piel había adquirido un tono entre gris y blanco. Joe lo abrazó con fuerza.
—Dios mío, Kevin—dijo con voz ronca, y permanecieron en silencio durante unos segundos.
Luego Kevin se apartó, volviéndose para ver cómo bajaban a Nick del bote en la orilla opuesta. Miró de nuevo a su padre.
—¿Por qué? —preguntó con desesperación—. ¿Por qué has permitido que Nick lo hiciese?
—No temas —dijo Joe—. Tenemos un plan...
—¡No, no, nunca derrotaréis a Legare! Matará a Nick. El... —Su delgada y harapienta figura se tambaleó y su padre tuvo que abrazarlo para que no cayese al suelo.
—Yo cuidaré de tu hermano, mon fils —dijo Joe para tranquilizarlo—. Todo irá bien. Ahora Alex te llevará a casa, ¿d'accord? Ve con él. Lysette te está esperando, y ________ también.
—¿_________? —repitió Kevin, anonadado.
—¿Risk no te dijo que estaba en casa cuando estuvo en la isla?
—No le creí...
—Pues es cierto —le aseguró Joe con voz queda—. Está viva, Kevin.
Kevin se desplomó exhausto y murmuró algo incoherente. Joe miró a Alexandre.
—Dale todo lo que pida, Alex. Y envía a buscar al doctor Dassin.
—¿Y qué pasa con Risk? ¿No va a volver?
Joe miró hacia la otra orilla.
—No sé qué está haciendo ese tuerto desgraciado —murmuró. ( :risa: :risa: tuerto desgraciado xD )
Nick cayó de rodillas cuando lo empujaron al suelo. Alguien lo había golpeado en un lado de la cabeza, haciendo que se le emborronase la visión y le zumbase el oído. Cuando desaparecieron las estrellitas, vio a Legare frente a él, sonriendo ampliamente.
—Dios del cielo, no sabes cuánto he soñado con esto —dijo, y volvió a golpearle.
Nick notó el sabor de la sangre en la boca. Mantuvo la cabeza baja, decidido a no entretener a Legare más de lo imprescindible. Kevin estaba a salvo. Lo único que Nick tenía que hacer era mantenerse con vida hasta que Aug se pusiese en contacto con él y diese comienzo el ataque.
Oyó la voz de Risk a su espalda:
—Debes saber algo.
—¿El qué? —preguntó Legare.
—Me ha dicho que la mujer seguramente esté escondida por aquí cerca. No será difícil encontrarla.
El tiempo se detuvo. Nick levantó lentamente la cabeza hacia Risk y lo miró a través de una neblina de odio, comprendiéndolo todo de golpe. Risk lo había traicionado.( taran! :¬¬: ) Como no podría seguir navegando a las órdenes Nick, escogía a Legare antes que independizarse. Él había intentado dárselo a entender, pero Nick no había escuchado.
—No —dijo con un hilo de voz. ¿Le habría puesto al corriente a Legare de la totalidad del plan? Aug... ¿Qué habría pasado con Aug...?
Risk lo miró a los ojos sin rastro de remordimiento.
—Os habría seguido hasta el fin del mundo, Grifo. Habría luchado por vos, habría muerto por vos. Fuisteis vos el que me empujó a esto.
Legare sonrió con satisfacción.
—Encontrad entonces a madame Jonas y traedla también —ordenó—. Al parecer, al capitán Grifo le agrada su compañía.
Antes de que Nick pudiese decir nada, recibió un duro golpe en la nuca. Cayó al suelo como un fardo. Aturdido, intentó rodar hacia un lado. Fue necesario un segundo golpe para dejarlo fuera de combate, y entonces todo se oscureció.
_________ no alcanzaba a ver lo que ocurría en la otra orilla. Se mantuvo oculta y observó a Alexandre montar a Kevin en un caballo, auparse tras él y alejarse del Paso del Diablo. Joe permaneció junto al agua, mirando hacia la orilla opuesta. Risk no regresaba. Tras varios minutos, Joe se volvió soltando una maldición y montó en su caballo.
__________ pensó en acercarse a Joe. Sin duda había decidido volver a la plantación, y sería más seguro para ella cabalgar junto a él. Se pondría hecho una furia al descubrir su presencia, y con toda probabilidad le soltaría una dura reprimenda, pero en el fondo tenía mucha afinidad con ella. Recorrió el trayecto fangoso que llevaba hasta el lugar donde había dejado el caballo, cogió las riendas y se dispuso a salir a campo abierto. Joe debía de estar a unos cincuenta metros de distancia. Fue a llamarlo, pero de repente una mano le tapó la boca y le pinzó la nariz. Intentó gritar y se revolvió con frenesí, pero a sus pulmones no llegaba el aire.
La voz de Jack Risk le quemó en el oído.
—Teníais que ser su perdición una y mil veces.
Sintió un leve mareo y al cabo se desmayó, deslizándose por un inacabable túnel de oscuridad.
Lysette recibió a Alexandre y a Kevin con un grito de alegría. Parecía un pequeño torbellino, abrazando a Kevin con fuerza, haciendo incontables preguntas sin esperar respuesta, comprobando si estaba herido, dando instrucciones a las sirvientas para que calentasen agua para un baño. Kevin se negó a subir a la planta de arriba para descansar.
—Quiero comer algo decente —dijo trasluciendo agotamiento—. Y quiero permanecer despierto el mayor tiempo posible para convencerme de que estoy realmente aquí.
Noeline corrió a la cocina en busca de un humeante plato de sopa y unas gruesas rebanadas de pan. Lysette lo llevó hasta el sofá del salón y rondó a su alrededor preocupada. Kevin parecía atontado, no totalmente consciente de lo que estaba pasando. Pero su madrastra sintió alivio al comprobar que no tenía heridas de consideración. No obstante, le preocupaba su extrema delgadez y el vacío que reflejaban unos ojos que siempre habían sido cálidos y reconfortantes. Lysette le cogió las manos al tiempo que susurraba una oración para dar las gracias por que no estuviese herido. Su mayor temor había sido que los piratas lo hubiesen herido de tal modo que no pudiera retomar la práctica médica que tanto amaba. Kevin apretó sus largos y delgados dedos alrededor de la mano de Lysette. Siempre había existido una corriente de afinidad entre ellos. En muchos aspectos se parecían mucho. Siempre se mostraban cordiales y de buen talante, eran los pacificadores de una familia plagada de personalidades volubles.
—¿Dónde está _________? —preguntó. Era la pregunta que Lysette más temía.
—No está aquí—dijo. Había descubierto la ausencia de __________ poco antes de que llegase Kevin, y no había sabido qué hacer.
—¿Qué? —Alexandre apoyó las manos en la respaldo del sofá y se inclinó sobre ella—. ¿Dónde demonios está? —preguntó.
—Pues no lo sé —dijo Lysette mirándolo con preocupación—. No está en la garçonniére y falta un caballo. Por lo visto, se ha marchado sin decir adonde iba.
—No creerás que ha intentado... —empezó Alex, pero se detuvo al ver la advertencia en los ojos de su cuñada. Incomodar a Kevin con especulaciones no era lo más adecuado en ese momento.
—Estoy segura de que regresará enseguida —dijo Lysette.
Alexandre frunció el ceño.
—Voy a buscar al doctor Dassin —dijo. Lysette asintió y Alexandre se marchó con paso decidido.
Kevin tenía la cara demacrada.
—¿________ tiene algún problema? —preguntó.
—Por supuesto que no... No tienes que preocuparte de nada, ¿comprends? Noeline te ha traído un plato de sopa, y cuando la tomes te visitará el doctor Dassin. Luego podrás descansar.
Kevin la miró con el fantasma de su antigua sonrisa.
—Casi me haces creer que todo irá bien, belle-mére.
—Todo irá bien —intentó tranquilizarlo.
—No. Nick está a merced de Legare —repuso Kevin secamente—. Ha cambiado su vida por la mía.
—Nick tiene muchos recursos. Y ha vivido entre sabandijas de la calaña de Legare durante muchos años. Sabe cuidar de sí mismo, y también cómo conseguir lo que quiere. Mon Dieu, logró rescatar a __________ de la isla de los piratas y traerla aquí sana y salva. —Le entregó una cuchara—. Toma algo de sopa —le ordenó, y él lo hizo lentamente.
La cuchara temblaba en su mano y Lysette sintió el impulso de coger la cuchara y darle de comer como si fuese un niño, pero se abstuvo.
—Alex me dijo que Nick se hizo pasar por mí —dijo tras varias cucharadas.
—Sí. Creíamos que habías muerto. Cuando Nick llegó aquí malherido, pensamos que ésa sería la mejor manera de protegerlo.
—¿Estaba muy malherido?
—Oui. En un principio temimos que moriría. Pero _________... —Lysette dudó, preguntándose cuánto le habría contado Alex—. __________ cuidó de él y le devolvió la salud.
Kevin bajó la cuchara.
—Y mientras ocupaba mi lugar, ella se hizo pasar por su esposa, ¿verdad? —concluyó con calma.
Ella asintió.
—¿No intentó aprovecharse de ella? ___________ es muy inocente. No entendería a alguien como él, su lado oscuro...
—No; pero creo que ella... lo ha entendido muy bien —dijo incómoda su madrastra.
—¿En serio? —Se frotó la frente y la miró de un modo extraño—. Yo habría jurado que una mujer como __________ odiaría a un hombre como él, que se sentiría intimidada.
—No fue el caso. Tu hermano... confió en ella.
—¿Confió en ella para qué? Nick siempre ha despreciado a las personas dulces y amables como ella.
—Nick ha cambiado, Kevin. Ha hecho las paces con tu padre. Creo que ahora valora muchas cosas que antes despreciaba. Creo que su antigua actitud rebelde ha sido reemplazada por un talante más cariñoso... y ___________ ha sido... —Se detuvo y lo miró sin saber cómo seguir.
Kevin lo entendió todo de golpe y parpadeó.
—Dios mío... ¿Estás intentando decirme que hay algo entre Nick y mi esposa? Por eso se ha ido ella, ¿no es cierto? —Cerró los ojos—. No me respondas. No me digas nada más. Ahora no.
Parecía completamente abatido. Lysette deseó reconfortarlo, pero sabía que algo así estaba más allá de sus posibilidades.
—Kevin—dijo dubitativa tocándole la manga—, ¿quieres que envíe a buscar a Briony?
El nombre pareció abrirse camino entre sus atormentados pensamientos.
—Briony... —repitió pesaroso—. No querrá venir. Aparte de ti, ella es la única persona en el mundo que jamás he temido que pudiese hacerme daño. Tendría que haber venerado el suelo que pisaba. Pero en lugar de eso le hice daño.
—Kevin, ella entendió por qué escogiste a otra...
—Sí, Briony lo entendió —dijo con amargura—. Con toda mi vanidad y mi egoísmo creí que no era lo bastante buena para mí. No era una mujer educada o refinada, no había nacido siendo una dama. —Se concentró en sus lejanos recuerdos y esbozó una melancólica sonrisa—. Jamás logrará pronunciar una palabra en francés. Intenté enseñarle en vano. Si me hubiese casado con ella, todo el mundo en Nueva Orleans se habría reído de mí y no habrían dejado cotillear.
—Tal vez durante un tiempo —admitió Lysette—. Pero ¿te habría importado?
—Creía que sí. —Sacudió la cabeza—. Lo que hice con ella fue imperdonable. Ahora ya es demasiado tarde.
—¿Tú crees?
—No puedo ofrecerle ninguna compensación, nada que mis inútiles disculpas...
—¿Quieres que mande a buscarla? —insistió Lysette.
Kevin le apretó la mano y la miró a los ojos. Respiró hondo y dijo:
—Sí.
Nick despertó al notar el agua fría que acababan de lanzarle a la cara. Gruñó ligeramente y separó la barbilla del pecho. Tenía los brazos atados por encima de la cabeza; habría sido inútil intentar liberarse. Poco a poco fue recuperando la conciencia. Lo habían golpeado de camino hacia la isla de los Cuervos. Estaba seguro de que habían vuelto a romperle una de sus recién sanadas costillas. Le dolía todo el cuerpo.
—Abre los ojos, estimado capitán Grifo. —Dominic Legare estaba frente a él y exhibía una fiera sonrisa. Estaba fumando un puro y sacaba el humo por la nariz.
Nick descubrió que tenía las manos sujetas con anillas de hierro que pendían de un gancho en el techo. Las cadenas habían sido tensadas para que apenas pudiese apoyar los talones en el suelo. Su camisa estaba hecha jirones. Se encontraba en algún punto bajo la fortaleza de la isla, en una amplia celda que en el pasado se utilizaba como mazmorra para los esclavos rebeldes. La estancia era una de las muchas que flanqueaban un amplio pasadizo que daba acceso a otros pasadizos y celdas en un laberinto subterráneo de madera, piedra y cuevas excavadas directamente en la roca.
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Maraton! 2/5
Capitulo 12 (Parte 3)
Capitulo 12 (Parte 3)
Había un buen puñado de hombres de Legare en la celda, sentados sobre cajas de madera, fumando y bebiendo con expresión de regocijo. Risk estaba entre ellos, pero miraba a Nick inexpresivamente. Nick sintió una oleada de odio. Había sido un estúpido ingenuo. Jamás había creído que Risk fuese capaz de limitarse a observar cómo lo torturaban. Se preguntó en qué momento exacto Risk había decidido traicionarle. Tenía que haber sido el día anterior, cuando acudió a la isla para comprobar si Kevin estaba vivo. Legare debió de aprovechar la oportunidad para hablar con él y prometerle seguridad y oro, todo lo necesario para que Risk cambiase de bando.
Al ver la dirección de su mirada, Legare pareció leerle los pensamientos.
—Fue bastante sencillo convencerle para que se uniese a mí, Grifo. Me decepcionas... Supuse que eras lo bastante inteligente para no confiar en ese parásito. El mundo está lleno de pequeños chupasangres como él. Seguramente me traicionará cuando deje de serle útil. Pero, al contrario que tú, le cortaré las piernas antes de que tenga oportunidad de hacerlo. —Le sonrió a Risk como si estuviese imaginando ya ese día.
Risk le devolvió la mirada y se removió incómodo. Por una vez, no se le ocurrió nada que decir.
Legare caminó alrededor de Nick.
—A pesar de ese sorprendente matiz de ingenuidad, Grifo, debo admitir que te admiro. Me desafiaste, y muy pocos hombres se han atrevido a hacerlo. Por otra parte, mataste a André, el único hombre por el que me preocupaba. Te haré sufrir lo indecible por eso.
—Tu hermano era un ser repulsivo y malvado—repuso Nick—. No lo admitirían ni en el infierno, Y tú...
Legare le propinó un puñetazo justo sobre la herida cicatrizada del costado y después lo abofeteó en la boca con el reverso de la mano.
—Ni una palabra más sobre André —dijo fríamente— Hablemos de una información que Risk no ha logrado proporcionarme. Por lo visto, fuiste lo bastante listo para confiárselo todo.
Nick siempre había creído que Risk era más eficiente cuando se le ordenaban cosas sencillas, tareas directas, más que haciéndolo participar en la elaboración de planes. A Risk le costaba centrarse en cosas que no podía ver ni palpar. Ahora Nick se alegraba de no haberle contado nada sobre la fuerza naval que se disponía a atacar la isla. Pero siempre había una flota de barcos fondeados en el puerto dispuestos a defender la isla con uñas y dientes. Y si no lograban inutilizarlos antes de que llegase la expedición de la marina...
—Sé lo de Aug y el puñado de sanguijuelas que trajo a la isla —prosiguió Legare—. Dime cuándo y cómo logró colarlos aquí.
Las implicaciones de aquella pregunta iluminaron la mente de Nick como un rayo: Aug y sus hombres seguían ocultos en algún lugar. Hizo una mueca burlona y contestó:
—¿Sigues buscándolos? ¿Desde cuándo? ¿Un día, dos? No podrían haberlo hecho solos. Tuvo que ayudarles alguien. Tal vez alguno de tus hombres.
De repente, el parloteo y los murmullos de los presentes se acallaron.
Legare estudió a Nick. Estiró el brazo y apagó el puro contra su pecho. Nick arqueó el cuerpo y exhaló entre los dientes apretados mientras el dolor le taladraba el cuerpo, la cara se le perló de sudor y el olor de su propia piel y vellos chamuscados se dejó notar en el aire.
—El próximo lo apagaré contra tu ojo —dijo Legare con calma.
—Vete al infierno —jadeó Nick.
—Aunque es posible que te permita mantener los ojos abiertos unos minutos más. Quiero que veas algo. —Hizo un gesto hacia Risk—. Señor Risk, ¿por qué no me traéis a nuestra adorable invitada?
Nick se quedó helado. No podía referirse a __________. Ella estaba a salvo en casa, cuidando de Kevin. No era más que un farol. Vio a Risk salir de la celda. A partir de ese momento, dejó de ser consciente de los demás, incluso de Legare. Todo su ser quedó suspendido, expectante, como si fuese a caer desde una gran altura y esperase el momento de estrellarse contra el suelo.
Un lascivo rumor se extendió por la celda cuando Risk entró con _________. Ella intentó liberarse y gritó cuando Risk le tiró con fuerza del pelo. Los piratas se inclinaron hacia delante, una multitud de manos le rozaron las piernas, la espalda y el cabello, pero Legaré hizo un gesto para que se apartasen. Le obedecieron al instante, refunfuñando y silbando. Los brillantes ojos de ___________ se cruzaron con los de Nick y se quedó inmóvil, a pesar de que su delgado cuerpo temblaba visiblemente.
—Ahora háblame de Aug —dijo Legare con suavidad.
Nick lo miró ceñudo.
—Ella no tiene nada que ver con todo esto. Es la esposa de mi hermano...
—Ah, pero el señor Risk afirma que le has tomado mucho cariño.
—Sí—dijo Risk—. Lo ha convertido en un cabeza hueca.
Nick lo miró con furia asesina.
—Te mataré —gruñó sacudiendo violentamente las manos anilladas y haciendo resonar las cadenas. Se había olvidado del dolor en las costillas.
Crecieron los vítores y burlas entre los presentes, pues Nick parecía un lobo rabioso.
Legare tomó a __________ por la barbilla con una mano y con la otra le acarició las suaves mejillas. Ella lo miró con odio.
Nick sacudió las cadenas frenéticamente.
—¡Maldito seas! ¡Te mataré! ¡Lo juro!
—No es más que una mujer —observó Risk con frialdad—. No es diferente a otras muchas, Grifo.
—Háblame de Aug —dijo Legare sacando un largo chillo—. ¿Debería grabarle tu nombre en su bonita cara?
—¡No! —suplicó Nick—. ¡No la toques!
Legare sonrió, y con el cuchillo plano trazó una visible V desde la sien de Celia hasta su mentón. No dejó marca, pero sus intenciones quedaron claras.
—¿Cómo trajo Aug a esos hombres? —preguntó.
—No se lo digas Nick—terció __________, esquivando la hoja del cuchillo nerviosamente—. No mejorará las cosas. Lo hará de todas maneras.
—No necesariamente —la informó Legare—. Si él coopera, tal vez te permita seguir con vida. Tengo tratos con mercaderes en África que te venderían a buen precio en el mercado de esclavos. Una piel tan clara como la tuya se paga muy bien por aquellos parajes. —Miró a Nick—. ¿Y bien, Grifo?
Éste no apartó la mirada del cuchillo, que iba de un lado a otro sobre la cara de __________.
—Los trajo aquí ocultos en toneles. Tus hombres creyeron que era un cargamento de vino proveniente de un saqueo.
Legare alzó sus pelirrojas cejas, sorprendido.
—¿Dónde estuvieron escondidos? ¿En el pueblo? No pudo ser en la fortaleza. Registramos centímetro a centímetro.
—No lo sé.
Legare colocó el cuchillo bajo la barbilla de _________.
—Vamos, capitán Grifo, seguro que lo sabes.
—¡No lo sé, maldita sea!
Legare le dio la espalda a Nick y acarició la tensa garganta de _________.
—Tenemos que convencerlo de que sea más dialogante, ¿n'est-ce pas? Creo que permitiré que mis hombres se entretengan contigo. No todos a la vez, obviamente, sólo de dos en dos. —Nick tiró de las cadenas con toda su fuerza—. Boles, Luc, lleváosla a la celda de al lado. Empezaréis vosotros.
Y aseguraos de que oigamos bien sus quejidos.
Casi babeando de lujuria, los dos hombres cogieron a __________ y la sacaron de la celda. Ella lanzaba agudos chillidos, les clavaba las uñas, los mordía como una posesa, todo en vano.
En un esfuerzo sobrehumano, Nick lanzó una pierna y golpeó a Legare en la cabeza. A pesar del miedo que éste inspiraba a sus hombres, todos se echaron a reír al ver que lo habían pillado desprevenido, derribándolo. Legare se puso en pie sacudiendo la cabeza y lo miró con furia salvaje. De pronto, Nick dejó de oír los gritos de __________. Se temió lo peor, pero en ese momento Legare alzó el cuchillo para descargarlo sobre él.
Mientras los hombres de Legare arrastraban a __________ por el corredor, una figura oscura salió de la nada. El brillo de un cuchillo surcó el aire y las brutales manos que la sujetaban se aflojaron y cayeron a un lado. __________ enmudeció de golpe. Estaba paralizada. De repente, las aguileñas facciones de Aug así como sus lustrosos ojos negros se situaron frente a ella, que lo miró desconcertada y permitió que la apartase de los dos cuerpos que yacían en el suelo.
—¿Aug? —logró susurrar recuperando el habla—. Aug, tienen a Nick ahí dentro... —Intentó detenerle y hacer que volviese sobre sus pasos, pero él siguió tirando de ella inexorablemente.
—Rápido, rápido, no tardarán en aparecer —dijo.
—Sí, pero Nick...
—No te preocupes por él.
En ese momento se oyó un atronador estallido proveniente de la celda, provocando que casi perdiesen el equilibrio. Las paredes y el suelo temblaron.
—¿Qué ha sido eso?
Justo cuando Legare iba a clavarle el cuchillo a Nick, la pared que se extendía a su izquierda explotó, haciendo saltar centenares de astillas y llenándolo todo de humo y ceniza. La potencia de la explosión lanzó hacia atrás a los hombres que estaban más cerca de la pared. Aturdido, Nick quedó colgando de las cadenas. El zumbido de sus oídos le impedía oír cualquier sonido. El tiempo pasó con dislocada lentitud.
Durante unos segundos se quedó a oscuras, pero al poco fue consciente de los movimientos de los hombres que salían corriendo y caían por el suelo.
—__________—farfulló, y alzó la cabeza atontado.
Varias caras familiares aparecieron delante de él. Lo descolgaron del gancho y lo sostuvieron mientras intentaba caminar, arrastrando las cadenas por el suelo. El mundo se estabilizó, y numerosos integrantes de su tripulación atravesaron el hueco que había quedado en la pared reventada. Entre ellos, Sans-Nez y Duffy.
—La mujer... —dijo Nick.
—Está sana y salva, se la ha llevado Aug.
Miró alrededor. Legare había desaparecido. Una vez liberado, Nick caminó cojeando entre los cuerpos diseminados por el suelo, ignorando el dolor que sentía en la pierna,
—Jack...
A Risk le había alcanzado la explosión. Tenía el ojo bueno abierto, y el parche del malo se le había subido. Nick buscó el pulso y comprobó que había muerto.
Nick se sorprendió al notar que, a pesar de haber cometido la peor de las traiciones, todavía podía sentir lástima por él. Quería gritar de furia, indignación y pena. Con un gesto delicado, colocó el parche en su sitio y cerró el otro ojo. Luego se puso en pie y observó los laxos rasgos en una especie de trance. Entendía por qué Risk se había vuelto contra él. Después de todo lo que habían vivido juntos, Risk creyó que Nick lo traicionaba. No había tenido otra opción que unirse a las filas de Legare.
Habría permanecido allí largo rato, pero era consciente de que sus hombres lo observaban, esperando. Se volvió hacia ellos y tendió sus muñecas.
—Quitadme esto —dijo—. Legare organizará a sus hombres muy rápido... No disponemos de mucho tiempo. —Pusieron manos a la obra con los grilletes utilizando herramientas, golpeando en los pernos que los mantenían alrededor de sus muñecas—. Habéis volado todo el muro... —Nick sacudió la cabeza para despejarse—. Maldita sea, ¿cómo sabíais que no estaría colgado contra esa pared?
Todos sonrieron.
—Esperábamos que no lo estuvieses —dijo Sans-Nez.
Los grilletes cayeron de sus magulladas manos.
—¿Estáis seguros que Aug tiene a la mujer? —preguntó.
—Sí.
Última edición por YourBiggestFan el Lun 03 Oct 2011, 11:39 pm, editado 1 vez
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Maraton! 3/5
Capitulo 12 (parte 4)
Capitulo 12 (parte 4)
Todos lo miraron expectantes. Nick asumió el mando de inmediato y empezó a impartir órdenes. Mientras hablaba, su mente repasaba la situación. Risk había muerto, ___________ estaba en peligro y Aug sabría Dios dónde estaría. Tenía que llevar a cabo lo planeado, pero con leves cambios. Antes de nada tenía que encontrar a _________ y asegurarse de que estaba a salvo.
—Se aproxima una flotilla de la marina. Ocho barcos o más —informó con rapidez—. Tomad los cañones de las dos baterías principales de la fortificación y disparad a los navíos piratas fondeados en el puerto que no hayáis desmantelado. Los hombres de Legare intentarán tomar posiciones. No disparéis a nada que luzca la bandera americana. Disparad a la taberna y a las santabárbaras. —Hizo una pausa antes de añadir con aspereza—: Yo iré en busca de Legare.
—Ándate con ojo, Grifo —le advirtió Duffy—. Dispararemos donde nos has indicado y apuntaremos bien, pero si te interpones en la línea de fuego te dispararán.
Nick le echó un vistazo a su maltrecho cuerpo y a la quemadura de puro en el pecho.
—No sé sí lo notaría —murmuró, e hizo un gesto para que se pusieran en marcha.
Duffy le tendió un cuchillo y un estoque. Nick enfundó el cuchillo en su bota y examinó la espada. Era un arma sencilla y bien equilibrada, con empuñadura corta y una cazoleta pasable.
Nick salió al corredor y los demás se dispusieron a cumplir las órdenes del capitán. Era consciente de que Duffy iba tras él, observándole. Nick se volvió y lo miró a la cara. Su cojera, apenas perceptible la mayoría del tiempo, era ahora muy pronunciada.
—¿Qué sucede? —le espetó.
—Os acompañaré en busca de Legare, capitán.
Nick lo escrutó con sus penetrantes ojos azules. Media cara estaba iluminada por la luz de las antorchas, la otra mitad en penumbra.
—No; lo haré solo. Ni siquiera el demonio podría detenerme.
Duffy asintió y se marchó, satisfecho con lo que había apreciado en el rostro de Nick.
Incapaz de mantener el paso de Aug, ___________ tuvo que correr tras él a través de un corredor oscuro e inclinado. El detuvo de golpe, por lo que ella topó contra su espalda. Con exagerada cautela él señaló un extraño dispositivo engastado en medio del suelo. Parecía parte de una pistola. Unos brillantes alambres corrían hacia una de las paredes del pasillo desde la caja de madera, bloqueando el paso. Aug pasó por encima de los alambres y le indicó que hiciese lo mismo. Recogiéndose la falda hasta las rodillas, ella lo imitó.
El pasaje se adentraba más y más en las profundidades de la tierra y acababa en una especie de panal formado por cuevas. Cuando Aug la introdujo en una de ellas, le costó un buen rato acostumbrar la visión a la penumbra. La cueva estaba llena de cajas vacías y barriles. En el suelo había un agujero de casi un metro de diámetro. Aug la empujó hacia allí.
—Por aquí podréis alejaros de la fortaleza—dijo—. Llegad hasta el final, y daos prisa.
_________ lo miró sin fijar la vista. ¿Le estaba pidiendo que se adentrase en aquella oscura gruta en el suelo?
—No sé si podré —dijo.
—Es seguro. Rápido, moveos.
El estómago se le revolvió.
—Tiene que haber otra manera. Podría ocultarme en algún lugar hasta...
Calló cuando Aug le tendió la mano.
—Agarraos.
Ella obedeció a regañadientes, introdujo los pies por la abertura y fue bajando. Sus pies tocaron piedras lisas en una abrupta pendiente. Miró hacia arriba, hacia la silueta de Aug.
—Cuidad de Nick—suplicó.
—Dadlo por seguro.
Entonces, Aug desapareció. Rodeada de oscuridad, __________ se sentó en la rocosa pendiente y respiró hondo varias veces para serenarse. Se le ocurrió que si Risk había traicionado a Nick, quizá también Aug lo habría hecho. Alzó las manos hacia la abertura, pero no hizo sino deslizarse más hacia abajo, arrastrando a su paso tierra y guijarros. Intentó refrenar el descenso, pero finalmente llegó al fondo. Se puso en pie y escrutó alrededor. El sonido de su respiración creaba un eco vacío.
Por algún punto encima de su cabeza penetraban unos finos rayos de luna. Se encontraba en una gruta fría y húmeda que tenía altura suficiente para que pudiese estar de pie. El suelo estaba cubierto por un par de centímetros de agua. Avanzó con las manos estiradas, topó con un muro y palpó su rugosa superficie con los dedos.
Se detuvo para escuchar el murmullo amortiguado que llegaba de arriba. Tal vez debería quedarse allí y esperar. El estrépito de otra explosión retumbó en las paredes, estremeciéndola. No podía esperar sola en la oscuridad o se volvería loca. Se mordió el labio con gesto de concentración y caminó pegada al muro de piedra, tanteando con la mano. Estaba aterrorizada, pero era mayor el miedo que sentía por Nick.
Al recordarle colgando de las cadenas, rompió a llorar. ¿Le habrían hecho mucho daño? Y la explosión... ¿le habría alcanzado? Se aferró a la esperanza. Nick era fuerte y tenaz, había sobrevivido a muchos peligros. Pero ella temía que, aunque hubiese sido rescatado, el temor que sintiese por ella lo distrajese y no se preocupase lo suficiente por su propia seguridad. Paso a paso, siguió avanzando por el túnel.
Nick sabía que Legare no tardaría en reunir a sus hombres y urdir una estrategia para oponerse al reducido grupo que se había adentrado en la fortaleza. Pero Nick había previsto que muchos hombres de Legare aprovecharían la oportunidad para saquear los almacenes y llevarse los suministros, contribuyendo así a la sensación de caos. Con suerte, las fuerzas del comandante Matthews atacarían pronto, lo cual obligaría a Legare a enfrentarse tanto a la amenaza exterior como a la interior.
Nick oyó explosiones y cañonazos en el puerto, que producían un irregular tamborileo. También desde los pasadizos subterráneos llegaba el sonido de gritos y disparos. La alarma se extendió por toda la isla. De algún lugar empezó a elevarse una columna de humo. Calculando los diferentes lugares a los que Aug podría haber llevado a _________, Nick se dirigió hacia las escaleras de piedra que conducían al nivel principal del fortín. Antes de llegar al primer escalón, alguien saltó sobre él gritando y lo derribó. Nick agarró por el puño a su atacante y rodaron por el suelo hasta ponerse en pie.
—¡Ned! —gritó el otro pidiendo ayuda, por lo que Nick se encontró de repente ante dos piratas, ambos más bajos que él pero ansiosos de pelea.
Estaban armados con espadas cortas y pesadas, armas que solían llevar aquellos que carecían de formación en esgrima. Solían suplir sus escasas habilidades con una mayor cercanía en el cuerpo a cuerpo. Se lanzaron los dos hacia él a la vez.
Nick se echó a un lado para esquivar a uno de ellos y le propinó un fuerte empujón al tiempo que le hundía el estoque en el cuerpo. El tipo cayó al suelo con una mancha de sangre en el torso. El otro pirata lo embistió lanzando mandobles sin ton ni son. Nick tuvo que mantener el equilibrio mientras luchaba debido a la pierna mala. Dio un paso atrás, arremetió y al punto se hizo a un lado para esquivar el descenso de la espada corta.
Gruñendo por el dolor en las costillas, Nick se obligó a agacharse una vez más y, antes de que el otro pudiese recomponerse, le clavó el alfanje en su voluminoso hombro. El pirata soltó la espada, se llevó la mano al hombro y se apoyó contra la pared para deslizarse hasta el suelo. Miró a Nick con los ojos entornados, como un animal atrapado en una trampa. Aunque la herida no era mortal de necesidad, suponía que Nick acabaría con su vida. No mucho tiempo antes, éste lo habría matado sin vacilar. Pero ahora no pudo. Dios, ¿qué le había ocurrido?
Jadeando, Nick se alejó del pirata. Se secó el sudor de la frente con lo que le quedaba de manga. De pronto captó una sombra cruzando el suelo y se volvió con el estoque listo para embestir. Pero era Aug, con un cuchillo en una mano y una espada española en la otra. Miró a Nick y sacudió la cabeza lentamente.
—Deberías haber acabado con él. Has perdido los arrestos, capitán.
Nick lo miró de modo elocuente. Sí, en el pasado había sido un hombre sin escrúpulos al que no le importaba matar o morir. Pero había cambiado tras comprobar que la vida valía la pena.
—¿Dónde está _________? —preguntó con rudeza.
—En un túnel que pasa por debajo de los almacenes y llega más allá de la fortaleza.
—No aparecía en el mapa de Sans-Nez.
—Me lo enseñaron las prostitutas. Lo encontraron debajo del burdel. Legare desconoce su existencia.
—¿Quieres decir que tú y los otros habéis estado...? —Nick fue interrumpido por un rugido ensordecedor que parecía surgido de las profundidades de la tierra. Las paredes temblaron y el techo de madera crujió—. ¿Una santabárbara? —preguntó y Aug asintió.
Oyeron muchos disparos. Los hombres subían a toda prisa las escaleras, pisoteándose unos a otros en su huida. Podía respirarse el miedo en el aire. Nick se pegó a la pared e indicó a Aug que hiciese lo mismo. Cuando la desesperada estampida pasó, ambos salieron del pasillo.
—¿Desde la traición de Risk, tú y los otros habéis estado escondidos con las putas...? ¿En el burdel?
—Parte del tiempo —admitió Aug—. Las putas odian a Legare. Se queda la mayor parte de su dinero, pero no les proporciona seguridad respecto a sus hombres. A veces esos cabrones se niegan a pagarles y encima les pegan.
—No me sorprende. —Nick se volvió para regresar por donde había venido—. Tengo que encontrar a __________.
—Pero Legare...
—Sí, también iré por él. Después de que encuentre a __________. —Al ver la mirada reprobadora de Aug, Nick alzó una ceja burlona—Si lo prefieres, ve tú mismo por Legare —añadió. Ambos sabían que la destreza de Aug con la espada no estaba a la altura.
Aug maldijo e hizo un gesto hacia las escaleras.
—Será más rápido si vas a esperarla al final del túnel.
Con cautela, llegaron a un salón vacío donde había una puerta abierta a la noche. Estaba a punto de amanecer. Había fuego alrededor de la fortaleza, y parte de las llamas se elevaba hacia el cielo desde la taberna, la antigua prisión.
—Por aquí—dijo Aug.
Nick lo siguió, pero entonces oyeron aproximarse el siseo de un cañonazo proveniente de la bahía. Se tumbaron en la arena y se cubrieron las cabezas. Les llovieron trozos de muralla. Un pedazo grande cayó peligrosamente cerca de ellos. Se vieron cubiertos de tierra y restos de metal. Tosiendo, Nick alzó la cabeza y miró a Aug.
—Creo que ha llegado la marina —dijo con una sonrisa.
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Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Maraton! 4/5
Capítulo 13 (parte 1)
Capítulo 13 (parte 1)
El avance de ___________ fue lento e incierto, pues no veía nada en el túnel y el suelo no era del todo firme. Poco a poco, las atronadoras explosiones sonaban más fuerte, lo que indicaba que el túnel iba ascendiendo hacia la superficie. Prosiguió avanzando, pero los minutos pasaban y la frustración y el miedo ya le resultaban casi insoportables. Parecía como si aquel túnel no tuviese fin y ella fuera a quedarse encerrada en la oscuridad hasta el fin de los tiempos. Estaba agotada, pero no quería detenerse para descansar.
Sus dedos, ásperos por el constante roce con la rasposa piedra, de repente no tuvieron dónde posarse. La pared se había acabado. Confundida, palpó en el aire hasta dar con el borde de una marcada esquina. La forma del túnel cambiaba en ese punto. Respirando con ansiedad, escrutó alrededor y descubrió que el túnel se dividía en dos. Aug no le había advertido de eso... ¿Qué dirección debía tomar? Apretó los puños con fuerza, vacilante.
—¿Qué dirección es la correcta? —gritó, y su voz reverberó en la gruta.
Se apoyó contra la pared y prorrumpió en sollozos y juramentos que le había oído en alguna ocasión a Nick. Se asustó al oír una potente detonación que pareció estallar justo encima de su cabeza. Del techo cayó una lluvia de polvo y piedrecillas.
_________ optó por el sendero de la izquierda. El túnel giraba bruscamente. Ella sintió la diferencia en el aire, mezclado con un poco de humo. Oyó un grito sordo que era demasiado agudo para ser de un hombre. Se acercó hacia donde provenía el ruido y descubrió una rampa que ascendía hacia una abertura en el techo, que brillaba con un resplandor rojo y anaranjado. Oyó el crepitar del fuego y otro grito.
Se encaramó por la pendiente hasta la abertura, que daba a una estancia en llamas. Pisó unos tablones sueltos que debían ser los que habían mantenido oculta la entrada al túnel subterráneo hasta que alguien los había arrancado para poder huir. Dos paredes habían volado, y lenguas de fuego se colaban por el techo parcialmente derrumbado. Había dos mujeres acuclilladas a unos metros de distancia, intentando frenéticamente levantar la viga que había caído sobre la pierna de una muchacha mulata. Al mirar alrededor, ___________ comprendió que estaba en el burdel de la isla.
Las dos prostitutas chillaban, maldecían y tosían. Podrían haber escapado pero se habían quedado para ayudar a su compañera herida. Impulsivamente, ___________ se acercó a ellas y agarró a la chica atrapada por debajo las axilas. Las otras la miraron sorprendidas.
—¡Levantad la viga! —ordenó, lagrimeando debido al humo.
Jadeando asfixiadas, lograron mover la pesada viga de madera los centímetros suficientes, y ____________ tiró de la chica arrastrándola. Ella miró a su salvadora con ojos aterrorizados y se esforzó por sacar la pierna de debajo de la viga. Una de las paredes en llamas se vino abajo peligrosamente cerca de ellas. Por fin, ___________ logró liberar a la chica.
Entre todas la llevaron hasta el hueco del túnel. __________ descendió la primera y tendió los brazos hacia arriba para que bajasen a la chica poco a poco. Las cuatro descendieron por la rampa. Una morena rellenita con la cara tiznada de hollín agarró a ___________ del brazo.
—Gracias —le dijo entre jadeos—. Muchas gracias.
—¿Sabéis cómo salir de aquí? —preguntó ___________ sin dejar de toser. Incluso aquella breve exposición al humo le hacía sentir como si tuviese los pulmones llenos de carbonilla.
La prostituta dejó escapar una risotada.
—Si lo que pretendes es salir a la superficie, princesa, has tomado la dirección equivocada. Pero sí, conozco la salida. No está lejos.
Encima de sus cabezas se produjo una ensordecedora explosión y parte del túnel se derrumbó. Gritaron horrorizadas al sentir que todo temblaba a su alrededor. En cuestión de segundos, __________ supo que iban a morir. Su mente se quedó en blanco y sus oídos se colapsaron con los potentes crujidos, y de pronto se vio lanzada a una abrupta quietud. Todo a su alrededor estaba en calma, fresco y gris.
Al cabo se movió un poco, como entre sueños. Le dolían los ojos, la nariz y los pulmones. El aire era cálido y acre. Logró sentarse y se frotó los ojos. La mujer morena se tocaba amargamente un chichón en la cabeza y maldecía, en tanto que la chica mulata lloraba con desconsuelo.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó __________.
—El túnel se ha hundido —dijo la morena señalando hacia la entrada del mismo, bloqueada por los escombros—. No podremos salir por ahí. —Tosió con fuerza—. Y dado que los malditos piratas de ahí arriba han incendiado la isla, estamos atrapadas aquí. En este pequeño horno calentito... no tardaremos demasiado en convertirnos en cuatro pichones asados.
—No —dijo __________, y gateó lentamente hacia el montón de escombros. Agarró una piedra de lo alto—. El calor y el humo van hacia arriba, no bajará hasta aquí. Estaremos a salvo durante un rato... pero aun así tenemos que... —se detuvo, sacudida por un espasmo de tos— que excavar para salir de aquí. —Pero ninguna de ellas se movió para ayudarla.
___________ empezó a sacar rocas con sus manos. Entonces la morena se colocó a su lado.
—Eres valiente, ¿eh? —Tomó una gran piedra para ayudar a sacarla.
La taberna ardiendo ofrecía una visión dantesca y producía luz y calor suficiente para competir con el sol naciente. Después de avanzar entre los cañonazos de los buques de la armada, Nick y Aug se refugiaron tras uno de los largos parapetos de la fortaleza. Un ensangrentado hombre salió por una puerta. Nick lo reconoció.
—¡Duffy!
Se puso en pie y lo sostuvo antes de que perdiese el equilibrio. Lo dejó con cuidado en el suelo. Duffy se llevó las manos a la herida de puñal que tenía en el centro del pecho; la sangre manaba entre sus dedos. Alzó la vista y miró a Nick con ojos vidriosos.
—Legare... —jadeó—. Luché con él, pero no pude... Al menos lo intenté...
—Está bien, no hables —murmuró Nick, dirigiéndole a Aug una sombría mirada.
Duffy era un hombre valiente y temerario, pero no era rival para alguien tan hábil como Legare. Se arrancó los jirones de la camisa y presionó con ellos la terrible herida. Era inútil, pero tenia que hacer algo. Duffy se estremeció y boqueó antes de que la cabeza le cayese a un lado.
—¡Grifo!
Nick levantó la mirada para toparse con el delgado cuerpo de Legare. Empuñaba una espada manchada de sangre. No había rastro de su habitual sonrisa burlona, sólo una mortal determinación en sus ojos. Dos hombres más aparecieron tras el pirata. Nick se preguntó si los tres habrían acorralado a Duffy, y si los otros dos le habrían sujetado para que Legare le atravesara el pecho.
Aug se puso en pie de un brinco y Nick lo imitó, aunque más despacio. Notaba la sangre en las sienes y una euforia salvaje, la emoción más pura que jamás había sentido. Quería matar, verter la sangre de Legare y bailar encima de ella. El sonido del odio era mucho más fuerte que el del fuego y los cañonazos. Nick se sintió capaz de todo, incluso de la peor crueldad... Se sentía casi inhumano.
Vio todo ello reflejado en los ojos de Legare. «Dios mío —pensó con una repentina punzada de pánico—, ¿qué nos diferencia?» La niebla púrpura fue aclarándose. Recordó que __________ le había dicho que creía en él, le había hecho creer de nuevo en una parte de sí mismo que consideraba perdida para siempre. Ella era lo que le diferenciaba de Legare; jamás sería como él. Pensar en ____________ lo sosegó un poco.
Cuando el torrente de energía instintiva empezó a remitir, volvió a percibir las cosas que había olvidado momentáneamente: el dolor de la pierna, el pinchazo en las costillas y todos los puntos maltrechos de su anatomía. Estaba bien recordarlo. Tenía que luchar conociendo sus limitaciones, no lanzarse como un desesperado. Su capacidad estaba seriamente mermada y no podía jugársela como en sus buenos tiempos.
—Aug —masculló haciendo un gesto hacia el par de hombres a la espalda de Legare—. Mantén alejados a esos dos bastardos. Que nadie interfiera. Si intentan algo...
—De acuerdo.
Legare asintió hacia los dos piratas, que se hicieron a un lado. Nick supuso que intentarían acabar con Aug a la primera oportunidad, pero Aug no tendría problemas en lidiar con los dos.
Legare se dirigió al interior de la fortaleza y esperó a que Justin le siguiese. Era un recinto pequeño y cerrado, iluminado por antorchas y la débil luz del sol que se colaba por la puerta. Fuera se oyeron gritos y sonido de espadas. Legare miró a Nick.
—Al parecer, mis hombres han decidido probar las habilidades de Aug —dijo.
Nick se encogió de hombros.
—Estarán entretenidos durante un rato. —Y embistió a Legare sin previo aviso.
Legare se hizo a un lado ágilmente y devolvió el golpe con un veloz contraataque. Nick luchó con extrema concentración, consciente de que sólo podía reaccionar dando saltitos con la pierna mala. No tenía ritmo.
Legare rió con malicia.
—¡Estúpido y patético! Has perdido tu legendaria habilidad. —Dio un paso atrás con una sonrisa de desprecio, como si aquel combate no mereciese el esfuerzo.
Nick siguió alerta, embistiendo y retrocediendo, tomando toda la iniciativa y con Legare a la defensiva. Hizo una finta y le clavó la punta del estoque en el hombro. Legare se echó hacia atrás con un salto, pero había ya una mancha de sangre en su camisa. Furioso, se lanzó sobre Nick con violentos envites. Éste mantuvo la posición, sabedor de que su pierna no estaba para soportar un intercambio largo.
Las hojas entrechocaron y se deslizaron la una contra la otra hasta que las empuñaduras casi se tocaron. Ambos apretaron los dientes y se sometieron a un fiero examen de fuerza. Nick lo hizo retroceder con un violento empujón. Legare se rehízo enseguida y se enzarzaron en un prolongado intercambio, embistiendo y retrocediendo. Todo transcurría con demasiada rapidez para pensar siquiera; sólo el instinto guiaba el destello de las espadas. De pronto Nick superó la guardia de Legare y le infligió un pinchazo superficial en un costado.
La expresión del pirata se tornó demoníaca. Arremetió con fuerza, obligando a Nick a dar un salto hacia atrás y a apretar los dientes para defenderse de aquel violento ataque. Sintió un hormigueo en el estómago al ver que en el rostro de Legare se dibujaba un gesto de victoria, y de pronto dejó de notar el suelo bajo sus talones. Estaba el borde de una escalera. Cuidando de no perder el equilibrio, descendió dos o tres escalones y levantó la espada justo a tiempo para frenar una salvaje estocada de Legare.
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Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Maraton! 5/5
Capitulo 13 (parte 2)
Capitulo 13 (parte 2)
Se produjo una ensordecedora explosión, una bala de cañón que impactó contra el parapeto e hizo temblar la estructura al completo. Nick perdió el equilibrio y cayó escaleras abajo, rodando sin parar hasta el pie. El estoque resbaló varios escalones hasta quedarse en mitad de las escaleras, fuera de su alcance. Nick permaneció tumbado en la penumbra unos segundos, mirando mareado hacia lo alto de las escaleras. Legare estaba descendiendo, acortando la distancia entre ellos.
Nick intentó ponerse en pie, trastabillando en aquel sombrío pasillo. Volvió a caer al suelo. A escasos centímetros de su nariz vio un alambre atado alrededor de un clavo. Parpadeó y fijó la vista en aquel objeto. Resollando, notando el cobrizo sabor de la sangre en la boca, se puso en pie evitando tocar el alambre. A continuación se adentró unos metros en el pasillo, apoyó la espalda contra la pared y esperó, boqueando y con una mano en el costado en que sentía una aguda punzada de dolor.
Legare se detuvo en la entrada del pasillo, escudriñando sus oscuros confines. Oyó los irregulares jadeos de Nick.
—Menudo farsante estás hecho —se burló el pirata—. Y yo que te consideraba una amenaza. Matarte está resultando un juego de niños.
Legare levantó la espada y dio un paso. Entonces su bota arrastró el alambre, que accionó el gatillo de una pistola. Instantáneamente se produjo un disparo que reverberó en el estrecho pasillo, haciendo que a Nick le zumbaran los oídos.
Legare vaciló un instante pero siguió avanzando. Nick pensó angustiado que el disparo no le había dado, pero de pronto lo vio caer hacia delante, apuntándole torpemente con la espada. Nick se hizo a un lado y el estoque erró su objetivo.
Legare soltó un estremecedor bramido de furia.
—¡Maldito seas, Grifo!
Y todo quedó abruptamente en silencio. Cuando sus ojos se adaptaron a la penumbra y la luz del sol se coló tímidamente hasta aquel rincón, pudo ver el rostro de Legare convertido en una inmóvil máscara, la mirada ausente y los labios formaban una mueca de dolor. El disparo le había dado en el estómago. La trampa de la pistola había hecho su trabajo.
Nick se apoyó contra la pared sin apartar los ojos de aquella retorcida figura. Aturdido, se preguntó por qué habrían cesado las detonaciones y el fragor. El asedio naval había concluido. La marina no tardaría en desplegarse por toda la isla.
—¡Venga, Grifo! —oyó la voz de Aug en lo alto de la escalera.
Con gran esfuerzo, Nick salió del pasillo y subió despacio por los peldaños. Recogió su estoque y siguió subiendo. Aug lo miraba con asombro. Nick frunció el ceño.
—¿Cómo sabías que no era Legare quien había quedado en pie?
—Te conozco desde hace mucho tiempo —repuso Aug con sencillez.
Junto a la entrada yacía un cuerpo, uno de los hombres que habían retado a Aug. Nick miró a su camarada.
—¿Y el otro?
Aug se encogió de hombros.
—Huyó por piernas.
Nick sonrió y después pensó en ____________.
—Llévame a la entrada del túnel.
Se encaminaron hacia allí. Aug agarró una antorcha encendida que alguien había clavado en la arena. Llamas y un humo negro ascendían hacia el cielo desde los tejados del pequeño poblado, la taberna y el burdel. La isla ardiendo semejaba una visión del infierno.
Unos espesos matorrales tapaban la entrada del túnel. La abertura en el suelo estaba casi cubierta por hierbajos, helechos y musgo.
—Ya tendría que haber salido —dijo Aug apartando los matorrales.
—¡____________! —gritó Nick con voz ronca. Tomó la antorcha de manos de Aug—. Algo no ha ido bien —dijo, sabiendo que buscarla por el exterior sería una pérdida de tiempo.
Se agachó para entrar al túnel. Metro a metro el espacio se iba ensanchando, pero no lo suficiente para ponerse de pie. Aug iba tras él.
—¡___________! —llamó de nuevo.
La única respuesta fue el burlón eco de su propia voz. Siguieron adelante unos treinta metros y entonces el túnel se dividió en dos. Nick se detuvo.
—¿De dónde venía ella? —preguntó.
Aug señaló.
—De ahí.
Nick echó un vistazo al estrecho túnel a su derecha.
—¿Adonde lleva?
—Al burdel.
—Bien, pues probemos por aquí.
—No creo que ella...
—Pues yo creo que sí —repuso Nick, adentrándose por el túnel de la derecha—. La conozco muy bien. Tiene un talento especial, un don, para estar en el lugar inadecuado en el momento inadecuado.
Recorrieron el serpenteante túnel. En cierto momento, Nick olió a humo y se detuvo al toparse con una montaña de cascotes que cerraban el paso. Cerca del punto más alto había una fisura a través de la cual unas pequeñas manos se abrían paso. Oyó unos gritos amortiguados.
Soltó la antorcha y el estoque y se lanzó frenéticamente hacia la pequeña abertura. Agarró una pesada roca e intentó apartarla. Maldijo y se esforzó a fondo para hacerla rodar montaña abajo. Aug se colocó a su lado y puso también manos a la obra.
Nick introdujo la cabeza, el hombro y un brazo a través de la abertura que habían ensanchado. Estiró la mano a ciegas, tocó un brazo delgado y empezó a tirar de él. Aug lo ayudó a sacar a una mujer pechugona de cabello castaño a través del agujero. La desdichada se dejó caer sobre un pedrusco y se puso a toser violentamente.
Desesperado, Nick volvió a alargar el brazo. Unas manos femeninas le agarraron las muñecas. Una segunda mujer pasó por el agujero entre los escombros, y una tercera, y Nick se desesperaba al ver que __________ no aparecía. Presa del pánico, se asomó a la abertura.
—¡___________! —llamó. Le ardían los ojos debido al sudor y las lágrimas—. ¡__________...!
Una mano le agarró la suya y él la apretó con fuerza. Tiró del brazo hasta aferrar la espalda del vestido. Entonces tiró hacia fuera con todas sus fuerzas y ___________ acabó tumbada a su lado, temblorosa y sollozante. Nick la acunó en su regazo, aún aterrorizado por la posibilidad de que todo aquello hubiera sido demasiado para ella, de que hubiese muerto. Frotó ansiosamente la mejilla contra su cabello chamuscado.
—Dios mío... _________...
Ella le pasó los brazos alrededor del cuello.
—Estoy bien... —balbuceó ella contra su oído—. Estoy bien.
Tras unos instantes, __________ abrió sus húmedos ojos. Percibió los ahogados jadeos de Niclk contra su pelo y, anonadada, comprendió que estaba llorando. Se incorporó lentamente para sentarse en su regazo y lo miró a la cara.
—Nick... —Su voz sonó ronca. Le secó las lágrimas con los dedos, dejando marcas negras en su cara. Al mirarla y sentir sus tranquilizadoras caricias, una parte del tormento que sentía Nick empezó a desvanecerse—. No ha sido tan terrible... No me hirieron. Ahora... sácame de aquí. Vamos.
Quiso levantarse de su regazo, pero él la abrazó con fuerza. No quería apartarse de ella.
—Puedo andar —insistió ___________ y miró a Aug, que había tomado en brazos a la chica mulata.
La prostituta morena cogió la antorcha y emprendió la marcha abriendo camino.
Nick ayudó a __________ a mantener el equilibrio, colocándose a su espalda mientras avanzaban hacia la salida del túnel. Ella no lograba respirar bien, sentía los pulmones y la garganta como si se los hubiesen restregado con piedra pómez, pero no tenía ninguna quemadura de consideración. Por el agujero en el suelo del burdel se había colado muy poco fuego.
Finalmente, ___________ salió del túnel lanzando un grito de alegría. Las prostitutas se tumbaron en el suelo bajo un árbol. ___________ se sentó, tan agotada como aliviada de volver a ver el cielo sobre su cabeza. Respiró hondo, tosió, y se obligó a tomar aire profundamente unas cuantas veces. Soplaba una fresca brisa que le refrescó la cara. Jamás en la vida volvería a meterse bajo tierra, no habría razón lo bastante poderosa para obligarla a hacerlo.
_____________ se inclinó sobre ella, con los ojos enrojecidos y la cara demacrada y ojerosa. Sin mediar palabra, ___________ le rodeó el cuello con los brazos y lo besó, presionando sus labios con sabor a humo contra los de Nick.
—¿C'est bien? —dijo acariciándole la nuca.
Él se estremeció y la abrazó con los ojos cerrados.
—Sí, ahora sí estoy bien. —Nick sonrió contra su pelo—. No sabía dónde estabas y creí que habías muerto. Nunca volveré a sentirme tan mal. ¿Cómo has podido hacerme esto? —le reprochó antes de besarla con posesividad y ardor. Luego alzó la cabeza y la miró a los ojos—. Te ordené que te quedases en la plantación, donde estarías a salvo. ¡Tendría que propinarte una tunda por haberme desobedecido! —Y sin darle ocasión de responder volvió a besarla.
—Jonas—lo interrumpió Aug.
Nick le dirigió una mirada asesina. Aug estaba con la chica mulada, apoyada en él. La muchacha tenía una pierna quemada, pero estaba consciente y se aferraba a Aug como si la vida le fuese en ello. Las otras dos prostitutas también estaban a su lado.
—Será mejor que nos larguemos de aquí, capitán —dijo Aug—. Hay una goleta fondeada en el otro lado. Todavía estamos a tiempo de llegar allí.
—¿Te las llevas contigo? —preguntó Nick, perplejo.
Aug asintió.
—Quieren irse. Y nuestros hombres las recibirán con los brazos abiertos.
—No me cabe la menor duda —dijo Nick.
—Vamos, tenemos que darnos prisa.
Nick vaciló.
___________ lo abrazó con fuerza y apretó su mejilla contra la de él, temiendo que Nick pensase abandonarla.
—Llévame contigo —suplicó—. Por favor, no me dejes, llévame contigo...
—Shhh, calla—dijo pasándole la mano por el pelo—. Yo no voy a ninguna parte. —Miró a Aug y sonrió—. Adiós, mon ami. Te deseo suerte.
—Te ahorcarán —repuso Aug sin variar el gesto.
—Nos quedamos aquí —zanjó la cuestión Nick. Sus ojos azules se clavaron en los negros de Aug y sonrió de medio lado—. Me has llamado Jonas, ¿no?
—Tienes razón. —Aug se llevó la mano a la frente en un breve saludo militar, le sonrió y se marchó con las mujeres.
Al notar los temblores de ________, Nick la acarició.
—Todo está bien, mon coeur, no voy a dejarte. Estás a salvo entre mis brazos, y la pesadilla ha acabado.
—¿Legare ha muerto?
—Sí.
—¿Y Risk?
—También. —Nick la besó en la frente. Clavó sus enrojecidos ojos en los de ella—. ____________... ¿Risk o alguno de sus hombres te... hicieron daño?
—No, no.
Él pareció enormemente aliviado. Se atusó el pelo.
—Podrías haber escapado con Aug y sus hombres —dijo __________—. ¿Por qué te has negado? Me habría ido contigo. Sabes que lo habría hecho...
—No. Todavía hay una recompensa por mi captura. No podría vivir con el temor de que volvieses a estar en peligro. —Nick le cogió las manos y las observó. Inclinó la cabeza y le besó las palmas.
—Eso no habría importado...
—Oh, sí habría importado. Además, estoy cansado de ser un fugitivo. Prefiero enfrentarme a una condena a muerte que seguir huyendo.
—¡No! —exclamó ella y lo abrazó con todas sus menguadas fuerzas.
Nick hizo una mueca de dolor.
—Cuidado con mis costillas —dijo con los dientes apretados, y soltó un suspiro de alivio cuando ella aflojó el abrazo.
—¿Y ahora qué pasará? —preguntó asustada.
Nick dirigió la mirada al horizonte cubierto de humo.
—Es probable que un tal teniente Benedict haya desembarcado con sus hombres en la isla y me esté buscando. Sin duda, mi padre irá pisándole los talones.
—¿Y... y tú... tú pretendes que nos sentemos a esperar a que vengan y te atrapen? Nick, debemos... ¿De qué te ríes? -Él inclinó la cabeza hacia ella, los dientes radiantemente blancos en su tiznado rostro.
—Disponemos de cierto tiempo. Prefiero pasar unos pocos minutos contigo y morir mañana a pasar toda una vida sin ti.
—Vale, eso está muy bien para ti —repuso ella—, ¡pero yo no voy a conformarme con unos malditos minutos!
Él soltó una carcajada.
—Bueno, todavía nos queda una esperanza. Mi padre todavía no ha dado por concluidas las negociaciones con el gobernador Villeré. Suele lograr éxitos increíbles. —Acercó los labios a los de ella—. Bésame —murmuró, pero __________ estaba apretando los labios para no llorar—. Dime que me amas —pidió él, y le dio un mordisquito en el labio inferior—. Es lo único que me importa. Dímelo.
—Te amo —susurró ella y, muy despacio, entreabrió los labios bajo los suyos. Y se preguntó cómo era capaz de besarla de aquel modo estando a punto de perderlo todo. Él le acarició el cuello y ella se quedó sin aliento, con un breve acceso de tos—. Lo siento —dijo—. Lo siento...
Él le susurró palabras dulces y la besó en el cuello antes de regresar a su boca. Consternada, ___________ se propuso convencerlo de ir tras Aug. Escaparían a algún lugar... Ése era el único modo de poder estar juntos para siempre. Pero él la abrazó dispuesto a seguir besándola, y ella ya no pudo pensar más. Se abandonó enteramente a aquel delicioso tormento, perdiendo la noción del tiempo. Él había hecho que se olvidase de todo excepto de sus cálidos labios y sensuales manos, que le ponían la sensibilidad a flor de piel.
Masculló una protesta cuando de pronto él la apartó y volvió la cabeza bruscamente. Una partida de seis marineros y soldados armados hasta los dientes se acercaba a ellos. Al punto se vieron rodeados por todo un muestrario de mosquetes con las bayonetas caladas. Nick se puso en pie muy despacio y luego ayudó a ___________ a incorporarse.
El teniente Benedict se colocó delante de sus hombres. Parecía nervioso pero decidido. No resultaba difícil percatarse de que su orgullo había sufrido un serio revés tras haberse tragado la farsa de Nick.
—Capitán Grifo —dijo con gesto adusto—, será mejor que no opongáis resistencia.
—Ni siquiera lo intentaré —respondió Nick. Benedict miró a ___________.
—Apartaos del prisionero, madame Jonas.
Ella no se movió. Nick inclinó la cabeza y le rozó la oreja con los labios.
—Te amo, vas-y —susurró, y la empujó ligeramente. Ella retrocedió unos pasos sollozando. Cuando los soldados rodearon a Nick y lo maniataron, un hombre alto con un abrigo negro se acercó a ella. Tenía el sol a la espalda, lo cual deslumbro a ___________.
Reconoció la voz grave y autoritaria de Joseph Jonas.
—___________, eres una cabeza hueca... ( :¬¬: )
Ella fue hacia él aliviada. Joe le echó un abrigo por los hombros y la tranquilizó pasándole su paternal brazo sobre los hombros. Le preguntó si le habían hecho daño, y ella balbució unas palabras ininteligibles, pues no apartaba los ojos de Nick. Se estremeció al ver las malas maneras con que lo sujetaban.
—Teniente Benedict —dijo Joe gravemente—, por lo visto será necesario que os recuerde que mi hijo os ha ayudado a tomar esta maldita isla.
Eso hizo que Nick fuese tratado con una pizca de amabilidad cuando se pusieron en marcha. Lo llevarían a Nueva Orleans y lo encerrarían en el Cabildo, un edificio gubernamental con celdas muy seguras. __________ les observó con los ojos anegados en lágrimas y se volvió hacia su suegro.
—Joe, tenéis que ayudarle...
—No puedo creer que estés aquí —la interrumpió su suegro con tono de reproche. Su voz sonó tranquila pero intimidante—. Supera mis peores previsiones. Te has puesto en grave peligro, ___________, le has causado problemas a Nick y, encima, has abandonado a Kevin cuando más te necesita. Supongo que en este momento mi casa estará patas arriba y mi mujer a punto de sufrir un colapso. —De todo lo que había dicho, esto último era lo que sin duda más le preocupaba. Para él, no había nada que mereciese que su Lysette perdiese los nervios.
—Fue un error irme de la plantación —admitió ___________—. Os seguí, pese a que no debía hacerlo... Oh, ¿acaso importa eso ahora? Que me disculpe una y mil veces no ayudará a nadie, ¡y menos a Nick!
Joe observó su rostro, que denotaba impaciencia y cansancio, y suspiró.
—Petite bru, sacaré a mi hijo de este tremendo embrollo —dijo—. Sobre ese extremo puedes estar tranquila.
Ella quiso creer en sus palabras desesperadamente.
—¿Qué vais a...?
—__________, ahora deberías preocuparte de otras cosas.
—¿Otras cosas? —repitió incrédula. Cualquier asunto palidecía al compararlo con el dolor de ver alejarse a Nick.
—Me da en la nariz que olvidas un detalle —repuso él con la paciencia de los justos—. Kevin te está esperando en casa, y tendrás que explicarle muchas cosas. Eres su esposa, no la de Nick. Debes preguntarte si merece la pena sacrificar la vida que has conocido hasta ahora por lo que sientes hacia Nick. Por mucho que él se ocupe de ti, jamás podrá darte una vida normal.
—Pero yo lo amo.
—Es posible. Pero no siempre es fácil distinguir el amor de la... digamos sensualidad. —Joe apartó la mirada, pues su comentario quizá se había pasado de la raya. Pero __________ sabía que su suegro no habría mencionado el asunto de no haberlo creído absolutamente necesario—. Para una mujer que ha llevado una existencia tan apacible como la tuya—prosiguió tras aclararse la garganta—, un hombre como Nick, una oveja negra, alguien temerario y excitante, puede resultar muy atractivo. Pero esa clase de atracción no suele durar mucho.
_________ lo miró fijamente con sus ojos castaños.
—Por supuesto que Nick es atractivo —dijo—, pero lo amo por otras muchas razones. Tengo mucho para darle, cosas que él necesita desesperadamente y Kevin no.
El gesto de Joe se suavizó y una curiosa sonrisa se dibujó en sus labios.
—¿En serio? ¿Y qué puede ofrecerte Nick a ti?
—Todo —respondió ella sin vacilar—. Siempre me he considerado una mujer corriente, pero cuando estoy con él... —___________ se detuvo con la vista clavada en un punto lejano del horizonte. Nick la hacía sentirse hermosa y querida, y tan desinhibida como para compartirlo todo con él, su corazón, su mente y su cuerpo. Y él le había entregado todo de sí mismo con la misma naturalidad. Siempre que las cosas fuesen así, poco le importaba perderse una vida normal y corriente.
—De acuerdo, petite bru —dijo Joseph. La había observado con suma atención y parecía haber cambiado de idea—. No puedo tomar partido a favor de un hijo en contra del otro, y por tanto no puedo ser tu aliado en esto. Pero sea como sea, estaré de tu parte. Sin embargo, déjame advertirte que Kevin no se retirará mansamente de la liza.
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Listo Chicas! ¿Les gusto? :) eso espero, de verdad les prometo que volvere, solo seran unos dias. Las quiero :)
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
Nick :( se lo llevaron Ese estupido de Risk ¬¬ arg bueno al menos murio Legare God! gracias por el maraton! siento que tengas que irte, pero no te preocupes aqui esperaremos la continuacion de la nove :)
Por nada me lo pierdo!
Por nada me lo pierdo!
#Cassie Jonas Horan
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
YourBiggestFan escribió:Listo Chicas! ¿Les gusto? :) eso espero, de verdad les prometo que volvere, solo seran unos dias. Las quiero :)
Qe si nos gusto!?
a mi me encanto!! Tuerto Desgraciado¬¬ xD
ow yo te comprendo
tambn esperare con ansias la continuacion :D
Invitado
Invitado
Re: "Solo Con Tu Amor" (Nick, Kevin y Tú)
estupido risk , alfin todo acabo solo falta ver q le asen a nick que todo salgo bien, bueno espero regreses pronto =) .
aaa
siguela XD
aaa
siguela XD
Dorin
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