Back To Hell. {HarryStyles}

¿Por qué tiene que pasarme esto a mi? ¿Por qué? Esa es la pregunta que tanto inunda mi estresada mente, el por que el maldito destino me odia, por que me hace volver a Holmes Chapel. Mi vida aquí era espléndida, todo lo que un día llegué a desear, tenía pensado nunca irme, pero al parecer la suerte no está de mi parte. Antes de subirme al vehículo, contemplo por última vez mi hogar, el que fue mi techo y sombra durante unos cuatro hermosos años, el cual seguramente no volvere a ver nunca más. Echo un profundo suspiro, y me giro, dispuesta a subirme de una vez en el coche en el cual me espera el resto de mi supuesta familia. Justo antes de subir, oigo unos gritos con mi nombre.

— ¡Grace! ¡Espera, amor, no te vayas aún!

Era Zayn, Zayn Malik, el amor de mi vida. El moreno que conquistó mi corazón, al cual, por desgracia, tengo que dejar aquí. Cuando me fui de Holmes Chapel, vine a Bradford sin creer ni una pizca en el amor, pero él, él hizo que volviese a creer, él hizo que mis esperanzas volviesen a flote, le debo casi todo a él, y ahora me duele más que nunca tener que dejarlo.

— Zayn, por favor, no hagas esto más dificil. — le digo dejando caer mis maletas al suelo.

— No podía dejarte ir sin recibir mi beso de despedida. — me responde, intentando mostrar en su rostro una forzada sonrisa, cuando en sus ojos veía que estaba casi o tan destrozado como yo.

Zayn se acerca a mí, restandóle importancia a que mi padre y mi hermanastra estaban observando todo desde el coche. Unimos nuestros labios, y simplemente, nos dejamos llevar. Una vez que se nos agota el oxígeno, nos separamos y mis brazon van directos a darle un fuerte abrazo, quiero impregnarme de él, y no olvidarlo jamás.

— Olvidáme, ¿vale? —le digo, sólo quiero que vuelva a rehacer su vida.

— Oh, vamos, Grace. Te vas a Holmes Chapel, no a China, te puedo ir a visitar, incluso podríamos seguir con nuestra relación. — me responde con cierta esperanza en sus ojos, la cual yo arruino dos segundos después.

— Zayn, sabes que yo no creo en las relaciones a distancia. — le respondo, así desolando la pizca de esperanza que le quedaba. — Tan solo olvidáme, ¿vale? Te quiero. — prosigo, y acto seguido, me subo al coche.

— Yo también, Grace, yo también...


Después de unas infinitas horas de aburrimiento, llegamos, llegamos al infierno. Miro por la ventana, recuerdo todo, nada ha cambiado desde que me marché. A través del cristal polarizado, veo a mi abuela, esperando sentada en el porche junto a esa misma sonrisa de siempre. Al menos esto tenía algo positivo.

Salgo del vehículo junto a mi ligero equipaje, y voy directa a mi abuela, a darle un abrazo por todo este tiempo que he estado sin verla.

— ¡Abuela! — le digo casi en un grito, abriendo los brazos.

— ¡Oh, mi dios! ¡Grace, cielo, ya estás hecha una señorita! — me responde ella euforicámente, levantándose para corresponder a mi abrazo. — Te he echado de menos tanto, mi niña.

— Yo también, abuela. — le respondo a la vez que ambas deshacemos nuestro abrazo.

— Hola, mamá. — saluda secamente mi padre a la abuela, sin dedicarle mirada alguna, pasando de largo al igual que Amber, mi hermanastra.

Le dedico una sonrisa apenada a mi abuela, y junto a mi padre y Amber, entramos a casa.

Mierda.

Decenas de personas lanzan gonfeti, a la vez que gritan, "Bienvenidos", pero eso no es lo peor, lo peor es que el maldito rizado se encuentra entre ellos.

— Estás muy guapa, Grace. -dice mi pesadilla, el maldito bastardo de Harry Styles.