"Pide un deseo" (Nick)

Esa tarde había sido la mejor que Rachel podría haber pasado con Nicholas y seguramente la última que podría pasar antes de que cambie de cuerpo con Kate. En el juego que se pasaron jugando, cada piedra que tiraran significaba que cada uno le debía decir algo al otro sobre sí mismo o algo que piensa de la otra persona, un juego genial para conocerse el uno al otro.
Claro que Nick había sentido que Rachel poseía el cuerpo de Kate ¿Cómo sus caracteres podrían parecerse tan repentinamente? Había sentido que por primera vez su novia por fin ejercía su papel y le gustaba.
Caminando por la estrellada noche en la gran ciudad iban juntos. Rachel, con su aspecto nuevo, llevaba puesto el saco de Nick, el cual le había sido recibido gracias a Rachel –que irónico—y él le rodeaba los hombros a ella, ambos caminaban en silencio con el único objetivo de llegar a casa.
— ¿Qué tal la pasaste?—dijo Nick mientras ella daba vueltas la llave en la herradura pero le era imposible abrir la puerta.
— Mejor imposible ¿tu?—Nick le apartó las manos de la llave a Rachel y el empezó a darle vueltas.
— Lo mismo digo—la puerta se abrió y como resultado ambos entraron al mismo tiempo casi cayendo. Riendo, se dirigieron hacia la ventana que a pesar de que cuando mirabas abajo no tenía la mejor vista si mirabas de frente era hermosa. Un espectáculo de luces que iban y venía, se prendían y apagaban, uno de los escenarios favoritos de Rachel: las ciudades de noche. La ciudad en la que siempre Rachel vivió y nunca se le permitió ver.
— Grandioso —dijo acercándose a la ventana y unos brazos la rodearon detrás por la cintura. Nick puso su mentón en un hombro de Rachel y ambos miraron la magnífica obra de arte.
— Debo ir a mi casa—dijo separándose un poco y ella apretó un puño recordando la mentira de Nicholas pero decidió mantenerse tranquila. No quería desperdiciar ningún momento en que pudiera estar con él siendo su novia. Miro el sillón y luego dirigió la mirada hacia Nick.
— Nicholas—agarró su mano—, sé muy bien que no tienes hogar así que no me mientas y quédate a dormir en el sillón.
Nick bajó la cabeza y lo pensó por un momento.
— Bueno—accedió y ella sonrió.
— Gracias—le dio un abrazo y él le correspondió—. Si no aceptabas me ibas a tener preocupada toda la noche.
— Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?—su sonrisa torcida y mirada extrañada le había dado cuenta de que tal vez este en un apuro: pregunta personal.
— Sí, claro—y ella firmó su sentencia.
— ¿Por qué te preocupas tanto por mí y repentinamente eres tan cariñosa conmigo?
— ¿Qué te puedo decir? Estoy enamorada de mi novio ¿es eso raro?
— No pero según me contaron tu nunca te enamoras y…—Rachel impulsivamente le dio un beso al cual él sucumbió completamente. Le puso una mano en la mejilla agachándose un poco debido a la diferencia de estatura y ella subió sus manos rodeando su cuello. Con los ojos aun cerrados luego de terminar el beso ella puso su cabeza en el hombro de él y ambos se quedaron abrazados—y aun no puedo creer que yo pueda ser la primera persona de la que te has enamorado—susurro en su oído—. Te siento diferente desde la mañana.
— Tienes razón, he cambiado—ella sonrió contra el hombro de él y se separó—. Ahora soy mejor.