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EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 12 (PARTE 1)
Aquella noche de fines de abril hacía mucho frío. Niall nunca había pasado un año entero en Vermont, por lo que no sabía cuándo empezaba la primavera, pero estaba seguro de que tendría que haber comenzado ya. Le habría sido más agradable allanar la biblioteca en una noche cálida y no con ese aire glacial.
________ no había dicho nada al pasar junto a él; a lo mejor pensaba ignorarle durante lo que le quedara de vida a Sally. Niall se las había hecho pasar canutas, tal vez había forzado demasiado la máquina. Quería acabar con las fuerzas de ________ para que no pudiera defenderse; de lo contrario habría que estar preparados para lo peor.
Esta noche haría calor en Italia. Las estrellas brillarían sobre su recién reparado tejado, y su vida sería plácida y tranquila. En cuanto encontrara respuesta a sus preguntas
Antes de salir a la terraza enlosada que conducía a la biblioteca, había desconectado el sistema de seguridad. Abrir la puerta usando su tarjeta de crédito sería pan comido.
Si ________ gritaba, actuaría con rapidez, pero estaba echada en el sofá-cama, observándole.
Niall no se había equivocado; ________ había colocado una silla frente a la puerta de entrada, sin caer en la cuenta de que la de la terraza era igual de peligrosa.
—¿Te importa que encienda una luz? —preguntó Niall con toda la naturalidad del mundo mientras corría el pestillo de la puerta de fuera. Podía tomárselo con calma; ________ no escaparía tan fácilmente si una silla le bloqueaba el paso de la otra puerta.
—Sí. —Su voz sonaba autoritaria, intransigente.
—¿Prefieres hacerlo a oscuras?
—¿El qué? Gritaré con todas mis fuerzas.
—En esta casa, ya sea por la edad o porque les interesa, casi todos están sordos. E incluso a oscuras, sé moverme con rapidez. Puedo hacerte callar antes de que hayas empezado siquiera.
—¿Para qué has venido?
Niall se acercó a ella. Veía bastante bien en la oscuridad, y ________ parecía pálida, ofuscada y enfadada. Eso estaba bien. Le atemorizaba un poco encontrársela llorando.
A Niall no solía impresionarle una mujer llorando. Pero sabía que por alguna razón no sería capaz de mostrarse insensible a las lágrimas de ________. Sobretodo si era él quien las había causado.
Ya le había hecho suficiente daño años atrás. No se merecía llorar más.
—¿Te importa si me siento? —Niall pensó que siendo educado ________ no se sentiría ofendida.
—Sí.
Se sentó igualmente, al borde del colchón, cerca de su cuerpo cubierto por un mullido edredón. ________ se apartó, como si estuviera ante una serpiente de cascabel, y Niall estuvo a punto de agarrarla por el tobillo. Resistió el impulso. Ya tenía suficientes problemas; no que ría empeorar las cosas.
Durante minutos que se hicieron eternos, los dos permanecieron sentados en la oscuridad, en incómodo silencio. A Niall le hubiera gustado que ella lo rompiera, pero era más tozuda, si cabe, que él. Más tozuda que Sally, pensó Niall, molesto por ese asomo de admiración que sentía. Si quería conseguir acostarse con ella, tendría que ser él quien tomara la iniciativa.
—¿No quieres preguntarme nada? ¿No quieres gritarme?
—No vale la pena. No servirá de nada si grito. Y me temo que todas mis preguntas ya tienen respuesta.
Era mejor así, se dijo Niall. Era mejor que ella pensara que era un impostor, un farsante, un canalla. Eso se dijo, pero se estaba mintiendo a sí mismo.
—Muy bien —dijo perezosamente—. Entonces supongo que ahora me toca a mí hacer preguntas. ¿Qué piensas hacer?
—¿Con qué?
—Con la verdad que acabas de descubrir. No has ido corriendo a contárselo a Sally, claro que puede que estés esperando a mañana. ¿O es que estás pensando en ir a la policía?
—Se me había ocurrido hablar con los abogados.
—No es una buena idea —murmuró—. ¿Y si alguno de ellos está metido en esto con Warren y conmigo? Y ya sabes lo despiadados que pueden llegar a ser los abogados. Aquí hay mucho dinero en juego. Es posible que Warren no conozca ningún asesino a sueldo, pero no me sorprendería que alguno de los abogados de la familia Horan contratara uno.
—A lo mejor cuentan con que seas tú quien haga el trabajo.
Niall sacudió la cabeza.
—Soy un impostor, no un asesino —aclaró—. Si el plan se va a pique me largaré. No intentaré forzarlo.
—De momento sigues aquí.
—Porque no estoy seguro de que el trato se haya terminado. ¿Qué harás, ________?
________ suspiró, nerviosa. Respiraba entrecortadamente, como si hubiera estado llorando, pero Niall sabía que no había llorado.
—Aún no lo sé. Depende de muchas cosas.
—¿De qué, por ejemplo?
—De lo que le ocurrió al verdadero Niall Horan. ¿Está muerto?
Niall sabía que ________, a oscuras, no le vería sonreír irónicamente.
—Dímelo tú. Eres el único testigo de aquella noche en Lighthouse Beach.
—No, no soy el único. Quienquiera que intentara matarle sabe lo que sucedió.
—¿Y si esa persona ya ha pasado a mejor vida? A lo mejor se trataba de un padre que estaba harto de que Niall persiguiera a su hija y decidió mandarle al otro barrio.
—Lo dudo mucho.
—¿Tu crees que está muerto?
________ no respondió.
—¿Qué haces aquí todavía? Si tuvieras un poco de sentido común te largarías.
—Ya te he dicho que no estoy seguro de que el plan se haya desbaratado. ¿En serio quieres que Sally se despierte y vea que su querido hijo ha vuelto a desaparecer? Eso la mataría.
—De todas formas, se morirá. —La monótona voz de ________ no dejaba traslucir su emoción.
—Sí, es cierto. A lo mejor puedes adelantar el proceso. Al fin y al cabo, seguramente heredarás bastante poco dinero, y ya no tendrás que volver a ver a esta familia nunca más. Debes estar hasta el gorro de ellos.
—Tampoco es para tanto.
—¿Crees que Warren te quiere como a una sobrina? —la desafió.
—Warren no quiere a nadie; ya deberías saberlo. No me extraña que te haya puesto al día de los pormenores de esta familia. El amor, la honra y la unión familiar no están entre sus virtudes.
—Tienes razón.
—No me he quedado por Warren y el resto de la familia.
—Yo me imaginé que te habías quedado por el dinero —comentó Niall.
—Si eso es lo que crees, adelante, créetelo.
Aquella noche de fines de abril hacía mucho frío. Niall nunca había pasado un año entero en Vermont, por lo que no sabía cuándo empezaba la primavera, pero estaba seguro de que tendría que haber comenzado ya. Le habría sido más agradable allanar la biblioteca en una noche cálida y no con ese aire glacial.
________ no había dicho nada al pasar junto a él; a lo mejor pensaba ignorarle durante lo que le quedara de vida a Sally. Niall se las había hecho pasar canutas, tal vez había forzado demasiado la máquina. Quería acabar con las fuerzas de ________ para que no pudiera defenderse; de lo contrario habría que estar preparados para lo peor.
Esta noche haría calor en Italia. Las estrellas brillarían sobre su recién reparado tejado, y su vida sería plácida y tranquila. En cuanto encontrara respuesta a sus preguntas
Antes de salir a la terraza enlosada que conducía a la biblioteca, había desconectado el sistema de seguridad. Abrir la puerta usando su tarjeta de crédito sería pan comido.
Si ________ gritaba, actuaría con rapidez, pero estaba echada en el sofá-cama, observándole.
Niall no se había equivocado; ________ había colocado una silla frente a la puerta de entrada, sin caer en la cuenta de que la de la terraza era igual de peligrosa.
—¿Te importa que encienda una luz? —preguntó Niall con toda la naturalidad del mundo mientras corría el pestillo de la puerta de fuera. Podía tomárselo con calma; ________ no escaparía tan fácilmente si una silla le bloqueaba el paso de la otra puerta.
—Sí. —Su voz sonaba autoritaria, intransigente.
—¿Prefieres hacerlo a oscuras?
—¿El qué? Gritaré con todas mis fuerzas.
—En esta casa, ya sea por la edad o porque les interesa, casi todos están sordos. E incluso a oscuras, sé moverme con rapidez. Puedo hacerte callar antes de que hayas empezado siquiera.
—¿Para qué has venido?
Niall se acercó a ella. Veía bastante bien en la oscuridad, y ________ parecía pálida, ofuscada y enfadada. Eso estaba bien. Le atemorizaba un poco encontrársela llorando.
A Niall no solía impresionarle una mujer llorando. Pero sabía que por alguna razón no sería capaz de mostrarse insensible a las lágrimas de ________. Sobretodo si era él quien las había causado.
Ya le había hecho suficiente daño años atrás. No se merecía llorar más.
—¿Te importa si me siento? —Niall pensó que siendo educado ________ no se sentiría ofendida.
—Sí.
Se sentó igualmente, al borde del colchón, cerca de su cuerpo cubierto por un mullido edredón. ________ se apartó, como si estuviera ante una serpiente de cascabel, y Niall estuvo a punto de agarrarla por el tobillo. Resistió el impulso. Ya tenía suficientes problemas; no que ría empeorar las cosas.
Durante minutos que se hicieron eternos, los dos permanecieron sentados en la oscuridad, en incómodo silencio. A Niall le hubiera gustado que ella lo rompiera, pero era más tozuda, si cabe, que él. Más tozuda que Sally, pensó Niall, molesto por ese asomo de admiración que sentía. Si quería conseguir acostarse con ella, tendría que ser él quien tomara la iniciativa.
—¿No quieres preguntarme nada? ¿No quieres gritarme?
—No vale la pena. No servirá de nada si grito. Y me temo que todas mis preguntas ya tienen respuesta.
Era mejor así, se dijo Niall. Era mejor que ella pensara que era un impostor, un farsante, un canalla. Eso se dijo, pero se estaba mintiendo a sí mismo.
—Muy bien —dijo perezosamente—. Entonces supongo que ahora me toca a mí hacer preguntas. ¿Qué piensas hacer?
—¿Con qué?
—Con la verdad que acabas de descubrir. No has ido corriendo a contárselo a Sally, claro que puede que estés esperando a mañana. ¿O es que estás pensando en ir a la policía?
—Se me había ocurrido hablar con los abogados.
—No es una buena idea —murmuró—. ¿Y si alguno de ellos está metido en esto con Warren y conmigo? Y ya sabes lo despiadados que pueden llegar a ser los abogados. Aquí hay mucho dinero en juego. Es posible que Warren no conozca ningún asesino a sueldo, pero no me sorprendería que alguno de los abogados de la familia Horan contratara uno.
—A lo mejor cuentan con que seas tú quien haga el trabajo.
Niall sacudió la cabeza.
—Soy un impostor, no un asesino —aclaró—. Si el plan se va a pique me largaré. No intentaré forzarlo.
—De momento sigues aquí.
—Porque no estoy seguro de que el trato se haya terminado. ¿Qué harás, ________?
________ suspiró, nerviosa. Respiraba entrecortadamente, como si hubiera estado llorando, pero Niall sabía que no había llorado.
—Aún no lo sé. Depende de muchas cosas.
—¿De qué, por ejemplo?
—De lo que le ocurrió al verdadero Niall Horan. ¿Está muerto?
Niall sabía que ________, a oscuras, no le vería sonreír irónicamente.
—Dímelo tú. Eres el único testigo de aquella noche en Lighthouse Beach.
—No, no soy el único. Quienquiera que intentara matarle sabe lo que sucedió.
—¿Y si esa persona ya ha pasado a mejor vida? A lo mejor se trataba de un padre que estaba harto de que Niall persiguiera a su hija y decidió mandarle al otro barrio.
—Lo dudo mucho.
—¿Tu crees que está muerto?
________ no respondió.
—¿Qué haces aquí todavía? Si tuvieras un poco de sentido común te largarías.
—Ya te he dicho que no estoy seguro de que el plan se haya desbaratado. ¿En serio quieres que Sally se despierte y vea que su querido hijo ha vuelto a desaparecer? Eso la mataría.
—De todas formas, se morirá. —La monótona voz de ________ no dejaba traslucir su emoción.
—Sí, es cierto. A lo mejor puedes adelantar el proceso. Al fin y al cabo, seguramente heredarás bastante poco dinero, y ya no tendrás que volver a ver a esta familia nunca más. Debes estar hasta el gorro de ellos.
—Tampoco es para tanto.
—¿Crees que Warren te quiere como a una sobrina? —la desafió.
—Warren no quiere a nadie; ya deberías saberlo. No me extraña que te haya puesto al día de los pormenores de esta familia. El amor, la honra y la unión familiar no están entre sus virtudes.
—Tienes razón.
—No me he quedado por Warren y el resto de la familia.
—Yo me imaginé que te habías quedado por el dinero —comentó Niall.
—Si eso es lo que crees, adelante, créetelo.
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 12 (PARTE 2)
Niall sabía perfectamente que no era verdad, aunque por el bien de ________ hubiera preferido que sí lo fuera. Si hubiese sido una ambiciosa calculadora, o incluso una mujer con un nivel de autoestima y avaricia razonable, estaría mejor de lo que estaba ahora, víctima de las manipulaciones de los Horan.
—Ya sé que quieres mucho a Sally —admitió Niall—. Que te quedaste con ella porque la quieres y estás agradecida, y que la herencia te ha traído siempre sin cuidado. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Vas a decirle lo que arruinará sus últimas semanas de vida? ¿O piensas limitarte a contemplar cómo un impostor se burla de ella en su cara?
________ se mostró dubitativa.
—No creo que Sally sea el motivo de que Warren te contratara —sugirió—¿Para qué? ¿Para que muera más feliz?
—Realmente, eres muy ingenua, cariño —dijo Niall con toda naturalidad—. Pero ¿no acabas de decirme que Warren no tiene ni pizca de sentimental y honrado? No quiere ver peligrar su herencia.
—¿Y qué se supone que tienes que hacer tú? ¿Ceder todo ese dinero mediante un escrito y volver a desaparecer? ¿No te parece que sería un poco sospechoso?
—¿Quién podría ponerlo en duda?
________ se reclinó sobre las almohadas, su expresión era tranquila.
—Yo misma.
—Sin embargo, no lo harás. —entonces Niall se movió, pero ________ no intentó esquivarle. Tal vez sabía que sería inútil. A oscuras, se inclinó sobre ella y le puso las manos sobre los hombros. Bajo sus fuertes manos, los hombros de ________ parecían pequeños y de delicados huesos.
________ permaneció inmóvil, mirándole, y Niall no pudo contenerse. Suavemente, con la única intención de provocarla, rozó los labios de ________ con los suyos.
—¿Sabes cómo podemos arreglar este pequeño problema, ________? —le susurró—. Es muy sencillo, no sé por qué no se me ha ocurrido antes. Warren me ha enseñado el testamento, tu herencia no es muy grande, podrías hacerte con un poco más para aumentarla. Creo que podría arreglarlo con Warren para que te diera parte de la herencia de Niall. ¿Qué te parecería eso?
Volvió a besarla, aumentando ligeramente la presión; los labios de ________ eran suaves y esponjosos bajo los suyos. Lo más inteligente habría sido apartarse, dejarla deseosa, anhelante.
Pero la tentación era más fuerte que él. Emitiendo un leve gemido, Niall colocó su boca, inclinada, sobre la de ________, abriéndola, usando la lengua.
Ella le devolvió el beso. Tampoco podía resistirse, se notaba en su boca, en el modo en que sus manos cogían a Niall por los hombros intentando alejarle, pero que, en cambio, le atraían más hacia sí. Le devolvió el beso, era más de lo que Niall podía soportar.
Y luego le apartó empujándole con fuerza. Niall no trató de agarrarse a ella, tal era la emoción que le causaban su boca, sus caricias y su olor; el impacto de su propia necesidad.
—Te propongo un trato —sugirió ________ con voz áspera y ahogada—. Mantente alejado de mí. No vuelvas a tocarme, ni a acercarte a mí. Dile a Warren que aún te odio, me da igual. Mientras me dejes en paz y no hagas daño a Sally, puedes hacer lo que te dé la maldita gana.
—¿Dónde está la trampa?
—En el momento en que me pongas una mano encima llamaré a la policía, sin importarme si la verdad le provoca un infarto a Sally. ¿Entendido?
—Sí.
Niall sonrió con ironía, esperando que la oscuridad le impidiera a ________ verle, eso le delataría.
—Estoy pensando qué es más importante: el dinero que me ha prometido Warren o acostarme contigo.
—Conmigo ya te has acostado —comentó ella amargamente—. Ve a por el dinero.
Habría sido muy fácil contarle la verdad. Le habría costado conseguir que ________ le escuchara y le creyera, pero podría haberlo hecho. Había demasiadas cosas que sólo ellos dos sabían.
Claro que entonces ella pensaría que Niall había falsificado la cicatriz y fingido la alergia a las gambas. Habría pensado que todo era una especie de montaje.
Niall no estaba muy seguro de lo que quería que ella creyera. De lo que quería en general, aparte de averiguar la verdad de lo ocurrido aquella noche. En cuanto tuviese las respuestas, lo demás vendría rodado. Y todo cobraría cierto sentido.
No estaba más cerca de la verdad de lo que lo había estado sentado sobre su tejado de la Toscana. La única diferencia estaba en que ahora estaba metido en la familia que había abandonado hacía ya tanto tiempo. Estaba involucrado física y emocionalmente.
Y estaba con la mujer que había dejado entonces. Si quería un poco de paz, tenía que prometer no volver a tocarla.
Los conceptos de paz y de no tocar a ________ Smith se oponían diametralmente, pero en ese momento no tenía ganas de pensar en ello. Lo que tenía ganas de hacer era retirar el edredón de ese esbelto cuerpo y comprobar si ________ seguía sabiendo tan bien como hacía un par de noches.
Pero no lo hizo.
—Prometo no acercarme a ti —afirmó—. Por ahora.
________ no parecía estar especialmente complacida.
—Tú verás lo que haces. Sé perfectamente que no soy irresistible, así que mejor dedícate a congraciarte con el resto de la familia. Aunque ya debes de haberlo hecho, ¿no? Después de haberme utilizado, claro.
—Yo no lo llamaría precisamente así —se quejó Niall—. ¿Acaso no te gustó?
—¡Largo de aquí!
Niall se levantó con un ligero e intencionado aire arrogante.
—¿Quieres que me vaya por fuera o puedo ir por dentro?
—Vete por donde has venido.
—¿Es que no quieres que nadie sepa que hemos sido amantes?
Niall era consciente de que ________ estaba a punto de perder los nervios, pero algo le impedía detenerse.
—Tú y yo no hemos sido amantes —respondió ________, con voz tensa.
—¿Ah, no? ¿Y qué fue lo de la otra noche, entonces?
—Un gran error.
—Y tú no puedes permitirte cometer un error, ¿no es cierto, ________? La perfecta ________, el arquetipo de lo intachable.
—No suelo repetir mis errores —afirmó.
—Lo repetirás.
—Ya te he advertido...
—Y yo te he dado mi palabra. No te tocaré, cariño. Ni siquiera respiraré a tu lado, ni te besaré como necesitas que te besen. No te llevaré a la cama hasta que pierdas el sentido. No, hasta que tú me lo pidas.
La risa de ________ sonó forzada.
—Adelante, sigue. ¿Y qué tal si te lo suplico de rodillas? Eso es lo que te gustaría, ¿no?
—No me gusta hacerme de rogar, ________. No tienes más que pedirlo.
Si ________ hubiera tenido algo a mano, se lo habría tirado a la cabeza, pero su sentido común le indicó que una guerra de almohadones no llevaría a ninguna parte. Simplemente siguió sentada en la cama, quieta, mientras Niall se iba sigilosamente por la puerta de la terraza.
____________________________________________________________
Hoy he subido dos partes del capítulo porque como ayer no subí para compensar, espero que os gusten y que cometeis :) :(L):
Niall sabía perfectamente que no era verdad, aunque por el bien de ________ hubiera preferido que sí lo fuera. Si hubiese sido una ambiciosa calculadora, o incluso una mujer con un nivel de autoestima y avaricia razonable, estaría mejor de lo que estaba ahora, víctima de las manipulaciones de los Horan.
—Ya sé que quieres mucho a Sally —admitió Niall—. Que te quedaste con ella porque la quieres y estás agradecida, y que la herencia te ha traído siempre sin cuidado. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Vas a decirle lo que arruinará sus últimas semanas de vida? ¿O piensas limitarte a contemplar cómo un impostor se burla de ella en su cara?
________ se mostró dubitativa.
—No creo que Sally sea el motivo de que Warren te contratara —sugirió—¿Para qué? ¿Para que muera más feliz?
—Realmente, eres muy ingenua, cariño —dijo Niall con toda naturalidad—. Pero ¿no acabas de decirme que Warren no tiene ni pizca de sentimental y honrado? No quiere ver peligrar su herencia.
—¿Y qué se supone que tienes que hacer tú? ¿Ceder todo ese dinero mediante un escrito y volver a desaparecer? ¿No te parece que sería un poco sospechoso?
—¿Quién podría ponerlo en duda?
________ se reclinó sobre las almohadas, su expresión era tranquila.
—Yo misma.
—Sin embargo, no lo harás. —entonces Niall se movió, pero ________ no intentó esquivarle. Tal vez sabía que sería inútil. A oscuras, se inclinó sobre ella y le puso las manos sobre los hombros. Bajo sus fuertes manos, los hombros de ________ parecían pequeños y de delicados huesos.
________ permaneció inmóvil, mirándole, y Niall no pudo contenerse. Suavemente, con la única intención de provocarla, rozó los labios de ________ con los suyos.
—¿Sabes cómo podemos arreglar este pequeño problema, ________? —le susurró—. Es muy sencillo, no sé por qué no se me ha ocurrido antes. Warren me ha enseñado el testamento, tu herencia no es muy grande, podrías hacerte con un poco más para aumentarla. Creo que podría arreglarlo con Warren para que te diera parte de la herencia de Niall. ¿Qué te parecería eso?
Volvió a besarla, aumentando ligeramente la presión; los labios de ________ eran suaves y esponjosos bajo los suyos. Lo más inteligente habría sido apartarse, dejarla deseosa, anhelante.
Pero la tentación era más fuerte que él. Emitiendo un leve gemido, Niall colocó su boca, inclinada, sobre la de ________, abriéndola, usando la lengua.
Ella le devolvió el beso. Tampoco podía resistirse, se notaba en su boca, en el modo en que sus manos cogían a Niall por los hombros intentando alejarle, pero que, en cambio, le atraían más hacia sí. Le devolvió el beso, era más de lo que Niall podía soportar.
Y luego le apartó empujándole con fuerza. Niall no trató de agarrarse a ella, tal era la emoción que le causaban su boca, sus caricias y su olor; el impacto de su propia necesidad.
—Te propongo un trato —sugirió ________ con voz áspera y ahogada—. Mantente alejado de mí. No vuelvas a tocarme, ni a acercarte a mí. Dile a Warren que aún te odio, me da igual. Mientras me dejes en paz y no hagas daño a Sally, puedes hacer lo que te dé la maldita gana.
—¿Dónde está la trampa?
—En el momento en que me pongas una mano encima llamaré a la policía, sin importarme si la verdad le provoca un infarto a Sally. ¿Entendido?
—Sí.
Niall sonrió con ironía, esperando que la oscuridad le impidiera a ________ verle, eso le delataría.
—Estoy pensando qué es más importante: el dinero que me ha prometido Warren o acostarme contigo.
—Conmigo ya te has acostado —comentó ella amargamente—. Ve a por el dinero.
Habría sido muy fácil contarle la verdad. Le habría costado conseguir que ________ le escuchara y le creyera, pero podría haberlo hecho. Había demasiadas cosas que sólo ellos dos sabían.
Claro que entonces ella pensaría que Niall había falsificado la cicatriz y fingido la alergia a las gambas. Habría pensado que todo era una especie de montaje.
Niall no estaba muy seguro de lo que quería que ella creyera. De lo que quería en general, aparte de averiguar la verdad de lo ocurrido aquella noche. En cuanto tuviese las respuestas, lo demás vendría rodado. Y todo cobraría cierto sentido.
No estaba más cerca de la verdad de lo que lo había estado sentado sobre su tejado de la Toscana. La única diferencia estaba en que ahora estaba metido en la familia que había abandonado hacía ya tanto tiempo. Estaba involucrado física y emocionalmente.
Y estaba con la mujer que había dejado entonces. Si quería un poco de paz, tenía que prometer no volver a tocarla.
Los conceptos de paz y de no tocar a ________ Smith se oponían diametralmente, pero en ese momento no tenía ganas de pensar en ello. Lo que tenía ganas de hacer era retirar el edredón de ese esbelto cuerpo y comprobar si ________ seguía sabiendo tan bien como hacía un par de noches.
Pero no lo hizo.
—Prometo no acercarme a ti —afirmó—. Por ahora.
________ no parecía estar especialmente complacida.
—Tú verás lo que haces. Sé perfectamente que no soy irresistible, así que mejor dedícate a congraciarte con el resto de la familia. Aunque ya debes de haberlo hecho, ¿no? Después de haberme utilizado, claro.
—Yo no lo llamaría precisamente así —se quejó Niall—. ¿Acaso no te gustó?
—¡Largo de aquí!
Niall se levantó con un ligero e intencionado aire arrogante.
—¿Quieres que me vaya por fuera o puedo ir por dentro?
—Vete por donde has venido.
—¿Es que no quieres que nadie sepa que hemos sido amantes?
Niall era consciente de que ________ estaba a punto de perder los nervios, pero algo le impedía detenerse.
—Tú y yo no hemos sido amantes —respondió ________, con voz tensa.
—¿Ah, no? ¿Y qué fue lo de la otra noche, entonces?
—Un gran error.
—Y tú no puedes permitirte cometer un error, ¿no es cierto, ________? La perfecta ________, el arquetipo de lo intachable.
—No suelo repetir mis errores —afirmó.
—Lo repetirás.
—Ya te he advertido...
—Y yo te he dado mi palabra. No te tocaré, cariño. Ni siquiera respiraré a tu lado, ni te besaré como necesitas que te besen. No te llevaré a la cama hasta que pierdas el sentido. No, hasta que tú me lo pidas.
La risa de ________ sonó forzada.
—Adelante, sigue. ¿Y qué tal si te lo suplico de rodillas? Eso es lo que te gustaría, ¿no?
—No me gusta hacerme de rogar, ________. No tienes más que pedirlo.
Si ________ hubiera tenido algo a mano, se lo habría tirado a la cabeza, pero su sentido común le indicó que una guerra de almohadones no llevaría a ninguna parte. Simplemente siguió sentada en la cama, quieta, mientras Niall se iba sigilosamente por la puerta de la terraza.
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Hoy he subido dos partes del capítulo porque como ayer no subí para compensar, espero que os gusten y que cometeis :) :(L):
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 12 (PARTE 3)
________ salió a rastras de la cama minutos antes de las seis. Las cortinas de la biblioteca eran muy finas y dejaban que se colara la luz matutina, que se habría colado igualmente aun siendo éstas más gruesas. Justo después de irse Niall, ________ se levantó para poner una silla frente a la puerta de la terraza, pero no logró convencerse de estar a salvo de cualquier intruso. Si el hombre que se hacía pasar por Niall Horan quería llegar hasta ella, lo haría. Era implacable, y sólo su frágil promesa y su reconocido interés propio le mantendrían a raya.
Se duchó en el gimnasio, luego se miró en el espejo. Si hacía un par de días su aspecto ya era horrible, eso no era nada comparado con su reflejo esta mañana. Tenía la piel pálida, casi de porcelana, excepto unas manchas moradas debajo de los ojos. Su piel parecía cansada y frágil; su mirada fría y desesperada; y su boca, también pálida, era una única y sutil línea de preocupación.
Con esa cara no podía animar a una anciana moribunda, pensó, al tiempo que cogía el maquillaje. El resultado no fue nada espectacular, pero al menos el artificial color rosa de sus mejillas le daba un cierto aire de tranquilidad, y su boca había adquirido un bonito color rosado.
El sol ascendía entre las montañas, en el límite de los campos que se extendían más allá de la casa, y de pronto sintió ganas de alejarse de ella, de las mentiras y traiciones que, descontroladas, recorrían sus pasillos perfectamente decorados, del asfixiante aire de una muerte inminente. Cogió la chaqueta de cuero que alguien había dejado colgada en el gimnasio, metió los pies en un par de botas y salió al recién amanecido jardín.
Aquella noche había helado, pero el sol estaba calentando la tierra con avidez, y ________ cruzó el jardín de césped siguiendo el estrecho camino de gravilla en dirección a los campos. Llegó hasta el muro de piedra y se detuvo, volviéndose para echar un vistazo a la casa. Las ventanas, meros reflejos del intenso sol de la mañana, le devolvían la mirada. A estas horas aún estaban todos durmiendo, se decía, consciente de que alguien la observaba.
Se subió a la pared de piedra y saltó sobre el basto campo, ciñéndose la chaqueta de cuero. Un riachuelo discurría justo enfrente, y vio el tronco caído que no había dejado que el servicio de jardinería retirara. Al derretirse la nieve el río crecería, la corriente avanzaría frenéticamente, y ella se sentaría en el tronco a respirar el aire frío de la mañana. Tal vez entonces vería el futuro con mayor optimismo.
Pero nunca llegó hasta el río. Se topó con un conejo que yacía sobre la incipiente hierba, con la mirada fija e inerte, y ________ se arrodilló desesperada. Esa zona estaba repleta de animales salvajes: coyotes que se escondían en el bosque sin aparecer nunca, pero que dejaban huellas de su matanza. También había linces rojos, y algunos hasta insistían en que los pumas habían vuelto a las montañas de Vermont, aunque hasta el momento nadie había visto nada más que un montón de excrementos.
Quienquiera que hubiera matado este conejo lo había hecho a conciencia, brutalmente, y ________ se incorporó, indescriptiblemente abatida. Oyó un ligero zumbido mientras algo pasaba volando junto a su cabeza, y agitó los brazos a diestro y siniestro. Era temprano incluso para las moscas negras, y lo que acababa de ver era demasiado pequeño para ser un pájaro.
Ya se le habían quitado las ganas de ir al río. Se giró, y algo volvió a pasar junto a ella emitiendo un fuerte zumbido; de repente supo qué era.
Se tiró al suelo, medio helado, mientras otra bala se estrellaba contra un árbol. No se oyó ningún ruido de explosión, pero no había otra explicación. Alguien la estaba disparando.
Tenía que ser un error. Algún cazador furtivo debía haberla confundido con un animal. No, menuda locura, la mañana era despejada y soleada, y ella no se parecía a nadie más que a sí misma.
Un cazador no usaría un silenciador. ________ levantó la cabeza, mirando a lo lejos. La casa estaba a mucha distancia y todas sus puertas y ventanas estaban cerradas. Era imposible que alguien, desde una de ellas, la utilizara como blanco para sus prácticas de tiro.
Quien hubiera sido debía estar en el bosque, que lindaba con los campos. Allí había un sinfín de sitios para esconderse; imposible adivinar de dónde procedían las balas. Lo único que ________ podía hacer era permanecer echada sobre la hierba y rezar para que quien quisiera matarla no tuviera el valor de salir del bosque para divisar su objetivo con mayor claridad.
________ no tenía conocimiento de que hubiera armas de fuego en casa. Sally siempre había detestado la caza y, para disgusto de los vecinos, había cercado sus hectáreas de terreno. Warren era demasiado serio para mostrar interés en caminar por los campos en busca de una presa. Niall, por otra parte, había sentido siempre la típica fascinación masculina por las armas de fuego.
Pero ese hombre no era Niall, se recordó ________. No le conocía de nada, era un tramposo y un mentiroso que la había conquistado en todos los sentidos. Era factible que se tratara de un tirador de élite. Al fin y al cabo él era quien más tenía que perder.
Aunque si, en efecto, era un tirador profesional, su objetivo no había sido acabar con ella. A lo mejor sólo quería asustarla. Un aviso poco sutil, para que se apartara del medio y dejara el camino libre a Warren y su protegido.
________ no se imaginaba a Warren sosteniendo una escopeta. No se lo imaginaba asesinando a nadie.
En cambio, no podía poner la mano en el fuego por el hombre que se hacía pasar por Niall.
¿Iría al campo, pondría el cañón de esa escopeta en la nuca de ________ y dispararía? No quería morir sin saber quién quería matarla. A la fuerza tenía que ser Niall; era el que más tenía que perder.
Entonces ¿por qué no se lo acababa de creer?
Bajo sus pies, el suelo estaba duro y el frío le penetraba en los huesos. El sol brillaba con fuerza y le calentaba el dorso de su cuerpo, mientras ella permanecía tumbada, medio temblando, medio sudando, esperando que le llegara su hora. La sacudió una sensación de déjà vu, y de pronto se volvió a ver con trece años, acurrucada por el frío en Lighthouse Beach, atenta al disparo de una pistola.
________ perdió la noción del tiempo. Es probable que incluso se quedara dormida; imposible saberlo. El sol siguió alzándose en el cielo, y le pareció oír voces a lo lejos; supo que no podía continuar ahí.
Intentó ponerse de pie, pero las piernas no le respondieron, y cayó al suelo de nuevo, casi esperando que una bala le entrara en la cabeza. No oyó ningún zumbido aterrador, ni vio ningún diminuto ni asesino objeto rozándole el cuerpo. Lo volvió a intentar, y divisó la casa con las persianas abiertas y gente moviéndose tras las ventanas.
Ahora no la dispararía nadie, no ante la presencia de testigos. Todo lo que tenía que hacer era caminar hacia la casa, despacio, con cuidado, y estaría a salvo.
Hasta que quienquiera que hubiera intentado matarla, decidiera volver a actuar.
________ salió a rastras de la cama minutos antes de las seis. Las cortinas de la biblioteca eran muy finas y dejaban que se colara la luz matutina, que se habría colado igualmente aun siendo éstas más gruesas. Justo después de irse Niall, ________ se levantó para poner una silla frente a la puerta de la terraza, pero no logró convencerse de estar a salvo de cualquier intruso. Si el hombre que se hacía pasar por Niall Horan quería llegar hasta ella, lo haría. Era implacable, y sólo su frágil promesa y su reconocido interés propio le mantendrían a raya.
Se duchó en el gimnasio, luego se miró en el espejo. Si hacía un par de días su aspecto ya era horrible, eso no era nada comparado con su reflejo esta mañana. Tenía la piel pálida, casi de porcelana, excepto unas manchas moradas debajo de los ojos. Su piel parecía cansada y frágil; su mirada fría y desesperada; y su boca, también pálida, era una única y sutil línea de preocupación.
Con esa cara no podía animar a una anciana moribunda, pensó, al tiempo que cogía el maquillaje. El resultado no fue nada espectacular, pero al menos el artificial color rosa de sus mejillas le daba un cierto aire de tranquilidad, y su boca había adquirido un bonito color rosado.
El sol ascendía entre las montañas, en el límite de los campos que se extendían más allá de la casa, y de pronto sintió ganas de alejarse de ella, de las mentiras y traiciones que, descontroladas, recorrían sus pasillos perfectamente decorados, del asfixiante aire de una muerte inminente. Cogió la chaqueta de cuero que alguien había dejado colgada en el gimnasio, metió los pies en un par de botas y salió al recién amanecido jardín.
Aquella noche había helado, pero el sol estaba calentando la tierra con avidez, y ________ cruzó el jardín de césped siguiendo el estrecho camino de gravilla en dirección a los campos. Llegó hasta el muro de piedra y se detuvo, volviéndose para echar un vistazo a la casa. Las ventanas, meros reflejos del intenso sol de la mañana, le devolvían la mirada. A estas horas aún estaban todos durmiendo, se decía, consciente de que alguien la observaba.
Se subió a la pared de piedra y saltó sobre el basto campo, ciñéndose la chaqueta de cuero. Un riachuelo discurría justo enfrente, y vio el tronco caído que no había dejado que el servicio de jardinería retirara. Al derretirse la nieve el río crecería, la corriente avanzaría frenéticamente, y ella se sentaría en el tronco a respirar el aire frío de la mañana. Tal vez entonces vería el futuro con mayor optimismo.
Pero nunca llegó hasta el río. Se topó con un conejo que yacía sobre la incipiente hierba, con la mirada fija e inerte, y ________ se arrodilló desesperada. Esa zona estaba repleta de animales salvajes: coyotes que se escondían en el bosque sin aparecer nunca, pero que dejaban huellas de su matanza. También había linces rojos, y algunos hasta insistían en que los pumas habían vuelto a las montañas de Vermont, aunque hasta el momento nadie había visto nada más que un montón de excrementos.
Quienquiera que hubiera matado este conejo lo había hecho a conciencia, brutalmente, y ________ se incorporó, indescriptiblemente abatida. Oyó un ligero zumbido mientras algo pasaba volando junto a su cabeza, y agitó los brazos a diestro y siniestro. Era temprano incluso para las moscas negras, y lo que acababa de ver era demasiado pequeño para ser un pájaro.
Ya se le habían quitado las ganas de ir al río. Se giró, y algo volvió a pasar junto a ella emitiendo un fuerte zumbido; de repente supo qué era.
Se tiró al suelo, medio helado, mientras otra bala se estrellaba contra un árbol. No se oyó ningún ruido de explosión, pero no había otra explicación. Alguien la estaba disparando.
Tenía que ser un error. Algún cazador furtivo debía haberla confundido con un animal. No, menuda locura, la mañana era despejada y soleada, y ella no se parecía a nadie más que a sí misma.
Un cazador no usaría un silenciador. ________ levantó la cabeza, mirando a lo lejos. La casa estaba a mucha distancia y todas sus puertas y ventanas estaban cerradas. Era imposible que alguien, desde una de ellas, la utilizara como blanco para sus prácticas de tiro.
Quien hubiera sido debía estar en el bosque, que lindaba con los campos. Allí había un sinfín de sitios para esconderse; imposible adivinar de dónde procedían las balas. Lo único que ________ podía hacer era permanecer echada sobre la hierba y rezar para que quien quisiera matarla no tuviera el valor de salir del bosque para divisar su objetivo con mayor claridad.
________ no tenía conocimiento de que hubiera armas de fuego en casa. Sally siempre había detestado la caza y, para disgusto de los vecinos, había cercado sus hectáreas de terreno. Warren era demasiado serio para mostrar interés en caminar por los campos en busca de una presa. Niall, por otra parte, había sentido siempre la típica fascinación masculina por las armas de fuego.
Pero ese hombre no era Niall, se recordó ________. No le conocía de nada, era un tramposo y un mentiroso que la había conquistado en todos los sentidos. Era factible que se tratara de un tirador de élite. Al fin y al cabo él era quien más tenía que perder.
Aunque si, en efecto, era un tirador profesional, su objetivo no había sido acabar con ella. A lo mejor sólo quería asustarla. Un aviso poco sutil, para que se apartara del medio y dejara el camino libre a Warren y su protegido.
________ no se imaginaba a Warren sosteniendo una escopeta. No se lo imaginaba asesinando a nadie.
En cambio, no podía poner la mano en el fuego por el hombre que se hacía pasar por Niall.
¿Iría al campo, pondría el cañón de esa escopeta en la nuca de ________ y dispararía? No quería morir sin saber quién quería matarla. A la fuerza tenía que ser Niall; era el que más tenía que perder.
Entonces ¿por qué no se lo acababa de creer?
Bajo sus pies, el suelo estaba duro y el frío le penetraba en los huesos. El sol brillaba con fuerza y le calentaba el dorso de su cuerpo, mientras ella permanecía tumbada, medio temblando, medio sudando, esperando que le llegara su hora. La sacudió una sensación de déjà vu, y de pronto se volvió a ver con trece años, acurrucada por el frío en Lighthouse Beach, atenta al disparo de una pistola.
________ perdió la noción del tiempo. Es probable que incluso se quedara dormida; imposible saberlo. El sol siguió alzándose en el cielo, y le pareció oír voces a lo lejos; supo que no podía continuar ahí.
Intentó ponerse de pie, pero las piernas no le respondieron, y cayó al suelo de nuevo, casi esperando que una bala le entrara en la cabeza. No oyó ningún zumbido aterrador, ni vio ningún diminuto ni asesino objeto rozándole el cuerpo. Lo volvió a intentar, y divisó la casa con las persianas abiertas y gente moviéndose tras las ventanas.
Ahora no la dispararía nadie, no ante la presencia de testigos. Todo lo que tenía que hacer era caminar hacia la casa, despacio, con cuidado, y estaría a salvo.
Hasta que quienquiera que hubiera intentado matarla, decidiera volver a actuar.
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
Holaaaaaaaaa!! Perdón por no haber comentado antes, soy una pésima Lectora :(
Espero que me perdones, pero terminé de leer lo tres capítulos
Asdfghjlñ Pero el es el verdadero Niall!! No pue hacer ese trato con ella :(
Aunque espero que lo rompan xD
QUE?? Quien es el que la quiso matar?? Pobre conejo :/
Siguela Cuando puedas pliss!!
Espeor que me erdones
Besoo
Invitado
Invitado
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
Denu18 escribió:Holaaaaaaaaa!! Perdón por no haber comentado antes, soy una pésima Lectora :(Espero que me perdones, pero terminé de leer lo tres capítulosAsdfghjlñ Pero el es el verdadero Niall!! No pue hacer ese trato con ella :(Aunque espero que lo rompan xDQUE?? Quien es el que la quiso matar?? Pobre conejo :/Siguela Cuando puedas pliss!!Espeor que me erdonesBesoo
Holaaa, claro que te perdono mujer jajaja. Estos días no he podido subir mucho porque eran exámenes finales, pero ahora que he acabado ya subiré más seguido :)
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 13 (PARTE 1)
Patsy estaba sola, sentada en la punta de la mesa, ya vestida y bebiendo a sorbos un café con leche con su habitual elegancia. Era probablemente la primera vez que ________ veía a la hermana pequeña de Sally antes de las once de la mañana, y la única que hubiera preferido no encontrarse con ella.
—¿Qué te ha pasado? —Patsy sonaba más quisquillosa que preocupada—. Cualquiera diría que has luchado a muerte contra un cocodrilo. —Incluso hablaba con mayor claridad de lo que acostumbraba, claro que no llevaba en pie el suficiente tiempo como para haber empezado su dosis diaria de alcohol.
—He salido a dar un paseo y he tropezado. —Hasta que pronunció las palabras ________ no sabía que iba a mentir. De haber tenido un poco de sentido común, habría llamado a la policía para que inspeccionara el bosque.
Salvo que sabía, instintivamente, que no encontrarían nada. No pensarían que ella mentía, por supuesto, pero dudarían acerca de lo que les contara. Y se lo dirían a Sally, que no estaba en condiciones de tomar las riendas del asunto.
—¡Me parece extraordinario! —exclamó Patsy.
—¿Que me haya caído?
—No, que te hayas ido a dar un paseo. —Se estremeció visiblemente—Supongo que estarás de acuerdo conmigo en que se concede excesivo valor al hecho de estar en comunión con la naturaleza. ¿Quieres tomar un café o prefieres irte a cambiar primero?
Lo que Patsy prefería estaba muy claro a juzgar por la expresión de su cara, pero a ________ le apetecía más lo contrario.
—Un café, por favor —respondió, sentándose cerca de Patsy y en parte lamentando no haberse tropezado con excrementos de vaca para acabarle de alegrar el día a su tía.
Patsy arrugó la nariz pero le sirvió un café a ________, pasándole la taza y dejando ver una mano impecablemente cuidada con un pulso perfecto.
—¡Aquí tienes, querida!
—Hoy has madrugado mucho —comentó ________ con ligereza.
—No podía dormir. De vez en cuando me despierto al amanecer, y me es imposible volver a coger el sueño. Me he dado cuenta de que lo único que puedo hacer es levantarme e imaginarme que aún es de noche y actuar como una loca decadente. —Bostezó de manera exagerada.
—¿Hay alguien más despierto? —________ trató de sonar natural, y Patsy estaba demasiado concentrada en algún ambiguo proceso mental interno como para captar la tendenciosa pregunta.
—Antes me ha parecido ver a Niall —respondió alegremente—. Tenía pinta de estar a punto de salir. Me extraña que no te lo hayas encontrado mientras paseabas.
________ puso la taza con cuidado sobre la mesa. Patsy seguía absorta y no notó el efecto que sus palabras habían tenido, pero ________ ya estaba acostumbrada a protegerse contra todo.
«¿Quién más podía haber sido?», se preguntó ________. Le había pillado mintiendo; sabía que era, sin duda, un fraude, un impostor, un farsante. Aún no tenía pruebas que lo demostraran; sólo su palabra contra la de Niall. Y contra la de Warren.
________ no podía detenerles, pero sí obstaculizarles el trabajo, de modo que un disparo accidentado sería una buena solución para el problema.
No podía creer que pretendieran salir immunes de esta, algo discutible si ella hubiera pasado ya a mejor vida. No era su intención vindicarse desde la tumba.
—¿Sabes dónde está ahora? —preguntó ________, cogiendo un croissant y procediendo a desmigajarlo.
—Supongo que estará con Sally. —Clavó su límpida mirada en ________, la piel que rodeaba sus ojos, era firme, suave y perfecta—. ¿Aún no le has olvidado?
—¿Cómo dices?
—¿No eres ya mayor para seguir enamorada de él? Hace tiempo que deberías haberlo superado.
—No estoy enamorada de él.
—Pues de pequeña sí lo estabas.
—Ya no soy una niña.
—Es cierto. Es sólo que me da miedo que Niall también se haya dado cuenta de eso. Recuerdo que entonces nos tenía preocupados que Niall te convirtiera en el objetivo de sus fastidiosas fechorías. No lo hizo, ¿no?
—No hizo, ¿qué?
—Molestarte cuando tenías trece años —dijo Patsy sin rodeos.
Hubo un beso que había recordado durante todos esos años. El cuerpo de Niall, fuerte y tierno, apretado contra el suyo. Por más que intentara disimularlo, él también era un niño en aquella época.
—No —contestó ________.
—Es que es algo que siempre me he preguntado. Te pusiste muy enferma tras su desaparición, y te volviste más introvertida aún que antes. Tenía miedo de que Niall hubiera hecho o... dicho algo aquella noche antes de irse. Le viste antes de marcharse, ¿verdad?
________ llevaba dieciocho años mintiendo, ya era un mecanismo automático.
—No —respondió—. Le vi por última vez aquella misma tarde en la playa.
La mirada de Patsy era extraordinariamente nítida.
—¿Recuerdas el espantoso número que se montó durante la cena?
________ sacudió la cabeza en señal de negación.
—Ni siquiera recordaba que tú estuvieras también.
—Pues estaba. —Patsy se recostó en la silla, jugueteando con la taza de café—. He estado pensando. ¿Por qué no te vas de aquí, cariño?
—¿Perdón?
Patsy estaba sola, sentada en la punta de la mesa, ya vestida y bebiendo a sorbos un café con leche con su habitual elegancia. Era probablemente la primera vez que ________ veía a la hermana pequeña de Sally antes de las once de la mañana, y la única que hubiera preferido no encontrarse con ella.
—¿Qué te ha pasado? —Patsy sonaba más quisquillosa que preocupada—. Cualquiera diría que has luchado a muerte contra un cocodrilo. —Incluso hablaba con mayor claridad de lo que acostumbraba, claro que no llevaba en pie el suficiente tiempo como para haber empezado su dosis diaria de alcohol.
—He salido a dar un paseo y he tropezado. —Hasta que pronunció las palabras ________ no sabía que iba a mentir. De haber tenido un poco de sentido común, habría llamado a la policía para que inspeccionara el bosque.
Salvo que sabía, instintivamente, que no encontrarían nada. No pensarían que ella mentía, por supuesto, pero dudarían acerca de lo que les contara. Y se lo dirían a Sally, que no estaba en condiciones de tomar las riendas del asunto.
—¡Me parece extraordinario! —exclamó Patsy.
—¿Que me haya caído?
—No, que te hayas ido a dar un paseo. —Se estremeció visiblemente—Supongo que estarás de acuerdo conmigo en que se concede excesivo valor al hecho de estar en comunión con la naturaleza. ¿Quieres tomar un café o prefieres irte a cambiar primero?
Lo que Patsy prefería estaba muy claro a juzgar por la expresión de su cara, pero a ________ le apetecía más lo contrario.
—Un café, por favor —respondió, sentándose cerca de Patsy y en parte lamentando no haberse tropezado con excrementos de vaca para acabarle de alegrar el día a su tía.
Patsy arrugó la nariz pero le sirvió un café a ________, pasándole la taza y dejando ver una mano impecablemente cuidada con un pulso perfecto.
—¡Aquí tienes, querida!
—Hoy has madrugado mucho —comentó ________ con ligereza.
—No podía dormir. De vez en cuando me despierto al amanecer, y me es imposible volver a coger el sueño. Me he dado cuenta de que lo único que puedo hacer es levantarme e imaginarme que aún es de noche y actuar como una loca decadente. —Bostezó de manera exagerada.
—¿Hay alguien más despierto? —________ trató de sonar natural, y Patsy estaba demasiado concentrada en algún ambiguo proceso mental interno como para captar la tendenciosa pregunta.
—Antes me ha parecido ver a Niall —respondió alegremente—. Tenía pinta de estar a punto de salir. Me extraña que no te lo hayas encontrado mientras paseabas.
________ puso la taza con cuidado sobre la mesa. Patsy seguía absorta y no notó el efecto que sus palabras habían tenido, pero ________ ya estaba acostumbrada a protegerse contra todo.
«¿Quién más podía haber sido?», se preguntó ________. Le había pillado mintiendo; sabía que era, sin duda, un fraude, un impostor, un farsante. Aún no tenía pruebas que lo demostraran; sólo su palabra contra la de Niall. Y contra la de Warren.
________ no podía detenerles, pero sí obstaculizarles el trabajo, de modo que un disparo accidentado sería una buena solución para el problema.
No podía creer que pretendieran salir immunes de esta, algo discutible si ella hubiera pasado ya a mejor vida. No era su intención vindicarse desde la tumba.
—¿Sabes dónde está ahora? —preguntó ________, cogiendo un croissant y procediendo a desmigajarlo.
—Supongo que estará con Sally. —Clavó su límpida mirada en ________, la piel que rodeaba sus ojos, era firme, suave y perfecta—. ¿Aún no le has olvidado?
—¿Cómo dices?
—¿No eres ya mayor para seguir enamorada de él? Hace tiempo que deberías haberlo superado.
—No estoy enamorada de él.
—Pues de pequeña sí lo estabas.
—Ya no soy una niña.
—Es cierto. Es sólo que me da miedo que Niall también se haya dado cuenta de eso. Recuerdo que entonces nos tenía preocupados que Niall te convirtiera en el objetivo de sus fastidiosas fechorías. No lo hizo, ¿no?
—No hizo, ¿qué?
—Molestarte cuando tenías trece años —dijo Patsy sin rodeos.
Hubo un beso que había recordado durante todos esos años. El cuerpo de Niall, fuerte y tierno, apretado contra el suyo. Por más que intentara disimularlo, él también era un niño en aquella época.
—No —contestó ________.
—Es que es algo que siempre me he preguntado. Te pusiste muy enferma tras su desaparición, y te volviste más introvertida aún que antes. Tenía miedo de que Niall hubiera hecho o... dicho algo aquella noche antes de irse. Le viste antes de marcharse, ¿verdad?
________ llevaba dieciocho años mintiendo, ya era un mecanismo automático.
—No —respondió—. Le vi por última vez aquella misma tarde en la playa.
La mirada de Patsy era extraordinariamente nítida.
—¿Recuerdas el espantoso número que se montó durante la cena?
________ sacudió la cabeza en señal de negación.
—Ni siquiera recordaba que tú estuvieras también.
—Pues estaba. —Patsy se recostó en la silla, jugueteando con la taza de café—. He estado pensando. ¿Por qué no te vas de aquí, cariño?
—¿Perdón?
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 13 (PARTE 2)
—Lo digo en serio. Nadie duda que has consagrado tu vida entera a mi hermana. Pero ¿no crees que es hora de que tengas la tuya propia? El hijo de Sally ha vuelto, ella ya no te necesita a su lado. Te convendría tomarte un respiro.
—No creo que todo esto dure mucho más, Patsy —le recordó ________ amablemente. Patsy no había sido nunca muy cariñosa con su hermana mayor, ni se la había visto muy triste por el estado en que ésta se encontraba, pero ________ siempre supuso que era simplemente una forma de negación.
—Tienes razón —reconoció Patsy con indiferencia, jugando con uno de los pesados tenedores de plata—. Es sólo que pensé que así te sería más fácil.
—Es todo un detalle por tu parte que te preocupes por mí.
Los ojos de ________ y Patsy se encontraron.
—Ya sé lo que piensas de mí, ________ —afirmó en voz más baja—. Crees que soy una tonta y una frívola a quien no le interesa nada más que sí misma. Pero tú eres casi como de la familia, te conozco desde que tienes dos años y me preocupo por ti.
Casi como de la familia. ________ apuró el café templado de la taza y obsequió a Patsy con su mejor sonrisa.
—Me da igual que Sally no me necesite. Yo necesito estar aquí.
Patsy sonrió.
—Lo entiendo, cariño. Todos necesitamos estar juntos en tan tristes momentos. Pero... —Su voz se apagó.
—¿Pero qué...? —la instó ________.
—Vete...con cuidado.
________ se quedó helada.
—¿A qué te refieres?
Patsy agitó la mano despreocupadamente.
—¡Oh, cielos, y yo qué sé! Supongo que lo primero que me sale es el instinto maternal. Sencillamente me preocupo por todos.
Por lo que a ________ se refería, el instinto maternal de Patsy sólo afloraba con George, y toda su atención se centraba siempre en sí misma. O Patsy sabía algo, o lo sospechaba. Y era demasiado precavida para confesarlo.
Por alguna razón, ________ no se esperaba que Niall Horan, o el hombre que fingía ser, entrara en el despacho y se sentara en la mesa con la naturalidad de alguien que realmente perteneciera a ese lugar.
—Precisamente estábamos hablando de ti —le dijo Patsy con voz aterciopelada.
—¿Ah, sí? —Su preciosa y generosa boca sonrió abiertamente, y si
había algún indicio de reserva en sus ojos azules, ________ no lo percibió. Parecía totalmente relajado, y a ________ le fue imposible desmontar su farsa—. ¿Y qué decíais? —Cogió la taza de café que le tendió Patsy y empezó a meter en ella una cantidad indecente de cucharadas de azúcar.
—Me estaba advirtiendo que fuese con cuidado —explicó _______
Sus ojos se encontraron con los de Niall, burlones y desafiantes.
—¿Y con qué cree Patsy que debes ir con cuidado? Desde luego, no lo dirá por mí. Soy totalmente inofensivo, ¿verdad, tía Patsy?
—Desde luego —respondió Patsy sin rastro de ironía—. En realidad, lo que le estaba diciendo a ________ no tenía nada que ver contigo, por supuesto. Se ha caído antes dando un paseo y se ha hecho daño. Le he advertido que mire bien por dónde va. Sólo nos faltaba tener que cuidarla a ella también.
Los ojos de Niall se entornaron, ahora sin pizca de diversión.
—¿Qué ha pasado?
«Sabes de sobra lo que ha pasado», quiso gritarle ________. «Has intentado matarme, o asustarme. »
—He tropezado con algo y me he caído —dijo ________—. Ha sido un despiste. No volverá a ocurrir.
Si su mirada burlona ya era inquietante, más lo era aún la extraña expresión de sus ojos.
—Patsy tiene razón —afirmó Niall de repente—. No es el mejor momento para que ocurra una desgracia.
—Y no ocurrirá —insistió ________, incapaz de ocultar su nerviosismo.
—De hecho —prosiguió Patsy—, le estaba sugiriendo a ________ que ahora que estás aquí, debería tomarse un respiro. Debería irse por un tiempo, lejos de responsabilidades y muertes. Al fin y al cabo, Sally tiene de nuevo a su hijo. Ya no la necesita.
________ podría haber pensado que Patsy había pronunciado esa última frase con intencionada malicia, pero era demasiado obtusa para hacer algo semejante.
—Me encanta saber que me consideras tan importante, tía Patsy —comentó Niall recalcando las palabras—. Pero me temo que mi llegada no debe excluir a nadie, especialmente a ________, que ha sido mucho mejor hija que yo.
—Sí, pero el que un hijo sea más obediente y respetuoso no tiene nada que ver con el amor que le profesen sus padres. De todos mis hijos, Grace es la más simpática, la más generosa y la que tiene el carácter más dulce. Y me aburre a morir. En cambio a George, que es tan egoísta como yo, le adoro. —Patsy bostezó, complacida, y después sonrió con indiferencia mientras se ponía de pie—. Una cosa más, me encantaría que os llevárais bien, nunca lo habeis hecho, ni siquiera de pequeños. Sería todo un poco más llevadero si pudiérais aparcar vuestras discusiones por el momento. O eso, o uno de los dos tendrá que marcharse.
Lo que menos le apetecía del mundo a ________ era estar a solas con Niall, pero si salía corriendo detrás de Patsy generaría más preguntas indeseadas. Y tampoco quería que Niall supiera lo nerviosa que le ponía su presencia. Aunque seguramente lo intuía y estaba haciendo todo lo posible para incomodarla. Pero ni por asomo pensaba hacer o decir nada que le sirviera como prueba del poder que ejercía sobre ella.
—¿Por qué Patsy tiene tanto interés en deshacerse de ti?— murmuró Niall perezosamente.
—¿Y qué te hace pensar que no es de ti de quien quiere librarse? Únicamente ha dicho que tendrá que irse uno de los dos.
—Ella ya sabe que yo no me iré. Sólo quedas tú.
—Me ha estado preguntando sobre la noche de la muerte del verdadero Niall. —Cambió de tema deliberadamente.
Niall hizo una mueca de fastidio.
—¿Te importaría no ir contando a los cuatro vientos el rollo ese del «verdadero Niall»? Nunca se sabe quién puede estar escuchando.
________ sonrió con dulzura.
—No, nunca se sabe, ¿verdad? ¿Vas a decirle a tu cómplice que sé la verdad?
—¿A cuál? ¡Ah! ¿Te refieres a Warren? No, confío en tu discreción. Yo en tu lugar mantendría a Warren completamente al margen y hablaría del tema sólo conmigo.
—¿Acaso tú eres menos peligroso?
—Sin duda alguna.
________ le miró fijamente desde el otro lado de la amplia mesa, dejando que sus ojos escudriñaran al hombre que se había burlado de ella, que la había engañado y seducido. ¿Sería el mismo hombre que había intentado matarla porque sabía demasiado?
—Lo digo en serio. Nadie duda que has consagrado tu vida entera a mi hermana. Pero ¿no crees que es hora de que tengas la tuya propia? El hijo de Sally ha vuelto, ella ya no te necesita a su lado. Te convendría tomarte un respiro.
—No creo que todo esto dure mucho más, Patsy —le recordó ________ amablemente. Patsy no había sido nunca muy cariñosa con su hermana mayor, ni se la había visto muy triste por el estado en que ésta se encontraba, pero ________ siempre supuso que era simplemente una forma de negación.
—Tienes razón —reconoció Patsy con indiferencia, jugando con uno de los pesados tenedores de plata—. Es sólo que pensé que así te sería más fácil.
—Es todo un detalle por tu parte que te preocupes por mí.
Los ojos de ________ y Patsy se encontraron.
—Ya sé lo que piensas de mí, ________ —afirmó en voz más baja—. Crees que soy una tonta y una frívola a quien no le interesa nada más que sí misma. Pero tú eres casi como de la familia, te conozco desde que tienes dos años y me preocupo por ti.
Casi como de la familia. ________ apuró el café templado de la taza y obsequió a Patsy con su mejor sonrisa.
—Me da igual que Sally no me necesite. Yo necesito estar aquí.
Patsy sonrió.
—Lo entiendo, cariño. Todos necesitamos estar juntos en tan tristes momentos. Pero... —Su voz se apagó.
—¿Pero qué...? —la instó ________.
—Vete...con cuidado.
________ se quedó helada.
—¿A qué te refieres?
Patsy agitó la mano despreocupadamente.
—¡Oh, cielos, y yo qué sé! Supongo que lo primero que me sale es el instinto maternal. Sencillamente me preocupo por todos.
Por lo que a ________ se refería, el instinto maternal de Patsy sólo afloraba con George, y toda su atención se centraba siempre en sí misma. O Patsy sabía algo, o lo sospechaba. Y era demasiado precavida para confesarlo.
Por alguna razón, ________ no se esperaba que Niall Horan, o el hombre que fingía ser, entrara en el despacho y se sentara en la mesa con la naturalidad de alguien que realmente perteneciera a ese lugar.
—Precisamente estábamos hablando de ti —le dijo Patsy con voz aterciopelada.
—¿Ah, sí? —Su preciosa y generosa boca sonrió abiertamente, y si
había algún indicio de reserva en sus ojos azules, ________ no lo percibió. Parecía totalmente relajado, y a ________ le fue imposible desmontar su farsa—. ¿Y qué decíais? —Cogió la taza de café que le tendió Patsy y empezó a meter en ella una cantidad indecente de cucharadas de azúcar.
—Me estaba advirtiendo que fuese con cuidado —explicó _______
Sus ojos se encontraron con los de Niall, burlones y desafiantes.
—¿Y con qué cree Patsy que debes ir con cuidado? Desde luego, no lo dirá por mí. Soy totalmente inofensivo, ¿verdad, tía Patsy?
—Desde luego —respondió Patsy sin rastro de ironía—. En realidad, lo que le estaba diciendo a ________ no tenía nada que ver contigo, por supuesto. Se ha caído antes dando un paseo y se ha hecho daño. Le he advertido que mire bien por dónde va. Sólo nos faltaba tener que cuidarla a ella también.
Los ojos de Niall se entornaron, ahora sin pizca de diversión.
—¿Qué ha pasado?
«Sabes de sobra lo que ha pasado», quiso gritarle ________. «Has intentado matarme, o asustarme. »
—He tropezado con algo y me he caído —dijo ________—. Ha sido un despiste. No volverá a ocurrir.
Si su mirada burlona ya era inquietante, más lo era aún la extraña expresión de sus ojos.
—Patsy tiene razón —afirmó Niall de repente—. No es el mejor momento para que ocurra una desgracia.
—Y no ocurrirá —insistió ________, incapaz de ocultar su nerviosismo.
—De hecho —prosiguió Patsy—, le estaba sugiriendo a ________ que ahora que estás aquí, debería tomarse un respiro. Debería irse por un tiempo, lejos de responsabilidades y muertes. Al fin y al cabo, Sally tiene de nuevo a su hijo. Ya no la necesita.
________ podría haber pensado que Patsy había pronunciado esa última frase con intencionada malicia, pero era demasiado obtusa para hacer algo semejante.
—Me encanta saber que me consideras tan importante, tía Patsy —comentó Niall recalcando las palabras—. Pero me temo que mi llegada no debe excluir a nadie, especialmente a ________, que ha sido mucho mejor hija que yo.
—Sí, pero el que un hijo sea más obediente y respetuoso no tiene nada que ver con el amor que le profesen sus padres. De todos mis hijos, Grace es la más simpática, la más generosa y la que tiene el carácter más dulce. Y me aburre a morir. En cambio a George, que es tan egoísta como yo, le adoro. —Patsy bostezó, complacida, y después sonrió con indiferencia mientras se ponía de pie—. Una cosa más, me encantaría que os llevárais bien, nunca lo habeis hecho, ni siquiera de pequeños. Sería todo un poco más llevadero si pudiérais aparcar vuestras discusiones por el momento. O eso, o uno de los dos tendrá que marcharse.
Lo que menos le apetecía del mundo a ________ era estar a solas con Niall, pero si salía corriendo detrás de Patsy generaría más preguntas indeseadas. Y tampoco quería que Niall supiera lo nerviosa que le ponía su presencia. Aunque seguramente lo intuía y estaba haciendo todo lo posible para incomodarla. Pero ni por asomo pensaba hacer o decir nada que le sirviera como prueba del poder que ejercía sobre ella.
—¿Por qué Patsy tiene tanto interés en deshacerse de ti?— murmuró Niall perezosamente.
—¿Y qué te hace pensar que no es de ti de quien quiere librarse? Únicamente ha dicho que tendrá que irse uno de los dos.
—Ella ya sabe que yo no me iré. Sólo quedas tú.
—Me ha estado preguntando sobre la noche de la muerte del verdadero Niall. —Cambió de tema deliberadamente.
Niall hizo una mueca de fastidio.
—¿Te importaría no ir contando a los cuatro vientos el rollo ese del «verdadero Niall»? Nunca se sabe quién puede estar escuchando.
________ sonrió con dulzura.
—No, nunca se sabe, ¿verdad? ¿Vas a decirle a tu cómplice que sé la verdad?
—¿A cuál? ¡Ah! ¿Te refieres a Warren? No, confío en tu discreción. Yo en tu lugar mantendría a Warren completamente al margen y hablaría del tema sólo conmigo.
—¿Acaso tú eres menos peligroso?
—Sin duda alguna.
________ le miró fijamente desde el otro lado de la amplia mesa, dejando que sus ojos escudriñaran al hombre que se había burlado de ella, que la había engañado y seducido. ¿Sería el mismo hombre que había intentado matarla porque sabía demasiado?
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
Asdfghjklñ los comentarios de Patsy molestan... :/
Noo Niall no pudo haber sido!!! Yo lo se :(
Lalalalal niall no fue lalalalal no me arruinen las esperanzad xD
Siguela Plisss
Besooooo
Noo Niall no pudo haber sido!!! Yo lo se :(
Lalalalal niall no fue lalalalal no me arruinen las esperanzad xD
Siguela Plisss
Besooooo
Invitado
Invitado
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
Denu18 escribió:Asdfghjklñ los comentarios de Patsy molestan... :/
Noo Niall no pudo haber sido!!! Yo lo se :(
Lalalalal niall no fue lalalalal no me arruinen las esperanzad xD
Siguela Plisss
Besooooo
Ahora veremos quien ha sido jajaja, ahora la sigo :)
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 13 (PARTE 3)
Niall era indecentemente guapo, con sus rasgos irlandeses y su erótica boca. Llevaba el pelo despeinado hacia un lado y aún húmedo de la ducha matutina; parecía un príncipe ruso extraviado que viniera a reclamar su corona.
Excepto que era un impostor, y no sólo en un aspecto.
—¿Te vas a ir? —Cogió el termo y se sirvió otra taza de café, proporcionándole a ________ el dudoso privilegio de admirar su cuerpo esbelto y elegantemente musculado mientras estiraba el brazo. Recordaba más cosas; la falsa cicatriz, en la parte inferior de su cadera. Su piel, caliente y suave...
________ despertó bruscamente de su sueño erótico:
—Eso es lo que querías, ¿no?
—Probablemente facilitaría las cosas. Pero no es mi intención presionarte. Lo pregunto por pura curiosidad.
—Nada me moverá de aquí hasta que Sally se haya muerto —le espetó—. Hagas lo que hagas.
—¿Y qué crees que haré? —replicó Niall—. Ya me has dicho que llamarás a la policía si vuelvo a tocarte sin que tú me lo hayas pedido.
—Y yo te he dicho que eso será cuando las ranas críen pelo...
—Chicos, chicos. —Warren entró en la habitación, parecía asquerosamente contento para estar involucrado en una conspiración criminal que tenía como objetivo estafar a su hermana moribunda—. ¿Ya os estais peleando otra vez? Llevais toda la vida igual. Le he comentado a Patsy que seguís discutiendo tanto como siempre, pero espero, por el bien de todos, que durante algún tiempo sepais mantener vuestras diferencias al margen.
—No. —Fue la respuesta de ________, que se levantó de la mesa.
—¿Ni siquiera le das los «buenos días» a tu tío Warren? —preguntó apesadumbrado, él, que era el ser menos sociable de la faz de la Tierra.
—Habla con tu «sobrino» —dijo ella deliberadamente, y abandonó la habitación, sin importarle ya si daba o no la impresión de estar huyendo.
En efecto, estaba huyendo.
—¿A qué ha venido todo esto? —inquirió Warren, ocupando el asiento que Patsy había dejado libre en el extremo de la mesa y sirviéndose un café.
Niall se limitó a encogerse de hombros.
—Ya conoces a ________, tiende a exaltarse por tonterías.
—Pues esa no es la ________ que yo conozco. En realidad siempre ha sido un jovencita callada y reservada, una perfecta Horan.—Había en su voz un leve indicio de soberbia que Niall no lograba comprender.
—Es curioso que la perfecta Horan no sea para nada una Horan —comentó perezosamente, expectante ante la respuesta de Warren.
Pero Warren ya estaba de vuelta, era un viejo zorro con el alma de un político y la moral de un hombre de negocios. No contaría nada que no le interesara revelar.
—La vida está llena de rarezas —dijo—. ________ está mucho más alterada que la última vez que la vi. Me imaginé que era debido al estrés por la inminente muerte de Sally. Siempre ha estado muy unida a ella. Pero ahora se me ocurre que puede que seas tú la causa de su reciente irritabilidad.
—A lo mejor conmigo saca a relucir su parte más oscura —sugirió Niall.
—Pues que no lo haga. No podemos permitirnos el lujo de crearnos enemigos innecesarios. Puede complicar mucho las cosas que ________ sospeche de tu identidad. Nada que no pudiéramos arreglar, por supuesto, pero hasta donde sea posible, quiero que todo vaya como la seda.
A Niall le rondaba por la cabeza una desagradable sospecha formada a raíz de las palabras, a primera vista casuales, de Patsy y el estado un tanto penoso en que se encontraba la ropa de ________.
—¿Y cómo lo arreglarías?
—Yo he hablado de «nosotros», ¿no es cierto? Porque estamos juntos en este asunto —especificó Warren con brusquedad.
—Evidentemente.
—Si no consigues seducir a ________ para que esté calladita, siempre podemos probar con el soborno.
—No creo que eso diera mejor resultado que la seducción.
—Es posible —afirmó Warren desatentado—. Bueno, si empieza a sospechar, podríamos provocar un pequeño accidente.
Niall se quedó petrificado.
—¿Qué clase de accidente?
—¡Oh, nada serio! Ya se nos ocurriría algo. Un accidente que la mantuviera unos cuantos días en el hospital lejos de toda esta historia. O alguna cosa relacionada con el talonario de Sally, que ________ ha estado controlando; podría provocar una especie de incómoda discusión en la que me viera obligado a tener que informar a Sally.
—Realmente, Warren, eres un auténtico encanto —comentó Niall con ironía, ocultando el asco que sentía.
—Somos de la misma pasta, chaval. De hecho, el verdadero Niall era un estúpido. Si viviera, no me extrañaría que fuera peor que nosotros dos juntos.
Niall dio un pequeño sorbo de su café azucarado.
—¿Qué te hace pensar que está muerto?
—¡Pero es obvio! Si estuviera aún con vida habría vuelto en busca del dinero —aclaró Warren tranquilamente.
—Me ha parecido que lo decías con mucha seguridad, querido tío —replicó—. Como si tuvieras conocimiento de lo que le pasó exactamente al hijo de Sally.
Warren se echó a reír.
—¡Menuda imaginación! No me toques las narices, muchacho. Ya estamos en la recta final. Sally está con respiración asistida y no creo que dure mucho. Si no perdemos los nervios llegaremos a buen puerto, siempre y cuando ________ no nos sorprenda con alguna idea brillante. No pienso tirar la toalla a estas alturas del partido.
—¿________ es la única que te preocupa?
—Desde luego. Has hecho un trabajo estupendo congraciándote con George y Tessa y, en cuanto a Patsy, es incapaz de ver más allá de sus narices. Pero si lo hiciera, le traería sin cuidado mientras pudiera seguir con su tren de vida. ________ es peligrosa porque no tiene nada que perder. Y porque tiene una jodida vena puritana capaz de arruinarlo todo en virtud de su sentido de la moral.
—Un concepto con el que no estás muy familiarizado, tío Warren.
—No me provoques. No estoy de humor para bromas.
—Si ________ es la quinta esencia de los Horan, ¿cómo es posible que cargue con defectos tales como la honradez y la decencia?
Warren le miró fijamente.
—No creo que tú tengas nada de lo que enorgullecerte después de haber venido a proponerme esta farsa.
—Y no olvides que tú accediste a ella sin pensártelo dos veces —le recordó Niall con frialdad.
—Por eso somos dos bichos despiadados con una noción del bien y el mal que brilla por su ausencia. Nadie se ha hecho millonario siendo ético.
—Nunca pensé que tuvieras que preocuparte por hacerte rico. ¿Acaso no eres un Horan?
—Ya sabes que nunca se es lo bastante rico. En este mercado impredecible lo más inteligente es custodiar el activo lo mejor que uno sepa.
—Aunque no sea tuyo —observó Niall irónicamente.
—¿Es que de repente tienes conciencia? ¿No te parece un poco tarde? Recuerda que todo esto fue idea tuya.
—Ya me lo has recordado antes. —Clavó la vista en su tío—. Y estate tranquilo, mi conciencia está bajo control, mientras dejemos una cosa aclarada.
—¿Me estás dando órdenes? ¿A mí?
—Ni ________, ni nadie, tendrá un pequeño accidente. ¿Entendido? Soy un impostor, no un asesino. —Podía sentirse orgulloso de su seguridad al hablar. De hecho, era la verdad. Les estaba engañando a todos, aunque no del modo que creían.
Warren se encogió de hombros.
—Dejaré a ________ en tus manos. Asegúrate de que no empiece a sospechar nada, de lo contrario me veré obligado a meter la mano.
—Si metes la mano, te la cortaré.
Warren le miró con cara de extraterrestre.
—Para no ser partidario de la violencia, ¡eres bastante cruel ¿Insinúas que debería preocuparme por mi seguridad?
Niall esbozó una plácida sonrisa, únicamente para atemorizar a Warren.
—Nunca está de más ser precavido, tío Warren. La vida está llena de pequeñas sorpresas.
Warren clavó los ojos en él, completamente consternado.
—No resulta fácil sorprender a un veterano como yo. Dudo mucho que nada de lo que digas pueda escandalizarme.
Niall apuró el café y, en silencio, dejó la taza en el platillo.
—Te sorprenderías, tío Warren. —Y sonrió perversamente.
Niall era indecentemente guapo, con sus rasgos irlandeses y su erótica boca. Llevaba el pelo despeinado hacia un lado y aún húmedo de la ducha matutina; parecía un príncipe ruso extraviado que viniera a reclamar su corona.
Excepto que era un impostor, y no sólo en un aspecto.
—¿Te vas a ir? —Cogió el termo y se sirvió otra taza de café, proporcionándole a ________ el dudoso privilegio de admirar su cuerpo esbelto y elegantemente musculado mientras estiraba el brazo. Recordaba más cosas; la falsa cicatriz, en la parte inferior de su cadera. Su piel, caliente y suave...
________ despertó bruscamente de su sueño erótico:
—Eso es lo que querías, ¿no?
—Probablemente facilitaría las cosas. Pero no es mi intención presionarte. Lo pregunto por pura curiosidad.
—Nada me moverá de aquí hasta que Sally se haya muerto —le espetó—. Hagas lo que hagas.
—¿Y qué crees que haré? —replicó Niall—. Ya me has dicho que llamarás a la policía si vuelvo a tocarte sin que tú me lo hayas pedido.
—Y yo te he dicho que eso será cuando las ranas críen pelo...
—Chicos, chicos. —Warren entró en la habitación, parecía asquerosamente contento para estar involucrado en una conspiración criminal que tenía como objetivo estafar a su hermana moribunda—. ¿Ya os estais peleando otra vez? Llevais toda la vida igual. Le he comentado a Patsy que seguís discutiendo tanto como siempre, pero espero, por el bien de todos, que durante algún tiempo sepais mantener vuestras diferencias al margen.
—No. —Fue la respuesta de ________, que se levantó de la mesa.
—¿Ni siquiera le das los «buenos días» a tu tío Warren? —preguntó apesadumbrado, él, que era el ser menos sociable de la faz de la Tierra.
—Habla con tu «sobrino» —dijo ella deliberadamente, y abandonó la habitación, sin importarle ya si daba o no la impresión de estar huyendo.
En efecto, estaba huyendo.
—¿A qué ha venido todo esto? —inquirió Warren, ocupando el asiento que Patsy había dejado libre en el extremo de la mesa y sirviéndose un café.
Niall se limitó a encogerse de hombros.
—Ya conoces a ________, tiende a exaltarse por tonterías.
—Pues esa no es la ________ que yo conozco. En realidad siempre ha sido un jovencita callada y reservada, una perfecta Horan.—Había en su voz un leve indicio de soberbia que Niall no lograba comprender.
—Es curioso que la perfecta Horan no sea para nada una Horan —comentó perezosamente, expectante ante la respuesta de Warren.
Pero Warren ya estaba de vuelta, era un viejo zorro con el alma de un político y la moral de un hombre de negocios. No contaría nada que no le interesara revelar.
—La vida está llena de rarezas —dijo—. ________ está mucho más alterada que la última vez que la vi. Me imaginé que era debido al estrés por la inminente muerte de Sally. Siempre ha estado muy unida a ella. Pero ahora se me ocurre que puede que seas tú la causa de su reciente irritabilidad.
—A lo mejor conmigo saca a relucir su parte más oscura —sugirió Niall.
—Pues que no lo haga. No podemos permitirnos el lujo de crearnos enemigos innecesarios. Puede complicar mucho las cosas que ________ sospeche de tu identidad. Nada que no pudiéramos arreglar, por supuesto, pero hasta donde sea posible, quiero que todo vaya como la seda.
A Niall le rondaba por la cabeza una desagradable sospecha formada a raíz de las palabras, a primera vista casuales, de Patsy y el estado un tanto penoso en que se encontraba la ropa de ________.
—¿Y cómo lo arreglarías?
—Yo he hablado de «nosotros», ¿no es cierto? Porque estamos juntos en este asunto —especificó Warren con brusquedad.
—Evidentemente.
—Si no consigues seducir a ________ para que esté calladita, siempre podemos probar con el soborno.
—No creo que eso diera mejor resultado que la seducción.
—Es posible —afirmó Warren desatentado—. Bueno, si empieza a sospechar, podríamos provocar un pequeño accidente.
Niall se quedó petrificado.
—¿Qué clase de accidente?
—¡Oh, nada serio! Ya se nos ocurriría algo. Un accidente que la mantuviera unos cuantos días en el hospital lejos de toda esta historia. O alguna cosa relacionada con el talonario de Sally, que ________ ha estado controlando; podría provocar una especie de incómoda discusión en la que me viera obligado a tener que informar a Sally.
—Realmente, Warren, eres un auténtico encanto —comentó Niall con ironía, ocultando el asco que sentía.
—Somos de la misma pasta, chaval. De hecho, el verdadero Niall era un estúpido. Si viviera, no me extrañaría que fuera peor que nosotros dos juntos.
Niall dio un pequeño sorbo de su café azucarado.
—¿Qué te hace pensar que está muerto?
—¡Pero es obvio! Si estuviera aún con vida habría vuelto en busca del dinero —aclaró Warren tranquilamente.
—Me ha parecido que lo decías con mucha seguridad, querido tío —replicó—. Como si tuvieras conocimiento de lo que le pasó exactamente al hijo de Sally.
Warren se echó a reír.
—¡Menuda imaginación! No me toques las narices, muchacho. Ya estamos en la recta final. Sally está con respiración asistida y no creo que dure mucho. Si no perdemos los nervios llegaremos a buen puerto, siempre y cuando ________ no nos sorprenda con alguna idea brillante. No pienso tirar la toalla a estas alturas del partido.
—¿________ es la única que te preocupa?
—Desde luego. Has hecho un trabajo estupendo congraciándote con George y Tessa y, en cuanto a Patsy, es incapaz de ver más allá de sus narices. Pero si lo hiciera, le traería sin cuidado mientras pudiera seguir con su tren de vida. ________ es peligrosa porque no tiene nada que perder. Y porque tiene una jodida vena puritana capaz de arruinarlo todo en virtud de su sentido de la moral.
—Un concepto con el que no estás muy familiarizado, tío Warren.
—No me provoques. No estoy de humor para bromas.
—Si ________ es la quinta esencia de los Horan, ¿cómo es posible que cargue con defectos tales como la honradez y la decencia?
Warren le miró fijamente.
—No creo que tú tengas nada de lo que enorgullecerte después de haber venido a proponerme esta farsa.
—Y no olvides que tú accediste a ella sin pensártelo dos veces —le recordó Niall con frialdad.
—Por eso somos dos bichos despiadados con una noción del bien y el mal que brilla por su ausencia. Nadie se ha hecho millonario siendo ético.
—Nunca pensé que tuvieras que preocuparte por hacerte rico. ¿Acaso no eres un Horan?
—Ya sabes que nunca se es lo bastante rico. En este mercado impredecible lo más inteligente es custodiar el activo lo mejor que uno sepa.
—Aunque no sea tuyo —observó Niall irónicamente.
—¿Es que de repente tienes conciencia? ¿No te parece un poco tarde? Recuerda que todo esto fue idea tuya.
—Ya me lo has recordado antes. —Clavó la vista en su tío—. Y estate tranquilo, mi conciencia está bajo control, mientras dejemos una cosa aclarada.
—¿Me estás dando órdenes? ¿A mí?
—Ni ________, ni nadie, tendrá un pequeño accidente. ¿Entendido? Soy un impostor, no un asesino. —Podía sentirse orgulloso de su seguridad al hablar. De hecho, era la verdad. Les estaba engañando a todos, aunque no del modo que creían.
Warren se encogió de hombros.
—Dejaré a ________ en tus manos. Asegúrate de que no empiece a sospechar nada, de lo contrario me veré obligado a meter la mano.
—Si metes la mano, te la cortaré.
Warren le miró con cara de extraterrestre.
—Para no ser partidario de la violencia, ¡eres bastante cruel ¿Insinúas que debería preocuparme por mi seguridad?
Niall esbozó una plácida sonrisa, únicamente para atemorizar a Warren.
—Nunca está de más ser precavido, tío Warren. La vida está llena de pequeñas sorpresas.
Warren clavó los ojos en él, completamente consternado.
—No resulta fácil sorprender a un veterano como yo. Dudo mucho que nada de lo que digas pueda escandalizarme.
Niall apuró el café y, en silencio, dejó la taza en el platillo.
—Te sorprenderías, tío Warren. —Y sonrió perversamente.
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 13 (PARTE 4)
Niall dio un portazo al entrar, sin importarle si con ello despertaba o no a sus primos de sus dulces sueños. Estaba nervioso, frustrado, angustiado por la sensación de que algo andaba mal en esa casa. Algo incluso peor que un intento de asesinato ya olvidado.
Durante los últimos días había encontrado más de una razón para evitar estar en su cuarto, pero en este momento no había otro sitio adonde ir. No podía deshacerse del recuerdo de ________, de la expresión afligida de sus ojos cuando vio la inyección hipodérmica y se dio cuenta de que había estado a punto de matarle, de que había cometido un error; del inconfundible miedo que yacía bajo el verdadero deseo sexual que Niall sintió emanar de ella, cuando ésta le puso la mano sobre la cicatriz de la cadera; de su leve sollozo cuando alcanzó el orgasmo.
Dormía cada noche en esa misma cama, recordando cómo la había tumbado en ella y la había saboreado. ________ ya no estaba, pero el la seguía sintiendo allí, inalcanzable.
Nunca pensó que volvería a su antigua vida precisamente para ser víctima de una obsesión adolescente. Le estaba bien empleado, pensó con ironía. Siempre había sido un poco demasiado maquiavélico con tal de lograr sus fines. Justo ahora que tenía el objetivo más próximo, se estaba distrayendo.
Había vuelto por una razón: para averiguar quién intentó matarle, y por qué. Hasta el momento no estaba más cerca de la verdad que cuando vivía en Italia.
Al menos dos personas sabían la respuesta a esa pregunta. Una era ________ Smith, pero los secretos estaban encerrados en las profundidades de su mente, de donde ni siquiera ella misma podía desenterrarlos. Ella había visto lo ocurrido aquella noche, por mucho que lo ocultara,
Y Niall también. Claro que él tenía una excusa para no acordarse. Había sufrido una lesión en la cabeza además de un trauma producido por el disparo, y ese tipo de lesiones no era fácil de curar. Quien quiera que hubiese tratado de asesinarle probablemente ya había contado con ello.
A no ser que el tercer testigo, el asesino, estuviera convencido de haber acertado a la primera.
A primera vista todo apuntaba a que hubiera sido Warren. Nunca, ni una sola vez, puso en duda la identidad de Sam Kinkaid, ni le preocupó que pudiera aparecer el verdadero Niall Horan. Alegaba que era una cuestión de sentido común; nadie dejaría todo ese dinero por reclamar.
Pero Niall sabía muy bien lo sencillo que era dar la espalda a millones de dólares. Lo había hecho ya en una ocasión, y no se arrepintió nunca. Ahora tenía la intención de volver a hacerlo.
No ganaría nada procurando demostrar quién era, aunque decidiera que era una buena idea. No había huellas dentales ni una prueba de ADN, no revelaría nada. Había sido comprado y vendido de pequeño; quien le trajo al mundo le rechazó hacía muchos años.
Podía trabajarse más a ________. Era la única fuente de información segura. A lo mejor Niall podía emborracharla, hacerla enfadar, drogarla, cualquier cosa con tal de despertar su recalcitrante memoria. Tal vez podría convencerla de que se sometiera a hipnoterapia, al suero de la verdad, convencerla de que si no sacaba a la luz sus recuerdos, éstos la perseguirían durante toda su vida. Niall sabía que no sería preciso ejercer mucha presión sobre ella.
Pero no quería hacerlo. Ya había trastocado bastante la vida de ________, que le miraba como si fuera una mezcla entre Ted Bundy (asesino en serie) y Robert Pattinson. Seguro que daría con las respuestas sin hacerla pasar por eso.
Aun así, no era del todo honesto por su parte. ________ le estaba volviendo loco, invadiendo sus sueños, atormentándole en las horas de vigilia; estaba mucho más concentrado en ella que en el intento de asesinato de hacía tantos años. Saldría mejor parado alejándose de ella hasta que averiguara la verdad de su pasado. No sabía con seguridad lo que ocurriría después. Tal vez desaparecería y volvería a refugiarse en Italia.
O tal vez se llevaría a ________ consigo.
Niall seguía pensando en Sally como su madre, al margen de los trapicheos que hubiera hecho o las leyes que hubiera infringido para conseguir tenerle. Sally dormía, su piel era de un gris pálido y de su nariz salían tubos de oxígeno.
Se sentó junto a la cama, mirándola fijamente como había hecho durante muchas horas desde que regresó, tratando de entenderla.
—¿Y bien? —La voz de Sally era tan débil que Niall casi pensó que era producto de su imaginación. Entonces abrió los ojos y le miró con desencanto.
—¿Y bien, qué? —replicó Niall tranquilamente.
—¡Eres tan listo! —murmuró Sally—¿Estás esperando a que me muera?
—No.
Su respuesta la asustó.
—Pensaba que habías vuelto para eso. Para despedirte de tu querida y anciana madre, para facilitarle el paso a la otra vida.
—Eso también —admtió Niall.
—¿Tenías otra razón para volver? Aparte del dinero, claro.
Niall no se molestó en discutir con ella. Siempre que se sentía amenazada salía con el tema de la herencia. Obviamente, en ese momento se sentía amenazada, y Niall no quiso empeorar las cosas. Pero tampoco iba a desaprovechar la oportunidad de obtener repuestas.
—¿De dónde vengo?
Sorprendentemente, Sally ni parpadeó.
—No me puedo creer que siendo un adulto aún no sepas de dónde vienen los niños. Te lo mereces por haberte ido sin darme tiempo a informarte de cómo funciona el mundo real.
—Tengo nociones de sexo desde que tengo doce años, tal vez menos. —Posó una mano sobre la de Sally, huesuda y venosa, y la sintió frágil—. Quiero saber de dónde vengo. ¿A quién me compraste?
Sally entornó los ojos.
—No sé de qué me hablas, Niall, y te suplico que no trates de confundirme. Me canso enseguida últimamente. ¿Por qué no me dejas descansar y luego me explicas tu ridícula...?
—John Kinkaid me contó que vuestro hijo nació muerto, que te fuiste y que volviste conmigo en su lugar. Quiero saber de dónde procedo. En realidad, me gustaría saber si estoy legalmente adoptado o no.
—Kinkaid —susurró Sally con voz de profundo odio—. Pensé que había muerto hace tiempo.
—Y así es. Murió.
Niall había conseguido asustarla, y esta vez no se molestó en disimularlo.
—Entonces, ¿quién te lo ha dicho?
—Él me lo dijo. Cuando huí, fui a parar a su casa, y no consideró oportuno engañarme. Hace años que sé que no soy tu hijo.
—¡Si que eres mi hijo, maldita sea! —exclamó con la voz apagada, casi susurrando—. Eres mi hijo del alma, aunque no te haya engendrado yo. Y lo sabes, por mucho que te empeñes en negarlo.
—Lo sé —consintió Niall. Su mano seguía estando sobre la de Sally, quien volvió la palma hacia arriba para sujetar la de Niall—.Pero sigo queriendo que me cuentes cómo me encontraste.
El suspiro de Sally fue tan débil que su hijo apenas pudo percibirlo.
—Pensaba que a estas alturas ya sabías que todo tiene un precio en esta vida. En ese tiempo era muy fácil obtener un bebé no deseado.
—De modo que entraste en un orfanato y me escogiste a mí.
La sonrisa de Sally no era precisamente alegre.
—Ojalá hubiera sido tan sencillo.
Soy prudente y siempre me preparo para cualquier eventualidad. Cuando me quedé embarazada tenía más de cuarenta años, lo cual no presagiaba ningún éxito. Aunque el parto hubiera ido bien cabía la posibilidad de que el bebé naciera con Síndrome de Down, en cuyo caso habría tenido que sustituirlo por otro.
A Niall debería haberle horrorizado oír lo que oyó. En parte fue así. Pero otra parte de él conocía a Sally demasiado bien como para sorprenderse ante su impasible crueldad.
—¿Y qué hiciste entonces?
—Me enteré de que había una chica embarazada más o menos de los mismos meses que yo. Era de buena familia, al igual que el padre, muerto en un accidente de coche, y estaba intentando ocultar el embarazo a sus padres. Simplemente la ayudé.
—A cambio de que te diera a su hijo. ¿Y qué habrías hecho si tu bebé hubiera sobrevivido?
—Habría entregado al bebé en adopción, que era lo que quería esa joven.
—Esa joven —comentó Niall en voz baja—. Mi madre biológica. ¿Cómo se llamaba?
—No importa, ya está muerta. Su familia no supo nunca de tu existencia; también han muerto. Es demasiado tarde para reencuentros familiares.
—¿Cómo murió?
Los ojos de Sally se encontraron con los suyos.
—Dando a luz.
—Así que yo la maté.
—No, cariño —dijo Sally en voz baja, sin sombra de arrepentimiento—. Me temo que fui yo.
___________________________________________________________
Bueno, aquí os dejo las dos últimas partes del capítulo 13. Esto se pone interesante eee jajaja. Seguid leyendo y comentad :) :(L):
Niall dio un portazo al entrar, sin importarle si con ello despertaba o no a sus primos de sus dulces sueños. Estaba nervioso, frustrado, angustiado por la sensación de que algo andaba mal en esa casa. Algo incluso peor que un intento de asesinato ya olvidado.
Durante los últimos días había encontrado más de una razón para evitar estar en su cuarto, pero en este momento no había otro sitio adonde ir. No podía deshacerse del recuerdo de ________, de la expresión afligida de sus ojos cuando vio la inyección hipodérmica y se dio cuenta de que había estado a punto de matarle, de que había cometido un error; del inconfundible miedo que yacía bajo el verdadero deseo sexual que Niall sintió emanar de ella, cuando ésta le puso la mano sobre la cicatriz de la cadera; de su leve sollozo cuando alcanzó el orgasmo.
Dormía cada noche en esa misma cama, recordando cómo la había tumbado en ella y la había saboreado. ________ ya no estaba, pero el la seguía sintiendo allí, inalcanzable.
Nunca pensó que volvería a su antigua vida precisamente para ser víctima de una obsesión adolescente. Le estaba bien empleado, pensó con ironía. Siempre había sido un poco demasiado maquiavélico con tal de lograr sus fines. Justo ahora que tenía el objetivo más próximo, se estaba distrayendo.
Había vuelto por una razón: para averiguar quién intentó matarle, y por qué. Hasta el momento no estaba más cerca de la verdad que cuando vivía en Italia.
Al menos dos personas sabían la respuesta a esa pregunta. Una era ________ Smith, pero los secretos estaban encerrados en las profundidades de su mente, de donde ni siquiera ella misma podía desenterrarlos. Ella había visto lo ocurrido aquella noche, por mucho que lo ocultara,
Y Niall también. Claro que él tenía una excusa para no acordarse. Había sufrido una lesión en la cabeza además de un trauma producido por el disparo, y ese tipo de lesiones no era fácil de curar. Quien quiera que hubiese tratado de asesinarle probablemente ya había contado con ello.
A no ser que el tercer testigo, el asesino, estuviera convencido de haber acertado a la primera.
A primera vista todo apuntaba a que hubiera sido Warren. Nunca, ni una sola vez, puso en duda la identidad de Sam Kinkaid, ni le preocupó que pudiera aparecer el verdadero Niall Horan. Alegaba que era una cuestión de sentido común; nadie dejaría todo ese dinero por reclamar.
Pero Niall sabía muy bien lo sencillo que era dar la espalda a millones de dólares. Lo había hecho ya en una ocasión, y no se arrepintió nunca. Ahora tenía la intención de volver a hacerlo.
No ganaría nada procurando demostrar quién era, aunque decidiera que era una buena idea. No había huellas dentales ni una prueba de ADN, no revelaría nada. Había sido comprado y vendido de pequeño; quien le trajo al mundo le rechazó hacía muchos años.
Podía trabajarse más a ________. Era la única fuente de información segura. A lo mejor Niall podía emborracharla, hacerla enfadar, drogarla, cualquier cosa con tal de despertar su recalcitrante memoria. Tal vez podría convencerla de que se sometiera a hipnoterapia, al suero de la verdad, convencerla de que si no sacaba a la luz sus recuerdos, éstos la perseguirían durante toda su vida. Niall sabía que no sería preciso ejercer mucha presión sobre ella.
Pero no quería hacerlo. Ya había trastocado bastante la vida de ________, que le miraba como si fuera una mezcla entre Ted Bundy (asesino en serie) y Robert Pattinson. Seguro que daría con las respuestas sin hacerla pasar por eso.
Aun así, no era del todo honesto por su parte. ________ le estaba volviendo loco, invadiendo sus sueños, atormentándole en las horas de vigilia; estaba mucho más concentrado en ella que en el intento de asesinato de hacía tantos años. Saldría mejor parado alejándose de ella hasta que averiguara la verdad de su pasado. No sabía con seguridad lo que ocurriría después. Tal vez desaparecería y volvería a refugiarse en Italia.
O tal vez se llevaría a ________ consigo.
Niall seguía pensando en Sally como su madre, al margen de los trapicheos que hubiera hecho o las leyes que hubiera infringido para conseguir tenerle. Sally dormía, su piel era de un gris pálido y de su nariz salían tubos de oxígeno.
Se sentó junto a la cama, mirándola fijamente como había hecho durante muchas horas desde que regresó, tratando de entenderla.
—¿Y bien? —La voz de Sally era tan débil que Niall casi pensó que era producto de su imaginación. Entonces abrió los ojos y le miró con desencanto.
—¿Y bien, qué? —replicó Niall tranquilamente.
—¡Eres tan listo! —murmuró Sally—¿Estás esperando a que me muera?
—No.
Su respuesta la asustó.
—Pensaba que habías vuelto para eso. Para despedirte de tu querida y anciana madre, para facilitarle el paso a la otra vida.
—Eso también —admtió Niall.
—¿Tenías otra razón para volver? Aparte del dinero, claro.
Niall no se molestó en discutir con ella. Siempre que se sentía amenazada salía con el tema de la herencia. Obviamente, en ese momento se sentía amenazada, y Niall no quiso empeorar las cosas. Pero tampoco iba a desaprovechar la oportunidad de obtener repuestas.
—¿De dónde vengo?
Sorprendentemente, Sally ni parpadeó.
—No me puedo creer que siendo un adulto aún no sepas de dónde vienen los niños. Te lo mereces por haberte ido sin darme tiempo a informarte de cómo funciona el mundo real.
—Tengo nociones de sexo desde que tengo doce años, tal vez menos. —Posó una mano sobre la de Sally, huesuda y venosa, y la sintió frágil—. Quiero saber de dónde vengo. ¿A quién me compraste?
Sally entornó los ojos.
—No sé de qué me hablas, Niall, y te suplico que no trates de confundirme. Me canso enseguida últimamente. ¿Por qué no me dejas descansar y luego me explicas tu ridícula...?
—John Kinkaid me contó que vuestro hijo nació muerto, que te fuiste y que volviste conmigo en su lugar. Quiero saber de dónde procedo. En realidad, me gustaría saber si estoy legalmente adoptado o no.
—Kinkaid —susurró Sally con voz de profundo odio—. Pensé que había muerto hace tiempo.
—Y así es. Murió.
Niall había conseguido asustarla, y esta vez no se molestó en disimularlo.
—Entonces, ¿quién te lo ha dicho?
—Él me lo dijo. Cuando huí, fui a parar a su casa, y no consideró oportuno engañarme. Hace años que sé que no soy tu hijo.
—¡Si que eres mi hijo, maldita sea! —exclamó con la voz apagada, casi susurrando—. Eres mi hijo del alma, aunque no te haya engendrado yo. Y lo sabes, por mucho que te empeñes en negarlo.
—Lo sé —consintió Niall. Su mano seguía estando sobre la de Sally, quien volvió la palma hacia arriba para sujetar la de Niall—.Pero sigo queriendo que me cuentes cómo me encontraste.
El suspiro de Sally fue tan débil que su hijo apenas pudo percibirlo.
—Pensaba que a estas alturas ya sabías que todo tiene un precio en esta vida. En ese tiempo era muy fácil obtener un bebé no deseado.
—De modo que entraste en un orfanato y me escogiste a mí.
La sonrisa de Sally no era precisamente alegre.
—Ojalá hubiera sido tan sencillo.
Soy prudente y siempre me preparo para cualquier eventualidad. Cuando me quedé embarazada tenía más de cuarenta años, lo cual no presagiaba ningún éxito. Aunque el parto hubiera ido bien cabía la posibilidad de que el bebé naciera con Síndrome de Down, en cuyo caso habría tenido que sustituirlo por otro.
A Niall debería haberle horrorizado oír lo que oyó. En parte fue así. Pero otra parte de él conocía a Sally demasiado bien como para sorprenderse ante su impasible crueldad.
—¿Y qué hiciste entonces?
—Me enteré de que había una chica embarazada más o menos de los mismos meses que yo. Era de buena familia, al igual que el padre, muerto en un accidente de coche, y estaba intentando ocultar el embarazo a sus padres. Simplemente la ayudé.
—A cambio de que te diera a su hijo. ¿Y qué habrías hecho si tu bebé hubiera sobrevivido?
—Habría entregado al bebé en adopción, que era lo que quería esa joven.
—Esa joven —comentó Niall en voz baja—. Mi madre biológica. ¿Cómo se llamaba?
—No importa, ya está muerta. Su familia no supo nunca de tu existencia; también han muerto. Es demasiado tarde para reencuentros familiares.
—¿Cómo murió?
Los ojos de Sally se encontraron con los suyos.
—Dando a luz.
—Así que yo la maté.
—No, cariño —dijo Sally en voz baja, sin sombra de arrepentimiento—. Me temo que fui yo.
___________________________________________________________
Bueno, aquí os dejo las dos últimas partes del capítulo 13. Esto se pone interesante eee jajaja. Seguid leyendo y comentad :) :(L):
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 14 (PARTE 1)
________ se apartó de la ventana, dejando caer la cortina. Niall había dado un portazo al salir de casa, y ella había observado en silencio cómo la gravilla salía disparada de debajo de los neumáticos de su viejo jeep mientras aceleraba por el camino de la finca. Debía de haber explotado por algún motivo; era un actor, un hombre que controlaba perfectamente sus reacciones. Tenía que haber ocurrido algo tremendo para que reaccionara de esa manera.
Se apoyó contra la pared y cerró los ojos, preguntándose si el incidente sucedido en el campo aquella mañana no era más que una fantasía. ________ no había visto nunca una bala, ni siquiera había oído un disparo. Llevaba más de una semana sin dormir bien, desde que el hijo pródigo había regresado a su dulce hogar, no sería de extrañar que es tuviese empezando a volverse paranoica.
A lo mejor él se había dado cuenta de que no tenía por qué temerla. ________ no arruinaría las últimas semanas de Sally en esta vida. Y lo que ocurriera después con el dinero le importaba un bledo. Si Warren quería cometer un crimen con el fin de acceder a él con mayor celeridad, era asunto suyo. Le traía sin cuidado hasta el insignificante legado que Sally le había dicho que le dejaría. Lo único que ________ quería era no volver a ver a los Horan en lo que le quedaba de vida.
Siempre les había considerado su familia. Una familia ni muy cariñosa ni muy unida, pero en definitiva familia. La última semana le había servido para darse cuenta de lo equivocada que estaba.
Qué extraño que no se encendieran los habituales sentimientos de aflicción y abandono. Repentinamente, vislumbró la libertad, con toda su incertidumbre, y mientras una pequeña parte de ella se amedrentaba ante su inmensidad, la otra se sentía lista para volar.
Todo lo que tenía que hacer era evitar estar a solas con el hombre que fingía ser Niall Horan.
Patsy se había retirado a su habitación; Warren estaba sentado en la pequeña biblioteca, revisando el talonario y con aspecto a la vez cansado e impaciente. Tessa y George no estaban a la vista, con lo que sólo quedaba Sally.
El cuarto estaba a oscuras y hacía calor, no se oía nada a excepción del ruido de los diversos aparatos médicos. ________ se quedó de pie junto a la puerta, contemplándola, intentando desesperadamente distanciarse de esa anciana que había sido su única madre, que seguía siendo la única persona en el mundo que se preocupaba por ella.
Y se estaba muriendo. En los últimos días se había encogido y encerrado en sí misma. Durante los dos primeros días, tras la llegada de su hijo, Sally había tenido más vida y energía de lo que ________ había observado en muchos meses. Pero ahora estaba pagando el precio por esa explosión de falsa salud, recorriendo con más rapidez el camino hacia la muerte.
Como de costumbre, Sally dormía, su cara pálida, seguía en la sombra. La silla que había normalmente junto a su cama había sido sacada del medio, como si alguien se hubiera ido enfadado sin fijarse en lo que tiraba por el camino. En el suelo permanecía volcada una papelera, en la alfombra había un vaso roto y hecho añicos.
Sally abrió los ojos. Le llevó un instante enfocarlos en ________, la decepción era patente.
—Le diré a alguien que arregle este desorden —susurró ________, dispuesta a salir.
—¡No! —exclamó Sally con un hilo de voz—. Siéntate conmigo, ________. Necesito hablar contigo.
Apenas podían apreciarse las pálidas marcas de unas lágrimas secas sobre su piel. Pero ahí estaban, y ________ no había visto en su vida llorar a Sally Horan.
—Por supuesto —concedió, volviendo a colocar la silla al lado de la cama—. ¿Te duele mucho? ¿Quieres que intente localizar a la señora Hathaway?
Sally movió la cabeza en señal de negación.
—Me parece que la morfina no podrá ayudarme esta vez. Estoy pagando por mis pecados, ________. No digo que no me lo merezca. Pero lo cierto es que no lo estoy pasando nada bien.
—No me puedo imaginar pecados tan graves como para que tengas que sufrir por ellos —murmuró ________.
—Y eso que yo siempre pensé que la imaginación era uno de tus puntos fuertes. —Sally pretendió una sonrisa—. He hecho más cosas perversas y egoístas de lo que jamás podrías adivinar. Descuida, no voy a hacer una confesión en el lecho de muerte. No tienes por qué saberlo, además, hay ciertas cosas que prefiero que se vayan conmigo a la tumba.
—A lo mejor te sentirías mejor si hablaras de ello.
—A lo mejor sí. Y a lo mejor no me merezco sentirme mejor. —Sally suspiró, hundiéndose en las almohadas.
—Niall se ha enfadado contigo. —Era una conclusión razonable.
—Y con razón. —Sally miró fijamente a ________—Sólo hay una cosa en el mundo de la que me siento orgullosa, ________, y me temo que también he estado a punto de destrozarla.
—Niall no está destrozado.
—No me refiero a Niall. No puedo atribuirme el mérito de las virtudes de Niall, sólo de sus defectos, de los que soy más que responsable. No, lo mejor que he hecho en mi vida es ser tu madre. Aunque nunca pude adoptarte, al menos te eduqué dándote amor y seguridad, dándote aquello que no habrías tenido si... —Su voz se fue apagando, ya fuera por el cansancio o por la repentina certeza de haber hablado demasiado.
—Para mí has sido la mejor madre del mundo —afirmó ________ en voz baja.
—No es para tanto. Pero lo he intentado. —Sally suspiró—Quédate conmigo, ________. Me da miedo estar sola.
Sally Horan no había tenido miedo a nada ni a nadie en toda ti vida.
—Claro que me quedaré —prometió ________—. Estaré aquí todo el tiempo que quieras.
________ se apartó de la ventana, dejando caer la cortina. Niall había dado un portazo al salir de casa, y ella había observado en silencio cómo la gravilla salía disparada de debajo de los neumáticos de su viejo jeep mientras aceleraba por el camino de la finca. Debía de haber explotado por algún motivo; era un actor, un hombre que controlaba perfectamente sus reacciones. Tenía que haber ocurrido algo tremendo para que reaccionara de esa manera.
Se apoyó contra la pared y cerró los ojos, preguntándose si el incidente sucedido en el campo aquella mañana no era más que una fantasía. ________ no había visto nunca una bala, ni siquiera había oído un disparo. Llevaba más de una semana sin dormir bien, desde que el hijo pródigo había regresado a su dulce hogar, no sería de extrañar que es tuviese empezando a volverse paranoica.
A lo mejor él se había dado cuenta de que no tenía por qué temerla. ________ no arruinaría las últimas semanas de Sally en esta vida. Y lo que ocurriera después con el dinero le importaba un bledo. Si Warren quería cometer un crimen con el fin de acceder a él con mayor celeridad, era asunto suyo. Le traía sin cuidado hasta el insignificante legado que Sally le había dicho que le dejaría. Lo único que ________ quería era no volver a ver a los Horan en lo que le quedaba de vida.
Siempre les había considerado su familia. Una familia ni muy cariñosa ni muy unida, pero en definitiva familia. La última semana le había servido para darse cuenta de lo equivocada que estaba.
Qué extraño que no se encendieran los habituales sentimientos de aflicción y abandono. Repentinamente, vislumbró la libertad, con toda su incertidumbre, y mientras una pequeña parte de ella se amedrentaba ante su inmensidad, la otra se sentía lista para volar.
Todo lo que tenía que hacer era evitar estar a solas con el hombre que fingía ser Niall Horan.
Patsy se había retirado a su habitación; Warren estaba sentado en la pequeña biblioteca, revisando el talonario y con aspecto a la vez cansado e impaciente. Tessa y George no estaban a la vista, con lo que sólo quedaba Sally.
El cuarto estaba a oscuras y hacía calor, no se oía nada a excepción del ruido de los diversos aparatos médicos. ________ se quedó de pie junto a la puerta, contemplándola, intentando desesperadamente distanciarse de esa anciana que había sido su única madre, que seguía siendo la única persona en el mundo que se preocupaba por ella.
Y se estaba muriendo. En los últimos días se había encogido y encerrado en sí misma. Durante los dos primeros días, tras la llegada de su hijo, Sally había tenido más vida y energía de lo que ________ había observado en muchos meses. Pero ahora estaba pagando el precio por esa explosión de falsa salud, recorriendo con más rapidez el camino hacia la muerte.
Como de costumbre, Sally dormía, su cara pálida, seguía en la sombra. La silla que había normalmente junto a su cama había sido sacada del medio, como si alguien se hubiera ido enfadado sin fijarse en lo que tiraba por el camino. En el suelo permanecía volcada una papelera, en la alfombra había un vaso roto y hecho añicos.
Sally abrió los ojos. Le llevó un instante enfocarlos en ________, la decepción era patente.
—Le diré a alguien que arregle este desorden —susurró ________, dispuesta a salir.
—¡No! —exclamó Sally con un hilo de voz—. Siéntate conmigo, ________. Necesito hablar contigo.
Apenas podían apreciarse las pálidas marcas de unas lágrimas secas sobre su piel. Pero ahí estaban, y ________ no había visto en su vida llorar a Sally Horan.
—Por supuesto —concedió, volviendo a colocar la silla al lado de la cama—. ¿Te duele mucho? ¿Quieres que intente localizar a la señora Hathaway?
Sally movió la cabeza en señal de negación.
—Me parece que la morfina no podrá ayudarme esta vez. Estoy pagando por mis pecados, ________. No digo que no me lo merezca. Pero lo cierto es que no lo estoy pasando nada bien.
—No me puedo imaginar pecados tan graves como para que tengas que sufrir por ellos —murmuró ________.
—Y eso que yo siempre pensé que la imaginación era uno de tus puntos fuertes. —Sally pretendió una sonrisa—. He hecho más cosas perversas y egoístas de lo que jamás podrías adivinar. Descuida, no voy a hacer una confesión en el lecho de muerte. No tienes por qué saberlo, además, hay ciertas cosas que prefiero que se vayan conmigo a la tumba.
—A lo mejor te sentirías mejor si hablaras de ello.
—A lo mejor sí. Y a lo mejor no me merezco sentirme mejor. —Sally suspiró, hundiéndose en las almohadas.
—Niall se ha enfadado contigo. —Era una conclusión razonable.
—Y con razón. —Sally miró fijamente a ________—Sólo hay una cosa en el mundo de la que me siento orgullosa, ________, y me temo que también he estado a punto de destrozarla.
—Niall no está destrozado.
—No me refiero a Niall. No puedo atribuirme el mérito de las virtudes de Niall, sólo de sus defectos, de los que soy más que responsable. No, lo mejor que he hecho en mi vida es ser tu madre. Aunque nunca pude adoptarte, al menos te eduqué dándote amor y seguridad, dándote aquello que no habrías tenido si... —Su voz se fue apagando, ya fuera por el cansancio o por la repentina certeza de haber hablado demasiado.
—Para mí has sido la mejor madre del mundo —afirmó ________ en voz baja.
—No es para tanto. Pero lo he intentado. —Sally suspiró—Quédate conmigo, ________. Me da miedo estar sola.
Sally Horan no había tenido miedo a nada ni a nadie en toda ti vida.
—Claro que me quedaré —prometió ________—. Estaré aquí todo el tiempo que quieras.
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
CAPÍTULO 14 (PARTE 2)
«Yo maté a tu madre», había dicho Sally. La mujer que le había educado, mimado, amado... traicionado.
Niall apretó con fuerza el acelerador, ajeno a los altos pinos que pasaban a derecha e izquierda del coche. No la había tomado en serio. Incluso se había reído ante la categórica confesión de Sally, convencido de que se trataba de una broma de mal gusto.
—¿Que fuiste tú? —había dicho Niall—. ¿Qué hiciste, contratar a un sicario para ocultar las pistas?
Y Sally le había mirado con ojos tristes.
—Mi bebé fue prematuro, Niall. Murió dentro de mí tres semanas antes de nacer, y los médicos tuvieron que extraer el feto para que yo no muriera. Y yo quería tener un bebé. Con dinero era todo mucho más fácil. No fue fácil convencer a los médicos y también a esa pobre chica. Yo ordené que se le provocara el parto. Y como tú seguías sin querer salir, le hicieron una cesárea para traerte al mundo y ella murió desangrada. La cosa se complicó, y no pudieron detener la sangre, y si hubiéramos dejado que diera a luz cuando estuviera lista, cuando su cuerpo estuviera preparado, habría sobrevivido.
—Eso es imposible saberlo. —Niall no reconocía su propia voz.
—Lo mismo me dijo el médico. Claro que puede que exagerara, porque quería cobrar más. ¡Qué más da! La culpable, en definitiva, fui yo. Jugué a ser Dios, intentando que todo saliera como yo quería. Fueron enterrados juntos. Mi bebé y la mujer, que murió dándote a luz. Solía preguntarme si ella estaría cuidando de mi bebé en el cielo. —Sally lanzó un suspiró—. ¡Malditos medicamentos! Se me dispara la lengua cuando empiezan a tener efecto. Pero es que no puedo soportar el dolor. Quizá debería, para pagar por mis pecados.
—¿Cómo se llamaba? —Niall no intentó suavizar la tremenda rabia que se desprendía de su voz—. ¿Dónde fue enterrada?
Sally se había girado para mirarle, tenía los ojos vidriosos, ausentes.
—Cariño, hice que la enterraran en una fosa común bajo un nombre falso que ni siquiera recuerdo.
Y Niall se había levantado y se había ido, tirando todo lo que encontró a su paso.
Era curioso, pensó amargamente, que no se hubiera dado cuenta hasta entonces de que seguía teniendo un lado sentimental. En el fondo siempre había pensado que algún día encontraría a la mujer que le había traído al mundo. Tenía que ser más joven que Sally; lo más posible es que tuviera entre cuarenta y cincuenta, tal vez menos. Sally se estaba muriendo, y él no quería causar más daño. Pensó que tras su muerte podría empezar a buscarla.
Pero no había ninguna mujer de mediana edad esperándole. Había muerto, había muerto a manos de una mujer despiadada y unos médicos incompetentes. Había muerto dándole a luz a él, fuera o no su culpa.
Cuando Niall se salió de la carretera y apagó el motor, ya estaba a treinta kilómetros de la finca de los Horan. Distraídamente, se percató de que le temblaban las manos. No recordaba que le hubieran temblado antes.
Tendría que haberse quedado en la Toscana en lugar de volver para sacar a la luz un pasado que más le habría valido dejar enterrado. Sally debía de haber desistido de hallarle con vida hacía mucho tiempo; su asesino probablemente ni se acordaba de él.
Sería mejor que algunas preguntas se quedaran sin respuesta. Pero de todos modos había vuelto en busca de esas respuestas, y ahora estaba pagando el precio.
Lo más conveniente sería seguir conduciendo. Niall no quería el dinero, no tenía intención de reclamarlo. Aparte de ver la cara que pondría Warren cuando se enterara de que había sido engañado por el mismísimo Niall Horan, no tenía nada más que hacer allí. Quienquiera que hubiera intentado acabar con su vida, probablemente tendría sus motivos. A lo mejor fue el presentador de deportes jubilado, cuyo coche había robado aquella noche de verano de hacía tantos años. A lo mejor fue un asesino en serie.
Lo dudaba mucho. Algún miembro de su querida familia le había disparado por la espalda, arrastrándole o tirándole después al mar para que se ahogara. Pero por alguna razón que desconocía ya no le importaba. Había misterios que era mejor dejar por resolver.
Si daba media vuelta, tendría que hacer las paces con Sally, y ni siquiera se sentía con ánimos de mirarla. Si volvía, tendría que arreglar las cosas con ________ Smith, otro misterio. Si volvía...
Niall se había pasado la mayor parte de su vida huyendo. Huyendo de su casa, de las responsabilidades, de la familia, del compromiso. Era una persona solitaria, era más feliz así. Tenía conocidos y un par de amigos íntimos, pero siempre se enorgulleció de no necesitar a nadie.
Ahora, sin embargo, tenía miedo de empezar a necesitar a alguien. No a cualquiera, sino a ________.
Era demasiado joven para sufrir las crisis de los viejos. Tal vez era solo una reacción a la idea de perder a su madre. De perder a dos madres en un breve periodo de tiempo, pensó consternado. No era de extrañar que estuviera neurótico.
No podía ser un niño consentido eternamente. A lo mejor no se trataba de la crisis de los viejos, sino de una inevitable madurez largamente retrasada. Niall no podía huir. Podía irse, pero únicamente tras hacer las paces con ellas.
Debía presentarse ante Sally y perdonarla. A pesar de lo que había hecho, era su madre, al margen de legalidades, de la honra o los lazos de sangre.
Y debía enfrentarse a ________ Smith, o su imagen le perseguiría como había sucedido durante los últimos años. Era una mujer reservada, fascinante y complicada, pero a fin de cuentas un ser humano. Nunca había necesitado ni amado a nadie. No podía empezar su nueva vida cometiendo otra vez los mismos errores.
Se iría, pero no sin despedirse antes de ellas.
Y luego sería libre.
«Yo maté a tu madre», había dicho Sally. La mujer que le había educado, mimado, amado... traicionado.
Niall apretó con fuerza el acelerador, ajeno a los altos pinos que pasaban a derecha e izquierda del coche. No la había tomado en serio. Incluso se había reído ante la categórica confesión de Sally, convencido de que se trataba de una broma de mal gusto.
—¿Que fuiste tú? —había dicho Niall—. ¿Qué hiciste, contratar a un sicario para ocultar las pistas?
Y Sally le había mirado con ojos tristes.
—Mi bebé fue prematuro, Niall. Murió dentro de mí tres semanas antes de nacer, y los médicos tuvieron que extraer el feto para que yo no muriera. Y yo quería tener un bebé. Con dinero era todo mucho más fácil. No fue fácil convencer a los médicos y también a esa pobre chica. Yo ordené que se le provocara el parto. Y como tú seguías sin querer salir, le hicieron una cesárea para traerte al mundo y ella murió desangrada. La cosa se complicó, y no pudieron detener la sangre, y si hubiéramos dejado que diera a luz cuando estuviera lista, cuando su cuerpo estuviera preparado, habría sobrevivido.
—Eso es imposible saberlo. —Niall no reconocía su propia voz.
—Lo mismo me dijo el médico. Claro que puede que exagerara, porque quería cobrar más. ¡Qué más da! La culpable, en definitiva, fui yo. Jugué a ser Dios, intentando que todo saliera como yo quería. Fueron enterrados juntos. Mi bebé y la mujer, que murió dándote a luz. Solía preguntarme si ella estaría cuidando de mi bebé en el cielo. —Sally lanzó un suspiró—. ¡Malditos medicamentos! Se me dispara la lengua cuando empiezan a tener efecto. Pero es que no puedo soportar el dolor. Quizá debería, para pagar por mis pecados.
—¿Cómo se llamaba? —Niall no intentó suavizar la tremenda rabia que se desprendía de su voz—. ¿Dónde fue enterrada?
Sally se había girado para mirarle, tenía los ojos vidriosos, ausentes.
—Cariño, hice que la enterraran en una fosa común bajo un nombre falso que ni siquiera recuerdo.
Y Niall se había levantado y se había ido, tirando todo lo que encontró a su paso.
Era curioso, pensó amargamente, que no se hubiera dado cuenta hasta entonces de que seguía teniendo un lado sentimental. En el fondo siempre había pensado que algún día encontraría a la mujer que le había traído al mundo. Tenía que ser más joven que Sally; lo más posible es que tuviera entre cuarenta y cincuenta, tal vez menos. Sally se estaba muriendo, y él no quería causar más daño. Pensó que tras su muerte podría empezar a buscarla.
Pero no había ninguna mujer de mediana edad esperándole. Había muerto, había muerto a manos de una mujer despiadada y unos médicos incompetentes. Había muerto dándole a luz a él, fuera o no su culpa.
Cuando Niall se salió de la carretera y apagó el motor, ya estaba a treinta kilómetros de la finca de los Horan. Distraídamente, se percató de que le temblaban las manos. No recordaba que le hubieran temblado antes.
Tendría que haberse quedado en la Toscana en lugar de volver para sacar a la luz un pasado que más le habría valido dejar enterrado. Sally debía de haber desistido de hallarle con vida hacía mucho tiempo; su asesino probablemente ni se acordaba de él.
Sería mejor que algunas preguntas se quedaran sin respuesta. Pero de todos modos había vuelto en busca de esas respuestas, y ahora estaba pagando el precio.
Lo más conveniente sería seguir conduciendo. Niall no quería el dinero, no tenía intención de reclamarlo. Aparte de ver la cara que pondría Warren cuando se enterara de que había sido engañado por el mismísimo Niall Horan, no tenía nada más que hacer allí. Quienquiera que hubiera intentado acabar con su vida, probablemente tendría sus motivos. A lo mejor fue el presentador de deportes jubilado, cuyo coche había robado aquella noche de verano de hacía tantos años. A lo mejor fue un asesino en serie.
Lo dudaba mucho. Algún miembro de su querida familia le había disparado por la espalda, arrastrándole o tirándole después al mar para que se ahogara. Pero por alguna razón que desconocía ya no le importaba. Había misterios que era mejor dejar por resolver.
Si daba media vuelta, tendría que hacer las paces con Sally, y ni siquiera se sentía con ánimos de mirarla. Si volvía, tendría que arreglar las cosas con ________ Smith, otro misterio. Si volvía...
Niall se había pasado la mayor parte de su vida huyendo. Huyendo de su casa, de las responsabilidades, de la familia, del compromiso. Era una persona solitaria, era más feliz así. Tenía conocidos y un par de amigos íntimos, pero siempre se enorgulleció de no necesitar a nadie.
Ahora, sin embargo, tenía miedo de empezar a necesitar a alguien. No a cualquiera, sino a ________.
Era demasiado joven para sufrir las crisis de los viejos. Tal vez era solo una reacción a la idea de perder a su madre. De perder a dos madres en un breve periodo de tiempo, pensó consternado. No era de extrañar que estuviera neurótico.
No podía ser un niño consentido eternamente. A lo mejor no se trataba de la crisis de los viejos, sino de una inevitable madurez largamente retrasada. Niall no podía huir. Podía irse, pero únicamente tras hacer las paces con ellas.
Debía presentarse ante Sally y perdonarla. A pesar de lo que había hecho, era su madre, al margen de legalidades, de la honra o los lazos de sangre.
Y debía enfrentarse a ________ Smith, o su imagen le perseguiría como había sucedido durante los últimos años. Era una mujer reservada, fascinante y complicada, pero a fin de cuentas un ser humano. Nunca había necesitado ni amado a nadie. No podía empezar su nueva vida cometiendo otra vez los mismos errores.
Se iría, pero no sin despedirse antes de ellas.
Y luego sería libre.
Adriana Horan
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
Holaaaa Aqui estoy :) Ayer me cortaron el Internet :¬¬: Y volvio hace poco... Y como leo muchisimas novelas, mas las mias... Bueno, tuve que ponerme al dia xD
Todavia no lei los otros capitulos... Te voy dejando mis comentarios sobre cada Cap!!
Capítulo 13 (Parte 3)
Asdfghjklñ Odio a Warren!!! :fuckya: xD
Awww Niall Jajajaj me encantó esta parte:
Ahora te dejo mi segundo Comentario!!
Beso
Todavia no lei los otros capitulos... Te voy dejando mis comentarios sobre cada Cap!!
Capítulo 13 (Parte 3)
Asdfghjklñ Odio a Warren!!! :fuckya: xD
Awww Niall Jajajaj me encantó esta parte:
—Ni ________, ni nadie, tendrá un pequeño accidente. ¿Entendido? Soy un impostor, no un asesino. —Podía sentirse orgulloso de su seguridad al hablar. De hecho, era la verdad. Les estaba engañando a todos, aunque no del modo que creían.
Warren se encogió de hombros.
—Dejaré a ________ en tus manos. Asegúrate de que no empiece a sospechar nada, de lo contrario me veré obligado a meter la mano.
—Si metes la mano, te la cortaré.
Warren le miró con cara de extraterrestre.
—Para no ser partidario de la violencia, ¡eres bastante cruel ¿Insinúas que debería preocuparme por mi seguridad?
Niall esbozó una plácida sonrisa, únicamente para atemorizar a Warren.
—Nunca está de más ser precavido, tío Warren. La vida está llena de pequeñas sorpresas.
Warren clavó los ojos en él, completamente consternado.
Ahora te dejo mi segundo Comentario!!
Beso
Invitado
Invitado
Re: EL IMPOSTOR [NIALL HORAN Y TÚ] (ADAPTADA) (TERMINADA)
Capitulo 13 (Parte 4)
Niall tratando de saber la verdad y... STOP!!!
QUE?? SALLY MATO A LA MADRE DE NIALL???
ES UNA *comentario no apto para todo publico* :muere::fuckya:
Ok. ya me tranquilice... Pero no le importa nada a esa!!! Si el hijo le hubiese nacido mal lo hubiese reemplasado igual
OSEAAAA CHABONA NO!!
Bueno voy a seguir leyendo...
Beso!!
Niall tratando de saber la verdad y... STOP!!!
QUE?? SALLY MATO A LA MADRE DE NIALL???
ES UNA *comentario no apto para todo publico* :muere::fuckya:
Ok. ya me tranquilice... Pero no le importa nada a esa!!! Si el hijo le hubiese nacido mal lo hubiese reemplasado igual
OSEAAAA CHABONA NO!!
Bueno voy a seguir leyendo...
Beso!!
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