Re: † Harmenlock †

por **Jockie.** Miér 10 Jul 2013, 3:45 pm

Ni yo tampoco.__. Un sersi' Malik misterioso... que te lleve a un mundo totalmente opuesto de la antigua Italia y te muestre el lado oscuro de la BELLA ITALIAN y te parlene in italianne

por **Zarek** Miér 10 Jul 2013, 3:53 pm

Dudo que el sepa italiano, pero no importa, no es que vaya a hablar mucho.

Su boca estará ocupada, teniendo una batalla con la mía.

por **Jockie.** Miér 10 Jul 2013, 3:56 pm

Y luego me dices a mi que soy jodidamente cursi... JAJAJAJA Seguramente sepa un poquito.

por **Zarek** Miér 10 Jul 2013, 4:13 pm

Solo besos, nada romántico, solo besos, odio lo romántico.

por **Jockie.** Miér 10 Jul 2013, 4:15 pm

Ya se.__. Hace casi cuatro meses que nos conocemos tu y yo. Flipa, Hades.

por **Jockie.** Miér 10 Jul 2013, 6:03 pm

† Capítulo 43 †

Lugar: Harmenlock, Londres(Inglaterra)
Hora: 8:00
Personaje: Celeste Benson

—Voy a por una cosa —anunció la chica, señalando la clase en la que habían estado dando la primer clase de la mañana.

Las dos jóvenes asintieron, aceptando la decisión de la chica y continuaron su camino, farfullando de las cosas estúpidas que Celeste había estado evitando todo el día. Se maldijo, regresando sobre sus pasos hasta la clase de Mutación de Primer Grado Universitario donde había dejado de manera estúpida su cazadora de cuero favorita. Solo le pasaba eso a Celeste Benson.

Los alumnos de la siguiente clase —pocos para ser sinceros— no habían llegado todavía. Celeste entró, rezando que nadie le hubiera robado su cazadora favorita porque si no, habría problemas con todo el mundo. La clase estaba todavía iluminada por las velas tililantes que habían utilizado para bañar la estancia de luz. La profesora Sánchez, había pensado que la luz eléctrica sería mala por sus auras.

Aquello olía a cera líquida e incienso barato, por no decir también a colonía masculina y sudor de Natural. Celeste rascó su nuca y buscó con la mirada su cazadora, sin recordar muy bien donde la había dejado. Se inclinó hacía abajo, buscando trás el escritorio de madera clara que se encontraba situado en la esquina del aula, debajo de las ventanas con las persianas bajadas.

Estaba apunto de rendirse cuando la puerta principal se cerró de golpe, enviando corriente helada que apagó de un suspiro la cortina de las velas naranjas y rojas. Celeste saltó, con el rostro de color cándido y el corazón volcado en su pecho de manera peligrosa.

—¿Hola? —preguntó Celeste, sin saber muy bien donde mirar o que hacer.

Envidiaba a su gemela, la cual si podía mirar en la oscuridad, como el dichoso gato blanco que se había perdido en alguna parte del extenso bosque de Epping Forest. Tragó saliva, pudiendo escuchar el tililante sonido de la respiración de la persona que los había encerrado.

—Puedo escucharte respirar, ¿sabes?

Escuchó pasos, y luego sintió como las manos de aquella persona le tocaban la piel desnuda de sus brazos. Un cosquilleo eléctrico le inundo ante el tacto, erizando los pelos de su nuca y embriagándola por dentro.

—Y yo puedo escuchar el latido de tu corazón —comentó el chico, en su oido.

Su voz era ronca, un fuerte acento británico que Celeste reconocería en cualquier parte. En cualquier momento. Harry

—Y yo puedo escuchar tu grito de dolor.

—Mi, ¿qué?

Celeste levantó el talón de su pie, doblando su larga pierna y dejando que el tacón diera con violencia a la entrepierna de Harry. Éste se dobló de dolor, agazapándose en el suelo y agarrando con sus manos la parte dolida.

—¿Por qué lo has hecho? —cuestionó Harry, entre bufidos de dolor que se escapaban de sus rosados labios.

—Yo también podría preguntartelo a ti —repuso la castaña, dando unos pasos para mantenerse alejada del alcance de Harry.

—¿A qué te refieres?

Ella rió, un sonido amargo y relativamente agudo que provocó una sacudida de asco hacía si misma.

—Vale, Styles. Sigue en tu juego, yo no voy a entrar —repuso la adolescente, olvidando su cometido.

Su corazón latia con fuerza, y su mente se embriagaba de la sangre que se le acumulaba en la cabeza al recordar la reacción en su cuerpo cuando él la había tocado.

—Ce...

Él ya estaba en pie, imponiéndose delante de ella. Cruzo sus brazos, mirándola con ese profundo color de ojos verdes que a ella le encantaban.

—Apartate —ordenó, con los dientes rechinando de rabia.

—No hasta que no me digas el motivo por el que estas enfadada conmigo y me has estado evitando todo el rato.

Ella puso los ojos en blanco, sintiéndose repentinamente nerviosa aunque intentaba no aparentarlo. Su pose de indiferente empezaba a desquebrajarse bajo la penetrante mirada de su novio. Se removió, incómoda y cambió el peso de su cuerpo a la otra pierna.

—Voy a llegar tarde a mi clase —dijo Celeste, sintiendo el sudor en su nuca.

El cabello se le empezaba a pegar a la piel y estaba intentando hacer un esfuerzo debastador al intentar no tocarle. Ni mostrar cariño.

—Wow, ¿Celeste Benson preocupándose por llegar tarde a una clase? Impresionante.

Celeste intentó mantener su rostro ilegible, aunque no lo consiguió con mucho éxito. Agradeció que se encontrarán a oscuras, iluminados solo por la luz de emergencias roja que se encontraba a la otra punta de la clase.

—Pues sí. Ahora dejáme pasar.

Apartó un poco a Harry, evitando su piel y su tacto.

—Buen intento pero no —cogió a la chica de las caderas y la colocó en el mismo lugar donde estaba antes— pero no funciona.

Ella arqueó una ceja y se cruzó de brazos, tirando todos sus planes de salir de rositas por tierra.

—En ese caso, gritaré, daré golpes a las paredes hasta que el yeso se desmoroné y quedemos expuestos.

Harry entrecerró los ojos.

—No serás capaz...

Celeste retrocedió, con una de sus sonrisas juguetonas que regalaba a los chicos del karaoke cada vez que cantaba en el escenario Dirty Work. Eso les enloquecía, completamente.

Abrió la boca, en señal de gritar cuando unos labios la acalladon de manera brusca y dulce. Celeste cerró los ojos, viéndose sorprendida ante el ataque sorpresa. Los labios de Harry eran dulces, suaves y con un sabor a jengibre y canela que la enbriagaban por dentro y adormecian a la bestia.

—Te quiero —murmuro Harry contra los labios de la chica.

—No digas eso —le empujó, encontrando su cazadora en el piso—, no lo repitas. Yo... yo... no te quiero.

Las palabras salieron de su boca y la mentirá le ardia en el paladar. Se sentía tan extrañamente mal contarle eso. Eso que no sentía porque, ella le amaba.

—Mientes —le acusó él a ella—. Tus sentimientos no dicen lo mismo.

—Claro que miento —su voz se tornó aguda—. Te amo imbecil pero tuviste que salir por la puerta antes de que despertará y dejarme una de esas notas que solía ponerle mi padre a mi madre. Y la cagaste, Styles. La cagaste —susurró lo último, sintiendo las mejillas húmedas y los ojos hinchados por el llanto.

Él estiró un brazo, intentando cogerla pero ella le esquivó y dejo que el tiempo fluyerá con lentitud entre ellos. Salió del aula, con el llanto acumulado en los ojos y los sollozos muriendo en su pecho. Tenía que salir de allí pero cuando estaba apunto de atrabesar la gruesa verja una voz la detuvo.

—Benson, a la sala de retención.

La joven se giró y se quedó embobada ante la seducciòn del director. Luego, obedeció.

por **LaraB_96** Jue 11 Jul 2013, 2:34 am

Tan sumamente ciego es Harry que no sabe porque Celeste esta enfadada con el? AAAAaaaaaaaaaaaaains (Suspiro profundo) Bueno el capitulo me encanto como siempre! ¿Qué tal estas pequeña saltamontes? Siento no haber aparecido ayer, ¿podrás perdonarme? :S Ahora me voy que tengo clase de inglés pero recuerda que teamooooooooooooooooooo!<3

por **Jockie.** Jue 11 Jul 2013, 3:27 am

Hola mi nena bonita. Ayer subi tarde el cap, es comprensible(: Me acabo de despertar:3 Claro que te perdono. Suerte en Ingles. TeamooooMas

por **Zarek** Jue 11 Jul 2013, 5:17 pm

Síguela.

CREO QUE PASE MATEMÁTICA!!!!!!!!!!!!

ESTUVO FÁCIL!!!!!!!!!!!!

por **Jockie.** Jue 11 Jul 2013, 5:22 pm

Si acabo el capitulo la sigo! BIEN PODRIAS PASAR MATEMATICAS. Me sienta tan orgullosa de ti :')

por **Zarek** Jue 11 Jul 2013, 6:01 pm

Lo se, lloro.

Mañana presento física.

Los dioses se apiaden de mi.

por **Jockie.** Jue 11 Jul 2013, 6:10 pm

Yo ya he acabado el capitulo! Mi tia me ha amenazado con dormir en el trastero por poner Heavy Metal a la 1.00 Que la follen! Suerte con el examen

por **Jockie.** Jue 11 Jul 2013, 6:11 pm

† Capítulo 44 †

Lugar: Harmenlock, Londres(Inglaterra)
Hora: 8:00
Personaje: Anastasia West

La joven se acurrucó bajo el árbol de uno de los trece campus. El calor le pegaba con fuerza a la nuca y sus ojos tenían ese brillo turbio típico cuando meditabas, o tenias una visión. En este caso, era la primera cosa y la joven se sentía profundamente abrumada por el contraste del calor y el frío en la mañana. El sol se inclina, hacía arriba.

Anastasia tomó una profunda bocanada y sintió su cuerpo estremecerse ante el contacto de una piel desconocida. Su corazón se propulso a mil kilómetros por hora, mientras sus respiración se quedaba detenida y pausada por el terror. El terror de que su madre se encontrará tapando sus ojos, para después destrozarle la espalda con un cinturón. Tragó saliva, sintiendo la corriente eléctrica que emanaba de las manos del desconocido y la sensación de mareo en el estómago. Iba a entrar en un ataque de nervios, gritando como loca hasta que, en la oscuridad de sus ojos un flash inundó la penumbra brumosa.

La joven esperaba en la orilla del rio, con las manos metidas en los bolsillos de su cazadora negra nueva. La otra, había sido quemada en aquel pequeño incendio que casi había acabado con su vida, pero si con la de su amado, Louis. O por lo menos, era lo que había escuchado por parte de los sirvientes de su madre.

Ella le había prometido visitar a Louis, a el Submundo y por eso ellas se encontraban allí, bajo la luz del sol muerto, esperando a Carón. Bajo sus lenguas, se encontraban una moneda de oro llamado óbolo. Presionó los ojos, inalando la fragancia del azufre de Croswar que desprendía su madre y cerró los ojos. Su cuerpo tembló, al sentir la imagen de Louis dándole la mano una vez más. Sentir sus labios suaves sobre los de ella...

—Ya viene —anunció su madre.

Anastasia abrió los ojos y contempló la figura nublosa que se hacía paso en el agua, remando lentamente entre el agua negra que se extendía ante ella. Anastasia sintió pavor, junto a la genuina curiosidad de dejarse engullir por la oscuridad y los páramos grises y quemados que rodeaban el río. La vegetación crecía muerta, asomándose por el estrecho pasillo que creaban las rocas. La barca se detuvo en la orilla, junto a el escalofriante sonido de los almas en pena.

El río Aquerón, reflejaba la figura delgada y encorbada del hombre que se encargaría de llevarles frente a Hades, el guardían del Inframundo. La mujer dió un paso hacía delante, con los ojos entrecerrados en expresión orgullosa.

—Vamos al Inframundo —dijo la madre de Anne.

—No estais muertas —replicó el hombre encorbado.

—Tenemos el dinero. Anastasia... —le hizo una indicación con la mano.

Su hija de acercó, extrayendo se su boca la primera moneda de oro, para después más. Infinitas monedas brillantes doradas que iluminaban la noche oscura del río. El Barquero miró el dinero, acariciando con su huesuda mano el montón.

—De acuerdo.

Asintieron, montándose en la barca y alejándose de la orilla. Todo por Louis

La joven soltó el aire contenido y sintió como las manos aún tapaban sus ojos.

—Adivina quién soy —dijo la voz a su espalda.

Anne inaló el dulce olor de su ropa, y sonrió para si misma.

—Louis...

La joven sintió como las manos desaparecian de sus ojos, y resvalaban lentamente hasta dejar que la brisa dominicana le diera en la cara.

—Bingo —susurró Louis en su oreja, de manera ronca y sexy que provocó un escalofrío en su cuerpo.

Anne sonrió, y sintió los brazos de Louis rodearle el cuerpo y estrecharla contra su pecho. Undió su nariz en el pelo, inalando el hedor a limón, azufre y romero que desprendía la chica.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó la chica, acomodando su cabeza en el hombro de Louis y dejando que su mándibula rozará su frente.

—Te buscaba —susurró, enviándole escalofrios debajo de la piel a Anne.

Ella sonrió, sintiéndose borracha por el contacto físico y la manera en la que las manos de Louis vagaban por el estómago de Anne. Se sentía demasiado bien el tacto.

—¿Ah sí? ¿Y la rubia esa tan guapa de tetas operadas con la que hablabas en el aeropuerto? Ashely, ¿no? Y supongo que como no la encontrabas, preferiste coger el segundo plato. Pues te digo que no, Tomlinson.

Se deshizó de sus brazos, y se encogió por dentro al ver la penetrante mirada de Louis sobre ella, ilegible y con brillos nublosos que la hacian morir por dentro de manera lenta y agradable.

—¿De qué hablas? —gruñó Louis, poniéndose en pie.

Llevaba unos pantalones vaqueros claros, con una camiseta de color cian claro. Su pelo estaba peinado hacía arriba, con su estilo de rebelde y despreocupado. Anne levantó las cejas, en señal de no me digas que no recuerdas y presionó sus delgados brazos crucificados en cicatrices contra su vientra, en ademán de abrazarse a si misma y no parecer débil. La puta le había enseñado que, una vez que alguien descubre tu punto débil lo utilizaba en tu contra. Lo explotaba una y otra vez, transformándola en un punto a favor y dejándote agotada.

Anne no podía permitir aparentar debilidad, sensibilidad o cualquier otro sentimiento que se transformará en algo negativo para ella. La indiferencia, por ahora estaba bien. Un arma letal, como las palabras.

—Te estoy hablando —bufó Louis, cuando vió a Anne dando la vuelta y caminando cuesta abajo.

La joven no contestó, se limitó a continuar su camino aunque su corazón irradiaba adrenalina por la pelea que se veía a continuación debido a los malos habitos de Anne de meterse en la vida privada de los demás. Con suerte, si mantenía la cabeza alta y el orgullo intacto, no se dañaría más. Siguió su camino, hasta que escuchó la voz de Louis susurrar:

—Por el amor de Dios, estas celosa.

Anne se vió obligada, a girar sobre los talones de las botas moteras y observarle con los ojos claros, como si aquellas palabras surgieran una opaca reacción en ella.

—No estoy celosa.

—Oh, bien, ahora parece que me escuchas.

Ella estaba apunto de replicar, cuando la chica menos inorportuna, apareció a escena. Anne rodó los ojos, con total amargura al ver a la rubia correr hacia Louis mientras gritaba su nombre y se estremeció, al recordar la visión de ellos dos en una cita bajo la luz de la luna. Solamente sintió una arcada recorrer su cuerpo y provocarle nauseas.

—Louis —llamó Ashely, dándole un abrazo por delante.

Anne se fijó en que llevaba una ajustada falda blanca que marcaba su culo y una especie de tacones afilados de color negros capaz de matar a cualquiera.

Será puta llegó a pensar cuando terminó de ver su "elaborado" uniforme.

La pelinegra bufó con fuerza, al notar como ella se había transformado en el tercer personaje metiche en un triángulo amoroso. Como la saga Crepúsculo, la cual ella se había visto obligada a tragar gracias a su amiga Vanessa. Ella era como el Jacob de ese triángulo amoroso, Louis sería la inocente Bella y Ashley el misteriosos vampiro Edwart, el cual le sacaba de todos sus apuros. Y ella, quedándose al margen de la historia, permitiendo que la humana le tirará los trastos al chico que le gustaba...

Espera, ¿gustaba? ¿Había pensado la joven eso o simplemente, se había dejado llevar por el efasis de su dramatización? Le atraía, que era una cosa pero... Meneó la cabeza. Ella no podía sentir el Gale de la relación, ya que para empezar, ella ni siquiera había compartido momentos románticos o intimos con él.

Tan solo durmisteis juntos, te besó, tuvisteis una cita y te regaló un clavel rojo que suele significar amor y admiración le recordó una voz hueca de su mente, riéndose de la situación de Anne y recordándole todas las señales, que hasta ahora, habían sido vestidas de negro.

La adolescente volvió a tragar saliva, atragándose con todas las palabras que quería soltar de su boca pero que contuvo porque él le miraba. Ashely le tenía rodeado pero él la mirada a ella. A Anne y por el tono en el que sus ojos brillaban, había estado leyendo cada uno de sus afilados pensamientos. Su debilidad.

Anne...

Que disfrutes con tu rubia.

Después cortó la comunicación y soltó un agudo suspiro, dándose la vuelta y perdiéndose entre la marea que avanzaba en tropa hacía la entrada del edificio A2, sin saber que decir o que hacer. No fue entonces cuando una joven castaña, que parecia una de esas jefas de las peliculas americanas de adolescentes, le hizo la zancadilla y dejó que Anne besará el suelo, a la vez que un corro de voces y risas. Anne se levantó, con los ojos oscuros, de un tono antinatural.

—¿Os hace gracia? —cuestionó, sintiendo la violencia crecer en su interior.

Nadie contestó, pero suguieran riendo, mientras la señalaban con los dedos y provocaban que ella se sintiera como un pequeño animal acorralado. Lo siguiente que sus ojos le enseñaron fue un libri grueso volar por los aires, darle en la cabeza a la culpable y ver como ésta caía al suelo. Todos callaron y se escuchó una gruesa voz decir:

—A la sala de retención ahora mismo.

por **Zarek** Jue 11 Jul 2013, 6:18 pm

TOMA POR PERRA!!!!!!!!!!!

Me encanta Anne y su mal caracter, me recuerda a mi.

Sabes que en el colegio me enselan mucho, por ejemplo los diferentes tipos de drogas y (Marica esto es asquerosos) como tener sexo en una esquina sin ser descubierto.

por **Jockie.** Jue 11 Jul 2013, 6:22 pm

Todas tenemos mala leche:3 Me parece que Anne es mi creacion mejor de todas las novelas que he echo. Oh, que interesante. Como tener sexo sin ser descubierto... Eso ira para las golfas de tu clase, para que puedan empezar con sus oficios de mayores y aprender un poco del mercado c:

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