Re: Centro de Rehabilitación|Harry Styles|

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:06 am

Denii17 escribió:HOLA!!!! SOy tu nueva lectora!!!! si lo se me pase un poco tarde, eso creo yo :DDD pero me encanta tu nove!!! siguela

AWWW NUEVA LECTORA! BIENVENIDA! :)
ME ALEGRA QUE TE ENCANTE! :)
YA SUBO VARIOS CAPIS ANTES DE IRME AL COLE :)
BESOTES :)

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:09 am

Massiel escribió:Que paso con el maratón ? Bueno espero que la sigas pronto linda :33

PERRRRDON POR NO TERMINAR EL MARATÓN, NO SÉ CÓMO PERDÍ LA DIRECCIÓN DEL TEMA!
ME QUERÍA MATAR! PERO BUENO, ESTA MAÑANA LO ENCONTRE Y ACÁ ESTOY SUBIENDO CAPIS :)
ESPERO QUE LES GUSTE :)

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:12 am

Gime :) escribió:Holaaaaaaaaaa!! Nueva lectora
me encanta la novela no me agrada para nada
Heidi, Harry tan tierno con rayis !! siguela pronto!!
Besotes

HOLAAAAAAAA! BIENVENIDA!
ME ENCANTA QUE TE ENCANTE! :)
A MI TAMPOCO ME AGRADA NADA HEIDI, PERO BUENO, NO LE PODEMOS DEJAR TODO EL CAMINO LIBRE A RAYIS :S
HARRY ES UN MELOCOTONCITO, AUNQUE PRONTO VA A CAMBIAR SU ACTITUD *JUM*
YA LA SIGOO :)
BESOTES :)

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:14 am

Pony_Salvaje escribió:Hola C: Nueva lectora , ame tu novela C:
Seguila pronto , besos :3

AWWW BIENVENIDA!
YA LA SIGO :)
BESOTES :)

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:14 am

maria delgado hdz escribió:awww!! me encanto el capitulo es tan romantica siguela!!!
besos :bye:

AWWWWWW ME ALEGRA QUE TE ENCANTE :)
YA LA SIGO :)
BESOTES

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:21 am

Te acaricio con sonrisas y te miro con ternuras...
Anonimo.

Capítulo 5: Purgatorio.

Zayn se alejó de ella, casi en cuanto reaccionó y volvió a la realidad. Sus brazos la liberaron, con gesto apenado y atormentado y, cuando la muchacha estuvo de nuevo libre, sus ojos la volvieron a examinar con detenimiento, sonriendo tristemente para sí mismo. No. Definitivamente, ella no era Saafa... Si bien el parecido era asombroso, era solo eso: Una similitud. Su pequeña hermanita estaba muerta desde hacía mucho, pero estaba casi seguro que, de haber crecido, sería idéntica a la preciosa castaña que tenía al frente.

– Disculpa – le dijo, al notar que la muchacha aún seguía completamente inmóvil – ¿Te asuste? No fue mi intención... Te confundí.

–No te preocupes – contestó ______, tratando de no tartamudear, no por miedo, extrañamente aquel joven no le causaba desconfianza; si no por el simple impacto del anterior arrebato – ¿Tú estás bien? – Quiso saber, pues había podido ser perfectamente consciente de la melancolía que había destilado su varonil voz minutos atrás – ¿Buscabas a alguien aquí?

–No. Soy ayudante – explicó, pasando su mano frente a los ojos cafés, comprobando que sus especulaciones eran ciertas y ella no podía ver – ¿Qué haces tú aquí, en una zona tan fea?

–Yo... – ______ dudó en contestar – Me perdí. Soy nueva y aún no logro reconocer bien los lugares

–¿A dónde te dirigías?

–Al taller de arte

–¿Y por qué tomaste esta dirección? – se asombró, porque, a pesar del poco tiempo que llevaba ahí, había logrado memorizar todo el edificio con suma facilidad

–Soy un poco desorientada – se encogió de hombros la morena, sonriendo amablemente.

Zayn le ayudó a retomar su camino hacia los pasillos principales, no creyendo aún que ella hubiera llegado por si sola hasta ese lugar tan recóndito del Centro. Lo creía casi imposible. Durante la semana que ya llevaba ahí, siempre solía ir a ese sitio para estar solo y jamás antes le había visto ser frecuentado ni por una sola alma. ¿Cómo era posible que aquella muchachita invidente hubiera dado hasta allá?

–¿Segura que desde aquí puedes llegar a tu recamara? – preguntó, sintiéndose molesto consigo mismo por la ligera preocupación que se asomaba su pecho. Si algo tenía bien aprendido, y evitaba a toda costa, era estrechar lazos afectuosos con el resto de las personas.

No servían de nada, sólo le harían daño porque, de una u otra manera, le abandonarían algún día...

–Si – asintió ______ – Muchas gracias...

–¡______! – el sonido suave de aquella voz le enmudeció. Era casi imposible que el aleteo que se provocaba en su estómago aumentara con cada día que pasaba, en reacción al escucharle

–¿Dónde estabas? – Terció Belle, con voz aliviada – llevamos tiempo buscándote...

–Me perdí

–¿Cómo que te perdiste? – quiso saber la pequeña, viajando su mirada hacia el alto muchacho que permanecía a su lado, en completo silencio y con el rostro endurecido y ausente

–La encontré en los pasillos de los salones que apenas están construyendo

–Zayn – reconoció Harry por la voz y el chico, fuera de saludarle, dio media vuelta y se retiró de ahí. Belle le vio alejarse, observando la barrera que había levantado al instante y le había impedido darle las gracias por cuidar de su amiga...

*************************************

Después de lo sucedido, y de recibir unos cuantos regaños, Belle, Harry y ella se dirigieron hacia los comedores, en donde Massi y Niall les esperaban ya sentados en la mesa que siempre solían usar.

El mal humor de la pequeña, provocado por la terrible angustia que ______ le había hecho pasar, se esfumó como el viento en cuanto Niall caminó hacia ella y la recibió con esa cálida sonrisa, de la cual jamás podría llegarse a acostumbrar.

Saludándose silenciosamente, con la simple mirada, él no esperó a dar o pedir explicaciones y la tomó entre sus brazos, para acomodarla en la silla del comedor, con esa sutileza tan suya, como si temiera que Belle su pudiera llegar a romper. Y es que la miraba tan pequeña, tan delicada, que no soportaba la idea de que ni el más mínimo daño le fuera a rozar. Massi veía la escena con mirada divertida y sugerente. Desde hacía ya algo tiempo que se había dado cuenta que su hermano se encontraba a pies de su mejor amiga, y es que no hacía falta el tener todos los sentidos para lograr percibir esa paz y felicidad que, al estar juntos, destilaban. Inspiró profundamente, de manera frustrada, al recordar que, pese a lo obvio, ninguno de los dos se atrevía a declararse... Pero tampoco estaba dispuesta a entremeterse en una relación en la que, sólo ellos dos, eran participes. Ya llegaría el día en el que se dieran a conocer sus sentimientos... De eso, estaba segura.

–Gracias – dijo Belle, cuando los brazos de Niall la liberaron, para sentarse justo a su lado. Sacó de su bolso una pequeña libretita y escribió: – ¿Cómo te fue hoy?

–Bien – Rasgueó Niall de vuelta.

Esa era su forma de comunicarse cuando se aproximaba una conversación larga, con más personas alrededor – Extrañándote a cada minuto... agregó el rubio en su interior.

–Me alegro – sonrió, mientras el lapicero se deslizaba por la hoja de papel – ¿Sabes? Charlotte me ha prestado una película que promete estar interesante, ¿quieres verla hoy?

Él asintió, tomando el cuaderno entre sus manos para contestarle.

–¿De qué trata? Espero no sea de terror. Aún recuerdo cuando vimos "El Exorcista" – rió, ante la imagen de Belle, cuidadosamente guardada en sus recuerdos, cuando ella había enterrado todo el rostro en su pecho ante el pánico que sintió con cada segundo que había tenido aquel filme.

–No te burles – pidió la pequeña, haciendo un puchero mientras trazaba las letras, e intentaba hacerse la ofendida – O la veré yo sola...

Los hombros de Niall vibraron ante la casi silenciosa risa que soltó, al leer lo que Belle había escrito, sin darse cuenta de cómo ella se perdía en la placidez que sentía cada vez que le veía así de feliz. Era como conocer el cielo estrellado y la luna plateada en un perfecto conjunto. Era como si pudiera caminar otra vez. La sonrisa de Niall era todo lo que ella necesitaba para mantener la esperanza...

********************************

Harry caminaba a su par, en un profundo e incómodo silencio que se había instalado entre ambos, desde que le había encontrado con Zayn. Llegaron a la puerta de su recamara y ella giró su cuerpo, para quedar frente a él...

–Gracias – susurró, demasiado inquieta por la actitud tan distante del muchacho

–No hay de que – contestó él – Hasta luego – dijo, sintiendo ______ que comenzaba a dar media vuelta para retirarse

–¡Espera! – llamó, sin poder contenerse. Harry frenó sus pasos, de manera automática. Como si no pudiera negarse, en lo más mínimo, a lo que esa voz suave le indicara- ¿Te pasa algo? Te siento extraño – expuso la castaña, obteniendo como respuesta, un prolongado silencio que fue rotó cuando sus manos fueron capturadas por las de él.

–Prométeme que no seguirás arriesgándote de esa manera – le pidió Harry – Dime que dejarás de hacer tantas tonterías que te ponen en riesgo – ______ fue incapaz de hablar. Aquella petición tan bañada de instancia le había dejado anonada, estática en su lugar. Confundiéndola entre cómo es que debía de sentirse. Si enojada al ser "reprendida" por algo que, verdaderamente, no había sido del todo culpable o si cautivarse porque alguien se preocupara por ella de esa manera – ______ – continuó el muchacho, sin soltarle – ¿Cómo fue que llegaste hasta ese lugar?

–Me perdí

–No lo creo – discutió él, con voz endurecida

–No lo hagas, entonces – respondió ella, del mismo modo.

Pero, a pesar de la pequeña discusión que se estaba levantando, sus manos no dejaban de estar unidas.

–¿No confías en mí?

–Si lo hago – confirmó ella, sinceramente. De todos los que ahí se encontraban, Harry era el que más paz le brindaba. El que, con su sola presencia, le hacía sentirse segura...

–¿Entonces? ¿Por qué no me dices la verdad?

¿Por qué insistía tanto? ¿Es que acaso era lector de mentes? Suspiró sutilmente, sin saber qué hacer... Estaba claro que Heidi le había jugado una muy pesada broma, pero no se le hacía maduro el quejarse como niña chiquita. Al final de cuentas, estaba muy bien acostumbrada a ese tipo de tratos y sabía que de nada servían las acusaciones hacia sus agraviaros. Lo tenía bien comprobado con su propia experiencia pues, al morir sus padres, sus primos Jessica y Mike, se la vivían gastándole ese tipo de crueles juegos, encerrándola en las habitaciones durante horas o guiándola hacia lugares mal formados en donde ella caía con facilidad, raspándose las rodillas o ensuciándose la poca ropa que le compraban...

–Si mis hijos te hacen eso, es porque eres demasiado tonta y tientas a que los demás te molesten – le había contestado su tía, sintiendo su mirada fría clavarse en ella, cuando, de manera educada, le había hecho saber que ambos muchachos la molestaban.

¿Qué diferencia habría ahora si le decía a Harry lo que había pasado con Heidi?...

–______ – insistió el muchacho ante su mutismo – ¿Qué pasa? Te has quedado callada

–Ya te dije la verdad – contestó – Me perdí.

–De acuerdo – Decidió él ya no seguir insistiendo, al final de cuentas, tampoco quería presionarla. Aunque grabó bien en su memoria el tratar de indagar más después. Soltó su mano entonces, con delicadeza, costándole un inexplicable esfuerzo aquel gesto tan simple. Sin querer reconocer que le hubiera gustado pasar más tiempo atado a ella, pero recordó que Anthony le había dicho que necesitaba verlo en el salón de música – Me tengo que ir – anunció – Descansa

–Si – asintió ______, tratando de ocultar la desilusión en su voz, preguntándose mentalmente, si era normal que esa necesidad por Harry aumentara entre más cerca le tenía...

**********************************

Y ahí estaba otra vez ella, deteniendo sus pasos de manera indómita cada vez que le veía, clavando su azul mirada en él, de manera acusante, llena de miedo, reflejando el horror que se tiene al ver lo que realmente él era: un monstruo, un ser peligroso, con manos manchadas de sangre. Sí. Ahí estaba... Recordándole, como todas las veces que se habían encontrado en aquel lugar, su pasado.

¿Por qué le miraba así?

¿Con qué derecho le juzgaba?

¿Quién era ella?... ¿Un ángel acaso que había sido mandado para hacerle purgar, por completo, sus pecados?

Debía admitir que su belleza era divina, pero, fuera lo que fuera, ángel, humana o demonio, no estaba dispuesto a seguir soportando aquella actitud sin fundamentos. En ese mismo momento, él le pediría una explicación. Caminó hacia ella, con paso decidido. Massi, al ver que se acercaba, dio dos pasos hacia atrás, obedeciendo a su instinto de huirle. Dio media vuelta e intentó correr, pero una fuerte mano se lo impidió.
Su corazón comenzó a latir fuertemente a causa del miedo. Y sus ojos dilatados, bañados por la angustia del recuerdo de su terrible pasado, que le mostraba de manera lacerantemente nítida aquella serie de terribles imágenes que se le presentaban, con la cercanía de aquel muchacho que la había llevado a un desolado pasillo, le hacían temblar de pies a cabeza.

–¿Me dirás por qué siempre que me ves sales corriendo, despavorida, como si te fuera a ser daño? – preguntó saber el moreno, olvidándose que, por lógica, si aquella muchacha se encontraba en ese lugar, era por que algún problema tenía.

Massi sólo veía el movimiento de aquellos labios, sin reconocer el sonido que éstos hacían, y la cárcel que sus brazos habían formado con la pared, capturándola, espantándola...

–Dime – exigió Zayn, ante su "Silencio" – ¿Tienes algún buen motivo para verme siempre como un monstruo?

La imagen de su rostro se presentaba más intimidante en el sordino mundo de Massi, pues ella no lograba captar que su voz, a pesar de ser gruesa y estar cargada de furia, mantenía cierto nivel de gentileza. Por el contrario, sólo podía sentir que su miedo iba en aumento, amenazando con ser manifestado a través de las lágrimas cristalinas que sus ojos empezaban a derramar.

Aquel gesto tan delicado ablandó la exigencia de Zayn, que, dejando caer sus brazos a un costado, le miró fijamente por un segundo, sintiéndose más ruin con cada gota que humedecía a sus mejillas. Fue entonces, al ver el llanto incontenido y taciturno, que su furia extinta le permitió pensar con coherencia y darse cuenta que la muchacha no podía hablar... Y, muy probablemente, tampoco oír.

–¿No me puedes escuchar? – murmuró, alejándose de ella y esperando por una respuesta que, obviamente, no llegaría.

¡Ah! Más miserable no podía sentirse en ese momento. El haber arremetido, de esa manera, con una chica sordomuda era imperdonable; pero, todo eso, en lugar de calmar su poca simpatía por la rubia, sólo la incremento, pues, comprobaba con ello, que esa personita representaría el calvario más tortuoso y ardiente que se hubiera podido encontrar en su vida para purgar sus pecados...

por **joinmetobealone** Miér 08 Mayo 2013, 10:27 am

El amor consuela como el resplandor del Sol
Después de la lluvia
W. Shakespeare

Capítulo 6: Negros Recuerdos

Niall bajó las escaleras corriendo y tropezando con los escalones de manera cómica, apresurado porque su "cita" con Belle había dado inicio tenía quince segundos. ¡Si no hubiera sido por Zayn, quien se había metido a bañar tardándose milenios, él hubiera estado listo desde hacía varios minutos!

El rubio dijo una pequeña e inocente maldición en sus adentros, corriendo por el pasillo que le llevaría a la sala de audio. Llegó al fin, con la respiración agitada, y abrió la puerta. Una mezcla de preciosas sensaciones le invadieron al verla ahí, en espera suya, sentada y luciendo tan bonita como siempre con su sencilla pijama azul cielo que él, hacía ya meses, le había regalado. Belle le regaló una sonrisa al verlo y le tomó las manos en cuanto se le acercó, hincándose para poder fijar su mirada en la suya y contemplar la belleza de sus ojos oscuros.

– Siento llegar tarde – le dijo, paseando la yema de sus dedos sobre la palma, pequeña y delicada.

Belle sonrió de manera tranquilizadora

Si tan solo te pudiera decir que esperaría todo el tiempo por ti..., pensó, con cierta melancolía por ser tan cobarde.

–No te preocupes, yo también acabo de llegar – volvió a sonreír, mientras agitaba la cajita que portaba el DVD que verían – ¿Listo?

Niall asintió, para después tomar el objeto y caminar hacia el aparato que lo reproduciría. Encendió el televisor, conectó los cables necesarios y los créditos comenzaron a correr mientras extendía sus brazos hacia Belle, quien hizo lo mismo, para que así él pudiera transportarla de la silla de ruedas al cómodo sofá que se encontraba al lado, dejándola caer suavemente, lamentando el no poder tenerla más tiempo así de cerca.

Después de servir un par de vasos con refresco y preparar una bolsa de palomitas, tomó asiento a su lado, cogiéndole la mano casi al instante, con el pretexto de preguntarle:

–¿De qué trata la película? Aún no me lo has dicho

Belle no pudo evitar sonrojarse por la forma tan delicada con la que su palma era acariciada, así que, aunque lo intentó, no pudo evitar tartamudear un poco a la hora de contestar.

–Es una comedia romántica...

–¿Una película de amor? – inquirió Niall, con cierto aire juguetón en la mirada que, a veces, no lograba ocultar.

–S-si... Espero no te aburra – expuso, sintiéndose de repente un poco preocupada por ello.

El rubio soltó una pequeña risita, mientras negaba, desaprobatoriamente, con la cabeza.

–Eres tontita, Belle – le dijo – Yo jamás me aburriría estando a tu lado... Jamás – escribió la última palabra, lentamente, sobre su piel.
Nuestra pequeña niña se estremeció ante el fuerte mariposeo que aquel gesto le produjo, sintiendo al mismo tiempo que las mejillas le iban a estallar de lo sonrojadas que estaban. Su mirada quedó clavada fijamente en la de Niall, e intentó no dejar volar muy alto sus ilusiones. Si bien estaba consiente que él la quería, aún no se atrevía a dar por sentado que ese afecto era algo más allá que un cariño de hermandad como el que le tenía a Massi. Lo mismo pasaba por la mente del muchacho. Y era aquella absurda inseguridad, y esa bondadosa ingenuidad, lo que le retenía a ambos a la hora de querer expresar sus sentimientos.

La película dio inicio y el chico, al sentir que un viento helado se filtraba por la estancia, jaló una pequeña cobija, con la que Belle solía cubrirse las piernas, y abrigó el cuerpo de la pequeña, con delicadeza, mientras sentía como ésta suspiraba tranquilamente y dejaba caer la cabeza sobre su pecho. Él, en un movimiento completamente inconsciente y natural, posó sus labios sobre sus cabellos y depositó un ligero beso sobre ellos, cerrando sus ojos por un momento, disfrutando de la inmensa armonía que le acompañaba desde el día en que ella apareció frente a sus ojos...

La vida de Niall, al igual que la de Massi, siempre había estado rodeada de lujos gracias a que, como anteriormente se había dicho, sus padres eran dueños de varias y exitosas empresas internacionales. Ambos gemelos habían sido educados en las mejores escuelas, vestidos con las mejores marcas y nunca nada se les negaba... O al menos, nada que no tuviera que ver con la atención requerida de sus progenitores. En un principio, este detalle les pasaba desapercibidos a ambos; pues, como todo ser que se desarrolla siempre en un ambiente completamente ajeno a la realidad del exterior, ellos pensaban que su burbuja de cristal jamás se rompería. Lo equivocados que se encontraban ambos, lo descubrieron cierta mañana en la que el chofer los llevaba hacia el colegio y un grupo de secuestradores invadieron la camioneta, matando, frente a sus vistas, al pobre hombre que tanto afecto le tenían. La historia, a partir de aquí, se vuelve trágica para ambos adolescentes. A la edad de catorce años, fueron raptados durante cerca de cinco meses, tiempo en el cual recibieron golpes y presenciaron las escenas más grotescas que se puedan llegar a imaginar...

El rubio decidió frenar sólo un detalle de esa etapa tan mortífera de su vida, saltándose al momento en que fueron liberados...

... La recompensa estaba lista. Millones de dólares a cambio de la vida de sus hijos; pero... ¿Qué cantidad de dinero basta para curar los dolores y traumas que se tienen incrustados en el alma? La respuesta es clara y concisa: Los billetes no compran ni venden la felicidad, y mucho menos disipan las heridas que se causan en el espíritu, si en todo caso, lo único que hacen es agudizar las punzadas lacerantes... Sólo eso...

En cuanto Massi y Niall fueron redimidos, permanecieron semanas internados por la gravedad de los golpes y la cantidad de huesos rotos que el primero tenía... Fue ahí mismo en donde al matrimonio Horan les fue informado que sus hijos habían recibido varias contusiones en la cabeza, afectando gravemente al sistema nervioso, lo cual, en conjunto con los traumas psicológicos que se les habían creado, habían provocado daños irreparables, los cuales conocemos ahora, como la falta de habla en el muchacho y la sordomudez de la chica.

Los años transcurrieron y el matrimonio Horan, olvidando el desagradable hecho a su conveniencia, en cuanto se enteraron del reconocido Centro de Rehabilitación que había en Londres, no dudaron en inscribir a sus hijos en él, argumentando como excusa lo ocupada y laboriosa de sus vidas.

Niall maldijo innumerables veces el nombre de sus padres y su suerte. El primer día en que su hermana y ella pisaron aquel centro, pensó que sería un escenario más de desgracias infinitas, pero esa idea tan pesimista, junto con el rencor y la amargura instalada en su mirada, desapareció en cuanto aquel pequeño ángel de sonrisa divina se le presentó...

El rubio sonrió ligeramente al memorizar el día en que la conoció. Tan optimista, tan alegre y dulce, que, automáticamente, él se vio contagiado de todas esas emociones que nunca había experimentado. Belle fue la primera quien le hizo sonreír por los detalles sencillos y hermosos de la vida. Quien le abrió los ojos y le curó, cuidadosamente, con el paso de los meses, cada golpe que tenía interiormente. Con su carácter gentil y su mirada resplandeciente había logrado lo que miles de onerosas terapias psicológicas no lograron durante años. Belle le había salvado de todas las maneras posibles. Le había – y le seguía – ensañado tanto que, sin darse cuenta, se fue enamorando de su fortaleza, de su valor, de su sonrisa, eternamente dibujada en su tierno rostro de duendecillo. Desde el día en la conoció, Niall dejó de lamentarse por lo que le había pasado y agradeció, fervientemente, el haberla conocido. Nada importaba ya con ella a su lado.

Belle era su luz personal...

Un pequeño y delicado suspiró le sacó de sus pensamientos. Bajó el rostro para encontrarse a la pequeña razón de su existencia completamente abandonada sobre su pecho, sumergida en un profundo sueño. Pasó su mano, apaciblemente, sobre sus cabellos negros y, tratando de no despertarla, la tomó entre brazos y la llevó a su habitación. Massi y ______ ya estaban adormecidas para cuando él entró y la depositó sobre su cama, dándose la oportunidad de contemplarla un poco más, dejándose cautivar por la inocencia de sus rasgos y la forma tan pausada con la que respiraba.

Su atención se fijó, entonces, en la curva de sus finos labios y el deseo de poder rozarlos le invadió. Sonrió tristemente, al mismo tiempo que dejaba escapar un suspiro, para intentar sosegar aquel impulso. Se acercó lentamente, después de cierto momento, y sus labios presionaron sensiblemente la frente de la pequeña muchacha.

–Descansa mi pequeño ángel – deseó mentalmente, poniéndose de pie para salir de la habitación.

************************************************

Y otra vez esa pesadilla llegó a mi subconsciente. Torturándome con cada imagen vivida...

–¡Harry! – su alegre voz me llama y yo giró para verla, con su sonrisa grande, mostrando sus dientes blancos, haciendo relucir sus redondos ojos color verde, sin siquiera imaginar lo que pasaría esa tarde, la cual fue testigo de nuestra última cita... Ella me mira, yo le tomo de la mano y después de ahí, todo pasa rápido, demasiado rápido, que, aun así lo recuerde cada vez que cierre los ojos, siempre será algo terrible...

Caroline...

Harry no tardó en revolverse en el lugar que se encontraba, gruñendo desesperadamente mientras luchaba por librarse de aquellos tormentosos recuerdos que le carcomían al hacerse presentes y que prometían nunca desinstalarse de su memoria...

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Más de tres meses habían pasado desde que ______ había ingresado en el Centro de Rehabilitación y, a pesar de que nadie de su "familia" le había ido a visitar, extrañamente, se sentía muy bien (como tenía años no lo hacía). Agradecía tanto el haber conocido a la doctora Anne y su esposo, el doctor Anthony; a Zayn, el extraño muchacho que se encontraba como ayudante y siempre estaba vigilando de ella, ayudándole a encontrar el camino cada vez que se perdía por los pasillos; pero, sobre todo, se sentía afortunada de tener como amigos a gente tan maravillosa y amable como Belle, Niall, Massi y... Harry.

Aunque este último, aunque no lo admitiera aún, ya empezaba a ocupar otro puesto en su corazón...

–Muchachos, un momento por favor – llamó la atención la profesora Bethy. Una mujer de estatura bajita y de voz aguda y amable, encargada de la clase de desarrollo sensorial. – haremos una actividad, pónganse de pie por favor y consigan un compañero.

Como era de esperarse, Harry volvió su cuerpo para quedar frente a la castaña

–¿Te parece si hacemos equipo? – La pregunta era tonta. ¿Acaso podría ______ elegir a alguien más que a él?

–Ahora que ya tienen a su compañero, iremos al salón de actividades libres – agregó la señora, adelantándose a la puerta y haciendo sonar su bastón para indicar al resto del alumnado que podían comenzar a salir.

Harry esperó a que ______ diera el primer paso y después le siguió, poniéndose a su par cuando salieron hacia los pasillos y siendo él quien esquivara los posibles obstáculos que pudiera haber. La castaña llevaba su mano aferrada a su brazo, sintiéndose, como cada vez que estaba a su lado, completamente segura.

–Bien, muchachos – habló la profesora, con voz animosa – La actividad será la siguiente: Se pondrán frente a frente de su compañero – comenzó a explicar, avanzando hacia los muchachos y acomodándolos de la manera que ella había mencionado.

______ y Harry quedaron en completo silencio, callados por el repentino nerviosismo que les invadió a ambos al saberse así de cerca. La muchacha bajó la mirada, como si los ojos de Harry, a pesar de no tener luz, estuvieran fijamente clavados sobre ella, viéndole, notando el rubor que comenzaba a asomarse a sus mejillas de manera inexplicable.

–Esta práctica consiste en que cada pareja cogerá, entre sus manos, un objeto y cada uno le dirá al otro cómo es que se lo imagina. Tienen dos minutos para ello, después, pasaremos a otra actividad.

______ fue la primera que tomó un pequeño peluche en forma de lobito y comenzó a palparlo, soltando risitas por un breve momento, ante la facilidad con que sus dedos se sumergían en la felpa.

–¿Cómo crees que es? – preguntó Harry, sin evitar sonreír ante el alegre y delicado sonido que la castaña le contagiaba.

–No lo sé – contestó – Es suave... y me imagino que muy lindo... Me gusta.
Estiró su brazo para tendérselo a Harry. No había más que decir. Ella no conocía los colores. Jamás los había visto y, aunque luchaba por imaginar, no lograba dibujar más que sombras sin sentido en su mente... El peluche cayó en cuanto la mano del muchacho intentó alcanzarlo, tocando, a cambio, las puntas de sus dedos, pasando, con su tacto, una pequeña y reconfortante descarga eléctrica que encendió una ligera llama en su estómago.

–Lo siento – musitó, mientras se comenzaba a inclinar para recoger al lobito; pero fue la delicada presión que sintió ejercer sobre su mano la que la detuvo y le cortó la respiración.

–Yo lo recojo – dijo Harry, intentado disimular el breve momento en el que se había perdido en la fragilidad y calidez de su piel. Culpándole a lo repentino de sus movimientos a la hora de tomar el muñeco del suelo, el motivo por el cual su corazón se encontraba tan acelerado...

Y es que cada día, sin saberlo o estar consciente de ello, una voz interior le advertía que ella suponía un peligro para la promesa que había hecho años atrás y le pedía, a gritos, el alejarla de su vida, de huir del encantó que su sola presencia tenía sobre él...

Caroline

El estridente sonido de las descontroladas llantas del carro acudió a su memoria de manera tortuosa, provocando que soltara las manos de ______ con un movimiento afilado, ignorando lo que había hecho, pues el sombrío recuerdo de esa madrugada en la que despertó, tras días de estar desvanecido, y no encontrar más que una habitación completamente oscura, le absorbió por completo.

–Harry – le había llamado su madre, con voz apenada mientras le tomaba por la mano

–¿Qué pasa? ¿Por qué tengo vendas en los ojos? – exigió saber él, ignorando las poderosas punzadas de dolor que sentía por todo el cuerpo
–Mi amor... no tienes vendas en los ojos...

La peor de las noticias no se hizo esperar, llegó a él, como una lluvia de cristales que se fueron incrustando en su alma de manera despiadada. Caroline había muerto. La chica a la que había querido desde su infancia había sido brutalmente aplastada por la camioneta de un alcoholizado tipo... Y todo por salvarle...

Jamás la olvidaría y se había jurado nunca querer a otra que no fuera ella... Pues, pensaba él, no habría otra persona más en el mundo que mereciera su corazón. Era por esa misma promesa que, haciendo caso a la egoísta voz interior, dio media vuelta y salió del lugar, dejando a ______ sola, completamente abrumada por su repentina reacción.

por **Massiel** Miér 08 Mayo 2013, 2:23 pm

:imdead: por que la dejas así? Síguela hermosa por lo que más quieras :33

por **Robin.** Vie 10 Mayo 2013, 3:36 pm

Siguela, siento no pasarme por aqui, pero perdi el link asdffghjk, pero siguela, tu nove ya esta en fav...

por **HeavenlyAngel♡** Vie 10 Mayo 2013, 6:05 pm

siguela me encanto el capitulo esta genial..!! :aah: :imdead: .muero con el..!!! :corre: :bye:

por **joinmetobealone** Sáb 11 Mayo 2013, 11:58 am

Massiel escribió: :imdead: por que la dejas así? Síguela hermosa por lo que más quieras :33

YA LA SIGO :) HOY DEJO VARIOS CAPITULOS :)

por **joinmetobealone** Sáb 11 Mayo 2013, 11:59 am

Denii17 escribió:Siguela, siento no pasarme por aqui, pero perdi el link asdffghjk, pero siguela, tu nove ya esta en fav...

OH, LO IMPORTANTE ES QUE VOLVISTE :)
YA LA SIGO, HOY DEJO VARIOS CAPITULOS :)
LAÑKJDS ME EMOCIONA QUE LA PONGAS EN FAVS ♥

por **joinmetobealone** Sáb 11 Mayo 2013, 12:00 pm

louisa styless <3 escribió:siguela me encanto el capitulo esta genial..!! :aah: :imdead: .muero con el..!!! :corre: :bye:

ME ALEGRA QUE TE HAYAN GUSTADO LOS CAPIS :)
YA LA SIGO, HOY DEJO VARIOS CAPITULOS :)

por **joinmetobealone** Sáb 11 Mayo 2013, 12:13 pm

También esa noche fue de insomnio, de delirio;
Noche de esas en que el lecho quema, en que la fiebre hace latir fuertemente las arterias,
en que una imagen fantástica está fija e inmóvil en la orilla de nuestro lecho.
Memorias sobre el Matrimonio – Manuel Payno.

Capítulo 7: Planes.

______ frenó sus pasos a mitad del pasillo al recordar lo que, hacía pocos minutos, acababa de suceder. Su expresión no podía ocultar la zozobra que acompañaba el vacío que se había formado en su estómago ante la ausencia de los decididos pasos que, generalmente, siempre solían acompañarla justo al salir de clases para dirigirse al comedor. Suspiró pesadamente, recargándose en una de las blancas paredes y preguntándose, con suma preocupación, si Harry estaría bien.

Escuchó unos pasos aproximarse y, aunque al principio se animó con la idea de que podría ser el chico de sus pensamientos, pronto distinguió que ese imponente taconeo sólo era característico de alguien en especial:

Heidi.

Antes de que la morena pudiera retomar su camino, para evitar una inmediación, ésta se acercó a ella, con mirada y sonrisa burlonas.

–______ –dijo, con su insolente tono de voz, tan común en ella – ¿Y Harry?

La pregunta, obviamente, era mal intencionada. Heidi había visto bien el momento en que Harry había abandonado a la castaña, sola, a mitad de actividad, para salir con gesto atormentado por el pasillo. El crudo espectáculo había sido completamente deleitante para sus avariciosas pupilas, y fue ahí, donde ella misma descubrió el placer que le daba el pesar de la invidente, lo cual comprobaba que su aberración por ella era mucho más grande de lo que creía.

______ bajó el rostro y respondió tímidamente:

–No lo sé. Salió de la clase de manera apresurada. Tal vez se acordó de algo importante tenía que hacer...

La estridente risa de Heidi le interrumpió

–No creo que haya sido eso – le dijo, con sorna en la voz – Tal vez, simplemente, se sintió... no sé... ¿Un poco aburrido?

–¿Aburrido?

A ______ no se le había ocurrido esa respuesta en ningún momento, por lo cual no entendió.

–Sería muy normal, ¿no crees? – Asintió Heidi – Quiero decir, y no es para que lo tomes mal, querida, pero, ¿Acaso no te es lógico que, al pasar casi todo el tiempo contigo, Harry quiera darse un "suspiro"?. La verdad dudo que un ciego se divierta al lado de otra persona que tiene la misma incapacidad y, lo que es peor en tu caso, sea extremadamente torpe. Para que lo entiendas mejor, dime ¿A ti no te cansaría, en determinado momento, el ser niñera de alguien a quien acabas de conocer tiene tan poco?

Cada una de las palabras golpeó fuertemente el pecho de la castaña que, en un movimiento completamente inconsciente, dejó caer sus hombros con desazón. Lo peor de todo era que no podía si quiera negar la infinita posibilidad de la certeza que tenían las crueles palabras escuchadas.

La sonrisa de la consentida muchacha se expandió por completo y sus ojos brillaron llenos de maldad, para después pasar al lado de ______, sin siquiera despedirse, y dejarla sola, hundida en el pozo sin fin que se había abierto en aquel pasillo...

******************************

Cuando Harry llegó a su habitación y se adentró en ella, cerró la puerta con un fuerte azote.

–¡Ey! – Exclamó la gruesa voz de Zayn - ¿Pero qué te pasa, hombre? ¿Qué manera es esa de entrar?

–Tú lo haces todo el tiempo – contestó Harry, sorprendiendo al moreno por la brusquedad de su voz – Así que no te quejes.

Los ojos de Zayn se dilataron por todo lo ancho. El tiempo que había pasado junto a Harry y Niall había bastado para tener muy en claro que ni uno ni otro eran personas con mal carácter. Ese puesto lo ocupaba él. Aunque, había que admitir que, últimamente, se comenzaba a mostrar más amable con ellos.

–¿Ya salieron de clases? – Se extrañó, al ver el reloj que colgaba de la pared y, fue entonces cuando recordó algo muy importante – ¿Y ______?

Al chico de ojos verdes le molestó la mención de ese nombre.

–No sé – contestó de mala gana – no estaba de humor y me salí antes.

–Si serás idiota – siseó Zayn, incorporándose rápidamente de la cama – ¿Cómo se te ocurre dejarla sola? ¿Es que acaso no te has dado cuenta de lo poco que se le facilita caminar por todos esos pasillos?

Harry no contestó. Se quedó completamente anonado, escuchando cómo la puerta por donde Zayn salía se cerraba con ferocidad. Entonces, cuando supo que estaba solo, se llevó las manos a la cabeza y se jaló los cabellos con frustración. ¿Qué era lo que le había pasado? ¿Qué era lo que le pasaba? Bien cierto era que ______ no tenía culpa alguna de su pasado... ¿Por qué entonces éste se le había más fuerte que nunca al haberla tocado?

Oprimió los puños al recordar el cosquilleo que su suave piel le había causado y, de nuevo, esa voz indeliberada le gritó que se alejara de ella, que la evitara lo más que pudiera, le recalcaba el peligro que representaba, de la traición que cometería de seguir frecuentándola y, en medio de esos envenenados consejos, flotaba el nombre de Caroline...

*********************************

En cuanto Zayn salió de la habitación, lo primero que sus ojos buscaron fue la cascada caoba que distinguía a ______. Se desesperó al ver que la clase en la que debería de estar había terminado. Su imaginación no pudo evitar volar hacia todos los peligros que se podían presentar ante la castaña, al mismo tiempo que se reprendía por encontrarse tan angustiado por esa muchachita. Pero, ¿Qué se le podía hacer? Era inútil el negar que, con cada día que pasaba, se encariñaba más de esa sonrisa tímida e inocente.

–______ – llamó, con alivio, al encontrarla inmóvil en uno de los pasillos

– Zayn – dijo ella de vuelta, intentando sonreír; pero el moreno fue bien consiente de que en su rostro no había ni una sola pizca de felicidad – Pensé que estabas en tu hora de descanso.

–Estaba aburrido y salí a dar una vuelta – mintió. Tampoco era su intención dar a conocer, abiertamente, la necesidad que tenía de protegerla. Resultaba un poco vergonzoso para su punto de vista – Pero, ¿Qué haces aquí tan sola?

–Yo... Estaba esperando a Belle

–Eso es mentira – contradijo el muchacho con seguridad. En primera, porque sabía que la chica, a la que tenía por amiga, no podría nunca subir a ese pasillo ya que las rampas para las sillas de ruedas estaban en mantenimiento y no se encontraban disponibles desde la mañana. Y en segunda, ______ no sabía mentir. Era demasiado mala para ello, por cierto, que a veces, hasta resultaba algo cómico.

La morena bajó el rostro, derrotada. Insistir contra Zayn era algo inútil.

–¿Te dejó sola? –

El chocolate de sus ojos se nubló al escuchar la pregunta, que entendió sin necesidad de una explicación, ¿Acaso tan obvio era? Se sintió avergonzada al recordar las palabras de Heidi, las cuales tomaron mucha más fuerza con lo ocurrido.

–No – contestó, con un hilo de voz – No ha sido eso. Después de todo, él tiene más cosas que hacer. No siempre estará conmigo...

–Pero, ¿Se portó grosero o...?

–¡No! – Interrumpió rápidamente – Harry es incapaz de ser grosero con alguien más – agregó, sin poder evitar que las comisuras de sus labios se alzaran un poco, gesto que para Zayn no pasó desapercibido.

El moreno suspiró profundamente. Estaba claro que ______ era incapaz de decir algo en contra de Styles.

–¿Quieres que te lleve al comedor? – ofreció, cambiando de tema.

–No, Zayn, muchas gracias – contestó ella, negando gentilmente con la cabeza – No tengo apetito.

–Pero debes de comer...

–Lo haré después – prometió

–Entonces, te llevo a tu recamara

La castaña asintió, permitiendo después que el noble muchacho le tomara por el brazo y la guiara hacia la puerta de su habitación, la cual, justo al llegar, se abrió de manera inesperada. El humor del moreno cambió al instante al encontrarse con la misma azul y temerosa mirada de siempre.
Massiel Horan.

Se había aprendido su nombre a la perfección. Eran las letras que conformaban el centro del mismo infierno para él.

La rubia se mantuvo firme frente a ellos, reteniendo las ganas de cerrar la puerta y ponerle cerrojo, sintiendo como la penetrante mirada del chico se posaba justo en ella, languideciendo sus piernas y acelerándole el corazón, gracias a la confusa mezcla de sensaciones que le visitaban cada vez que le veía.

¿Era posible sentir atracción por alguien a quien le temes o era acaso que ella se estaba volviendo loca?

Lo mismo le pasaba a él.

¿Era posible sentir atracción por alguien a quien aborreces, por hacerte sufrir, o era acaso que, sin saberlo, tenían instintos masoquistas?
Lo único cierto y bien sabido entre ellos era que, a pesar del tiempo, la situación entre ambos seguía siendo la misma: Se miran, se tensan, dejan de respirar pero no se dejan de observar, y, después, los dos huyen. Siempre jugando a lo mismo y perdiendo todo el tiempo...

Tan aturdida se encontraba Massi por la presencia de Zayn que pegó un brinco al sentir que ______ le tomaba la mano

–Pensé que estabas con Belle – le dijo la castaña y ella pudo apreciar, al salir de su desastre interno, que su expresión estaba pintada de pena

–Vine a cambiarme de zapatos – contestó – Pero ya voy para allá. ¿Acaso tú no irás?

–No. No tengo apetito

–¿Te encuentras bien?

–Si. ¿Por qué no te vas con Zayn? – propuso ______, intentando deslindarse de la persuasión de su amiga e ignorando, como todo el resto, la repela que había entre ambos jóvenes.

Massiel elevó la mirada al alto muchacho que aún permanecía ahí, viéndola. Las piernas le temblaron. El sólo imaginar estar a solas con él le daba escalofríos...

Y ahí estaba otra vez el gesto horrorizado que tanto le molestaba a él. No era el mismo con el que le había recibido al abrir la puerta. Este era uno nuevo, el que realmente le incomodaba y le hacía sentirse culpable.

–Zayn – la voz de ______ lo salvó de la lluvia de imágenes que estaba a punto de acudir – le estaba diciendo a Massi que sería buena idea que ambos fueran juntos a los comedores.

Aja. Ahí estaba la respuesta: La rubiecita no quería que eso sucediera. Y, a decir verdad, él tampoco. Entre más rápido se librara de esa acusante figura, mucho mejor; pero, un pensamiento malvado le cruzó por la mente. ¿Qué tal si aceptaba sólo para torturar más a la barbie sin voz? Claro era que parte de su martirio también iría para él, pero trataría de no darle importancia y divertirse.

Infantil, sí. Demasiado. Pero se encontraba ya muy cansado que, aún después de estar fuera de la cárcel, le siguieran viendo como un bandido. Así que, con una sonrisa, intencionalmente despiadada para que Massi la captara, asintió.

–Por mí, encantado – dijo, mientras estiraba la mano, tomando a la rubia por el brazo e ignorando el choque electrizante que su suave piel le transmitía.

Massiel también intentó no darle importancia a la débil llama formada en el centro de su estómago, gracias al tacto fuerte y firme de Zayn. Tampoco había sido necesario el poder escuchar para saber que él había aceptado y, aunque intentó poner cierta resistencia, supo que no era buena idea y accedió. Nadie sabía la aberración que se tenían. Nadie. Todo era como un secreto celosamente guardado entre ambos. ¿Por qué? Quién sabe. Tal vez era que, para desgracia de los dos, tenían como amigos a las mismas personas.

Massi tropezó al bajar las escaleras de tal forma que, de no haber sido por el agarre de Zayn, hubiera caído rodando. Hubiera sido el momento perfecto para una burla, pero simplemente no pudo. Le resultó imposible. Y fue ahí cuando se dio cuenta de que, aunque quisiera, no le podía hacer daño...

Siguió caminando, optando por liberar a la rubia de la presión de sus dedos, por lo cual se sorprendió cuando fue él el aprisionado. Dio media vuelta, extrañado. Ni en sus más locos sueños se había imaginado el ser palpado por la propia voluntad de la egocéntrica chica. La cual, por cierto, no se encontraba tampoco muy cómoda con lo que acaba de hacer; pero era necesario...

–¿Sabes...? ¿Sabes qué le ocurría a ______? – preguntó, con manos temblorosas y haciendo los signos de manera extraña, casi incomprensibles.

Zayn no acababa de salir de su pasmo. ¿Massiel Horan le estaba "hablando" a él? Era una suerte que el lenguaje de signos no se le estuviera dificultado tanto y, aunque aún no lograba manejarlo a la perfección, podía entender lo esencial.

–No – contestó vacilante. No sabía qué más "decir". Estaba claro que esa respuesta no era lo único que ella esperaba – ¿Por qué me lo preguntas?

–Se veía triste...

El moreno no logró descifrar el mensaje. Los movimientos habían sido demasiado rápidos.

–No entendí – confesó y la mirada azul de Massi se puso en blanco por un segundo, para después sacar una pequeña libretita y un lapicero, con los cuales hizo una notita y se la tendió a Zayn.

–______ se veía triste y estoy segura no fue mi imaginación. Me imaginé que tú podrías saber qué es lo que le pasa, ya que, además de Harry, eres quien más al pendiente se encuentra de ella.

Zayn hizo una mueca. Tal parecía sus esfuerzos para que nadie mostrará el cariño que sentía por la castaña habían sido deficientes.

–No sé qué es lo que tiene – escribió de vuelta

Massi ya no insistió más. Por el contrario, bajó el rostro para huir de la mirada que reclamaba encontrarse con la suya y, controlando el temblor de sus pies, comenzó a caminar lejos de él. Pasará lo que pasará. Hiciera lo que hiciera. El miedo que ese muchacho le causaba siempre sería más fuerte que su deseo por conocerlo mejor.

******************************

–El cumpleaños de Belle se aproxima – le recordó Amy a Niall, mientras esperaban, sentados, por la aludida.

Al rubio se le iluminó la mirada con solo escuchar su nombre.

–¿Ya tienes pensado qué le vas a regalar? – preguntó Peter, quien sostenía la mano de Amy. Ambos irradiando felicidad por todas partes, a pesar de que él tenía mutiladas las piernas y ella tampoco podía caminar.

Niall asintió. Si, su regalo lo tenía listo desde hacía semanas.

–Massi insiste en que salgamos todos juntos – confesó Niall, moviendo sus manos para que sus compañeros le entendieran

–Eso sería una buena idea. Me agrada – apoyó Amy – siempre nos quedamos aquí los fines de semana. Deberíamos de romper la rutina aunque sea una vez.

Y es que el instituto permitía a sus alumnos irse con sus familias los sábados y domingos; pero en el caso de estos jóvenes, quienes más bien parecían estar huérfanos, no representaba ninguna ventaja, pues siempre se quedaban juntos en la escuela, realizando cualquier actividad para divertirse.

–Podríamos ir al cine

–No creo que ______ y Harry se diviertan... – se apresuró a "decir" Niall

–¿Cómo de que no? – Discutió Peter – Los sonidos y las voces son lo suficientemente entretenidos para ellos...

En lo que Belle llegaba, la salida fue planeada con cautela, tratando de no olvidar ni el más mínimo detalle que pudiera incomodar o dañar al resto de sus amigos, pronto, Massi se reunió con ellos y todo fue más fácil gracias a su ingenio. Los planes estaban listos para cuando la pequeña llegó, sin si quiera imaginar que, alrededor de treinta minutos, la plática había sido en base a ella.

–Hola – saludó, posando su mirada solamente en Niall, quien se había puesto de pie para recibirla, acortando con sus pasos la distancia que los separaba.

Amy, Peter y Massi intercambiaron miradas de complicidad.

Ojala y el gentil muchacho se atreviera a declararse justamente ese día, aunque la verdad era que la posibilidad se pintaba demasiado remota.

******************************

–Dices que ______ no bajó a comer – confirmó Harry, después de haberle preguntado a Zayn sobre la castaña y obtener una respuesta dada de muy mala gana.

–Así como oíste – contestó el moreno, sin cambiar de humor. Había algo que le aseguraba que era el mismo con quien se encontraba platicando, el causante de la zozobra de la muchacha.

La preocupación se acrecentó en el pecho de Harry conforme las horas pasaron y la noche cayó. Numerosas veces tuvo el deseo de ir en busca de ______, pero era esa maldita voz lo que le plantó los pies en el suelo, dejándolo inmovilizado; sin embargo, fue el travieso destino lo que provocó su encuentro.

Era ya muy tarde y todos dormían, a excepción de él. Hacía ya tanto que el sentimiento de culpa no le pegaba con tanta fuerza, ¿por qué lo hacía ahora, entonces? Habían pasado años desde todo lo ocurrido. ¿Cuánto más tendría que soportar? ¿Acaso no había sido suficiente? ¿O es que acaso su pena sería infinita? Decidió salir del cuarto para no despertar a sus compañeros con su inquietud. Sabía que se avecinaba una noche de pesadillas y tormentos. Sabía que le sería imposible dormir, así que, guiado por su bastón, caminó hacia la puerta que dirigía hacia al pequeño jardín que se encontraba al lado de la biblioteca. Tal vez el aire fresco lograba anestesiar un poco su dolor. En cuanto se encontró en el pasivo lugar, se dejó perder en el sonido que las gotas de lluvia provocaban en la terraza que le cubría.

La lluvia... Hacía tanto tiempo que no podía apreciar aquellos espectáculos...

El sonido de unas suaves pisadas le trajo a la realidad. Eran pasos suaves y tranquilos, perfectamente conocidos pues solo ella se movía con esa delicada lentitud. Además, estaba el perfume que la brisa le trajo, inigualable, dulce y fresco, hechizante...

No había necesidad de preguntarlo. Extrañamente, él sabía de quién se trataba: de la misma muchacha de la que, desde la mañana, estaba huyendo...

Permaneció en silencio e inmóvil, mientras la voz interior combatía arduamente contra sus deseos que sólo pedían estar esa noche con ella...

por **Massiel** Sáb 11 Mayo 2013, 12:53 pm

:imdead: me ha fascinado el capítulo hermosa síguela lo más pronto posible :33

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