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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
¡FUCK, ELLA!
ESTA MUY BUENA, DESEO SABER QUE DEMONIOS SUCEDE CON LA TARJETA.
Y BUENO, TENEMOS UN GRAN CLUB ANTI-MARCIE, NO? XD
ESPERO QUE ESTES BIEN Y SUBAS UN CAP PRONTO!
YA SABES LO IMPORTANTE QUE ES LA NOVELA PARA MÍ
XOXO
JAVI'S JONAS
ESTA MUY BUENA, DESEO SABER QUE DEMONIOS SUCEDE CON LA TARJETA.
Y BUENO, TENEMOS UN GRAN CLUB ANTI-MARCIE, NO? XD
ESPERO QUE ESTES BIEN Y SUBAS UN CAP PRONTO!
YA SABES LO IMPORTANTE QUE ES LA NOVELA PARA MÍ
XOXO
JAVI'S JONAS
JaviOfJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
jajajaja me uno al club ella!
haha
no inventes q miedo lo de la biblioteca o.o
no fue patch! muchas dudas sobre lo de la tarjeta o.o
espero el prox cap aclare algo haha
en fin
Saludos! :D
haha
no inventes q miedo lo de la biblioteca o.o
no fue patch! muchas dudas sobre lo de la tarjeta o.o
espero el prox cap aclare algo haha
en fin
Saludos! :D
1DStylesJB
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
JJ_DaNgeRr escribió:jajajaja me uno al club ella!
haha
no inventes q miedo lo de la biblioteca o.o
no fue patch! muchas dudas sobre lo de la tarjeta o.o
espero el prox cap aclare algo haha
en fin
Saludos! :D
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Vale_JB.Kev escribió:Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
gabby
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Llore muchizimo T.T ¿Donde demonios ezta la cadena de Patch? ¿Se la llevo? AAHHH ELLA NO PUEDES SER ASI CON NOSOTRAS :sad:
¡¡SIGUEELAAA PORFAVOOOOR!! Ponos dos capiis por lo menos, para calmar ezta ansiedad wuuu!
¡SIGUEELAAA! ¡PUTA CABRONA MARCIE HIJA DE LA GRANDISIMA....! ¡ME LLEVA LA QUE ME TRAJO! ¡VOY A ARRANCARLE ESOS PELOS DE PUTA BARATA QUE TIENE Y A PATCH VOY A CASTRARLO! ARRG
¡ELLA TE LO SUPLICO TE LO IMPLORO SIGUELA PORFAVOR!
¡¡SIGUEELAAA PORFAVOOOOR!! Ponos dos capiis por lo menos, para calmar ezta ansiedad wuuu!
¡SIGUEELAAA! ¡PUTA CABRONA MARCIE HIJA DE LA GRANDISIMA....! ¡ME LLEVA LA QUE ME TRAJO! ¡VOY A ARRANCARLE ESOS PELOS DE PUTA BARATA QUE TIENE Y A PATCH VOY A CASTRARLO! ARRG
¡ELLA TE LO SUPLICO TE LO IMPLORO SIGUELA PORFAVOR!
Kat
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Capitulo: 36
Me quedé escondida en el garaje por lo que debieron haber sido unos veinte minutos, antes de que me sintiera, lo suficientemente valiente, como para volver a las calles. Mis nervios estaban crispados, mi mente confundida.
Había optado por no coger Walnut, pensando que el SUV podía estar conduciendo de arriba a abajo ahora mismo, a la espera de encontrarme.
Conduje por las calles laterales, sin hacer caso al límite de velocidad y de manera imprudente me dirigí a toda prisa a la casa de Vee. No estaba muy lejos de su casa, cuando me di cuenta de las luces azules y rojas en el espejo retrovisor.
Detuve el Neon al lado de la carretera, y coloqué mi cabeza contra el volante. Yo sabía que me había excedido en la velocidad, y estaba frustrada conmigo misma por hacerlo, y que está, de todas las noches consiguiera que me detuvieran.
Un momento después, unos nudillos golpearon la ventana. Apreté el botón para bajarla.
—Bien, bien —dijo el detective Basso—. Cuánto tiempo sin verte.
Cualquier otro policía, pensé. Cualquier otro.
Él sacó su bloc de multas.
—Licencia y registro, conoces el procedimiento.
Dado que sabía que no tenía forma de intentar apelar sobre la multa, no con el detective Basso, no veía razón para poner cualquier pretexto o contradicción.
—No sabía que el trabajo de detective incluía rellenar multas por velocidad.
Me dirigió una sonrisa afilada. —¿Dónde está el fuego?
—¿Puedo, simplemente, coger la multa e irme a casa?
—¿Algo de alcohol en el coche?
—Eche un vistazo —dije, extendiendo las manos.
Abrió la puerta por mí.
—¡Sal!
—¿Por qué?
—¡Sal! —señaló la línea discontinua que dividía la carretera—, y camina sobre la línea.
—¿Cree que estoy borracha?
—Creo que estás loca, pero estoy comprobando tu sobriedad, por como llegaste aquí.
Desmonté y cerré la puerta detrás de mí.
—¿Hasta dónde?
—Hasta que te diga que pares.
Me concentré en colocar mis pies sobre la línea, pero cada vez que miraba hacia abajo, mi visión se veía desnivelada.
Todavía podía sentir los efectos de la droga golpeando mi coordinación, y me era muy difícil concentrarme para mantener mis pies sobre la línea, me sentía más como balanceándome hacia fuera de la carretera.
—¿No puede, simplemente, darme el recibo, marcarme la muñeca, y enviarme a casa? —mi tono era rebelde, pero me había vuelto fría por dentro. Si no podía caminar por la línea, el detective Basso podría meterme la cárcel. Ya estaba agitada, y no creía que pudiera manejar una noche tras las rejas. ¿Qué pasaba si el hombre de la biblioteca venía detrás de mí otra vez?
—Un montón de policías de pueblo te absolverían con ese anzuelo, seguro. Algunos, incluso aceptarían un soborno. Yo no soy uno de ellos.
—¿Qué importa el que yo estuviera drogada?
Él se rió sombríamente.
—Drogada.
—Mi ex novio me dio una tarjeta impregnada con perfume, antes, esta noche. Abrí la tarjeta, y lo siguiente que supe, fue que me desmayé.
Cuando el detective Basso no me interrumpió, continué—. He dormido durante más de dos horas. Cuando me desperté, la biblioteca estaba cerrada. Yo estaba encerrada en el laboratorio de medios de comunicación. Alguien había atado a la manivela de la puerta.... —me desvanecí, cerrando la boca.
Hizo un gesto para que continuara.
—Vamos, ahora. No me dejes con ese drama en suspenso.
Me di cuenta, demasiado tarde, que acababa de incriminarme a mí misma. Estuve en la biblioteca, esta noche, en el laboratorio de medios de comunicación.
Mañana a primera hora, cuando la biblioteca abriera sus puertas, iban a informar de la ventana rota a la policía. Y yo no tenía ninguna duda de que el Detective Basso vendría a buscarme en primer lugar.
—Estuviste en el laboratorio de medios de comunicación —exclamó—. ¿Qué pasó después?
Demasiado tarde para echarme atrás. Tendría que terminar y esperar lo mejor. Tal vez algo de lo que dijera terminaría por convencer al detective Basso de que no fue mi culpa, que todo lo que había hecho estaba justificado.
—Alguien había atado la puerta del laboratorio de medios de comunicación, cerrándola. Lancé un
ordenador a través de la ventana para salir.
Él inclinó su cabeza hacia atrás y se echó a reír. —Hay un nombre para chicas como tú, ___________ Grey. Lunática. Eres como la mosca que nadie puede espantar —caminó de regreso a su coche patrulla y estiró la radio por la puerta abierta del lado del conductor.
Con la radio por fuera, dijo—: Necesito a alguien que haga una ronda por la biblioteca y que eche un vistazo al laboratorio de medios de comunicación. Déjenme saber lo que encuentren.
Él se recostó en su coche, con los ojos fijos en su reloj.
—¿Cuántos minutos crees que pasarán hasta que ellos me informen? Tengo tu confesión,____________. Podría arrestarte por invasión de propiedad y vandalismo.
—Invadir la propiedad implicaría, que no estaba atrapada dentro de la biblioteca en contra de mi voluntad —sonaba nerviosa.
—Si alguien te drogó y quedaste atrapada en el laboratorio, ¿qué estás haciendo aquí ahora, manejando por Hickory a cincuenta y cinco millas por hora?
—Yo no iba a escapar. Salí de la habitación mientras él subía por el ascensor abuscarme.
—¿Él? ¿Lo viste? Dame una descripción.
—No lo vi, pero era un hombre. Sus pasos eran fuertes mientras bajaba las escaleras detrás de mí. Demasiado fuerte para una chica.
—Estás tartamudeando. Por lo general, eso significa que estás mintiendo.
—Yo no estoy mintiendo. Estaba atrapada en el laboratorio, y alguien se acercaba por el ascensor a buscarme.
—Bien.
—¿Quién más habría estado en el edificio hasta tan tarde? —le espeté.
—¿Un conserje? —consideró fácilmente.
—No estaba vestido como un conserje. Cuando miré hacia arriba en la escalera, vi pantalón oscuro y zapatos oscuros de tenis.
—¿Así que cuando te lleve al tribunal, vas a decirle al juez que eres un experto en la ropa de limpieza?
—El tipo me siguió fuera de la biblioteca, se metió en su coche, y me persiguió.
Un conserje no haría eso.
La radio sonó, y el detective Basso se apoyó en el interior para coger el receptor.
—Terminamos de inspeccionar la biblioteca —crepitó la voz de un hombre a través de la radio—. Nada.
El Detective Basso dirigió sus fríos y sospechosos ojos hacia mí. —¿Nada? ¿Estás seguro?
—Repito: nada.
¿Nada? En lugar de alivio, sentí pánico. Rompí la ventana del laboratorio. Lo había hecho. Era real. No era mi imaginación. No… era... ¡Cálmate! Me ordené.
Esto había sucedido antes. No era nuevo. En el pasado, siempre fue un juego mental.
Era alguien que trabajaba detrás de las escenas, intentando manipular mi mente.
¿Estaba ocurriendo de nuevo? Pero... ¿por qué? Tenía que pensar en esto. Negué con la cabeza, ridículamente que el gesto removiera una respuesta.
El Detective Basso arrancó la hoja superior de su libreta de multas y me entregó una.
Mis ojos se quedaron fijos en la cuantía de la parte inferior.
—¿Doscientos veintinueve dólares?
—Ibas a más de treinta y conduciendo un coche que no te pertenece. Paga la multa, o te veré en el tribunal.
—Yo no tengo todo este dinero.
—Consigue un trabajo. Así te mantendrás alejada de los problemas.
—Por favor, no haga esto —dije, infundiendo toda la súplica que poseía en mi voz.
El Detective Basso me estudió. —Hace dos meses, un chico sin identidad, sin familia y sin pasado, terminó muerto en el gimnasio de la escuela secundaria.
—La muerte de Jules fue considerada un suicidio —dije automáticamente, pero el sudor apareció en la parte posterior de mi cuello—. ¿Qué tiene que ver esto con mi multa?
—La misma noche de su desaparición, la consejera de la escuela incendió tu casa, y luego hizo su propio acto de desaparición. Hay un vínculo entre estos dos extraños incidentes. —Sus ojos de color marrón oscuro me apuntalaron en el sitio—. Tú.
—¿Qué está diciendo?
—Dime lo que realmente sucedió esa noche, y puedo hacer que tu multa desaparezca.
—No sé lo que paso. —Mentí, porque no había otra alternativa. Decir la verdad me dejaba peor, que tener que pagar la multa. No podía hablarle al detective Basso, sobre los ángeles caídos y los Nefilim. Nunca creería mi historia sobre ángeles caídos y los Nefilim. Nunca creería mi historia si le confesara que Dabria era un ángel de la muerte. O que Jules era un descendiente de un ángel caído.
—Lo que tú digas, —dijo el detective Basso, agitando su tarjeta de presentación frente a mí, antes de meterse dentro de su coche—. Si cambias de opinión, ya sabes cómo localizarme.
Eché un vistazo a la tarjeta mientras encendía el motor. DETECTIVE ECANUS
BASSO. 207-555-3333.
La multa se sentía pesada en mi mano. Pesada, y caliente. ¿Cómo iba a conseguir doscientos dólares? No podía pedir prestado el dinero a mi madre, ya que apenas podían pagar los alimentos.
Patch tenía el dinero, pero le dije que podía cuidar de mí misma.
Y le dije que saliera de mi vida. ¿Qué diría eso de mí si corría de nuevo a él en el momento en que sufría un duro revés? Eso supondría que él había tenido razón todo el tiempo.
Eso admitiría que lo necesitaba.
Había optado por no coger Walnut, pensando que el SUV podía estar conduciendo de arriba a abajo ahora mismo, a la espera de encontrarme.
Conduje por las calles laterales, sin hacer caso al límite de velocidad y de manera imprudente me dirigí a toda prisa a la casa de Vee. No estaba muy lejos de su casa, cuando me di cuenta de las luces azules y rojas en el espejo retrovisor.
Detuve el Neon al lado de la carretera, y coloqué mi cabeza contra el volante. Yo sabía que me había excedido en la velocidad, y estaba frustrada conmigo misma por hacerlo, y que está, de todas las noches consiguiera que me detuvieran.
Un momento después, unos nudillos golpearon la ventana. Apreté el botón para bajarla.
—Bien, bien —dijo el detective Basso—. Cuánto tiempo sin verte.
Cualquier otro policía, pensé. Cualquier otro.
Él sacó su bloc de multas.
—Licencia y registro, conoces el procedimiento.
Dado que sabía que no tenía forma de intentar apelar sobre la multa, no con el detective Basso, no veía razón para poner cualquier pretexto o contradicción.
—No sabía que el trabajo de detective incluía rellenar multas por velocidad.
Me dirigió una sonrisa afilada. —¿Dónde está el fuego?
—¿Puedo, simplemente, coger la multa e irme a casa?
—¿Algo de alcohol en el coche?
—Eche un vistazo —dije, extendiendo las manos.
Abrió la puerta por mí.
—¡Sal!
—¿Por qué?
—¡Sal! —señaló la línea discontinua que dividía la carretera—, y camina sobre la línea.
—¿Cree que estoy borracha?
—Creo que estás loca, pero estoy comprobando tu sobriedad, por como llegaste aquí.
Desmonté y cerré la puerta detrás de mí.
—¿Hasta dónde?
—Hasta que te diga que pares.
Me concentré en colocar mis pies sobre la línea, pero cada vez que miraba hacia abajo, mi visión se veía desnivelada.
Todavía podía sentir los efectos de la droga golpeando mi coordinación, y me era muy difícil concentrarme para mantener mis pies sobre la línea, me sentía más como balanceándome hacia fuera de la carretera.
—¿No puede, simplemente, darme el recibo, marcarme la muñeca, y enviarme a casa? —mi tono era rebelde, pero me había vuelto fría por dentro. Si no podía caminar por la línea, el detective Basso podría meterme la cárcel. Ya estaba agitada, y no creía que pudiera manejar una noche tras las rejas. ¿Qué pasaba si el hombre de la biblioteca venía detrás de mí otra vez?
—Un montón de policías de pueblo te absolverían con ese anzuelo, seguro. Algunos, incluso aceptarían un soborno. Yo no soy uno de ellos.
—¿Qué importa el que yo estuviera drogada?
Él se rió sombríamente.
—Drogada.
—Mi ex novio me dio una tarjeta impregnada con perfume, antes, esta noche. Abrí la tarjeta, y lo siguiente que supe, fue que me desmayé.
Cuando el detective Basso no me interrumpió, continué—. He dormido durante más de dos horas. Cuando me desperté, la biblioteca estaba cerrada. Yo estaba encerrada en el laboratorio de medios de comunicación. Alguien había atado a la manivela de la puerta.... —me desvanecí, cerrando la boca.
Hizo un gesto para que continuara.
—Vamos, ahora. No me dejes con ese drama en suspenso.
Me di cuenta, demasiado tarde, que acababa de incriminarme a mí misma. Estuve en la biblioteca, esta noche, en el laboratorio de medios de comunicación.
Mañana a primera hora, cuando la biblioteca abriera sus puertas, iban a informar de la ventana rota a la policía. Y yo no tenía ninguna duda de que el Detective Basso vendría a buscarme en primer lugar.
—Estuviste en el laboratorio de medios de comunicación —exclamó—. ¿Qué pasó después?
Demasiado tarde para echarme atrás. Tendría que terminar y esperar lo mejor. Tal vez algo de lo que dijera terminaría por convencer al detective Basso de que no fue mi culpa, que todo lo que había hecho estaba justificado.
—Alguien había atado la puerta del laboratorio de medios de comunicación, cerrándola. Lancé un
ordenador a través de la ventana para salir.
Él inclinó su cabeza hacia atrás y se echó a reír. —Hay un nombre para chicas como tú, ___________ Grey. Lunática. Eres como la mosca que nadie puede espantar —caminó de regreso a su coche patrulla y estiró la radio por la puerta abierta del lado del conductor.
Con la radio por fuera, dijo—: Necesito a alguien que haga una ronda por la biblioteca y que eche un vistazo al laboratorio de medios de comunicación. Déjenme saber lo que encuentren.
Él se recostó en su coche, con los ojos fijos en su reloj.
—¿Cuántos minutos crees que pasarán hasta que ellos me informen? Tengo tu confesión,____________. Podría arrestarte por invasión de propiedad y vandalismo.
—Invadir la propiedad implicaría, que no estaba atrapada dentro de la biblioteca en contra de mi voluntad —sonaba nerviosa.
—Si alguien te drogó y quedaste atrapada en el laboratorio, ¿qué estás haciendo aquí ahora, manejando por Hickory a cincuenta y cinco millas por hora?
—Yo no iba a escapar. Salí de la habitación mientras él subía por el ascensor abuscarme.
—¿Él? ¿Lo viste? Dame una descripción.
—No lo vi, pero era un hombre. Sus pasos eran fuertes mientras bajaba las escaleras detrás de mí. Demasiado fuerte para una chica.
—Estás tartamudeando. Por lo general, eso significa que estás mintiendo.
—Yo no estoy mintiendo. Estaba atrapada en el laboratorio, y alguien se acercaba por el ascensor a buscarme.
—Bien.
—¿Quién más habría estado en el edificio hasta tan tarde? —le espeté.
—¿Un conserje? —consideró fácilmente.
—No estaba vestido como un conserje. Cuando miré hacia arriba en la escalera, vi pantalón oscuro y zapatos oscuros de tenis.
—¿Así que cuando te lleve al tribunal, vas a decirle al juez que eres un experto en la ropa de limpieza?
—El tipo me siguió fuera de la biblioteca, se metió en su coche, y me persiguió.
Un conserje no haría eso.
La radio sonó, y el detective Basso se apoyó en el interior para coger el receptor.
—Terminamos de inspeccionar la biblioteca —crepitó la voz de un hombre a través de la radio—. Nada.
El Detective Basso dirigió sus fríos y sospechosos ojos hacia mí. —¿Nada? ¿Estás seguro?
—Repito: nada.
¿Nada? En lugar de alivio, sentí pánico. Rompí la ventana del laboratorio. Lo había hecho. Era real. No era mi imaginación. No… era... ¡Cálmate! Me ordené.
Esto había sucedido antes. No era nuevo. En el pasado, siempre fue un juego mental.
Era alguien que trabajaba detrás de las escenas, intentando manipular mi mente.
¿Estaba ocurriendo de nuevo? Pero... ¿por qué? Tenía que pensar en esto. Negué con la cabeza, ridículamente que el gesto removiera una respuesta.
El Detective Basso arrancó la hoja superior de su libreta de multas y me entregó una.
Mis ojos se quedaron fijos en la cuantía de la parte inferior.
—¿Doscientos veintinueve dólares?
—Ibas a más de treinta y conduciendo un coche que no te pertenece. Paga la multa, o te veré en el tribunal.
—Yo no tengo todo este dinero.
—Consigue un trabajo. Así te mantendrás alejada de los problemas.
—Por favor, no haga esto —dije, infundiendo toda la súplica que poseía en mi voz.
El Detective Basso me estudió. —Hace dos meses, un chico sin identidad, sin familia y sin pasado, terminó muerto en el gimnasio de la escuela secundaria.
—La muerte de Jules fue considerada un suicidio —dije automáticamente, pero el sudor apareció en la parte posterior de mi cuello—. ¿Qué tiene que ver esto con mi multa?
—La misma noche de su desaparición, la consejera de la escuela incendió tu casa, y luego hizo su propio acto de desaparición. Hay un vínculo entre estos dos extraños incidentes. —Sus ojos de color marrón oscuro me apuntalaron en el sitio—. Tú.
—¿Qué está diciendo?
—Dime lo que realmente sucedió esa noche, y puedo hacer que tu multa desaparezca.
—No sé lo que paso. —Mentí, porque no había otra alternativa. Decir la verdad me dejaba peor, que tener que pagar la multa. No podía hablarle al detective Basso, sobre los ángeles caídos y los Nefilim. Nunca creería mi historia sobre ángeles caídos y los Nefilim. Nunca creería mi historia si le confesara que Dabria era un ángel de la muerte. O que Jules era un descendiente de un ángel caído.
—Lo que tú digas, —dijo el detective Basso, agitando su tarjeta de presentación frente a mí, antes de meterse dentro de su coche—. Si cambias de opinión, ya sabes cómo localizarme.
Eché un vistazo a la tarjeta mientras encendía el motor. DETECTIVE ECANUS
BASSO. 207-555-3333.
La multa se sentía pesada en mi mano. Pesada, y caliente. ¿Cómo iba a conseguir doscientos dólares? No podía pedir prestado el dinero a mi madre, ya que apenas podían pagar los alimentos.
Patch tenía el dinero, pero le dije que podía cuidar de mí misma.
Y le dije que saliera de mi vida. ¿Qué diría eso de mí si corría de nuevo a él en el momento en que sufría un duro revés? Eso supondría que él había tenido razón todo el tiempo.
Eso admitiría que lo necesitaba.
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
WAA!!!
SIGUELA PRONTO ELLA, QUIERO SABER SI ES QUE PEDIREMOS AYUDA A PATCH O NO :B
A PROPOSITO! CUANTO FALTA PARA OTRO CAPITULO CON PATCH? XD
DE CUALQUIER FORMA, QUE ESTES BIEN!
XOXO
JAVI'S JONAS
SIGUELA PRONTO ELLA, QUIERO SABER SI ES QUE PEDIREMOS AYUDA A PATCH O NO :B
A PROPOSITO! CUANTO FALTA PARA OTRO CAPITULO CON PATCH? XD
DE CUALQUIER FORMA, QUE ESTES BIEN!
XOXO
JAVI'S JONAS
JaviOfJonas
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
OMJ no lo puedes dejar ahi
me tiemblan las manos ni puedo escribir
xk todo lo malo me pasa ami
no tengo suerte ni en la vida real ni el wn
jajajaja
SIGUELA
me tiemblan las manos ni puedo escribir
xk todo lo malo me pasa ami
no tengo suerte ni en la vida real ni el wn
jajajaja
SIGUELA
joenatik
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Vale_Gajardo
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
se me hizo super corto el cap de hoy :S
pff
bueno esperare mañana para ver q pasara
aw kiero a patch :c
pff
bueno esperare mañana para ver q pasara
aw kiero a patch :c
1DStylesJB
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
hola!!!!
aqui les dejo otro cap :D ...........................
besos!
Capitulo 37:
El martes después de clase, yo estaba en camino para encontrarme con Vee, que se había saltado la clase para pasar el rato con Rixon pero prometió volver a la escuela al mediodía para llevarme a casa, cuando mi teléfono móvil sonó.
Abrí el mensaje de texto al momento que Vee gritó mi nombre desde la calle.
—¡Oye, nena! ¡Por aquí!
Me acerqué a donde estaba estacionada en paralelo a la acera y cruce los brazos sobre el marco de la ventana abierta.
—¿Y bien? ¿Valió la pena?
—¿Saltarse la clase? Diablos, sí. Rixon y yo pasamos la mañana jugando a la Xbox en su casa. Halo Dos —Ella alargo la mano y abrió la puerta del pasajero.
—Suena romántico —dije, subiéndome.
—No lo deseches hasta que lo hayas probado. La violencia realmente pone a los chicos de humor.
—¿De humor? ¿Hay algo que deba saber?
Vee esbozó una sonrisa de cien vatios. —Nos besamos. ¡Oh hombre, fue bueno! Comenzó todo lento y suave, y luego Rixon realmente se involucro…
—¡Está bien! —La corté voz alta. ¿Cuándo estábamos juntos Patch y yo éramos así de cursis y Vee era tercera en discordia? Rogué que no—. ¿Hacia dónde ahora?
Ella se deslizó de nuevo en el tráfico. —Estoy cansada de estudiar. Tengo que inyectar un poco de emoción a mi vida, y eso no va a suceder con la nariz en un libro.
—¿Qué tienes en mente?
—La playa Old Orchard suena perfecta. Estoy de humor para un poco de sol y arena. Además, mi bronceado podría utilizar una capa de base.
La playa Old Orchard sonaba perfecta.
Tenía un largo muelle tendido sobre el agua, un parque de diversiones en la playa, fuegos artificiales y baile por la noche. Por desgracia, la playa tendría que esperar.
Saque mi teléfono celular.
—Ya tenemos planes para esta noche.
Vee se inclinó hacia un lado para leer el mensaje de texto e hizo una mueca.
—¿Recordatorio de la fiesta de Marcie? ¿En serio? No me di cuenta que eran las mejores amigas.
—Me dijeron que faltar a su fiesta es la forma más segura de sabotaje a mi vida social.
—Ella es una zorra. Faltar a su fiesta es la forma más segura hacer mi vida completa.
—Puede que desees reconsiderar tu actitud, porque yo voy y vas a venir conmigo. —Vee presionó la espalda contra el asiento, con los brazos volviéndose rígidos en el volante—. ¿Cuál es su punto, de todos modos? ¿Por qué te invitó?
—Somos compañeras en química.
—Me parece que tú la estas perdonando por el ojo negro muy rápido.
—Le debo al menos ir por una hora. Como su compañera de química —añadí.
—Así que estás diciendo que la razón por la que nos arrastramos esta noche a la fiesta de Marcie se debe a que te sientas a su lado todas las mañanas en química —Vee me dio una mirada de alguien conocedor.
Sabía que era una excusa poco convincente, pero no tan lastimera como la verdad. Necesitaba tener la absoluta certeza de que Patch estaba ahora con Marcie.
Cuando toqué sus cicatrices hace dos noches y fui transportada a su memoria, parecía reservado con Marcie.
Hasta el beso, que había sido incluso cortante con ella. No tenía idea de qué sentía por ella. Pero si él había seguido su camino, sería más fácil para mí hacerlo del mismo modo. Una relación confirmada
entre Patch y Marcie haría más fácil odiarlo.
Y yo quería odiarlo. Por el bien de ambos.
—Tu aliento huele a mentiras, mentiras en pantalones incendiándose —dijo Vee—. Esto no se trata de ti y de Marcie. Se trata de Patch y Marcie. Quieres saber lo que está pasando entre ellos.
Arrojé mis manos en el aire.
—¡Muy bien! ¿Es eso tan malo?
—Hombre —dijo, meneando la cabeza—. Realmente eres una glotona de castigos.
—Pensé que tal vez podríamos mirar en su dormitorio. A ver si encontramos cualquier cosa que demuestre que están juntos.
—¿Cómo condones usados?
De repente, mi desayuno estaba subiendo a mi esófago. No había pensado en eso.
¿Estaban durmiendo juntos? No. No lo creo. Patch no me haría eso. No con Marcie.
—¡Ya sé! —Vee dijo—. ¡Podríamos robar su diario!
—¿El que ha estado llevando desde el primer año?
—El que jura haría que el National Enquirer se viera manso —dijo, sonando extrañamente alegre—. Si algo está pasando entre ella y Patch, estará en el diario.
—No sé.
—Oh, vamos. Vamos a devolverlo después de que hayamos terminado. No hay daño, no hay castigo.
—¿Cómo? ¿Dejándolo en su porche y corriendo? Va a matarnos si se entera que lo tomamos.
—Claro, déjalo en el porche, o tómalo durante la fiesta, léelo en algún lugar y devuélvelo antes de que nos vayamos.
—Simplemente parece mal.
—No vamos a decirle a nadie lo que leamos. Será nuestro secreto. No está mal si nadie sale dañado.
No estaba convencida del robo del diario de Marcie, pero me di cuenta de que Vee no iba a dejarlo ir tan fácilmente. Lo más importante era conseguir que aceptara ir a la fiesta conmigo. No estaba segura de tener el suficiente coraje para ir sola. Especialmente desde que no contaba con tener algún amigo allí. Así que dije:
—Vas a pasar por mí esta noche ¿verdad?
—Cuenta con ello. Oye, ¿podemos prender fuego a su dormitorio antes de que nos vayamos?
—No. Ella no puede saber que estuvimos husmeando en él.
—Sí, pero la sutileza, no es mi estilo.
Miré hacia los lados, con las cejas alcanzando su punto máximo.
—¿No es broma?
--------------------
Fue justo después de las nueve cuando Vee y yo subimos la colina que lleva al vecindario de Marcie. El mapa socio-económico de Coldwater es fácil de determinar mediante una prueba sencilla: colocar una canica en cualquier calle en la ciudad. Si la canica rueda cuesta abajo, es que eres de clase alta. Si la canica no rueda en absoluto, eres de clase media. Y si se pierde la canica en forma de vapor de niebla antes de tener la oportunidad de averiguar si rueda... bueno, vives en mi vecindario. Ordinario.
Vee empujó el Neon cuesta arriba. El vecindario de Marcie era el más antiguo, con árboles centenarios que se extendían por encima de la calle, bloqueando la luz de la luna.
Las casas tenían jardines profesionales y semicírculos para las calzadas. La arquitectura de la era georgiana colonial, cada casa era blanca con adornos en negro. Vee tenía las ventanas del Neón bajas, y en la distancia, oímos el pulso constante del hip-hop a todo volumen.
—¿Cuál es su dirección, de nuevo? —Vee preguntó, mirando a través del parabrisas—. Estas casas están tan lejos de la carretera que no puedo leer los números en los garajes.
—1220, calle Brenchley.
Llegamos a una intersección y Vee dio vuelta a Brenchley.
La música se intensificó a medida que cruzábamos la cuadra, y supuse que significaba que estábamos yendo en la dirección correcta.
Coches estaban estacionados parachoques a parachoques a ambos lados de la calle.
Al pasar una cochera elegantemente remodelada, la música llegó a su punto más alto de todos los tiempos, haciendo vibrar el auto. Grupos de gente a través del césped, yendo dentro de la casa.
La casa de Marcie. Una mirada a ella, y yo tenía que preguntarme por qué ella robaba.
¿Por la emoción de ello? ¿Para escapar de la imagen perfecta y cuidadosamente elaborada de sus padres?
Yo no podía más con esto. Un dolor profundo se arremolinaba en mi estómago.
Estacionado en la calzada estaba el Jeep Commander negro de Patch.
Obviamente él había sido uno de los primeros en llegar. Probablemente había estado dentro a solas con Marcie horas antes de que la fiesta comenzara.
Haciendo qué, no quería saber. Tomé aliento profundamente y me dije a mi misma que podía manejarlo. ¿Y no era esta la evidencia que había venido a buscar?
—¿Qué estás pensando? —Vee preguntó, con su mirada también pegada al Commander mientras pasábamos delante.
—Que ganas de vomitar.
—Sobre Marcie estaría bien. Pero en serio. ¿Estás bien con Patch estando aquí?
Apreté mi mandíbula, inclinando la barbilla ligeramente hacia arriba.
—Marcie me invitó esta noche. Tengo el mismo derecho a estar aquí como Patch. No voy a dejarle dictar a dónde voy y lo que hago. —Divertido, porque eso es exactamente lo que estaba haciendo.
La puerta de la calle de Marcie estaba abierta, la que lleva a una sala de mármol oscuro repleta de cuerpos girando con Jay-Z. El vestíbulo se fusionó en un amplio salón con techos altos y oscuros muebles victorianos. Todo el mobiliario, incluyendo la mesa de café, se utilizaba de asiento. Vee vaciló en el umbral.
—Sólo me tomo un momento para prepararme mentalmente para esto —gritó sobre la música—. Quiero decir, el lugar va a estar infestado con Marcie. Retratos de Marcie, muebles de Marcie, olores de Marcie. Hablando de retratos, debemos tratar de encontrar algunas fotos familiares. Me gustaría ver como se veía el papá de Marcie hace diez años. Cuando sus anuncios concesionarios fueron a la
televisión, no me puedo decidir si se trataba de cirugía plástica lo que le hacía parecer tan joven, o simplemente grandes cantidades de maquillaje.
Me agarró del codo y tiró de mí hasta su altura.
—No me vas a botar ahora.
Vee miró en el interior, con el ceño fruncido. —Está bien, pero te lo advierto, si veo un par de bragas, me voy de aquí. Lo mismo va para condones usados.
Abrí la boca, y luego la cerré. Las posibilidades de ver ambos eran bastante altas, y estaba en mi mejor interés no aceptar oficialmente sus términos.
Me salvé de la discusión por Marcie, quien desfiló desde la oscuridad cargando una ponchera. Ella dio una mirada crítica entre nosotras.
—Te invité —me dijo—, pero no a ella.
—Es bueno verte, también —dijo Vee.
Marcie escudriño a Vee lentamente, de pies a cabeza. —¿No solías estar en una estúpida dieta de colores? Me parece que renunciaste incluso antes de empezar.
—Ella volvió su atención hacia mí—. Y tú. Lindo ojo negro.
—¿Has oído algo, _________________? —preguntó Vee—. Pensé haber escuchado algo.
—Definitivamente oíste algo —estuve de acuerdo.
—¿Podría ser... un pedo de perro lo que oí? —Vee me preguntó.
Asentí con la cabeza. —Yo creo que sí.
Los ojos de Marcie se volvieron rendijas. —Ja, ja.
—Allí fue de nuevo —dijo Vee—. Al parecer, este perro tiene un verdadero de mal de gases. Tal vez deberíamos darle de comer Tums.
Marcie empujó la ponchera hacia nosotras. —Donación. Nadie entra sin una.
—¿Qué? —Dijimos Vee y yo al mismo tiempo.
—Do-na-ción. Realmente crees que te invite sin un orden del día, ¿verdad? Necesito tu dinero. Puro y simple.
Vee y yo miramos la ponchera, que estaba nadando con billetes de dólar.
—¿Para qué es el dinero? —Le pregunté.
—Nuevos uniformes para las animadoras. El equipo quiere unos con el torso desnudo, pero, la escuela es muy barata para los nuevos así que estoy recaudando fondos.
—Esto debe ser interesante —dijo Vee—. El término ―Equipo de Putas‖ tendrá un significado totalmente nuevo.
—¡Lo tendrá! —Dijo Marcie, con el rostro oscuro de sangre.
—¿Quieres entrar? Es mejor que tengas uno de a veinte. Si haces otro comentario. Voy a aumentar el cargo a cuarenta.
Vee me empujó en el brazo. —Yo no me apunte para esto. Tú pagas.
—¿Diez cada una? —Le ofrecí.
—De ninguna manera. Esta fue tu idea. Paga la cuenta.
Me enfrenté a Marcie y le di una sonrisa. —Veinte dólares es mucho —Razoné.
—Sí, pero piensa en lo increíble que me veré en ese uniforme —dijo—. Tengo que hacer quinientos abdominales cada noche para que pueda reducir mi cintura de veinticinco hasta veinticuatro pulgadas antes de que empiecen las clases. No puedo tener una pulgada de grasa si voy a llevar el torso desnudo.
No me atreví a contaminar mi mente con una imagen mental de Marcie en un uniforme de animadora promiscua, y en su lugar, dije:
—¿Qué tal quince?
Marcie ahuecó la mano en la cadera y parecía a punto de cerrar la puerta de golpe.
—Está bien, cálmate, vamos a pagar —dijo Vee, buscando en su bolsillo trasero del pantalón. Ella metió un fajo de billetes dentro de la ponchera, así que no sé vio cuanto fue
—. Me debes una grande —me dijo.
—Se supone que me debes dejar contar el dinero en primer lugar —Marcie dijo, hurgando en la ponchera, tratando de recuperar la donación de Vee.
—Sólo supuse que veinte era demasiado para que pudieras contar —Vee dijo—. Mis disculpas.
Los ojos de Marcie se redujeron de nuevo, entonces ella giró sobre sus talones y se llevó la ponchera a la casa.
—¿Cuánto le diste? —Le pregunté a Vee.
—Nada. Metí un condón.
Levanté las cejas. —¿Desde cuándo llevas condones?
—Levanté uno del césped en nuestro camino por el sendero. ¿Quién sabe, tal vez Marcie vaya a usarlo. Entonces habré hecho mi parte para mantenerla fuera de la reserva genética.
:hi:
aqui les dejo otro cap :D ...........................
besos!
Capitulo 37:
El martes después de clase, yo estaba en camino para encontrarme con Vee, que se había saltado la clase para pasar el rato con Rixon pero prometió volver a la escuela al mediodía para llevarme a casa, cuando mi teléfono móvil sonó.
Abrí el mensaje de texto al momento que Vee gritó mi nombre desde la calle.
—¡Oye, nena! ¡Por aquí!
Me acerqué a donde estaba estacionada en paralelo a la acera y cruce los brazos sobre el marco de la ventana abierta.
—¿Y bien? ¿Valió la pena?
—¿Saltarse la clase? Diablos, sí. Rixon y yo pasamos la mañana jugando a la Xbox en su casa. Halo Dos —Ella alargo la mano y abrió la puerta del pasajero.
—Suena romántico —dije, subiéndome.
—No lo deseches hasta que lo hayas probado. La violencia realmente pone a los chicos de humor.
—¿De humor? ¿Hay algo que deba saber?
Vee esbozó una sonrisa de cien vatios. —Nos besamos. ¡Oh hombre, fue bueno! Comenzó todo lento y suave, y luego Rixon realmente se involucro…
—¡Está bien! —La corté voz alta. ¿Cuándo estábamos juntos Patch y yo éramos así de cursis y Vee era tercera en discordia? Rogué que no—. ¿Hacia dónde ahora?
Ella se deslizó de nuevo en el tráfico. —Estoy cansada de estudiar. Tengo que inyectar un poco de emoción a mi vida, y eso no va a suceder con la nariz en un libro.
—¿Qué tienes en mente?
—La playa Old Orchard suena perfecta. Estoy de humor para un poco de sol y arena. Además, mi bronceado podría utilizar una capa de base.
La playa Old Orchard sonaba perfecta.
Tenía un largo muelle tendido sobre el agua, un parque de diversiones en la playa, fuegos artificiales y baile por la noche. Por desgracia, la playa tendría que esperar.
Saque mi teléfono celular.
—Ya tenemos planes para esta noche.
Vee se inclinó hacia un lado para leer el mensaje de texto e hizo una mueca.
—¿Recordatorio de la fiesta de Marcie? ¿En serio? No me di cuenta que eran las mejores amigas.
—Me dijeron que faltar a su fiesta es la forma más segura de sabotaje a mi vida social.
—Ella es una zorra. Faltar a su fiesta es la forma más segura hacer mi vida completa.
—Puede que desees reconsiderar tu actitud, porque yo voy y vas a venir conmigo. —Vee presionó la espalda contra el asiento, con los brazos volviéndose rígidos en el volante—. ¿Cuál es su punto, de todos modos? ¿Por qué te invitó?
—Somos compañeras en química.
—Me parece que tú la estas perdonando por el ojo negro muy rápido.
—Le debo al menos ir por una hora. Como su compañera de química —añadí.
—Así que estás diciendo que la razón por la que nos arrastramos esta noche a la fiesta de Marcie se debe a que te sientas a su lado todas las mañanas en química —Vee me dio una mirada de alguien conocedor.
Sabía que era una excusa poco convincente, pero no tan lastimera como la verdad. Necesitaba tener la absoluta certeza de que Patch estaba ahora con Marcie.
Cuando toqué sus cicatrices hace dos noches y fui transportada a su memoria, parecía reservado con Marcie.
Hasta el beso, que había sido incluso cortante con ella. No tenía idea de qué sentía por ella. Pero si él había seguido su camino, sería más fácil para mí hacerlo del mismo modo. Una relación confirmada
entre Patch y Marcie haría más fácil odiarlo.
Y yo quería odiarlo. Por el bien de ambos.
—Tu aliento huele a mentiras, mentiras en pantalones incendiándose —dijo Vee—. Esto no se trata de ti y de Marcie. Se trata de Patch y Marcie. Quieres saber lo que está pasando entre ellos.
Arrojé mis manos en el aire.
—¡Muy bien! ¿Es eso tan malo?
—Hombre —dijo, meneando la cabeza—. Realmente eres una glotona de castigos.
—Pensé que tal vez podríamos mirar en su dormitorio. A ver si encontramos cualquier cosa que demuestre que están juntos.
—¿Cómo condones usados?
De repente, mi desayuno estaba subiendo a mi esófago. No había pensado en eso.
¿Estaban durmiendo juntos? No. No lo creo. Patch no me haría eso. No con Marcie.
—¡Ya sé! —Vee dijo—. ¡Podríamos robar su diario!
—¿El que ha estado llevando desde el primer año?
—El que jura haría que el National Enquirer se viera manso —dijo, sonando extrañamente alegre—. Si algo está pasando entre ella y Patch, estará en el diario.
—No sé.
—Oh, vamos. Vamos a devolverlo después de que hayamos terminado. No hay daño, no hay castigo.
—¿Cómo? ¿Dejándolo en su porche y corriendo? Va a matarnos si se entera que lo tomamos.
—Claro, déjalo en el porche, o tómalo durante la fiesta, léelo en algún lugar y devuélvelo antes de que nos vayamos.
—Simplemente parece mal.
—No vamos a decirle a nadie lo que leamos. Será nuestro secreto. No está mal si nadie sale dañado.
No estaba convencida del robo del diario de Marcie, pero me di cuenta de que Vee no iba a dejarlo ir tan fácilmente. Lo más importante era conseguir que aceptara ir a la fiesta conmigo. No estaba segura de tener el suficiente coraje para ir sola. Especialmente desde que no contaba con tener algún amigo allí. Así que dije:
—Vas a pasar por mí esta noche ¿verdad?
—Cuenta con ello. Oye, ¿podemos prender fuego a su dormitorio antes de que nos vayamos?
—No. Ella no puede saber que estuvimos husmeando en él.
—Sí, pero la sutileza, no es mi estilo.
Miré hacia los lados, con las cejas alcanzando su punto máximo.
—¿No es broma?
--------------------
Fue justo después de las nueve cuando Vee y yo subimos la colina que lleva al vecindario de Marcie. El mapa socio-económico de Coldwater es fácil de determinar mediante una prueba sencilla: colocar una canica en cualquier calle en la ciudad. Si la canica rueda cuesta abajo, es que eres de clase alta. Si la canica no rueda en absoluto, eres de clase media. Y si se pierde la canica en forma de vapor de niebla antes de tener la oportunidad de averiguar si rueda... bueno, vives en mi vecindario. Ordinario.
Vee empujó el Neon cuesta arriba. El vecindario de Marcie era el más antiguo, con árboles centenarios que se extendían por encima de la calle, bloqueando la luz de la luna.
Las casas tenían jardines profesionales y semicírculos para las calzadas. La arquitectura de la era georgiana colonial, cada casa era blanca con adornos en negro. Vee tenía las ventanas del Neón bajas, y en la distancia, oímos el pulso constante del hip-hop a todo volumen.
—¿Cuál es su dirección, de nuevo? —Vee preguntó, mirando a través del parabrisas—. Estas casas están tan lejos de la carretera que no puedo leer los números en los garajes.
—1220, calle Brenchley.
Llegamos a una intersección y Vee dio vuelta a Brenchley.
La música se intensificó a medida que cruzábamos la cuadra, y supuse que significaba que estábamos yendo en la dirección correcta.
Coches estaban estacionados parachoques a parachoques a ambos lados de la calle.
Al pasar una cochera elegantemente remodelada, la música llegó a su punto más alto de todos los tiempos, haciendo vibrar el auto. Grupos de gente a través del césped, yendo dentro de la casa.
La casa de Marcie. Una mirada a ella, y yo tenía que preguntarme por qué ella robaba.
¿Por la emoción de ello? ¿Para escapar de la imagen perfecta y cuidadosamente elaborada de sus padres?
Yo no podía más con esto. Un dolor profundo se arremolinaba en mi estómago.
Estacionado en la calzada estaba el Jeep Commander negro de Patch.
Obviamente él había sido uno de los primeros en llegar. Probablemente había estado dentro a solas con Marcie horas antes de que la fiesta comenzara.
Haciendo qué, no quería saber. Tomé aliento profundamente y me dije a mi misma que podía manejarlo. ¿Y no era esta la evidencia que había venido a buscar?
—¿Qué estás pensando? —Vee preguntó, con su mirada también pegada al Commander mientras pasábamos delante.
—Que ganas de vomitar.
—Sobre Marcie estaría bien. Pero en serio. ¿Estás bien con Patch estando aquí?
Apreté mi mandíbula, inclinando la barbilla ligeramente hacia arriba.
—Marcie me invitó esta noche. Tengo el mismo derecho a estar aquí como Patch. No voy a dejarle dictar a dónde voy y lo que hago. —Divertido, porque eso es exactamente lo que estaba haciendo.
La puerta de la calle de Marcie estaba abierta, la que lleva a una sala de mármol oscuro repleta de cuerpos girando con Jay-Z. El vestíbulo se fusionó en un amplio salón con techos altos y oscuros muebles victorianos. Todo el mobiliario, incluyendo la mesa de café, se utilizaba de asiento. Vee vaciló en el umbral.
—Sólo me tomo un momento para prepararme mentalmente para esto —gritó sobre la música—. Quiero decir, el lugar va a estar infestado con Marcie. Retratos de Marcie, muebles de Marcie, olores de Marcie. Hablando de retratos, debemos tratar de encontrar algunas fotos familiares. Me gustaría ver como se veía el papá de Marcie hace diez años. Cuando sus anuncios concesionarios fueron a la
televisión, no me puedo decidir si se trataba de cirugía plástica lo que le hacía parecer tan joven, o simplemente grandes cantidades de maquillaje.
Me agarró del codo y tiró de mí hasta su altura.
—No me vas a botar ahora.
Vee miró en el interior, con el ceño fruncido. —Está bien, pero te lo advierto, si veo un par de bragas, me voy de aquí. Lo mismo va para condones usados.
Abrí la boca, y luego la cerré. Las posibilidades de ver ambos eran bastante altas, y estaba en mi mejor interés no aceptar oficialmente sus términos.
Me salvé de la discusión por Marcie, quien desfiló desde la oscuridad cargando una ponchera. Ella dio una mirada crítica entre nosotras.
—Te invité —me dijo—, pero no a ella.
—Es bueno verte, también —dijo Vee.
Marcie escudriño a Vee lentamente, de pies a cabeza. —¿No solías estar en una estúpida dieta de colores? Me parece que renunciaste incluso antes de empezar.
—Ella volvió su atención hacia mí—. Y tú. Lindo ojo negro.
—¿Has oído algo, _________________? —preguntó Vee—. Pensé haber escuchado algo.
—Definitivamente oíste algo —estuve de acuerdo.
—¿Podría ser... un pedo de perro lo que oí? —Vee me preguntó.
Asentí con la cabeza. —Yo creo que sí.
Los ojos de Marcie se volvieron rendijas. —Ja, ja.
—Allí fue de nuevo —dijo Vee—. Al parecer, este perro tiene un verdadero de mal de gases. Tal vez deberíamos darle de comer Tums.
Marcie empujó la ponchera hacia nosotras. —Donación. Nadie entra sin una.
—¿Qué? —Dijimos Vee y yo al mismo tiempo.
—Do-na-ción. Realmente crees que te invite sin un orden del día, ¿verdad? Necesito tu dinero. Puro y simple.
Vee y yo miramos la ponchera, que estaba nadando con billetes de dólar.
—¿Para qué es el dinero? —Le pregunté.
—Nuevos uniformes para las animadoras. El equipo quiere unos con el torso desnudo, pero, la escuela es muy barata para los nuevos así que estoy recaudando fondos.
—Esto debe ser interesante —dijo Vee—. El término ―Equipo de Putas‖ tendrá un significado totalmente nuevo.
—¡Lo tendrá! —Dijo Marcie, con el rostro oscuro de sangre.
—¿Quieres entrar? Es mejor que tengas uno de a veinte. Si haces otro comentario. Voy a aumentar el cargo a cuarenta.
Vee me empujó en el brazo. —Yo no me apunte para esto. Tú pagas.
—¿Diez cada una? —Le ofrecí.
—De ninguna manera. Esta fue tu idea. Paga la cuenta.
Me enfrenté a Marcie y le di una sonrisa. —Veinte dólares es mucho —Razoné.
—Sí, pero piensa en lo increíble que me veré en ese uniforme —dijo—. Tengo que hacer quinientos abdominales cada noche para que pueda reducir mi cintura de veinticinco hasta veinticuatro pulgadas antes de que empiecen las clases. No puedo tener una pulgada de grasa si voy a llevar el torso desnudo.
No me atreví a contaminar mi mente con una imagen mental de Marcie en un uniforme de animadora promiscua, y en su lugar, dije:
—¿Qué tal quince?
Marcie ahuecó la mano en la cadera y parecía a punto de cerrar la puerta de golpe.
—Está bien, cálmate, vamos a pagar —dijo Vee, buscando en su bolsillo trasero del pantalón. Ella metió un fajo de billetes dentro de la ponchera, así que no sé vio cuanto fue
—. Me debes una grande —me dijo.
—Se supone que me debes dejar contar el dinero en primer lugar —Marcie dijo, hurgando en la ponchera, tratando de recuperar la donación de Vee.
—Sólo supuse que veinte era demasiado para que pudieras contar —Vee dijo—. Mis disculpas.
Los ojos de Marcie se redujeron de nuevo, entonces ella giró sobre sus talones y se llevó la ponchera a la casa.
—¿Cuánto le diste? —Le pregunté a Vee.
—Nada. Metí un condón.
Levanté las cejas. —¿Desde cuándo llevas condones?
—Levanté uno del césped en nuestro camino por el sendero. ¿Quién sabe, tal vez Marcie vaya a usarlo. Entonces habré hecho mi parte para mantenerla fuera de la reserva genética.
:hi:
Ionee
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
Patch patch patch sos un boludo importante ehh!!! me anoto al club odiamos a marcie!!! che esta es boluda o se hace?? yo q ella me voy a la mierda ni siquiera tendria q haber ido a la fiesta! me di cuenta q es masoquista!!! quiero cap con patch pero lindo basta de sufrir! :sad:
siguela!!!!!!!!
siguela!!!!!!!!
jb_fanvanu
Re: "Love The Way You Lie" (Joe & Tu) ♥ 2da Temporada♥
OPINO LO MISMO!!
SOMOS UNAS MASOQUITAS O QUE?
BUE... EN FIN! LA NOVE ESTA MUY BUENA.
QUIERO QUE LA SIGAS TAN PRONTO COMO PUEDAS!!! XD
QUE ESTES BIEN!
XOXO
JAVI'S JONAS
SOMOS UNAS MASOQUITAS O QUE?
BUE... EN FIN! LA NOVE ESTA MUY BUENA.
QUIERO QUE LA SIGAS TAN PRONTO COMO PUEDAS!!! XD
QUE ESTES BIEN!
XOXO
JAVI'S JONAS
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