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Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
ay llore con la muerte de Rocco, que triste :misery:
vale, Nicholas tienes que tratar ese problema de bipolaridad que tienes
siguelaaaa
vale, Nicholas tienes que tratar ese problema de bipolaridad que tienes
siguelaaaa
JB&1D2
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Fuck!
Nicholas, tu tienes un horrible caso de bipolaridad!
Dios, primero la besas, luego la dejas
Primero le dices que moririas si la pierdes(oqno)y al rato que se tiene que ir!
Señor! QUIEN te entiendo
Por que yo no!
Bueno, hoy me siento un poco mejor!
Siguela
Nicholas, tu tienes un horrible caso de bipolaridad!
Dios, primero la besas, luego la dejas
Primero le dices que moririas si la pierdes(oqno)y al rato que se tiene que ir!
Señor! QUIEN te entiendo
Por que yo no!
Bueno, hoy me siento un poco mejor!
Siguela
Val x.
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
aranzhitha escribió:aun sigo enojada por que murio Rocco!!
Entonces para que nos hacian encariñarnos con él, si iba a morir??!!
Pobre Nicho perdio a su hermanito!!!
Pero no debe de dejar a la rayiz!!
Siguela!!
Lo sé, y se comprende nos tomará tiempo acostumbrarnos a no tener a Rocco
:gasp: :gasp: :gasp: :gasp:
Bueno ya verás que pasa!
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
chelis escribió:CREO QUE DESDE QUE MURIO ROCCO!!! YA NO SERA LO MISMO EN ESTA NOVE!!!!... Y TODAVIA ESTOY TRISTE!!!!!!...... PERO SE QUE SIGUEN COSAS UN POCO MEJOR!!!.. AAAAIIIII NO DEJO DE PENSAR EN ROCCO!!!!!
SIGUE!!!... Y SI RECOMIENDO QUE DR. FLYN TRATE A ESTE NICK!!!
Bueno a Rocco nadie lo remplazará, pero aún tenemos más historia que conocer...
Sip, aún sigo en shock con todo esto también!
JAJAJA siii, propongo que a todas nos trate el Dr. Flyn! ;)
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
ElitzJb escribió:por que dime por que rocco .. :lloro: :wut: :lloro:
dios mio llore a mares recuerdo todo lo q hacia y me pongo pero.
lo extrañare demasiado :lloro:
hay tantos sentimientos encontrados aqui q la hacen una estupenda nove
de verdad no hay ninguna igual a esta pero dime plis xq KID... :(
mi estado es: depresivo x rocco
x un lado me alegra full q las cosas entre ellos dos se estén aclarando
y x otro lado quiero q corra sangre, venganza x lo q le hicieron a kid y q sufran x haberlo matado :(
quiero mas por fis creo q durante toda la nove no superare a rocco ya no sera igual hara mucha falta su valentía de niño alfa, su glotonería su entusiasmo x hacer q nicholas lo alabara un poco en fin me va a ser falta el :wut:
en fin esto cada vez se pone mas y mas impresionante e interesante
sigueeeeeeeeeeee
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Lo mismo quisiera saber yo!
Pq Rocco!
:sad: :sad: :sad: :sad:
Lo sé, esta nove en lo personal a pesar de todo la Amo!
Aún nos quedan muchos misterios que resolver!
Buscaremos venganza, no lo dudes!
Sip, cada vez esta mejor! ;)
Nos estamos leyendo! *.*
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Pamm Jonas escribió: NO SE QUE DECIR !ESTO ES TAN TRISTE, CONFUSO Y HERMOSO A LA VEZ.
SI TAN SOLO NICK SE QUISIERA QUEDAR TODO ESTARÍA BIEN.
ROCCO... NO PUEDO, ES MUCHO NO CREO PODER VIVIR SIN ROCCO Y GRIFF AUN NO LO HE ENCONTRADO!! POR QUÉ?? ESTO ES TAN TRÁGICO. ROCCO NOOO ES IMPOSIBLE PERO MI VENGANZA SERÁ GANDE Y SI FRANCES TIENE ALGO QUE VER EN ESTO LA MATARÉ Y DANIEL SE QUEDARÁ CONMIGO Y SI NICHOLAS QUIERE ESTAR CON NOSOTROS COMO FAMILIA BIEN, SINO QUE SE ALEJE PORQUE SU BIPOLARIDAD ME TIENE HARTA . YA MEJOR DÉJAME IR Y HABER SI TE PARECE QUE ME VAYA CON DEMIEN NOO?? AGGGHH ESTO ES TAN PLOGORNG!! UN PLOGORNG RARO!
SIGUELAAA QUE A NICK TENGO QUE DECIRLE MUCHO SI ME AMA YA HAY QUE SUPERAR ESTO JUNTOS, MÁS AHORA QUE ROCCO NO ESTÁ!!
SIGUELAA :D
:wut: :wut: :wut: :wut:
Lo sé, todos los sentimientos encontrados!
Te diré que Griff esta bien, pronto lo leerás de nuevo! ;)
Rocco, vengaremos tu muerte!
Todos los responsables pagarán! :twisted:
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
JB&1D2 escribió:ay llore con la muerte de Rocco, que triste :misery:
vale, Nicholas tienes que tratar ese problema de bipolaridad que tienes
siguelaaaa
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Me paso lo mismo!
:sad: :sad: :sad: :sad:
Rocco!
xD Esperemos que el Nicholas trabaje en ello...
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Valeefor1D ツ escribió:Fuck!
Nicholas, tu tienes un horrible caso de bipolaridad!
Dios, primero la besas, luego la dejas
Primero le dices que moririas si la pierdes(oqno)y al rato que se tiene que ir!
Señor! QUIEN te entiendo
Por que yo no!
Bueno, hoy me siento un poco mejor!
Siguela
:imdead: :imdead: :imdead: :imdead:
Totalmente de acuerdo contigo!
Nicholas tiene un problema muy grave!
Esperemos que trabajes en el!
Nos estamos leyendo! ;)
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
• Uniendo las Piezas - Capitulo 22 •
Lo recordé.
Rocco estaba extendido en el suelo. Le grité que se levantara, pero se rehusó a moverse. Yo estaba desesperada. Él estaba tumbado en el césped justo frente a mí, y me agaché, tratando de llegar a él, pero alguien me detuvo. Luché contra la mano que me tenía agarrada desde la parte trasera de mi camisa y me giré para ver a Norestrom sentado frente a mí en la mesa de picnic. Yo estaba de regreso afuera de la Universidad de Callister. Ahora sabía que el hombre que se unió a mí durante mi hora de almuerzo todo este tiempo se había llamado Norestrom.
Me desperté con un sudor frío. Nicholas me sostenía contra él. Yo estaba gritando el nombre de Rocco. Su rostro se había implantado en mi cerebro mientras dormía, y no se iba a ninguna parte. Nicholas me meció adelante y atrás mientras lágrimas caían y yo comenzaba a temblar de nuevo. Pero algo era diferente esta vez. No quería seguir descontrolada más. Después de un par de minutos, me obligué a calmarme, y me volví hacia Nicholas. Él parecía enfermo de preocupación.
—____(tn), ¿Estás…?
—¿Quién es Norestrom? —Pregunté directamente, limpiando la humedad de mi rostro.
Él se sorprendió. —¿Por qué lo preguntas?
—Porque Norestrom es como Rocco llamó al hombre esa noche —le dije.
—____(tn), ¿Recuerdas todo lo que pasó esa noche?
Asentí, porque lo recordaba.
—¿Crees poder decirme todo lo que recuerdas? —preguntó con cautela.
Asentí nuevamente. No esperé un mayor estímulo y comencé mi discurso de inmediato. Los disparos a lo lejos, la llamada telefónica con Nicholas, la vista desde la caja de mimbre… las palabras salían a borbones de mi boca. No podía detenerme. Mientras las lágrimas imperceptiblemente seguían corriendo por mis mejillas, el rostro de Nicholas se mantuvo sin cambios. Escuchó todas mis palabras sin preguntas, ni interrupciones.
Para cuando terminé con la parte donde Nicholas vino a buscarme en el bosque, Nicholas ya estaba rebuscando en los vaqueros que él había dejado encima del pasamano y encontró su móvil. Presionó una tecla, y escuché a Spider murmurar un ―hola en el otro extremo.
—Fue Norestrom —dijo Nicholas con frialdad—. Lo quiero —luego colgó la llamada y volvió a mí, mientras yo sorbía cada lágrima que había dejado salir. Me abrazó fuertemente. Podía decir por la brevedad de su respiración y la tensión de su cuerpo que él estaba furioso. Pero continuó sosteniéndome sin vacilar.
A la mañana siguiente, desperté con el sonido de su voz proviniendo desde afuera. Bajé las escaleras y me asomé por la ventana. Nicholas caminaba de un lado a otro en el viejo pórtico, hablando rápidamente por su móvil. Pude escucharlo relatar mi historia furiosamente a quien sea que escuchaba al otro lado. Él estaba fuera de sí, y una serie de maldiciones precedían y seguían después del nombre de Norestrom.
Yo aproveché la oportunidad para lavar mi rostro y tomar una ducha con agua hirviendo. A medida que la suciedad era lavada de mi cuerpo, también lo hicieron mis pensamientos desordenados. Todo en mi cabeza era claro una vez más, y aunque mi corazón todavía se sentía como si fuera apretado cada vez que pensaba en Rocco, no dejé que mi cerebro huyera de esto más. Me permití a mí misma sentir el dolor y recordar todo lo que ocurrió. Cuando salí del baño, Nicholas aún seguía afuera. No podía oír ya su voz, así que salí a buscarlo. Él estaba sentado en una de las sillas mecedoras del pórtico, mirando a lo lejos. Esta vez me acerqué a él. Lo besé en la mejilla y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
Nicholas siguió mi ejemplo y me sostuvo cerca de él en un triturador abrazo de oso. Su cuerpo poco a poco comenzó a relajarse y hundió su cabeza en mi cuello.
Después de un rato, levantó su mirada con sus oscuros y cansados ojos. —Hay algo que necesito hacer hoy —anunció—. Tienes que venir conmigo. No puedo dejarte aquí sola.
Mientras Nicholas se duchó, yo conseguí el desayuno. Él salió del baño vestido en vaqueros y nada más. No pude evitar comérmelo con los ojos mientras caminaba por allí con el torso desnudo. Nunca me gustaron los tatuajes —pero todo en Nicholas, especialmente sus tatuajes, lo hacían irresistible. Cuando Nicholas me pilló mirándole, rápidamente desvié la mirada, casi dejando caer una taza en el proceso.
—Entonces, ¿A dónde vamos? —pregunté, obviamente intentando cambiar de tema.
—A donde mi madre —contestó, metiendo un trozo de pan en su boca.
No pude ocultar mi sorpresa al escuchar esto.
Nos alejamos de la casa y regresamos a la ciudad. Nicholas condujo demasiado rápido, y yo noté que su mano comenzaba a apretar la mía con fuerza.
—Necesitas prepararte para esto —me advirtió—. Mi madre puede ser bastante chocante cuando es la primera vez que la conoces.
Le sonreí para tranquilizarlo. No podía imaginar una madre más horripilante que la mía.
Nos adentramos en uno de los barrios de Callister. Estábamos a mitad de semana. Las calles casi vacías, excepto por los hombres y chicos que merodeaban por las esquinas, mirándonos mientras conducíamos por allí. La mayoría de las tiendas estaban cerradas con tablas. Las que permanecían abiertas eran protegidas por rejas de acero, con luces parpadeantes de neón apenas brillando a través del sucio cristal. Las calles estaban llenas de bolsas de basura y cajas de cartón vacías, desglosadas y apiladas a un lado del camino. Botellas y otras basuras se encontraban esparcidas por las aceras y al pie de los viejos edificios.
Mientras veía hacia el frente, podía sentir a Nicholas mirándome con ansiedad, en busca de cualquier signo de rebelión. Intenté no mostrar nada y continué observando la escena.
Doblamos en una de las calles laterales y nos encontramos con filas y filas de viviendas de bajos ingresos. La mayoría de los lotes tenían pavimento alrededor de las casa; las casas que tenían hierba al frente, en algunas llegaba hasta la rodilla, hasta tenían muebles dañados y viejos en el patio. Observé a una mujer mayor pasear lentamente por la acera, tirando de su feo gatito con una correa. Hay una de esas en cada vecindario.
Nicholas se estacionó frente una casa vieja y apagó el motor. Se sentó en silencio durante unos segundos, incómodo mirando al frente.
—¿Esta es la casa de tu madre? —pregunté, rompiendo el silencio.
—Sí —afirmó.
—Así que aquí es donde creciste —reflexioné mirando hacia la casa.
La casa de su madre tenía una fachada de ladrillo rojo y una puerta de aluminio con la mosquitera rota y una puerta café sin ventanas. El techo del pórtico parecía poder venirse abajo en cualquier momento. El patio delantero tenía sillas viejas rotas y tiradas, y botellas aparecían entre la hierba crecida.
—No. La casa donde mi madre y yo vivíamos era mucho peor que esto —dijo—. La ciudad la derrumbó un par de años atrás.
Nicholas me miraba nerviosamente.
—Bueno —le animé—, ¿vamos a entrar o solo nos quedaremos aquí sentados?
Nicholas suspiró y relajó el amarre en mi mano, y salió del Audi. Me encontré con él en la acera, donde rápidamente tomó mi mano una vez más. Dimos un paseo en tándem por el jardín, rodeando la basura, y finalmente nos detuvimos frente a la puerta principal. Con una inmensa inhalación y una última mirada inquieta hacia mí, Nicholas tocó la puerta.
Podíamos escuchar la televisión en el fondo. Cuando nadie vino, tocó otra vez.
Esperamos por un minuto, pero todavía no pasó nada. Nicholas dejó escapar otro suspiro, abrió la puerta de aluminio con un chirrido, y empujó la puerta sin ventanas. Se asomó en el interior primero y, con una mano protectoramente en mi espalda baja, me guió dentro.
El olor a moho y cigarro llegó a mi nariz tan pronto como entré, pero yo seguí manteniendo mi sangre fría. Había hordas de basura amontonadas en el pasillo y en las escaleras que conducían a un segundo piso. El papel rosa en el pasillo estaba amarillento y se despegaba de algunos puntos, y la sucia alfombra verde salpicada de quemaduras de cigarros. Salté cuando un gato se asomó detrás de una pila de ropa que había en el suelo.
Nicholas puso su brazo alrededor de mis hombros. Pude ver que él estaba avergonzado de tenerme allí. Sonreí para apoyarlo, pero no estoy segura de si me creyó.
Entramos en la sala, donde dos niñas y un niño se encontraban sentados lado a lado en el sofá, viendo caricaturas en la televisión. Se veían demasiado pequeños en ese enorme sofá. Una de las niñas rubias tenía grandes nudos en su cabello. Sus pies descalzos estaban sucios y sus ojos parecían casi salvajes mientras nos observaba acercándonos. Noté que el pequeño niño tenía los mismos ojos oscuros de Nicholas.
—¿Dónde está su mamá? —Les preguntó abruptamente Nicholas.
La mayor de las niñas señaló inexpresivamente hacia una puerta.
Pasamos a los niños y nos dirigimos a la cocina, donde una nube de humo de cigarro flotaba en el aire. La mitad de las puertas de los armarios colgaba de las bisagras o no las tenían. Había un montón de platos y ollas apilados en el fregadero, sobre la estufa y en el mostrador. El suelo crujió mientras entramos.
Una señora estaba sentada sola en la mesa de la cocina, con un enorme vaso de plástico medio lleno de cerveza frente de ella, dos botellas vacías de cerveza a su lado, y un cigarrillo encendido sobre un cenicero desbordado de ceniza. Levantó la cabeza y miró a Nicholas mientras entramos. El sonido de la televisión en el fondo se encontró con el grifo goteando del fregadero. Nos quedamos allí en silencio mientras la señora tomaba una bocanada de aire de su cigarrillo y parecía perdida en sus pensamientos.
Hizo una mueca de desprecio cuando finalmente reconoció a Nicholas. —¿Qué demonios estás haciendo aquí? —Le gruñó—. ¿Y quién diablos eres tú? —dijo, girándose a mí.
—Mamá, esta es ____(tApodo)… ____(tn) —se corrigió a sí mismo nerviosamente. Le sonreí a ella.
—Trajiste a una chica contigo. Esta es la primera vez —con el cigarrillo colgando de su labio inferior, la mamá de Nicholas se levantó y puso su mano en mi hombro, instruyéndome a que me sentara en la mesa—. Debe de ser bastante serio para que mi chico te traiga aquí. Él es generalmente demasiado orgulloso para presentarme a alguno de sus amigos, al parecer, es demasiado bueno para su propia madre.
La madre de Nicholas se sentó de nuevo, y Nicholas tiró de una silla para él.
—¿Puedo hacer que los niños consigan algo de comer? —preguntó ella, con dulzura.
—No, estamos bien —respondió apresuradamente Nicholas por ambos.
Ella tenía su cabello rubio teñido y ondulado sobre sus hombros — aunque, por el cabello de raíz, supongo que su color natural era bastante cerca al oscuro de Nicholas. Vestía una apretada blusa sin mangas con cuello en V que dejaba al descubierto su bien dotado escote. Por desgracia, también hacía hincapié en su panza de cerveza que se cernía sobre sus ceñidos vaqueros. La sombra azul en sus parpados resaltaban sus hermosos ojos oscuros, y casi todas las colillas de cigarro en el cenicero aún tenían restos de labial rojo sobre ellos. Su piel era transparente, como el papel del tipo para envolver regalos.
Permanecimos en silencio mientras la madre de Nicholas tomó un trago de su cerveza y me miraba por encima del borde de su vaso. —Eres demasiada flaca y estás muy pálida. Necesitas ponerte un poco de maquillaje —anunció hacia la mesa—, pero dudo que haya algo que puedas hacer para mejorar ese color de pelo. ¿Has intentado teñirlo? La señora de al lado vende pelucas, están hechas de cabello natural. Puedo conseguírtelas a buen precio.
Pude sentir la sangre corriendo hacia mis mejillas.
Nicholas estaba furioso. —No he venido para que puedas insultar a mi novia. Vine a hablarte sobre Rocco.
—¿Rocco? —Preguntó entre bocanadas—. ¿Dónde está ese bastardo?
—Se inclinó sobre la mesa, sonriéndome—. Sabes que ese niño ingrato me dejó sola, sin despedirse ni nada —agregó—. Estaba preocupada y casi llamé a la policía hasta que Nicky me llamó hace unas semanas para decirme que Rocco estaba con él —Nicholas rodó sus ojos mientras su madre se giraba hacia él—. Parece que todos mis hijos eventualmente me dejan para valerme por mí misma.
Nos sentamos en un incómodo silencio otra vez. La madre de Nicholas se levantó para buscar otra botella de cerveza de la nevera. La pierna de Nicholas temblaba de nervios, mentalmente preparándose para darle las noticias a su madre.
—Viniste a hablarme de Rocco, así que habla —instó ella. Se sentó y se sirvió otro vaso lleno.
Nicholas se aclaró la garganta y miró sus manos entrelazadas en la mesa. —Rocco está… él está muerto.
Su madre inmediatamente levantó la vista y miró de Nicholas a mí.
Las lágrimas brotaron de mis ojos, y el nudo en mi garganta creció. Tuve que apartar la mirada.
—¿Qué? —preguntó ella, incrédula.
—Le dispararon y lo mataron hace unos días —dijo Nicholas, su voz temblorosa.
Su madre se puso de pie y comenzó a caminar alrededor de la cocina, negando con la cabeza. La oí murmurando y diciendo cosas en voz baja. Finalmente se detuvo y le dirigió una mueca a Nicholas.
—No eres más que una paria —gruñó hacia él—. Yo no peleé o hice que la policía trajera a Rocco de regreso cuando me enteré que él estaba contigo, porque él se parecía tanto a ti. Y ahora vienes aquí con tu coche caro y tu pequeña novia y crees que eso te hace mejor que el resto de nosotros. Todo tu dinero consiguió que mi pequeño Rocco muriera. No eres más que un bastardo, igual que tu padre. Arruinaste mi vida, y ahora has arruinado la vida de mi hijo Rocco. Maldigo el día en que naciste.
Mis manos en puño, mi mandíbula apretada. Observé a Nicholas. Él estaba bastante calmado, como si ya hubiera esperado esto de su madre.
Él se levantó y sacó una gran pila de billetes de cien dólares.
—Alguien se contactará contigo con los detalles del funeral —dijo él, mientras dejaba el dinero en la mesa—. Asegúrate de que algo de esto vaya para la comida de esos niños —se levantó y suavemente tiró de mi silla para ayudarme a levantarme. Mientras salíamos de la cocina, vi a la madre de Nicholas arrebatar el dinero de la mesa y guardarlo debajo de su blusa.
Ninguno de los dos habló en el auto. Los ojos de Nicholas miraban distraídamente el camino mientras atravesábamos las calles. Pasamos junto a una farola, y en vez de girar por el camino en el que llegamos,
Nicholas siguió conduciendo y dobló por un estrecho callejón en su lugar.
Había apenas unos centímetros entre los espejos laterales del auto y las paredes del almacén que flanqueaban el callejón. Continuó conduciendo peligrosamente rápido hasta que llegamos al final, donde terminaba una cadena de almacenes y había un carril abierto en un muelle improvisado de grava y rocas con vistas al río Callister.
Nicholas se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del auto.
Metió las manos en los bolsillos y se apoyó contra la rigidez del capó. Salí, me subí en el capó y envolví mis brazos alrededor de él. Su cuerpo estaba rígido, y dejaba escapar cortas respiraciones, estaba enojado. Cuando tiré de él más cerca de mí, sentí sus músculos lentamente relajarse de nuevo.
—Solía venir mucho por aquí cuando era un niño y necesitaba alejarme de mi mamá —expresó.
Miré alrededor. Estábamos en la bahía de la parte comercial del río.
Las fábricas y chimeneas bordeaban las orillas y barcazas que transportaban grandes cajas de acero flotaban hacia atrás y adelante a través del puerto. Un pez muerto flotó en el agua marrón por las rocas.
—Es encantador —comenté.
Rió entre dientes. —Yo no tenía mucho de qué preocuparme en ese entonces —se giró para enfrentarme—. Así que, conociste a mi madre — dijo con amargura—. ¿Qué te parece?
Le sonreí tímidamente. —Ella es encantadora también, Nicky. Se estremeció. —Por favor, no me llames nunca así. Lo odio.
Me incliné y lo besé suavemente, no queriendo que se alejara.
Nos tumbamos en el capó del coche y escuché los silbidos de vapor que soplaban desde la otra orilla. Pensé en Rocco y finalmente entendí por qué había estado tan desesperado en hacer una vida lejos de su madre.
Otro pensamiento vino, y me volví hacia Nicholas.
—Esa noche, cuando esos hombres vinieron, Norestrom le preguntó a Rocco dónde estaba yo. Me buscaban.
—¿Eh? —contestó Nicholas cuidadosamente.
—Esta no fue la primera vez que lo veía —confesé.
El interés de Nicholas despertó. —¿Quién? ¿Norestrom?
Asentí y le conté sobre el día que Norestrom se unió a mí en la mesa de picnic en la escuela. Nicholas se puso furioso y se acercó al borde del agua, maldiciendo por lo bajo.
—Necesito que me digas —supliqué—. ¿Rocco murió por mí?
—Él no murió por ti. Rocco murió por la codicia de un hombre.
—No entiendo qué tiene que ver eso conmigo —dije.
Él se sentó en el capó y tiró de mis piernas, deslizándome más cerca de él. —Antes de que tu hermano y yo comenzáramos el negocio, un tipo llamado Shield ya tenía el poder de casi todo el mercado clandestino. Él controlaba los envíos, ventas, tratos, y todo el dinero que venía con ello. Tenía conexiones en todas partes, y los líderes de las bandas le permitían controlarlo todo porque tenían miedo de él y sus conexiones. Cuando tu hermano, Spider, y yo entramos y comenzamos a hacer contactos con los líderes de las bandas, todos comenzaron a unir fuerzas con nosotros. A pesar de que Bill era un negociador bastante suave, los líderes de las bandas no necesitaron que los convenciéramos mucho; ninguno de ellos confiaba en Shield, y habían estado buscando una salida. Los líderes estaban felices; y Shield perdió todo, pero algunos pequeños negocios lo mantuvieron a flote. Intentó amenazarnos a nosotros y a los otros líderes con sus conexiones, pero con todos los líderes unidos pacíficamente no había mucho que Shield pudiera hacer.
Aunque era difícil para mí imaginar a mi hermano siendo algo además de un gran bobo, yo aún no lo entendía. —¿Qué tiene eso que ver conmigo?
—Shield siente que le robamos el negocio y que nosotros debemos pagarle por eso. Después de que Bill murió, él apeló a los líderes, pidiendo que el dinero de Bill se le fuera dado. Los líderes se rieron en su rostro. Ahora Shield viene detrás de ti por ese dinero.
—Yo no tengo dinero, Nicholas. Mis padres dejaron de enviarme dinero después de que se molestaron por regresárselos.
Nicholas arqueó sus cejas. —Nunca entendí eso. ¿Por qué elegiste una vida más difícil para ti cuando el dinero de tus padres te abriría las puertas que para el resto del mundo están cerradas? Podías hacer cualquier cosa que quieras con el dinero que te daban.
—Puedo hacer lo que yo quiera con el dinero de mis padres siempre y cuando yo elija hacer lo que ellos quieren que haga —me quejé. Nicholas parecía confundido. Negué con la cabeza, nerviosa—. Es complicado. No cambies el tema. El punto es que yo no tengo dinero, y este tipo Shield pierde su tiempo.
—En realidad, lo tienes. Tienes la herencia de Bill, la cual es bastante generosa, debo añadir.
—Creo que yo recordaría si Bill me hubiera dejado algo. No lo hizo.
—Sí, lo hizo —discutió Nicholas mientras alargaba su mano y la deslizaba en el centro de mi pecho. Me congelé en mi lugar. Él sacó su mano, con el colgante de ángel que mi hermano me había dado entre sus dedos.
Me reí, quitando un poco el nerviosismo que me quedó después de su toque. —Odio decirte eso, Nicholas, pero eso vale unos cientos de dólares a lo máximo. No creo que Shield se quede satisfecho si le pago con este collar.
—Mira más de cerca —exhortó—. ¿Qué vez?
Le seguí la corriente y bajé la mirada. No había nada inusual allí.
Era precioso para mí. Un ángel de pie sobre un pedestal con una gema rosada en el centro. Me encogí de hombros al darme por vencida.
—Mira más de cerca —sostuvo el pendiente hacia abajo para que el pedestal me encarara.
—Brillante plata y los códigos del producto.
—No son códigos del producto, son números de cuentas bancarias. Bill abrió cuentas bancarias en el extranjero, en las Islas Caimán, para ti antes de morir, con la promesa mía de mover todo su dinero a ellas si algo llegaba a ocurrirle. Yo mantuve mi promesa, también —dijo, guiñándome un ojo.
Por primera vez, noté que los números significaban algo, pero eso aún no explicaba todo. La última vez que yo me había visto en el espejo, no vi nada amenazante. —¿Por qué esta persona llamada Shield no envió uno de sus tontos soldados a robarme el collar?
—Porque no tiene idea de que la información que están buscando ha estado colgado alrededor de tu cuello por años, y hasta el día que me vieron contigo, ellos no tenían idea de que tú tuvieras el dinero. Asumieron que Carly, Spider y yo nos lo quedamos.
—¿Qué tiene que ver que te vieran conmigo con eso?
—Creo que los chicos de Shield han estado siguiéndome durante un tiempo. Alguien debió haberles avisado que yo estaba gastando mucho dinero en los proyectos cuando yo no tenía negocios que me condujeran aquí —dijo sonriéndome—. Cuando Meatball te persiguió… y nosotros oficialmente nos encontramos, me asusté porque tenía miedo de que ellos averiguaran quién eras. En retrospectiva, si te hubiera dejado sola y no hubiera regresado otra vez, yo no creo que ellos pensaran algo más que mi estúpido perro atacando a una chica —sostuvo mi mirada—. Pero realmente odié verte tan molesta conmigo ese día, y Meatball rompió el viejo Walkman… yo sólo no podía dejarlo así. Tuve que regresar y arreglarlo.
—Me alegra que lo hicieras.
Sonrió con una sonrisa tensa. —Bueno, no debí haberlo hecho, porque la segunda vez que nos vimos confirmé sus sospechas de que algo pasaba. Shield envió a uno de sus mejores hombres para respaldar la historia de sus vigilantes. Cuando lo vi corriendo pasando frente a nosotros supe que algo tramaba.
Las cosas repentinamente tuvieron sentido. —¿El corredor? ¿El del cementerio?
Asintió sombríamente. —Él es el peor de su clase. No te hubiera simplemente secuestrado… te hubiera hecho cosas mucho más desagradables antes de llevarte de vuelta con Shield. Cuando le oí decir en el cementerio lo que planeaba hacerte me volví loco… perdí completamente el control.
Recordé esa noche en el cementerio y la incontrolable ira en el rostro de Nicholas mientras le disparaba al hombre en varias ocasiones.
—Shiled debió haber enviado a Norestrom a intentar obtener algo de información sobre ti —razonó él.
—¿Cómo está Norestrom relacionado con Shield?
—Norsetrom es la mano derecha de Shield, es algo cercano como Spider lo es conmigo.
—Pero yo no le dije nada a Norestrom.
Sonrió calmadamente. —Creo que ellos ya sospechaban quién eras tú por tu cabello. Supongo que alguien les debió haber dicho que Bill tenía una hermana menor con un llameante cabello rojo —normalmente me hubiera ofendido con ese comentario, pero Nicholas tenía una encantadora sonrisa en su rostro, así que lo dejé salirse con el suya… por ahora—. Es por eso que planearon una trampa para ver si eras realmente tú. Pero yo no lo entendí a tiempo.
—¿Una trampa? —No recordé haber caído en un hoyo cubierto por hojas o quedar atrapada colgando de un árbol entre redes.
—Normalmente le pagamos a un pandillero para que mantenga la tumba de Bill limpia —explicó—. Pero los bastardos tiraron basura en la tumba de Bill justo antes de que tú llegaras. Claro, tú no podrías resistirte a limpiar el desastre, ¿verdad? —se burló—. Cuando te detuviste, ellos supieron sin duda quién eras, y nosotros detuvimos al hombre de Shield que venía tras de ti. Spider y yo lo agarramos justo cuando corría en el cementerio detrás de ti.
—¿Spider sabía quién era yo?
—Él sabía que Bill tenía una hermana, pero eso es todo —Nicholas pasó los dedos por su cabello—. Créeme, no fue una linda conversación cuando tuve que admitir ante él que había estado secretamente vigilándote, y que por eso tendríamos que matar a uno de los mejores chicos de Shield, posiblemente comenzando una guerra de pandillas.
—Debiste de haber tenido un montón de problemas por mi culpa — reflexioné con aire de culpabilidad.
Asintió. —Tuvimos que hablar con uno de los líderes de las bandas locales, porque los líderes no te permiten cazar a otros sin su permiso. Pero, en su mayor parte, intenté mantener todo lo más silencioso posible para que nadie supiera de ti. Por eso traje a Rocco para observarte, y bueno, ya sabes cómo terminó eso —sonrió con dolor al recordar a su pequeño hermano—. Cuando regresamos a la granja, tuve una reunión de emergencia con todos los líderes y les di mi versión de los eventos antes de que Shield fuera con ellos. Les dejé votar por mi destino. Todos odian a Shield, así que me dieron el voto unánime de apoyo inmediatamente.
Me volví hacia él. —¿Cuál fue tu versión, exactamente?
Sonrió con picardía. —Estrictamente lo que necesitaban saber, que Shield intentaba ir detrás del dinero, incluso después de que él les dijo a todos los líderes que no le pertenecía, y que intentó atacar al beneficiario de la herencia de Bill.
El recuerdo del día que escuché hablar fríamente a Nicholas con Manny sobre mí en su oficina resurgió. —Y que te ocuparías de la insignificante chica quien fue testigo de todo —agregué. No pude ocultar el dolor en mi voz.
Nicholas tomó mi rostro entre sus manos. —____(tn), si yo les dijera la verdad sobre mis sentimientos por ti, la información se esparciría muy rápido, y te convertirías en un objetivo, no sólo por tu dinero, sino porque sabrían que podrían controlarme si te atrapan.
Presionó tranquilizadoramente sus labios contra los míos, pero luego se detuvo a sí mismo y se apartó.
Fuimos a almorzar a un restaurante pequeño que Nicholas conocía.
Luego hicimos nuestro camino de vuelta a la cabaña, donde Meatball nos esperaba, su piel todavía húmeda por el reciente baño. Nicholas me convenció para unirme a él en el lago. Aunque no me gustaba encontrar hojas de nenúfar viscosas pegadas entre los dedos de mis pies, estar sólo en el agua con Nicholas valía la pena toda la viscosidad de las malas hiervas.
Cuando el sol se puso, nos metimos en la cama, y busqué una distracción. Lo que encontré me sorprendió.
—¿Por qué no puedes matar a Shield? —Le pregunté, antes de notar que acababa de sugerir que asesinara a alguien.
Nicholas no estuvo sorprendido por mi pregunta. —Desearía poder deshacerme de él tan fácilmente, pero tiene demasiadas conexiones.
Cuando alguien como él desaparece o aparece muerto, la gente comienza a hacer preguntas y entrometerse en nuestras cosas. De todos modos, una decisión como esa tiene que ser tomada por todos los líderes, no sólo por mí. Ellos nunca se arriesgarían a llamar la atención de los federales sólo para que yo pueda proteger a la chica que amo.
Su voz se desvaneció y se quedó dormido.
Rocco estaba extendido en el suelo. Le grité que se levantara, pero se rehusó a moverse. Yo estaba desesperada. Él estaba tumbado en el césped justo frente a mí, y me agaché, tratando de llegar a él, pero alguien me detuvo. Luché contra la mano que me tenía agarrada desde la parte trasera de mi camisa y me giré para ver a Norestrom sentado frente a mí en la mesa de picnic. Yo estaba de regreso afuera de la Universidad de Callister. Ahora sabía que el hombre que se unió a mí durante mi hora de almuerzo todo este tiempo se había llamado Norestrom.
Me desperté con un sudor frío. Nicholas me sostenía contra él. Yo estaba gritando el nombre de Rocco. Su rostro se había implantado en mi cerebro mientras dormía, y no se iba a ninguna parte. Nicholas me meció adelante y atrás mientras lágrimas caían y yo comenzaba a temblar de nuevo. Pero algo era diferente esta vez. No quería seguir descontrolada más. Después de un par de minutos, me obligué a calmarme, y me volví hacia Nicholas. Él parecía enfermo de preocupación.
—____(tn), ¿Estás…?
—¿Quién es Norestrom? —Pregunté directamente, limpiando la humedad de mi rostro.
Él se sorprendió. —¿Por qué lo preguntas?
—Porque Norestrom es como Rocco llamó al hombre esa noche —le dije.
—____(tn), ¿Recuerdas todo lo que pasó esa noche?
Asentí, porque lo recordaba.
—¿Crees poder decirme todo lo que recuerdas? —preguntó con cautela.
Asentí nuevamente. No esperé un mayor estímulo y comencé mi discurso de inmediato. Los disparos a lo lejos, la llamada telefónica con Nicholas, la vista desde la caja de mimbre… las palabras salían a borbones de mi boca. No podía detenerme. Mientras las lágrimas imperceptiblemente seguían corriendo por mis mejillas, el rostro de Nicholas se mantuvo sin cambios. Escuchó todas mis palabras sin preguntas, ni interrupciones.
Para cuando terminé con la parte donde Nicholas vino a buscarme en el bosque, Nicholas ya estaba rebuscando en los vaqueros que él había dejado encima del pasamano y encontró su móvil. Presionó una tecla, y escuché a Spider murmurar un ―hola en el otro extremo.
—Fue Norestrom —dijo Nicholas con frialdad—. Lo quiero —luego colgó la llamada y volvió a mí, mientras yo sorbía cada lágrima que había dejado salir. Me abrazó fuertemente. Podía decir por la brevedad de su respiración y la tensión de su cuerpo que él estaba furioso. Pero continuó sosteniéndome sin vacilar.
A la mañana siguiente, desperté con el sonido de su voz proviniendo desde afuera. Bajé las escaleras y me asomé por la ventana. Nicholas caminaba de un lado a otro en el viejo pórtico, hablando rápidamente por su móvil. Pude escucharlo relatar mi historia furiosamente a quien sea que escuchaba al otro lado. Él estaba fuera de sí, y una serie de maldiciones precedían y seguían después del nombre de Norestrom.
Yo aproveché la oportunidad para lavar mi rostro y tomar una ducha con agua hirviendo. A medida que la suciedad era lavada de mi cuerpo, también lo hicieron mis pensamientos desordenados. Todo en mi cabeza era claro una vez más, y aunque mi corazón todavía se sentía como si fuera apretado cada vez que pensaba en Rocco, no dejé que mi cerebro huyera de esto más. Me permití a mí misma sentir el dolor y recordar todo lo que ocurrió. Cuando salí del baño, Nicholas aún seguía afuera. No podía oír ya su voz, así que salí a buscarlo. Él estaba sentado en una de las sillas mecedoras del pórtico, mirando a lo lejos. Esta vez me acerqué a él. Lo besé en la mejilla y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
Nicholas siguió mi ejemplo y me sostuvo cerca de él en un triturador abrazo de oso. Su cuerpo poco a poco comenzó a relajarse y hundió su cabeza en mi cuello.
Después de un rato, levantó su mirada con sus oscuros y cansados ojos. —Hay algo que necesito hacer hoy —anunció—. Tienes que venir conmigo. No puedo dejarte aquí sola.
Mientras Nicholas se duchó, yo conseguí el desayuno. Él salió del baño vestido en vaqueros y nada más. No pude evitar comérmelo con los ojos mientras caminaba por allí con el torso desnudo. Nunca me gustaron los tatuajes —pero todo en Nicholas, especialmente sus tatuajes, lo hacían irresistible. Cuando Nicholas me pilló mirándole, rápidamente desvié la mirada, casi dejando caer una taza en el proceso.
—Entonces, ¿A dónde vamos? —pregunté, obviamente intentando cambiar de tema.
—A donde mi madre —contestó, metiendo un trozo de pan en su boca.
No pude ocultar mi sorpresa al escuchar esto.
Nos alejamos de la casa y regresamos a la ciudad. Nicholas condujo demasiado rápido, y yo noté que su mano comenzaba a apretar la mía con fuerza.
—Necesitas prepararte para esto —me advirtió—. Mi madre puede ser bastante chocante cuando es la primera vez que la conoces.
Le sonreí para tranquilizarlo. No podía imaginar una madre más horripilante que la mía.
Nos adentramos en uno de los barrios de Callister. Estábamos a mitad de semana. Las calles casi vacías, excepto por los hombres y chicos que merodeaban por las esquinas, mirándonos mientras conducíamos por allí. La mayoría de las tiendas estaban cerradas con tablas. Las que permanecían abiertas eran protegidas por rejas de acero, con luces parpadeantes de neón apenas brillando a través del sucio cristal. Las calles estaban llenas de bolsas de basura y cajas de cartón vacías, desglosadas y apiladas a un lado del camino. Botellas y otras basuras se encontraban esparcidas por las aceras y al pie de los viejos edificios.
Mientras veía hacia el frente, podía sentir a Nicholas mirándome con ansiedad, en busca de cualquier signo de rebelión. Intenté no mostrar nada y continué observando la escena.
Doblamos en una de las calles laterales y nos encontramos con filas y filas de viviendas de bajos ingresos. La mayoría de los lotes tenían pavimento alrededor de las casa; las casas que tenían hierba al frente, en algunas llegaba hasta la rodilla, hasta tenían muebles dañados y viejos en el patio. Observé a una mujer mayor pasear lentamente por la acera, tirando de su feo gatito con una correa. Hay una de esas en cada vecindario.
Nicholas se estacionó frente una casa vieja y apagó el motor. Se sentó en silencio durante unos segundos, incómodo mirando al frente.
—¿Esta es la casa de tu madre? —pregunté, rompiendo el silencio.
—Sí —afirmó.
—Así que aquí es donde creciste —reflexioné mirando hacia la casa.
La casa de su madre tenía una fachada de ladrillo rojo y una puerta de aluminio con la mosquitera rota y una puerta café sin ventanas. El techo del pórtico parecía poder venirse abajo en cualquier momento. El patio delantero tenía sillas viejas rotas y tiradas, y botellas aparecían entre la hierba crecida.
—No. La casa donde mi madre y yo vivíamos era mucho peor que esto —dijo—. La ciudad la derrumbó un par de años atrás.
Nicholas me miraba nerviosamente.
—Bueno —le animé—, ¿vamos a entrar o solo nos quedaremos aquí sentados?
Nicholas suspiró y relajó el amarre en mi mano, y salió del Audi. Me encontré con él en la acera, donde rápidamente tomó mi mano una vez más. Dimos un paseo en tándem por el jardín, rodeando la basura, y finalmente nos detuvimos frente a la puerta principal. Con una inmensa inhalación y una última mirada inquieta hacia mí, Nicholas tocó la puerta.
Podíamos escuchar la televisión en el fondo. Cuando nadie vino, tocó otra vez.
Esperamos por un minuto, pero todavía no pasó nada. Nicholas dejó escapar otro suspiro, abrió la puerta de aluminio con un chirrido, y empujó la puerta sin ventanas. Se asomó en el interior primero y, con una mano protectoramente en mi espalda baja, me guió dentro.
El olor a moho y cigarro llegó a mi nariz tan pronto como entré, pero yo seguí manteniendo mi sangre fría. Había hordas de basura amontonadas en el pasillo y en las escaleras que conducían a un segundo piso. El papel rosa en el pasillo estaba amarillento y se despegaba de algunos puntos, y la sucia alfombra verde salpicada de quemaduras de cigarros. Salté cuando un gato se asomó detrás de una pila de ropa que había en el suelo.
Nicholas puso su brazo alrededor de mis hombros. Pude ver que él estaba avergonzado de tenerme allí. Sonreí para apoyarlo, pero no estoy segura de si me creyó.
Entramos en la sala, donde dos niñas y un niño se encontraban sentados lado a lado en el sofá, viendo caricaturas en la televisión. Se veían demasiado pequeños en ese enorme sofá. Una de las niñas rubias tenía grandes nudos en su cabello. Sus pies descalzos estaban sucios y sus ojos parecían casi salvajes mientras nos observaba acercándonos. Noté que el pequeño niño tenía los mismos ojos oscuros de Nicholas.
—¿Dónde está su mamá? —Les preguntó abruptamente Nicholas.
La mayor de las niñas señaló inexpresivamente hacia una puerta.
Pasamos a los niños y nos dirigimos a la cocina, donde una nube de humo de cigarro flotaba en el aire. La mitad de las puertas de los armarios colgaba de las bisagras o no las tenían. Había un montón de platos y ollas apilados en el fregadero, sobre la estufa y en el mostrador. El suelo crujió mientras entramos.
Una señora estaba sentada sola en la mesa de la cocina, con un enorme vaso de plástico medio lleno de cerveza frente de ella, dos botellas vacías de cerveza a su lado, y un cigarrillo encendido sobre un cenicero desbordado de ceniza. Levantó la cabeza y miró a Nicholas mientras entramos. El sonido de la televisión en el fondo se encontró con el grifo goteando del fregadero. Nos quedamos allí en silencio mientras la señora tomaba una bocanada de aire de su cigarrillo y parecía perdida en sus pensamientos.
Hizo una mueca de desprecio cuando finalmente reconoció a Nicholas. —¿Qué demonios estás haciendo aquí? —Le gruñó—. ¿Y quién diablos eres tú? —dijo, girándose a mí.
—Mamá, esta es ____(tApodo)… ____(tn) —se corrigió a sí mismo nerviosamente. Le sonreí a ella.
—Trajiste a una chica contigo. Esta es la primera vez —con el cigarrillo colgando de su labio inferior, la mamá de Nicholas se levantó y puso su mano en mi hombro, instruyéndome a que me sentara en la mesa—. Debe de ser bastante serio para que mi chico te traiga aquí. Él es generalmente demasiado orgulloso para presentarme a alguno de sus amigos, al parecer, es demasiado bueno para su propia madre.
La madre de Nicholas se sentó de nuevo, y Nicholas tiró de una silla para él.
—¿Puedo hacer que los niños consigan algo de comer? —preguntó ella, con dulzura.
—No, estamos bien —respondió apresuradamente Nicholas por ambos.
Ella tenía su cabello rubio teñido y ondulado sobre sus hombros — aunque, por el cabello de raíz, supongo que su color natural era bastante cerca al oscuro de Nicholas. Vestía una apretada blusa sin mangas con cuello en V que dejaba al descubierto su bien dotado escote. Por desgracia, también hacía hincapié en su panza de cerveza que se cernía sobre sus ceñidos vaqueros. La sombra azul en sus parpados resaltaban sus hermosos ojos oscuros, y casi todas las colillas de cigarro en el cenicero aún tenían restos de labial rojo sobre ellos. Su piel era transparente, como el papel del tipo para envolver regalos.
Permanecimos en silencio mientras la madre de Nicholas tomó un trago de su cerveza y me miraba por encima del borde de su vaso. —Eres demasiada flaca y estás muy pálida. Necesitas ponerte un poco de maquillaje —anunció hacia la mesa—, pero dudo que haya algo que puedas hacer para mejorar ese color de pelo. ¿Has intentado teñirlo? La señora de al lado vende pelucas, están hechas de cabello natural. Puedo conseguírtelas a buen precio.
Pude sentir la sangre corriendo hacia mis mejillas.
Nicholas estaba furioso. —No he venido para que puedas insultar a mi novia. Vine a hablarte sobre Rocco.
—¿Rocco? —Preguntó entre bocanadas—. ¿Dónde está ese bastardo?
—Se inclinó sobre la mesa, sonriéndome—. Sabes que ese niño ingrato me dejó sola, sin despedirse ni nada —agregó—. Estaba preocupada y casi llamé a la policía hasta que Nicky me llamó hace unas semanas para decirme que Rocco estaba con él —Nicholas rodó sus ojos mientras su madre se giraba hacia él—. Parece que todos mis hijos eventualmente me dejan para valerme por mí misma.
Nos sentamos en un incómodo silencio otra vez. La madre de Nicholas se levantó para buscar otra botella de cerveza de la nevera. La pierna de Nicholas temblaba de nervios, mentalmente preparándose para darle las noticias a su madre.
—Viniste a hablarme de Rocco, así que habla —instó ella. Se sentó y se sirvió otro vaso lleno.
Nicholas se aclaró la garganta y miró sus manos entrelazadas en la mesa. —Rocco está… él está muerto.
Su madre inmediatamente levantó la vista y miró de Nicholas a mí.
Las lágrimas brotaron de mis ojos, y el nudo en mi garganta creció. Tuve que apartar la mirada.
—¿Qué? —preguntó ella, incrédula.
—Le dispararon y lo mataron hace unos días —dijo Nicholas, su voz temblorosa.
Su madre se puso de pie y comenzó a caminar alrededor de la cocina, negando con la cabeza. La oí murmurando y diciendo cosas en voz baja. Finalmente se detuvo y le dirigió una mueca a Nicholas.
—No eres más que una paria —gruñó hacia él—. Yo no peleé o hice que la policía trajera a Rocco de regreso cuando me enteré que él estaba contigo, porque él se parecía tanto a ti. Y ahora vienes aquí con tu coche caro y tu pequeña novia y crees que eso te hace mejor que el resto de nosotros. Todo tu dinero consiguió que mi pequeño Rocco muriera. No eres más que un bastardo, igual que tu padre. Arruinaste mi vida, y ahora has arruinado la vida de mi hijo Rocco. Maldigo el día en que naciste.
Mis manos en puño, mi mandíbula apretada. Observé a Nicholas. Él estaba bastante calmado, como si ya hubiera esperado esto de su madre.
Él se levantó y sacó una gran pila de billetes de cien dólares.
—Alguien se contactará contigo con los detalles del funeral —dijo él, mientras dejaba el dinero en la mesa—. Asegúrate de que algo de esto vaya para la comida de esos niños —se levantó y suavemente tiró de mi silla para ayudarme a levantarme. Mientras salíamos de la cocina, vi a la madre de Nicholas arrebatar el dinero de la mesa y guardarlo debajo de su blusa.
Ninguno de los dos habló en el auto. Los ojos de Nicholas miraban distraídamente el camino mientras atravesábamos las calles. Pasamos junto a una farola, y en vez de girar por el camino en el que llegamos,
Nicholas siguió conduciendo y dobló por un estrecho callejón en su lugar.
Había apenas unos centímetros entre los espejos laterales del auto y las paredes del almacén que flanqueaban el callejón. Continuó conduciendo peligrosamente rápido hasta que llegamos al final, donde terminaba una cadena de almacenes y había un carril abierto en un muelle improvisado de grava y rocas con vistas al río Callister.
Nicholas se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del auto.
Metió las manos en los bolsillos y se apoyó contra la rigidez del capó. Salí, me subí en el capó y envolví mis brazos alrededor de él. Su cuerpo estaba rígido, y dejaba escapar cortas respiraciones, estaba enojado. Cuando tiré de él más cerca de mí, sentí sus músculos lentamente relajarse de nuevo.
—Solía venir mucho por aquí cuando era un niño y necesitaba alejarme de mi mamá —expresó.
Miré alrededor. Estábamos en la bahía de la parte comercial del río.
Las fábricas y chimeneas bordeaban las orillas y barcazas que transportaban grandes cajas de acero flotaban hacia atrás y adelante a través del puerto. Un pez muerto flotó en el agua marrón por las rocas.
—Es encantador —comenté.
Rió entre dientes. —Yo no tenía mucho de qué preocuparme en ese entonces —se giró para enfrentarme—. Así que, conociste a mi madre — dijo con amargura—. ¿Qué te parece?
Le sonreí tímidamente. —Ella es encantadora también, Nicky. Se estremeció. —Por favor, no me llames nunca así. Lo odio.
Me incliné y lo besé suavemente, no queriendo que se alejara.
Nos tumbamos en el capó del coche y escuché los silbidos de vapor que soplaban desde la otra orilla. Pensé en Rocco y finalmente entendí por qué había estado tan desesperado en hacer una vida lejos de su madre.
Otro pensamiento vino, y me volví hacia Nicholas.
—Esa noche, cuando esos hombres vinieron, Norestrom le preguntó a Rocco dónde estaba yo. Me buscaban.
—¿Eh? —contestó Nicholas cuidadosamente.
—Esta no fue la primera vez que lo veía —confesé.
El interés de Nicholas despertó. —¿Quién? ¿Norestrom?
Asentí y le conté sobre el día que Norestrom se unió a mí en la mesa de picnic en la escuela. Nicholas se puso furioso y se acercó al borde del agua, maldiciendo por lo bajo.
—Necesito que me digas —supliqué—. ¿Rocco murió por mí?
—Él no murió por ti. Rocco murió por la codicia de un hombre.
—No entiendo qué tiene que ver eso conmigo —dije.
Él se sentó en el capó y tiró de mis piernas, deslizándome más cerca de él. —Antes de que tu hermano y yo comenzáramos el negocio, un tipo llamado Shield ya tenía el poder de casi todo el mercado clandestino. Él controlaba los envíos, ventas, tratos, y todo el dinero que venía con ello. Tenía conexiones en todas partes, y los líderes de las bandas le permitían controlarlo todo porque tenían miedo de él y sus conexiones. Cuando tu hermano, Spider, y yo entramos y comenzamos a hacer contactos con los líderes de las bandas, todos comenzaron a unir fuerzas con nosotros. A pesar de que Bill era un negociador bastante suave, los líderes de las bandas no necesitaron que los convenciéramos mucho; ninguno de ellos confiaba en Shield, y habían estado buscando una salida. Los líderes estaban felices; y Shield perdió todo, pero algunos pequeños negocios lo mantuvieron a flote. Intentó amenazarnos a nosotros y a los otros líderes con sus conexiones, pero con todos los líderes unidos pacíficamente no había mucho que Shield pudiera hacer.
Aunque era difícil para mí imaginar a mi hermano siendo algo además de un gran bobo, yo aún no lo entendía. —¿Qué tiene eso que ver conmigo?
—Shield siente que le robamos el negocio y que nosotros debemos pagarle por eso. Después de que Bill murió, él apeló a los líderes, pidiendo que el dinero de Bill se le fuera dado. Los líderes se rieron en su rostro. Ahora Shield viene detrás de ti por ese dinero.
—Yo no tengo dinero, Nicholas. Mis padres dejaron de enviarme dinero después de que se molestaron por regresárselos.
Nicholas arqueó sus cejas. —Nunca entendí eso. ¿Por qué elegiste una vida más difícil para ti cuando el dinero de tus padres te abriría las puertas que para el resto del mundo están cerradas? Podías hacer cualquier cosa que quieras con el dinero que te daban.
—Puedo hacer lo que yo quiera con el dinero de mis padres siempre y cuando yo elija hacer lo que ellos quieren que haga —me quejé. Nicholas parecía confundido. Negué con la cabeza, nerviosa—. Es complicado. No cambies el tema. El punto es que yo no tengo dinero, y este tipo Shield pierde su tiempo.
—En realidad, lo tienes. Tienes la herencia de Bill, la cual es bastante generosa, debo añadir.
—Creo que yo recordaría si Bill me hubiera dejado algo. No lo hizo.
—Sí, lo hizo —discutió Nicholas mientras alargaba su mano y la deslizaba en el centro de mi pecho. Me congelé en mi lugar. Él sacó su mano, con el colgante de ángel que mi hermano me había dado entre sus dedos.
Me reí, quitando un poco el nerviosismo que me quedó después de su toque. —Odio decirte eso, Nicholas, pero eso vale unos cientos de dólares a lo máximo. No creo que Shield se quede satisfecho si le pago con este collar.
—Mira más de cerca —exhortó—. ¿Qué vez?
Le seguí la corriente y bajé la mirada. No había nada inusual allí.
Era precioso para mí. Un ángel de pie sobre un pedestal con una gema rosada en el centro. Me encogí de hombros al darme por vencida.
—Mira más de cerca —sostuvo el pendiente hacia abajo para que el pedestal me encarara.
—Brillante plata y los códigos del producto.
—No son códigos del producto, son números de cuentas bancarias. Bill abrió cuentas bancarias en el extranjero, en las Islas Caimán, para ti antes de morir, con la promesa mía de mover todo su dinero a ellas si algo llegaba a ocurrirle. Yo mantuve mi promesa, también —dijo, guiñándome un ojo.
Por primera vez, noté que los números significaban algo, pero eso aún no explicaba todo. La última vez que yo me había visto en el espejo, no vi nada amenazante. —¿Por qué esta persona llamada Shield no envió uno de sus tontos soldados a robarme el collar?
—Porque no tiene idea de que la información que están buscando ha estado colgado alrededor de tu cuello por años, y hasta el día que me vieron contigo, ellos no tenían idea de que tú tuvieras el dinero. Asumieron que Carly, Spider y yo nos lo quedamos.
—¿Qué tiene que ver que te vieran conmigo con eso?
—Creo que los chicos de Shield han estado siguiéndome durante un tiempo. Alguien debió haberles avisado que yo estaba gastando mucho dinero en los proyectos cuando yo no tenía negocios que me condujeran aquí —dijo sonriéndome—. Cuando Meatball te persiguió… y nosotros oficialmente nos encontramos, me asusté porque tenía miedo de que ellos averiguaran quién eras. En retrospectiva, si te hubiera dejado sola y no hubiera regresado otra vez, yo no creo que ellos pensaran algo más que mi estúpido perro atacando a una chica —sostuvo mi mirada—. Pero realmente odié verte tan molesta conmigo ese día, y Meatball rompió el viejo Walkman… yo sólo no podía dejarlo así. Tuve que regresar y arreglarlo.
—Me alegra que lo hicieras.
Sonrió con una sonrisa tensa. —Bueno, no debí haberlo hecho, porque la segunda vez que nos vimos confirmé sus sospechas de que algo pasaba. Shield envió a uno de sus mejores hombres para respaldar la historia de sus vigilantes. Cuando lo vi corriendo pasando frente a nosotros supe que algo tramaba.
Las cosas repentinamente tuvieron sentido. —¿El corredor? ¿El del cementerio?
Asintió sombríamente. —Él es el peor de su clase. No te hubiera simplemente secuestrado… te hubiera hecho cosas mucho más desagradables antes de llevarte de vuelta con Shield. Cuando le oí decir en el cementerio lo que planeaba hacerte me volví loco… perdí completamente el control.
Recordé esa noche en el cementerio y la incontrolable ira en el rostro de Nicholas mientras le disparaba al hombre en varias ocasiones.
—Shiled debió haber enviado a Norestrom a intentar obtener algo de información sobre ti —razonó él.
—¿Cómo está Norestrom relacionado con Shield?
—Norsetrom es la mano derecha de Shield, es algo cercano como Spider lo es conmigo.
—Pero yo no le dije nada a Norestrom.
Sonrió calmadamente. —Creo que ellos ya sospechaban quién eras tú por tu cabello. Supongo que alguien les debió haber dicho que Bill tenía una hermana menor con un llameante cabello rojo —normalmente me hubiera ofendido con ese comentario, pero Nicholas tenía una encantadora sonrisa en su rostro, así que lo dejé salirse con el suya… por ahora—. Es por eso que planearon una trampa para ver si eras realmente tú. Pero yo no lo entendí a tiempo.
—¿Una trampa? —No recordé haber caído en un hoyo cubierto por hojas o quedar atrapada colgando de un árbol entre redes.
—Normalmente le pagamos a un pandillero para que mantenga la tumba de Bill limpia —explicó—. Pero los bastardos tiraron basura en la tumba de Bill justo antes de que tú llegaras. Claro, tú no podrías resistirte a limpiar el desastre, ¿verdad? —se burló—. Cuando te detuviste, ellos supieron sin duda quién eras, y nosotros detuvimos al hombre de Shield que venía tras de ti. Spider y yo lo agarramos justo cuando corría en el cementerio detrás de ti.
—¿Spider sabía quién era yo?
—Él sabía que Bill tenía una hermana, pero eso es todo —Nicholas pasó los dedos por su cabello—. Créeme, no fue una linda conversación cuando tuve que admitir ante él que había estado secretamente vigilándote, y que por eso tendríamos que matar a uno de los mejores chicos de Shield, posiblemente comenzando una guerra de pandillas.
—Debiste de haber tenido un montón de problemas por mi culpa — reflexioné con aire de culpabilidad.
Asintió. —Tuvimos que hablar con uno de los líderes de las bandas locales, porque los líderes no te permiten cazar a otros sin su permiso. Pero, en su mayor parte, intenté mantener todo lo más silencioso posible para que nadie supiera de ti. Por eso traje a Rocco para observarte, y bueno, ya sabes cómo terminó eso —sonrió con dolor al recordar a su pequeño hermano—. Cuando regresamos a la granja, tuve una reunión de emergencia con todos los líderes y les di mi versión de los eventos antes de que Shield fuera con ellos. Les dejé votar por mi destino. Todos odian a Shield, así que me dieron el voto unánime de apoyo inmediatamente.
Me volví hacia él. —¿Cuál fue tu versión, exactamente?
Sonrió con picardía. —Estrictamente lo que necesitaban saber, que Shield intentaba ir detrás del dinero, incluso después de que él les dijo a todos los líderes que no le pertenecía, y que intentó atacar al beneficiario de la herencia de Bill.
El recuerdo del día que escuché hablar fríamente a Nicholas con Manny sobre mí en su oficina resurgió. —Y que te ocuparías de la insignificante chica quien fue testigo de todo —agregué. No pude ocultar el dolor en mi voz.
Nicholas tomó mi rostro entre sus manos. —____(tn), si yo les dijera la verdad sobre mis sentimientos por ti, la información se esparciría muy rápido, y te convertirías en un objetivo, no sólo por tu dinero, sino porque sabrían que podrían controlarme si te atrapan.
Presionó tranquilizadoramente sus labios contra los míos, pero luego se detuvo a sí mismo y se apartó.
Fuimos a almorzar a un restaurante pequeño que Nicholas conocía.
Luego hicimos nuestro camino de vuelta a la cabaña, donde Meatball nos esperaba, su piel todavía húmeda por el reciente baño. Nicholas me convenció para unirme a él en el lago. Aunque no me gustaba encontrar hojas de nenúfar viscosas pegadas entre los dedos de mis pies, estar sólo en el agua con Nicholas valía la pena toda la viscosidad de las malas hiervas.
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—¿Por qué no puedes matar a Shield? —Le pregunté, antes de notar que acababa de sugerir que asesinara a alguien.
Nicholas no estuvo sorprendido por mi pregunta. —Desearía poder deshacerme de él tan fácilmente, pero tiene demasiadas conexiones.
Cuando alguien como él desaparece o aparece muerto, la gente comienza a hacer preguntas y entrometerse en nuestras cosas. De todos modos, una decisión como esa tiene que ser tomada por todos los líderes, no sólo por mí. Ellos nunca se arriesgarían a llamar la atención de los federales sólo para que yo pueda proteger a la chica que amo.
Su voz se desvaneció y se quedó dormido.
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Que tal la suegra!
:imdead: :imdead: :imdead: :imdead:
Ahora ya veo pq sus hijos la dejan....
:gasp: :gasp: :gasp: :gasp:
Disfruten del capi! ;)
El siguiente es más bonito! *.*
:enamorado: :enamorado: :enamorado:
Nos estamos leyendo! ;)
\^.^/
Lu wH!;*
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Aaaaaaaaaaa!
Ame al Nicho!
Es taaan perfecto y cuando le dijo a mi suegra que ___ era su novia!
MORI! :imdead:
Simplemente seguila!
JA! Tengo el nombre del bastardo que mató a Rocco!
Ahora pagaras!
:jojojo:
Besos xx.
Ame al Nicho!
Es taaan perfecto y cuando le dijo a mi suegra que ___ era su novia!
MORI! :imdead:
Simplemente seguila!
JA! Tengo el nombre del bastardo que mató a Rocco!
Ahora pagaras!
:jojojo:
Besos xx.
Val x.
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