Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 3 de 8. • Comparte
Página 3 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
HOLO NUEVA LECTORA
SEGUIRLA ESTA ES MI NOVELA FAVORITA ~,~
te pasa por mi nove¿?
link abajo de mi foto
SEGUIRLA ESTA ES MI NOVELA FAVORITA ~,~
te pasa por mi nove¿?
link abajo de mi foto
alexa styparholikson
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
Hola!!!!
Siento no hacerte comentado ayer
pero estoy en semana de examenes
así que estudio y no tengo tiempo,
pero me lasare mas seguido.
Y,por favor,que
en este capítulo si pase algo entre ambos.
Siento no hacerte comentado ayer
pero estoy en semana de examenes
así que estudio y no tengo tiempo,
pero me lasare mas seguido.
Y,por favor,que
en este capítulo si pase algo entre ambos.
Alexandra Vega
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
hola :) pues bienvenida, y si está muy hermoza la nove, hahahah adivinen algo le paso a mi compo y se hizo fea, creo que se le cayo a mi hermano al suelo y se rompió el display de la compu :/ sólo puedo ver la mitatad de la pnatalla de mi compu, y no puedo ver bien pero trataré de subir los caps aún así va? ahaha y tal vez no pueda subir en la otra por que no voy a poder ver bien! para escribir pero en esta si sibo caps :) hahha alex ntp yo cao de pasar por eso y es demasiado estresante!! solo pasate por aqui por que no subire en la otra mientras arreglan mi compu:/ bueno bye chicas :D ahorita la sigo. ;)
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
hau podrán ver que me equivoqué! es por lo mismo que no veo bien y no puedo corregirlo :L chicas los caps los subire sin imagen por lo mientras :D
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
-¿Por qué no fuiste?-pregunté.
Se encogió de hombros.
-Ya me subí la vez pasada, me gusta más estar en tierra-dijo.
-Ya somos dos.
Nos sentamos en una de las bancas, sintiendo cómo el aire movía mis cabellos.
-¿De qué hablaban Louis y tú?-preguntó, como quien no quiere la cosa.
Me solté a reír.
-Ya recordé que eres curioso-musité.
-Qué bueno que lo sabes, así que dime ahora-quiso sonreír.
-No, no te voy a decir. Eso es entre tu hermano y yo-no sabía por qué, pero la fierecilla se sentía demasiado bien provocando celos en Harry, o al menos, creyendo que lo hacía.
-Me voy a enterar, ya verás-amenazó y luego sonrió.
-Ya veremos-reí.
-¿Quieres un helado?-preguntó.
-¿Intentas sobornarme con helado?
El rió.
-¿Puedo?
-Lo siento, no-negué con la cabeza, divertida.
-Bueno, entonces te lo invito, ¿quieres?
Le miré, entrecerrando mis ojos en él.
-Sin mañas-alzó las manos.
-Está bien.
Nos paramos y nos dirigimos a la pequeña heladería que estaba enfrente.
-¿De qué lo quieres?-me preguntó.
-Chocolate.
Me sonrió y luego se dirigió hacía el chico rizado detrás del mostrador.
-Due gelato al cioccolato, per favore-musitó, con ese acento italiano ferozmente irresistible.
-Subito-dijo el chico y se dio la vuelta, tomando dos copas y depositando en ellas dos bolas grandes de helado de chocolate en cada una.
Le colocó chispas de chocolate arriba y luego nos lo entregó. Yo le agradecí con una sonrisa. Harry le pagó al chico y éste se dio la vuelta de nuevo para tomar el cambio.
-Che bella coppia che fate-dijo él, cuando le devolvió el cambio a Harry y luego me sonrió.
Harry rió y guardó su cambio en el bolsillo trasero de su pantalón.
-Grazie-musitó.
Me sentí tonta, definitivamente tenía que aprender italiano. Cuando salimos del establecimiento me mordí el labio inferior, indecisa de preguntarle a Harry, qué era lo que había dicho el chico.
-¿Está rico?-me preguntó él, con esa sonrisa burlona en su rostro.
-¿Eh? Sí-dije.
-Ni siquiera lo has probado-observó y luego comenzó a reír.
Qué torpe.
-Ah, sí, cierto-reí, sintiéndome de verás tonta-. Oye, ¿qué dijo el chico cuando te devolvió el cambio?-pregunté, tratando de no verme curiosa.
El rió.
-¿Por qué quieres saber?
-Es bueno recopilar palabras en italiano para aprenderlo-qué excusa tan tonta.
Rió por lo bajo.
-Bueno, te digo si me dices lo de Louis-negoció.
-Olvídalo-me negué.
-Eres dura-rió.
-Sí, y tú muy curioso. Así que olvídalo.
-Está bien. Ya veremos quién sede primero-especuló, divertido.
_______________________________________________
No llevaba la cuenta de los días en un calendario, pero ya eran más de dos semana las que habían pasado desde que yo había llegado a Venecia, y con ello; la amistad crecía por varios caminos.
Liam, se había vuelto una persona muy comprensible y amable conmigo, incluso, cuando lo invité a salir yo, se mostró emocionado y dispuesto; ahora nos veíamos para tomar un café cada vez que queríamos, o si no, simplemente nos poníamos a platicar en el pasillo antes de entrar a nuestros respectivos departamentos. Había descubierto además, que tenía espíritu de poeta.
Con Louis era distinto, había muchísima confianza, debido a que yo era la única persona que había descubierto su secreto y ahora, contarnos cosas era parte de una plática casual entre ambos. Era bastante atento y siempre me preguntaba por Sharon. Cuando salíamos a pasear, nunca nos faltaba de qué hablar y al final del día, terminábamos contándonos secretos pequeños.
Ferni era otra de las personas con las que había logrado una bellísima amistad en menos de una semana; su simplicidad y simpatía habían sido fundamentales para ello. Era muy animada y siempre, me contara lo que me contara, me sacaba una sonrisa. Además de que yo tomé por costumbre ir al negocio de su familia a revelar mis fotografías. Tenía apenas dieciocho años, pero su mente era tan madura que parecía incluso mayor que yo.
Harry, ese era un caso muy distinto a todos. Él se había vuelto un gran amigo, el tiempo que compartíamos juntos era mucho más grande que el de cualquier otro, debido a que cada noche a las siete tocaba el timbre y pasábamos una hora riendo, hablando y a veces jugábamos con la baraja de cartas que Sharon conservaba de su padre. Sí, la amistad entre él y yo crecía cada vez más; pero junto a ello, crecía también una extraña emoción cuando le veía, una extraña sensación cálida en mi estómago y un entusiasmo palpable al oír el timbre sonar cada noche. Pero sólo hasta que llegaba Sharon, porque luego, la fierecilla se apoderaba de mí y podía sentirla en mi fuero interno perfectamente disgustada, ella quería más tiempo con Harry. Todo aquello comenzó a darme cierto temor, estaba experimentando sensaciones bastante extrañas, al menos las denominaba así porque no tenían que pertenecerle al novio de mi mejor amiga.
Miré el reloj en forma de gato que pendía de la pared cercana a la cocina, eran las cuatro y media de la tarde. Tomé mi morral y me dirigí al estudio de fotografía de los Agnelli, para que Ferni me ayudara con las fotos, como siempre. Al salir me encontré con Liam quien al instante me regaló una bonita sonrisa.
-¿Vas a algún lado?-me preguntó.
-Sí, al laboratorio de fotografía de los Agnelli.
-Oh, ¿quieres que te acompañe?-se ofreció.
-Sí quieres, a mi me encantaría.
Así, salimos hasta allá. Liam era muy inteligente y la verdad es que bastante apuesto también. Sharon me había mencionado varias veces que era muy obvio que yo le atraía a Liam; sin embargo, era como si mis ojos hayan quedado cegados por un meteoro, y ya no pudieran ver las estrellas. En este caso; Harry sería el meteoro y Liam la estrella
Se encogió de hombros.
-Ya me subí la vez pasada, me gusta más estar en tierra-dijo.
-Ya somos dos.
Nos sentamos en una de las bancas, sintiendo cómo el aire movía mis cabellos.
-¿De qué hablaban Louis y tú?-preguntó, como quien no quiere la cosa.
Me solté a reír.
-Ya recordé que eres curioso-musité.
-Qué bueno que lo sabes, así que dime ahora-quiso sonreír.
-No, no te voy a decir. Eso es entre tu hermano y yo-no sabía por qué, pero la fierecilla se sentía demasiado bien provocando celos en Harry, o al menos, creyendo que lo hacía.
-Me voy a enterar, ya verás-amenazó y luego sonrió.
-Ya veremos-reí.
-¿Quieres un helado?-preguntó.
-¿Intentas sobornarme con helado?
El rió.
-¿Puedo?
-Lo siento, no-negué con la cabeza, divertida.
-Bueno, entonces te lo invito, ¿quieres?
Le miré, entrecerrando mis ojos en él.
-Sin mañas-alzó las manos.
-Está bien.
Nos paramos y nos dirigimos a la pequeña heladería que estaba enfrente.
-¿De qué lo quieres?-me preguntó.
-Chocolate.
Me sonrió y luego se dirigió hacía el chico rizado detrás del mostrador.
-Due gelato al cioccolato, per favore-musitó, con ese acento italiano ferozmente irresistible.
-Subito-dijo el chico y se dio la vuelta, tomando dos copas y depositando en ellas dos bolas grandes de helado de chocolate en cada una.
Le colocó chispas de chocolate arriba y luego nos lo entregó. Yo le agradecí con una sonrisa. Harry le pagó al chico y éste se dio la vuelta de nuevo para tomar el cambio.
-Che bella coppia che fate-dijo él, cuando le devolvió el cambio a Harry y luego me sonrió.
Harry rió y guardó su cambio en el bolsillo trasero de su pantalón.
-Grazie-musitó.
Me sentí tonta, definitivamente tenía que aprender italiano. Cuando salimos del establecimiento me mordí el labio inferior, indecisa de preguntarle a Harry, qué era lo que había dicho el chico.
-¿Está rico?-me preguntó él, con esa sonrisa burlona en su rostro.
-¿Eh? Sí-dije.
-Ni siquiera lo has probado-observó y luego comenzó a reír.
Qué torpe.
-Ah, sí, cierto-reí, sintiéndome de verás tonta-. Oye, ¿qué dijo el chico cuando te devolvió el cambio?-pregunté, tratando de no verme curiosa.
El rió.
-¿Por qué quieres saber?
-Es bueno recopilar palabras en italiano para aprenderlo-qué excusa tan tonta.
Rió por lo bajo.
-Bueno, te digo si me dices lo de Louis-negoció.
-Olvídalo-me negué.
-Eres dura-rió.
-Sí, y tú muy curioso. Así que olvídalo.
-Está bien. Ya veremos quién sede primero-especuló, divertido.
_______________________________________________
No llevaba la cuenta de los días en un calendario, pero ya eran más de dos semana las que habían pasado desde que yo había llegado a Venecia, y con ello; la amistad crecía por varios caminos.
Liam, se había vuelto una persona muy comprensible y amable conmigo, incluso, cuando lo invité a salir yo, se mostró emocionado y dispuesto; ahora nos veíamos para tomar un café cada vez que queríamos, o si no, simplemente nos poníamos a platicar en el pasillo antes de entrar a nuestros respectivos departamentos. Había descubierto además, que tenía espíritu de poeta.
Con Louis era distinto, había muchísima confianza, debido a que yo era la única persona que había descubierto su secreto y ahora, contarnos cosas era parte de una plática casual entre ambos. Era bastante atento y siempre me preguntaba por Sharon. Cuando salíamos a pasear, nunca nos faltaba de qué hablar y al final del día, terminábamos contándonos secretos pequeños.
Ferni era otra de las personas con las que había logrado una bellísima amistad en menos de una semana; su simplicidad y simpatía habían sido fundamentales para ello. Era muy animada y siempre, me contara lo que me contara, me sacaba una sonrisa. Además de que yo tomé por costumbre ir al negocio de su familia a revelar mis fotografías. Tenía apenas dieciocho años, pero su mente era tan madura que parecía incluso mayor que yo.
Harry, ese era un caso muy distinto a todos. Él se había vuelto un gran amigo, el tiempo que compartíamos juntos era mucho más grande que el de cualquier otro, debido a que cada noche a las siete tocaba el timbre y pasábamos una hora riendo, hablando y a veces jugábamos con la baraja de cartas que Sharon conservaba de su padre. Sí, la amistad entre él y yo crecía cada vez más; pero junto a ello, crecía también una extraña emoción cuando le veía, una extraña sensación cálida en mi estómago y un entusiasmo palpable al oír el timbre sonar cada noche. Pero sólo hasta que llegaba Sharon, porque luego, la fierecilla se apoderaba de mí y podía sentirla en mi fuero interno perfectamente disgustada, ella quería más tiempo con Harry. Todo aquello comenzó a darme cierto temor, estaba experimentando sensaciones bastante extrañas, al menos las denominaba así porque no tenían que pertenecerle al novio de mi mejor amiga.
Miré el reloj en forma de gato que pendía de la pared cercana a la cocina, eran las cuatro y media de la tarde. Tomé mi morral y me dirigí al estudio de fotografía de los Agnelli, para que Ferni me ayudara con las fotos, como siempre. Al salir me encontré con Liam quien al instante me regaló una bonita sonrisa.
-¿Vas a algún lado?-me preguntó.
-Sí, al laboratorio de fotografía de los Agnelli.
-Oh, ¿quieres que te acompañe?-se ofreció.
-Sí quieres, a mi me encantaría.
Así, salimos hasta allá. Liam era muy inteligente y la verdad es que bastante apuesto también. Sharon me había mencionado varias veces que era muy obvio que yo le atraía a Liam; sin embargo, era como si mis ojos hayan quedado cegados por un meteoro, y ya no pudieran ver las estrellas. En este caso; Harry sería el meteoro y Liam la estrella
Última edición por daffybieber el Miér 03 Jul 2013, 2:43 pm, editado 1 vez
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
Cuando llegamos, Ferni tardó en salir, estaba peleando con la máquina de impresión, de nuevo.
-¡Espera sólo un momento, _______!-gritaba desde atrás, mientras que yo no dejaba de reír. Pobre de ella, esa máquina siempre le sacaba canas verdes.
Liam permaneció tranquilo, observando las cosas en el local, hasta que Ferni apareció por fin detrás del mostrador.
-¡Listo!-me sonrió con esa sonrisa que se expandía tierna sobre su rostro.
Cuando Ferni desvió la vista de mí, la posó en la única otra persona que estaba conmigo. L-iam la miraba embobado.
-Oh-musité-, Ferni, te presento a un amigo. Liam, ella es Ferni-dije al interpelado-, de la que tanto te he hablado; Ferni, el es Liam, mi vecino.
La cara de Liam era de sorpresa, asombro y fascinación y en sus ojos existía un brillo que hace unos minutos no se encontraba allí.
-Hola-balbuceó.
-Hola-respondió ella.
Ambos se sonrieron y luego Ferni me dedicó su atención a mí.
-¿Fotos nuevas?-me preguntó, entusiasmada.
-Ya lo sabes-reí e hicimos lo de siempre.
Luego de unas horas y de que Liam y Ferni se conocieran más. Decidimos él y yo que era hora de regresar. El sol ya se había puesto cuando Liaml y yo caminábamos hacía el edificio.
-Tú amiga es muy bonita-musitó, ruborizado ligeramente-. Muy simpática, además.
Me solté a reír.
-Creo que lo pude haber adivinado-admití y él enrojeció más, la pálida piel de sus mejillas se pintó de color rojo.
-¿Por qué dices eso?-preguntó, avergonzado.
-Por tu cara y cómo la mirabas.
-¿Tan obvio era?-hizo un mohín.
-Algo.
Ambos reímos.
-¡Liam!-dije, de pronto, quizá hasta sacándole un susto por la forma en que me miró- ¡Tú sabes italiano!
-Emm… sí-musitó sin comprender; y es que había cambiado de tema repentinamente.
-Dime qué significa…-hice memoria para acomodar las palabras en orden y tratar de pronunciarlas correctamente- “Che bella coppia che fate”
A lo mejor Harry creía que ya se me había olvidado lo que el muchacho de la heladería nos dijo y que no me quiso traducir, pero para mala suerte de él, yo tenía muy buena memoria.
-Qué bella pareja hacen-dijo, Liam.
-¿Disculpa?
Liam rió.
-Eso significa.
Abrí los ojos ante lo poco evidente y ante la ilógica de que me emparejaran a mí con Harry. Luego me solté a reír de nuevo; no sabía si avergonzada o de verás divertida.
-¿Por qué?-inquirió, Liam.
-Porque… lo vi en la televisión, en una película. Quería saber qué significaba-inventé.
-Claro-musitó.
____________________________________________
-Buenas noches, Liam-dije, fingiendo un bostezo.
Lo cierto era que después de mí tarde con Ferni y Liam, no estaba cansada; pero sí quería escapar de las escenas que Sharon y Harry protagonizaban en la sala. El chasquido de sus labios al juntarse, los suspiros, las caricias que se daban, todo me resultaba ahora insoportable.
-¿Tan pronto te irás a dormir?-me preguntó.
-Sí, estoy muy cansada- me pregunté si fingir otro bostezo sería muy exagerado.
-Está bien, hasta mañana. Descansa, que tengas una linda noche-me dijo y tuve que hacer hasta lo imposible por reprimir un suspiro.
-Gracias. Le dices a Sharon que me fui a dormir. No sé por qué esa mujer se tarda tanto en el baño-bromeé-. Hasta mañana.
Me dedicó una última sonrisa y al instante me vi obligada a responderla. No hacerlo sería prácticamente irrealizable.
_____________________________________________
A la mañana siguiente, el día había amanecido perfecto para ver una película, o al menos, a mí se me había antojado hacerlo. Fui a un video club cercano, y renté una de terror cuyo título no entendí pero la portada sí que era macabra.
Desayuné afuera y en la tarde me cociné un par de huevos fritos. Cuando el reloj marcó las seis de la tarde y sin más planes en mi lista, decidí ver la película que había rentado. La coloqué en el DVD de Sharon y puse los subtítulos en español. Apagué las luces y me acurruqué en el sofá pequeño tapándome con una manta violeta que estaba allí, dejando que el departamento fuese iluminado sólo por la luz exterior. Le puse play a la película y comencé a ver cada una de las escenas que el televisor proyectaba.
Había pasado casi la hora y yo me aferraba a la manta retorciéndola entre mis manos, terriblemente aterrada y con el corazón a mil por hora; jamás me había espantado tanto viendo una película como ahora. El televisor reflejaba sobre mí aquellas imágenes del perro protagonista que dejaba salir de su hocico la rabia que infectaba como un virus al desafortunado que se cruzaba con los filosos y ensangrentados dientes del can, convirtiéndolos en reflejos del horroroso animal que los mordía. Estaba completamente aterrada.
Unos golpes en la puerta me hicieron dar un tremendo brinco en el sofá y un alarido de espanto de mis labios. Comprendí luego que sólo era alguien que llamaba a la puerta.
Le puse pausa a la película y salté del sofá casi adivinando quién estaría del otro lado.
-¡¡Harry!!-grité, noventa y nueve por ciento aliviada.
-¿Te ocurre algo?-preguntó, preocupado.
-¡Estoy viendo una película de terror horrible!-expliqué y lo introduje tomándolo de la mano.
-¿Qué película?
-No sé, una de un perro rabioso que infecta un virus-dije atropellando las palabras, y señalé el televisor.
-Estás viendo Infectados. No da tanto miedo-rió.
Fruncí el ceño.
-¿Estás loco o no eres humano?-farfullé- ¡Claro que da miedo!
Sonrió.
-¿Entonces por qué la ves?-inquirió, divertido.
-Pues… porque… porque… no sé, es horrible.
-Sí, pero aun quieres terminar de verla, ¿cierto?
-¡Claro! No voy a quedarme a la mitad de la trama, ¿quieres ver lo que queda conmigo?
-Por supuesto, y luego quién va a protegerte-sonrió con autosuficiencia.
-Gracioso-lo fulminé con la mirada.
Me acomodé de nuevo en el sofá y después Harry se sentó en uno de los brazos de éste, pasando su brazo sobre el respaldo; ambos estábamos muy juntos y mi corazón comenzó a acelerarse. Di ‘play’ a la película de nuevo, y la escena que había quedado pausada continuó moviéndose; ahora ya estaba todo más oscuro y sólo podía ver tenuemente el reflejo de la luz del televisor sobre nuestra piel.
Una escena me obligó a cerrar los ojos con fuerza y a desviar mi rostro hacía el respaldo del sofá; pero con lo que mi rostro se topó no fue con el terciopelo del mueble, sino con un abdomen duro revestido de una franela blanca y un suave y varonil perfume tan cerca de mi nariz.
Caí en la cuenta entonces de que estaba ocultando el rostro en el abdomen de Harry; me iba a retirar, completamente sonrojada y por supuesto iba a pedirle disculpas; pero entonces, unos fuertes y viriles brazos se ataron a mí alrededor haciendo que el corazón se me cayera hasta el piso. Aquello era una cárcel meramente hermosa y yo su indigna prisionera.
De repente, todo el miedo se evaporó.
Mi nariz aspiraba su delicioso perfume mientras que sentí sus manos acariciando mi cabello, inmediatamente la piel se me erizó. Podía oír perfectamente el latido de su corazón estallar en mis oídos; un latido raro: rítmico pero acelerado, tranquilo y rápido a la vez… “Pum, pum, pum” estallando en mis oídos, y yo allí, entre sus brazos, protegida.
Me atreví a levantar el rostro y miré más de cerca el suyo; su mandíbula y cuello, donde los hermosos lunares eran muchos más de los que yo me había percatado y su piel, resplandeciendo con la tenue luz del televisor. Entonces bajó la cabeza y me pilló mirándole. Enrojecí en plena oscuridad cuando me vi reflejada en el color verde de sus ojos, tan cerca. Parpadeó un par de veces y su cálido aliento me golpeaba el rostro. A esa distancia tan mínima, su rostro era aun más hermoso.
Hubiera querido tener telepatía para saber qué es lo que él estaba pensando ó si estaba en el mismo caso que yo, por que yo no podía pensar.
-¡Chicos ya vine!
-¡Espera sólo un momento, _______!-gritaba desde atrás, mientras que yo no dejaba de reír. Pobre de ella, esa máquina siempre le sacaba canas verdes.
Liam permaneció tranquilo, observando las cosas en el local, hasta que Ferni apareció por fin detrás del mostrador.
-¡Listo!-me sonrió con esa sonrisa que se expandía tierna sobre su rostro.
Cuando Ferni desvió la vista de mí, la posó en la única otra persona que estaba conmigo. L-iam la miraba embobado.
-Oh-musité-, Ferni, te presento a un amigo. Liam, ella es Ferni-dije al interpelado-, de la que tanto te he hablado; Ferni, el es Liam, mi vecino.
La cara de Liam era de sorpresa, asombro y fascinación y en sus ojos existía un brillo que hace unos minutos no se encontraba allí.
-Hola-balbuceó.
-Hola-respondió ella.
Ambos se sonrieron y luego Ferni me dedicó su atención a mí.
-¿Fotos nuevas?-me preguntó, entusiasmada.
-Ya lo sabes-reí e hicimos lo de siempre.
Luego de unas horas y de que Liam y Ferni se conocieran más. Decidimos él y yo que era hora de regresar. El sol ya se había puesto cuando Liaml y yo caminábamos hacía el edificio.
-Tú amiga es muy bonita-musitó, ruborizado ligeramente-. Muy simpática, además.
Me solté a reír.
-Creo que lo pude haber adivinado-admití y él enrojeció más, la pálida piel de sus mejillas se pintó de color rojo.
-¿Por qué dices eso?-preguntó, avergonzado.
-Por tu cara y cómo la mirabas.
-¿Tan obvio era?-hizo un mohín.
-Algo.
Ambos reímos.
-¡Liam!-dije, de pronto, quizá hasta sacándole un susto por la forma en que me miró- ¡Tú sabes italiano!
-Emm… sí-musitó sin comprender; y es que había cambiado de tema repentinamente.
-Dime qué significa…-hice memoria para acomodar las palabras en orden y tratar de pronunciarlas correctamente- “Che bella coppia che fate”
A lo mejor Harry creía que ya se me había olvidado lo que el muchacho de la heladería nos dijo y que no me quiso traducir, pero para mala suerte de él, yo tenía muy buena memoria.
-Qué bella pareja hacen-dijo, Liam.
-¿Disculpa?
Liam rió.
-Eso significa.
Abrí los ojos ante lo poco evidente y ante la ilógica de que me emparejaran a mí con Harry. Luego me solté a reír de nuevo; no sabía si avergonzada o de verás divertida.
-¿Por qué?-inquirió, Liam.
-Porque… lo vi en la televisión, en una película. Quería saber qué significaba-inventé.
-Claro-musitó.
____________________________________________
-Buenas noches, Liam-dije, fingiendo un bostezo.
Lo cierto era que después de mí tarde con Ferni y Liam, no estaba cansada; pero sí quería escapar de las escenas que Sharon y Harry protagonizaban en la sala. El chasquido de sus labios al juntarse, los suspiros, las caricias que se daban, todo me resultaba ahora insoportable.
-¿Tan pronto te irás a dormir?-me preguntó.
-Sí, estoy muy cansada- me pregunté si fingir otro bostezo sería muy exagerado.
-Está bien, hasta mañana. Descansa, que tengas una linda noche-me dijo y tuve que hacer hasta lo imposible por reprimir un suspiro.
-Gracias. Le dices a Sharon que me fui a dormir. No sé por qué esa mujer se tarda tanto en el baño-bromeé-. Hasta mañana.
Me dedicó una última sonrisa y al instante me vi obligada a responderla. No hacerlo sería prácticamente irrealizable.
_____________________________________________
A la mañana siguiente, el día había amanecido perfecto para ver una película, o al menos, a mí se me había antojado hacerlo. Fui a un video club cercano, y renté una de terror cuyo título no entendí pero la portada sí que era macabra.
Desayuné afuera y en la tarde me cociné un par de huevos fritos. Cuando el reloj marcó las seis de la tarde y sin más planes en mi lista, decidí ver la película que había rentado. La coloqué en el DVD de Sharon y puse los subtítulos en español. Apagué las luces y me acurruqué en el sofá pequeño tapándome con una manta violeta que estaba allí, dejando que el departamento fuese iluminado sólo por la luz exterior. Le puse play a la película y comencé a ver cada una de las escenas que el televisor proyectaba.
Había pasado casi la hora y yo me aferraba a la manta retorciéndola entre mis manos, terriblemente aterrada y con el corazón a mil por hora; jamás me había espantado tanto viendo una película como ahora. El televisor reflejaba sobre mí aquellas imágenes del perro protagonista que dejaba salir de su hocico la rabia que infectaba como un virus al desafortunado que se cruzaba con los filosos y ensangrentados dientes del can, convirtiéndolos en reflejos del horroroso animal que los mordía. Estaba completamente aterrada.
Unos golpes en la puerta me hicieron dar un tremendo brinco en el sofá y un alarido de espanto de mis labios. Comprendí luego que sólo era alguien que llamaba a la puerta.
Le puse pausa a la película y salté del sofá casi adivinando quién estaría del otro lado.
-¡¡Harry!!-grité, noventa y nueve por ciento aliviada.
-¿Te ocurre algo?-preguntó, preocupado.
-¡Estoy viendo una película de terror horrible!-expliqué y lo introduje tomándolo de la mano.
-¿Qué película?
-No sé, una de un perro rabioso que infecta un virus-dije atropellando las palabras, y señalé el televisor.
-Estás viendo Infectados. No da tanto miedo-rió.
Fruncí el ceño.
-¿Estás loco o no eres humano?-farfullé- ¡Claro que da miedo!
Sonrió.
-¿Entonces por qué la ves?-inquirió, divertido.
-Pues… porque… porque… no sé, es horrible.
-Sí, pero aun quieres terminar de verla, ¿cierto?
-¡Claro! No voy a quedarme a la mitad de la trama, ¿quieres ver lo que queda conmigo?
-Por supuesto, y luego quién va a protegerte-sonrió con autosuficiencia.
-Gracioso-lo fulminé con la mirada.
Me acomodé de nuevo en el sofá y después Harry se sentó en uno de los brazos de éste, pasando su brazo sobre el respaldo; ambos estábamos muy juntos y mi corazón comenzó a acelerarse. Di ‘play’ a la película de nuevo, y la escena que había quedado pausada continuó moviéndose; ahora ya estaba todo más oscuro y sólo podía ver tenuemente el reflejo de la luz del televisor sobre nuestra piel.
Una escena me obligó a cerrar los ojos con fuerza y a desviar mi rostro hacía el respaldo del sofá; pero con lo que mi rostro se topó no fue con el terciopelo del mueble, sino con un abdomen duro revestido de una franela blanca y un suave y varonil perfume tan cerca de mi nariz.
Caí en la cuenta entonces de que estaba ocultando el rostro en el abdomen de Harry; me iba a retirar, completamente sonrojada y por supuesto iba a pedirle disculpas; pero entonces, unos fuertes y viriles brazos se ataron a mí alrededor haciendo que el corazón se me cayera hasta el piso. Aquello era una cárcel meramente hermosa y yo su indigna prisionera.
De repente, todo el miedo se evaporó.
Mi nariz aspiraba su delicioso perfume mientras que sentí sus manos acariciando mi cabello, inmediatamente la piel se me erizó. Podía oír perfectamente el latido de su corazón estallar en mis oídos; un latido raro: rítmico pero acelerado, tranquilo y rápido a la vez… “Pum, pum, pum” estallando en mis oídos, y yo allí, entre sus brazos, protegida.
Me atreví a levantar el rostro y miré más de cerca el suyo; su mandíbula y cuello, donde los hermosos lunares eran muchos más de los que yo me había percatado y su piel, resplandeciendo con la tenue luz del televisor. Entonces bajó la cabeza y me pilló mirándole. Enrojecí en plena oscuridad cuando me vi reflejada en el color verde de sus ojos, tan cerca. Parpadeó un par de veces y su cálido aliento me golpeaba el rostro. A esa distancia tan mínima, su rostro era aun más hermoso.
Hubiera querido tener telepatía para saber qué es lo que él estaba pensando ó si estaba en el mismo caso que yo, por que yo no podía pensar.
-¡Chicos ya vine!
Última edición por daffybieber el Miér 03 Jul 2013, 2:44 pm, editado 1 vez
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
Para cuando estará arreglada tu compu?
Alexandra Vega
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
Por cierto
Los caps. estuvieron....¡WOW!
Los caps. estuvieron....¡WOW!
Alexandra Vega
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
ntp alexa ya vi la forma de escribir los caps así que si subiré la nove :D y me alegra que te hallan gustado los caps pero como esos fueron de ayer pondré los de hoy" haha y ya hay cap en la otranove C:
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
-¡Chicos ya vine!
Ambos pegamos un brinco al oír la voz de Sharon y ver el rayo de luz que la puerta abierta introducía a la habitación. Nos separamos tan rápido que no pude ni procesar la información del todo bien. ¿Sharon? ¿Ella que hacía aquí? ¿Eran ya las ocho de la noche?
-¿Por qué está tan oscuro?-preguntó y luego las luces me cegaron.
Parpadeé repetidas veces, atolondrada y desconcertada.
-Estábamos viendo una película-explicó Harry, quien de repente se encontraba muy lejos, a diferencia de cómo lo había tenido antes.
¿Cuándo se alejó tan rápido?
-¿En serio? ¿Cuál?-preguntó Sharon, tratando de ver hacía el televisor y de descifrar a qué filme pertenecían esas escenas.
-Infectados-dijo, Harry.
-_______, yo no sabía que eras masoquista-bromeó Sharon y sólo entonces, cuando oí mi nombre, aterricé-. Esa película es aterradora-musitó haciendo un mohín-. ¿Por qué la rentaste?
-Porque no sé italiano, ¿te parece una buena excusa?-musité, medio atontada. Aun no sabía qué había ocurrido y por qué Sharon estaba allí siendo las siete con treinta.
Ella soltó una risotada.
-Shar, amor. ¿Por qué llegaste temprano hoy?-preguntó Harry.
-Ah, hoy salí temprano-se encogió de hombros. Se puso en puntitas para besar los labios de su novio y me giré instantáneamente, de pronto mas aterrorizada por esa escena que por el filme.
Oí el chasquido de sus labios al unirse y quise taparme los oídos o subirle todo el volumen a la TV con tal de que me fuera imposible captar ese tipo de sonidos.
La fierecilla apareció de pronto, atenta, molesta y enfurruñada. Se movía inquieta dentro de mí estómago y me rogaba que me levantara del sofá y me largara.
Miré por la colilla del ojo y pude verlos aun besándose. La fierecilla se removió y comenzó a rasguñar lastimosamente. Ahora era un sentimiento casi palpable, podía sentirlo con claridad dentro de mí, alguna especie de punzada cerca del corazón que hacía los latidos pesados, moribundos. Esto no debía de hacerme daño… pero me lo hacía.
Me levanté del sofá y quité la película del televisor. Hice ruido cuando el control del DVD se me cayó de la mano al presionar su botón con fuerza excesiva. Pero al menos sirvió para que Harry y Sharon se dejaran de pasar microbios y me miraran.
-Perdón-farfullé.
-¿No vas a terminar de verla?-preguntó Sharon.
-No, recordé que tengo que arreglar mis cosas-dije, mientras ponía con movimientos torpes el DVD de nuevo en su lugar.
-Ay ________, pero tú nunca arreglas tu habitación-me acusó.
-No me refiero a eso Sharon-la miré-; lo que quiero decir es que mañana saldré con Liam y me llevaré la cámara-no sabía de dónde había salido la mentira, por que eso era, una mentira; Liam y yo no teníamos planes de nada-. Y por cierto, yo sí arreglo mi habitación, aunque no muy seguido.
Sharon ignoró mi último comentario.
-¿Saldrás con Liam de nuevo? Vaya, ¿cuántas veces ya son?-se emocionó y comenzó a especular.
-No las cuento, Sharon-dije y me reí.
-¿Y a dónde irán? ¿De nuevo a tomar café?
Miré el rostro de Harry, aun lado del de su novia conjeturante y pude ver en él ese tipo de gesto que le producía cada vez que yo hablaba de Liam. Aquello me alentó a seguir con la mentira.
-No, a la plaza de San Marcos-dije-. Así que si me disculpas, tengo que ir a ver que me pongo-sonreí, pero de esa manera en la que sonríen las brujas malvadas de las películas.
-¿No vas a cenar?-inquirió Sharon.
-No, no tengo hambre; pero si acaso me da, creo que tengo una barra de granola en mi escritorio-me encogí de hombros.
-Está bien.
-Hasta mañana, Harry-dije, cordialmente y le sonreí. De verás que me sentía mala y a la fierecilla le gustaba eso.
-Hasta mañana, _______-musitó, serio y sin sonrisa.
Me di la media vuelta y me dirigí a mi habitación. Había calmado a la fierecilla e incluso le había dado una dosis de satisfacción, pero ahora tenía otro problema. ¿De dónde demonios había salido mi mentira? No me quedaba más que sólo cruzar los dedos para que Liam pudiera ser mi cómplice y aceptara la invitación que le iba a hacer.
Marqué rápidamente el número de Liam y me aparté de la puerta para que no pudieran oírme. Timbró un par de veces y a la tercera su voz de ángel contestó del otro lado de la bocina.
-¿_______?-me dijo, sorprendido por mi repentina llamada.
Él siempre era el que me llamaba a mí.
-Hola, Liam, ¿cómo estás?-susurré casi.
-Bien. ¿Por qué hablas tan bajito?-me preguntó, cambiando su tono de voz al mío.
-Porque no quiero que me oigan.
-¿Quién?
-Mañana te explico, ¿sí? Sólo quería preguntarte si querías salir a pasear conmigo a la plaza-arrugué el suéter negro que llevaba puesto, nerviosa.
-¡Por supuesto! ¿Mañana?
Suspiré de alivio.
-Sí, gracias.
-No, gracias a ti por invitarme-dijo.
-Entonces, hasta mañana, buenas noches y gracias-musité.
-Hasta mañana.
Trunqué la llamada e hice una exclamación de victoria. Sabía que podía contar con Liam cuando fuera.
Me senté sobre la cama y me incliné para abrir el cajón inferior de mí buró. Rebusqué entre papeles y debajo de todos encontré lo que había guardado como un tesoro a capa y espada hasta hoy. Levanté las diez fotos y miré cada una hasta encontrar alguna que dibujara el rostro mejor.
Cuando lo hice, la tomé entre mis manos y estudié el bello resplandor que por sí sólo reflejaba el rostro de Harry. Sentí en mi estómago como si un montón de burbujas se inflaran y fueran flotando en el espacio libre. ¿Por qué él me provocaba todo esto? Ahora empezaba a tener un miedo racional y tangible. Harry no debería de provocarme ese tipo de sensaciones, por que yo sabía que significaban. Recordé lo que había ocurrido hace rato, y no pude ni imaginarme lo que hubiera pasado si Sharon no hubiese llegado. Su rostro estaba demasiado cerca. Demasiado. Sentí cómo las burbujas se inflaron más y revolotearon por todo mi estómago. Sacudí la cabeza, queriendo deshacerme del recuerdo y por consecuente de la reacción.
Guardé de nuevo todas las fotografías en mi cajón, debajo de todo el montón de papeles, en donde deberían de estar. Me arropé para dormir y escruté el techo en total oscuridad; luché contra los pensamientos que en ese momento estaba teniendo, a mi no me podía gustar el novio de mi mejor amiga, no debía.
Ambos pegamos un brinco al oír la voz de Sharon y ver el rayo de luz que la puerta abierta introducía a la habitación. Nos separamos tan rápido que no pude ni procesar la información del todo bien. ¿Sharon? ¿Ella que hacía aquí? ¿Eran ya las ocho de la noche?
-¿Por qué está tan oscuro?-preguntó y luego las luces me cegaron.
Parpadeé repetidas veces, atolondrada y desconcertada.
-Estábamos viendo una película-explicó Harry, quien de repente se encontraba muy lejos, a diferencia de cómo lo había tenido antes.
¿Cuándo se alejó tan rápido?
-¿En serio? ¿Cuál?-preguntó Sharon, tratando de ver hacía el televisor y de descifrar a qué filme pertenecían esas escenas.
-Infectados-dijo, Harry.
-_______, yo no sabía que eras masoquista-bromeó Sharon y sólo entonces, cuando oí mi nombre, aterricé-. Esa película es aterradora-musitó haciendo un mohín-. ¿Por qué la rentaste?
-Porque no sé italiano, ¿te parece una buena excusa?-musité, medio atontada. Aun no sabía qué había ocurrido y por qué Sharon estaba allí siendo las siete con treinta.
Ella soltó una risotada.
-Shar, amor. ¿Por qué llegaste temprano hoy?-preguntó Harry.
-Ah, hoy salí temprano-se encogió de hombros. Se puso en puntitas para besar los labios de su novio y me giré instantáneamente, de pronto mas aterrorizada por esa escena que por el filme.
Oí el chasquido de sus labios al unirse y quise taparme los oídos o subirle todo el volumen a la TV con tal de que me fuera imposible captar ese tipo de sonidos.
La fierecilla apareció de pronto, atenta, molesta y enfurruñada. Se movía inquieta dentro de mí estómago y me rogaba que me levantara del sofá y me largara.
Miré por la colilla del ojo y pude verlos aun besándose. La fierecilla se removió y comenzó a rasguñar lastimosamente. Ahora era un sentimiento casi palpable, podía sentirlo con claridad dentro de mí, alguna especie de punzada cerca del corazón que hacía los latidos pesados, moribundos. Esto no debía de hacerme daño… pero me lo hacía.
Me levanté del sofá y quité la película del televisor. Hice ruido cuando el control del DVD se me cayó de la mano al presionar su botón con fuerza excesiva. Pero al menos sirvió para que Harry y Sharon se dejaran de pasar microbios y me miraran.
-Perdón-farfullé.
-¿No vas a terminar de verla?-preguntó Sharon.
-No, recordé que tengo que arreglar mis cosas-dije, mientras ponía con movimientos torpes el DVD de nuevo en su lugar.
-Ay ________, pero tú nunca arreglas tu habitación-me acusó.
-No me refiero a eso Sharon-la miré-; lo que quiero decir es que mañana saldré con Liam y me llevaré la cámara-no sabía de dónde había salido la mentira, por que eso era, una mentira; Liam y yo no teníamos planes de nada-. Y por cierto, yo sí arreglo mi habitación, aunque no muy seguido.
Sharon ignoró mi último comentario.
-¿Saldrás con Liam de nuevo? Vaya, ¿cuántas veces ya son?-se emocionó y comenzó a especular.
-No las cuento, Sharon-dije y me reí.
-¿Y a dónde irán? ¿De nuevo a tomar café?
Miré el rostro de Harry, aun lado del de su novia conjeturante y pude ver en él ese tipo de gesto que le producía cada vez que yo hablaba de Liam. Aquello me alentó a seguir con la mentira.
-No, a la plaza de San Marcos-dije-. Así que si me disculpas, tengo que ir a ver que me pongo-sonreí, pero de esa manera en la que sonríen las brujas malvadas de las películas.
-¿No vas a cenar?-inquirió Sharon.
-No, no tengo hambre; pero si acaso me da, creo que tengo una barra de granola en mi escritorio-me encogí de hombros.
-Está bien.
-Hasta mañana, Harry-dije, cordialmente y le sonreí. De verás que me sentía mala y a la fierecilla le gustaba eso.
-Hasta mañana, _______-musitó, serio y sin sonrisa.
Me di la media vuelta y me dirigí a mi habitación. Había calmado a la fierecilla e incluso le había dado una dosis de satisfacción, pero ahora tenía otro problema. ¿De dónde demonios había salido mi mentira? No me quedaba más que sólo cruzar los dedos para que Liam pudiera ser mi cómplice y aceptara la invitación que le iba a hacer.
Marqué rápidamente el número de Liam y me aparté de la puerta para que no pudieran oírme. Timbró un par de veces y a la tercera su voz de ángel contestó del otro lado de la bocina.
-¿_______?-me dijo, sorprendido por mi repentina llamada.
Él siempre era el que me llamaba a mí.
-Hola, Liam, ¿cómo estás?-susurré casi.
-Bien. ¿Por qué hablas tan bajito?-me preguntó, cambiando su tono de voz al mío.
-Porque no quiero que me oigan.
-¿Quién?
-Mañana te explico, ¿sí? Sólo quería preguntarte si querías salir a pasear conmigo a la plaza-arrugué el suéter negro que llevaba puesto, nerviosa.
-¡Por supuesto! ¿Mañana?
Suspiré de alivio.
-Sí, gracias.
-No, gracias a ti por invitarme-dijo.
-Entonces, hasta mañana, buenas noches y gracias-musité.
-Hasta mañana.
Trunqué la llamada e hice una exclamación de victoria. Sabía que podía contar con Liam cuando fuera.
Me senté sobre la cama y me incliné para abrir el cajón inferior de mí buró. Rebusqué entre papeles y debajo de todos encontré lo que había guardado como un tesoro a capa y espada hasta hoy. Levanté las diez fotos y miré cada una hasta encontrar alguna que dibujara el rostro mejor.
Cuando lo hice, la tomé entre mis manos y estudié el bello resplandor que por sí sólo reflejaba el rostro de Harry. Sentí en mi estómago como si un montón de burbujas se inflaran y fueran flotando en el espacio libre. ¿Por qué él me provocaba todo esto? Ahora empezaba a tener un miedo racional y tangible. Harry no debería de provocarme ese tipo de sensaciones, por que yo sabía que significaban. Recordé lo que había ocurrido hace rato, y no pude ni imaginarme lo que hubiera pasado si Sharon no hubiese llegado. Su rostro estaba demasiado cerca. Demasiado. Sentí cómo las burbujas se inflaron más y revolotearon por todo mi estómago. Sacudí la cabeza, queriendo deshacerme del recuerdo y por consecuente de la reacción.
Guardé de nuevo todas las fotografías en mi cajón, debajo de todo el montón de papeles, en donde deberían de estar. Me arropé para dormir y escruté el techo en total oscuridad; luché contra los pensamientos que en ese momento estaba teniendo, a mi no me podía gustar el novio de mi mejor amiga, no debía.
Última edición por daffybieber el Miér 03 Jul 2013, 2:44 pm, editado 1 vez
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
-¿Quién eres?-pregunté, ya que su rostro me era conocido, sin embargo, también me parecía una persona extraña.
-Tu otra yo-me dijo.
Me solté a reír.
-Sí, claro. No puedes ser mi ‘otra yo’; ¡yo no me pondría jamás esos tacones tan altos!-señalé sus pies.
-Sí, bueno; pero resulta que yo hago cosas que tu normalmente no harías. Como por ejemplo, aceptar que me gusta Harry.
-¿Harry Styles?-vociferé, echándome hacía atrás.
-¿Lo ves?-dijo de lo más tranquila- Tú no lo aceptas, yo sí.
-Harry no me gusta, ¿estás loca? ¡Es el novio de Sharon!
-Deja la histeria que sabes que tengo razón.
-Demente-farfullé.
-Bueno, ¿y qué si no fuera novio de Sharon? ¿Aceptarías que te gusta?
-No.
Ella rió y su risa burlona me incomodó.
-Claro, por que si no fuera novio de Sharon, quizá no lo hubieras conocido-pensó.
-No me gusta Harry-dije, tajante.
-Repítelo hasta que te lo creas, por que a mí no me engañas-me sonrió-.
-¡Guarda silencio!
-¿Por qué? Nadie puede oírnos, sólo estamos tú y yo. Si aceptas que Harry te gusta, dejaré de molestarte.
-No-me crucé de brazos.
-Como quieras-se encogió de hombros-. A fin de cuentas para eso estoy yo.
-No sé de quién seas la otra parte, porque de mí no.
-Como digas-manoteó restándole importancia a mi comentario-. Pero ten en cuenta que yo, sí acepto que Harry me gusta y no olvides que sí soy parte de ti.
El sudor me perlaba el rostro cuando me desperté jadeante entre las sábanas. Eso sí que había sido una pesadilla. Un extraño y loco sueño, nada más. Miré el reloj, eran las ocho de la mañana. Recordé los planes que tenía con Liam y salí disparada de la cama para bañarme y vestirme.
Salí entonces a buscar a Liam pasadas de las nueve treinta, y como siempre, esa bonita sonrisa en su rostro de ángel me alegró la mañana.
-Hola-me saludó.
-Hola.
-¿Lista para irnos?
-Claro.
Enredé mi brazo al suyo y nos encaminamos a su mustang antiguo, color negro. Me abrió la puerta y luego puso el auto en marcha. El motor rugió bajó nosotros y las llantas comenzaron a rodar.
-¿Por qué ayer hablabas tan bajito? ¿Quién no querías que te oyera?-me preguntó.
Solté una delicada risita tonta, y sentí que enrojecí un poco.
-Sharon y Ha... Harry.
-¿Por qué? Déjame adivinar, las especulaciones de Sharon-rió.
-Eemm… sí, eso.
Me miró, aunque no parecía muy convencido debido a mí vacilar a la hora de responder.
Llegamos a la plaza de San Marcos y bajamos a caminar. Saqué un par de fotografías de cada monumento mientras que la gente andaba de aquí para allá bajo el tenue y apenas visible sol de la ciudad de Venecia.
-Liam-musité, como quien no quiere la cosa.
-Dime.
-¿Te ha gustado alguna vez alguien… prohibido?-me miré los pies al caminar, entre tanto que esperaba la respuesta de Liam.
-¿Prohibido?
-Sí, alguien que no te debe de gustar-vacilé.
-Mmm…-pensó-. A los cuatro años me enamoré de mi tía-rió.
Me reí también.
-Es enserio, Liam.
-¿De quién pudiste haberte enamorado, ________? ¿De un padre?
-Enamoramiento no, Liam. Y de un padre tampoco-lo fulminé con la mirada.
-Bueno, está bien. ¿En quién te pudiste haber fijado?
-Pues…
-¿Harry?
-¿Qué?-se me bajó la sangre de la cabeza hasta los pies y sentí como si fuera a tocar el piso.
¿Cómo sabía? ¿Cómo pudo haber adivinado tan fácil? ¿Era yo tan obvia?
Miré a Liam, temerosa y con labios trémulos; pero entonces me percaté de que Liam no me miraba a mí, sino que su mirada se posaba lejos, observando un punto fijo.
-¿Es ese Harry?-preguntó, aun mirando a lo lejos.
Seguí el trascurso de su mirada y pude visualizar a unos tantos metros, entre la gente que pasaba de un lado para otro, un cuerpo que me quitaba el aliento. Caí en la cuenta de que mis pensamientos habían funcionado mal y que Liam no se refería a lo que yo había creído; sino que musitó el nombre de Harry porque a lo lejos lo vio.
-Creo que sí-musité- ¿Qué hace acá?-pregunté.
-A lo mejor salió a pasear, como nosotros. Hablémosle-sugirió.
Me tomó de la mano y me arrastró varios metros entre la gente hasta llegar a las espaldas de Harry, la perfecta y bien trabajada espalda de Harry, que no dejaba de lucir aun con la camisa que traía encima. Harry parecía como si buscase a alguien, ya que asomaba su cabeza sobre la de los demás.
-Harry-musitó Liam, haciendo que el interpelado pegara un brinco.
Se giró a mirarnos y abrió los ojos como platos.
-Perdón, no quería asustarte-dijo el bello ángel.
-No… no hay problema-tartamudeó y luego colocó su mirada en el entrelazado de dedos entre Liam y yo; su rostro dejó la expresión de nerviosismo y pasó a una con un ceño fruncido.
-¿Estás con alguien? Porque se nos ocurrió que sería buena idea que anduvieras con nosotros, digo, si quieres-dijo Liam.
-¿Eh?-subió la mirada-. Ah, sí, claro.
-Bien-sonrió Liam-. Vayamos para allá-señaló hacia la izquierda-. Hay lugares que seguro te gustarán-me dijo.
Seguí a Liam, aun atada a su mano y Harry a mi lado. El corazón cantaba emocionado y palpitaba extraño, con alguna clase de latidos que yo desconocía, pero que sin embargo me llenaban de placer.
-Qué casualidad haberte encontrado, Harry-musitó Liam.
-Ah, sí, vine porque…-se quedó en silencio de nuevo, repentinamente nervioso-porque… quería… salir un rato-dijo.
-Nosotros igual, además de que ______ aprovecha para sacar estupendas fotografías, ¿verdad?-me sonrió.
Le devolví la sonrisa, por que la voz se me había ido y sólo podía escuchar los escandalosos latidos de mi corazón producidos por el perfume tan varonil que Harry desprendía en cada paso que daba.
-Por cierto, ______, no entiendo aun qué quieres decirme-me dijo Liam-. No contestaste mi pregunta.
-¿Qué pregunta?-dije, con voz medio baja.
-¿En quién te fijaste y por qué dices que es prohibido?-inquirió.
Abrí los ojos de par en par, casi se me salían de las órbitas. Y Harry, quien estaba a mi lado, encaminando su paso con el mío, nos miró rápidamente. Íntegramente atento.
-Eemm… en… el… amm…-tartamudeé. Las miradas de ambos se posaban en mí y la de Harry ni siquiera parpadeaba.
-¿En quién?-volvió a preguntar Liam.
Lo fulminé con la mirada queriendo taparle la boca en ese instante, las manos comenzaron a sudarme ante la posibilidad de quedar en evidencia.
___________________________________________
Te imaginas que te descubra... ah no, yo me re muero
Última edición por daffybieber el Miér 03 Jul 2013, 2:46 pm, editado 1 vez
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
Dios,el cap. fue....¡¡Magnifico!!
Siento no haber comentado estos tres días esque
estaba estudiando y el viernes fui a la casa de una amiga y me quede a dormir.
Pero ya estoy aquí y estaré ansiosa por el próximo capítulo ;D
Siento no haber comentado estos tres días esque
estaba estudiando y el viernes fui a la casa de una amiga y me quede a dormir.
Pero ya estoy aquí y estaré ansiosa por el próximo capítulo ;D
Alexandra Vega
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
¿En quién?-volvió a preguntar Liam.
Lo fulminé con la mirada queriendo taparle la boca en ese instante, las manos comenzaron a sudarme ante la posibilidad de quedar en evidencia.
-En… mi… amigo… que dejé en California-inventé.
-¿Qué clase de amigo? Cualquiera podría enamorarse de un amigo-inquirió.
-Enamoramiento no, Liam-especifiqué de nuevo, Harry sólo se mantenía en silencio pero atento-. Y es… un amigo, amm… cercano y…-me estrujaba los sesos para poder seguir poniéndole palabras a mi mentira-y… a una amiga también le gusta, entonces…
-Tienes miedo de perder la amistad de tu amiga por haberte fijado en el mismo chico que ella-completó Liam.
-¡Exacto!
-Bueno y, ¿quién se fijó primero en el chico?
-Ella-musité, con pesar.
-Pero tú ya te fuiste de California, ya no importa o ¿sí?-dijo Harry, quien había estado como una estatua hasta ahora.
-Eemm…-murmuré.
-Igual yo creo que lo hubieras hablado con tu amiga, en vez de especular tú sola las cosas y castigarte a ti misma-interrumpió Liam-. Digo, no era su novio y ella no era tu mejor amiga-se encogió de hombros.
Me solté a reír y ambos me miraron. Si Liam supiera a quién me refería ni siquiera haya dicho lo último.
-¿Qué es gracioso?-preguntó Harry.
-Nada, sólo que… nada-manoteé con la mano restándole importancia.
-¡Mira, ______!-me dijo Liam- ¿Ese lugar no te parece ideal para una fotografía?-apuntó hacía un edificio a lado de un canal que se extendía magnífico por el este.
-Qué buen gusto tienes Liam-concordé-. Creo que le tomaré una.
Saqué con la mano libre la cámara de mi bolso y luego me quedé en silencio y sin actuar, tímida porque Liam aun mantenía su mano atada a la mía.
-Liam, creo que ______ necesita sus dos manos-farfulló Harry.
-Oh, cierto. Discúlpame-enrojeció un poco y soltó mi mano a la que inmediatamente le pegó el aire gélido del medio día.
Le sonreí y apunté el lente de la cámara hacía el monumento y saqué la fotografía.
-Un fiore per la ragazza?-musitó alguien detrás de mí.
Me giré y obtuve la imagen de una señora con un canasto de rosas rojas que le hablaba a Harry, mientras que Liam estaba distraído mirando las palomas.
Harry me miró y luego me sonrió. Entonces miró de nuevo a la señora.
-Quanto costa una?-preguntó.
-Un euro-dijo la señora.
-Dammi uno.
Ella le acercó la canasta y Harry escogió una rosa entre el puño y luego, sacó del bolsillo de su pantalón una pequeña moneda.
-Ecco-le dio la moneda y le sonrió.
-Grazie bel giovane-dijo la señora y luego me sonrió a mí para después alejarse e ir a ofrecerle sus flores a la demás gente.
No había aprendido aun italiano, pero al menos, ya estaba un poco más familiarizada con las palabras y pude entender la conversación entre Harry y la señora. Ella le había ofrecido una rosa, él le había comprado una. Simple. Seguro se la llevaría a Sharon.
-Ten-pero me la ofreció a mí y me dejó en blanco.
-¿Qué?-musité, torpe.
-Es para ti-dijo, como si hubiera adivinado mi pensamiento anterior.
-Gracias-tomé la flor entre mis manos y sentí que el rubor corrió por mis mejillas pintándolas, así que desvié mi rostro y miré a Liam, quien aún seguía entretenido observando el centenar de palomas que volaban en el cielo y otras que caminaban por el suelo de la plaza.
Alcé mi cámara y tomé una fotografía de su perfil justo en el momento exacto en que las palomas volaron. Una fotografía maravillosa. Liam me miró.
-Hey, pudiste haberme avisado-me dijo y yo reí.
-No, creo que saliste más lindo así.
El se sonrojó de nuevo, y luego bajó la mirada percibiendo así la flor en mi mano.
-¿Y esa flor?-preguntó.
-Se la dí yo-dijo Harry, con más orgullo del necesario.
-Rayos, entonces yo tengo que comprarte un ramo completo-bromeó.
-Lo haces parecer una competencia, Liam-dije, queriendo seguirle la broma, pero lo cierto era que dos hermosos ángeles estaban cortejándome y el tono casual en mi voz no era muy espléndido.
-Claro que no es una competencia-dijo él-, yo no estoy compitiendo con nadie; Harry no es un jugador, él ya tiene dueña-bromeó Liam, palmeándole la espalda a Harry.
Harry sólo sonrió, pero a esa sonrisa le hacía falta… ¿alegría?
-Me haces sentir como un trofeo-dije, haciendo un mohín.
-Non un trofeo. Tu sei una principessa bella e mi piace essere il vostro principe-musitó.
El rostro de Harry se endureció y su ceño se frunció ante las palabras que Liam había pronunciado. ¿Pero qué había dicho?
-Tell in spagnolo-le farfulló Harry.
-No, mi vergogno-musitó Liam.
-Qual è il tempo a flirtare con lei? Non capisce-el rostro de Harry se volvía serio y su voz no tenía ese tono amable.
-Perché so che gli piace l’accento italiano- Liam se encogió de hombros.
-Non vedo il punto-Harry se cruzó de brazos y luego me miró.
No sabía cuál era mi expresión, pero hasta sentía un signo de interrogación dibujado por encima de mi cabeza. Odiaba no entender nada.
-Liam dice que eres una bella princesa y que a él le gustaría ser tu príncipe-me dijo, pero parecía molesto.
-Stai zitto!-protestó Liam a Harry, enrojeciendo por completo.
Miré a Liam, enternecida.
-Qué lindo eres, Liam. Gracias-dije, y él enrojeció más. Sin embargo, Harry permanecía de brazos cruzados y con rostro duro.
La fierecilla apareció de pronto, bailando de alegría por que creía que lo que Harry tenía eran celos y aunque no quisiera aceptarlo, a mí también me gustaba la idea.
_________________________________________
que tierno que es Liam ♥♥ Y HARRRRY no seas celosoooo
Última edición por daffybieber el Miér 03 Jul 2013, 2:46 pm, editado 1 vez
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
La tarde había llegado y el sol se había ocultado ya en algún punto del cielo cuando volvimos al departamento. Había sido increíble haber pasado todo un día con Harry cuando no estaba en mis planes. Me sentía mal a veces de haber utilizado a Liam en varias ocasiones para sacarle ese rostro adusto y un ceño fruncido a Harry. Pero más allá de la remota culpa, se sentía bien.
-¡Uff! Fue un día magnífico el de hoy-dijo Liam, riendo complacido.
-Lo fue-concordé-. Gracias, Liam.
Besé su mejilla ligeramente coloreada por una bella pincelada rosa y crucé los dedos por que el ceño fruncido de Harry apareciera de nuevo en su bello rostro. Le miré por la colilla del ojo cuando me alejé de Liam y lo vi con las manos en sus bolsillos y la mirada baja, como si quisiera evitar ver. La fierecilla se decepcionó.
-Hasta luego, Liam-le dije.
-Hasta luego, principessa-rió, tímido, luego dio la vuelta y se introdujo al departamento de su tía.
Miré a Harry quien ahora esbozaba una linda sonrisa, ¿no le había afectado en nada mi patético intento por ponerlo celoso?
-Qué grosero es Liam, no se despidió de mí-dijo, pero mantenía aun esa sonrisa.
-Es un poco despistado, no te lo tomes a mal-sonreí.
Abrí la puerta y él me siguió.
-Son las seis treinta de la tarde, ¿qué quieres hacer?-me preguntó.
-Estuve caminando casi todo el día por la plaza, no creo que me queden ánimos de hacer algo más-musité, aventándome al sofá y dejando la rosa roja sobre la mesa de centro.
-¿Quieres jugar cartas?-sugirió, sentándose a mi lado.
-No, siempre me ganas-hice mohín y el rió por lo bajo.
-Bueno, que tal… ¿ver una película?
-Ya vi todas las que Sharon tiene, y me da pereza ir hasta el video club a rentar una. Lo siento-musité, negando.
-Está bien, ¿por qué no jugamos a las diez preguntas?-insistió.
-Bueno creo que eso puedo hacerlo sentada aquí-reí y me crucé las piernas sobre el sillón, acomodándome para quedar cara a cara con Harry.
-Está bien, comienza tú-me dijo.
-Me dijiste que te gustaba la música. ¿Alguna vez has escrito una canción?
-Sí, tengo algunas letras, pero no son tan buenas-sonrió y bajó la mirada.
-Estoy segura de que son geniales-animé.
-Siguiente pregunta-rió.
-¿Algún día me ensañarás una?
Me miró y rió de nuevo por mi insistencia.
-Está bien, algún día-prometió.
-Bien. Veamos…-pensé- ¿tu punto más cosquilloso?
-Emm… el cuello-dijo, como quien no quiere la cosa.
-¿Qué hay de tu futuro?-pregunté, meramente curiosa.
Se encogió de hombros, elegante.
-Pues sólo estoy seguro de una cosa. No seré administrador como Louis- rió-. A lo mejor, quizá, compositor.
-¿Compositor? ¡Dios, eso sería fenomenal!
-Gracias.
¿De qué hablan las canciones que escribes?
-De la vida, de mí, del amor…-se encogió de hombros de nuevo.
La fierecilla se removió y me animó a preguntar:
-¿Alguna vez le escribiste alguna a Sharon?-inquirí, temerosa por la respuesta, porque la fierecilla no sólo era terca, también era sensible.
Se quedó serio por un segundo, con un semblante duro e inexpresivo. La fierecilla se removió curiosa inquieta e impaciente.
-Me da pena admitirlo-bajó la mirada-. Pero no-musitó.
-¿Por qué no?-mi ceño se frunció pero la fierecilla sonreía alegremente.
-Es que…-elevó una de sus manos hasta su cabeza y la rascó despeinando su corto cabello- lo intenté, de verás, pero las palabras que salían y las frases que se formaban… simplemente no me gustaban. No eran buenas.
-Pero al menos lo intentaste, y ya sabes lo que dicen ‘La intención es lo que cuenta’-le sonreí, aliviada y feliz.
-Supongo-asintió riendo-. Siguiente pregunta.
-Está bien, veamos… ¿Qué pensaste de mí la primera vez que me viste?
Sonrió, dejándome ver todos esos hermosos y perlados dientes.
-Que eras _______, la amiga de Sharon-dijo.
-No eso, eso ya lo sabías. Me refiero a la primera impresión.
-Oh, bueno. Recuerdo que me reí porque peleabas con la puerta-sonrió- y pensé que eras divertida; luego me seguiste la plática, entonces supe que eras sociable; para después deducir que eras agradable porque era fácil reír contigo.
-Oh, vaya. Gracias-musité, ligeramente ruborizada.
-Siguiente pregunta.
-¿Qué extrañas más de Arizona?
-Diría que mi familia, pero ellos viven aquí así que…-pensó- tal vez mi antigua universidad: me gustaban las fiestas-rió-. Siguiente y última pregunta.
-¿Me las estás contando?
-¡Claro! El juego se llama ‘diez’ preguntas, ¿no?
-Está bien, está bien-manoteé.
Pensé muy bien mi última pregunta, y sólo se me vino a la mente la que había estado pensando desde el inicio del juego, incluso mucho antes. Pero no sabía si hacerla era buena idea, sin embargo la fierecilla insistió hasta que las palabras salieron de mi boca con sumo cuidado.
-¿Por qué te fuiste de Arizona?-musité, tímida y con la voz apenas audible.
Él se quedó en silencio de nuevo y luego bajó la mira. ¡Tonta, tonta, tonta! Me decía una voz interna; si no se lo contó a Sharon, no sé por qué tenía la esperanza de que me lo contara a mí
Última edición por daffybieber el Miér 03 Jul 2013, 2:47 pm, editado 1 vez
daffybieber
Re: "Manual de lo PROHIBIDO" [Harry Styles y tu] [ADAPTACION]
Awwww
A Hazza le gusta Rayita,solo espero que lo acepte a tiempo y sean felices para siempre :D
Además Harry no ama a Sharon,casi siempre que mencionan su nombre cuando esta con Rayita,hace una cara de disgusto o una sonrisa fingida.
Fuera de eso,
Amo tu nove
es tan interesante y tan romántica.
Siguela!!!!!
A Hazza le gusta Rayita,solo espero que lo acepte a tiempo y sean felices para siempre :D
Además Harry no ama a Sharon,casi siempre que mencionan su nombre cuando esta con Rayita,hace una cara de disgusto o una sonrisa fingida.
Fuera de eso,
Amo tu nove
es tan interesante y tan romántica.
Siguela!!!!!
Alexandra Vega
Página 3 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Temas similares
» Manual de lo prohibido (Harry Styles y tu)
» Manual de lo prohibido- Harry Styles.
» Manual de lo prohibído (Harry Styles)
» Manual de Lo Prohibido . |Harry Styles|
» Manual de lo prohibido [Harry Styles]
» Manual de lo prohibido- Harry Styles.
» Manual de lo prohibído (Harry Styles)
» Manual de Lo Prohibido . |Harry Styles|
» Manual de lo prohibido [Harry Styles]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 3 de 8.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.