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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
Vieja lectora que se ha actualizado(?) Cami espera pacientemente el próximo capítulo para dejar un extenso comentario :3
Cami
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
Dios de mi vida, adoro como escribes, como describes, como relatas, en serio, me encanta.
Alex Guillén
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
Chicas se pasan por la propuesta de novelas que tengo ? Si ? Porfi [url=Propuestas de nuevo tema]Link[/url] sólo tienen que leer las dos opciones y votar "Niall" o "liam" besos
Chloe
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
18
Maldición, claro que quiero. La polla se me pone dolorosamente dura y siento que los testículos se tensan.
Ella resopla.
-Louis-insiste, su glorioso y sonrosado cuerpo es sumamente atractivo. Lyla voltea los ojos, se levanta y yo me siento despojado-.
La quiero ahora.
Yo la imito y tomando su mano la dirijo hacia mi habitación. La quiero ahora, de cualquier manera. Los tacones de sus botas repiquetean sobre el piso de mármol. En el umbral de la puerta se suelta y escanea el cuarto. Entra y camina, casi inconsciente de su desnudez.
-Es exactamente como imaginé que sería-dice, enarco ambas cejas-.
-¿Eso es bueno o es malo?-inquiero y me sorprende que en estos momentos pueda formular una pregunta, siendo el único sonido que quiere salir de mi garganta es un gruñido, ella se encoge de hombros-.
-Supongo que no-se para frente a la cama y voltea para mirarme, con la ceja izquierda levantada-¿No deberías estar en la cama?-mi miembro se sacude dentro de los pantalones, voy hacia ella y enredo los brazos a su cintura, la acerco y le planto un beso-.
Lyla se apoya contra mi cuerpo, restregando los senos contra mi pecho. Paso la lengua por el paladar y ella gime, aferrándose a mí. De pronto, deshace el abrazo, rápidamente y me empuja. Caigo rebotando sobre la cama y ella se echa sobre sus rodillas. Se coloca entre mis piernas, con manos temblorosas, lentamente baja la bragueta de mis vaqueros.
La oscura mirada que me da, me quema e inflama cada partícula de mi cuerpo. Desvía la vista a mi entrepierna, y me excito más de lo que puedo soportar. No. Te. Muevas. Me sorprende cuando de un tirón baja mis vaqueros y bóxers hasta los tobillos, liberando mi polla, que salta expectante. Descansa las manos en mis rodillas, se humedece los labios con la lengua y vuelve a mirarme a los ojos.
Extiende una mano y acaricia mi pene desde la base hasta la punta y me quedo sin respiración. Con los labios entreabiertos, baja la cabeza y cierro los ojos cuando me acoge dentro de su boca, que está húmeda y caliente. Su lengua pasa por toda la longitud casi arrancándome un gemido.
Hecho la cabeza hacia atrás y tenso la mandíbula, tan fuerte que creo que se me van a astillar los dientes, cuando un temblor de placer atraviesa mi columna vertebral. Lyla se aleja y con las manos bombea mi palpitante erección mientras chupa el glande, suelto un jadeo. Bueno, no mentía acerca de ordeñarme. Aprieto el edredón con ambos puños.
Maldición.
Voy a romperme en mil pedazos.
La miro y veo su expresión satisfecha, pacífica e inocente. Sin previo aviso introduce todo mi miembro hasta la garganta y lo traga, produciendo la más exquisita de las fricciones.
Lo siguiente que sé es que el control me abandona, agarro su cabeza entre mis manos y comienzo a follarle la boca. Rápido, fuerte. Una capa de sudor se instala en mi frente, por tratar de evitar el estallido de un clímax que cuando llegue, me destrozará.
Y cuando lo hace, me sorprende la intensidad abrasadora del mismo.
-¡Lyla!-grito roncamente mientras el placer atraviesa mi espalda y exploto-.
Y aún con mi miembro dentro de su resbaladiza boca, traga el semen, la sensación prolonga el placer y yo recuesto mi espalda en el colchón, dichoso.
No puedo creer que esto haya pasado. Aún no caigo. Acaba de darme un orgasmo con su boca.
-Dios-murmuro, ella suelta una risita y gateando se sube encima de mí-.
Retira mi camiseta y besa tiernamente cada pedazo de piel que va exponiendo, lo que hace que se me ericen todos los folículos del cuerpo. Yo continúo respirando entrecortadamente, pero cada músculo de mi cuerpo está relajado, incluido el semi erecto pene.
-Reaccionaste bastante bien para ser la primera vez-dice y yo tardo medio minuto en darme cuenta de a lo que se refiere-.
Frunzo el ceño.
-¿Quieres decir que…?
-Shh, no hace falta que lo digas en voz alta-ella tapa mi boca con la mano-bueno, sí, es mi primera vez haciendo eso-murmura, retirando su mano y colocándola bajo su mentón, se recuesta en mi pecho-.
Está ruborizada y evita mirarme.
Una ola de posesividad y ternura se expande por mi cuerpo. Mental y físicamente estoy en el Nirvana. Soy el primero en largar mi simiente en su boca.
-Mírame, mi dulce-le digo, ella lo hace. Entierro mi mano en su cabello y me incorporo lo suficiente para besarla. Y el beso es abrasador, implacable, ella gime desde la parte posterior de su garganta y yo pruebo mi propio sabor-no tienes nada por lo que avergonzarte. Fue fabuloso-susurro con firmeza, cuando me aparto unos milímetros de sus suaves labios-.
-¿Fabuloso? ¿En serio?-ella duda, arrugando la frente, yo asiento con la cabeza. Una sonrisa se asoma a mis labios ante su reacción-.
Me tomo un momento para observarla. Su rostro está sonrosado, cubierto con una pátina de sudor. Labios rojos e hinchados. Una total delicia.
-Necesito… un minuto-dice, y yo parpadeo-¿el baño?-inquiere, incorporándose. Y yo quiero gimotear, porque necesito su calor cubriéndome-.
-Um, es esa puerta-señalo con el dedo, ella asiente y se contonea. Cierra la puerta-.
Dios.
La simple visión de su espalda de color del caramelo y su trasero y cadera, hace que comience a endurecerme de nuevo. Mierda, tengo que hacer algo para bajar esto, se supone que no vamos a hacer nada esta noche. Bueno, ya lo hicimos, pero nada que involucre mi pene en su húmeda, caliente, sedosa feminidad.
Ay, Louis. Lo tienes mal.
Me levanto y comienzo a arreglarme la ropa. Me quito la chaqueta de mezclilla azul y los zapatos. ¿Qué pasará ahora? ¿Tal vez quiera tener sexo? Chasqueo la lengua. Sé cómo follar en variadas posiciones y con un montón de juguetes y herramientas a mi disposición. ¿Ella querría hacerlo a mi modo? Me encojo de hombros mentalmente. Lyla tiene mente abierta para una variedad inmensa de cosas.
Pero, ¿prefiere el sexo vainilla?
Niego con la cabeza.
Acaba de hacerme una mamada. Por voluntad propia. Pero hay ciertas cosas que tal vez no le gustan. Dios, para esto sirven los límites inquebrantables. Y no los hemos fijado todavía. Suelto un suspiro, tengo el contrato preparado desde hace tiempo, como tres semanas—sí, soy así de optimista—.
Ahora que estamos en una relación—lo estamos, ¿verdad? No sé mucho sobre esto…—, puede que no sea necesario el contrato, aunque le servirá de referencia para lo que yo desee practicar. No llegué tan lejos con ella, para que una cosa, como, no lo sé, sexo anal, me eche a perder esto, así que incluso podría ceder y quitar lo que la asuste.
Es mejor ir avanzando lentamente, ir desde vainilla para terminar con chocolate con chispas…
La puerta se abre, luego de lo que parecen siglos y me encuentro con unos oscuros ojos mirándome pícaros. Sostiene contra sus labios, entre el dedo medio e índice un paquete plateado, y me mira como diciendo: “¿Listo para el segundo round?”.
hearmeroar
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
OH MAI GAD esa Lyla salió toda una pilla jajaja sigueee
narrysgirl
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
Lyla me salió más picara que Christian grey ok no ,síguela pronto bebe que nos habías dejado abandonadas
Chloe
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
19
Maldición, dame un respiro, chica.
-Um, espero que no te moleste que haya esculcado entre tus cosas, pero estaba buscando esto-dice ella, acercándose-.
El hecho de que sus pezones están arrugados a causa de la temperatura no se me pasa. Ella no puede hacerme esto, ¿cómo se supone que no voy a follarla ahora, siendo que ella quiere? Lo siento Yo Mismo, pero debemos complacer a la dama.
Debe haber una manera de combinar ambas maneras, y yo la voy a encontrar.
Me reúno con ella a mitad de camino y la brazo por la cintura, la acerco a mí y bajo la boca a la tensa cima de su pezón, lo rodeo con la lengua y luego lo succiono con fuerza. Ella se arquea y suelta un jadeo.
-¿Pre…pretendes hacerlo con la ropa puesta?-inquiere con la voz temblorosa y ronca-.
Suelto una risa desde el fondo de mi garganta.
-No.
Me aparto y me quito la camiseta primero y los jeans, bóxers y calcetines. Ella baja de sus tacones y se deshace de sus bragas y medias, oh, Madre Santa, es el mejor espectáculo del mundo. Se incorpora y se me queda mirando, y hace una mueca de dolor.
-¿Qué pasa?-inquiero, ella me mira a los ojos-.
-Pasa que no tengo ni idea de qué me viste-exhala, con los ojos abiertos como platos, yo le sonrío y la acerco a mí-.
-No seas tonta, mi dulce-vuelve a ser diminuta, sin esos doce centímetros, así que la rodeo en un abrazo y coloco el mentón sobre su cabeza-.
Lyla coloca una mano en mi cadera y la otra en medio de mis omóplatos, acercándonos más. Su delicado aroma a cítricos y coco, me inunda. Su cabello huele a manzanilla. Y me calma, me relaja. Mis manos viajan por sus contornos y sin previo aviso, la levanto de los muslos. Ella enreda las piernas a mi cintura.
Besándola, nos transporto a la cama. Su lengua roza tentativamente con la mía, de repente tímida. Cuando la coloco sobre el colchón, ella automáticamente abre las piernas para mí. Inhalo con fuerza ante la visión del oscuro vello sobre la rosada carne.
Perfecta.
-Um, Louis… tengo algo que decirte-todas las alarmas de mi cerebro se encienden-.
Es virgen.
-Dime-pronuncio con cautela-.
-Verás, estoy un poco oxidada ahí abajo-frunce los labios-ha pasado mucho tiempo para mí…-dice-.
No sé si sentirme decepcionado o aliviado.
Bueno, ¿qué esperabas? Tuvo una vida antes de conocerte.
-¿Cuánto?-pregunto con la voz ronca, ella desvía la mirada-.
-Eh… dos años, creo-eso es bastante tiempo. Wow. No me veo siendo célibe por dos años-.
Voy a preguntarle acerca de esto, pero más tarde.
-Vamos a ocuparnos de eso-le sonrío de lado, ella me mira y asiente-.
Ella me pasa el preservativo, lo agarro y lo dejo al lado de ella. Lyla frunce el ceño.
-Todavía no-le digo-.
Me recuesto sobre ella, con los antebrazos encima del colchón, para no aplastarla. Despacio, beso donde su pulso late, y ella suelta un suspiro. Bajo a su clavícula y reparto suaves besos, robándole suspiros de nuevo.
Ahora le doy atención a los preciosos pechos. Los beso, los lamo y los succiono. Ella se retuerce. Y cuando ambos están completamente erectos y duros, los muerdo. Y ella se agita y gime, enreda las piernas a mí alrededor y mece las caderas en respuesta.
Beso su vientre, ligeramente abultado y ella se ríe, su piel se eriza y acaricia mi cabello, luego enreda los dedos en él. Muerdo la piel de su cadera y suelta un jadeo. Doblo sus piernas y deposito besos en la cara interior de sus muslos, ella se tensa cuando estoy a centímetros de su centro.
Coloco sus piernas sobre mis hombros, abrazo sus caderas y rozo la nariz contra su centro, que al igual que su cabello, huele a manzanilla, con el distintivo aroma de sus fluidos. Lyla se tensa.
-Podría olerte toda mi vida-susurro, ella suelta una risa ahogada-.
Paso la lengua por su sexo, desde la vagina hasta el clítoris, y su risa se transforma en un gemido. Y escribo el alfabeto, sobre su clítoris. Cuando voy por la J, succiono el brote de nervios, y ella grita y se corre violentamente.
Oh, dulce néctar.
Me alimento de ella, pero no paro, y en aproximadamente un minuto vuelve a correrse, gritando y las manos aferradas a mi cabello. Antes de retirarme, le doy suaves lametazos, ida y vuelta. Ella se estremece y gime.
En un abrir y cerrar de ojos me coloco el preservativo, me siento en la cama, sin darle tregua al extenuado cuerpo de Lyla, la subo sobre mi regazo, le sujeto el trasero y la coloco sobre mi erección. Ella se sostiene de mis hombros y se ensarta a sí misma. Ambos emitimos jadeos de placer que se convierten en gemidos. Busco sus labios, y mientras nuestras lenguas se mueven con ardor y urgencia, amaso con ambas manos la tensa carne de sus muslos y trasero.
Lyla se sirve de sus rodillas para elevarse, y tienta peligrosamente con liberarme la verga, para luego hundirse de nuevo, engulléndola por completo. Me cabalga, gime y se estremece. Bajo la boca a un pezón, y lo succiono, duro, haciendo que ella eche la cabeza hacia atrás y me regale un gritito.
Deslizo una mano entre los húmedos pliegues de su sexo, para encontrar el palpitante centro de su placer. La acaricio y empujo hacia el colchón, con cuidado, para no salir de su interior. Con la otra mano sujeto sus muñecas por encima de su cabeza y comienzo a embestirla rápido y fuerte.
Ella vuelve a estremecerse, sus músculos vaginales se contraen, y de golpe me quedo quieto. Lyla se sacude debajo de mí y abre los ojos, que están vidriosos y húmedos. ¿La estoy lastimando?
-¿Te lastimé?-inquiero aterrorizado, ella me gruñe y niega con la cabeza-.
-No-dice, con voz ronca-pero si no me das lo que quiero te voy a hacer daño-amenaza, y yo simplemente me río-.
Salgo de su interior, y la observo por un instante; su rostro está sonrosado, sudoroso, sus labios rojos, su cabello oscuro cae sobre la blancura de la almohada creando un bello contraste. De una sola estocada vuelvo a su húmeda y caliente vaina. Lyla grita y mueve la cabeza de un lado al otro. Muerdo el hueco entre el cuello y el hombro. Embestida una y otra vez, fuerte, rápido, perdiendo el control. Me siento salvaje, poderoso.
Vuelvo a sentir esa deliciosa contracción alrededor de mi pene, y acelero mis envites. Quiero llegar con ella.
-Córrete, Lyla-exijo con voz ronca, casi irreconocible-¡Ya!
Y ella lo hace. Y yo lo hago. Y es… increíble, perfecto.
Me desplomo sobre su cuerpo, y no me muevo en lo que parecen horas, aunque probablemente son dos o tres minutos. Su respiración sigue agitada, la mía también. Cuando me re tiro, ambos gemimos. La arrastro automáticamente a mi costado y la abrazo con fuerza.
-Sabes-dice ella, cuando su respiración se normaliza-probablemente voy a tener las huellas de tus manos en mis muñecas-se las mira-.
-Lo siento-le respondo. Pero es mentira, porque esas son mis marcas. La marqué. Es mía-.
-No te preocupes-le resta importancia, besa mi pecho-creo que son sexys.
Nos reímos y metemos bajo el edredón azul que cubre mi cama. Lyla enreda sus piernas con las mías y al poco tiempo, ella se queda dormida. Suspirando, yo cierro los ojos y me dejo llevar también, con un pensamiento: finalmente es mía.
Maldición, dame un respiro, chica.
-Um, espero que no te moleste que haya esculcado entre tus cosas, pero estaba buscando esto-dice ella, acercándose-.
El hecho de que sus pezones están arrugados a causa de la temperatura no se me pasa. Ella no puede hacerme esto, ¿cómo se supone que no voy a follarla ahora, siendo que ella quiere? Lo siento Yo Mismo, pero debemos complacer a la dama.
Debe haber una manera de combinar ambas maneras, y yo la voy a encontrar.
Me reúno con ella a mitad de camino y la brazo por la cintura, la acerco a mí y bajo la boca a la tensa cima de su pezón, lo rodeo con la lengua y luego lo succiono con fuerza. Ella se arquea y suelta un jadeo.
-¿Pre…pretendes hacerlo con la ropa puesta?-inquiere con la voz temblorosa y ronca-.
Suelto una risa desde el fondo de mi garganta.
-No.
Me aparto y me quito la camiseta primero y los jeans, bóxers y calcetines. Ella baja de sus tacones y se deshace de sus bragas y medias, oh, Madre Santa, es el mejor espectáculo del mundo. Se incorpora y se me queda mirando, y hace una mueca de dolor.
-¿Qué pasa?-inquiero, ella me mira a los ojos-.
-Pasa que no tengo ni idea de qué me viste-exhala, con los ojos abiertos como platos, yo le sonrío y la acerco a mí-.
-No seas tonta, mi dulce-vuelve a ser diminuta, sin esos doce centímetros, así que la rodeo en un abrazo y coloco el mentón sobre su cabeza-.
Lyla coloca una mano en mi cadera y la otra en medio de mis omóplatos, acercándonos más. Su delicado aroma a cítricos y coco, me inunda. Su cabello huele a manzanilla. Y me calma, me relaja. Mis manos viajan por sus contornos y sin previo aviso, la levanto de los muslos. Ella enreda las piernas a mi cintura.
Besándola, nos transporto a la cama. Su lengua roza tentativamente con la mía, de repente tímida. Cuando la coloco sobre el colchón, ella automáticamente abre las piernas para mí. Inhalo con fuerza ante la visión del oscuro vello sobre la rosada carne.
Perfecta.
-Um, Louis… tengo algo que decirte-todas las alarmas de mi cerebro se encienden-.
Es virgen.
-Dime-pronuncio con cautela-.
-Verás, estoy un poco oxidada ahí abajo-frunce los labios-ha pasado mucho tiempo para mí…-dice-.
No sé si sentirme decepcionado o aliviado.
Bueno, ¿qué esperabas? Tuvo una vida antes de conocerte.
-¿Cuánto?-pregunto con la voz ronca, ella desvía la mirada-.
-Eh… dos años, creo-eso es bastante tiempo. Wow. No me veo siendo célibe por dos años-.
Voy a preguntarle acerca de esto, pero más tarde.
-Vamos a ocuparnos de eso-le sonrío de lado, ella me mira y asiente-.
Ella me pasa el preservativo, lo agarro y lo dejo al lado de ella. Lyla frunce el ceño.
-Todavía no-le digo-.
Me recuesto sobre ella, con los antebrazos encima del colchón, para no aplastarla. Despacio, beso donde su pulso late, y ella suelta un suspiro. Bajo a su clavícula y reparto suaves besos, robándole suspiros de nuevo.
Ahora le doy atención a los preciosos pechos. Los beso, los lamo y los succiono. Ella se retuerce. Y cuando ambos están completamente erectos y duros, los muerdo. Y ella se agita y gime, enreda las piernas a mí alrededor y mece las caderas en respuesta.
Beso su vientre, ligeramente abultado y ella se ríe, su piel se eriza y acaricia mi cabello, luego enreda los dedos en él. Muerdo la piel de su cadera y suelta un jadeo. Doblo sus piernas y deposito besos en la cara interior de sus muslos, ella se tensa cuando estoy a centímetros de su centro.
Coloco sus piernas sobre mis hombros, abrazo sus caderas y rozo la nariz contra su centro, que al igual que su cabello, huele a manzanilla, con el distintivo aroma de sus fluidos. Lyla se tensa.
-Podría olerte toda mi vida-susurro, ella suelta una risa ahogada-.
Paso la lengua por su sexo, desde la vagina hasta el clítoris, y su risa se transforma en un gemido. Y escribo el alfabeto, sobre su clítoris. Cuando voy por la J, succiono el brote de nervios, y ella grita y se corre violentamente.
Oh, dulce néctar.
Me alimento de ella, pero no paro, y en aproximadamente un minuto vuelve a correrse, gritando y las manos aferradas a mi cabello. Antes de retirarme, le doy suaves lametazos, ida y vuelta. Ella se estremece y gime.
En un abrir y cerrar de ojos me coloco el preservativo, me siento en la cama, sin darle tregua al extenuado cuerpo de Lyla, la subo sobre mi regazo, le sujeto el trasero y la coloco sobre mi erección. Ella se sostiene de mis hombros y se ensarta a sí misma. Ambos emitimos jadeos de placer que se convierten en gemidos. Busco sus labios, y mientras nuestras lenguas se mueven con ardor y urgencia, amaso con ambas manos la tensa carne de sus muslos y trasero.
Lyla se sirve de sus rodillas para elevarse, y tienta peligrosamente con liberarme la verga, para luego hundirse de nuevo, engulléndola por completo. Me cabalga, gime y se estremece. Bajo la boca a un pezón, y lo succiono, duro, haciendo que ella eche la cabeza hacia atrás y me regale un gritito.
Deslizo una mano entre los húmedos pliegues de su sexo, para encontrar el palpitante centro de su placer. La acaricio y empujo hacia el colchón, con cuidado, para no salir de su interior. Con la otra mano sujeto sus muñecas por encima de su cabeza y comienzo a embestirla rápido y fuerte.
Ella vuelve a estremecerse, sus músculos vaginales se contraen, y de golpe me quedo quieto. Lyla se sacude debajo de mí y abre los ojos, que están vidriosos y húmedos. ¿La estoy lastimando?
-¿Te lastimé?-inquiero aterrorizado, ella me gruñe y niega con la cabeza-.
-No-dice, con voz ronca-pero si no me das lo que quiero te voy a hacer daño-amenaza, y yo simplemente me río-.
Salgo de su interior, y la observo por un instante; su rostro está sonrosado, sudoroso, sus labios rojos, su cabello oscuro cae sobre la blancura de la almohada creando un bello contraste. De una sola estocada vuelvo a su húmeda y caliente vaina. Lyla grita y mueve la cabeza de un lado al otro. Muerdo el hueco entre el cuello y el hombro. Embestida una y otra vez, fuerte, rápido, perdiendo el control. Me siento salvaje, poderoso.
Vuelvo a sentir esa deliciosa contracción alrededor de mi pene, y acelero mis envites. Quiero llegar con ella.
-Córrete, Lyla-exijo con voz ronca, casi irreconocible-¡Ya!
Y ella lo hace. Y yo lo hago. Y es… increíble, perfecto.
Me desplomo sobre su cuerpo, y no me muevo en lo que parecen horas, aunque probablemente son dos o tres minutos. Su respiración sigue agitada, la mía también. Cuando me re tiro, ambos gemimos. La arrastro automáticamente a mi costado y la abrazo con fuerza.
-Sabes-dice ella, cuando su respiración se normaliza-probablemente voy a tener las huellas de tus manos en mis muñecas-se las mira-.
-Lo siento-le respondo. Pero es mentira, porque esas son mis marcas. La marqué. Es mía-.
-No te preocupes-le resta importancia, besa mi pecho-creo que son sexys.
Nos reímos y metemos bajo el edredón azul que cubre mi cama. Lyla enreda sus piernas con las mías y al poco tiempo, ella se queda dormida. Suspirando, yo cierro los ojos y me dejo llevar también, con un pensamiento: finalmente es mía.
hearmeroar
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
Wooowwwww
Me encantaron los capitulossssss!!
:calor: :calor: :calor:
Siguela prontoooooooooooo!!!
Me encantaron los capitulossssss!!
:calor: :calor: :calor:
Siguela prontoooooooooooo!!!
karencita__mb
Re: Master |Louis Tomlinson| Hot. «Terminada»
¿No es emocionante? ¡¡¡Al fiiiiin tuvieron sexo!!! Dios, cuanto se tardaron. En realidad, no saben lo que es no encontrar el momento adecuado para que follen de una puta vez. Fue muy estresante. Lyla se hacía la difícil. Bueno, ¿se dieron cuenta de que salté un montón de tiempo-un mes-? Pues, les informo que hay una razón para eso. Habrá segunda temporada, desde el pov de Lyla, la chica dura, la que tiene el swag. Y les quiero agradecer por no abandonarme y desearme suerte en los exámenes, reprobé matemática, pero eso es culpa de Yostin, porque JUSTO se pasó por mi país el día anterior a mi examen de matemática. Es muy hermoso el pelotudo :'((( ai loviu kidrauhl. Fue el mejor concierto de mi vida, ahora solo falta el WWAT... UPSI, cierto, los conchudos maricones de modest cancelaron el show en mi país. #ParaguayIsBroken
Como se darán cuenta, mis queridas, estoy muy acelerada...
Las amo chicas, ya subo el 3/3
PS: proxima ff con Justin.
Como se darán cuenta, mis queridas, estoy muy acelerada...
Las amo chicas, ya subo el 3/3
PS: proxima ff con Justin.
hearmeroar
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