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Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
Capítulo 15
Tu decisión de salir no había sido una decisión consciente. Pero nada más decirlo pensaste que pasar unas horas sola, completamente sola, era vital para tu integridad mental.
Abriste el armario, impaciente por salir y alejarte de tu familia, y sacaste lo primero que encontraste, tu abrigo impermeable. Niall parecía un poco aturdido, y se limitó a quedarse allí de pie, observándote.
-_____- dijo por fin, -si quieres salir, sólo tienes que decirlo-.
Tú no atinabas a cerrar la cremallera y te estabas poniendo cada vez más nerviosa. « ¿Es posible sofocar sus propias emociones?», te preguntabas. Porque creías que eso era precisamente lo que estaba haciendo.
-Dame diez minutos y me voy contigo...-
¡Los zapatos! ¡No te habías puesto los zapatos! Te inclinaste y revolviste en la parte baja del armario. Niall seguía quieto en el mismo sitio, cada vez más perplejo.
Tú encontraste tus botas de cuero negras y te sentaste sobre la alfombra para ponértelas. Luego metiste los pantalones en las botas con dedos temblorosos.
-¡_____... no hagas esto!- dijo Niall.
Te diste cuenta de que estaba realmente afectado porque quisieras irte sola, su voz era grave y denotaba impaciencia.
-Nunca has salido sin nosotros, espera a que todos...-
Tú apenas lo oías. Pero él tenía razón, nunca habías salido sola. Si no con él, con los niños, o con su madre. Durante toda tu vida adulta, habías vivido bajo el amparo protector de otros. Primero tus padres, luego tus amigas y finalmente, Niall. Sobre todo, Niall.
¡Pero por Dios, estabas a punto de cumplir veinticuatro años! Y allí estabas, convertida en ama de casa, cada día menos atractiva, con tres hijos y un marido que...
-¡Me voy sola! ¡No te va a pasar nada porque, por una vez, te quedes con los niños!-
-¡No me estoy quejando de eso!- dijo Niall, suspirando y acercándose a t i-Pero, _____, nunca habías...-
-¡Exactamente!- exclamaste, apartándote de él. -Mientras tú te ocupabas de hacerte rico y de buscar a una amante, yo estaba sentadita en esta maldita casa, muriéndome de asco-.
-¡No digas tonterías!- dijo Niall, agarrándote por la muñeca -Esto es ridículo, te estás portando como una niña-.
-Precisamente, Niall, de eso se trata, ¿no te das cuenta?- dijiste, apelando a la comprensión a pesar de que lo que más deseabas era irte de allí cuanto antes -Eso es exactamente lo que soy... una niña. Una niña a la que han explotado, a la que han herido profundamente. No he crecido porque no me han dado la oportunidad de crecer. ¡Tenía diecisiete años cuando me casé contigo!- le gritaste -¡No había terminado el colegio! Y antes de que aparecieras tú, mis padres me tenían entre algodones. Dios mío, qué decepción debió ser para ellos descubrir que su dulce y pequeña hija se había estado acostando con el lobo feroz-.
Niall se rió. A ti no te sorprendió, sabías que tu calificación era tan acertada que no tenías más remedio que reírte si no querías llorar.
-Y me quedé embarazada- proseguiste, -y cambié a unos padres por otros, tú y tu madre-.
-Eso no es cierto, _____- protestó él. -Yo nunca te he visto como una niña. Yo...-
-¡Mentira! ¡Eres un maldito hipócrita mentiroso! ¿Y sabes por qué sé que eres un mentiroso? Por el miedo que te da que yo quiera pasar algún tiempo sola-.
-¡Esto es una locura!- dijo Niall, negando con la cabeza, como si no creyera que aquella conversación pudiera tener lugar.
-¿Una locura?- repetiste. -¿Cómo crees que me siento sabiendo que he dejado que me hicieras todo eso? Lo único que hice fue sentarme y dejar que me trataras como te daba la gana... y mira qué he conseguido. Veinticuatro años, tres hijos y un marido que se ha cansado de mí. Así que, por favor, deja que me vaya-.
Con un sollozo, te apartaste de él y saliste de la habitación.
Corriste escaleras abajo, recogiste el bolso de la mesita del recibidor y saliste precipitadamente a la calle.
El BMW de Niall cerraba el paso a tu Ford Fiesta blanco, así que tuviste que irte a pie, alejándote de la moderna casa en la que vivían desde hacía cinco años. En una casa situada en una de las zonas más acomodadas de Londres. Aquella casa te encantaba porque les ofrecía mucho más espacio que el pequeño piso alquilado del centro de Londres en el que vivían anteriormente.
Sin embargo, en aquellos momentos, lo único que querías era alejarte de allí lo más deprisa posible. Te apresuraste por la acera, bajo la sombra de los árboles, sabiendo que Niall no te seguiría. Todavía tenía que vestirse y vestir a los niños, así que no podría detenerte antes de que tomaras el autobús.
El primero que llegó se dirigía al centro de Londres.
Te sentaste junto a la ventanilla y miraste a través del cristal manchado de polvo y de gotas de barro. Te fijaste en el parque al que solías llevar a los niños. ¿O eran ellos los que te llevaban a ti? No lo sabías, ya no estabas segura de nada.
Te subiste el cuello del abrigo para protegerte del frío aire de septiembre, te metiste las manos en los bolsillos y comenzaste a pasear por Londres, cuyas calles siempre estaban solitarias los domingos por la tarde. Estabas perdida en un mar de tristeza. Un mar más profundo a medida que un ojo interior se abría cada vez más para mostrarte cómo era la verdadera _____ _____.
Una mujer de veinticuatro años que se había estancado emocionalmente a la edad de diecisiete. Pensaste que Niall te amaba porque había hecho el amor contigo, y nunca te preguntaste si te quería realmente.
Pero había llegado la hora de hacerlo. Y, aunque la idea te mortificaba, te dabas cuenta de que sólo se había casado contigo para aceptar su responsabilidad por haberte dejado embarazada.
Puede que él considerara que estaba en su derecho de llevar otra vida, aparte de la que ya llevaba contigo. No cabía duda, se trataba de eso. Niall quería llevar otra vida, una vida aparte de la que llevaba contigo.
Tu decisión de salir no había sido una decisión consciente. Pero nada más decirlo pensaste que pasar unas horas sola, completamente sola, era vital para tu integridad mental.
Abriste el armario, impaciente por salir y alejarte de tu familia, y sacaste lo primero que encontraste, tu abrigo impermeable. Niall parecía un poco aturdido, y se limitó a quedarse allí de pie, observándote.
-_____- dijo por fin, -si quieres salir, sólo tienes que decirlo-.
Tú no atinabas a cerrar la cremallera y te estabas poniendo cada vez más nerviosa. « ¿Es posible sofocar sus propias emociones?», te preguntabas. Porque creías que eso era precisamente lo que estaba haciendo.
-Dame diez minutos y me voy contigo...-
¡Los zapatos! ¡No te habías puesto los zapatos! Te inclinaste y revolviste en la parte baja del armario. Niall seguía quieto en el mismo sitio, cada vez más perplejo.
Tú encontraste tus botas de cuero negras y te sentaste sobre la alfombra para ponértelas. Luego metiste los pantalones en las botas con dedos temblorosos.
-¡_____... no hagas esto!- dijo Niall.
Te diste cuenta de que estaba realmente afectado porque quisieras irte sola, su voz era grave y denotaba impaciencia.
-Nunca has salido sin nosotros, espera a que todos...-
Tú apenas lo oías. Pero él tenía razón, nunca habías salido sola. Si no con él, con los niños, o con su madre. Durante toda tu vida adulta, habías vivido bajo el amparo protector de otros. Primero tus padres, luego tus amigas y finalmente, Niall. Sobre todo, Niall.
¡Pero por Dios, estabas a punto de cumplir veinticuatro años! Y allí estabas, convertida en ama de casa, cada día menos atractiva, con tres hijos y un marido que...
-¡Me voy sola! ¡No te va a pasar nada porque, por una vez, te quedes con los niños!-
-¡No me estoy quejando de eso!- dijo Niall, suspirando y acercándose a t i-Pero, _____, nunca habías...-
-¡Exactamente!- exclamaste, apartándote de él. -Mientras tú te ocupabas de hacerte rico y de buscar a una amante, yo estaba sentadita en esta maldita casa, muriéndome de asco-.
-¡No digas tonterías!- dijo Niall, agarrándote por la muñeca -Esto es ridículo, te estás portando como una niña-.
-Precisamente, Niall, de eso se trata, ¿no te das cuenta?- dijiste, apelando a la comprensión a pesar de que lo que más deseabas era irte de allí cuanto antes -Eso es exactamente lo que soy... una niña. Una niña a la que han explotado, a la que han herido profundamente. No he crecido porque no me han dado la oportunidad de crecer. ¡Tenía diecisiete años cuando me casé contigo!- le gritaste -¡No había terminado el colegio! Y antes de que aparecieras tú, mis padres me tenían entre algodones. Dios mío, qué decepción debió ser para ellos descubrir que su dulce y pequeña hija se había estado acostando con el lobo feroz-.
Niall se rió. A ti no te sorprendió, sabías que tu calificación era tan acertada que no tenías más remedio que reírte si no querías llorar.
-Y me quedé embarazada- proseguiste, -y cambié a unos padres por otros, tú y tu madre-.
-Eso no es cierto, _____- protestó él. -Yo nunca te he visto como una niña. Yo...-
-¡Mentira! ¡Eres un maldito hipócrita mentiroso! ¿Y sabes por qué sé que eres un mentiroso? Por el miedo que te da que yo quiera pasar algún tiempo sola-.
-¡Esto es una locura!- dijo Niall, negando con la cabeza, como si no creyera que aquella conversación pudiera tener lugar.
-¿Una locura?- repetiste. -¿Cómo crees que me siento sabiendo que he dejado que me hicieras todo eso? Lo único que hice fue sentarme y dejar que me trataras como te daba la gana... y mira qué he conseguido. Veinticuatro años, tres hijos y un marido que se ha cansado de mí. Así que, por favor, deja que me vaya-.
Con un sollozo, te apartaste de él y saliste de la habitación.
Corriste escaleras abajo, recogiste el bolso de la mesita del recibidor y saliste precipitadamente a la calle.
El BMW de Niall cerraba el paso a tu Ford Fiesta blanco, así que tuviste que irte a pie, alejándote de la moderna casa en la que vivían desde hacía cinco años. En una casa situada en una de las zonas más acomodadas de Londres. Aquella casa te encantaba porque les ofrecía mucho más espacio que el pequeño piso alquilado del centro de Londres en el que vivían anteriormente.
Sin embargo, en aquellos momentos, lo único que querías era alejarte de allí lo más deprisa posible. Te apresuraste por la acera, bajo la sombra de los árboles, sabiendo que Niall no te seguiría. Todavía tenía que vestirse y vestir a los niños, así que no podría detenerte antes de que tomaras el autobús.
El primero que llegó se dirigía al centro de Londres.
Te sentaste junto a la ventanilla y miraste a través del cristal manchado de polvo y de gotas de barro. Te fijaste en el parque al que solías llevar a los niños. ¿O eran ellos los que te llevaban a ti? No lo sabías, ya no estabas segura de nada.
Te subiste el cuello del abrigo para protegerte del frío aire de septiembre, te metiste las manos en los bolsillos y comenzaste a pasear por Londres, cuyas calles siempre estaban solitarias los domingos por la tarde. Estabas perdida en un mar de tristeza. Un mar más profundo a medida que un ojo interior se abría cada vez más para mostrarte cómo era la verdadera _____ _____.
Una mujer de veinticuatro años que se había estancado emocionalmente a la edad de diecisiete. Pensaste que Niall te amaba porque había hecho el amor contigo, y nunca te preguntaste si te quería realmente.
Pero había llegado la hora de hacerlo. Y, aunque la idea te mortificaba, te dabas cuenta de que sólo se había casado contigo para aceptar su responsabilidad por haberte dejado embarazada.
Puede que él considerara que estaba en su derecho de llevar otra vida, aparte de la que ya llevaba contigo. No cabía duda, se trataba de eso. Niall quería llevar otra vida, una vida aparte de la que llevaba contigo.
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
Rayis como Someone Like You :lloro:
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
patricia directioner escribió:ok que bien que no me contestas por la culpa de tu laptop (computadora,tablet etc.) pense que ya no me querias okno bueno con el cap esta hermoso porfavor que niall le ruege a rayis, que le diga TE AMO y que se soluciones y Denisse NO ME QUITES A TU SEXY PADRE haha okno besos y siguela porfavor atte: pato
Hahaha Lindo comentario! Graciias linda ;) Sii te quierooo
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
Hahaha es tu hija! :xd: Graciias nena :enamorado:paoliss escribió:Me encantó el capítulo.! Que linda
Denisse pero me
Quita a mi esposo.! La mataré.!
Hahahhahaha
Bueno siguela me encanta
La novela.!
Cada vez me enamoró más..!
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
Me encanto.!!!!
Fue tan hermoso.!
Como me puede hacer eso.?
Yo tengo derecho a salir SOLA.!.
y que se vaya con la put* de su
Secretaría.! Yo ya no estoy para el.!!!
Aunque sea super sexy.!!!
Seguirla cuando puedas linda.!!!
Besos!!! Xx
Fue tan hermoso.!
Como me puede hacer eso.?
Yo tengo derecho a salir SOLA.!.
y que se vaya con la put* de su
Secretaría.! Yo ya no estoy para el.!!!
Aunque sea super sexy.!!!
Seguirla cuando puedas linda.!!!
Besos!!! Xx
paoliss
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
porque?? NIALL JAMES HORAN GALLAGHER no hace algo al respecto al contrario se larga con su secretaria de cuarta maldita sarha maldita bitch maldita perra la odio demasiado y tambien a Niall okno jaja bueno adios y seguirla porfavorsito :)
PATO_DIRECTIONER :)
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
ooooh dios mio
Esto todo es muy triste :'(
Niall es un niño malo :evil:
Espero que la puedas seguir pronto
Te kiero preciosa :3
Esto todo es muy triste :'(
Niall es un niño malo :evil:
Espero que la puedas seguir pronto
Te kiero preciosa :3
ali&styles
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
awww lloree , enserio sigula
princesa de horan 1707
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
Holaa! hahahaha amoo tus comentarios querida eres una fiel lectora y eso lo amoo gracias!paoliss escribió:Me encanto.!!!!
Fue tan hermoso.!
Como me puede hacer eso.?
Yo tengo derecho a salir SOLA.!.
y que se vaya con la put* de su
Secretaría.! Yo ya no estoy para el.!!!
Aunque sea super sexy.!!!
Seguirla cuando puedas linda.!!!
Besos!!! Xx
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
[quote="Vane~"]
Oh cariño no fue mi entención hacerte llorar que mal ... Bienvenidaa! :P
:( Oh Por Dios linda me tenes llorando a mares
pero que mal educada soy xd Hola me presento soy Vane BLA BLA BLA JAJAJAJA!
soy tu nueva,sexy & Fiel lectora,
COmo te dije me tenes llorando por favor Niall eres un hijo de mami,cobarde :c(Niall te amoo)Dios mio que feo eso :s porque eso tuvo que ser asi?? Danielle que has hecho :c
Porfavor seguila me encanta porfaavor seguila Ahsjgfbhdgfgjjjjjjdf besooosotes cariño
pero que mal educada soy xd Hola me presento soy Vane BLA BLA BLA JAJAJAJA!
soy tu nueva,sexy & Fiel lectora,
COmo te dije me tenes llorando por favor Niall eres un hijo de mami,cobarde :c(Niall te amoo)Dios mio que feo eso :s porque eso tuvo que ser asi?? Danielle que has hecho :c
Porfavor seguila me encanta porfaavor seguila Ahsjgfbhdgfgjjjjjjdf besooosotes cariño
Oh cariño no fue mi entención hacerte llorar que mal ... Bienvenidaa! :P
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
[quote="patricia directioner"]porque?? NIALL JAMES HORAN GALLAGHER no hace algo al respecto al contrario se larga con su secretaria de cuarta maldita sarha maldita bitch maldita perra la odio demasiado y tambien a Niall okno jaja bueno adios y seguirla porfavorsito :)violet]
Ohh Bitch! :x
Ohh Bitch! :x
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
ali&styles escribió:ooooh dios mio
Esto todo es muy triste :'(
Niall es un niño malo :evil:
Espero que la puedas seguir pronto
Te kiero preciosa :3
Niño maloo Niall :evil:
Gracias linda yo tambien te quieroo :love:
Novelera13-karen-
Re: Un Esposo Infiel (Niall Horan & tú) (Adaptada)
Capítulo 16
Tú te diste cuenta, en aquellos momentos en que tu vida estaba al borde del precipicio, de que Niall nunca había compartido contigo aquella otra vida excitante y apresurada. Sólo había construido su matrimonio para ti, para que jugaras a ser esposa y madre de sus hijos, porque era lo que tú querías ser.
Pero, ¿acaso se trataba sólo de un juego, de una fantasía? No lo sabías, no podías saberlo.
Caminaste durante horas. Horas y horas, sin darte cuenta del tiempo que pasaba. Tristes horas de reflexión, contemplando la intensidad de tu propio dolor. Hasta que el más completo agotamiento te obligó a regresar a casa. Estabas agotada y hacía frío, así que tomaste un taxi.
De repente, tu casa se convirtió en el único lugar del mundo en el que querías estar.
Pero, al darte cuenta, experimentaste una sensación de derrota, porque aquello significaba que tus horas de libertad no te habían hecho ningún bien.
Cuando entraste en el salón, Niall estaba sentado en el sofá con un libro entre las manos. Tenía el aspecto de alguien que no se hubiera movido del sitio durante horas. No se molestó en saludarte, que, tras una corta pausa, esperando su repentina explosión de furia, que no llegó, cerraste la puerta y te dirigiste a la cocina. Esbozabas una sonrisa. Niall no te engañó ni por un momento con su aire de indiferencia, le habías visto mirando por la ventana justo antes de entrar por la puerta del jardín.
Dejaste el abrigo sobre una de las sillas de la cocina, te quitaste las botas y preparaste café. Niall entró como un gato en busca de su comida diaria. Llevaba vaqueros y camisa de algodón.
-Será mejor que llames a Danielle- murmuró, apartando una silla con el pie para sentarse en ella
-¿Por qué?- dijiste con curiosidad, y mirándolo por un instante.
-Porque no he parado de llamarla creyendo que estarías en su casa, y ella no me lo quería decir-.
-¿Y por qué estás tan seguro de que no ha sido así?-
Antes de contestar, Niall guardó silencio por unos instantes.
-Porque llamé a mi madre para que cuidase de los niños y me fui a su apartamento para ver si era verdad-.
-Así que no sólo Danielle, sino también tu madre sabe que he estado fuera todo el día -dijiste con actitud sirviéndote el café, que ya estaba listo.
-No puedes echarme la culpa de que estuviera tan preocupado después de cómo te fuiste- se quejó Niall.
«Eso está mejor», pensaste. «Eso le enseñará a no tratarme como a una niña. Puede que lo sea, pero eso no significa que me guste que me traten como tal. Además, así se dará cuenta de que su predecible esposa no es tan predecible después de todo.»
Te sentaste frente a él, tomando con gusto la taza de café caliente entre las manos, todavía frías. Niall se pasó las manos por su cabello rubio y luego las apoyó sobre la mesa y comenzó a tamborilear con los dedos, como si algún pensamiento le rondara en su interior. Inclinó la cabeza hacia delante. Tenía el pelo revuelto, como si se hubiera pasado las manos por él muchas veces.
Tú nunca lo habías visto así, con un aspecto tan frágil.
-Tus padres también lo saben- dijo inesperadamente -Los llamé cuando no se me ocurrió ningún otro sitio donde pudieras haber ido. Han estado esperando que aparecieras por Altrincham toda la tarde. Será mejor que los llames para decirles que estás bien-.
Así que sólo se le había ocurrido llamar a tres sitios para localizarte. ¿Qué te decía eso de ti misma? Te preguntaste, pero decidiste que ya habías hecho suficiente auto análisis aquel día y decidiste posponer la respuesta.
-Te voy a decir una cosa, Niall- le sugeriste -¿Por qué no los llamas tú ya que fuiste tú quien los has preocupado? Llama a tu madre y a Danielle no tengo ninguna gana de hablar con ella-.
-¿Con quién? ¿Con mi madre?-
-No, con Danielle- dijiste sarcásticamente -Has sido tú el que la has vuelto a meter en este lío después de decirle que se ocupara de sus asuntos, así que, si crees que está preocupada, llámala tú.
-¡Todos estábamos muy preocupados!- exclamó Niall, dirigiéndote una mirada furiosa.
-No pienso suicidarme- dijiste con calma, sorbiendo tu café. Cuanto más nervioso estaba Niall, más tranquila estabas tú -Puede que me hayas tomado por una imbécil, pero no me voy a perder el resto de mi vida por eso-.
-¡Yo no te he tomado por una imbécil!-
-Claro que lo has hecho. Por ejemplo, cuando has perdido el tiempo pensando que había hecho una tontería- dijiste con mordacidad.
Niall tragó saliva. Quería contenerse, evitar cualquier disputa.
-¿Dónde has ido?- preguntó.
-A Londres -respondiste, irguiendo la cabeza con orgullo.
-¿A qué parte de Londres? ¿Y para qué? Has estado fuera desde las diez de la mañana, ¡casi doce horas! ¿Qué has estado haciendo durante doce horas si las tiendas están cerradas?-
-¡Puede que haya salido con un hombre!- exclamaste, y viste con satisfacción que a Niall le mudaba el semblante -No es tan difícil encontrar uno, ¿sabes? Puede que haya decidido echar una canita al aire e irme a buscar... comprensión, ya que, últimamente, no encuentro mucha en esta casa- dijiste con ironía.
Niall se puso de pie, dando un golpe con la silla contra el suelo.
-¡Ya basta!- dijo él, pasándose la mano por el pelo -¡Deja ya de tomarte la revancha! No solías disfrutar haciendo daño a los demás-.
Capítulo 17
Eso era cierto. Era extraño comprobar cómo podía cambiar una persona de la noche a la mañana. Nunca habías tenido ningún deseo de hacer daño a nadie, pero, de repente, ni siquiera te importaba que tus padres estuvieran preocupados por ti. Probablemente, la madre de Niall estaría sentada en su apartamento, apenas a un kilómetro de allí, esperando con inquietud una llamada que le dijera que su adorable _____ estaba bien.
-Haz esas llamadas y no tendrás que escucharme- replicaste con la vista fija en la taza de café que tenías entre las manos.
Niall te miró con furia. Parecía a punta de estallar, pero, para sorpresa tuya, suspiró profundamente y se marchó. Tú oíste que cerraba de un portazo la puerta del estudio e hiciste una mueca.
Subiste al piso de arriba para darte una ducha. Recogiste tu larga melena en el gorro de baño y te metiste bajo el agua.
Después de ducharte, mientras te ponías el albornoz recordaste que no habías hecho la maleta de Niall.
Con una maldición, entraste apresuradamente en la habitación, recogiste la maleta de cuero, la dejaste sobre la cama y la abriste.
-No hace falta que lo hagas- dijo él, desde la puerta -Esta tarde he cancelado el viaje-.
-Vaya por Dios- dijiste, mientras él cerraba la puerta -Qué decepción se habrá llevado Sarah-.
Niall se encogió, como si alguien le hubiera golpeado con un látigo. Tú sentiste pánico al ver su semblante pálido. Se acercó, te agarró por los brazos y tú te estremeciste.
-Ya no puedo soportar – dijo Niall entre dientes.-No vas a cambiar de opinión sobre mí a pesar de la que haga o diga!-
-Ya he cambiado de opinión sobre ti!- replicaste, sintiendo temor ante el extraño brillo de los ojos de Niall. -¡Pensaba que eras un santo, ahora sé que eres un cerdo!-
-¡Pues, entonces, voy a portarme como un cerdo!- exclamó él y te besó.
No fue un beso persuasivo, ni dulce, fue un beso brutal. Tú gemiste. Niall clavó sus manos como garras en tus hombros. Tú hiciste esfuerzos para apartarte, tratando de no tocar su cuerpo.
Niall te metió la lengua entre los labios, y tú quisiste morderle. Pero él, que preveía tu reacción, apretó tus labios con fuerza para impedírtelo y te acarició la lengua con sensualidad. Tú te estremeciste y le golpeaste el pecho con los puños, en un desesperado intento por detener el ardor que despertaba en tu cuerpo. Aunque lo odiaras desde lo más profundo de tu ser, seguías siendo vulnerable a sus caricias.
Gemiste de nuevo y le diste una patada con tu pie desnudo. Pero dio igual. Niall no estaba dispuesto a soltarte. Tu cuerpo no era más que un junco que se doblaba ante la voluntad de él. Con una mano te agarró por la cintura y con la otra la melena, tirando de ti para obligarla a abrir la boca y a recibir su beso.
Tú estabas ardiendo, tu cuerpo se sacudió con una oleada de calor al sentir el cuerpo de Niall apretándose contra ti. Pero no era sólo la temperatura de tu cuerpo la que había sobrepasado los límites, sino también tus sentidos. Estabas fuera de control, ansiosa, como una abeja precipitándose hacia la miel más dulce de la Tierra.
«¡No es justo! », pensaste con desconsuelo. «¡No es justo que me siga haciendo esto!» Te odiabas a ti misma y odiabas a Niall Horan por obligarte a darte cuenta de tu debilidad.
-¡Maldito seas!- exclamaste cuando Niall se separó de ti para respirar.
Él tenía las mejillas sonrosadas y sus ojos eran como azules oscuros estanques llenos de frustración.
-Sí- dijo con un susurro -Maldíceme cuanto quieras, _____, pero me deseas. Me deseas tanto que casi no puedes pensar en otra cosa.-
Era la amarga verdad. Te encogiste un poco, pero te dispusiste a hacer algo en lo que habías pensado muchas veces en los últimos días. Con un gruñido animal, y sin importarte el dolor que te hacía Niall al tirarte del pelo, levantaste los brazos para arañarlo.
Sólo sus buenos reflejos salvaron a Niall. Echó la cabeza hacia atrás y tú sólo alcanzaste su cuello.
-¡Vaya, qué gatita!- dijo soltándote el pelo para tocarlo
-¡Te odio!-
-Mejor- dijo Niall, atrayéndote hacia el -Así será más fácil hacerte el amor de cualquier manera, sin importarme lo que sientas por mí-.
Tú te diste cuenta, en aquellos momentos en que tu vida estaba al borde del precipicio, de que Niall nunca había compartido contigo aquella otra vida excitante y apresurada. Sólo había construido su matrimonio para ti, para que jugaras a ser esposa y madre de sus hijos, porque era lo que tú querías ser.
Pero, ¿acaso se trataba sólo de un juego, de una fantasía? No lo sabías, no podías saberlo.
Caminaste durante horas. Horas y horas, sin darte cuenta del tiempo que pasaba. Tristes horas de reflexión, contemplando la intensidad de tu propio dolor. Hasta que el más completo agotamiento te obligó a regresar a casa. Estabas agotada y hacía frío, así que tomaste un taxi.
De repente, tu casa se convirtió en el único lugar del mundo en el que querías estar.
Pero, al darte cuenta, experimentaste una sensación de derrota, porque aquello significaba que tus horas de libertad no te habían hecho ningún bien.
Cuando entraste en el salón, Niall estaba sentado en el sofá con un libro entre las manos. Tenía el aspecto de alguien que no se hubiera movido del sitio durante horas. No se molestó en saludarte, que, tras una corta pausa, esperando su repentina explosión de furia, que no llegó, cerraste la puerta y te dirigiste a la cocina. Esbozabas una sonrisa. Niall no te engañó ni por un momento con su aire de indiferencia, le habías visto mirando por la ventana justo antes de entrar por la puerta del jardín.
Dejaste el abrigo sobre una de las sillas de la cocina, te quitaste las botas y preparaste café. Niall entró como un gato en busca de su comida diaria. Llevaba vaqueros y camisa de algodón.
-Será mejor que llames a Danielle- murmuró, apartando una silla con el pie para sentarse en ella
-¿Por qué?- dijiste con curiosidad, y mirándolo por un instante.
-Porque no he parado de llamarla creyendo que estarías en su casa, y ella no me lo quería decir-.
-¿Y por qué estás tan seguro de que no ha sido así?-
Antes de contestar, Niall guardó silencio por unos instantes.
-Porque llamé a mi madre para que cuidase de los niños y me fui a su apartamento para ver si era verdad-.
-Así que no sólo Danielle, sino también tu madre sabe que he estado fuera todo el día -dijiste con actitud sirviéndote el café, que ya estaba listo.
-No puedes echarme la culpa de que estuviera tan preocupado después de cómo te fuiste- se quejó Niall.
«Eso está mejor», pensaste. «Eso le enseñará a no tratarme como a una niña. Puede que lo sea, pero eso no significa que me guste que me traten como tal. Además, así se dará cuenta de que su predecible esposa no es tan predecible después de todo.»
Te sentaste frente a él, tomando con gusto la taza de café caliente entre las manos, todavía frías. Niall se pasó las manos por su cabello rubio y luego las apoyó sobre la mesa y comenzó a tamborilear con los dedos, como si algún pensamiento le rondara en su interior. Inclinó la cabeza hacia delante. Tenía el pelo revuelto, como si se hubiera pasado las manos por él muchas veces.
Tú nunca lo habías visto así, con un aspecto tan frágil.
-Tus padres también lo saben- dijo inesperadamente -Los llamé cuando no se me ocurrió ningún otro sitio donde pudieras haber ido. Han estado esperando que aparecieras por Altrincham toda la tarde. Será mejor que los llames para decirles que estás bien-.
Así que sólo se le había ocurrido llamar a tres sitios para localizarte. ¿Qué te decía eso de ti misma? Te preguntaste, pero decidiste que ya habías hecho suficiente auto análisis aquel día y decidiste posponer la respuesta.
-Te voy a decir una cosa, Niall- le sugeriste -¿Por qué no los llamas tú ya que fuiste tú quien los has preocupado? Llama a tu madre y a Danielle no tengo ninguna gana de hablar con ella-.
-¿Con quién? ¿Con mi madre?-
-No, con Danielle- dijiste sarcásticamente -Has sido tú el que la has vuelto a meter en este lío después de decirle que se ocupara de sus asuntos, así que, si crees que está preocupada, llámala tú.
-¡Todos estábamos muy preocupados!- exclamó Niall, dirigiéndote una mirada furiosa.
-No pienso suicidarme- dijiste con calma, sorbiendo tu café. Cuanto más nervioso estaba Niall, más tranquila estabas tú -Puede que me hayas tomado por una imbécil, pero no me voy a perder el resto de mi vida por eso-.
-¡Yo no te he tomado por una imbécil!-
-Claro que lo has hecho. Por ejemplo, cuando has perdido el tiempo pensando que había hecho una tontería- dijiste con mordacidad.
Niall tragó saliva. Quería contenerse, evitar cualquier disputa.
-¿Dónde has ido?- preguntó.
-A Londres -respondiste, irguiendo la cabeza con orgullo.
-¿A qué parte de Londres? ¿Y para qué? Has estado fuera desde las diez de la mañana, ¡casi doce horas! ¿Qué has estado haciendo durante doce horas si las tiendas están cerradas?-
-¡Puede que haya salido con un hombre!- exclamaste, y viste con satisfacción que a Niall le mudaba el semblante -No es tan difícil encontrar uno, ¿sabes? Puede que haya decidido echar una canita al aire e irme a buscar... comprensión, ya que, últimamente, no encuentro mucha en esta casa- dijiste con ironía.
Niall se puso de pie, dando un golpe con la silla contra el suelo.
-¡Ya basta!- dijo él, pasándose la mano por el pelo -¡Deja ya de tomarte la revancha! No solías disfrutar haciendo daño a los demás-.
Capítulo 17
Eso era cierto. Era extraño comprobar cómo podía cambiar una persona de la noche a la mañana. Nunca habías tenido ningún deseo de hacer daño a nadie, pero, de repente, ni siquiera te importaba que tus padres estuvieran preocupados por ti. Probablemente, la madre de Niall estaría sentada en su apartamento, apenas a un kilómetro de allí, esperando con inquietud una llamada que le dijera que su adorable _____ estaba bien.
-Haz esas llamadas y no tendrás que escucharme- replicaste con la vista fija en la taza de café que tenías entre las manos.
Niall te miró con furia. Parecía a punta de estallar, pero, para sorpresa tuya, suspiró profundamente y se marchó. Tú oíste que cerraba de un portazo la puerta del estudio e hiciste una mueca.
Subiste al piso de arriba para darte una ducha. Recogiste tu larga melena en el gorro de baño y te metiste bajo el agua.
Después de ducharte, mientras te ponías el albornoz recordaste que no habías hecho la maleta de Niall.
Con una maldición, entraste apresuradamente en la habitación, recogiste la maleta de cuero, la dejaste sobre la cama y la abriste.
-No hace falta que lo hagas- dijo él, desde la puerta -Esta tarde he cancelado el viaje-.
-Vaya por Dios- dijiste, mientras él cerraba la puerta -Qué decepción se habrá llevado Sarah-.
Niall se encogió, como si alguien le hubiera golpeado con un látigo. Tú sentiste pánico al ver su semblante pálido. Se acercó, te agarró por los brazos y tú te estremeciste.
-Ya no puedo soportar – dijo Niall entre dientes.-No vas a cambiar de opinión sobre mí a pesar de la que haga o diga!-
-Ya he cambiado de opinión sobre ti!- replicaste, sintiendo temor ante el extraño brillo de los ojos de Niall. -¡Pensaba que eras un santo, ahora sé que eres un cerdo!-
-¡Pues, entonces, voy a portarme como un cerdo!- exclamó él y te besó.
No fue un beso persuasivo, ni dulce, fue un beso brutal. Tú gemiste. Niall clavó sus manos como garras en tus hombros. Tú hiciste esfuerzos para apartarte, tratando de no tocar su cuerpo.
Niall te metió la lengua entre los labios, y tú quisiste morderle. Pero él, que preveía tu reacción, apretó tus labios con fuerza para impedírtelo y te acarició la lengua con sensualidad. Tú te estremeciste y le golpeaste el pecho con los puños, en un desesperado intento por detener el ardor que despertaba en tu cuerpo. Aunque lo odiaras desde lo más profundo de tu ser, seguías siendo vulnerable a sus caricias.
Gemiste de nuevo y le diste una patada con tu pie desnudo. Pero dio igual. Niall no estaba dispuesto a soltarte. Tu cuerpo no era más que un junco que se doblaba ante la voluntad de él. Con una mano te agarró por la cintura y con la otra la melena, tirando de ti para obligarla a abrir la boca y a recibir su beso.
Tú estabas ardiendo, tu cuerpo se sacudió con una oleada de calor al sentir el cuerpo de Niall apretándose contra ti. Pero no era sólo la temperatura de tu cuerpo la que había sobrepasado los límites, sino también tus sentidos. Estabas fuera de control, ansiosa, como una abeja precipitándose hacia la miel más dulce de la Tierra.
«¡No es justo! », pensaste con desconsuelo. «¡No es justo que me siga haciendo esto!» Te odiabas a ti misma y odiabas a Niall Horan por obligarte a darte cuenta de tu debilidad.
-¡Maldito seas!- exclamaste cuando Niall se separó de ti para respirar.
Él tenía las mejillas sonrosadas y sus ojos eran como azules oscuros estanques llenos de frustración.
-Sí- dijo con un susurro -Maldíceme cuanto quieras, _____, pero me deseas. Me deseas tanto que casi no puedes pensar en otra cosa.-
Era la amarga verdad. Te encogiste un poco, pero te dispusiste a hacer algo en lo que habías pensado muchas veces en los últimos días. Con un gruñido animal, y sin importarte el dolor que te hacía Niall al tirarte del pelo, levantaste los brazos para arañarlo.
Sólo sus buenos reflejos salvaron a Niall. Echó la cabeza hacia atrás y tú sólo alcanzaste su cuello.
-¡Vaya, qué gatita!- dijo soltándote el pelo para tocarlo
-¡Te odio!-
-Mejor- dijo Niall, atrayéndote hacia el -Así será más fácil hacerte el amor de cualquier manera, sin importarme lo que sientas por mí-.
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