Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||

-¿En qué piensas Louis?

Preguntó un señor de edad media, tal vez unos cuarenta y cinco años, hacia un joven castaño frente a sus ojos. James miro con curiosidad al chico, mientras que los ojos de un tono azul casi vacío del chico posaban en él inexpresivamente. El mayor acomodo sus gafas y segundos después sus labios esbozaron una sonrisa provocando que unas arrugas aparecieran en su rostro junto a sus parpados.

El chico negó con la cabeza como respuesta a su psicólogo. Sus cabellos castaños se movieron ligeramente, su mirada se desvió del adulto hacia un pequeño objeto que estaba en un estante. Era pequeño y muy brillante de color plateado, el ave parecía querer volar en cualquier momento, o eso era la ilusión que daba con sus alas totalmente extendidas.

James siguió la mirada del castaño, encontrándose con la pequeña ave que estaba adornando su consultorio. Se levantó de su asiento dirigiéndose al estante, tomo el objeto en forma de ave en pleno vuelo, lo observo durante un momento para después volver frente a Louis.

-Es un colibrí, un ave pequeña, frágil con un cantar extraordinario. Son aves demasiado hermosas ¿no lo crees? –Prosiguió el psicólogo. Miro el ave y lo acerco al chico.- Mírala

Louis miro el colibrí, era realmente pequeño pero su tono plateado hacia que brillase y que su tamaño dejara de importar.

-Las aves tienen algo que encantan a la gente. Algunos su placer es oírles cantar, otros se enamoran de la belleza de sus plumas… son criaturas extraordinarias ¿qué es lo que te gusta a ti Louis?

-Que vuelan –Contesta el castaño sin dejar de mirar el ave.

-Oh si, muchas veces los humanos queremos volar como lo hacen las aves, por eso existen los aviones y demás objetos inventados para que imitemos su vuelo

-Ellas son libres… -Susurró Louis esperando que el adulto no le oyera.

-¿Quieres ser libre Louis? –Pregunto James mirando fijamente al chico.

-No sé qué es ser… libre, no en su totalidad.

-Es un concepto algo complicado porque la libertad abarca mucho, pero resumamos que ser libre es ser real

Louis miro al adulto con incredulidad, aun no podía creer que se encontraba ahí y que ya había tenido tres sesiones con el psicólogo James Fletcher. Pero las sesiones eran parte de la rehabilitación y si quería salir de ese lugar lo más pronto posible debía acatar las reglas que le ponían.

Aun no comprendía como es que había sobrevivido, lo último que recuerda es la voz de su madre y la imagen de alguien frente a sus ojos. No sabe con exactitud que sucedió, todo en su mente se mezcló de repente creando recuerdos vacíos e irreales.

Fue un martes cuando despertó. Sus ojos se abrieron con pesadez e inmediatamente la luz ataco al par de orbes azules, provocando una ceguera mínima que desapareció en segundos. Se encontraba acostado en una camilla con demasiados cables a su alrededor, de su brazo izquierdo estaba inyectado el suero y por su nariz una pequeña manguera ayudaba a su respiración.

Se sentía cansado, totalmente cansado pero no quería seguir durmiendo, su cuerpo no pedía descansar pero tampoco quería moverse. Miro la habitación en la que se encontraba, era una habitación de hospital pero no había nadie más que él. Las cortinas estaban abiertas en su totalidad dejando entrar la luz de la mañana.

Un fuerte dolor en todo su cuerpo apareció provocando un gemido de parte del chico, parecía que le hubiesen abofeteado en su totalidad. Se recostó en la camilla dejando que su cuerpo descansará e ignorará el dolor, cerró los ojos como si así fuese evitar todo el cosquilleo de su cuerpo.

Intento recordar que había sucedido pero ningún recuerdo venía a su mente, no sabía qué hacía ahí ni por qué. Su mente hizo aparecer varias imágenes pero ninguna de ellas parecía darle la respuesta indicada a su pregunta.

Su soledad pareció verse interrumpida por el leve sonido que produjo la puerta de la habitación al abrirse, un médico apareció tras ella y cuando vio al castaño con los ojos mirándole fijamente, una expresión de sorpresa apareció en su rostro.

-¿Cómo te encuentras? –Pregunto el médico acercándose a Louis.

-No lo sé… ¿Qué hago aquí? –Respondió con otra pregunta.

-Te has lastimado… ¿no recuerdas qué sucedió?

El médico saco de uno de sus bolsillos una pequeña lámpara y mientras cuestionaba a su paciente, acerco la luz hacia las pupilas de Louis.

-No

-¿Estás seguro? ¿Qué es lo último qué recuerdas? –Volvió a preguntar el médico.

-No lo sé… todo es muy confuso.

Louis siguió siendo revisado para ver que todo se encontrase normal, el médico observo los análisis del chico y todo los exámenes que se le realizo pero en ningún lado se había estimado que Louis sufriría de pérdida de memoria. Aunque era obvio, una caída desde donde estuvo él no cualquiera la sobrevive.

La gente del hospital seguía cuestionándose si el chico había intentado suicidarse o había sido un intento de homicidio, pero no había pruebas suficientes para dar con un culpable por lo que el caso había finalizado como intento de suicidio. El chico había estado en coma durante un mes y su cerebro parecía responder a todos los tratamientos más sin en cambio no se veía avances para que el chico despertará.

Más sin en cambio ahora estaba ahí, con la mirada azul puesta en el médico.

-Tranquilo, no te esfuerces en recordar –Aconsejo el médico calmadamente.- Te haremos unos estudios y pronto tendremos nuevos resultados

El chico asintió sin decir nada, giro su cabeza mirando hacia la ventana, sus ojos se perdieron en el cielo de aquella mañana. Parecía ser un buen día más sin en cambio él estaba en un hospital sin saber por qué.

No recordaba nada y eso le preocupaba, qué le habría pasado para que se encontrase en un hospital con un dolor intenso en su cuerpo, la cabeza le rezumbaba provocando otro dolor más. Según el doctor, no debía esforzarse en recordar pero el hecho de no saber lo que sucedía le frustraba, entonces se obligaba a buscar entre sus tantos recuerdos.

Sabía que era Louis Tomlinson, un chico de dieciséis años con problemas de autoestima; cuando recordó sobre sus problemas jalo sus brazos y miro en ellos, los cuales seguían conservando las suaves líneas rojizas, prueba de las cortadas provocadas por él mismo.

-¿Qué me paso? –Susurró el chico viendo sus cicatrices.

No recibió respuesta alguna.


Durante tres días Louis fue puesto a prueba, se le hicieron varios análisis, resonancias y demás estudios para saber cuan grave era su pérdida de memoria. Había tres médicos trabajando con él, y los tres concordaban, de acuerdo a todos los estudios hechos, que el chico se encontraba en su mejor estado de salud.

La razón por la pérdida de memoria no era evidente, ningún estudio demostraba algún cambio en su estado cerebral, todo parecía perfecto más sin en cambio el chico seguía sin recordar el cómo había sucedido todo.

En las dos noches los recuerdos aparecían en sus sueños, eran imágenes confusas pero a la vez claras, todas se mezclaban creando una sola pero cuando despertaba no recordaba nada más que el hecho de que muy en el fondo sabía que había sucedido. Pero tal vez no quería recordar nada.

Su cuerpo fue mejorando físicamente, los moretones fueron desapareciendo al igual que algunos raspones, el dolor disminuía hasta que en una semana y media desapareció por completo.

Los días en el hospital fueron pasando demasiado lento para el castaño, durante la semana y media que estuvo hospitalizado los días se fueron haciendo rutina. Pruebas durante la mañana, ver un poco de televisión durante la tarde y dormir el resto del día, y claro esta sus tres comidas del día aunque aborreciera la comida que le daban.

En las noches Louis se despertaba como por las diez, podía oír los pasos de las enfermeras y los cuchicheos de los médicos, además de que algunos llantos no pasaban desapercibido a oídos del castaño. Se acomodaba en la cama, entonces se fijaba en la ventana que siempre permanecía abierta por petición de él, veía la noche y la admiraba desde su lugar.

Se ponía a pensar sobre lo que le estaba sucediendo, más que nada porque no recordaba; el sentimiento de tristeza invadía todo su ser al darse cuenta que durante esos días nadie iba a visitarlo, ni siquiera su abuela. Sabía que no debía esperar a nadie pero una vaga esperanza dentro de sí aún existía.

Louis seguía siendo el mismo chico de dieciséis años, al cual la vida no le sonreía y por eso era que no la apreciaba; las ganas de pasar una navaja por su piel nunca desaparecieron, más bien incrementaban pero no podía hacer eso, no en un hospital.

Durante esas noches Louis lloraba por las mismas razones que siempre lo había hecho. La soledad nunca fue su mejor compañera pero era la única que le acompañaba, odiaba estar completamente solo.

Había llegado el viernes, día en que sería dado de alta.

-No lo sé, el chico no recuerda lo que sucedió –Dijo un médico a una joven, que tal vez igual sería médica.- Cuando llego observamos las cicatrices de sus muñecas y sus muslos, sabemos perfectamente de que son…

-¿Crees que necesite ir a un centro de rehabilitación? –Pregunto la joven.

-Tal vez, nosotros hemos hecho lo que más pudimos. Ahora es el turno de alguien más, un psicólogo no estaría mal porque según nuestros estudios el chico no tiene nada mal para que no pueda recordar –Prosiguió el médico.

-¿Entonces crees que fue un intento de suicidio?

-Si, por qué no. No existen pruebas de un intento de homicidio; según lo que investigaron los policías fue que el chico no tenía la mejor vida… yo creo que tenía razones.

-Necesita ayuda, eso está claro.

-Sí, hay que informar al centro para que lo reciban hoy mismo… todo con él físicamente está perfecto, ha mejorado bastante pero necesita ayuda diferente… le hará bien.

La joven asintió y se alejó.


+Aquí esta el capítulo, como ven Louis no murió & asjdhaks. Me supongo que esa duda ya esta aclarada (?)' Y haber si logro aclarar lo del padre, que más que nada son como sueños de Harry (?) sino lo logro, después les digo como surgió esa idea jaja

¡Me alegra que vaya gustando! De verdad:') porque esta fic significa mucho para mí :')
Ahora me largo a escribir para Prohibiciones que la he abandonado terriblemente (?)
Chau.