Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||

Hola. Hola.
¿Hay alguien afuera? Porque no escucho nada.

Louis abrió los ojos encontrándose con la oscuridad a su alrededor, giro sobre sí mismo para mirar en qué lugar se encontraba, entrecerró los ojos con el intento de agudizar su vista y percibir algo familiar. Pero nada, lo único visible era la oscuridad.

El silencio reinaba en aquel momento, ni el más mínimo ruido se percibía en los oídos del castaño, provocando perturbarlo sobre manera. Sus ojos seguían observando la nada, cuestionándose una y otra vez qué tipo de lugar era ese.

Entonces decidió caminar un poco, dio pasos ligeros y precavidos ya que no sabía ni siquiera sobre que estaba parado; mientras caminaba observaba a sus costados pero la oscuridad era lo único que veía.

Al parecer el chico nunca saldría de ahí.

-¡¿Hola!? –Grito Louis con voz fuerte.- ¡¿Hola?! ¡¿Hay alguien aquí?!

Entonces las palabras se repitieron en forma de eco, cada palabra pronunciada podía escucharla con claridad. Era su voz reproducida en un eco vacío sin sentido. Cerró los ojos durante unos segundos pero se vio obligado a abrirlos al escuchar un susurro, el cuál no puedo captar.

-Uno, dos, tres. ¡Descarguen! –Decía una voz desconocida.

Louis giró nuevamente sobre sí mismo, buscando la persona de la cual provenía lo voz pero no había nadie junto a él. Su única compañía era la oscuridad y nada más. Entonces sintió un enorme vacío dentro de él, unas ganas de llorar y de gritar invadieron su cuerpo pero por más que lo intento, no lograba gritar. Su voz se había apagado y ningún sonido salió de su garganta mientras que pequeñas lágrimas caían por su rostro.

De repente la oscuridad desapareció, una luz cegó a Louis durante un segundo y se vio en la obligación de entrecerrar los ojos y poner su brazo encima de los mismos, evitando que la luz le lastimara.

Entonces se encontraba parado en el puente, otra vez.

Poco a poco los sonidos de la ciudad fueron audibles para sus oídos; las bocinas de los autos, un poco de música a lo lejos, ladridos de perros y maullidos de gatos. Louis se acercó al borde del puente, donde había jurado que había estado, sus manos tocaron el borde de cemento y la frialdad de este le estremeció.

-Uno, dos, tres ¡Descarguen! –Volvió a escuchar la misma voz.

Sintió curiosidad de saber de dónde provenía esa voz, bajo la mirada encontrándose con el tráfico a unos metros más abajo. La luz roja y azul llego a sus pupilas, entonces pudo captar una ambulancia y algunas patrullas. Se preguntó qué habría pasado, tal vez un choque o alguien, no precavido a la hora de manejar, había atropellado a una persona.

Un grito salió de su garganta cuando ya no sintió más nada bajo sus pies, el puente se había vuelto invisible, o tal vez él. Cayó directamente al piso, soltó varios gritos mientras caía y sentía el aire en todo su rostro, pero nadie parecía hacerle caso. Segundos después había caído en el asfalto, se levantó con rapidez comprobando que aún estuviera vivo.

La caída no le había dolido nada, se había sentido como un ave en pleno vuelo. Había sido una sensación grata, admitió. Se cercioro de que todo en él estuviera bien, no le dolía nada, así que eso era buen indicio; su cuerpo no tenía un hueso roto, de hecho ni un solo raspón.

Sonrió ante la idea de estar bien. Pero entonces sus ojos captaron varias siluetas a lo lejos, la gente estaba arremolinada, así que se encamino hacia la gente por simple curiosidad. Al llegar se paró tras las personas, pero no lo dejaban mirar, así que se metió entre ellas haciéndose espacio poco a poco.

Frente a él, estaban a espaldas dos paramédicos y una persona más que yacía en el piso, un paramédico revisaba la respiración de la persona mientras que el otro ponía un aparato sobre el pecho de la persona. Intentaba reanimarle los signos vitales a la persona pero esta parecía no ceder.

Louis se acercó más para poder ver a la persona, cuando sus ojos se posaron en esta, la respiración se le paró y todo pareció darle vueltas.

-Y-yo… él… ¿¡Hola!? –Gritó Louis con desesperación frente a los paramédicos.- ¡Estoy bien! Es-estoy bien…

Más lágrimas comenzaron a caer por su rostro, comenzó a gritar pero nadie le oía. Todos seguían mirando la escena de los paramédicos intentando revivir a una persona, la cuál era él.

El cuerpo inerte de Louis estaba en el piso, sus parpados estaba cerrados y su boca un poco entreabierta. Su rostro estaba levemente ensangrentado al igual que su cuerpo, su piel estaba pálida y sin vida.

Solo. Solo.
Realmente no sé dónde está el mundo pero ahora lo extraño.

-¡¡NOOO!! –Grito una vez más el chico.- ¡Ese no soy yo! ¡Estoy bien, estoy aquí! ¡¡NOOO!!

Sus pies comenzaron a retroceder con lentitud, su mirada seguía fija en la escena mientras comenzaba a negar con la cabeza. No, él no podía estar ahí, aquel no era él porque él estaba bien, ahí se encontraba, parado… bien.

Sin darse cuenta ya se encontraba corriendo huyendo de la escena lo más lejos posible, quiso mantener en sus pensamientos que él estaba bien, que todo eso no era más que una pesadilla pero más sin en cambio la imagen de él en el piso, su cuerpo todo débil y lastimado, aparecía sin ser invitada.

No sabía hacía donde corría, no sabía cuál era su destino porque ya había elegido. Y ahora sabía que no le gustaba el final. Claro que no, la muerte no era para nada agradable.

Entonces se recordó frente al puente, sus manos sobre el borde y sus ojos puestos en el cielo oscuro, no tardó en que sus pies estuvieran ahora sobre el borde, bajo la mirada hacía donde estaba la calle, varios coches estaban en movimiento pero no le importo. Tan solo cerró los ojos y se dejó caer. Se recordó chocar contra el asfalto, recordó el dolor que sentía en todo el cuerpo y también recordó unos ojos color miel frente a él. De ahí no recuerda nada más.

Paró en seco al recordar todo, alzo sus brazos frente a sus ojos pero no había nada en sus muñecas, estas no parecían haber recibido ningún corte, estaban sanas. Una de sus manos recorría su rostro, esperando encontrar alguna herida pero nada. Él estaba bien, su cuerpo no.

¿Qué era todo aquello? ¿Estaba muerto? ¿Estaba vivo?

Negó con la cabeza, definitivamente vivo no estaba. Entonces estaba muerto, ¿aquello era estar muerto?, Louis no sentía nada, al menos nada que le doliera; sus cicatrices habían desaparecido al igual que el dolor. Debía ver el lado bueno de todo, ya no sufriría.

Ya no más.

Camino unos minutos sin saber a dónde ir, no tenía algún lugar al que ir exactamente, sus pies se sentía ligeros y el cansancio ya no parecía sentirlo. De hecho podía caminar por horas y nunca se sentiría cansado.

Una duda embargo su mente ¿qué habría pasado con su cuerpo? Los paramédicos querían revivirlo y Louis no quería eso, no ahora se sentía bien. Aunque bueno estaba ahí en ese instante, lo que significaba que nada había cambiado, Louis seguía muerto.

Aunque siempre creyó que al morir ibas a un lugar al que denominaban cielo, donde te encuentras a tus familiares y donde estarás hasta el final de la eternidad. Nunca se imaginó que al morir seguiría en la tierra, viviendo como un ser invisible –que desde antes ya lo era–.

Estoy fuera del límite, gritando mi nombre como un loco con toda la fuerza de mis pulmones. Algunas veces, cuando cierro mis ojos pretendo estar bien pero nunca es suficiente.

¿Quién era Louis?

Esa sí que era una buena pregunta, la cual nadie se cuestionaba ni se preocupaba por saber su respuesta, más sin cambio él mismo se encontraba preguntándose ¿quién había sido en realidad?

La respuesta más fácil que se tenía era: nadie. Louis había sido un don nadie para la sociedad. Si, había sido el blanco fácil de sus compañeros pero no significaba que fuese importante para que algún día su nombre fuera recordado.

Louis Tomlinson.- Ni siquiera su nombre sonaba interesante, esas letras no decían “¡Hey, recuérdame!”, más bien susurraban lo contrario. Y era por eso que en aquel momento nadie se cuestionaba su ausencia, nadie murmuraba el porqué de un lugar vacío en el salón de clases.

Louis tenía dieciséis años al morir. Louis era un chico que asistía al colegio todos los días y que estudiaba para sacar adelante el colegio. Louis tenía pensamientos suicidas. Louis quería morir y lo había conseguido.

¿Quién era Louis? Aquel chico era Louis.



+Bueno aquí esta el capítulo, decidí subirlo de una vez ya de paso, porque subí en mi otra nove ñ-ñ Hmm espero & les guste:) y también espero ver más comentarios :'c ... Ahora sí, disfruten del capitulo.
¡Cambio y fuera! Ah.
<333