Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||

El médico, que era el que estaba a cargo del caso de Louis, entro a la habitación encontrándose con la mirada azul perdida en la ventana.

-Hola Louis –Dijo el médico.- ¿Cómo te encuentras hoy?

-Bien, hoy es el día en que salgo ¿verdad? –Pregunto el chico un poco esperanzado.

-Si… Louis ¿seguro qué no recuerdas nada?

-No… enserio lo intento pero nada viene a mi mente, no recuerdo que paso…

-Mira Louis –Comenzó a hablar el médico con voz serena. Camino hacia el castaño y se sentó a su lado.- sabemos de tus cicatrices…

Louis se estremeció cuando pronuncio aquello, durante esa semana y media esperaba que las marcas pasaran desapercibidas y que nadie le diera importancia. Ya que él mismo se había dicho que aquellas cicatrices estaban ahí por error, que él nunca se lastimaría y es que realmente no recordaba nada que tuviera que ver con sufrir.

-Sé que te las has hecho tú ¿o alguien más te las ha hecho Louis?

El castaño negó, un poco temeroso, con la cabeza.

-No tengas miedo, no te haremos daño más bien queremos ayudarte. Mira Louis… te llevas preguntando qué haces aquí ¿cierto? –Louis asintió. El médico siguió hablando.- Llegaste en malas condiciones, de hecho creímos que no sobrevivirías. Tu cuerpo no parecía responder entonces entraste en coma durante un mes, seguías vivo pero no había ningún progreso… entonces despertaste. Pero todo eso fue causado a que caíste desde un puente, la altura es demasiada y la gente no sobrevive, más sin en cambio tú lo hiciste…

Louis se estremeció ante lo que el médico le decía, no creía lo que le estaba diciendo más sin en cambio no lo dudaba, porque sabía que si sería –o había sido– capaz de hacerlo.

-Creemos que fue un intento de suicidio… ¿Fue eso lo qué paso?

-No recuerdo… -Hablo el castaño con voz baja.

-Lo mejor es que vayas a un centro de rehabilitación, queremos ayudarte.

Louis alzó la vista encontrándose con la mirada serena y a la vez preocupada del médico, negó rápidamente con la cabeza ante la idea de ir a un lugar de locos, como él lo consideraba.

-No estoy loco… -Susurro para sí mismo.- No, yo no voy a ir.

-No, no estás loco pero Louis es lo mejor, entiéndelo.

A pesar de toda la resistencia que puso el castaño fue enviado al centro ese mismo día, bueno no le quedaba de otra. Cuando llego pudo ver la casa en la que viviría de ahora en adelante, era demasiado grande y al parecer acogedora pero con tan solo el hecho de saber lo que era, ya le desagradaba.

Lo llevaron a su cuarto y le dijeron todo lo que debería hacer y lo que no. Ese mismo día le hicieron más estudios y su caso fue puesto a cargo del psicólogo James Fletcher; un hombre de cuarenta y ocho años, casado y con experiencia laboral de veintitrés años. Era una persona amable, pasiva y sabía relacionarse perfectamente con sus pacientes.

Al principio relacionarse con el chico fue difícil pues este ponía barreras demasiado altas pero durante la tercera sesión supo darle la confianza suficiente al castaño. No era que hablara mucho en las sesiones, porque no, no solía decir mucho pero sus actitudes decían demasiado.

-Entonces te gustaría ser libre ¿cierto? –Prosiguió James con la sesión.

Louis agito levemente su cabeza, haciendo que volviese a la realidad.

-Sí, creo que sí. ¿Ser libre implica recordar? Si es así, creo que sí –Respondió Louis.

-Ser libre implica disfrutar de los recuerdos, de hecho implica demasiado en la vida.

Louis suspiró y volvió a fijarse en el ave de metal.

-¿Por qué no puedo recordar? –Pregunto el chico de repente.

-Te estas cerrando ante los recuerdos, inconscientemente no los quieres recordar por lo que es a lo que responde tu cerebro. Es como si los guardara en un cofre bajo llave, la cual la desecha en el mar. Pero con ayuda de un buen cerrajero se puede abrir el cofre, pero solo si el dueño quiere ¿entiendes?

-Tal vez… si quiero recordar, más bien quiero saber porque lo hice… porque sé que lo hice pero… no lo sé, es confuso ahora ¿es normal?

-Muy normal. Louis, no estás preparado para afrontar todo lo que viviste, aun no quieres saberlo realmente. Por eso tu mente trabaja en intentar recordar más sin en cambio cuando llega a su meta, no es lo que deseaba por lo tanto ignora y los recuerdos se convierten en simples imágenes borrosas.

-¿Tan del asco era mi vida?

-Puede que tú lo considerarás así…

-Yo siento que… así fue.

El castaño bajo la mirada encontrándose con sus manos, las cuales jugaban consigo mismas. El chico llevaba puesta una sudadera color vino que tapaba las cicatrices que se encontraban en sus muñecas; aunque no recordará gran parte de su vida, las marcas estaban tatuadas en su piel y él sabía que era capaz de hacerse daño.

-Bien Louis, aquí acaba otra sesión. Te espero mañana, a la misma hora –Indico el psicólogo Fletcher levantándose de su lugar.

-¿Mañana habrán respuestas? –Pregunto con curiosidad el chico.

-Si tú quieres dártelas, las habrá.

Louis suspiro antes de salir de aquel consultorio, mientras sus manos tomaban el picaporte de la puerta sentía la mirada fija del adulto detrás de sí. Por alguna razón se sentía en confianza, no dudaba en hablar y contar todo lo que implicaba sobre él; le agradaba la sensación de poder compartir con alguien sobre su vida.

Nunca nadie le escucho. Pero ahí en ese momento, ahí estaba alguien escuchándole.



Eran las cuatro de la tarde, Harry se encontraba junto a su madre en la sala mientras veían caricaturas. El niño de doce años no decía ni una palabra pero en ocasiones la madre juraba oír pequeños murmuros de parte su hijo, eran risitas combinadas con extrañas palabras, como si se tratasen de balbuceos.

Anne miró con cariño a su hijo, el niño veía fijamente la televisión, mostrando que su concentración era demasiada hacia las caricaturas. Una sonrisa apareció en sus labios cuando su hijo lanzo una leve risa que llego hasta los oídos de ella.

El niño parecía ignorar todo lo que sucedía, en esos momentos su felicidad se trataba sobre una caricatura y nada más. Sus ojos esmeraldas brillaban –con aquel brillo que rara vez mostraban– y sus labios esbozaban una suave sonrisa; aquel rostro parecía ser el más angelical que haya visto en su vida.

Pero no sabía que ese niño de doce años lloraba todas las noches. Que a ese niño le dolía no poder jugar con los demás. Que no era tan fuerte como lo consideraba su madre.

Aunque Harry no era tan desgraciado, era feliz de eso no había duda pero le faltaban partes, o más bien personas, importantes para que su vida fuera la verdadera felicidad. Necesitaba de su padre –no volvería– necesitaba a su hermano –tampoco lo haría– y necesitaba de un amigo.

Tenía doce años y mucho por vivir. De eso no había duda.

-Cariño –Dijo Anne acariciando el cabello de su hijo.– ¿Quieres ir al parque? Tal vez podamos comer un helado…

El niño negó con la cabeza.

Anne suspiró, se cuestionó porque su hijo no quería tan si quiera salir pero entonces recordó el último ataque de ansiedad que tuvo.

Harry comenzó a jugar con sus manos, sintiéndose culpable por no aceptar salir con su madre pero tampoco podía permitirse salir y ver a la demás gente, que era más feliz de lo que él lo era. Además no se quería arriesgar a que le diera otro ataque de ansiedad, él mismo sufría cuando le daba uno y repetirlos no era exactamente lo más agradable.

-¿Por qué no hijo? –Insistió Anne.

Harry miró a su madre, suplicándole con la mirada que no insistiera en el tema, que no era lo que más le agradaba, que de hecho le gustaba estar en su casa junto a ella compartiendo momentos únicos. También el hecho de pasar las tardes junto a su piano, sintiendo la delicadeza que este poseía.

En lo mientras, con eso era feliz.

Anne suspiró, se preguntó cómo le haría para darle la noticia a su hijo. El niño se había acostumbrado a su colegio, la gente también se había acoplado al niño; la casa era el refugio más preciado de Harry, pero Anne debía arrebatárselo.

-Harry, quiero que hablemos de algo…

El niño asintió quitando su atención a la televisión.

-Hmm, bueno… quería decirte que en mi trabajo todo va bien. Realmente bien… cariño sabes lo importante que es mi trabajo para mí ¿verdad?

Automáticamente Harry asintió.

-Bueno pues… me ascendieron, a un nivel más alto en el que estaba y desaprovecharlo no sería buena idea. Creo que necesito ese ascenso, solo somos tú y yo pero aun así… ¿entiendes? –Preguntó esperando que el niño entendiera.- Pero no es acá… el edificio en el que debo trabajar no está aquí…

Anne se calló durante un segundo buscando las palabras correctas para continuar.

-Está en Londres. Lo que significa… mudarnos allá…

Harry abrió los ojos en su totalidad, entendió lo que su madre quería decir. Irse de aquel lugar, volver a comenzar –no sonaba tan mal esa idea–, conocer nueva gente. No, él no podía irse, aquel era su hogar, aquella era su casa y su refugio, ahí había vivido tantas cosas que simplemente no podía dejarlas ir.

Todo aquello significaba una cosa: dejar ir los recuerdos de su padre y su hermano.

-No significaba que olvidemos lo que aquí vivimos… -Continuó Anne, como si le leyera la mente a su hijo.- No abandonaremos a tu padre ni a tu hermano. Ellos viven en nosotros, lo sabes ¿cierto? Dónde vayamos, ellos irán con nosotros.

El niño comenzó a negar rápidamente. Su cuerpo se paralizo totalmente, un fuerte estremecimiento recorrió todo su ser, sus manos comenzaron a buscarse entre sí y a moverse nerviosamente, sus ojos se llenaron de lágrimas que poco a poco fueron cayendo.

-¡N-No! –Gritó Harry con toda su fuerza, aunque su voz se escuchó más como un susurro, antes de salir corriendo.




+¡Hola! Aquí yo... por fin (?) ah.
Bueno les cuento el porque mi retraso, aunque no quieran saber(?). Iba a subir el viernes, pero realmente no sé porque no lo hice, se me fue el avión, cuestión que no subí (?. Luego el fin de semana no pude._. tuve que hacer un proyecto de física y ni tiempo pude de estar en la lap, además voy a cursos y eso. Así que lo único que hice fue leer una fic {demasiado hermosa aksjdñ} y obviamente mi proyecto. Y llegó el lunes, osea ayer, y dije "subiré hoy, sin excusas ni pretextos" pero llegue tarde a mi casa, llegue cansada y no quería hacer otra cosa que no fuera dormir, así que termine de leer la fic & después me quede dormida hasta el día de hoy.
Y ahorita me duele la cabeza._. pero no me impide no subir (?)
Ok esa fue la historia haha como sea, disfruten del capítulo<33'