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"NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
chelis escribió:esperando capis
igual yoooooo
aaa estoy extremadamente felizzzzzzzzzzzzzzzzzz :jeje:
angie- d jonas
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
waaa pase de pagina
baile de cinco segundos jajaja
baile de cinco segundos jajaja
angie- d jonas
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
quiero quiero capiss
#Fire Rouge..*
#Fire Rouge..*
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Por favor!!! Te lo suplico!!! Siguela!! :P
Muffin_Nickita_Jonas92
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
:face:
Última edición por Femme Fatale el Vie 03 Jun 2011, 1:37 pm, editado 2 veces
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
CONTINUACION...........
Nick se despertó con el peor dolor, imaginable, atravesándole la cabeza. Por un mero instante, pensó que era humano nuevamente, despertándose después de una noche de beber en exceso y drogarse.
Pero esa vida había sido hacía miles de vidas.
Parpadeando para abrir los ojos, se encontró desnudo en la cama con _________ sentada en el suelo, mirándole como si estuviese en shock mientras un extraño ruido de fondo mantenía un ritmo apagado y repetitivo.
—¿Ocurre algo malo? —Preguntó, con la voz espesa y rasgada.
Ella levantó la cara mientras fruncía el ceño.
—Define “algo malo”.
Nick se pasó una mano por la cara.
—¿Me golpeaste con un martillo mientras dormía?
—No.
—¿Entonces por qué me siento de esa manera?
Ella no se movió de su posición en el suelo.
—Aparentemente no puedes aguantar un Sprite, tío.
—¿Qué…?
Señaló las dos botellas verdes de plástico vacías sobre la mesilla de noche.
—Sabías que cuando te emborrachas, ella se emborracha también.
—¿Ella?
_________ señaló hacia el extraño sonido que Nick había estado oyendo, pero ignorando. Se volvió a mirar para ver a Simi roncando, tendida en el suelo bajo la televisión, con las piernas apoyadas contra la pared mientras dormía sobre la espalda. Eso no habría sido tan malo, pero el hecho de que estuviera en su forma de demonio, con cuernos, cola y alas hizo que se le encogiera el estómago.
¿Qué había hecho?
Y entonces su mirada cayó en el holograma tridimensional sobre el suelo que era una réplica perfecta de la Atlántida. Incluso tenía gente diminuta moviéndose alrededor igual que alguna brillante y clara película…
Oh mierda.
Mierda, mierda, mierda. Eso era todo lo que podía pensar en decir cuando la incredulidad lo sobrecogió.
_________ se levantó lentamente y cruzó los brazos. Mirándolo con ojos entrecerrados, se acercó a la cama.
—No recuerdas nada de la pasada noche, ¿verdad?
—Nos recuerdo a nosotros… —bajó la mirada para ver la sangre en las sábanas que probaba esa parte de sus recuerdos. Habían dormido juntos. El recuerdo de ella acariciándole estaba gravado en su mente y en su piel.
—¿Pero no recuerdas el Sprite?
Negó con la cabeza.
—Interesante.
No sabía porque esa sola palabra lo aterraba, pero lo hacía.
—¿Interesante?
Ella asintió.
—Eres un borracho muy tierno y bastante charlatán también.
Sintió como la sangre abandonaba su cara.
—¿Cómo de charlatán?
—Mucho… Apostolos.
Nick se incorporó, mortificado por lo que quizás le habría dicho. Por favor dioses, por favor… seguramente no le había contado lo que era. Seguramente no había sido tan estúpido para perder a la única persona que había encontrado que no lo veía como una puta. Y entonces fue cuando se dio cuenta de que no tenía puestas las gafas.
—Hice…
—¿Curarme los ojos? Sí. Después convocase a tu demonio y los dos os peleasteis sobre llevarme a la Atlántida. Simi fue la que hizo el mapa en el suelo de modo que pudiéramos quedarnos aquí porque decía que ir allí mientras los dos estabais borrachos quizás sería malo ya que probablemente la destruirías antes de que tu madre tuviera oportunidad de hacerlo. Y entonces me encogiste a tamaño juguete y me llevaste a través de la ciudad, calle por calle, contándome cosas sobre cada lugar, hasta que ambos os quedasteis fritos. Afortunadamente cuando lo hiciste, volví a ser grande.
Su estómago se derritió.
—¿Hice que alguno de nosotros te llevase físicamente a la verdadera Atlántida?
—Te diría que sí, para hacerte sudar. Pero Simi ganó la batalla y nos quedamos aquí.
Dejó escapar un largo suspiro aliviado por haber escuchado a su demonio. Gracias a los dioses por los pequeños favores.
Pero esto todavía no cambiaba el hecho de se había expuesto a _________. Completamente. Absolutamente.
Maldición.
Tragó al encontrarse su impávida mirada.
—¿Estás enfadada conmigo?
—Furiosa. Realmente. Pero entiendo las mentiras. Quiero decir, verás, ¿quién iba a creer que el caliente tío Gótico de veintiún años llevando una mochila negra es un omnipotente dios que viaja con un demonio como compañera? ¿Verdad? Es ridículo.
Nick se encogió cuando todos sus secretos prorrumpieron de su boca.
—Por cierto, sabes, tú y yo nos hemos conocimos hace tiempo.
Se quedó quieto intentando recordar el suceso sin poder.
—¿Cuándo?
Ella se sentó a su lado en la cama.
—Mil novecientos noventa y ocho. Estabas jugando al ajedrez con mi abuelo en el parque cuando tuvo un ataque al corazón. Yo tenía siete años.
Ahora Nick lo recordaba vívidamente. Theo había movido justamente su alfil para hacer mate a la Reina cuando el anciano se agarró el pecho y empezó a gruñir.
Su pequeña nieta con grandes ojos marrones y un torbellino de coletas marrones había venido corriendo.
—¡Papou! ¡Papou!
No queriendo que la niña viera morir a su abuelo… si es que ese era el destino de Theo ese día… Nick había convocado a Simi para que vigilara a la niña mientras llamaba a una ambulancia. Vigílala, Simi. Mantenla feliz y asegúrate de que tiene todo lo que necesite y quiera.
Entonces se marchó con Theo mientras Simi se llevaba a _________ de regreso al apartamento de Theo a esperar.
—¿Cómo pude haberlo olvidado?
Sacudió la cabeza mientras la miraba y finalmente vio las dulces facciones de la niña en la cara de la mujer ante él.
—Lo recuerdo.
—Sabes, pensé que eras Billy Idol.
Eso era algo que no podía entender del todo.
—¿Billy Idol? No me parezco en nada a él y nunca he tenido el pelo de punta.
Ella se encogió de hombros.
—Era la única estrella del rock que conocía que llevara pantalones de cuero, cadenas y gafas de sol… igual que tú ese día. También tenías el pelo púrpura, largo y un aro. Después, estuve diciéndole a todo el mundo que ese tío punky había salvado a mi papou. El idolatrarte a ti es en gran parte la razón de que Kim y Pam terminaran convertidas en Góticas… irónico realmente.
Echó un vistazo donde Simi todavía dormía contra la pared.
—No fue hasta que vi a Simi otra vez anoche que todo encajó en su lugar —cuando su mirada se centró en la suya, la inteligencia y acusación lo hicieron encogerse—. Tú eres el que sacó a mi abuelo de la casa en llamas cuando tenía siete años y lo trajo desde Grecia. El hombre que lo estuvo vigilando durante todo el camino hasta aquí y le contó las historias acerca de la Atlántida que él contó a su vez a mi padre y tío.
Nick quería negarlo, ¿Pero cómo podría? Ahora lo sabía todo.
—Sí.
Ella asintió.
—Solo por eso estoy controlando mi enfado hacia ti por mentirme y humillarme en público después de que no hiciera nada más que contar las historias que tú, tú mismo, le contaste a mi abuelo. ¿Cómo puedo estar enfadada con el hombre que salvó a un niño de siete años de un ataque Nazi sacándolo de su casa y salvándole la vida? Mi abuelo dice que le vendaste los ojos y entonces lo llevaste en brazos durante días hasta que alcanzasteis los muelles donde tuviste que sobornar a todo el mundo para conseguir sacarlo del país. Estaba tan asustado y dolorido por la pérdida de su familia. La única cosa que lo mantuvo cuerdo fue la profunda voz de Nicholas diciéndole que haría que todo estuviese bien. Que no dejaría que nada le sucediera mientras el hombre lo sostenía y calmaba sus lágrimas… ese eras tú. Tú fuiste el que encontró a la familia americana que lo adoptó, quien le ayudó a financiar su primer deli, y toda su vida fuiste el hombre con el que se encontraba en el parque los domingos por la tarde para jugar al ajedrez —se limpió las lágrimas que hacían que los ojos se le humedecieran—. ¿Cómo podría odiarte?
Nick apartó la mirada cuando sus emociones lo confundieron. Todo el mundo lo había odiado siempre. ¿Cómo podía esperar que con ella fuera diferente?
_________ tragó y miró a Simi.
—He hablado con ella tantas veces por teléfono y por mails. Mi prima Geary y yo llamamos a nuestra expedición El Proyecto Simi porque Simi fue la única que nos ayudó a encontrar la localización de la Atlántida.
Nick abrió desmesuradamente los ojos ante algo de lo que no tenía conocimiento. La furia chasqueó anteponiéndose a sus emociones mientras deseaba golpear a su demonio.
—¿Qué Simi hizo qué?
—Tú me lo dijiste, akri —dijo Simi desde su lugar en el suelo antes de bostezar con fuerza. Cuando habló de nuevo, su voz era una perfecta réplica de la suya—. Vigílala, Simi. Mantenla feliz y asegúrate de que tenga todo lo que necesite y quiera —su voz volvió a la normalidad—. Así que la Simi lo hizo akri. Justo como tú me lo dijiste.
—Eso era durante una tarde.
—Akri no le dijo eso a la Simi. Tú dijiste que la hiciera feliz así que Simi lo hizo. Si querías que me detuviera, deberías haberlo dicho.
Nick se pasó las manos a través del pelo al darse cuenta del dolor que le había causado a Theo cuando todo lo que había querido era ayudar al niño… que se había expuesto a sí mismo y revelado la situación de la Atlántida sin darse cuenta. Maldición.
—Se supone que sé como interactuar con humanos. ¿Cómo puedo haber sido tan estúpido?
_________ se inclinó sobre él, su cara tan dulce e invitante aunque, ahora mismo, era para ella una gran amenaza.
—No puedes vivir solo todo el tiempo, Nick… ¿O es Nickeron, Nicholas o Apostolos? Ni siquiera sé cómo llamarte.
Llámame tuyo…
Era un pensamiento tan estúpido. Y sabía que era mejor dejarlo volar. La propietaria de su cuerpo y alma era Artemisa.
—No me importa cual uses. Respondo ante todos.
—Debes tener alguna preferencia.
—Solo su mamá, Akra-Apollymi, le llama Apostolos. Oh y algunas veces ese hombre demonio Jaden y Savitar quien siempre es encantador con la Simi. Él siempre le trae a Simi buenas cosas para comer. Pero yo creo que a Akri le gusta más Nick porque se lo dice a la mayoría de la gente que conoce de vez en cuando.
Nick le dedicó una seca mirada.
—Gracias, Sim.
—De nada, akri —dijo, ignorante a su sarcasmo—. Ahora a la Simi le duele la cabeza. ¿Puedo dormir sobre ti donde se está cómodo hasta que deje de doler tanto? No me gusta ya el suelo. Lastima las alas de Simi.
Extendió su brazo.
—Por supuesto que puedes, Simykey.
Sonriendo, se transformó y voló en una oscura niebla hasta su cuerpo para formar el tatuaje de un pequeño dragón sobre su hombro.
_________ entrecerró los ojos ante la forma de Simi.
—Ahora conozco el secreto del tatuaje cambiante. ¿Tienes algunas sorpresas más para mí?
—Supongo que eso depende de lo que dijera la pasada noche. Diablos. ¿Hasta qué punto me pasé?
—Desde mi punto de vista, no todo lo que hubiera deseado.
Si fuera capaz de digerir el nudo del estómago, se habría reído de eso. Como estaba, lo mejor que podía llegar a hacer era sonreír.
—Te estás tomando todo esto bastante bien.
Se cruzó de piernas antes de encogerse de hombros de forma descuidada.
—¿Qué se suponía que iba a hacer? Quiero decir, no es como si tuviera precedentes para tratar con esto. No conozco a nadie que haya conocido a un tío que resulte ser un dios con su propio demonio personal. Demonios interiores, sí, pero un demonio que se convierte en un tatuaje… no. Definitivamente está fuera de toda posibilidad.
—Lo cierto es que eso no es completamente cierto.
Ella parpadeó.
—¿Qué quieres decir?
—Deberías preguntarle a tu prima Geary. Su marido, Arik, solía ser un Oneroi.
_________ permanecía todavía perfectamente sentada como si no pudiera creer lo que acababa de decirle. Debía ser divertido para él dado el modo en que ella parecía aceptarlo todo. Después de una breve pausa, hizo una simple pregunta.
—¿Arik era un dios Griego de los Sueños?
Asintió.
_________ se cubrió la boca con la mano.
—Así que por eso Geary dejó la caza de la Atlántida. ¡Qué zorra! Fue justo después de que conociera a Arik en Grecia —con expresión enfadada, le pegó en el muslo.
—¡Ow! —Nick se frotó el golpe, agradecido de que no le pegara algo más arriba de la pierna—. ¿Eso porque ha sido?
—¿Por qué no me lo dijiste?
—No es exactamente algo que hablemos con los humanos. La mayoría no son tan razonables como lo estás siendo tú.
—Sí bueno, sabes, esto no cambia nada —su mirada mostraba cada pizca de su determinación—. Todavía intento ser la primera en descubrir la Atlántida.
Nick frunció el ceño resuelto a interponerse. Esta era una batalla que iba a ganar, sin importar lo que costara.
—No seas cabezota, _________. Déjalo ir.
—Para ti es fácil decirlo. No has conocido la burla que mi familia ha vivido porque le contaste a mi abuelo una historia que embrujó la imaginación de sus hijos. Ambos mi padre y mi tío dieron su vida por encontrar la Atlántida y probar que estaba allí. No puedo hacer menos que resucitar su reputación.
Le tomó la cara entre las manos e intentó hacerla entender por qué no podía hacer eso.
—Están muertos, _________. Su reputación no significa nada para ellos.
Nick la sintió apretar los dientes cuando la furia y el dolor parpadearon en sus ojos marrones.
—Ellos lo significan todo para mí.
¿Cómo podía hacerle ver su punto de vista?
—Quieres salvar la reputación de tu padre y yo quiero conservar la mía. En este tema estamos en guerra. Nadie puede saber siquiera que la Atlántida fue destruida.
—Eres un dios. ¿Por qué debería esa localización dañar tu reputación?
Una punzada de esperanza pasó a través de él.
—¿Te dije porque estaba en la Atlántida siendo humano?
—No.
Oh gracias a los dioses que incluso estando borracho al menos había tenido un gramo de auto conservación. El alivio y la alegría manaron a través suyo. No le sorprendía que todavía le respetara.
Y eso era por lo que no podía dejar que nadie supiera acerca de la Atlántida.
—¿Por qué no puedes dejarlo estar?
—Por qué amaba a mi padre. Se lo debo.
Nick entrecerró los ojos.
—¿Me destruirías en el proceso?
_________ sacudió la cabeza, intentando entender porque era tan insistente.
—Esto no tiene ningún sentido. ¿Cómo podría esa posibilidad herirte?
Dile la verdad, Apostolos. Nick se sobresaltó ante el sonido de la voz de su madre en la cabeza.
Miró hacia el techo cuando sintió su presencia. Has estado considerablemente tranquila todo este tiempo, Matera. ¿Por qué no me hablaste sobre tus sacerdotisas?
¿Por qué debería? Además tú sabes que tengo que tener devotos para mantener mis poderes de dios con su fuerza actual. ¿Crees que los Daimons son los únicos que me pagan hospedaje?
Sí, estúpidamente lo pensaba.
Muéstrale el diario, m´gios.
¿Y si me traiciona?
Es una humana. La mataré si te lastima.
Pero no se lo permitiría y lo sabía.
No puedo, Matera. No quiero que también me mire así.
¿Y si no lo hace? ¿Qué pasa si está siendo honesta y para ella no eres nada más que un amigo? Tu pasado no me importa. Tampoco le importa a Savitar o a Simi. Debes aprender a confiar alguna vez, Apostolos. ¿No crees que quizás sea la única persona que no te juzgue por algo que fue hecho en contra de tu voluntad? Dale una razón para abandonar la Atlántida. Déjala entender.
Se volvió hacia _________, aterrado ante el pensamiento de ver la misma pena que había visto en los ojos de Ryssa, en los suyos. Le gustaba el hecho de que _________ lo viese como un humano normal.
Aunque ahora sabía que era un dios y su trato no había cambiado. Quizás su madre tuviera razón. Quizás debiera confiar en ella.
—No puedes vivir en la oscuridad todo el tiempo, chico —las palabras de Savitar lo perseguían—. Antes o después todo el mundo se queda con el culo al aire. Pero sabes que la mayoría de las veces todavía te ríes de ello, agradeciendo la diversión que causa la herida.
Eso era verdad. Con todo, la única cosa que Nick entendía en la profundidad de su alma era que el dolor físico sanaba mucho antes que uno mental.
—Por favor no me lastimes, _________ –susurró en Atlante. Sintiéndose enfermo por el temor, pero decidido confiar en su madre. Extendió la mano y utilizó sus poderes para traer la mochila de regreso a su regazo.
_________ dejó escapar una risa nerviosa.
—No estabas bromeando acerca de esos trucos de Jedi, ¿verdad?
—En realidad, no —alcanzó el fondo y sacó el último diario. Su estómago se anudó hasta el punto de temer que estuviera realmente enfermo, se lo tendió.
—Te concedo la habilidad para leerlo fluidamente. Pero quiero que sepas que lo estoy haciendo en contra de mi mejor juicio y te estoy confiando algo sobre mí que no se ha sabido jamás. Nadie. Este es el secreto por el que mataría con tal de protegerlo. ¿Lo entiendes?
_________ tragó ante el ominoso tono de su voz. ¿Qué podía contener que era tan apabullante para un dios?
—Lo entiendo.
Puso la mochila en el suelo.
—Voy a darme una ducha mientras lees.
Ella no se movió hasta que dejó la cama. Curiosa, abrió el libro y jadeó cuando se dio cuenta de que era capaz de leerlo como si fuera inglés. Conocía cada letra, cada definición. Era increíble y cuando leyó, vio las escenas tan claras en su mente como si estuviera viendo una reveladora película.
Al principio sólo eran los íntimos e inocuos detalles de la vida de una princesa hasta que empezó a hablar de su hermano…
La puta.
Nick dejó que el agua se deslizara sobre su piel mientras luchaba con el dolor y la rabia en su interior. _________ nunca lo volvería a mirar de la misma manera. Jamás.
¿Por qué diablos había escuchado a su madre? Debería haber destruido cada uno de los diarios de su hermana.
Soy un completo gilipollas.
No había manera de negar la verdad. Siempre había estado marcado por un pasado que nunca quiso. En ese momento odiaba a Estes incluso más de lo que lo había odiado antes. Era el único jodido bastardo que lo había privado de todo.
Incluso del respeto de _________.
Cerrando el agua, salió de la ducha para encontrársela en el umbral de la puerta, mirándole fijamente. La vergüenza y el azoramiento lo llenaron ante su silencio mientras cogía una toalla para secarse. Se preparó para sus insultos y rabia.
—Siento haberte manchado, _________. No tenía derecho.
Una simple lágrima se deslizó por su cara cuando se aproximó.
Nick se tensó esperando su bofetada e insultos. No se merecía menos y no esperaba nada más. Así que cuando lo atrajo a sus brazos y lo besó, estaba completamente atónito.
_________ se apartó de sus labios y le pasó los brazos rodeándole el cuello para mantenerlo cerca cuando la verdad del horror de su vida humana la rasgó. Y pensar que se había atrevido a acusarlo de no entender lo que era ser burlado y humillado. Gracias a Dios que no tenía idea de la profundidad de su pena hacía la burla de la suya.
No podía hablar debido a la telaraña de emociones que se reunieron en su garganta ahogándola. Estaba enfadada por él y su roto corazón.
Y en ese momento, se dio cuenta de lo mucho que amaba a ese hombre. Ahora las palabras de Takeshi tenían completo sentido para ella.
“Cuida de él, _________. Y recuerda que requiere un gran coraje y corazón para un hombre que no conoce la amabilidad mostrársela a otros. Incluso la más salvaje de las bestias puede ser domesticada por una paciente y gentil mano”.
Deslizó la mano por su lisa y perfecta espalda mientras recordaba las historias de sus palizas. Ni siquiera habían dejado que su espalda cicatrizara para que la densa y cicatrizada piel lo ayudara a escudarse del dolor de nuevos latigazos. Lo que le habían hecho estaba mal…
—Siento tanto lo que te hicieron, Nicholas. Lo siento mucho.
Nick cerró los ojos cuando la sostuvo contra él y jadeó.
—¿No me condenas?
—¿Por qué?
—Yo soy… —no podía permitirse decirle la palabra puta.
_________ apretó su abrazo cuando recordó sus palabras acerca de estar roto la noche anterior. Eso era lo que había querido decir con ellas. Echándose atrás, ahuecó su cara en las manos de modo que pudiera ver su sinceridad.
—Nada ha cambiado entre nosotros. No me importa tu pasado, Nick. A mí no. Todo lo que me importa es el hombre frente a mí ahora mismo.
—Yo no soy un hombre, _________.
No, no lo era. Era un dios. Poderoso. Humilde. Tierno y mortal. Por primera vez, entendía todos los vislumbres que había visto de él.
Nick se rió, asombrado por su fuerza y humor sin importar la situación.
—No suelo tener a nadie quedándose conmigo.
—Lo sé. Siempre tuve suerte. Mi familia lucharía con el mismísimo diablo para mantenerme a salvo. No puedo imaginar la fortaleza que necesitaste para estar solo en el mundo. No tener a nadie que te protegiera de aquellos que te lastimaron. Pero no te abandonaré. Si no soy otra cosa en mi vida, si soy leal para aquellos a los que llamo amigos. Y estaré más que honrada de ser tu amiga, Nicholas, si me dejas.
El dolor le arrasó el corazón ante su ofrecimiento y la simple verdad que no podía negar.
—Nunca he tenido un amigo que supiera sobre mí antes.
No podía contar a Artemisa como amiga y esa carencia de conocimiento era lo que había terminado con la muerte de Nick. Si hubiera confiado lo bastante en Nick, sólo por una vez, para presentarle a Simi, Nick no se habría acostado con ella porque habría sabido que le pertenecía. Era un error que les había costado todo a ambos.
—Sé lo que estás pensando, Nick —dijo, dando un paso atrás para mirarle—. Tienes que confiar en mí y nunca te abandonaré.
El tiempo lo diría.
Bajó la mirada y sonrió cálidamente.
—Por cierto, estás muy mono desnudo. Ahora vístete. Tengo algunas preguntas para ti.
Estuvo vestido al instante.
Los ojos de _________ se agrandaron ante sus poderes.
—Sabes que eso podría serme de utilidad. Apuesto a que nunca llegas tarde, ¿huh?
—Lo intento. ¿Ahora, qué preguntas tienes?
Ella lo dirigió de regreso a la habitación donde el diario estaba tendido sobre la cama.
—Anoche me dijiste que tenías una hija embarazada. Ahora por la fecha del diario, se la edad que tienes. ¿Qué edad tiene ella?
—Yo tenía veintiuno cuando ella nació —era la explicación más fácil para la edad de Kat.
_________ levantó el diario y lo abrió por la marca de papel donde había dejado la lectura.
—De acuerdo así que es una tatara-tatara-tatara-abuela —hizo una anotación en el margen del diario—. ¿Quién es su madre?
—Prefiero no decirlo.
—Artemisa. Entiendo. Nunca hablaremos de ello.
Frunció el ceño ante su habilidad para suponer y estar tan satisfecha acerca de su pelirrojo problema.
—Cómo…
Colocó una mano en sus labios para evitar que hablara.
—Lo deduje por el diario ya que la protegías incluso cuando se negaba a devolverte el favor. Pero mi próxima pregunta para ti es ¿Qué va a hacer cuando sepa sobre mí?
Nick se despertó con el peor dolor, imaginable, atravesándole la cabeza. Por un mero instante, pensó que era humano nuevamente, despertándose después de una noche de beber en exceso y drogarse.
Pero esa vida había sido hacía miles de vidas.
Parpadeando para abrir los ojos, se encontró desnudo en la cama con _________ sentada en el suelo, mirándole como si estuviese en shock mientras un extraño ruido de fondo mantenía un ritmo apagado y repetitivo.
—¿Ocurre algo malo? —Preguntó, con la voz espesa y rasgada.
Ella levantó la cara mientras fruncía el ceño.
—Define “algo malo”.
Nick se pasó una mano por la cara.
—¿Me golpeaste con un martillo mientras dormía?
—No.
—¿Entonces por qué me siento de esa manera?
Ella no se movió de su posición en el suelo.
—Aparentemente no puedes aguantar un Sprite, tío.
—¿Qué…?
Señaló las dos botellas verdes de plástico vacías sobre la mesilla de noche.
—Sabías que cuando te emborrachas, ella se emborracha también.
—¿Ella?
_________ señaló hacia el extraño sonido que Nick había estado oyendo, pero ignorando. Se volvió a mirar para ver a Simi roncando, tendida en el suelo bajo la televisión, con las piernas apoyadas contra la pared mientras dormía sobre la espalda. Eso no habría sido tan malo, pero el hecho de que estuviera en su forma de demonio, con cuernos, cola y alas hizo que se le encogiera el estómago.
¿Qué había hecho?
Y entonces su mirada cayó en el holograma tridimensional sobre el suelo que era una réplica perfecta de la Atlántida. Incluso tenía gente diminuta moviéndose alrededor igual que alguna brillante y clara película…
Oh mierda.
Mierda, mierda, mierda. Eso era todo lo que podía pensar en decir cuando la incredulidad lo sobrecogió.
_________ se levantó lentamente y cruzó los brazos. Mirándolo con ojos entrecerrados, se acercó a la cama.
—No recuerdas nada de la pasada noche, ¿verdad?
—Nos recuerdo a nosotros… —bajó la mirada para ver la sangre en las sábanas que probaba esa parte de sus recuerdos. Habían dormido juntos. El recuerdo de ella acariciándole estaba gravado en su mente y en su piel.
—¿Pero no recuerdas el Sprite?
Negó con la cabeza.
—Interesante.
No sabía porque esa sola palabra lo aterraba, pero lo hacía.
—¿Interesante?
Ella asintió.
—Eres un borracho muy tierno y bastante charlatán también.
Sintió como la sangre abandonaba su cara.
—¿Cómo de charlatán?
—Mucho… Apostolos.
Nick se incorporó, mortificado por lo que quizás le habría dicho. Por favor dioses, por favor… seguramente no le había contado lo que era. Seguramente no había sido tan estúpido para perder a la única persona que había encontrado que no lo veía como una puta. Y entonces fue cuando se dio cuenta de que no tenía puestas las gafas.
—Hice…
—¿Curarme los ojos? Sí. Después convocase a tu demonio y los dos os peleasteis sobre llevarme a la Atlántida. Simi fue la que hizo el mapa en el suelo de modo que pudiéramos quedarnos aquí porque decía que ir allí mientras los dos estabais borrachos quizás sería malo ya que probablemente la destruirías antes de que tu madre tuviera oportunidad de hacerlo. Y entonces me encogiste a tamaño juguete y me llevaste a través de la ciudad, calle por calle, contándome cosas sobre cada lugar, hasta que ambos os quedasteis fritos. Afortunadamente cuando lo hiciste, volví a ser grande.
Su estómago se derritió.
—¿Hice que alguno de nosotros te llevase físicamente a la verdadera Atlántida?
—Te diría que sí, para hacerte sudar. Pero Simi ganó la batalla y nos quedamos aquí.
Dejó escapar un largo suspiro aliviado por haber escuchado a su demonio. Gracias a los dioses por los pequeños favores.
Pero esto todavía no cambiaba el hecho de se había expuesto a _________. Completamente. Absolutamente.
Maldición.
Tragó al encontrarse su impávida mirada.
—¿Estás enfadada conmigo?
—Furiosa. Realmente. Pero entiendo las mentiras. Quiero decir, verás, ¿quién iba a creer que el caliente tío Gótico de veintiún años llevando una mochila negra es un omnipotente dios que viaja con un demonio como compañera? ¿Verdad? Es ridículo.
Nick se encogió cuando todos sus secretos prorrumpieron de su boca.
—Por cierto, sabes, tú y yo nos hemos conocimos hace tiempo.
Se quedó quieto intentando recordar el suceso sin poder.
—¿Cuándo?
Ella se sentó a su lado en la cama.
—Mil novecientos noventa y ocho. Estabas jugando al ajedrez con mi abuelo en el parque cuando tuvo un ataque al corazón. Yo tenía siete años.
Ahora Nick lo recordaba vívidamente. Theo había movido justamente su alfil para hacer mate a la Reina cuando el anciano se agarró el pecho y empezó a gruñir.
Su pequeña nieta con grandes ojos marrones y un torbellino de coletas marrones había venido corriendo.
—¡Papou! ¡Papou!
No queriendo que la niña viera morir a su abuelo… si es que ese era el destino de Theo ese día… Nick había convocado a Simi para que vigilara a la niña mientras llamaba a una ambulancia. Vigílala, Simi. Mantenla feliz y asegúrate de que tiene todo lo que necesite y quiera.
Entonces se marchó con Theo mientras Simi se llevaba a _________ de regreso al apartamento de Theo a esperar.
—¿Cómo pude haberlo olvidado?
Sacudió la cabeza mientras la miraba y finalmente vio las dulces facciones de la niña en la cara de la mujer ante él.
—Lo recuerdo.
—Sabes, pensé que eras Billy Idol.
Eso era algo que no podía entender del todo.
—¿Billy Idol? No me parezco en nada a él y nunca he tenido el pelo de punta.
Ella se encogió de hombros.
—Era la única estrella del rock que conocía que llevara pantalones de cuero, cadenas y gafas de sol… igual que tú ese día. También tenías el pelo púrpura, largo y un aro. Después, estuve diciéndole a todo el mundo que ese tío punky había salvado a mi papou. El idolatrarte a ti es en gran parte la razón de que Kim y Pam terminaran convertidas en Góticas… irónico realmente.
Echó un vistazo donde Simi todavía dormía contra la pared.
—No fue hasta que vi a Simi otra vez anoche que todo encajó en su lugar —cuando su mirada se centró en la suya, la inteligencia y acusación lo hicieron encogerse—. Tú eres el que sacó a mi abuelo de la casa en llamas cuando tenía siete años y lo trajo desde Grecia. El hombre que lo estuvo vigilando durante todo el camino hasta aquí y le contó las historias acerca de la Atlántida que él contó a su vez a mi padre y tío.
Nick quería negarlo, ¿Pero cómo podría? Ahora lo sabía todo.
—Sí.
Ella asintió.
—Solo por eso estoy controlando mi enfado hacia ti por mentirme y humillarme en público después de que no hiciera nada más que contar las historias que tú, tú mismo, le contaste a mi abuelo. ¿Cómo puedo estar enfadada con el hombre que salvó a un niño de siete años de un ataque Nazi sacándolo de su casa y salvándole la vida? Mi abuelo dice que le vendaste los ojos y entonces lo llevaste en brazos durante días hasta que alcanzasteis los muelles donde tuviste que sobornar a todo el mundo para conseguir sacarlo del país. Estaba tan asustado y dolorido por la pérdida de su familia. La única cosa que lo mantuvo cuerdo fue la profunda voz de Nicholas diciéndole que haría que todo estuviese bien. Que no dejaría que nada le sucediera mientras el hombre lo sostenía y calmaba sus lágrimas… ese eras tú. Tú fuiste el que encontró a la familia americana que lo adoptó, quien le ayudó a financiar su primer deli, y toda su vida fuiste el hombre con el que se encontraba en el parque los domingos por la tarde para jugar al ajedrez —se limpió las lágrimas que hacían que los ojos se le humedecieran—. ¿Cómo podría odiarte?
Nick apartó la mirada cuando sus emociones lo confundieron. Todo el mundo lo había odiado siempre. ¿Cómo podía esperar que con ella fuera diferente?
_________ tragó y miró a Simi.
—He hablado con ella tantas veces por teléfono y por mails. Mi prima Geary y yo llamamos a nuestra expedición El Proyecto Simi porque Simi fue la única que nos ayudó a encontrar la localización de la Atlántida.
Nick abrió desmesuradamente los ojos ante algo de lo que no tenía conocimiento. La furia chasqueó anteponiéndose a sus emociones mientras deseaba golpear a su demonio.
—¿Qué Simi hizo qué?
—Tú me lo dijiste, akri —dijo Simi desde su lugar en el suelo antes de bostezar con fuerza. Cuando habló de nuevo, su voz era una perfecta réplica de la suya—. Vigílala, Simi. Mantenla feliz y asegúrate de que tenga todo lo que necesite y quiera —su voz volvió a la normalidad—. Así que la Simi lo hizo akri. Justo como tú me lo dijiste.
—Eso era durante una tarde.
—Akri no le dijo eso a la Simi. Tú dijiste que la hiciera feliz así que Simi lo hizo. Si querías que me detuviera, deberías haberlo dicho.
Nick se pasó las manos a través del pelo al darse cuenta del dolor que le había causado a Theo cuando todo lo que había querido era ayudar al niño… que se había expuesto a sí mismo y revelado la situación de la Atlántida sin darse cuenta. Maldición.
—Se supone que sé como interactuar con humanos. ¿Cómo puedo haber sido tan estúpido?
_________ se inclinó sobre él, su cara tan dulce e invitante aunque, ahora mismo, era para ella una gran amenaza.
—No puedes vivir solo todo el tiempo, Nick… ¿O es Nickeron, Nicholas o Apostolos? Ni siquiera sé cómo llamarte.
Llámame tuyo…
Era un pensamiento tan estúpido. Y sabía que era mejor dejarlo volar. La propietaria de su cuerpo y alma era Artemisa.
—No me importa cual uses. Respondo ante todos.
—Debes tener alguna preferencia.
—Solo su mamá, Akra-Apollymi, le llama Apostolos. Oh y algunas veces ese hombre demonio Jaden y Savitar quien siempre es encantador con la Simi. Él siempre le trae a Simi buenas cosas para comer. Pero yo creo que a Akri le gusta más Nick porque se lo dice a la mayoría de la gente que conoce de vez en cuando.
Nick le dedicó una seca mirada.
—Gracias, Sim.
—De nada, akri —dijo, ignorante a su sarcasmo—. Ahora a la Simi le duele la cabeza. ¿Puedo dormir sobre ti donde se está cómodo hasta que deje de doler tanto? No me gusta ya el suelo. Lastima las alas de Simi.
Extendió su brazo.
—Por supuesto que puedes, Simykey.
Sonriendo, se transformó y voló en una oscura niebla hasta su cuerpo para formar el tatuaje de un pequeño dragón sobre su hombro.
_________ entrecerró los ojos ante la forma de Simi.
—Ahora conozco el secreto del tatuaje cambiante. ¿Tienes algunas sorpresas más para mí?
—Supongo que eso depende de lo que dijera la pasada noche. Diablos. ¿Hasta qué punto me pasé?
—Desde mi punto de vista, no todo lo que hubiera deseado.
Si fuera capaz de digerir el nudo del estómago, se habría reído de eso. Como estaba, lo mejor que podía llegar a hacer era sonreír.
—Te estás tomando todo esto bastante bien.
Se cruzó de piernas antes de encogerse de hombros de forma descuidada.
—¿Qué se suponía que iba a hacer? Quiero decir, no es como si tuviera precedentes para tratar con esto. No conozco a nadie que haya conocido a un tío que resulte ser un dios con su propio demonio personal. Demonios interiores, sí, pero un demonio que se convierte en un tatuaje… no. Definitivamente está fuera de toda posibilidad.
—Lo cierto es que eso no es completamente cierto.
Ella parpadeó.
—¿Qué quieres decir?
—Deberías preguntarle a tu prima Geary. Su marido, Arik, solía ser un Oneroi.
_________ permanecía todavía perfectamente sentada como si no pudiera creer lo que acababa de decirle. Debía ser divertido para él dado el modo en que ella parecía aceptarlo todo. Después de una breve pausa, hizo una simple pregunta.
—¿Arik era un dios Griego de los Sueños?
Asintió.
_________ se cubrió la boca con la mano.
—Así que por eso Geary dejó la caza de la Atlántida. ¡Qué zorra! Fue justo después de que conociera a Arik en Grecia —con expresión enfadada, le pegó en el muslo.
—¡Ow! —Nick se frotó el golpe, agradecido de que no le pegara algo más arriba de la pierna—. ¿Eso porque ha sido?
—¿Por qué no me lo dijiste?
—No es exactamente algo que hablemos con los humanos. La mayoría no son tan razonables como lo estás siendo tú.
—Sí bueno, sabes, esto no cambia nada —su mirada mostraba cada pizca de su determinación—. Todavía intento ser la primera en descubrir la Atlántida.
Nick frunció el ceño resuelto a interponerse. Esta era una batalla que iba a ganar, sin importar lo que costara.
—No seas cabezota, _________. Déjalo ir.
—Para ti es fácil decirlo. No has conocido la burla que mi familia ha vivido porque le contaste a mi abuelo una historia que embrujó la imaginación de sus hijos. Ambos mi padre y mi tío dieron su vida por encontrar la Atlántida y probar que estaba allí. No puedo hacer menos que resucitar su reputación.
Le tomó la cara entre las manos e intentó hacerla entender por qué no podía hacer eso.
—Están muertos, _________. Su reputación no significa nada para ellos.
Nick la sintió apretar los dientes cuando la furia y el dolor parpadearon en sus ojos marrones.
—Ellos lo significan todo para mí.
¿Cómo podía hacerle ver su punto de vista?
—Quieres salvar la reputación de tu padre y yo quiero conservar la mía. En este tema estamos en guerra. Nadie puede saber siquiera que la Atlántida fue destruida.
—Eres un dios. ¿Por qué debería esa localización dañar tu reputación?
Una punzada de esperanza pasó a través de él.
—¿Te dije porque estaba en la Atlántida siendo humano?
—No.
Oh gracias a los dioses que incluso estando borracho al menos había tenido un gramo de auto conservación. El alivio y la alegría manaron a través suyo. No le sorprendía que todavía le respetara.
Y eso era por lo que no podía dejar que nadie supiera acerca de la Atlántida.
—¿Por qué no puedes dejarlo estar?
—Por qué amaba a mi padre. Se lo debo.
Nick entrecerró los ojos.
—¿Me destruirías en el proceso?
_________ sacudió la cabeza, intentando entender porque era tan insistente.
—Esto no tiene ningún sentido. ¿Cómo podría esa posibilidad herirte?
Dile la verdad, Apostolos. Nick se sobresaltó ante el sonido de la voz de su madre en la cabeza.
Miró hacia el techo cuando sintió su presencia. Has estado considerablemente tranquila todo este tiempo, Matera. ¿Por qué no me hablaste sobre tus sacerdotisas?
¿Por qué debería? Además tú sabes que tengo que tener devotos para mantener mis poderes de dios con su fuerza actual. ¿Crees que los Daimons son los únicos que me pagan hospedaje?
Sí, estúpidamente lo pensaba.
Muéstrale el diario, m´gios.
¿Y si me traiciona?
Es una humana. La mataré si te lastima.
Pero no se lo permitiría y lo sabía.
No puedo, Matera. No quiero que también me mire así.
¿Y si no lo hace? ¿Qué pasa si está siendo honesta y para ella no eres nada más que un amigo? Tu pasado no me importa. Tampoco le importa a Savitar o a Simi. Debes aprender a confiar alguna vez, Apostolos. ¿No crees que quizás sea la única persona que no te juzgue por algo que fue hecho en contra de tu voluntad? Dale una razón para abandonar la Atlántida. Déjala entender.
Se volvió hacia _________, aterrado ante el pensamiento de ver la misma pena que había visto en los ojos de Ryssa, en los suyos. Le gustaba el hecho de que _________ lo viese como un humano normal.
Aunque ahora sabía que era un dios y su trato no había cambiado. Quizás su madre tuviera razón. Quizás debiera confiar en ella.
—No puedes vivir en la oscuridad todo el tiempo, chico —las palabras de Savitar lo perseguían—. Antes o después todo el mundo se queda con el culo al aire. Pero sabes que la mayoría de las veces todavía te ríes de ello, agradeciendo la diversión que causa la herida.
Eso era verdad. Con todo, la única cosa que Nick entendía en la profundidad de su alma era que el dolor físico sanaba mucho antes que uno mental.
—Por favor no me lastimes, _________ –susurró en Atlante. Sintiéndose enfermo por el temor, pero decidido confiar en su madre. Extendió la mano y utilizó sus poderes para traer la mochila de regreso a su regazo.
_________ dejó escapar una risa nerviosa.
—No estabas bromeando acerca de esos trucos de Jedi, ¿verdad?
—En realidad, no —alcanzó el fondo y sacó el último diario. Su estómago se anudó hasta el punto de temer que estuviera realmente enfermo, se lo tendió.
—Te concedo la habilidad para leerlo fluidamente. Pero quiero que sepas que lo estoy haciendo en contra de mi mejor juicio y te estoy confiando algo sobre mí que no se ha sabido jamás. Nadie. Este es el secreto por el que mataría con tal de protegerlo. ¿Lo entiendes?
_________ tragó ante el ominoso tono de su voz. ¿Qué podía contener que era tan apabullante para un dios?
—Lo entiendo.
Puso la mochila en el suelo.
—Voy a darme una ducha mientras lees.
Ella no se movió hasta que dejó la cama. Curiosa, abrió el libro y jadeó cuando se dio cuenta de que era capaz de leerlo como si fuera inglés. Conocía cada letra, cada definición. Era increíble y cuando leyó, vio las escenas tan claras en su mente como si estuviera viendo una reveladora película.
Al principio sólo eran los íntimos e inocuos detalles de la vida de una princesa hasta que empezó a hablar de su hermano…
La puta.
Nick dejó que el agua se deslizara sobre su piel mientras luchaba con el dolor y la rabia en su interior. _________ nunca lo volvería a mirar de la misma manera. Jamás.
¿Por qué diablos había escuchado a su madre? Debería haber destruido cada uno de los diarios de su hermana.
Soy un completo gilipollas.
No había manera de negar la verdad. Siempre había estado marcado por un pasado que nunca quiso. En ese momento odiaba a Estes incluso más de lo que lo había odiado antes. Era el único jodido bastardo que lo había privado de todo.
Incluso del respeto de _________.
Cerrando el agua, salió de la ducha para encontrársela en el umbral de la puerta, mirándole fijamente. La vergüenza y el azoramiento lo llenaron ante su silencio mientras cogía una toalla para secarse. Se preparó para sus insultos y rabia.
—Siento haberte manchado, _________. No tenía derecho.
Una simple lágrima se deslizó por su cara cuando se aproximó.
Nick se tensó esperando su bofetada e insultos. No se merecía menos y no esperaba nada más. Así que cuando lo atrajo a sus brazos y lo besó, estaba completamente atónito.
_________ se apartó de sus labios y le pasó los brazos rodeándole el cuello para mantenerlo cerca cuando la verdad del horror de su vida humana la rasgó. Y pensar que se había atrevido a acusarlo de no entender lo que era ser burlado y humillado. Gracias a Dios que no tenía idea de la profundidad de su pena hacía la burla de la suya.
No podía hablar debido a la telaraña de emociones que se reunieron en su garganta ahogándola. Estaba enfadada por él y su roto corazón.
Y en ese momento, se dio cuenta de lo mucho que amaba a ese hombre. Ahora las palabras de Takeshi tenían completo sentido para ella.
“Cuida de él, _________. Y recuerda que requiere un gran coraje y corazón para un hombre que no conoce la amabilidad mostrársela a otros. Incluso la más salvaje de las bestias puede ser domesticada por una paciente y gentil mano”.
Deslizó la mano por su lisa y perfecta espalda mientras recordaba las historias de sus palizas. Ni siquiera habían dejado que su espalda cicatrizara para que la densa y cicatrizada piel lo ayudara a escudarse del dolor de nuevos latigazos. Lo que le habían hecho estaba mal…
—Siento tanto lo que te hicieron, Nicholas. Lo siento mucho.
Nick cerró los ojos cuando la sostuvo contra él y jadeó.
—¿No me condenas?
—¿Por qué?
—Yo soy… —no podía permitirse decirle la palabra puta.
_________ apretó su abrazo cuando recordó sus palabras acerca de estar roto la noche anterior. Eso era lo que había querido decir con ellas. Echándose atrás, ahuecó su cara en las manos de modo que pudiera ver su sinceridad.
—Nada ha cambiado entre nosotros. No me importa tu pasado, Nick. A mí no. Todo lo que me importa es el hombre frente a mí ahora mismo.
—Yo no soy un hombre, _________.
No, no lo era. Era un dios. Poderoso. Humilde. Tierno y mortal. Por primera vez, entendía todos los vislumbres que había visto de él.
Nick se rió, asombrado por su fuerza y humor sin importar la situación.
—No suelo tener a nadie quedándose conmigo.
—Lo sé. Siempre tuve suerte. Mi familia lucharía con el mismísimo diablo para mantenerme a salvo. No puedo imaginar la fortaleza que necesitaste para estar solo en el mundo. No tener a nadie que te protegiera de aquellos que te lastimaron. Pero no te abandonaré. Si no soy otra cosa en mi vida, si soy leal para aquellos a los que llamo amigos. Y estaré más que honrada de ser tu amiga, Nicholas, si me dejas.
El dolor le arrasó el corazón ante su ofrecimiento y la simple verdad que no podía negar.
—Nunca he tenido un amigo que supiera sobre mí antes.
No podía contar a Artemisa como amiga y esa carencia de conocimiento era lo que había terminado con la muerte de Nick. Si hubiera confiado lo bastante en Nick, sólo por una vez, para presentarle a Simi, Nick no se habría acostado con ella porque habría sabido que le pertenecía. Era un error que les había costado todo a ambos.
—Sé lo que estás pensando, Nick —dijo, dando un paso atrás para mirarle—. Tienes que confiar en mí y nunca te abandonaré.
El tiempo lo diría.
Bajó la mirada y sonrió cálidamente.
—Por cierto, estás muy mono desnudo. Ahora vístete. Tengo algunas preguntas para ti.
Estuvo vestido al instante.
Los ojos de _________ se agrandaron ante sus poderes.
—Sabes que eso podría serme de utilidad. Apuesto a que nunca llegas tarde, ¿huh?
—Lo intento. ¿Ahora, qué preguntas tienes?
Ella lo dirigió de regreso a la habitación donde el diario estaba tendido sobre la cama.
—Anoche me dijiste que tenías una hija embarazada. Ahora por la fecha del diario, se la edad que tienes. ¿Qué edad tiene ella?
—Yo tenía veintiuno cuando ella nació —era la explicación más fácil para la edad de Kat.
_________ levantó el diario y lo abrió por la marca de papel donde había dejado la lectura.
—De acuerdo así que es una tatara-tatara-tatara-abuela —hizo una anotación en el margen del diario—. ¿Quién es su madre?
—Prefiero no decirlo.
—Artemisa. Entiendo. Nunca hablaremos de ello.
Frunció el ceño ante su habilidad para suponer y estar tan satisfecha acerca de su pelirrojo problema.
—Cómo…
Colocó una mano en sus labios para evitar que hablara.
—Lo deduje por el diario ya que la protegías incluso cuando se negaba a devolverte el favor. Pero mi próxima pregunta para ti es ¿Qué va a hacer cuando sepa sobre mí?
Femme Fatale
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Satara permaneció oculta en las sombras del Santuario, fingiendo ser un cliente en una mesa sorbiendo su cerveza de cuello largo, un desagradable brebaje, mientras esperaba que Nicholas dejara la habitación donde había estado recluido con su recién descubierta mascota. El único verdadero regalo de su padre, Apolo, había sido darle la habilidad de ser indetectable para otros dioses. Lo había hecho de modo que pudiera espiar para él. Poco sabía que usaba el regalo en su contra más que para él. Para un dios de la profecía, su padre podía ser increíblemente denso. Su ego era tal que no podía concebir que nadie adorara el suelo por donde pasara.
Y a causa de su regalo, para Nicholas, incluso con todos los poderes que poseía, le estaba blindada. Qué bonito tener un dispositivo de camuflaje anti-atlante.
Lo cual había sido de mucha ayuda anoche mientras estaba en el club intentando obtener información para Stryker y en vez de eso había descubierto la actual obsesión femenina de Nicholas. O debería decir, debilidad.
El diario que buscaba estaba allí, podía sentirlo tirando de ella, pero el dios Atlante lo protegía y mientras lo hiciera no sería capaz de tocarlo sin arriesgarse a su ira.
Así que estaba esperando a que bajara la guardia y dejara su mochila o al bollito descuidado. Y si sus demonios hacían bien su trabajo, tendría de un tiro el libro de Ryssa y los secretos que contenía.
Satara jadeó cuando sintió dolor en el pecho que significaba que Nick había dejado el edificio. Sonriendo, se levantó y se dirigió escaleras arriba para robar su más preciada posesión.
Y a causa de su regalo, para Nicholas, incluso con todos los poderes que poseía, le estaba blindada. Qué bonito tener un dispositivo de camuflaje anti-atlante.
Lo cual había sido de mucha ayuda anoche mientras estaba en el club intentando obtener información para Stryker y en vez de eso había descubierto la actual obsesión femenina de Nicholas. O debería decir, debilidad.
El diario que buscaba estaba allí, podía sentirlo tirando de ella, pero el dios Atlante lo protegía y mientras lo hiciera no sería capaz de tocarlo sin arriesgarse a su ira.
Así que estaba esperando a que bajara la guardia y dejara su mochila o al bollito descuidado. Y si sus demonios hacían bien su trabajo, tendría de un tiro el libro de Ryssa y los secretos que contenía.
Satara jadeó cuando sintió dolor en el pecho que significaba que Nick había dejado el edificio. Sonriendo, se levantó y se dirigió escaleras arriba para robar su más preciada posesión.
Femme Fatale
#Fire Rouge..*
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
siguela porfa
me facinaron los capis
chelis
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
me encantoo al fin se lo dijoo
(mejor dicho se lo dio para quelo leyera)
ay ame a ash se peleo con Simi para
ver quin la llevara a la atlantida jajaja
(mejor dicho se lo dio para quelo leyera)
ay ame a ash se peleo con Simi para
ver quin la llevara a la atlantida jajaja
#Fire Rouge..*
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
oh ella lo conocio d niñaaa
pobre d nick penso q no lo hiba a aceptar
pero q bueno q si lo acepto ...como no si es todo un lindo <3
pobre d nick penso q no lo hiba a aceptar
pero q bueno q si lo acepto ...como no si es todo un lindo <3
angie- d jonas
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
Awwwwwwws qe Ash tan hermoso!!! Simi!!! Me da tanta ternura!! ii _______ es tan gentil ii amable!! No le importo lo de Ash!!! Dios!! xfizZ!!!!! Siguela pronto!!!! :P
Muffin_Nickita_Jonas92
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
O MI DIOS AHORA SI ESTAMOS EN PROBLEMASSSSSSSSSSSSSS
ama-jonatik
Re: "NICHOLAS una historia que no quiere ser revelada o SI?" ( nick y tu) ADAPTACION .
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
ama-jonatik
Contenido patrocinado
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