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Losing Inocence
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Losing Inocence
Irene_Vega_1D escribió:Valeria Cuevas Horan escribió:Irene!!! Como haces esto!!
1. Me encanto que fuera a buscarme
2. Me gusto más encontrarme con la escena de Niall sin playera en mi apartamento!
3. Más la idea de saber que hemos estado saliendo por un tiempo
4. No me gusto nada que Valeriw no hiciera caso a mis gritos ( hablare seriamente con ella)
5. Anne tiene razón sobre Harry
6. Que pasará con la borrachera!!???? Dime qué voy a buscarla!!! Que tal si ebria no es igual que sobria??
Síguela iré!!! Besos!!
Dije que sería una sorpresa y como no sabía como poner tu relacion con Nialler, pues que mejor que poner que andabas con Niall tan secretamente :xd: Pasará algo más. Gracias por leer xx
Aw gracias!!! Cómo me dices eso?? Yo quiero saber que mas va a pasar!! Dime!! Te lo imploro!!! Síguela linda besos
Valeria Cuevas Horan
Re: Losing Inocence
VEINTISIETE
Valerie.-
Realmente la estupidez de embriagarme está completamente fuera de mi lista de actividades preferidas. Es horrible al día siguiente. Y más si un idiota llamado Harry abre y cierra las puertas de la alacena de la cocina en busca de no sé qué.
Busco a mi lado la cafetera portátil y la enciendo. Cuando el agua está lista, inmediatamente tomo las pastillas de mi baño y le doy un gran sorbo a mi té. Me siento un poco mejor, pero aun la resaca no se va. Miro el reloj y me doy cuenta que éste marca las ocho.
Me meto a la ducha aun sabiendo que es muy temprano y que puedo dormir más tiempo. Pero casi estoy segura que no podré hacerlo por el ruido de Harry. Me pongo la ropa que utilizaría en la academia.
Unos leggins negros y una blusa suelta sin mangas color gris. Seco mi cabello y lo amarro en una coleta media. Bajo las escaleras y me encuentro con Harry haciéndose trizas con un sartén y una espátula.
¿Por qué no puede ser como Niall y saber cocinar su propia comida él solo? Suspiro y me acerco al refrigerador haciendo como si la cocina estuviera sola. Él actúa igual, y es por eso que un nudo se ponga en mi garganta. Doy un trago del jugo que acabo de servir en un vaso y me siento en un taburete de la encimera para observar a Harry.
—¿Qué demonios estás viendo? —me pregunta justo antes de quemarse la muñeca con el mango de la sartén.
—A ti.
—¿Te parece graciosa mi desgracia?
Suspiro antes de contestar. Su estúpido carácter es aceptable después de cómo estaba ayer por la noche. Trato de controlarme y me felicito a mí misma por lograrlo.
—¿No ibas a ir a América hoy?
—No es algo que te incumba.
Bien, es todo lo que puedo aguantar. Me levanto y camino a la sala de estar por mi maleta de gimnasio. Me la cuelgo al hombro y regreso a la cocina a terminar mi vaso de zumo. Justo en el momento en el que me levanto de mi lugar, él pregunta.
—¿A dónde vas?
—No es algo que te incumba —llego a la puerta tipo
taberna de la cocina y me quedo pensando. Con un nuevo suspiro, vuelvo a hablar—. Harry, ¿así será siempre?
Él no contesta enseguida y yo no me giro para cerciorarme de si me escuchó o no. Sé que lo hizo y eso me basta para saber que no quiere responderme. Empiezo a empujar la puerta y su voz llega a mis oídos.
—Tú así lo quisiste, Valerie.
Salgo de la cocina y por consiguiente, de la casa.
Arrojo mi maleta de gimnasia a mi asiento del pasajero y conduzco directo a la academia. Si Harry quiere que así sea de ahora en adelante, así será.
Llego al salón principal de la academia, donde en unas dos horas iba a empezar mi primer clase. Me siento en el suelo y comienzo a atar mis zapatillas de punta. Al momento en el que acabo, los estiramientos empiezan y justo cuando voy a mitad de una flexión de bíceps, Brandon entra en la sala.
—¡Brandon! —mi entusiasmo lo sorprende y el me sonríe. Primer indicio de que no está molesto conmigo.
Se sienta a mi lado y me abraza. Habla y mientras lo hace, repite el mismo procedimiento que yo hice minutos atrás.
—¿Cómo estás? —pregunta atando por completo su zapatos de punta.
—Uhm… creo que bien —respondo volviendo a mi calentamiento.
—El tono de tu voz en tu mensaje de voz no sonaba bien. ¿Qué pasó este fin de semana?
Doy un gran respiro para oxigenar mi cerebro y poder contestarle de la mejor manera, pero simplemente no encuentro nada de palabras bonitas para explicarle debidamente. Así que lo único que le digo es la completa verdad.
Harry.-
El Daily News es un asco. Siempre en busca de cualquier chisme. Y lo peor es que ponen los más pobres. Digo, ¿no podrían poner un chisme bueno?
Paso a la última página antes de que nos dirijamos al avión y un anuncio llama mi atención. Es la novedad de que la academia inglesa de ballet pondrá en escena el Cisne Negro. Desgraciadamente no ponen que reparto tienen. Y lo único que puedo hacer, es llamar a Danielle.
—¿Hola?
—Danielle, soy yo, Harry. Uhm, necesito que me hagas un favor. ¿Podrías?
—Uhm, si está en mis facultades, creo que sí, Harry. Dime.
—Necesito que investigues el horario de clases de Valerie. Sus horarios de ensayo extra y qué papel tiene en la puesta en escena de la academia. Ah, también quiero un lugar en primera fila para la presentación. ¿Puedes?
—Claro, capitán, ¿algo más?—responde con sarcasmo.
—¿Por favor, Dani? —suspira frustrada pero contesta.
—Hasta ahora solo sé que ella es el principal en la obra. La información que falta te la envío cuando lleguen a tierra firme. Descuida, no es nada.
—Gracias.
Cuelgo el teléfono reñido por Paul y subo rápidamente después de colgar la llamada. Al final de todo, no me rendí totalmente con Valerie.
Valerie.-
Justo cuando Brandon y yo acabamos de ensayar hasta el cuarto acto del cisne negro, Dushi entra en la sala de danza y aplaude emocionada. Brandon me baja y siento cada parte de su cuerpo rozar con el mío. Me estremezco al sentir mi boca seca.
—¡Bravo! En serio es lo mejor que he visto en mi corta vida. Deberían salir juntos, la química se siente hasta afuera —enserio Dushi, deberías considerar hablar menos.
—Estamos saliendo —responde Brandon. Yo me giro hacia él y en ese momento, nuestros labios se rozan. Y vuelvo a estremecerme. Demonios.
—¡Me alegro entonces! ¿Por qué están aquí tan temprano? Apenas son las once y media. Su clase comienza en una hora.
—Valerie no se sentía muy bien estando sola en casa y yo llegué porque justo acabo de regresar de Ipswich. Así que me pareció tonto llegar a mi casa y regresar una hora después.
—Bien, entonces, creo que debo irme. Mi clase comienza en diez minutos. Solo entré a curiosear y me enamoré de ustedes —Dushi comienza a caminar hacia la salida pero se vuelve hacia mi—. Y tu Val, chica. Hoy en mi casa, a las ocho. Y no quiero peros.
Apenas tengo tiempo de responder cuando ella ya está cerrando la puerta. Creo que no tengo alternativa alguna de decir que no. Y ella así lo disfruta. Vuelvo la vista hacia Brandon quien está en el reproductor de música poniendo de nuevo la pista del primer acto. La melodía comienza y empezamos de nuevo.
Mientras bailamos, siento una liberación exquisita y mientras siento sus manos en mi cintura mis sentidos se ponen alertas. En serio pensé que nunca iba a poder sentir estas sensaciones de nuevo. Mi cuerpo me dice que se siente bien y mi cerebro acepta las caricias. Cuando bajo lentamente de nuevo por todo su cuerpo, miro a su rostro y no tardo en darme cuenta que él piensa lo mismo que yo.
Aún estoy aferrada a él y Brandon aún me sujeta en sus brazos. No es hasta que tiene que bajarme porque acerco mis labios a los de él y masajeo lentamente. Mis pies tocan el suelo e inmediatamente utilizo mis zapatillas de punta para ponerme en puntillas y llegar más fácil a sus labios.
Nuestras respiraciones son rápidas por el ballet y por la falta de aire. No había besado a nadie más que a Harry. Pero esto era algo nuevo y me gustaba. Me gustó más que el beso de Harry. En realidad lo hacía.
Brandon muerde mi labio y acaricia con su lengua al lugar donde mordió. Abro mi boca y esta entra explorando mi boca. Hago lo mismo pero lo hago más deprisa. La música sigue reproduciéndose y a ninguno de los dos parece importarle hasta que el primer acto acaba.
Brandon se separa lentamente dejando besos por mi mejilla hasta mi barbilla. Después de eso, me abraza y yo pongo mi frente en su hombro derecho. Él besa mi cabello y la ronca risa hace que quiera besarlo aún más.
—Sin duda ese fue un excelente primer beso —dice con voz ronca.
Yo me río en su hombro y el aprieta mas su amarre en torno a mí. Si, definitivamente Brandon es el indicado.
Realmente la estupidez de embriagarme está completamente fuera de mi lista de actividades preferidas. Es horrible al día siguiente. Y más si un idiota llamado Harry abre y cierra las puertas de la alacena de la cocina en busca de no sé qué.
Busco a mi lado la cafetera portátil y la enciendo. Cuando el agua está lista, inmediatamente tomo las pastillas de mi baño y le doy un gran sorbo a mi té. Me siento un poco mejor, pero aun la resaca no se va. Miro el reloj y me doy cuenta que éste marca las ocho.
Me meto a la ducha aun sabiendo que es muy temprano y que puedo dormir más tiempo. Pero casi estoy segura que no podré hacerlo por el ruido de Harry. Me pongo la ropa que utilizaría en la academia.
Unos leggins negros y una blusa suelta sin mangas color gris. Seco mi cabello y lo amarro en una coleta media. Bajo las escaleras y me encuentro con Harry haciéndose trizas con un sartén y una espátula.
¿Por qué no puede ser como Niall y saber cocinar su propia comida él solo? Suspiro y me acerco al refrigerador haciendo como si la cocina estuviera sola. Él actúa igual, y es por eso que un nudo se ponga en mi garganta. Doy un trago del jugo que acabo de servir en un vaso y me siento en un taburete de la encimera para observar a Harry.
—¿Qué demonios estás viendo? —me pregunta justo antes de quemarse la muñeca con el mango de la sartén.
—A ti.
—¿Te parece graciosa mi desgracia?
Suspiro antes de contestar. Su estúpido carácter es aceptable después de cómo estaba ayer por la noche. Trato de controlarme y me felicito a mí misma por lograrlo.
—¿No ibas a ir a América hoy?
—No es algo que te incumba.
Bien, es todo lo que puedo aguantar. Me levanto y camino a la sala de estar por mi maleta de gimnasio. Me la cuelgo al hombro y regreso a la cocina a terminar mi vaso de zumo. Justo en el momento en el que me levanto de mi lugar, él pregunta.
—¿A dónde vas?
—No es algo que te incumba —llego a la puerta tipo
taberna de la cocina y me quedo pensando. Con un nuevo suspiro, vuelvo a hablar—. Harry, ¿así será siempre?
Él no contesta enseguida y yo no me giro para cerciorarme de si me escuchó o no. Sé que lo hizo y eso me basta para saber que no quiere responderme. Empiezo a empujar la puerta y su voz llega a mis oídos.
—Tú así lo quisiste, Valerie.
Salgo de la cocina y por consiguiente, de la casa.
Arrojo mi maleta de gimnasia a mi asiento del pasajero y conduzco directo a la academia. Si Harry quiere que así sea de ahora en adelante, así será.
(. . .)
Llego al salón principal de la academia, donde en unas dos horas iba a empezar mi primer clase. Me siento en el suelo y comienzo a atar mis zapatillas de punta. Al momento en el que acabo, los estiramientos empiezan y justo cuando voy a mitad de una flexión de bíceps, Brandon entra en la sala.
—¡Brandon! —mi entusiasmo lo sorprende y el me sonríe. Primer indicio de que no está molesto conmigo.
Se sienta a mi lado y me abraza. Habla y mientras lo hace, repite el mismo procedimiento que yo hice minutos atrás.
—¿Cómo estás? —pregunta atando por completo su zapatos de punta.
—Uhm… creo que bien —respondo volviendo a mi calentamiento.
—El tono de tu voz en tu mensaje de voz no sonaba bien. ¿Qué pasó este fin de semana?
Doy un gran respiro para oxigenar mi cerebro y poder contestarle de la mejor manera, pero simplemente no encuentro nada de palabras bonitas para explicarle debidamente. Así que lo único que le digo es la completa verdad.
Harry.-
El Daily News es un asco. Siempre en busca de cualquier chisme. Y lo peor es que ponen los más pobres. Digo, ¿no podrían poner un chisme bueno?
Paso a la última página antes de que nos dirijamos al avión y un anuncio llama mi atención. Es la novedad de que la academia inglesa de ballet pondrá en escena el Cisne Negro. Desgraciadamente no ponen que reparto tienen. Y lo único que puedo hacer, es llamar a Danielle.
—¿Hola?
—Danielle, soy yo, Harry. Uhm, necesito que me hagas un favor. ¿Podrías?
—Uhm, si está en mis facultades, creo que sí, Harry. Dime.
—Necesito que investigues el horario de clases de Valerie. Sus horarios de ensayo extra y qué papel tiene en la puesta en escena de la academia. Ah, también quiero un lugar en primera fila para la presentación. ¿Puedes?
—Claro, capitán, ¿algo más?—responde con sarcasmo.
—¿Por favor, Dani? —suspira frustrada pero contesta.
—Hasta ahora solo sé que ella es el principal en la obra. La información que falta te la envío cuando lleguen a tierra firme. Descuida, no es nada.
—Gracias.
Cuelgo el teléfono reñido por Paul y subo rápidamente después de colgar la llamada. Al final de todo, no me rendí totalmente con Valerie.
Valerie.-
Justo cuando Brandon y yo acabamos de ensayar hasta el cuarto acto del cisne negro, Dushi entra en la sala de danza y aplaude emocionada. Brandon me baja y siento cada parte de su cuerpo rozar con el mío. Me estremezco al sentir mi boca seca.
—¡Bravo! En serio es lo mejor que he visto en mi corta vida. Deberían salir juntos, la química se siente hasta afuera —enserio Dushi, deberías considerar hablar menos.
—Estamos saliendo —responde Brandon. Yo me giro hacia él y en ese momento, nuestros labios se rozan. Y vuelvo a estremecerme. Demonios.
—¡Me alegro entonces! ¿Por qué están aquí tan temprano? Apenas son las once y media. Su clase comienza en una hora.
—Valerie no se sentía muy bien estando sola en casa y yo llegué porque justo acabo de regresar de Ipswich. Así que me pareció tonto llegar a mi casa y regresar una hora después.
—Bien, entonces, creo que debo irme. Mi clase comienza en diez minutos. Solo entré a curiosear y me enamoré de ustedes —Dushi comienza a caminar hacia la salida pero se vuelve hacia mi—. Y tu Val, chica. Hoy en mi casa, a las ocho. Y no quiero peros.
Apenas tengo tiempo de responder cuando ella ya está cerrando la puerta. Creo que no tengo alternativa alguna de decir que no. Y ella así lo disfruta. Vuelvo la vista hacia Brandon quien está en el reproductor de música poniendo de nuevo la pista del primer acto. La melodía comienza y empezamos de nuevo.
Mientras bailamos, siento una liberación exquisita y mientras siento sus manos en mi cintura mis sentidos se ponen alertas. En serio pensé que nunca iba a poder sentir estas sensaciones de nuevo. Mi cuerpo me dice que se siente bien y mi cerebro acepta las caricias. Cuando bajo lentamente de nuevo por todo su cuerpo, miro a su rostro y no tardo en darme cuenta que él piensa lo mismo que yo.
Aún estoy aferrada a él y Brandon aún me sujeta en sus brazos. No es hasta que tiene que bajarme porque acerco mis labios a los de él y masajeo lentamente. Mis pies tocan el suelo e inmediatamente utilizo mis zapatillas de punta para ponerme en puntillas y llegar más fácil a sus labios.
Nuestras respiraciones son rápidas por el ballet y por la falta de aire. No había besado a nadie más que a Harry. Pero esto era algo nuevo y me gustaba. Me gustó más que el beso de Harry. En realidad lo hacía.
Brandon muerde mi labio y acaricia con su lengua al lugar donde mordió. Abro mi boca y esta entra explorando mi boca. Hago lo mismo pero lo hago más deprisa. La música sigue reproduciéndose y a ninguno de los dos parece importarle hasta que el primer acto acaba.
Brandon se separa lentamente dejando besos por mi mejilla hasta mi barbilla. Después de eso, me abraza y yo pongo mi frente en su hombro derecho. Él besa mi cabello y la ronca risa hace que quiera besarlo aún más.
—Sin duda ese fue un excelente primer beso —dice con voz ronca.
Yo me río en su hombro y el aprieta mas su amarre en torno a mí. Si, definitivamente Brandon es el indicado.
Irene_Vega_1D
Re: Losing Inocence
Santa madre de Dios!!! No!! Ósea WOW, pero oh. Me encanto su primer beso, pero Harry sigue arruinando las cosas y yo de inoportuna y Dani, no le ayudes!!!! No no no!!! Algo se les ocurrirá! Yo lose!!
Síguela Irene!!! Besos
Síguela Irene!!! Besos
Valeria Cuevas Horan
Re: Losing Inocence
VEINTIOCHO
Valerie.-
Ese día por la noche me encontré con Dushi en su casa. Cabe decir que ella no dejó que me guardara nada y terminé contando todo desde que llegué a Londres. Me sorprendí al ver que no solté lágrimas cuando hablé sobre todo lo que Harry me hizo. Y todo lo que pasé con él.
Ella insistió en que me quedara con ella mientras Harry estaba de viaje, pero yo le negué y le negué hasta que comprendió que yo quería estar sola. Esa noche que llegué a casa, nada fue igual. El ambiente estaba vacío. Había demasiado silencio y la casa estaba fría. Al último, terminé durmiendo incómodamente en el sofá.
Cuando desperté. Una llamada de mi hermana hacia unos minutos fue lo que me dio fuerzas para levantarme. Me duché rápidamente y después de ponerme mi ropa de gimnasia, solo me pasé un suéter por la cabeza y puse mis botas militares por sobre mis leggins y me adentré en mi auto hacia Climpson & Sons por un té y un panqué. Cuando llegué ahí, por fin tuve la valentía de llamar a Melissa.
—¿Valerie? —suelto el tumulto de aire que estaba reteniendo cuando escuché su voz.
—Melissa, ¿Cómo estás? Siento no haber contestado, aún estaba dormida.
—Oh, no te preocupes, Fitz. Quería llamarte para decirte que papá encontró un médico que podía regenerar mis células ¡y quizás podría volver a caminar!
Me trago el nudo en mi garganta y escondo mi rostro en mi cabello para que la gente en la cafetería no pueda ver mis lágrimas. Tomo un sorbo de mi té y hablo.
—Me alegro mucho, Mel. Quizás cuando tengas tu operación vaya a visitarte a Nueva York.
—Para eso llamo, Valerie. Mi operación es en dos meses. El tres de diciembre.
¿En mi cumpleaños? Esto es realmente peor cada vez.
—Perfecto —carraspeo para moderar mi voz—. Allí estaré.
—¡Muchas gracias, Fitz! En serio valoro esto que haces por mí. Quizás para tu presentación en el Cisne Negro pueda caminar. Debo colgar. Mi madre quiere que me dé una ducha. Hasta luego, te amo.
—Te amo también —respondo en un susurro y escucho el sonido repetitivo de los tonos de la llamada terminada.
¿Por qué mi hermana es de esta manera? ¿Por qué no simplemente actúa odiándome y me recrimina que le jodí la vida y que no quiere verme nunca más? No, ella sigue alabándome y diciéndome que soy la mejor aun cuando sabe que estoy más que perdida en el mundo.
Cuando acabo mi desayuno, me dirijo a la academia a mis clases de nuevo. Pero cuando llego, me encuentro con Tania quien está hablando con Eagling diciéndole que si no le da el primer puesto de Cisne le demandará por acoso.
—¿Estás segura, Tania? Porque siempre puedo recurrir a las cintas eróticas que grabamos hace unas semanas. Tú no te ves muy en desacuerdo en ellas.
Corro hacia mi camerino, en donde Brandon está dormido en el sofá que está ahí. Me siento a un lado de él y me quito el suéter para quedar en leotardo.
Veo el horario que tiene en pegado en su parte del espejo. Su primera clase es en diez minutos. Lo despierto y él me sonríe cuando abre los ojos. Se estira al levantarse y toma sus zapatillas.
—¿Por qué estabas durmiendo? —le pregunto antes de que se vaya.
—Ayer tuve algo que hacer y regresé tarde a casa. Lo siento, cariño. ¿Podemos salir hoy por la tarde, no lo sé, un helado o una caminata quizás? —asiento con la cabeza sonriendo levemente—. Bien, hasta luego Valerie.
Me besa en los labios y sale del camerino. Regreso a mis diligencias pero la curiosidad de saber qué era lo que había hecho que Brandon se haya quedado despierto tan tarde no me deja ni un poco tranquila.
Tres semanas habían pasado desde que Harry había empezado con la promoción de su nuevo disco y yo estaba totalmente cansada de escuchar su maldito nombre en todas partes. Había estado llamando a Melissa cada día por la mañana antes de ir a la academia y eso había hecho que nos uniéramos más en cierto modo.
Aún no averiguaba de qué se trataba lo que hacía Brandon por las noches de los lunes cuando se dormía demasiado tarde, pero estaba en eso. Y Harry. Harry era un caso aparte en mi vida.
Últimamente no había estado mucho en casa, pero cuando lo estaba, hacíamos como si no nos conociéramos.
Era un poco doloroso y sabía que no era justo para ninguno de los dos no hablarnos, porque aunque no quisiera aceptarlo, yo estaba quedándome en su casa y debía, por lo menos decirle hola.
Melissa decía que debíamos hablar y decirnos todo lo que sentíamos respecto al otro, pero yo le repetía que nada de eso podía pasar porque ya lo habíamos jodido los dos. Ella había descubierto tantas cosas postrada en esa cama que ahora tenía miles de regalos que ella había comprado por internet para mí y –aunque ella me había forzado–, tenía una cuenta en todas las redes sociales existentes.
Nunca hubiera admitido que me gustaría usarlas, pero lo hice. Podía saber lo que pasaba con ella y con mi padre. Y por menos que quisiera, con Harry.
Lo último que supe, fue que Louis estaba organizando un partido de futbol –al cual yo no estaba invitada–, y que Harry iría. Le pedí a mi padre que donara para su organización y Louis se dio cuenta –desgraciadamente– y me invitó.
Diplomáticamente, decliné su invitación excusándome que debía ensayar toda la obra junto al elenco del Cisne Negro. Él lo entendió y su partido fue todo un éxito.
La sorpresa me la llevé cuando recibí un mensaje de que Harry Styles me estaba siguiendo. Ahí el mundo se fue por el caño y yo me vi obligada a decirle a Melissa que me dijera cómo hacer para que Harry dejara de seguirme.
—No puedes hacer tal cosa, Valerie. A menos de que lo bloquees, pero ¿Por qué harías tal cosa?
No lo pensé dos veces y bloquee a Harry Styles de mi cuenta, en todas las redes sociales.
Pero la grandísima sorpresa vino a mí cuando gracias a Melissa me di cuenta que Harry Styles estaba saliendo con Taylor Swift. Justo estaba terminando una sesión de estiramiento de cuádriceps cuando mi celular sonó y tuve que hacer mil maravillas para llegar a él sin sufrir un calambre.
—¿Qué pasa, Mel?
—¿Sabes con quien está Harry?
—No, Melissa, y la verdad no me interesa.
—¿Por qué no? Viven juntos, deberías interesarte un poco en él.
—Claro que lo hago. Mientras que sepa que sigue vivo, eso es interesarme mucho en él.
Tomo el manos libres de mi bolsa y lo poso en mi oreja. Después de eso, retomo mis flexiones.
—¡Valerie Fitz-Garden!
—No soy Garden —replico entre dientes.
—Lo siento —susurra Melissa. Desgraciadamente, me vi en la necesidad de contarle lo de mi madre. Y ella aceptó todo muy pacíficamente y dijo que aún quería a mi padre. Yo lo acepté, pero a mi madre, bueno a Nicole no—. De todas maneras —siguió hablando— debes hablar con él y preguntarle si ya se rindió contigo.
No iba a hacer tal cosa, pero como mi clase comenzaba en cinco minutos, me permití decirle que lo haría.
—Claro, Mel. Es lo mejor para los dos y prometo que intentaré hablar con él.
—Inténtalo, Valerie. Te amo. Adiós.
—Igual.
Me quito rápidamente el auricular y lo guardo igual. En el mismo momento, George, el coreógrafo de la obra, entra por la puerta. Él mira de reojo a Tania quien apenas llega al salón acomodándose el leotardo. Fija su mirada en mí y me sonríe.
—Bien, El Cisne Negro debutara en dos meses.
Estamos en vísperas de celebración así que nos tomaremos tres semanas de descanso —los suspiros de todos por deshacerse de sus clases se hace audible—. Pero, —todos hacen un gemido, ¿Por qué demonios están aquí si no les gusta bailar?— ya que van a estar holgazaneando en sus casas, que es lo que harán, su tarea será aprender el vals de las flores de Tchaikovski. Los espero aquí en dos semanas, si no lo presentan, perderán su papel en la obra. Bien, pueden irse.
Todos toman sus cosas y se dirigen a la puerta, yo me quedo estática en mi lugar. ¿Enserio? No son niños de cinco años, ponerle El Cascanueces como tarea es como decirle a Harry que consiga una chica que quiera acostarse con él. Me acerco a George y Brandon hace lo mismo. George levanta las manos en defensa y habla antes que Brandon y yo.
—Lo sé. Lo sé. Pero son vacaciones chicos. Disfrútenlo.
—George, espera —él me mira y me dice con un ademan que prosiga—, no estaré aquí en dos semanas. Iré con mi padre a América y no creo poder venir simplemente a enseñarte ese baile tan fácil.
—Bien. Si es tan fácil, te libras de él…
—¡Por Dios, puedo mostrárselo ahora mismo! Bailé el cascanueces a los cinco. Esto es ridículo.
—Hazlo.
¿Qué?
Lo miro a él y a Brandon. Y sé que George está hablando en serio. Me quito la chaqueta de Brandon que él me había prestado para guardar calor mientras me estiraba y se la entrego.
—¿Sin pista?
—Sin pista —corrobora George.
Suspiro antes de ponerme en puntillas y mi Adagio comienza. No me fijo en las expresiones de Brandon y George mientras bailo, pero cuando acabo, sí que lo hago. Brandon sonríe con media sonrisa y George tiene cara de póker.
—¿Y bien? —pregunto al coreógrafo. Su labio tira hacia arriba pero apenas deja ver un poco de su sonrisa.
—Casi llegas al casi perfecto.
Bien, me vuelvo y tomo la chaqueta de Brandon que Brandon me ofrece. Me la pongo y comienzo a desatar mis puntas. Cuando acabo, oigo a Brandon y a George hablar, llego hacia ellos con mi maleta colgando de mi hombro.
—¿Podemos irnos? —pregunto a Brandon. Él asiente y antes de irnos, oigo la voz de George.
—Fitz —me vuelvo hacia él—. Hiciste un buen trabajo con el cascanueces.
—Gracias…
—Pero… —me interrumpe—. Tu eres la protagonista, así que necesitas mas entrenamiento —abro mi boca para decirle que haré el cascanueces todos los días, pero él levanta una mano callándome—. En tres semanas, la primera en comenzar la clase, serás tu —sonrío asintiendo y me vuelvo a Brandon pero la voz de George me devuelve de nuevo—. Con la Bayadera… ahora sí, puedes irte.
Mi boca se abre y la de Brandon hace lo mismo. No podré ir a Nueva York si quiere que haga la Bayadera en tres semanas. Apenas y aprendí a bailarla en dos años y solo hasta la mitad. ¿Y quiere que la baile entera en tres semanas? Y no podré ensayar con el drama que sé Harry hará cuando hablemos.
Salgo del salón y Brandon toma mi maleta y se la cuelga. Pone su brazo sobre mi hombro y me acaricia el brazo.
—No te preocupes, si tú bailas la Bayadera, yo lo haré contigo.
Sus palabras son lo único que me hace seguir caminando sin desmayarme.
Ese día por la noche me encontré con Dushi en su casa. Cabe decir que ella no dejó que me guardara nada y terminé contando todo desde que llegué a Londres. Me sorprendí al ver que no solté lágrimas cuando hablé sobre todo lo que Harry me hizo. Y todo lo que pasé con él.
Ella insistió en que me quedara con ella mientras Harry estaba de viaje, pero yo le negué y le negué hasta que comprendió que yo quería estar sola. Esa noche que llegué a casa, nada fue igual. El ambiente estaba vacío. Había demasiado silencio y la casa estaba fría. Al último, terminé durmiendo incómodamente en el sofá.
Cuando desperté. Una llamada de mi hermana hacia unos minutos fue lo que me dio fuerzas para levantarme. Me duché rápidamente y después de ponerme mi ropa de gimnasia, solo me pasé un suéter por la cabeza y puse mis botas militares por sobre mis leggins y me adentré en mi auto hacia Climpson & Sons por un té y un panqué. Cuando llegué ahí, por fin tuve la valentía de llamar a Melissa.
—¿Valerie? —suelto el tumulto de aire que estaba reteniendo cuando escuché su voz.
—Melissa, ¿Cómo estás? Siento no haber contestado, aún estaba dormida.
—Oh, no te preocupes, Fitz. Quería llamarte para decirte que papá encontró un médico que podía regenerar mis células ¡y quizás podría volver a caminar!
Me trago el nudo en mi garganta y escondo mi rostro en mi cabello para que la gente en la cafetería no pueda ver mis lágrimas. Tomo un sorbo de mi té y hablo.
—Me alegro mucho, Mel. Quizás cuando tengas tu operación vaya a visitarte a Nueva York.
—Para eso llamo, Valerie. Mi operación es en dos meses. El tres de diciembre.
¿En mi cumpleaños? Esto es realmente peor cada vez.
—Perfecto —carraspeo para moderar mi voz—. Allí estaré.
—¡Muchas gracias, Fitz! En serio valoro esto que haces por mí. Quizás para tu presentación en el Cisne Negro pueda caminar. Debo colgar. Mi madre quiere que me dé una ducha. Hasta luego, te amo.
—Te amo también —respondo en un susurro y escucho el sonido repetitivo de los tonos de la llamada terminada.
¿Por qué mi hermana es de esta manera? ¿Por qué no simplemente actúa odiándome y me recrimina que le jodí la vida y que no quiere verme nunca más? No, ella sigue alabándome y diciéndome que soy la mejor aun cuando sabe que estoy más que perdida en el mundo.
Cuando acabo mi desayuno, me dirijo a la academia a mis clases de nuevo. Pero cuando llego, me encuentro con Tania quien está hablando con Eagling diciéndole que si no le da el primer puesto de Cisne le demandará por acoso.
—¿Estás segura, Tania? Porque siempre puedo recurrir a las cintas eróticas que grabamos hace unas semanas. Tú no te ves muy en desacuerdo en ellas.
Corro hacia mi camerino, en donde Brandon está dormido en el sofá que está ahí. Me siento a un lado de él y me quito el suéter para quedar en leotardo.
Veo el horario que tiene en pegado en su parte del espejo. Su primera clase es en diez minutos. Lo despierto y él me sonríe cuando abre los ojos. Se estira al levantarse y toma sus zapatillas.
—¿Por qué estabas durmiendo? —le pregunto antes de que se vaya.
—Ayer tuve algo que hacer y regresé tarde a casa. Lo siento, cariño. ¿Podemos salir hoy por la tarde, no lo sé, un helado o una caminata quizás? —asiento con la cabeza sonriendo levemente—. Bien, hasta luego Valerie.
Me besa en los labios y sale del camerino. Regreso a mis diligencias pero la curiosidad de saber qué era lo que había hecho que Brandon se haya quedado despierto tan tarde no me deja ni un poco tranquila.
(. . .)
Tres semanas habían pasado desde que Harry había empezado con la promoción de su nuevo disco y yo estaba totalmente cansada de escuchar su maldito nombre en todas partes. Había estado llamando a Melissa cada día por la mañana antes de ir a la academia y eso había hecho que nos uniéramos más en cierto modo.
Aún no averiguaba de qué se trataba lo que hacía Brandon por las noches de los lunes cuando se dormía demasiado tarde, pero estaba en eso. Y Harry. Harry era un caso aparte en mi vida.
Últimamente no había estado mucho en casa, pero cuando lo estaba, hacíamos como si no nos conociéramos.
Era un poco doloroso y sabía que no era justo para ninguno de los dos no hablarnos, porque aunque no quisiera aceptarlo, yo estaba quedándome en su casa y debía, por lo menos decirle hola.
Melissa decía que debíamos hablar y decirnos todo lo que sentíamos respecto al otro, pero yo le repetía que nada de eso podía pasar porque ya lo habíamos jodido los dos. Ella había descubierto tantas cosas postrada en esa cama que ahora tenía miles de regalos que ella había comprado por internet para mí y –aunque ella me había forzado–, tenía una cuenta en todas las redes sociales existentes.
Nunca hubiera admitido que me gustaría usarlas, pero lo hice. Podía saber lo que pasaba con ella y con mi padre. Y por menos que quisiera, con Harry.
Lo último que supe, fue que Louis estaba organizando un partido de futbol –al cual yo no estaba invitada–, y que Harry iría. Le pedí a mi padre que donara para su organización y Louis se dio cuenta –desgraciadamente– y me invitó.
Diplomáticamente, decliné su invitación excusándome que debía ensayar toda la obra junto al elenco del Cisne Negro. Él lo entendió y su partido fue todo un éxito.
La sorpresa me la llevé cuando recibí un mensaje de que Harry Styles me estaba siguiendo. Ahí el mundo se fue por el caño y yo me vi obligada a decirle a Melissa que me dijera cómo hacer para que Harry dejara de seguirme.
—No puedes hacer tal cosa, Valerie. A menos de que lo bloquees, pero ¿Por qué harías tal cosa?
No lo pensé dos veces y bloquee a Harry Styles de mi cuenta, en todas las redes sociales.
Pero la grandísima sorpresa vino a mí cuando gracias a Melissa me di cuenta que Harry Styles estaba saliendo con Taylor Swift. Justo estaba terminando una sesión de estiramiento de cuádriceps cuando mi celular sonó y tuve que hacer mil maravillas para llegar a él sin sufrir un calambre.
—¿Qué pasa, Mel?
—¿Sabes con quien está Harry?
—No, Melissa, y la verdad no me interesa.
—¿Por qué no? Viven juntos, deberías interesarte un poco en él.
—Claro que lo hago. Mientras que sepa que sigue vivo, eso es interesarme mucho en él.
Tomo el manos libres de mi bolsa y lo poso en mi oreja. Después de eso, retomo mis flexiones.
—¡Valerie Fitz-Garden!
—No soy Garden —replico entre dientes.
—Lo siento —susurra Melissa. Desgraciadamente, me vi en la necesidad de contarle lo de mi madre. Y ella aceptó todo muy pacíficamente y dijo que aún quería a mi padre. Yo lo acepté, pero a mi madre, bueno a Nicole no—. De todas maneras —siguió hablando— debes hablar con él y preguntarle si ya se rindió contigo.
No iba a hacer tal cosa, pero como mi clase comenzaba en cinco minutos, me permití decirle que lo haría.
—Claro, Mel. Es lo mejor para los dos y prometo que intentaré hablar con él.
—Inténtalo, Valerie. Te amo. Adiós.
—Igual.
Me quito rápidamente el auricular y lo guardo igual. En el mismo momento, George, el coreógrafo de la obra, entra por la puerta. Él mira de reojo a Tania quien apenas llega al salón acomodándose el leotardo. Fija su mirada en mí y me sonríe.
—Bien, El Cisne Negro debutara en dos meses.
Estamos en vísperas de celebración así que nos tomaremos tres semanas de descanso —los suspiros de todos por deshacerse de sus clases se hace audible—. Pero, —todos hacen un gemido, ¿Por qué demonios están aquí si no les gusta bailar?— ya que van a estar holgazaneando en sus casas, que es lo que harán, su tarea será aprender el vals de las flores de Tchaikovski. Los espero aquí en dos semanas, si no lo presentan, perderán su papel en la obra. Bien, pueden irse.
Todos toman sus cosas y se dirigen a la puerta, yo me quedo estática en mi lugar. ¿Enserio? No son niños de cinco años, ponerle El Cascanueces como tarea es como decirle a Harry que consiga una chica que quiera acostarse con él. Me acerco a George y Brandon hace lo mismo. George levanta las manos en defensa y habla antes que Brandon y yo.
—Lo sé. Lo sé. Pero son vacaciones chicos. Disfrútenlo.
—George, espera —él me mira y me dice con un ademan que prosiga—, no estaré aquí en dos semanas. Iré con mi padre a América y no creo poder venir simplemente a enseñarte ese baile tan fácil.
—Bien. Si es tan fácil, te libras de él…
—¡Por Dios, puedo mostrárselo ahora mismo! Bailé el cascanueces a los cinco. Esto es ridículo.
—Hazlo.
¿Qué?
Lo miro a él y a Brandon. Y sé que George está hablando en serio. Me quito la chaqueta de Brandon que él me había prestado para guardar calor mientras me estiraba y se la entrego.
—¿Sin pista?
—Sin pista —corrobora George.
Suspiro antes de ponerme en puntillas y mi Adagio comienza. No me fijo en las expresiones de Brandon y George mientras bailo, pero cuando acabo, sí que lo hago. Brandon sonríe con media sonrisa y George tiene cara de póker.
—¿Y bien? —pregunto al coreógrafo. Su labio tira hacia arriba pero apenas deja ver un poco de su sonrisa.
—Casi llegas al casi perfecto.
Bien, me vuelvo y tomo la chaqueta de Brandon que Brandon me ofrece. Me la pongo y comienzo a desatar mis puntas. Cuando acabo, oigo a Brandon y a George hablar, llego hacia ellos con mi maleta colgando de mi hombro.
—¿Podemos irnos? —pregunto a Brandon. Él asiente y antes de irnos, oigo la voz de George.
—Fitz —me vuelvo hacia él—. Hiciste un buen trabajo con el cascanueces.
—Gracias…
—Pero… —me interrumpe—. Tu eres la protagonista, así que necesitas mas entrenamiento —abro mi boca para decirle que haré el cascanueces todos los días, pero él levanta una mano callándome—. En tres semanas, la primera en comenzar la clase, serás tu —sonrío asintiendo y me vuelvo a Brandon pero la voz de George me devuelve de nuevo—. Con la Bayadera… ahora sí, puedes irte.
Mi boca se abre y la de Brandon hace lo mismo. No podré ir a Nueva York si quiere que haga la Bayadera en tres semanas. Apenas y aprendí a bailarla en dos años y solo hasta la mitad. ¿Y quiere que la baile entera en tres semanas? Y no podré ensayar con el drama que sé Harry hará cuando hablemos.
Salgo del salón y Brandon toma mi maleta y se la cuelga. Pone su brazo sobre mi hombro y me acaricia el brazo.
—No te preocupes, si tú bailas la Bayadera, yo lo haré contigo.
Sus palabras son lo único que me hace seguir caminando sin desmayarme.
Irene_Vega_1D
Re: Losing Inocence
SANTA SORPRESA QUE ME HE LLEVADO!!!
todo ha cambiado, ellos no se hablan, ella sigue con Brandon, su hermana es buena con ella, yo solo le saqué la sopa y ahora tiene que bailar para su exigente profesor!!!!! NO TE PASES!!! que lindo que es Brandon, me agrada:) siguela linda!!
todo ha cambiado, ellos no se hablan, ella sigue con Brandon, su hermana es buena con ella, yo solo le saqué la sopa y ahora tiene que bailar para su exigente profesor!!!!! NO TE PASES!!! que lindo que es Brandon, me agrada:) siguela linda!!
Valeria Cuevas Horan
Re: Losing Inocence
Valeria Cuevas Horan escribió:SANTA SORPRESA QUE ME HE LLEVADO!!!
todo ha cambiado, ellos no se hablan, ella sigue con Brandon, su hermana es buena con ella, yo solo le saqué la sopa y ahora tiene que bailar para su exigente profesor!!!!! NO TE PASES!!! que lindo que es Brandon, me agrada:) siguela linda!!
Amo a Brandon. Soy Brandoneitor:3 La bayadere esta bien dificil y se va a darun tiro con la coreo:D Me encanta:p bueno, gracias por leer:) xx
Irene_Vega_1D
Re: Losing Inocence
Jajaja jaja hasta club de fans ! Seguro si, espero que Harry no la altere más de lo que estará!! Besos!! Síguela Irene!!!Irene_Vega_1D escribió:Valeria Cuevas Horan escribió:SANTA SORPRESA QUE ME HE LLEVADO!!!
todo ha cambiado, ellos no se hablan, ella sigue con Brandon, su hermana es buena con ella, yo solo le saqué la sopa y ahora tiene que bailar para su exigente profesor!!!!! NO TE PASES!!! que lindo que es Brandon, me agrada:) siguela linda!!
Amo a Brandon. Soy Brandoneitor:3 La bayadere esta bien dificil y se va a darun tiro con la coreo:D Me encanta:p bueno, gracias por leer:) xx
Valeria Cuevas Horan
Re: Losing Inocence
AAAAAAAAAAAAHHHHH AME LOS CAPS!!!!!; PENSASTE QUE ME HABIA ABDUCIDO ALGUN OVNI LINDO?, NAAAAHH MUCHAS TAREAS RE ESTRESANTEE!
HARRY ES UN ESTUPIDO TOTAL!
Florquimileste
Re: Losing Inocence
Florquimileste escribió:AAAAAAAAAAAAHHHHH AME LOS CAPS!!!!!; PENSASTE QUE ME HABIA ABDUCIDO ALGUN OVNI LINDO?, NAAAAHH MUCHAS TAREAS RE ESTRESANTEE!HARRY ES UN ESTUPIDO TOTAL!
jajajaja de hecho el lunes me pregunte por que no tenia ningun comment nuevo diciendome que ya era lunes:p pero ahora cambiaré porque ya voy a entrar a la escuela y subiré los miercoles y los domingos empezando por ahora:)
Irene_Vega_1D
Re: Losing Inocence
VEINTINUEVE
Valerie.-
Estoy sentada frente a la mesa de centro en la sala de estar con mi portátil en mis piernas. Ahora Melissa debía llamarme o enviarme un correo, pero aun sigo esperándola y ya son más de las diez en Nueva York.
Para distraerme, veo diferentes videos de personas que han bailado la Bayadera. No se ve tan difícil, pero después de que Brandon me dijo que él debía aprenderla completa, mi ánimo se vio un poco disminuido al considerar que voy a tener que enseñarle el adagio completo.
El timbre de la puerta corrediza me dice que tenemos visita y a regañadientes dejo la portátil sobre la mesa y camino a ver quien llama. No tardo en identificar al hombre uniformado y abro el portón de la casa. Abro la puerta y me doy cuenta que lleva con él un ramo de narcisos en sus manos.
—¿Señorita Fitz? —pregunta bajando el ramo.
—Soy yo.
—Oh, bien, esto es para usted. ¿Podría firmar aquí?
Aun conmocionada, tomo el bolígrafo de su mano y firmo donde él me indica. Lo dejo pasar para que ponga el ramo sobre la mesa del comedor y me aseguro de que la puerta quede bien cerrada. Me acerco feliz y confundida al mismo tiempo al arreglo floral y leo la carta.
Frida Kahlo (1907-1954)
[…] Herida penetrante del abdomen producida por un tubo de hierro que entró por cadera izquierda saliendo por el sexo, rompiendo el labio izquierdo […].
Pintora mexicana y mujer valiente. Aun con todos sus problemas, siguió amando a su esposo incondicionalmente. No le importaba la opinión de los demás, hacía lo que le gustaba y siempre fue feliz. ¿Buen ejemplo no, Fitz?
¿Cómo mi hermana pudo haberme mandado esto? Ella es la única que quiere que siga queriendo a Harry, o que me case con Brandon, lo cual es solo un poco peor. Cuando me giro para ir de nuevo a la sala de estar, me doy cuenta que Harry está observando las flores de la mesa del comedor. No tengo tiempo de articular palabra alguna porque él habla antes que yo.
—¿Quién las envió?
—No lo sé —le contesto y me giro rápidamente a la sala de estar. No tengo idea de que hace él porque me pongo mis auriculares y es cuando me doy cuenta que el correo de Melissa ha llegado.
Pienso reclamarle por lo que hizo. ¿Por qué puso esa cita? Cuando el correo se abre, me doy cuenta que Melissa tan solo ha puesto que me echa de menos y que ha encontrado un video que yo debo ver. Que me hablará después pero que en realidad debo ver el estúpido video.
Le respondo diciéndole que yo también la echo de menos y que el video me ha encantado, pero las flores han sido una mala broma de su parte. Ella me contesta, pero lo único que pregunta es si de verdad lo he visto. Demonios.
Pulso en el botón de reproducir e inmediatamente aparece el logo del programa de canto tan famoso en Reino Unido. X Factor. Resoplo y empiezo a darme una idea de lo que Valerie quiere que vea. Otra de sus cantantes favoritas que me envía cada vez que puede.
Letras blancas aparecen sobre un fondo negro diciendo “cantando en tu espalda”. Y luego la imagen de Harry en sudadera morada postrado con la boca hacia arriba en el piso. Se ve relativamente joven y su voz está menos ronca que la que tiene ahora. Sus labios llaman mi atención, están hinchados y más rojos que ahora. ¿Qué ha pasado con este Harry?
A la mitad del video, mis auriculares son removidos de mis oídos y me encuentro con Harry tras de mí, justo atrás del sofá.
—¿Por qué demonios estás viendo eso? —me grita casi en mi rostro.
—Porque mi hermana insistió en que viera el video que me había enviado. Si hubiera sabido que sería esto, no lo hubiera visto, te lo aseguro.
—No puedes ver esto —ruedo mis ojos y trato de empujar la ira fuera de mi para no discutir con él.
—¿Pero otras quinientas mil personas si?
Él no contesta, pero se va muy molesto hacia la cocina. Miro con nostalgia la pantalla y decido ir tras él. Este es el momento de hablar con él. Suspiro antes de empujar las puertas tipo cantina de la cocina. Él está tomando un vaso con un líquido color ámbar, ruego por que sea jugo de manzana.
—Harry…
Él no levanta la mirada y sigue meneando su vaso. Vuelvo a llamarle y levanta un poco su mirada, pero aun no me ve a los ojos.
—Quiero hablar contigo —él deja de menear el líquido y al fin logro que me observe.
—Habla.
—Uhm, quería hablar sobre nosotros.
—El nosotros no existe, Valerie, ya lo has dejado en claro. No sé de qué quieres hablar si empiezas con eso.
—¿Puedes callarte y tan solo escucharme?
Sabía perfectamente que esto sería demasiado dramático de parte de Harry, pero en realidad no esperaba que se hiciera tan difícil hablar con él. No creí que estuviera tan dañado por las palabras que le había dicho unos meses atrás.
—Bien.
—Saldré de viaje a Nueva York. Operarán a Melissa y estaré con ella. La casa estará sola, así que creo que debías saberlo.
Harry toma el último trago de su vaso y se baja del banco alto frente a la barra de granito. Cuando menos pienso, él está tomando mi mano y prácticamente arrastrándome escaleras arriba. Le pregunto repetidamente a donde me lleva. Pero él no contesta en absoluto. Al ver que me está llevando a su habitación, me agarro firmemente del borde de la puerta y él por fin me pone la debida atención.
—¡¿Qué?!
—¿A dónde diablos me llevas? ¡Harry, eres un hombre jodidamente temperamental!
Su ira parece disiparse cuando me toma de ambas manos y me acerca a la mesa de noche a un lado de su cama. Nunca había entrado en su habitación y el estar aquí en este momento, hace que me ponga nerviosa.
—Lo siento, Valerie. —dice mirándome a los ojos—. Es solo que primero las flores…
—Tengo la leve sospecha de que Melissa las envió.
—Aun no sabes acertadamente, tan solo es, como tú misma lo has dicho, una sospecha. Ahora. También fue ese video. ¿Por qué demonios le está dando a la gente por recordarme que ya no soy el mismo?
—Pero…
—No, Valerie. Sigo siendo el mismo idiota hijo de mami. Solo… salgo con chicas.
—Claro… una cada semana —susurro soltándome de su amarre. Miro la gran cama para dos con las cobijas removidas y las sabanas de seda color blanco. Me siento y él se sienta junto a mí, hombro con hombro.
—¿Te molesta? —dice en un hilo de voz.
—No, no lo hace —bueno, quizás sí, un poco—. Pero… ¿no crees que a tus fans no le duele? Digo, si yo te amara así como ellas juran que lo hacen, me dolería ver que estás tan inestable emocionalmente que tienes que salir con una chica diferente cada momento.
Él no habla durante unos segundos, pero me toma de las dos manos y me levanta para quedar de nuevo frente a él. Siento una adrenalina en el pecho, como si estuviera a punto de lanzarme de un avión o a punto de nadar en agua congelada.
—Tan solo estoy tonteando con Taylor. Nada más. Siempre he tenido cierta fijación hacia ella…
—¿Es un capricho? —pregunto en un susurro. Cuestionándome por qué él me está dando explicaciones sobre ella.
—No lo sé… quizá.
Mi cabeza da vueltas, pero trato de enfocarme realmente en lo que debo hablar con Harry. Bien. Pero antes de que yo pueda volver a hablar, Harry vuelve a robarme la palabra.
—Te irás a Nueva York…
—Sí, pero solo por la operación de Melissa, serán dos
semanas porque…
—¿Recuerdas que te dije que irías conmigo a Nueva York? —asiento con la cabeza viéndolo fijamente a sus esmeraldas pupilas—. Llegó la hora.
Me suelta las manos y abre el cajón de su mesa de noche, justo detrás de él y saca una bolsa rectangular color negro. Se gira hacia mí y vuelve a tomar mis manos. La bolsa de terciopelo queda entre nuestro enlace.
—¿Cuándo te vas? —pregunta cerca de mi rostro.
No sé si es porque estoy nerviosa por su proximidad pero me parece que se ha acercado un poco más a mi boca. No sé decirlo con exactitud, pero eso me parece. Decido pasarlo por alto, y me enfoco en contestar. Aunque solo sale un susurro de mi boca.
—En tres días.
—Yo tomaré un avión mañana a América. Espero que tu viaje sea confortante, Valerie.
Bajo la mirada y su pecho capta mi atención. Este sube y baja rápidamente. No pasa mucho tiempo para que sienta el aliento de Harry en mi oído. Y un beso tras mi oreja. Mi respiración se desboca.
—Harry —llamo en advertencia.
—¿Mmm? —cierro mis ojos a la sensación que me da
después de dejar mi oreja en paz. Besa el hueso de mi mandíbula y sigue el camino hasta llegar a mi barbilla. ¿Por qué dejo que esto pase? Harry tiene a Taylor y yo a Brandon.
Pero la maldita sensación que tengo aun hormiguea sobre todo mi cuerpo y no quiere que Harry pare. Abro mis ojos y estos se abren al doble de rápido cuando veo que Harry tiene los ojos cristalizados. Inmediatamente pongo dos manos a los lados de su rostro y le pregunto qué pasa. Él me mira con tristeza y no habla, susurra.
—Estoy cansado. De todo Valerie. Salgo con chicas porque estoy cansado de dormir solo. Lo hago porque no puedo aceptar todo lo que tengo ahora, es difícil creer que todos me conocen. Salgo de mi casa y todos me miran. Y mientras estoy solo, me doy cuenta que al mismo tiempo, nadie me conoce.
—No puedo decirte nada, Harry…
—Lo sé —dice en un hilo de voz y moja sus labios con su lengua.
Acerco mi rostro al de él y paso mis manos a su nuca. Su mirada está puesta hacia abajo y no creo que se espere lo que estoy a punto de hacer. Me pongo de puntillas y acerco mi cabeza a su clavícula. Harry reacciona y pone sus brazos alrededor de mi cintura y los pasa por mi espalda. Doy un suspiro y observo como la piel de su cuello se eriza.
Beso las cadenas que tiene alrededor de su cuello y
siento el metal frio en mis labios. Paso mi mano por éstas y tomo la cruz y el pequeño avión de papel que cuelgan de ellas. Harry los mira al igual que yo y cuando levanto la cabeza, sus labios rozan los míos.
Cierro mis dedos alrededor de los dijes y él toma mi mano en la de él. Los dos cerramos las manos alrededor de estos significativos accesorios. Cierro mis ojos mientras sus labios masajean los míos y el pasa sus dientes por mi labio inferior y su lengua pasa a mi boca. No pasa mucho tiempo para que yo sienta las lágrimas que se resbalan por las mejillas de Harry y me separo lentamente.
Su respiración está igual de irregular que la mía pero aun así no podemos soltar nuestras manos hechas puños alrededor de sus cadenas. Las palabras se hacen presentes en mi cabeza y las pronuncio antes de arrepentirme.
—No puedo decirte nada, Harry… pero si puedo dormir contigo.
Él por fin suelta mi mano y yo también suelto los dijes. Harry me abraza y se tira a la cama conmigo sobre él. Es tarde, así que apaga la luz y levanta las sabanas. Pongo mi cabeza en la almohada a un lado de la de él y cuando el llega la cama se hunde de su lado. Se acerca y pone un brazo alrededor de mi cintura.
Aunque le estoy dando la espalda, mis omóplatos, los cuales sobresalen a causa de mi camiseta sin mangas, rozan su pecho. Me abraza un poco fuerte, pero sé que está emocionalmente mal. Así que lo dejo. Pone su barbilla en mi hombro derecho y susurra en mi oído.
—Gracias, Valerie.
Estoy sentada frente a la mesa de centro en la sala de estar con mi portátil en mis piernas. Ahora Melissa debía llamarme o enviarme un correo, pero aun sigo esperándola y ya son más de las diez en Nueva York.
Para distraerme, veo diferentes videos de personas que han bailado la Bayadera. No se ve tan difícil, pero después de que Brandon me dijo que él debía aprenderla completa, mi ánimo se vio un poco disminuido al considerar que voy a tener que enseñarle el adagio completo.
El timbre de la puerta corrediza me dice que tenemos visita y a regañadientes dejo la portátil sobre la mesa y camino a ver quien llama. No tardo en identificar al hombre uniformado y abro el portón de la casa. Abro la puerta y me doy cuenta que lleva con él un ramo de narcisos en sus manos.
—¿Señorita Fitz? —pregunta bajando el ramo.
—Soy yo.
—Oh, bien, esto es para usted. ¿Podría firmar aquí?
Aun conmocionada, tomo el bolígrafo de su mano y firmo donde él me indica. Lo dejo pasar para que ponga el ramo sobre la mesa del comedor y me aseguro de que la puerta quede bien cerrada. Me acerco feliz y confundida al mismo tiempo al arreglo floral y leo la carta.
Frida Kahlo (1907-1954)
[…] Herida penetrante del abdomen producida por un tubo de hierro que entró por cadera izquierda saliendo por el sexo, rompiendo el labio izquierdo […].
Pintora mexicana y mujer valiente. Aun con todos sus problemas, siguió amando a su esposo incondicionalmente. No le importaba la opinión de los demás, hacía lo que le gustaba y siempre fue feliz. ¿Buen ejemplo no, Fitz?
¿Cómo mi hermana pudo haberme mandado esto? Ella es la única que quiere que siga queriendo a Harry, o que me case con Brandon, lo cual es solo un poco peor. Cuando me giro para ir de nuevo a la sala de estar, me doy cuenta que Harry está observando las flores de la mesa del comedor. No tengo tiempo de articular palabra alguna porque él habla antes que yo.
—¿Quién las envió?
—No lo sé —le contesto y me giro rápidamente a la sala de estar. No tengo idea de que hace él porque me pongo mis auriculares y es cuando me doy cuenta que el correo de Melissa ha llegado.
Pienso reclamarle por lo que hizo. ¿Por qué puso esa cita? Cuando el correo se abre, me doy cuenta que Melissa tan solo ha puesto que me echa de menos y que ha encontrado un video que yo debo ver. Que me hablará después pero que en realidad debo ver el estúpido video.
Le respondo diciéndole que yo también la echo de menos y que el video me ha encantado, pero las flores han sido una mala broma de su parte. Ella me contesta, pero lo único que pregunta es si de verdad lo he visto. Demonios.
Pulso en el botón de reproducir e inmediatamente aparece el logo del programa de canto tan famoso en Reino Unido. X Factor. Resoplo y empiezo a darme una idea de lo que Valerie quiere que vea. Otra de sus cantantes favoritas que me envía cada vez que puede.
Letras blancas aparecen sobre un fondo negro diciendo “cantando en tu espalda”. Y luego la imagen de Harry en sudadera morada postrado con la boca hacia arriba en el piso. Se ve relativamente joven y su voz está menos ronca que la que tiene ahora. Sus labios llaman mi atención, están hinchados y más rojos que ahora. ¿Qué ha pasado con este Harry?
A la mitad del video, mis auriculares son removidos de mis oídos y me encuentro con Harry tras de mí, justo atrás del sofá.
—¿Por qué demonios estás viendo eso? —me grita casi en mi rostro.
—Porque mi hermana insistió en que viera el video que me había enviado. Si hubiera sabido que sería esto, no lo hubiera visto, te lo aseguro.
—No puedes ver esto —ruedo mis ojos y trato de empujar la ira fuera de mi para no discutir con él.
—¿Pero otras quinientas mil personas si?
Él no contesta, pero se va muy molesto hacia la cocina. Miro con nostalgia la pantalla y decido ir tras él. Este es el momento de hablar con él. Suspiro antes de empujar las puertas tipo cantina de la cocina. Él está tomando un vaso con un líquido color ámbar, ruego por que sea jugo de manzana.
—Harry…
Él no levanta la mirada y sigue meneando su vaso. Vuelvo a llamarle y levanta un poco su mirada, pero aun no me ve a los ojos.
—Quiero hablar contigo —él deja de menear el líquido y al fin logro que me observe.
—Habla.
—Uhm, quería hablar sobre nosotros.
—El nosotros no existe, Valerie, ya lo has dejado en claro. No sé de qué quieres hablar si empiezas con eso.
—¿Puedes callarte y tan solo escucharme?
Sabía perfectamente que esto sería demasiado dramático de parte de Harry, pero en realidad no esperaba que se hiciera tan difícil hablar con él. No creí que estuviera tan dañado por las palabras que le había dicho unos meses atrás.
—Bien.
—Saldré de viaje a Nueva York. Operarán a Melissa y estaré con ella. La casa estará sola, así que creo que debías saberlo.
Harry toma el último trago de su vaso y se baja del banco alto frente a la barra de granito. Cuando menos pienso, él está tomando mi mano y prácticamente arrastrándome escaleras arriba. Le pregunto repetidamente a donde me lleva. Pero él no contesta en absoluto. Al ver que me está llevando a su habitación, me agarro firmemente del borde de la puerta y él por fin me pone la debida atención.
—¡¿Qué?!
—¿A dónde diablos me llevas? ¡Harry, eres un hombre jodidamente temperamental!
Su ira parece disiparse cuando me toma de ambas manos y me acerca a la mesa de noche a un lado de su cama. Nunca había entrado en su habitación y el estar aquí en este momento, hace que me ponga nerviosa.
—Lo siento, Valerie. —dice mirándome a los ojos—. Es solo que primero las flores…
—Tengo la leve sospecha de que Melissa las envió.
—Aun no sabes acertadamente, tan solo es, como tú misma lo has dicho, una sospecha. Ahora. También fue ese video. ¿Por qué demonios le está dando a la gente por recordarme que ya no soy el mismo?
—Pero…
—No, Valerie. Sigo siendo el mismo idiota hijo de mami. Solo… salgo con chicas.
—Claro… una cada semana —susurro soltándome de su amarre. Miro la gran cama para dos con las cobijas removidas y las sabanas de seda color blanco. Me siento y él se sienta junto a mí, hombro con hombro.
—¿Te molesta? —dice en un hilo de voz.
—No, no lo hace —bueno, quizás sí, un poco—. Pero… ¿no crees que a tus fans no le duele? Digo, si yo te amara así como ellas juran que lo hacen, me dolería ver que estás tan inestable emocionalmente que tienes que salir con una chica diferente cada momento.
Él no habla durante unos segundos, pero me toma de las dos manos y me levanta para quedar de nuevo frente a él. Siento una adrenalina en el pecho, como si estuviera a punto de lanzarme de un avión o a punto de nadar en agua congelada.
—Tan solo estoy tonteando con Taylor. Nada más. Siempre he tenido cierta fijación hacia ella…
—¿Es un capricho? —pregunto en un susurro. Cuestionándome por qué él me está dando explicaciones sobre ella.
—No lo sé… quizá.
Mi cabeza da vueltas, pero trato de enfocarme realmente en lo que debo hablar con Harry. Bien. Pero antes de que yo pueda volver a hablar, Harry vuelve a robarme la palabra.
—Te irás a Nueva York…
—Sí, pero solo por la operación de Melissa, serán dos
semanas porque…
—¿Recuerdas que te dije que irías conmigo a Nueva York? —asiento con la cabeza viéndolo fijamente a sus esmeraldas pupilas—. Llegó la hora.
Me suelta las manos y abre el cajón de su mesa de noche, justo detrás de él y saca una bolsa rectangular color negro. Se gira hacia mí y vuelve a tomar mis manos. La bolsa de terciopelo queda entre nuestro enlace.
—¿Cuándo te vas? —pregunta cerca de mi rostro.
No sé si es porque estoy nerviosa por su proximidad pero me parece que se ha acercado un poco más a mi boca. No sé decirlo con exactitud, pero eso me parece. Decido pasarlo por alto, y me enfoco en contestar. Aunque solo sale un susurro de mi boca.
—En tres días.
—Yo tomaré un avión mañana a América. Espero que tu viaje sea confortante, Valerie.
Bajo la mirada y su pecho capta mi atención. Este sube y baja rápidamente. No pasa mucho tiempo para que sienta el aliento de Harry en mi oído. Y un beso tras mi oreja. Mi respiración se desboca.
—Harry —llamo en advertencia.
—¿Mmm? —cierro mis ojos a la sensación que me da
después de dejar mi oreja en paz. Besa el hueso de mi mandíbula y sigue el camino hasta llegar a mi barbilla. ¿Por qué dejo que esto pase? Harry tiene a Taylor y yo a Brandon.
Pero la maldita sensación que tengo aun hormiguea sobre todo mi cuerpo y no quiere que Harry pare. Abro mis ojos y estos se abren al doble de rápido cuando veo que Harry tiene los ojos cristalizados. Inmediatamente pongo dos manos a los lados de su rostro y le pregunto qué pasa. Él me mira con tristeza y no habla, susurra.
—Estoy cansado. De todo Valerie. Salgo con chicas porque estoy cansado de dormir solo. Lo hago porque no puedo aceptar todo lo que tengo ahora, es difícil creer que todos me conocen. Salgo de mi casa y todos me miran. Y mientras estoy solo, me doy cuenta que al mismo tiempo, nadie me conoce.
—No puedo decirte nada, Harry…
—Lo sé —dice en un hilo de voz y moja sus labios con su lengua.
Acerco mi rostro al de él y paso mis manos a su nuca. Su mirada está puesta hacia abajo y no creo que se espere lo que estoy a punto de hacer. Me pongo de puntillas y acerco mi cabeza a su clavícula. Harry reacciona y pone sus brazos alrededor de mi cintura y los pasa por mi espalda. Doy un suspiro y observo como la piel de su cuello se eriza.
Beso las cadenas que tiene alrededor de su cuello y
siento el metal frio en mis labios. Paso mi mano por éstas y tomo la cruz y el pequeño avión de papel que cuelgan de ellas. Harry los mira al igual que yo y cuando levanto la cabeza, sus labios rozan los míos.
Cierro mis dedos alrededor de los dijes y él toma mi mano en la de él. Los dos cerramos las manos alrededor de estos significativos accesorios. Cierro mis ojos mientras sus labios masajean los míos y el pasa sus dientes por mi labio inferior y su lengua pasa a mi boca. No pasa mucho tiempo para que yo sienta las lágrimas que se resbalan por las mejillas de Harry y me separo lentamente.
Su respiración está igual de irregular que la mía pero aun así no podemos soltar nuestras manos hechas puños alrededor de sus cadenas. Las palabras se hacen presentes en mi cabeza y las pronuncio antes de arrepentirme.
—No puedo decirte nada, Harry… pero si puedo dormir contigo.
Él por fin suelta mi mano y yo también suelto los dijes. Harry me abraza y se tira a la cama conmigo sobre él. Es tarde, así que apaga la luz y levanta las sabanas. Pongo mi cabeza en la almohada a un lado de la de él y cuando el llega la cama se hunde de su lado. Se acerca y pone un brazo alrededor de mi cintura.
Aunque le estoy dando la espalda, mis omóplatos, los cuales sobresalen a causa de mi camiseta sin mangas, rozan su pecho. Me abraza un poco fuerte, pero sé que está emocionalmente mal. Así que lo dejo. Pone su barbilla en mi hombro derecho y susurra en mi oído.
—Gracias, Valerie.
Irene_Vega_1D
Re: Losing Inocence
Irene! Te juro que nunca antes, en toda mi corta vida, había tenido las ganas de llorar al leer un capítulo. Todo paso tan rápido y repentinamente! Fue asombroso, siento comentar hasta ahora, estoy de viaje!! Lo ame y síguela hermosa! Xx
Valeria Cuevas Horan
Re: Losing Inocence
Valeria Cuevas Horan escribió:Irene! Te juro que nunca antes, en toda mi corta vida, había tenido las ganas de llorar al leer un capítulo. Todo paso tan rápido y repentinamente! Fue asombroso, siento comentar hasta ahora, estoy de viaje!! Lo ame y síguela hermosa! Xx
Gracias enserio por leer:) No te preocupes si no comentas por estar de vacaciones:c Y que bueno que te haya gustado:3 Ah por cierto, cambiaré de dias porque en dos semanas entro a la escuela de nuevo. Ahora subiré los Domingos y los miercoles. Aunque ya no falta mucho para que la ff acabe, pero lo que queda de ella esos son los dias que subiré :) Gracias por leer:) besos xx
Irene_Vega_1D
Re: Losing Inocence
Noooo!!! Cómo que ya va a terminar!!!?? Segunda temporada!! Di qué sí !! Espero esos días, igual seguiré leyendo!! BesosIrene_Vega_1D escribió:Valeria Cuevas Horan escribió:Irene! Te juro que nunca antes, en toda mi corta vida, había tenido las ganas de llorar al leer un capítulo. Todo paso tan rápido y repentinamente! Fue asombroso, siento comentar hasta ahora, estoy de viaje!! Lo ame y síguela hermosa! Xx
Gracias enserio por leer:) No te preocupes si no comentas por estar de vacaciones:c Y que bueno que te haya gustado:3 Ah por cierto, cambiaré de dias porque en dos semanas entro a la escuela de nuevo. Ahora subiré los Domingos y los miercoles. Aunque ya no falta mucho para que la ff acabe, pero lo que queda de ella esos son los dias que subiré :) Gracias por leer:) besos xx
Valeria Cuevas Horan
Re: Losing Inocence
siguela me encanta tu nvoela aveces me pregunto cuando sera el momento en que ellos esten ... como pareja y lo veo en un futuro algo relativamente lejos brandon es el novio de valerie , no? porque valerie se besa con harry ? hehehe paresco niñita , me encanta como haces ver a harry porque a mi parecer asi es el en la vida real , si necesitaras chica para niall avisame plis :D
agc_2811
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