Solo Eres Mìa Niall y Zayn

Caminó lo más rápido que pudo, sabía que si no se daba prisa llegaría tarde, aunque eso realmente no importaba, llegaría tarde de cualquier manera. Sus pies le pedían a gritos que parara, pero no lo hizo, no se rindió. Sintió un gran golpe en el cuerpo y cayó al piso. Los dos libros que traía en la mano se cayeron al igual que la persona que chocó con ella. Él se levantó y le tendió la mano, pronto recogió los dos libros que llevaba la chica y se los entregó.

—Gracias. — dijo ella, al momento que él le pasaba los libros.
—No es nada. Lo siento, no era mi intención chocar contigo, sólo que no me di cuenta de que venías y bueno, ya sabes el resto de la historia. — dijo él, mientras la chica lo veía.

Ella notó sus penetrantes ojos marrones, le encantaban.

—Lo siento, me llamo Zayn, Zayn Malik; mucho gusto. — se presentó el chico, ofreciéndole su mano.
—___ Watson. — contestó ella, tomando la mano del chico y sonrió.
—Mucho gusto, ____. — sonrió él, besando su mano como todo un caballero.

Las mejillas de ella se tornaron de un color rojizo.

Pronto ambos entablaron una hermosa amistad, él la trataba como una mismísima princesa. La consentía en todo, la defendía... Pero dicen que todo lo que empieza tiene un fin, ¿no?

~Fin Flashback.

Miró su reflejo en aquel espejo y su mente comenzó a analizar tantas cosas... ¿A dónde había llegado?.. ¿Qué estaba haciendo mal?.. ¿Por qué después de esos casi 5 años que le había entregado ahora la trataba así?..
Ahora tenía 21 años, él 23.
Cuando se conocieron ella tenía 16, él estaba a punto de cumplir los 19. Pronto cumplirían un año de casados. Ella le había dado todo... Y él, él le pagaba así.

La puerta de la entrada sonó, él había llegado. ____ bajó las escaleras corriendo y se encontró con aquella mirada penetrante.

—Hola. — saludó ella, notando como él la veía raro.
— ¿Ya hiciste de comer? — preguntó, sin tomar mucho en cuenta lo que había dicho la castaña.
—Lo siento Zayn, mamá se acaba de ir y no tuve tiempo para cocinar pe…— no terminó de hablar porque el moreno le propinó una fuerte bofetada. La joven cayó al piso del fuerte golpe.
—A mi no me importa si tú madre vino a visitarte o no, cuando yo llego la comida debe estar lista. — soltó sin más, tomándola del cabello.

Lo llamó desde la cocina, la comida estaba preparada, sólo le sirvió un plato a él y comenzó a caminar hacía su habitación, pero un brazo fuerte la detuvo.

—No comeré yo solo linda, necesito que estés conmigo. — pronunció aquellas palabras de manera cínica.

Se sentó a su lado, viéndolo comer. Sabía que esto estaba mal, pero no quería separarse de él, no quería dejarlo. Miró su rostro dibujado en una ventana que había en la cocina y se percató de la gran marca que llevaba en su mejilla derecha.
No era lo mejor, eso lo sabía, pero no quería alejarse de él. Lo amaba, o eso era lo que trataba de decirse a sí misma. Por ningún motivo quería irse de su lado, pero en la vida hay cosas que van más allá de tus extremos y no puedes evitar querer salir corriendo. Así, exactamente así se sentía ella.
El timbre de la casa se adentró por sus oídos, caminó hacía la puerta y la abrió, dejando ver a un chico alto, de bonita mirada y le sonrió.
Se sentó al lado de su mejor amigo, de nombre Niall Horan, un rubio de 22 años. Se conocían desde que eran pequeños, con la edad de 5 y 6 años. Ese chico la conocía tan bien, sabía por lo que pasaba, sin embargo ella le suplicaba que no hiciera nada al respecto.

— ¿Lo hizo de nuevo? — preguntó, viendo la mejilla de la castaña.
—Si Niall, ayer cuando llegó del trabajo. — respondió ella, intentando no ver a su amigo a los ojos.
— ¿Y por qué fue? —.
—No estaba lista la comida cuando llegó; sabes bien que se molesta fácilmente. — lo defendía, a pesar del trato que le daba lo defendía.
— ¿Hasta cuando estarás así, ____?, ¿quieres que él te mate? — soltó el joven de ojos azules, notando como ella se ponía más triste de lo que estaba.

Una pequeña lágrima cayó por su mejilla y él se percató del error que había cometido. La abrazó.

—Lo siento ____, a veces digo cosas que no debo decir, perdóname. — la vio a los ojos, regalándole una tímida sonrisa y la abrazó de nuevo, sintiendo su cálido perfume colarse por su nariz.

Sabía que la quería, mucho; pero aquel miedo de hablar de sus sentimientos con ella llegaba a más. Odiaba verla así, tan indefensa, con esas lágrimas correr por sus mejillas diciéndole a gritos que le ayudara, pero los labios de ella decían otras palabras.

—Niall, no es que te esté echando, pero debes irte, Zayn llegará en cualquier momento y si te ve aquí no me irá muy bien. — soltó ella, tomando tiernamente la mano del muchacho. Ella también sabía que lo quería, pero como un hermano, era su mejor amigo y así siempre sería.
—Claro ____, cuídate mucho por favor, no quiero que te pase nada. — depositó un beso en su frente y abrió la puerta despidiéndose con la mano.