¿Dispuesta a amar a alguien que desea tu sangre? [Niall Horan & Tú]

— ¿Eso qué significa, Billie? —Preguntó Harry.

— Su madre fue drogada, chicos. Sobre la pérdida de sangre aún no sabemos nada. Es un caso bastante extraño. Anne no tiene cortadas, o algo que demuestre que se desangró o le atacaron —Frunció el ceño.

— Yo... debo salir —Dije con la mirada perdida.

— Está bien —Billie me sonrió triste, y Harry me dedicó una mirada melancólica.

~Niall~

— ¿Estás seguro? —Preguntaba Dani del otro lado de la línea.

— Claro que sí, Dani. He oído al médico hablar con Harry y ____.

— Niall, debes hablar con ella.

— No puedo, Dani. Arruinaría todo.

— ¡Claro que no lo haría! Niall, esto es serio ¿sabes?

— Sí. Yo... no lo sé. Lo pensaré. Debo irme, ___ viene hacia acá.

— Bien, adiós.

~____~

Salí de allí con lágrimas en los ojos. A lo lejos observé a Niall hablando por teléfono. Me dedicó una pasada de ojos, y colgó la llamada.


— Hey, ¿Qué ocurre? —Se puso de pie, y caminó en mi dirección. Sin pensarlo dos veces, me lancé a sus brazos y sollocé—. Tranquila, amor, estoy aquí. —Pasaba su mano por mi espalda, haciéndome sentir segura—. ¿Quieres hablar sobre ello? —Asentí débilmente—. Bien, vamos —Me estrujó aún más entre sus brazos. Me llevó al baño y entré para lavar mi rostro.


— Demonios —Oí a una chica maldecir. Aquella voz me sonaba conocida.

— ¿Alice? —Pregunté al momento que veía a la pelirroja recogiendo sus cosméticos.

— La misma. —Me sonrió. Aunque admito que su sonrisa no era agradable—. ____ ¿verdad?

— Uhm, sí —Respondí frunciendo el ceño—. ¿A qué has venido al hospital?

— No es tu tema, cariño —Se puso de pie, ya que estaba en cuclillas. Revoleé los ojos—. ¿A qué has venido tú? —Alzó una de sus delgadas cejas.

— Familia —Respondí de la misma manera que ella a mí.

— Oh —Revolvió su bolso, buscando algo—. Oí que tu madre murió —Seguía sin dirigirme la mirada. Se miraba al espejo, mientras se ponía brillo labial.

— Que rápido corren los rumores ¿no?

— Bastante. Bueno, debo irme. Ya nos volveremos a ver —Me guiñó un ojo antes de abandonar el baño. Confusa lavé mi cara, y salí de allí.


Niall no estaba, le busqué con la mirada, y escuché unas conocidas voces a la vuelta del pasillo. Caminé silenciosamente y me pegué a la pared para oír.


— ... de verdad estás loco si crees que fuimos Tay y yo.

— A mí no me engañas, pelirroja hueca. Si no han sido ustedes, ¿Quién? Admítelo de una vez, Alice.

— No volveré a repetirlo, rubio teñido. Taylor y yo no hemos hecho nada. Y si hubiese sido así, ¿Qué? Acéptalo Niall, no todo es color rosa.

— Ya verás, Alice. Ya verás que todos sabrán lo que han hecho. Las matarán como lo hicieron con Marie.

— No hables de Marie, Niall. No querrás ver las consecuencias.


Oí los tacones de la pelirroja alejarse, y corriendo volví a la puerta del baño, fingiendo que acababa de salir de ahí.


— Hasta que sales de allí —Dijo burlón.

— Hey, lo siento —Reí.

— ¿Ya estás mejor? —Me sonrió.

— Sí, lo estoy. Gracias —Fingí una sonrisa. ¿Qué me estaba ocultando Niall?



— ¡____! Estoy aquí —Harry gritó desde la entrada.

— ¡Ya voy! —Respondí. Dejé a las chicas platicando animadamente en la cocina.

— ¿Quién está en casa? —Preguntó dejando su abrigo en el perchero.

— Las chicas —Alzó una ceja, pidiendo que fuera más especifica—. Angie, Laura, Oma, Dani y Xime.

— ¿Angie está aquí? —Sus ojos brillaron.

— Hey, relaja tus hormonas. Está conmigo ahora —Le saqué la lengua en señal de burla.

— Sí, pero es mi novia.

— Y mi amiga. Mantén tu trasero alejado de la cocina. —Le apunté con mi dedo índice.

— Como digas —Bufó.



— Lamento la demora chicas —Sonreí cerrando la puerta de la cocina.

— No hay problema. ¿Llegó Harry? —Preguntó la castaña con mechas.

— Sí linda, llegó tu apestoso novio —Bromeé.

— Hey, no es apestoso —Rió.

— Eres una loca enamorada —Se burló Xime.

— Lo dice la chica que no deja de hablar de su novio —Contraatacó Angie.

— Bueno, ya chicas —Rió Dani.

— Hey Dani —Llamó la atención Laura—. ¿Tú no estás con Lou? —Frunció el ceño.

— ¿Yo? —Se apuntó la pelinegra. Laura rodó los ojos dando a entender que obviamente era ella—. Claro que no. Digo, Lou aún no olvida a Karlis...

— Pero, a ti te gusta —Dijo picarona Oma. Dani se sonrojó al instante.

— No les voy a mentir. Sí, gusto de Lou. —Dijo jugueteando con sus manos—. Pero ya dije, que él aún no supera lo de Karlis.

— Pero tú harás que lo supere —Le animó Xime.

— No lo sé, chicas, es algo complicado.

— Complicado mi abuela —Alegó Laura—. Claro que harás que olvide a Karlis, eres hermosa, y Louis sería un idiota si no te pide que seas su novia.

— Gracias chicas —Dani abrazó a Laura, quien estaba a su lado izquierdo.

— Sabes que siempre estaremos aquí —Sonreí, la pelinegra me sonrió de vuelta