"Chico travieso" (Joe y tú)

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Sssssoooy nueva lectora :D
y de verdad amo esta nove
esta super padree la empece a leer ayer
y termine hoy
y es qe me encantooo
siguela porfaaa!

EEEEEEEEEEEEESPERO ;)

Las lágrimas corrían por la cara de _____ ahora, los estremecimientos golpeaban su cuerpo ante el sonido de su voz. Su gran, duro Joe, su tono suave, áspero por la emoción, sus ojos brillantes.
—Te amo tanto, Joe. —Las manos se movieron del pecho, no para apartarlo, sino moviéndose a los hombros mientras él la atraía a su pecho, sosteniéndola cerca, segura contra él.
—Todo va a estar bien, _____. —Ella sintió su cabeza bajar, sintió sus labios moverse sobre su frente—. Todo va a estar bien, nena. No soy estúpido, o descuidado. Y Kevin y Nick seguro como el infierno tampoco los son. Vamos a superar esto. Todos nosotros, nena.
Ella levantó la cabeza en busca de su beso, necesitándolo, desesperada por llenar los lugares oscuros que se movían por su alma con el fuego del hambre de Joe, de su necesidad. Podía sentir su miembro tensándose bajo los vaqueros, presionando contra el estómago mientras le atraía la cabeza hacia abajo, hacia ella.
—Bésame, Joe —susurró—. Bésame como sueño…

Los labios robaron sus palabras mientras un gemido hambriento llenaba el aire. El gemido de él, el lloriqueo de necesidad de ella mientras sentía el calor y la lujuria moviéndose de él a ella.
Abrió los labios mientras curvaba los brazos alrededor de su cuello, empujándolo más cerca mientras él inclinaba la cabeza, sorbiendo de sus labios, lamiéndolos, pellizcándolos hasta que se abrieron cuando ella gritaba por más. Necesitando más. La lengua era un golpe de fuego, las manos estaban por todas partes. El hambre calentaba el aire, llenaba su cuerpo y golpeaba alrededor relámpagos hormigueando sobre su cuerpo.
En esos momentos no había acechador, ningún peligro, ninguna muerte ni dolor. Había sólo pasión. Sólo había Joe.
El asombro estalló por Joe, no por primera vez, ante el placer que recibía solo besando a ______. Sosteniendo su cabeza, sintiendo su sedoso pelo cayéndole sobre las manos, sintiendo los labios, como raso caliente bajo los suyos.
Y su sabor. Ella lo intoxicaba. Nada excepto el relámpago blanco de Kevin había tenido nunca el poder de afectarlo tan rápidamente, hasta el beso de ______. Su toque. Su pasión.
Gimió contra los labios mientras dejaba que su lengua se hundiera entre ellos, sintiendo los de ella esperando, enredándose contra él como seda húmeda y enviando a sus sentidos a girar.
Un hombre no debería ser tan débil ante un beso, pensó con un borde de diversión. Pero maldición si ella no minaba su voluntad para resistirse, para evitar tomarla una y otra vez.
Y él iba a tenerla otra vez. Ahora. Iba a tumbarla en esa gran cama y a hundirse dentro de ella hasta que chillara su nombre.
Retrocedió hacia la cama, manteniendo los labios en lo suyos mientras movía las manos desde la cabeza hasta envolverlas alrededor de su espalda antes de agarrar el dobladillo de su camisa y empujarse debajo. Ella tenía la piel más suave que había tocado jamás. Todo acerca de _____ era diferente, mejor, más caliente y más dulce, y con cada toque sólo deseaba más.
—Vamos a sacarte de estas malditas ropas —murmuró él mientras apartaba los labios de los de ella levantando los ojos para mirarla fijamente.
Sus labios estaban hinchados, las mejillas ruborizadas con la excitación, y sus bonitos ojos grises estaban oscurecidos, tempestuosos con el hambre. Maldición, le gustaba hambrienta. Ella era como una pequeña tigresa, arañando y chillando e indiferente a nada sino al placer que estaba alcanzando. El placer que él le daba.
Desvestirse fue un asunto de unas pocas costuras rasgadas, algunos botones que saltaron y estranguladas maldiciones mientras los dos luchaban con los tercos vaqueros. Pero en segundos la derribaba en la cama, los labios concentrándose en sus duros, puntiagudos pezones mientras el sabor de ella le llenaba la boca.
Dios, era dulce. Arqueándose hacia él, los gritos roncos salían de sus labios mientras él se amamantaba de los puntos pequeños apretados. La cabeza estaba echada hacia atrás, las manos le agarraban el pelo, sosteniéndole junto a ella mientras él iba de un montículo hinchado al otro.
Todo el tiempo su pequeño cuerpo caliente se torcía y retorcía bajo él mientras su muslo acariciaba la dura longitud de su polla. Él podía sentir sus pelotas apretándose con la necesidad de follar y de hacerlo ahora. Era siempre así con ______. No podía esperar a estar dentro de ella, a sentir su calor sedoso agarrándolo, curvándose alrededor de él mientras empujaba en el fuego líquido del coñito apretado.
Y ese calor estaba tan cerca. Podía sentirlo susurrando sobre la cabeza de su erección, atrayéndole a ella. No iba a poder esperar mucho tiempo, lo sabía. Lo suficiente quizá, quizá, para aliviar el tenso cuerpo de ______. Hizo justo eso, depositando pequeños besos rápidos por su abdomen, lamiéndole la piel, saboreándola con cada célula de su cuerpo. Lo bastante para abrirle los muslos y asentarse entre ellos antes de hundir la cabeza para saborear rápidamente su coño dulce y jugoso.
El sabor de ella explotó contra sus papilas gustativas mientras deslizaba la lengua por la abertura almibarada antes de rodear el brote apretado e hinchado de su clítoris. Ambrosía dulce, ácida y sedosa que enredó sus sentidos y lo hizo regresar a por más.
Sus gritos resonaron alrededor de él mientras disfrutaba del sabor y la sensación de los pliegues resbaladizos de la carne. Sedoso y desnudo, el coño florecía abierto para él. Melocotones, crema y jarabe suave, y él era un hombre con un gusto de esta fruta en particular. Especialmente cuando esas piernas magníficas se levantaron y los pies se sostuvieron en sus hombros para permitirle el máximo acceso.
Podía ahogarse felizmente en ella. Lamió la crema dulce, saboreó el hambre y la pasión que se derramaban de ella. Los dedos acariciaron la tierna apertura de su vagina, la excitó y la tentó antes de trabajar dentro de ella. Sus sentidos estallaron con el calor que los rodeó, con los jugos húmedos y ricos que fluían de ella.
Se dolió por ella. Su polla latió como el beso de un demonio pero el pensamiento de abandonar la suculenta carne bajo sus labios era más de lo que podía considerar. No mientras ella ardía así por él. No mientras sus gritos llenaban el cuarto y las piernas ágiles se abrían más para él.
Lamió alrededor de su clítoris tenso, sonriendo mientras su coño se apretaba más alrededor de sus dedos. Su verga gritaba de dolor, rogando por empujar dentro de ella. Sacó los dedos, empujó dentro de otra vez y golpeó la pequeña protuberancia con la lengua mientras ella gritaba por más, rogando por correrse.
Todavía no. Dios, el sabor de ella, la sensación de ella. Quería sentirla correrse alrededor de su polla, no sus dedos. Quería sentir los apretados músculos curvarse alrededor de su erección, chupando el semen de las profundidades de sus pelotas y enviando su cabeza hacia el éxtasis.
Sacó los dedos, gimiendo por el esfuerzo que le costó apartarse de ella, levantar la cabeza de su tierno coño y forzarse a alzarse sobre ella.
Le bajó las piernas mientras se movía, abriéndola más para él, mientras presionaba la cabeza de su polla contra la húmeda, flexible entrada de su coño.
Ella le miraba fijamente, su expresión aturdida, los ojos del color de nubes de tormenta cuando levantó las manos hasta su pecho. Las palmas se apretaron contra los músculos cubiertos de vello áspero, las uñas mordieron la carne.
—Ahora —susurró—. Por favor, Joe, ahora.
Presionó una diminuta fracción, quedándose sin respiración ante el calor que rodeaba la punta de su verga. Mirando hacia abajo, observó los labios suaves y desnudos de su sexo apartarse, brillando con sus jugos y abrazando su polla mientras empezaba a empujar dentro de ella.
Las llamas viajaron por la cresta sensible a sus pelotas atormentadas mientras luchaba por respirar. La liberación era una necesidad torturante que enviaba dedos de placentera electricidad por su espina dorsal. No podía correrse todavía. No todavía. Pensó en béisbol, en la pesca, en la mecánica de coches y en limpiar su arma, pero cada tema se esfumaba de su mente mientras se hundía más y más adentro de su calor.
Sacudiendo la cabeza, echó hacia atrás y se lanzó a por los últimos centímetros, gruñendo por la estrechez, el calor que le succionaba. Era un hombre al borde de la locura, el control se había ido, sólo la necesidad salvaje de follar y aparearse le incitaban ahora.
No se detuvo con un empujón. Retirándose, empezó a follarla profunda y duramente, gruñendo con el placer que se construía con cada golpe, con las sensaciones extremas que tomaban su cuerpo. Sus muslos temblaron, las pelotas casi abiertas en su cuerpo antes de que finalmente sintiera a ______ explotar.
—Joder. Ahí, nena. Tan dulce y caliente. Córrete para mí, ______. Córrete para mí tan duro…
El coño se apretaba alrededor de su polla casi hasta el punto del dolor mientras empezaba a convulsionarse alrededor de él. El calor líquido lo tragó, lo quemó, luego lo hizo girar locamente, furiosamente hacia su propio placer.
— ¡Dios sí! Dulce nena… —Las palabras rasgaron de su pecho, de su alma—. Que Dios me ayude, te amo.
La liberación estalló por su cuerpo, haciéndole tensarse mientras un gruñido bestial dejaba sus labios. Enterró su polla en las profundidades de ella antes de sentir las explosiones duras y deslumbradoras rasgando por su escroto. El placer era el éxtasis, destructivo y consumidor mientras sentía su semen saliendo a borbotones en las profundidades calientes del dulce coño envuelto alrededor de él. Le sostuvo en el borde, ordeñándolo chorro tras chorro de rica semilla antes de que el último estremecimiento le recorriera y lo dejara agotado.
Joe se desplomó al lado de ______, reteniendo apenas la suficiente cordura para evitar caer encima de ella. Jadeaba en busca de aire, ondas de ecos del placer todavía subiéndole por la espina dorsal mientras utilizaba lo último de su fuerza para arrastrarla a sus brazos y acurrucarla contra su pecho.
—Bueno… eso fue suficientemente salvaje —jadeó ella débilmente contra él—. Podrías haberme advertido primero.
—Habría tenido que sospecharlo primero —dijo él entre dientes—. Vamos a dormir o algo. Déjame descansar.
—No tengo sueño. —Pero su voz era débil, soñolienta—. Íbamos a salir de compras. Oí que mamá y Paul salieron después de que subiéramos aquí. Podríamos ir de compras antes de regresen para la próxima serie de argumentos.
—Siesta. —Gimió—. Solo una siesta. Dios, acabas de matarme. Tengo que dormir.
Una risa suave contra su pecho fue la última cosa que él oyó mientras suspiraba profundamente y se permitía dejarse llevar. Kevin y Nick podían vigilarla durante media hora, ella lo había aniquilado.
______ se levantó de la cama, un ceño le fruncía la frente mientras encontraba una camiseta y unos pantalones cortos antes de dirigirse al cuarto de baño. Tenía hambre, el desayuno había sido apartado a un lado a causa de la visita de Paul y su madre, y estaba sintiendo el hambre.
Se forzó a no pensar en la razón de esa visita. Si pensaba acerca de ello entonces el temor la alcanzaría. La impotencia y el terror arrollador que amenazaban con atacarla se demoraban en el fondo de su mente, ensombreciendo sus pensamientos.
Se limpió rápidamente antes de vestirse y salir el cuarto de baño. Miró a Joe que yacía boca abajo en la cama, respirando profundamente en el sueño, antes de salir del cuarto. El principios de una sonrisa le curvaron los labios cuando la necesidad de acurrucarse contra él se desplegó dentro de ella.
Al mismo tiempo su estómago gruñó advirtiéndola. El sexo con Joe llegó a ser una necesidad secundaria ante el hambre. Pero, se recordó, había trabajado un poco el apetito con la parte del sexo.
Bajó lentamente la escalera estrecha, escuchando a Kevin y Nick. No podía oír a ninguno de ellos, pero la televisión sonaba en el salón. Sabía que Nick había pensado salir a hurtadillas a algún lugar y no le extrañaría si Kevin estuviera oculto también.
Se sorprendió de verle tumbado en el sofá en cambio. Estaba estirado en lo que tenía que ser un ángulo incómodo. La cabeza colgaba sobre un lado mientras estaba tumbado de espaldas y una pierna doblada en un ángulo extraño, el brazo caído al suelo. ______ inclinó la cabeza, mirando fijamente su postura dormida antes de sacudir la cabeza con confusión. Había visto algunos ángulos extraños para dormir, pero este era el colmo.
Refrenando una risa suave, anduvo de puntillas por el salón y avanzó a la cocina. A pesar de la televisión, había un silencio pesado en casa que la molestaba, la hacía cautelosa. En el momento que entró en la cocina supo por qué.
Se detuvo de golpe ante la vista de Nick, boca abajo en el suelo, un rastro de sangre rezumaba de su sien para manchar el piso bajo él.
El corazón se estrelló contra la garganta, dejándola sin respiración y los gritos se tensaron en su pecho. Jadeó por aire, segura de que se iba a ahogar, sabiendo que el terror que la llenaba la mataría antes de que otra cosa pudiera.
Joe. Oh Dios, tenía que llegar a Joe. Giró, la sangre corriendo por sus venas mientras su mente le gritaba que corriera, sólo para deslizarse y parar mientras retrocedía al salón.
Con los ojos abiertos de par en par, separó los labios por la sorpresa y miró a la forma parada en medio del salón, un arma apuntándola hacia el pecho.

:affraid:
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
COMO LA DEJAS AAAAAAAAHI
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
CHAU, MORÍ
(?
ADE ESTAS LOOOOOOOCA, NECESITO LA CONTINUACION YAYAYAYAYAYAYAYA PERO YAAAAAAAAA(?
COMO VERAS ME ALTERO BASTANTE LA MALDAD(? DE DEJAR LA NOVE AHI JAJAJAJA
TE SUPLICO QUE LA SIGAS
:bounce:

ForJoeJonas escribió:Jaaaaaaaaaajajajajajajaja! Floooooor! Tranquila corazón que no quiero que te de un ataque! xD
Tu lo que quieres es que vaya el vampiro Chou a chuparte la sangre y convertirte en vampira para estar juntitos toda la eternidad y hacer cosas obscenas no? o.O
Pues ni se te ocurraaaa!!! xD

PERO POR SUPUESTO, QUE CHUPE LO QUE QUIERA (? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJ
ES QUE NO ME PUEDO CONTENER! QUIERO SEGUIR LEYEEEEEEEEEEENDO :study:

Sigueelaaa!

Sigueelaaa!

Sigueelaa!

ForJoeJonas escribió:Ya lo sabia loquita, solo que tenias que reconocerlo xD
Yo se que quieres leer mas, como yo tambien quiero leer de tu nove ¬¬
Creo que vas a tener que aguantar a mañana :fiu:

UFA UFFFFA
(?