Te amaré, por siempre. {JessicaBauza&ZaynMalik} Terminada.

Nuevamente desperté, pero esta vez no fue por la luz del sol, ya que estaba un poco escasa, mi sueño acabo porque un delicioso olor impregno mi nariz, era delicioso, quería saber que era, se me hacía tan conocido. Rápidamente lavé mi cara y baje hasta la cocina, para encontrarme con Karen, junto con Kat y Liam, cocinando un exquisito almuerzo.
-Menos mal que despiertas.-Dijo Liam.
-Sí, mamá estaba a punto de bañarte con una cubeta.-Rió Kat.
-¡No es cierto!-Se defendió Karen.- Buenos días, cariño.-Besó mi mejilla.
-Buenos días, a todos.-Dije.- Huele exquisito, mi papilas se derretirán.- Rieron.
-Espero que te guste, es precisamente para ti, Jess.
-¿En serio? ¿Qué es? ¿Qué cocinaron?-Pregunté exasperada.
-Tranquilízate, hermanita.-Dijo Liam.- Hoy, cocinamos para ti Tortillas de Papa y Paella Valenciana.-Dijo colocando los platillos sobre la mesa. Estaba atónita, se veía exquisito, deliciosos, como ya había dicho, mis papilas se iban a derretir, el olor era un deleite, no quería imaginar cuando lo probara. Simplemente ellos me hacían sentir como una princesa, despertar con la comida lista, lavar mi ropa, arreglar mi dormitorio, dar las buenas noches, llevarme a pasear, no podía decir que me hacían sentir en casa, ya que es mucha la diferencia, pero hacían todo por hacerme sentir de la familia, y me encantaba eso.
-Y para el postre, Kat hizo unos churros.-Dijo Karen. Yo aún seguía en conmoción.- Ya sabemos que no es la comida típica de Sevilla, y que tal vez no sepa igual, pero…
-¡Pero nada!-La interrumpí.- Esto es maravilloso, ustedes hacen todo para que yo me sienta parte de la familia, y aprecio tanto eso. No me alcanzarán nunca las palabras para decirles lo mucho que les agradezco, por todo, aunque sólo sean cuatro días lo que lleve aquí en Londres. No imagino cuando me vaya.-Reí mientras calmaba mi nostalgia.- No quiero llorar, así que por favor, comamos.- Esta vez, todos rieron.
Todo era delicioso, no como en España, pero apreciaba muchísimo su esfuerzo. El almuerzo transcurrió entre risas y más risas. Liam parecía serio, pero cuando entraba en confianza era todo un payaso, nos hizo reír con las peleas de Kat, todo el almuerzo.
-Jess, debes bañarte, saldremos a conocer a unas amigas.-Dijo Karen.- Kat, Liam si ustedes quieren, nos acompañan.
-No, mamá, he quedado con Chiqui, no puedo.-Dijo Liam. Quien estaba abotonando su camisa, y peinando su cabello.- Espero que no te aburras, pequeña.-Dijo besando mi cien.- Chao fea.-Desordeno el cabello de Kat- Adiós ma.-Dijo besando la mejilla de Karen, para así irse.
-Bueno, ¿tú si nos acompañas hija?-Preguntó Karen a Kat.
-Em… Yo... Pues mamá, digo yo…
-Kat, ya sabes lo que opino cuando te poner nerviosa.-Dijo conteniendo la risa.
-Vamos, escúpelo Kat.-Le di un mordisco a mi manzana. No sabía de dónde sacaba tanto espacio para comer.
-¡Saldré con Niall!-Dijo por último. Karen y yo nos miramos sorprendidas, pero luego estallamos en carcajadas. Las mejillas de Kat estaban teñidas de un color carmín.- ¡Ya cállense las dos!
-Lo tenías bien escondido, eh Kat.-Dije.
-¡Mamá, dile a Jessica que se calle!-Suplicó como toda una niña.
-¿Cómo quieres que le pida que se calle cuando pones esa cara, Kat?-Rió Karen.
-Arg ¡Son insoportables!-Dijo ella, mientras se daba media vuelta. Me apresuré a tomarla por el brazo.
-Ya Kat, no te comportes como un bebé.-Dije.- Deja de lloriquear y cuéntame, ¿cómo te pidió?-Ella sonrió con el ceño fruncido.
-Sólo me lo pidió, una cita de amigos…
-Sí, ¡“amigos”!-Dijo haciendo comillas Karen.
-Mamá, es incomodo que opines en estas ocasiones.
-De acuerdo, ya sé que sólo sirvo para hacer la comida.-Dijo en tono dramático.- Término algo en el estudio, te esperó Jess.
-Ahora entiendo porque Kat es tan dramática.-Dije, y ambas rodaron los ojos, haciéndome reír.- Bueno, sigue contando, Kat.
-Ah sí, bueno eso… Al principio lo dude, pero ¡por dios! ¡Es Niall Horan! El chico más precioso en todo Londres.
-Bájale Kat, te pones muy empalagosa.-Negué con la cabeza.- Ya debería ir ducharme, antes de que Karen se altere.
-Creo que empiezas a entrar en calor, con respecto a ese tema.-Reímos.- Oye Jess, tengo una idea.
-Dime.
-Te regalaré mi antiguo teléfono, ya sabes para que estés comunicada con todos.
-No, no. Ya no puedo aceptar más tus cosas, Kat. Dentro de unos días más me donaras tu automóvil ¿estás loca? Es tú teléfono.
-¿Y cómo piensas que me comunicaré contigo? ¿Mediante cartas, o palomas mensajeras? No soy de España, Jess, pero no creo que allá se comuniquen de esa forma.-Sonrió.- Vamos, tómalo.-Me extendió una caja blanca.- Es un beneficio para ti, no un lujo.-Lo dude un poco, pero al final tuve que tomarlo.
-Sólo porque es un beneficio, no más regalos, Kat.-Le advertí.
-Sí, sí. Lo que digas. Por cierto, tiene el número incorporado de todos, hasta el de Zayn.-Dijo seguido de un guiño.
-¿Qué te hace pensar que me interesa su número?-Mentí, creo. Estaba algo confundida.
-Será mejor que me vaya, y discutas tú, tus asuntos amorosos.-Rodé los ojos al verla partir de la sala.


Mi vestimenta era fresca, al igual que él día. Hoy era domingo, y mañana comenzaría un instituto normal, con personas normales, relativamente, ya que Louis me daba muchas expectativas. La brisa de la tarde hacia que mi cabello revoloteara, despeinándolo. Mi nuevo teléfono sonó, indicaba un mensaje.

-“Hola Jess, ¿cómo has amanecido? Kat me ha dicho que tienes su antiguo teléfono. Ten un lindo día, preciosa. Nos vemos. X”.

Zayn me había mensajeado, sonreí de manera involuntaria al leer aquello. Ahora entendía porque la insistencia de Kat por tener un teléfono, quería de alguna manera hacer que me enamorara de Zayn, algo que lo veía imposible. Respondí velozmente.

-“Hola Zayn, muy bien, y espero que tu igual. Sí me ha insistido demasiado, me tratan de princesa acá jaja. Ten un lindo día igual. Nos vemos pronto. X”.

Mi teléfono sonó nuevamente, indicaba otro mensaje.

-“Te tratan como lo que eres, Jess. Una preciosa princesa X.”

Ahora si podría darme por muerta. Jamás había sentido eso, lo calificaría como ternura. Al instante de leer eso, mi corazón se estrujo, mis mejillas se enrojecieron, y una nueva y amplia sonrisa apareció, de la misma manera a él día en que conocí a Zayn Malik.
-Uh, pero que lindo sonrojo.-Sobresalió la Voz de Karen.- ¿A qué se debe? ¡Es un chico!
-¿Segura de que no eres bruja?-Pregunté mientras reía.
-Oye, yo también fui joven. Pero no me digas, déjame adivinar… Es Harry, el es muy coqueto, y atractivo, pero uhm… No parece ser tu tipo, descartaremos a Niall, por su romance con Kat. A Louis ya que creo que en verdad al chico le falta un tornillo.-Reímos.- Lo sé, lo tengo. ¡Es Zayn! ¿Fue él quien te ha escrito?
-¡Maldición Karen! Bruja, hechicera.
-Lo tomaré como un sí.-Rió.- Cuéntame más. ¿Te gusta él? En realidad, a mí también me gustara si tuviera su edad. ¿Has visto sus ojos?
-Deberías calmarte, Karen. Eres tan parecida a Kat.-Reí.- No me gusta Zayn… O no lo sé, es confuso, nunca me había gustado nadie. No creo que sea nada importante.
-¿Nada importante? Cariño, debiste ver esa sonrisa, y aquel sonrojo de hace unos momentos.-Dijo.- Dime, ¿Qué te ha dicho?-Lentamente saque el teléfono de mi bolsillo, y le enseñé esos mensajes tan estremecedores a Karen, ella sonrió ampliamente.- Le gustas, ¡Le gustas al pequeño Malik!