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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
Nombre: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
Autor:TanieseDirectioner:) o Yo.
Adaptación: No.
Género: Podría decirse que es muy fantastica y llena de Ficción
Advertencias: Pues nada hasta ahora, Ya les avisaré.
Otras páginas: Nope.
Autor:TanieseDirectioner:) o Yo.
Adaptación: No.
Género: Podría decirse que es muy fantastica y llena de Ficción
Advertencias: Pues nada hasta ahora, Ya les avisaré.
Otras páginas: Nope.
Una de las habilidades más grandes y fuertes de los hombres es la imaginación. Pero a veces la propia creación de tu mente se vuelve real, incontrolable, esparciendo consigo el terror y también el amor. Recauda armas y defiéndete, porque es solo el comienzo, es hora de imaginar.
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
**Little skyscraper** escribió:Se ve bastante interesante!!! iniciala pronto!!!
Gracias, Ya la iniciaré. :cherry:
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
A veces nos inventamos un mundo de fantasía que nos ayude a borrar los recuerdos horribles de nuestro pasado.
Me levante con un dolor de cabeza estallándome en la frente, apreté mis ojos, mis manos se posaron en mi cabello el cual caía hasta debajo del busto color chocolate, vi una luz emanar de mi ropero, por debajo de la puerta, una luz cegadora de color blanco, fruncí el seño. Las pesadillas ya eran parte de mi existencia, pero esto era demasiado real. Mis pies tocaron el frío piso de mármol, y me acerqué a la puerta, toqué la perilla, y justo alguien la abrió del otro lado.
— ¿Hola? —Dije y vi que el closet, ya no estaba lleno de ropa, había un lago, la luna era la única que emanaba un tipo de luz, vi hacia abajo, mis pies seguían descalzos y estaba sobre un muelle de madera, tenía mi bata de color blanco debajo de la rodilla, voltee hacía atrás, la puerta había desaparecido, mi respiración se agito, ¿Dónde me encontraba? Algo tocó mi mano, volteé, apareció ante mí un chico alto, de ojos raros de color violeta vestido de la forma más extraña, como si fuera un duendecillo alto.
— ¿Dónde estoy? —.
El hombre rió.
— ¿no lo reconoces? Estás en tu imaginación —el hombrecillo metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó una bolsa vieja y arrugada color marrón, me la entregó, la verdad tuve ganas de espiar — No Lisa, no mires —Lo miré confundida ¿cómo sabía mi nombre?, pero él respondió mi duda — Se tu nombre, porque tú eres mi creadora, creaste todo esto, Es hora de irte Lisa, la puerta te espera —señaló atrás mío y ahí estaba la puerta — Un gusto verte.
Me acerqué hacía la puerta y la abro despacio, mi habitación sigue igual de desordenada, suspiro de alivio, un juego de la mente es todo. Eso pensaba hasta que vi mis manos, ahí se encontraba la bolsa de tela color castaño, la miré confusa .La puerta de la habitación se abrió de golpe. Era mi madre.
—Lisa, Ya es hora de que tomaras el tren a Nueva Jersey —gritó — y no veo que te hayas vestido jovencita.
—Lo lamento, estuve… —miré el ropero de reojo — me dormí.
—Es mejor que estés lista en un momento, tu padre te espera para llevarte a la estación—asentí— ¡RÁPIDO!
— ¿Hola? —Dije y vi que el closet, ya no estaba lleno de ropa, había un lago, la luna era la única que emanaba un tipo de luz, vi hacia abajo, mis pies seguían descalzos y estaba sobre un muelle de madera, tenía mi bata de color blanco debajo de la rodilla, voltee hacía atrás, la puerta había desaparecido, mi respiración se agito, ¿Dónde me encontraba? Algo tocó mi mano, volteé, apareció ante mí un chico alto, de ojos raros de color violeta vestido de la forma más extraña, como si fuera un duendecillo alto.
— ¿Dónde estoy? —.
El hombre rió.
— ¿no lo reconoces? Estás en tu imaginación —el hombrecillo metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó una bolsa vieja y arrugada color marrón, me la entregó, la verdad tuve ganas de espiar — No Lisa, no mires —Lo miré confundida ¿cómo sabía mi nombre?, pero él respondió mi duda — Se tu nombre, porque tú eres mi creadora, creaste todo esto, Es hora de irte Lisa, la puerta te espera —señaló atrás mío y ahí estaba la puerta — Un gusto verte.
Me acerqué hacía la puerta y la abro despacio, mi habitación sigue igual de desordenada, suspiro de alivio, un juego de la mente es todo. Eso pensaba hasta que vi mis manos, ahí se encontraba la bolsa de tela color castaño, la miré confusa .La puerta de la habitación se abrió de golpe. Era mi madre.
—Lisa, Ya es hora de que tomaras el tren a Nueva Jersey —gritó — y no veo que te hayas vestido jovencita.
—Lo lamento, estuve… —miré el ropero de reojo — me dormí.
—Es mejor que estés lista en un momento, tu padre te espera para llevarte a la estación—asentí— ¡RÁPIDO!
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
Fantastico!!!! ¿Quien es ese chico y que tiene la bolsita? O.o espero averiguarlo pronto!!! sube pronto el proximo cap!!!...
Viany.
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
Poco a poco la imaginación se va revelando. 1313**Little skyscraper** escribió:Fantastico!!!! ¿Quien es ese chico y que tiene la bolsita? O.o espero averiguarlo pronto!!! sube pronto el proximo cap!!!...
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
Para mi buena suerte el tren se atrasó una media hora, mi cabeza reposaba sobre el suave sillón aterciopelado con un color vino, empecé a jugar con mi cabello, lo enrollaba entre mis dedos y los dejaba caer lentamente en su lugar, observé la ventana lentamente, se estaba formando la palabra ‘voltea’ sobre una parte empañada, fruncí el seño con nerviosismo, esto empezaba a asustarme. Pase mi mano izquierda sobre la ventana quitando la palabra por un instante, hasta que volvió a aparecer. ‘quizás se borre si volteas’ esa frase pasó por mi mente, suspiré y volteé hacia atrás, Ahí se encontraba el hombre del ropero. El levanto un vaso de vidrio, como si hiciera un brindis, el contenido a simple vista parecía vodka, y el pequeño objeto fue dirigido a la boca del hombre. Tragué saliva. Me estaba hartando de esto. El tren tocó su ruidoso silbato, pero esta vez me aturdió mucho, puse mis manos en mis orejas y las apreté fuertemente, el ruido era paralizador, empecé a imaginarme cosas, duendes y hadas, tenía que buscar mis calmantes, busqué en mi saco en mi bolsillo izquierdo, saqué un frasco de color marrón, retiré la tapa con fuerza, busqué una botella de agua que estaba al lado mío, tomé dos pastillas y las metí a mi boca, tome un gran trago de agua. Una mano se extendió cerca de mi mentón, miré hacia arriba, era aquel hombre.
— ¿Quién eres? —el hombrecillo volvió a estrechar su mano y la tomé para levantarme—.
—Me llamo Starpierce.
Reí por su nombre.
—Tú lo inventaste para mí, cuando eras muy chica, ahora tienes 19 años, la bolsita, por favor.
La saqué de mi bolsillo izquierdo, y se la entregué, seguía tan arrugada con un pequeño lazo de hilo color café. El la abrió con cuidado, y de ella salieron monedas de plata.
— ¿Tus padres y tú tienen mucho que ver en la iglesia no? —Asentí — ¿Recuerdas la traición de Judas a Jesús? —Volví a asentir — ¿Cuál fue su recompensa?
—30 monedas de plata —susurré y el asintió —.
—Otra cosa, este tren no iba a Nueva Jersey.
Fruncí el seño, si no iba a Nueva Jersey, ¿Los pasajeros a donde iban? El rió sarcásticamente y se dirigió a la puerta, la cual se abrió, lo seguí ¿A dónde nos dirigíamos?, parecía un bosque oscuro y siniestro, los arbustos estaban llenos de espinas, mi vestido se enredaba en varias ramas torcidas, y poco a poco se iba destruyendo, pero no perdía de vista al muchacho alto, su piel era blanca, color crema, y su cabello era castaño, cargaba un traje de la colonia, recogí mi cabello con una cinta, hasta que llegamos al mismo lago que había estado antes.
—Este bosque está lleno de peligros ¿Te atreverías a cruzarlo conmigo?
Negué con la cabeza.
—Eso pensé, Lisa, aquí el secreto es no temerle a nada—tragué salvia— este lago puede derretir todo en un segundo, excepto la piedra, bien pensado—dijo sarcástico— pero tenemos que sobrevivir aquí así que…
Empezó a cavar en el suelo, lo miré confundida, en ese momento sacó una vasija de piedra, ahora estaba más confundida de lo normal.
—Sabes, no fue fácil hacerla— el se acercó al lago y sacó un poco de su agua con la vasija, la regreso a la tierra y echó las monedas de plata al interior de el objeto. Al contar cuantas monedas me di cuenta que eran 30, justamente la cifra que dije, el agua se volvió completamente plata. Metió un pequeño cuchillo, solo el filo y me lo entregó. Poco a poco fue poniendo el líquido en una espada.
—La misma pregunta ¿te atreverías?
— ¿Me queda de otra?
El rió.
— ¿Quién eres? —el hombrecillo volvió a estrechar su mano y la tomé para levantarme—.
—Me llamo Starpierce.
Reí por su nombre.
—Tú lo inventaste para mí, cuando eras muy chica, ahora tienes 19 años, la bolsita, por favor.
La saqué de mi bolsillo izquierdo, y se la entregué, seguía tan arrugada con un pequeño lazo de hilo color café. El la abrió con cuidado, y de ella salieron monedas de plata.
— ¿Tus padres y tú tienen mucho que ver en la iglesia no? —Asentí — ¿Recuerdas la traición de Judas a Jesús? —Volví a asentir — ¿Cuál fue su recompensa?
—30 monedas de plata —susurré y el asintió —.
—Otra cosa, este tren no iba a Nueva Jersey.
Fruncí el seño, si no iba a Nueva Jersey, ¿Los pasajeros a donde iban? El rió sarcásticamente y se dirigió a la puerta, la cual se abrió, lo seguí ¿A dónde nos dirigíamos?, parecía un bosque oscuro y siniestro, los arbustos estaban llenos de espinas, mi vestido se enredaba en varias ramas torcidas, y poco a poco se iba destruyendo, pero no perdía de vista al muchacho alto, su piel era blanca, color crema, y su cabello era castaño, cargaba un traje de la colonia, recogí mi cabello con una cinta, hasta que llegamos al mismo lago que había estado antes.
—Este bosque está lleno de peligros ¿Te atreverías a cruzarlo conmigo?
Negué con la cabeza.
—Eso pensé, Lisa, aquí el secreto es no temerle a nada—tragué salvia— este lago puede derretir todo en un segundo, excepto la piedra, bien pensado—dijo sarcástico— pero tenemos que sobrevivir aquí así que…
Empezó a cavar en el suelo, lo miré confundida, en ese momento sacó una vasija de piedra, ahora estaba más confundida de lo normal.
—Sabes, no fue fácil hacerla— el se acercó al lago y sacó un poco de su agua con la vasija, la regreso a la tierra y echó las monedas de plata al interior de el objeto. Al contar cuantas monedas me di cuenta que eran 30, justamente la cifra que dije, el agua se volvió completamente plata. Metió un pequeño cuchillo, solo el filo y me lo entregó. Poco a poco fue poniendo el líquido en una espada.
—La misma pregunta ¿te atreverías?
— ¿Me queda de otra?
El rió.
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
ASOMBROSO!!!! Continuala por favoooooooor!!!!!..... que tienen que ver las monedas???? por que no me dicess :( jejejeje
Viany.
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
**Little skyscraper** escribió:ASOMBROSO!!!! Continuala por favoooooooor!!!!!..... que tienen que ver las monedas???? por que no me dicess :( jejejeje
Bueno, en mi país significa pureza y protección (La plata).
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
oooooo, siguela!!! estoy esperando ansiosa el nuevo capitulo ;)
Viany.
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
—Debería estar en Nueva Jersey consiguiendo trabajo —susurré —.
Estar en ese lugar me ponía la piel de gallina, un bosque oscuro sin ningún rayo de luz, sin ninguna sombra, a lo lejos se escuchaba el tren pasar, no presté mucha atención, pero en cambio, Starpierce agudizó su oído, como si lo estuviera esperando, mi estomago hizo un rugió con fuerza, pensé en las galletas que preparaba mi mamá todos los miércoles por la tarde, con un café caliente y una bufanda sentadas en el porche observando las horas pasar. Mi nariz olfateó ese aroma de nuevo, suspiré y el también lo hizo, pero con más fuerza.
— ¿Me prometes no hacer ninguna estupidez?
Reí en mi mente.
—Depende de lo que me pidas hacer.
Hizo una mueca.
—Vamos Elizabeth, no soy estúpido, desobeceras como siempre lo haz echo—rió entre dientes—.
Negué con la cabeza.
—Mira, tomaremos una especie de metro—frotaba sus manos que estaban sucias por la tierra del bosque, de color negra, sus ojos destellaban cierta confianza, quizás podría obedecer esa orden—, no hables con nadie, ni siquiera conmigo, ningún ruido ¿Esta claro?
Asentí.
Los metros siempre me daban pavor de niña, nunca había experimentado uno, pero sentía que era lo mismo en un tren, no la encontraba tanta diferencia, solo que uno es subterráneo, como una especie de gusano con personas vivas en el. Guardó la mayor parte de sus cosas en una bolsa de tela café la cual se confundía con la madera de los árboles que habitaban ahí. Starpierce empezó a dar patadas al suelo, fruncí el seño, esto era una especie de broma. La tierra negra y seca se desplomó fácilmente, se pudo observar unas escaleras de metal.
Tomó mi mano y bajamos las escaleras, no se veía absolutamente nada, oscuridad en todos los rincones, una especie de silbato sonó y una luz de color azul se paró en frente de nosotros, era segadora, entrecerré los ojos para que no me ‘quemara’ la vista, volvió a tomar mi mano con fuerza y me arrastró por el pasillo, mis pantorrillas sentían algunos trozos de papel, me imaginaba que eran anuncios o papel periódico.
Las puertas se abrieron con fuerza hacia ambos lados y entramos. Se sentía una atmósfera de malas vibras, Starpierce me obligó a sentarme mientras el quedaba de pie. Miré a la persona que estaba delante de nosotros, era una mujer, amarrada de ambas manos con esposas, a sus costados, dos hombres fuertes y de piel morena, su cabello caía hacia su rostro, su vestimenta parecía que traía una especie de bolsa de papas. Mis narinas tuvieron un picor, traté de controlarme pero no pude. Estornudé.
La muchacha levantó su vista y luchó contra las esposas, rugiendo y gritando, mi corazón latió más que fuerte, Starpierce se puso a mi defensiva, las esposas dieron un leve crujido, se habían roto. Los hombres bien vestidos la tomaron de las manos y la obligaron a sentarse de nuevo, abracé mis piernas con ambas manos, era algo que jamás pensé que vería, estaba muerta. Estábamos en el tren hacia la muerte. En ese instante se detuvo. Los hombres cargaron a la chica quién gritaba y pataleaba y la sacaron. Starpierce tenía el seño fruncido, era hora de mi sentencia.
—Pudiste haber muerto y lo sabes— dijo llevándose las manos a la cabeza y haciendo una mueca en la comisura de los labios—.
—No fue mi culpa—exhalé—Estoy bien, veme.
—No, no está bien, podrías haber muerto.
Reí en mi mente. Esto era algo absurdo. No podía morir, mi cabeza estaba jugando bromas pesadas y se lo estaba permitiendo, no era la realidad, la realidad es un poco más compleja, llena de inseguridades. Pero a su lado me sentía viva. Sabía en mi interior que esto solo era una pesadilla y pronto iba a despertar.
Creo.
—Este es solo un sueño—dije burlonamente tirando mi cabello hacia atrás— uno muy absurdo.
Rió a carcajadas.
— ¿Sigues pensando que esto es un juego? —dijo sarcástico frotando su mano en el estomago por reír así— No es un juego o un sueño, entiende.
—Entonces ¿que? Explícame porque no entiendo— insistí— Tú no eres real, eres un producto de me imaginación y toda esta basura.
Patee una roca que estaba a mi alcance, con toda mi fuerza, desquitar mi ira con un ser sin vida era lo mejor, además era solo un sueño y no me dolería, pero fue todo lo contrario, mi pie se estampó contra la gran piedra causando gran angustia y dolor. Grité de dolor y Starpierce me tapó la boca.
—Shhhhhhh…—dijo malhumorado— no estamos solos aquí, entiende.
Estar en ese lugar me ponía la piel de gallina, un bosque oscuro sin ningún rayo de luz, sin ninguna sombra, a lo lejos se escuchaba el tren pasar, no presté mucha atención, pero en cambio, Starpierce agudizó su oído, como si lo estuviera esperando, mi estomago hizo un rugió con fuerza, pensé en las galletas que preparaba mi mamá todos los miércoles por la tarde, con un café caliente y una bufanda sentadas en el porche observando las horas pasar. Mi nariz olfateó ese aroma de nuevo, suspiré y el también lo hizo, pero con más fuerza.
— ¿Me prometes no hacer ninguna estupidez?
Reí en mi mente.
—Depende de lo que me pidas hacer.
Hizo una mueca.
—Vamos Elizabeth, no soy estúpido, desobeceras como siempre lo haz echo—rió entre dientes—.
Negué con la cabeza.
—Mira, tomaremos una especie de metro—frotaba sus manos que estaban sucias por la tierra del bosque, de color negra, sus ojos destellaban cierta confianza, quizás podría obedecer esa orden—, no hables con nadie, ni siquiera conmigo, ningún ruido ¿Esta claro?
Asentí.
Los metros siempre me daban pavor de niña, nunca había experimentado uno, pero sentía que era lo mismo en un tren, no la encontraba tanta diferencia, solo que uno es subterráneo, como una especie de gusano con personas vivas en el. Guardó la mayor parte de sus cosas en una bolsa de tela café la cual se confundía con la madera de los árboles que habitaban ahí. Starpierce empezó a dar patadas al suelo, fruncí el seño, esto era una especie de broma. La tierra negra y seca se desplomó fácilmente, se pudo observar unas escaleras de metal.
Tomó mi mano y bajamos las escaleras, no se veía absolutamente nada, oscuridad en todos los rincones, una especie de silbato sonó y una luz de color azul se paró en frente de nosotros, era segadora, entrecerré los ojos para que no me ‘quemara’ la vista, volvió a tomar mi mano con fuerza y me arrastró por el pasillo, mis pantorrillas sentían algunos trozos de papel, me imaginaba que eran anuncios o papel periódico.
Las puertas se abrieron con fuerza hacia ambos lados y entramos. Se sentía una atmósfera de malas vibras, Starpierce me obligó a sentarme mientras el quedaba de pie. Miré a la persona que estaba delante de nosotros, era una mujer, amarrada de ambas manos con esposas, a sus costados, dos hombres fuertes y de piel morena, su cabello caía hacia su rostro, su vestimenta parecía que traía una especie de bolsa de papas. Mis narinas tuvieron un picor, traté de controlarme pero no pude. Estornudé.
La muchacha levantó su vista y luchó contra las esposas, rugiendo y gritando, mi corazón latió más que fuerte, Starpierce se puso a mi defensiva, las esposas dieron un leve crujido, se habían roto. Los hombres bien vestidos la tomaron de las manos y la obligaron a sentarse de nuevo, abracé mis piernas con ambas manos, era algo que jamás pensé que vería, estaba muerta. Estábamos en el tren hacia la muerte. En ese instante se detuvo. Los hombres cargaron a la chica quién gritaba y pataleaba y la sacaron. Starpierce tenía el seño fruncido, era hora de mi sentencia.
—Pudiste haber muerto y lo sabes— dijo llevándose las manos a la cabeza y haciendo una mueca en la comisura de los labios—.
—No fue mi culpa—exhalé—Estoy bien, veme.
—No, no está bien, podrías haber muerto.
Reí en mi mente. Esto era algo absurdo. No podía morir, mi cabeza estaba jugando bromas pesadas y se lo estaba permitiendo, no era la realidad, la realidad es un poco más compleja, llena de inseguridades. Pero a su lado me sentía viva. Sabía en mi interior que esto solo era una pesadilla y pronto iba a despertar.
Creo.
—Este es solo un sueño—dije burlonamente tirando mi cabello hacia atrás— uno muy absurdo.
Rió a carcajadas.
— ¿Sigues pensando que esto es un juego? —dijo sarcástico frotando su mano en el estomago por reír así— No es un juego o un sueño, entiende.
—Entonces ¿que? Explícame porque no entiendo— insistí— Tú no eres real, eres un producto de me imaginación y toda esta basura.
Patee una roca que estaba a mi alcance, con toda mi fuerza, desquitar mi ira con un ser sin vida era lo mejor, además era solo un sueño y no me dolería, pero fue todo lo contrario, mi pie se estampó contra la gran piedra causando gran angustia y dolor. Grité de dolor y Starpierce me tapó la boca.
—Shhhhhhh…—dijo malhumorado— no estamos solos aquí, entiende.
tanieseDirectioner:)
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
wow o.o un tren de la muerte y ella haciendo ruido... que miedo con eso, pero... ME ENCANTA continua pronto me encanta como escribes :D
Viany.
Re: Imagine, Lissa Ferrel, Imagine.
Increiblemente surrealista. Me encanta. Me hace acordar a "Alicia en el país de las maravillas".
Filadelfia
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