Amor Real (Niall Horan y Tu)

CAPITULO 23.
Feliz Cumpleaños — Parte 3.
 
—           ¡Me encanta, Em! —Fue lo primero que dije al verme al espejo— ¡Es fantástico! Gracias.
Se había encargado de hacer resaltar mis ojos, pero sin exagerar. Logro dominar perfectamente los tonos de sombras, mezclando el negro con tonos en café claro y beige. Los labios con un simple brillo rosado para endulzar el maquillaje en general, y el cabello en un recogido suave.
—           No hay de que, Cat. Me alegra que te haya gustado —dijo, guardando todo de nuevo en los estuches— será mejor que vuelva a mi habitación a terminar de alistarme. Te veré en la fiesta.
Termino de guardar todo y se despidió de mí con un beso en la mejilla. Me levante del sofá y camine al armario, sacando una de las escasas prendas que había colgado en él. La bata de baño cayó al suelo y rápidamente la remplace por un vestido negro azulado. Era de escote alto, sin mangas, y se ajustaba perfectamente en la cintura, a partir de la cual comenzaba a caer la falda dividida en patoles rectos. Tome la bata del suelo y la regrese al baño para evitar desorden. De vuelta en la habitación, saque los zapatos que usaría y los de Brittany de la maleta. Deje ambos en la cama para después tomar asiento en ella y comenzar a colocarme los míos. Eran de un simple color negro, con dos tiras que se entrecruzaban hasta llegar al tobillo y terminaban ajustándose con el broche.
Dos toques a la puerta llamaron mi atención. Seguramente era Brittany.
Tome el par de zapatos de la y fui directo a la puerta. Tal y como había supuesto, Brittany había venido por los zapatos que le salvarían la noche. Ya estaba peinada y maquillada, y solo traía una bata de baño encima.
—           ¡Son geniales! Le quedan mucho mejor a mi vestido que los que iba a traer.
—           Me alegro, Brit —sonreí— ¿Ya están todos listos?         
—           ¿Bromeas? —Bufo— Chelsea termino de maquillarse hace como 10 minutos, todavía falta el peinado. Y sabes que su cabello es incontrolable.
—           Si, lo sé por experiencia propia.
Ambas reímos al recordar mi intento fallido de alisarle el cabello hace un par de años atrás.
—           Iré a terminar de arreglarme, Cat. Te veo después —dio un beso a mi mejilla y cuando se dirigía a su habitación por el pasillo, giro y me dijo: — lo olvidaba. Niall me dijo que te dijera que no salieras de tu habitación hasta que el viniera por ti.
—           ¿Por qué?
—           No tengo idea —se encogió de hombros y se encamino a su cuarto.
Termine de vestirme en un cuestión de minutos. Solo restaba colocarme el juego de joyería dorada y listo. Guarde lo indispensable en la pequeña cartera de color dorado y me senté en la cama a la espera. Tenía que esperar a que el rubio llegase por mí, y rogaba al cielo porque no tardara mucho. Después de 10 minutos sin que el llegara, encendí la televisión y comencé a hacer zapping por los canales en busca de algo decente. No tenía ni idea de porque tenía que esperarlo; Brittany no me dio ninguna pista y Niall mucho menos. Solo me quedaba esperar.
Saque mi teléfono del bolso y entre a twitter. Lo primero que hice fue ver las tendencias, encontrándome con “#HappyBirthdayPrincessCaitlin” entre ellas. Una sonrisa se formó en mi rostro al ver eso, era impresionante el afecto que te tenían algunas personas aun sin conocerte.
Mis menciones estaban llenas de felicitaciones de cumpleaños, demasiadas como para ser respondidas todas, así que en lugar de eso twittie: “Thank you so much for all the birthday wishes! I just saw the trends, thanks guys, mean a lot!” y después de un par de minutos: “Aaaahhh 19! I’m feeling old! Hahah”.
Al escuchar como llamaban a mi puerta, me levante de un salto de la cama; tome el bolso y mi teléfono, apague el televisor y prácticamente corrí hacia ella. Al abrirla, el aire escapo de mis pulmones. Niall estaba frente a mí, vistiendo un traje negro con la camisa blanca desabrochada de los primeros dos botones y una sonrisa iluminaba su cara. Me recibió con un abrazo, envolviendo sus brazos a mí alrededor y acercándome a su cuerpo. Mi cabeza descansaba sobre su hombro, gracias a los zapatos de tacón que me ayudaban a llegar a su altura.
—           Al fin llegas, duende. Moría de aburrimiento.
—           Perdón por la tardanza —me sonrió—tenía que arreglar unas ultimas cosas antes de que bajaras.
—           ¿Qué cosas?
—           Espera y veras.
Fue todo lo que dijo. Tomo mi mano y me guio al ascensor, presionando el botón  marcado como “Lobby” para después admirar como las puertas de aluminio se cerraban. Froto su pulgar cobre mis nudillos, atrayendo mi atención primero a nuestras manos unidas, y después hacia su rostro. Le sonreí tímidamente, recibiendo otra a cambio; la cual causo que mi corazón se estrujara. Niall era perfecto en una forma que el desconocía. Sabía que él no se consideraba la gran cosa, pero para mí lo era. Era único, especial, e importante para mí. Una parte esencial de mi vida, prácticamente vital.
Las puertas se abrieron dando el típico tono. Deje que Niall me guiara por el vestíbulo para llegar al salón. Antes de doblar por el pasillo ya se lograba escuchar levemente la música que sonaba dentro. Las puertas de cristal dejaban ver lo que ocurría; las luces de colores iluminando el lugar, las mesas preparadas con copas y cubiertos escasamente ocupadas, ya que la mayoría de las personas se encontraban bailando en la pista con luces. Frente a esta, el escenario estaba ocupado por un sofisticado equipo de sonido y mezcla, con el DJ moviendo y pulsando botones.
Niall abrió la puerta dejándome pasar primero. Miraba todo con una sonrisa, admirando como las personas se divertían a mí alrededor.
—           ¡Esta increíble, Niall! —chille. Lo tome por sorpresa, enredando mis brazos a su alrededor y estrechándolo con fuerza—Gracias por todo —murmure.
—           No hay de que, Cat. Es lo menos que te mereces —sonreí tímidamente al separarme de él. Deslizo su mano desde mi hombro, bajando por el brazo, hasta llegar a la mía. Entrelazo nuestros dedos y dijo: — vamos, se de alguien que se muere por verte.
Tiro de mí para que lo siguiera. Atravesamos las mesas, dando pequeños saludos a quienes nos encontrábamos por el camino, hasta llegar a la barra. En uno de los bancos —de espaldas a nosotros— se encontraba un chico de cabello castaño claro, vistiendo un traje negro y calzando un par de supras del mismo color. No tenía duda sobre quien era.
—           ¡Bieber!  —exclamé.
Giro al escuchar su apellido. Sus ojos se enfocaron en mí y esbozo una enorme sonrisa.
—           ¡Windsor! —Se levantó de su puesto y se acercó a mí para abrazarme— Feliz cumpleaños, enana.
—           Gracias, Biebs —dije una vez que nos separamos— no esperaba verte por aquí, siendo sincera.
—           Todo es gracias a Niall —hizo un gesto hacia al rubio a mi lado— aunque por poco y no llego.
—           ¿Por qué? —pregunte.
—           Porque alguien—miro a Niall— me invito hace dos días y casi no consigo vuelo.
—           Hey, no es mi culpa que cambies de teléfono como de ropa interior —se defendió.
Solté una risita por su pequeña discusión.
Siguieron discutiendo por un par de minutos más mientras que yo solo reía. Así eran ellos cuando estaban juntos, una bomba andante. Justin con toda su anormalidad haciendo chistes sobre cualquier idiotez, y Niall riendo y jugando con todo. Un par de inmaduros que disfrutaban el momento, como yo.
El que el canadiense estuviera esta noche me alegraba. No veía a Justin desde Junio, ya que se había mantenido ocupado con las giras de promoción de su álbum y por otros compromisos. No es que nos viéramos muy seguido tampoco, éramos amigos de larga distancia, por así decirle. Pero de igual forma era especial verlo y disfrutar su compañía en mi cumpleaños.
Terminamos los tres sentados en la barra, conmigo en medio, mientras bebíamos un par de copas de champagne y conversábamos sobre el día al día. En algún momento Demi se unió a nosotros. Cuando la vi casi soltaba un chillido de emoción, pero en lugar de eso la abrace como si fuera un osito de felpa, estrujándola. A ella tampoco la había visto en meses, si no es que más de un año. De vez en cuando intercambiábamos mensajes, pero esas ocasiones habían disminuido en los últimos meses debido a nuestros compromisos. Aun así, me encantaba que estuviera aquí.
Niall también se mostró emocionado cuando Demi llego. Según me había enterado, durante el verano ambos habían pasado largas horas conversando por Skype, así que lo más seguro es que ambos se hayan vuelto grandes amigos. En un momento de charla, el teléfono de Niall comenzó a sonar. Se excusó para atender y nos dejó a los tres en la barra. La conversación continúo sin él, comentando acerca de anécdotas que nos habían ocurrido durante estos meses.
—           Al final tuve que subir al escenario y cantar la canción con Perrie —conté— fue divertido después de todo, y resulto ser que Salí mejor cantante de lo que esperaba.
—           ¿De verdad? —dijo Demi— tal vez podamos grabar algo juntas en alguna ocasión.
—           Me encantaría. Pero no creo que sea para tanto, solo se mantener un par de tonos, supongo.
—           Ese es el problema contigo, Cat —mascullo Justin— siempre te menosprecias.
—           Yo nunca… —me vi interrumpida a mitad de la frase.
Todo el mundo fijo su atención en el escenario. Ahí, de pie, se encontraba Niall con un micrófono en mano. Llevaba el saco abierto y tenía una mano dentro del bolsillo de su pantalón, manteniendo una pose relajada. Sonreí al verlo.
—           Gracias a todos por venir, se los agradezco —dijo— Debido a que hoy es el cumpleaños de Caitlin, tengo preparada una sorpresa para ella esta noche. Así que, acércate por favor, princesa. Hay algo que tienes que ver.
Mire a Justin y Demi con clara expresión de “¿Qué es lo que está tramando?” pero ninguno respondió nada. Baje del banco de un salto y me encamine hacia el escenario. Atravesando la pista, esquivando personas para pasar, hasta llegar al frente. Niall bajo del escenario y se colocó a mi lado, pasando un brazo por mis hombros como le gustaba. Y a mí también.
—           ¿Qué traes entre manos? —le pregunte, pero el solo sonrió.
Regrese mi vista al frente, encontrándome con una pantalla para proyección elevada sobre el escenario. La mire inquisitiva, hasta que de pronto las luces de colores se apagaron, dejándonos a todos en la completa oscuridad por un instante antes de que la pantalla se iluminara.
Ahogue un chillido al ver quien sonreía en la imagen proyectada.
Harry. Mi hermano, al cual no veía desde hace meses, esbozaba una gran sonrisa. Vestía el uniforme militar y  lograba ver un par de helicópteros de guerra detrás de él, al igual que varios soldados y oficiales vagando en el fondo. Estaba claro que se encontraba en la base militar en Afganistán.
—           Hola, enana. Si estás viendo esto es porque no conseguí un permiso para regresar a casa para tu cumpleaños. Lamento no estar ahí contigo ahora, pero sabes que tengo que permanecer aquí hasta —mis ojos comenzaron a humedecerse al escucharlo. No me había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba y deseaba que estuviera aquí— antes que nada, quiero desearte un feliz cumpleaños. Eres la mejor hermana que podría haber deseado, aun con tus impulsos de nena y tu insistencia en dejarte guardar un poco de ropa en mi armario. Sé que a estas alturas ya debe de estar invadido por ti —sonreí al escuchar eso. Harry me conocía, y muy bien— como sea. Sé que estas últimas semanas has pasado por muchas cosas, y que no he podido ayudarte como me gustaría. Pero sabes que siempre estaré ahí, aunque no esté contigo físicamente y no pueda aconsejarte como antes, siempre tendrás mi apoyo en todo. Cuando vuelva a casa en unos meses tendremos una larga charla, ya veremos cómo solucionar esto... Feliz cumpleaños, Caitlin. Te quiero.
La proyección acabo y las coloridas luces volvieron a funcionar. Las lágrimas acumuladas en mis ojos comenzaron a descender poco a poco humedeciendo mis mejillas. Los sollozos no tardaron en aparecer y Niall no dudo en atraerme a su pecho para abrazarme. Trazaba círculos en mi espalda para reconfortarme mientras lloraba contra él.
—           Lo hecho tanto de menos —solloce— desearía que estuviera aquí.
—           Lo sé, Cat. Lo sé —murmuro contra mi cabello— pero la sorpresa no acaba aquí.
Levante la cabeza y lo mire.
—           ¿A qué te refieres?
Sonrió tímidamente, para después señalarme algo en la distancia. Mire hacia donde me indicaba, enfocándome en un pelirrojo de ojos azules que me sonreía dulcemente. Su nombre escapo de mi garganta en forma de grito.
—           ¡Harry! —no tarde más de un segundo en correr hacia él. Colisione contra su cuerpo al encontrarme con él, abrazándolo con fuerza para que no pudiera escapar, con miedo a que se desvaneciera. Maldición, no me había dado cuenta de lo mucho que echaba de menos a este idiota— Eres un estúpido. Pensé que de verdad no estabas aquí —solloce.
—           Lo siento, enana. Era parte de la sorpresa —murmuro— te extrañe.
—           Yo también, torpe. Y mucho.

CAPITULO 24.
Feliz Cumpleaños — Parte 4.
 
La felicidad no cabía en mí. Seguía sin creer que Harry estuviera aquí, conmigo, esta noche. Me había mentalizado en que pasaría mi cumpleaños sin la compañía de mi hermano, pero aquí estaba. A salvo y conmigo. Era un poco martirizador tener siempre el pendiente por él. No sabía que si estaba bien, si lo había herido, o algo peor. La sola idea de imaginarlo me hacía estremecer. No podía mantener siempre el contacto con él, con esfuerzo una vez cada dos o tres semanas, y cada vez que llamaba sentía como toda la preocupación acumulada me abandonaba. Me sentía más tranquila al saber que se encontraba sano y salvo.
Brittany llego junto a nosotros. Abrazo a Harry casi tan efusivamente como yo y nos dijo que la acompañáramos a la mesa. La seguimos por detrás, aunque jamás retire mi brazo de la cintura de mi hermano, no quería que se fuera. Al llegar a la mesa, me encontré con Chelsea, Antoine, Seth, Zayn y Perrie. Estos dos últimos jamás habían conocido a Harry en persona, ya que él se había ido de misión unas semanas antes de que yo los conociera —al contrario de Niall, que si había logrado hacerlo—. Se mostraron un poco nerviosos al principio, justo como habían hecho conmigo. No me sorprendía, siempre era así cada vez que conocíamos personas nuevas. Era una de las consecuencias de ser miembro de la familia real, todos se impresionaban al verte.
Tome asiento al lado de Harry, notándolo feliz y relajado. Seguramente el hecho de estar un par de días en casa era un descanso para él, lejos de la presión que tenía que soportar en Afganistán. Lo bueno es que solo quedaba un mes para que regresará, y recuperaríamos el tiempo perdido. De hecho, estaba considerando seriamente el conseguirle una novia. En dos años cumpliría 30, ya iba siendo hora en que se buscara novia. No podría ser un “soltero empedernido” el resto de su vida ¿O sí?
—     No esperaba que vinieras, Enrique —dijo Chelsea al instante— ¿Cómo lo hiciste?
—     Fue idea de Niall —respondió— el planeo todo.
—     ¿De verdad? —pregunte un poco atónita.
Había supuesto que ambos se habían arreglado para fuera sorpresa, no que Niall había ideado todo. Una vez más, Niall me sorprendía. Ayer con las galletas, hoy al traerme a mi hermano. Sin duda era una de las mejores personas en todo el planeta, siempre atento y cariñoso conmigo. Me alegraba los días y me apoyaba en malos momentos. Si había alguien que estuviera conmigo desde que iniciaron todos mis problemas del compromiso, era él. Me mostro su apoyo siempre que lo necesitaba, y era una de las escasas personas que sabían los motivos por los que aún mantenía esta farsa. Si no es que único. No tenía duda, Niall era el mejor amigo que podría existir.
—     Así es, Cat. Logro contactarme en la base y convenció a la abuela para que me otorgaran el permiso.
—     ¿Niall hizo todo eso? —inquirió Perrie, igual de asombrada que yo.
—     Increíble ¿No? —Harry sonrió— es un gran detalle. Un amigo común jamás lograría eso.
Me quede pensando en sus palabras. Definitivamente, para mí, Niall no era un amigo más.
Cambiamos de tema rápidamente. Justin llego un rato después, uniéndose a nosotros en la mesa. La música seguía sonando y algunas personas se mantenían en la pista bailando. Luego de un rato de estar sentada, me levante de mi puesto y fui en busca de Niall. Tenía ganas de bailar, y quería hacerlo con él. Sabia a la perfección que no se animaría a la pista solo, la mayoría de los hombres eran así, por lo que tenía que encontrarlo. Recorrí las mesas —deteniéndome en la de los Horan para charlar un poco con ellos. Maura se encontraba allí, junto con Bobby, Greg, Denisse y Emma. Aunque sin rastro de Niall. Greg aprovecho mi visita para invitarme a su boda en marzo. Sabía que él y Denisse llevaban un par de años comprometidos, y me alegro el saber la fecha de la ceremonia. Le asegure mi asistencia, despidiéndome de la familia para ir en busca del miembro faltante.
En la barra no estaba, y no lo ubicaba entre las mesas. Por alguna razón, termine entrando en el baño de damas como si Niall fuera a estar ahí. En su lugar, me encontré con Lottie, la hermana de Louis, tomándose un par de fotos frente al espejo con sus amigas. Me invitaron para una, y yo acepte feliz. Me coloque junto al grupo de chicas y sonreí hacia el reflejo del iPhone en el espejo. Después me despedí de ellas y seguí recorriendo el lugar.  Al volver a pasar junto a la barra, me topé con Eduardo y sus amigos, a los cuales no había visto en toda la fiesta. Elena seguía con su actitud fría hacia mí, y yo no pude hacer otra cosa más que ignorarlo. Al final, termine tomándome una foto con Eduardo para que la subiera a Twitter. Con esto terminaban nuestros compromisos por esta noche, ya habíamos dado de que hablar.
Regrese a la mesa un poco fastidiada. No sabía en dónde diablos Niall se había metido y seguía con las ganas de bailar. Al llegar, me topé con la sorpresa de que él se encontraba ahí, sentado al lado de Demi mientras ambos conversaban tranquilamente. Me dieron ganas de golpearlo.
—     ¡Hasta que te encuentro! —exclame, colocándome a su lado—llevo un rato buscándote.
—     Lo siento, Cat. me entretuve —sonrió imperceptiblemente— ¿Paso algo?
—     Nada de qué preocuparse —le tranquilice. Mire a Demi y le dije: — si me disculpas, te lo robare un rato.
—     No te preocupes, Caitlin —rio, acomodando un mechón de su castaño cabello detrás de la oreja— iré a buscar a Justin, se quedó con mi teléfono y no el idiota no quiere devolvérmelo.
Se puso de pie, dio media vuelta, y desapareció entre los invitados.
—     Venga, Niall. Tengo ganas de bailar —lo tome de la mano y lo lleve conmigo hacia la pista.
No estaba completamente atiborrada, por lo que podíamos bailar sin preocupaciones. Apenas y lo gramos hacer un par de pasos, cuando el ritmo de la música cambio radicalmente. Unas cuantas personas abandonaron la pista, mientras que otras tomaron a su pareja y comenzaron a mecerse al ritmo de “Kiss Me” de Ed Sheeran. Di media vuelta para regresar a la mesa, hasta que Niall tiro de mi mano y me atrajo de nuevo hacia él.
—     Dijiste que querías bailar, así que vamos a bailar —coloco sus manos en mi cintura y comenzó a moverse al tranquilo ritmo de la música.
—     Eres un tonto —sonreí, rodeando su cuello con mis brazos.
La canción era lenta y relajante, una de las mejores de Ed Sheeran. Niall se movía lentamente, con suavidad, guiando mi cuerpo al compás con el suyo haciendo que ambos disfrutáramos del momento. Nuestros rostros se encontraban cerca, muy cerca. Nuestras respiraciones se mezclaban, y no podía dejar de mirar directo a sus ojos. Admirando como el color azul se iba aclarando conforme se acercaba a la pupila, hipnotizándome por completo. Era una de las cosas que más me gustaban de él, sus ojos; junto con su sonrisa, su cabello, y… sus labios. Fije la vista en ellos, admirándolos tentativamente, concentrándome en su sonrosado color, la simple belleza de esos finos labios que por momentos me llamaban. Quería besarlos… deseaba besarlos.
Empuje ese impulso al fondo de mi cerebro. Me estaba volviendo loca.
—     Harry me dijo que fue idea tuya que viniera —murmure— ¿Es cierto?
—     Pensé que sería una linda sorpresa —respondió.
Una sonrisa se formó en mi rostro al escucharlo. Descanse mi cabeza en su hombro y cerré los ojos, feliz.
—     Gracias por todo, Niall. Es el mejor cumpleaños de toda mi vida.
—     No hay de que, princesa. Y esto recién comienza.
Le siguieron un par más de canciones lentas, las cuales baile con él. Se movía lento junto conmigo, y disfrutábamos el rato en silencio. Hablando con la mirada, con palabras que jamás salían de nuestros labios.
En cuanto la cena comenzó a servirse ambos volvimos a la mesa. Me sorprendí al encontrar el puesto de Harry ocupado por Louis, cuando mire a mí alrededor en busca de mi hermano, lo encontré en la mesa de los Horan, hablando tranquilamente con Greg mientras colocaban el plato de la entrada frente a él.
—     ¿Desde cuándo nuestros hermanos se llevan tan bien? —le pregunte a Niall mientras tomaba asiento a su lado.
—     No tengo idea, yo también acabo de notarlo.
Brittany se nos unió unos minutos después antes de que nos sirvieran. Se colocó al lado de Seth, sonriéndole tiernamente, antes de acomodar un mechón de cabello detrás de su oreja. Vale, ¿Qué acaso soy la única que no se ha acomodado el cabello de esa forma en toda la noche? Jesús.
Cuando el plato de crema fue colocado frente a mí, no dude ni un segundo en sumergir la cuchara y llevármela a la boca. Tenía hambre, y recién me daba cuenta de que no había comido decentemente desde el almuerzo. Hace 8 horas.
La cena paso rápido, entre cambios de platillo, charlas, y bromas. Todos nos divertíamos como nunca, disfrutando de una noche libre de compromisos, deberes, problemas, o cualquier cosa que pudiera desanimarnos. Esta era nuestra noche, e íbamos a pasarla al máximo. Con Louis haciendo chistes y gestos, no hubo un solo momento en el que dejara de reír, y en una ocasión casi me atraganto con un pedazo de pato por su culpa. Chelsea jamás soltó la mano de Antoine, las mantenían unidas sobre la mesa, dejando a simple vista el hermoso anillo de mi amiga. Había que admitirlo, el francés tenía buen gusto para las joyas.
Una vez que el último plato fue retirado de la mesa, Harry —quien se había sentado con su familia— llego junto a nosotros. Nos dijo a Louis y a mí que era hora de partir el pastel, y lo primero que se me vino a la cabeza al escucharlo decir eso fue: “¿Pastel? ¿Hay pastel? ¿En dónde?”. Ambos nos pusimos de pie para seguirle, y arrastre a Niall junto conmigo. Nos guio hasta una larga mesa llena de postres —la cual no había notado—, y justo en el centro de esta, descansaba dos pasteles. El primero, el de Louis, era de tres pisos, con cobertura café y la palabra “LOUIS” en rojo al frente en el segundo piso, mientras que el número “21” estaba colocado en el primero. Un muñeco de él se encontraba en la cima, la mitad de el vestía su antiguo-característico traje de pantalón rojo y camiseta a rayas, mientras que la otra mitad era el disfraz de un Power Ranger.
Mi pastel, en cambio, era un poco más diferente. Igual de tres pisos, la cobertura era de un color blanco-rosado. Estaba decorado con una variedad de figuritas en forma de zapatos, carteras, vestidos, o barras de chocolate colocadas estratégicamente. En la cima se encontraba una muñeca de mí, cruzada de piernas y vistiendo un vestido de color morado. Para finalizar, al frente del pastel se podía leer “HAPPY 19 CAITLIN”.
—     ¡Es hermoso! —chille. Me incline sobre el para poder preciarlo bien, notando los ojos verdes en la mini-yo y el cabello castaño cayendo por sus hombros. Aun en mi posición, mire a Niall y Harry y les dije: — me encanta.
Ambos sonrieron con autosuficiencia. Louis estaba igual de emocionado que yo respecto a su pastel. Decía que quería llevarse su muñeco a casa y colocarlo sobre una repisa, y yo no me quedaba atrás. Fue casi doloroso tener que traspasar el cuchillo a través de semejante obra de arte.
Exigí una foto con el antes de que sacaran la primera rebanada. Los cuatro nos colocamos detrás de la mesa, con Louis y yo en el centro, Niall a mi lado y Harry en el otro extremo. Todos sonreímos a Eleanor, quien sostenía mi iPhone en lo alto para capturar el momento. En cuanto la foto estuvo tomada, la subí a twitter escribiendo “Thank you so much @NiallOfficial and @Harry_Styles for the best birthday party ever! Louis and I really appreciate it! love you guys. Xxxx”. Una vez que termino de cargarse, agregue en otro tweet: “and... a massive shoutout to @TheCakeStoreUK for make the best cake ever! Looooovee iiitt! Xx”
Justo como pasa con todas las fiestas, después de la cena todo comenzó a animarse más. Era mayor el número de personas en la pista que en las mesas. Los meseros se movían más a prisa por todo el lugar, llenando copas, entregando bebidas. Había más de una persona que ya se encontraba completamente ebria, otras que apenas y comenzaban a alegrarse, mientras que yo seguía prácticamente sobria. Solo había tomado dos copas en toda la noche, y tenía toda la intención de tomármelo a la ligera con respecto al alcohol.
Al contrario de mí, Louis rellenaba su copa a cada rato. Vagaba por todo el lugar, saludando a viejos amigos de Doncaster, entreteniéndose con quien se topara. Eleanor se mantenía detrás de el a ratos para que no hiciera estupideces, pero poco después ella estaba en el mismo estado que su novio. De hecho, creo que los únicos sobrios del grupo éramos Perrie, Niall y yo. Chelsea y Antoine ya se habían perdido en quién sabe dónde —y dios nos libre de saber que estaban haciendo—. Brittany se mantenía haciendo el ridículo con Seth en la pista, Harry y Gemma contaban chistes malos en la mesa, Zayn comenzaba a mirarse en una cuchara diciéndose lo sexy que era mientras Liam lo miraba mal, y mi hermano se había mudado con los Horan. Aun permanecía en su mesa, charlando con Greg mientras ambos bebían.
Niall permanecía conmigo la mayor parte del tiempo, aunque en ocasiones se escapaba para hablar con Demi. Debía admitir que me molestaba un poco, pero no lo culpaba. Demi era gran amiga de él también, y suponía que querría pasar un poco de tiempo con ella ya que se encontraba aquí. De igual forma, cada vez que estábamos juntos éramos imparables. Jamás había bailado tanto en mi vida, los tacones comenzaban a molestarme pero me trague el dolor. No quería arruinar el momento.
Regresamos a la mesa con la respiración agitada. Movía los pies con un poco de pesadez debido al cansancio y una vez que estuve en mi lugar me desplome sobre la silla. Tome la copa de cristal y me la lleve a la boca para beber el último trago de champagne, sintiendo el extraño sabor bajando por mi garganta hasta llegar al estómago. Louis llego completamente animado con una botella nueva y cuatro vasos de shots. Lleno los cuatro hasta el tope, coloco uno enfrente de mí e hizo lo mismo con Perrie y Niall.
—     Siguen muy sobrios, chicos —reí un poco al escuchar como arrastraba las palabras— venga, anímense un poco.
Bebió todo el líquido de un trago, tragando de golpe y frunciendo los labios. En un impulso, imite su acción, echando la cabeza hacia atrás para ingerir una mayor cantidad. Al sentir como quemaba en mi garganta, me largue a toser como si padeciera de asma.
—     ¿Estás bien, Cat? —pregunto Niall, dándome pequeños golpes en la espalda para que me recuperara.
—     Si, si —apenas logre decir con la voz ronca— ¿Qué mierda es esto, Louis? Mi garganta arde —me lleve la mano al área mencionada, frotándola como si eso pudiera aliviar el ardor.
—     ¡Tequila, mis queridos hermanos! —exclamo levantando el shot— tómenlo con calma, solo un experimentado como yo puede tomar tanto de golpe —dejo la botella sobre la mesa, nos guiño un ojo, y se alejó de nosotros dando traspiés.
Los tres nos quedamos viendo la botella como si fuera de otro planeta.
—     No pienso tomar esto —dijo Perrie, alejando la copa de ella.
—     Pues yo si —Niall levanto el pequeño vasito y se lo llevo a la boca para beber todo de un trago. Frunció la nariz en un gesto y agito la cabeza. Reí al verlo.
—     ¿Qué tal? —pregunte.
—     Nah, no esta tan mal —estiro el brazo, tomo la botella, y relleno su bebida.
—     En ese caso… —alargue la mano y le tendí mi vaso para que lo llenara— Venga, Pezz. No seas aguafiestas.
Una hora después nos reíamos de los pésimos chistes de Harry y Gemma y hasta de la mosca que pasaba. El alcohol ya había hecho efecto. No había tomado mucho, pero el tequila siempre traía consecuencias. No estaba mareada, ni completamente estupidizada, solo extremadamente feliz ¿Cómo no estarlo? Era mi cumpleaños, mis amigos habían organizado la mejor fiesta de todas y la noche no podía ser más perfecta. Al notar la ausencia de Niall le pregunte a Perrie sobre su ubicación. Respondió que lo había visto dirigirse al cuarto de servicio pero no sabía porque. Le agradecí por la respuesta y me encamine a mi objetivo. Salí del salón, ya que el cuarto se encontraba entrando al pasillo a la derecha. La música bajo de volumen considerablemente en cuanto me aleje de la fiesta, causando que mis oídos zumbaran un poco. Me detuve frente a la puerta, frotándome los oídos esperando que el zumbido bajara. Gracias al cielo funciono, por lo que me dispuse a abrirla... hasta que un sonido llamo mi atención.
Jadeos, pequeños choques de cosas, pero sobre todo... gemidos. Escuche una leve risa, una risa que yo conocía muy bien.
Con la mano temblorosa gire el pomo y abrí la puerta. La luz estaba encendida, pero las dos personas en frente de mi aun no notaban mi presencia. Lo primero que llamo mi atención fue una cabellera rubia, seguida de una castaña. Mi respiración se entre corto, lo que los alerto de mi presencia. Ambos se giraron hacia mí, encontrándome con un par de ojos azules y otro chocolate.
—     Caitlin...
—     Oh, por dios. ¡Lo siento!
Escape de ahí, cerrando la puerta rápidamente detrás de mí y alejándome con las mejillas sonrosadas. Moría de vergüenza, y a la vez estaba un poco shockeada. Apenas y asimilaba la escena que había presenciado, y me sorprendió la reacción que tuve. Cualquier persona que nos conociera hubiera reaccionado diferente.
 Por alguna razón no regrese a la fiesta, en lugar de eso tome la dirección contraria y comencé a caminar hacia el lobby. Apenas había avanzado unos metros cuando escuche como la puerta del armario se abría. Acelere el paso, pero eso no evito que Eduardo me alcanzara y me sujetara por el brazo para detenerme.
—      Caitlin, espera. Déjame explicarme.
—     No tienes nada que explicar —mire sus ojos, destilando arrepentimiento— al fin de cuentas no somos nada en realidad, solo amigos.
—     ¡Pero está mal! Y-yo debí terminar con Elena en cuanto deje España, se supone que soy tu novio, pero sigo viéndome con ella y… —de la nada, la respuesta me azoto.
—     ¡Eduardo, cálmate! —le dije. Comenzaba a exasperarse, y necesitaba que estuviera tranquilo—es por eso que me odia ¿Verdad? Porque si yo no estuviera, ustedes podrían seguir juntos como antes, continuar con sus vidas. Así como yo te odiaba cuando recién nos conocimos, ella lo hace conmigo.
Se quedó un minuto meditándolo, mordiéndose el labio mientras pensaba. Yo sabía que estaba en lo cierto ¿Qué otra razón tendría? Seguramente ambos se amaban, y tenían que separase por culpa de toda esta mentira. No podía odiarla, al contrario; me ponía en su lugar. No debe ser fácil tener que renunciar al amor de tu vida por asuntos que no puedes manejar. Sonaba igual que una trágica novela de romance, porque de hecho lo era.
Luego de un rato de silencio, murmuro:
—     Si… —suspiro sonoramente, agachando los hombros con aspecto cansado— ¿No estas molesta? Prácticamente… te engañe.
Lo mire atónita.
—     ¿Hablas enserio? —solté una risita y rodé los ojos— no podría molestarme por eso. Ustedes pasan por algo mucho peor que yo con todo este asunto del compromiso, Eduardo. No te culpo por seguir viéndola, tampoco estoy molesta. Lo entiendo, y pueden seguir viéndose como hasta ahora siempre y cuando lo mantengan en secreto, solo que… cuando nos casemos —tuve que tragar en seco al mencionar aquellas palabras— tendrán que terminar con eso. No quiero que la historia de mis padres se repita conmigo.
—     Comprendo —esbozo una pequeña sonrisa y me abrazo— gracias por entender, Cat.
—     no hay de que —mire por encima de su hombro, vislumbrando a Elena observando toda la escena desde la puerta del armario— regresa con ella, bobo. Anda.
Le di un pequeño empujón para que se marchara, obteniendo una pequeña carcajada como respuesta. Cuando ya se encontraba a medio camino de llegar con Elena, grite:
—     ¡Y sean más cuidadosos cuando escojan sus lugares para garchar la próxima vez!

Espero que los disfruten, y diganme que piensan sobre ellos :)
(Se que mas de una quiere matarme en este momento)

OH POR DIOOOOOS

Te juro que te quiero matar, me hiciste pensar que Niall había estado con otra!!
Pero por otra parte te amo porque hiciste que eso no pasara y que Niall estuviera súper tierno y cariñoso con Cat ¡hasta la sentó en sus piernas! ajshsja

No sabes como ame el maratón
En serio!!

¿Te digo un secreto? Ya me imaginaba que una de las sorpresas que le tenía Niall a Cat era algo relacionado con Harry ;-)
Lo cual se me hizo extremadamente lindo el gesto que tuvo Niall. Ósea, hasta hablo con la abuela de Cat!!

¡Ya sabía que Elena y Eduardo tenían algo! se notaba en el odio de Elena (?) jaja

Omgggggg las cosas entre Niall y Cat avanzan, ella lo quería besar 8-)
LO HUBIERAS BESADO CAT, TODAS QUEREMOS VER ESO (?)
Ah 8-)

Tengo algunas preguntas para ti ;-)

1.- Cuando decías que pronto iba a pasar algo con Niall y Cat ¿te refieres a todo lo que ha estado pasando últimamente en tu novela?

2.- Si tu respuesta es no a la anterior pregunta ¿falta mucho para que pase 'eso'?

3.- ¿Aún harás el trailer de la novela? :o

4.- ¿habrá un capítulo donde veamos la perspectiva de todo de parte de Niall?

5.- ¿sabías que amo tu novela? 8-)


Bueno, eso es todo jaja
Síguela lo más pronto posible por favor :))

Me has dejado en pleno shock!!
Como te atreves a darme un susto pensando que era Niall cuando fue Ed ?! 
Aunque debo de admitir que me encanto que fuera Ed y no Niall hahah
Niall es tan tierno, le llevo a su hermano (que nunca espere que esa fuera una de sus sorpresas, y cuando leí que no sólo era el video sino que el estaba ahí fue tan lindo)  y la trata con tanta ternura awww
Hajaha :D 
Aunque...... Me puse algo celosa con eso de que Demi se robaba a rayos a mi irlandés. Amo a Demi y todo pero el es mío! Digo de la princesa cat Hahahahaha
Te ruego que la sigas muy pronto, adiós (:

Tu en verdad me quieres matar diciéndome que va a pasar algo más con cat y niall omg akshaja


Aw y sabía lo de Harry porque Niall es todo un lindo y el mejor regalo que le podía dar a cat es que le trajera a su hermano entonces... Fue por eso (?) jaja

Y no, no he leído 50 sobras de grey pero entendí tu punto :))
Pero viendo que dijiste que tu novela iba a ser para un largo rato eso significa que falta mucho para ver lo que piensa Niall .-. diablos! (?)

Y si ¡QUEREMOS BESO ENTRE NIALL Y CAT!
Pero apuesto que no habrá uno hasta en un largo tiempo, no se lo presiento (?)

Estoy ansiosa porque subas el siguiente capítulo que espero que sea el fin de semana, sería un excelente regalo de cumpleaños eh 8-)
Jajaja

Amo tu novela!!

Por cierto, tengo una amiga que se llama Claudia que la puse a leer tu novela y le ha encantado!
Ella aún no se crea su cuenta para comentar aquí pero pronto yo me encargare de eso para que ella también pueda comentarte <3

Cuídate xx

Síguela :))

LA AME LA AME LA AME!!!!!

Estoy ansiosa por que subas capítulo :))

FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
Daniela_Nialler espero que lo pases de lo mejor este día! En verdad te lo mereces. Es increíble el apoyo que das a la novela, como siempre la recomiendas, comentas que tal te parecieron los capítulos. Eso es muy importante para mi, saber su opinión, ya que me ayuda a mejorar como escritora el saber que es de su agrado y que no.
Siempre estas al pendiente de las actualizaciones, y eres paciente cuando me llega un bloqueo o no puedo continuar por diferentes asuntos. Eres la mejor lectora que tengo. ¡Feliz cumpleaños! :D