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Amor Real (Niall Horan y Tu)
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: Músicos :: One Direction
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Página 13 de 28. • 1 ... 8 ... 12, 13, 14 ... 20 ... 28
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
La foto que puso maia ( el comentario de arriba) es muy buena idea, yo voto por esa :-)
Daniela_nialler
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Ya es jueves, y eso solo significa que tendremos que esperar hasta el fin de semana :(
Daniela_nialler
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
holaa, volvi jeje. Siento no haberte comentado antes pero estuve liada con los examenes finales y ya termine :) dioos me encanta tu novela de verdad es increible, siguela cuando puedas <3
fatimac
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
¿Que opinan de ella para Caitlin? Es la de "Sueños sobre hielo" o "Princess Ice" :)
Hale
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Oh ella es perfecta! Es casi como me la habia imaginado.
Sube Cap!!!
Sube Cap!!!
Invitado
Invitado
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Todas estamos desesperadas por que subas capítulo u.u
Daniela_nialler
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
¿Se acuerdan del cap 19? ¿Qué les dije que ese lo dividiría en dos partes para no dejarlas sin nada? Bueno, hare lo mismo con este :3
Se los subiré en un ratito, en lo que lo edito :)
xx
Se los subiré en un ratito, en lo que lo edito :)
xx
Hale
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
CAPITULO 21.
Feliz Cumpleaños — Parte 1.
Mis palabras fueron apagadas, casi inaudibles. Estaba segura de que Niall no me había escuchado, pero al sentir como me acercaba más a él me hizo reconsiderarlo de nuevo.
— Solo espera hasta mañana, Caitlin. Las sorpresas continúan —dijo Anne.
Me separe de Niall, desenredando mis brazos de él y colocándome a su lado. Paso un brazo sobre mis hombros a la vez que yo limpiaba los restos de lágrimas de mis mejillas.
— No creo que pueda haber algo mejor que esto —dije. Observe la bandeja con galletas sobre la mesa y sonreí— ¿Me las comeré yo sola o van a ayudarme?
Los cuatro soltaron una risita.
— Sabemos que eres capaz.
Le saque la lengua a Gemma antes de acompañar a Anne a la cocina. Nos cargamos con vasos de cristal y dos botellas de leche y nos dirigimos a la sala. La bandeja se encontraba en la mesita centro y Gemma, Harry y Niall esparcidos por los sillones. Deje los tres vasos sobre la mesa y saque mi teléfono para tomarle una foto a las galletas. La subí a twitter escribiendo “Thank You so much @AnneCoxyFoxy @GemmaAnneStyles @HarryStyles for this wonderful surprise, especially you @NiallOfficial ! this made my day! Xx”. Para cuando termino de subirse, Anne ya había terminado de servir la leche y el resto había tomado una galleta.
La tarde paso volando y cuando menos imagine ya eran las 9:00 pm. Robín había llegado hacía rato y se había unido a nosotros en la sala. A cada que podía le insistía a Harry y a Niall para que me dieran detalles de la fiesta de mañana, pero siempre me negaban la respuesta. Después de que me decían que no, me limitaba a sacarles la lengua como niña pequeña y a acurrucarme al lado de Niall.
Cuando el reloj marco las 10:00 pm, me despedí de todos y Salí de la casa para encontrarme con Tom y Will vigilando. Puse los ojos en blanco por inercia. La abuela siempre me exigía que llevara seguridad cada vez que saliera de la ciudad, porque en Londres siempre había guardaespaldas alrededor aunque yo no los notara. Siempre estaba rodeada por ellos, mezclados entre las personas a mi alrededor y vigilando. Había llegado al punto en que ni los notaba, se habían convertido cosa de todos los días. Pero ¿Traer seguridad al pequeño Holmes Chapel? Aquí jamás pasaba nada, me parecía absurdo traerlos. Sin embargo, mi abuela era mi abuela; y a la reina de Inglaterra jamás se le decía que no.
Ya en el hotel, me vestí con mi pijama y me acurruque en la cama. Faltaban horas para que fuera oficialmente mi cumpleaños y la emoción me complico un poco poder conciliar el sueño; hasta que finalmente, un par de ojos azules se filtraron en mis pensamientos y caí rendida entre los brazos de Morfeo.
.
.
.
Un ruido. Un pequeño ruido, como un golpe; seguido de un susurro. Sentía la luz filtrarse débilmente entre las cortinas de la habitación. Todo volvió a silenciarse y poco a poco me fui quedando inconsciente, hasta que…
— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Mi cuerpo convulsiono por la sorpresa y solté un grito antes de sentir el suelo sobre mi cara. Las risas no tardaron en escucharse. Bufe molesta y clave las manos en el piso para levantarme. Un par de manos se posaron en mis hombros y me ayudaron a levantarme. Las reconocería donde fuera, eran las de Niall.
— Les dije que iban a asustarte —me dijo. Una vez que estuve sobre mis pies, me giro para abrazarme— feliz cumpleaños, princesa.
— Gracias, duende.
Inhale su aroma, un perfecto olor a chocolate y menta; limpio y dulce a la vez. Me encantaba abrazarlo, disfrutar del calor que desprendía su cuerpo y sentir sus brazos a mí alrededor. Para mí, no podía existir mejor lugar en el mundo que entre los brazos de Niall.
— Ya, ya. Basta de abrazos, Horan. Es mi turno —Louis aparto a Niall de un movimiento y tomo su lugar apretándome con fuerza— ¡Feliz cumpleaños, Cat!
— Gracias, Lou —reí.
Al asomarme por encima de su hombro logre ver a Harry, Zayn, Liam, Chelsea y Brittany junto con Perrie, Eleanor y Danielle. Cada uno me felicito por mi cumpleaños, las chicas más efusivas que los chicos. Chelsea se mostraba radiante, mucho más feliz de lo normal. Suponía que todo se debía a que ahora podía lucir el hermoso anillo de Tiffany’s en su mano izquierda sin temor a que alguien descubriera la sorpresa, dado que ya no había sorpresa que descubrir. No había hablado con ella sobre la boda desde la fiesta, así que no tenía ni idea con respecto a la boda. Solo sabían que estaba más feliz que nunca, y aunque Antoine no me agradara, tenía que aceptar que la hacía feliz. Sin embargo, aun pensaba que se estaban adelantando con todo el matrimonio. Pero haya ellos.
Después de un rato comentarios sin sentido y risas, Chelsea se levantó de su sitio y saco a todos de mi habitación. Antes de que ella también saliera me dijo:
“Te esperamos en media hora en el restaurante para desayunar, Caitlin. No tardes.”
Después sonrió como el garo Cheshire y me dejo sola.
Llena de alegría por tener a todos mis amigos juntos, o bueno, casi todos; me levante de la cama y corrí hasta el baño. Chelsea me había dado media hora, y si en media hora no me reunía con ellos era capaz de subir por mí y llevarme a rastras, así estuviera en ropa interior o no.
No tarde mucho en el baño, fue una ducha básica sin complicaciones. Era lo bueno del invierno, nada de preocupaciones por depilarse y esas cosas. Aunque prefería mil veces el frio antes que el calor, me agradaba el verano por la ropa. En invierno solamente usas pantalones, abrigos, y cosas que te protejan del frio. Durante el verano puedes explotar tu closet con todo tipo de vestuarios. De hecho, moría de ganas de usar un short e ir a la playa.
Una vez que termine con la ducha más corta de mi vida, Salí del baño y fui directo hacia mi maleta. Saque uno de los conjuntos que ya traía preparados: jeans oscuros, una blusa holgada negra, junto con una chaqueta de color morado grisáceo y zapatos negros de Topshop. Deje todo sobre la cama y no vestí sino hasta después de secar bien mi cabello y mi cuerpo no tenía rastro de humedad. La calefacción estaba encendida, por lo cual el frio no lograba penetrar en el cuarto.
Trate de definir un poco mis ondas para que no se viera un desastre. Al ver que aún me quedaban 20 minutos, jugué un poco con las sombras de ojos y logre hacer un maquillaje sencillo en los tonos de mi chaqueta. Aplique un brillo claro para que no se viera tan cargado y —una vez vestida y con bolso en mano, abandone la habitación.
En cuestión de minutos ya estaba en el restaurante. El lugar estaba decorado en tonos tierra al igual que el resto del hotel. Las mesas eran de caoba oscura y las sillas —al igual que los sillones— de cuero marrón. El centro del restaurante estaba lleno de mesas, a excepción de una barra de bebidas en forma de aro en el medio. El borde de las paredes era ocupado por sillones en forma de semicírculo con una mesa enfrente. Había unas cuantas personas desayunando en la extensión del lugar, pero sin duda lo que más resaltaba eran las 5 mesas que habían juntado en el extremo derecho. El 75% del ruido que se escuchaba en el restaurante provenía de ese lugar.
— ¡Al fin llega! —ese, sin duda; había sido Louis.
Me acerque con una sonrisa hacia ellos y tome asiento entre Niall y Chelsea. Antoine estaba sentado a su lado, y en cuanto tome asiento me felicito cortésmente diciendo: “Feliz cumpleaños, Caitlin.” Niall paso un brazo por mis hombros, comenzaba a hacerse le costumbre pero en realidad no me molestaba. Al contrario, me encantaba. Últimamente solía comportarse diferente, o tal vez era yo. No sabía, pero actuábamos distinto, por lo menos así lo sentía.
Una vez que llegue un mesero se acercó a pedir nuestra orden. Pedimos varios platillos en grupo para al final comer un poco de todo; una vez que anoto todo, me deseo feliz cumpleaños y desapareció por la cocina.
Las horas pasaron rápido. Todos hablábamos, bromeábamos y reíamos sin parar. Mi cumpleaños estaba resultando perfecto, uno de los mejores que había tenido jamás, y el día apenas comenzaba. De nuevo, volví a insistirle a Niall que me dijera cual era mi sorpresa, pero como siempre, esquivo la respuesta y me dijo que no lo sabría hasta la noche. Si no lo quisiera tanto, lo hubiera golpeado.
Cuando los 8 platos que antes contenían huevos, hot cakes, waffles, tocino, tostadas, salchichas, frijoles dulces y pan de papas estuvieron vacíos, tres meseros vaciaron la mesa para poder traernos el postre. En cuanto se fueron, Chelsea se levantó de un salto chillando:
— ¡Es hora de los regalos!
— Nada de eso, Windsor. Hasta la fiesta —reprendió Harry.
— Pero, Harry…
— Nada, Chels. Hasta la noche.
Mi amiga hizo un puchero y regreso a su asiento. El resto nos largamos a reír al ver la pequeña discusión entre ella y Harry. Los dos eran grandes amigos, ahí la razón de porque Harry era el único al que le agradaba Antoine.
— ¿Dónde están Anne y Gemma, Harry? —pregunte.
— En casa. Llegaron más invitados y decidieron quedarse para que “los niños” —hizo comillas en el aire— fueran a desayunar.
— ¿Quién más llego?
— Por el momento —comenzó Zayn— los padres de Louis, sus hermanas, los de Liam y sus hermanas, los míos y Doniya, y los de Niall y Greg.
— ¿Tu familia está aquí? —le pregunte al rubio a mi lado con una sonrisa. Siempre era agradable hablar con sus padres, dos de las personas más dulces y amables del planeta.
— Al igual que la novia de Greg y mi prima Emma también se coló en el avión.
— Emma está loca —reí.
La conocí en septiembre, cuando viaje a Irlanda para apoyar a Niall con el partido de golf y la cena para recaudar fondos para los niños con autismo. Pasamos la noche hablando y riendo sobre todo. Tenía ese encanto —al igual que Niall, que hacía que la amaras desde el instante. Desde entonces no la había vuelto a ver, pero hubo un par de ocasiones en las que llamo mientras yo visitaba a Niall y pude hablar con ella.
— Aún faltan muchos invitados —dijo Harry— después de mediodía el hotel comenzara llenarse.
— ¿A cuanta gente invitaron? —pregunto Louis. Después de todo, él era el otro festejado esta noche.
— No es mucha —aclaro Niall— pero tampoco será una fiesta muy íntima. Tal vez unos 80 invitados a lo mucho, contando a los colados.
— Exacto —añadió Eleanor— los colados nunca faltan.
Me eche a reír por su comentario.
Cerca del medio día la mayoría decidió irse a casa de Harry para visitar a Anne. Yo quería ir, pero tenía que esperar a Eduardo para que se instalase, así que les dije que se adelantaran y que tal vez fuera al rato. Harry y Niall no fueron, ya que arreglarían los últimos detalles para esta noche. Como la fiesta era en el hotel la mayoría de los invitados de fuera se hospedarían aquí, pero en lo que estuve esperando a Eduardo no vi a nadie llegar. Lo más seguro es que llegaran para el almuerzo.
Me senté en un pequeño sofá en el lobby a esperar. Marilyn —la recepcionista— me ofreció algo de beber, pero lo rechace al instante. De la nada, la imagen de mi teléfono me vino a la mente, así que lo saque del bolso y lo encendí. No me había acordado del desde anoche. Una vez que la pantalla se ilumino, comenzó a sonar mi timbre de mensajes. 13 en total. Kate, William, Seth, y el resto de algunos tíos y amigos no tan cercanos. Nada de mi hermano. Tampoco de papa. No es que lo esperara de este último, pero soñar no cuesta nada.
Al ver que Eduardo no llegaba, entre a Twitter y revise mis menciones.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] happy birthday Cat! Hope u have wonderfull day ” —de Justin.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] HAPPY BIRTHDAY CAITLIN!!!!! Have a lovely day honey!!! —de Demi.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] happy birthday to you, happy birthday to you, happy birthday little Caitlin, happy birthday to you! .xx” —de Harry.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] happpyyy birthdaaaayyy!! See ya toniiight! —de Liam.
Y por ultimo:
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] Happy Birthday Princess ! hope you have an amazing day, you deserve it ! —de Niall.
Sonreí con ese último.
El ruido de neumáticos contra la grava llamo mi atención. Mire a través de la puerta y vi a una Range Rover detenerse. Por un minuto pensé que era la de Harry, pero al ver que el sujeto que se bajaba de ella no tenía rizos descarte la idea. Otros dos chicos y una chica se bajaron también. Me levante para recibir a Eduardo.
— ¡Caitlin! —dijo al verme. Dejo la maleta en el suelo y me saludo con un abrazo— Feliz cumpleaños.
— Gracias, Ed.
Me separe de el al notar que sus amigos terminaban de bajar las cosas del auto y se acercaban a nosotros.
— Chicos, quiero presentarles a Caitlin. Caitlin, ellos son Logan, Jordán y Elena.
Los tres sonrieron. Logan y Jordán más cálidamente que la chica, la cual me analizaba de pies a cabeza con ojos fríos, y el hecho de que fueran de un gris azuláceo no ayudaba a reconfortarme. Su piel era pálida cual nieve, y su cabello de un rubio platinado. Parecía una muñeca de porcelana, con los rasgos redondeados que le daban el aspecto de una niña.
— Un placer, Prin… Caitlin —Logan sonrió para enmendar su error. Un hoyuelo se formó en su mejilla derecha, haciéndolo parecer más infantil.
— Igual, Logan —sonreí— ya reserve sus habitaciones, así que solo tienen que recoger sus llaves en recepción. Puedo acompañarlos si quieren.
— Claro —corearon los chicos, sin embargo Elena se quedó callada, aun examinándome.
Sus ojos se encontraron con los míos y un escalofrió me recorrió el cuerpo. Comenzaba a sospechar que me odiaba, pero desconocía la razón.
Feliz Cumpleaños — Parte 1.
Mis palabras fueron apagadas, casi inaudibles. Estaba segura de que Niall no me había escuchado, pero al sentir como me acercaba más a él me hizo reconsiderarlo de nuevo.
— Solo espera hasta mañana, Caitlin. Las sorpresas continúan —dijo Anne.
Me separe de Niall, desenredando mis brazos de él y colocándome a su lado. Paso un brazo sobre mis hombros a la vez que yo limpiaba los restos de lágrimas de mis mejillas.
— No creo que pueda haber algo mejor que esto —dije. Observe la bandeja con galletas sobre la mesa y sonreí— ¿Me las comeré yo sola o van a ayudarme?
Los cuatro soltaron una risita.
— Sabemos que eres capaz.
Le saque la lengua a Gemma antes de acompañar a Anne a la cocina. Nos cargamos con vasos de cristal y dos botellas de leche y nos dirigimos a la sala. La bandeja se encontraba en la mesita centro y Gemma, Harry y Niall esparcidos por los sillones. Deje los tres vasos sobre la mesa y saque mi teléfono para tomarle una foto a las galletas. La subí a twitter escribiendo “Thank You so much @AnneCoxyFoxy @GemmaAnneStyles @HarryStyles for this wonderful surprise, especially you @NiallOfficial ! this made my day! Xx”. Para cuando termino de subirse, Anne ya había terminado de servir la leche y el resto había tomado una galleta.
La tarde paso volando y cuando menos imagine ya eran las 9:00 pm. Robín había llegado hacía rato y se había unido a nosotros en la sala. A cada que podía le insistía a Harry y a Niall para que me dieran detalles de la fiesta de mañana, pero siempre me negaban la respuesta. Después de que me decían que no, me limitaba a sacarles la lengua como niña pequeña y a acurrucarme al lado de Niall.
Cuando el reloj marco las 10:00 pm, me despedí de todos y Salí de la casa para encontrarme con Tom y Will vigilando. Puse los ojos en blanco por inercia. La abuela siempre me exigía que llevara seguridad cada vez que saliera de la ciudad, porque en Londres siempre había guardaespaldas alrededor aunque yo no los notara. Siempre estaba rodeada por ellos, mezclados entre las personas a mi alrededor y vigilando. Había llegado al punto en que ni los notaba, se habían convertido cosa de todos los días. Pero ¿Traer seguridad al pequeño Holmes Chapel? Aquí jamás pasaba nada, me parecía absurdo traerlos. Sin embargo, mi abuela era mi abuela; y a la reina de Inglaterra jamás se le decía que no.
Ya en el hotel, me vestí con mi pijama y me acurruque en la cama. Faltaban horas para que fuera oficialmente mi cumpleaños y la emoción me complico un poco poder conciliar el sueño; hasta que finalmente, un par de ojos azules se filtraron en mis pensamientos y caí rendida entre los brazos de Morfeo.
.
.
.
Un ruido. Un pequeño ruido, como un golpe; seguido de un susurro. Sentía la luz filtrarse débilmente entre las cortinas de la habitación. Todo volvió a silenciarse y poco a poco me fui quedando inconsciente, hasta que…
— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Mi cuerpo convulsiono por la sorpresa y solté un grito antes de sentir el suelo sobre mi cara. Las risas no tardaron en escucharse. Bufe molesta y clave las manos en el piso para levantarme. Un par de manos se posaron en mis hombros y me ayudaron a levantarme. Las reconocería donde fuera, eran las de Niall.
— Les dije que iban a asustarte —me dijo. Una vez que estuve sobre mis pies, me giro para abrazarme— feliz cumpleaños, princesa.
— Gracias, duende.
Inhale su aroma, un perfecto olor a chocolate y menta; limpio y dulce a la vez. Me encantaba abrazarlo, disfrutar del calor que desprendía su cuerpo y sentir sus brazos a mí alrededor. Para mí, no podía existir mejor lugar en el mundo que entre los brazos de Niall.
— Ya, ya. Basta de abrazos, Horan. Es mi turno —Louis aparto a Niall de un movimiento y tomo su lugar apretándome con fuerza— ¡Feliz cumpleaños, Cat!
— Gracias, Lou —reí.
Al asomarme por encima de su hombro logre ver a Harry, Zayn, Liam, Chelsea y Brittany junto con Perrie, Eleanor y Danielle. Cada uno me felicito por mi cumpleaños, las chicas más efusivas que los chicos. Chelsea se mostraba radiante, mucho más feliz de lo normal. Suponía que todo se debía a que ahora podía lucir el hermoso anillo de Tiffany’s en su mano izquierda sin temor a que alguien descubriera la sorpresa, dado que ya no había sorpresa que descubrir. No había hablado con ella sobre la boda desde la fiesta, así que no tenía ni idea con respecto a la boda. Solo sabían que estaba más feliz que nunca, y aunque Antoine no me agradara, tenía que aceptar que la hacía feliz. Sin embargo, aun pensaba que se estaban adelantando con todo el matrimonio. Pero haya ellos.
Después de un rato comentarios sin sentido y risas, Chelsea se levantó de su sitio y saco a todos de mi habitación. Antes de que ella también saliera me dijo:
“Te esperamos en media hora en el restaurante para desayunar, Caitlin. No tardes.”
Después sonrió como el garo Cheshire y me dejo sola.
Llena de alegría por tener a todos mis amigos juntos, o bueno, casi todos; me levante de la cama y corrí hasta el baño. Chelsea me había dado media hora, y si en media hora no me reunía con ellos era capaz de subir por mí y llevarme a rastras, así estuviera en ropa interior o no.
No tarde mucho en el baño, fue una ducha básica sin complicaciones. Era lo bueno del invierno, nada de preocupaciones por depilarse y esas cosas. Aunque prefería mil veces el frio antes que el calor, me agradaba el verano por la ropa. En invierno solamente usas pantalones, abrigos, y cosas que te protejan del frio. Durante el verano puedes explotar tu closet con todo tipo de vestuarios. De hecho, moría de ganas de usar un short e ir a la playa.
Una vez que termine con la ducha más corta de mi vida, Salí del baño y fui directo hacia mi maleta. Saque uno de los conjuntos que ya traía preparados: jeans oscuros, una blusa holgada negra, junto con una chaqueta de color morado grisáceo y zapatos negros de Topshop. Deje todo sobre la cama y no vestí sino hasta después de secar bien mi cabello y mi cuerpo no tenía rastro de humedad. La calefacción estaba encendida, por lo cual el frio no lograba penetrar en el cuarto.
Trate de definir un poco mis ondas para que no se viera un desastre. Al ver que aún me quedaban 20 minutos, jugué un poco con las sombras de ojos y logre hacer un maquillaje sencillo en los tonos de mi chaqueta. Aplique un brillo claro para que no se viera tan cargado y —una vez vestida y con bolso en mano, abandone la habitación.
En cuestión de minutos ya estaba en el restaurante. El lugar estaba decorado en tonos tierra al igual que el resto del hotel. Las mesas eran de caoba oscura y las sillas —al igual que los sillones— de cuero marrón. El centro del restaurante estaba lleno de mesas, a excepción de una barra de bebidas en forma de aro en el medio. El borde de las paredes era ocupado por sillones en forma de semicírculo con una mesa enfrente. Había unas cuantas personas desayunando en la extensión del lugar, pero sin duda lo que más resaltaba eran las 5 mesas que habían juntado en el extremo derecho. El 75% del ruido que se escuchaba en el restaurante provenía de ese lugar.
— ¡Al fin llega! —ese, sin duda; había sido Louis.
Me acerque con una sonrisa hacia ellos y tome asiento entre Niall y Chelsea. Antoine estaba sentado a su lado, y en cuanto tome asiento me felicito cortésmente diciendo: “Feliz cumpleaños, Caitlin.” Niall paso un brazo por mis hombros, comenzaba a hacerse le costumbre pero en realidad no me molestaba. Al contrario, me encantaba. Últimamente solía comportarse diferente, o tal vez era yo. No sabía, pero actuábamos distinto, por lo menos así lo sentía.
Una vez que llegue un mesero se acercó a pedir nuestra orden. Pedimos varios platillos en grupo para al final comer un poco de todo; una vez que anoto todo, me deseo feliz cumpleaños y desapareció por la cocina.
Las horas pasaron rápido. Todos hablábamos, bromeábamos y reíamos sin parar. Mi cumpleaños estaba resultando perfecto, uno de los mejores que había tenido jamás, y el día apenas comenzaba. De nuevo, volví a insistirle a Niall que me dijera cual era mi sorpresa, pero como siempre, esquivo la respuesta y me dijo que no lo sabría hasta la noche. Si no lo quisiera tanto, lo hubiera golpeado.
Cuando los 8 platos que antes contenían huevos, hot cakes, waffles, tocino, tostadas, salchichas, frijoles dulces y pan de papas estuvieron vacíos, tres meseros vaciaron la mesa para poder traernos el postre. En cuanto se fueron, Chelsea se levantó de un salto chillando:
— ¡Es hora de los regalos!
— Nada de eso, Windsor. Hasta la fiesta —reprendió Harry.
— Pero, Harry…
— Nada, Chels. Hasta la noche.
Mi amiga hizo un puchero y regreso a su asiento. El resto nos largamos a reír al ver la pequeña discusión entre ella y Harry. Los dos eran grandes amigos, ahí la razón de porque Harry era el único al que le agradaba Antoine.
— ¿Dónde están Anne y Gemma, Harry? —pregunte.
— En casa. Llegaron más invitados y decidieron quedarse para que “los niños” —hizo comillas en el aire— fueran a desayunar.
— ¿Quién más llego?
— Por el momento —comenzó Zayn— los padres de Louis, sus hermanas, los de Liam y sus hermanas, los míos y Doniya, y los de Niall y Greg.
— ¿Tu familia está aquí? —le pregunte al rubio a mi lado con una sonrisa. Siempre era agradable hablar con sus padres, dos de las personas más dulces y amables del planeta.
— Al igual que la novia de Greg y mi prima Emma también se coló en el avión.
— Emma está loca —reí.
La conocí en septiembre, cuando viaje a Irlanda para apoyar a Niall con el partido de golf y la cena para recaudar fondos para los niños con autismo. Pasamos la noche hablando y riendo sobre todo. Tenía ese encanto —al igual que Niall, que hacía que la amaras desde el instante. Desde entonces no la había vuelto a ver, pero hubo un par de ocasiones en las que llamo mientras yo visitaba a Niall y pude hablar con ella.
— Aún faltan muchos invitados —dijo Harry— después de mediodía el hotel comenzara llenarse.
— ¿A cuanta gente invitaron? —pregunto Louis. Después de todo, él era el otro festejado esta noche.
— No es mucha —aclaro Niall— pero tampoco será una fiesta muy íntima. Tal vez unos 80 invitados a lo mucho, contando a los colados.
— Exacto —añadió Eleanor— los colados nunca faltan.
Me eche a reír por su comentario.
Cerca del medio día la mayoría decidió irse a casa de Harry para visitar a Anne. Yo quería ir, pero tenía que esperar a Eduardo para que se instalase, así que les dije que se adelantaran y que tal vez fuera al rato. Harry y Niall no fueron, ya que arreglarían los últimos detalles para esta noche. Como la fiesta era en el hotel la mayoría de los invitados de fuera se hospedarían aquí, pero en lo que estuve esperando a Eduardo no vi a nadie llegar. Lo más seguro es que llegaran para el almuerzo.
Me senté en un pequeño sofá en el lobby a esperar. Marilyn —la recepcionista— me ofreció algo de beber, pero lo rechace al instante. De la nada, la imagen de mi teléfono me vino a la mente, así que lo saque del bolso y lo encendí. No me había acordado del desde anoche. Una vez que la pantalla se ilumino, comenzó a sonar mi timbre de mensajes. 13 en total. Kate, William, Seth, y el resto de algunos tíos y amigos no tan cercanos. Nada de mi hermano. Tampoco de papa. No es que lo esperara de este último, pero soñar no cuesta nada.
Al ver que Eduardo no llegaba, entre a Twitter y revise mis menciones.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] happy birthday Cat! Hope u have wonderfull day ” —de Justin.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] HAPPY BIRTHDAY CAITLIN!!!!! Have a lovely day honey!!! —de Demi.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] happy birthday to you, happy birthday to you, happy birthday little Caitlin, happy birthday to you! .xx” —de Harry.
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] happpyyy birthdaaaayyy!! See ya toniiight! —de Liam.
Y por ultimo:
[email=“@CaitlinWindsor]“@CaitlinWindsor[/email] Happy Birthday Princess ! hope you have an amazing day, you deserve it ! —de Niall.
Sonreí con ese último.
El ruido de neumáticos contra la grava llamo mi atención. Mire a través de la puerta y vi a una Range Rover detenerse. Por un minuto pensé que era la de Harry, pero al ver que el sujeto que se bajaba de ella no tenía rizos descarte la idea. Otros dos chicos y una chica se bajaron también. Me levante para recibir a Eduardo.
— ¡Caitlin! —dijo al verme. Dejo la maleta en el suelo y me saludo con un abrazo— Feliz cumpleaños.
— Gracias, Ed.
Me separe de el al notar que sus amigos terminaban de bajar las cosas del auto y se acercaban a nosotros.
— Chicos, quiero presentarles a Caitlin. Caitlin, ellos son Logan, Jordán y Elena.
Los tres sonrieron. Logan y Jordán más cálidamente que la chica, la cual me analizaba de pies a cabeza con ojos fríos, y el hecho de que fueran de un gris azuláceo no ayudaba a reconfortarme. Su piel era pálida cual nieve, y su cabello de un rubio platinado. Parecía una muñeca de porcelana, con los rasgos redondeados que le daban el aspecto de una niña.
— Un placer, Prin… Caitlin —Logan sonrió para enmendar su error. Un hoyuelo se formó en su mejilla derecha, haciéndolo parecer más infantil.
— Igual, Logan —sonreí— ya reserve sus habitaciones, así que solo tienen que recoger sus llaves en recepción. Puedo acompañarlos si quieren.
— Claro —corearon los chicos, sin embargo Elena se quedó callada, aun examinándome.
Sus ojos se encontraron con los míos y un escalofrió me recorrió el cuerpo. Comenzaba a sospechar que me odiaba, pero desconocía la razón.
Última edición por Hale el Sáb 13 Jul 2013, 1:54 am, editado 3 veces
Hale
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