Re: Estrictamente placer Joe Jonas y (Tn) Terminada

por **M i c a e l a** Miér 13 Feb 2013, 11:43 am

Ah me encanto la maratón.perdon por desparecerme, amo la love y Como la escribis, seguila prontooooooo!!

por **Kati♥Lovejb** Miér 13 Feb 2013, 1:38 pm

Ahhh! :wut:
Vi otra pagina y pensé que habías subido capitulo!
Ajkash! Te lo suplico de rodillitas (? Sube más por favor *---*

por **M i c a e l a** Miér 13 Feb 2013, 3:11 pm

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 3:59 pm

chelis escribió: :misery: POR QUE JOE NO LE DICE LA VERDAD???? ... ME DAN GANAS DE :muere: .... A VECES ES MUY DESESPERANTEEEEEE!!!
PERO ES LINDO EL CONDENADOOOO!!!!
AAAIIII SIGUE PRONTOO PORFIISSS

yo tambien me hacia esa pregunta pero pronto las cosas cambian ya mismo la sigo

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:02 pm

aranzhitha escribió::imdead: hay Joseph porque eres asi!!
Hombre tenias que ser!
Siguela!!!! :corre:
Gracias por el maraton!!!

jajajaja provoca es darle una pesquisa x ser tan bobo

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:04 pm

yamii_jjonatikacrazy!! escribió:ajlkhkajlhlxakjhdk me encanto la maraton!!

siguela pronto!!

de nada y ya la sigooooooooooooo

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:05 pm

Yhosdaly escribió:1ero
Mil gracias por el maratón
2do no te pierdas por el hecho de publicar maratón PIEDAD
3ero amo como escribes, ame cuando la rayis le pregunto porque no lo habían hecho más! Odie cuando Joe dijo que fue algo sin importancia xC xC xC
SIGULEA POR LOS CLAVOS DE CRISTO *_*
NECESITO QUE LA SIGUASS
ES UNA NECESIDAD SABER QUE SIGUEE
SÍGUELAA NO NOS ABANDONES XC
AMO TU NOVEEEE

de nada mi vida gracias a ti x leerla :hug:
ya mismo la sigo okis cuidate y besitos :muack:

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:07 pm

silvy94 escribió:QUE MALA LECTORA QUE SOY!
Hace tiempo que no paso por tu nove, pero ya me he puesto al dia ;)
Y DEJAME DECIRTE QUE ESTA GENIAL!
Me he quedado dvjbdfovblhdfovbhdfbodifh
SIGUELA!!!!!!!!!
Te cuento algo?!
NECESITO TU NOVELA PARA VIVIR!!!!
Encerio siguelaa!!!!

no vale no eres una mala lectora lo q cuenta es q x lo menos la estas leyendo :)
menos mal y ya estas al dia, oh Estrictamente placer Joe Jonas y (Tn) Terminada - Página 13 167695056

Estrictamente placer Joe Jonas y (Tn) Terminada - Página 13 167695056

dios como puede ser posible eso ya me pongo a colocar mas capitulos para q sigas viviendo mira q no quiero un cadáver x no colocar seguido los capitulos tq :hug:
ya la seguire

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:08 pm

Kati♥Lovejb escribió:MUCHAS MUCHAS GRACIAS POR EL MARATÓN!!
Ajhagsd me hiciste muy feliz jaja Ojalá la puedas seguir muuuy pronto y subir muchos capitulos más! por favor *-* Gracias!

de nada cariño q bien q te hice feliz ya la sigo okis:)

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:08 pm

M i c a e l a escribió:Ah me encanto la maratón.perdon por desparecerme, amo la love y Como la escribis, seguila prontooooooo!!

genial q te alla encantado ya la sigo

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:10 pm

mis chicas gracias x todos los comentarios q cada vez colocan me encanta leerlos...
bueh aqui esta otro capitulo espero y les guste okis

Capítulo 21

1/3

(_Tn) acababa de caer dormida después de quedarse trabajando hasta tarde cuando el sonido de algo la despertó. Estaba demasiado oscuro para que ya fueran las seis, no podía ser el despertador. Se frotó los ojos y se dio cuenta de que era su teléfono. A las cuatro de la mañana.
—¿Diga?
—¿(_Tn)?
—¿Quién es?
—Soy Tom.
Tom era el barman que había contratado y el que llevaría la furgoneta.
—Tom, ¿dónde estás?
—En el hospital. He tenido un accidente. Se me ha destrozado la furgoneta y tienen que hacerme radiografías para ver si tengo la pierna rota. Lo siento mucho, (_Tn), pero no voy a poder ayudarte.
Quería gritar, maldecir, pero no era culpa de Tom así que intentó calmarse.
—No pasa nada, cuídate.
—Lo siento mucho.
—No pasa nada —mintió—. Puedo llamar a otros, aunque no son tan buenos como tú. Llámame para contarme qué te han dicho de la pierna, ¿de acuerdo?
—Claro.
—¿Hay alguien contigo?
—Mi mujer está en camino.
—Cuídate.
Colgó, controló el ataque de pánico, encendió la luz e intentó pensar.
No era un desastre, se dijo. Aún no. Tenía tiempo para alquilar una furgoneta y contratar a un barman.
Bajó a la cocina a tomar un café mientras decidía cuándo sería una hora apropiada para empezar a hacer las llamadas y había dado su primer sorbo cuando una voz masculina le dijo:
—¿Qué pasa?
Se giró y se encontró a Joe vestido únicamente con unos pantalones cortos.
—Joe , siento haberte despertado.
—No me has despertado; me había levantado a beber agua. Pareces nerviosa. ¿Qué pasa?
—Mi barman ha tenido un accidente con la furgoneta y ahora intento que no me entre el pánico —últimamente no estaba muy contenta con Joe , pero necesitaba desahogarse—. ¿Sabes dónde puedo alquilar una furgoneta a estas horas de la mañana?
—Sírveme una taza de café, por favor —dijo él mientras bostezaba.
—Pero no tienes por qué… —se calló al ver que estaba subiendo las escaleras.
Cuando terminó de servirle el café, él se había puesto unos vaqueros y una camiseta y después de sentarse y dar un trago, le preguntó:
—¿Qué clase de furgoneta necesitas?
—Una lo suficientemente grande para llevar las bandejas y las cajas.
—Se me ocurre algo. Mi compañero de squash, Mark, entrena a un equipo de fútbol y seguro que tienen una furgoneta equipada con estantes y huecos para transportar cosas.
—Sería ideal, pero cualquiera me valdría, en serio. Y ahora necesito un barman.
—Yo podría serlo.
—¿Tú? ¿Un barman?
—Claro, me pasé la universidad trabajando de eso. Puedo hacer el cóctel que me pidas.
—Sólo habrá que servir cerveza, vino y vasos de whisky, nada especial.
—Entonces problema resuelto.
—Pero no puedo pedirte…
—No lo has hecho. Me he ofrecido voluntario, a menos que prefieras que te ayude otro. Podría ser tu último recurso, si quieres.
—No. Serías perfecto. Me encantaría que fueras tú, si no te importa.
—No me importa. De todos modos, no tenía nada planeado para hoy.
A las seis ya estaban duchados y, aunque (_Tn) insistió en que era muy pronto, Joe llamó a Mark y le dio la buena noticia de que ese día el equipo no jugaría ningún partido y que la furgoneta era suya.
—Gracias —le dijo (_Tn) mientras le daba un abrazo impulsivo.
Pero en cuanto sus cuerpos se rozaron se dio cuenta del error porque, a pesar de las circunstancias, no podían evitar la atracción que fluía entre ellos.
Se apartó inmediatamente, pero no sin antes fijarse en la expresión de anhelo que se reflejó en la cara de Joe . Era un imbécil, sí, pero un imbécil con un gran corazón y que se volcaba en todo lo que hacía. Además de ir a recoger la furgoneta, fue a lavarla y a aspirarla. Después, la ayudó a cargar la comida y la llevó hasta la mansión donde se celebraría la boda.
Karen, la organizadora, ya estaba allí supervisando los equipos de sonido.
—Hola, preciosa —le dijo a (_Tn) en cuanto la vio.
—Hola, soy Joe . El barman —dijo él, probablemente al ver a (_Tn) vacilar por no saber cómo presentarlo.
—No te había visto antes, me acordaría.
—Trabajo exclusivamente para (_Tn).
—Excelente. Bueno, chicos, ¡vamos allá!
—Vamos allá —repitió (_Tn), de pronto segura de que todo iba a ir genial.
Había preparado una comida fabulosa, lo tenía todo calculado y llevaba el barman más guapo del mundo.
—Gracias. Te debo una —le dijo a Joe cuando se quedaron los dos solos en la cocina.
—Ya te la cobraré luego.
Fue un comentario gracioso, pero a (_Tn) la recorrió un cosquilleo por todo el cuerpo.

Se suponía que el yoga era relajante, pensó Sarah mientras estaba tumbada y oía a Mike diciéndoles que dejaran la mente en blanco y desconectaran del mundo.
¡Ja! ¿Estaba de broma? Ella sólo podía pensar en lo mucho que lo deseaba, en la locura que era la situación que estaban viviendo y en el calor que sentía entre los muslos.
Ahora que con el yoga estaba empezando a aprender a olvidarse tanto del trabajo y a conectar con su cuerpo, éste parecía haberse obsesionado con el sexo y con un ciclista que adoptaba orangutanes y que era profesor de yoga.
Quería levantarse de la colchoneta y llevárselo a un rincón donde pudiera desnudarlo y darle uso a las necesidades de ese cuerpo que había redescubierto. Pero estaban «tomándose las cosas con calma», de modo que si tenía suerte, se tomarían un café. Otra vez.
Bueno, al menos, había reunido valor para pedirle que la acompañara a la boda y él había accedido. Era un comienzo.
—¿Te apetece un café o algo? —le preguntó Mike cuando terminó la clase.
—O algo.
—Venga, vamos —le dijo él sonriendo.
Cuando salieron del estudio, ella tuvo que reducir el paso para no ir dos calles por delante de él.
—Llevas mucha prisa, ¿eh? —comentó Mike.
—Odio perder el tiempo —respondió ella bruscamente.
—¿Es que no tienes ni una hora que poder perder? —le preguntó él con una pícara sonrisa.
—A decir verdad, lo único que tengo que hacer hoy es vestirme e ir a la boda. Así que me sobran un par de horas.
—Mejor aún. Vamos.
—¿Adónde?
Él avanzaba en dirección contraria a la cafetería a la que siempre iban y prácticamente al instante Mike giró una calle y le señaló unos escalones que conducían a una casa adosada.
—Eso no es una cafetería.
—No, es mi casa.
—¿Tu casa? Nunca me habías invitado a tu casa.
—Pues hoy te invito. ¿Quieres entrar?
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por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:16 pm

Capítulo 2

2/3

Por alguna razón, Sarah estaba nerviosa, pero era ridículo. Era una mujer adulta que llevaba semanas queriendo estar a solas con él y ahora que por fin parecía que iba a conseguirlo, se preguntaba si estaba tan preparada como pensaba.
Intentando que él no captara su indecisión, asintió y lo siguió adentro.
Siempre era interesante ver la casa de un hombre soltero. ¿Era sucio? ¿Era adicto al deporte? ¿Tenía una colección de cómics? ¿La tendría decorada? ¿Tendría por allí algo de su antigua novia? Todo eso estaba aún por descubrir, pero cuando entró en el salón la invadió una extraña sensación de paz.
—No tomo café, pero tengo té. ¿Te apetece una taza? —le preguntó Mike.
—Sí.
Lo siguió hasta la cocina, que estaba tan ordenada y limpia como el salón y allí él la besó, sin ninguna prisa, con calma, como lo hacía todo. Sus labios eran cálidos, suaves y sus manos se movían lentamente desde su cara hasta su pelo. La besó un largo rato, de pie en mitad de la cocina, mientras la tetera susurraba y el cuerpo de Sarah iba excitándose cada vez más. Ella quería arrancarle la ropa y tomarlo allí mismo, en el suelo de la cocina, pero comprendía que él quería ir despacio y por una vez se vio dispuesta a cederle el mando a otra persona, segura de que su paciencia se vería recompensada.
Cuando finalmente la tetera silbó con fuerza, el sonido les sorprendió a los dos y él se apartó diciendo:
—El té puede esperar.
—Eso creo.
Le dio la mano y subieron hasta una sencilla habitación, donde no había ni televisión, ni mesillas ni ropa por medio. Sólo un armario, una silla y la cama: una cama de matrimonio con sábanas de lino que parecían muy caras.
Mike retomó el beso justo donde lo había dejado y cuando ya había explorado la boca de Sarah completamente, comenzó a quitarle su sudadera de capucha con tanto misterio y sensualidad que ella se sintió como si estuviera haciendo el baile de los siete velos.
Después, él se tomó como medio siglo para quitarte la camiseta que llevaba debajo, deteniéndose para besar su piel a medida que iba quedando al descubierto. Y entonces… ¡sorpresa! Una de las cosas buenas de tener poco pecho era que podías prescindir del sujetador cuando te apetecía.
Estaba claro que el señor No Tengo Ninguna Prisa se había esperado encontrarse un sujetador y el modo en que no pudo apartar la mirada de sus pechos fue un claro indicativo de que no era tan Zen como pretendía ser. Su respiración se aceleró y Sarah tuvo la sensación de que quería arrancarle el resto de ropa y tomarla allí mismo, tanto como ella lo deseaba a él.
Pero no lo hizo, y controlándose con un esfuerzo que ella tuvo que admirar, retomó la lenta exploración de su cuerpo.
La sentó en su cama y la descalzó antes de acariciarle las piernas.
—¿Podrías hacer algo por mí? —le preguntó ella.
—¿Qué?
—¿Puedes quitarte la camiseta?
—Sí, señora —respondió él con una lenta sonrisa.
Nunca había visto su torso desnudo; ¡era espectacular!
—¿Vas sin ropa interior a todas partes? —le preguntó Mike cuando se disponía a quitarle los pantalones.
—No, llevo braguitas.
—Eso no son braguitas, se puede ver todo. Seguro que ni siquiera te cubren las nalgas.
Sintiéndose algo estúpida, aunque también sexy y deliciosa, Sarah se dio la vuelta.
—Míralo por ti mismo.
Él no sólo miró, sino que también tocó y después terminó de desnudarse para meterse en la cama con ella. La tomó en sus brazos y la besó.
—Besas muy bien —murmuró ella.
—Me alegra que lo pienses porque voy a besar cada centímetro de tu precioso cuerpo.
Y lo hizo.
Ella perdió la noción del tiempo. Para una mujer que lo tenía todo controlado, que tenía relojes por todas partes, resultó una experiencia extraordinaria. Y mientras su cuerpo temblaba y el hombre que tanto la había hecho esperar por fin se adentraba en ella, tuvo que admitir que era muy importante tomarse su tiempo para hacer las cosas bien.
Sarah nunca había estado con nadie como Mike y, en lugar de centrarse en alcanzar un orgasmo, se vio haciéndose consciente de su cuerpo y del de ese hombre, disfrutando de cada roce, de cada gemido y susurro, de cómo la piel de Mike se deslizaba contra la suya, de cada oleada de placer.
Al cabo de un rato, cuando Sarah despertó, dijo:
—He perdido la cuenta de cuántos orgasmos he tenido.
Él abrió un ojo y murmuró:
—¿Sueles contarlos?
—Claro que sí. Yo llevo la cuenta de todo.
Y entonces pensó que si se hubiera detenido a contar los orgasmos que había tenido, seguro que habría necesitado más de los dedos una mano.
—Vamos, guapo —le dijo dándole una palmadita en su perfecto trasero—. Es hora de ir de boda.
—Se casarán de todos modos aunque no vayamos.
—Pero son mis amigos. Además, mi mejor amiga va a servir el catering y prometí estar allí —sacó su móvil para ver la hora—. Tenemos que irnos o llegaremos tarde. Iré a casa corriendo, me cambio y vuelvo en… ¡madre mía!… una hora.
—Ey, Sarah.
—¿Qué? —ya estaba casi en la puerta.
—Tráete el cepillo de dientes. Quiero que te quedes a dormir. Apenas hemos empezado.

por **ElitzJb** Miér 13 Feb 2013, 4:18 pm

Capítulo 23

3/3

—Los canapés están siendo un éxito —dijo Giselle, una de las camareras, al entrar en la cocina con otra bandeja vacía—. Un señor mayor me ha hecho quedarme a su lado mientras se comía siete langostinos. No es broma. Los he contado.
—Por suerte he hecho muchos —dijo (_Tn).
Parecía increíble, pero estaba divirtiéndose. Era un trabajo que amaba, aquél para el que había nacido: disfrutaba con la comida y le encantaba compartir ese placer con la gente.
Después de enviar a Giselle con otra bandeja, fue a ver cómo le iba al barman y tuvo que sonreír. Joe estaba pasándoselo en grande. Estaba riéndose y bromeando con los invitados mientras les servía la bebida.
Miró el reloj y vio que el cóctel debía terminar en unos minutos, y justo en ese instante se informó a los invitados de que podían ir pasando al invernadero, donde se celebraría la ceremonia.
Mientras la pareja se casaba, ella preparó el primer plato y Joe abrió las botellas de vino y fue colocándolas en las mesas.
(_Tn) se cruzó con Karen y la mujer le sonrió diciéndole:
—Estás haciendo un trabajo fantástico. En cuanto probé tu comida, supe que íbamos a trabajar muy bien juntas.
—Gracias, yo pienso lo mismo —y era verdad. Karen y ella eran igual de perfeccionistas.
—¿Va todo bien por aquí? —le preguntó a Joe .
—No podría ir mejor.
De vuelta a la cocina, pasó por el invernadero para disfrutar del espectáculo. Le encantaban las bodas, la esperanza y los sueños de una pareja comprometiéndose a amarse durante el resto de sus vidas y rodeados por el apoyo y el cariño de sus familiares y amigos.
Vio que esa pareja en concreto había escrito sus propios votos. Estaban el uno frente al otro, de la mano, y prometiéndose ofrecerse su amistad y apoyo en los buenos y malos momentos. Tal vez no fueran los votos más poéticos escritos nunca, pero aun así, a (_Tn) se le hizo un nudo en la garganta. Sintió una presencia detrás y sin darse la vuelta supo que era Joe .
Él había estado ahí cuando lo había necesitado y ella creía que, si algún día maduraba y superaba el miedo al compromiso, sería un marido estupendo.
Mientras estaban allí, cerca pero sin tocarse, la novia dijo con una voz temblorosa:
—Prometo quererte cada día de mi vida.
(_Tn) sintió el eco de esas palabras en su propio corazón, y se las repitió en silencio al hombre que tenía detrás. Después, sintió que Joe se acercaba y durante un momento se quedaron allí, en silencio, mientras dos extraños prometían amarse durante el resto de sus vidas.
Después, cuando se apartaron, ella corrió a la cocina: sentía un dolor en el pecho, pero no tenía tiempo para lamentarse por un amor no correspondido.
Tenía una boda que atender.

Se cenó la cena, se brindaron los brindis, se pronunciaron los discursos, se cortó la tarta y se dio comienzo al baile.
La parte de (_Tn) había llegado a su fin y pensó que no podría haberlo hecho mejor. Karen estaba encantada y la madre de la novia había entrado en la cocina para darle las gracias y obsequiarla con una botella de champán.
—Has hecho un trabajo maravilloso y tu barman ha sido un éxito. Formáis un buen equipo.
Joe , que estaba delante, no parpadeó cuando la mujer añadió:
—Y aquí tenéis un obsequio de parte de la familia de la novia —y le metió un billete de cien dólares en el bolsillo de la camisa.
—Gracias, señora. Para nosotros ha sido un placer trabajar para ustedes, pero, ¿sabe lo que podría hacer por (_Tn) si de verdad quiere darle las gracias?
Las dos mujeres se quedaron mirándolo sorprendidas.
Él sonrió. Dios, ¡era guapísimo! Sería el hombre perfecto si la quisiera de verdad.
—Escribir una referencia que (_Tn) podría publicar en su web, eso sí que la ayudaría a establecer su negocio. No hay nada como un cliente satisfecho para atraer más clientes.
—Escribiré algo y os lo enviaré en un par de días. Si lo olvido, recordádmelo. También se lo diré a mis amigos. Sois todo un descubrimiento.
—Gracias —respondió Joe .
Cuando la mujer se marchó, (_Tn) se giró hacia él.
—No puedo creer que le hayas pedido eso. Es la noche de la boda.
—La mujer quería darte las gracias. «Aprovéchate de ellos mientras se sienten agradecidos», es lo que digo siempre.
«Yo estoy agradecida», pensó ella. «Aprovéchate de mí».

Los dos estaban en la cocina cargando la furgoneta cuando Sarah apareció allí con un chico guapo, aunque algo desaliñado, del brazo.
—Un trabajo fantástico, Chels —gritó su amiga mientras la abrazaba—. Todo estaba delicioso.
—Gracias.
—Pero será mejor que hagas algo con ese barman tan malo que has contratado. Muy gracioso eso de pedirme el carné antes de servirme alcohol —añadió mirando a su hermano.
—No he tenido oportunidad de conocerte —dijo Mike antes de que los dos hermanos empezaran a provocarse—. Soy Mike.
Era una suerte que fuera orientador en un instituto. Con Sarah y Joe en la misma habitación, siempre era bueno tener a uno cerca.
(_Tn) miró a su amiga, que tenía la inconfundible expresión de satisfacción de una mujer que se ha pasado la mayor parte del día en la cama. Una chica con suerte.
Cuando Mike se acercó para saludarla y le dijo lo mucho que le había gustado su comida, lo observó e inmediatamente supo que le gustaba. Su mirada parecía sincera.
Mientras los chicos charlaban, ella agarró a Sarah del brazo y la llevó a la calle.
—¿De verdad te lo has llevado a la cama?
—¿Es que lo tengo tatuado en la frente? ¡Por fin!
—Se te ve muy… relajada. Y supongo que no es por el yoga.
—Creo que no he estado así de relajada en toda su vida. Ese hombre es increíble —bajó la voz para añadir—: Voy a quedarme a dormir en su casa.
Tal vez (_Tn) era la única persona del mundo que podía entender lo que eso significaba para Sarah, a quien le gustaba tenerlo todo bajo control y que rara vez dormía fuera de su casa.
—¿Sabes? Toda esta situación sería perfecta, excepto por una cosa.
—¿Qué?
—Joe no puede enterarse nunca, nunca, de que ha sido él el que nos ha unido.
—Mis labios están sellados —le respondió (_Tn) en lugar de darle un sermón diciéndole que tal vez debería madurar y aceptar que a veces otros ven en ti lo que tú no puedes ver.
—Por eso eres mi mejor amiga.
—Sí.
—Será mejor que entremos antes de que Joe le pregunte a Mike cómo nos conocimos.
Y así entraron y los encontraron hablando no precisamente de amor y relaciones, sino de ¡béisbol! ¡Hombres! Era una situación tan agradable, que (_Tn) no quería que la noche terminara.
—Hay una botella de champán fría con nuestros nombres puestos.
—Y un gran barman para abrirla —añadió Joe .
Sarah y Mike se sentaron en las encimeras de la cocina y (_Tn) y Joe se quedaron de pie, apoyados en la pared.
—Quiero hacer un brindis —anunció Sarah—. Por el nuevo negocio de (_Tn), por los recién casados y —miró a Mike—… por los nuevos comienzos.
—Por los nuevos comienzos —repitieron todos.
A (_Tn) le sentó bien ese chispeante trago después de un día de tensión y de la inesperada ayuda de un hombre con el que fingía estar prometida, un hombre al que fingía no necesitar o desear, al que fingía no amar.
Mientras todos charlaban y Mike parecía totalmente integrado en el grupo, (_Tn) sintió la mirada de Joe , que de pronto dejó su copa y dijo:
—Creo que (_Tn) está cansada. Voy a llevarla a casa.
—Buen plan —dijo Sarah—. Yo también necesito meterme en la cama.
Mike y Sarah se marcharon de la mano mientras (_Tn) guardaba las últimas copas que tenía que devolver a la empresa de alquiler y Joe subía a la furgoneta.
Debería estar cansada, debería estar exhausta, pero una extraña energía la llenaba. Parte de ella se debía a la emoción de haberse superado a sí misma y haber dejado a todos satisfechos; otra parte se debía al hombre que tenía a su lado. Apoyó la cabeza en el asiento y se dejó invadir por todas esas emociones.
Después de llegar a casa y bajar de la furgoneta una vez que habían aparcado en el garaje, se quedaron un segundo el uno frente al otro y, como si Joe no tuviera elección, la llevó a sus brazos y la besó con tanto deseo y pasión, que ella supo que no había pensado en otra cosa desde la última vez que habían estado juntos.
Intentó apartarse, ella no era así, no se dejaba utilizar por los hombres que no sabían lo que querían y que salían huyendo cuando iban a obtener lo que necesitaban, pero él volvió a besarla, con más pasión, y entonces supo que estaba perdida.

_______________________________________________________________________________________________________
Continuara...

nos leemos pronto ya falta poco para el final mis chicas :(

por **aranzhitha** Miér 13 Feb 2013, 4:23 pm

awwww mi Joe es tan lindo!!
La va a ayudar!!!awwww
Siguela!!

por **M i c a e l a** Miér 13 Feb 2013, 4:57 pm

Qué tierno fue Joseph asdggkfñl me encanto el CAP ah ya falta poco? U.u

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