Hola, soy la hija de Simon Cowell {Zayn Malik & Scarlett Cowell/tú}

Me encontraba tranquilamente dormida en mi cama, bueno, no tranquilamente. Aquella noche había tormenta, y la lluvia golpeaba la ventana de mi habitación, lo cual hizo que durmiera mal toda la noche.
Me despertó Toby, lamiendome la cara. Toby es el perro de Lin, bueno, en realidad es de las dos, pero lo compró ella y en teoría, es suyo. Aunque la que le da de comer, lo educa y lo saca a pasear soy yo.
-¡¡Lin!!-Chillé.-¡¡Tu perro me está lamiendo la cara!!
La chica vino a mí habitación, contigua a la suya. Tenía el teléfono en una mano, y estaba en pijama.
-Tiene cuatro meses Michelle, déjalo jugar.-Pusó el teléfono en su oreja de nuevo.-No Andrew, no puedo ir a buscarte al colegio. ¡Ya sé que tus padres tampoco!
Y se fue a la cocina para desayunar, mientras seguía discutiendo con su primo.
Aparté a Toby de mi cama y me levanté. Me dí una ducha rápida y me vestí. Seguía lloviendo, así que me pusé botas. Fui a la cocina, Lin seguí allí, recogiendo su taza.
Quizá no entendáis porqué vivimos juntas. Bueno, tenemos un apartamento aquí, en Londres. Nos conocemos porque trabajamos juntas, ella es modelo y yo fotógrafa. En seguida nos hicimos buenas amigas, y hace dos meses empezamos a vivir juntas. Desde entonces nuestra confianza ha aumentado mucho, en realidad demasiado. La confianza da asco. Pero al mismo tiempo es muy bonita.
Yo soy una persona bastante tímida a la hora de conocer gente, y ella es más, emm... Como explicarlo... Impulsiva. Sí, esa palabra serviría.
En seguida estuvimos listas, tomamos el autobús y llegamos al gran edificio, imponía. Lin llevaba varios días sin ir porque estuvo enferma, probablemente tendría varias sesiones de fotos con ella hoy.
La recepcionista, que sinceramente nunca me cayó muy bien, nos llamó con su voz de pito.
-¡Clarks! ¡Leighton! ¡Tenéis trabajo! ¡Leighton, a maquillaje! ¡Sube a la tercera planta, Gabriella se encargará de ti!-Gabriella era una de las maquilladoras de Colette’s, mi amiga se despidió y subió al ascensor, quizá nos veamos a la hora de comer.-¡Clarks! ¡A la última planta! ¡La señorita Colette quiere hablar contigo!
Me pusé pálida y tragué saliva. ¿Querría despedirme? ¿Qué iba a hacer entonces? Sin este trabajo yo no tenía nada...
Asentí, y me dirige al ascensor, pulsé el botón de la última planta. Intentando asimilar que no iba a trabajar más aquí. Y eso que yo estaba cumpliendo mi sueño... Ser fotógrafa profesional. Sonó un pequeño timbre, anunciando que ya había llegado al último piso, el viaje fue extrañamente corto.
Las puertas se abrieron, este piso era únicamente el despacho de la señorita Colette Smith, así que la llamé:
-¿Señorita Smith? ¿Me ha llamado? Soy Michelle Clarks.-Pregunté con bastante timidez, por supuesto, siempre tímida.
-Estoy en mi mesa. Haz el favor de acercarte.-Me pidió la mujer en tono amable.
Caminé muy nerviosa, probablemente estaba pálida. Por suerte no soy de esas personas que suda cuando se pone nervisa.
En cuanto se dio cuenta de que estaba frente a ella me miró.
-Siéntate por favor. Vamos a tratar un tema delicado.
Lo dicho, ¡me iba a despedir! Aquello era terrible, apenas llevaba allí unos meses y ya me iba a echar...
Sus ojos se clavaron en mí, como examinándome, apoyó los codos sobre la mesa y se inclinó para verme mejor. Al principio intenté sostenerle la mirada, pero me resultó imposible. Recuerdo la sala a la perfección.
Las paredes eran ventanas, excepto las que rodeaban el ascensor, se podía ver todo Londres. El suelo estaba cubierto por una moqueta, color beige. Los muebles eran todos de un estilo muy moderno y elegante. La mesa era de cristal. Había algún que otro cuadro colgado en la parede del ascensor, estas eran de un tono verdoso, claro. La verdad es que era un cuarto que daba una sesación de tranquilidad.
Dirigí mi mirada a la señorita Colette de nuevo, se sorprendió por esto, y volvió a apoyarse en el respaldo de su gran silla.
-Perdona.-Dijo pestañeando, me miró de nuevo, pero de manera normal, no tan fijamente como antes. Se aclaró la garganta y comenzó a hablar.-Sé que no llevas aquí mucho tiempo, y que esto es algo bastante repentino, pero,-suspiró, mierda, me iba a despedir-quiero ascenderte.
Mi palidez (si la tenñia) se fue totalmente, abrí la boca en señal de sorpresa. ¿Ascenderme? ¡¡¡Aquello era genial!!! No tenía palabras.
-Sí, claro, fantástico.-Respondí alterada.
La mujer sonrió.
-Obvimente cobrarás un salario mayor, y también tendrás que trabajar más. Serás la encargada de las fotos en pantalla verde, es decir, con fondo falso. Y cuando sea necesario, irás a París o a Milán como fotógrafa representante de Colette’s.
Sonreí abiertamente. ¡¡Iría a París!! ¡Y a Milán! Cuando se lo contase a Lin... Pobrecilla, se iba a morir de la envidia, aunque si hace falta la meto en mi maleta.
-En los viajes podrás llevar un acompañante, bueno, ¿aceptas o no?
-Por supuesto, no puedo rechazar una oferta así.
-Me alegro de que digas eso.
Entonces sonó el ruidito del ascensor, y por la puerta, entraron dos personas, un hombre que me sonaba, y una chica que ya conocía.
Simon y Scarlett Cowell acababan de entrar en el despacho de Colette Smith, quien me había ascendido.
Colette abrió los ojos al verlos entrar, y me dijo, bastante apurada.
-Ve a la zona de entrevistas, están allí con una cantante, y necesitamos alguna foto para la página, y también saldrá en portada, así que apura señorita Clarks. Por cierto, esta tarde la tienes libre.
Asentí con la cabeza y me levanté. Al pasar al lado de la chica esta me sonrió, le devolví la sonrisa y tomé el ascensor, en cuanto las puertas se cerraron no pude evitar saltar.

Fuí a donde Colette me indicó, y la vi. ¡Oh, dios mío! Estaba acompañada, por un chico y una chica, bastante parecidos entre sí. Inspiré y expiré. Entre en la sala donde Jessica entrevistaba, a más ni menos que Cher Lloyd.
-Siento el retraso.-Me disculpé.
Al parecer iba a encargarme de una gran cantante. En cuanto Jessica acabó la entrevista me tocó a mí. Tomamos todas las fotos en aquella sala, tenía las paredes blancas, que es lo que siempre utilizamos para las fotos de portada. Estuvimos hablando bastante tiempo, era una chica bastante divertida, el chico que estaba con ella se llamaba Albert Reid, y era su novio, aunque aún no era público, y me pidió que no dijera nada. La chica era la hermana pequeña de Al (así llamaban a Albert) y era una buena amiga de Cher, Jacquelin Reid, aunque siempre la llamaban Jackie o Jack.
Ambos eran pelirrojos, con un rojo bastante oscuro, los ojos de él castaños, los de ella verdes, altos y delgados. Él resultaba más sonriente, a ella, a Jackie, la rodeaba un aura de misterio, un tanto oscura, iba vestida algo punk se podría decir, pero nada raro, no era muy habladora, pero no por timidez, simplemente porque no veía necesario hablar. No pregunté su edad, pero debía tener la misma que la chica de antes, Scarlett.
Nos despedimos con un abrazo, la verdad es que los tres me cayeron bastante bien. Miré el reloj, ya era hora de comer. Fui hasta la cafetería y busqué a Lin con la mirada, no la encontré, y entonces, alguien me hizo cosquillas por la espalda, di un saltito en el sitio y rápidamente me giré.
-Linda Keighton.-Dije amenazante.-¡Me han ascendido!
Ella me snrió.
-¡¡Fantástico!!
-Y tengo esta tarde libre, así que me iré para casa en seguida, así me aseguro de que Toby sigue vivo.
Lin se rió un poco, como siempre, mi mejor amiga siempre sonreía.