Lo que la distancia ocasiono (Harry Styles)

Me pase 1 hora recorriendo todo el hotel para encontrar aquel chico. No había rastros de él ni de Harry. Estaba cansada de tanto caminar, me encontraba en recepción y me senté en aquel mueble que hay en la entrada del hotel. No sabía que el hotel tenía una biblioteca, había un cartel donde señala hacia el fondo de la sala. Amo leer por esa razón decidí ir hacia allá.

Entré y era el paraíso. La biblioteca era enorme y había libros por doquier. Los libros estaban ubicados dependiendo su género. Yo me fui por el camino donde se encontraban los libros de ciencia ficción. Era un gran camino, muchos libros por escoger pero me decidí por “The Host” un libro sobre una raza alienígena dónde también hay romance. Esa fue la que más me llamo la atención.

Habían unas pequeñas mesas en el centro de la biblioteca para poder leer. Con el libro en las manos iba hacia allá hasta que se me calló algo del bolsillo de mi pantalón, era mi llave. Me agache para recogerlo y al levantar mi cabeza lo vi, vi al chico que estaba en la mañana en mi habitación.

Como pude me acerqué lo más rápido hacia a él, limpiaba la zona alta del estante donde se encontraban los libro del género romance. Traía otra ropa, muy distinta al de la mañana.

—Ehm, hola —llamé su atención. El volteo y bajo la mirada para mirar quién lo llamaba —¿te acuerdas de mí?

—Hola ehm si, un momento —contesto bajándose de la escalera con un libro en mano.

—Quería pedirte perdón por la actitud que tuvo Harry hoy en la mañana y gritarte así como lo hizo, no tengo idea por qué actuó así —hablé rápido como un idiota, soy una idiota.

—No te preocupes, si fuera tu novio hubiera actuado de esa forma —dijo con una sonrisa encantadora. Pero me sorprendió cuando dijo “novio”.

—Perdón pero él no es mi novio —callé uno segundos y continué —ni siquiera es mi amigo.

—Oh ¿entonces por qué se puso así? —preguntó confundido.

—No sé, ni siquiera yo sé por qué actuó así.

—De seguro le gustas —dijo en un tono burlón.

—Para nada, ya te dije que no somos amigos.

—¿Y por qué estás acá con él? —volvió a confundirse. Explicarle el por qué sería muy largo.

—Historia larga de explicar. Me llamo Hannah ¿y tú? —extendí mi mano para poder ser amable.

—Mucho gusto Hannah, soy Erick —cogió mi mano y volvió a sonreír.

—¿Cuántos años tienes? Eres muy joven para que trabajes aquí, no pareces tener más de 20.

—Todos me dicen eso, ya me acostumbre a escucharlo. Tengo 19 años y es una historia larga de explicar por qué trabajo aquí.

—Entonces tu y yo tendremos que ir a tomar un café para contarnos las historias largas de explicar —ambos reímos y nos alejamos un poco del lugar.

—¿Te parece mañana a las 8am? Estoy libre a esta hora —se ofreció amable y sonriente. Su sonrisa es hermosa y me gustaba que no dejara de sonreír.

—¿Pasas por mi habitación a esa hora? —pregunté estúpidamente.

Por mirarlo golpee a una señora que no dudo en insultarme. Erick rió al ver tal situación, yo me callé unos segundos y luego me uní a él.

—No es gracioso Erick —dije en reprocho.

—Claro que sí, entonces mañana paso por ti a esa hora Hannah —se paró frente a mí y me dio un beso en la mejilla.

—Te estaré esperando Erick —nos despedimos y se fue por la puerta grande de la biblioteca.

Harry

Ver a Hannah en toalla y al idiota ese mirándola me carcomía el cuerpo. No sabía por qué grité de esa forma. “Por celos idiota” me gritaba alguien en mi cabeza. Estaba mal, estaba loco.

Salí de la habitación de Hannah dando un gran portazo. Entre a mi habitación y me tumbe a pensar. Estaba aburrido y si iba a la habitación de Hannah era para seguir con mi plan pero al ver tal escena se me quitaron las ganas de todo.

Recordé que en la noche fui a la biblioteca por un libro de acción “Witch & Wizard” no lo pude sacar porque fui tarde y la señora que atendía ya no estaba.

Salí de mi habitación no sin antes tocarle la puerta a Hannah, toqué 5 veces y no abría, supuse que había salido.

Bajé por el ascensor hacia el primer piso, sonó el timbre del ascensor y salí de este. Al entrar a la biblioteca me encontré con otra escena para nada agradable. Era Hannah y el chico ese conversando y riendo juntos “A alguien le esta hirviendo la sangre” decía esa personita en mi cabeza. Hice puños fuertemente mientras me escondía para no ser descubiertos por alguno de ellos. No escuchaba nada pero si podía leer los labios, él se llamaba Erick y tenía 19 años. Él iría a buscarla mañana a las 8 para conocerse mejor, por lo que entendía. Aunque tal vez eso no llegará a pasar…

Me levanté temprano para poner en marcha mi plan. Eran las 6 por lo que supuse que Hannah aún dormía. Para asesorarme fui a su habitación, di 2 golpes y no salió. Me metí a la ducha y me di un baño muy rápido. No podía perder el tiempo.

Estaba en recepción para verlo llegar. La entrada de los trabajadores era a las 7a.m y todavía eran las 6:53a.m. No basto pestañear una vez para verlo entrar por aquella puerta giratoria. Me levanté, me acerqué a él por lo que se sorprendió al verme.

—Hey —dije para que me mirara.

—Hola —respondió cortés.

—Quería pedirte disculpas por mi comportamiento de ayer. Ya sabes…

—Si, Hannah ya hablo conmigo y pidió disculpas también —respondió amable.

—Ok, hablando de Hannah. Me dijo que no podrá salir contigo el día de hoy. Se olvido que hoy visitaríamos algunos museos de acá —mi plan está en marcha.

—¿De verdad? ¿por qué no me avisó ella misma? —preguntó confundido.

—Ah porque yo le dije que hablaría contigo y me dijo que te diera ese recado —hablé con nerviosismo. Eso fue lo primero que se me vino a la cabeza.

—Ah bueno, entonces no los molestaré más. Que tengan un buen día —dijo con tristeza. Se arreglo la mochila que tenía a su lado derecho y con la cabeza agachada se dirigió a su destino.

Me dio pena verlo triste. De alguna forma eso no es verdad, ni siquiera tenía planes de salir con Hannah hoy. Tendría que volver a ingeniármelas para salir con ella sino estaré jodido por esta gran mentira que me acabo de echar.

7:45a.m hora exacta para ir a la habitación de Hannah y proponerle la salida. Volví a dar 3 golpes y está vez si salió.

—Buenas días Hannah —saludé —venía a proponerte algo.

—Eh buenas días Harry ¿no quieres pasar? —me propuso. No le iba a decir que no, las oportunidades solo pasan una vez.

—Claro —me adentré a su habitación y me hizo sentar en el pequeño living que tenia a unos pasos de su cama.

—Y dime ¿a qué se debe tu visita? —reímos ante el comentario de ella, aún no perdía el sentido del humor.

—¿Quieres ir a visitar los museos? El día de hoy no tengo nada que hacer ¿qué dices? —pregunté y vi su cara de sorprendida.

—Lo siento Harry pero no creo que se pueda dar, yo si saldré —se levanto y se acerco a la mesita de noche a agarrar su celular —¡Mierda son las 7:51 y aún no termino de arreglarme!

Me acerqué a ella y le quite el celular que tenía en mano.

—No te preocupes Hannah, vi a Erick y me dijo que no podrá salir contigo. Estaba apurado, por eso me dijo que te lo dijera.

—¡¿QUÉ?! —gritó muy fuerte lo que hizo que llevará mis manos a mis oídos. —¿No te dijo por qué?... ¿cómo sabes su nombre?

—Me lo dijo cuando lo vi, no sé el por qué, ya te dije que se encontraba apurado —aún me dolían mis oídos por el grito que dio.

—Entonces supongo que si saldremos hoy —hizo una sonrisa forzada, lo noté.

—Paso por ti en media hora para ir a desayunar ¿te parece? —sonreí victoriosamente.

—Como quieras —dijo ella sin ánimos.

Hannah-.

Estaba mirándome detenida en el espejo haber como me veía. Traía unas botas Ugg que me había regala Francesca por mi cumpleaños 17. Unos jeans y un jersey suelto. Algo casual para la temporada de invierno. Lavé mis dientes y arreglé un poco el cabello. Habían pasado 15 minutos desde que Harry se fue de mi habitación.

Me pareció raro que Erick haya cancelado nuestra salida y más que se lo haya dicho a Harry. Me senté cerca a la ventana para seguir leyendo “The Host” el libro constaba con 29 capítulos e iba por el capítulo 9 en solo una noche.

Llamaron a mi puerta otra vez suponiendo que era Harry porque ya se habían cumplido los 30 minutos.

—¿Lista? —preguntó recostándose en el marco de la puerta.

—Si —respondí con media sonrisa.

Salí de la habitación con el celular en mano y una pequeña cartera donde traía mi cámara. Nos dirigimos al ascensor en silencio. Llevamos 2 días y ni Louis ni mi hermano me habían llamado. Ni siquiera Harry me había pedido una explicación a lo que Louis me había dicho sobre la foto nuestra en su celular. Estaba muy extrañaba con todo lo que estaba pasando.

Llegamos a recepción y a lo lejos vi a Erick con el mismo libro que tenía en manos cuando nos conocimos. Pude notar que nos vio triste y como Harry se puso nervioso.

—Hannah vamos rápido por favor, tengo hambre —dijo Harry nervioso.
Yo me quede parada viendo a Erick extrañada ¿No que tenía que hacer algo importante? Esta muy confundida en estos momentos.

—¿Qué hace Erick acá?

—Yo que sé Hannah, vamos ¿si? —me rogo Harry. Asentí y nos fuimos de aquel lugar que ponía a Harry tan nervioso y más con la presencia de Erick.

A solo una cuadra del hotel había un Starbucks que era donde íbamos a ir primero. Caminos juntos pero de nuevo en silencio. Harry en su mundo y yo en el mío. Seguía pensando en Erick. Lo que más odiaba en una persona era que me mintiera.

Entramos a Starbucks que estaba muy lleno para mi gusto. Felizmente había una mesa para dos que fue donde nos sentamos.

—¿Qué vas a pedir? —preguntó Harry.

—Un cappuccino con un sándwich y unas galletas con chispa de chocolate —respondí.

—Ok, haré la cola —dijo y se fue.

Lo miré detenidamente, no había cambiado mucho más que en su altura. Nos estamos hablando como si no hubiera pasado nada. Eso fue iniciativa de Harry y yo solo pienso seguirle la corriente hasta saber donde quiere llegar con todo esto. Después que vio la foto mía con Louis no creo que este tan contento, algo anda raro.