Hero {Liam Payne}

Capitulo 4

La comida paso ni muy lenta ni muy rápida, fue un tiempo promedio. Fue un tiempo suficiente como para que Liam se diera cuenta de que no estaba equivocado, de que Janet era una chica espectacular en todo el sentido de la palabra, es más, la palabra le quedaba corta a Janet, para Liam ella ya significaba más que eso.

Janet invito la comida y trato de pagar la cuenta a lo que Liam se negó completamente, al castaño no le parecía correcto que una chica pagara la cena, mucho menos cuando él era el “invitado” por así decirlo. Así que Payne pago pero cuando él no se dio cuenta, Janet pago la mitad de la comida dejando el sobrante como propina lo que dejo muy sorprendido al mesero.

El camino hacia el hogar de Janet fue bastante corto, ninguno de los hablo mucho solo cruzaron palabras como “Oh, amo esa canción” o “Los Beatles fue la mejor banda que pudo existir” en sí, no hablaron de algo intimo ni bastante interesante.

- Llegamos –hablo Janet con una gran sonrisa- espero que te sientas cómodo Liam.

Liam asintió mientras que tomaba su mochila entre sus brazos, Janet le abrió la puerta de su hogar dándole entrada, el castaño con una sonrisa entro mientras que la pelirroja le daba una especie de tour.

- Bueno, esta es mi habitación –dijo la chica pelirroja dándole entrada a una habitación color perla llena de discos y zapatos.

- Es linda –responde Liam con una sonrisa- además pienso que tienes muchos zapatos.

Janet ríe por un momento y mira a Liam con ternura mientras que ambos salen de la habitación.

- Ya te lo había dicho –responde la pelirroja guiñándole el ojo a Payne.

- Si, lo recuerdo. –respondió Liam aun sonriendo, el castaño se sentía realmente feliz al estar junto a su amiga, a su amiga que tanto tiempo anhelaba conocer, a la chica que tanto esperaba verla en persona abrazarla y decirle que él la ayudaría. Liam estaba profundamente feliz de que ese momento hubiera llegado, estaba listo para aprovecharlo.

Janet le mostro las tres habitaciones, los dos sanitarios, el cuarto de juegos (un sencillo cuarto que constaba de una mesa de billar y una televisión de plasma) la cocina, la sala principal y el cuarto de huéspedes.

- Bueno aquí es donde dormirás Liam. He cambiado las cortinas, eran de color rosa y decidí cambiarlas por el verde pistache ¿Lucen bien? –pregunta la chica mordiéndose las uñas invitando a Liam que dejara su mochila en la cama- ¿Te gusta?

Liam ríe al ver las cortinas color pistache y por un segundo se imagino a Janet cambiando las cortinas rosas con desesperación. El castaño sorprendido de semejante atención asiente mientras que agradece a su amiga por todo el esfuerzo que ha hecho solamente para él.

- Pienso que el color verde es muy lindo color –responde Liam mirándose en un espejo- Janet, todo esto, es mucho para mí…. no sé como agradecértelo.

- No tienes porque hacerlo Liam –responde la pelirroja automáticamente- en cambio, yo debo agradecerte por venir, no sé qué haría si tu no estuvieras aquí, definitivamente me sentiría muy sola- Liam sabía perfectamente a que se refería Janet, ella y Liam compartían cosas en común, una de ellas es que los padres de Janet murieron en un accidente cuando ella era una niña, ambos fueron huérfanos, la única diferencia es que a Janet la cuido su abuela toda la vida y a Liam no, el jamás tuvo familia. Y ahora Janet, solo vivía con su abuela pero ella se marcho unos días a Toronto, lo que hacía sentirse a Janet mucho más sola que nunca.


- La soledad a veces suele ser buena –susurra el castaño con melancolía- pero no siempre. Te entiendo perfectamente Janet, yo sé lo que se siente estar solo ya que yo siempre he estado solo –anuncia Liam mientras que se sentaba en la cama- yo sé lo que se siente no tener nadie con quien pasar el tiempo, no tener a nadie a quien contarle tus logros, tus miedos, tus ambiciones, tus dudas, yo sé cómo se siente estar alrededor de desconocidos y tener esperanza de que algún día alguien vendrá a salvarte, o es decir… a alejarte de la soledad, yo sé muy bien como te sientes ya que yo me siento de la misma manera todo el tiempo.

Janet no dice nada después, no tiene el valor suficiente como para hacerlo. La melancolía comienza a correr por la habitación y ambos chicos no tienen la suficiente fuerza como para mirarse a los ojos y no llorar.

Por eso ambos no dicen nada, no hablan, no se miran, no lloran. Ambos se hacen pasar por valientes y fingir que no les duele mientras que por dentro ambos se están muriendo.

- Sabes… -susurra Janet después de unos segundos- tengo el presentimiento de que las cosas ya no volverán a ser así.

Liam asiente mientras que suelta un suspiro. Janet lo mira con una sonrisa mientras que se acerca a él y acaricia su cabello.

- Te dejare un momento para que descanses, estaré en mi habitación por si necesitas algo. Y recuerda desde el día de hoy mi hogar es tu hogar.

Y así la chica de cabellos rojizos sale de la habitación del castaño con una gran sonrisa dejando a Liam completamente enamorado, satisfecho, confundido y nostálgico. Payne no dice nada, solo se recuesta en su nueva cama, mira el techo y sonríe. Sabe que Janet tiene razón, Liam como Janet tienen la esperanza de que no se volverán a sentir solos ya que ahora se tienen uno al otro, Liam es el complemento de Janet tal como Janet es el complemento de Liam.

Solo que ahora ninguno de los dos lo saben.

Liam duro unas horas en su ahora “nueva habitación” en todo ese tiempo el castaño se había encargado de guardar la poca ropa que llevaba en los cajones disponibles, abrir las ventanas y hacer unos pocos cambios en la habitación (Pegar un pequeño poster de Leona Lewis en el techo y poner su pequeña colección de discos en la repisa) después de esos cambios, Payne decidió salir de la habitación para buscar a Janet ya que no escuchaba ningún movimiento.

Comenzó caminando por la sala y no la encontró ahí, no estaba en la cocina, ni en alguna otra habitación similar, el castaño decidió por ultimo ir a su habitación ¡Bingo! Ahí estaba, Janet se encontraba completamente dormida, Liam entre abrió la puerta y la observo por un momento. Lucia tan hermosa dormida, para Payne ella era la perfección, sus labios rosados perfectamente alineados a su rostro, sus mejillas cubiertas de pequeñas pecas iluminando su rostro, su delgada y fina figura, Liam estaba seguro que si se quedaba un segundo ahí observándola quedaría obsesionado.

El castaño estaba a punto de cerrar la puerta de la habitación de la chica cuando escucho aquella dulce voz adormilada llamándolo.

- ¿Liam? ¿Eres tú? -pregunto la chica, tallando sus ojos sentándose en su cama- pasa, anda.

Liam se sonrojo por completo. El castaño se pregunto si Janet se dio cuenta de que el la observaba pero simplemente decidió no preguntarle. Payne obedeció las órdenes de su querida Janet y entro a la habitación con una pequeña tímida sonrisa.

- Perdona si te desperté –confeso Liam apenado- no era mi intención, es solo que se escuchaba muy sola la casa.

Janet lo observo por un segundo y después le sonrió. Para la pelirroja, Liam era el chico más dulce que jamás había conocido.

- No me despertaste, no te preocupes. Perdona por dormirme, solo me recosté un momento en mi cama, comencé a escuchar música en mi ipod y después me olvide de todo –admitió Janet acomodando su cabello- lo siento Liam.

- No hay problema, no tienes que disculparte –hablo Liam aun de pie en la habitación- si quieres duerme un rato mas, no hay problema como dije.

- ¡Claro que no! –exclamo Janet riendo- estoy harta de dormir, desde que estoy sola duermo mucho –confeso la pelirroja algo apenada- ¿Sabes? Quiero presentarte a unos viejos amigos, te parece si salimos un rato.

- Me parece muy bien –contesto Liam.

- ¡Entonces vamos!

Aun había un poco de sol en california y a Janet se le había ocurrido una emocionante idea. Liam asintió acomodando su manos en sus bolsillos, en ese instante Janet se levanto y comenzó a ponerse sus zapatillas, tomo su bolso y le sonrió a Liam un poco sonrojada, ella aun no sabía cómo sobrellevar sus nuevos sentimientos hacia el castaño. Liam la siguió y ambos subieron al auto. Janet prendió el motor y la radio.

- ¿Puedes marcar a este contacto de aquí, por favor? –le pidió Janet a Liam mientras que ella conducía.

- ¿Louis? –pregunta Liam tomando el teléfono de la chica,

- Si, por favor marca y pon mi teléfono en modo altavoz, no quiero recibir una multa –Liam rio e hizo lo que Janet le pidió.

La llamada comenzó a marcarse y a los segundos el chico llamado Louis contesto.

- ¡Hola Janet! ¿Qué pasa? –se escucho una voz chillona por la otra línea ocasionando que Payne riera entre dientes.

- ¡Tomlinson! –grito Janet emocionada prestando su atención en el volante- ¿Qué te parece si nos reunimos todos en un café? Llego un nuevo amigo y quiero que lo conozcan.

- Claro linda, ahora mismo me comunico con todos y les digo que nos veamos ¿En el mismo café de siempre? –Liam observaba con atención la hermosa sonrisa de Janet y por un momento pensó que ella no tenía tantos problemas como decía.

- Si, en el de siempre. ¡Pero que sea rápido ya estoy en camino! Y por favor, ¡Dile a Harry que no tarde! –Louis rio y Liam quedo un poco confundido. ¿Quién era Harry? Jamás le habia hablado de él, ni de Louis. Y en ese momento Payne se sintió perdido.

- Eso dependerá si no está con Niall, ya sabes el jamás para de comer.

Janet ríe y Liam la mira por un segundo y después mira el paisaje, después abra tiempo para explicaciones.

- Mejor si están juntos, así no tienes que localizarlos a uno por uno, bueno, te dejo porque no puedo conducir bien, adiós.

- Adiós Janet, te quiero. –pronuncia el chico y Liam hace una pequeña mueca sin que Janet lo vea.

- Te quiero más. –pronuncia la pelirroja terminando la llamada.

En ese momento mientras que Janet conducía miro a Liam con una gran sonrisa, y en un semáforo acaricio la mano del castaño amistosamente. Payne se exalto un poco al sentir su piel pero después le sonrió.

- Te agradaran mis amigos, son muy buenas personas… Louis a veces puede ser algo extraño pero es un gran chico, ya verás que todos se harán muy buenos amigos.

Liam le sonríe a Janet observando como ella suelta su mano para conducir mejor.

- Eso espero –responde Liam con una sonrisa- no debes de hacer todo esto por mi Janet, pero te lo agradezco, eres genial.

Janet sonríe y asiente.

- Tu lo eres Liam, tu lo eres –susurra dejando al castaño confundido y emocionado.