Hero {Liam Payne}

Liam se quedo ahí de pie sin efectuar algún movimiento que no sea mover sus pies de un lado a otro tal como si bailara. El castaño se encontraba totalmente ilusionado, un brillo se plasmo en sus ojos color chocolate cuando observo llegar a una chica en un Ford focus color azul marino. Esa chica era Janet, sin dudar Liam supo que era ella, su cabello pelirrojo y sus grandes ojos verdes no pasarían desapercibidos por Payne, no, jamás.

Janet estaciono su auto rápidamente, sus manos temblaban tanto que no podía guardar las llaves del auto en sus bolsillos. Al salir del auto comenzó a caminar con rapidez y ansiedad, quería verlo. La pelirroja quería encontrarse con Liam, abrazarlo y decirle que anhelaba que ese momento hubiera llegado antes.

La pelirroja se extraño un poco al caminar y no encontrar rastro de su amigo por internet. Camino unos pasos más dudando si el castaño estuviera ahí. Pero después de unos segundos escucho una voz rasposa con un acento diferente a lo que solía escuchar diario. Y cuando ella volteo hacia donde se dirigía la voz sonrió. Era Liam, Liam James Payne.

Ambos se miraron. Liam no sabía si acercarse o quedarse ahí de pie esperando a que Janet fuera hacia él. La cabeza del castaño trabajaba con dificultad, el no podía pensar rápidamente menos en ese tipo de situaciones donde se interponía su mente y su corazón. Pasaron unos segundos y decidió actuar dando pasos lentos acercándose a la pelirroja con una tímida sonrisa. Para Liam ella era algo diferente de cómo la imaginaba, Janet era un poco más alta que él, tenia pecas en sus mejillas y sus dientes estaban perfectamente diseñados para sus labios.

Liam pensó que era más que perfecta cuando estuvo lo suficientemente cerca de ella como para decirle un “Hola”.

- ¿Liam? –pregunto una tímida Janet, preguntándose si debía abrazarlo o no- ¿Liam Payne? –Liam asintió tragando saliva frotando sus manos una con la otra.

Janet quedo congelada. Jamás pensó que aquel día llegaría tan pronto. La chica de cabellos rojizos dejo de pensar y abrazo a Payne entrelazando sus largos brazos por la espalda del chico. Liam, quedándose casi sin respiración le correspondió el abrazo sumergiéndose en el dulce aroma de su perfume. Si, Janet portaba un dulce perfume en su cuello y cabello dejando a Liam sin palabras.

- ¡No puedo creer que seas tú! – exclamo la pelirroja soltándolo- ¿Sabes? Me encuentro muy emocionada, jamás creía que este día llegaría.

Liam la miro una vez más sin omitir alguna palabra. La belleza de Janet lo dejaba anonadado, el jamás pensó que una chica con tantos miedos luciera tan hermosa y radiante como el mismo sol.

- Yo tampoco creí que este día llegaría, pero llego –Janet quedo impresionada ante el acento de Payne, a ella le parecía tan maravilloso como el hecho de que ahora él se encontrara en California- me da mucho gusto conocerte Janet –confeso Payne sonriéndole.

- A mí también, no te imaginas cuanto –hablo Janet sonriendo nuevamente, la pelirroja no podía dejar de sonreír, era una especie de manía. De un momento a otro ella comenzó a sentirse un poco nerviosa, estiro sus brazos y observo que Liam solo contaba con una pequeña maleta, nada más, nada menos, solo una maleta. La pelirroja alzo una ceja y sonrió nuevamente, Liam la hacía sentirse contenta, como hace mucho tiempo no se sentía- ¿Nos vamos? He preparado la habitación de huéspedes para ti, espero que te guste.

Liam se sonrojo al escucharla decir aquellas palabras. El castaño jamás se le ocurrió pensar que el viviría con ella en el tiempo que se quedara en california. Y para ser sincero a él no le desagradaba para nada el hecho de convivir las veinticuatro horas del día con Janet.
Payne siguió a Janet hasta su auto. Se subió en el asiento del copiloto algo confundido debido a que en Inglaterra el asiento donde él se ubicaba era el asiento del conductor. Janet encendió el auto rápidamente prendiendo la radio en una estación de música clásica dejando a Liam algo sorprendido por su gusto musical, era algo que él no había recordado de ella.

- ¡Te encantara California! –hablo una Janet emocionada sonriendo de oreja a oreja poniéndose sus lentes de sol- te llevare a que conozcas hasta la más recóndita parte de Los Ángeles –Liam asintió riendo- por lo que me has contado te gusta la playa, así que creo que no te querrás separar del mar por un tiempo ¿No lo crees?
- Quiero aprender a surfear –confeso Payne sonriendo mientras que sus mejillas tomaban un color carmín, Janet solo asintió apagando la radio- pero eso no es lo más importante, yo vine a conocerte Janet, a ayudarte principalmente.

La chica de mechones rojos dejo de sonreír. Liam le había recordado el verdadero motivo de su visita, el estaba dispuesto a ayudarla pero sin embargo ella aun no se sentía lista, ella aun no se sentía completamente lista para dejar que su amigo que conoció en internet se meta en su vida y trate de arreglara. Janet no estaba preparada.

Liam trago saliva y comenzó a jugar con sus manos bajando su mirada. Lo menos que quería hacer era que Janet se sintiera mal. No quería hacerla sufrir. El castaño al levantar su mirada la observo, sus mejillas estaban en un color carmín muy intenso y sus labios estaban fruncidos.

Payne había cometido un pequeño error, el había olvidado que aun no era el momento de comenzar a tratar en la vida de Janet.

- Perdóname si te incomode –menciono Liam después de unos segundos de silencio, Janet un poco confundida movió su rostro de un lado a otro con una gran sonrisa presente, lo que menos quería ella era que Liam se sintiera incomodo.

- Claro que no lo hiciste –respondió la chica de cabellos rojizos poniendo su atención en el volante- supongo que estas muriendo de hambre, ¿Qué te parece si vamos a comer algo?


- Claro, no hay problema –responde Payne sonriéndole, ella se veía tan feliz, tan confiada, que para él no pareciese que fuera una chica con tantos problemas.

Mientras que Janet conducía hacia un buen restaurante de comida china se dedicaba a contarle a Liam un poco más sobre su vida, sobre sus estudios y todo lo importante e interesante que le parecía para que el castaño no se aburriera en el camino, aunque no parecía estarlo ya que siempre le respondía con una hermosa sonrisa. Si, Janet consideraba hermosa la sonrisa de Liam.

- Ya llegamos –anuncio la chica apagando la radio bajando del auto- vamos Liam, tienes una cara de hambriento.

- Ya voy –responde Liam con las mejillas enrojecidas, Janet ríe- no es para tanto.

- Claro que si –responde la chica poniéndole la alarma a su auto- anda, te encantara la comida, es muy buena. Me encanta comer aquí.

Liam asintió y siguió a Janet que caminaba con rapidez hacia el restaurante. Ambos chicos entraron y se sentaron en una mesa para dos personas, rápidamente un joven mesero los atendió dándole la carta.

- ¿Qué les ofrezco de tomar? –pregunta el joven, Janet se queda unos segundos pensando para después reír.

- Tu primero Liam –anuncia la chica mientras que abre el menú- te pediré lo mejor de este lugar.

Liam la mira un poco confundido y después asiente haciendo una mueca.

- Supongo que te, por favor.

- Que sean dos –responde Janet rápidamente.

- Enseguida –dice el mesero y se marcha.

Janet se queda un momento más mirando la carta con atención. Liam la mira por un momento y sonríe para sí mismo, la chica era bastante simpática y hermosa. Payne se estaba odiando dentro de sí, no podía estarse enamorando de ella, de su amiga por internet, no podía ser cierto, el no venia hasta california para enamorarse, simplemente eso le parecía inaceptable.

- ¿Qué te parece si pedimos esto? –pregunta Janet a Liam ensañándole el menú- ¿Suena rico, cierto?

- Claro, me parece bien.

- Entonces, eso será. –Janet llama al mesero nuevamente y pide la orden, después el mesero se vuelve a retirar y quedan nuevamente los dos solos.

Janet mira a Liam con curiosidad y después le sonríe. Aun no lo cree, aun no cree que su mejor amigo por internet haya venido hasta aquí solo por ella, solo por ayudarla. Liam observa como ella lo mira y el no puede dejar de sonrojarse. Janet ríe y le sonríe tomando su mano, a ella le parece lo correcto, como un gesto de agradecimiento mientras que para Payne significa más que mil palabras.

- Muchas gracias Liam –dice Janet acariciando la mano del castaño- en serio, no sé cómo agradecértelo… todo lo que has hecho por mí, me parece completamente maravilloso, sinceramente… muchas gracias, jamás había tenido un amigo como tú.

“Amigo” la palabra resuena en la cabeza de Liam como si fueran fuegos artificiales, por un momento le duele que ella lo llame así aunque él está completamente seguro que eso es lo correcto. Pero al sentir su mano entrelazada con la de él no sabe qué hacer, no sabe como sentirse al respecto. Liam está seguro que es un gesto amistoso o de agradecimiento pero le parece imposible sentirlo así, el lo siente como algo mas, como algo que le gusta sentir, tal como miles de emociones en una sola, como si quisiera gritar y llorar, como si se sintiera amado.

- No tienes nada de que agradecerme Janet –responde Liam sin más preámbulos- yo quise venir aquí, quería conocerte y ahora que lo hago… no me arrepiento de nada, eres una chica completamente espectacular.

Janet queda helada. ¿Liam le había dicho que ella era “espectacular”? Si, lo había hecho. La pelirroja no sabía cómo sentirse debido a que él era el primer chico que le había dicho semejante adjetivo, era el primer chico que le había llamado así. Ella quería llorar de la emoción, por un segundo se sintió tan especial que quiso gritarlo al mundo. Pero no lo hizo, solo se dedico a tomar la mano de Liam con más fuerza y sonreírle, eso era una muestra de profundo agradecimiento. Y quizá al correr el tiempo eso se convertiría en una muestra de amor.