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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
kariAC escribió:JAJAJAJA. Eso parecemos por cierto "Ese hombre me intriga, Watson; sabe ocultar muy bien sus emociones" Harry aveces me desespera pero lo entiendo.khloe escribió:kariAC escribió:¡floja!khloe escribió:kariAC escribió:Si :( tienes que seguirla pronto...quiero saber que le va a decir Liamkhloe escribió:kariAC escribió:este capitulo me entristeció mucho, sobre todo cuando Jean y Harry escucharon a las aves. Me entristeció el echo de que él este muriendo.
Nos leemos luego
Besos
PD: he encontrado a otra peruanasasafs Si lo se cada vez que lo piensas es mas triste :(
Besos
Pd: Haha eres buena :) yo sigo sin encontrar a nadie. ¿Quien?- Khloe
PD: lo sé jajaja tengo instinto detectivesco? es ella ONETHING (:Apenas pueda la sigotengo flojeralol
Pd Haha encontraste uno te tus talentos ocultos! Haha ya vi lo qeu escribe pero va muy avanzadoflojeraasí que algún día la leere aa ahí también hay una que comento Michelle_9 y también es de PERU. Ok creo que las estamos acosando lol.- Khloemejor me callo por que yo soy igual
Así parece jajaja si te contará lo Sara stalker que puedo llegar a ser jajajaja (nunca tanto)
Parece que si lolHaha Tu eres como Sherlock Holmes y yo soy Watson lol- Khloe
PD: Dami también es de Lima, ¿será que nunca encontraré una de Piura o Trujillo?
PD2: ¡YA SON LAS TRES!
Haha A mi me gusta su nombre Watson es algo misterioso lol, si llega a dar un poco de colera pero el final lo terminaras amando y sigo adelantando
Pd: Dfjkbfdjds Se unen mas! Haha si las encontraras tal vez hayan pero están muy escondidas lol pero con nuestro instinto de detectives las encontraremos.
Pd: Dfjkbfdjds Se unen mas! Haha si las encontraras tal vez hayan pero están muy escondidas lol pero con nuestro instinto de detectives las encontraremos.
- Khloe
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
selu-alexanderludwig escribió:AWW:que triztesa se siente al querer a una persona que se esta muriendo amo la nove y esperare un nuevo cap
Si lo se :( diría mas pero te terminaría revelando cosas así que me callo. Ya la sigo.
- Khloe
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
¿lo terminaré amando? YA LO AMO...eso quiere decir que...DIOS me has dejado con muchas más ganas de leer el sgte. cap.khloe escribió:kariAC escribió:JAJAJAJA. Eso parecemos por cierto "Ese hombre me intriga, Watson; sabe ocultar muy bien sus emociones" Harry aveces me desespera pero lo entiendo.khloe escribió:kariAC escribió:¡floja!khloe escribió:kariAC escribió:Si :( tienes que seguirla pronto...quiero saber que le va a decir Liamkhloe escribió:kariAC escribió:este capitulo me entristeció mucho, sobre todo cuando Jean y Harry escucharon a las aves. Me entristeció el echo de que él este muriendo.
Nos leemos luego
Besos
PD: he encontrado a otra peruanasasafs Si lo se cada vez que lo piensas es mas triste :(
Besos
Pd: Haha eres buena :) yo sigo sin encontrar a nadie. ¿Quien?- Khloe
PD: lo sé jajaja tengo instinto detectivesco? es ella ONETHING (:Apenas pueda la sigotengo flojeralol
Pd Haha encontraste uno te tus talentos ocultos! Haha ya vi lo qeu escribe pero va muy avanzadoflojeraasí que algún día la leere aa ahí también hay una que comento Michelle_9 y también es de PERU. Ok creo que las estamos acosando lol.- Khloemejor me callo por que yo soy igual
Así parece jajaja si te contará lo Sara stalker que puedo llegar a ser jajajaja (nunca tanto)
Parece que si lolHaha Tu eres como Sherlock Holmes y yo soy Watson lol- Khloe
PD: Dami también es de Lima, ¿será que nunca encontraré una de Piura o Trujillo?
PD2: ¡YA SON LAS TRES!Haha A mi me gusta su nombre Watson es algo misterioso lol, si llega a dar un poco de colera pero el final lo terminaras amandoy sigo adelantando
Pd: Dfjkbfdjds Se unen mas! Haha si las encontraras tal vez hayan pero están muy escondidas lol pero con nuestro instinto de detectives las encontraremos.- Khloe
PD: obvio que las encontraremos somos las mejores detectives de este foro jaja
kari
kariAC
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
kariAC escribió:¿lo terminaré amando? YA LO AMO...eso quiere decir que...DIOS me has dejado con muchas más ganas de leer el sgte. cap.khloe escribió:kariAC escribió:JAJAJAJA. Eso parecemos por cierto "Ese hombre me intriga, Watson; sabe ocultar muy bien sus emociones" Harry aveces me desespera pero lo entiendo.khloe escribió:kariAC escribió:¡floja!khloe escribió:kariAC escribió:Si :( tienes que seguirla pronto...quiero saber que le va a decir Liamkhloe escribió:kariAC escribió:este capitulo me entristeció mucho, sobre todo cuando Jean y Harry escucharon a las aves. Me entristeció el echo de que él este muriendo.
Nos leemos luego
Besos
PD: he encontrado a otra peruanasasafs Si lo se cada vez que lo piensas es mas triste :(
Besos
Pd: Haha eres buena :) yo sigo sin encontrar a nadie. ¿Quien?- Khloe
PD: lo sé jajaja tengo instinto detectivesco? es ella ONETHING (:Apenas pueda la sigotengo flojeralol
Pd Haha encontraste uno te tus talentos ocultos! Haha ya vi lo qeu escribe pero va muy avanzadoflojeraasí que algún día la leere aa ahí también hay una que comento Michelle_9 y también es de PERU. Ok creo que las estamos acosando lol.- Khloemejor me callo por que yo soy igual
Así parece jajaja si te contará lo Sara stalker que puedo llegar a ser jajajaja (nunca tanto)
Parece que si lolHaha Tu eres como Sherlock Holmes y yo soy Watson lol- Khloe
PD: Dami también es de Lima, ¿será que nunca encontraré una de Piura o Trujillo?
PD2: ¡YA SON LAS TRES!Haha A mi me gusta su nombre Watson es algo misterioso lol, si llega a dar un poco de colera pero el final lo terminaras amandoy sigo adelantando
Pd: Dfjkbfdjds Se unen mas! Haha si las encontraras tal vez hayan pero están muy escondidas lol pero con nuestro instinto de detectives las encontraremos.- Khloe
PD: obvio que las encontraremos somos las mejores detectives de este foro jajakari
Haha Yo y mi bocota haha pero si lo amaras mas .....
Pd: Haha si Sherlock Holmes y Watson
Pd2: Te deje un Mp leelo :)
Besos
Pd: Haha si Sherlock Holmes y Watson
Pd2: Te deje un Mp leelo :)
Besos
- Khloe
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
Exacto, Sherlock Holmes y Watson jajaja.khloe escribió:kariAC escribió:¿lo terminaré amando? YA LO AMO...eso quiere decir que...DIOS me has dejado con muchas más ganas de leer el sgte. cap.khloe escribió:kariAC escribió:JAJAJAJA. Eso parecemos por cierto "Ese hombre me intriga, Watson; sabe ocultar muy bien sus emociones" Harry aveces me desespera pero lo entiendo.khloe escribió:kariAC escribió:¡floja!khloe escribió:kariAC escribió:Si :( tienes que seguirla pronto...quiero saber que le va a decir Liamkhloe escribió:kariAC escribió:este capitulo me entristeció mucho, sobre todo cuando Jean y Harry escucharon a las aves. Me entristeció el echo de que él este muriendo.
Nos leemos luego
Besos
PD: he encontrado a otra peruanasasafs Si lo se cada vez que lo piensas es mas triste :(
Besos
Pd: Haha eres buena :) yo sigo sin encontrar a nadie. ¿Quien?- Khloe
PD: lo sé jajaja tengo instinto detectivesco? es ella ONETHING (:Apenas pueda la sigotengo flojeralol
Pd Haha encontraste uno te tus talentos ocultos! Haha ya vi lo qeu escribe pero va muy avanzadoflojeraasí que algún día la leere aa ahí también hay una que comento Michelle_9 y también es de PERU. Ok creo que las estamos acosando lol.- Khloemejor me callo por que yo soy igual
Así parece jajaja si te contará lo Sara stalker que puedo llegar a ser jajajaja (nunca tanto)
Parece que si lolHaha Tu eres como Sherlock Holmes y yo soy Watson lol- Khloe
PD: Dami también es de Lima, ¿será que nunca encontraré una de Piura o Trujillo?
PD2: ¡YA SON LAS TRES!Haha A mi me gusta su nombre Watson es algo misterioso lol, si llega a dar un poco de colera pero el final lo terminaras amandoy sigo adelantando
Pd: Dfjkbfdjds Se unen mas! Haha si las encontraras tal vez hayan pero están muy escondidas lol pero con nuestro instinto de detectives las encontraremos.- Khloe
PD: obvio que las encontraremos somos las mejores detectives de este foro jajakari ‹зHaha Yo y mi bocota haha pero si lo amaras mas .....
Pd: Haha si Sherlock Holmes y Watson
Pd2: Te deje un Mp leelo :)
Besos- Khloe
Vale, ya lo leo (:
kari ‹з
kariAC
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
Capitulo 7
Parte 2
― Tengo que hablar contigo ― le informó.
― Hablar ― la bromeó ― ¿Eso es todo? ― Su expresión se desvaneció ante la solemne expresión del rostro de su novia.
― Liam se trata de algo importante.
Él asintió. Salió del estacionamiento del bar.
― ¿A dónde quiero ir?
― Hay un estacionamiento vacío en la calle de mi casa ― Respondió ― Podemos hablar allí. Durante el trayecto al barrio de Jean, charlaron de cosas sin importancia, y a medida que iba pasando el tiempo, ella se daba cuenta de que perdía el coraje.
― Allí ― señaló cuando Liam tomó por la calle de su casa.
Se detuvo junto a la acera y apagó el motor. Luego se volvió para mirarla.
― ¿Se trata de alguno de esos sermones en los que uno dice: ―Lo lamento, no quiero volver a verte pero podemos seguir siendo amigos y esas tonterías? ― Si bien quiso mantener un tono de voz indiferente, Jean se dio cuenta de que estaba asustado.
Meneó la cabeza. Tenía las palmas de las manos mojadas y su corazón latía a tanta velocidad que ella creía estar haciendo vibrar el auto.
― No, pero después de que escuches lo que tengo que decir, tal vez seas tú el que no quiera volverme a ver nunca más. ― En realidad, no pensaba que ese sería el final, pero debía estar preparada para lo peor.
― De ninguna manera ― se acercó y la besó en la boca. Fue un beso dulce y tierno. Ojalá no hubiera terminado nunca. Pero, por supuesto, terminó y Liam se apartó. ― Está bien, pasemos por esto de una vez por todas, así podremos dedicarnos a besarnos como Dios manda antes de llevarte a tú casa ― echó un rápido vistazo a su reloj luminoso. ― Prometía tu padre que llegarías antes de medianoche, son doce menos cuarto, así que apúrate.
Jean carraspeó.
― Bueno, se que crees conocerme, pero…
― ¿Qué creo conocerte? ― La interrumpió ― Por supuesto que te conozco, y lo que conozco de ti, me gusta. Hemos pasado bastante tiempo juntos las últimas semanas.
― Sí ― comentó ella ― pero siempre hay cosas que alguien como tú ignora.
― Sé todo lo que es importante. Eres honesta, amable y… ¡oh, Jean! Reúnes todas las condiciones que yo busco en una chica.
―Por favor Dios ― imploró ella para sus adentros ― que siga pensando lo mismo después de mi confesión.
― Me alegro de que pienses esto. ¿Pero qué pasaría si te enterases de que no soy tan perfecta, ni tan buena, ni tan santa? ¿Te seguiría gustando? ¿Desearías que siguiera siendo tu novia?
― ¿Jean de qué estás hablando? ― Preguntó obviamente confundido ― No pretendo que seas perfecta. Y debes asumir tu altruismo. Te privas de casi todo tu tiempo libre para trabajar como voluntaria en un hogar para enfermos terminales. Por el amor de Dios, no seas tan exigente contigo misma.
Jean tenía ganas de llorar.
― Es ese el punto, justamente. No lo hago por voluntad
― ¿Eh?
― Liam, escúchame. Y trata de no abrir juicios hasta que termine ¿De acuerdo?
― De acuerdo ― aceptó de mala gana.
Estaba muy acobardada por el tono suspicaz de Liam.
― Antes de que empezaran las clases yo… yo… ― titubeó, había perdido toda la valentía.
― ¿Tú qué?
― Hice una rotunda estupidez. Algo de lo que no me siento orgullosa. Me arrestaron por mechera. ― Oyó el siseo del aliento contenido. Volvió el rostro y clavó la vista al frente. Ya había sufrido bastante al confesarse; no habría podido mirarlo a los ojos. ― Fui una tonta, una estúpida y lo hice para impresionar a mis amigas. El arresto fue lo peor que me pasó en la vida. Pero la cuestión de todo esto es que me condenaron a cumplir trescientas horas de servicios comunitarios. Por esa razón estoy en Lavender House.
Liam cerró los ojos pero no dijo nada. El silencio se prolongó. Jean sentía que un hierro caliente le envolvía el corazón y lo oprimía sin piedad. Por fin, ya no pudo tolerarlo más.
― Pero me alegro de que me hallan mandado allí. De esa manera pude conocerte y hacer algo que valga la pena…
― Olvida el melodrama, ¿quieres? ― Sus palabras cortaron el aire como una fría navaja de acero ― si he oído bien, has estado mintiéndome durante semanas, ¿cierto?
― No te mentí ― protestó ― simplemente, no quería arriesgarme a contarte la verdad. Al menos hasta que nos conociéramos mejor, hasta que pudieras conocerme de verdad.
Él bufó con desdén.
― Oh, ahora si empiezo a conocerte. No eres más que otra de esas niñitas ricas divirtiéndose en los barrios bajos de la cuidad. La única diferencia es que no fuiste ti quien tomó la decisión de venir a visitarnos todos los días sino que te obligaron a hacerlo.
Lo miró con el corazón destrozado. El rostro de Liam revelaba una ira incontenible. Sus ojos lanzaban llamas, la boca era una línea dura y chata. Estaba apoyado contra la puerta del auto, como si acercarse a ella lo hubiera contaminado.
― ¿cómo puedes decir eso? ¿En qué me equivoqué tanto? Cometí un error. Me arrestaron por mechera. Por eso no soy una persona despreciable. Y tampoco fui a divertirme allí. Me alegro de que me hayan destinado a Lavender House.
― No es porque hayas robado en una tienda ― refunfuñó ― ¡Lo que me molesta es que te hayas esperado casi un mes para contarme la verdad! Me imagino que te habrás divertido a costa mía. Cada vez que habría la boca, debes de haberte reído como loca. ¿Por qué no me paraste? Me has hecho quedar como un tonto. Dejaste que me llenara la boca hablando de tu nobleza y dedicación.
― Pero...
― Y sólo ibas al hogar a cumplir tu condena ― meneó la cabeza ― No puedo creer que me hayan engañado otra vez. La historia de Gina se repite. Claro que en el caso de ella yo sólo fui una herramienta para enfrentar a sus padres. En tu caso ¿qué soy?
― Alguien por quien he perdido la razón ― gritó ― eso es lo que eres.
― Sí, claro ― se mofó. El sarcasmo brotaba de voz como un veneno. ― ¿Qué represento yo para ti Jean? ¿Una penitencia? ¿El chico pobre de los barrios humildes de la ciudad con el cual salías a modo de castigo por haber sido descubierta, o un poco de diversión para aliviar la carga de tener que cumplir una pena?
Entonces fue ella quien se enfureció. Se había equivocado al no contarle la verdad desde un principio, pero ahora estaba enmendándolo. Liam exageraba más de lo razonable.
― Salí contigo porque me gustas. Lo único que eres para mi es una persona. Alguien que me interesa de verdad, pero que está demostrando, y con creces, que todavía sangra por la herida que le dejó su antigua novia.
Desabrochó su cinturón de seguridad y abrió la puerta. Se bajó del auto de inmediato y se volvió para mirarlo. Liam tenía la vista fija al frente.
― Me gustas Liam, y te pido disculpas por no haberte dicho la verdad desde un principio. Pero en ningún momento te usé ni me reí de ti y, mucho menos, salí contigo a modo de penitencia.
El no abrió la boca.
Con el corazón hecho añicos, cerró de un portazo y salió corriendo. No oyó el ruido del motor sino hasta que estuvo dentro de su casa.
Durmió poco y nada. Por momentos lloraba e insultaba y no dejó de dar vueltas casi hasta el amanecer, cuando por fin calló en un sueño inquieto. Por suerte no tuvo que enfrentar a sus padres. Habían ido a un club a jugar un torneo de bridge que duraría toda la jornada. Por lo tanto, pasó todo el día lloriqueando en su cama y esperando una llamada. Pero el teléfono permaneció mudo.
El lunes por la mañana le costó mucho fingir alegría frente a sus padres, pero, a pesar de la ruptura con Liam― hecho que ya daba por sentado como irreparable ―, no podía arriesgarse a que sus padres la notaran deprimida. Todavía existía el peligro de que quisieran sacarla del hogar. Se esforzó por tragarse el desayuno y hablar con entusiasmo de la exhibición.
― ¿Sabes? ― reflexionó su madre mientras se servía otra taz de café ― estoy pensando que tengo que trabajar menos horas.
― Buena idea ― coincidió su esposo ― Sería muy positivo para nosotros que pasaras más tiempo en casa.
― En realidad ― sonrió con picardía ― tengo la esperanza de que tú hagas lo mismo. De ese modo podríamos trabajar como voluntarios.
― ¿Juntos? ― Si bien la sugerencia lo sorprendió no pareció en absoluto molesto. ― Es una posibilidad. De un tiempo a esta parte yo también quería reducir mis horarios. El trabajo no me ha dado tantas satisfacciones como esperaba. Quizás debamos tenerlo en cuenta.
― Bien ― Eileen sonrió con calidez a su hija, obligándola a corresponderle el gesto, aunque en realidad, ella tenía el corazón destrozado ― Jean parece haber madurado después de esta experiencia, y cuando oí a Polly hablando de lo feliz que era por dedicar su tiempo a... ― se interrumpió avergonzada.
A pesar de su angustia, Jean se sintió emocionada.
― Sé a que te refieres mamá ― dijo. Extendió la mano y palmeó la de su madre con afecto.
― Sé que esto puede parecer cursi ― agregó Eileen, encogiéndose de hombros ― pero anoche me di cuenta de las necesidades que hay en el mundo y de lo poco que hacemos nosotros para ayudar.
― Colaboramos con la caridad ― señaló Gerald.
― Es cierto, pero yo creo que dar parte de ti mismo es algo diferente. Te cambia.
Que suerte, pensó Jean. Terminó su desayuno, despidió a su padre con un beso y salió corriendo detrás de su madre para que la llevara al colegio.
Esa tarde, cuando llegó al hogar, los cálidos mimos que había recibido de sus padres se habían evaporado por completo. Otra vez se había hundido en la fosa de la depresión, de la que no se creía capaz de salir.
Entró en el edificio, Harry la estaba esperando.
― ¿Cómo te fue?
― De lo peor ― dejó caer su mochila con rabia detrás del escenario y marchó por el corredor hacia el armario de las escobas. Tiró del carro y comenzó a cargarlo con artículos de limpieza.
― ¿Tan mal? ― Harry estaba inquieto, incómodo ― Bueno, por lo menos ahora no eres presa de una mentira. Me refiero a que no tienes que preocuparte de que Liam vaya a enterarse por terceros.
― Oh, claro que no. Yo en persona le conté toda la verdad, tal como tú me indicaste. ― Apoyó con violencia la botella del limpiavidrios en el estante de arriba ― sí, tu consejo no pudo haber sido mejor, Harry. ¿Sabes cual es el único problema? Que ya no tengo novio.
Él hizo una mueca.
― Oye, lo lamento. Pero siempre es mejor hablar con honestidad.
― Honestidad ― gritó ― ¿Y de que me sirve ser honesta? Había una posibilidad de que él nunca se enterase.
― Ni lo sueñes, nena ― se opuso ― De una manera u otra se iba a enterar. La mentira tiene patas cortas. Además, si le gustas de verdad, si te quiere. Volverá.
― No volverá ― aseguró Jean. Recordó la expresión de su rostro, el disgusto que le había impedido mirarla a los ojos ― Lo se. Lo he perdido y estoy muy dolorida.
― Jean ― comenzó Harry ― la moraleja en todo esto es que, si no pudo aceptar toda la historia, la verdad sobre ti, lo de ustedes no habría resultado de todos modos. Una pareja que se quiere de verdad no puede construirse sobre secretos y mentiras.
Jean estaba que se la llevaban los demonios. Su vida era una complicación. El único chico que le había interesado en toda su existencia la creía una bruja mentirosa, conspiradora y despiadada, y Harry todavía tenía el coraje de sermonearla sobre el valor de la verdad.
― Eres un fanático de la verdad, ¿no Harry? En especial cuando no tienes nada que perder. Bien, déjame que te aclare algo: no eres tú el que debe pagar los platos rotos.
― Yo he enfrentado verdades muy duras ― le recordó ― y lo sabes.
Esa frase fue como una bofetada. Cerró los ojos y apoyó todo el peso de su cuerpo contra el marco de la puerta.
― Lo lamento. No debo descargarme contigo. No es tu culpa.
Harry se echó a reír a carcajadas.
― Deja de ser compasiva, ¿quieres? ― Extendió el brazo y la obligó a volverse para que lo mirase a los ojos. ― Claro que es mi culpa. No le habrías dicho ni media palabra si yo no hubiera insistido tanto. Así que deja de ser amable conmigo sólo porque estoy al borde la de muerte.
― Muy bien ― gruñó ― Todo esto es culpa tuya, si no estuvieras tan enfermo, ya te habría retorcido el cuello.
Harry la contempló durante un largo rato y luego volvió a reír.
― Esto no me causa ninguna gracias Harry ― le advirtió ella.
― Lo sé ― Dejó de reírse y la atrajo hacia sí. La abrazó y la apretó con fuerza ― Ya lo sé, Princesa. No tiene ninguna gracia. Ese chico te gustaba mucho y yo te arruiné la relación. Pero no te preocupes, las cosas a la larga se solucionan.
― No ― contravino ella, con un tono de voz casi inaudible contra el pecho de Harry. No sólo había perdido a Liam sino que también tendría que soportar la ausencia de Harry dentro de poco. Las lágrimas acudieron a sus ojos; esta vez no hizo nada para contenerlas.
― Nunca salen las cosas como uno quiere ― sollozó ― Y yo ya perdí la fe en los milagros.
― En eso te equivocas, Princesa ― murmuró, con los labios rozándole la oreja ― Ocurren milagros a diario. Sólo que a veces no los ves.
― Hablar ― la bromeó ― ¿Eso es todo? ― Su expresión se desvaneció ante la solemne expresión del rostro de su novia.
― Liam se trata de algo importante.
Él asintió. Salió del estacionamiento del bar.
― ¿A dónde quiero ir?
― Hay un estacionamiento vacío en la calle de mi casa ― Respondió ― Podemos hablar allí. Durante el trayecto al barrio de Jean, charlaron de cosas sin importancia, y a medida que iba pasando el tiempo, ella se daba cuenta de que perdía el coraje.
― Allí ― señaló cuando Liam tomó por la calle de su casa.
Se detuvo junto a la acera y apagó el motor. Luego se volvió para mirarla.
― ¿Se trata de alguno de esos sermones en los que uno dice: ―Lo lamento, no quiero volver a verte pero podemos seguir siendo amigos y esas tonterías? ― Si bien quiso mantener un tono de voz indiferente, Jean se dio cuenta de que estaba asustado.
Meneó la cabeza. Tenía las palmas de las manos mojadas y su corazón latía a tanta velocidad que ella creía estar haciendo vibrar el auto.
― No, pero después de que escuches lo que tengo que decir, tal vez seas tú el que no quiera volverme a ver nunca más. ― En realidad, no pensaba que ese sería el final, pero debía estar preparada para lo peor.
― De ninguna manera ― se acercó y la besó en la boca. Fue un beso dulce y tierno. Ojalá no hubiera terminado nunca. Pero, por supuesto, terminó y Liam se apartó. ― Está bien, pasemos por esto de una vez por todas, así podremos dedicarnos a besarnos como Dios manda antes de llevarte a tú casa ― echó un rápido vistazo a su reloj luminoso. ― Prometía tu padre que llegarías antes de medianoche, son doce menos cuarto, así que apúrate.
Jean carraspeó.
― Bueno, se que crees conocerme, pero…
― ¿Qué creo conocerte? ― La interrumpió ― Por supuesto que te conozco, y lo que conozco de ti, me gusta. Hemos pasado bastante tiempo juntos las últimas semanas.
― Sí ― comentó ella ― pero siempre hay cosas que alguien como tú ignora.
― Sé todo lo que es importante. Eres honesta, amable y… ¡oh, Jean! Reúnes todas las condiciones que yo busco en una chica.
―Por favor Dios ― imploró ella para sus adentros ― que siga pensando lo mismo después de mi confesión.
― Me alegro de que pienses esto. ¿Pero qué pasaría si te enterases de que no soy tan perfecta, ni tan buena, ni tan santa? ¿Te seguiría gustando? ¿Desearías que siguiera siendo tu novia?
― ¿Jean de qué estás hablando? ― Preguntó obviamente confundido ― No pretendo que seas perfecta. Y debes asumir tu altruismo. Te privas de casi todo tu tiempo libre para trabajar como voluntaria en un hogar para enfermos terminales. Por el amor de Dios, no seas tan exigente contigo misma.
Jean tenía ganas de llorar.
― Es ese el punto, justamente. No lo hago por voluntad
― ¿Eh?
― Liam, escúchame. Y trata de no abrir juicios hasta que termine ¿De acuerdo?
― De acuerdo ― aceptó de mala gana.
Estaba muy acobardada por el tono suspicaz de Liam.
― Antes de que empezaran las clases yo… yo… ― titubeó, había perdido toda la valentía.
― ¿Tú qué?
― Hice una rotunda estupidez. Algo de lo que no me siento orgullosa. Me arrestaron por mechera. ― Oyó el siseo del aliento contenido. Volvió el rostro y clavó la vista al frente. Ya había sufrido bastante al confesarse; no habría podido mirarlo a los ojos. ― Fui una tonta, una estúpida y lo hice para impresionar a mis amigas. El arresto fue lo peor que me pasó en la vida. Pero la cuestión de todo esto es que me condenaron a cumplir trescientas horas de servicios comunitarios. Por esa razón estoy en Lavender House.
Liam cerró los ojos pero no dijo nada. El silencio se prolongó. Jean sentía que un hierro caliente le envolvía el corazón y lo oprimía sin piedad. Por fin, ya no pudo tolerarlo más.
― Pero me alegro de que me hallan mandado allí. De esa manera pude conocerte y hacer algo que valga la pena…
― Olvida el melodrama, ¿quieres? ― Sus palabras cortaron el aire como una fría navaja de acero ― si he oído bien, has estado mintiéndome durante semanas, ¿cierto?
― No te mentí ― protestó ― simplemente, no quería arriesgarme a contarte la verdad. Al menos hasta que nos conociéramos mejor, hasta que pudieras conocerme de verdad.
Él bufó con desdén.
― Oh, ahora si empiezo a conocerte. No eres más que otra de esas niñitas ricas divirtiéndose en los barrios bajos de la cuidad. La única diferencia es que no fuiste ti quien tomó la decisión de venir a visitarnos todos los días sino que te obligaron a hacerlo.
Lo miró con el corazón destrozado. El rostro de Liam revelaba una ira incontenible. Sus ojos lanzaban llamas, la boca era una línea dura y chata. Estaba apoyado contra la puerta del auto, como si acercarse a ella lo hubiera contaminado.
― ¿cómo puedes decir eso? ¿En qué me equivoqué tanto? Cometí un error. Me arrestaron por mechera. Por eso no soy una persona despreciable. Y tampoco fui a divertirme allí. Me alegro de que me hayan destinado a Lavender House.
― No es porque hayas robado en una tienda ― refunfuñó ― ¡Lo que me molesta es que te hayas esperado casi un mes para contarme la verdad! Me imagino que te habrás divertido a costa mía. Cada vez que habría la boca, debes de haberte reído como loca. ¿Por qué no me paraste? Me has hecho quedar como un tonto. Dejaste que me llenara la boca hablando de tu nobleza y dedicación.
― Pero...
― Y sólo ibas al hogar a cumplir tu condena ― meneó la cabeza ― No puedo creer que me hayan engañado otra vez. La historia de Gina se repite. Claro que en el caso de ella yo sólo fui una herramienta para enfrentar a sus padres. En tu caso ¿qué soy?
― Alguien por quien he perdido la razón ― gritó ― eso es lo que eres.
― Sí, claro ― se mofó. El sarcasmo brotaba de voz como un veneno. ― ¿Qué represento yo para ti Jean? ¿Una penitencia? ¿El chico pobre de los barrios humildes de la ciudad con el cual salías a modo de castigo por haber sido descubierta, o un poco de diversión para aliviar la carga de tener que cumplir una pena?
Entonces fue ella quien se enfureció. Se había equivocado al no contarle la verdad desde un principio, pero ahora estaba enmendándolo. Liam exageraba más de lo razonable.
― Salí contigo porque me gustas. Lo único que eres para mi es una persona. Alguien que me interesa de verdad, pero que está demostrando, y con creces, que todavía sangra por la herida que le dejó su antigua novia.
Desabrochó su cinturón de seguridad y abrió la puerta. Se bajó del auto de inmediato y se volvió para mirarlo. Liam tenía la vista fija al frente.
― Me gustas Liam, y te pido disculpas por no haberte dicho la verdad desde un principio. Pero en ningún momento te usé ni me reí de ti y, mucho menos, salí contigo a modo de penitencia.
El no abrió la boca.
Con el corazón hecho añicos, cerró de un portazo y salió corriendo. No oyó el ruido del motor sino hasta que estuvo dentro de su casa.
Durmió poco y nada. Por momentos lloraba e insultaba y no dejó de dar vueltas casi hasta el amanecer, cuando por fin calló en un sueño inquieto. Por suerte no tuvo que enfrentar a sus padres. Habían ido a un club a jugar un torneo de bridge que duraría toda la jornada. Por lo tanto, pasó todo el día lloriqueando en su cama y esperando una llamada. Pero el teléfono permaneció mudo.
El lunes por la mañana le costó mucho fingir alegría frente a sus padres, pero, a pesar de la ruptura con Liam― hecho que ya daba por sentado como irreparable ―, no podía arriesgarse a que sus padres la notaran deprimida. Todavía existía el peligro de que quisieran sacarla del hogar. Se esforzó por tragarse el desayuno y hablar con entusiasmo de la exhibición.
― ¿Sabes? ― reflexionó su madre mientras se servía otra taz de café ― estoy pensando que tengo que trabajar menos horas.
― Buena idea ― coincidió su esposo ― Sería muy positivo para nosotros que pasaras más tiempo en casa.
― En realidad ― sonrió con picardía ― tengo la esperanza de que tú hagas lo mismo. De ese modo podríamos trabajar como voluntarios.
― ¿Juntos? ― Si bien la sugerencia lo sorprendió no pareció en absoluto molesto. ― Es una posibilidad. De un tiempo a esta parte yo también quería reducir mis horarios. El trabajo no me ha dado tantas satisfacciones como esperaba. Quizás debamos tenerlo en cuenta.
― Bien ― Eileen sonrió con calidez a su hija, obligándola a corresponderle el gesto, aunque en realidad, ella tenía el corazón destrozado ― Jean parece haber madurado después de esta experiencia, y cuando oí a Polly hablando de lo feliz que era por dedicar su tiempo a... ― se interrumpió avergonzada.
A pesar de su angustia, Jean se sintió emocionada.
― Sé a que te refieres mamá ― dijo. Extendió la mano y palmeó la de su madre con afecto.
― Sé que esto puede parecer cursi ― agregó Eileen, encogiéndose de hombros ― pero anoche me di cuenta de las necesidades que hay en el mundo y de lo poco que hacemos nosotros para ayudar.
― Colaboramos con la caridad ― señaló Gerald.
― Es cierto, pero yo creo que dar parte de ti mismo es algo diferente. Te cambia.
Que suerte, pensó Jean. Terminó su desayuno, despidió a su padre con un beso y salió corriendo detrás de su madre para que la llevara al colegio.
Esa tarde, cuando llegó al hogar, los cálidos mimos que había recibido de sus padres se habían evaporado por completo. Otra vez se había hundido en la fosa de la depresión, de la que no se creía capaz de salir.
Entró en el edificio, Harry la estaba esperando.
― ¿Cómo te fue?
― De lo peor ― dejó caer su mochila con rabia detrás del escenario y marchó por el corredor hacia el armario de las escobas. Tiró del carro y comenzó a cargarlo con artículos de limpieza.
― ¿Tan mal? ― Harry estaba inquieto, incómodo ― Bueno, por lo menos ahora no eres presa de una mentira. Me refiero a que no tienes que preocuparte de que Liam vaya a enterarse por terceros.
― Oh, claro que no. Yo en persona le conté toda la verdad, tal como tú me indicaste. ― Apoyó con violencia la botella del limpiavidrios en el estante de arriba ― sí, tu consejo no pudo haber sido mejor, Harry. ¿Sabes cual es el único problema? Que ya no tengo novio.
Él hizo una mueca.
― Oye, lo lamento. Pero siempre es mejor hablar con honestidad.
― Honestidad ― gritó ― ¿Y de que me sirve ser honesta? Había una posibilidad de que él nunca se enterase.
― Ni lo sueñes, nena ― se opuso ― De una manera u otra se iba a enterar. La mentira tiene patas cortas. Además, si le gustas de verdad, si te quiere. Volverá.
― No volverá ― aseguró Jean. Recordó la expresión de su rostro, el disgusto que le había impedido mirarla a los ojos ― Lo se. Lo he perdido y estoy muy dolorida.
― Jean ― comenzó Harry ― la moraleja en todo esto es que, si no pudo aceptar toda la historia, la verdad sobre ti, lo de ustedes no habría resultado de todos modos. Una pareja que se quiere de verdad no puede construirse sobre secretos y mentiras.
Jean estaba que se la llevaban los demonios. Su vida era una complicación. El único chico que le había interesado en toda su existencia la creía una bruja mentirosa, conspiradora y despiadada, y Harry todavía tenía el coraje de sermonearla sobre el valor de la verdad.
― Eres un fanático de la verdad, ¿no Harry? En especial cuando no tienes nada que perder. Bien, déjame que te aclare algo: no eres tú el que debe pagar los platos rotos.
― Yo he enfrentado verdades muy duras ― le recordó ― y lo sabes.
Esa frase fue como una bofetada. Cerró los ojos y apoyó todo el peso de su cuerpo contra el marco de la puerta.
― Lo lamento. No debo descargarme contigo. No es tu culpa.
Harry se echó a reír a carcajadas.
― Deja de ser compasiva, ¿quieres? ― Extendió el brazo y la obligó a volverse para que lo mirase a los ojos. ― Claro que es mi culpa. No le habrías dicho ni media palabra si yo no hubiera insistido tanto. Así que deja de ser amable conmigo sólo porque estoy al borde la de muerte.
― Muy bien ― gruñó ― Todo esto es culpa tuya, si no estuvieras tan enfermo, ya te habría retorcido el cuello.
Harry la contempló durante un largo rato y luego volvió a reír.
― Esto no me causa ninguna gracias Harry ― le advirtió ella.
― Lo sé ― Dejó de reírse y la atrajo hacia sí. La abrazó y la apretó con fuerza ― Ya lo sé, Princesa. No tiene ninguna gracia. Ese chico te gustaba mucho y yo te arruiné la relación. Pero no te preocupes, las cosas a la larga se solucionan.
― No ― contravino ella, con un tono de voz casi inaudible contra el pecho de Harry. No sólo había perdido a Liam sino que también tendría que soportar la ausencia de Harry dentro de poco. Las lágrimas acudieron a sus ojos; esta vez no hizo nada para contenerlas.
― Nunca salen las cosas como uno quiere ― sollozó ― Y yo ya perdí la fe en los milagros.
― En eso te equivocas, Princesa ― murmuró, con los labios rozándole la oreja ― Ocurren milagros a diario. Sólo que a veces no los ves.
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
vale que eso ya lo sospechaba pero igual duele saber que Liam no la perdono y que a Harry le gusta ella pero no pueden tener nada porque ...porque Harry pronto ya no estará.
kari ‹з
kariAC
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
kariAC escribió:
vale que eso ya lo sospechaba pero igual duele saber que Liam no la perdono y que a Harry le gusta ella pero no pueden tener nada porque ...porque Harry pronto ya no estará.
kari ‹з
fhajkfhgjfghafghf tengo que escribir eso si no me pondré a hablar y te adelantare pates :) siiiii :( lloro.
- Khloe
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
o por dios me encanto encerio que hermoso tu si que escribes muy bien
podrias pasar por mi nove te amo
podrias pasar por mi nove te amo
lokis por mi
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
lokis por mi escribió:o por dios me encanto encerio que hermoso tu si que escribes muy bien
podrias pasar por mi nove te amo
Me encanta que te encante,yo no lo escribí es una adaptación de una libro :)
Apenas pueda me paso :)
Apenas pueda me paso :)
- Khloe
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
ME ENCANTO EL CAP SUBE PRONTO ME MUERO DE INTRIGA POR SABER QUE VA A PASAR AUNQUE VOY A LLORAR CUAND MUERA harry
Leyre
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
selu-alexanderludwig escribió:ME ENCANTO EL CAP SUBE PRONTO ME MUERO DE INTRIGA POR SABER QUE VA A PASAR AUNQUE VOY A LLORAR CUAND MUERA harry
Ya la sigo, dfbjksdfndhg¿COmo sabes que morirá? ok mejor me callo antes de revelar cosas :)
- Khloe
khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
Capitulo 8
27 de Octubre
Querido Diario: La vida es trágica. Liam no llamó. Creo que me odia. Tal vez Harry tenía razón: si me hubiera querido de verdad, me habría dado una oportunidad. Una parte de mí quiere llamarlo, pero tengo miedo. Me colgaría el teléfono. Supongo que me asusta enfrentarlo. Ya sé, ya sé. Estoy actuando como una idiota. Después de todo, sólo hemos salido unas pocas veces. Pero eso no importa. Todavía tengo la sensación de que hay un inmenso vacío en mi ser. Lo veía todos los días y hablaba por teléfono casi todas las noches. Lo echo mucho de menos. Y todavía sigo furiosa con Harry. Ojalá yo fuera una persona mejor, pero no lo soy. Aunque, si Harry no me hubiera convencido de que le confesara toda la verdad, Liam todavía seria mi novio. Lo curioso es que mis padres quedaron tan asombrados por las maravillas que todos hablaron de mí en la exhibición, que me han levantado la pena. Hasta me permiten usar el auto los fines de semana. Lástima que ya no tengo a dónde ir.
Jean cerró el diario y miró el teléfono silencioso. Por milésima vez tomó el auricular, dudó, y lo volvió a su sitio. ¿Qué sentido tenía? Liam no quería hablar con ella. Habían pasado dos semanas desde la ruptura. Las semanas más eternas y desgraciadas de toda su vida. No podía comer, no podía dormir, no lograba concentrarse en su tarea. En resumen, no podía hacer otra cosa que no fuera deprimirse y rogar para que sonara el maldito teléfono.
De pronto, sonó. Se quedó mirándolo como una estúpida durante un momento y luego se abalanzó hacia el aparato, con la esperanza de que fuera Liam.
— Hola. — Se oyó el ―clic‖ característico de cuando cortan la comunicación a propósito. — ¡Caramba! — protestó —. Seguro que era número equivocado.
Se levantó de la cama, se puso los zapatos y tomó su mochila. Tenía un examen de francés; de todas maneras, le importaba un rábano si lo aprobaba o no.
La escuela fue un plomo total. Las horas no pasaban nunca. Gracias a sus excelentes hábitos de estudio, con dar una simple lectura a las cosas logró que sus calificaciones no bajaran demasiado. Cuando sonó el timbre de salida, Jean entregó su hoja de examen y Salió del aula sin perder tiempo. Jennifer se encontró con ella en el pasillo.
— Hola — la saludó con una amplia sonrisa — ¿Dónde has estado últimamente?
— Donde siempre — respondió Jean —. Trabajando en el hogar y estudiando. ¿Y tú? — Lo último que le faltaba era un interrogatorio de Jennifer. Otra curiosidad: pensar que un par de meses atrás habría hecho arder las líneas telefónicas contándole todos sus problemas a su amiga. Pero, por alguna razón, no lograba confiar en nadie lo sucedido con Liam. Excepto a Harry, claro. Pero sólo porque él era el responsable de todo y bien se merecía aguantarla llorando y protestando.
Jennifer la acompaño por el pasillo, rumbo a los armarios.
— Oh, lo de siempre. Las prácticas en el campo de deportes y el colegio, Ah, también he estado saliendo con Todd, por supuesto.
— Qué bien. — Para ser honesta, le habría dado lo mismo que Jennifer saliera con Todd o con Freddy Krueger. Sonrió de mala gana al imaginar el cuadro. Pensándolo bien, habrían hecho buena pareja. Todd es un chico maravilloso.
— ¿Todavía sales con Liam Payne? — preguntó Jennifer, tratando de aparentar indiferencia.
Pero a Jean no la engañó ni un segundo. Sabía qué significaba ese tono.
— ¿Por qué lo preguntas?
Jennifer se encogió de hombros.
— Por saber, nada más. ¿Sabes qué casualidad? Estaba hablando con Ruby y al pasar le mencioné a Liam. Resulta que le conoce. Comparten algunas clases en Landsdale JC.
Ruby era la hermana mayor de Jennifer. Sabía que lo próximo que dijera le caería de lo peor. Su ―amiga‖ parecía salirse de la vaina por darle la mala noticia de una vez.
— Y Ruby dijo que vio a Liam el sábado por la noche en el cine, con una rubia despampanante. Yo me quedé helada. Quiero decir que, como sabía que entre tú y él…
Fue como un puñetazo en la boca del estómago para Jean, pero ni loca lo habría demostrado. Sin embargo, nunca más iba a mentir. Las mentiras duelen. Por mucho que la hiriera en su orgullo, ya no volvería a fingir.
— Entre Liam y yo ya no hay nada — admitió —. Es libre para salir con quien le guste. No nos vemos más.
— Oh. — Jennifer simuló una expresión de asombro. — Entiendo.
— Sí. — Jean sonrió. — Seguro.
El trayecto en autobús a Lavender House fue una agonía. Jean se quedó sentada en su lugar como una estatua, sin parpadear ni una sola vez por temor a romper en llanto. Se bajó cuando llegó a la parada y ni siquiera miró en dirección al bar. ¿De qué le habría servido? Liam ya tenía otra novia. Idiota.
Miró al cielo y frunció el entrecejo. Unos negros nubarrones provenían del oeste y su ominoso aspecto amenazaba con lluvia antes que ella terminara su turno.
Jean enjuagó hasta la última gota del producto de limpieza que quedaba en el lavado y retorció el lienzo.
— ¿Por qué demonios te demoras tanto? — preguntó Harry. Estaba recostado en la cama, observándola, pues había dejado la puerta del baño abierta. — ¿Un año para limpiar el lavado?
— Deja ya de quejarte — rezongó Jean, de tan mal humor como él —. ¿Quieres que te mate los gérmenes o no?
— No te lo pedí. — Tosió. — Los gérmenes también tienen derecho a vivir.
— Muy bien— estalló Jean y arrojó su lienzo para la limpieza sobre el carro —. ¿Qué pasa? Desde que entré no has hecho otra cosa que fastidiarme. ¿Cuál es el problema?
Harry se recostó contra las almohadas.
— Ninguno. Sólo quería hablar.
— ¿Sobre? — Se quitó los guantes de goma.
— Sobre la razón por la cual estás tan furiosa conmigo.
— No estoy enojada contigo — le aclaró. Mentira. Sabía que estaba disgustada con él. Estuvo furiosa durante las dos últimas semanas. Desde aquella noche en la que, siguiendo su ―sabio consejo‖, había confesado a Liam toda la verdad.
— Deja de fingir. — Se rió. — Estás enojada. Tratas de tragarte la rabia sólo porque no quieres pelear con un moribundo.
Jean alzó el mentón y lo miró a los ojos.
— Está bien, estoy un poco molesta contigo. Ya está. ¿Te sientes mejor ahora que te lo he dicho con todas las letras?
— Lo que me haría sentir mejor es recuperar a la vieja Jean — refunfuñó —. En los últimos quince días has estado moqueando por los rincones y dando rienda suelta a tus caprichos. Y ya estoy harto de todo ese teatro.
— Oh, te pido mil disculpas por tener sentimientos — bramó ella. Tomó el carro y lo empujó hacia la puerta. — Me iré con mi cara larga a otra parte para no ofender a Su Alteza.
Qué ganas habría tenido de culminar su salida con un buen portazo, pero no quiso despertar a Jamie; sabía que estaba durmiendo. La ira la condujo por el corredor y hasta la planta alta, donde se encontraba el armario de la limpieza. Guardó todos los artículos en su interior y cerró la puerta. Pero cuando estaba llegando a las escaleras no pudo soportarlo más. El sentimiento de culpa, horrendo como una serpiente venenosa, se había enroscado en su estómago y le provocaba náuseas. Harry significaba demasiado para ella. No podía dejar así las cosas. Dio media vuelta y marchó nuevamente hacia su cuarto.
— De acuerdo — capituló, ignorando la sonrisa satisfecha de su amigo —, hablemos.
— No pudiste aguantar, ¿verdad? — Palmeó la cama y ella se sentó.
— Oh, borra esa risita estúpida de tu cara, ¿quieres? Ya estoy aquí. No quise irme sabiendo que estábamos disgustados. — Notó la mueca de dolor de su amigo cuando el colchón cedió por el peso de su cuerpo.
Superando el momento de sufrimientos, extendió la mano y tomó la de ella.
— No estoy sonriendo, Jean — susurró —. Tengo miedo. No quiero perderte. No ahora. La muchacha sintió un nudo en la garganta, pero se lo tragó. Se sentía como un gusano.
— No vas a perderme — le aseguró, aún con tono gruñón —. Simple y sencillamente, seguirás haciendo lo que has hecho toda la vida: sacarme de las casillas.
— Dime por qué estabas tan enojada. — Le acarició la mano.
Ella se encogió de hombros.
— No lo sé. Supongo que necesitaba a alguien para echarle la culpa.
— Y yo era un blanco perfecto, ¿no?
— Sí.
— Pero ahí no termina todo — aventuró —. Hay algo que te perturba y quiero saber qué es.
— No seas tonto. — Ni loca habría reconocido ante él qué era lo que más le molestaba de todo ese episodio. — Por mucho que deteste reconocerlo, tú me diste un buen consejo. Tenías razón. Una relación que se basa en una mentira no puede durar. Supongo que te culpé a ti cuando lo descubrí. Liam no lo tomó para nada bien. Estaba tan… tan…
— ¿Herido?
— Irracional — lo corrigió Jean. Bajó la vista y la fijó en el acolchado. Pero está bien. Si me hubiera querido de verdad, por lo menos habría intentado comprender. Te pido disculpas por haberme descargado contigo. Pero, tal como tú mismo lo has dicho, necesitaba alguien a quien culpar y tú fuiste el blanco perfecto.
Harry extendió la mano y le levantó el mentón, obligándola a mirarlo. La miró con resolución, sus ojos parecían llamas en aquel rostro delgado.
— Pero empezaste a dudar, ¿verdad? A dudar de mis verdaderas razones para convencerte de que hablaras con él. ¿Pensaste en una segunda intención de mi parte, quizás?
— No seas tonto. — Trató de desviar la mirada, pero él no le soltaba el mentón. — ¿Qué otra razón pudiste haber tenido?
Harry sonrió con tristeza y Jean sintió una repentina desesperación por que él se callara la boca, por no escuchar esas palabras de sus labios.
— Por favor — suplicó y echó la cabeza hacia atrás. Volvió a moverse en la cama. — Olvidemos esta conversación. Ahora las cosas se han encarrilado…
— Mentira — se opuso él —. No eres estúpida y supongo que sabes qué es lo que siento por ti.
Se quedó helada.
— Somos amigos.
— ¿Amigos? —Harry rió sin ganas. — Claro que somos amigos, pero cualquiera que tenga dos dedos de frente se daría cuenta de que me he enamorado de ti.
Y finalmente se oyeron las palabras. Las mismas que ella sospechaba que le partirían el corazón en mil pedazos.
— Pero te juro, Jean— continuó en un murmullo, mirando ahora hacia la ventana y la oscuridad —, que no te convencía de que hablaras con Liam porque tuve ilusiones de que alguna vez pudiera existir algo entre nosotros. Es demasiado tarde para eso. No soy tonto. Me queda muy poco tiempo.
— ¡Ni lo menciones!
— ¿Por qué no? Es la verdad. Créeme, por mucho que me doliera saber que querías de verdad a ese tipo, jamás habría sido tan tonto como para creer que, si él te daba la espalda, vendrías corriendo a mi lado. Mis sentimientos por ti son demasiado profundos para caer en semejante bajeza. Además, Liam es un chico decente. Prefiero que estés con él y no con uno de esos snobs arrogantes que viven en la parte de la ciudad de la que provienes.
Jean no sabía que decir. En el inesperado silencio, oyó los ruidos del tráfico que se confundían con el canto de los pájaros que se filtraba por la ventana entornada.
— Di algo — susurró Harry por fin —. Dime que me crees. Dime que no me consideras un cretino egoísta que arruinó tu vida amorosa porque te quería toda para mí.
Jean cerró el diario y miró el teléfono silencioso. Por milésima vez tomó el auricular, dudó, y lo volvió a su sitio. ¿Qué sentido tenía? Liam no quería hablar con ella. Habían pasado dos semanas desde la ruptura. Las semanas más eternas y desgraciadas de toda su vida. No podía comer, no podía dormir, no lograba concentrarse en su tarea. En resumen, no podía hacer otra cosa que no fuera deprimirse y rogar para que sonara el maldito teléfono.
De pronto, sonó. Se quedó mirándolo como una estúpida durante un momento y luego se abalanzó hacia el aparato, con la esperanza de que fuera Liam.
— Hola. — Se oyó el ―clic‖ característico de cuando cortan la comunicación a propósito. — ¡Caramba! — protestó —. Seguro que era número equivocado.
Se levantó de la cama, se puso los zapatos y tomó su mochila. Tenía un examen de francés; de todas maneras, le importaba un rábano si lo aprobaba o no.
La escuela fue un plomo total. Las horas no pasaban nunca. Gracias a sus excelentes hábitos de estudio, con dar una simple lectura a las cosas logró que sus calificaciones no bajaran demasiado. Cuando sonó el timbre de salida, Jean entregó su hoja de examen y Salió del aula sin perder tiempo. Jennifer se encontró con ella en el pasillo.
— Hola — la saludó con una amplia sonrisa — ¿Dónde has estado últimamente?
— Donde siempre — respondió Jean —. Trabajando en el hogar y estudiando. ¿Y tú? — Lo último que le faltaba era un interrogatorio de Jennifer. Otra curiosidad: pensar que un par de meses atrás habría hecho arder las líneas telefónicas contándole todos sus problemas a su amiga. Pero, por alguna razón, no lograba confiar en nadie lo sucedido con Liam. Excepto a Harry, claro. Pero sólo porque él era el responsable de todo y bien se merecía aguantarla llorando y protestando.
Jennifer la acompaño por el pasillo, rumbo a los armarios.
— Oh, lo de siempre. Las prácticas en el campo de deportes y el colegio, Ah, también he estado saliendo con Todd, por supuesto.
— Qué bien. — Para ser honesta, le habría dado lo mismo que Jennifer saliera con Todd o con Freddy Krueger. Sonrió de mala gana al imaginar el cuadro. Pensándolo bien, habrían hecho buena pareja. Todd es un chico maravilloso.
— ¿Todavía sales con Liam Payne? — preguntó Jennifer, tratando de aparentar indiferencia.
Pero a Jean no la engañó ni un segundo. Sabía qué significaba ese tono.
— ¿Por qué lo preguntas?
Jennifer se encogió de hombros.
— Por saber, nada más. ¿Sabes qué casualidad? Estaba hablando con Ruby y al pasar le mencioné a Liam. Resulta que le conoce. Comparten algunas clases en Landsdale JC.
Ruby era la hermana mayor de Jennifer. Sabía que lo próximo que dijera le caería de lo peor. Su ―amiga‖ parecía salirse de la vaina por darle la mala noticia de una vez.
— Y Ruby dijo que vio a Liam el sábado por la noche en el cine, con una rubia despampanante. Yo me quedé helada. Quiero decir que, como sabía que entre tú y él…
Fue como un puñetazo en la boca del estómago para Jean, pero ni loca lo habría demostrado. Sin embargo, nunca más iba a mentir. Las mentiras duelen. Por mucho que la hiriera en su orgullo, ya no volvería a fingir.
— Entre Liam y yo ya no hay nada — admitió —. Es libre para salir con quien le guste. No nos vemos más.
— Oh. — Jennifer simuló una expresión de asombro. — Entiendo.
— Sí. — Jean sonrió. — Seguro.
El trayecto en autobús a Lavender House fue una agonía. Jean se quedó sentada en su lugar como una estatua, sin parpadear ni una sola vez por temor a romper en llanto. Se bajó cuando llegó a la parada y ni siquiera miró en dirección al bar. ¿De qué le habría servido? Liam ya tenía otra novia. Idiota.
Miró al cielo y frunció el entrecejo. Unos negros nubarrones provenían del oeste y su ominoso aspecto amenazaba con lluvia antes que ella terminara su turno.
Jean enjuagó hasta la última gota del producto de limpieza que quedaba en el lavado y retorció el lienzo.
— ¿Por qué demonios te demoras tanto? — preguntó Harry. Estaba recostado en la cama, observándola, pues había dejado la puerta del baño abierta. — ¿Un año para limpiar el lavado?
— Deja ya de quejarte — rezongó Jean, de tan mal humor como él —. ¿Quieres que te mate los gérmenes o no?
— No te lo pedí. — Tosió. — Los gérmenes también tienen derecho a vivir.
— Muy bien— estalló Jean y arrojó su lienzo para la limpieza sobre el carro —. ¿Qué pasa? Desde que entré no has hecho otra cosa que fastidiarme. ¿Cuál es el problema?
Harry se recostó contra las almohadas.
— Ninguno. Sólo quería hablar.
— ¿Sobre? — Se quitó los guantes de goma.
— Sobre la razón por la cual estás tan furiosa conmigo.
— No estoy enojada contigo — le aclaró. Mentira. Sabía que estaba disgustada con él. Estuvo furiosa durante las dos últimas semanas. Desde aquella noche en la que, siguiendo su ―sabio consejo‖, había confesado a Liam toda la verdad.
— Deja de fingir. — Se rió. — Estás enojada. Tratas de tragarte la rabia sólo porque no quieres pelear con un moribundo.
Jean alzó el mentón y lo miró a los ojos.
— Está bien, estoy un poco molesta contigo. Ya está. ¿Te sientes mejor ahora que te lo he dicho con todas las letras?
— Lo que me haría sentir mejor es recuperar a la vieja Jean — refunfuñó —. En los últimos quince días has estado moqueando por los rincones y dando rienda suelta a tus caprichos. Y ya estoy harto de todo ese teatro.
— Oh, te pido mil disculpas por tener sentimientos — bramó ella. Tomó el carro y lo empujó hacia la puerta. — Me iré con mi cara larga a otra parte para no ofender a Su Alteza.
Qué ganas habría tenido de culminar su salida con un buen portazo, pero no quiso despertar a Jamie; sabía que estaba durmiendo. La ira la condujo por el corredor y hasta la planta alta, donde se encontraba el armario de la limpieza. Guardó todos los artículos en su interior y cerró la puerta. Pero cuando estaba llegando a las escaleras no pudo soportarlo más. El sentimiento de culpa, horrendo como una serpiente venenosa, se había enroscado en su estómago y le provocaba náuseas. Harry significaba demasiado para ella. No podía dejar así las cosas. Dio media vuelta y marchó nuevamente hacia su cuarto.
— De acuerdo — capituló, ignorando la sonrisa satisfecha de su amigo —, hablemos.
— No pudiste aguantar, ¿verdad? — Palmeó la cama y ella se sentó.
— Oh, borra esa risita estúpida de tu cara, ¿quieres? Ya estoy aquí. No quise irme sabiendo que estábamos disgustados. — Notó la mueca de dolor de su amigo cuando el colchón cedió por el peso de su cuerpo.
Superando el momento de sufrimientos, extendió la mano y tomó la de ella.
— No estoy sonriendo, Jean — susurró —. Tengo miedo. No quiero perderte. No ahora. La muchacha sintió un nudo en la garganta, pero se lo tragó. Se sentía como un gusano.
— No vas a perderme — le aseguró, aún con tono gruñón —. Simple y sencillamente, seguirás haciendo lo que has hecho toda la vida: sacarme de las casillas.
— Dime por qué estabas tan enojada. — Le acarició la mano.
Ella se encogió de hombros.
— No lo sé. Supongo que necesitaba a alguien para echarle la culpa.
— Y yo era un blanco perfecto, ¿no?
— Sí.
— Pero ahí no termina todo — aventuró —. Hay algo que te perturba y quiero saber qué es.
— No seas tonto. — Ni loca habría reconocido ante él qué era lo que más le molestaba de todo ese episodio. — Por mucho que deteste reconocerlo, tú me diste un buen consejo. Tenías razón. Una relación que se basa en una mentira no puede durar. Supongo que te culpé a ti cuando lo descubrí. Liam no lo tomó para nada bien. Estaba tan… tan…
— ¿Herido?
— Irracional — lo corrigió Jean. Bajó la vista y la fijó en el acolchado. Pero está bien. Si me hubiera querido de verdad, por lo menos habría intentado comprender. Te pido disculpas por haberme descargado contigo. Pero, tal como tú mismo lo has dicho, necesitaba alguien a quien culpar y tú fuiste el blanco perfecto.
Harry extendió la mano y le levantó el mentón, obligándola a mirarlo. La miró con resolución, sus ojos parecían llamas en aquel rostro delgado.
— Pero empezaste a dudar, ¿verdad? A dudar de mis verdaderas razones para convencerte de que hablaras con él. ¿Pensaste en una segunda intención de mi parte, quizás?
— No seas tonto. — Trató de desviar la mirada, pero él no le soltaba el mentón. — ¿Qué otra razón pudiste haber tenido?
Harry sonrió con tristeza y Jean sintió una repentina desesperación por que él se callara la boca, por no escuchar esas palabras de sus labios.
— Por favor — suplicó y echó la cabeza hacia atrás. Volvió a moverse en la cama. — Olvidemos esta conversación. Ahora las cosas se han encarrilado…
— Mentira — se opuso él —. No eres estúpida y supongo que sabes qué es lo que siento por ti.
Se quedó helada.
— Somos amigos.
— ¿Amigos? —Harry rió sin ganas. — Claro que somos amigos, pero cualquiera que tenga dos dedos de frente se daría cuenta de que me he enamorado de ti.
Y finalmente se oyeron las palabras. Las mismas que ella sospechaba que le partirían el corazón en mil pedazos.
— Pero te juro, Jean— continuó en un murmullo, mirando ahora hacia la ventana y la oscuridad —, que no te convencía de que hablaras con Liam porque tuve ilusiones de que alguna vez pudiera existir algo entre nosotros. Es demasiado tarde para eso. No soy tonto. Me queda muy poco tiempo.
— ¡Ni lo menciones!
— ¿Por qué no? Es la verdad. Créeme, por mucho que me doliera saber que querías de verdad a ese tipo, jamás habría sido tan tonto como para creer que, si él te daba la espalda, vendrías corriendo a mi lado. Mis sentimientos por ti son demasiado profundos para caer en semejante bajeza. Además, Liam es un chico decente. Prefiero que estés con él y no con uno de esos snobs arrogantes que viven en la parte de la ciudad de la que provienes.
Jean no sabía que decir. En el inesperado silencio, oyó los ruidos del tráfico que se confundían con el canto de los pájaros que se filtraba por la ventana entornada.
— Di algo — susurró Harry por fin —. Dime que me crees. Dime que no me consideras un cretino egoísta que arruinó tu vida amorosa porque te quería toda para mí.
______________________
djsfkhldihf Se que me odiaran por dejarla ahí perooo ya falta poco y después de el que viene creo que les subiré seguido por que no se los puedo cortar :) y bueno después se acaba khloe
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
Khloe estoy llorando y no sé si es de felicidad porque se lo confesó o de tristeza porque lo hizo.
kari ‹з
kariAC
Re: No me olvides {Harry Styles, Liam Payne y tu} [Terminada]
kariAC escribió:
Khloe estoy llorando y no sé si es de felicidad porque se lo confesó o de tristeza porque lo hizo.
kari ‹з
Wow si te cuanto que yo llore un montón un poco antes y bueno ahí también llore es una mezcla de felicidad y tristeza pero en general llore mucho y recién viene lo feo. Empiezo a recordar y me dan ganas de llorar ahí es donde empece a amar mucho mas a Harry (en el libro Gabriel)
- Khloe
khloe
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