#Addicted To Love {Harry, Zayn & Tú}

ADDICTED TO LOVE (Harry, Zayn & Tú)

Capítulo 10

—¡Gané! —gritó Saffa, mientras __________ y Zayn hacían un sonido de darse por vencidos.
—Es la tercera vez que nos ganas, Saffa. —suspiró Zayn. Saffa esbozó una sonrisa.
—Es muy buena Zayn, no puede evitarlo, ¿verdad? —preguntó _________, haciéndole cosquillas a Saffa.
Se encontraban en la playa, en el corazón de la feria, dándole en el blanco con pistolas de agua a un tablero para ganarse premios. Saffa llevaba dos osos de peluche y acababa de pedir un pingüino. Zayn y _________ la dejaban ganar, como a cualquier niño pequeño, claro.
Se incorporaron y caminaron por la feria de nuevo, dieron varias vueltas hasta que una señora pasó dando volantes de una atracción llamada “Little World”. No decía mucho sobre el juego, pero más o menos estaba basado en un mundo como el real pero para pequeños. La idea le llamó la atención a Saffa al instante. Para la mala fortuna de _________ y Zayn, los adultos no eran permitidos.
—Te llevaré y te quedarás una hora. Ni más ni menos, ¿vale? Te dejo y te recojo en la puerta, sin excepciones. Nada de salir a buscarme. No te sales de ese juego para nada.
—Lo prometo. —asintió, emocionada.
—Bueno… pero hay reglas-
—Zayn —lo cortó __________, riendo— deja a la niña divertirse, por Dios. —rodó los ojos.
—Está bien —dijo, frunciendo el ceño—. Solo se te permite salir a buscarme si se te acerca un niño, ¿está bien?
—Tiene ocho años, Zayn.
—Pues yo a los ocho años ya iba a hablarle a las niñas.
Ambos rieron. Acompañaron a Saffa hasta la entrada de Little World (__________ aún se preguntaba cómo habían construido todo eso en un par de días, pero bueno), donde Zayn pagó la entrada, y luego regresaron al centro de la feria.
—Mira esto. —dijo de repente Zayn. _________ lo miró expectante y él la llevó hasta un juego que decía “mide tu fuerza”. Consistía en golpear alguna clase de báscula con un martillo y conforme a qué tan fuerte le pegaras, había una especie de medidor de fuerza. Si la línea subía hasta el color verde, eras un debilucho, si subía hasta el amarillo, eras un novato y tenías derecho a un premio pequeño, si subía hasta el naranja, era un atleta y tenías derecho a un premio mediano, y si subía hasta el rojo, eras “míster musculoso” y tenías derecho a un premio grande.
Zayn pagó un juego y tomó el martillo con ambas manos.
—Va a dar en el verde. —se burló _____________, cruzándose de brazos. Un grupo de personas (principalmente chicas) se reunieron para ver a Zayn.
—Ya veremos. —le contestó con una sonrisita, mirándola de reojo. Alzó el martillo y le dio a la báscula. ___________ y Zayn esperaron. La línea subió, subió, y subió… hasta llegar al color rojo.
—¡No puede ser! —exclamó _____________.
—Ah, ¿qué decías? —presumió Zayn, poniendo esa cara de bobo pretencioso que había hecho cuando __________ lo conoció. Pero ahora no la hacía enojar, porque sabía que era en plan de broma. Ella frunció el ceño. Zayn le recriminaría todo lo que restara del día y probablemente incluso después que era “míster musculoso”. También lo andaría presumiendo por todo el campus, seguro.
—Cállate. —musitó _________ en broma, rodando los ojos.
Zayn rio. Un montón de chicas se acercaron a preguntarle su nombre y presentarse ellas mismas. __________ dio un paso hacia atrás… y luego Zayn se abrió paso entre las chicas y tomó a _________ de la mano.
—Lo siento, vengo con ella —les sonrió encantadoramente. Las chicas recorrieron a ____________ de pies a cabeza como pensando “no vales la pena”, lo que provocó que si sintiera algo incómoda. Sin embargo, Zayn cambió eso al instante. La llevó hasta donde se mostraban todos los premios, señaló con una mano los grandes, rodeó su cintura con el brazo, y le susurró al oído— ¿cuál quieres?
___________ sintió su corazón latir tan fuerte y tan rápido que temía que en cualquier momento se saliera de su pecho.
—¿De verdad?
—De verdad.
___________ le sonrió y señaló un oso de peluche enorme. Probablemente el más grande que había visto en toda su vida El encargado del juego lo bajó y se lo dio a ___________. Ella miró a Zayn con la sonrisa más grande que él le había visto en el poco tiempo de conocerla.
—¿Vamos a dejarlo al coche? —sugirió ___________— Es un poco grande.
—Sí, creo que sí —se rio Zayn—, vamos.
Caminaron hasta el coche en silencio. Ya no se estaban abrazando, ni tomando de las manos, ni nada parecido. Caminaban a una distancia considerable el uno del otro. Cuando llegaron y pusieron el oso gigante en el asiento trasero, Zayn dijo que tenía más dinero en el asiento de enfrente y quería comprarle un peluche que había visto a Saffa.
__________ esperó afuera. Zayn pareció tardarse algo y __________ decidió abrir la puerta del copiloto y asomarse.
—¿Todo bien?
—No lo encuentro.
—¿Quieres que te ayude?
—Si no es mucha molestia…
—Descuida. —____________ entró y se sentó en el asiento del copiloto. Al igual que Zayn, cerró la puerta para que la luz de la pequeña lámpara del volvo aparcara. Se puso a rebuscar en todos los lugares posibles— ¡Lo tengo! —sacó un fajo de billetes y arqueó una ceja— No creo que cueste tanto, Zayn.
—No, pero sólo llevé veinte dólares y, ya vez, Saffa sale un poco cara.
__________ soltó una risita y asintió.
—Bonito coche. —musitó, mirando a Zayn de reojo. La luz del coche se había apagado (como la de todos los coches después de un determinado tiempo sin que alguna puerta se abra o tú misma las prendas) y sólo entraban las luces multicolores de la feria, perfilando la cara de Zayn de una manera francamente hermosa.
Su piel parecía irradiar luz propia, sus labios se veían contorneados perfectamente, y sus largas pestañas proyectaban sombras sobre sus mejillas. Parecía un momento de fotografía. Una fotografía que debería ir en una galería.
__________ se mordió el labio.¬
—Gracias. Lo cuido bastante.
—Se nota.
—Es como el amor de mi vida.
—También se nota. —ambos rieron. Se quedaron viendo por un par de segundos y, de repente, Zayn se puso muy serio. Se acercó a _________ lo suficiente para rozar sus labios con los suyos y alzó una mano para acomodar un mechón de su cabello detrás de la oreja. Dejó la mano en su mejilla.
—¿Sabes? No hay nada que no haría por este coche.
—Vaya, eso es algo… exagerado. —susurró __________, repentinamente agobiada. El pulso le martilleaba en los oídos, y el aliento dulce de Zayn sobre sus labios no ayudaba mucho. Respiró con nerviosismo y pudo ver a Zayn esbozar una media sonrisa.
—No es exagerado. Es la verdad. —contestó Zayn en voz muy baja… y la besó.