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El Club de las Cinco {One Direction}
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Club de las Cinco {One Direction}
Esta bien bebe, subi cuando puedas pero no te tardes tanto que nos pones ansiosasxd
Jaeger.
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Re: El Club de las Cinco {One Direction}
Capítulo 42
{Josie}
Despertarme un día de lluvia, un día gris, pesado, espeso y frio, en un hogar que no es mío, resulta incómodo. Esta es la primera lluvia en casa de Heather, no es igual estar en mi cama arropada hasta las orejas, que estar en una casa ajena en un colchón. Aprecio lo que mi amiga hace por mí, no poder pagárselo ni en mil años, su gesto ha sido tan considerado las gracias nunca serán suficientes para decir lo que siento hacia ella justo ahora.
Subo la vista hacia la cama grande, y la pelirroja sigue dormida, supongo no saldremos a ningún lado hoy, salvo a casa de Cami, lo cual agradezco, no tengo ánimos de ver a Louis, a pesar de que ahora se esté comportando mejor gracias a la intervención de Cam y Heather, la verdad hoy es uno de esos días en los que no tengo ganas de compartir con él ni con sus amigos. La madre de Heather dice, que tendré días así, días en los que no querré saber nada de hombres, días en los que no estaré de buen humor y claramente donde no este nada contenta con mi peso. Bautizare esos días como “El Periodo, NO sangriento” debo darle un nombre así las chicas sabrán que andaré como ellas cuando sangran, y pues asumo que trataran de mantener a Tomlinson en su sitio. Veo el reloj en mi muñeca, son las 2:30 de la tarde, definitivamente el embarazo me está pegando, es tardísimo, y la francesita no despierta aun. Bien no quiero ser yo quien la despierte, se pondrá de mal humor.
Doy un salto fuera de mi nueva cama y voy hasta el baño, debo tener cara de perro enfermo. En el pasillo me pillo con Liam, quien esta mojado y con una toalla hace un esfuerzo por secarse los cabellos.
- Debería darte pena.- dice una vez que me pilla.- Estas en una casa de acogida y te levantas a esta hora.
- Eso no es tu problema.- puntualizo yo encogiéndome de hombros, creo que no vale la pena discutir con el.- Has te a un lado.- le pido para avanzar hasta el baño.
- Si no supiera que estas preñada…
- Embarazada- le corrijo- Preñada salen las animales.
- ¿Y tú que eres?- su pregunta insinuosa me hace molestar, y el mal humor con el que desperté está a punto de explotar. Ríe con cinismo y se hace a un lado.- Tan sumisa y callada como siempre Josie, el embarazo te pondrá peor.
- Aún estoy comenzando, no sabes lo que puede pasar con mi carácter en el trayecto.
- Seguirás siendo el mismo coleto de los hombres, Jos.
- Ya veremos qué pasa.- le dedique una sonrisa odiosa y cruzándome de brazos camine por el pasillo hasta llegar al baño. Justo cuando iba a abrir la puerta escuche a Liam gritar que le gustaba mi Pijama, me di vuelta y le dije que seguramente su madre se había caído varias veces mientras estuvo preñada de semejante gorila. No contento con mi arrebato, se dio media vuelta murmurando estupideces y yo me metí al baño por fin. Vivir con Liam no es nada agradable, ya comprendo porque la francesita no lo quería tener aquí ni en fotos de recuerdo de bautizo.
***
Sentada en el suelo de la recamara de Camilia, viéndolas drogarse un poco y reír como locas con chistes malos, me di cuenta de que Alice tenía razón; ya no éramos las misma de cuando empezó el año escolar, todas estábamos más distantes, seguíamos juntas pero ya no era como antes. Sobre todo yo, pase de ser la chica lista y virginal, a la zorra que quedó embarazada de Louis Tomlinson, quien además me rechaza. De pronto caigo en cuenta de la realidad de mi vida justo ahora; Soy la rechazada en pocas palabras, me han llamado zorra por aquí y por allá, mis padres me han echado y Louis reniega de mí, al menos lo hacía. Siento unas ganas de llorar inmensas, definitivamente estoy en “esos días”.
Tengo tantas ganas de sacarle el porro de entre los dedos a Gemma, pero me abstengo, no puedo, que mi hijo no sea querido no significa que yo deba dañarlo, después de todo solo me tiene a mí, y a las chicas. Heather insiste con ir de fiesta esta noche, pero para mí ya no es lo mismo, me asusta ponerme en peligro, pero ella cuenta con que seremos solo las chicas, nada de chicos, y lo haremos en la caseta de plaza, recuerdo que una vez nos hicimos mierda ahí.
- Bien, vamos.- se levantó Camila.- Quiero sacarme esta mierda de vida que me proporcionan mis padres.
- Andando, perrillas.- Heather se levantó y tomo el quepo de cornetas de Camila junto a su Ipod.
Llegamos a la caseta y Gemma, drogada hasta la medula comenzaba a cantar cosas sin sentido, tales como “Que bonito es tener el pelo liso, liso pelo no quebradizo” y se reía como loca mientras se templaba el cabello, las demás se reían con ella y yo me reía de ellas. Era bueno disfrutar todas juntas, tranquilas sin hombres cagando la patria por estos lados. Alice abrió la mochila de Gemma y de ahí saco un par de botellas, una de Ron y la otra no sé qué era, el líquido era azul. Heather y Camila parecían lesbianas cuchicheando y riéndose entre ellas. Al cabo de unas horas el Alcohol y las drogas ya estaban llegando a su punto, y mi estómago rugía del hambre, y me dolía de tanto reír. Mire la hora, eran justo las 10:30 de la noche, y yo sabía perfectamente que para las chicas apenas y comenzaba la noche. Revise mi bolso a ver si encontraba algo de comer, una galleta fue lo único que halle además del eco que me hicieron en médico. Lo observe por unos minutos, solo se podía detallar una habichuela, aún está muy chiquito. Una sonrisa se cruzó por mi rostro, a pesar de las circunstancias, un bebe siempre una bendición, al menos eso pienso yo.
- ¡ese es mi sobrino!- siento que me arrebatan la fotografía de las manos, pillo que es Camila quien la tiene.- Ow, es una chuchutura.
- Yo no veo nada.- dice entre risas Gemma, sacándole la foto a Camila.
- Eres una insensible, ¡Claro que se ve!- interviene Heather con la voz entre cortada.- Mira, será varón tiene bolitas.
- No tiene nada Heather.- agrega de nuevo la castaña
- Sera niña- Alice le quita la foto a Gemma de las manos.
- ¡Varón!
- No discutan, aun esta chiquito.- me meto entre la pelirroja y la rubia. De pronto el estómago de una de las chicas suena.
- Están fumando, ¿cómo pueden tener hambre?- pregunto divertida. Camila se coloca la mano en el estómago y se ríe.
- No es hambre.- no para de reír.- ¡Te juro que me cago!- todas estallamos en carcajada limpia por los modales de la castaña quien no deja de reír y apretarse el estómago.- No me hagan reír o juro que se me va a salir el negro.- pero era imposible para de reir. De las cornetas pegaba gritos Avril Lavinge, una de mis canciones favoritas – Por ahora- ya luego sale otra y la olvido.
Singing Radiohead at the top of our lungs
With the boom box blaring as we’re falling in love
Got a bottle of whatever, but it’s getting us drunk
Singing “here’s to never growing up”
With the boom box blaring as we’re falling in love
Got a bottle of whatever, but it’s getting us drunk
Singing “here’s to never growing up”
Le sugiero a Cami que vaya detrás de la caseta a cagar, y la muy puerca lo hace, pero primero se saca los calcetines y riendo como loca se retira a la parte de atrás lejos de nosotras mientras canta la canción. No pierdo tiempo en acercarme a Gemma quien está preparando la cámara de su teléfono para sacarle fotos a el histórico momento de Camila cagando en la plaza. El hombre que vigila por aquí se morirá cuando consiga a los fetos que mi amiga ha abortado allá atrás. Nos acercamos con cautela hasta llegar a Cami, pero el olor de la chica era completamente horrible, nos echamos a reir y ella también diciéndonos que éramos unas perras. Gemma no perdió el tiempo y le tomo las fotos a la castaña mientras cagaba.
- ¡Pero por el amor de dios!- refunfuño Alice colocando su mano en la nariz.- ¿Qué te tragaste?
- Si, ¿Te comiste a las hienas del rey león o qué?- estallo en carcajadas con lo que Gemma ha dicho y veo como Cami se sonroja.
- Ya déjenme cagar montón de ninfas.
- Si, dejemos a Shenzi cagar en paz.- al escuchar el nombre de la hiena de la película seguí riéndome a carcajada limpia, y no estaba drogada, de haberlo estado probablemente me fuese hecho pis encima.
Estuvimos un largo rato solo nosotras cuatro mientras Cami terminaba de procrear una raza detrás de la caseta. Las chicas le gritaban cosa como ”Mojoneitor” , “Apestisin”, “máquina del mal” y otras bobadas que se les ocurrían. Pero el último grito que escuchamos de Camila fue: “¡Heather, besa mi culo!”.
***
Me siento jodidamente pesada, tengo demasiado sueño y de verdad quiero seguir aquí tirada, pero estoy quemándome –literalmente, estoy ardiendo-. Abro mis ojos lentamente y me doy cuenta de que mi cómoda almohada no es más que el culo de Gemma y que el “colchón” donde dormía tan cómoda, es más que menos, pasto. Estamos en la plaza, y ya es de día. ¡Joder! Veo el reloj en mi muñeca y abro los ojos más grandes, son las 6:30 de la mañana, el sol caliente nos está quemando el coco. El vigilante puede llegar en cualquier momento y si ve la cagada de Camila en la parte de atrás, nos harán hacer labor comunitaria y eso no es para nada divertido. Me levanto con dificultad, Alice esta apoyada sobre mi estómago, de un manotazo la quito, está aplastando a mi bebe. La rubia ni se percata de que la he quitado, ahora está enterrando su rostro en el culo de Cami. Uig, ¿a qué olerá? Mi pobre amiga debe estar irritadita por haberse limpiado con las medias. Camila abraza a Heather como si se le fuese a escapar a algún lado. Me rio por como todas están acostadas, y echo un ojo más arriba. Ahí están los regalitos de cami. Saco el teléfono del bolcillo y les tomo una foto, debo imprimirla y guardarla de recuerdo, después de todo, ellas y mi hijo son la única familia que me queda.
- Heather.- la siseo para que despierte. Pero la muy floja me tira manotazos.- Despierta niña, nos hemos dormido en la calle.- abre los ojos de golpe y se sienta rápidamente sobre su culo, aplastando a Camila.
- ¡Hey!- se queja. Pero se incorpora y empuja a Alice lejos de su culo.- ¿te sientes bien?- me pregunta cuando me ve parada frente a ambas.
- Son las seis treinta, si no quieres tener que limpiar tus propios mojones nos tenemos que largar.
Nos apuramos a parar a las otras flojonasas y salimos – prácticamente corriendo- de ahí. Camila y Gemma iban discutiendo porque la castaña quería seguir durmiendo, por lo que Camila perdió la paciencia y le dio dos bofetadas para que se callara y todas nos cargamos de risas. Cada quien tomo su camino, y mientras cami se alejaba todas le gritábamos que se diera un baño. Nos hizo un gesto con el dedo medio y se largó.
Cuando Heather y yo entramos a la casa, la pelirroja ni siquiera me dijo “Chau” cuando ya estaba tirada en mueble completamente rendida. Cosa me di demasiada gracia, parecía un bebe. El hambre se explotó en mí, bastante temprano pero lo único que tenía en el estómago era una galleta de anoche. Mi pobre piraña debía estar muerta de hambre. Veo la cabellera de Gina asomarse de la cocina mientras camino hasta allá. Me sonríe cálidamente y luego le lanza los ojos a Heather y niega con la cabeza.
- Esa niña.- me rio con ella, pero cuando estoy a punto de decirle algo las tripas me gruñen.- ¿Hambre?
- Si.- digo apenada.- ¿Puedo pasar?- le pregunto haciendo un gesto obvio de que quiero cocinar. Muero de hambre, y no quiero que mi bebe se convierta en una especie de caníbal y me coma por dentro, aunque sería ilógico ya que es del tamaño de una habichuela.
- No, siéntate. – me pide gentil.- Yo lo hare, Josie.- me sonrojo por completo y hago lo que ella me pide. Me sentiré en deuda eternamente con esta familia, con mi amiga, su madre y su hermano, no quiero hacerle méritos al otro lado de la familia, pero debo dar las gracias de alguna forma. Veo el reloj, son las siete cuarenta y seis, debería ir al supermercado a comprar ingredientes, quiero hacerles un pastel de “Gracias”, tengo algo de dinero en mi mochila. Me levanto del taburete y le digo a Gina que ire un momento a la esquina comprar unas cosas. Ella asiente tranquilamente y le echo un último ojo a Heather. Lo hare de chocolate.
***
Cuando regreso de comprar mis cosas, me percato del auto de Styles, lo que significa que están aquí y posiblemente Heather ya este despierta. Pongo las bolsas en el piso y busco las llaves para abrir la puerta. Una vez que lo hago me agacho para tomar de nuevo las bolsas, pero unas manos me las arrancan. Subo la vista, Louis está sosteniendo las bolsas y Styles lo está ayudando mientras se hacen a un lado y me indican que pase. Siento que de nuevo estoy ardiendo, lo que significa que estoy más que sonrojada, doy las gracias y me adentro en la casa, espero a que ellos entren y cierro. La pelirroja aún está dormida. Los chicos dejan las cosas en el mesón de la cocina y Gina sale del lugar para saludarlos. Les dice que no hagan mucho ruido, y que si lo hacen por favor le pidan a Heather que suba y no la pongan de mal humor. Me indica donde está mi comida y yo casi corriendo me tiro sobre ella y empiezo a comer, nunca en mi vida había deseado tanto comer, Louis y Harry se me quedan mirando, pero la verdad no me importa si parezco un cerdo, muero de hambre.
- Te vas a ahogar Joss…- escucho decir a Styles sonriendo de soslayo, Louis toma puesto a mi lado y Harry se larga, supongo con Heather.
- ¿Qué hacen aquí?
- Liam nos llamó para que viniéramos- Me responde con voz quedada, sus ojos están clavados en el mesón.
- ¿Tan temprano?
- Si, el imbécil parece que lo olvido y se ha quedado dormido.- sus ojos ahora están en mí, pero me intimido así que me alejo de su mirada y sigo comiendo.- No hagas fuerzas Josie, he escuchado que las…- se queda unos segundos en silencio como si le costara pronunciar las palabras.
- ¿Embarazadas?
- Si, Ahm… Solo llámame si necesitas ayuda ¿Vale?- casi se sale la comida de la boca. ¿Esto es en serio? ¿Qué le hicieron Camila y Heather a este chico? Reacciono de a momento y cierro mi boca, trago duro y luego me doy vuelta hasta él.
- Se supone que no te debía importar si hago esfuerzos o no, ¿Lo olvidas?
- Intento ser amable.
- No quiero que seas amable.- le digo en un tono calmado pero con fuerza.- quiero que madurez e intentes ser hombre, Tomlinson.- me levanto con brusquedad del mesón de desayuno y me retiro al lavaplatos. Mientras lavo y seco la vajilla siento los ojos celestes del chico en mí. Guardo las cosas que utilice para comer y me doy vuelta encontrándome con sus ojos, ¿podría haber algo más perfecto y maldito al mismo tiempo?
- Me asusta Joss, ¿Crees que es fácil?
- No. Por supuesto que no, pero yo lo intento.- me cruzo de brazos- no salgo corriendo negando que esto es mi problema.- le digo y camino al mesón para buscar las cosas para el pasten de “Gracias”. Él se mueve rápido y comienza a ayudarme a traer las cosas a la cocina. Lo veo acomodar todo en el lugar y por un momento me pega la nostalgia, ¿Por qué no podríamos estar bien? ¿Por qué no podría ponerse los pantalones y asumir conmigo esto?, Estas pidiendo demasiado Joss.
- Iré a darme una ducha.- le digo cuando coloco la última bolsa en la cocina. Saco una cajita de ella y la guardo en mi bolso.- ¿Podrías acomodar esto aquí en el mesón? Hare un pastel.
- Genial.- sonríe de forma amable y se me eriza la piel.- Me encantaría ayudarte.- Le doy las gracias, y con el entre cejo fruncido me aparto de él y salgo de la cocina.
Harry está sentado en el sofá mirando su teléfono, Heather esta acostada en su regazo y el acaricia su mejilla. Estoy más que segura de que la chica no se ha dado cuenta, si no ya no estuvieran ahí. El se percata de mi presencia y guarda su teléfono.
- ¿Te puedo preguntar algo?
- ¿Qué?
- ¿Dónde estuvieron anoche?- su ceño esta fruncido, preocupado tal vez.
- Cosas del club.- respondo sin más y me vuelvo para subir a darme una ducha.
- Cosas del club.- murmura.- ¿Nada de chicos?
- No es de tu incumbencia.
- Solo…- va a decir algo, pero rápido cierra la boca.- Cosas del club, bien.- suena resignado así que me apiado un poco de él. Me cruzo de brazos y me encojo de hombros.
- Solo nosotras Styles.- le aclaro. El chico recobra color algo más tranquilo.- no asfixies.
- ¿estás muy ruda no?-pregunta ahora divertido y yo me encojo de hombros, le voy a contestar pero el “SHHH” de Heather me calla. Se acomoda mejor en las piernas de Harry.
Me doy vuelta luego de ser callada por mi amiga y me dirijo ahora si al baño. Cuando entro me quedo parada en el espejo por un largo rato. Mis cachetes están más regordetes, tengo algunas pecas recorriendo mis mejillas, mis ojos se ven algo más grandes, no estoy tan china. Mi rostro está muy cambiado, pero sigo teniendo cara inocente, o bueno, de mosquita muerta como piensan muchos ahora. Veo mi estómago y los ojos se me nublan de lágrimas, la única diferencia que hay es un rasguño que me hice anoche en el pasto con un pedazo de vidrio. Quiero que crezca, no me importa sentirme gorda o inconforme conmigo, siempre he sido inconforme conmigo, ¿Cuál sería la diferencia ahora?. Aun mi Piraña está muy pequeña, pero quiero que crezca.
Seco unas cuantas lagrimas que se me han escapado de los ojos, y me dedico una última mirada, quiero cambiarme algo, no quiero seguir siendo la misma, definitivamente ya no soy esa Josie de hace unos meses. Saco de mi mochila una caja que compre en el supermercado, en ella hay una tijera para cortar cabello, una brocha, agua oxigenada y tinte. Saco todo y lo dejo sobre el lava manos, me ato el cabello en una cola, y tomo la tijera. Cierro los ojos con fuerza y ataco.
***
Me coloco un sweater gris y unos Jeans limpios, me pongo unas pantuflas de Heather y me marcho a la cocina, me siento algo más liviana, no sé si estuvo bien lo que hice, he escuchado que las mujeres embarazadas no deberían de pintarse el cabello. Pero que más da, ya lo hice, y me gusta.
- ¡Por el amor de dios!- estallo Louis al verme entrar. Heather estaba en la barra de desayuno y se atraganto con el cereal.- ¡Pareces Miley Cyrus, Josie!- Comencé a reirme y me encogi de hombros pase a su lado y note que Gina, Connor y Liam estaban ahí.
- ¡Me encanta!- chillo Heather.
- ¿Lo has hecho tu sola?- pregunto Harry levantándose del taburete y con sus manos comenzó a mover mi cabeza examinando mi corte de cabello.- ¿Podrías cortármelo?, tengo unos rulos muy largos.- se estiro algunos mechones de pelo y yo me rei, al parecer a todos le gusto. Despues de todo parece que si sirvo para algo, podría ganarme la vida como peluquera. Y yo que pensaba que terminaría vendiendo el cuerpo en algún bar de mala muerte.
- :
- Bueno, Perdon por la espera, posiblemente no es el mejor cap que he escrito, y a mi criterio lo veo muy corto. Pero la inspiracion solo me dio para escribir seis paginas de Word T.T
Disculpen por hacerlas esperar, pero es que La universidad - Si esa a la que tengo que ir para no vender el cuerpo- es tan dgsdvbjkñasdvqwdj no me deja ser :meh:
Bueno, espero que de verdad les guste, como dije no quede muy feliz con el pero bueno es lo que me salio, me costo un montonononnnn escribir para Josie, en especial porque es muy distinta a mi, peroooo Me encanta los retos.
Bueno Gracias por aceptarme en esta fic*-* Gracias a Kande por ofrecerme el puesto, juro que a la proxima me inventare algo bueno para el cap
Besoss. xX
Última edición por Daniella Fariaz el Miér 18 Dic 2013, 2:11 pm, editado 2 veces
Ariel.
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Re: El Club de las Cinco {One Direction}
No tengo palabras para decir como ame tu capitulo, fue perfecto desde el principio hasta el final. Las cosas que esta pasando Josie :') es una chica muy fuerte, claro que si. Liam sigue siendo un idiota con ella, cabrón. Y el día con las chicas fue delirante, JAJAJAJA reí también con las chicas, son únicas y amo cuando están juntas. Y la ayuda que le da Louis es kjdhfksjd espero que se ponga los pantalones y empiece a tomarse enserio las cosas. ¡El Cambio de Josie! le quedo hermoso. Escribes hermoso :love:
nayeon.
Re: El Club de las Cinco {One Direction}
Ay Dios Dani, ame tu capitulo JAJAJAJAJ ME MUERO! ¿Camila cago? Jodeme, dios, JAJAJAJ pobrecilla lo que hace drogada y borracha xd como para no morirse de la verguenza despuesxd encima se durmieron en plena plaza jajajajajajajajja las amo.
Me encanta como Louis esta siendo tan lindo con Josie, como puede :3, pero amo como Hazza la acariciaba a mi Heather <3 Juro que los shippeo tan lindo a los dos <3 son perfectirijillos juntos *-*
Ese estupido de Liam -.- Heather tendra que reacomodarlo antes que siga molestando a Joss.
Voy a seguirla el viernes seguramente :3
Y de nada nena <3 sabia que vos no me ibas a fallar si te lo pedia :'D
Me encanta como Louis esta siendo tan lindo con Josie, como puede :3, pero amo como Hazza la acariciaba a mi Heather <3 Juro que los shippeo tan lindo a los dos <3 son perfectirijillos juntos *-*
Ese estupido de Liam -.- Heather tendra que reacomodarlo antes que siga molestando a Joss.
Voy a seguirla el viernes seguramente :3
Y de nada nena <3 sabia que vos no me ibas a fallar si te lo pedia :'D
Jaeger.
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Re: El Club de las Cinco {One Direction}
Por fin, encontre la novela, tenia tiempo que la estaba buscando, Siguela encerio.
LA AMOOOOOOOOO
LA AMOOOOOOOOO
Litzy Perez
Capítulo 43.
Capitulo 43
{Heather}
- Connor, ¿Dónde vas? – pregunte a mi hermano, quién había tomado su chaqueta que le había regalado para navidad del perchero.
- Por ahí.
Fruncí el ceño y me cruce de brazos, ignorando el silencio que se había formado en la sala. Hacia unos momentos todos estaban hablando y riendo, incluso Gina y Liam se habían sumado a nosotros; obviamente, Liam lo hizo porque Harry y Louis son sus amigos, Gina porque quiere ver que tal es mi “novio”, si es que Styles se merece aquel título. Connor se había levantado con brusquedad luego que termino la torta que Josie nos había preparado y estaba dirigiéndose a la puerta.
- Eso no es una respuesta – replique, siguiéndolo hasta a afuera.
- Nunca dije que debería darte una – sonrió socarronamente mientras me miraba por su hombro.
Observe como un auto de color negro y algo desgastado se acercaba, estacionando justo en la mitad de la calle. Mire a mi hermano, un poco extrañada ¿Desde cuándo Connor tenía amigos? Siempre fue un chico muy solitario, tímido y le costaba socializar con hombres; se lo tachaba de gay porque tenía más relaciones de amistad que con lo de su sexo, pero no sabía que tenía nuevos amigos.
- ¿Quiénes son? – me forcé para que mi voz no sonara tan demandante y un poco más comprensible. Connor era así, si le decías que “no”, él lo tomaba como un “sí.”
- Amigos – insistí con la mirada. Mierda, ¿este pendejo no podía ser más específico? Rodo los ojos – De rugby, Heather. No te preocupes por mí, volveré a la noche.
- Más te vale – entrecerré los ojos y levante el dedo índice – Hoy en lo de Grace, ira Anne, Georgia y Anahí.
- Lo prometo – asintió, pero no llegue a ver que el compromiso llegara a sus ojos.
Me dije a mi misma que no tenía por qué desconfiar de mi hermano, siempre cumplía sus promesas, y si sabía que no llegaría a hacerlo, no decía ni una sola palabra. Tampoco podía presionarlo para que prometa, porque Connor siempre hacía lo contrario para fastidiar al demandante. Quede de pie, mirando como él castaño se subía en un auto desconocido para mí y se alejaba con quien sabe qué. Debía confiar en él, Connor no era estúpido y no creía que empezara a estas alturas del partido. No, no iba a desperdiciar la beca de deporte que le tenían asignada para su universidad.
Entre a casa, aun con los brazos cruzados y tratando de convencerme a mí misma que Connor estaba bien, aunque el mal presentimiento que tenía me preocupaba cada vez más.
- ¿Y? ¿Dónde va? – pregunto Gina, acercándose con su futuro marido. Ambos estaban con sus abrigos, por lo que supuse que se irían.
- No lo sé – me encogí de hombros – Unos amigos vinieron a buscarlo.
- ¿Unos amigos? – inquirió, alarmada -¿Y no sabes qué tipo de amigos? – negué con la cabeza. Oh, ¿enserio iba a preocuparse en ese momento cuando había estado ignorándolo? - ¡Isabelle! ¡Debiste insistirle! – me regaño.
Me mordí la lengua para no gritarle que ella era la madre, no yo. Estuve tan cerca de gritarle cuando era lo que a Connor y a mí nos había dolido su poca atención hacia nosotros. Si teníamos que morir de hambre porque ella no traía los alimentos, o no teníamos ropa que usar o la casa estaba echa un desastre, pues a ella no le importaba más que su querido futuro marido. Incluso Liam se quejaba porque todo parecía salirse de control en el taller, su padre le dejaba todo el trabajo a él y no habían conseguido a alguien que ocupara mi lugar.
- Lo siento – me limite a decir con indiferencia.
Geoff me miro sorprendido, seguramente esperaba una guerra nuevamente, pero estaban Louis y Harry. No me molestaba que Josie viera mis peleas, sabía que subiría arriba y nos ignoraría hasta que termináramos de pelear, luego iría a mi cuarto y me preguntaría que tal me sentía y me escucharía. Liam se metería y trataría de tranquilizarme, pero no podía descargarme en ese momento.
- Iremos a confirmar el salón, vendrá Zoe mientras que Grace llevara al niño al cine. Sabes como esta de celoso ahora que toda la atención recae en su hermanita. Y Leila los acompañara– dijo Geoff, un poco nervioso. Aun seguía mirándolo mal y largándole comentarios sarcásticos.
- ¿Y Anne? ¿Por qué no los cuida ella que nunca hace nada? – pregunte con fastidio. Genial, odiaba cuidarlas por más que las amara.
- Tiene que ir a comprarse el vestido para nuestra boda – contesto Gina, un poco más calmada – Cuando llegue tu hermano, llámame – Asentí con la cabeza con desgano. – Adiós niños, pórtense bien – Gina saludo a los chicos, quienes observaban la escena con atención – Josie, cariño, adore tu torta, espero que hagas otra algún día – soltó una risita y mi amiga asintió con las mejillas enrojecidas.
Cerré la puerta de un portazo cuando se marcharon, ignorando el grito desde afuera de mi madre, camine y me senté en el sillón, soltando un suspiro.
- ¿Isabelle? No sabía que te llamabas así – Louis se burló, lo fulmine con la mirada.
- Vete a la mierda, Tomlinson, y cuidado con lo que dices que esta es mi casa. – puntué, sonriendo cuando su sonrisa se desvaneció – Liam ya está aquí así que todos se pueden largar.
Si, mu humor se había ido a los mil demonios y agradecía con el alma que estuviera Josie para ayudarme. Me sorprendí cuando se levantó con la cabeza a gacha y dispuesta a irse a su cuarto. La detuve a tiempo.
- ¿Dónde vas? Tú vas a ayudarme con las niñas, apuesto a que ese bebe es una niña – dije divertida. Sonrió con alivio. Que tonta, como si yo fuera tan malvada para echarla.
- ¿Qué? Sera niño – replico Harry, se acercó y se tiro en el sillón, paso un brazo por mis hombros y me acerco a él – Y nosotros seremos los padrinos ¿no?
- No cuando él bebe llevara el apellido de Josie – replique, quitando el brazo del chico, pero entrelazando mi mano con la suya. No tenía por qué pagarlas con él, debía ser un poco más amable.
Supe que había metido la pata hasta el fondo cuando Louis llevaba la expresión más furiosa que había visto, pero también se veía impotente. Liam no parecía darle ni la menor importancia y se escabullo por la cocina, mientras que Josie se veía apenada, incluso triste. Mierda, ¿Por qué mi gran bocota y mi estúpida cabeza no pensaba antes de dar una sola palabra? Deberían masacrarme por tener la estupidez instalada en mí.
El timbre sonó y Josie se dirigió a largos pasos hacia la puerta, de inmediato vi a mi cuñado Christian, quien subió las cejas en alto al verme tan cariñosa con Styles mientras sostenía a Zoe entre sus brazos, con el rostro serio y examinador de siempre. Me solté del castaño y me levante, maldiciéndome por su sonrisa burlona en el rostro.
- Buenos días – dijo con el tono simpático de siempre. No tardo en presentarse con Louis y Harry, quien a este último le palmeo la espalda – Campeón.
- Eh… gracias – murmuro Styles, un poco nervioso - ¿Usted es el padre de…?
- Cuñado – le corrigió el rubio. A pesar de estar casado con mi hermana, ellos se llevaban catorce años y podía hacerse pasar como mi padre a la perfección – Y esta preciosa es mi hija, ¿verdad mi amor? – le sonrió a su hija, quien lo observo con cariño y colocando una pequeña sonrisita en su rostro – Ahora debes ir con tu tía Heather mientras papá se va al trabajo.
La niña protesto, pero en cuanto la sostuve se quedó callada, tomando mi cadenita con la piedra de cuarzo y comenzó a examinarla. Sonreí ante ello.
Despedí a mi cuñado, Josie intento acercarse a Zoe y hacerle cariñitos, pero la maldita niña odiaba que alguien desconocido se le acercara; era tan atenta a todo lo que le sucedía a su alrededor, ni un detalle podía escaparse de sus ojos. Y solo tenía un año y unos meses. Dios, ni siquiera quería imaginarme cuando cumpliera quince.
- Pero que preciosura – Harry se acercó con una sonrisa, tomo la manito de Zoe y esta la retiro – Parece que no le caigo bien.
- A nadie le caes bien, Styles – bromee, sonriendo socarronamente. El me devolvió la sonrisa del mismo modo, observando con fijes mis ojos.
- Al principio, luego las mujeres se vuelven locas por mí – susurro solo para que yo pudiera escucharlo.
- Ya, dejen de decirse obscenidades, tienen una criatura entre sus manos – interrumpió Louis. Lo mire y se veía un poco perturbado por la niña. Seguramente, imaginándose su futuro.
- Heath ¿no te molesta que vaya a descansar un poco? – dijo Josie, se colocó una mano sobre su frente y la sobo – Estoy un poco cansad y no dormí muy bien ayer.
- ¿Dónde durmieron? No las escuche llegar – pregunto Liam, apareciendo nuevamente y con un tazón de cheetos.
- En el parque – dije simplemente.
- ¡¿Cómo que durmieron en el parque?! – grito Louis. Zoe se sobresaltó y grito también, como si estuviera callándolo. Tomlinson dirigió toda atención sobre la niña.
- Sí, eso Louis, cállate – solté una carcajada por lo que Harry había dicho, dándole toda la razón a la pequeña e interpretando lo mismo que yo.
Malhumorado, tomo a Josie del brazo y ambos subieron arriba, seguramente a hablar más tranquilos en el cuarto que ocupaba mi amiga. No me gustaba esa libertad que se estaba dando Tomlinson en mi casa, pero era el padre del bebe de Joss y debía darle cierto privilegio ahora que la madre de su hijo – del que no se quiso hacer responsable – viviera aquí.
- ¿Por qué mierda los cite aquí cuando están ellas? – murmuro Liam, preguntándose a sí mismo – Necesito ayuda con el taller, estoy atrasado con algunas entregas.
- Yo no sé nada de mecánica, Liam – el de rulos hizo una mueca, como si estuviera decepcionado de su poca capacidad en algo tan propio de los hombres -¿Por qué no le pides ayuda a Heather?
Liam carcajeo. Fruncí el ceño y mire a mi sobrina, quien también tenía el mismo gesto que yo. Gran idiota Payne.
- Heather jamás me ayudara, la conozco – afirmo.
- Ella lo hará, ¿no? – la sonrisa de confianza de Harry me asusto. Él creía que enserio lo haría, ¿acaso era estúpido? No. Jamás ayudaría a Payne y tiraría mi orgullo por la borda. Nunca.
***
Odiaba tanto a Harry por hacerme esto. ¿Por qué no me resistí a sus encantos y a los bellos orgasmos que me brindaba para ayudar al estúpido de su amigo? ¿Acaso no podía pensar que yo me acostaría con él y salieran sus interminables celos? Diablos, Styles estaba aprovechándose de mi e iba a cobrárselas.
Había olvidado cuanto amaba estar en el taller, llenarme de grasa las manos, utilizar las llaves y todo tipo de herramientas. Además, después de haber arreglado un auto, sentía la satisfacción de que había hecho algo bien en mi vida. Desgraciadamente, solo era temporal y no había ningún otro taller de mecánica que me tomara, apostaba que Geoff lo había hecho solo para que yo bajara mi defensa y me volviera a unir a su estúpido equipo.
Estar allí me sacaba de la cabeza todos los problemas, me concentraba en mi trabajo y solo en él, ignorando todo lo que había a mí alrededor y los asuntos pendientes que tenía. Camila no me contestaba el teléfono y me asustaba, incluso fui a su casa antes de ir al taller pero ni siquiera su madre, quien parecía estar más pendiente de otra cosa, sabia donde se encontraba. Llame a Gemma y Alice para preguntarles si sabía de algo, pero ninguna supo contestarme y prometieron avisarme si tendrían más noticias. En cuanto a Zayn, el parecía estar incomodo a mi lado luego que me contara lo sucedido entre él y Gemma y, obviamente, los sentimientos que comenzaban a desarrollarse en él. No lo juzgaba, pero se me hacía extraño que se estuviera enamorando de Gemma, no por ser ella, sino porque Gemma era su prima y estaba prohibido el incesto aquí. No, no quería verlo detrás de unas rejas si su familia se enteraba del beso.
Además de lo de Camila, lo que más me preocupaba era Connor. No había aparecido el día anterior en la cena con mis hermanas y me tenía tan preocupada. No fue hasta las cuatro de la mañana que lo escuche llegar desde mi habitación. Pensaba ir a interrogarlo, pero tenía miedo de saber cuál era la verdad. Connor era cerrado y contaba las cosas con palabras sueltas, al menos esperaba que esa vez me contara todo. A la mañana siguiente, se despertó temprano y no apareció en todo el día.
- Heather, terminamos por hoy – dijo Liam, sacándome de mis pensamientos.
- Espera, todavía no termine esto – tome la llave a mi lado y comencé a ajustar los tornillos que había sacado.
No termine de hacerlo porque Liam tomo la patineta donde estaba tirada y tiro de ella, salí debajo del auto por ello y me moleste ¿Qué acaso no quería que lo ayudara? ¡Pero qué hijo de…!
- Styles te está esperando afuera, yo lo terminare. Además tengo una cita y te quiero fuera – explico con una sonrisa cínica – O bueno, si es que no quieres unirte a Alice y a mí.
- Si claro, Alice no es tan estúpida como para caer en tu jueguito – comente. Me levante y le golpee el brazo, haciéndole soltar un gemido de dolor. – Adiós, marica.
- Adiós, lady – murmuro con sarcasmo.
Camine hacia la salida mientras limpiaba mis manos con un trapo, tome mi mochila y le deje las llaves a Liam arriba de la mesa. Habíamos quedado con Harry en ir a cenar luego que apostamos que Zoe no le tomaría cariño, y como nunca la suerte estuvo de mi lado, la pequeña mocosa lo amo tanto que se negaba despegarse del cabeza de brócoli. Genial, hasta a mi sobrina había comprado.
Abrí la minibús y saque mi mochila de allí.
- Pero que sexy te ves así – escuche una voz en mi oído. Sentí los brazos familiares rodearme el cuerpo y su dulce beso en el cuello.
- Suéltame, estoy echa un asco – murmure, sentía las mejillas enrojecer por la vergüenza. Dios, estaba sudada y apestaba como mil demonios.
- Mentira. – me dio vuelta con rapidez y me acorralo contra la puerta. El placer que sentía al tenerlo cerca, me golpeo tan fuerte que la respiración fallo, aun mas por su sonrisa tan perfecta – Me encanta tu ropa de trabajo – sus manos recorrieron mi cintura, llegando a mi cuello – Además, tu cara manchada de grasa se ve muy… ¿varonil?
Solté una carcajada y lo empuje, no tarde en sentir como me volvía a envolver entre sus brazos y me besaba. Lo sentí sonreír en cada beso y sonreí también. No entendía como hace meses atrás lo odiaba tanto y ahora lo único que quería era quedarme con él.
- Vamos a mi casa – dijo, acaricio mi mejilla con su mano – No hay nadie y tengo lista la cena.
Asentí y cerré los ojos, dejándome llevar por sus besos.
***
- ¡Vamos, Camila! – grito Gemma con euforia - ¡Hazlas mierdas a esas hijas de puta!
- ¡Dale, carajo! – grite aún más fuerte - ¡Métele una patada en el culo, a esas putas!
- Chicas, nos están mirando – murmuro Josie, con las mejillas enrojecidas.
Nos encontrábamos en el partido de la escuela, alentando a nuestra amiga mientras que Alice estaba con las porristas, animando al equipo femenino de la escuela. Antes solían ser mixtos, pero se decidió que habrían dos equipos: mujeres y hombres. Lo creía una mierda de injusticia, ¿Qué acaso los mariquitas le daba miedo enfrentarse a mi bebe? Pues, que sufrieran las perras de la otra academia entonces. Aunque, bueno, no todas eran perras. Se encontraba animando al equipo contrario mi prima, Leighton. Desde niñas habíamos sido un trio junto con Zayn, por todos lados juntos y sin separarnos, hasta que ella decidió ir a otra escuela y Zayn y yo seguimos juntos, aunque a veces solíamos pasarnos los tres como antes.
Observe a las personas que estaban a nuestro alrededor, y exactamente nos observaban como si estuviésemos locas. Además, también había padres de las jugadoras del otro colegio.
- ¡Eso fue falta! ¡Eso fue falta! – grito Gemma, señalando a la del número 14 que había derribado a Camila.
- ¡Cam! ¡Vamos, levántate! – exclame a todo pulmón - ¡Y tú, hija de la gran perra! ¡Te veré a la salida del partido! – señale a la maldita idiota que sonreía con burla.
- ¡Oye! ¡Esa es mi hija, desubicada! – escuche a una mujer rubia, parecida a la estúpida tramposa.
- Pues su hija puede chuparme la vagina – sonreí cínicamente.
Gemma soltó una carcajada y Josie se contuvo para no reírse, pero finalmente lo hizo. Seguí animando a Camila, solo faltaban pocos minutos para que el partido terminara y estábamos jodidamente iguales ambos equipos, solo necesitábamos un punto y ganaríamos.
Camila tenía el balón, se lo paso a la numero 35, esta corrió lo más rápido que pudo, y en cuanto pudo divisar a la castaña de mi amiga, le tiro el balón. Cami lo tomo y corrió aún más rápido, llegando al final y marcando el punto decisivo. Salte de alegría con mis amigas y todo nuestro equipo exclamó, le hice burla a la madre de la numero 14 y baje con las chicas, dispuesta a felicitar a Camila.
Gemma paro de correr y pare de repente, provocando que Josie me empujara con su cuerpo sin querer. Trate de localizar que era lo que estaba mirando y me sorprendí al ver a Camila pelearse a trompadas limpias con la capitana del otro equipo. Esto no iba a gustarle para nada a su padre.
- :
Hola amores Perdón que sea el capítulo tan malo, pero tenía seca la cabeza :c Espero que a ustedes les guste :3
Sigue Cami :3
Jaeger.
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Re: El Club de las Cinco {One Direction}
Kande, nena fue espectacular Primero, Heather de niñera ahora si alguien me entiende (? eso me da mucha ternura, si. Pero la parte de " interrumpió Louis. Lo mire y se veía un poco perturbado por la niña. Seguramente, imaginándose su futuro" fue como, no se, eres una genio. JAJAJA, Harry el novio de Heather, y como lo toman los demás, ay pobre Harry, no se me encantan cuando están juntos. Liam es fue y sera un idiota, es ley. Y pobre Josie, aw, siempre dire que merece disfrutar de todo esto :_ y Hather tambien, obvio que no es nada cul que su amdre no se preocupe de Connor y ella ¬¬ son sos hijos, ay. Y Conno anda raro, no se :s. El partido, ay las tres apoyando a las chicas <3 kjdhdsjf, Cam se metio en una pelea, esto sera lo mejor Espero a Cami <3
nayeon.
Re: El Club de las Cinco {One Direction}
¡Holii! ^-^ Me presento, Me llamo Andrea, tengo 1400 años y soy Española, llevo un tiempo leyendo esta historia pero no me atrevía a comentar Es P-E-R-F-E-C-T-A y me encantan cada una de las chicas. Pobre Josie, que cree que Louis no quiere ayudarla, lo que yo creo es que tiene miedo a enamorarse de ella y perder su faceta de tipo duro. En cuando a Hazza y Heather, parece un amor bastante sincero basado en que harry cree que todas las mujeres lo aman, aunque es verdad en la vida real. Bueno me despido, espero el capítulo de Cami, que espero que sea tan maravilloso como los de Daniella y Kande. ¡Besos aplastantes!
Drea.
Re: El Club de las Cinco {One Direction}
Capitulo 44
{Camila}
Llegué a casa con un tremendo dolor de cabeza y cierto olor peculiar que no podía soportar más. No solo tenía que darme una buena lavada sino que, también, debía echar toda aquella ropa por el contenedor de la basura. Y también estaban las fotos que me habían tomado, un factor de riesgo que debía suprimir con urgencia y, por desgracia para mi futuro, me importaba una mismísima mierda; quedarían allí, en el celular de quien fuera que las hubiera tomado.
No me fue muy difícil ingresar sin despertar a nadie. Mi madre tenía un sueño pesadísimo desde que le habían recetado su nueva medicación, y mi hermana se había ido a la casa de la tía – la mamá de Logan y hermana de mi progenitora – a dormir, seguramente porque no aguantaba más el clima tendencioso que circulaba por las paredes de lo que, en épocas anteriores y de una manera muy hipócrita, habíamos llamado “hogar”. En cuanto a papá, hacía días que no sabía nada de él y tampoco me interesaba hacerlo. Estaba al tanto de que había llamado un par de veces, pero no veía demasiados esfuerzos en su conducta que me indicaran que quería acercarse; tal vez porque había notado lo que se encontraba a la vista: que no valía la pena seguir fingiendo e intentando encajar piezas rotas.
Así que podía romper vidrios, ventanas y mobiliario; nadie se daría cuenta de que había llegado o, aún peor, que me hubiera ido en algún momento. Mamá había pasado de ser una negadora súper controladora a una despechada deprimida y masoquista, de aquellas que no pueden soportar con sus problemas y se esconden en las pastillas recetadas y el alcohol. Allí teníamos algo en común, para nuestra mala suerte.
Tomé una ducha, me sequé el cabello y deliñé un poco mis ojos para que no se notaran tan rojos como verdaderamente estaban. Si bien había dejado de prestarle importancia a mi aspecto, no quería que nadie más se preocupase por mí. Tenía suficiente con Heather husmeando mi comportamiento y el estúpido de Lerman con su puta psicología. Por no hablar de Niall, que no parecía cansarse de tanto llamarme y preguntarle a Gemma sobre cómo estaba. ¿Qué le daba a él?
Me quedé mirando la televisión por unas horas, muy consciente de que tenía deberes, exámenes y una lista de lecturas por terminar. También al tanto de que, en unas horas, dos abogados y un padre poco presente invadirían la casa con un montón de problemas; otro de los motivos por los cuales Manuela se encontraba lejos.
Necesitaba una buena píldora, polvo o porro; cualquier cosa que me alejara de la realidad aunque sea por un tiempo. Ya sentía la opresión en el pecho, aquella que me señalaba que sería un infierno estar sentada en el medio de una disputa que solo acabaría con lo mismo de siempre: la separación no era una opción, se querían demasiado como para hacerlo; bla, bla, bla.
Nunca había estado en el medio de una de sus charlas “profundas” (aquellas en las cuales no se gritaban sino que se arreglaban pacíficamente), tan solo había recibido el veredicto y ya. Pero aquella vez estaría allí – de un modo ilícito porque mamá no me quería dejar sentarme con ellos – y escucharía todo. Porque así deseaba hacerlo, porque quería rebelar de una buena vez el misterio que se escondía tras las pláticas de reconciliación.
Unas horas después.
– Señora Lewis, usted sabe que esto solo la llevaría a la ruina. El señor Lewis le puede haber ocultado algunas transacciones y haber hecho acciones ilícitas a su espalda, pero debe recordar que técnicamente no tiene por qué mencionárselo – Ricky, el abogado de mi padre, gesticulaba con sus manos mientras intentaba explicar la situación –. Ustedes han llegado a un acuerdo hacia muchísimo tiempo, y en él no había nada acerca de transparencia bancaria.
– Me temo que debo corregirle, señor Avis – esa vez, fue el abogado de mi madre quien habló –. Mi clienta ha especificado en su contrato que quería la mitad de lo que su esposo ganara en su cuenta bancaria. Si hay plata escondida significa que el porcentaje recibido es erróneo. Y si el porcentaje recibido es erróneo, creo que tendremos que ir a juicio e iniciar los trámites de divorcio que mi clienta tanto anhela.
Hubo un silencio. El primero en la última media hora que habían estado discutiendo acerca de cosas que poco entendía pero que, en aquel momento, comenzaban a hacerse más claras.
– Bien, el señor Lewis le dará a la señora Lewis transparencia si ella le permite volver a la casa y seguir con la simulación hasta que la campaña de candidatura termine.
– Hecho.
Fue suficiente. Me alejé de las escaleras, temiendo caer. Si mamá se daba cuenta de que no había ido a lo de Alice como le había dicho horas antes, era hija muerta. Más aún si se enteraba de que había escuchado absolutamente todo. Si bien no eran demasiado concisos en cuanto a la información proporcionada, el concepto me había quedado bastante claro como para darme estragos: hacía muchísimo tiempo que habían empezado a pretender estar juntos, simulando no solo ante los demás sino que, también, ante sus propias hijas.
Tanta vergüenza me daban sus actos que, en un instante de cólera, me prometí a mí misma que ninguna palabra de lo visto saldría de mi boca. Nunca.
Miércoles por la tarde.
Faltaban tan solo cinco minutos para terminar el partido pero no podía más. Tenía ganas de fusilar a la estúpida capitana del otro equipo, de gritarles hasta más no poder a las chicas que – en un intento de alentar – lanzaban obscenidades y no dejaban concentrarme y, por sobre todo, tenía una inmensa necesidad de masacrar al equipo de porristas, que tenían el ego por las nubes solo por utilizar unas estúpidas pompas y unos vestidos que les hacían parecer perras. Incluso Alice, en esos momentos, me parecía detestable; Josie, Heather y Gemma también. No tenía ánimos para soportar a nadie.
Había estado toda la semana concentrándome en evitarlas y me había ido bastante bien. Hasta ese momento, claro, en el que habían decidido ir a verme jugar. Me sentía tan avergonzada y usada que ni siquiera podía verles la cara; me sentía tan poco, tan ilusa. Como si, de repente, ellas fueran otro mundo. Algo apartado, lejos de mí.
Y eso lograba ponerme de muy mal humor, demasiado.
Pero todo empeoró cuando Herrior, la número catorce del otro equipo, se abalanzó hacia mí y me tacleó por detrás, dejándome en el suelo con una sola y rápida sacudida. En ese momento, y con el marcador empatado, decidí que tenía ganar. No solo porque habían osado tirarme sino porque, también, quería restregarle en su puta cara a la capitana del equipo que era mejor que ella. Porque Meredith podía ganarme a Niall pero no en el deporte, porque me molestaba tanto su presencia que incluso podía matarla con la mirada, porque me importaba tanto el hecho de que esa estúpida hubiese sido – o siguiera siendo – novia del rubio hasta el punto de darme rabia admitirlo, porque no quería que me sacaran más de lo que ya me habían sacado, porque no quería ser una desgraciada por el resto de mi vida, porque no quería envejecer y casarme con un estúpido que luego me estuviera sobornando para no dejarlo, porque no quería cometer errores. Porque no quería ser yo, y eso estaba mal.
Anoté y el partido terminó. Anoté y toda la furia contenida se precipitó en forma de lava ardiente. Anoté y me fui embalada a practicar mis clases de boxeo sobre Meredith.
Cami
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