No Toques ✕ (Niall Horan y Tú) [TERMINADA]

— ¿Quieres que te toque? ¿Ahora? —Dice Niall—. ¿Cómo algo…?
Le niego con la cabeza totalmente sonrojada. Eso no era lo que quería decir, yo solo…
— Hablo de todos los días… en el instituto, los pasillos, el salón de clases… —Desvío la mirada hacia la carretera—. … quiero que todos sepan que tú eres el que me va a proteger.
Cierro un momento los ojos, en este instante solo quiero escuchar su respuesta con mis oídos.
— De acuerdo.
Volteo hacia él con la mirada sorprendida. Está sonriendo.
— Solo yo puedo tocarte, ____. Pero te advierto algo, —Acerca su mano hacia mi pierna y apoya la palma completamente. Yo quedo paralizada—. Estás dándome permiso para hacer contigo lo que yo quiera.
Mis mejillas arden. ¿Qué está insinuando?
De a poco comienza a reír y su mano vuelve al volante. El corazón me está latiendo mucho más fuerte que nunca por lo que acabo de escuchar, ¿será que estoy equivocándome sobre él?
— Tu rostro es asombroso, solo era un decir, no te alteres. —Dice.
Vaya. Suspiro aliviada. Entonces se trataba de una broma.
De solo pensar en que el único hombre en la tierra quiera tocarme de otra forma menos civilizada, me pone los nervios de punta. No he tenido experiencia alguna con toques más allá de los de Lía al vestirme, pero por una extraña razón, en el fondo sí quería que él lo hiciese. Solo para entender lo que se sentiría.


Martes por la mañana.
Lía me vistió con un vestido de diseño floreado color blanco, un largo suéter naranja y en el cuello una bufanda a juego con ambos colores. Los botines café protegían mis pies junto a las calzas piel de mis piernas. (Aquí)
Estoy frente a la gran entrada, no me había sentido tan nerviosa desde que llegué el primer día, pero por una extraña razón el entusiasmo de ayer seguía ahí. Niall había prometido estar conmigo en cada instante dentro del instituto y no sabía si dar el paso para aceptarlo. Finalmente, suspiro para darme fuerza.
Cuando me decido completamente a entrar, el ruido sordo de su automóvil me deja estática y pasmada en mi posición. Había llegado.
Vamos, ____ no seas cobarde. Solo es un toque leve. Inhala, exhala, ahora voltea.
Hago lo que mi mente dice y mis mejillas comienzan a enrojecer, pero no exactamente por el frío.
Niall viene caminando hacia mí, con sus manos dentro de ambos bolsillos de su pantalón y la cabeza protegiéndose en el mismo chaquetón negro, encorvando un poco sus hombros.
Abro la boca para saludarlo, por lo menos eso intento.
— B-Buenos…
— ¡Hey, Niall!
Mis palabras fueron tapadas por el grito de una chica, un poco más alta que yo, de cortoo y sedoso cabello rubio decolorado con unos ojos totalmente azules. Antes de que pudiese pestañear, se había sujetado fuertemente del brazo de Niall. Él, por otro lado, solo arrugó su frente y siguió caminando, por un momento pensé que me miraría o incluso intentaría hacerlo, pero solo pasó de mí y entró al instituto.
Volteo rápidamente sin creerlo.
Me ha ignorado.
Por mi lado sin siquiera decir un “Hola”.
¿Qué es lo que siento ahora? Enojo, rabia, muchos sinónimos juntos y una sola persona es la culpable.


— ¿Ma…e Fil…n?
¿Por qué justo en ese momento? Niall me dejó totalmente sola en la entrada cuando específicamente me había dicho que estaría conmigo, en el pasillo, en el salón, en todo lugar para protegerme.
— ¿M… escuc..a?
Cuando uno tiene a alguien en quién apoyarse, por un instante piensas en serle fiel y feliz, hasta que te “traicionan” por así decirlo. Vaya problema.
— ¡Madame Filian!
Levanto la cabeza rápidamente y veo al profesor de álgebra frente a mí. ¿Por qué me ha gritado?
Miro a su derecha y me doy cuenta de que toda la clase está pendiente de ambos, como si un grave problema me hubiese ocurrido.
— Lamento interrumpirla en lo que sea que esté pensando, pero acabo de hacerle una pregunta y quiero que mis alumnos me las respondan. —Dice—. ¿Puede responderla? ¿O tal vez sea necesario que se despeje un poco fuera del salón?
¿¡Qué!?
Me intento levantar del asiento instantáneamente con el humo saliendo por mis oídos, de una u otra forma él está intentando echarme de la clase, y eso no me hace gracia. Pero al mismo tiempo, siento un fuerte agarre en mi rodilla izquierda impidiéndomelo.
Sin observar de quién se trata, me disculpo con el profesor y él entiende, vuelve todo a la normalidad.
Ahora si volteo. Niall está desinteresado con un codo sobre la mesa apoyando su mentón en la mano, mientras que con la otra mantiene aferrada mi rodilla.
«¿Por qué me estás tocando?»
Pero no digo nada. Estoy demasiado humillada como para preguntarle.
Sus ojos se posan en mí un par de segundos y luego vuelve hacia el pizarrón, aleja su mano de mi pierna y se está acostando otra vez a dormir. Sin embargo, no le dejaré hacerlo.
— Eres un mentiroso. —Susurro firmemente.
Su espalda se pone rígida y creo por un momento que se había convertido en piedra, si no fuera porque está con sus ojos puestos otra vez en los míos y llenos de odio.
Yo debería de estar así. Él fue el que ni si quiera me saludó en la mañana y se fue con aquella chica rubia.
— ¿Por qué lo soy? —Dice con su voz ronca. Sí, está enojado.
— No hay razón. —Intento simular la pequeña discusión que tuvimos ayer.
— Estás tocando fondo, ____. Si no lo habría no me estarías culpando de algo que no soy.
¿De verdad? Está siendo insoportable, realmente insoportable.
— No me hables. —Volteo la cabeza e intento simular que presto atención a la materia, solo que mi mente sigue con él.
Gruñe.
— ____... no me hagas esto otra vez, ya sabes cómo terminó ayer…
Así que sí lo recuerda.
Giro hacia él y sigue acostado, pero sus ojos cambiaron levemente con su expresión. Está confundido. Y yo furiosa.
— Me voy a casa.
Y dicho esto, tomo mis cosas y levanto mi peso de la silla. El profesor se sobresalta y sin prestarle atención salgo del salón.
El corazón me está latiendo a mil por hora, no me sentí así desde que corrí por primera vez en deporte. Pero ahora la razón fue por escapar de la clase por mi cuenta.
— Estúpido Niall… —Murmuro para mí.
Toda la culpa la tenía él, ¿Por qué de un día para otro cambia de opinión? Es un engreído, idiota, imbécil, y quién sabe cuantas cosa más. Me detuve aún más indignada que antes, respiro, exhalo, bien.
Giro un poco el rostro y veo a la misma chica sujeta del brazo de Niall mirarme de la misma manera que… que raro.


Es viernes. Hoy la temperatura ha bajado un poco comparado al día anterior por lo que Braun hará sopa de almuerzo. Aún estoy con mi pijama, ¿Por qué no fui a clases…? Al parecer soy muy orgullosa, es lo que Lía dijo cuando llegué el otro día temprano.
Volviendo al presente, en ningún otro lado una comida se puede comparar con la de Braun, por lo que para mí está echa por el mejor chef del mundo. Agradezco mi porción y Lía se sienta a mi lado.
— Entonces, ¿Hoy es la presentación a la que le invitaron?
Dejo delicadamente mi cuchara sobre el plato y me limpio con una servilleta antes de mirarla a los ojos. Solo quiere sacarme más información.
Cuando llegué del ensayo el Lunes, Lía preguntó el porqué de mi nuevo conductor, y como solo le oculté lo de escaparnos en Historia, tuve que contarle sobre la invitación, aunque ahora no estoy segura sobre si queda en pie.
— Se supone. —Contesto rápidamente.
Vuelvo a tomar un poco de sopa y Braun se sienta frente a nosotras.
— Qué desconsiderado de su parte no invitar a sus sirvientes también, podríamos protegerla de aquellos adolescentes escandalosos.
— El señor Horan parecer ser un bueno chico, no lo juzgues solo por su chaqueta.
— No lo estoy haciendo por lo que viste, es más, puede que le pregunte…
— Braun. —Dice Lía, silenciándolo.
Cierro los ojos y termino mi plato, agradezco el almuerzo y camino hacia mi habitación.
No quiero escuchar nada acerca de Niall.
Al cerrar la puerta, hay algo que me inquieta sobra la conversación de Lía y Braun. ¿Cómo es que saben sobre su chaqueta?
A menos que…
— Eres una niña demasiado consentida, ____.
Oh, por Dios. ¡Casi me da un infarto!
Niall está sentado sobre el colchón de mi cama con sus brazos totalmente entrelazados, mirando directamente como es que intento recuperar el aire perdido durante su presentación.
— ¿Intentas matarme del susto? —Cierro los ojos respirando un poco.
— ¿Matarte…? ¿Desde cuándo hablas tan directamente?
Mi mirada se centra en él, está sonriendo. Y la ____ tímida vuelve a aparecer.
— N-No importa… —Murmuro; Niall se levanta de la cama y camina hacia el ventanal que da hacia el balcón, yo camino en sentido opuesto y me centro solo en escuchar.
— ¿No quieres saber por qué estoy en tu casa? —Levanta una de sus cejas y frunce por un momento los labios, luego los relaja.
Lía habló de su chaqueta, ella lo dejó entrar y es más, le mostró mi habitación. Es su culpa que ahora esté nerviosa.
— He faltado tres días, era imposible que no vinieran a… visitarme…
— Los chicos querían noticias de ti, y como no tienen tu número de móvil no se atrevieron a venir y llamar a la puerta. —Suspira—. Además, tuve un regaño enorme gracias a tu brillante salida del martes.
Cálmate, ____. Quiere intimidarte como siempre.
«Aunque ya lo estoy.»
— N-No era necesario que entrases a mi casa… —¡Eso no se escuchó como una molestia, ____!
— No te preocupes, estoy aquí por otra razón en realidad. —Está caminando hacia mí, es hora de escapar.
Trato de llegar a la puerta pero al primer paso me detiene por los hombros. Oh, no, el miedo está comenzando…
— Niall… suéltame… —Alcanzo a decir.
Estoy a solo un segundo de gritar cuando se aleja rápidamente. Respiro más tranquila ahora, pero la fobia ahora ha vuelto.
— ¡Lo lamento! —Dice asombrado, sus ojos se encuentran con los míos y me encuentro confundida, ¿Por qué acabo de sentir miedo por él? —. Yo solo quería preguntar una cosa…
Se cruza de brazos con su mirada fija en el suelo, pensando tal vez en cómo decir las palabras. Yo solo retrocedí para tener más espacio frente a nosotros.
— ¿Por qué huiste de mí? Se supone que teníamos un trato.
Exacto. Se supone que él no me dejaría sola. Ahora estoy enojándome por lo que acaba de preguntar.
— No me saludaste en todo el día…
Recordé la chica de cabello rubio a su lado.
— … y había una niña…
No le digas que te enojaste por eso, basta de hablar, ahora.
— Oh… Perrie… —Dice—. Ella es la novia de Zayn, ____.
«¿Zayn tiene novia?»
— Si, y va en el mismo salón que Liam… ¿No lo comenté una vez? —Su frente se arruga y creo que la mía queda relajada desde que su frase salió. Estaba celosa…
Le niego con un gesto en mi rostro y me está sonriendo. Debe de pensar que soy una especie de psicópata por querer saber tanto de él, aunque en el fondo no tenga nada de información además de su nombre y el que está en una banda.
— No te saludé porque… suele molestar demasiado cuando conozco a una persona… es igual a Louis, ¿Sabes?
— O-Oh… —Bajo la mirada. Señorita timidez otra vez ha ganado la competencia.
¿Por qué sentí miedo cuando intentó detenerme? Se supone que él era el único que no le caía efecto y ahora estoy sintiendo un vacío al ver lo contrario. Yo quiero que alguien me toque, tal como había acordado antes, pero no solo en el instituto, también lo quería fuera y en todo lugar que estuviésemos juntos.
Yo quiero que Niall sea quién por siempre pueda hacerlo.

— Te vendré a buscar en un par de horas, Harry quiere verte antes de tocar. —Lo último lo dice con un raro gesto en su frente, creo que está molesto.
Qué novedad. El silencio después de su frase me estremecía cada vez más, él había dicho que le gustaba a Harry, pero no sé cómo responderle a alguien frente a una situación que nunca he vivido. Él es una persona interesante, puede que algo más que interesante, sin embargo, hay otra cosa en mi mente en este instante.
— ¿Puedo intentar? —Levanta su mano hacia mí y veo su rostro intrigado. Sí, aquello es lo que yo también quiero ver, si aún puede acercarse.
Doy un paso hacia él y su palma roza mi mejilla, un ligero temblor aparece en mi interior pero desaparece al instante. Lo ha aceptado.
Mi mano sube rápidamente hacia la suya y lo hago apoyarla completamente en mi rostro, cierro los ojos y me siento totalmente aliviada al ver que mi fobia no le hace efecto.
— Lo siento… —Susurra.
Abro los ojos y le quedo observando. ¿Se ha disculpado?
— No suelo dar explicaciones, así que tendrás que haber escuchado bien ya que no lo repetiré. —Ahora está hablando con su tono de voz normal, separo mi mano de la suya y la devuelve hacia él.
Niall es tan orgulloso como yo.
— Te veré luego. —Sonríe y comienza a retroceder hacia fuera.
Su vehículo está estacionado justo en la acera frente a la casa, por lo que debe de caminar solo unos pocos pasos.
Por un momento, realmente pensé que había venido a visitarme por haber huido de él, pero cuando aquella última sonrisa apareció al despedirse supe la verdadera razón y porqué mi cuerpo lo rechazó en un instante.
Quería verme, y a mí me había comenzado a interesar más que un compañero.