Las reglas de Izzie (One Direction)

-Izzie, Izzie, Izzie…
-No estoy de humor –dije, con la voz más cortante que tenía.
-Qué lástima, porque yo si estoy de humor. Tengo tanta energía que incluso podría ir por los pasillos contándole a todo el mundo como te acostaste con Niall Horan. –Dijo, con sorna.
-¿Qué? ¿De dónde sacas todas esas idioteces? –pregunté con evidente nerviosismo. –En serio Katherine, tengo cosas que hacer, así que si me disculpas…
-No. –dijo, poniendo su brazo como una barrera. –Vanessa es mi mejor amiga, y si tengo la oportunidad de ayudarla en algo, lo haré. Empezando por la zorra que se acostó con su novio.
-Yo no me acosté con Niall.
-Claro que lo hiciste.
-No, esta muy equivocada Katherine.
-¿Enserio? –Sonrió cínicamente- Porque Harry me contó otra historia.
Harry no sería capaz de hacer algo así, ¿verdad? ¿O sí? –me dije a mi misma.
-Él no haría algo así. –inquirí nerviosa.
-Pues, ayer llegó a mi casa, contándome que su querida novia lo había engañado.
-Harry no haría eso.
-Vamos querida, solo lo conoces hace una semana. –Sonrió- ¿Creíste que acostándote con el novio de mi mejor amiga serías popular?
-Harry no sabe con quién… bueno…
-¿Te acostaste? No, no lo sabe. Y creo que está mejor así.
-No me acosté con…
-¡Claro que sí! –Exclamó- Es hora de dejar de mentir querida Izzie.
-No estoy…
-Te vi.
-¿Qué? –pregunté. Esto no podía estar pasándome.
-Eran más o menos las 2 de la mañana cuando fui a la habitación de Matt, y adivina que vi.
-Yo…
-Ustedes dos, Niall y tú. Desnudos, en la cama de Matt.
-Imposible. –susurré, mas para mí misma que para ella.
-Solo te digo una cosa. Prepárate.
-No… no se lo puedes decir a nadie, por favor Katherine. Si aprecias a Harry…
-No sé si eres demasiado estúpida, o no tienes neuronas en esa fea cabeza, pero Harry es mi ex. -Eso no lo sabía. –Así que si, no quiero dañarlo. Pero haré todo lo que esté en mis manos para recuperarlo.
-Katherine…
-Solo prepárate ¿sí? –preguntó, aunque su sonrisa burlona jamás desapareció. –Sufrirás el odio de Harry, el de Vanessa y el de tus amigas.
-¿Mis amigas? Katherine por favor… no se lo digas a nadie, haré lo que sea.
-No me interesa. Y si, tus amigas. ¿O cómo crees que se sentirá tu querida amiga Camille, cuando se entere de que te acostaste con su príncipe azul?
Esperen, ¿Qué? ¿Cómo sabe que a Camille le gusta Niall?
-¿Cómo…?
-Solo tengo la cara de tonta. –dijo elevando una de sus finas y bien formadas cejas –Jamás dudes de mis capacidades.
-Por favor… -suplique con la esperanza de encontrar algo en su malévolo corazón.
-Adiós, Izzie.
Ahora sí que las cosas se estaban poniendo mal para mí. Que Katherine supiera que me acosté con Niall, el mejor amigo de mi ex “supuesto” novio, era lejos la peor cosa que me podía pasar. Ahora sí que me ganaría el odio de Harry.
Ahora sí que no había esperanza.

Dos semana habían pasado desde esa extraña conversación con Katherine, y apenas había podido dormir en esos días. Lo único que pasaba por mi cabeza era la idea de Harry enterándose de la verdad. Cada vez que oía su nombre o lo veía caminar en mi dirección, un pánico terrible invadía mi cuerpo, ocasionando una pequeña parálisis en mis piernas y cortando mi respiración por una milésima de segundo. Tenía miedo, mucho miedo de que me odiara aun mas.
Era martes y teníamos examen de matemáticas, para la cual no había estudiado nada. Valerie estaba cada vez más alejada, pues pasaba todo el día con Zayn, lo mismo Lexie que no se despegaba de Louis, según ellos solo se juntaban a estudiar, pero claramente había algo más. Tamara había conocido a al hermano de Dan, Liam, y como ambos estaban en el comité estudiantil, pasaban prácticamente el día juntos conversando de sus ideas para arreglar el instituto. Camille y Niall se habían convertido en buenos amigos, y me alegraba por eso, sabía perfectamente que él necesitaba compañía, pues al momento de terminar con la chica más popular de la escuela había quedado prácticamente solo, y no había nadie mejor que Camille para acompañarlo. Y finalmente estaba yo. Completamente sola, sufriendo y llorando en silencio cada noche.
Había sido una completa estúpida y estaba pagando por eso. Harry me ignoraba cada segundo del día. Había intentado muchas veces de hablar con él, pero no obtenía ningún tipo de respuestas por parte de él. Con el paso de los días se podían notar las pequeñas ojeras que se formaron debajo de sus hermosos ojos, y sabía perfectamente que era mi culpa.
Lo había herido, lo había ignorado, y había ganado su odio.
Jamás creí que podría enamorarme de alguien como él, pero si, había pasado. Me había enamorado de Harry Styles y también lo había perdido.
-Señora Sprout.
-Oh… señorita Isabella.
-Necesito pedirle un favor.
-Lo que sea por una de mis mejores alumnas –dijo apretando cariñosamente mis mejillas.
-Quería saber si ¿Puedo hacer los bocetos de cuerpo humano a partir de una fotografía?
-¿Qué? Oh no. Claro que no. Tú sabes que haría cualquier cosa por ti, Izzie pero no puedo ayudarte con esto. Es figura humana y en las fotografías, lamentablemente, no puedes ver las perspectivas que obtienes al tener un modelo real. Necesitas un modelo.
-Pero…
-Nada de peros querida. Necesitas uno.
-No creo poder conseguir a ninguno. –susurré mirando el suelo.
-Oh… ya encontrarás uno… ¡Oh! ¡Horan, Styles! –gritó y en ese momento creí que moriría. Levanté la mirada rápidamente, justo para observar esos bellos ojos verdes posarse, por unos segundos, sobre mí. –Ya que ustedes dos han fallado en sus dos últimos trabajos de Artes…
-No hemos fallado. –Interrumpió Niall, sin siquiera notar mi presencia.
-No. –concordó Harry, ignorándome olímpicamente, igual que su amigo.
-No, claro que no. –dijo la señora Sprout con todo el sarcasmo del mundo. –La señorita Smith, aquí presente, necesita un modelo para el examen de pintura, y como para todo examen se necesita practicar, este no es la excepción.
-No.-dijo Harry, antes de que la señora Sprout explicará la situación.
-Y por haberse negado tan tajantemente, señor Styles, será usted el modelo de mi querida Izzie. –dije la mujer, mostrando su encantadora sonrisa. –Y usted señor Horan, será mi ayudante en la clase que imparto para los de primer año.
-Pero… -comenzaron ambos, pero la adorable mujer los interrumpió.
-Nada de peros. Si no lo hacen, reprobaran mi asignatura y ya saben que pasará si reprueban.
-Adiós Universidad. –susurró Harry.
-Adiós Universidad –repitió la mujer. –Así que, Izzie, entra al salón. Styles, mañana a las 3 de la tarde será su primer ensayo con la señorita aquí presente. –dijo, sonriendo en mi dirección. Si tan solo supiera lo que acababa de hacer. –Y usted señor Horan, acompáñeme, su primera ayudantía comienza exactamente ahora.
La señora Sprout tomó a Niall del brazo y prácticamente lo arrastró al salón de primero, dejándonos a Harry y a mi completamente solos, sumidos en un irritante silencio. No había nadie en los pasillos, pues el timbre había sonado minutos antes. El silencio era totalmente incomodo, y no quería moverme. Era la primera vez que estaba tan cerca de él en dos semanas, y no quería alejarlo otra vez.
-Yo… te veo mañana. –dijo sin mirarme, para luego caminar en dirección contraria a mí.

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