Dime quién eres. (Harry Styles)

Harry y yo nos separamos rápidamente. No podía estar pasando.

-¿Lucy?- dijo Emmi, con una sonrisa en los labios fresa.

-¿Sip?- me levanté del suelo y fui a donde estaba mi hermana.

-¿Que estabas haciendo?- susurró, en mi oído.

-Emm...yo...estaba
haciendo un trabajo con Harry.-le dije con el mismo volúmen. Ella dejó escapar una carcajada, para después alzar una de sus cejas rubias, en modo de incredulidad.

-¡Es verdad! yo...él...tropecé y...- intenté excusarme, pero claro está, que fue en vano. Cuando a Emmi se le mete una idea en la cabeza, no hay nada ni nadie que le cambie de opinión.

-Ya, claro.- respondió irónica. Yo solo le fulminé con la mirada. Giré sobre mis talones, para ir donde estaba Harry, pero al paso que me separaba de él, Harry pasó de largo y fue donde estaba Emmi.

-¿Y quién es esta preciosidad?- preguntó coqueta, removiendo sus rizos. Ella le sonrió mordiéndose el labio. Ya sabía como iba a acabar. Como siempre, yo estaba en segundo plano cuando aparecía ella, y en otras ocasiones no me hubiera molestado, pero por una inexplicable razón, esta vez me enojé.

Subí las escaleras, gruñendo y maldiciendo a los dos tórtolos mentalmente.

Al llegar a mi habitación, cerré la puerta con fuerza y me tiré en la cama. pude observar, que aún tenía el cristal de la ventana roto. Me acerqué hacia esta, y perfilé con mi dedo, el margen de un trozo puntiagudo de cristal, seguido de un fuerte puñetazo de frustación. No aguantaba esto.
Una punzada en el brazo hizo que apartara la mano del cristal.

Mire hacia donde habia notado la punzada. Desde el antebrazo hasta los codos, tenia un corte profundo, con bastante sangre saliendo de la herida. Era un horror, yo le tenia mucho asco la sangre, hasta tal punto, que podria llegar a desmayarme.
El jersey claro que llevaba encima, se empezo a manchar de esta, y no tuve mas remedio que quitarmela. Fui al servicio, donde seguro que habrian vendas y alcohol para desinfectar.
Nada.
Rebusque otra vez, por los cajones y las cajas de primeros auxilios, pero solo encontraba aspirinas para la cabeza y unas cuantas tiritas.
Respire hondo, y me dispuse a ir a bajo, asumiendo las consecuencias en las que podrian estar Harry y Emmi. La pregunta era: esperarian a que me fuera para acostarse o seguirian por su cuenta?
Daba igual, baje tan naturalmente como pude, aunque la herida me escocia como mil demonios, contando que la sangre, no ayudaba demasiado.

Al bajar completamente, me sorprendio que Harry y Emmi, no estaban haciendo nada raro, solo hablando como gente normal, aunque ninguno de los dos, eran normales.

-Me voy a la farmacia, ciau mon'amoure- me despedi con la mano, pero antes de que cruzara la puerta, una voz me interrumpio.

-Y que vas a buscar a la farmacia?- dijo Harry, apoyado en la mesa. Se veia tan sexy...y yo tan estupida por pensar que no se fijaria en Emmi.

-Ha buscar condones, no te jod-otra vez, habia dicho en voz alta lo que habia pensado. Mierda, mierda, mierda.-digo, vendas. He de ir a buscar vendas.

-Vendas? Para que?- esta vez, hablo Emmi, ya que ella sbaia que habia de interpretar un papel, y ya no le sorpendia mis groserias, en cambio Harry, estaba en shock, analizando las ultimas palabras que habia dicho.

No pude decir nada ya que una gota de sangre salpico en el suelo, y despues otra. Ya tenia media manga roja, y tambien la palma de la mano que sujetaba el brazo.Habia estado demasiado tiempo hablando.
Emmi se tapo la boca, mientras Harry corria hacia mi, todo preucupado. Hipocrita.