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Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
ahhh pobrecita de Demi
Sufre mucho :(
Siguela!!!
Sufre mucho :(
Siguela!!!
aranzhitha
Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
hahaha la discusion por telefono la ame!! hahaha
wow la familia de la rayis me dio pena :/
y Nick aww la quiere proteger
pobre Demi solo quiere que la amen por su corazon no por su fisico
nnonon esto esta cada vez mejor!!
siguela pronto porfis!!!
wow la familia de la rayis me dio pena :/
y Nick aww la quiere proteger
pobre Demi solo quiere que la amen por su corazon no por su fisico
nnonon esto esta cada vez mejor!!
siguela pronto porfis!!!
DanieladeJonas
Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
hoy regalare 2 capitulos chicas pero antes
se podrian pasar x esta novela---> Amor sin control joe y tu
gracias chicas ....
se podrian pasar x esta novela---> Amor sin control joe y tu
gracias chicas ....
ElitzJb
Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
CAPÍTULO 7- 1/2
Eres tan hermosa, jamás te echaría de mi cama… A menos que quieras hacerlo en el suelo.
Eres tan hermosa, jamás te echaría de mi cama… A menos que quieras hacerlo en el suelo.
—La guerra está anulada —dijo (_TN).
—¿Qué? —Demi , cuyos ojos estaban bordeados de rojo, la miró con el ceño fruncido. Estaban de pie en al aparcamiento de AATP, al lado de sus respectivos coches mientras el tráfico zumbaba por la Calle Oak. El sol quemaba, pero una fresca brisa las envolvía. Trayendo una burlona y dulce fragancia a magnolias y caramelo—. ¿Por qué?
Durante seis años, cinco días a la semana, (_TN) había venido a este gran edificio de prístinas y virginales paredes blancas y verdes árboles rodeándolo. Siempre disfrutó de aquellos cinco días y, de ser posible, habría vivido aquí. Ahora, no se encontraba cómoda. Sólo quería marcharse.
Nicholas estaba dentro.
—No puedo tratar con nuestro nuevo colega ahora mismo —contestó. Era la verdad. La noche entera había demostrado ser improductiva, lo que era total y completamente culpa de Nicholas . Incluso después de todas las llamadas telefónicas sobre su madre, no había sido capaz de sacárselo de la mente y, en consecuencia, no había conseguido pensar en un modo de tratar con su depresiva madre.
¡Ajjj! Mamá… Y sus necesidades. Ella se estremeció.
—¿Por qué no? —insistió Demi . Rojos mechones de pelo barrieron a través de los ojos y sobre la punta de la elegante nariz. Se los echó a un lado. La luz del sol, por lo general, rendía tributo a su cremosa piel. Hoy, ella parecía un desastre.
—¿Qué te pasa? —le preguntó (_TN).
—Nada —agitó una mano en el aire—. Ahora dime por qué no podemos ir a la guerra contra Nicholas .
—Porque no —dijo (_TN), dejando el anterior tema sin protestar. Demi ya hablaría cuando estuviera preparada.
(_TN) se apoyó contra el sedán que había devuelto, su propio coche solo a unos pocos pasos más abajo, y miró a lo lejos, a la transitada intersección. Lamentaba la pérdida de su fiable y sencilla vida. Hoy, costara lo que costara, iba a hablar con Anne sobre la compra de AATP, o al menos la opción de hacerse socia de la empresa. Pediría prestado el dinero, si era necesario... Cualquier cosa con tal de deshacerse de Nicholas y realizar por fin su sueño.
—Simplemente porque no.
—Eso no es una respuesta, pero no importa. Yo puedo tratar con él —Demi cruzó los brazos sobre el pecho—. Ahora mismo, soy antihombres.
Frunciendo las cejas, (_TN) afrontó a su amiga.
—¿Por qué?
Un destello de inseguridad se deslizó por los perfectos rasgos de Demi .
—Wyatt me dejó plantada anoche. Me dijo que tenía que trabajar hasta tarde —añadió, con una nota triste y melancólica en la voz. Al parecer ya estaba preparada para hablar—. ¿Crees que lo hizo para castigarme? ¿Por no darle una respuesta a su proposición? —no esperó la respuesta de (_TN)—. Bueno, puede castigarme todo lo que quiera. ¡No tengo respuesta! Estuve pensando en ello toda la noche y todavía no logré decidirme.
—Lo siento, de verdad, pero no puedes mantenerle en suspenso para siempre —(_TN) no estaba segura de con cuántos problemas más podría tratar. A su entender, si una dudaba en decidirse a casarse con el hombre que salía, entonces probablemente la respuesta era no… no es que fuera a decirle esto a Demi . Ya había cometido suficientes errores en su vida y no quería ser responsable de los de Demi .
—Lo sé, lo sé —Demi se mordió el labio inferior—. Lo decidiré tarde o temprano. Mientras tanto, necesito distraerme. Y lastimar al tipo que hizo daño a mi mejor amiga es un buen comienzo.
(_TN) suspiró.
—Él no me hizo daño, no realmente. —Enfurecerla y excitarla, sí—. Arroja tus frustraciones sobre Nicholas si quieres. Simplemente… No esperes que te ayude. —No podría. No si quería resistirse a Nicholas , a su malvada y traviesa boca y a su cuerpo de déjame-darte-placer.
—¿Pero por qué? —Demi puso mala cara—. Y no me digas que no puedes ocuparte de él porque te conozco bien. Ayer te llamó incompetente y tú odias eso. Algo tuvo que pasar entre vosotros dos para que cambiaras de idea. Y quiero saber que es.
Ayer no comprendía lo mucho que me –se excitaba cuando discutíamos. No le dijo esto a su amiga, aún cuando ellas, por lo general, se lo contaban todo. Simplemente estaba demasiado... Avergonzada de lo que sentía.
—He encontrado la religión, eso es todo, y voy a intentar algo nuevo. Como el perdón.
Ella resopló.
—¿Tú encontraste la religión? ¿En una noche?
—¡Eh! creo en Dios. Y, bueno, ahora que he visto las profundidades de infierno —dijo (_TN) secamente—. No quiero visitarlo nunca. —Eso era cierto.
Antes de que Demi pudiera contestar, Selena abrió la puerta del edificio y echó una ojeada fuera. Los largos mechones rubios flotaban alrededor de su espalda como las alas de un ángel.
—Anne convocó una reunión —dijo.
—Vamos para allá —le dijo (_TN). ¿Una reunión? ¿Sobre qué? Espera, sabía la respuesta. Nicholas . Se volvió hacía Demi y se alisó los vaqueros—. ¿Cómo estoy?
Su amiga le echó un vistazo y frunció el ceño.
—¿Francamente?
—Sí.
—Como una mierda.
—Ah. Bueno —(_TN) sonrió abiertamente. Adrede, para no impresionar, se había vestido con unos vaqueros rasgados, una camiseta azul y unas chancletas. Si ser agradable con Nicholas no conseguía apagar su apetito sexual, necesitaría algún otro tipo de escudo contra él. Por ejemplo: Si él pensaba que era fea sólo por no ir vestida provocativamente, podría odiarle para siempre. Fuera problema. Por favor, deja que se vaya el problema.
—¿Quieres parecer horrible? —Demi sacudió la cabeza—. Eres tan extraña a veces.
(_TN) se encogió de hombros.
—Me pregunto qué querrá Anne.
Juntas, caminaron hacía el edificio.
—Probablemente quiera presentar a Nicholas al resto del personal —dijo (_TN) y abrió la puerta de entrada. Demi pasó por delante de ella. Cuando entró, detrás de su amiga, frunció el ceño.
—Mira —dijo.
Demi se detuvo en medio de un paso y se dio la vuelta.
—¿Qué?
—Mira las paredes.
Su amiga hizo como ordenó, y la boca cayó abierta.
—Han quitado todos nuestros carteles.
Hacía unas semanas, entre risas, habían diseñado y colgado carteles que criticaban a los hombres parecidos a los de su cubículo por todas las paredes. Su favorito había sido el que se leía: Sabrás que un Hombre Miente Cuando Sus Labios Se Muevan.
¿Por qué los habían descolgado?
—Después de nuestro trabajo, las clientas se enamoraban de esos carteles —dijo Demi con un ceño propio—. Anne incluso sugirió que hiciéramos más.
—Nicholas —dijo (_TN) a través de la mandíbula apretada—. Si se piensa que puede convertir esto en un centro de trabajo amistoso con los hombres sólo porque ahora es un empleado, ya pude quitárselo de la cabeza.
Demi frunció el ceño.
—Bastardo.
—¿Quién se cree que es, jugando con nuestras paredes? ¡Por favor! Lleva trabajando aquí menos de un día. Yo, yo… —Se agradable con él, ¿recuerdas? (_TN) rechinó los dientes, luchando contra la marea de deseo que ya la recorría.
Demi arqueó una pelirroja ceja.
—¿Aún sigues decidida a olvidar la guerra?
No.
—Sí. —Tenía que haber un modo de castigarle sin que pareciera que luchaba con él.
—Cabezota. Venga, vamos —Demi le agarró de la mano y tiró de ella pasillo abajo. Giraron una esquina y pasaron por delante de una mesa llena de buñuelos y café. El olor de la cafeína le llegó a través del aire y a (_TN) se le hizo la boca agua—. Al menos dime que ganaste la apuesta con Nicholas anoche —dijo Demi , sin reducir la marcha—. Dime que le demostraste que los hombres son unos cerdos y que las mujeres son mejores.
—Simplemente diré que estoy un poco más cerca. —O eso esperaba. Sí, ella había ganado su apuesta sobre Darren Swayer, pero Ronnie con ie había hecho mucho daño al equipo de las chicas.
Quedándose calladas, pasaron rápidamente por las puertas de cristales abiertas y entraron en la sala de conferencias. AATP sólo alardeaba de tener un puñado de empleadas y cada una de ellas estaba presente. Excepto Nicholas , gracias a Dios. Aún no estaba lista para afrontarle.
Todas las mujeres que Anne había contratado eran encantadoras y deseables, pero de formas diferentes. (_TN) siempre pensó que contemplarlas a todas juntas era como mirar un cuadro cobrar vida. Había algo especial en cada una. Una tentación en cada pincelada.
Mientras que Demi por lo general atraía a los coleccionistas de arte, a los hombres que le gustaban el buen vino y la sofisticación, (_TN), normalmente, atraía a los que fantaseaban con inocentes colegialas (Darren el bastardo era la excepción menos memorable). Selena , desde luego, era la diosa rubia por excelencia. Fría. Distante. Etérea.
A los hombres que le gustaban los desafíos se volvían locos por ella.
Luego estaba Taylor , la burbujeante vecina rubia. Estaba bronceada y tenía una sonrisa tipo saltemos-a-la-cama-ahora-mismo. Era también sumamente inteligente, pero le gustaba jugar a hacerse la tontita, así sus objetivos se sentían superiores y subestimaban sus capacidades.
Miley era una belleza color moca con largas piernas y pechos que cualquier chica Playboy envidiaría. Amelia era la dominatrix. Tenía el pelo liso y oscuro, siempre vestía de negro y unos rasgos salvajes y exóticos que apelaban a los hombres que querían ser azotados.
Actualmente, todas estaban de pie alrededor de la cuadrada y larga mesa, bebiendo a sorbos café y hablando. A (_TN) le caían bien todas. No muchas personas, fuera de este cuarto, entendían el Cerditómetro o muchas evitaban el amor y el matrimonio con tan absoluta determinación.
Anne, líder de este bufete sensual de feminidad, estaba sentada a la cabecera de la mesa, concentrada en un montón de papeles. (_TN) abrió la boca para llamar su atención, para solicitar una reunión privada antes de que ella les hablara de Nicholas , pero las siguientes palabras de Demi la detuvieron.
—Las paredes de la sala de conferencia también están desnudas —refunfuñó su amiga.
(_TN) miró y… Sí. Simples paredes azules le devolvieron la mirada, los carteles se habían ido, desaparecidos como si nunca hubieran estado allí. Ella se pasó la lengua por los dientes y apretó las manos a los costados. ¡Nicholas ! Tal vez, si Dios realmente la quería, Nicholas tendría un infarto y tendrían que llevarle de urgencias al hospital.
De verdad, ¿cuándo te volviste tan perra?
—Buenas tardes a todas.
(_TN) sintió cada nervio del cuerpo chisporrotear ante el sonido de aquella voz. Áspera. Ligeramente acentuada. Profunda. Ronca. Mortal. Nada de infartos, entonces.
—¿Qué? —Demi , cuyos ojos estaban bordeados de rojo, la miró con el ceño fruncido. Estaban de pie en al aparcamiento de AATP, al lado de sus respectivos coches mientras el tráfico zumbaba por la Calle Oak. El sol quemaba, pero una fresca brisa las envolvía. Trayendo una burlona y dulce fragancia a magnolias y caramelo—. ¿Por qué?
Durante seis años, cinco días a la semana, (_TN) había venido a este gran edificio de prístinas y virginales paredes blancas y verdes árboles rodeándolo. Siempre disfrutó de aquellos cinco días y, de ser posible, habría vivido aquí. Ahora, no se encontraba cómoda. Sólo quería marcharse.
Nicholas estaba dentro.
—No puedo tratar con nuestro nuevo colega ahora mismo —contestó. Era la verdad. La noche entera había demostrado ser improductiva, lo que era total y completamente culpa de Nicholas . Incluso después de todas las llamadas telefónicas sobre su madre, no había sido capaz de sacárselo de la mente y, en consecuencia, no había conseguido pensar en un modo de tratar con su depresiva madre.
¡Ajjj! Mamá… Y sus necesidades. Ella se estremeció.
—¿Por qué no? —insistió Demi . Rojos mechones de pelo barrieron a través de los ojos y sobre la punta de la elegante nariz. Se los echó a un lado. La luz del sol, por lo general, rendía tributo a su cremosa piel. Hoy, ella parecía un desastre.
—¿Qué te pasa? —le preguntó (_TN).
—Nada —agitó una mano en el aire—. Ahora dime por qué no podemos ir a la guerra contra Nicholas .
—Porque no —dijo (_TN), dejando el anterior tema sin protestar. Demi ya hablaría cuando estuviera preparada.
(_TN) se apoyó contra el sedán que había devuelto, su propio coche solo a unos pocos pasos más abajo, y miró a lo lejos, a la transitada intersección. Lamentaba la pérdida de su fiable y sencilla vida. Hoy, costara lo que costara, iba a hablar con Anne sobre la compra de AATP, o al menos la opción de hacerse socia de la empresa. Pediría prestado el dinero, si era necesario... Cualquier cosa con tal de deshacerse de Nicholas y realizar por fin su sueño.
—Simplemente porque no.
—Eso no es una respuesta, pero no importa. Yo puedo tratar con él —Demi cruzó los brazos sobre el pecho—. Ahora mismo, soy antihombres.
Frunciendo las cejas, (_TN) afrontó a su amiga.
—¿Por qué?
Un destello de inseguridad se deslizó por los perfectos rasgos de Demi .
—Wyatt me dejó plantada anoche. Me dijo que tenía que trabajar hasta tarde —añadió, con una nota triste y melancólica en la voz. Al parecer ya estaba preparada para hablar—. ¿Crees que lo hizo para castigarme? ¿Por no darle una respuesta a su proposición? —no esperó la respuesta de (_TN)—. Bueno, puede castigarme todo lo que quiera. ¡No tengo respuesta! Estuve pensando en ello toda la noche y todavía no logré decidirme.
—Lo siento, de verdad, pero no puedes mantenerle en suspenso para siempre —(_TN) no estaba segura de con cuántos problemas más podría tratar. A su entender, si una dudaba en decidirse a casarse con el hombre que salía, entonces probablemente la respuesta era no… no es que fuera a decirle esto a Demi . Ya había cometido suficientes errores en su vida y no quería ser responsable de los de Demi .
—Lo sé, lo sé —Demi se mordió el labio inferior—. Lo decidiré tarde o temprano. Mientras tanto, necesito distraerme. Y lastimar al tipo que hizo daño a mi mejor amiga es un buen comienzo.
(_TN) suspiró.
—Él no me hizo daño, no realmente. —Enfurecerla y excitarla, sí—. Arroja tus frustraciones sobre Nicholas si quieres. Simplemente… No esperes que te ayude. —No podría. No si quería resistirse a Nicholas , a su malvada y traviesa boca y a su cuerpo de déjame-darte-placer.
—¿Pero por qué? —Demi puso mala cara—. Y no me digas que no puedes ocuparte de él porque te conozco bien. Ayer te llamó incompetente y tú odias eso. Algo tuvo que pasar entre vosotros dos para que cambiaras de idea. Y quiero saber que es.
Ayer no comprendía lo mucho que me –se excitaba cuando discutíamos. No le dijo esto a su amiga, aún cuando ellas, por lo general, se lo contaban todo. Simplemente estaba demasiado... Avergonzada de lo que sentía.
—He encontrado la religión, eso es todo, y voy a intentar algo nuevo. Como el perdón.
Ella resopló.
—¿Tú encontraste la religión? ¿En una noche?
—¡Eh! creo en Dios. Y, bueno, ahora que he visto las profundidades de infierno —dijo (_TN) secamente—. No quiero visitarlo nunca. —Eso era cierto.
Antes de que Demi pudiera contestar, Selena abrió la puerta del edificio y echó una ojeada fuera. Los largos mechones rubios flotaban alrededor de su espalda como las alas de un ángel.
—Anne convocó una reunión —dijo.
—Vamos para allá —le dijo (_TN). ¿Una reunión? ¿Sobre qué? Espera, sabía la respuesta. Nicholas . Se volvió hacía Demi y se alisó los vaqueros—. ¿Cómo estoy?
Su amiga le echó un vistazo y frunció el ceño.
—¿Francamente?
—Sí.
—Como una mierda.
—Ah. Bueno —(_TN) sonrió abiertamente. Adrede, para no impresionar, se había vestido con unos vaqueros rasgados, una camiseta azul y unas chancletas. Si ser agradable con Nicholas no conseguía apagar su apetito sexual, necesitaría algún otro tipo de escudo contra él. Por ejemplo: Si él pensaba que era fea sólo por no ir vestida provocativamente, podría odiarle para siempre. Fuera problema. Por favor, deja que se vaya el problema.
—¿Quieres parecer horrible? —Demi sacudió la cabeza—. Eres tan extraña a veces.
(_TN) se encogió de hombros.
—Me pregunto qué querrá Anne.
Juntas, caminaron hacía el edificio.
—Probablemente quiera presentar a Nicholas al resto del personal —dijo (_TN) y abrió la puerta de entrada. Demi pasó por delante de ella. Cuando entró, detrás de su amiga, frunció el ceño.
—Mira —dijo.
Demi se detuvo en medio de un paso y se dio la vuelta.
—¿Qué?
—Mira las paredes.
Su amiga hizo como ordenó, y la boca cayó abierta.
—Han quitado todos nuestros carteles.
Hacía unas semanas, entre risas, habían diseñado y colgado carteles que criticaban a los hombres parecidos a los de su cubículo por todas las paredes. Su favorito había sido el que se leía: Sabrás que un Hombre Miente Cuando Sus Labios Se Muevan.
¿Por qué los habían descolgado?
—Después de nuestro trabajo, las clientas se enamoraban de esos carteles —dijo Demi con un ceño propio—. Anne incluso sugirió que hiciéramos más.
—Nicholas —dijo (_TN) a través de la mandíbula apretada—. Si se piensa que puede convertir esto en un centro de trabajo amistoso con los hombres sólo porque ahora es un empleado, ya pude quitárselo de la cabeza.
Demi frunció el ceño.
—Bastardo.
—¿Quién se cree que es, jugando con nuestras paredes? ¡Por favor! Lleva trabajando aquí menos de un día. Yo, yo… —Se agradable con él, ¿recuerdas? (_TN) rechinó los dientes, luchando contra la marea de deseo que ya la recorría.
Demi arqueó una pelirroja ceja.
—¿Aún sigues decidida a olvidar la guerra?
No.
—Sí. —Tenía que haber un modo de castigarle sin que pareciera que luchaba con él.
—Cabezota. Venga, vamos —Demi le agarró de la mano y tiró de ella pasillo abajo. Giraron una esquina y pasaron por delante de una mesa llena de buñuelos y café. El olor de la cafeína le llegó a través del aire y a (_TN) se le hizo la boca agua—. Al menos dime que ganaste la apuesta con Nicholas anoche —dijo Demi , sin reducir la marcha—. Dime que le demostraste que los hombres son unos cerdos y que las mujeres son mejores.
—Simplemente diré que estoy un poco más cerca. —O eso esperaba. Sí, ella había ganado su apuesta sobre Darren Swayer, pero Ronnie con ie había hecho mucho daño al equipo de las chicas.
Quedándose calladas, pasaron rápidamente por las puertas de cristales abiertas y entraron en la sala de conferencias. AATP sólo alardeaba de tener un puñado de empleadas y cada una de ellas estaba presente. Excepto Nicholas , gracias a Dios. Aún no estaba lista para afrontarle.
Todas las mujeres que Anne había contratado eran encantadoras y deseables, pero de formas diferentes. (_TN) siempre pensó que contemplarlas a todas juntas era como mirar un cuadro cobrar vida. Había algo especial en cada una. Una tentación en cada pincelada.
Mientras que Demi por lo general atraía a los coleccionistas de arte, a los hombres que le gustaban el buen vino y la sofisticación, (_TN), normalmente, atraía a los que fantaseaban con inocentes colegialas (Darren el bastardo era la excepción menos memorable). Selena , desde luego, era la diosa rubia por excelencia. Fría. Distante. Etérea.
A los hombres que le gustaban los desafíos se volvían locos por ella.
Luego estaba Taylor , la burbujeante vecina rubia. Estaba bronceada y tenía una sonrisa tipo saltemos-a-la-cama-ahora-mismo. Era también sumamente inteligente, pero le gustaba jugar a hacerse la tontita, así sus objetivos se sentían superiores y subestimaban sus capacidades.
Miley era una belleza color moca con largas piernas y pechos que cualquier chica Playboy envidiaría. Amelia era la dominatrix. Tenía el pelo liso y oscuro, siempre vestía de negro y unos rasgos salvajes y exóticos que apelaban a los hombres que querían ser azotados.
Actualmente, todas estaban de pie alrededor de la cuadrada y larga mesa, bebiendo a sorbos café y hablando. A (_TN) le caían bien todas. No muchas personas, fuera de este cuarto, entendían el Cerditómetro o muchas evitaban el amor y el matrimonio con tan absoluta determinación.
Anne, líder de este bufete sensual de feminidad, estaba sentada a la cabecera de la mesa, concentrada en un montón de papeles. (_TN) abrió la boca para llamar su atención, para solicitar una reunión privada antes de que ella les hablara de Nicholas , pero las siguientes palabras de Demi la detuvieron.
—Las paredes de la sala de conferencia también están desnudas —refunfuñó su amiga.
(_TN) miró y… Sí. Simples paredes azules le devolvieron la mirada, los carteles se habían ido, desaparecidos como si nunca hubieran estado allí. Ella se pasó la lengua por los dientes y apretó las manos a los costados. ¡Nicholas ! Tal vez, si Dios realmente la quería, Nicholas tendría un infarto y tendrían que llevarle de urgencias al hospital.
De verdad, ¿cuándo te volviste tan perra?
—Buenas tardes a todas.
(_TN) sintió cada nervio del cuerpo chisporrotear ante el sonido de aquella voz. Áspera. Ligeramente acentuada. Profunda. Ronca. Mortal. Nada de infartos, entonces.
ElitzJb
Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
Continuacion... 2/2
(Tal vez es que él no tenía corazón). Se mordió el interior de la mejilla con repugnancia. Repugnancia hacía él. Y ella. La semilla del diablo no debería sonar como un ángel. Realmente, si él seguía hablando así, ella tendría un infarto.
En ese mismo momento, Nicholas la rozó al pasar por delante de ella. ¿Intencionadamente? Los hombros se tocaron brevemente y el contacto la quemó, hasta el centro de todas las células. Apretó los labios para evitar soltar un jadeo. Punzadas de electricidad le recorrieron la piel, tejiéndose juntas, formando una manta de calor.
Esto es asco, se dijo. No lujuria. Absolutamente no. Uh-uh. De ninguna forma. Él es mezquino, odioso, engreído, egoísta y encima quitó nuestros carteles.
Todas comenzaron a murmurar.
Demi le apretó el brazo y susurró:
—Le odio, pero es un decadente trozo de pastel ¿verdad? ¿Cómo pude olvidarlo? —se preguntó suavemente—. ¿Alguna vez has visto un espécimen más perfecto?
—¿Francamente? —dijo (_TN), echando a Nicholas un vistazo mientras él rodeaba la mesa y se sentaba al lado de Anne. Llevaba vaqueros y una apretada camiseta blanca. Tenía el pelo rubio despeinado, como si se hubiera pasado las manos a través de él repetidas veces… O una mujer hubiera pasada sus manos por él repetidas veces. Durante el sexo.
Al principio (_TN) tembló ante el pensamiento. Luego frunció el ceño. ¿Había dormido con alguien anoche, después de coquetear con ella? ¡Cerdo!
Tenía el masculino collar de cuentas alrededor del cuello. Tan apretado que parecía ahogarle, o eso esperaba.
—Nunca he visto un ejemplo más perfecto de cerdo humano.
Anne y Nicholas se dieron la mano e iniciaron una tranquila conversación. (_TN) quiso ordenarles a todas que se callaran para así poder escuchar. Pero no fue necesario hacerlo. Toda conversación bajó de intensidad hasta desaparecer mientras cada mujer presente en la habitación se comía con los ojos a Nicholas . Especulando. Interrogativas. Esperanzadoras...
A pesar del repentino silencio, (_TN) siguió sin poder oír lo que él y Anne decían. Las manos se apretaron en puños.
—¿Quién es? —susurró Taylor a Selena .
Selena se encogió de hombros.
—Estuvo aquí ayer, ¿recuerdas?
—Lo que yo sé, es lo que me gustaría hacer con él —dijo Amelia. (_TN) no tenía que adivinarlo: Le ataría como a un esclavo con una pelota dentro de la boca y una cadena substituyendo el collar que le rodeaba el cuello. Tal vez (_TN) no era la única que quería ahogarle.
—¿No está para chuparlo? —preguntó Miley —. Mmm, mmm. Helado de vainilla.
Su admiración era un poco irritante. Ellas no le conocían. Si lo hicieran, dejarían de mirarle tan fijamente y sacarían su spray de pimienta.
—Bastardo —refunfuñó (_TN).
—¿Qué has dicho? —preguntó Demi con una risita.
Todas giraron y la miraron con expectación. Incluso Nicholas . (_TN) sintió calor en las mejillas.
—Nada —dijo dulcemente, ofreciéndole a Nicholas una suave sonrisa—. Absolutamente nada.
Él parpadeó con sorpresa, confusión y ¿deseo? en sus ojos mientras la miraba fijamente los sonrientes labios.
Anne dio unas palmadas, ganándose la atención de todo el mundo.
—Tomen asiento, señoras. Hay algunas cosas de las que tenemos que hablar.
Las muchachas se acomodaron en sus respectivas sillas, alrededor de la mesa, algunas apresurándose para sentarse lo más cerca posible de Nicholas . La mayor parte, notó (_TN), tuvo que limpiarse la baba que les caía de la boca. Incluyendo a Demi , la muy traidora. (_TN) reclamó un asiento al final, tan lejos de Nicholas cómo fue posible.
Él aún la observaba, comprendió, mientras las miradas se trababan al siguiente instante. Marrón contra azul. Excitación contra... ¡maldita sea! Excitación. Ella la sintió chispear a la vida, calentándole la sangre. La sintió irradiando de él. Genial. Ahora no necesitaba insultarla para hacerla arder. Simplemente tenía que mirarla. ¡Fantástico!
Ella levantó la mano, con la intención de hacer un gesto obsceno, pero por suerte se contuvo a tiempo. No lo empeores. Atente al plan. Sé agradable. (_TN) se obligó a agitarla hacia él, y relajar los rasgos. También obligó a la boca a torcerse en una sonrisa de bienvenida.
—¡Eh!, Nicholas —dijo en saludo. Arcadas. Alguien debería matarla ahora—. Es un placer verte de nuevo.
Una vez más, él parpadeó con sorpresa. Una vez más, la confusión oscureció sus marrones ojos aterciopelados.
—Igualmente —dijo, inseguro.
Todas miraron de Nicholas a ella y de ella a Nicholas .
—¿Os conocéis? —preguntó Taylor .
Tristemente.
—Sí.
—Sí —rechinó él, y un “lamentablemente” colgó en el aire.
—Nicholas —dijo Anne—. ¿Estás preparado?
Él asintió, se levantó y ancló las manos tras la espalda, la boca ligeramente alzada en las comisuras. De repente parecía listo para la batalla. Para la rebelión. Para cualquier cosa. Pero arrancó la mirada fija de (_TN), caminó hasta la pared, se apoyó contra ella y permaneció callado.
—Quiero comenzar diciendo lo orgullosa que estoy de todas vosotras —dijo Anne. Había una inflexión desigual en la voz. Un atisbo de tristeza.
(_TN) frunció el ceño. Por lo general, Anne empezaba sus discursos y conferencias diciéndoles lo desagradecidas que eran y que deberían caer arrodilladas, agradeciéndole el que les permitiera trabajar para ella. ¿Anne, orgullosa? ¿Posiblemente triste?
Esto no puede ser bueno, pensó, tensándose.
—Estoy segura de que ha habido veces en las que habréis querido matarme —añadió Anne. ¿Eran lágrimas lo que se veía en sus ojos?—. Pero ninguna de vosotras lo hizo nunca. No muchas mujeres mostrarían tal contención.
—¿Anne? —dijo Miley . La voz temblorosa—. ¿Qué intentas decirnos? ¿Estás… muriéndote o algo así?
Anne meneó un dedo hacía ella.
—En eso estoy, ingrata, y me gustaría un poco de silencio hasta que termine.
Por fin. Anne sonaba... Pues a Anne de nuevo. (_TN) suspiró aliviada. Desvió la atención hacia Nicholas , para ver como respondía al discurso, a las muchachas. A todo.
Su mirada estaba centrada en la boca de (_TN). Otra vez. Excitada, los labios se separaron cuando intentó coger aliento. Los pulmones ardían. Nicholas levantó sus profundos ojos oscuros y, por una fracción de segundo, se miraron fijamente el uno al otro y ella se quedó sin aire... Ahogándose.
Sus ojos la devoraron, desnudándola justo ahí, en la sala de conferencias. Encendiéndola de la cabeza a los pies. La voz de Anne le llegaba apagada a los oídos y, en aquel momento suspendido, el mundo entero pareció girar alrededor de Nicholas .
Su piel se calentó y se le encogió el estómago. Aparta la mirada, aparta la mirada, aparta la mirada. Pero no podía. Él la había atrapado. La mantenía cautiva. A ella no le gustaba. De verdad. No se sentía atraída.
Gracias a Dios, por alguna razón, él arrancó su mirada de ella y ella fue capaz de hacer lo mismo. La enfocó en la pared más alejada. Su desfachatez la irritó. Al menos, quiso que fuera irritación lo que sentía. El corazón le martilleaba dentro del pecho, pulsando como un pequeño tambor. Boom, boom, boom, golpeando contra las costillas. Podía respirar, podía escuchar a Anne otra vez.
—...simplemente debía decirlo —Anne hizo una pausa, cuadrando los hombros—. El cambio era inevitable. El cambio es siempre inevitable. Y no puedo decir que lo lamente. Ya era... Hora.
Cambio. Como lo odiaba (_TN). El cambio significaba Nicholas y ella quería que las cosas volvieran a ser como eran.
Trátalo como a un amigo, se dijo. La atracción se marchará si eres agradable. Sí. Agradable. Se enderezó en el asiento y, utilizando todo el valor, afrontó a Nicholas por tercera vez. Y por tercera vez, él la miraba. Tirado, quizás, por la misma cuerda invisible que tiraba de ella para observarle constantemente, sin importar la excusa. Ella sintió al cuerpo reaccionar tan acaloradamente como antes, pero se obligó a sonreír dulcemente, como si no le importara.
En cambio, él frunció el ceño, apartando los ojos.
¿A qué jugaba ella? Se preguntó Nicholas . Sus rasgos de gatita sexual irradiaban toda clase de emociones diferentes. Lujuria... Su favorita, aunque no debería serlo. Odio... Algo que ya esperaba de ella. Dulzura... Algo que le sorprendía y que seguramente era falso. También la inocencia debía de ser mentira. Tenía que serlo.
Esa dulce sonrisa le estaba poniendo duro.
¿Y qué no lo había hecho hoy? Él, realmente, comenzaba a salir de la depresión sexual. Esperaba que sólo la cólera de (_TN) le encendiera tan potentemente. No tenía esa suerte. Genial. Ahora debería ser agradable con ella sin lograr que sonriera.
Y eso no era lo peor. Estaba sentada a una distancia considerable de él, pero aún podía olerla de cuando la había rozado al pasar a su lado hacía un rato. No su perfume, a ella. Olía demasiado bien, a una tropical y sensual isla que satisfacía los placeres de la carne. Deja de respirar. Se dijo.
La mente mantuvo las intermitentes imágenes de él y (_TN), en la cama. Desnudos. Enredados. Retorciéndose. Y él siguió encontrando su mirada con ella, estudiándola. Deseándola. Bueno, recapitulemos: Tendría que ser agradable con ella sin hacerla sonreír y manteniéndose lo bastante lejos como para no poder olerla.
Completamente factible.
Las mujeres como ella deberían ser enjauladas. Y lanzadas a un túnel oscuro e interminable. Y luego, ese túnel, debería ser bloqueado permanentemente al resto del mundo. Una amenaza, eso es lo que ella era. Una amenaza a una parte de su mente. A su sensatez. A sus normas en el trabajo. A su conducta sexual.
Sin poder detenerse; afrontó de nuevo a (_TN) y la estudió por una condenada milésima vez. Con la esperanza de que esta vez no le afectara. Con la esperanza de que esta vez el deseo no hiciera su aparición. Su rizado pelo caía por los hombros y espalda. Negro, sedoso. Puro sex-appeal. Ella jugaba con uno de los mechones, enrollándolo en el dedo. Cuando lo liberó, el tirabuzón se rizó alrededor de uno de sus pezones.
Dios querido. ¡Qué tortura! La boca se le hizo agua. ¿Lo había hecho a propósito?
Aunque no parecía culpable, parecía excitada. Y preocupada. Y enfadada. Y luego decidida. Pero le sonrió de nuevo. El estómago se le encogió en un apretado nudo y se metió las manos en los bolsillos para impedir ir y borrar esa no-te-gustaría-azotarme sonrisa.
Las siguientes palabras de Anne penetraron la niebla que le envolvía la mente.
—Voy a arriesgarme por una vez —dijo ella—. He querido hacerlo desde hace tiempo, pero me agarraba a este lugar, insegura. Bueno, no puedo hacerlo por más tiempo. Quiero una vida fuera de esta oficina antes de que sea demasiado tarde. Por eso yo... Yo vendí el negocio.
Los ojos de (_TN) se abrieron como platos.
—Eso es —siguió Anne—. Ahora ya lo sabéis. Estoy segura de que ya lo sabíais o, al menos, lo sospechabais.
Los ojos de (_TN) se ensancharon incluso más, casi saliéndose de las órbitas.
—Señoras, me gustaría presentarles a su nuevo jefe, el nuevo dueño de Atrapa A Tu Pareja, Nicholas Jonas .
Él no esperaba aplausos y no consiguió ninguno. El horror salpicaba la cara de (_TN). Palideció y enfocó toda la atención en Anne.
—¡Qué! ¿Qué? No, no, no. Dime que estás mintiendo. Joder, Anne. Me dijiste que era un señuelo.
—Y no mentí. Nicholas todavía planea seguir en activo. Pero quería tener la oportunidad de conoceros como si fuera un igual, así que se lo concedí.
Permanece dónde estás. No reacciones. Si mostraba una pizca de satisfacción o triunfo, la cabrearía y entonces apenas sería capaz de controlarse. Él ya oscilaba peligrosamente en el borde.
Oh, diablos. ¿A quién quería engañar? Esta era una mano que no iba a ganar. Más tarde, podría lamentarlo. Más tarde, lo lamentaría. Ahora simplemente disfrutaría.
Nicholas llegó de una zancada al final de la mesa y apoyó las manos sobre la superficie. Se inclinó hacia (_TN), su olor más fuerte, más excitante que antes. Sexy como era, se envolvió a su alrededor, calmante, rogando por un toque, una caricia.
Él se resistió a ello y mientras abría la boca para hablar, (_TN) le adelantó.
—Doble o nada a que no dirás nada y te alejarás de mí ahora mismo —susurró ella quedamente, de manera amenazante.
Sin vacilar, él susurró igual de suave.
—Tú ganas, porque alguien necesita decírtelo. Tú eres ahora una marioneta, y yo tiro de tus cuerdas. Baila, pequeña marioneta —sonrió abiertamente—. Baila.
En ese mismo momento, Nicholas la rozó al pasar por delante de ella. ¿Intencionadamente? Los hombros se tocaron brevemente y el contacto la quemó, hasta el centro de todas las células. Apretó los labios para evitar soltar un jadeo. Punzadas de electricidad le recorrieron la piel, tejiéndose juntas, formando una manta de calor.
Esto es asco, se dijo. No lujuria. Absolutamente no. Uh-uh. De ninguna forma. Él es mezquino, odioso, engreído, egoísta y encima quitó nuestros carteles.
Todas comenzaron a murmurar.
Demi le apretó el brazo y susurró:
—Le odio, pero es un decadente trozo de pastel ¿verdad? ¿Cómo pude olvidarlo? —se preguntó suavemente—. ¿Alguna vez has visto un espécimen más perfecto?
—¿Francamente? —dijo (_TN), echando a Nicholas un vistazo mientras él rodeaba la mesa y se sentaba al lado de Anne. Llevaba vaqueros y una apretada camiseta blanca. Tenía el pelo rubio despeinado, como si se hubiera pasado las manos a través de él repetidas veces… O una mujer hubiera pasada sus manos por él repetidas veces. Durante el sexo.
Al principio (_TN) tembló ante el pensamiento. Luego frunció el ceño. ¿Había dormido con alguien anoche, después de coquetear con ella? ¡Cerdo!
Tenía el masculino collar de cuentas alrededor del cuello. Tan apretado que parecía ahogarle, o eso esperaba.
—Nunca he visto un ejemplo más perfecto de cerdo humano.
Anne y Nicholas se dieron la mano e iniciaron una tranquila conversación. (_TN) quiso ordenarles a todas que se callaran para así poder escuchar. Pero no fue necesario hacerlo. Toda conversación bajó de intensidad hasta desaparecer mientras cada mujer presente en la habitación se comía con los ojos a Nicholas . Especulando. Interrogativas. Esperanzadoras...
A pesar del repentino silencio, (_TN) siguió sin poder oír lo que él y Anne decían. Las manos se apretaron en puños.
—¿Quién es? —susurró Taylor a Selena .
Selena se encogió de hombros.
—Estuvo aquí ayer, ¿recuerdas?
—Lo que yo sé, es lo que me gustaría hacer con él —dijo Amelia. (_TN) no tenía que adivinarlo: Le ataría como a un esclavo con una pelota dentro de la boca y una cadena substituyendo el collar que le rodeaba el cuello. Tal vez (_TN) no era la única que quería ahogarle.
—¿No está para chuparlo? —preguntó Miley —. Mmm, mmm. Helado de vainilla.
Su admiración era un poco irritante. Ellas no le conocían. Si lo hicieran, dejarían de mirarle tan fijamente y sacarían su spray de pimienta.
—Bastardo —refunfuñó (_TN).
—¿Qué has dicho? —preguntó Demi con una risita.
Todas giraron y la miraron con expectación. Incluso Nicholas . (_TN) sintió calor en las mejillas.
—Nada —dijo dulcemente, ofreciéndole a Nicholas una suave sonrisa—. Absolutamente nada.
Él parpadeó con sorpresa, confusión y ¿deseo? en sus ojos mientras la miraba fijamente los sonrientes labios.
Anne dio unas palmadas, ganándose la atención de todo el mundo.
—Tomen asiento, señoras. Hay algunas cosas de las que tenemos que hablar.
Las muchachas se acomodaron en sus respectivas sillas, alrededor de la mesa, algunas apresurándose para sentarse lo más cerca posible de Nicholas . La mayor parte, notó (_TN), tuvo que limpiarse la baba que les caía de la boca. Incluyendo a Demi , la muy traidora. (_TN) reclamó un asiento al final, tan lejos de Nicholas cómo fue posible.
Él aún la observaba, comprendió, mientras las miradas se trababan al siguiente instante. Marrón contra azul. Excitación contra... ¡maldita sea! Excitación. Ella la sintió chispear a la vida, calentándole la sangre. La sintió irradiando de él. Genial. Ahora no necesitaba insultarla para hacerla arder. Simplemente tenía que mirarla. ¡Fantástico!
Ella levantó la mano, con la intención de hacer un gesto obsceno, pero por suerte se contuvo a tiempo. No lo empeores. Atente al plan. Sé agradable. (_TN) se obligó a agitarla hacia él, y relajar los rasgos. También obligó a la boca a torcerse en una sonrisa de bienvenida.
—¡Eh!, Nicholas —dijo en saludo. Arcadas. Alguien debería matarla ahora—. Es un placer verte de nuevo.
Una vez más, él parpadeó con sorpresa. Una vez más, la confusión oscureció sus marrones ojos aterciopelados.
—Igualmente —dijo, inseguro.
Todas miraron de Nicholas a ella y de ella a Nicholas .
—¿Os conocéis? —preguntó Taylor .
Tristemente.
—Sí.
—Sí —rechinó él, y un “lamentablemente” colgó en el aire.
—Nicholas —dijo Anne—. ¿Estás preparado?
Él asintió, se levantó y ancló las manos tras la espalda, la boca ligeramente alzada en las comisuras. De repente parecía listo para la batalla. Para la rebelión. Para cualquier cosa. Pero arrancó la mirada fija de (_TN), caminó hasta la pared, se apoyó contra ella y permaneció callado.
—Quiero comenzar diciendo lo orgullosa que estoy de todas vosotras —dijo Anne. Había una inflexión desigual en la voz. Un atisbo de tristeza.
(_TN) frunció el ceño. Por lo general, Anne empezaba sus discursos y conferencias diciéndoles lo desagradecidas que eran y que deberían caer arrodilladas, agradeciéndole el que les permitiera trabajar para ella. ¿Anne, orgullosa? ¿Posiblemente triste?
Esto no puede ser bueno, pensó, tensándose.
—Estoy segura de que ha habido veces en las que habréis querido matarme —añadió Anne. ¿Eran lágrimas lo que se veía en sus ojos?—. Pero ninguna de vosotras lo hizo nunca. No muchas mujeres mostrarían tal contención.
—¿Anne? —dijo Miley . La voz temblorosa—. ¿Qué intentas decirnos? ¿Estás… muriéndote o algo así?
Anne meneó un dedo hacía ella.
—En eso estoy, ingrata, y me gustaría un poco de silencio hasta que termine.
Por fin. Anne sonaba... Pues a Anne de nuevo. (_TN) suspiró aliviada. Desvió la atención hacia Nicholas , para ver como respondía al discurso, a las muchachas. A todo.
Su mirada estaba centrada en la boca de (_TN). Otra vez. Excitada, los labios se separaron cuando intentó coger aliento. Los pulmones ardían. Nicholas levantó sus profundos ojos oscuros y, por una fracción de segundo, se miraron fijamente el uno al otro y ella se quedó sin aire... Ahogándose.
Sus ojos la devoraron, desnudándola justo ahí, en la sala de conferencias. Encendiéndola de la cabeza a los pies. La voz de Anne le llegaba apagada a los oídos y, en aquel momento suspendido, el mundo entero pareció girar alrededor de Nicholas .
Su piel se calentó y se le encogió el estómago. Aparta la mirada, aparta la mirada, aparta la mirada. Pero no podía. Él la había atrapado. La mantenía cautiva. A ella no le gustaba. De verdad. No se sentía atraída.
Gracias a Dios, por alguna razón, él arrancó su mirada de ella y ella fue capaz de hacer lo mismo. La enfocó en la pared más alejada. Su desfachatez la irritó. Al menos, quiso que fuera irritación lo que sentía. El corazón le martilleaba dentro del pecho, pulsando como un pequeño tambor. Boom, boom, boom, golpeando contra las costillas. Podía respirar, podía escuchar a Anne otra vez.
—...simplemente debía decirlo —Anne hizo una pausa, cuadrando los hombros—. El cambio era inevitable. El cambio es siempre inevitable. Y no puedo decir que lo lamente. Ya era... Hora.
Cambio. Como lo odiaba (_TN). El cambio significaba Nicholas y ella quería que las cosas volvieran a ser como eran.
Trátalo como a un amigo, se dijo. La atracción se marchará si eres agradable. Sí. Agradable. Se enderezó en el asiento y, utilizando todo el valor, afrontó a Nicholas por tercera vez. Y por tercera vez, él la miraba. Tirado, quizás, por la misma cuerda invisible que tiraba de ella para observarle constantemente, sin importar la excusa. Ella sintió al cuerpo reaccionar tan acaloradamente como antes, pero se obligó a sonreír dulcemente, como si no le importara.
En cambio, él frunció el ceño, apartando los ojos.
¿A qué jugaba ella? Se preguntó Nicholas . Sus rasgos de gatita sexual irradiaban toda clase de emociones diferentes. Lujuria... Su favorita, aunque no debería serlo. Odio... Algo que ya esperaba de ella. Dulzura... Algo que le sorprendía y que seguramente era falso. También la inocencia debía de ser mentira. Tenía que serlo.
Esa dulce sonrisa le estaba poniendo duro.
¿Y qué no lo había hecho hoy? Él, realmente, comenzaba a salir de la depresión sexual. Esperaba que sólo la cólera de (_TN) le encendiera tan potentemente. No tenía esa suerte. Genial. Ahora debería ser agradable con ella sin lograr que sonriera.
Y eso no era lo peor. Estaba sentada a una distancia considerable de él, pero aún podía olerla de cuando la había rozado al pasar a su lado hacía un rato. No su perfume, a ella. Olía demasiado bien, a una tropical y sensual isla que satisfacía los placeres de la carne. Deja de respirar. Se dijo.
La mente mantuvo las intermitentes imágenes de él y (_TN), en la cama. Desnudos. Enredados. Retorciéndose. Y él siguió encontrando su mirada con ella, estudiándola. Deseándola. Bueno, recapitulemos: Tendría que ser agradable con ella sin hacerla sonreír y manteniéndose lo bastante lejos como para no poder olerla.
Completamente factible.
Las mujeres como ella deberían ser enjauladas. Y lanzadas a un túnel oscuro e interminable. Y luego, ese túnel, debería ser bloqueado permanentemente al resto del mundo. Una amenaza, eso es lo que ella era. Una amenaza a una parte de su mente. A su sensatez. A sus normas en el trabajo. A su conducta sexual.
Sin poder detenerse; afrontó de nuevo a (_TN) y la estudió por una condenada milésima vez. Con la esperanza de que esta vez no le afectara. Con la esperanza de que esta vez el deseo no hiciera su aparición. Su rizado pelo caía por los hombros y espalda. Negro, sedoso. Puro sex-appeal. Ella jugaba con uno de los mechones, enrollándolo en el dedo. Cuando lo liberó, el tirabuzón se rizó alrededor de uno de sus pezones.
Dios querido. ¡Qué tortura! La boca se le hizo agua. ¿Lo había hecho a propósito?
Aunque no parecía culpable, parecía excitada. Y preocupada. Y enfadada. Y luego decidida. Pero le sonrió de nuevo. El estómago se le encogió en un apretado nudo y se metió las manos en los bolsillos para impedir ir y borrar esa no-te-gustaría-azotarme sonrisa.
Las siguientes palabras de Anne penetraron la niebla que le envolvía la mente.
—Voy a arriesgarme por una vez —dijo ella—. He querido hacerlo desde hace tiempo, pero me agarraba a este lugar, insegura. Bueno, no puedo hacerlo por más tiempo. Quiero una vida fuera de esta oficina antes de que sea demasiado tarde. Por eso yo... Yo vendí el negocio.
Los ojos de (_TN) se abrieron como platos.
—Eso es —siguió Anne—. Ahora ya lo sabéis. Estoy segura de que ya lo sabíais o, al menos, lo sospechabais.
Los ojos de (_TN) se ensancharon incluso más, casi saliéndose de las órbitas.
—Señoras, me gustaría presentarles a su nuevo jefe, el nuevo dueño de Atrapa A Tu Pareja, Nicholas Jonas .
Él no esperaba aplausos y no consiguió ninguno. El horror salpicaba la cara de (_TN). Palideció y enfocó toda la atención en Anne.
—¡Qué! ¿Qué? No, no, no. Dime que estás mintiendo. Joder, Anne. Me dijiste que era un señuelo.
—Y no mentí. Nicholas todavía planea seguir en activo. Pero quería tener la oportunidad de conoceros como si fuera un igual, así que se lo concedí.
Permanece dónde estás. No reacciones. Si mostraba una pizca de satisfacción o triunfo, la cabrearía y entonces apenas sería capaz de controlarse. Él ya oscilaba peligrosamente en el borde.
Oh, diablos. ¿A quién quería engañar? Esta era una mano que no iba a ganar. Más tarde, podría lamentarlo. Más tarde, lo lamentaría. Ahora simplemente disfrutaría.
Nicholas llegó de una zancada al final de la mesa y apoyó las manos sobre la superficie. Se inclinó hacia (_TN), su olor más fuerte, más excitante que antes. Sexy como era, se envolvió a su alrededor, calmante, rogando por un toque, una caricia.
Él se resistió a ello y mientras abría la boca para hablar, (_TN) le adelantó.
—Doble o nada a que no dirás nada y te alejarás de mí ahora mismo —susurró ella quedamente, de manera amenazante.
Sin vacilar, él susurró igual de suave.
—Tú ganas, porque alguien necesita decírtelo. Tú eres ahora una marioneta, y yo tiro de tus cuerdas. Baila, pequeña marioneta —sonrió abiertamente—. Baila.
espero mis chicas
q allan
disfrutado del los 2 capitulos bye
q tengan buenas noches
q allan
disfrutado del los 2 capitulos bye
q tengan buenas noches
ElitzJb
Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
hay no es justo!!!
La rayiz queria a la empresa primero
Porque Anne no se la vendio a ella???
Maldito Nicholas!!!
Siguela!!!!
La rayiz queria a la empresa primero
Porque Anne no se la vendio a ella???
Maldito Nicholas!!!
Siguela!!!!
aranzhitha
Re: Atrapa a tu Pareja Nicholas Jonas y tu (TerMINaDA)
OOOOHHH!!
POR TOOODOOOSSSS LOS CIEEELOOSSSS!!!
AAIIIII DESATOO LA BOOMMMBAAAAA!!!
HABRAAA GUERRRRAAAAAA!!!!!!!!
SIGUELA PORFIISS
POR TOOODOOOSSSS LOS CIEEELOOSSSS!!!
AAIIIII DESATOO LA BOOMMMBAAAAA!!!
HABRAAA GUERRRRAAAAAA!!!!!!!!
SIGUELA PORFIISS
chelis
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