Ballads&Hits [OneDirection] 1ra Parte {Terminada}

A pesar de lo sucedido de ayer, voy a cumplir mi promesa: voy a ir si o si al cumpleaños de Safa. Ya tiene sus doce años y quiero estar con ella para festejar su día, además de que puedo ayudar a Trisha a ordenar todo el desastre que dejen su hija y las amigas.

Mark no sabe dónde iré, tampoco me molestare en decirle. Piensa que voy a ir a la casa de Miranda a pasar el día y la noche con ella y con Loretto. Ya lo teníamos planeado hace bastante días atrás y es hora de ponerlo a prueba. Al finalizar la noche, definitivamente iré a dormir donde Miranda. Lore quiere algo así como “noche de chicas”, dice que no pasamos lo suficientemente tiempo juntas y sería bueno que lo hiciéramos pero sin los chicos vigilándonos. Solo espero que la castaña no vuelva a consumir.

Tomo mi mochila con mis cosas y cierro la puerta de mi cuarto. Bajo las escaleras y saludo a todos cuando llego a la cocina, donde comúnmente todos están desayunando. No es muy temprano, apenas son las diez, pero noto los rostros cansados de Allegra y Louis, quienes en verdad ayer salieron a bailar con Harry y Valerie. Me siento en el medio, como de costumbre y agradezco mi desayuno a mi tía, regalándole una sonrisa. Observo a mi lado que Mark esta con una expresión de severidad y se lo nota bastante rígido. Debe seguir enojado conmigo por ponerme en peligro así, sé que me costara hacerlo cambiar de opinión, pero no voy a rendirme tan fácilmente.

Recuerdo a Demoledor, por lo que aclaro mi garganta llamándole la atención. Me mira con sus ojos indiferentes, lo que hace que todos en la mesa frunzan el ceño al verlo.

- ¿De dónde conoces a Demoledor? – pregunto.

- ¿Quién? – frunce el ceño confundido.

- Demoledor, el que lucho contra Zayn ayer.

- No sé de quién me hablas – murmura volviendo a tomar su café

- Me entrego un rosario – insisto y quito de mi bolsillo la joya, mostrándosela a todos – Me dijo que pertenecía a mi padre. ¿Quién es él?

En la mesa hay un silencio que hace sentirme incomoda, pero ninguno responde ante mi pregunta. Observo el semblante incómodo y tenso que tiene Mark, pero también lo tiene Allegra. Hay algo que estos dos saben y no han querido contarme. Muerdo el labio inferior con fuerza y me rindo, solo por ahora, guardando el rosario en mi bolsillo nuevamente y tomando lo poco que queda del café.

- Voy a lo de Miranda. ¿Me prestas tus llaves, Louis? – le extiendo la palma de mi mano a mi primo, quien me sonríe y deposita las llaves.

- Lo quiero sano y salvo. Sino, atente a las consecuencias, Adams.

- Lo tendré en cuenta – sonrió y me paro del asiento. – Adiós a todo el mundo.

Se despiden también de mí y salgo por la puerta principal, caminando con pasos rápidos hacia el auto de Louis que está estacionado afuera. No suele estacionarlo adentro del garaje porque están el auto de Regina y Mark, así que le ha tocado dejarlo afuera. No le importa mucho, dice que es más cómodo y se ahorra de guardarlo y sacarlo cada vez que sale.

Subo al carro y enciendo el motor, lista para arrancar, le saludo a Mark que está en la ventana de la cocina. Sonríe y le devuelvo la sonrisa, arrancando de una buena vez y alejándome de mi casa, o la casa de mis tíos. Aun no sé cómo llamar aquel lugar, no siento que sea mi hogar a veces. Pienso en una casa, donde están todas mis cosas, todos mis recuerdos y, simplemente, donde está mi familia; pero solo la imagen de la casa de mis padres en New Castle hace presente mi memoria. Recuerdo el patio de atrás, con hamacas que usábamos con Allegra antes de almorzar o cenar. Sino como correteábamos por la cocina cuando mama cocinaba, o la biblioteca gigantesca de papá, donde él y yo pasábamos las tardes completas allí.

La casa no fue vendida, Mark no quiso hacerlo y menos Regina, pero la alquilan cada año a parejas jóvenes. Me pregunto cómo estará la biblioteca de papa, pocos libros he podido sacar, casi ni el cuarto de los que tiene. Solo tengo siete de papa: Como matar a un ruin señor, El principito, La odisea, Cuentos de Navidad, Hamlet, 1984 y El gato negro y otros relatos. Debo añadir que leí estos libros desde que me mude con Mark y Regina, una y otra vez. Quizás, así me sentía un poco más cerca de mi padre.

Sin darme cuenta, ya estoy estacionada en frente de la casa de Zayn. Suelto un suspiro, tratando de dejar mi tristeza y los recuerdos a un lado antes de que me eche a llorar como tonta. Todavía cuesta mirar hacia atrás y preguntarme porque sucedió todo, porque mi padre y mi madre están muertos, porque Allegra y yo nos hemos distanciado tanto, y porque tengo los problemas que tengo. Es duro, es difícil, pero no imposible. Tengo la esperanza de que todo se solucionara, quizás ellos jamás podrán estar aquí de nuevo, pero Allegra y yo volveremos a hacer las de antes, y sobre todo, yo volveré a ser quien fui hace tiempo atrás: una Lucy Adams que disfrutaba su vida a pleno.

Dos horas después

Safa está junto con dos amigas más en la sala, sentada en los sillones y hablando de quien sabe qué, pero se ve bastante contenta y animada, a pesar de que Zayn no está por trabajo y no tiene a sus demás hermanas y a su padre acompañándola este día para ella. Doce años puede significar mucho para una niña. Dentro de unos meses pasara a la secundaria y tendrá muchas cosas que enfrentar, y ni quiero imaginarme en la preparatoria. Pero será una gran chica, definitivamente. Ha pasado muchas cosas a su corta edad, sabe valorar en grande lo que tiene y lo que no. Ella será lo que yo nunca pude ser: alguien normal.

Decido dejar de pensar y terminar de lavar los platos mientras Trisha ordena el cuarto de Zayn. Le había brindado ayuda pero la había rechazado, diciendo que ya era suficiente que lavara los platos. Sé que le da pena que sea la invitada y tenga que ayudarla a limpiar, pero Safa tiene que disfrutar sus amigas y Zayn es un completo holgazán.

La puerta suena de repente. Me seco las manos con un repasador y camino hacia la entrada, diciéndole a Safa que no se moleste en abrir y siga divirtiéndose. La pequeña me agradece y sigue parloteando con sus amigas, hasta que se levantan y deciden ir al cuarto para tener más comodidad. Vuelven a tocar, pero no la abro hasta que escucho las risitas disminuir y subiendo las escaleras.

Abro la puerta, pero me sorprendo al ver quienes tocaron.

- Hola – dice una muchacha de unos veintitantos, está junto con una chica de unos dieciséis años quien frunce el ceño al verme, y con un hombre que es la réplica exacta de Zayn. - ¿Esta Safa? – sonríe medianamente y muestra el regalo que está en sus manos.

- Hola – susurro y me hago a un lado para que pasen – Si esta, por favor, pasen.

Las dos chicas pasan mirando todo a su alrededor con tristeza, pero el hombre me mira de forma intrigada, lo que me hace poner bastante incomoda. Se quedan parados y un silencio se forma, solo se escucha la aspiradora que está usando Trisha.

- ¿Tú eres…? – pregunta la muchacha de mi misma edad, mirándome de los pies a la cabeza.

- Lucy, Lucy Adams – contesto con timidez.

- ¿Eres la novia de Zayn? – pregunto sonriéndome de oreja a oreja. – Nos han contado mucho de ti.

- Pues… - me rasco la cabeza con nerviosismo, sin saber que decir. Zayn y yo aún no hemos vuelto – si – asiento finalmente.

- Al menos ese bueno para nada se buscó a alguien que si tenga lo que él no tiene: dinero – dice el hombre con un tono de arrogancia.

- ¿Disculpe? – frunzo el ceño y lo miro evidentemente molesta.

¿Zayn? ¿Un bueno para nada después de todas las cosas que hizo para llevar a su familia adelante? ¿Y cómo sabe que tengo dinero? Bueno, yo no lo tengo, lo tiene mi tío.

- Conozco a Mark Tomlinson. Hemos sido amigos desde la universidad – comenta mientras comienza a observar con repugnancia el lugar – Que basurero. – voltea y me enfrenta, mirándome de los pies a la cabeza – Nos conocimos cuando eras pequeña, Lucy. Recuerdo que Mark te llevo una cena importante cuando solo tenías unos ¿Trece años? Sí, creo que eras tú. Callada, tímida y muy educada – entrecierra los ojos con desconfianza – No entiendo cómo te pudiste meter con el idiota de Zayn.

- Papa, basta – masculla la mayor de sus hijas.

Oh mierda. Zayn si los ve aquí va a armar un escándalo tremendo.

- Miren, yo sé que no debo meterme en el problema familiar – aclaro la garganta antes de continuar – pero Zayn volverá en cualquier momento y no creo que le agrade que ustedes…

- Si sabes que no debes meterte ¿Por qué te metes? – me interrumpe el hombre fulminándome con la mirada.

- Porque tanto como Zayn, Safa es importante para mí – contesto devolviéndole el gesto – Es su cumpleaños y lo que menos se necesita es que su padre y su hermano se peleen.

- ¿Lucy? ¿Qué sucede…? – se interrumpe Trisha cuando aparece y ve a sus dos hijas y su ex marido. Inevitablemente, sonríe – Doniya, Waliyha – suelta un par de lágrimas. - ¿Qué hacen aquí?

- No vinimos por ti, si es lo que piensas – le contesta el padre de Zayn – Vinimos a ver a Safa ¿Puedes hacer el favor de llamarla?

- Escucha, Yasir – dice Trisha, mandoble una mirada fulminante – Es mi casa y espero que me respetes tanto a mi como a Lucy y los demás invitados, y sin mencionar a Zayn. ¿De acuerdo? Sino, tienes la puerta.

El hombre se queda callado, dispuesto a tragarse sus palabras. Esa actitud me recuerda a Zayn cuando debe cerrar la boca sino quiere tener consecuencias. Al cabo de unos segundos, Trisha sube arriba y dice que esperemos un tiempo, debe tener una charla con Safa antes de que baje y vea a toda su familia nuevamente reunida. Mientras tanto, les pregunto si quieren tomar algo o comer un bocadillo, pero Waliyha y Yasir me responden con un brusco no, pero Doniya solo pide un vaso de agua, por lo que se lo entrego rápidamente.

- ¿Cuándo va a bajar? – bufa Yasir.

- Papa, tranquilízate. Bajará cuando esté preparada – le dice su hija mayor.

De repente, la puerta se abre de golpe y veo el rostro de Zayn, quien me sonríe contento al verme, pero su sonrisa se borra cuando observa a los invitados, que se han puesto de pie y lo observan. Me acerco con rapidez y tomo de su brazo para que no avance más pasos de lo que ya ha hecho. Por pura suerte, se detiene pero me dirige una mirada cargada de odio.

- Wow, Zayn. Era verdad lo que decían, tu gatita esta terrible. – dice alguien a sus espaldas, por lo que miro detrás de su hombro y efectivamente hay alguien.

- Lárgate de aquí, Jordán, o te voy a hacer mierda.

Pero el chico no puede responder porque cierro la puerta delante de sus narices. Lo que menos necesitamos es que Zayn este aún más cabreado de lo que está.

- ¿Qué hacen aquí? – masculla con los dientes apretados.

- Vinimos a ver a Safa ¿Acaso eso también nos vas a negar? – espeta Waliyha con brusquedad.

- Nunca les negué nada. – responde de la misma forma el pelinegro.

- Zayn, tranquilízate – susurro – Recuerda que es el cumpleaños de Safa.

- ¿Dónde está?

- Tu madre está hablando con ella y sus amigas están en el cuarto de tu hermana. No hagas ninguna barbaridad, por favor…

- Tu novia tiene razón, Zayn. – dice Yasir mirándolo con desprecio – Es lo mejor.

- No me digas que es lo mejor o no, estúpido – escupe con odio. – Quiero que se larguen porque no voy a dudar en sacarlos a las patadas si es necesario.

- ¡Zayn! – decimos al mismo tiempo Doniya y yo.

- Te lo repito, Lucy Adams: No entiendo cómo te pudiste meter con el idiota de Zayn.

El pelinegro de inmediato se abalanza sobre su padre, pero antes de que se pudieran pelear, me meto en el medio y empujo con fuerza a Zayn, separándolo de su padre. Pero quedó paralizada cuando siento unas manos totalmente desconocidas sobre mi brazo.

Me aparto con brusquedad y me muerdo el labio para no echarme a llorar, aunque aun así siento los ojos llenos de lágrimas. El corazón me palpita con más fuerza que antes y mi respiración no está yendo bien al sentir a cada instante escalofríos, que van desde la punta de mis pies, recorriendo mi espalda hasta llegar a mi cabeza.

- Lo siento – murmura Yasir mirándome fijamente, con total indiferencia – Ibas a golpearte con el mueble sino te agarraba, no iba a golpearte. No te tienes porque poner así.

- Tiene ataques de pánico, pedazo de cerdo – murmura Zayn y me acerca a él. Lo abrazo con fuerza mientras comienzo a sollozar en su hombro. Comienza a acariciar mi cabello – No deja que nadie la toque a no ser que sea yo. No vuelvas a poner una mano encima sobre mi novia.

- Papa no sabía nada, Zayn.

- No te metas, Waliyha.

- No le hables así a tu hermana – interviene Doniya.

La discusión se interrumpe cuando aparece Safa corriendo con los ojos llenos de lagrima y abraza con fuerza su padre. Las hermanas de Zayn, incluso Waliyha, sueltan un par de lágrimas y esperan su turno. Se ve que están muy emocionadas y contentas por volver a verse, me pregunto hacia cuanto que no están reunidos. Abrazo con fuerza a Zayn y el me estruja en sus brazos, sé que necesita contención ahora, porque quiera o no, también le afecta bastante ver a su padre y a sus dos hermanas después de tiempo.

- ¡Sabía que iban a venir! – aplaude sonríe contenta y abraza a sus otras dos hermanas – Lo sabía, lo sabía.

Me separo de Zayn para observar la escena y sonrió, limpiándome las lágrimas. Siento como el pelinegro pasa una mano sobre mi cintura y a los segundos me da un beso en la frente.

Trisha invita a todos a sentarse y soplar la vela, las amigas de Safa bajan y saludan educadamente a todos. Después de solar y comer un pedazo de torta, las vienen a buscar y se despiden de mi pequeña cuñada. Debo decir que durante ese lapso de tiempo, el ambiente está demasiado tenso y cargado de miradas fulminantes por parte de los dos hombres. A todos nos resulta difícil seguir una conversación sana sin que los dos estén mandándose comentarios sarcásticos y fuera de lugar.

- Doniya ¿Sabías que Zayn me regalo un estuche muy hermoso de maquillaje? – comenta Safa con una sonrisa de emoción en el rostro - ¿Puedes creerlo? ¡Y fue gracias a Lucy! Ella lo convenció de que me comprara eso antes que una barbie.

- Eres muy chica para un estuche de maquillaje – refunfuña su padre.

- Sí, claro – revolea los ojos – Waliyha ¿Sabías que Lucy también tiene dieciséis como tú? Tú eres buena con la patineta, sí, pero Lucy es un genio en el piano. Zayn me conto que ella puede tocar con los ojos cerrados las baladas más difíciles.

Al sentir las miradas sobre mí, solo bajo la cabeza y me procuro en seguir comiendo mi pedazo de pastel y tomar mi te, mientras Safa sigue contando atributos míos que ni siquiera yo conoció, o que ni sabía que Zayn le comenta a su hermana pequeña. Él también se ve bastante avergonzado por la situación, mas por las sonrisas burlonas de sus hermanas.

- ¡Y no saben! Lucy y Zayn hoy cumplen dos meses juntos ¡¿Pueden creerlo?!

Frunzo el ceño y miro al pelinegro, quien esta tan sorprendido como yo. Mierda, ninguno de los dos se ha acordado que - si seguíamos juntos – cumplimos dos meses. Sonrió con nervios y el me imita.

- Gracias por hacernos recordar, Safa – le dice.

- No me digas que ni siquiera se acordaban – abre la boca con indignación, pero evito reírme por más que se vea bastante graciosa así.

- No le damos mucha importancia a eso – el pelinegro se encoje de hombros.

- ¿Es verdad eso, Lucy? – insiste la pequeña pelinegra sin poder creerlo.

- Si – asiento – Nuestro primer mes lo pasamos en la casa de Loretto.

- ¡No me la creo! ¡Ustedes son tan poco románticos! – exclama Waliyha, pero se calla de inmediato.

Al cabo de unos minutos, las hermanas y el padre de Zayn se marchan, prometiéndole a Safa visitarla más seguido. Evito que Zayn vuelva a atacarlos nuevamente, diciéndole que su hermana menor está feliz al ver a sus otras hermanas y padre y eso debe ser suficiente para él. Sigue un poco molesto, pero lo entiende cuando Safa los abraza por última vez y ellos se marchan en el lujoso auto.

Llega mi turno y me despido de Safa y Trisha. Si no llego temprano, Lore va a matarme en menos de lo que canta un gallo, y más si esa razón de retraso es Zayn. Miranda ha tenido una fuerte discusión con Louis y Lore con Liam, no sé bien la razón, pero están tan furiosas que quieren una noche sin chicos, y eso incluye a su mejor amigo.

- Gracias por todo lo que hiciste hoy – Zayn toma mi mano antes de que pudiera abrir la puerta.

- Debía hacerlo – le sonrió una vez que volteo.

- No, no debías – suspira – Fui yo el que estaba a punto de arruinarle el día a Safa, y sin ti, lo hubiera logrado. Gracias, Lucy.

- ¿Qué harías tú sin mí? – bromeo regalándole una sonrisa. – Pero que no se te olvide que aun estas a prueba.

- Tenía la mínima esperanza de que lo olvidaras – sonríe torcidamente y se acerca hasta mis labios, dándole un beso tosco. – Feliz dos meses, por cierto.

Observo los ojos de Zayn y me es inevitable no dejar que me bese. Sus labios empiezan a moverse con los míos, como si siguieran el compás de alguna canción. Pongo mis manos alrededor de su cuello mientras él las coloca en mi espalda, atrayéndome más a él e intensificando el beso.

Pienso en las palabras de Yasir, preguntándome que es lo que vi en Zayn, y creo que nunca le vi nada. Solo me dejo llevar por los sentimientos que tengo al estar tan cerca de él. Es culpable mi corazón al reaccionar ante su mirada, su sonrisa o siquiera su aroma; Mi piel se eriza con solo sentir el contacto de sus dedos sobre mi cuerpo, acariciándolo con lentitud y embriagándome con el más puro placer. ¿Serán sus ojos? ¿Sera su sonrisa? ¿O su forma de protegerme, de cuidarme y de amarme? No tengo idea de que es lo que vi en Zayn, pero agradezco haberlo hecho.

Quizás, no llegue a ser un arquitecto, un ingeniero, un doctor o siquiera un profesor; nada de eso importa. Ya el futuro no importa mientras el este a mi lado, mientras ambos sigamos caminando por más tropiezos que haya por delante, por mis piedras y caminos de espinas bajo nuestros pies; el amor nos hace fuertes, el amor también nos hace débiles. Sin embargo, el amor nos hace únicos.