Ballads&Hits [OneDirection] 1ra Parte {Terminada}

Louis entro en mi habitación tres horas después de que llegue a mi casa. Mi primo estuvo insistiendo tanto en que le contase que era lo que me había sucedido para que actuara así, y del porque Liam vino para saber si yo había llegado sana y salva. Mark habia comenzado a exigir que le dijera que era lo que había sucedido pero Liam solo callo y se marcho.

- ¿Allegra volvió? - pregunte interrumpiendo su explicación. No me interesaba saber que paso después, solo quería saber aquello.

- No, aun no vuelve y todos están preocupados por ella - suspiro pasando una mano por su cabeza - ¿A donde fueron? ¿Que paso?

Me había quedado callada porque no quería que ella tuviese problemas con mis tíos y con Louis luego, ya que no seria lo mas aconsejable. El castaño me miraba severamente y esperando a que le dijese.

- Allegra y Harry me llevaron a un tipo de lugar donde hacen peleas callejeras arriba de un cuadrilátero. Harry peleo contra un muchacho... - sentía mi garganta cerrar con solo pensar en Zayn - y perdió. Allegra se fue tras el y me dejo sola. No tenia dinero y no contestaba, así que me fui caminando, hasta que... - Me calle por un momento, hasta que con la voz quebrada y en susurro pude terminar de contarle sobre el sujeto que me estaba siguiendo y de como me había encontrado con Zayn, Niall y Liam.

Escuchamos lo gritos de mis tíos desde la planta de abajo. Louis solo me había dado una mirada para luego bajar las escaleras. Queda demás decir que todo fue para un completo caos porque reprendieron a Allegra una y otra vez cuando el castaño le contó lo que le había confesado.

Por un momento me arrepentí de haberle contado a Louis, pero creo que sino lo hacia, Allegra jamas se hubiera dado cuenta de su gran error.

Desde ese día, no he salido de mi cuarto. Siento terror la idea de salir, ni siquiera tengo ánimos para tocar, solo escuchar Debussy una y otra vez hasta que mis oídos sangren. Al menos me he bañado dos veces al día cuando recuerdo las manos de Zayn en mi cintura, sujetándome y atrayéndome hacia el. El solo pensarlo me da escalofríos que recorren toda mi espalda.

Durante los cuatro días que he estado encerrada - sin ir a la escuela y dejando que Louis pase solo para dejarme la comida y luego recoger los platos sucios - he vuelto a padecer el insomnio. Cuando mis problemas de pánico se hicieron presentes, no pegaba el ojo en varios días, porque las mismas pesadillas han perturbado durante años mis sueños. Solo que cuando el insomnio se prolongaba demasiado, solía ponerme los auriculares y escuchar Mozart una y otra vez hasta que lograba el sueño.

Ya no puedo realizar el mismo truco.

Para el quinto día, decido que es finalmente el día que debo ir a la escuela, así que me visto tipícamente con mis ropas negras y mis viejos guantes. Estoy algo insegura si Allegra esta molesta o arrepentida de lo que paso, pero creo que es la primera opción. A veces puede ser demasiado egoísta o dice que yo exagero.

Bajo las escaleras con las manos sudando y mis piernas temblando un poco. Era mejor cuando solo veía a Louis tres veces al día como máximo, ahora tendré que enfrentarme al resto de la familia. Según lo que mi primo me contó, fue que Allegra esta castigada dos meses por haberme descuidado así. Lo único que quiero es que no mantenga esa mirada totalmente fría que heredo de mi padre como cuando me metía en graves problemas por pelear con niños y niñas de mi edad o de la edad de Allegra. Pero luego el sonreía cuando le explicaba que era porque molestaban a mi hermana. Recia que debíamos defendernos una a la otra como si nuestras propias vidas dependiera de aquello. Y Allegra me ha defendido tan poco.

Llego al desayunador interrumpiendo todo tipo de charla. Mi desayuno esta en la mesa, cosa que suelen hacer siempre por mas que sepan que no bajo. Es como si supieran que algún día lo haré y debo tener que estar satisfecha para todo el día.

Coloco mis auriculares y comienzo a escuchar nuevamente Mozart para que el silencio no me consuma por dentro. Ni siquiera la tele esta prendida así que no hay distracción que pueda ayudarme.

- ¿Como has amanecido, Lucy? - pregunta Regina con la voz cálida.

- Bien - susurro y le doy un mordisco pequeño a mi tostada con mortadela.

El desayuno es de lo mas raro, porque nadie habla, y lo común es que alguno saque un tema de cualquier tipo, pero al parecer nadie esta dispuesto a hablar. Comienzo a sentirme culpable, porque sino hubiera llegado yo, ellos estarían hablando aun estarían dialogando unos contra otros como hacen las familias felices. La única extraña aquí, la única que sobra y la que debería largarse de una buena vez, soy yo.

Una vosina suena afuera. Frunzo el ceño preguntándome quien puede ser, hasta que mi hermana saluda fríamente a todos y toma su mochila para salir de la casa dando un portazo. Supongo que Harry o Devonne la pasaron a buscar.

- Lucy ¿Ya terminaste? De lo contrario llegaremos tarde - Dice Louis parándose también.

- Déjala comer tranquila, Boo Bear - replica mi tía con humor.

- No importa - intervengo con mi tono de voz bajo - Ya he terminado. Buen provecho y que tengan un buen día.

Levanto la vista y los veo sonreír a los dos mientras también me desean que tenga un buen día. Mis tíos han estado casados durante diecinueve años, unos años mas que mis padres. Siempre que los miro, puedo ver algo que muchos no verán: El apoyo incondicional para que mejore .

Veinte Minutos Después.

Bajo del asiento copiloto del auto de Louis y me despido de el para irme a la biblioteca. Según lo que me he enterado por el, harán una actividad creativa para que se relacionen personas del primer, segundo y tercer año de preparatoria para socializar. Creen que de esa forma se terminara el bulling o algo. Yo espero que realmente puedan lograrlo, aunque en esta escuela no se ve exageradamente el maltrato a otros estudiantes por las largas charlas que tenemos cada dos semanas, las actividades creativas cada mes, y las diferentes clases que incorporan de distintos años. Por este motivo, a Mark le había encantado la idea de que Allegra y yo entráramos a esta preparatoria, ademas conocemos a la mayoría de ellos.

No participo en ninguna de las clases después de hora, no voy a las charlas o siquiera ir a las actividades porque se y ellos saben que yo no me meto con nadie y nadie se mete conmigo. Y pues ese es un gran problema. Nadie hablan conmigo porque soy rara, y yo no hablo con nadie porque tengo miedo.

Una vez en la biblioteca, saco unas viejas novelas del siglo pasado las cuales siempre leo cada vez que estoy en alguna jornada, incluso me las llevo a casa de vez en cuando. Me siento y abro el libro para comenzar a leer sobre una historia de los años '10.

Resulta que Katherine McCarney, era una bella mujer con grandes principios y de excelente educación, pero se enamora de un soldado que, a su pesar, debe combatir contra los países enemigos en la Primera Guerra Mundial. Katherine va a las ciudades donde se supone que el esta herido y se encarga de cuidarlo y curarlo todas las veces que pueda. Pero un día el soldado Carter no es reportado como sobreviviente, y su padre ya tiene planes para ella casando la con un hijo de un exitoso general.

Hasta allí llego cuando escucho que alguien camina con pasos rápidos por la biblioteca. Supongo que es algún alumno que se encontrara con alguna chica o es la misma bibliotecaria, la cual posee unos cincuenta años y vive gritando a los estudiantes que no griten. Que irónico es.

La persona se para frente a mi. Puedo sentir su presencia justo al lado mio, pero trato de ignorarlo y seguir con la lectura. Escucho su garganta aclarar después de pocos segundos.

- Hola - dice una voz conocida. Mis piernas tiemblan al igual que mis manos, las cuales al mismo tiempo empiezan a sudar - ¿Puedo hablar contigo un momento?

Me levanto con brusquedad tirando la silla al suelo y devolviendo le la mirada. Sus ojos ámbar me hacen latir fuerte el corazón, pero en vez de acercarme doy pasos hacia atrás para estar a una distancia suficiente.

- Genial, ya empezaste a actuar raro - bufa mientras blanquea los ojos - ¿Por que demonios te fuiste así el jueves cuando te encontré? Ya se que te da asco eso de tener contacto físico - se cruza los brazos y pone la cabeza a un lado - pero debes entender ¡Estaba ebrio y había ganado unos buenos billetes! ¿Por que fuiste tan perra conmigo?

¿Perra? Oh, vamos ¡Ni que lo haya insultado! ¡No le dirigí ni siquiera la palabra! Esto es genial, muy genial en verdad. Pero no me atrevo siquiera a decirlo, solo me alejo un poco mas y con temor rezo con que este la bibliotecaria, y al parecer esta se ha ido a la sala de maestros otra jornada mas. Adoro como esa señora hace su trabajo.

No me doy cuenta de que Zayn ha avanzado demasiado, estando frente a frente a mi. Cuando lo veo nuevamente a los ojos, por un momento, solo por uno mínimo, todo aquello que me aterraba, todo aquello que me provocaba llanto y dolor, desaparece.

- Lucy - susurra el. Esta mirando directo a mis ojos, los cuales se los puede ver tristes, preocupados y doloridos.
Siento rozar su mano contra mi hombro y empiezo a gritar mientras me alejo de el, con pasos rápidos hacia atrás hasta golpearme con un estante la espalda y la cabeza, pero aun así no dejo de gritar.

Con todas mis fuerzas, logro reprimirme algunas lagrimas, algunas caen porque es inevitable no dejarlas salir. Pongo mis manos sobre mi rostro para que Zayn no me vea llorar, aunque el jueves por la noche había visto mi cara a la perfección inundado en lagrimas. No se porque me avergüenza tanto esto, no se porque siento esta ola de placer que me provoca con solo tenerlo cerca. Es confuso, es todo muy raro, pero solo quiero en este momento que se aleje un poco.

- Escucha - dice mientras larga un gran suspiro - No voy a acercarme, no voy a tocarte ¿De acuerdo? Pero, si quieres podrías decirme porque huiste de mi el jueves por la noche.

Me limpio las lagrimas con la manga de la campera y vuelvo a mi asiento en cuanto veo que el se ha alejado un poco mas. De esta forma le doy a entender de que no quiero decirle nada, ni siquiera quiero dirigirle la palabra. trato de concentrarme en terminar la historia para saber si Katherine se reencuentra con Carter, pero la presencia de Zayn me esta poniendo demasiado nerviosa como para seguir leyendo. Finalmente, minutos después, escucho que sus pasos se dirigen a la salida de la biblioteca.

Es raro las sensaciones que experimento, porque me alivia que se valla pero al mismo tiempo siento una terrible angustia que me carcome por dentro. Siento que extraño a Zayn.