Ballads&Hits [OneDirection] 1ra Parte {Terminada}

No me gusta demasiado tocar el órgano eléctrico, pero no me queda de otra. No quiero bajar abajo donde esta el piano en la sala. Hay visitas y lo que menos quiero es avergonzar a mi tía.

River Flows in you es la que estoy interpretando en este momento. Las teclas suenan una tras otra transformando su melodía en una dulce Balada. Es de mis preferidas, porque puedo sentir cada vez que la toco o la escucho una profunda tristeza, una tristeza que fue formando parte de mí a cada paso que mi alma y mi cuerpo va envejeciendo. Puedo sentir la esperanza, la esperanza de poder seguir adelante y tener el valor suficiente de poder tener tacto con alguien, querer tenerlo. Suspiro.

Aun me duele cuando termino de tocar, me duele saber que Allegra y yo no volveremos a tener la misma relación que teníamos. ¿Como podremos volver a lo de antes? ¿Como yo podré volver a ser la de antes? Ni siquiera puedo hablar más alto a no ser que sea un susurro. Lo veo tan lejano que parece imposible. Incluso aunque intente pasar tiempo conmigo, nada será igual. Nada.

Alguien toca mi puerta y me encuentro que es Louis, con su gran sonrisa. Le devuelvo la sonrisa a medias y veo que su mano trae una bandeja, me imagino que hay en esa bandeja y me sonrío aun más. Adoro las galletas que hace Louis, son de chispas de chocolates completamente grandes y la masa es muy crujiente.

- Para mi princesita - dice mientras me extiende para que saque. Saco cinco - ¡Hey! Comilona, tiene que sobrar para los demás.

- No es mi culpa - me encojo los hombros y como una - Mmm, santo Cielos. ¡Son riquísimas! Juro que algún día voy a raptarte para que vivas haciéndolas para mí.

- Bien, eso es una broma ¿No? Nunca se sabe contigo...

- Es una broma - asiento y me como la segunda.

- ¿Estas mejor? - pregunta tomando la silla de mi escritorio y sentándose al frente mío y del órgano eléctrico.

- Si - susurre y mire hacia abajo. Se que le estoy mintiendo, pero no quiero que Louis se preocupe mas por mi.

- Sabes que puedes contar conmigo siempre ¿De acuerdo?

Asiento y le sonrío torcidamente, el me devuelve la sonrisa con algo de tristeza.

- En fin, me iré preparar más galletas para cuando venga Allegra y Harry. Ya sabes que el adora mis creaciones gastronómicas - presume dando una sonrisa y meneando la cabeza.

- Adelante, Boo Bear - vuelvo a susurrar sofocando la carcajada en mi interior.

Louis me guiña el ojo y se marcha. Mi primo tiene la misma edad que Allegra, solo que es unos meses mas grande que ella. Su cabello es castaño corto con flequillo, heredo los ojos azules al igual que Mark. Suele usar pantalones de colores con tirante, dice que se le ven "sexy". Que va, es mi primo. Vea por donde lo vea, jamás me parecerá sexy.

Frunzo el seño cuando me doy cuenta una cosa. Harry vendrá. Largo un enorme suspiro porque eso es lo que menos quiero, y mas si Allegra estará melosa a su lado y me pedirá que sea su sirvienta en la estadía de su novio. Como si a mi me importara que Harold se sienta cómodo.

Agarro mi libreta donde tengo algunas baladas echas por mi. No son las mejores, pero al menos así no me aburriré con baladas repetidas. Paso hoja por hoja, las tarareo mientras veo los títulos, solo para acordarme si son las correctas melodías que pienso que son. Algunas erró y otras no. Encuentro la indicada; Utopía, así es como la he nombrado. Repaso con la vista las notas y vuelvo al órgano eléctrico al recordarlas. Mis dedos comienzan a rozar las teclas, vuelven a crear música a mí alrededor.

No se cuantos segundos o minutos pasan, solo se que cuando termino de tocar estoy llorando, y recién me doy cuenta de cuantas lagrimas han caído por mi mejilla y sobre el teclado.

- ¿Lucy? ¿Estas bien? - escucho preguntar a Allegra.

Levanto la vista y allí la veo, con la puerta abierta y con Harry a su lado. El tiene los ojos llenos de lastima, y no es capas de sostenerme la mirada así que la baja. Al parecer Allegra le ha contado lo que nos paso cuando éramos chicas. O mejor dicho, lo que a mi me paso.

- Si, estoy bien - susurro y vuelvo mi vista al órgano eléctrico. Pongo en posición los dedos - ¿Necesitabas algo?

- Pues, bueno... Cariño ¿Nos dejarías un momento a solas? - le dice a su novio y el asiente torpemente.

Allegra entra a mi cuarto y cerrando la puerta tras ella. Se sienta en la cama y junta sus manos mirándolas al mismo tiempo. ¿Que sucede? La última vez que se puso así era cuando me pidió ayuda para salir a una fiesta con Louis, por lo que tuve que llevar a mis tíos a cenar haciéndoles creer que necesitaba pasar tiempo con ellos, que así quizás pueda superar mis ataques. Para mi hermana, pareciera que todos los problemas que tengo son un juego. Siempre quiere que use la excusa de los ataques para salirse con la suya, pero esta vez no lo lograra. No quiero que siga usándome así, porque realmente me duele que sea así.

- Siento lo que dije hoy en McC Donal's. Sabes que no es cierto...

<< No, no lo se >> pienso, pero no lo digo.

- ¿Eso es todo?

- No - dice con rapidez - Mira, Mark tiene razón ¡No pasamos tiempo juntas y...!

- ¿Crees que eso es mi culpa? - digo con brusquedad mirándola. Allegra me devuelve la mirada - Ya no importa - corro la vista.

- Eres mi hermana, Lucy. No quiero que estés siempre encerrada aquí o tocando el piano. - escucho su voz quebrarse - Cuando golpee la puerta, supe que no me contestarías, así que la abrí y te llame. Pero estabas tan encerrada en tu mundo que hiciera lo que hiciera no ibas a salir de el. Incluso Harry te hablo, pero pareciera que ni siquiera nos escuchabas, y empezaste a llorar y...

- Ve al punto.

Silencio. Silencio. Solo hay silencio. Hasta que ella lo rompe.

- Ya no quiero seguir así. Quiero que pasemos tiempo juntas como antes - veo como se limpia las lagrimas y sonríe - Vamos a empezar hoy mismo. Unos amigos de Harry nos invitaron a un bar muy popular y encima es privado ¡¿Puedes creerlo?! ¡Seremos niñas estando allí! ¿Que te parece?

- No - digo, o mejor dicho grito. Hacia tanto tiempo que no gritaba.

- ¿Por que? - pregunta ofendida mientras se cruza los brazos.

Me levanto de mi asiento y ella me imita. Oh Dios, tiene la mirada severa que usaba mama para que le digamos la verdad si éramos nosotras las que arrojábamos el excremento de nuestro perro al patio de los vecinos.

- ¡Es un bar! ¡Hay gente! - digo resoplando.

- Eso ya lo tengo cubierto - dice engreídamente - ¿Recuerdas el traje rosa chillón?

- Que ni se te ocurra - entrecierro los ojos.

- ¡Pues claro que si! ¡Vamos! recién se ha secado y esta teñido de negro. - abro los ojos algo sorprendida - Mark al parecer viene planeando la charla de hoy desde como hace un mes, así que anticipo el cambio de pintura y de paso que se seque.

- Allegra. Que ni se te ocurra - trato de que mi voz suene amenazante, pero no lo logro. Soy tan patética.

- Claro que si, Lucinda - dice seria.

- No y punto.

Dos Horas Después

- ¡Harry! - dice mi hermana aterrada cuando su novio se coloca en el cuadrilátero para pelear contra Zayn.

Resulta que el bar privado de los amigos de Harry, no es nada más que encuentros de hombres para combatir hasta que uno tiene que ganar. Es por dinero, obviamente. Se hacen apuestas en cada pelea quien ganara hoy o no esta noche. A pesar de ser un jueves, no puedo creer que esto se haga en día de semanas. Además, la policía parece estar muy de acuerdo con estas cosas clandestinas porque están más concentrados en comer su perro caliente y en apoyar a Zayn, quien ha ganado las tres últimas peleas.

Zayn no parece cansado, es más, parece emocionado por todo y más cuando ve que Harry sube con cara de pocos amigos. Supongo que estos dos nunca fueron ni serán amigos. Pero lo que me pregunto si es mi hermana la razón por la que no se lleven bien.

Observo como Harry y Zayn empiezan la pelea. Ambos se han quitado sus remeras, y aunque me avergüence decirlo, Zayn tiene un gran físico. No voy a decir que Harry también porque ni siquiera lo he mirado, y si mi hermana me lee la mente me acecinara. El castaño y el pelinegro empiezan su pelea. Al principio van empatados, hasta que Zayn le golpea el estomago con fuerza y luego de una patada lo manda hacia las redes haciendo que Harry quede desparramado. Este no se deja vencer fácilmente y vuelve a levantarse, contra ataca a Zayn dándole un golpe en las costillas y una patada en el hombro que hace que se derribe. Wow, parecieran que se van a matar.

Para terminar la pelea, Zayn golpea el rostro de Harry dos veces con sus dos puños y luego una gran patada en la barriga. Harry queda inconsciente.

Zayn festeja que ha sido el ganador en la noche y varios de los que estaban en las tribunas van hacia el para felicitarlo. Allegra corre hacia donde se lo están llevando a Harry, lo cual debería ser una enfermería o algo así.
Abro los ojos para luego cerrarlos con fuerza. Zayn esta besando a una de las muchachas que pasa los carteles de las rondas. Es preciosa. Su cabello es chocolate, sus ojos verdes, los labios que posee son carnosos y además tiene un gran cuerpo que esta vestido con pocas prendas. A el le gustan las chicas así, por eso no se fija en mi hermana que se viste mas decente. Nunca se fijara en mi, y de solo pensar eso, me pesa una gran tristeza sin saber porque.

Una hora y media

Allegra no contesta mis llamados. Estoy afuera del bar hace más de una hora esperándola pero aun no se atreve a aparecer. Al menos agradezco que al ver que no eran tantas personas unas contra otras, me haya pedido que me quite ese horrible conjunto y lo haya dejado en el auto de Harry.

Vuelvo a llamar a mi hermana, se escucha los pipidos pero no atiende.

Es inútil, muy inútil. Son las once y cincuenta de la noche y Mark nos matara en cuanto lleguemos porque dijo que volviéramos a las diez. Lo peor es que es difícil conseguir taxis a esta hora de la noche y por esta zona, lo bueno es que la casa queda a unas quince cuadras. Puede parecer mucho, pero al menos no me ha llevado a boliches que quedan mucho más lejos.

Camino hacia la dirección donde queda mi hogar, mientras veo mis pies dando paso por paso. Me digo a mi misma que no piense en otras cosas, que debo estar atenta y activar mis cinco sentidos. Las calles de Londres son peligrosas, nunca hay que confiarse demasiado por más que vallas acompañado, y mas si eres mujer como lo soy yo.

Cuando estoy a la mitad del camino, escucho unos pasos tras de mi. Giro y veo a un hombre con una botella de vino en la mano y mirándome de una manera no muy buena. Comienzo a asustarme el solo pensar que querrá hacerme. Comienza a llamarme, diciéndome que valla a pasar un buen rato con el, que no sea dura y que pare. Lo peor es que cuando veo a mí alrededor las calles están desiertas.

Mi paso se vuelve mas rápido y el suyo igual. El miedo que siento no me deja pensar demasiado, no me deja respirar con tranquilidad, así que me echo a correr siguiendo escuchar sus gritos y sus pasos corriendo, hasta que escucho un gran golpe. Supongo que estaba tan borracho que no podía correr. Sigo corriendo porque no me detendré hasta llegar a mi casa y llorar por lo que ha pasado.

Choco contra algo, y en cuanto levanto la mirada hacia arriba, me encuentro con sus ojos. Me separo de el con rapidez cuando siento su cuerpo contra el mío.

- ¡Eh! ¡Niall, Liam! ¡Miren a quien tenemos por aquí! - dice Zayn arrastrando las palabras. Esta ebrio.

- ¡Hola Lucy! - dice el rubio sacudiendo la mano. El parece demasiado alegre que de costumbre.

- ¿Lucy? ¿Que haces a estas horas? - pregunta Liam en un tono preocupado. Se ve que el es el único sano.

No puedo responder, porque el miedo me paraliza aun mas cuando Zayn se acerca a mi y me sostiene con fuerza la cintura atrayéndome a el. Quedo paralizada.

- Zayn, no creo que sea buena idea - dice Liam, pero siento su voz lejana.

- ¿Que sucede, cariño? - lo ignora Zayn, dirigiéndose a mi. Puedo oler su olor a alcohol. - ¿Que tal si vienes con nosotros? Puedo asegurarte que vas a divertirte.

- Zayn, suéltala - ordena Liam.

- ¿Que pasa, muñeca? ¿Los ratones te comieron la lengua? - Bromea y se echa a reír solo.

- Suéltala, Zayn - dice Niall - Hazlo ¿No ves que esta aterrada? - su voz se vuelve seria.

- ¿Que? - pregunta confundido el pelinegro volviéndose a sus dos amigos. Vuelve la vista hacia a mi y abre en grande los ojos - Lo siento, Lucy - dice soltándome lentamente.

Me doy cuenta que he estado llorando en silencio. Comienzo a respirar lentamente tratando de calmarme, pero es inevitable. Me echo a llorar y en cuanto veo que Zayn quiere acercarse para consolarme, me echo a correr con rapidez escuchando el llamado de los tres a mis espaldas. No seré la mejor corredora, pero en cuanto se trata de mis ataques soy veloz.

Siento mi cuerpo asqueado y sucio, como si hubieran tirado una gran carga de excremento sobre mí, como si me hubieran tocado tirado a un río de sangre.

No se en que momento llego a casa y veo que todos están en la sala preocupados, y cuando intentan acercarse comienzo a gritar con todas mis fuerzas para que se mantengan lejos. No quiero que me toquen, no quiero que me hagan daño.

Corro hacia las escaleras y me encierro en mi cuarto, para luego echarme en mi cama y llorar. Siento de nuevo mi cuerpo ser tocado y violado. Siento aun su respiración y los brazos arder como cuando me había agarrado para que me mantuviera quieta, escucho los gritos de mama y papa pidiéndole que pare, diciéndoles que era una niña. Escucho a la perfección su risa en mis oídos y vuelvo a gritar.

Ya no puedo más.